viernes, 22 de julio de 2016

“…… porque la tierra está llena de violencia.”


En el capítulo 6 del primer libro de la Biblia y que conocemos como Génesis (“origen” o “principio”, según el diccionario), se nos explica la decisión del Creador de la tierra y todo lo que la habita, de destruir totalmente al mundo de aquél entonces en un cataclismo que ha pasado a la historia como “el diluvio universal”; también en ese capítulo 6 y como no podía ser de otra manera, se nos dan las razones que llevaron al Soberano de todo el Universo, a tomar tan drástica decisión y que fueron estas:

Por consiguiente, Jehová vio que la maldad del hombre abundaba en la tierra y que toda inclinación de los pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo. 6 Y Jehová sintió pesar por haber hecho a hombres en la tierra y se sintió herido en el corazón. 7 De modo que Jehová dijo: “Voy a borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado, desde hombre hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, porque de veras me pesa haberlos hecho”. 8 Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová (……).

11 Y la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero, pues la tierra se llenó de violencia. 12 De modo que Dios vio la tierra y, ¡mire!, estaba arruinada, porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.

13 Después de eso Dios dijo a Noé: “El fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y, ¡mira!, voy a arruinarlos junto con la tierra.” (Gén. 6:5-13).

En este breve, pero explícito relato, se dan unos detalles que no debemos de pasar por alto si, como dice la Biblia, todo lo que en ella está escrito es para nuestra “instrucción” (entiéndase “advertencia”), a tenor de lo leído en Rom. 15:4:

Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”

Por ejemplo, en el relato citado de Génesis leemos acerca de la “maldad del hombre” como característica identificadora de los moradores de aquél tiempo y resultado de una actitud del “corazón” (estaríamos hablando de un corazón figurativo y como fuente de nuestros pensamientos y actitudes) que era “mala en todo tiempo”…… como “resultado de ellos”, presumiblemente de la actitud de los hombres (aunque debo confesar que no tengo nada claro este extremo, pues bien se podría estar refiriendo a los ángeles que se rebelaron contra la voluntad divina y de los que se nos habla en Judas 6), la tierra se “llenó de violencia” a tal grado que nuestro Creador concluyó en que la cosa ya no tenía remedio y se decidió a “cortar por lo sano”. Dicho lo cual, la pregunta es obligada: ¿ve usted, querido amigo que nos lee, algún paralelismo entre esos tiempos pasados y los actuales? ¿Cree usted que en los tiempos que corremos, la violencia realmente nos rodea por tierra, mar y aire y condiciona la vida en el mundo en el que vivimos? Para poder responder a dichas preguntas con un mínimo de solvencia, tenemos que tener en cuenta los aspectos que se incluyen en el término “violencia” y que van más allá de lo que es la violencia física y de la que hoy andamos más bien sobrados, miremos donde miremos; veamos, por lo tanto, qué nos dice el diccionario de dicho término:

Acción o serie de acciones en que se hace uso de la fuerza, particularmente de la fuerza física (lo que implica la existencia de “otros” tipos de violencia), con el propósito de destruir una cosa, obligar a alguien a que haga algo contra su voluntad o causarle daño.” (Acotación nuestra).

Por lo que descontada la violencia física y que, repetimos, está extendida entre la sociedad actual como la mala hierba, al menos a tenor de las noticias con las que nos desayunamos cada mañana, tenemos otro tipo de violencias como por ejemplo, el tener que aceptar de manera obligatoria la homosexualidad y el aborto como “derechos” inalienables de las personas y obligatoriedad que nos han impuesto nuestros gobernantes, pues estamos ante cuestiones legisladas por ley. Porque tenemos que aceptar por ley y prescindiendo de cual sea nuestra posición de conciencia con respecto de ello, que sea el estado el que tenga la última palabra en temas tan personales como es la educación de nuestros hijos, eso es, como de cual tiene que ser la orientación religiosa, política o sexual de los mismos y lo que está, repetimos, legislado por ley…… al menos en España. Por otra parte, estamos casi obligados a aceptar en nuestras calles como algo normal y muy “progre”, las repugnantes celebraciones del mal llamado “día del orgullo Gay” (ignoramos de qué se sienten orgullosos, orgullosas u “orgulloses” los que participan en el mismo) y que para más inri, denigrantes actos subvencionados por nuestros ayuntamientos con el dinero de los impuestos de todos, eso es, tanto de aquellos que están de acuerdo con eso, como de aquellos que no lo estamos y con lo que resulta que, quieras o no quieras, de una manera u otra te hacen contribuir a tan vomitivo espectáculo…… y eso también es violencia.

Como también es violencia la ingente cantidad de abortos que se producen, paradójicamente en el mundo llamado “cristiano” (¡y que ya tiene bemoles el asunto!) y que no son más que asesinatos de seres indefensos, amparados por unas leyes que también nos han impuesto. Que la cosa está que “arde” en el tema de la violencia y que impregna el ambiente (estaríamos hablando ya de violencia física), quedó perfectamente reflejado en el último campeonato europeo de selecciones de fútbol celebrado en Francia, en donde la mayoría de los que asistieron a ella no se desplazaron con sus respectivas selecciones para apoyarlas en su lucha por conseguir el título, sino para montar el “berenjenal” y hasta tal grado fue ello así, que desbordaron totalmente la capacidad de mantenimiento del orden de la gendarmería francesa…… y algo que se observa en la mayoría de concentraciones públicas, en donde la mayoría de sus asistentes no van a disfrutar o a participar del evento del que se trate, sino a pelearse con el de enfrente.

Tampoco es extraño en nuestras vías de comunicación, el que algún leve roce entre dos coches de los que circulan por nuestras abarrotadas calles (las calles son las mismas, pero los vehículos se han multiplicado de forma constante), se salde con uno o dos heridos (eso si no hay algún muerto de por medio) debido a la violencia desplegada entre los conductores de los mismos…… de tal suerte que lo que no ha conseguido el accidente en sí mismo, se lo hacen los propios conductores en la posterior discusión; de hecho, bien podríamos decir que la violencia impregna al “ambiente” en el que nos movemos y algo de lo que ya fuimos advertidos hace casi 2.000 años:

“…… en los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire (eso es, el “ambiente” que nos rodea), el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.” (Efe. 2:2). (Acotación nuestra).

Es destacable al respecto, cómo traducen dicho verso otras versiones bíblicas; veamos por ejemplo, la DHH:

“…… en que vivían, pues seguían los criterios de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y que anima a los que desobedecen a Dios.”

Veamos ahora cómo lo vierte la PDT:

Antes vivían pecando, igual que todo el mundo y se dejaban guiar por el que gobierna las fuerzas de maldad que están en el aire y que todavía actúa por medio de los que desobedecen a Dios.”

O veamos la versión bíblica NTV, en donde destaca una acotación a pie de página:

Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible**—, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.” (** En griego, “obedeciendo al líder del poder del aire”).

Sea como fuere y dado que no tendría sentido que se nos estuviera hablando del “aire” como elemento físico, es obvio que se nos está hablando de eso a lo que llamamos “ambiente” (“ambiente” de fiesta, o “ambiente” de guerra, o “ambiente” distendido, etc. etc. etc.) y que indudablemente ejerce presión sobre nosotros, incidiendo particularmente en el caso que nos ocupa y según el pasaje analizado, entre aquellos que no son obedientes a Dios y que es la inmensa mayoría del “personal”.

Sin embargo y por aquello de que “no hay mal que por bien no venga”, la situación en sí misma no es tan mala como parece ya que como hemos leído en el pasaje de Rom.15:4 hace un momento; porque dicha situación es la que avala la “esperanza” de que estamos ya ante una pronta actuación del Creador para “hacer limpia”, pues veamos lo que nos dijo el apóstol Pablo en lo que resultó ser una perfecta radiografía de cómo estaría “el percal” en nuestro días y hecha la tal, hace casi 2.000 años :

Más sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.” (2 Tim. 3:1-5).

Luego si lo que estamos viendo a nuestro alrededor es exactamente lo señalado por Pablo como determinante de los “últimos días” y que es lo que caracteriza a estos tiempos, la esperanza consiste en que ya estamos inmersos en el tiempo en que el Dios Altísimo tomará acción contra tanto desaforado y como ocurrió en los días del diluvio; recordemos lo que nos dijo Jesús en su momento y que es lo que sostiene nuestra fundada esperanza:

Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:28).

Pero es que además, tenemos otro juicio en las Escrituras que no podemos pasar por alto y que pone la situación más a “punto de caramelo” si cabe, para que Jehová Dios actué de nuevo contra una humanidad desobediente y que tiene que ver con la brutal perversidad sexual existente en nuestros días, juicio del que se nos habla en Judas 7…… probablemente decretado por mucho menos de lo que está ocurriendo a día de hoy:

Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, después que ellas de la misma manera como los anteriores, hubieron cometido fornicación con exceso e ido en pos de carne para uso contranatural, son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno (eso es, destrucción eterna).” (Acotación nuestra).

Y para que quede claro lo del uso “contranatural de la carne” y que nadie se llame a engaño, veamos cómo se nos aclara la idea que se nos quiere transmitir, en el siguiente pasaje:

¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres (o en su defecto, mujeres que se acuestan con mujeres), 10 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9-10). (Acotación nuestra).

Pero claro, tenemos ahí a todos esos “enteraos” que afirman y contra todo razonamiento científico, que los homosexuales “nacen” y no “se hacen”, razón por lo que no pueden ser castigados por algo de lo que no son culpables (la culpa es de la llamada “madre naturaleza”) y perfecta estupidez que sirve para, en aras de los “derechos” de todo el mundo, se haya montado el jolgorio ese del “lobby” LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales y otras “hierbas” de mal comer), que toda la vida de Dios han sido identificados como “maricas” y “tortilleras”…… porque no por suavizar un calificativo, la cosa adquiere una dimensión distinta. Y es que aunque a la fornicación le llamen ahora “relaciones prematrimoniales” no deja de ser fornicación pura y dura; y aunque al adulterio le llamen ahora “relaciones consuetudinarias” continúa siendo adulterio puro y duro…… y aunque a los “maricas” y a las “tortilleras” (déjennos llamar las cosas por su nombre) se les pretenda enmascarar con eso del “colectivo LGTBI” o eufemismos parecidos, continuamos hablando de “maricas” y “tortilleras”, puros y duros (y si no se creen que eso sea así, consulten el diccionario de la RAE).

Porque lo que queda claro del texto que acabamos de leer y en armonía con lo dicho en Judas 7, es que esas personas serán destruidas a no tardar y por muchos “derechos” que les concedan los gobernantes actuales, que además les seguirán en tan desagradable destino de ser destruidos eternamente (Dan. 2:44). Aunque dicho esto, dejamos un poco más clara la posición divina (y que en última instancia es la que va a prevalecer, por mucho que algunos quieran negar la realidad) en cuanto a dicha cuestión, leyendo con mucha atención lo siguiente acerca de la razón de tan escandalosa deriva y a quiénes afectará, según Rom. 1:24-32 y pasaje que no tiene desperdicio alguno:

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que suprimen la verdad de un modo injusto, 19 porque lo que puede conocerse acerca de Dios está entre ellos manifiesto, porque Dios se lo ha puesto de manifiesto. 20 Porque las cualidades invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables; 21 porque, aunque conocieron a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron casquivanos en sus razonamientos y se les oscureció su fatuo corazón. 22 Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios 23 y tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del hombre corruptible, y de aves y cuadrúpedos y cosas que se arrastran.

24 Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia, para que sus cuerpos fueran deshonrados entre sí, 25 hasta a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, que es bendito para siempre. Amén. 26 Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza (eso es, la relación de mujeres con mujeres); 27 y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos la recompensa completa, que se les debía por su error.

28 Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los entregó a un estado mental desaprobado, para que hicieran las cosas que no son apropiadas, 29 llenos como estaban de toda injusticia, iniquidad, codicia, maldad, estando llenos de envidia, asesinato, contienda, engaño, genio malicioso, siendo susurradores, 30 difamadores solapados, odiadores de Dios, insolentes, altivos, presumidos, inventores de cosas perjudiciales, desobedientes a los padres, 31 sin entendimiento, falsos en los acuerdos, sin tener cariño natural, despiadados. 32 Aunque estos conocen muy bien el justo decreto de Dios, que los que practican tales cosas son merecedores de muerte, no solo siguen haciéndolas, sino que también consienten a los que las practican.” (Acotación nuestra).

Luego lo que queda claro, entre otras cosas y centrándonos en ese versículo 32 final, es que el castigo divino no solo alcanzará a los que practican dichas cosas, sino también a aquellos que las “consienten”, bien sea de forma activa promulgando leyes que favorecen a esos movimientos y sus postulados, o bien financiando sus actividades…… y sin olvidarnos de todos aquellos que se sitúan a lo largo de los itinerarios de las cabalgatas del “día del orgullo gay” aplaudiendo a rabiar, enmascarando dicha toma de posición por esa peregrina idea de que todos tenemos nuestros “derechos”. Y es que el único “derecho” que tiene el hombre es obedecer a su Creador, como queda perfectamente claro en el siguiente pasaje:

La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque este es, todo el deber del hombre. 14 Porque el Dios verdadero mismo traerá toda clase de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena o es mala.” (Ecles. 12:13-14).

La moraleja, entonces y a modo de conclusión, es la de que si nuestro Creador y ante determinada situación, actuó como actuó, si la situación se repite, se repetirá la misma actuación…… eso es, que la humanidad será sometida de nuevo a un juicio severo y con resultado de destrucción eterna para muchos; porque así como en el día de Noé hubo personas (pocas, ciertamente) que no se involucraron en ese mundo caracterizado por la violencia y por eso fueron preservadas, también en las circunstancias actuales habrá sobrevivientes de dicho juicio venidero y que conocemos como la “gran tribulación”, según Rev. 7:9; 13-14:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……).

13 Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación (eso es, que sobreviven a la misma) y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.” (Acotación nuestra).

Y es que al igual como ocurrió hará aproximadamente unos 4.500 años, cuando hoy Jehová Dios mira la tierra ve exactamente lo mismo que vio en esos tiempos antiguos: una tierra que está “arruinada”, porque de nuevo esta está “llena de violencia”; luego la reacción en un Dios en el que en su conducta no hay ni “el giro de la variación de la sombra” (Sant.1:17), eso es, que es del todo previsible en sus reacciones (de ahí que los juicios pasados son “ejemplos” amonestadores para nosotros y como leeremos a continuación), es obvio que tiene que ser la misma que tomó en el pasado y en lo que significará la destrucción eterna (Judas 7) de todos los que hoy se rebelan ante sus disposiciones…… pero liberación y vida eterna para aquellos que le son fieles en cualquier circunstancia. Recordemos, además, que todos los juicios levados a cabo en el pasado cumplen una función admonitoria para aquellos que vivimos en estos días y algo que queda claramente expuesto en las siguientes palabras:

Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 Cor. 10:11).

Y dado que en los tiempos de Pablo “los fines de los sistemas de cosas” no llegaron, como es público y notorio pues casi 2.000 años nos contemplan desde los días del bueno de Pablo y aquí estamos “con estos pelos”, resulta que con ese “nosotros” se está haciendo referencia a las personas que vivimos ahora; y como ya conocen aquella máxima que dice que “el que avisa, no es traidor”…… pues eso ¡vayamos preparándonos, porque de nuevo la tierra “está arruinada y llena de violencia”!

MABEL


No hay comentarios:

Publicar un comentario