jueves, 26 de abril de 2018

La "cosa"...... como que podría estar más cerca de lo que algunos creen ¿no?



Hará poco más de medio año, para ser un poco más concretos el 7 de Septiembre de 2017, se publicaba en este blog nuestro último artículo titulado “Empezamos la cuenta atrás…” y ello, en clara referencia a los acontecimientos que derivarán en los últimos siete años del mundo tal como lo conocemos actualmente. Pero antes de continuar, permítannos el excusar tan prolongada ausencia de artículos en esta página y que tiene que ver con algo tan sencillo como entendible: a nuestra edad ya no estamos para muchos “trotes”, pues no solo nos cuesta centrar las ideas, sino el retenerlas y lo que es más importante, el poder desarrollarlas con un mínimo de coherencia en el momento de trasladarlas a la página escrita; pequeño “defectillo” que seguramente podrán comprobar si siguen leyendo y razón por la que este artículo será muy corto. Pero es que además, lo único que pretendemos (ya solo a eso llegamos y no con poco esfuerzo) es el transmitirles una simple idea y que, cada cual, la desarrolle según su buen criterio o, como diría nuestro buen amigo el castizo, “a quién Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”.

Pero continuando con el tema que nos ocupa, esto es, la presunta cercanía a la que hacemos referencia en el titular de este escrito sobre la que presuntamente será la última semana de años que cerrarán el capítulo del mundo tal como lo conocemos y, entrando con ello, a lo que identificamos como el Reino de mil años Dios (o “milenio”), es de obligado cumplimiento el detenernos en un fecha que desde hace cierto tiempo está dando mucho que hablar en los mentideros religiosos: el 14 de Mayo de 2018 y fecha  que ya tenemos a la vuelta de la esquina; ahora bien: ¿por qué se convierte dicha fecha en un referente de la actualidad religiosa? Sencillamente, porque en la tal se cumplen los 70 años del restablecimiento de Israel como nación reconocida en el ámbito mundial y lo que nos lleva, inevitablemente, a considerar un pasaje bíblico del todo relevante en este asunto:

En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales. Porque tienen que pasar rápidamente y volamos.” (Sal. 90:10).

Partiendo de ahí, es fácil deducir que la vida de aquello a lo que denominamos como “una generación” quedaría limitada, más o menos, a unos 70 años. Es cierto, en todo caso, que actualmente la esperanza de vida en los países más desarrollados gira entorno a los 80 años, merced a los avances científicos en el ámbito de la medicina y a las sustanciales mejoras en la alimentación del “personal”, circunstancias estas que ya parecen dejarse traslucir en el mismo pasaje que acabamos de leer al concedérsele 10 años más a la duración de una “generación”; en cualquier caso, lo que queda constatado bíblicamente es que el cómputo general de la vida de un ser humano queda tasada en esos 70 años y es desde ahí, obviamente, de donde tenemos que partir para hacer nuestras cuentas y asunto focal de la cuestión que nos ocupa. Porque notemos las siguientes palabras de Jesús pronunciadas en un contexto de denuncia a la rebelde nación de Israel, personificada en ese momento en su capital Jerusalén:

En verdad les digo, que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.” (Mat. 24:34).

Eso es, todas las cosas que tenían que ocurrirle como castigo por su rebeldía al pueblo judío y que culminaría la tal, con el mismísimo asesinato del Hijo de Dios colgado de un madero como un vulgar criminal por la decisión de Poncio Pilatos, pero instigada tal decisión por los propios miembros del Sanedrín judío...... incluido, por supuesto, el momento de su glorioso retorno a la tierra. Sin embargo, el punto álgido de la cuestión gira en torno al hecho de que cuando Jesús fue crucificado tenía 33 años y que fue 37 años más tarde (en 70 E.C.) y en cumplimiento de su propia profecía, cuando Jerusalén fue efectivamente desolada por las legiones romanas bajo el mando del general romano Tito y por lo que, obviamente, estaríamos hablando en ese caso de una “generación” de 70 años y lo que avala la idea de que una generación, siempre desde el punto de vista bíblico y que es el patrón al que debemos ceñirnos, se reduce a esos 70 años citados.

Todo considerado, volvamos de nuevo a la fecha señalada del 14 de Mayo del año en curso en donde Israel cumple, insistimos en la idea, 70 años desde su renacimiento de nuevo como nación y, por supuesto, de lo que podemos esperar a partir de ese momento; quede claro que con ello no pretendemos elucubrar sobre acontecimientos futuros, sino más bien el desarrollar un argumentario razonable en el que nos podamos apoyar (más o menos) para conocer por dónde “nos soplará el viento” a partir de la fecha mencionada. Porque la hipótesis más razonable (día arriba, día abajo) es la de que en ese momento empezar a correr la “semana setenta” de Daniel y última del mundo tal como lo conocemos:

Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y, para ungir el Santo de los Santos. 25Y debes saber y tener la perspicacia que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas (notemos que 7 más 62 suman 69 y por lo que nos falta una para el cómputo de 70). Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos. Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí.

Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones. 27Y él (el “caudillo” señalado y no el Mesías) tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.” (Dan. 9:26-27). (Acotaciones nuestras).

El hecho de que se nos fraccione el tiempo, eso es, 7 semanas, seguida por 62 semanas y finalmente 1 semana, significa que no se nos habla de períodos de tiempo correlativos, sino espaciados en la corriente del mismo. Notemos también en este relato, que el que tenía que causar la ruina de Jerusalén era el pueblo de un caudillo “que viene”, eso es, que el citado personaje aún está por aparecer y cuya presencia se prevé para un futuro más bien inmediato a tenor de los acontecimientos que estamos viviendo y al que identificamos como “el anticristo”; en todo caso, resultará ser el detonante que propiciará el inicio de la semana mencionada en la profecía de Daniel y de ahí, la necesidad de estar alerta para saber dónde nos encontramos situados en la corriente de los tiempos.

Entonces se nos plantea la siguiente cuestión: ¿empieza la semana de años referida por el profeta, el próximo 14 de Mayo del año en curso? Para poder dar respuesta a tal pregunta, tendríamos que plantearnos una simple ecuación: si como hemos mencionado, una “generación” está delimitado por esos 70 años preceptivos y le sumamos esos siete años proféticos, subdivididos entre los tres y medio para la gran predicación anunciada por Jesús (Mat. 24:14) y tres y medio para la “gran tribulación” que le acaecerá a aquellos que no hayan hecho caso de la advertencia recibida, nos encontraríamos con una generación de 77 años, pero aún dentro de lo señalado en el Sal. 90:10, que recordemos, nos habla de una generación que en parte bien podría rondar los 80 años.

Partiendo de lo considerado y si no estamos equivocados en nuestra percepción de las cosas, nos estaríamos acercando a una fecha clave en el devenir del ser humano sobre la tierra y lo que nos advierte de la necesidad de tomar medidas; y siendo la primera de ellas y en orden de importancia, la de informarse adecuadamente de “cómo está el percal”, como diría nuestro amigo el castizo y no se nos coja como se dice en el refranero popular español con “todo lo más caliente, aún en el fregadero”, que traducido al “cristiano” significa, con los deberes aún por hacer. Y sin ánimo de querer incordiar, nos permitimos señalar que estamos a menos de un mes de ese 14 de Mayo señalado.


MABEL

jueves, 7 de septiembre de 2017

¡Empezamos la cuenta atrás…!


Porque a partir del día 1 de este mes de Septiembre y día en el que se empieza a redactar este escrito (otra cosa ya es para cuándo estará a punto para publicar), inicia la cuenta regresiva que nos tiene que llevar hasta alcanzar esa tan misteriosa fecha del día 23 de Septiembre de 2017 y en el que sin saber exactamente lo que va a ocurrir, lo que sí tenemos claro y siempre según la ciencia que se ocupa del estudio de la astronómica, es que en dicha fecha se producirá en los cielos una configuración astral que cuadra perfectamente con lo profetizado hace casi 2.000 años y que encontramos escrito en Rev. 12:1:

Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol y la luna estaba debajo de sus pies y, sobre su cabeza, había una corona de doce estrellas.”

Y, efectivamente, lo que se podrá observar en el cielo estrellado (ya si está nublado, habrá que fastidiarse) es la imagen que inspira a este escrito: la constelación de Virgo (la “mujer”), con la Luna bajo sus pies y coronada con doce estrellas, eso es, por la constelación de Leo (el León) que suma a sus nueve estrellas más brillantes, la alineación de los planetas Marte, Mercurio y Venus y que en la distancia se ven como unas estrellas más; añade morbo al asunto, el hecho que dicha conjunción estelar y según dicen los astrónomos, jamás se ha producido en la historia del hombre sobre la tierra y que nunca más se volverá a repetir, lo que nos coloca ante un hecho sin precedentes y anunciado, como hemos señalado, con casi 2.000 años de antelación…… ¡y que ya es antelación, oigan! Y ello sin tan siquiera disponer el bueno de Juan, ni por asomo, de los conocimientos actuales que tienen los astrónomos y, muchísimo menos, de los modernos instrumentos tecnológicos con los que trabajan los científicos dedicados a la investigación del Universo.

Pero siendo cierto que alguien podría restar importancia a lo excepcional del hecho, alegando que las constelaciones tal como las vemos en sus posiciones relativas en el plano galáctico, lo están por siglos dado el casi imperceptible movimiento de las estrellas que las componen y debido a su inmensa lejanía con respecto del observador terrestre, no es menos cierto que dicha circunstancia no concurre con los planetas de nuestro sistema solar y de ahí que se pueda configurar semejante conjunción estelar, mediante la “cooperación” necesaria de los planetas señalados. Añade relevancia al tema, el hecho de que están aquellos que nos dicen que dicha señal tiene que ver con el anuncio del llamado “arrebatamiento de la iglesia” y por aquellos otros que, ya más apocalípticos, juran hasta en arameo que dicha señal indica que a partir de ese día iniciará el tan traído y llevado “fin del mundo” y que acabará con la vida sobre la tierra.

Sin embargo, desde este blog estamos en condiciones de afirmar que ninguno de esos supuestos tendrá lugar, pues no son más que meros disparates de los “gurús” que lideran las distintas organizaciones religiosas existentes en la actualidad, para tener dominadas a sus respectivas greys y poder así continuar “viviendo del cuento”. Y es que como ya les explicábamos en nuestro escrito del 06/05/17, lo del tal arrebatamiento de personas que estando vivas serán elevadas al cielo para reinar con Cristo (esto es en esencia el “arrebatamiento”, también llamado “rapto de la Iglesia”), no es más que una “trola” de más o menos 200 años de antigüedad y por lo que, lógicamente, dicha enseñanza no puede de ninguna manera estar contenida en las Escrituras…… no siendo, por tanto, más que el resultado de una nefasta interpretación de las palabras del apóstol Pablo y que se encuentran en 1 Tes. 4:15-17:

“… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.”

Repetimos que el significado correcto de dicho pasaje, lo explicábamos en el artículo citado en el párrafo anterior; por otra parte y continuando con el tema, tampoco podríamos estar hablando del “apocalipsis final” y que supuestamente tiene que acabar con la vida en el planeta Tierra, pues de ser ello así no se cumplirían las palabras de nuestro Creador y registradas en Isa. 45:18:

Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: “Yo soy Jehová y no hay ningún otro”.”

Confirmación de esas palabras la encontramos en el Sal. 37:29, cuando leemos que los “justos” son los que poseerán la tierra y residirán para siempre sobre ella; entonces si no es ni una cosa, ni la otra, eso es, ni el “arrebatamiento”, ni la destrucción del habitad natural del ser humano, la pregunta es obvia: ¿de qué, entonces, puede ser “señal” esa visión que contemplaremos en el cielo estrellado entre la noche del 23 y la madrugada del 24 de este mes de Septiembre? Dicho de otra manera ¿qué se nos anuncia por medio de la susodicha “señal”? Porque una cosa que debe de quedar clarísima, es que las señales de los cielos tienen que ver con cosas que ocurrirán aquí en la tierra y que, además, se espera que lo señalado ocurra casi de inmediato, pues de lo contrario si fuera postergado en el tiempo, dichas señales no tendrían sentido; entonces repetimos ¿qué va a ocurrir en ese preciso momento en la tierra?

Para entender esto, tenemos que partir de algunos supuestos que se nos dan en las Escrituras y que como la mayoría del “personal” que nos lee ya sabe, la “mujer” de Rev. 12:1 prefigura a la congregación cristiana de los 144.000 que junto a Cristo tienen que reinar sobre la tierra por mil años y en lo que se conoce como “el reino de Dios” y de cuyo establecimiento se nos habla por primera vez en Dan. 2:44:

Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”

Ahora bien ¿por qué en Rev. 12:1, se nos habla de ese evento como de “una gran señal”? Pues sencillamente porque en este caso tiene que ver con un acontecimiento que dará inicio a los últimos años del mundo como lo conocemos, eso es, con la aparición en la tierra de un pequeño “resto” de Hijos de Dios, al modo de los Pedro, Pablo y compañía, circunstancia de la que ya se nos habla en Rev. 6:9-11 en los siguientes términos:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.”

Estos personajes por venir e identificados en Rev. 11:3 como los “dos testigos” o pequeño resto “ungido” y que dotados con grandes poderes (Rev. 11:5-6), son los que “completarán” el total (144.000) de aquellos que tienen que reinar con el Hijo de Dios por mil años y que en conjunto, conforman simbólicamente a la “mujer” de Rev. 12:1. Por lo tanto, no es arriesgado deducir que el cumplimiento de la señal del pasaje citado tiene que ver con la aparición sobre la tierra de ese “resto ungido” mencionado y con ello, repetimos, el inicio de los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos y que se dividirá en dos períodos: tres años y medio para la predicación mundial previamente anunciada por Jesús en su momento (Mat. 24:14) y que liderarán dichos personajes sobre aquellos que se les vayan sumando (ver nuestro escrito del 20/06/10), mientras que los restantes tres años y medio estarán dedicados a la “gran tribulación” venidera (Rev. 7:14) en la que serán destruidas todas aquellas personas que hayan rechazado el mensaje anunciado y algo de lo que se nos habla en 2 Tes. 1:6-9:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido) a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (más bien se rebelan contra ellas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).

¿Entienden ahora por qué es tan importante esa fecha del 23 de Septiembre y de la que ya ha iniciado la cuenta regresiva que nos llevara hasta ella?

De ser ello así, bien podría representar este nuestro último artículo, pues “el pescado ya estaría todo vendido” (como diría nuestro amigo el castizo) y ya no queda nada más que esperar acontecimientos…… o sea, que todo se reduce a esperar lo que va a ocurrir en la fecha señalada, eso es, en ese crucial 23 de Septiembre de 2.017 y que lo tenemos ya a la vuelta de la esquina.

MABEL


jueves, 24 de agosto de 2017

¡Pues es una pena, D. Antonio!


Después de un forzoso período de “relax” causado por la inclemencia de un llamado “sol de justicia” (no entendemos lo de “justicia”, cuando es lo más injusto que hay sufrir esa prolongada canícula), pues no había quién aguantara delante del ordenador el brutal calor que hemos pasado este verano (¡y lo que te rondaré, morena!) en la llamada “madre patria”, retomo la actividad respondiendo a un correo que me llegó a mediados del mes de Junio, remitido por un asiduo lector de este blog (tal parece reconocerse) y que responde al nombre de Antonio García Hernández, el cual se expresaba en los siguientes términos:

Una de las cosas que mas me impresiona de estos temas es la particularidad de que aqui se tiene la conviccion de que tienen plenamente la razon. Los estaba leyendo y todo iba bien, sin embargo, cuando hablaron de dejar de lado la traduccion biblica de RV 60, estuve totalmente de acuerdo, pero cuando el autor menciono que habriria la truduccion del nuevo mundo (traduccion de los llamados "testigos de Jehova", sinceramente deje de interesarme en el tema, pues su traduccion sin duda esta plenamente demostrado que esta adulterada, pues omite principalmente a JESUCRISTO como el Salvador del mundo.”

Como es costumbre en este blog, el contenido del correo en cuestión ha sido transcrito sin alteración alguna y tal cual me ha llegado, tal cual lo publico y por lo que a continuación solo procede el análisis del mismo y que es muy simple: el caballero en cuestión y si no entiendo mal, afirma que dejó de interesarse en mis artículos cuando descubrió que me apoyaba para formular los tales en la TNM de los Testigos de Jehová y de la que afirma que está “plenamente demostrado” que estamos ante una traducción adulterada y lo que me lleva a plantearle a dicho caballero dos cuestiones que agradecería tomara en consideración:

En primer lugar, decirle al caballero mencionado que ninguna Biblia es susceptible de ser “trucada” o adulterada si el que la lee sabe de qué va la cosa, eso es, que conozca mínimamente el contenido del contexto escritural; y es que todas las traducciones que conozco, que no son pocas y algo que fácilmente se puede entender dada mi actividad de publicar artículos sobre la misma, no he encontrado ninguna que no contenga un error en alguno de sus pasajes (bien sea este de traducción o bien de interpretación) y que pueda inducir a un distorsionado entendimiento para el principiante en la lectura del texto sagrado, si se tiene en cuenta el contexto escritural. En segundo lugar, habría que preguntarle al caballero en cuestión y dado que me apoyo siempre en dicha versión bíblica para reforzar mis planteamientos, en cuantos de mis escritos ha encontrado algún argumento apoyado en un texto supuestamente “trucado” de los cientos que he transcrito directamente de dicha TNM y que sea objetable…… pero eso no me lo dice y entiendo que es lo primero que tendría que haber hecho: aportar una prueba de aquello que afirma.

Porque lo que afirma y si servidor ha entendido correctamente, es que estando de acuerdo con mis planteamientos apoyados siempre en pasajes bíblicos, resulta que cuando se entera que los tales son sacados de una Biblia que él considera que está “trucada”, dichos planteamientos de pronto pierden toda validez…… no me negarán, que como argumento, la cosa es manifiestamente mejorable. Porque además y lo tengo publicado en muchos de mis escritos, antes de transcribir un pasaje de la TNM en apoyo de algunos de mis argumentos, el tal ya ha sido contrastado con todas las distintas versiones que del mismo aparecen en la página BibleGateway.com. y por lo que no puede haber controversia o “trucaje” alguno en la veracidad de los mismos

Por lo tanto y entendiendo que es una pena que me deje de leer, no puedo resistirme en tomarme el atrevimiento de sugerirle al Sr. García Hernández la siguiente cuestión: ¿por qué no se toma la molestia en alguna ocasión, de contrastar los pasajes bíblicos por un servidor usados y tomados de la TNM para sostener cualquiera de mis planteamientos, con los de cualquier otra versión bíblica y comprobar así si hay diferencia sustancial alguna entre los mismos, en cuanto a la idea que pretenden transmitir? Estoy convencido de que no lo ha hecho, pues de lo contrario no me había mandado el correo al que estoy dando respuesta; en cualquier caso sí le agradecería y abusando de su amabilidad, que me remitiera a algún título de mi blog en el que crea que los pasajes citados de la TNM no se ajustan a la idea expuesta o, en su defecto, entran en conflicto con el contenido del mismo pasaje en otras versiones bíblicas.

Y bien, así iniciamos de forma breve el nuevo curso, esperando que poco a poco el calor nos vaya dando tregua y ya con la vista fija en el próximo 23 de Septiembre; recordemos que en esa fecha se produce el cumplimiento de Rev. 12:1 y en donde se lee como sigue:

Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol y la luna estaba debajo de sus pies y, sobre su cabeza, había una corona de doce estrellas.”

…… pero de eso, continuaremos hablando en el siguiente artículo.

MABEL


miércoles, 21 de junio de 2017

23 de Septiembre de 2017


Un capítulo bíblico que ha adquirido gran relevancia últimamente, es el que se encuentra en Revelación o Apocalipsis (concretamente el capítulo 12), al haberse constatado que su primer versículo tendrá un espectacular cumplimiento el 23 de Septiembre del año en curso, algo sobre lo que ya les hablamos en nuestro escrito del 13/05/17 con todo lujo de detalles y que hoy intentaremos abordar desde otra perspectiva; pero recordemos qué es lo que se nos dice en el pasaje en cuestión:

Y se vio en el cielo una gran señal, una mujer vestida del sol y la luna estaba debajo de sus pies y, sobre su cabeza, había una corona de doce estrellas 2 y ella estaba encinta. Y clama en sus dolores y en su agonía por dar a luz.” (Rev. 12:1-2).

Es cierto que no son pocos aquellos que afirman que dicha conjunción astronómica no es más que fruto de la casualidad; pero no es menos cierto y desde nuestro particular punto de vista, que lo que ya no es casualidad, es el hecho que dicha confluencia astronómica que nunca se ha producido en la historia del hombre sobre la tierra y que nunca se volverá a repetir (no olvidemos que las estrellas se mueven constantemente o desaparecen al colapsar en forma de “agujeros negros” y por lo que dicha configuración como tal acabará mutando), siendo además que la ocurrencia de tal conjunción estelar está fijada para ocurrir precisamente en nuestros días y a modo de “gran señal”, lo que lleva a preguntarnos…… pero señal ¿de qué? Para poder responder a esta cuestión, tenemos que continuar leyendo el contexto de dicho pasaje, porque es el que realmente nos da la pista de lo que está por suceder; veámoslo:

Y se vio otra señal en el cielo y, ¡miren!, un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos y sobre sus cabezas siete diademas; 4 y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo.” (Rev.12:3-4).

Sin embargo, resulta que dicha “otra señal” no se contempla plasmada en los cielos literales a diferencia de la primera y lo que se podría interpretar como que es una consecuencia inmediata de la primera señal a modo de acción/reacción y que ocurre en la tierra; y que ello parece ser así, nos lo confirmaría el hecho de que esa imagen de la que se nos habla representa al conjunto de imperios que a lo largo de la historia han dominado sobre el pueblo de Dios, Israel y que serían, por orden correlativo, Egipto, Asiria, Babilonia, Medo Persia, Grecia, Roma y el Imperio Otomano, imperios que se corresponderían a las siete cabezas del dragón mencionado en el pasaje leído y que no es más que la personificación del nefasto personaje que conocemos como Satanás el Diablo. Pero dicho esto y a modo de simple aclaración, vayamos ahora al fondo del asunto y que es el siguiente: si la mencionada señal de Rev. 12:1 es replicada por la de los versos 3-4, lo que tenemos es que en ese 23 de Septiembre del año en curso tiene que aparecer en la tierra el llamado “anticristo” y cabeza visible de esa “bestia salvaje” (Rev. 13:1) que representa la gobernación del hombre por el hombre en todos los tiempos y cuya tarjeta de presentación, será la de formalizar un pacto de paz por siete años entre Israel y sus vecinos árabes, según se nos indica en la profecía de Dan. 9:26-27:

Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene (el venidero “anticristo”) los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.

27 Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana (se sobreentiende que estamos ante una semana de años); y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva…” (Acotaciones nuestras).

Y si ello fuera así (y así parece que será), significaría que estaríamos ante los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos y a ser sustituido por el reino de Dios; siete años que se distribuirían de la siguiente manera: los tres años y medio primeros o 1.260 días, para llevar a cabo la gran predicación anunciada por Jesús (Mat. 24:14) a cargo de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y de aquellos que se vayan sumando a su obra divulgadora. Y los restantes tres años y medio, en los que será desencadenada la llamada “gran tribulación” que se nos menciona en Rev. 7:14 y para aniquilación de los impíos que hayan rechazado el mensaje (2 Tes. 1:6-9), mientras que aquellos que confíen en las promesas de Jehová Dios serán protegidos (Isa. 26:20) y siendo por tanto, los que entrarán como súbditos del reino de Dios estando en vida. Y todo eso, podría iniciar el día 23 del próximo mes de Septiembre coincidiendo con la “gran señal en el cielo” de la que se nos habla en Rev. 12:1…… ¿entienden ahora, el porqué de la importancia de dicha fecha?

MABEL


viernes, 26 de mayo de 2017

Dicen que “la burla, es el recurso de los necios”.


Hace un tiempo (10/04/17), se publicó en este blog el artículo titulado “Los “nuevos rollos”, el “rollo del Cordero” y el “rollo de la vida” y en el que, como autor, aclaraba (al menos esa era mi pretensión) el significado respectivo de dichas expresiones y artículo que concluía, como hago en muchos de mis escritos, con la coletilla “… y es que yo también me puedo equivocar”; con ello lo que pretendo destacar es que mis afirmaciones no son de ninguna manera dogmas, sino que como todo “hijo de vecino” estoy en riesgo de caer en el error en alguno de mis argumentos, pues nadie es infalible. Y es que servidor, a diferencia de algunos que blasonan de ser “ungidos” o Hijos de Dios, por tanto supuestamente “guiados” por el espíritu santo al proponer sus planteamientos, nunca me he arrogado semejante privilegio y por lo que mis exposiciones nunca pueden ser tomadas como “enseñanzas”…… de ahí la razón, que con frecuencia cierre mis escritos de la forma señalada. Esto viene a cuento de un correo en tono burlesco que en su momento recibí del “inefable” Ing. Apologista Mario Olcese y fechado el 21/04/17, en el que expone lo siguiente:

apologista commented on LOS "NUEVOS ROLLOS", EL "ROLLO DEL CORDERO" Y EL "ROLLO DE LA VIDA"

Sí claro, se pueden equivocar los dueños de este sitio, pero desde que Don Armando fundó su blog junto con su viejo amigo, nunca se ha equivocado. Creo que debería ser el nuevo "esclavo fiel y Discreto" de la secta de los Testigos de Jehova...jajajajajaja

Por lo que me veo obligado a hacerle una pequeña precisión a tan histriónico personaje: servidor nunca ha dicho que no pueda equivocarse…… en lo que sí he incidido es en la brutal incapacidad por parte de ese aprendiz de teólogo que es el Sr. Olcese, para poder demostrar que estoy equivocado en mis planteamientos y que es algo muy distinto; por contra, sin embargo, yo sí he denunciado todas y cada una de sus “enseñanzas” como simples disparates y sin que hasta el momento haya sido capaz de demostrar que estoy equivocado en mis refutaciones. Es más, tanto es ello así como lo digo, que apenas había iniciado mi andadura en Internet (luego un “novato” en esas lides), ya le obligué reconocer públicamente que estaba equivocado en uno de sus planteamientos más señeros y que, recordemos, era aquél en el que nos afirmaba que la cantidad de los que tenían que reinar con Cristo en el reino de Dios ascendían a “millones, miles de millones” y no los 144.000 de los que se los habla en Rev. 14:1…… y extremo este que se puede comprobar con “pelos y señales” en mi escrito del 12/01/12.

Podría también hacer mención a otra de sus “magistrales” lecciones bíblicas en las que nos enseñaba que “con absoluta certeza”, todos los notables del AT (los Abraham, Moisés, David, etc. etc. etc.), junto a los apóstoles y a los seguidores de estos, reinarán con Cristo en el reino de Dios y planteamiento oportunamente rebatido por un servidor y sin que hasta el momento de me haya demostrado lo contrario; porque tal afirmación no deja de ser un despropósito si nos atenemos al registro escritural, pues veamos la condición sine qua non que imponen las Escrituras para acceder a participar en dicho gobierno milenial:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Rev. 20:4).

Entonces lo que entendemos, es que solo reinarán con Cristo en el período de mil años del reino de Dios, aquellos que sufran una muerte violenta (eso es, asesinados) en defensa de su lealtad al Creador en la persona de Su Hijo Jesucristo…… y esto es algo que queda fuera de toda duda, a tenor del pasaje leído; luego partiendo de esta premisa, veamos en contraposición cómo acabaron sus días en la tierra preclaros antepasados del Hijo de Dios:

Gén. 25:7-8: “Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.”

Gén. 35:28-29: “Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.”

Gén. 49:33: “Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.”

Desde luego y hasta el momento, nada que ver con el sufrir una muerte violenta en defensa de la fe de uno…… pero veamos más ejemplos en el mismo sentido, de otros prominentes personajes del AT:

1 Crón. 29:26-28: “En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.”

Gén. 9:28-29: “Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente, también de muerte natural).” (Acotación mía).

Job 42:16-17: “Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente (eso es, el proceso natural de la vejez) murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Acotación mía).

Y así podríamos continuar con los Moisés, Josué, Daniel y tantísimos otros personajes ilustres del AT, que de ningún modo sufrieron muerte violenta por defender su fe, eso es “por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios” según Rev. 20:4 y que ya hemos leído…… en definitiva, que todos los señalados murieron en la cama y de puro viejos; luego está claro que dichos personajes no pueden reinar con Cristo, pues no reúnen el requisito exigido en Rev. 20:4 y por lo que no se pueden contar, de ninguna de las maneras, entre aquellos que claman venganza a Dios por su “sangre derramada” (luego murieron violentamente) y algo de lo que se nos habla en el pasaje de Rev. 6:9-11, en expresa referencia a aquellos que han de acompañar a Cristo como reyes en el venidero reino de Dios:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre (luego es obvio que fueron asesinados por su lealtad a Dios) de los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Acotación mía).

Entonces “blanco y en botella”: a menos que violentemos brutalmente el registro escritural y como suele hacer constantemente ese supuesto “teólogo” que afirma ser el personaje Apologista Mario Olcese, esos antepasados de Jesús del AT no reúnen el requisito exigido en Rev. 20:4 para entrar en el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y por lo cual, quedan fuera de dicho gobierno o, lo que es lo mismo, que no participan de la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y reservada solo para aquellos que han de reinar con Cristo:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre los que no participan de ella) la muerte segunda no tiene autoridad (esto es lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones mías).

Pero la cosa ya adquiere tintes de “sainete”, cuando resulta que este necesario requisito de sufrir una muerte violenta para reinar con Cristo, fue contundentemente explicado por el “teólogo” en cuestión en un video publicado el 12/03/13 y dirigido expresamente a un servidor (si se me permite, en un más que incorrecto tono chulesco) y en el que me decía, entre los minutos del 16 al 20 de grabación y en flagrante contradicción con lo que enseñaba antes de publicar dicho video y de lo que defiende actualmente acerca de esos personajes del AT como reyes en el milenio, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” (evento que, recordemos, aún no se ha producido), en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo en el milenio y que como apoyo de dicha idea, usaba el pasaje que acabamos de leer de Rev. 20:4.

Tajante afirmación, sin embargo, con la que ese personaje de opereta y sin darse cuenta de ello, apartaba de un plumazo de poder reinar con Cristo en el reino de Dios, no solo a los Abraham y compañía, sino a los mismísimos apóstoles y resto de seguidores de Jesús del I siglo que, aun siendo más próximos en el tiempo, hace ya la friolera de casi 2.000 años que murieron y la “gran tribulación”, repito, aún no ha llegado…… o sea, una flagrante y esperpéntica contradicción, como concurre en el caso de aquellos que hablan sin tener un criterio claro de lo que dicen y en la que cae el personaje señalado, que hoy nos dice una cosa, mañana otra y pasado mañana, si se tercia, ni la una ni la otra, sino toda la contraria. Pero claro ¿qué se puede esperar de un “despendolao” que, por ejemplo, en un artículo fechado el 13/02/09 y bajo el título “¿Quiénes son los ungidos de Dios?”, afirmaba lo siguiente?:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).

Disparatada afirmación donde las haya, pero que visto el “recorrido” teológico de tan estrafalario personaje, lo mismo le podía haber dado por afirmar que era Napoleón Bonaparte; por lo que no es de extrañar que en un tema anterior titulado “¡Todos los bautizados somos “Cristos”!” y publicado en esta ocasión el 29/03/08, se despachara en los siguientes términos”:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.” (Negritas mías).

“Bendiciones colaterales” que en este caso brillan por su ausencia, aunque nos habla en primera persona y lo que solo puede significar, obviamente, que cree tener el espíritu santo de adopción como Hijo de Dios y que como “gilipollez” no está nada mal, a tenor de las “genialidades” publicadas hasta el momento y en las que no ha dicho una sola verdad como no sea la fecha de publicación del artículo del que se trate; de hecho, unos meses antes de perpetrar dicho disparate y en unos de sus primeros artículos, eso es, el 28/08/07 y en el colmo del “delírium tremens” del que es víctima el personaje en cuestión (vemos que ya desde un principio apuntaba “maneras” el hombre), publicó el tema “Consejos oportunos para miles de testigos de Jehová desanimados” y en donde hablando de la liberación que había supuesto para él, el salirse de dicha secta, hacía la siguiente y presuntuosa afirmación:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).

Entonces se hace bueno en dicho personaje y a la vista de los resultados, aquél refrán tan español que dice “dime de qué presumes y te diré de lo que careces”; no obstante y si ello es así, eso es, que el espíritu santo le “chiva” cosas al oído, me permito insistir en mi demanda: que haga uso de dicha “fuente” y no permita que un, a su entender, ignorante como aquí “el menda” y que además no es teólogo (“… ni lo permita Dios”, como diría el gran Camilo José Cela, ante la pregunta de un periodista acerca de si sabía hablar en inglés), se le “suba a las barbas” y le esté obligando continuamente a “plegar velas” con esa bochornosa huida hacia delante en lo que no es más que un vergonzoso “abandonar el campo”, ante la imposibilidad de ser capaz de responder algo mínimamente coherente a las cuestiones en discusión: para no ir más lejos, como la que le acabo de plantear en este mismo escrito y que nunca me la ha podido rebatir…… eso es, que los notables del AT como los Abraham, Moisés, David, etc. etc. etc. y por las razones expuestas, no pueden de ninguna manera (según Rev. 20:4) reinar con Cristo en el ya cercano reino de Dios.

Pero es que además, a ese personaje hay que negarle la mayor, porque el que se identifique a sí mismo como un “ungido”, pues ¡ni tan mal, si al hombre le hace “ilusión”!...... lo que ocurre es que con un mínimo conocimiento de las Escrituras, esa es una afirmación que no se puede sostener con una Biblia en las manos, porque veamos: la unción del espíritu santo que daba a uno la condición de Hijo de Dios, fue recibida por los apóstoles directamente de Jesucristo en el Pentecostés de 33 E.C. (Hech, 4:31) y condición que estos podían transmitir a otros, escenificado ello en una especie de ritual que conocemos como la “imposición de manos” (Hech. 6:5). Sin embargo y como queda contrastado en el capítulo ocho de ese mismo libro de Hechos de los Apóstoles (para más información ver nuestro escrito del 27/09/14), aquellos que habían recibido dicha condición mediante la imposición de manos de esos directos seguidores de Jesús, ya no podían a su vez, trasmitírsela a otros; por tanto, lo que queda claro es que con la muerte del último de los apóstoles (Juan, en el 99 E.C.) se acabó la posibilidad de transmitir dicha unción como Hijo de Dios y, ya posteriormente, con la muerte de los más directos seguidores de los apóstoles, se acabó en la tierra la presencia de “ungidos” o Hijos de Dios y así hasta el días de hoy…… eso al menos, es lo que se puede deducir de Juan 17:20-21:

Hago petición, no respecto a estos (los doce apóstoles) solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos (eso es, directamente de los apóstoles y no de otra persona que fuera seguidora de estos), 21 para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Acotaciones mías).

Recordemos y por aquello de puntualizar, que a esas personas Jesús la identificó en su momento como “sus hermanos” (Juan 20:17) y por tanto, también como Hijos de Dios; pero retomando el tema que nos ocupa, tenemos que a partir del pasaje de Juan 17:20-21, toda afirmación personal de tener uno a día de hoy la condición de “ungido” o Hijo de Dios, no pasa de ser una mamarrachada sin sentido y teniendo en cuenta además, que todos aquellos que en su momento disfrutaron de la susodicha condición lo probaron fehacientemente por las obras poderosas que la tal les concedía llevar a cabo y lo cual, no es el caso en nuestros días. Pero volviendo al “ínclito” Apologista Mario Olcese, lo que no llego a entender es cómo un teólogo tan “eminente” como se precia de ser dicho personaje, no alcance a más que señalar los errores tipográficos en las imágenes de portada en las revistas de los Testigos de Jehová y ello en innumerables videos de menos de un minuto de duración; y circunstancia esta que forzosamente me lleva a la siguiente conclusión: como el personaje no tiene la capacidad necesaria para rebatir con un mínimo de rigor los argumentos que se le presentan (en el caso que nos ocupa, los de un servidor), no le queda otra que recurrir a la burla como arma de defensa…… luego lo dicho: la burla, es el recurso de los necios.

Armando López Golart.


domingo, 21 de mayo de 2017

Sin comentarios…


19/05/2.017, a las 2:42:

Andy Macguire ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Carta abierta a Apologista Mario Olcese.":

“USTED SEÑOR LOPEZ GOLART , NO ES MAS QUE UN APOSTATA DE LA PEOR CALAÑA QUE AL IGUAL QUE EL SEÑOR OLCESE MORDIERON LA MANO DE LA MADRE ORGANIZACION QUE LES DIO EL CONOCIMIENTO. QUE SI ELLA USTEDES NUNCA TENDRIA NI LA MILESIMA OARTE DE CONCIMIENTO BIBLICO COMO EL RESTO DE LOS MORTALES , SON INFIELES POLLITOS QUE SE CREEN QUE AHORA SON GALLOS , APRENDICES DE UNOS CUANTOS TEXTITOS DE LA BIBLIA Y QUE AHORA SE CREEN QUE SON MAESTROS DE LA PALABRA DE DIOS ¡QUE DESCARADA ES LA POSTURA DE USTEDES DOS ! SOLO SON TRISTES Y FRACAZADOS APOSTATAS SECTARIOS”

19/05/2.017, a las 2:47:

Andy Macguire ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Carta abierta a Apologista Mario Olcese.":

“UNA NOTA ME DICE QUE MI COMENTARIO SERA VISIBLE TRAS LA APROBACION ¿ COMO NO HERAN LOS TESTIGOS LOS QUE CENSURABAN A OTROS Y LES PERMITIAN HABLAR SOLO SI SE ESTA DE ACUERDO CON ELLOS ? JAJAJA USTED TAMBIEN ESPERA CESURAR O APROBAR LO QUE OTROS DICEN JAJAJA USTED ES UN FRAUDE TAMBIEN ... SINO PUBLIQUE LO QUE ESCRIBI Y SIN RECONVENIR NADA O ESCRIBAME A ESTE IMAIL : ANDY MACGUIREX@GMAIL.COM ..... HIPOCRITA ES USTED LOPEZ GOLART JUNTO CON EL ESPERPENTO DE MARIO OLCESE , TEOLOGO DE PACOTILLAS”

Repito: por mi parte, sin comentarios; si por contra, el Sr. Olcese tiene algo que decir al respecto, esto ya es asunto suyo.

Armando López Golart


sábado, 20 de mayo de 2017

¡Y nosotros que pensábamos todo lo contrario…!


Porque ¡“palabrita” de niño Jesús! (como diría nuestro amigo el castizo), que cuando en este blog se prepara un tema la voluntad que siempre nos guía es la de añadir entendimiento en cuanto al conocimiento de las Escrituras, no ya solo a nivel personal (que también) sino para beneficio de aquellas personas que, atraídas por el texto sagrado, tienen la deferencia de leer nuestros escritos…… nunca la de “liar la marrana” y confundir con ello al “personal”; pero hete aquí que tal resulta ser todo lo contrario, siempre y cuando nos atengamos a lo expuesto en un correo que acabamos de recibir de un tal Daniel (Natahel, parece que le gusta que le llamen y por lo que ya empezamos a “tocar madera”), comentando sobre uno de nuestros escritos publicado el 14/07/13 con el título “El extraño caso de Mat. 27:52-53” y por mucho, uno de los más leídos desde que fue sumado a este blog. Pero volviendo al tema que nos ocupa, veamos el correo que nos acaba de hacer llegar el caballero mencionado y en donde se lee como sigue:

Con su comentario da lugar a que toda la escritura fue hecha con errores, de interpretación del espíritu santo, solo con esto hacen dudar del poder de Dios, dando campo abierto a la incredulidad a los no creyentes y creyentes,

Este pasaje no tiene nada complicado solo toma esto, con amor Jesús es el alfa y el Omega el principio y en fin

Muchos de los que durmieron en esos días y creyeron en la palabra que el trasmitio y es probable que muchos cuerpos de los santos fueron resucitados al momento de Jesús expiró no podían levantarse junto con el porque de ser a si Jesús no se ría el primero, y si los levantaron fuero donde sus familias estos fueron reconocidos por la gente, pregúntate porque los muertos de años no fueron levantados, si eran de años todos los que fueron resucitados fueron de dias, porque lo mejor fue reservado para el final resurección de todos los muertos. Gracias espero no haber incomodado esto es para largo de poder explicar, recuerden que no conocemos las escrituras y el poder de Dios, somos hombres de poca fe.” (Negritas nuestras).

Y dado que estamos ante solo tres párrafos, los responderemos uno por uno para dejar clara nuestra posición; en cuanto al primero, señalar que, lejos de intentar dar la idea de que la Biblia está plagada de errores, lo único que pretendemos es resaltar el valor del contexto escritural para un correcto entendimiento de la misma. No yendo más lejos, recordemos que en su momento publicamos un artículo que resaltaba dicha necesidad y titulado “La Biblia no solo es su “texto”…… también es su “contexto”.” (10/09/16); de hecho, el escrito al que hace referencia el autor de dicho correo iniciaba con la siguiente frase:

O lo que es lo mismo, la importancia del contexto escritural en la capacidad personal para el entendimiento del texto sagrado…”

Algo que no parece tener en cuenta nuestro comunicante y con lo que demuestra un limitado conocimiento de las Escrituras, siempre a tenor de lo leído en ese primer párrafo; circunstancia esta que queda refrendada en su segundo párrafo al afirmar que Jesús es el “Alfa y el Omega”, afirmación que más falsa que Judas (¡y que ya es decir!), pues dicho título solo le aplica al Dios Todopoderoso. Porque resulta que en las Escrituras este título aparece solo tres veces (Rev. 1:8; 21:7 y 22:13) y siempre refiriéndose a Jehová Dios y no a su Hijo Jesucristo…… ahora bien ¿sobre qué base podemos sostener nuestra afirmación? Pues sencillamente en lo que leemos en las Escrituras, por ejemplo, esto:

Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo.” (Rev. 21:6-7).

Luego dado que Jesús se refirió a los que son herederos con él del reino de Dios como “hermanos” (Juan 20:17) y no como “hijos”, es obvio que el que habla las palabras citadas tiene que ser forzosamente el Dios Altísimo y no Su Hijo Jesucristo…… por lo que queda claro que es el propio Dios Todopoderoso el que se adjudica a sí mismo el título de “Alfa y Omega”. Para acabar de arreglar las cosas y ya hablando del tercer párrafo del correo en cuestión, el problema es que nos encontramos con la total imposibilidad de entender lo que se nos quiere decir y por lo que no tenemos más remedio que aplicar la siguiente lógica: una persona que tiene tanta dificultad para redactar y como parece ser el caso (no se le entiende absolutamente nada), es muy difícil que sea capaz de entender aquello que lee; pero es que además, resulta que lo que nos está objetando en su correo lo tiene perfectamente explicado en el artículo que ha motivado el correo en cuestión, eso es, el escrito señalado y titulado como “El extraño caso de Mat. 27:52-53”…… ya si no alcanza a entenderlo, solo podemos decir que lo lamentamos mucho.

Y con esto, nosotros tampoco queremos incomodar; lo que ocurre, es que en este blog tenemos la sana costumbre de hablar claro para que se nos entienda…… y es que con las cosas de Dios, no pasamos ni una.

MABEL