lunes, 24 de agosto de 2015

¿Se acuerdan ustedes…… del tema de las “lunas de sangre”?


Porque estamos hablando de un suceso que, profetizado en las Escrituras y de ahí su importancia, tuvo su inicio el 14 de Abril del pasado año 2.014 con la aparición de la primera de una serie de cuatro lunas rojas o “lunas de sangre” y fenómeno estelar que se conoce como “tétrada”, algo de lo que la mayoría de ustedes probablemente son conocedores, pues en su momento tuvo una gran repercusión mediática; no solo entre los noticieros especializados en temas de astronomía, sino entre los medios de difusión más significados en la enseñanza del contenido profético en las Escrituras y al que los autores de este blog, nos sumamos con varios artículos sobre dicha cuestión…… y todo lo publicado por unos y por otros, coincidente en el hecho de que estábamos ante el cumplimiento de una profecía bíblica y de la que se nos habla, concretamente, en Joel 2:30-31:

Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo. 31 El sol mismo será convertido en oscuridad (un eclipse de Sol total) y la luna en sangre (la “tétrada” mencionada), antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor.” (Acotaciones nuestras).

Es cierto que muchos son los que dudan de que realmente los hechos mencionados se correspondan a señales divinas, pues los sucesos a los que se hace referencia son muy comunes ya que estaríamos hablando de simples eclipses de Sol o de Luna y que se han producido por miríadas en el transcurso de la historia de la humanidad…… lo que ya no es tan común y eso es lo destacable en el caso que nos ocupa, es que dichos sucesos estelares se producen coincidiendo con fiestas muy significativas en el calendario judío y pueblo alrededor del que gira el contenido escritural y, por ello, de la profecía que este contiene. Coincidentes además dichos sucesos estelares en el espacio temporal y señalado también en las palabras registradas en Joel 2:30-31, con una brutal inestabilidad en la tierra en todos los órdenes (“… y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo.”) y como no ha existido jamás al grado que la sufrimos en nuestro días; muestra de ello y a modo de una simple aproximación a lo que estamos hablando, es el cumplimiento de una advertencia, llamémosla predicción, del apóstol Pablo apuntando a nuestros días y en lo que se podría considerar como la radiografía antigua más perfecta existente, en términos de vaticinio:

Más sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, 9 amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder y de estos, apártate.” (2 Tim. 3:1-5).

Luego el trágico espectáculo que estamos viviendo a nivel mundial, plenamente ajustado a los “tiempos críticos, difíciles de manejar” de los que nos habla Pablo y en los que estamos inmersos sin solución de continuidad, tienen su razón de ser en las indeseables actitudes que se mencionan a partir del versículo 2 y que desplegarían las personas en su inmensa mayoría y prescindiendo de su posición social, extendiéndose tan reprensible comportamiento cual mancha de aceite alrededor de todo el mundo…… y no pasando por alto que Pablo sitúa dichas nefastas cualidades para los “últimos días”, analicen ustedes con un poco de atención el pasaje mencionado, contrástenlo con lo que ven y sufren a su alrededor y se darán cuenta de cómo el bueno de Pablo “la clavó”.

Retomando la línea temática que hemos iniciado y que gira alrededor de Joel 2:30-31, el 22/04/14 publicamos un artículo titulado “Las “lunas de sangre”: ¿casualidad…… o señales que anuncian algo?” y primero de una serie de ellos, en donde considerábamos la posibilidad, cada vez más verosímil, de que para finales de este año 2.015, entre Septiembre/Octubre concretamente, se produjera un hecho que cambiará la historia del mundo como lo conocemos actualmente…… y estaríamos hablando del inicio de la profética “semana 70” de Dan. 9:27, en definitiva de los últimos siete años del mundo tal como lo conocemos, pues estaríamos ante una semana “de años” (Dan. 9:24-25). A este respecto, es cierto que parece que el interés sobre lo sucedido y su significado por parte de los líderes religiosos de la cristiandad y después de la expectación inicial ante esos fenómenos siderales mencionados, como señales divinas que sean premonitorias de algo, ha ido menguando y con ello el de sus respectivas feligresías…… por el contrario, han aumentado significativamente el número de blogs apocalípticos que auguran para ese tiempo otoñal, que sobre la tierra se concitarían todos los males del averno, tales como la caída de un gigantesco asteroide y que dejara a la tierra como un erial, o el inicio de una brutal glaciación que eliminará la vida de sobre el planeta, o una devastadora III Guerra Mundial y con el mismo resultado, o un mega terremoto que no dejaría “títere con cabeza”, o una llamarada solar que devolvería al ser humano a la época del “homo neanderthalensis”, etc. etc. etc. Sin embargo, “que no cunda el pánico”, pues nada más lejos de la realidad de lo que está por ocurrir y siempre según las Escrituras…… aunque antes de empezar a analizar dicha circunstancia, primero hay que estar seguros de que estamos realmente ante señales que nos anuncian algo y para lo cual, hay que ver qué otras señales tenemos por sueltas por ahí y que, coincidiendo con las anteriores, nos confirmen que estamos ante una resolución correcta.

De entrada, el hecho de que en la profecía de Joel 2:30-31 se nos hable de “portentos presagiosos” con referencia a los cielos físicos, ya nos indica que estamos ante señales que anuncian o “presagian” sucesos futuros y que, según dicha porción bíblica, van a ocurrir inmediatamente “antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor”. Ahora bien: la cuestión y como ya hemos señalado, radica en saber si dichas señales tienen el soporte del contexto escritural, eso es, si tenemos prueba adicional que confirme el hecho de que estamos hablando realmente de señales anunciadoras de sucesos inminentes…… y esta prueba adicional solo la pueden aportar otras profecías que coincidan en el tiempo y relacionadas con el tema, que en conjunto compongan una gran confluencia de señales que identifiquen a un tiempo determinado y concreto. Hasta el momento hemos visto dos que muestren dicha coincidencia: la de Joel 2:30-31 y la de 2 Tim. 3:1-5, por lo que vamos a una tercera que se encuentra en Luc. 21:25-28 y anunciada por el propio Hijo de Dios, en clara sintonía con la que en su momento anunció el profeta Joel:

También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas y, sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar (el conjunto de la humanidad como un todo) y de su agitación, 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos (los gobiernos de hechura humana) serán sacudidos. 27 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria (luego está claro que de nuevo se nos sitúa al final de los tiempos). 28 Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación (de los tiempos opresivos que nos envuelven) se acerca.” (Acotaciones nuestras).

Como se puede comprobar, las tres porciones bíblicas consideradas hasta el momento son coincidentes con el hecho de señales en los cielos, conducta degenerada del “personal” y causante esta de una situación límite en la tierra, que lleva a sus habitantes a “desmayar” por el temor y la incertidumbre sobre el futuro que se cierne sobre ellos, ante la aterradora “expectativa” que tienen ante sí. De todos modos, con todo y eso, hasta este momento lo único que hemos visto han sido acontecimientos confluyentes en un tiempo determinado…… pero nada se nos ha dicho acerca de dicho tiempo, eso es, para cuándo podemos esperar la “petardá” final (como diría un valenciano) o momento de que llegue a su culminación la tan ansiada “liberación” de las adversas circunstancias que actualmente nos asfixian.

La profecía más significativa acerca del tiempo en que se producirán los hechos que han de culminar con el establecimiento del reino de Dios en la tierra, tiene que ver con un suceso casi olvidado actualmente, pero que ahí está para aquellos que les guste sospesar los pros y los contras de las cosas, como es el restablecimiento de Israel como nación en el panorama mundial. Recordemos que dicha nación y como castigo por sus infidelidades para con su Dios y Protector, fue condenada por Este a ser esparcida entre las naciones (Ezeq. 6:8) y hecho que tuvo sus inicios en 70 E.C. con la destrucción de Jerusalén y su Templo, pero que culminó en 125 E.C. con la expulsión forzosa de todos los judíos de su tierra (so pena de muerte) por el emperador romano Adriano, que cambió incluso el nombre de Israel por el de Philistina y momento en el que, ya definitivamente, desapareció como nación el pueblo de Dios sobre la tierra…… y así, más o menos, por unos 1.900 años; pero esta era una situación que, lejos de ser definitiva, era reversible (Luc. 1:37) y de ahí la profecía de Jesús, en los siguientes términos:

Ahora bien, aprendan de la higuera como ilustración este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. 33 Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas. 34 En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas. 35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán.” (Mat. 24:32-35).

No pasemos por alto que en la profecía bíblica, la “higuera” (también la vid) prefiguraba a la nación de Israel y de ahí, que en el contexto de una importante pregunta que le habían formulado sus apóstoles con respecto de su nación, Jesús no estuviera hablando de un simple árbol, sino de algo más sustancial y como eran los sucesos que envolverían a Israel y, como máximos exponentes de la misma, a Jerusalén y su Templo; aclarado este punto, centrémonos en lo importante del pasaje y que tiene que ver con las palabras “de ningún modo pasará esta generación, hasta que sucedan todas la cosas”. Y teniendo en cuenta que estamos ante una profecía de largo alcance, por tanto apuntando a nuestros días, la pregunta es obligada…… ¿a qué “generación” estaba haciendo referencia el Hijo de Dios?

Pues sencillamente a aquella generación que en su momento fue testigo del rebrotar de la higuera simbólica, eso es, de la aparición de nuevo de Israel como nación en la escena mundial y hecho que se produjo en Mayo de 1.948…… ¡ésta es la generación a la que hizo referencia Jesús con sus palabras! Teniendo claro este punto, se nos abre una derivada y que tiene que ver con la duración de una “generación” y que varía según sea nuestro interlocutor o, en su defecto, del punto de referencia en el que nos apoyemos; por lo que dada la importancia del asunto, se precisaría de una definición clara, contundente y que no admitiera duda alguna acerca de la duración de una generación, siempre desde el punto de vista bíblico…… y esta la encontramos en el Sal. 90:10:

En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años (pero eso ya es a nivel individual y por lo que no se puede tomar como dato generacional), sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales, porque tiene que pasar rápidamente y volamos (o desaparecemos en la muerte).” (Acotaciones nuestras).

Luego tenemos que es el propio Jehová Dios el que nos da la duración de una “generación” a partir de la que poder ir haciendo números y la cifra en 70 años; por lo tanto, nos encontramos con que aquellas personas que nacieron en ese año de 1.948, hoy cuentan con 67 años y a los que tendríamos que sumarle otros 7, que son los que abarcan la última “semana 70” de Dan. 9:27 y aún por llegar, pues recordemos de nuevo las palabras de Jesús en Mat. 24:34:

En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.”

Eso es, todas las cosas que tenían que suceder hasta el momento del establecimiento del reino de Dios en la tierra y que incluían los dos puntos focales de la mencionada “semana 70” de la profecía de Daniel: la gran predicación de Mat. 24:14 por tres años y medio o 1.260 días (Rev. 11:3), en todo caso la primera mitad de dicha semana y a la que seguiría “el fin”, en clara referencia a la “gran tribulación” de Rev. 7:14 y que consume los restantes tres años y medio de la segunda mitad de la mencionada semana de años y que nos colocará a las mismas puertas del reino de Dios…… para ese entonces, los nacidos en 1.948 tendrán 74 años y con lo que la “generación” estaría holgadamente vencida; por lo que todo indica que es en este otoño de 2.015, cuando tiene que iniciar dicha “semana 70” de Dan. 9:27 y con ella, los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos.

Pero es que también tenemos otro aspecto en juego que refuerza nuestro planteamiento y que nosotros identificamos como las “siete señales” (y tómenselo como una simple reflexión) que como un todo conformarían una clara indicación de que lo sucedido con las “lunas de sangre" y el eclipse total de Sol intercalado, coincidiendo con significadas fiestas judías no es para nada una casualidad, pues de lo contrario tendríamos que añadir dos “casualidades” más a lo dicho, en lo que a nuestro entender ya va más allá de lo simplemente casual. Porque veamos: para el 28/11/13 se pudo contemplar en todo su esplendor una majestuosa visión del denominado “cometa del siglo”, eso es, el cometa Ison en el momento de su perihelio o punto de máximo acercamiento al Sol y con ello, su máximo brillo en el cielo estelar…… hasta aquí todo normal, sino fuera porque estamos hablando de un cometa un tanto peculiar, pues prácticamente apareció de la nada (se había descubierto un año antes y por pura casualidad) y que no se volverá a ver más, pues en su tránsito alrededor del Sol fue destruido totalmente. Pero si a ello le sumamos que en esa fecha citada y cuando dicho cometa adquirió su máximo resplandor, Israel estaba en plena celebración de otra fiesta de raigambre en el calendario judío, en este caso la “Hanukah” (período festivo de ocho días), la cosa ya empieza a ponerse color hormiga, eso es, oscuro tirando a negro…… pero es que hay más, porque veamos:

Antes de que aparezca en nuestros cielos la última “luna de sangre” y que se espera para 28/11/15 y en plena celebración en Israel de la fiesta de “Sukkot” o “Fiesta de los Tabernáculos”, está anunciado otro eclipse de Sol, en esta ocasión parcial, para el día 13, eso es, 15 días antes de la fecha señalada para la aparición de la última de las cuatro “lunas rojas” y que ¡oh sorpresa! coincide de nuevo con otra fiesta del calendario judío y que en este caso es la llamada “Rosh Hashaná” o “Fiesta de las trompetas” y que ya es más representativa para el tema que tratamos, Porque estamos hablando de una fiesta que tiene que ver con liberación, porque hagamos un poco de historia: el tiempo en Israel estaba estructurado, aparte de la semana de siete días, en períodos de 7 años llamados “Shemitá” y en donde en el séptimo de ellos se daba descanso a la tierra (se dejaba un año en “barbecho”), se daba libertad a los esclavos, se perdonaban las deudas y cosas por el estilo, pues se lo consideraba un año “sabático” o de descanso. De igual manera, cuando se llegaba al cómputo de siete de estos ciclos, eso es, 49 años, el siguiente o año 50 era un “Jubileo” y que de nuevo se repetía lo del año “sabático”, pero en el que se iba un poco más allá, pues incluso se tenían que devolver las posesiones (tierras, hacienda u otros) que se hubieran comprado, a quién por necesidad las hubieran tenido que vender, eso es, a su antiguo propietario: resumiendo, era un año de liberación total y dedicado exclusivamente a Jehová Dios; y es durante dicha celebración, cuando nos topamos con ese nuevo eclipse de Sol…… luego queda claro que tantas “casualidades” juntas, lo que hacen es descartar definitivamente del cuadro, al elemento “casualidad”.

Si a lo dicho añadimos que el número “siete” en las Escrituras, representa lo perfecto o completo a los ojos de Dios (siete períodos creativos llamados días, o la semana de siete días, o el período de siete años, así como los siete períodos de siete años, la “Menoráh” o candelabro de siete brazos según diseño divino (Éxo. 35:10-14) y fundamental en los actos religiosos de los judíos, o las siete fiestas decretadas por Jehová Dios para su pueblo, etc. etc. etc.), la cosa ya adquiere otra dimensión, pues estaríamos también ante “siete” señales en los cielos (ver imagen que acompaña este escrito), coincidentes con fiestas importantes del calendario judío y en donde la casualidad ya brilla por su ausencia, por lo que solo se puede pensar que estamos realmente ante un mensaje divino que nos habla de acontecimientos inmediatos.

Pero dicho esto y ya yendo al meollo de la cuestión ¿qué ocurrirá, realmente, durante ese período de siete años de esa “semana 70” anunciada por el profeta Daniel? Según muchos líderes religiosos y cuyos videos se pueden visionar en YouTube, el inicio de estos siete últimos años estará marcado por el “arrebatamiento” (para la fecha de autos, o sea, este otoño) de los supuestos “hijos de Dios” y que se cuentan por millones dentro de la cristiandad, mientras que los “dejados atrás” por una conducta supuestamente incorrecta, se enfrentarán a siete años de sufrimientos inimaginables causados por la cólera divina y con la destrucción eterna en mira, al final de los mismos. Ya los más catastrofistas y que son la mayoría, especulan para este otoño con la caída de un asteroide que nos reducirá a polvo cósmico, o el inicio de una III guerra mundial de carácter nuclear y con iguales consecuencias, o de un gran terremoto de proporciones mundiales que también nos “chafará la guitarra” u otras “menudencias” por el estilo…… decir y a modo de inciso, que los que defienden el “arrebatamiento” para el inicio de la “70 semana”, en este caso para este otoño, lo hacen amparándose en Mat. 24:40-41 y Luc. 17:34-37 y en donde nada se nos dice sobre un supuesto “arrebatamiento”, sino de una destrucción selectiva por parte de Dios y, por tanto, no indiscriminada; apuntado lo cual, vamos al asunto que nos interesa: ¿hay que “temerle” a ese momento por llegar en el ya cercano otoño? No y según leemos en Luc. 21:28:

Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.”

Luego lo que nos espera es algo muy deseable e intensamente esperado por aquellos que amamos a Dios y confiamos en sus promesas, pues como ya hemos señalado ese último período de siete años de la “semana 70” de Dan. 9:27 se divide en dos partes: una primera de tres años y medio o 1.260 días (Rev. 11:3) en la que participaremos en ofertar al mundo la posibilidad de aceptar los términos del reino de Dios, mediante el tomar parte en la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y para lo que es preciso gozar de un tiempo de calma relativa (luego nada de catástrofe alguna) y que es de lo que se nos habla en Rev. 7:1-3:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotación nuestra).

Eso es, hasta “después” de finalizados los 1.260 días de predicación y en donde inicia la segunda parte de esa semana de años anunciada por Daniel, eso es, los restantes tres años y medio de “gran tribulación” (los “vientos” de destrucción habrán sido soltados) y que destruirá a todos aquellos que hayan rechazado la oportunidad ofertada por el Altísimo durante la primera mitad de dicha “semana 70” mediante Sus enviados y desastre que proféticamente se anuncia en Sof. 1:14-18:

El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová, sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada; porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra (obviamente “de todos” aquellos que no hayan aceptado Su Soberanía en manos de Su rey delegado, Jesucristo).” (Acotación nuestra).

Razón obvia por la que lo más lógico es que el “personal” prestara atención a lo que tiene que ver con las señales que se nos están dando y que sorprendentemente no es así…… actitud indiferente que es una prueba más a añadir a las ya mencionadas, en el sentido de que los acontecimientos que barruntamos van a ocurrir entre Septiembre/Octubre no son una broma o una simple ocurrencia de los autores de este blog, sino algo a tener en cuenta y a tenor de unas palabras que dijo Jesús:

Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:37-39).

¿Y a qué “no hicieron caso” esos contemporáneos de Noé? Pues sencillamente a las señales que tenían ante sus ojos y anunciadas, no solo por la palabra (2 Ped. 2:5), sino por la obra que dicho personaje estaba llevando a cabo ante sus mismas narices y actitud que les acarreó el ser destruidos eternamente…… por lo que la pregunta es obligada ¿hará usted caso a las señales que tenemos ante nosotros, en estos momentos tan cruciales en la historia de la humanidad?

MABEL


domingo, 16 de agosto de 2015

Por supuesto que lo publicaré, Sr. Olcese…… ¡y además, se lo responderé punto por punto!


Y es que usted, Sr. Olcese, ha respondido a mi escrito anterior (23/07/15) con un nuevo correo y con el especial ruego de que lo haga público en mi blog; un correo que con la apariencia de dialogante, una vez más esconde las malas artes de las que usted es poseedor y olvidándose una vez más (¡mire que tiene usted poca memoria!), de que en cada ocasión que se mete con el “miura” españolillo, la cosa termina siempre en un nuevo “revolcón”. Parece olvidarse de la ajustada semblanza que en su momento y en uno de sus artículos titulado “Don Armando: el “correcaminos” (16/10/11) hizo sobre mi persona, al identificarme como el entrañable “correcaminos” de una conocida serie de dibujos animados (vean ustedes, queridos lectores, un pequeño capítulo de la misma en este enlace, para que tengan una pequeña aproximación de por dónde va la cosa,) y con lo que, obviamente, usted pasó a asumir el papel de “coyote” y que en sus disparatados planes para entrampar al susodicho “correcaminos” cuenta sus intentos por fracasos, pues dicho “pajarito” siempre “se la da con queso” al taimado coyote, lo cual (permítame la observación), no es más que un fiel reflejo de la realidad.

Porque mientras que un servidor, al igual que el simpático “correcaminos”, siempre ando en la línea recta de la lógica y el sentido común al utilizar los textos bíblicos, ajustándolos a su contexto natural o, en su defecto, al general de las Escrituras para saber qué es lo que realmente quieren decir, usted y en su desnortado papel de “coyote” siempre está buscando atajos y extraño vericuetos al torcer los textos bíblicos usados, bien sacándolos de su contexto, bien sea retorciéndolos hasta que aparenten decir lo que a usted en determinado momento le hace falta que digan y claro, como al personaje de ficción, nada le da resultado en su intento de desmontar mis lógicos planteamientos…… o sea y resumiendo, que es usted el que siempre se lleva todas las “tortas”.

Dicho lo cual, Sr. Olcese, me permito recomendarle que vaya haciendo acopio de “árnica” porque de nuevo y en su auto adjudicado papel de “coyote”, se va a llevar todas las “tortas” que se repartan; porque si bien he dicho que de entrada parece que nos encontramos ante un texto conciliador, la realidad es que detrás del mismo hay muy “mala uva” y que como comprenderá, ya soy mayorcito y bastante puesto en las cosas de la Biblia, como para que algún indocumentado me la quiera “dar con queso”…… y mucho menos un “personajillo” de tan ínfima talla en lo escritural, como es usted. Por lo que sin más dilación, pasaré a responderle dicho correo párrafo por párrafo y tal cual me ha llegado (eso es, sin retoque gramatical alguno), para que no me pueda acusar de dejarme algo en el tintero porque, según dice “no sé qué responder” a lo que usted me plantea; empecemos, por lo tanto, con el primer párrafo:

apologista commented on ¡Y MIREN QUE YO NO QUERÍA HACERLO...!

DICEN QUE LOS GENIOS TIENEN ALGO DE LOCOS Y ESTRAFALARIOS...EN CAMBIO ARMANDITO NO DA LA CARA...LA ESCONDE...¿POR QUÉ SERÁ? ADEMÁS, ESA FOTO ESTÁ TRUCADA CON PHOTOSHOP, AUNQUE YO NUNCA HE DICHO QUE TÚ, ARMANDITO, ERES EL CULPABLE DE SEMEJANTE ENGAÑO...TÚ LO DICES, NO YO.”

O sea, que ahora se las da usted de “genio” para justificar sus payasadas…… ¡pues ya me disculpará, Sr. Olcese, pero los Pedro, Juan, Santiago, Bernabé o Pablo entre otros y por no hablar ya del propio Jesús, no me negará que eran unos genios del entendimiento escritural y sin embargo, no me los puedo imaginar de esa guisa con la que se nos presenta usted! Por otra parte, si alguien se caracteriza por “dar la cara” es un servidor, pues a diferencia de usted salgo al trapo de todo aquello que se me pone por delante y respondiendo a cualquier objeción que se me presente y venga de quién venga…… algo que usted, siempre ha sido incapaz de hacer. Por otra parte, yo ya sé que por ese “dar la cara” a lo que usted se refiere es a que no cuelgo mi imagen en el blog, aunque me permito adelantarle lo siguiente: si en su momento decidiera hacerlo y que “no va a caer esa breva”, sería con el decoro debido y ello por el inmenso respeto que tengo por la Persona de la que hablo en mis escritos, eso es, que nunca daría el espectáculo ridículo y bufonesco que usted ha dado constantemente, como queda demostrado en los videos que de su autoría colgué en un artículo anterior y al que se corresponde la imagen que acompaña a este escrito. Porque cuando no ha sido por la cantidad de sombreros usados, ha sido por el amplio despliegue de trajes y corbatas y, cuando no, por el abanico de símbolos religiosos con los que ha adornado su lugar de grabación, bien fuera una cruz, la estrella de David, el símbolo del pez, etc……. en definitiva, un claro ejemplo de “equilibrio” y de “saber estar” y, sobre todo, del “buen juicio” que se presupone debe de caracterizar a una persona sería y entendida en las Escrituras.

Dicho lo cual, permítame añadir que la razón de no incluir mi imagen en el blog y ya que lo pregunta, es porque considero que lo interesante no es mi apariencia personal (bastante mejorable, por cierto y para mi desgracia, pues los años no perdonan y menos, si les ayudas con algunos “kilitos” de más), sino las cosas que explico a quienes me leen; porque uno puede ser alto, bajo, delgado, gordo, calvo, miope y hasta mediopensionista, si mucho me apura, pero nada de ello va en menoscabo de su discurso, siempre que este se apegue fielmente lo que se dice en las Escrituras…… ninguno de nosotros sabe, por ejemplo, cómo era Pablo (aunque todo apunta a que no era un “adonis” precisamente), pero nadie puede negar que sus enseñanzas son geniales y extremo que nos demuestra que la importancia no esté en el “quién”, sino en el “qué”. Ya otra cosa es que uno tenga un ego por las nubes y por ello precise de que se le reconozca como “teólogo”, ingeniero y si se tercia, hasta como presidente de su comunidad de vecinos, como sucede en su caso…… de ahí, su esfuerzo en muchos de sus videos en mostrarnos la pared de su estudio de grabación en donde sobresalen sus diplomas, sus fotografías y todo aquello que hable de usted y en lo que se puede considerar, como un desmedido culto a la personalidad.

También y dado que en ese primer párrafo veo que continúa acusándome de falsear su imagen, no puedo resistirme a preguntarle lo siguiente: ¿y por qué no me acusó de ello, la primera vez que la usé, hace nada menos que la friolera de dos años y medio (22/12/12), o en las posteriores ocasiones (hasta un total de cuatro veces más) en las que volví a hacer uso de ella? Es más, Sr. Olcese, si la imagen original, eso es, antes de mi supuesta manipulación de la misma, existe ¿por qué no la muestra? ¿Por qué, por el contrario, ha desaparecido de su página de videos “cristiano72392”, la grabación en donde estaba la imagen objeto de disputa y que es de donde la saqué? Porque lo que sí está claro es que siendo que yo la tomé de allí, resulta que ahora ya no está…… por lo que ahí va otra “preguntita” para demostrar lo farsante y desvergonzado que es usted, porque veamos: si yo hubiera retocado la foto mediante “photoshop” o como quiera que se llame y que es de lo que usted me acusa, es obvio que tuve que partir (según me han contado) de una imagen anterior sobre la que poder trabajar para realizar la “chapucilla” en cuestión, luego ¿por qué no saca ese video con la imagen original y demuestra con ello, que no se corresponde con la que yo he publicado, en lugar de borrarla como usted ha hecho?

Pues porque esa imagen sí existió y exacta a como yo la publiqué (prescindiendo de quién la hubiera trucado y que usted sí insinuó que fui yo), pero que para mantener su falaz acusación y a falta de poder hacer frente a mis objeciones, no se le ha ocurrido otra cosa y para desviar la atención de dicha circunstancia, que eliminar el video y acusarme de tramposo, con lo de nuevo ha incurrido usted en su recurso más manido y que es el mentir…… pero como decían nuestros abuelos “se coge antes a un mentiroso que a un cojo”, porque repito: para poder hacer una corrección sobre cualquier imagen, se precisa de un original sobre el que poder trabajar, luego ¿dónde está ese original sobre el que supuestamente yo actué (u otros), que muestre a las claras un antes y un después de dicha imagen, eso es, la diferencia entre ambas imágenes? Por lo tanto y a menos que pueda mostrar la imagen original, queda claro que está usted mintiendo al acusarme de adulterar una imagen suya y por esto la ha borrado, pensando que con ello me dejaba a mí en evidencia, cuando resulta que es todo lo contrario; pero sigamos adelante:

TE PIDO QUE NO ME ODIES, ARMANDITO, PORQUE EL ODIO ES COMO EL PECADO DE ASESINATO. ASÍ QUE NO ME MATES, POR FAVOR, QUE TERMINARÁS ENVENENADO POR DENTRO, Y FINALMENTE SERÁS CASTIGADO POR JEHOVA DIOS POR NO HABER AMADO A TU HERMANITO "DESCARRIADO".”

Pero es que yo no le odio, Sr. Olcese: sencillamente le desprecio y no por “quién” es usted, sino por lo “qué es” usted, eso es, un fiel escudero de Satanás, pues en todo lo que habla enseña la mentira y aplicándole, por tanto, estas palabras que dijo Jesús:

Ustedes proceden de su padre el Diablo y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió y no permaneció firme en la verdad, porque la verdad no está en él. Cuando habla la mentira, habla según su propia disposición, porque es mentiroso y el padre de la mentira.” (Juan 8:44).

Y dado que usted está permanentemente instalado en dicha mentira, es obvio que el que va a ser castigado por Jehová Dios no es un servidor, sino usted que en el colmo de la altanería más absoluta se adjudica un título que no le ha sido concedido, como es el da haber sido “ungido” por Dios para representarle en la tarea de la divulgación del “verdadero evangelio de Jesucristo”, cuando resulta que en un video compartido con su hermano Franco (28/06/11) y de más de una hora de inútil verborrea dedicada a explicarnos dicha cuestión, fue usted incapaz de decirnos “cuál era” ese evangelio…… eso sí, lo que en cambio nos quedó perfectamente claro fue que usted es “ingeniero” y “teólogo”. Sin olvidarnos que en sus primeros artículos se presentaba o, en su defecto los firmaba, con el rimbombante calificativo de “Embajador Plenipotenciario del Reino de Dios” (y que ya hay que ser fatuo), como tengo denunciado en alguno de mis artículos; pero sigamos adelante “con los faroles”, que diría mi amigo el castizo:

¿QUÉ DIGO QUE SOY UNGIDO Y UN INSTRUMENTO ÚTIL DEL SEÑOR? ¡PUES SÍ! Y LE DOY GRACIAS AL ALTÍSIMO DE QUE MI BLOG, A DIFERENCIA DEL TUYO, ARMANDITO, TENGA MILLONES DE VISITAS, Y MUCHOS SUSCRIPTORES QUE VAN EN AUMENTO CADA DÍA. ¿ES TODO ESTO ALGO FORTUITO? ¡NO LO CREO! ES, MÁS BIEN, UNA BENDICIÓN DEL CIELO QUE HA PERMITIDO QUE MÁS PERSONAS VAYAN APRENDIENDO EL VERDADERO EVANGELIO DEL REINO QUE ES LA ESPERANZA VERDADERA PARA TODOS LOS QUE SOMOS HIJOS DE DIOS Y HERMANOS DE CRISTO.”

Y dado que se reafirma en su condición de “ungido” e “instrumento útil” para Dios, cosa que por otra parte hace cualquiera de esos “tropecientos mil” indocumentado de las distintas organizaciones religiosas cristianas, entre ellas, sus “amigos” del Cuerpo Gobernante de los TJ, permítame recordarle esta reflexión que usted mismo hacía en un artículo titulado “¿Quiénes son los 144.000 de Apocalipsis 7:4 y 14:1?” el 25 de Abril del 2007 y que reproduzco tal cual:

¿Cómo sabe un "T.J" que es un miembro de los 144,000 y no de la "GRAN MULTITUD" y viceversa? Bueno, aquí aparece el subjetivismo puro. Yo, como ex-"T.J", me hacía la misma pregunta. Una vez le pregunté a uno de la clase de la Iglesia o de los 144,000, lo siguiente: ¿cómo sabe usted que es de la clase ungida?, y me contestó: “Yo siento un llamado celestial" o "Mi corazón me dice que mi paradero final y eterno está en el cielo y no en la tierra". ¡Punto final! Caramba dije: ¡qué fácil es saber si uno es miembro de la iglesia! Como si nuestro destino final dependiera de lo que a uno le guste o le parezca. Los más de los "T.J" dicen no sentir el deseo de vivir en el cielo sino en la tierra. A éstos les corresponde vivir en la tierra, pues así lo han decidido ellos en su corazón. ¡Qué tontería! ¿Acaso se han olvidado los "T.J" que engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; y quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). ¿Acaso no recordamos que el Diablo suele usar "el corazón" de los hombres para engañarlos? (Ver Juan 13:2). Por tanto, debemos basarnos en lo que realmente dice la Biblia sobre algún asunto, y no en nuestras propias elucubraciones.” (Negritas mías).

Sin embargo, unos pocos meses después (07/09/07) y en un artículo titulado “No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” y contrariando lo afirmado anteriormente acerca de lo necesario de basarse en lo que dicen las Escrituras sobre el asunto y no según propias elucubraciones para determinar uno su condición de “ungido” o Hijo de Dios, veamos lo que usted de forma categórica afirmaba sobre su persona y extremo en el que se acaba de reafirmar en el párrafo del correo que estamos considerando:

Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).

Luego y resumiendo, Sr. Olcese, lo que usted nos viene a decir, es que a sí mismo se considera un ungido y si no nos lo creemos…… pues eso, que nos den; porque resulta que el problema está en nosotros, que no entendemos nada de nada y no en usted que no es más que un pobre botarate desquiciado con ansías de notoriedad. Y es que me tendrá que reconocer, que cómo mínimo y por aquello de ser suave, es usted víctima del mismo subjetivismo que les imputa a los supuestos “ungidos” de los TJ, porque ¿cómo ha averiguado usted, de forma tan convincente, su condición de “ungido”? Es cierto que nos afirma estar convencido de su pertenencia, pero…… ¿no le podría engañar su corazón lo mismo que, según dice, les ocurre a los supuestos “ungidos” de los TJ que afirman ser tales? Porque a estos, Sr. Olcese, le aseguro a usted que tienen el mismo “convencimiento personal” que afirma tener usted y que, por otra parte, no hay razón objetiva alguna para dudar que ello sea así. ¿O es que a usted no le aplican las palabras de Jer. 17:9 y su corazón está “blindado”, frente a un engaño potencialmente perverso…… por ello inmune, a las potencialmente peligrosas maquinaciones del diablo? No se olvide que si Satanás ya consiguió influir en el corazón de un discípulo directo de Jesús como fue Judas, según Juan 13:2 y solo por citar un texto que usted mismo usa en su exposición, luego que admite como válido ¿tendríamos que pensar que se cree usted a salvo de tan maligna influencia diabólica?

Porque nos tendrá que reconocer, que el que usted se considere a sí mismo, como depositario de semejante privilegio (nada menos que el ser un “ungido”), le pone exactamente en la misma posición que los TJ (entre otros) y a los que de forma tan vehemente critica. No se puede olvidar, por otra parte, que aunque usted nos diga apoyarse en las Escrituras para llegar a semejante convencimiento, no es menos cierto que los textos que usted usa para avalar su afirmación de pertenencia, son exactamente los mismos que usan los miembros supuestamente “ungidos” de la Watchtower y de la que, dicho sea de paso, servidor fue miembro por más de treinta años, por lo que ¡fíjese si sabré de qué le estoy hablando!…… luego y por aquello de ir resumiendo ¿por qué hay que creerle a usted sobre lo de su supuesta “unción” y a los “ungidos” de los TJ, negarles dicha credibilidad?

Y es cierto, pasando ya a otro tema, que usted tiene mucha más audiencia que un servidor…… es más: de un tiempo a esta parte y para que su gozo sea pleno, tengo que reconocerle que, aunque de forma leve, noto que esta me va menguando; otra cuestión es si eso es bueno o malo y que desde un punto de vista objetivo redunda en mi favor, porque veamos: en un mundo cada vez más alejado de Dios como el actual, un blog que solo hable de Dios y como es este, lo razonable es que vaya perdiendo audiencia de forma progresiva. Todo lo contrario a lo que ocurre con aquellos blogs que en un “tótum revolútum” lo mezclan todo (noticias de prensa, de ovnis, de brujería, etc.) y que encima dicen aquello que la gente quiere oír, como por ejemplo, que todos seremos reyes al lado de Jesucristo, que seremos inmortales, que tendremos poder sobre muchas ciudades y estupideces por el estilo, que es lo que usted propone en el otrora un blog puntero en la red y que en la actualidad, se pasa días sin publicar nada; ni hablemos ya de ese “estropajo” en el que publica bochornosos videos en contra de los TJ, muchos de los cuales con una duración que no llega ni al minuto de duración…… eso sí: de cuando en cuando nos sale con la “machada” de que ya tiene “miles” de videos publicados y así alimentar su sobredimensionado ego.

Sin embargo, Sr. Olcese y ya que hablamos de ello, aquí hay algo que no me cuadra: porque si bien usted me habla de los “millones” de personas que visitan sus blogs y se suscriben a los mismos, cuando uno analiza la cantidad de visitas y comentarios que tiene, por ejemplo, en su blog de videos (en su blog de cabecera, apenas publica nada, repito), resulta que las cuentas no salen…… y si a ello le sumamos que es usted mismo el que continuamente tiene que estar suplicándole al “personal” que no cierre la visualización del contenido de dichos videos a la mitad, sino que haga un esfuerzo para acabar de visionarlos y por su “gran interés”, aunque sea en dos o tres etapas, eso de tantos millones de visitas y de los suscriptores que van en constante aumento, como que no suena demasiado convincente ¿no cree? Dicho lo cual, continuemos avanzando:

YO MAYORMENTE TE HE TRATADO CON RESPETO, Y HE SABIDO SOPORTAR ESTOICAMENTE TUS INSULTOS Y DESPRECIOS, PORQUE HE COMPRENDIDO QUE NO ERES TÚ QUIEN HABLA ESAS PATRAÑAS, SINO EL ENEMIGO DE LOS SIERVOS DE DIOS QUE A VECES SE METE EN EL CUERPO DE SUS VENTRÍLOCUOS INCAUTOS.”

Del respeto con el que usted me ha tratado siempre, se puede encontrar una pequeña muestra en el video que me dirigió el 12/03/13…… entre otros.

FINALMENTE DEBO DECIRTE QUE NO CUESTIONO TU HONESTIDAD, Y SÉ QUE HACES MALABARES INTELECTUALES PARA PODER SOSTENER TUS CURIOSAS "ENSEÑANZAS BÍBLICAS", TAL COMO LO HACEN LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ, CUANDO TUERCEN LAS ESCRITURAS A SU GUSTO. PERO YA SABEMOS QUE TAMBIÉN DAREMOS CUENTA POR HABER TORCIDO LAS ESCRITURAS PARA SOSTENER ENSEÑANZAS DE DEMONIOS. FELIZMENTE, A DIFERENCIA DE TI, YO ME SACUDÍ DE TODAS LAS FALSAS DOCTRINAS DE LA WATCHTOWER Y YA NO ESTOY CONTAMINADO CON LOS ERRORES QUE DIVIDEN EL CUERPO DE CRISTO. YO CREO QUE DIOS NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS, Y TÚ SÍ. TU CREES QUE HAY DOS GRUPOS DE CRISTIANOS CON PROMESAS DISTINTAS, Y YO NO. YO SÉ QUE DIOS NO ES PARCIAL, PERO TÚ PARECES CREER QUE SÍ LO ES, Y ESO ES TRÁGICO, SINCERAMENTE.”

¡Hombre, Sr. Olcese, decir que hago “malabares intelectuales” para sostener mis “curiosas” enseñanzas bíblicas, cuando le obligué a retractarse públicamente de una de las suyas y defendida desde que yo le conozco, como era la de los “millones, miles de millones” que según usted tenían que reinar con Cristo en el reino de Dios…… ¿no cree que es pasarse un poco?! Porque recordará que se la estuve rebatiendo por más de dos años (ahí está la hemeroteca para confirmar dicho extremo) y al final tuvo que retractarse de dicha afirmación en un video publicado el 03/01/12 diciendo que, no solo usted realmente “no sabía” si esto era así (minuto 10´55 de grabación), sino que dicha idea “no estaba” contenida en las Escrituras (minuto 16´45 de grabación)…… sin embargo, sorprendentemente, usted lo estuvo enseñando por casi tres años como una gran “verdad” y lo que me lleva a preguntarle ¿qué criterios sigue usted, para sostener las “enseñanzas” que actualmente está proponiendo y que, dicho sea de paso, se las tengo todas objetadas y sin que sea capaz de responder a dichos requerimientos? Por lo tanto, lo menos que puede hacer es callarse y no alborotar “el gallinero”, máxime cuando por el mismo pulula un “gallo” de armas tomar, u séase aquí “el menda”…… pero continuemos:

BUENO, LO CIERTO ES QUE CREO HABER REFUTADO EFICIENTEMENTE MUCHAS DE TUS INTEPRETACIONES PRIVADAS O PERSONALES DE LAS ESCRITURAS, CON LAS MISMAS ESCRITURAS, Y CON ALGO DE SENTIDO COMÚN. SÉ QUE EN TU CORAZÓN YA TE HAS CONVENCIDO DE LA VERACIDAD DE MUCHAS DE MIS CREENCIAS BÍBLICAS, Y AUNQUE NO LO ADMITAS ABIERTAMENTE, SÉ QUE ES ASÍ.”

Y es que usted, le repito, no ha sido capaz de refutarme nada de nada, sino que lo que ha hecho de forma continuada es responder a mis objeciones mediante el sencillamente reafirmarse en sus disparatadas propuestas (como si la repetición continuada de una mentira, llegara a convertirla en verdad), pero sin entrar a desmontar mis argumentos y que es de lo que se trata. Como ejemplo de lo que le digo, tenemos que aún no nos ha aclarado cómo puede ser posible que si los gobernantes con Cristo en el reino de Dios tienen que participar obligatoriamente de la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6), aquellos que sobrevivan a la “gran tribulación” (Rev. 7:14), eso es, que pasan con vida al reino de Dios, luego difícilmente pueden participar en resurrección alguna, puedan en modo alguno sumarse a dichos gobernantes…… máxime teniendo en cuenta que la mencionada “primera” resurrección se produce tres años y medio antes de que aparezcan en escena dichos sobrevivientes, como he publicado en varias ocasiones y sin que usted me negara la mayor; pero continuemos:

ESPERO, SIN EMBARGO, QUE ALGÚN DÍA RECONOZCAS ABIERTAMENTE DE QUE LOS GRANDES HÉROES DE LA FE DEL LLAMADO ANTIGUO TESTAMENTO NO SERÁN MEROS VASALLOS DEL REINO DE CRISTO, SINO REYES Y SACERDOTES QUE GOBERNARÁN LADO A LADO CON EL MESÍAS JESÚS. ESTO DEBERÁS ADMITIRLO CON HIDALGUÍA Y HONESTIDAD EN ALGÚN MOMENTO DE TU VIDA Y NO CALLARLO POR UN SIMPLE ORGULLO BARATO.”

Pero vamos a ver, Sr. Olcese ¿cómo puedo creerme semejante estupidez, como la que nos está proponiendo en este párrafo y que siempre ha mantenido en el tiempo? Y disparate en el que se repite continuamente, en el sentido de afirmar con gran vehemencia que los notables del AT como los Abraham, Isaac, Jacob, David, etc. etc. también reinarán al lado de Cristo en lo que no es más que una verdadera salvajada y producto de una mente obtusa y disparatada como la suya; además usted incide enfáticamente en dicho extremo en el caso de los personajes de David y Abraham, como aquellos que por sus innegables méritos no pueden ser apartados de ninguna manera de gobernar con Cristo en el reino de Dios…… pero resulta que dichos personajes fueron antepasados de Jesús y por lo que según el Sal. 45:16, resulta que no pueden en manera alguna reinar con Cristo, pues en el mismo se nos dice lo siguiente:

En lugar de tus antepasados (o “padres”, según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).

Luego si esos antepasados precisan de ser nombrados “algo”, en este caso príncipes, en el momento de levantarse de nuevo a la vida, significa que no han participado de la “primera” resurrección, pues los que en ella lo hacen ya se levantan con la condición de inmortales reyes y sacerdotes y por lo que no precisan de nombramiento alguno…… además del hecho y del que usted en su supina ignorancia nunca ha reparado, como es el que si bien se nos dice que serán nombrados príncipes (que no “reyes” y esta es otra), no así sacerdotes y condición sine qua non según Rev. 20:6, para reinar al lado de Jesucristo:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán (luego también son reyes) con él por los mil años.” (Acotación mía).

Por lo tanto, Sr. Olcese, su planteamiento y al igual que lo ya señalado acerca de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo y del que estaba usted tan “convencido”, no es más que un puro disparate; le recuerdo que sobre Abraham usted siempre ha afirmado que lo del premio “sobremanera grande” significa que dicho personaje reinará al lado de Cristo…… sin embargo, aún espero que dé respuesta a mi escrito del 13/05/15 en el que le muestro bíblicamente qué esto no es así, sino que lo que realmente le fue prometido a dicho personaje es otra cosa muy distinta y que nada tiene que ver con lo que usted afirma; luego ¿por qué será, Sr. Olcese, que usted aún no se ha pronunciado sobre mi planteamiento? ¿ Quizás porque tengo razón…… y mejor “no meneallo”, para que pase desapercibido su nuevo fracaso “teologal”?

Y es que no puede responderlo, porque su planteamiento no es más que fruto de su incapacidad congénita para, no solo entender las Escrituras, sin incluso de aquello que lee, porque veamos: la promesa divina, o pacto, de hacer de algunos individuos reyes y sacerdotes para Dios se gesta muy atrás en el tiempo, concretamente en el momento en que el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud en Egipto y establecido en los siguientes términos:

“…… “Y ahora si ustedes (obviamente, aquellos que en ese momento estaban presentes) obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.” (Éxo. 19:5-6). (Acotación mía).

Luego la pregunta clave es con quiénes fue establecido dicho pacto y lo que nos lleva al meollo de la cuestión en dónde se nos aclara que ni Abraham, ni Isaac, ni Jacob, ni sus doce hijos y por supuesto, personajes bíblicos anteriores a estos tienen parte alguna en ese gobierno de reyes y sacerdotes prometido por Jehová Dios…… y eso, Sr. Olcese, no me lo invento yo, sino que lo dijo el propio Moisés unos 40 años después de haberse establecido dicho pacto (y personaje que como mediador del mismo, algo sabría del asunto), en el siguiente versículo:

No fue con nuestros antepasados con quienes Jehová celebró este pacto, sino con nosotros, todos nosotros los que estamos aquí hoy vivos.” (Deut. 5:3).

Y que en la versión RVC, entre otras, se transcribe de la siguiente manera:

Este pacto no lo hizo el Señor con nuestros padres, sino con todos nosotros, los que hoy estamos aquí con vida.”

Por lo tanto queda claro que esos personajes mencionados y por ser anteriores al establecimiento del pacto en cuestión, quedan totalmente excluidos del mismo, eso es, no entran a participar en el tal y por lo que no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios…… recordemos que los pactos y por su propia naturaleza, no tienen efectos retroactivos, sino que solo atañen a los que participan en el mismo y manifiestan aceptar sus condiciones, así como aquellos que posteriormente decidan apegarse al mismo y que es lo que se plantea en el pacto celebrado entre Dios y Su pueblo Israel en las llanuras del Sinaí. Pero claro, Sr. Olcese, resulta que si ello es así y así es, pues la Biblia no miente y teniendo en cuenta que usted acepta que Dios no hace acepción de personas, sería del todo irrazonable pensar que los antepasados de Jesús posteriores a Abraham, como David y tantos otros (como los profetas) que aparecieron después de Moisés, el mediador de dicho pacto, sí formaran parte de dicho gobierno celestial, cuando a todos se les consideran parecidos merecimientos ¿o es que Abraham es menos merecedor que David? Cuestión irresoluble si no tomamos en consideración lo dicho en el Sal. 45:16, en el sentido de que ningún antepasado de Jesús puede reinar con él en el gobierno del venidero reino de Dios…… de lo contrario y ya que usted afirma que responde a todas las objeciones que yo le planteo ¿cómo nos resuelve este “embolao” y de manera que lo entendamos todos? Plenamente convencido de que no lo hará, continuemos con su correo:

BUENO, AHORA SÍ TE DEJO, AMADO ARMANDITO, Y DESDE HOY EMPEZARÉ A ORAR POR TI PARA QUE EL SEÑOR TE QUITE TODA AMARGURA DE TU CORAZÓN, FRUTO DEL ODIO Y DEL RESENTIMIENTO. ES HORA QUE MATEMOS LA CARNE Y REAVIVEMOS EL ESPÍRITU SANTO. TÚ TIENES LA OPCIÓN DE LLENARTE DEL UNGIMIENTO DEL ESPÍRITU SANTO SI SÓLO LE PIDES AL SEÑOR QUE TE LLENE DE SU ESPÍRITU. RECIÉN ENTONCES DEJARÁS DE DESPRECIARME Y ODIARME, Y POR VEZ PRIMERA SENTIRÁS AMOR POR LOS QUE PARECEN SER ANTIPÁTICOS Y ADVERSARIOS DE UNO.”

Entonces Sr. Olcese ¿le tengo que pedir a Dios que me dé el mismo “espíritu santo” que al parecer le guía a usted, según se deduce de su propia afirmación?:

Ahora bien, “Ungidos con el Espíritu Santo” resalta otras bendiciones colaterales que Dios nos añade cuando nos entrega el Espíritu Santo, PERO LO MÁS IMPORTANTE ES QUE NOS GUÍA A LA VERDAD (Ver Juan 16:13). NADIE PUEDE SER GUIADO A LA VERDAD SIN EL ESPÍRITU OBRANDO EN ÉL.” (Negritas mías).

Afirmación en la que se reitera en otro de sus artículos y en la que nos afirma lo siguiente:

Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).

Ese espíritu “de Dios” que le engaña con lo de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo y que le hace salir en sus videos con esa pinta de payaso (nada que ver con los dignos profesionales en el arte de llevar un poco de alegría al “personal” y que merecen todo nuestro respeto y consideración) y encima medio borracho, pues de lo contrario no se entiende su comportamiento en el video (13/10/12) que se corresponde a la imagen que encabeza este artículo…… ¿es este el espíritu que, según usted, debo de pedir para que me “guíe”? Porque habrá usted escogido al “espíritu tonto”, pues de lo contrario no se entienden sus disparatadas propuestas; lo que ocurre, Sr. Olcese, es que lo que le guía a usted no es el espíritu santo de Dios y que no se equivoca, sino el espíritu de Satanás y de ahí que sus enseñanzas se cuenten por mentiras y no pueda rebatir ni una sola de las objeciones que sobre las mismas se le plantean…… y es que usted no es más que un pobre hombre que se cree ser el ombligo de mundo bíblico, con un ego exacerbado que no cabe dentro de su cuerpo y lo que le lleva, como hemos visto, a creerse y con esa “pinta” de descerebrado, nada menos que un “ungido”, un Hijo de Dios.

En otro orden de cosas, señalarle que esa afirmación de que un servidor le odia, no es más que un intento de desviar la atención del “personal” del verdadero punto central del asunto: usted es incapaz de poder responder a mis objeciones y cuestión que le deja en el más absoluto de los ridículos, por lo que piensa que haciendo alusión a un supuesto “odio” que siento por usted, la gente entenderá el porqué del que yo me meta con usted. Pero resulta que la cuestión no radica en esto, sino en el hecho de si en lo que yo le discuto tengo razón o no…… y como si la tengo y de ahí que no pueda desmontar mis argumentos, pasa a intentar desmerecer a la persona o, dicho sea de otra manera, en centrar la atención en el mensajero y no en el mensaje que este trae. Por otra parte, usted se apoya en una supuesta autoridad escritural sobre mí persona, por el hecho de que ha cursado estudios en teología y lo cual no le discuto…… en todo caso estudios estos u otros cualesquiera que yo no tengo; y ahí radica su error, pues contrario a lo que usted piensa sus supuestos conocimientos teológicos y en lo cuales se apoya, nada tienen que ver con el que uno entienda lo que dicen las Escrituras, siempre que tengamos en cuanta lo que dijo Jesús en su momento:

En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti”.” (Luc. 10:21).

Según estas palabras, Sr. Olcese (y algo sabría el Hijo de Dios sobre el tema), el entender las Escrituras no depende de los altos conocimientos que uno tenga en la materia que sea, teología en este caso, sino en el hecho de que Jehová Dios le permita a uno el entender Su Palabra y lo que, ciertamente, no es este su caso; por ello es incapaz de proponer alguna enseñanza ajustada al contexto escritural y tenga que recurrir al campo de lo personal, afirmando que yo “le odio”…… cuando lo más práctico es desmontar argumentos con textos bíblicos y por aquello de “papeles hacen callar bocas”. En el caso que nos ocupa y como ejemplo de lo que le quiero decir, el texto que acabo de señalar de Luc. 10:21 desmonta toda su fantasiosa estructura en el sentido de que por estar diplomado en “teología”, usted ya tiene que saber más que un servidor de lo que nos explica el contenido escritural y que es lo que nos viene a dar a entender.

ESPERO QUE ESTO TAMBIÉN SEA PUBLICADO EN TU BLOG.
SINCERAMENTE,
INGENIERO MARIO OLCESE SANGUINETI (APOLOGISTA)

Esperando que se haya visto complacido en su petición, permítame que le reitere una pregunta que le formulé en uno de mis anteriores artículos y a la que hasta el momento no ha dado atención: ¿qué piensa usted acerca de mí afirmación en el sentido de que entre Septiembre y Octubre próximo se podría iniciar la profética “semana 70” de Dan. 9:27 con la aparición del “anticristo” y con ello, los últimos siete años del mundo como lo conocemos? Porque acabo de visualizar uno de sus videos (11/08/15) en los que critica a los TJ por no concretar para cuando llega “el fin”, pero en el que cae usted en el mismo error de ellos al no pronunciarse tampoco para, en función de las señales que tenemos (“lunas rojas”, caos mundial, destrucción medioambiental, la generación que no pasará a partir del establecimiento de Israel de nuevo como nación, etc.), pronunciarse en dicho sentido…… ¿es que el espíritu que “le guía” no está al tanto de ello, o quizás está de vacaciones, o es que usted es lo mismo que los TJ, eso es, un auténtico farsante al que tampoco le importa un bledo el orientar un poco a sus seguidores, sobre acontecimientos tan cruciales para su inmediato futuro? ¡Haga algo por ellos y oriénteles, hombre!

Por lo que espero que haga pública su respuesta, aunque la circunstancia de que aún no se haya posicionado en contra de mi propuesta y teniendo en cuenta que la primera alerta la di el 22/04/14 y para el 20/02/15 (también en otros escritos posteriores) ya me “arrimé” un poco más y marque el espacio para finales del verano del año en curso, me hace pensar que no tiene usted ni puñetera idea del tema y que, al igual que los TJ, no se quiere “mojar”…… pero en fin, no perdamos la esperanza y esperaremos a ver que nos dice usted.

Armando López Golart


domingo, 9 de agosto de 2015

¿144.000…… o 288.000 gobernantes con Cristo, en el reino de Dios?


Desde tiempos inmemoriales, casi nos atreveríamos a decir que desde el mismo momento en que fue hecha pública entre sus coetáneos la revelación dada al apóstol Juan, la cuestión del número de gobernantes que acompañarán a Cristo en su regir durante el período de mil años del reino de Dios sobre la tierra, ha sido objeto de intenso debate; debate que transitando por diversos estadios, ha ido desde la afirmación por parte de algunos en el sentido de que la cantidad que nos dan las Escrituras en Rev. 14:1 es literal, hasta encontrarnos con aquellos otros que actualmente son legión, que nos dicen que estaríamos ante una cantidad simbólica y pre-figurativa del conjunto de aquellos que como un todo y a través de los tiempos, eso es, desde los apóstoles en adelante, han conseguido alcanzar tan alta magistratura y que por lo tanto ahí cabemos todos. Circunstancia esta que nos colocaría (eso afirman los supuestos “ungidos” actuales), ante una cantidad que según algunos “entendidos” en la materia, alcanzaría la sicodélica cantidad de “millones, miles de millones” de acompañantes de Jesucristo en su regir en la tierra como rey delegado por Jehová Dios y que no serían otros (como acabamos de señalar) que todos aquellos cristianos bautizados en todos los tiempos desde Cristo en adelante…… eso, repetimos, según nos lo cuentan la inmensa mayoría de los “teólogos” actuales.

Planteamiento este último, al que se “apuntan” todos aquellos indocumentados que a día de hoy se reconocen como “continuadores” de la obra encomendada a los apóstoles y que abundan como la mala hierba (nunca mejor empleado el símil), por tanto presuntos Hijos de Dios y por ello coherederos del reino junto a Jesucristo, en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… pero “tenderete” que se les cae por su propio peso a toda esa pandilla de “paniaguados”, cuando señalan que su recompensa tendrá que ver con el ser nombrados gobernantes sobre “muchas ciudades” y apoyándose para ello en una aplicación literal de la llamada “parábola de las minas” (Luc. 19:12-27), en lo que no es más que un solemne disparate. Primero, porque ya no hay tantas ciudades en el mundo entero para tanto presunto “gobernante” y segundo, ya tomándonos la cosa un poco más en serio, porque lo que pretendía enseñar Jesús en dicha parábola no era la cuantía del premio a recibir, sino el hecho de que cada uno sería premiado de forma proporcional a como hubiera sido su esfuerzo y dedicación personal en defender los intereses del reino en la tierra, hasta el momento del regreso de este a la misma; por lo que no estaríamos más que ante una “chapuza” interpretativa de una parábola de Jesús y lo que nos habla de la altura “intelectual” del que así la interpreta...... y que no son pocos, dicho sea de paso.

Sin embargo y volviendo al tema que hoy nos ocupa, con lo que nunca nos habíamos topado es con el planteamiento que da título a este escrito y que nos propone un buen amigo de este blog, para lo que se apoya en la siguiente aparente lógica: los 144.000 de Rev. 7:4, más los 144.000 de Rev. 14:1, igual a 288.000 miembros para ese futuro gobierno de hechura divina…… visto así y sin los matices propios de una clara perspectiva del contexto escritural, tal pareciera entrar dentro de lo razonable dicha propuesta; lo que ocurre es que el citado contexto lo que nos dice es que “los tiros no van por ahí”, pues lo que en el mismo se nos da a entender es que en ambos pasajes se nos habla de los mismos personajes que en un futuro acompañarán a Jesús en su gobernar, eso es, de solo 144.000 individuos. No obstante y por aquello de que las cosas, más que decirlas, hay que demostrarlas, metámonos en harina y a ver que sale de este “engrudo”; decir de entrada que para desmontar las disparatadas teorías que alrededor de dicha cuestión se barajan y que lo único que hacen es embrollar la cosa, entendemos necesario partir de un supuesto que esté avalado por el mencionado contexto bíblico y en el que todos podamos estar de acuerdo: en este caso, que estaríamos hablando de una cantidad de cogobernantes en el reino predeterminada por Dios (eso es, un número concreto y de alcance limitado de personas) y circunstancia de la que se nos habla en la apertura del quinto sello del capítulo seis de Revelación o Apocalipsis, expuesta de la siguiente manera:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).

Por la importancia de dicho pasaje para un correcto entendimiento del asunto que estamos considerando, vemos la necesidad de analizarlo adecuadamente y en donde, en primer lugar, habría que hacer hincapié en lo siguiente: en el mismo se nos habla de aquellos que tienen que reinar junto a Cristo en el reino de Dios y parte de los que, simbólicamente se nos los muestra “debajo del altar”, reclamándole a Dios justicia sobre aquellos que los habían asesinado por “causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener”. Siendo esto así, lo que tenemos es a un grupo de personas a las que se les dice que, antes de que se les haga justicia, tienen que añadirse a ellas otras de su misma condición y que aún han de “completar” en la tierra una determinada cantidad, para que dicha cantidad a su vez y esta es la idea lógica que transmite el texto en cuestión, “complete” al grupo de personas que le están demandando justicia a Dios y con lo que conformar definitivamente el “gran total” de aquellos que al lado de Jesucristo, ejercerán la gobernación del reino…… y gran total que se nos da en Rev. 14:1:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.”

Que ello es así, eso es, que estamos ante el “gran total” de aquellos que junto a Cristo reinarán en el milenio, queda perfectamente establecido cuando dicho pasaje lo ubicamos debidamente en contexto escritural y lo que nos lleva al contenido del profético Sal. 2:4-6:

El Mismísimo que se sienta en los cielos se reirá; Jehová mismo hará escarnio de ellos. 5 En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña.”

Por lo tanto, lo que le fue mostrado al envejecido apóstol Juan en visión, era a Jesucristo ya ejerciendo sus funciones como rey delegado de Jehová Dios en la tierra…… luego si ello es así y así parece ser a la luz del contexto señalado ¿quiénes pueden ser esos 144.000 individuos que en Rev. 14:1 se nos muestran alrededor del Gran Rey en quién el Supremo Hacedor ha delegado Su Autoridad (Mat. 28:18), como no sean aquellos que comparten gobernación con tan majestuoso personaje, durante el período milenial? Cabría señalar y para redondear la cosa, que “las almas” de aquellos que le reclaman justicia a Jehová Dios y según hemos leído en Rev. 6:9-11, no son otros que aquella saga de fieles seguidores de Jesucristo del primer siglo y que fueron asesinados por la observancia de su fe y que desaparecieron de la faz de la tierra, coincidiendo en el tiempo con la muerte del último de los apóstoles…… mientras que aquellos que aún tienen que ser muertos “como ellos lo fueron” y por lo que aún están por sellar en sus frentes con “el sello del Dios vivo”, son aquellos personajes de los que se nos habla en Rev. 11:3 y que aún están por aparecer:

Y haré que mis dos testigos profeticen (o prediquen) mil doscientos sesenta días vestidos de saco.” (Acotación nuestra).

En cualquier caso, la expresión “dos testigos” y siempre según nuestro entender, aparte de cumplir con lo establecido en la norma divina registrada en Deut. 19:15, no es más que una indicación de que estaríamos hablando de un pequeño remanente o “resto” de enviados por Dios, repetimos, aún por aparecer y que tendrán la comisión de llevar la delantera en la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Convendría señalar, antes de entrar a explicar el significado real de la relación de los pasajes mencionados de Rev. 7:4 y 14:1, que el sellar que se menciona en Rev. 7:4 no se produce sino hasta después de la muerte en sacrificio del individuo en cuestión y como dejó perfectamente establecido en el momento de dar la revelación a Juan, el propio Jesucristo:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Rev. 2:10).

Queda claro entonces el aspecto condicional de la oferta, en el sentido que solo después de haber sufrido la muerte en defensa de la fe de uno, es cuando se es sellado en la frente, como merecedor de la “corona de la vida”, eso es, de la inmortalidad y de la que solo estarán dotados aquellos que reinarán con Cristo y que se levantan conjuntamente en la llamada “primera” resurrección:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad (eso significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotación nuestra).

Partiendo entonces de esos pequeños puntos aclaratorios, pasemos ahora a analizar la relación existente entre Rev. 7:4 y 14:1; y siendo que como ya hemos señalado que en ambos casos de lo que se nos habla es del número total de aquellos que comparten gobierno con Jesucristo, veamos ahora cómo desmenuzamos Rev. 7:4 y para lo cual hay que leerlo en su contexto más inmediato, eso es, partiendo de los versos 1-3 y en donde se nos dice esto:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”

Lo que en este pasaje se nos está anunciando, de entrada, es un tiempo de relativa tranquilidad que permita el recoger a un determinado grupo de personas que tienen que ser selladas también en “sus frentes” con el “sello del Dios vivo” y sello que como hemos leído, solo es otorgado en el momento de ser muerto uno en sacrificio en defensa de su fe, al mantener su lealtad a Jehová Dios y a Su Hijo Jesucristo, aún a costa de su muerte…… lo que nos lleva al período de 1.260 días de la predicación señalada en Rev. 11:3 a cargo de esos “dos testigos” enviados por Dios, para anunciar al mundo que el reino de Dios ya ha tomado el control de los asuntos humanos, pues es al cabo de dicho tiempo, cuando se produce el siguiente suceso, según Rev. 11:7:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (eso es, cumplidos los 1.260 días determinados por Dios), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Acotación nuestra).

Es en este momento cuando se completa con el sellar de ese pequeño resto o remanente de enviados de Dios, aún por aparecer y del que se nos habla en la apertura del quinto sello, que se cierra el cómputo total de esos 144.000 personajes que aparecen en Rev. 14:1 al lado de Jesucristo…… no que en ese período concreto de la historia aún por llegar, se sellen a 144.000 individuos más, aparte de los señalados en dicho pasaje de Rev. 11:3. Por lo tanto y para enfatizar la idea, lo que tiene que quedar claro es que no son 144.000 los que son sellados durante ese período de tiempo de 1.260 días, pues en la tierra en ese momento solo está ese pequeño resto conformado por aquellos a los que Jehová Dios reconoce como “mis dos testigos”, en todo caso, repetimos, un número reducidísimo de enviados Suyos y con el que completar al grueso de los que ya están sellados, según Rev. 6:11, eso es, el total de los elegidos por Dios para acompañar a Cristo en su regir…… siendo así cómo debemos entender, entonces, lo que leemos a continuación de Rev. 7:1-3, eso es, en el verso 4:

Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”

Porque si hemos dicho hace un momento que en Rev. 14:1 se nos da el total de aquellos que reinarán junto a Cristo en el reino de Dios, en este verso 4 que acabamos de leer nos encontramos ante la primera vez que en las Escrituras se nos revela o explica cuál es el número predeterminado de gobernantes escogidos por Jehová Dios, para acompañar en su regir a Su rey delegado, Jesucristo, así como también la razón del porqué de este número en concreto y no de otro cualquiera, algo que se nos muestra en los siguientes versículos del 5 al 8. De ahí, que no haya lugar para entender que estemos ante un número simbólico o indefinido de individuos como acompañantes de Cristo en su posición de rey sobre el monte Sión (donde siempre estuvo situado el “trono de Jehová”, según 1 Crón. 29:23) en la cantidad mencionada por Rev. 14:1-5 en dónde, por otra parte, solo se nos hable de 144.000 individuos “comprados” de la tierra y no de 288.000:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con el arpa, tocando sus arpas. 3 Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos (los 144.000) fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero 5 y no se halló en su boca falsedad; están sin tacha.” (Acotación nuestra).

Luego siendo que de “entre la humanidad” solo fueron comprados 144.000 individuos, como primicias “para Dios y para el Cordero” y esto es lo que se nos dice en esta porción bíblica leída, toda discusión acerca de cuantos reinarán al lado de Jesucristo durante el milenio, no es más que “buscarle cinco pies al gato”…… eso sí, todo ello dicho partiendo desde nuestro particular punto de vista sobre el particular y que como casi siempre (“rumbosos” que somos ¡qué le vamos hacer!), se aparta de lo “políticamente correcto”, eso es, de las tendencias actuales en asunto de interpretación bíblica.

Entonces y por aquello de “remachar el clavo”, resumiremos a modo de aclaración sobre el tema analizado (reconocemos que está un poco “liadillo” y más, explicado por unos palurdos como nosotros), lo que hemos intentado resaltar acerca de esos pasajes de Rev. 7:1-8 y 14:1-5 y esta sería la resultante: en Rev.7:1-3, a Juan se le coloca en la franja de tiempo que comprende la primera parte de la profética semana 70 de Dan. 9:27 y últimos siete años del mundo como lo conocemos, de la cual se le dice que será un tiempo de relativa calma para permitir que pueda ser usado para el desarrollo normal de la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y momento en el que determinados siervos suyos serán sellados…… dado que ya les hemos dicho que dicho sellar solo se hace y según Rev. 2:10, cuando uno entrega su vida en sacrificio por su lealtad a Jehová Dios y a Su Hijo Jesucristo, es obvio que dicho sellar se produce cuando la “bestia” mata a los “dos testigos” (Rev. 11:7), en todo caso y según Rev. 7:3, de un reducido grupo de enviados por el Altísimo y cuando ya estos han terminado la comisión que se les asignó.

Noten que a continuación del citado verso 3, se produce un punto y aparte que gramaticalmente significa que la idea que se va a dar a continuación, ya no sigue el mismo hilo de la que se acaba de dar; de ahí que mientras los versos 1-3 nos hablan de lo que va a ocurrir durante ese período de tiempo, lo que se produce en el verso 4 es que a Juan se le revela la cantidad total de sellados de todos los tiempos y que hasta ese momento nadie conocía, eso es, el de los Pedro, Pablo, el propio Juan, etc. del primer siglo, junto al grupeto formado por los “dos testigos” aún por aparecer y cuya suma total, repetimos, se revela por primera vez y que, exclusivamente, se compone de 144.000 individuos…… ya en los siguientes versos (del 5 al 8), se da información adicional del porqué se ha tomado como referente dicho número y no otro cualquiera.

La pregunta pertinente sería ahora, la de ¿qué pinta en este “enjuague”, el pasaje de Rev. 14:1-5? Pues sencillamente el demostrar de forma evidente que lo que hemos explicado hasta el momentos es verdad, pues en el mismo y como ya les hemos razonado (recuerden que estamos haciendo un resumen de todo lo dicho), se nos confirma que evidentemente son solo 144.000 los que acompañan de Jesucristo en su regir, pues ya se nos los muestran en su posición de reyes adjuntos al Rey Mayor, Jesucristo, sobre el monte Sión (repasen de nuevo el Sal. 2:4-6) y en donde a partir del rey David, siempre estuvo y estará situada la gobernación real de Jehová Dios en manos de su rey delegado. Por lo que es obvio, que en ese versículo 1 lo que se nos está mostrando no es otra cosa que una visión de Jesucristo ya en el ejercicio de sus funciones como rey, acompañado por aquellos que, lógicamente y en calidad de inmortales reyes y sacerdotes (Rev. 20:6), colaboran con él en dicha tarea administrativa; mientras que los versos del 2 al 5 lo que hacen es reafirmar la idea dada en el verso 1, al mostrarnos no solo la cantidad, sino también la procedencia de esos personajes que apoyan al Hijo de Dios en su gestión…… más o menos bien explicado, la cosa va por ahí.

Ya otra cuestión es que cada cual y en función de espurios intereses, como por ejemplo, el pensar que también es un “ungido” y que tiene derecho a formar parte de ese grupo de inmortales reyes y sacerdotes, lo que le lleva a no aceptar la explicación dada y continúe yendo a su “bola”. Por lo que no estaría de más el señalar, que caer en el error de intentar proponer una cosa distinta de la que sugieren las Escrituras y que parece ser lo que hay detrás de dicha actitud, colocaría a uno ante una clara transgresión de la máxima paulina que nos aconseja el “no ir más allá, de las cosas que están escritas” (1 Cor. 4:6) y con ello, por extensión, el violar flagrantemente la voluntad divina de ceñirnos siempre a la verdad expuesta en el registro sagrado, solo porque dicha verdad no está acorde con sus personales expectativas…… con las siguientes fatales consecuencias, en caso de mantener semejante línea de conducta:

Pero cualquiera que haga tropezar (mediante proponer enseñanzas falsas) a uno de estos pequeños que ponen fe en mí, más provechoso le es que le cuelguen alrededor del cuello una piedra de molino como la que el asno hace girar y que lo hundan en alta mar.” (Mat. 18:6). (Acotación nuestra).

O sea que, como solían decir nuestros abuelos, “con las cosas del comer”…… ¡bromas, las justas!

MABEL


sábado, 1 de agosto de 2015

Pero…… ¿y quién corre con los “gastos”?


Si usted es seguidor de este blog, estará al tanto de que desde hace algún tiempo (concretamente desde el 22/04/14), en que publicamos un artículo acerca del fenómeno de las lunas rojas o “lunas de sangre” bajo el título “Las “Lunas de sangre”: ¿Casualidad…… o señales que anuncian “algo”?”, con cierta frecuencia los autores de esta página venimos anunciando que entre los meses de Septiembre y Octubre de este año 2.015, ocurrirán cosas que marcarán un antes y un después en el inmediato devenir de la humanidad. Es cierto que quizás pocos son los que recuerden esos escritos, en dónde hemos ido dando detalles de lo que, a nuestro entender, está por suceder en este inmediato futuro que estamos señalando; y decimos esto, porque si bien es cierto que en su momento dichos artículos levantaron cierta expectación (¡tampoco mucha, no se crean que la cosa es como para tirar cohetes!), no lo es menos el hecho de que el “personal” y en una actitud “camaleónica”, con el tiempo va ajustando o acomodando sus expectativas a las condiciones que le rodean y olvidándose de que el tiempo, de forma inexorable, va pasando…… ya saben ustedes aquello del “tic-tac, tic-tac, tic-tac” y con ello, acercándose el momento del cumplimiento de lo prometido en las Escrituras.

Y explicábamos nosotros, que lo que va a ocurrir en ese tiempo señalado, tiene que ver con el inicio de la profética “70 semana” de Dan. 9:27 y con ella, los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos…… eso es, el final del tiempo en que el mundo ha sido gobernado por la tiránica mano del hombre corrupto y con las consecuencias finales que a todos hoy nos son más que evidentes y ajustadas, por tanto, a las inspiradas palabras dichas por el sabio rey Salomón en su momento:

Todo esto he visto y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Ecles. 8:9)

Constatada esta realidad y en nuestro papel acostumbrado de víctimas de dicha dominación corrupta (¡quién manda, manda!), lo que afortunadamente se nos ofrece en las Escrituras es un cambio total de sistema de juego, en el que será Dios quien marcará las reglas y gobernará al mundo por medio de Su rey delegado, Jesucristo, encabezando este un gobierno mundial compuesto de un determinado número de individuos elegidos de entre la humanidad (o “comprados de entre la humanidad”, según Rev. 14:4) y elevados a la condición de inmortales Hijos de Dios…… y siendo en este punto en donde nos vamos a detener, pues es alrededor de este asunto sobre el que pretende girar el artículo de hoy. Porque en ese momento al que hacemos referencia, dará inicio la última de un conjunto de “70 semanas de años” (ver nuestro artículo del 26/03/15) y que es de la que se nos habla en Dan. 9:27, e inicio que será marcado por dos acontecimientos de fundamental importancia, si bien en ese pasaje de Daniel solo se nos refleja uno de ellos; este tiene que ver con la aparición de un personaje que la Biblia identifica como el “anticristo”, en todo caso un prominente personaje aparentemente del ámbito de la política, que establecerá un pacto de paz o de no agresión por siete años “entre los muchos” y pacto que implicará a la nación de Israel y sus vecinos árabes como firmantes y beneficiarios del mismo, en lo que será el detonante, repetimos, que marcará el momento preciso del inicio de la cuenta regresiva de dicha profética semana de años:

Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí. Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación; y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.

27 Y él (el “caudillo” mencionado en el verso anterior) tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana (eso es, por siete años); y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva…” (Dan. 9:26-27b). (Acotaciones nuestras).

Pero como ya hemos señalado, hay otro acontecimiento paralelo a este y que pasará desapercibido por la inmensa mayoría del “populacho”, más pendiente de sus “cuitas” diarias que de lo profetizado en el texto sagrado, pero no por aquellos que estamos atentos a los acontecimientos de los que nos informan las Escrituras y que, en este caso, se nos relatan en Rev. 11:3-6:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.

5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre…… y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”

Entonces de lo que se nos está informando aquí, es de la aparición al unísono con ese “anticristo” mencionado, de unos personajes que identificados por Dios como “mis dos testigos”, en todo caso un pequeño resto de “ungidos” o Hijos de Dios a la manera de los apóstoles y que dotados de grandísimos poderes, son enviados por Este para poner en marcha una gran predicación mundial solo por espacio de 1.260 días y que se corresponde con la anunciada por Jesús en Mat. 24:14:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Acontecimiento este, la aparición de esos singulares personajes, de especial interés para aquellos que esperamos en las promesas de Jehová, mediante Su Hijo Jesucristo y de ahí de la necesidad en cuanto a averiguar cuándo se produce la misma; y de vital importancia el conocimiento del momento en que estos personajes salen a la luz, pues en ese momento es cuando inicia dicha gran predicación y con ello ofertada la posibilidad de tomar parte en la misma, eso es, el poder colaborar codo con codo en esa obra divulgadora con esos “ungidos” por aparecer y a los que el propio Jesucristo identifica como sus “hermanos más pequeños” (ello porque son los últimos en aparecer a escena), en la llamada “parábola de las ovejas y las cabras”…… y parábola de obligado conocimiento, para poder entender de qué realmente estamos hablando. Porque en esta parábola y que se encuentra en Mat. 25:31-46, lo que se nos explica y resumiéndolo al máximo, es que solo aquellos que colaboren con esos “hermanos” de Jesús en dar adelanto a la comisión que les ha sido encomendada, son los que alcanzarán a entrar en el reino venidero de Dios y con ello, hacerse acreedores a optar por la vida eterna…… y es aquí en donde está el nudo gordiano de la cuestión.

Porque dicha colaboración y teniendo en cuenta que actualmente son muy pocos los que confían en las promesas de nuestro Creador, puede llevar a aquellos que acepten dicho ofrecimiento a tener que abarcar en su tarea de predicación, grandes extensiones de terreno y con todo lo que ello pueda significar en dispendio económico, pues no solo hay que tener en cuenta los desplazamientos, sino otras cosas como será el tener que abandonar negocios o empleos ya que la dedicación y debido al poco tiempo para llevar a cabo dicha tarea (solo 1.260 días para abarcar a toda persona de este planeta), tendrá que ser plena….. y a lo que también se añade en la mayoría de los casos, que ello implicará necesariamente el tener que abandonar una familia, sobre todo, en el caso de aquellos que la tenemos y no muy dispuesta esta, además, a compartir con nosotros la aceptación de dicha oferta y que somos una inmensa mayoría los que nos encontramos en dicha situación. Circunstancia esta que podría poner entre la espada y la pared a la persona deseosa de colaborar en esa obra de predicación (por demás, una oportunidad única para alcanzar la vida eterna), eso es, el tener que elegir entre dejar de sustentar a la familia con su aportación económica fruto de su trabajo, o el tomar la decisión que se demanda de él y que es el colaborar a tiempo total en el dar adelanto a dicha obra de divulgación mundial…… obra de divulgación, en la que se anunciará el hecho de que el reino de Dios ya ha tomado las riendas de los asuntos del mundo (Rev. 14:6-7).

Súmemele a ello que esa labor, sostenida por tres años y medio, inevitablemente exigirá de una aportación económica para cubrir gastos tales como desplazamientos, pernoctaciones, alimentos, aseo personal, ropa y calzado y demás cosas necesarias de las que somos conocedores aquellos que nos hemos pasado una vida de actividad profesional, viajando en función de nuestro trabajo…… luego la pregunta del titular de este escrito es del todo pertinente: ¿quién correrá con este costo económico, teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los que creemos en las promesas del Creador, no somos gente pudiente, sino más bien lo contrario? Porque la realidad contemplada a nuestro alrededor, es que las personas con amplios recursos materiales no suelen ser muy proclives a tener en cuenta las promesas divinas y extremo este que no fue pasado por alto por el propio Hijo de Dios, como queda reflejado en estas palabras:

Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y da a los pobres y tendrás tesoro en el cielo y, ven, sé mi seguidor”. 22 Al oír el joven este dicho, se fue contristado, porque tenía muchas posesiones. 23 Mas Jesús dijo a sus discípulos: “En verdad les digo que será cosa difícil el que un rico entre en el reino de los cielos. 24 Otra vez les digo: Más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios”.” (Mat. 19:21-24).

Y prescindiendo de que alguna excepción habrá, no es menos cierto que aquellos que creemos en las promesas divinas no pasamos de ser unos “paniaguados” que a duras penas llegamos a fin de mes con nuestro salario o exigua pensión (como es el caso del que suscribe) y con familia a nuestro cargo y que depende exclusivamente de nosotros…… entonces ¿qué hacer ante tal situación, cuando lo que leemos en las Escrituras acerca del comportamiento de un cristiano en esta cuestión, es lo siguiente?:

Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8).

Pero por otra parte, tenemos este mandato del propio Hijo de Dios y que no deja lugar a duda alguna, acerca de cómo actuar en las cosas que hagan referencia a cualquier servicio que tenga como depositario a Jehová Dios:

Entonces, ¡mira!, cierto hombre versado en la Ley se levantó, para probarlo y dijo: “Maestro, ¿qué he de hacer para heredar la vida eterna?”. 26 Él le dijo: “¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?”. 27 Contestando, este dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente y, a tu prójimo, como a ti mismo”. 28 Él le dijo: “Contestaste correctamente; sigue haciendo esto y conseguirás la vida eterna.” (Luc. 10:25-28).

Entonces lo que está claro es que la devoción a nuestro Supremo Hacedor y, por delegación, a Su Hijo amado Jesucristo y en quién Jehová Dios ha conferido toda autoridad, tanto en el cielo como sobre la tierra (Mat. 18:18), tiene que ser sin fisuras ni remilgos y lo que nos lleva a una pregunta importante, que tiene que ver en este caso con el coste emocional que uno tendrá que pagar al separarse de sus familiares más allegados y que ni nos acompañarán, ni nos apoyarán en nuestra decisión, lo que nos lleva a considerar unas palabras de Jesús:

El que no está de mi parte, contra mí está y el que no recoge conmigo, desparrama.” (Luc. 11:23).

Partiendo de estas palabras y que claramente nos muestran que no hay término medio en este asunto, hágase la siguiente pregunta: ¿están de parte de Jesucristo, aquellos de nuestros familiares o amigos más cercanos, que cada día nos ponen más trabas en nuestro intento de aprender de las Escrituras y aplicar en nuestras vidas, sus enseñanzas, así como nuestro intento de compartirlas con otros? Obviamente no, pues de no ser ello así, no solo nos animarían a seguir en nuestro empeño, sino que se posicionarían con nosotros en colaborar con esos enviados de Dios de los que se nos habla en Rev. 11:3…… luego la opción está clara: cuando llegue el momento en que se nos convoque, hay que “liarse la manta a la cabeza” y sin otra consideración, salir zumbando a cumplir con nuestra obligación de ayudar a esos “hermanos” de Jesucristo si queremos optar a la vida eterna y como nos deja claro la parábola mencionada de “las ovejas y las cabras”. A este respecto, veamos unas palabras de propio Jesús y que no tenemos que perder de vista, pues nos marcan con claridad la opción a tomar:

En cuanto a todo aquel, pues, que confiese unión conmigo (en este caso, mediante el colaborar en la comisión señalada) delante de los hombres, yo también confesaré unión con él delante de mi Padre que está en los cielos; 33 pero en cuanto a cualquiera que me repudie delante de los hombres (en este caso, mediante el no colaborar en dicha obra), yo también lo repudiaré delante de mi Padre que está en los cielos. 34 No piensen que vine a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada. 35 Porque vine a causar división y estará el hombre contra su padre, la hija contra su madre y la esposa joven contra su suegra. 36 Realmente, los enemigos del hombre serán personas de su propia casa. 37 El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí, no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí, no es digno de mí.” (Mat. 10:32-37). (Acotaciones nuestras).

Palabras esclarecedoras que nos marcan el derrotero a seguir en ese crucial momento de tener que decidir qué rumbo tomar; en todo caso, cuestión esta que queda reflejada en algo que ocurrió en el primer siglo con uno de los seguidores de Jesús y que se nos muestra como ejemplo de la línea a seguir, según se nos relata en Mat. 8:21-22:

Entonces otro de los discípulos le dijo: “Señor, permíteme primero ir y enterrar a mi padre”. 22 Jesús le dijo: “Continúa siguiéndome y deja que los muertos entierren a sus muertos”.”

Lo que ese discípulo le pedía al Hijo de Dios, no era el ir a enterrar a su padre muerto y algo a lo que no se habría opuesto Jesús, sino que la petición iba en el sentido de continuar atendiendo a este familiar hasta el momento en que este muriera y para cuando eso se produjera, ya liberado de dicha responsabilidad, entonces ya sí, empezar a seguir a Jesús…… sin embargo, la respuesta de este fue del todo contundente: que dejara cualquier obligación con sus familiares y que “continuara” siguiéndole a él. Tal situación, parece querer indicarnos que lo que ocurra con aquellos parientes que dependan de nosotros y que dejemos atrás en nuestro empeño por colaborar en dar adelanto a la comisión de esos “hermanos” de Jesús aún por aparecer, queda en las manos de Jehová y por lo que nosotros solo nos tenemos que ocupar en la empresa que se nos ofrece. Luego en el bien entendido que ello será así, pues Jehová Dios no nos obligaría a dejar a nuestros familiares desamparados, sin tomar Él las riendas del asunto, centrémonos ahora en el meollo de la cuestión y que como hemos señalado, tiene que ver con los recursos de los que cada uno posee para emprender semejante aventura por tres años y medio, que más bien son “escasitos” en aquellos que deseamos alcanzar el inmenso privilegio de poder participar de esa última predicación y reseñada en Mat. 24:14…… y que para un correcto entendimiento de “cómo nos lucirá el pelo” durante ese tiempo, hay que retrotraernos a unas palabras del apóstol Pablo y que encontramos en Rom. 15:4:

Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”

Luego ¿qué cosas ocurrieron en tiempos pasados y que fueron escritas para “nuestra instrucción”, en las que fijarnos como modelo para lo que posiblemente ocurrirá en nuestro caso, eso es, en lo que tiene que ver con las condiciones en las que se nos enviará a predicar? Pues en aquellas que tienen que ver con lo que ocurrió con aquellos primeros a los que Jesús envió a predicar y que, según las Escrituras, fue en estas circunstancias:

A estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: “No se vayan por el camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; 6 sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Al ir, prediquen, diciendo: “El reino de los cielos se ha acercado”. 8 Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis; den gratis. 9 No consigan oro, ni plata, ni cobre para las bolsas de sus cintos, 10 ni alforja para el viaje, ni dos prendas de vestir interiores, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su alimento (o “salario”)”.” (Mat. 10:5-10). (Acotación nuestra).

Estos “doce” que no eran otros que los apóstoles y que todavía no tenían la condición de Hijos de Dios, pues esta les fue concedida en Pentecostés del 33 E.C., por lo tanto en esos momentos unos “curritos” de a pie como podamos ser ahora nosotros, eso es, unos simples “soldados rasos”, vemos en primer lugar que fueron dotados de grandes poderes que les permitían acreditar ante el “personal” que, efectivamente, habían sido enviados por Dios…… y en segundo lugar, que iban a “gastos pagados” pues se les dijo que no tomaran nada de equipaje para llevar adelante la comisión recibida, ni siquiera una muda interior, pues todo esto les sería facilitado por Aquel para quién estaban “trabajando”, Jehová Dios, pues “el obrero merece su salario” y ser dotado de las “herramientas” necesarias para llevar adelante su tarea. Veamos ahora, también, lo ocurrido en el caso de otros setenta enviados posteriormente por Jesús a predicar y que, al igual que a los doce anteriores, recibieron las mismas instrucciones en su comisión de dar a conocer la buena noticia de la colocación de los fundamentos del venidero reino de Dios:

Después de estas cosas el Señor designó a otros setenta y los envió de dos en dos delante de sí a toda ciudad y lugar adonde él mismo iba a ir. 2 Entonces empezó a decirles: “La mies, en realidad, es mucha, pero los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Vayan. ¡Miren! Los envío como a corderos en medio de lobos. 4 No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias y no abracen a nadie en saludo por el camino. 5 Dondequiera que entren en una casa, digan primero: “Tenga paz esta casa”. 6 Y si hay allí un amigo de la paz, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no lo hay, se volverá a ustedes. 7 De modo que quédense en aquella casa, comiendo y bebiendo las cosas que les suministren, porque el obrero es digno de su salario. No anden transfiriéndose de casa en casa”.” (Luc. 10:1-7).

De nuevo nos encontramos con lo mismo: fueron enviados “con lo puesto” y sin embargo vieron siempre cubiertas sus necesidades básicas como son la comida, el alojamiento, ropa, etc.; es cierto que las Escrituras no nos dan detalles de cómo fue realizado dicho aprovisionamiento, pero lo que si se nos dice en estas, es que las cosas básicas realmente nunca les faltaron:

También les dijo: “Cuando los envié sin bolsa y sin alforja y sin sandalias, no les faltó nada, ¿verdad?”. Ellos dijeron: “¡No!.” (Luc. 22:35).

Por otra parte, que estos setenta también fueron dotados de los mismos poderes que los doce primeros, queda perfectamente establecido por sus propias palabras cuando regresaron de su comisión:

Entonces los setenta volvieron con gozo y dijeron: “Señor, hasta los demonios quedan sujetos a nosotros por el uso de tu nombre”.” (Luc. 10:17).

Entonces lo que queda claro ya de entrada y recordando la mencionada parábola de “las ovejas y las cabras”, es que aquellos que se vayan sumando de forma progresiva a esa grandiosa obra de predicación, serán también dotados de grandes poderes que les acreditarán como enviados de Dios, ante aquellos que les escuchen y que, a su vez, si estos se deciden aceptar lo escuchado y subirse “al carro”, así mismo serán dotados de idénticos poderes. ¡Vamos!, lo mismo que hacen los TJ, que uno enseña a otro, este a su vez a otro y así sucesivamente, de modo que todos llegan a ser participantes de la obra (en lo que podríamos considerar un crecimiento “a la dobla”), pero en el caso que nos ocupa, con los poderes sobrenaturales necesarios que le permitan a uno demostrar ser realmente un enviado por Dios y no como esas voluntariosas personas de la membresía de la organización religiosa Watchtower, que no son más que representantes de una organización terrenal fraudulenta al servicio de Satanás y por lo que en modo alguno, pueden ser considerados como representantes a Dios…… y lo mismo aplica a toda esa plaga de supuestos “ungidos” o Hijos de Dios actuales y que nos rodean por tierra, mar y aire, que se arrogan el hablar en nombre de Dios un supuesto “evangelio de Jesucristo” y que no son más, que sicarios al servicio de Satanás.

En cuanto a cómo se hará lo referente a la logística, eso es, el tema de alojamiento, alimentación, ropa, calzado, transporte, etc. y en el bien entendido que los tiempos actuales no son los del primer siglo, ni el terreno a abarcar será el mismo, sino muchísimo más grande (¡el mundo entero, ni más ni menos!) y en un tiempo record de 1.260 días, es cierto que no lo sabemos…… pero lo que sí sabemos, es esto:

“…… porque con Dios, ninguna declaración será una imposibilidad.” (Luc. 1:37).

Luego si nuestro Creador ha dicho que esto tiene que ser así, Él lo hará posible; tomemos como ejemplo de lo que es capaz nuestro Sumo Hacedor, un episodio de la historia bíblica en el que probablemente no se ha profundizado como se debiera y que cuando se hace, nos muestra una gran lección sobre la capacidad de provisión del poder divino: cuando el pueblo de Israel salió del cautiverio en Egipto, junto a él salió también “una vasta compañía mixta” y que en conjunto se calcula que conformarían un grupo cercano a los tres millones de personas. Pues bien, Jehová Dios los mantuvo por espacio de cuarenta años vagando por un desierto “grande e inspirador de temor” (Deut. 1:19), en donde no solo fueron alimentados debidamente, sino que “sus prendas de vestir” no se gastaron de sobre ellos ni “su sandalia” se gastó de sobre sus pies (Deut. 29:5); y a lo que habría que añadir otra particularidad que hacía más complicada la situación: el pueblo de Israel y por tanto los prosélitos que se les unieron, tenían que ser un pueblo limpio tanto en lo moral como en lo físico y para esto último, se requería de muchísima agua (aparte del consumo diario de las personas, así como del ganado que les acompañaba) y que no creemos que abundara en un desierto “grande e inspirador de temor” (Deut. 8:15)…… sin embargo y de forma milagrosa, nada de todas estas cosas les faltó a esa ingente multitud en su vagar por cuarenta años en ese terreno inhóspito.

Todo ello nos habla del inmenso poder de nuestro Dios, lo que nos tiene que llevar a confiar en Él en cualquier circunstancia y pensar que de una u otra manera se nos proveerá de lo necesario para poder llevar adelante nuestra comisión de ayuda a esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo…… y siendo cierto que no estamos para elucubrar en el cómo serán cubiertas nuestras necesidades en estos tiempos actuales y que, como hemos dicho, nos son las del I siglo ¿se imaginan que fuéramos dotados de algún salvo conducto o tarjeta Visa Oro o MasterCard que nos permitiera el acceso a hoteles, restaurantes, tiendas de ropa, transportación y de todo aquello necesario para el desempeño de nuestra asignación en cualquier parte del mundo y ello, con cargo al erario “celestial”? No podemos olvidar y por aquello de “rizar el rizo”, que en Ageo 2:8, se lee como sigue:

La plata es mía y el oro es mío, es la expresión de Jehová de los ejércitos.”

Por lo que prescindiendo de que, repetimos, no sabemos cómo seremos atendidos en el desempeño de nuestra obra de colaboración y lo señalado no es más que una mera conjetura acorde con los usos actuales que vemos a nuestro alrededor, no estaría de más que usted que nos lee y cree lo mismo que nosotros, se lo fuera pensando pues no es nada descabellado que esta situación se le plantee en un par de meses, a lo sumo tres. Y decimos esto, porque el natural del ser humano es el de “cuando llegue el momento, ya actuaré”…… pero resulta que cuando llega el momento y si no hay una determinación ya firmemente establecida de antemano, lo más normal es que a uno “le coja el toro”.

Entonces es menester, que cada uno sepa que en un cortísimo plazo de tiempo y siempre que nosotros estemos en lo cierto en nuestra previsión de los inmediatos acontecimientos por suceder, se verá ante la disyuntiva de dejarlo todo y confiar en la promesa del reino…… o quedarse con todo y dejar aparte la promesa del reino; en las Escrituras y que como hemos dicho, es el espejo en el cual mirarnos para saber a qué atenernos, tenemos un ejemplo de cuál es la actitud correcta a seguir:

Andando a lo largo del mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, a quien llaman Pedro y Andrés su hermano, que bajaban una red de pescar en el mar, pues eran pescadores. 19 Y les dijo: “Vengan en pos de mí y los haré pescadores de hombres”. 20 Abandonando en seguida las redes, le siguieron. 21 Al seguir adelante de allí, también vio a otros dos que eran hermanos: Santiago hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, remendando sus redes; y los llamó. 22 Ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, le siguieron.” (Mat. 4:18-22).

Visto lo visto, amigo que nos lee ¿qué hará usted y si se tercia el caso: dejará de “remendar las redes” y seguirá a Cristo…… o dejará a Cristo y seguirá “remendando sus redes”?

MABEL