viernes, 10 de marzo de 2017
Los “70” de París…… y sus consecuencias.
En nuestro último escrito (18/02/17), les explicábamos como el Salmo 2 y siempre según hasta donde los autores de este blog alcanzamos entender, nos pone al tanto de para cuándo se puede esperar el inicio de la acción que Dios tomará en contra de los gobiernos actuales; porque la realidad sobre que dichos opresivos gobiernos tienen que ser destruidos y sustituidos por uno de procedencia divina y en donde “la justicia ha de morar” (2 Ped. 3:13), queda perfectamente establecida en la profecía de Daniel;
“Y en los días de aquellos reyes (es decir, de los gobiernos actuales), el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Dan. 2:44). (Acotación nuestra).
Entonces de lo que aquí se nos habla es de un enorme cataclismo a ocurrir sobre la tierra y que pondrá “patas arriba” al sistema de cosas tal como lo conocemos en nuestros días; de hecho, tan importante y vital es la llegada del citado reino de Dios en la historia de la humanidad, que según nos muestran las Escrituras el anuncio del tal fue la razón fundamental de la venida de Jesús a la tierra, hace casi dos mil años:
“Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.” (Luc. 4:43).
Establecida esta premisa, volvamos a donde estábamos, eso es, al momento en que Dios toma acción en contra de las naciones que se le han sublevado y narración que encontramos en el susodicho Salmo 2 que, recordemos, en sus primeros versos se nos habla de la actitud altanera de los gobernantes actuales en contra de Sus intereses y en los siguientes términos:
“¿Por qué han estado en tumulto las naciones y los grupos nacionales mismos han seguido hablando entre dientes una cosa vacía? 2 Los reyes de la tierra toman su posición y los altos funcionarios mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido 3 y dicen: “¡Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus cuerdas!”.” (Sal. 2:1-3).
Señalábamos en el artículo de referencia, que el cumplimiento de estas proféticas palabras tuvieron lugar el día 15 de Enero del año en curso cuando en París se reunieron las 70 naciones más poderosas del mundo con un único punto del día y que no era otro que la división de Israel en dos estados: Palestina e Israel. Pero dado que esto ya lo han leído en el artículo señalado, ocupémonos ahora de la respuesta que el Altísimo da a tan presuntuosa y hostil actitud, según se nos relata en los versos del 4 al 6:
“El Mismísimo que se sienta en los cielos se reirá; Jehová mismo hará escarnio de ellos. 5 En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.”
Pero lo que nos interesa de esa porción transcrita y hacia dónde dirigimos nuestra atención, es en la que se nos dice que Dios “hablará” a esas naciones y que con dicha habla, las “perturbará”…… por lo que la pregunta solo puede ser doble: ¿de qué manera les “hablará” Dios a esas naciones y cómo conseguirá de dicha habla les “perturbe”? De entrada, habría que suponer que como siempre lo ha hecho, o sea, a través de “portavoces”, bien fueran llamados profetas, jueces o, en su momento, a Jesús y sus apóstoles, así como a los que a estos siguieron (Juan 17:20)…… en todo caso, por medio de seres humanos; siendo ello así, al respecto se nos abre una derivada y que es la siguiente: ¿en algún lugar de las Escrituras se nos propone dicha posibilidad? Efectivamente así es, porque en principio lo que leemos en Mat. 24:14 y en palabras del propio Hijo de Dios, es lo siguiente:
“Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”
Luego lo que aquí se nos está proponiendo, no es más que una gran predicación de alcance mundial y como antesala de la destrucción final de esos reinos con sus gobernantes rebeldes al frente y de los que hemos hecho mención hace un momento…… eso es, que antes de ser destruidos, serán advertidos (Sal. 2:10-12); ahora bien ¿en algún otro lugar de la Biblia, se hace referencia alguna acerca de tan grande predicación? Ciertamente; porque si nos dirigimos a Rev. 11:3, esto es lo que leemos por boca de Jehová:
“Y haré que mis dos testigos (en todo caso, un pequeño resto “ungido” a la manera de los apóstoles) profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco.” (Acotación nuestra).
Entendemos entonces que el Dios Altísimo enviará un “resto” de personas dotadas de los poderes del espíritu santo para llevar a cabo obras poderosísimas (Rev. 11:5-6), como en su momento lo fueron los citados apóstoles; de hecho, que personas serán enviadas por Dios con esa comisión en mira, se desprende claramente de lo que se lee en la apertura del quinto sello (Rev. 6:9-11) y en donde se lee como sigue:
“Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido (eso es, ejecutados por su lealtad a Dios, según Rev. 20:1).” (Acotación nuestra).
Resuelto el cómo se llevará a cabo ese “hablar” de Dios a las naciones, volvamos al Sal. 2:5 pues en el mismo también se nos dice que dicha habla les “perturbará” y con lo que de nuevo se nos abre otra derivada: ¿cuál será entonces, el contenido de dicho mensaje y que perturbe a las poderosas naciones actuales? Explicación que encontramos en los versículos 6-9 del Salmo que estamos analizando:
“6… diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”. 7 Déjeseme hacer referencia al decreto de Jehová; Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre. 8 Pídeme, para que dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia. 9 Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos”.”
La razón por la que las naciones se verán “perturbadas”, no será tanto por el contenido del mensaje difundido, sino de las obras poderosas que acompañarán al mismo y contra las cuales las naciones no podrán hacer nada para desbaratarlas; porque es en ese momento cuanto se cumplirá a cabalidad algo que el Hijo de Dios anunció a sus fieles seguidores y que, encontrado en el evangelio de Marcos, se lee como sigue:
“ Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas, 18 con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán”.
19 Entonces el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue tomado arriba al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Por consiguiente, ellos salieron y predicaron por todas partes, mientras el Señor obraba con ellos y apoyaba el mensaje por las señales que acompañaban a este.”
Imagínense ustedes la tierra tomada por un incontable número de personas con dichas poderosas capacidades, a las que se irán uniendo todas aquellas que “crean” y que se irán sumando al grupo de los que apoyan a esos poderosos enviados de Dios (Rev. 11:3) y con idénticos poderes, sin que los gobiernos actuales puedan hacer nada para impedirlo y lo que les causa la mencionada “perturbación” (Sal. 2:5)…… poderosos enviados a los que Jesucristo, no lo olvidemos, en la conocida parábola de “las ovejas y las cabras” (Mat. 25:31-46) identifica como a sus “hermanos más pequeños”; recuerden, por otra parte, que en dicha parábola se premia con la vida eterna a los que se presten a colaborar con ellos en llevar adelante su comisión, mientras que aquellos que se niegan a hacerlo son castigados con la destrucción eterna.
A todo eso, no pasemos por alto que según el versículo cinco del Salmo en cuestión, los hechos mencionados se producen “en aquél tiempo”, eso es, en el momento en que las naciones se rebelan en contra del Dios Altísimo y circunstancia que, como ya hemos señalado, se produjo el día 15 del pasado mes de Enero. Todo ello nos hace pensar que bien pudiéramos estar ante el momento crucial en que puede aparecer y como detonante del “asunto”, el personaje llamado “anticristo” y su pacto por siete años (Dan. 9:27) entre naciones en conflicto (punto de arranque de la llamada “70 semana” de Daniel o, lo que es lo mismo, de los últimos siete años del mundo tal como lo conocemos), coincidente en el tiempo con la aparición de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y con ello, el inicio de esa gran predicación anunciada por Jesús y que se llevará a cabo por espacio de 1.260 días en toda la tierra habitada:
“Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14).
Señalar que esos 1.260 días o tres años y medio de predicación que parece ser se llevará a cabo en medio de un ambiente favorable (Rev. 7:1-3), serán seguidos por otro período de 1.260 días de gran disturbio, que se conoce como la “gran tribulación” y en la que serán destruidas todas aquellas naciones (y ya de forma definitiva) que hayan rechazado los términos ofertados en la citada predicación; destructivo evento del que se nos habla en los versos 8-9 del Salmo 2 y en los siguientes términos:
“Pídeme, para que dé naciones por herencia tuya y los cabos de la tierra por posesión tuya propia. 9 Las quebrarás con cetro de hierro, como si fueran vaso de alfarero las harás añicos.”
Es cierto que no son pocos los autores bíblicos que erróneamente sitúan esos acontecimientos para dentro del período de mil años del reino de Dios, cuando resulta que los mismos están perfectamente contextualizados en el Salmo 2 que estamos analizando, para el período de tiempo en el que las naciones se rebelan en contra del Dios Altísimo y de su Ungido, el Rey Jesucristo y que, como hemos dicho, circunstancia que se plasmó el 15 de Enero del año en curso como es público y notorio. Por lo que todos aquellos que estamos esperando en Dios y sus promesas, no podemos dejar de estar alerta ante los acontecimientos por venir, pues la cosa está muy “calentita”; es cierto, sin embargo, que las naciones están totalmente a oscuras ante las cosas que están por suceder, pues su lógica es la de que estas siempre han estado igual y así seguirán…… pero eso no es lo que dicen las Escrituras, sino que lo que dicen es esto otro:
“Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. 3 Cuando los hombres estén diciendo: “¡Paz y seguridad!” (aparentemente conseguido su objetivo), entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.” (1 Tes. 5:2-3). (Acotación nuestra).
Por lo que nos permitirnos el repetirnos en la idea: “ojito al parche”, que la cosa está al caer; y todo lo dicho, partiendo de lo expuesto en un cortísimo Salmo 2 de tan solo 12 versículos…… ¿alguien da más?
MABEL
Etiquetas:
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