¡Por alusiones!
Tal y como les prometimos en nuestro anterior artículo “¡Y cabalgamos de nuevo!”, por “alusiones” vamos a dedicar esta reflexión a un escrito del Dr. Javier Rivas Martínez y en el que, de nuevo y sin venir a cuento, se mete con nosotros. Claro, con ello lo único que ha conseguido es que analicemos con un poco más de atención dicho escrito y nos hayamos dado cuenta de los errores que en los que incurre, en una muestra más de su total ignorancia en el contenido escritural. Veamos: en su artículo “¿Una segunda oportunidad?”, el citado personaje nos habla de lo que él entiende como errónea enseñanza de los TJ y en la que se nos habla de la posibilidad de que se conceda una “segunda oportunidad” a la humanidad obediente, durante el período milenario del reino de Dios y a través de una gobernación encabezada por Jesucristo, para ayudarles a alcanzar la vida eterna. En esa labor, Jesucristo es ayudado por una cantidad determinada de reyes/sacerdotes asociados y que Rev. 14:1, fija en 144.000, a los cuales ya les ha sido concedida tal potestad (el vivir eternamente), en el mismo momento de su resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6).
Y estando de acuerdo en el hecho de que esos señores (los TJ), han enseñado algunos disparates y que no han acertado en ninguna de las fechas anunciadas para el cumplimiento de algunas de sus extravagantes afirmaciones, o que han usado (y continúan usando) las Escrituras, así como a una ingente masa de adeptos (la mayoría buenísimas personas, pero de bajo coeficiente intelectual), para el beneficio propio o lucro personal de los dirigentes de esa organización, lo cierto es que en esta enseñanza en concreto y a nuestro entender…… tienen razón y el Sr. Rivas, como casi siempre, está equivocado. Y eso es lo que vamos a analizar en este artículo: cuál de las dos partes tiene la razón y para ello, veamos lo que nos dice el respecto el caballero en cuestión:
“Los Testigos piensan que los que resuciten tendrán “mil años para tomar una decisión para llegar a salvarse”. De no sujetarse a los designios de Dios, entonces serán “aniquilados”.
Para empezar, la Biblia ni refiere ni infiere tamaña mentira. Esta es una quimera de tercera clase, una mal chiste religioso de graves consecuencias espirituales, y potencialmente, eternas.” (Negritas nuestras).
Esa, como mínimo discutible conclusión, la pueden encontrar entre la última frase del segundo párrafo y la primera del tercero del artículo citado y que de entrada, ya abre una serie de interrogantes. Porque si la conclusión del Dr. Rivas es correcta y los TJ, están equivocados en su planteamiento…… ¿nos podría explicar entonces D. Javier, qué sucesos estarían por ocurrir durante ese período milenario? O en su defecto ¿qué actividades se llevarán a cabo, por medio de esos gobernantes encabezados por Cristo, durante esos mil años? Y lo que es más ¿con qué propósito entonces, ha creado Jehová ese instrumento que Jesús nos presentó como el reino de Dios, o el reino de los cielos? Porque hay que tener claro, que ese período milenario no es más que el instrumento que Jehová usa para la consecución de un logro, a saber: “la restauración de todas las cosas” (Hech. 3:21).
Pero si según se deduce de lo expuesto por el señor Rivas en el artículo en cuestión, la fe en el rescate de Jesucristo, ya da al hombre la salvación definitiva (y que es lo contrario de lo que dicen los TJ) ¿qué razón de ser tendría dicho milenio? Obviamente no tendría ningún sentido; pero es que además, no podemos olvidarnos que esos gobernantes del reino de Dios, aparte de ser nombrados reyes, son también dotados de los atributos de sacerdotes y lo cual implica una misión mediadora entre Dios…… y los hombres (1 Tim. 2:5). Pero si los primeros que resucitan (según D. Javier) ya lo hacen con el derecho a la salvación (la vida eterna) y los que lo hacen al cabo de mil años, sin posibilidad ya de conseguirla ¿qué necesidad habría entonces, durante el milenio, de una mediación por parte de esos reyes/sacerdotes? ¿Entre quiénes se mediaría y para qué?...... luego ¿para qué invistió Jehová a esas personas escogidas para gobernar en ese reino, de los citados atributos sacerdotales?
Y preguntas todas estas, que de ninguna manera nos responderá tan “iluminado” caballero, no solo porque, como se ha puesto de manifiesto en innumerables ocasiones, no tiene ni idea de lo que está diciendo, sino porque además y de responderlas de manera correcta, quedaría desmontado todo su planteamiento. Exactamente igual que en otras cuestiones que tiene pendientes de atender, como por ejemplo, esa que hace más de un año le planteamos desde este blog, acerca de en que resurrección nos coloca a Juan el Bautista, de las dos que, según ese caballero, se nos mencionan en Juan 5:28-29; o en su caso explicarnos, de dónde saca los argumentos para esa disparatada interpretación en el sentido de que “el mar que dejará de existir” de Rev. 21:1, hace referencia a mares y océanos literales y que como burrada no está nada mal. ¡Ah! qué no se creen que alguien sea capaz de semejante animalada…… pues lean, lean:
“«Y el mar ya no existía más», significa que la nueva creación no contará con océanos, con mares literales, habiendo sido éstos eliminados como parte de la antigua creación, y porque esta fuente de innumerables y variadas riquezas dejará de tener una importancia vital.” (Negritas nuestras).
Publicado el 24 de Julio de 2010 en su blog “endefensadelafecristiana.blogspot.com”, bajo el título “La nueva creación de Dios (cielos nuevos y tierra nueva)” y al inicio del párrafo ocho. Y que debidamente replicado por nosotros, el día 1 de Agosto de 2010 bajo el tema “Cuando el absurdo supera los límites”…… aún estamos esperando una respuesta. Eso sí, lo que hemos recibido han sido varios correos insultantes y cuyo contenido hemos publicado en distintos artículos, para general conocimiento de cómo las gasta dicho caballero, cuando a alguien se le ocurre decirle que está equivocado.
Y es que en lugar de atender de forma adecuada a esos temas de evidente calado bíblico, que hemos mencionado, a lo único que se dedica es a meterse con los autores de este blog, en una clara muestra de total impotencia ante su manifiesta incapacidad de responder a las cuestiones citadas, obviamente como consecuencia de su absoluta carencia de los más elementales conocimientos bíblicos. Vean el comentario y que sin venir al caso, coloca a continuación de las frases que les hemos transcrito, en el artículo que estamos analizando:
“Si no vean amables lectores los escritos de su “agente”, no tan “secreto” ya, que lleva el nombre de Armando Lopéz Golart (El Blog de Armando López Golart).”
Y nos preguntamos nosotros, si lo más correcto no sería responder adecuadamente a las objeciones que se le han planteado, como el mejor método de dejarnos en ridículo y por supuesto, más provechoso para los que nos leen, que en definitiva es lo que nos debería de importar. Porque un servidor podrá ser un “agente” encubierto de los TJ o el bufón de la corte si así le place a D. Javier, pero la cuestión es si los planteamientos que desde este blog se publican, son correctos…… o no. Dicho de otra manera, que tanto da que el gato sea blanco o sea negro, con tal de que cace ratones; luego poca importancia tiene lo que uno pueda ser, si las afirmaciones que hace no se pueden demostrar como falsas, como es el caso que nos ocupa. Y hasta el momento (al menos con textos bíblicos por delante), de ninguna manera se ha podido probar que estemos equivocados en las objeciones que le hemos presentado a ese caballero. Sin embargo nos alegra infinito, a la par que se lo agradecemos, que nos haga tanta propaganda y dirija a sus seguidores hacia nuestra humilde página, ya que ello hará que muchos de esos lectores(esperamos que sigan su consejo) y al leer los argumentos que planteamos, quizás se pregunten un tanto sorprendidos, porque en vez del insulto y la descalificación personal como argumentos para ridiculizarnos, no se responde contundente y bíblicamente a las objeciones recibidas y demostrando con ello, lo erróneo o equivocado de su formulación.
Pero claro, para poder hacer eso, se precisan dos requisitos indispensables: en primer lugar, que la objeción presentada no sea correcta y circunstancia que, a menos que alguien nos demuestre lo contrario, no es el caso; y en segundo lugar, que el receptor de la objeción, tenga la suficiente capacidad o conocimientos bíblicos necesarios para responderla…… y que tampoco parece ser el caso. Porque ese señor y a tenor de sus insostenibles planteamientos, no resulta ser más que un analfabeto integral en cuestiones bíblicas y por ello, solo le queda el recurso de la barriobajera actitud del insulto o la descalificación personal, algo impropio de una persona con titulación universitaria. Y es que cada uno vale para lo que vale.
Pero veamos otra afirmación un tanto “dudosa” en ese artículo objeto de análisis y que prueba sin lugar a dudas, nuestra afirmación de las limitaciones bíblicas de dicho caballero. Y es que en el párrafo que vamos a transcribir, nos hace su particular “interpretación” del relato que se conoce como la parábola o ilustración de las ovejas y las cabras, que encontramos en Mat. 25:31-46:
“Cuando Cristo regrese al mundo, se «sentará en su trono de gloria para juzgar las naciones». En ese futuro tiempo, Cristo apartará a las ovejas, a sus fieles creyentes, a la derecha; y a la izquierda, a las cabras, que representan a los hombres malvados. Los primeros «heredarán la tierra» para reinar junto con él; y los segundos «irán al castigo eterno», y para esto, ante todo, los enemigos de Dios serán decapitados delante del Rey Jesucristo.” (Negritas nuestras).
Luego según dicho caballero, esas personas de condición de oveja y que Cristo coloca a su derecha, son las que han de reinar con él en el milenio y que como disparate no está nada mal. Pero antes de continuar, establezcamos un aspecto del asunto que tiene su importancia: los que gobiernan con Cristo, son solo aquellos que han sido reconocidos como Hijos de Dios y que por tanto, lógicamente, son hermanos de Jesucristo. De hecho, es así como Él los reconoce:
“Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: “Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes” .” (Juan 20:17).
Establecida esa puntualización, continuemos con la ilustración de las ovejas y las cabras. Y en primer lugar, en ella vemos que el juicio se dirige a las naciones, obviamente a las que existen en el momento de la venida de Jesucristo en gloria. Y dado que está claro, que cuando Jesucristo toma posesión de su reino, lo hace con su gobierno en pleno, o sea, que con él lo hacen sus hermanos y colaboradores (Rev. 14:1), el cupo de gobernantes ya está al completo. Luego ya nadie más, puede entrar a formar parte del mismo y reinar con Cristo. Y ello nos lo confirma, la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la razón por la que las personas de esas naciones, reciben juicio adverso o en su caso, favorable? Veamos: según el relato, Jesús coloca a su derecha a personas de esas naciones, por las cosas que han hecho por él; cuando esas personas, sorprendidas, le preguntan cuándo han podido hacer algo por él, vean cual es la respuesta de Jesucristo, registrada en el versículo 40:
“Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”.”
Y respuesta que, en sentido negativo, se repite con aquellos que han sido colocados a la izquierda de Jesucristo; luego si el juicio a las personas de las naciones, gira sobre lo que han hecho o no han hecho “al más pequeño de esos hermanos míos”, resulta que estamos hablando de dos grupos de personas distintos: por una parte, la gente de las naciones, que son juzgadas en función de lo que han hecho…… o no, a otro grupo que está formado por los hermanos de Jesucristo y por tanto, herederos con él del reino de Dios, en calidad de reyes y sacerdotes. O sea y para enfatizar la idea: se somete a juicio a las personas del grupo de las naciones, por la actitud (favorable o desfavorable) que en determinado momento han tenido para con los integrantes de otro grupo y cuyos miembros, Jesucristo reconoce como sus hermanos. Luego esas personas que son colocadas a la derecha del Hijo de Dios y que son sacadas del grupo de las naciones, no pueden, obviamente, formar parte al mismo tiempo del grupo de hermanos de Jesucristo y con respecto del cual son sometidas a juicio, no lo olvidemos. Por tanto y puesto que los colocados a la derecha de Jesús, pertenecen al grupo de las naciones y no al grupo con respecto del que han sido juzgados y que es el de los hermanos de Jesús, obviamente no pueden reinar con él, contrario a lo que afirma el Sr. Rivas con tanto convencimiento. Y esto solo es un asunto de lógica y sentido común; por lo tanto, lean ustedes la parábola en cuestión…… lo que afirma D. Javier en su artículo y compárenlo con lo que nosotros les acabamos de exponer y saquen sus propias conclusiones. ¡Ah! y no esperen que tan “entendido” caballero les explique de qué va la cosa, porque sencillamente no tiene ni idea. Pero veamos otra extraña afirmación del Sr. Rivas:
“Al terminar el Milenio, todos los malignos, sin excepción, serán resucitados para el Juicio del Gran Trono Blanco.”
De entrada, el citado Gran Trono Blanco no aparece al final del milenio, sino al inicio del mismo, ya que hace referencia al momento en que Jesús es entronizado y planteamiento que en su día desarrollamos, concretamente el 15 de Febrero de 2010 bajo el título “El gran trono blanco” y cuyos argumentos, por cierto, no nos han sido rebatidos hasta el momento. Pero dejando eso a parte, nosotros desearíamos que dicho caballero nos explicara, dónde en las Escrituras, se habla de algo parecido a una resurrección al término de los mil años del reinado de Cristo. Porque lo único que se nos dice que ocurre al final de ese período de tiempo, es lo siguiente:
“Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:7-10).
Eso es lo que, según las Escrituras, ocurrirá al término del reino milenario…… absolutamente nada más. Y no olvidemos que la Revelación se dio, para “manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder” (Rev. 1:1). Luego si al final del milenio hay una resurrección, como nos asegura D. Javier y en las Escrituras no se nos dice nada de ello, solo caben dos opciones: o bien ese señor no sabe de qué habla, o bien a Jesucristo al dar la Revelación, o el ángel al transmitirla, o a Juan al ponerla por escrito, se les quedó algo en el “tintero”: juzguen ustedes mismos. Pero veamos otra idea de tan “ingenioso” autor y que se halla en el párrafo seis del artículo que estamos analizando:
“La creencia tratada de los Testigos, no encaja con la resurrección de malos al final de la Teocracia del Señor. El propósito de que los malos sean despertados del letargo de la muerte, es únicamente para su juicio y condena de «muerte eterna», y no para otorgarles una segunda oportunidad de “vida eterna”.”
Y claro que esa idea de los TJ, no encaja con la citada resurrección del Sr. Rivas, quizás porque como hemos señalado, “resulta” que no hay tal resurrección. Y en cuanto al “propósito” que según dicho “entendido” caballero afirma, tiene la resurrección de los impíos o malos, hay algunos argumentos que demuestran lo disparatado de tal afirmación. Veamos: en primer lugar, tenemos lo que nos dice Judas 7:
“Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural, son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno.”
Luego si esas personas ya sufrieron a manos de Jehová, un castigo de fuego eterno, lo que obviamente significa que fueron destruidas eternamente, en pago por sus maldades ¿qué razón lógica habría, para que el Creador los levantara de nuevo, para volver a destruirlos por el mismo pecado por el cual ya habían sido ejecutados? ¿O es que Jehová castiga a las personas dos veces, por el mismo delito? Y es que si hiciera algo parecido y ya entrando en otro argumento, no tendrían sentido las palabras de Rom. 6:7:
“Porque el que ha muerto ha sido absuelto de su pecado.”
Otras versiones usan la expresión “justificado” o en su defecto “liberado”, o también “libertado” e incluso “redimido”. En cualquier caso, la idea es que la muerte salda cualquier deuda que pudiéramos haber contraído con nuestro Creador:
“Porque el salario que el pecado paga es muerte, pero el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” (Rom.6:23).
Ya otra cosa es que uno haya sido víctima de un juicio adverso de Jehová, como los afectados en el caso del Diluvio, o de Sodoma y Gomorra, o de los Coré, Datán y Abiram y sus seguidores en los tiempos de Moisés, etc., etc. y en cuyo caso, ya no hay resurrección posible, puesto que el juicio ha sido decretado y ejecutado directamente por el propio Jehová.
Pero veamos otro argumento contrario a lo que dice el Sr. Rivas y que además, desmonta todo su planteamiento en contra de lo afirmado por los TJ y que es el siguiente: ¿para qué guarda Jehová a Satanás durante mil años y con qué propósito lo suelta al término de los mismos? Además, si los que resucitan al momento de la venida de Jesucristo, ya han adquirido la salvación, por lo tanto la vida eterna y los que lo hacen al final de los mil años, es para ser destruidos y todo según D. Javier ¿de dónde salen entonces, esos que “numerosos como la arena del mar” (Rev. 20:7), son extraviados por Satanás?
Y nosotros ya les advertimos que dicho caballero, no responderá a ninguna de las cuestiones planteadas en este artículo, porque en cuestiones bíblicas, no sabe ni por donde la sopla el aire. Lo que sí hará, es mandarnos algún correo insultándonos, como siempre y lo cual nos tiene sin cuidado, por aquello que decimos en Cataluña (Comunidad Autónoma española) que “brams d’ase, no pugen al cel” y que traducido al español significa “rebuznos de asno, no suben al cielo”. Y con ello no pretendemos insultar a D. Javier, llamándole asno ¡nada más lejos de nuestra intención!, sino que le damos al refrán el sentido para el cual se usa y que es el de mostrar, sencillamente, que hay opiniones que no merecen ser escuchadas.
Lo que sí nos importa mucho y por eso nos ponemos hechos unos basiliscos, es cómo estas falsas enseñanzas que se publican, pueden afectar a personas no demasiado puestas en cuanto a lo que realmente nos dicen las Escrituras y apartándolas del verdadero contenido del mensaje de Cristo (Gál. 1:6-7). Y es que sin duda usted sabrá, que cuando los apóstoles le preguntaron a Jesús, que señales serían las que anunciarían su futuro regreso a la Tierra, la primera fue la siguiente:
“Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo” y extraviarán a muchos.” (Mat. 24:4-5).
Luego ya Jesús advirtió que aparecerían muchos, no solo en aquellos tiempos, sino también en los actuales, que asegurando hablar en su nombre (pomposamente se llaman “ungidos” o Hijos de Dios), extraviarían a muchos con sus falsas enseñanzas…… y siendo este el caso del citado caballero, porque nos afirma sin lugar a dudas, que es un “ungido” y que reinará con Cristo. Sin embargo, nosotros tenemos serias dudas de que ello sea así, aunque solo sea por la circunstancia de que a día de hoy, aún no hay en la Tierra personas elegidas por Dios para representarle, a la manera de los Pedro, Juan, Pablo, Santiago, etc., etc. Pero veamos que nos dice dicho caballero, en el primer párrafo del artículo que estamos analizando y hablando del primer presidente de la sociedad Watchtower:
“Engreídamente Russell declaró que leyendo sus escritos era suficiente para ser “alumbrados por la luz”. Parece ser que a este cínico y falso profeta se le olvido que la Biblia «no es de interpretación privada» (2 P.1:20), que es el espíritu santo, el Consolador, el Paracleto, el que nos ilumina para entender con claridad lo que Dios nos quiere decir exactamente. Cristo instigó a «escudriñar las Escrituras» (Jn.5:39). Nunca sugirió otra cosa fuera de ella para lograr comprenderla, como una “clave”, “forma”, o “método” determinado, como por ejemplo, los escritos espurios de Russell para vislumbrar los designios correctos de Dios para con los hombres pecadores. Es el espíritu santo es el que nos «enseña todas las cosas» (Jn.14:26), y no hombres como Russell…..” (Negritas nuestras).
Luego como ustedes pueden ver, D. Javier nos está diciendo que el tal Russell no estaba guiado por el Espíritu Santo (luego no era un “ungido”), calificándolo de “cínico y falso profeta”, a la vez que de “espurios” sus escritos…… y tiene toda la razón. Sin embargo y como “ungido” que afirma ser, se aplica a sí mismo el poseer dicho espíritu santo, a tenor de las frases que hemos señalado en negrita. Pero veamos según nos dijo Jesús, que les ocurre a aquellos que poseen dicho espíritu:
“Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye y les declarará las cosas que vienen.” (Juan 16:13).
Luego si eso fuera cierto en el caso de ese caballero, tal como nos quiere dar a entender al presentarse ante nosotros como un “ungido”, sin ninguna dificultad nos tendría que poder responder a todas las cuestiones que le hemos planteado y en una clara demostración de poseer tal espíritu de verdad. De lo contrario, tendríamos que aplicarle al señor Rivas, el mismo rasero con el que él mismo está midiendo, o sea, que es un “cínico y falso profeta” y sus escritos, tan “espurios” como los del Sr. Russell. Pero demos tiempo al tiempo y esperemos que sea capaz de dar una explicación razonable a cada una de las preguntas que le hemos formulado, de lo contrario demostrará ser, repetimos, lo que a nuestro entender realmente es…… un falso maestro y un farsante. Y si no es así, que lo demuestre dando cumplida atención a las cuestiones planteadas…… ¡a que no!
Y en cuanto a usted, querido lector, recomendarle una vez más que poniendo en cuarentena las reflexiones expuestas en este escrito y mediante el uso de su propio ejemplar de la Biblia, compruebe personalmente quién dice la verdad en cuanto a la cuestión que está en debate y que tiene que ver con lo que va a ocurrir durante el milenio. Porque lo que está claro, es que las dos partes no pueden tener razón; luego nos mienten los TJ…… o nos miente el Sr. Rivas ¡usted mismo!
MABEL
martes, 3 de mayo de 2011
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