miércoles, 19 de octubre de 2016
¿Qué son, las “riquezas de las naciones”, mencionadas en Isa. 60:11?
Uno de los requisitos fundamentales para entender la Biblia, no nos cansaremos de repetirlo, es un claro conocimiento del contexto escritural y cuya carencia lleva a conclusiones totalmente erróneas, cuando no a disparatadas elucubraciones; y aunque no es tan estrepitoso el caso que hoy nos ocupa, lo cierto es que deja en muy mal lugar a la persona que incurre en dicho error. Ese es el caso del autor de un correo que hemos recibido, como respuesta a nuestro último artículo (13/10/16) y que, recordemos, finalizábamos con el siguiente párrafo:
“Palabras que nos garantizan autosuficiencia, verdadera paz y, sobre todo, según el versículo 24, el atento y amoroso cuidado de nuestro Creador por medio de Su gobierno en la tierra, presidido por Su Hijo Jesucristo…… por cierto: dicho gobierno no nos cobrará impuestos.”
Y siendo que el autor de dicho correo, tal parece que anda un poco “escasillo” en cuanto al manejo del contexto escritural referido, veamos el matiz que nos apunta y usando el pasaje de Isa. 60:11-12 como probatorio de la supuesta veracidad de dicha aseveración y que nos transcribe de la RV 1960:
“Impuestos no, pero sí serán bienvenidas las riquezas de las naciones...Isaías 60:11 Tus puertas estarán de continuo abiertas; no se cerrarán de día ni de noche, para que a ti sean traídas LAS RIQUEZAS DE LAS NACIONES, y conducidos a ti sus reyes. 60:12 Porque la nación o el reino que no te sirviere perecerá, y del todo será asolado.”
Luego todo parece indicar que dicho comunicante da por sentado que con lo de “las riquezas de las naciones” se hace referencia a riquezas literales, eso es, lo que podría ser oro, plata, papel moneda, joyas, etc. y lo cual no parece cuadrar con la lógica más elemental y mucho menos con el mencionado contexto bíblico; porque si estamos hablando del reino de Dios, excelso en gloria y majestad, no entendemos muy bien que pintan en ese panorama las riquezas materiales que le tienen que ser ofrendadas…… máxime, cuando y como apuntábamos en el artículo citado, estaríamos hablando de personas autosuficientes y por lo que para nada precisan de dinero para subsistir:
“Y ciertamente edificarán casas y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. 22 No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal (luego queda claro que en el reino de Dios no habrá asalariados, ni nadie que trabaje por dinero). 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová y sus descendientes con ellos. 24 Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.” (Acotación nuestra).
Nada de lo leído, entonces, nos permite suponer la existencia de dinero y entendiendo a este como riqueza, siendo como es además que en ese tiempo nuestras peticiones serán atendidas por el propio Dios Altísimo por medio de su gobierno encabezado por Jesucristo…… luego ¿qué falta hará el dinero tal como lo conocemos, cuando además este es un invento satánico para exaltar la codicia del ser humano? No podemos olvidar que el sentido primario del término “riqueza” es abundancia de dinero…… porque uno es “rico” cuando tiene mucho dinero; pero veamos la advertencia divina sobre el particular:
“Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.” (1 Tim. 6:9-10).
Por lo que carecería de sentido el que dicha fuente de perturbación no fuera eliminada totalmente de la faz de la tierra en el reino de Dios venidero, cuando lo que se nos dice en las Escrituras es lo siguiente:
“Al estar bajo prueba, que nadie diga: “Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a prueba él mismo a nadie.” (Sant. 1:13).
Pudiéndose entender por tanto, que si nuestro Creador permitiera la existencia del “vil metal” dentro de su reino, en cierto grado asumiría la responsabilidad de que uno pudiera ser probado y caer en el “envite”, algo que nos lleva a la lógica cuestión planteada por Abraham en su momento y que encontramos en Gén. 18:25b:
“¿El Juez de toda la tierra, no va a hacer lo que es recto?”
Algo del todo impensable para el bueno de Abraham e idea que compartimos todos y que en este caso “lo recto” es el eliminar de Su reino todas las causas de tropiezo, dado que todas las personas que alcancen dicho reino, es porque confían ciegamente en Él (Deut. 32:4)…… y hasta aquí, lo que tiene que ver con la lógica antes mencionada del porqué en Isa. 60:11 no se nos puede estar hablando de dinero o cosas materiales de un valor determinado. Pero ahora veamos la cuestión desde el punto de vista contextual y con ello, el por qué en dicho pasaje de ninguna manera se nos puede estar hablando de “riquezas” materiales cuando se nos cita de “las riquezas de las naciones” sino de otra cosa; veamos al respecto lo que se nos dice en el contexto bíblico, en este caso sito en el pasaje de Ageo 2:7:
“... “Y ciertamente meceré todas las naciones y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar; y ciertamente llenaré de gloria esta casa”, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Ahora situemos el pasaje leído en su debido contexto y con lo que nos encontramos con que ese “mecer” de todas las naciones (eso es, como el pasar por un cedazo con un efecto separador) tiene que ver con el momento de juicio venidero y en donde uno tendrá que decidir de qué parte está: si a favor del gobierno del hombre por el hombre como tenemos ahora o, por el contrario, posicionarse por el gobierno del reino de Dios sobre la humanidad (ver nuestro escrito del 25/06/15)…… y si ello es así, la pregunta es obvia ¿cuáles serían entonces y desde esa perspectiva “las cosas deseables de las naciones”? Pues sencillamente aquellas personas que se hayan posicionado a favor del propósito divino de establecer Su reino sobre la tierra y que con su actitud de reconocimiento al derecho del Altísimo de gobernar sobre su creación “llenarán de gloria” la casa de Dios…… y que en este caso se podría inferir o entender como “casa de Dios”, al venidero reino del Altísimo (Dan. 2:44) en manos de Jesucristo; personas de las que se nos habla en Rev. 7:13-15:
“Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación (eso es, que sobreviven a la misma, por su actitud receptiva) y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo (eso es, alabando y glorificando); y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.” (Acotaciones nuestras).
Y es que no tendría sentido alguno que un reino divino que se supone que tiene que cambiar la tierra como de la noche al día, continuara manteniendo las riquezas materiales, repetimos, de origen satánico, como máximo exponente de la pleitesía rendida al rey delegado de Jehová Dios en la llamada “Nueva Jerusalén”. Que ello no puede ser así, queda claramente expuesto en un pasaje en donde nuestro Creador nos dice en qué cosas se complace Él y que son las que nos pide de vuelta, a cambio de su amoroso cuidado:
“¿Con qué me presentaré a Jehová? ¿Con qué me inclinaré ante Dios en lo alto? ¿Me presentaré con holocaustos, con becerros de un año de edad? 7 ¿Se complacerá Jehová con miles de carneros, con decenas de miles de torrentes de aceite? ¿Daré mi hijo primogénito por mi sublevación, el fruto de mi vientre por el pecado de mi alma? 8 Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti, sino ejercer justicia, amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miq. 6:6-8).
Requisitos que son consustanciales con el ser humano, eso es, que no tenemos que ir a conseguirlos en algún lado, sino que los tenemos en nuestros propios genes; por lo que la mayor ofrenda que le podemos hacer a nuestro Creador como “compensación” (por decirlo de alguna manera) por todo lo que ha hecho y hará por nosotros, es sencillamente potenciarlos y que estos nos guíen constantemente en nuestra relación con nuestro Supremo Hacedor…… tanto en este mundo, como en el mundo por venir.
Luego todo considerado, queda claro (obviamente, a nuestro entender) que en Isa. 60:11 no se nos puede estar hablando de “riquezas” materiales, sino de riquezas “morales” como la más valiosa ofrenda que podemos presentar ante el Dios Altísimo a través de Su rey delegado, Jesucristo…… tanto en nuestros días, como ya cuando estemos dentro del cercano reino de Dios. Por lo tanto, el autor del correo analizado se ha equivocado en su conclusión, al afirmar que en el citado pasaje se nos estaría hablando de “riquezas materiales”…… y todo ello, por un total desconocimiento del contexto escritural; y siendo cierto que el error se podría considerar como “venial” a efectos prácticos, no es menos cierto que el mismo descalifica a quién dándoselas de “teólogo” y como es el caso que nos ocupa, pretende enseñar de las Escrituras en su página de videos en YouTube y en lo que es un auténtico despropósito.
Por lo que nuestro consejo es el de que se aseguren muy mucho de todo aquello que algunos les cuentan que dicen las Escrituras, eso es, por medio de investigación personal de estas y poniendo “negro sobre blanco”, incluso si los que se lo cuentan somos nosotros…… y es que nosotros, también nos podemos equivocar.
MABEL
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jueves, 13 de octubre de 2016
La indiscutible veracidad de Ecles. 8:9.
A lo largo de la historia humana, el hombre ha experimentado con toda forma de gobierno, bien sea monarquía, teocracia, república, dictadura, democracia, comunismo y todos los etc. que usted quiera añadirle, para llegar a la misma conclusión: la democracia es la forma de gobierno “menos mala” de todas las experimentadas y que se define como “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de éste a elegir y controlar a sus gobernantes”.
Lo cual está muy bien y cualquiera apostaría por ello…… lo que ocurre es que la realidad desmiente dicha afirmación; pero no adelantemos acontecimientos y hagamos un poco de historia: se especula con que la “democracia” nació en la Grecia antigua durante la primera parte del siglo VI a. E.C., cuando un legislador llamado Solón (considerado uno de los Siete Sabios de Grecia) hizo unas reformas constitucionales que mejoraron la suerte de los pobres y pusieron el fundamento para un gobierno democrático. Lo cierto es que en la ciudad-estado de Atenas se ensayó un gobierno aparentemente democrático (la palabra “democracia” viene del griego dé•mos, “pueblo” y krá•tos, “gobierno”), en el que todos los “ciudadanos” formaban el cuerpo legislativo y tenían voz y voto en la asamblea. Sin embargo, la cosa ya empezó viciada, pues dicha capacidad solo la tenían los ciudadanos libres del país y que eran una minoría con derechos, mientras que ni a las mujeres, ni a los residentes nacidos en el extranjero, ni a los esclavos, se les reconocía el derecho a la ciudadanía; por lo que si tenemos en cuenta que más de una tercera parte de la población de muchas de las ciudades-estado estaba formada por esclavos y que eran los que conformaban esa mano de obra que permitía a los “ciudadanos” tener el tiempo libre que necesitaban para participar en la asamblea política (¿les suena eso de algo?), ya tenemos el mismo espectáculo que se visualiza hoy, con una leve diferencia: a los esclavos de hoy día, se nos llama eufemísticamente “contribuyentes”…… por lo demás, estamos en las mismas.
Sin embargo y de hecho, tal parece que el primer ejercicio de “democracia” lo encontramos mucho antes en las Escrituras, cuando se nos hace referencia a un pueblo que, siendo gobernado por su propio Creador, en un momento dado decidieron “soberanamente” ser como las naciones de su alrededor…… pero dejemos que sea el relato que encontramos en 1 Sam. 8:4-18, el que nos cuente los “intríngulis” de dicha decisión:
“Con el tiempo todos los ancianos de Israel se juntaron y vinieron a Samuel, a Ramá, 5 y le dijeron: “¡Mira! Tú mismo te has hecho viejo, pero tus propios hijos no han andado en tus caminos. Ahora bien, nómbranos un rey que nos juzgue, sí, como todas las naciones (de su alrededor)”. 6 Pero aquella cosa fue mala a los ojos de Samuel, puesto que habían dicho: “Sí, danos un rey que nos juzgue”; y Samuel se puso a orar a Jehová. 7 Entonces Jehová dijo a Samuel: “Escucha la voz del pueblo (ya tenemos la “democracia” en marcha) en cuanto a todo lo que te digan, porque no es a ti a quien han rechazado, sino que es a mí a quien han rechazado de ser rey sobre ellos. 8 De acuerdo con todas sus obras que ellos han hecho desde el día en que los hice subir de Egipto hasta este día, al seguir dejándome y sirviendo a otros dioses, así te están haciendo también a ti. 9 Y ahora escucha su voz. Solo esto, que debes advertirles solemnemente y tienes que informarles del debido derecho del rey que reinará sobre ellos”.” (Acotaciones nuestras).
Pausemos un momento para señalar el hecho de que ya fueron advertidos del costo de tener un gobierno encabezado por un rey humano y que era el siguiente, según se lee en los versículos 10-18:
“De modo que Samuel dijo todas las palabras de Jehová al pueblo que estaba pidiéndole un rey. 11 Y procedió a decir: “Este llegará a ser el debido derecho del rey que reinará sobre ustedes: A los hijos de ustedes los tomará y los pondrá como suyos en sus carros y entre sus hombres de a caballo y algunos tendrán que correr delante de sus carros; 12 y nombrará para sí jefes sobre millares y jefes sobre cincuentenas y algunos para hacer su trabajo de arar y para segar sus cosechas y para hacer sus instrumentos de guerra y los instrumentos de sus carros (embrión de lo que se denomina actualmente como “la administración del estado” y que le cuesta un ojo de la cara al contribuyente, siendo como es, además, un foco de corruptelas). 13 Y a las hijas de ustedes las tomará como mezcladoras de ungüento y cocineras y panaderas. 14 Y los campos de ustedes, sus viñas y sus olivares, los mejores, los tomará y realmente los dará a los siervos de él (actualmente a eso se la llama corrupción). 15 Y de las sementeras y de las viñas de ustedes tomará el décimo y ciertamente los dará a los oficiales de su corte y a sus siervos. 16 Y a los siervos y a las siervas de ustedes y sus mejores manadas, así como sus asnos, los tomará y los tendrá que usar para su trabajo. 17 De los rebaños de ustedes tomará el décimo y ustedes mismos llegarán a ser de él como siervos. 18 Y ustedes ciertamente clamarán en aquel día a causa de su rey (obviamente, en clara recusación) que ustedes se han escogido, pero Jehová no les contestará en aquel día”. (Acotaciones nuestras).
Y de nuevo la preguntita de marras…… ¿les suena eso de algo? En todo caso y siendo la cuestión que la nación de Israel “hizo un pan como unas tortas” con tal decisión, la pregunta sería ¿y cómo ha derivado la cuestión hasta llegar a los tiempos actuales? Y por aquello de no herir susceptibilidades y provocar con ello un “conflicto internacional”, nos ceñiremos a la situación que tenemos en España y con el convencimiento de que en todas partes “se cuecen habas”, por lo que la situación es extrapolable al resto del “mundo mundial”; porque veamos como tenemos “el patio” por estos lares: la “parroquia” está que trina y “hasta el moño” de sus gobernantes, lo que hace que las encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) sean un auténtico “manifestódromo” (perdón por el “palabrejo”) del desaliento, cuando no del cabreo más absoluto. Y es que ya no quedan ciudadanos en sus cabales que consideren buena la situación política actual, fundamentalmente después del reciente descalabro de uno de los partidos políticos más importantes de la escena española (PSOE), que junto con el PP (actualmente en el gobierno y “en funciones” tras dos elecciones generales y todo parece presagiar que abocados a unas terceras), conformaban lo que se daba en llamar el “bipartidismo” (eso es, los que de manera intermitente se han ido turnando en el gobierno de España) y ambos partidos, corrompidos hasta las cejas.
La cuestión, es que más de la mitad del “populacho” considera a los políticos, a los partidos, a la política en general y a “la madre que los fundó”, como el gran problema que afecta a la nación; porque una cata más (entiéndase unas terceras elecciones) y la clase política española habrá hecho lo inimaginable: adelantar en las encuestas a la corrupción como el problema nacional más grave, cuando hasta el momento había ocupado el tercer lugar (que tampoco es para tirar cohetes) por detrás de dicha corrupción y del llamado “paro”…… ¡todo un logro, oigan! Y a la razonable pregunta de porque esa caída en el aprecio popular, lo más probable es que hubiera tantas razones como personas preguntadas, pero todas coinciden en la misma dirección: quienes tienen el encargo de resolver los problemas de los que los votan, no lo hacen, sino que más bien intentan medrar en la política anteponiendo su situación personal a la de aquellos que con su voto les han aupado a su posición de privilegio.
Y estaríamos hablando de una clase gobernada que ha sufrido brutales recortes en su nivel de vida y en sus derechos, que tiene serias dificultades para dar educación de sus hijos, que le cuesta horrores llegar a fin de mes, que ve como su hijos en edad de trabajar son explotados con contratos basura (por unos pocos meses, o días e incluso solo por horas) y miles de hogares en los que no entra un sueldo ni ayuda alguna por largo tiempo…… ¿y con qué se encuentran esos “contribuyentes” (otrora “esclavos”), cuando giran la cabeza hacia esos políticos que un día demandaron su voto, ofreciéndoles “el oro y el moro” a cambio del mismo? Pues solo ven a unos instalados en un mundo feliz de estadísticas venturosas y negando los demoledores datos como los de “Cáritas” (organización benéfica de la Iglesia Católica en España), en su realista denuncia de las penurias por las que pasan cientos de miles de ciudadanos y que tienen que acudir a sus comedores sociales para poder sobrevivir; también ve esa clase gobernada, a sus políticos entregados en sus asuntos de partido y siempre con la mira de mantener el “carguito” (remunerado económicamente ¡faltaría más!) dentro del mismo y obedeciendo por tanto a “la voz de su amo”, entiéndase máximo dirigente del mismo y que es el que reparte “el alpiste”, eso es, los susodichos cargos. Y para acabar de arreglar la cosa, el incauto votante ve a un tercer grupo dedicado a formular estrategias sobre cómo ganar y conservar el poder, obviamente en beneficio propio…… todos, los unos y los otros, totalmente ajenos a lo que ocurre y se sufre en el cuerpo de la sociedad que los ha aupado al poder, para solucionar los problemas que a la misma le afectan.
¿Alguien, quizás se preguntara usted, se dará por aludido ante tan estruendosa censura pública? Pierdan toda esperanza, pues la autocrítica y mucho menos la aceptación de la crítica ajena, no figuran en el ADN de quienes ostentan la función pública, dado que los llamados “aparatos” de los partidos son totalmente insensibles a las señales de alerta de los sensores sociales; todo ello agravado por la nefasta actitud de los portavoces de los distintos partidos que cuando acuden a debates públicos en los medios de comunicación se limitan, incapaces como son de hacer un discurso medianamente coherente, en descalificar al adversario y responsabilizarle de todo los males que aquejan a la sociedad que su propio partido gobierna, lo que ya es la “repera”…… y siendo esta actitud, probablemente, la que más animadversión genera en contra de la política y de los que la ejercen.
A todo ello, aflora otra pregunta y que sería la siguiente ¿cuántas encuestas harían falta para que la clase política ganara algún prestigio y con ello la confianza del ciudadano? Según la opinión del votante, a este paso muchas, pues llevamos en España más de un decenio teniendo la política como el gran problema nacional en todas las encuestas de opinión, una percepción totalmente negativa que va empeorando a medida que pasa el tiempo y se suceden los casos de corrupción, por lo que no hay el menor atisbo de enmendar la situación. Y siendo cierto que la generalización suele ser injusta, pues políticos honrados “haberlos haylos”, no es menos cierto que estos suelen ocupar cargos irrelevantes y en donde no vale la pena el “trinque”, pues no hay nada que “trincar”; ya otra cosa es la llamada “gran política” en donde los políticos y los partidos a los que estos representan, se han metido en todos los rincones y han ocupado todos los espacios, desde las instituciones hasta los organismos deportivos y corrompiéndolo absolutamente todo con el consiguiente rechazo de la sociedad y ello con ribetes de divorcio total, por lo que la cosa puede acabar como “el rosario de la aurora”, eso es, a “guantazo limpio” y con un agravante: la situación que hemos planteado hasta el momento, refleja exactamente lo que ocurre a nivel mundial y sin excepción alguna…… de ahí esa expresión tan extendida y en la que se afirma que “el poder corrompe”. Pero a todo eso no les hemos mostrado aún, lo que dice el pasaje bíblico señalado en el titular de este escrito y que resume a la perfección, todo lo dicho hasta el momento:
“Todo esto he visto y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.”
Añade peso a estas palabras, el hecho de que fueron dichas por un rey, en este caso el rey Salomón y que algo sabría del tema; y palabras que, como acabamos de señalar, se ven refrendadas por la brutal situación social, económica y moral que se vive en el planeta tierra y que según todos los indicios, nos está acercando inexorablemente al borde del precipicio de la propia extinción y por lo que la pregunta solo puede ser una ¿cómo se puede evitar, tan desastroso final? Pues sencillamente, por medio de una acción democrática…… sí, sí, como lo está leyendo: por medio de un referéndum “democrático”.
Porque a no tardar mucho y con ello nos estamos refiriendo a que usted que nos está leyendo y prescindiendo de la edad que tenga (mire si está cercana la cosa) tendrá que participar en el mismo, va a llevarse a cabo un “referéndum” de ámbito global para decidir si deseamos continuar con un sistema de gobierno regido por el hombre o, por el contrario, deseamos volver a estar bajo una Teocracia representativa en la figura de Jesucristo, como rey delegado por Jehová Dios…… en cualquier caso a ser gobernados de nuevo por el Dios Altísimo. Que ello será así, ya fue anunciado hace casi dos mil años por ese futuro rey, cuando vino a escoger a aquellos que en su momento tendrían que reinar a su lado…… pero leamos lo que se nos dice en Mat. 24:14:
“Y estas buenas nuevas del reino (la inminente instauración del reino de Dios en la tierra) se predicarán (notemos que la expresión verbal está en tiempo futuro) en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces (o sea, una vez predicadas dichas “buenas nuevas”) vendrá el fin (o destrucción de este sistema de cosas corrupto, tal como ahora lo estamos sufriendo).” (Acotaciones nuestras).
Predicación que tendrá una duración de tres años y medio o “1.260 días”, según Rev. 11:3 y en la que cada uno tendrá que fijar su posición, en el sentido de aceptar dicho reino de Dios y sujetarse a sus normas o, en su defecto, rechazarlas y atenerse a las consecuencias…… consecuencias que conocemos de antemano, pues están registradas en las Escrituras de forma clara y que son estas:
“Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante (estaríamos hablando del momento del regreso del Hijo de Dios a la tierra y al término de la mencionada predicación), al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido conocerlo) a Dios y sobre los que no obedecen (más bien al contrario, las han rechazado) las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza…” (2 Tes. 1:6-9). (Acotaciones nuestras).
Insistimos en el hecho que dicha negativa retribución irá dirigida contra aquellos que se opongan al establecimiento del reino de Dios sobre la tierra; por el contrario, aquellos que acepten la nueva gobernación gozarán de la oportunidad de poder vivir eternamente, en un mundo convertido en un paraíso y en donde ya no existirán cosas tales como las enfermedades, la pobreza, la contaminación, la violencia, la vejez, las guerras, las discapacidades físicas…… ¡hasta la muerte, será cosa del pasado! Y para una información más detallada al respecto, pueden leer nuestro escrito del 01/09/16 (entre otros) y en el que no solo hablamos de los beneficios a adquirir, sino también del momento en que podemos esperar que estos se hagan realidad.
Todo considerado, la conclusión es que solo falta un suspiro para que esos gobiernos plagados de corrupción que viven a costa de la extorsión a los ciudadanos, antes esclavos, posteriormente “contribuyentes” (en todo caso “paganos”) para los que dicen “trabajar” sean cosas del pasado y, por el contrario, la situación de aquellos que entren al reino de Dios como súbditos del mismo, será tan idílica como lo reflejan las siguiente palabras:
“… “Y ciertamente edificarán casas y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. 22 No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová y sus descendientes con ellos. 24 Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.
25 El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”, ha dicho Jehová.”
Palabras que nos garantizan autosuficiencia, verdadera paz y, sobre todo, según el versículo 24, el atento y amoroso cuidado de nuestro Creador por medio de Su gobierno en la tierra, presidido por Su Hijo Jesucristo…… por cierto: dicho gobierno no nos cobrará impuestos.
MABEL
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lunes, 3 de octubre de 2016
Cómo estudiar la Biblia, para poder entenderla.
Y es que cuando uno habla de la Biblia, no está hablando de un libro de aventuras o de una novela de misterio, eso es, relatos que tienen un principio, un cuerpo y un final, todo ello siguiendo un elaborado desarrollo que nos lleva a una conclusión lógica, prescindiendo que esta nos guste o no…… pero la Biblia no es esto. En este sentido, estaríamos ante una narración aparentemente deslavazada, pues no estamos tratando de un libro al uso que siga una determinada línea argumental, sino de un conjunto de 66 libros de distintos autores, distintas épocas, en diferentes circunstancias, etc. etc.; estos están divididos en dos grupos y que coloquialmente identificamos como el “Antiguo Testamento” (33 libros) y el “Nuevo Testamento” (27 libros, básicamente cartas cruzadas entre diversas congregaciones del primer siglo) que en conjunto conforman un todo armonioso y por medio del cual nuestro Creador se pone en contacto con su creación, explicándonos porque estamos como estamos, cómo piensa arreglarlo, los pasos que para ello ya ha dado y sobre todo, qué es lo que uno tiene que hacer para beneficiarse de dicho arreglo…… lo que hace de la Biblia un libro único y el más importante de todos los tiempos, para el ser humano.
Lamentablemente, el ser humano ha hecho todo lo necesario para apartar la Biblia de su vida, bajo el pretexto de que es un libro antiguo, desfasado para nuestros tiempos y encima, que es “muy difícil de entender”. Sin embargo, desde este blog siempre hemos preconizado la idea de que la Biblia es fácil de entender…… lo que no significa que todos puedan hacerlo y que es algo muy distinto, porque veamos: en primer lugar y como tantas veces hemos resaltado, ese conjunto de libros también conocido como “Las Escrituras” solo se puede entender si el Dios Altísimo se lo permite a uno, según aseveró Su propio Hijo:
“En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales (aquellos que se las dan de “teólogos”) y las has revelado a los pequeñuelos (o a los humildes que se esfuerzan por entenderla). Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.” (Luc. 10:21). (Acotaciones nuestras).
Pero ello no quita que uno tenga que aportar su “granito de arena” para tomarle el “tranquillo” al asunto y cuestión que pasa, ineludiblemente, por conocer primero el contexto bíblico y para lo cual uno tiene que haberse leído la Biblia muchas veces, lo que denotaría un sincero deseo de aprender de ella y que nuestro Creador no pasa por alto, según afirmó Jesús en el relato, lleno de lógica, que encontramos el Luc. 11:5-13:
“Además, les dijo: “¿Quién de ustedes tendrá un amigo e irá a él a medianoche y le dirá: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío acaba de venir a mí de viaje y no tengo qué poner delante de él”? 7 Y aquel, desde dentro, en respuesta dice: “Deja de causarme molestia. La puerta ya está asegurada con cerradura, y mis niñitos están conmigo en la cama; no puedo levantarme y darte nada”. 8 Les digo: Aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, ciertamente por causa de su persistencia atrevida se levantará y le dará cuantas cosas necesite. 9 Por consiguiente, les digo: Sigan pidiendo y se les dará; sigan buscando y hallarán; sigan tocando y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide recibe y todo el que busca halla y a todo el que toca se le abrirá. 11 Realmente, ¿qué padre hay entre ustedes que, si su hijo pide un pescado, le dará acaso una serpiente en vez de un pescado? 12 ¿O si también pide un huevo, le dará un escorpión? 13 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo, espíritu santo (en este caso, para entender Su Palabra) a los que le piden!”. (Acotación nuestra).
Lamentablemente, circunstancia esta que no se da en la mayoría de los que hablan o escriben acerca de ella (algunos tal parece que en lugar de la Biblia, lo que han leído son solo los episodios completos de “El guerrero del antifaz”); en segundo lugar y como factor importantísimo, hay que saber leer con un mínimo de corrección y lo que significa el entender aquello que se lee, logro que no está al alcance de muchos y algo que queda refrendado en la siguiente noticia de prensa: “Los adultos españoles, los segundos de Europa que peor entienden lo que leen”. Situación (suponemos nosotros), extrapolable a otros países del planeta y concretamente en zonas de habla hispana, como pudiera ser América Latina y algo que queda reflejado en los correos que en este blog se reciben y cuya redacción, salvo honrosas excepciones, es manifiestamente mejorable y por aquello de ser suaves; vean sino, el que van a leer a continuación y que ha dado pie a este artículo, pues en el mismo se objeta a nuestro escrito del 28/09/16:
“que hay de los profeta (como daniel** fueron santos
los reyes(como david fueron ungidos
los sacerdotes(como aaron
elegidos
libro de oseas 6 : 1 hasta 3”
Recordemos que en el artículo mencionado se señalaba que solo unas pocas personas son las que accederán a reinar con Cristo en el reino de Dios y algo con lo que nuestro comunicante no parece estar de acuerdo; pero antes de continuar, permítannos una pequeña licencia y por aquello de que “hablando claro, es como se entiende la gente”: una persona que es capaz de redactar de manera tan pésima (tal cual nos ha llegado el correo y como tenemos por costumbre, así lo hemos publicado), es obvio que no está capacitada para entender las Escrituras y probablemente, ni los argumentos que desde este blog y en defensa de nuestro planteamiento, le podamos presentar. Pero no obstante y por aquello de que no se nos acuse de usar esa circunstancia como una mera excusa para no responder a dicha objeción, teniendo en cuenta además que sí hay personas que leen y redactan correctamente (por ejemplo, muchos de nuestros lectores), por lo que sí entenderán lo que en nuestro descargo expondremos, vamos a desarrollar las cuatro ideas que nos plantea dicho comunicante para rebatir nuestra línea argumental en el artículo objeto de debate:
1º: Los profetas también fueron “santos”, por ejemplo, Daniel.
Digamos en primer lugar, que no podemos pasar por alto el hecho de que el término “santo” y en un sentido estrictamente religioso, no tiene otra significación que señalar aquello que está separado para, o dedicado a Dios y, por lo tanto, apartado del uso secular…… luego nada que en sí mismo de lugar a un status especial y que en este caso sería el de gobernar con Cristo en el reino venidero. Por otra parte tenemos que esa misma palabra no solo se aplicaba a personas, sino también a lugares y cosas, como por ejemplo, al templo de Jerusalén, a los utensilios y vestiduras usadas para la adoración en el mismo, a la ciudad de Jerusalén, etc. etc. y ello no hace que todas estas cosas tengan que figurar también como “gobernantes” con Cristo en el reino de Dios. Por lo tanto y en un sentido lineal, cuando se aplica el término “santo” a personas significa que uno está dedicado al servicio de Dios, como en este caso lo fueron los profetas en sus respectivas comisiones y sin que ello les proyecte necesariamente hacia una asignación mayor como sería, insistimos en ello, el reinar con Cristo en el reino; veamos el ejemplo de Jeremías y como nos lo explica él mismo:
“Y empezó a ocurrirme la palabra de Jehová, diciendo: 5 “Antes de estar formándote en el vientre, te conocí; y antes que procedieras a salir de la matriz, te santifiqué…… profeta a las naciones te hice”.” (Jer. 1:4).
Eso es, que fue comisionado como profeta en un ámbito determinado…… y nada más. En otro orden de cosas, no nos consta el caso de algún profeta que se hubiera postulado para reinar con Cristo en el reino de Dios; de hecho, el mismísimo Daniel no personalizaba en sí mismo cuando habló de “los santos”, sino que se refería a unos terceros y a los que calificó como “los santos del supremo” (Dan. 7:18), que en un futuro tomarían posesión del citado reino…… que ello es tal como lo decimos, queda reflejado por una contundente afirmación que en su momento hizo Jesús y con referencia a un prominente personaje, como fue Juan “el bautizante”:
“Mientras estos iban por su camino, Jesús comenzó a decir a las muchedumbres respecto a Juan: “¿Qué salieron a contemplar en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 8 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿A un hombre vestido de prendas de vestir suaves? ¡Si los que llevan prendas de vestir suaves están en las casas de reyes! 9 Verdaderamente, pues, ¿por qué salieron? ¿A ver a un profeta? Sí, les digo y mucho más que profeta. 10 Este es aquel acerca de quien está escrito: ‘¡Mira! ¡Yo mismo envío a mi mensajero delante de tu rostro, que preparará tu camino delante de ti!’. 11 En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor (o profeta mayor) que Juan el Bautista; más el que sea de los menores en el reino de los cielos, es mayor que él.” (Mat. 11:7-11). (Acotación nuestra).
Notemos que aunque Jesús lo resaltó como el profeta más grande que jamás haya existido, también señaló que el “menor” de los que participarían en el gobierno del reino de Dios, sería y en orden de importancia, “mayor” que Juan; luego una conclusión lógica del pasaje que acabamos de leer, lo que nos indica es que Juan no formará parte del grupo de gobernantes que acompañarán a Cristo en la gobernación de dicho reino, pues si el “menor” de esos gobernantes, ya era “mayor” que Juan, es obvio que éste no se podía contar entre ellos…… cuanto menos entonces, el resto de profetas que fueron considerados por el propio Hijo de Dios como “menores” que Juan. Claro, ello nos lleva a preguntarnos quiénes serían entonces los primeros que accederían a formar parte de tan selecto grupo y algo que Jesús dejó muy claro en el versículo siguiente a los leídos, eso es, en el verso 12:
“Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora (o “en adelante”), el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres y los que se adelantan con ardor se asen de él.” (Acotación nuestra).
Partiendo de esas palabras y que no dejan lugar a duda alguna, es a partir de Juan “el bautizante” cuando fue abierta la posibilidad de alcanzar uno el reinar con Cristo en el venidero reino, en calidad de inmortal rey y sacerdote. No es menos cierto que solo las versiones TNM y de la que hemos transcrito el pasaje citado, la NVI, la NBD y la TLA traducen el citado pasaje en este sentido, pues el resto de traducciones lo vierten un poco más “enrevesadillo” y como se aprecia en este ejemplo tomado de la NTV:
“Desde los días en que Juan el Bautista comenzó a predicar hasta ahora, el reino del cielo ha venido avanzando con fuerza y gente violenta lo está atacando.”
Sin embargo y ante tan aparente discrepancia de planteamiento, lo que queda meridianamente claro es una cosa: que fuere lo que fuere que ocurriera referente al reino de Dios, eso tuvo que iniciar después de Juan y por lo que los profetas, reyes o sacerdotes anteriores a éste no tuvieron arte ni parte en ello, luego no pueden acceder a dicho gobierno y mucho menos el “atacarlo”; dicho lo cual, analicemos ahora la segunda de dichas objeciones y que dice así:
2º: Los reyes también fueron “ungidos”, por ejemplo, David.
Decir en primer lugar, que el “ungimiento” como tal en esos tiempos no era más que una ceremonia en la que se reconocía públicamente la autoridad de una persona sobre el resto, para ocupar determinado cargo y por medio del acto ritual de derramar óleo santo (una mezcla perfumada, ver 1 Sam. 10:1) sobre su cabeza, acto que se conocía como “ungir” al elegido o escogido de Dios para llevar a cabo determinada comisión…… pero que nada tenía que ver con el reinar con Cristo en el reino de Dios; de hecho y en el caso del primer rey de Israel, fue “ungido” para llevar a cabo el siguiente cometido:
“Entonces Samuel dijo a Saúl: “Jehová me envió para ungirte por rey sobre su pueblo Israel (para nada más); y ahora escucha la voz de las palabras de Jehová.” (1 Sam. 15:1). (Acotación nuestra).
Como posteriormente también lo fue David, Salomón y los sucesivos reyes que gobernaron sobre el antiguo Israel…… pero eso no les colocaba en una posición de privilegio para formar parte en el gobierno del reino de Dios, como queda claro de lo que hemos leído en Mat. 11:7-12; veamos ahora la tercera objeción.
3º: Los sacerdotes también fueron “elegidos”, por ejemplo, el hermano de Moisés, Aarón.
Y por lo que nos encontramos con la misma, cuando leemos dicho episodio en las Escrituras y tomado de la LBLA:
“Entonces harás que se acerque a ti, de entre los hijos de Israel, tu hermano Aarón, y con él sus hijos, para que me sirvan como sacerdotes: Aarón, con Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.” (Éxo. 28:1).cómo estudiar
Porque dichos personajes fueron escogidos o elegidos, para ejercer el papel de sacerdotes (Aarón en calidad de Sumo Sacerdote) en el Tabernáculo de Dios y para nada más; entonces queda claro que Jehová Dios escogió a esas personas (como a otras muchas) para desarrollar una función determinada: Jeremías como profeta, David como rey de Israel y Aarón, como Sumo Sacerdote, sin que ello significara que tuvieran que reinar con Cristo en el reino de Dios por venir y para lo cual el Dios Altísimo escogió a otros, como queda claro e insistimos en la idea, de la lectura de Mat. 11:7-12…… a menos eso sí, que el Hijo de Dios nos mintiera y que no parece ser el caso. Por otra parte, no podemos pasar por alto el hecho de que los términos “ungido”, “elegido” o “escogido” son consustanciales entre sí, dado que como hemos dicho el “ungimiento” no era más que el ritual mediante el que se comunicaba al pueblo que dicha persona había sido “elegida” o “escogida” por Dios para servirle en determinada comisión: bien fuera para ser rey, profeta, juez o sacerdote. Aclarados ya estos tres puntos, veamos ahora el cuarto y último, que según el autor del correo que estamos analizando tiene directa relación con lo que nos acaba de plantear en los primeros tres puntos:
4º: Lo dicho en Ose. 6:1-3.
Luego veamos lo que en ese pasaje se nos dice y a ver que sacamos en claro de ello:
“Vengan y regresemos de veras a Jehová, porque él mismo ha despedazado, pero él nos sanará. Él siguió golpeando, pero nos vendará. 2 Nos hará estar vivos después de dos días. Al tercer día hará que nos levantemos y viviremos delante de él. 3 Y ciertamente conoceremos, ciertamente seguiremos tras el conocer a Jehová. Como el alba, su salida está firmemente establecida. Y él entrará como lluvia fuerte a donde nosotros; como lluvia de primavera que satura la tierra.”
Y ya disculpará nuestra ignorancia el autor del correo señalado, pero no tenemos ni puñetera idea de la relación que tiene ese pasaje con la objeción que nos plantea, por lo que pasaremos a añadir a lo expuesto hasta el momento y con el ánimo de consolidar nuestro planteamiento, más argumentos y para lo que usaremos una de las dos condiciones requeridas a todos aquellos que aspiraran a reinar a su lado en el reino de Dios:
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (se sobreentiende que como gobernante en el mismo).” (Acotación nuestra).
El nacer del “agua” tiene que ver con el haber sido bautizado en agua y que se conocía como el “bautismo de Juan”…… pero había otro tipo de bautismo necesario para poder reinar con Cristo, como era el bautismo en “espíritu santo” y que el propio Juan reconoció que él no podía impartirlo:
“Este es aquel de quien dije: Detrás de mí viene un varón que se me ha adelantado, porque existió antes que yo. 31 Ni siquiera yo lo conocía, pero la razón por la cual yo vine bautizando en agua fue para que él fuera puesto de manifiesto a Israel”. 32 Juan también dio testimonio y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre él. 33 Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo”. 34 Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.” (Juan 1:30-34).
Pero veamos que ideas nos proponen esas palabras que acabamos de leer y que son fundamentales en el tema que estamos tratando: la primera, es que para lograr el acceso como gobernante en el reino de Dios, eran precisos dos requisitos fundamentales como el ser bautizado primero en agua (bautismo de Juan) y, posteriormente, ser bautizado en espíritu santo y bautismo que solo podía impartir el Hijo de Dios. La segunda idea y a la vista de lo leído, tiene que ver con el hecho de que antes de la aparición de Juan y la del propio Jesús, nadie estaba autorizado para impartir tales bautismos (de hecho y en el llamado AT, se desconocían totalmente) y sin los cuales, insistimos en la idea, era imposible el acceso al reino de Dios en calidad de inmortal rey y sacerdote (Rev. 20:6)…… por lo tanto la conclusión lógica y visto todo el contexto, es que ni los profetas, ni David, ni Aarón, etc. etc. tenían la menor posibilidad de reinar al lado de Cristo en el venidero reino de Dios. Sin embargo y para dar más peso a nuestro planteamiento (con lo dicho, ya tendría que haber más que suficiente), veamos la segunda condición impuesta para alcanzar tan alto privilegio y que tampoco reunían esos personajes del AT, señalada esta en Rev. 20:4:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios, a los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).
Y que no reunían dicha condición, eso es, la de morir de forma violenta por el “testimonio dado de Jesús” queda claro, en primer lugar, por lo que se nos dice en las Escrituras acerca de las circunstancias que rodearon la muerte de la inmensa mayoría de los llamados “santos del AT” e información reflejada, entre otros, en nuestro artículo del 16/10/14 y en donde se nos muestran las pacíficas muertes con las que acabaron sus días dichos personajes; con el añadido de que en modo alguno pudieron dar “testimonio de Jesús” y morir por ello, pues cuando desapareció el último de los profetas (Malaquías), restaban aún 450 años para que apareciera el personaje Jesús y por lo que era un total desconocido para esos personajes…… por lo que difícilmente podían dar testimonio de alguien a quien no conocían. Luego queda claro que el planteamiento de nuestro amable comunicante no hay por dónde cogerlo, pues pasa por alto algo de tan suma importancia como es el contexto escritural y que soporta o destruye argumentos, según sea el caso.
Luego para que la Biblia y volviendo al inicio de este escrito, sean como un “libro abierto” para nosotros, es fundamental el tener muy claro lo que nos dice el contexto, tanto el más inmediato al pasaje utilizado, como el general de las Escrituras y, por supuesto, el saber leer con un mínimo de corrección y que no parece ser en el caso que nos ocupa, así como en otros muchos de los que tenemos constancia; y teniendo ya estas dos “patas de la mesa” encajadas, acudir a nuestro Creador para que coloque la pata que nos falta para que dicha “mesa” no tambalee: Su Espíritu Santo…… y es que ya conocen el consejo del Hijo de Dios:
“Sigan pidiendo y se les dará; sigan buscando y hallarán; sigan tocando y se les abrirá. 10 Porque todo el que pide recibe, todo el que busca halla y a todo el que toca, se le abrirá.”
Pues eso…
MABEL
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cómo estudir la Biblia,
Luc.11:9-10,
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