jueves, 13 de octubre de 2016

La indiscutible veracidad de Ecles. 8:9.


A lo largo de la historia humana, el hombre ha experimentado con toda forma de gobierno, bien sea monarquía, teocracia, república, dictadura, democracia, comunismo y todos los etc. que usted quiera añadirle, para llegar a la misma conclusión: la democracia es la forma de gobierno “menos mala” de todas las experimentadas y que se define como “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de éste a elegir y controlar a sus gobernantes”.

Lo cual está muy bien y cualquiera apostaría por ello…… lo que ocurre es que la realidad desmiente dicha afirmación; pero no adelantemos acontecimientos y hagamos un poco de historia: se especula con que la “democracia” nació en la Grecia antigua durante la primera parte del siglo VI a. E.C., cuando un legislador llamado Solón (considerado uno de los Siete Sabios de Grecia) hizo unas reformas constitucionales que mejoraron la suerte de los pobres y pusieron el fundamento para un gobierno democrático. Lo cierto es que en la ciudad-estado de Atenas se ensayó un gobierno aparentemente democrático (la palabra “democracia” viene del griego dé•mos, “pueblo” y krá•tos, “gobierno”), en el que todos los “ciudadanos” formaban el cuerpo legislativo y tenían voz y voto en la asamblea. Sin embargo, la cosa ya empezó viciada, pues dicha capacidad solo la tenían los ciudadanos libres del país y que eran una minoría con derechos, mientras que ni a las mujeres, ni a los residentes nacidos en el extranjero, ni a los esclavos, se les reconocía el derecho a la ciudadanía; por lo que si tenemos en cuenta que más de una tercera parte de la población de muchas de las ciudades-estado estaba formada por esclavos y que eran los que conformaban esa mano de obra que permitía a los “ciudadanos” tener el tiempo libre que necesitaban para participar en la asamblea política (¿les suena eso de algo?), ya tenemos el mismo espectáculo que se visualiza hoy, con una leve diferencia: a los esclavos de hoy día, se nos llama eufemísticamente “contribuyentes”…… por lo demás, estamos en las mismas.

Sin embargo y de hecho, tal parece que el primer ejercicio de “democracia” lo encontramos mucho antes en las Escrituras, cuando se nos hace referencia a un pueblo que, siendo gobernado por su propio Creador, en un momento dado decidieron “soberanamente” ser como las naciones de su alrededor…… pero dejemos que sea el relato que encontramos en 1 Sam. 8:4-18, el que nos cuente los “intríngulis” de dicha decisión:

Con el tiempo todos los ancianos de Israel se juntaron y vinieron a Samuel, a Ramá, 5 y le dijeron: “¡Mira! Tú mismo te has hecho viejo, pero tus propios hijos no han andado en tus caminos. Ahora bien, nómbranos un rey que nos juzgue, sí, como todas las naciones (de su alrededor)”. 6 Pero aquella cosa fue mala a los ojos de Samuel, puesto que habían dicho: “Sí, danos un rey que nos juzgue”; y Samuel se puso a orar a Jehová. 7 Entonces Jehová dijo a Samuel: “Escucha la voz del pueblo (ya tenemos la “democracia” en marcha) en cuanto a todo lo que te digan, porque no es a ti a quien han rechazado, sino que es a mí a quien han rechazado de ser rey sobre ellos. 8 De acuerdo con todas sus obras que ellos han hecho desde el día en que los hice subir de Egipto hasta este día, al seguir dejándome y sirviendo a otros dioses, así te están haciendo también a ti. 9 Y ahora escucha su voz. Solo esto, que debes advertirles solemnemente y tienes que informarles del debido derecho del rey que reinará sobre ellos”.” (Acotaciones nuestras).

Pausemos un momento para señalar el hecho de que ya fueron advertidos del costo de tener un gobierno encabezado por un rey humano y que era el siguiente, según se lee en los versículos 10-18:

De modo que Samuel dijo todas las palabras de Jehová al pueblo que estaba pidiéndole un rey. 11 Y procedió a decir: “Este llegará a ser el debido derecho del rey que reinará sobre ustedes: A los hijos de ustedes los tomará y los pondrá como suyos en sus carros y entre sus hombres de a caballo y algunos tendrán que correr delante de sus carros; 12 y nombrará para sí jefes sobre millares y jefes sobre cincuentenas y algunos para hacer su trabajo de arar y para segar sus cosechas y para hacer sus instrumentos de guerra y los instrumentos de sus carros (embrión de lo que se denomina actualmente como “la administración del estado” y que le cuesta un ojo de la cara al contribuyente, siendo como es, además, un foco de corruptelas). 13 Y a las hijas de ustedes las tomará como mezcladoras de ungüento y cocineras y panaderas. 14 Y los campos de ustedes, sus viñas y sus olivares, los mejores, los tomará y realmente los dará a los siervos de él (actualmente a eso se la llama corrupción). 15 Y de las sementeras y de las viñas de ustedes tomará el décimo y ciertamente los dará a los oficiales de su corte y a sus siervos. 16 Y a los siervos y a las siervas de ustedes y sus mejores manadas, así como sus asnos, los tomará y los tendrá que usar para su trabajo. 17 De los rebaños de ustedes tomará el décimo y ustedes mismos llegarán a ser de él como siervos. 18 Y ustedes ciertamente clamarán en aquel día a causa de su rey (obviamente, en clara recusación) que ustedes se han escogido, pero Jehová no les contestará en aquel día”. (Acotaciones nuestras).

Y de nuevo la preguntita de marras…… ¿les suena eso de algo? En todo caso y siendo la cuestión que la nación de Israel “hizo un pan como unas tortas” con tal decisión, la pregunta sería ¿y cómo ha derivado la cuestión hasta llegar a los tiempos actuales? Y por aquello de no herir susceptibilidades y provocar con ello un “conflicto internacional”, nos ceñiremos a la situación que tenemos en España y con el convencimiento de que en todas partes “se cuecen habas”, por lo que la situación es extrapolable al resto del “mundo mundial”; porque veamos como tenemos “el patio” por estos lares: la “parroquia” está que trina y “hasta el moño” de sus gobernantes, lo que hace que las encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) sean un auténtico “manifestódromo” (perdón por el “palabrejo”) del desaliento, cuando no del cabreo más absoluto. Y es que ya no quedan ciudadanos en sus cabales que consideren buena la situación política actual, fundamentalmente después del reciente descalabro de uno de los partidos políticos más importantes de la escena española (PSOE), que junto con el PP (actualmente en el gobierno y “en funciones” tras dos elecciones generales y todo parece presagiar que abocados a unas terceras), conformaban lo que se daba en llamar el “bipartidismo” (eso es, los que de manera intermitente se han ido turnando en el gobierno de España) y ambos partidos, corrompidos hasta las cejas.

La cuestión, es que más de la mitad del “populacho” considera a los políticos, a los partidos, a la política en general y a “la madre que los fundó”, como el gran problema que afecta a la nación; porque una cata más (entiéndase unas terceras elecciones) y la clase política española habrá hecho lo inimaginable: adelantar en las encuestas a la corrupción como el problema nacional más grave, cuando hasta el momento había ocupado el tercer lugar (que tampoco es para tirar cohetes) por detrás de dicha corrupción y del llamado “paro”…… ¡todo un logro, oigan! Y a la razonable pregunta de porque esa caída en el aprecio popular, lo más probable es que hubiera tantas razones como personas preguntadas, pero todas coinciden en la misma dirección: quienes tienen el encargo de resolver los problemas de los que los votan, no lo hacen, sino que más bien intentan medrar en la política anteponiendo su situación personal a la de aquellos que con su voto les han aupado a su posición de privilegio.

Y estaríamos hablando de una clase gobernada que ha sufrido brutales recortes en su nivel de vida y en sus derechos, que tiene serias dificultades para dar educación de sus hijos, que le cuesta horrores llegar a fin de mes, que ve como su hijos en edad de trabajar son explotados con contratos basura (por unos pocos meses, o días e incluso solo por horas) y miles de hogares en los que no entra un sueldo ni ayuda alguna por largo tiempo…… ¿y con qué se encuentran esos “contribuyentes” (otrora “esclavos”), cuando giran la cabeza hacia esos políticos que un día demandaron su voto, ofreciéndoles “el oro y el moro” a cambio del mismo? Pues solo ven a unos instalados en un mundo feliz de estadísticas venturosas y negando los demoledores datos como los de “Cáritas” (organización benéfica de la Iglesia Católica en España), en su realista denuncia de las penurias por las que pasan cientos de miles de ciudadanos y que tienen que acudir a sus comedores sociales para poder sobrevivir; también ve esa clase gobernada, a sus políticos entregados en sus asuntos de partido y siempre con la mira de mantener el “carguito” (remunerado económicamente ¡faltaría más!) dentro del mismo y obedeciendo por tanto a “la voz de su amo”, entiéndase máximo dirigente del mismo y que es el que reparte “el alpiste”, eso es, los susodichos cargos. Y para acabar de arreglar la cosa, el incauto votante ve a un tercer grupo dedicado a formular estrategias sobre cómo ganar y conservar el poder, obviamente en beneficio propio…… todos, los unos y los otros, totalmente ajenos a lo que ocurre y se sufre en el cuerpo de la sociedad que los ha aupado al poder, para solucionar los problemas que a la misma le afectan.

¿Alguien, quizás se preguntara usted, se dará por aludido ante tan estruendosa censura pública? Pierdan toda esperanza, pues la autocrítica y mucho menos la aceptación de la crítica ajena, no figuran en el ADN de quienes ostentan la función pública, dado que los llamados “aparatos” de los partidos son totalmente insensibles a las señales de alerta de los sensores sociales; todo ello agravado por la nefasta actitud de los portavoces de los distintos partidos que cuando acuden a debates públicos en los medios de comunicación se limitan, incapaces como son de hacer un discurso medianamente coherente, en descalificar al adversario y responsabilizarle de todo los males que aquejan a la sociedad que su propio partido gobierna, lo que ya es la “repera”…… y siendo esta actitud, probablemente, la que más animadversión genera en contra de la política y de los que la ejercen.

A todo ello, aflora otra pregunta y que sería la siguiente ¿cuántas encuestas harían falta para que la clase política ganara algún prestigio y con ello la confianza del ciudadano? Según la opinión del votante, a este paso muchas, pues llevamos en España más de un decenio teniendo la política como el gran problema nacional en todas las encuestas de opinión, una percepción totalmente negativa que va empeorando a medida que pasa el tiempo y se suceden los casos de corrupción, por lo que no hay el menor atisbo de enmendar la situación. Y siendo cierto que la generalización suele ser injusta, pues políticos honrados “haberlos haylos”, no es menos cierto que estos suelen ocupar cargos irrelevantes y en donde no vale la pena el “trinque”, pues no hay nada que “trincar”; ya otra cosa es la llamada “gran política” en donde los políticos y los partidos a los que estos representan, se han metido en todos los rincones y han ocupado todos los espacios, desde las instituciones hasta los organismos deportivos y corrompiéndolo absolutamente todo con el consiguiente rechazo de la sociedad y ello con ribetes de divorcio total, por lo que la cosa puede acabar como “el rosario de la aurora”, eso es, a “guantazo limpio” y con un agravante: la situación que hemos planteado hasta el momento, refleja exactamente lo que ocurre a nivel mundial y sin excepción alguna…… de ahí esa expresión tan extendida y en la que se afirma que “el poder corrompe”. Pero a todo eso no les hemos mostrado aún, lo que dice el pasaje bíblico señalado en el titular de este escrito y que resume a la perfección, todo lo dicho hasta el momento:

Todo esto he visto y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.”

Añade peso a estas palabras, el hecho de que fueron dichas por un rey, en este caso el rey Salomón y que algo sabría del tema; y palabras que, como acabamos de señalar, se ven refrendadas por la brutal situación social, económica y moral que se vive en el planeta tierra y que según todos los indicios, nos está acercando inexorablemente al borde del precipicio de la propia extinción y por lo que la pregunta solo puede ser una ¿cómo se puede evitar, tan desastroso final? Pues sencillamente, por medio de una acción democrática…… sí, sí, como lo está leyendo: por medio de un referéndum “democrático”.

Porque a no tardar mucho y con ello nos estamos refiriendo a que usted que nos está leyendo y prescindiendo de la edad que tenga (mire si está cercana la cosa) tendrá que participar en el mismo, va a llevarse a cabo un “referéndum” de ámbito global para decidir si deseamos continuar con un sistema de gobierno regido por el hombre o, por el contrario, deseamos volver a estar bajo una Teocracia representativa en la figura de Jesucristo, como rey delegado por Jehová Dios…… en cualquier caso a ser gobernados de nuevo por el Dios Altísimo. Que ello será así, ya fue anunciado hace casi dos mil años por ese futuro rey, cuando vino a escoger a aquellos que en su momento tendrían que reinar a su lado…… pero leamos lo que se nos dice en Mat. 24:14:

Y estas buenas nuevas del reino (la inminente instauración del reino de Dios en la tierra) se predicarán (notemos que la expresión verbal está en tiempo futuro) en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces (o sea, una vez predicadas dichas “buenas nuevas”) vendrá el fin (o destrucción de este sistema de cosas corrupto, tal como ahora lo estamos sufriendo).” (Acotaciones nuestras).

Predicación que tendrá una duración de tres años y medio o “1.260 días”, según Rev. 11:3 y en la que cada uno tendrá que fijar su posición, en el sentido de aceptar dicho reino de Dios y sujetarse a sus normas o, en su defecto, rechazarlas y atenerse a las consecuencias…… consecuencias que conocemos de antemano, pues están registradas en las Escrituras de forma clara y que son estas:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante (estaríamos hablando del momento del regreso del Hijo de Dios a la tierra y al término de la mencionada predicación), al traer él venganza sobre los que no conocen (porque no han querido conocerlo) a Dios y sobre los que no obedecen (más bien al contrario, las han rechazado) las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza…” (2 Tes. 1:6-9). (Acotaciones nuestras).

Insistimos en el hecho que dicha negativa retribución irá dirigida contra aquellos que se opongan al establecimiento del reino de Dios sobre la tierra; por el contrario, aquellos que acepten la nueva gobernación gozarán de la oportunidad de poder vivir eternamente, en un mundo convertido en un paraíso y en donde ya no existirán cosas tales como las enfermedades, la pobreza, la contaminación, la violencia, la vejez, las guerras, las discapacidades físicas…… ¡hasta la muerte, será cosa del pasado! Y para una información más detallada al respecto, pueden leer nuestro escrito del 01/09/16 (entre otros) y en el que no solo hablamos de los beneficios a adquirir, sino también del momento en que podemos esperar que estos se hagan realidad.

Todo considerado, la conclusión es que solo falta un suspiro para que esos gobiernos plagados de corrupción que viven a costa de la extorsión a los ciudadanos, antes esclavos, posteriormente “contribuyentes” (en todo caso “paganos”) para los que dicen “trabajar” sean cosas del pasado y, por el contrario, la situación de aquellos que entren al reino de Dios como súbditos del mismo, será tan idílica como lo reflejan las siguiente palabras:

“… “Y ciertamente edificarán casas y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. 22 No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová y sus descendientes con ellos. 24 Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.

25 El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo y el león comerá paja justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”, ha dicho Jehová.”

Palabras que nos garantizan autosuficiencia, verdadera paz y, sobre todo, según el versículo 24, el atento y amoroso cuidado de nuestro Creador por medio de Su gobierno en la tierra, presidido por Su Hijo Jesucristo…… por cierto: dicho gobierno no nos cobrará impuestos.

MABEL


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