Mostrando entradas con la etiqueta conocimiento exacto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conocimiento exacto. Mostrar todas las entradas

lunes, 30 de junio de 2014

El rábano por las hojas.


La expresión “tomar el rábano por las hojas” no significa otra cosa que el interpretar algo en forma equivocada o errónea y no ajustada, por tanto, a lo que se espera de una actitud dirigida por la razón y el sentido común; de ahí, que la expresión alude al hecho de que a menudo al intentar sacar un rábano de la tierra, ya sea por inexperiencia o por brusquedad, nos quedamos con las hojas en la mano perdiendo el rábano y algo que nada tiene que ver con lo que es deseable. Tubérculo este que como la patata, la zanahoria o la remolacha, por ejemplo, crece bajo tierra y que alerta de su presencia con un penacho de abundantes hojas que, para recoger su fruto, hay que tener la precaución de ablandar la tierra a su alrededor con un azadón y remover dicho fruto con cuidado, si no queremos que al tirar de las hojas nos quedemos con estas en las manos y, confundiéndolas con el fruto, comerlas y cometiendo con ello la gansada del día…… y que no son pocos los que han incurrido en ese error, de ahí este “dicho” proverbial. Precisamente por crecer bajo tierra la parte comestible y mostrar exteriormente tan solo las hojas, en la locución se utiliza esta planta bulbosa para advertirnos contra los errores y equivocaciones que se cometen por falta de información y que podrían ser evitados fácilmente, prestando un poco de atención o profundizando más en el conocimiento que uno tenga del tema del que se esté tratando en un determinado momento.

Y si bien con el rábano en cuestión, la cosa no tiene mayor trascendencia (con un poco de práctica se solventa el problema), ya no es lo mismo cuando tratamos de asuntos de mayor enjundia y como pudiera ser el hablar acerca de la Palabra de Dios, en donde se quiera o no, lo que uno está haciendo al difundir sus planteamientos es enseñar a aquellos que menos conocimiento tienen de lo que uno está hablando, fundamentalmente por medio de Internet. Y es que al igual que los que ya llevamos algún tiempo en esta aventura de intentar aprender de las cosas de Dios, que cuando empezamos tuvimos que acudir a otras fuentes para aprender ciertos aspectos de la cuestión que nos eran desconocidos (para así iniciar nuestra andadura con un mínimo de solvencia), los hay que actualmente acuden a los que ya tenemos ese poco más de experiencia en el asunto, para iniciarse así en ese proceloso andar por el camino que lleva al conocimiento de la voluntad divina…… y voluntad divina que, por otra parte, es la siguiente:

Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto (o “pleno”, según versiones) de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4). (Acotación nuestra).

Ello hace que aquellos que editamos información relacionada con el propósito de Dios para con la humanidad, nos lo tengamos que mirar dos veces antes de publicar algo que de alguna manera pudiera llevar a engaño a aquellos que nos leen; porque si bien es cierto que en última instancia cada uno responderá de sí mismo ante Dios en el momento del juicio venidero (Gál. 6:5), no es menos cierto que esta persona pudiera estar influenciada en su toma de decisiones y en tan crucial momento, por enseñanzas erróneas que le han sido facilitadas por otros que afirman ser portadores del conocimiento “verdadero”…… y lo que pone en difícil situación a estos “maestros de lo imposible”, pues esto es lo que dijo el Hijo de Dios al respecto:

Pero cualquiera que haga tropezar (mediante una enseñanza falsa) a uno de estos pequeños que ponen fe en mí, más provechoso le es que le cuelguen alrededor del cuello una piedra de molino como la que el asno hace girar y que lo hundan en alta mar.” (Mat. 18:6). (Acotación nuestra).

Dicho lo cual, veamos una de las enseñanzas más difundidas entre la cristiandad y que tiene que ver con la afirmación de que el destino final de los cristianos de todos los tiempos, no es otro que el de reinar al lado de Jesucristo en el reino de Dios; de hecho, están aquellos que yendo un poco más allá, incluyen en la lista a los santos o notables del AT desde Abel en adelante, eso es, los Abraham, Noé, Lot, Isaac, Jacob, etc. etc. etc. Eso es, que usted y sea quien sea, querido lector, si se considera cristiano porque en su momento fue bautizado (esa es la milonga que le contarán), inevitablemente pasará a reinar en el reino de Dios como inmortal rey y sacerdote al lado de Cristo, entre los Juan, Pedro, Pablo y que igual su trono está al lado del de Abraham, o Isaac, o quizás del mismísimo Noé y con el que poder tertuliar, acerca de cómo se las apañó para dar de comer a tanto bicho metido ahí adentro…… volviendo a la senda de lo serio, señalemos que todas las personas que presentan esta enseñanza actualmente y que son legión, se reconocen a sí mismas como “ungidas” o Hijos de Dios.

Excusamos decir que no lo pueden demostrar y por lo que pretenden que les creamos, por su simple afirmación, considerándose por tanto coherederos con este de dicho reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, que afirman de sí mismos el haber “nacido de nuevo” (Juan 3:3) y ser en consecuencia, receptores de tan alto privilegio. Disparatada enseñanza donde las haya y que no hay por dónde cogerla, pues el contexto escritural y empezando ya por el libro de Génesis, la desmiente de forma absoluta en todos sus extremos…… sin embargo, repetimos, cuando uno se da un “garbeo” por la red (vulgo Internet), observa sorprendido que la mayoría de representantes de las distintas denominaciones religiosas de la cristiandad, así como aquellos muchos que afirman ir por libre (todos “ungidos” ¡faltaría plus!), la propugnan desde sus púlpitos y prédicas, cuando no, desde la página impresa, o bien en videos o artículos colgados en Internet, estaciones de radio o televisión y que de todo hay en la viña del Señor.

Idea que se edifica por parte de esos “entendidos”, la mayoría de ellos con brillantes estudios en teología, en el contenido del llamado Nuevo Testamento y fundamentalmente en las cartas de Pablo, pero ignorando por completo que esos pasajes usados para sostener su peregrina afirmación, iban dirigidos a personas concretas, en una época concreta y en unas circunstancias específicas, que nada tienen que ver con los tiempos actuales…… en otras palabras, que estaríamos hablando de textos sacados de su contexto que resaltan o se ajustan a las circunstancias del momento en que fueron escritos y por ello, aplicando a personas específicas. Pero como ya sabemos que por ahí no podremos convencer a esos que tan felices se las prometen en un futuro ya cercano, reinando en inmortalidad al lado de Jesucristo (¡no piden nada los nenes!) y posibilidad que también extienden a todos aquellos que les quieran seguir, intentaremos enfocar el asunto desde otro ángulo y que esperamos que haga reflexionar a más de uno…… no a esos que tan disparatada idea proponen (pues no es tarea nada fácil), sino a aquellos que, como usted que nos lee, deseen ver las cosas con un poco más de calma y reflexión; ello nos lleva a unas palabras que dijo el apóstol Pedro en su primer discurso, después de recibir el espíritu santo y que son del todo indicativas de que en ese planteamiento que se nos ofrece, hay algo que no cuadra:

“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:20-21).

Porque analizando este pasaje con atención, vemos que se nos habla de una “restauración” a producirse en determinado momento en la corriente del tiempo y expresión que no significa otra cosa, según el diccionario de la RAE, que el devolver algo a su situación o configuración inicial y lo que nos indica que el ser humano tiene que volver a una condición que ya existió en tiempos pretéritos…… y que hasta donde nosotros sabemos, Adán no fue creado para reinar sobre nadie, sino para multiplicarse y extenderse por sobre la tierra. Por otra parte, vemos que se nos indica que la información acerca de las cosas que tenían que ser restauradas, Jehová Dios la transmitió “por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”…… y lo que significa que tenemos que dirigir nuestra atención para saber cómo van a ser las cosas en un futuro, no al NT y en el que se apoyan esos “entendidos” o “maestros de lo imposible” (como ya les hemos “bautizado”), sino al AT o Escrituras Hebreas y que es en donde se nos habla de lo que deparará el tiempo venidero a la humanidad en general, eso es, la posición que esta ocupará en un futuro en el reino de Dios y los beneficios que recibirá de este, empezando y como hemos dicho, en el mismo libro de Génesis. Luego lo que tenemos que hacer es averiguar, en primer lugar, cómo estaban las cosas en ese momento, pues supuestamente estas son las que tienen que ser restauradas…… y esto es lo que leemos del principio de los principios:

Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto.” (Gén. 1:31).

Habría que incidir en el hecho de que cuando Jehová Dios pronunció estas palabras, ya había finalizado la secuencia de la creación que culminó con la aparición o creación de la mujer (pues este fue el último acto creativo de Dios) y el hombre ya había recibido la siguiente advertencia:

Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”.” Gén. 2:16-17).

Entonces estaba ya todo programado para que continuará desarrollándose el propósito de Dios por la eternidad y sin nada que lo alterara o perturbara, eso es, que nuestro primer padre hubiera continuado sujeto a la obediencia y por tanto, viviendo de forma indefinida o eterna; por lo que solo de este pasaje, ya queda claro que la enseñanza de que todos los cristianos, más los notables del AT, tienen como destino el “reinar” con Cristo es un verdadero disparate (recordemos que según Rev. 20:6, de esos personajes se nos dice que gozarán de la inmortalidad y algo de lo que no gozaba el primer hombre), pues del mismo se extraen dos conclusiones contundentes: la primera, que si Adán no hubiera comido nunca del fruto prohibido, según el mandato recibido de su Creador y que era lo que se esperaba de él, habría continuado viviendo la vida que tenía y que era por tiempo indefinido o eterno, pues este no fue creado para morir sino para vivir…… pero que no obstante y repetimos para énfasis, no estaba en posesión de la condición de ser inmortal como posteriormente se demostró. Y segunda cuestión, que Jehová no habría de cambiar aquellas cosas de las que dijo recién finalizadas, que eran “muy buenas”, pues con ello habría un implícito reconocimiento de que no eran tan “buenas” como se había dicho…… pero es que además, la situación original no se puede cambiar, pues de lo contrario no podríamos estar hablando de una “restauración” de cosas y que significa el volver a las mismas condiciones de nuestro primer padre, sino de un crear otras cosas distintas como si las primeras hubieran resultado ser defectuosas y que no es el caso.

Luego ya aquí, en esos primeros capítulos del libro de Génesis, se nos muestra que la voluntad divina no era que los seres humanos llegaran a ser inmortales reyes y sacerdotes en un reino venidero, necesario este para devolver a la humanidad a la condición que Dios había establecido para ella (de no haber existido el pecado, no habría existido necesidad del mismo) y propósito que el pecado había truncado momentáneamente; y esto nos lleva a un pasaje, en donde ya Jehová menciona que la cuestión de la futura gobernabilidad de un reino necesario dentro de Su plan de restauración no aplicaba a todos, con el siguiente pacto que estableció con una nación escogida al efecto, eso es, Israel:

Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.” (Éxo. 19:5-6).

De entrada vemos, que dicho pacto se circunscribía a la nación de Israel y no al resto de pueblos que esta tenía a su alrededor, ni pasados ni futuros, en definitiva que nada tenía que ver con el resto de la humanidad; pero es que además, ni siquiera abarcaba a todos los miembros de dicha nación, sino solo a algunos de entre ellos que serían escogidos y como se vio posteriormente (Mat. 22:14). Porque notemos que con ese “ustedes”, Jehová estaba estableciendo un pacto con las personas que en ese momento estaban allí presentes y que eran las que tenían que aceptar o no, las condiciones de dicho pacto; por lo que dado que un pacto no tiene efectos retroactivos, no se podían beneficiar del mismo aquellos miembros del pueblo hebreo desaparecidos en la muerte, como era en los mismos casos de los precursores de este pueblo, como los Abraham, Isaac, Jacob o sus doce hijos y cabezas de las doce tribus de Israel. Entonces está claro que esas personas no podían formar parte de ese reino de sacerdotes y digan lo que digan esos “enteradillos” que tal disparate afirman, pues no participaron de ese pacto ofrecido por Jehová y por lo que no se pudieron beneficiar directamente del mismo, como tampoco lo pudieron hacer aquellas que se fueron quedando en el camino durante siglos y por lo que no alcanzaron a vivir hasta que llegó el momento de dar forma a dicho pacto con la venida del Mesías prometido, en la persona de Jesús; y que como ya hemos señalado, no todos aceptaron las condiciones del mismo sino más bien al contrario, la inmensa mayoría del pueblo de Israel lo rechazó…… y siendo estas las palabras con las que Jesús dio inicio a dicha recolección:

Ahora bien, después que Juan fue arrestado, Jesús entró en Galilea predicando las buenas nuevas de Dios 15 y diciendo: “El tiempo señalado se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. Arrepiéntanse y tengan fe en las buenas nuevas”.” (Mar. 1:14-15).

Porque ¿a qué se refería Jesús, cuando mencionó que “el tiempo señalado” se había “cumplido”? Obviamente y por lo que sigue a continuación, en el sentido de que “el reino de Dios se ha acercado”, se estaba refiriendo a que había llegado el momento en que se iniciaría por parte de Jehová y en conformidad con Su promesa anterior a la nación de Israel, con la selección de entre ellos de aquellos que tendrían que acompañar a Su Hijo como rey en dicho reino, ejerciendo de inmortales reyes y sacerdotes asociados por un período de mil años de duración; y el cual reino tenía que maniobrar durante dicho periodo de tiempo, para traer la mencionada “restauración” de las cosas perdidas en un principio como consecuencia del pecado original y lo que implicaría uno de los más grandes acontecimiento jamás vistos por el ser humano: una inmensa y progresiva resurrección de personas muertas por miles de años, para que pudieran beneficiarse del rescate de la sangre de Cristo y de ahí, esos mil años de duración de dicha gobernación divina necesarios para llevar a cabo tan ingente obra. Por lo que yendo a lo fundamental, nos encontramos en que si bien el propósito divino para la humanidad en general era el restablecerla a las condiciones en las que el Creador se había propuesto que esta viviera, eso es, una vida de duración indefinida condicionada a la obediencia a Este y como queda claro de la advertencia que se le dio a Adán, cuando la cosa se alteró con el pecado de nuestro primer padre, Jehová Dios se tuvo y por decirlo coloquialmente, sacarse de la manga lo que Jesucristo llamó una “nueva creación” y de la que él es el máximo exponente:

En respuesta, Jesús le dijo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.” (Juan 3:3).

Y con lo que ya nos encontramos con una serie de seres humanos inmortales a la manera de Jesucristo y que las Escritura cuantifican en 144.000 individuos (Rev. 14:1 y apoyado por el Sal. 2:5-6), a cuyo cargo será puesta la responsabilidad de llevar a cabo la “restauración” durante su gobernar, por lo que nada tienen que ver con el inmenso resto de la humanidad que será resucitada y que continuará con las mismas condiciones de nuestro primer padre Adán; porque recordemos que lo que le fue dicho a este, es que “en el día” que comiera del árbol prohibido, desobedeciendo el mandato recibido, recibiría la condena a muerte…… y condición “sine qua non” esta de la obediencia para mantener la vida, que aplicaba también a sus descendientes y que somos todos nosotros. Porque tal como si nuestro primer padre no hubiera comido, habría continuado viviendo él y sus descendientes “hasta” que alguno de ellos hubiera desobedecido el mandato divino y con lo que se acarrearía la muerte, así será en el caso de aquellos que sobrevivan a la llamada “gran tribulación” (Rev. 7:14) y de aquellos que se levanten en la mencionada gran resurrección a efectuarse durante el milenio.

Pero claro, cuando el primer hombre cayó en la desobediencia se fue todo al traste y lo llevó a una inmediata reacción de Dios en confeccionar un plan para restaurar aquello que se había perdido y que incluía, entre otras cosas, la elección de un pueblo y del que serían sacados los miembros de un futuro reino, así como la aparición de un redentor en la personas de Jesús y que con su vida recobraría para Dios aquello que se había hurtado a los descendientes de Adán y, obviamente, un espacio de tiempo en el que ese gobierno pudiera actuar en favor de la humanidad perjudicada por dicho pecado…… ya al término de dicho periodo de tiempo, Jesucristo y alcanzada la meta propuesta, devolvería a su Padre Celestial una humanidad ya restaurada, eso es, como era en el principio:

En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque Dios “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Más cuando dice que “todas las cosas han sido sujetadas”, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.” (1 Cor. 15:24-28).

Eso es, que el ser humano de nuevo tendrá ante él y merced a ese Plan Divino anunciado ya tan temprano como en Gén. 3:15, la posibilidad de volver a las condiciones existentes al inicio de los tiempos, eso es, a vivir la misma vida de perfección de Adán y con la eternidad ante él, siempre y cuando supera la prueba que en ese momento se pondrá ante el “respetable”…… exactamente la misma que no superó Adán y de la que la humanidad está aún pagando los platos rotos hoy en día y que las Escrituras, con casi tres mil años de anticipación, ya nos ha estado advirtiendo:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró (a los que al igual que Adán, se hayan dejado extraviar).” (Rev. 20:7-9). (Acotación nuestra).

Recordemos que dichas palabras fueron puestas por escrito finales del primer siglo E.C. y que lejos de ser una amenaza, son el anuncio por adelantado de que al ser humano le será dada la oportunidad de responder personalmente al desafío inicial que planteó Satanás, en cuanto a si el hombre deseaba ser gobernado por él o, por el contrario, deseaba ser gobernado por su Creador y por tanto, mantenerse en sujeción u obediencia a Este…… sujeción u obediencia que le permitiría y en armonía con la advertencia divina, mantenerse viviendo por una eternidad en una tierra convertida en un paraíso y bajo el cuidado amoroso de su Creador, Jehová Dios, el Soberanos sobre todo el Universo y algo que Adán (¡el muy “cabestro”!), tiró por la borda y así nos lucido el pelo por milenios.

Por lo que volviendo de dónde partíamos y para concluir, la afirmación de que todo ser humano que se acoja al sacrificio redentor del Hijo de Dios, eso es, que ejerza fe en él, está destinado a ser un inmortal rey y sacerdote junto a Cristo en el reino milenario, es sencillamente un “tomar el rábano por las hojas” pues nunca ha sido este el propósito de Dios para el ser humano; porque el reino no es más que uno de los instrumentos necesarios que formaba parte del Plan Divino de Redención del Creador, eso es, una excepción y no una regla, para devolver al ser humano a la condición original que Este había determinado para él y que solo la torpeza del primer hombre, truncó momentáneamente…… por lo tanto, lo dicho: quien afirme tal disparate, no hace otra cosa que “tomar el rábano por las hojas”.

MABEL

martes, 27 de mayo de 2014

“…… más no conforme a conocimiento exacto.”


Una de las paradojas más destacables que  encontramos en el campo de la religión, básicamente entre aquellas que se dicen “cristianas” y sean estas consideradas como minoritarias o las reconocidas como mayoritarias, es que todas y cada una de ellas afirma sin lugar a duda alguna ser la religión verdadera y por ello, la única que sostiene la “verdad”…… por tanto, el “único conducto” que relaciona a uno con Dios. Claro, cuando éste uno razona con un mínimo de lógica, obviamente se da cuenta de que eso no puede ser de ninguna de las maneras, pues o bien la religión católica es la que sostiene la verdad, o los es el adventismo, o los mormones, o lo son los TJ, o los pentecostales, o los baptistas, o los etc. etc. etc., pero todos al mismo tiempo no puede ser, pues tienen enseñanzas totalmente distintas; sin embargo, sus respectivos feligreses o seguidores y a los que nos queremos dirigir (sus líderes no son más que aprovechados que vive a costa de ellos), están plenamente convencidos de lo que se les enseña, eso es, que ellos son los que tienen la verdad y siendo que el resto de organizaciones religiosas, no son más que falsas “iglesias” al servicio de Satanás…… excusamos decir que todos son sinceros en su línea de pensamiento y, a su manera, creen estar sirviendo a Dios y no a los líderes religiosos que son los que les “interpretan” las Escrituras.

Por lo tanto, vamos a intentar profundizar en dicha cuestión y tomando como punto de referencia a la organización de los TJ, pues no solo su traducción bíblica TNM es la que tenemos como referente en este blog y de la que también hemos transcrito la porción del texto señalado, sino por ser esta organización la que más conocemos los autores de este blog por nuestros años de militancia en la misma…… si bien es cierto que el resto de denominaciones llamadas “cristianas” se mueven en los mismos parámetros señalados y por lo que la línea argumental que intentaremos desarrollar, aplicaría por igual a cada una de las restantes y sean cuales sean las enseñanzas propugnadas en las mismas, no necesariamente coincidentes con las que vamos a señalar; pero veamos el texto mencionado en toda su extensión:

Hermanos, la buena voluntad de mi corazón y mi ruego a Dios por ellos son, en realidad, para su salvación. 2 Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; más no conforme a conocimiento exacto (o “pleno” según versiones); 3 pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.” (Rom. 10:1-3). (Acotación nuestra).

En este caso, el apóstol Pablo se estaba refiriendo a la nación de Israel y de la que afirmaba que si bien el deseo de esta era el de agradar a su Dios, no tenían el conocimiento correcto de cómo hacerlo; en consecuencia, al intentar hacerlo a su manera, eso es, mediante su estricto apego a la Ley y no según lo demandado por Jehová, que era por medio del Cristo, lo que conseguían realmente era oponerse frontalmente a la voluntad divina…… y todo, por la falta de un “conocimiento exacto” de lo demandado por Dios. Y siendo cierto que Pablo no se refería directamente a los cristianos, no es menos cierto que dicho planteamiento puede ser tomado como un “principio” guiador, para aquellos que deseamos servir a Dios y lo que nos llevaría a esforzarnos por tener una idea correcta o “exacta” de lo que nos dicen las Escrituras (y no de aquello que “otros” nos cuentan “que dicen” las Escrituras); y es que el actuar contrario a lo que estas exponen y en función del principio señalado, nos convertiría en opositores al Altísimo. Pero veamos un ejemplo de lo que pretendemos decir y analizando, como hemos dicho, las enseñanzas de la organización religiosa de los TJ que tienen como propuesta fundamental y de la que depende todo su entramado argumental, en una supuesta venida o “presencia invisible” de Jesucristo en el año 1.914.

Según sus dirigentes “ungidos” (condición equivalente a ser uno un Hijo de Dios y por tanto, inmortal rey y sacerdote en el venidero reino milenario), Jesucristo fue entronizado, eso es, tomó posición de su trono como rey en el reino de Dios en dicho año y siendo a partir de ese momento, que se produjeron los acontecimientos que derivaron con el ser escogidos por Jesucristo y de entre otros grupos religiosos distintos, para ser los voceros de Dios en la tierra y consecuentemente, el “único conducto” por el que Jehová y desde ese momento en adelante, se comunicaría con el hombre…… por extensión, dicha organización se otorga a sí misma el rango de “única religión verdadera”. Tanto es eso así, que sus enseñanzas tienen que considerarse como “palabra de Dios”, al grado que desobedecer a la organización es el equivalente a desobedecer al mismísimo Jehová Dios y lo que conlleva la expulsión inmediata de la misma y con todo lo que ello significa…… algo que solo sabe el que pasa por tal experiencia; ahora bien ¿es cierta dicha enseñanza y por tanto, coincidente con lo que nos dicen las Escrituras? Es más ¿es esa afirmación, una manifestación de “conocimiento exacto” del contenido escritural y como nos es exigido en el pasaje mencionado? Pues veámoslo acudiendo a lo que se nos cuenta en el registro escritural, acerca del regreso de Jesús a la tierra y siempre, como ya hemos señalado, partiendo de lo que vierten en su propia versión de las Escrituras, eso es, la TNM……y lo que vemos en primer lugar es lo siguiente:

Y estando ellos mirando con fijeza al cielo mientras él se iba, también, ¡mira!, dos varones con prendas de vestir blancas estuvieron de pie al lado de ellos 11 y dijeron: “Varones de Galilea ¿por qué están de pie mirando al cielo? Este Jesús que fue recibido de entre ustedes arriba al cielo, vendrá así de la misma manera como lo han contemplado irse al cielo”.” (Hech. 1:10-11).

Prescindiendo, no obstante, de que en la Biblia se nos habla solo de una segunda y definitiva venida (en el caso que nos ocupa estaríamos hablando de tres venidas) y no de “dos” venidas posteriores a la del I siglo, como sería el caso de ser cierto lo que nos cuentan esos señores, tenemos que si dicha segunda venida tenía que ser igual que su ida, eso es, tenía que ser “contemplada” literalmente por el “personal” y tal como fue contemplado su ascenso a los cielos, quedaría descartada una hipotética venida “invisible” o “parousía” y solo observable con los ojos de la fe, como absurdamente nos quieren hacer creer los TJ; porque eso significaría que solo aquellos que tuvieran fe en Jesucristo y, obviamente, miembros de dicha secta, podrían ser conscientes de dicha “presencia”…… cuando en realidad, lo que se nos dice en las Escrituras es algo totalmente diferente:

¡Miren! Viene con las nubes y todo ojo le verá y los que lo traspasaron; y todas las tribus de la tierra se golpearán en desconsuelo a causa de él.” (Rev. 1:7).

Aquí observamos que su venida es contemplada incluso por los que no tienen fe en él, pues se nos dice que no solo aquellos “que lo traspasaron” (en clara referencia al pueblo judío y que aún no acepta a Jesús como el Mesías) lo contemplarán, sino que también lo harán “todas las tribus de la tierra”, eso es, todos los habitantes del orbe y sea cual sea su forma de religión…… que ello es así, queda claro por lo que se lee en propias palabras de Jesús en Mat. 24:30:

Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre; y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento (luego no les produce ninguna alegría dicha aparición y con lo que queda claro que no desean su venida) y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.” (Acotación nuestra).

Y si no les produce alegría alguna, es porque dicha venida no es deseada por esas personas pues ello significa desastre para las tales, por lo que estaríamos hablando de personas que no ejercen fe en él y que solo lo pueden ver con los ojos literales y no “con los ojos de la fe”, como infantilmente nos quieren vender los miembros de ese llamado “cuerpo gobernante” y origen de las enseñanzas de dicha organización; palabras las transcritas, no lo olvidemos, que son parte de la amplia respuesta que Jesús dio a sus discípulos a la siguiente pregunta:

Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.” (Mat. 24:3).

Queda claro entonces, que Jesús en ningún momento hizo referencia a una presencia “invisible” sino todo lo contrario, a una que sería visualizada por todo el mundo, así como el rayo alcanza con su luminosidad a todo el firmamento visible…… de hecho, esta es la comparación que estableció el propio Hijo de Dios al decir lo siguiente y aún en el contexto de la pregunta formulada:

Porque así como el relámpago sale de las partes orientales y resplandece hasta las partes occidentales, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:27).

Y no perdamos de vista el hecho de que Jesús estaba hablando del momento en que regresaría a la tierra y respuesta acorde con la pregunta que se le formuló…… luego él no dijo nada que siquiera pudiera sugerir algo parecido a una venida invisible; por otra parte y como detalle muy importante, notemos que el planteamiento de la pregunta señalada relaciona directamente su presencia o venida, con la conclusión de determinado sistema de cosas y en una directa relación causa/efecto, circunstancia que nos lleva a la siguiente pregunta: si Jesucristo y según se nos afirma, recibió el reino en 1.914 ¿dónde están y tras cien años de supuesta gobernación, los resultados de dicho gobernar? Es obvio que cuando miramos a nuestro alrededor, no vemos que la situación haya mejorado desde ese momento en adelante, sino todo lo contrario y siendo que las Escrituras nos dicen lo siguiente, acerca de lo que tiene que ver con le fe:

Fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen.” (Hebr. 11:1).

Luego si esa supuesta venida “invisible” de Jesucristo en 1.914, hubiera ocurrido realmente, eso es, que fuera una “realidad no contemplada” por el ojo humano literal, debería de existir una “demostración evidente” y palpable de que ello ha sido así y que tendría que verse reflejado en una sustancial mejora de circunstancias a nuestro alrededor…… algo que no solo no ha ocurrido, sino que ha sido todo lo contrario; pero veamos esto otro que se nos dice en la Biblia y que va en línea con que acabamos de leer:

Arrepiéntanse, por lo tanto y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová 20 y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:19-21).

Solo podemos entender de este pasaje, que los “tiempos de refrigerio” y de la “restauración de todas las cosas” están directamente relacionados con la venida de Jesús y como consecuencia inmediata de su toma de poder del reino…… pues claramente se nos dice que Jesucristo es retenido hasta que llegue el momento preciso de dicha restauración (no antes) y con ello los “tiempos de refrigerio”. Sin embargo, 100 años nos contemplan desde ese supuesto momento en que según los TJ, este tomó las riendas de la gobernación del mundo y nada ha sido “restaurado”, ni los “tiempos de refrigerio” han llegado; porque no olvidemos y para enfatizar la idea, que el pasaje leído nos señala claramente que el final de la “retención” de Jesucristo en los cielos, es seguida por la inmediata “restauración de todas las cosas” en el planeta tierra y, repetimos…… cien años nos contemplan, sin que nada de esto haya ocurrido y con la cosa que ha ido yendo a peor.

Pero añadámosle a lo dicho otra cuestión, que tiene que ver con la misma presencia aquí en la tierra de los supuestos “ungidos” de los TJ, pues esto es lo que nos explica su “cuerpo gobernante” compuesto precisamente de “ungidos”, acerca de la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6: esta inició y según un artículo de La Atalaya del 01/01/07 (pág. 25-30) titulado “La primera resurrección ya ha empezado”, en el período comprendido entre 1.914 y 1.935 para aquellos “ungidos” que habían muerto antes de esa supuesta “presencia invisible” de Jesucristo, mientras que los que fueran muriendo en fechas posteriores irían, de forma progresiva, completando “en los cielos” el número de los 144.000 individuos elegidos…… de los que actualmente y según nos cuentan dichos señores, aún queda un resto de ellos en la tierra y que, obviamente, son sus “ungidos” (excusamos decir que los “ungidos” de otras confesiones religiosas, son para ellos más falsos “que un duro sevillano”) y de los que según la estadística de participación en el “memorial” o “conmemoración” del año 2.013, arrojaba un total de 13.204 supuestos “ungidos” aún con vida en la tierra.

 De entrada y de forma sorprendente, lo que vemos es que en lugar de irse reduciendo dicho número y como sería lo lógico y normal, dado que según su enseñanza se completó ya dicho número, con los 36.732 que en 1.938 participaron de los “emblemas” (el pan y el vino) en la “conmemoración” o “memorial” de la muerte de Cristo; cantidad que fue menguando progresivamente hasta el año 1.987 en que se contabilizaron alrededor del mundo un total 8.808 participantes. Sin embargo y de manera sorprendente, ese decrecimiento natural se quedó estancado por 21 años y en los que dicha cantidad oscilaba en +/- cien personas, hasta que en 2.008 y de forma inverosímil, dicha participación aumentó de pronto a los 9.986 individuos, en 2.009 a 10.857 y que en 2.013 llegó ya a los 13.204…… luego es evidente que algo está fallando en el planteamiento de los TJ, pues la tendencia no cuadra con lo que ellos nos proponen. Porque si según nos explican, fue en 1.935 cuando se acabó con la recolección de esos personajes y algo que les fue “revelado” por el propio Jesucristo (eso es lo que nos dicen, que este dirige al “cuerpo gobernante”), lo normal es que a partir de ese momento el número fuera menguando hasta quedar en una mínima expresión, para que se cumpliera con ellos lo dicho en 1 Tes. 4:17…… sin embargo y de manera incomprensible, dicha cantidad va en continuo aumento. Pero dejando aparte ese “pequeño” contrasentido, lo que leemos en las Escrituras no tiene nada que ver con la milonga que nos están contando esos señores, acerca de un completar progresivo “en el cielo” de ese número de 144.000, eso es, que a medida que van muriendo los miembros actuales de esa clase “ungida”, se van incorporando a ese grupo ya resucitado en el cielo y ocupando sus respectivos tronos de inmortales reyes y sacerdotes al lado de Jesucristo…… porque esto no es lo que se nos dice en las mismas, sino que lo que se nos dice es esto:

 “Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor, no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con e] Señor.” (1 Tes. 4:15-17).

Entonces lo que realmente ocurre, es que cuando Cristo vuelve a esta tierra ya glorificado y para tomar su posición como rey delegado por Jehová (notemos que no son los “ungidos” los que se van al cielo para reinar con Cristo desde allí y como disparatadamente se nos quiere hacer creer, sino que es este el que desciende a la tierra), se produce de inmediato la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6) y con ella, el “arrebatamiento” de esos que alcancen a estar vivos en ese momento para, todos juntos (no unos antes y otros años después) salir al encuentro del Señor que desciende del cielo y a modo de comité de recepción, para recibirle en su regreso a la tierra y que es desde dónde se ejerce dicha gobernación teocrática…… luego ya tenemos otra cosa que no encaja con lo que nos cuentan los TJ; pero resulta que la enseñanza mencionada de la toma de posesión del reino por parte de Jesucristo en 1.914, se enfrenta a otras dos derivadas, porque veamos: si ello fuera como se nos propone ¿cómo se nos explica la razón de la celebración más importante de los miembros de dicha organización y que es la “conmemoración” o “memorial” de la muerte de Jesucristo? Porque lo que se lee en las Escrituras y en palabras del apóstol Pablo, es lo que sigue:

Porque yo recibí del Señor (eso es, información directa de Jesucristo) lo que también les transmití: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó un pan 24 y, después de dar gracias, lo partió y dijo: “Esto significa mi cuerpo a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí”. 25 Hizo lo mismo respecto a la copa también, después de haber cenado, al decir: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre. Sigan haciendo esto, cuantas veces la beban, en memoria de mí”. 26 Porque cuantas veces coman este pan y beban esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor, hasta que él llegue.” (1 Cor. 11:23-26). (Acotación nuestra).

Luego si Jesucristo (aunque supuestamente de forma “invisible”) ya llegó en 1.914 en el poder del reino y eso es lo que se nos cuenta ¿por qué continúan celebrando los TJ dicha ceremonia, oponiéndose con ello y por espacio de 100 años, a lo ordenado por Jesús en el sentido de que cuando “él llegue”, finaliza dicha celebración? Pero veamos ahora la segunda de esas dos derivadas que hemos mencionado: porque a tenor de lo que nos cuentan esos señores y en una franja de tiempo entre 1.914 y 1.935, se produjo la mencionada “primera” resurrección de los “ungidos” fallecidos de todos los tiempos y de los que aún hoy, según se nos dice, quedarían más de 13.000 con vida…… pero lo que leemos en el registro sagrado, acerca de esos personajes que con Cristo tienen que reinar, es lo siguiente:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6).

O sea, que lo que queremos señalar, es que si la citada “primera” resurrección se hubiera producido en el año 1.914 y como consecuencia directa de la venida de Jesucristo (de hecho, esto es lo que hemos visto que nos dicen las Escrituras), si esos supuestos “ungidos” que siguen aún hoy con vida murieran en este momento, resulta que solo reinarían con Cristo por 900 años y no los mil de los que se nos habla en el pasaje citado…… y así, vayan ustedes restándoles años de gobernación al lado de Cristo, a aquellos que fueran muriendo en tiempos posteriores y con lo que nos encontraríamos con que dicho pasaje nos estaría mintiendo. Por lo tanto, dicha “primera” resurrección y para que lo dicho por el pasaje en cuestión se cumpla, se tiene que producir en el mismo momento en que Jesús toma el poder del reino y empieza a reinar, que es en definitiva lo que nos muestra el relato escritural, pero hecho que según esos señores, ocurrió en 1.914…… por lo que, o es mentira que Jesucristo hubiera recibido el reino en 1.914, o es mentira que en la actualidad existan todavía “ungidos” entre los TJ, pues a tenor de lo leído no es posible la confluencia de ambas circunstancias. De hecho y en función de una información publicada en La Atalaya del 15 de Julio del año 1.981 por dicha organización, sería lo segundo, pues esto es lo que leíamos en la misma bajo el subtema “¿Por qué ajustes en el entendimiento?” y en su página 28:

Puede ser que alguien pregunte: ‘Si los testigos de Jehová están recibiendo “alimento al debido tiempo,” ¿a qué se debe que de vez en cuando han cambiado de entendimiento en cuanto a ciertas enseñanzas?’ La Biblia contesta: “Pero la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” (Pro. 4:18) Igualmente, tal como la congregación del primer siglo tenía solamente conocimiento parcial, así también sucede con “el esclavo fiel y discreto” de hoy día. El conocimiento cabal de muchos asuntos espirituales se alcanza únicamente a medida que los propósitos de Dios llegan a la plenitud de su realización. (1 Cor. 13:9-12) El “esclavo” no está bajo inspiración divina; más bien, continúa escudriñando las Escrituras y examinando detenidamente los acontecimientos mundiales, así como la situación en que se encuentra el pueblo de Dios, a fin de entender el cumplimiento progresivo de las profecías bíblicas. Debido a limitaciones humanas, a veces puede haber un entendimiento incompleto o incorrecto de algún asunto que quizás requiera corrección más tarde.” (Negritas nuestras).

Porque si resulta que el “esclavo” o miembros del llamado “cuerpo gobernante” de los TJ no están bajo inspiración divina, sino que están sujetos a “limitaciones humanas” y así lo demuestran sus continuas meteduras de pata y que ellos mismos reconocen en el escrito de referencia, resulta que no son “ungidos” o Hijos de Dios como siempre nos han contado, pues esto es lo que leemos en las Escrituras:

Porque todos los que son conducidos (o “guiados” según versiones) por el espíritu de Dios, estos son los hijos de Dios.” (Rom. 8:14). (Acotación nuestra).

Siendo ello así, que no son “ungidos” y según declaración de parte ¿por qué participan de los emblemas en el “memorial”, si según ellos mismos afirman solo pueden hacerlo aquellos que son “ungidos” y de ahí, que su “gran muchedumbre” de “otras ovejas” tengan prohibida la participación en el mismo? Ya extendiéndonos en la pregunta ¿por qué entonces, ese división entre los supuestamente “ungidos” que dirigen, con las llamadas “otras ovejas” que son dirigidas, si resulta que todos son iguales? Sin embargo y en un total contrasentido, esos miembros del llamado “cuerpo gobernante” se identifican a sí mismos como “el conducto” mediante el cual Jehová dirige hoy a su pueblo; veamos cómo nos dicen esto, en este caso en el libro publicado en 2.006 “Adoremos a Dios”, en su capítulo 14 y párr. 10, en el que decían como sigue:

En nuestros días, el Cuerpo Gobernante de la organización visible de Jehová se compone de hermanos ungidos por espíritu procedentes de diversos países, y está situado en la sede mundial de los testigos de Jehová. Bajo la dirección de Jesucristo, promueve la adoración pura en toda la Tierra al coordinar las actividades evangelizadoras que llevan a cabo los testigos de Jehová de decenas de miles de congregaciones.”

Queda claro, que esta afirmación entra en franca contradicción con lo dicho en La Atalaya mencionada del año 81, al tiempo que no cuadra con lo que dijo Jesucristo y que fue esto:

Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora. 13 Sin embargo, cuando llegue aquel, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye y les declarará las cosas que vienen. 14 Aquel me glorificará, porque recibirá de lo que es mío y se lo declarará a ustedes.” (Juan 16:12-14).

Entonces estaríamos hablando de una información directa del Hijo de Dios a unos hombres determinados, por lo que de nuevo nos encontramos ante la flagrante contradicción de que, o bien no son “ungidos” y de ahí sus constantes errores como ellos mismos reconocen en La Atalaya mencionada, o bien son el “conducto de Dios” como a sí mismos se atribuyen y bajo la dirección de Jesucristo, con lo que no puede haber equivocación alguna en sus enseñanzas, pues en este caso el error sería atribuible al propio Jesucristo y bajo cuya dirección afirman estar esos miembros del “cuerpo gobernante”…… luego si el Hijo de Dios no se puede equivocar y los TJ sí lo hacen ¿qué está ocurriendo aquí?

Pues lo que ocurre de entrada, es que esas personas nos mienten en su afirmación de ser la única religión verdadera, pues ni son “ungidos”, ni mucho menos están dirigidos por el propio Jesucristo, dado que tanto ellos como por extensión, aquellos que les siguen no tienen conocimiento exacto de lo que dicen las Escrituras y de ahí, que tengan que estar justificando sus continuos errores, como hemos leído en esa publicación del 15 de Julio del año 1.981…… luego sin ese necesario “conocimiento exacto”, de ninguna manera se puede tener la pretensión de ser la “verdadera” religión que represente los intereses de Dios aquí en la tierra y al igual que aquellas personas a las que Pablo se dirigía, los TJ también buscan a Jehová según su conveniencia y no según nos exige Este en Su Palabra; pero recordemos de nuevo las palabras de Pablo:

Porque les doy testimonio de que tienen celo por Dios; mas no conforme a conocimiento exacto; 3 pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.”

Pero claro, si esto es así y no creemos que después de lo dicho quede duda alguna de ello, esta organización no es más que una organización de hechura humana, totalmente enfrentada al Dios Altísimo y por lo que sus seguidores son reos de destrucción eterna; porque veamos sobre qué personas es sobre las que se traerá juicio adverso, cuando aparezca de verdad Jesucristo y según lo que leemos en 2 Tes. 1:7-9:

“…… al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.”

Luego si analizamos los dos pasajes con la atención debida, veremos que los puntos de coincidencia entre ambos tienen que ver con el “desconocimiento” por un lado y la “desobediencia” por el otro; por lo que los seguidores de a pie de dicha organización religiosa, eso es, sus militantes de base, se lo tienen que hacer mirar y sin hacerse trampas en el “solitario”…… o sea, no intentando ajustar lo que dice la Biblia a lo que uno cree porque así se lo ha enseñado la Sociedad Wachtower, sino intentar ajustar aquello que se cree con lo que realmente dice la Biblia y que nada tiene que ver con lo que les cuenta dicha fraudulenta organización religiosa.

Y como ya hemos apuntado, si nos hemos metido con la organización de los TJ no es porque sean mejores o peores que los demás grupos religiosos, sino porque es la que más conocemos en función de nuestra dilatada militancia en ella y por lo que la misma línea de actuación que hemos marcado con respecto de aquello que se nos enseña, aplicaría también al resto de seguidores de las distintas denominaciones religiosas que componen la llamada “cristiandad”, pues las unas en “esto” y las otras en lo “otro”, todas cojean del mismo pie…… eso es, que tan fraudulentas en su afirmación de ser la “verdadera religión” son las unas, como lo son las otras; al hilo de esto, recordemos lo que hacían ciertas personas en el primer siglo y que les valió para que las propias Escrituras alabaran su actitud:

Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11).

Tomemos nota que la información que recibían les venía directamente de un tal apóstol Pablo, no sospechoso de mentir en cuanto a la enseñanza verdadera…… no obstante, esas personas tenían su confianza puesta en las Escrituras que poseían en ese tiempo y no en lo que les dijera persona alguna, por muy acreditada que esta estuviera y como era el caso. Por tanto y dado que no tenemos a día de hoy a un Pablo entre nosotros, más motivo para que los seguidores de cualquier denominación “cristiana” existente en nuestros días, hagan un sincero examen de sus respectivas creencias basadas en lo que las tales les hayan contado que “dice la Biblia”, contrastándolo con aquello que ellos mismos leen directamente de la misma y, como hemos señalado, sin hacerse trampas en el “solitario”. Y es que las Escrituras son la auténtica unidad de medida que mide a las distintas formas de religión de hechura humana (absolutamente todas las que tenemos a nuestro alrededor) y que nos muestran que, mientras están aquellas que “se pasan”, están aquellas otras que “no llegan”…… en definitiva, que ninguna da la medida correcta.

MABEL