La Resurrección y Juan 5:28-29
Hace unos días y buscando contrastar una información en la red, nos topamos con un artículo titulado “¿Cuantas resurrecciones habrá?” y cuyo autor, según se nos dice, es el Dr. Javier Rivas Martínez. Dicho artículo lo pueden hallar en la siguiente dirección, por lo menos, hasta donde nosotros sabemos: apologista.blogdiario.com y fechado en 10/01/2008 y es que no nos consta que también esté colgado en otro sitio. Antes de continuar y como siempre que citamos de algún otro autor, les recomendamos lean dicho artículo para así tener más clara la razón de nuestra discrepancia, así como de lo acertado o no, de ella. Dicho esto, continuamos con nuestra exposición.
El Dr. Rivas afirma en el mismo, la existencia de dos resurrecciones, algo en lo que estamos de acuerdo. Para mantener tal argumento, cita de Daniel 12:2, que nos dice lo siguiente:
“Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y confusión perpetua.”
Y aquí empieza el problema, porque si bien es cierto que Pablo, da a entender en 1 Tes 4:16 (citado por el autor), la existencia de dos resurrecciones y en lo que, repetimos, estamos de acuerdo, de ninguna manera en el citado texto de Daniel, leído correctamente, se nos habla de nada parecido a dos resurrecciones. Ahora bien, el Dr. Rivas para dar más énfasis a su planteamiento, nos cita Juan 5:28-29, que dice así:
“No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz 29 y saldrán, los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio (O de condenación, según RVR 1960)”. (Acotación nuestra).
Pero es que resulta que este texto, si de nuevo leemos correctamente, solo nos habla de una sola resurrección, porque veamos: al sonido de la voz ¿quiénes saldrán?, pues todos, no unos antes y otros después. Luego de lo que nos están hablando estos dos textos, es de una sola resurrección, con dos retribuciones distintas. Veamos una frase en relación a estos dos textos, transliterada tal cual, del artículo en cuestión:
“Aunque los textos parecen dar a entender que habrá una sola resurrección, es tan solo una apariencia.” (Negritas nuestras).
Luego el Dr. Rivas ya reconoce implícitamente, que esos textos nos dan a entender o nos hablan de una sola resurrección, entonces ¿por qué la coletilla de “es tan solo una apariencia”? ¿En que fundamenta semejante aseveración? No lo sabemos, pero puesto que nos parece una afirmación un tanto capciosa, nosotros afirmamos que de apariencia nada de nada, ya que estos dos textos, cuando se leen correctamente, dicen lo que dicen y dan a entender lo que dan a entender, no otra cosa. Otra cuestión, es que en algunas ocasiones y esta da la sensación de ser una de ellas, en vez de ajustar nuestro entendimiento a lo que nos dice un pasaje bíblico, pretendemos que este se ajuste a lo que nosotros creemos acerca de un tema determinado.
Y la cosa se agrava un poco más, cuando en virtud de Rev. 20:5, nos separa las dos supuestas resurrecciones de esos dos textos, por un espacio de mil años:
“Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años.”
Y decimos que la cosa se agrava, porque hacer semejante afirmación, denota un parcial desconocimiento de lo que realmente nos quiere decir este texto, porque veamos: Supongamos por un momento que aceptamos el planteamiento del Dr. Rivas (y muchos otros, no crean), con lo cual tendríamos que con la segunda venida de Jesucristo se produce una primera resurrección, según Rev. 20:6:
“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”
Luego vemos que los que acceden a esa primera resurrección, exclusivamente son los que participan con Cristo en la gobernación del Reino. Mil años después, se produce la “segunda” resurrección, calificada en Juan 5:29, como de condenación. Bien, siendo esto así, entonces le rogaríamos al Dr. Rivas que por favor nos explicara, en cuál de la dos resurrecciones nos coloca a Juan el Bautista. Y ahí lo dejamos de momento, hasta que el Dr. Rivas públicamente tenga a bien despejarnos esa incógnita.
Y ya sabemos, porque nos lo dijo no hace mucho, que D. Javier nos recomendará aplicarnos en el estudio de las disciplinas de “teología de buen calibre” o “interlineales griegas y hebreas”, así como en “estudios teológicos en escatología”, antes de tomarnos el atrevimiento de señalarle algún pequeño error. Bien, agradecemos el consejo aunque lamentablemente y a nuestra edad, todo eso como que ya nos viene un poco grande. Pero para consuelo del Sr. Rivas, le diremos que si bien no poseemos dichos conocimientos, afortunadamente nuestra capacidad para leer correctamente, es bastante aceptable. Además de que a pesar de nuestra, relativamente avanzada edad, las cualidades de la lógica, el sentido común y la capacidad de razonar, no han sufrido merma y que si nos dan a escoger, entre estas y las disciplinas por él señaladas para el estudio de la Palabra de Dios, nos quedamos con las primeras y que poseemos a un grado razonable. Algo de eso debía de pensar Jesús, cuando en su momento dijo lo siguiente:
“En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo, y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.” (Luc. 10:21).
Quedamos a la espera, por tanto, de que el Dr. Rivas nos responda la pregunta formulada, públicamente, si ello es posible.
MABEL
viernes, 29 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario