Si son mentiras, D. Javier...
… ¿por qué no las desmonta y me deja públicamente en ridículo? ¿Por qué razón no lo hace? ¡Ah… que no puede!...... pues si no sabe o no puede, no se meta en ese “jardín” y no haga más el ridículo hombre, porque me imagino que a estas alturas será el hazmerreir entre su círculo de amistades, a poco que tengan un algo más de sentido común y de lógica que usted (cosa que no dudo) y logro que por cierto, no creo precise de un gran esfuerzo, o sea, el superarle a usted en lógica y sentido común, claro. Y como entiendo que la cosa ya pasa de castaño oscuro, me voy a tomar la licencia de desmandarme un poco y empezar a llamar las cosas por su nombre…… que cuando conviene también sé.
Y es que dicho caballero, querido lector y del cual ya habría que empezar a dudar que de caballero tenga algo (más bien de patán), respondió hace unos días a un artículo que publiqué a raíz de unos correos que recibí y en los que me ponía a bajar de un burro, titulado “Resumiendo D. Javier…… ¡que estoy como una “chota!” (15/02/11) y cuya respuesta por parte de ese caballero y para variar (a falta de altura, “suplementos”), se reducía a un descalificador comentario en el que se expresaba en los siguientes términos:
“Autor : Javicho Rivas (IP: 201.171.174.80 , 201.171.174.80.dsl.dyn.telnor.net)
Correo electrónico : Javier_2400@hotmail.com
URL :
Whois : http://whois.arin.net/rest/ip/201.171.174.80
Comentario:
Patadas de ahogado solamente, mentira tras mentira, injuria mental a causa de la secta; en fin, la necedad y el fanatismo en toda su -expression-, -you know-.”
O sea que para la lógica de D. Javier, bastante primitiva por cierto, son patadas de ahogado el que yo escriba artículos rebatiendo sus desatinos y aun dándose la paradójica circunstancia, que siendo mentira todo lo que publico (según afirma dicho caballero), no pueda desmentir absolutamente ninguno de los argumentos que le planteo…… ¿curioso, no? ¿No será que el que da patadas de ahogado, insultando en lugar de desmontar objeciones debidamente planteadas y apoyadas siempre en textos bíblicos, es él? Y por ello, al no poder rebatirlos, se dedica al “intelectual” ejercicio de escribir dos simples líneas en tono descalificador, quizás pensando que sus lectores son tontos y no se están dando cuenta de que algo raro pasa. Y es que no es normal, que con todo el “bombo” que se da, de erudito, evangelizador, estudioso de las Escrituras, maestro bíblico y no se sabe cuántas cosas más, no pueda desmontar con razonamientos bíblicos los argumentos que un “descerebrado” como yo (siempre según D. Javier) expone en el artículo citado al inicio y sujeto de su correo. Lejos de ello y como de tapadillo, repito, manda dos simples renglones, descalificadores esos sí, pero que obviamente no dan respuesta a las cuestiones planteadas en el citado artículo (así como en muchos otros) y que por lo tanto, nada nos aclaran. Y en consecuencia, a menos que me desmienta y por mucho que me insulte (no insulta quién quiere, sino quién puede), soy yo el que de momento tengo la razón, porque sencillamente no ha sido capaz de demostrar lo contrario de lo que yo afirmo: y es que obras son amores y no buenas razones.
Y no puede demostrar lo contrario, porque D. Javier sabe perfectamente que la enseñanza que tratábamos en el artículo de referencia, sobre las dos resurrecciones de Juan 5:28-29 y de la que ha hecho bandera, es un puro disparate y prueba de ello, es que pasando por el mayor de los ridículos y en el bien entendido que tenga sentido del ridículo, que tal da la sensación que ya es mucho pedirle, por ahí tiene aún y después de pasado un año, una “preguntita” pendiente acerca de en cuál de esas dos citadas resurrecciones nos coloca a Juan el Bautista y la cual situación, para todo un “ungido de Dios” como se auto-identifica, demasiado correcta no es. Y más teniendo en cuenta que quién se la formula, es una persona que siempre ha afirmado no ser un miembro “ungido” o elegido por Dios para gobernar con su Hijo en el reino, o sea, que para D. Javier soy carne de cañón para “su” segunda resurrección para destrucción eterna. Pero pregunta en definitiva, que para su vergüenza y descrédito personal, ha sido incapaz de responder satisfactoriamente a pesar de su marcado carácter bíblico y campo este, en el que nos afirma ser un “maestro”, pero en el que demuestra ser un perfecto ignorante. Aunque claro, seguramente dicho caballero dirá que lo que acabo de decir (aún siendo verdad, que no ha dado respuesta alguna), no deja de ser una “injuria mental”, así como una expresión de mi “fanatismo y necedad”, elevados a la enésima potencia y epítetos que pueden leer en el correo transcrito. Pues muy bien, aceptado queda…… pero la cuestión y es lo que cuenta, es que aún no ha respondido a la citada pregunta: sencillamente porque no es capaz; obviamente y de lo contrario, ya lo habría hecho.
Es más, en uno de mis escritos anteriores, titulado “La Biblia…… y el ajedrez” (31/10/2010) y en el que le aludía directamente (junto a otros personajes), planteaba una serie de nueve razonables objeciones a tan disparatada enseñanza y sin que hasta el momento, dicho caballero haya aclarado absolutamente nada de ninguna de ellas……. ni él ni ninguno de los que junto a él citaba, claro. Y circunstancia esta, no obstante, de la que ya advertíamos a nuestros lectores en el penúltimo párrafo de ese mismo artículo:
“Porque lo que queda claro es que, ante los medios desplegados, nos tendríamos que saber todos al “dedillo” las cosas a producirse durante ese milenio, pero sin embargo y “gracias” a la capacidad interpretativa de dichos “entendidos”, ahí tenemos a estas alturas y ya a punto de ser establecido dicho período milenario, esas dudas aun sin resolver y que por supuesto, agradeceríamos que nos las despejaran, aunque sinceramente dudamos que lo hagan; es más: estamos convencidos de que no lo van a hacer. Y para que no quede ninguna duda, nos estamos dirigiendo a los señores que forman parte de ese entorno compuesto por los Rivas, Olcese, Morales, Dávila, Buzzard, etc. y que hasta donde nosotros sabemos, de momento no han presentado ninguna objeción a semejante interpretación de Juan 5:28-29, por lo cual debemos considerar que estarán de acuerdo con ella.”
Y tal como nos imaginábamos y ya cuatro meses nos contemplan, he aquí que nadie ha dicho ni “mu” acerca de ello hasta el momento y en un claro reconocimiento (se me ocurre pensar a mí), de lo disparatado de dicha afirmación del Dr. Rivas y que hasta tal punto parece ser así, que ninguno de sus cercanos se atreve a entrar en ese “jardín” en el que se ha mentido el personaje en cuestión, ni corroborándola (ya que es un puro disparate)…… ni desmintiéndola, porque entonces tendrían que cambiar radicalmente su entendimiento de Juan 5:28-29 y por lo tanto, eso de ser “ungidos” y de ser reyes en el reino ya no estaría tan claro; pero por otra parte y dándose el caso, por demás asombroso, que ni él mismo (D. Javier) y que ya es de aurora boreal, haya sido capaz de defender su propia enseñanza, o sea, que como para fiarse de cualquier afirmación que haga dicho caballero, al menos en términos bíblicos. Y no hablemos ya, que esa es otra, de la burrada interpretativa de tan “entendido” estudioso de las Escrituras (como eufemísticamente se califica así mismo) del pasaje de Rev. 21:1 y que la voy a repetir, en un intento de conseguir (probablemente en vano) que recapacite un poco el hombre y se dé cuenta que eso no es de recibo…… o para mejor entendernos: que es una chorrada como una catedral (por lo monumental, claro). Pero veamos que nos dice el texto en cuestión:
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe.”
Y esta es la “interpretación” que hace del mismo, esta “quintaesencia” de la docencia bíblica y que conocemos con el nombre de D. Javier Rivas Martínez, transcrita tal cual desde su artículo:
“«Y el mar ya no existía más», significa que la nueva creación no contará con océanos, con mares literales, habiendo sidos éstos eliminados como parte de la antigua creación, y porque esta fuente de inumerables y variadas riquezas dejará de tener una importancia vital.” (Negritas mías).
Y es que ya solo con semejante barbaridad, que tiene publicada en su blog el 24 de Julio de 2010, en el artículo “La nueva creación: cielos nuevos y tierra nueva”, es suficiente para descalificarle totalmente y para que se le niegue toda clase de crédito en cualquier cosa que publique acerca de las Escrituras, porque denota un total y absoluto desconocimiento del texto sagrado, ya rayando en la inmoralidad. Porque cuando uno es un ignorante integral en algún campo, como parece serlo dicho personaje en el tema bíblico, pero se calla…… pues ni tan mal, ya que por lo menos no entorpece; pero cuando uno se las da de “entendido” y “maestro bíblico” y empieza a dar lecciones e impartir enseñanzas “magistrales”, pues ocurren esas cosas: que se empiezan a decir insensateces y cuando llegan las primeras objeciones, bien documentadas y siempre con textos bíblicos por delante, pues eso, que uno no sabe por dónde salirse. Y la cosa se agrava, cuando para salir al paso de las tales objeciones, cuando uno le dice que eso que publica es un disparate, resulta que ese uno está “majara”, que miente, que injuria, que es un necio, un fanático rescoldo watchtoweriano, un desesperado y fanático religioso, furiosamente conflictivo…… en fin, un peligro público.
Y es que hasta el momento, esos han sido los “selectos” y “estructurados” argumentos usados por el Sr. Rivas, para responder a las objeciones recibidas y en una clara demostración de que es un analfabeto integral en temas bíblicos…… que quizás en otros campos será un experto (no me permito el dudarlo), pero que no entiende absolutamente nada de las Escrituras, ¡vamos! eso es un hecho por demás incontestable. De lo contrario, que alguien me explique cómo se es capaz de entender de Rev. 21:1, la animalada que ese señor ha entendido. Y si se me permite, señalar que es de vergüenza ajena que las personas de ese entorno como las que cito en el párrafo transcrito, los Olcese, Buzzard, Apolos, Morales, Dávila y quizás otros muchos, sean incapaces de contribuir a aclarar las cosas, mediante un claro posicionamiento: o tiene D. Javier razón, tanto en lo del mar que “dejará de existir” y que ya es de coña marinera (con perdón), como con lo de Juan 5:28-29…… o en su defecto, la razón la tengo yo y explicando, por supuesto, el porqué uno tiene la razón (sea quién sea) y el otro no; pero que digan algo en beneficio de los que nos leen, ya que los “ungidos” y evangelizadores son ellos y no yo, por lo que esa responsabilidad la tienen ellos ¿o es que resulta que no son nada de eso, tal y como yo me malicio?
Porque de lo que estaríamos hablando, es de algo muy grave a los ojos de Jehová (Mat. 18:6), como es el impartir enseñanzas falsas, tendentes a extraviar, confundir y crear divisiones entre las personas:
“Sin embargo, la expresión inspirada dice definitivamente que en períodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios.” (1Tim. 4:1).
Y el problema es que todas esas personas citadas, se autocalifican de “ungidas” (Hijos de Dios) y por lo tanto, alguna responsabilidad se supone que tendrán ante Jehová, “su” Padre Celestial, de aclarar el tema y contribuir a que la verdad prevalezca y que para eso los tiene Jehová aquí en la Tierra, se supone. Pero como la realidad es que no son “ungidos” ni nada que se le parezca, sino unos farsantes y engreídos mentirosos, no solo no tienen argumentos para rebatir mis “inconsistencias y malignos comentarios”, siempre en opinión de D. Javier y que repito, no son argumentos míos ya que solo cito aquello que dice la Biblia, sino que ni siquiera lo intentan y mostrando con ello, lo que les importan aquellas personas sinceras que necesitan de guía correcta para acercarse a Dios: absolutamente nada. Y es que Jesús y que algo sabría del tema, ya en su momento dijo lo siguiente acerca de ese tipo de personajes:
“Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: “Yo soy el Cristo” (se presentarían como Hijos de Dios, o sea, “ungidos”) y extraviarán a muchos.” (Mat. 24:4-5).
Pero sin embargo y para que quede patente de nuevo la total ignorancia de ese señor en materia bíblica, voy a plantearle otra cuestión y con el pleno convencimiento de que tampoco será capaz de responderla y demostrando con ello, una vez más, su condición de falso “ungido” y falso maestro: en resumidas cuentas, de ser un farsante. Y es que resulta que D. Javier nos asegura sin lugar a dudas, que los notables del A.T. (los Abraham, Noé, Isaac, David, Daniel, Moisés, etc., etc.), gobernarán con Cristo en el reino milenario, en calidad de reyes y sacerdotes y para lo cual, no lo olvidemos, tienen que participar de la primera resurrección (Rev. 20:6). Y afirmación, dicho sea de paso, que tampoco le ha sido desmentida por ese entorno tan “entendido” en materia bíblica en el que se mueve y lo cual, de nuevo, nos lleva a pensar que estarán de acuerdo con dicha disparatada afirmación. Vean un artículo publicado el 10/01/08 en la página de Apologista Mario Olcese y cuya autoría le es atribuida a D. Javier, que con el título de “¿Cuántas resurrecciones habrá?”, nos decía lo siguiente:
“La resurrección de los muertos, en sí, son dos acontecimientos separados, a saber: La primera, será en la Segunda Venida del Mesías Jesús a la Tierra, en que los muertos en Cristo (Ver 1 Co.15:52) y los santos de AT. (Ver Dn.12:13) serán despertados o resucitados para recibir la Heredad del Reino Milenario.” (Negritas mías).
Observen, amigos lectores, que D. Javier coloca a los santos del A. T. en la primera resurrección y que es precisamente, la que da acceso a reinar con Jesucristo, en calidad de reyes y sacerdotes (Rev. 20:6), como todos sabemos. Sin embargo y como ese señor no tiene ni la más remota idea de lo que habla, ya que como he dicho, es un analfabeto integral en temas bíblicos (solo hay que ver la aplicación que hace de Dan. 12:13 en ese pasaje transcrito) y además, ni tiene a nadie que le advierta que de nuevo mete la pata hasta el corvejón, obviamente nos sabe que cuando Jesús estuvo aquí en la tierra y en una importantísima conversación que tuvo con un tal Nicodemo, dijo lo siguiente acerca de aquellos que con él tenían que gobernar y que echa por tierra la posibilidad de que esos santos del A.T., pudieran gobernar con Cristo en el reino y de lo que, repetimos, Dan. 12:13 no nos dice absolutamente nada de ello. Y por muy insultante (más adelante les explico a que viene eso), que considere D. Javier que es mí afirmación, ahí están las palabras de Jesús, que corroboran mi planteamiento…… y el disparate de ese indocumentado:
“En respuesta, Jesús le dijo: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. (……) 5 Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:3; 5).
O sea, que no se sienta insultado por mí, sino en todo caso por Jesús que fue el que dijo estas palabras, totalmente contrarias a la opinión de tan “entendido” caballero. Y es que de ellas se deduce que para ser gobernante en ese reino, se exigía, como primer requisito, el nacer del agua y como segundo (y no por ello de menor importancia), el nacer del espíritu. Y que estas palabras iban dirigidas exclusivamente a los que con él (Jesús) tenían que gobernar, no es algo que se pueda poner en cuestión ni que me haya inventado yo, porque cuando Jesús estuvo por primera vez aquí en la Tierra, a lo que vino fue precisamente a eso: a seleccionar a aquellos que serían sus asociados en el gobierno del reino……. a nadie más. Apologista Mario Olcese, nos lo explica en un artículo que publicó el 12/10/2010, titulado “Estar con Cristo ¿qué implica esta frase?”, en los siguientes términos y como siempre, transcritos tal cual de su artículo:
“Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas mías).
Luego parece claro, que si Jesús vino a ofrecer una participación activa en ese gobierno del reino, no es arriesgado afirmar que lo que Jesús hizo y según se desprende de un correcto entendimiento de este pasaje de Juan 3:3; 5, fue establecer dos requisitos, por demás imprescindibles y que tenían de reunir todos aquellos, que desearan formar parte de ese gobierno: tenían que experimentar un nuevo nacimiento y lo que implicaba el bautismo en agua (mediante inmersión), en el nombre de Jesucristo y que equivaldría a nacer del agua y recibir, por otra parte, el Espíritu Santo de adopción como Hijos de Dios y que sería el equivalente a nacer del espíritu. Y Espíritu Santo además, que solo podía ser impartido a través del propio Jesucristo y circunstancia que Juan el Bautista, ya en su momento señaló con las siguientes palabras:
“Y predicaba, diciendo: “Después de mí viene alguien más fuerte que yo; no soy digno de agacharme y desatar las correas de sus sandalias. 8 Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará con espíritu santo.” (Mar. 1:7-8).
Y detalle significativo por demás, ya que lo que se puede leer entre líneas en ese pasaje, es que si no había Jesucristo, no había derramamiento de Espíritu Santo y por lo tanto, si no había derramamiento de Espíritu Santo, no había reconocimiento como Hijos de Dios. Luego ya solo por eso, es sencillamente imposible que esos personajes del A.T., pudieran estar en ese gobierno del reino, porque como mínimo, ya carecían del segundo de los requisitos exigidos por Jesús; pero es que además, resulta que esos dos requisitos como un todo, entraron en vigor a partir del Pentecostés de 33 E.C., siglos después de la muerte de esos notables del A.T. antes citados y que por lo tanto, no podían reunir ninguno de los dos, luego si no podían reunirlos, no podían gobernar con Cristo en su reino…… tal como suena y a menos, claro está, que Jesús nos hubiera mentido. Pero si eso no fue así (y no puede serlo), entonces…… ¿cómo nos explica de qué manera se come eso, tan “ilustrado” caballero y que si realmente es un “ungido” (Hijo de Dios), tiene que tener el Espíritu de Verdad operativo en él (Juan 16:13-14), luego tiene que saberlo y lógicamente, poderlo hacer adecuadamente?
Y ya sé que D. Javier considerará estas mis afirmaciones como “puntadas maromeras”, producto de una mente “neurótico compulsiva”, además de “espurios y tenebrosos escritos”, pero que yo entiendo como lógicas y razonables consecuencias de lo que leo en los textos usados…… y es que yo en mis afirmaciones, siempre uso textos bíblicos que las apoyen. Luego lejos de ser yo el que le ofende, lo harán esos textos y que dicen todo lo contrario de lo que él afirma y es que D. Javier, debería de saber que yo no digo nunca nada, solo transcribo textos bíblicos y los desarrollo, que es otra cosa muy distinta. Luego dese ofendido por Jehová, no por mí, que “ni quito ni pongo rey”, ya que solo explico el significado de textos bíblicos…… si lo hago mal, pues que me lo diga y tan amigos. Pero como de haberlo podido hacer, ya lo habría hecho, no tengo más remedio que pensar que estoy en lo correcto…… ¿o no es cierto?
Porque no olvidemos y volviendo al asunto que nos ocupa, que el mandato de ir a hacer discípulos y de bautizarlos en su nombre, se dio a los apóstoles en el mismo momento de la ascensión de Jesucristo a los cielos (Mat. 28:18-20), o sea, cuarenta días después de su resurrección; y que el bautismo en Espíritu Santo, se impartió unos diez días después:
“Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto.” (Hech. 1:4-5).
O sea, que si para esas fechas, los discípulos de Jesús aún no habían sido bautizados en Espíritu Santo, luego aún no habían adquirido la condición de Hijos de Dios y por tanto, acceso al gobierno del reino como herederos del mismo, cuanto menos esos notables del A.T., que ya llevaban siglos dormidos en la muerte y que consecuentemente no pudieron, de ninguna manera, hacer nada para recibirlo. Y el problema no es pequeño, de ahí el “rebote” de D. Javier y que canaliza mediante el insulto y la descalificación personal, porque si resulta que no pueden gobernar con Cristo en el reino de Dios y no pueden hacerlo, si Jesús no nos mintió en Juan 3:3; 5 y se ponga como se ponga el Sr. Rivas, tampoco pueden participar de esa primera resurrección y con lo cual, según D. Javier y su “inteligente” teoría de las dos resurrecciones de Juan 5:28-29, solo les quedaría la segunda y que es para destrucción eterna…… y que como disparate no está nada mal. Pero claro, es que cuando uno habla sin saber de lo que habla, como es el caso que nos ocupa, lo normal es que se produzcan esas incongruentes consecuencias. Pues nada, ahí queda planteada la cuestión y que por si acaso, repito la pregunta: ¿cómo pueden gobernar con Cristo esos notables del A.T. en el reino de Dios, si no reúnen esos dos imprescindibles requisitos exigidos por Jesús? Porque Jesús dejó perfectamente claro, que quién no los reúna, no puede de ninguna manera ver o entrar en el reino de Dios. Y dado que eso lo dijo Jesús y no yo, no soy el que le ofende y si yo no le he ofendido…… pues eso, ya sabe con quién vérselas: nada menos que con Jesucristo.
Y es que me gustaría señalarle a D. Javier (es un matiz), que mis escritos no son ofensivos, sino inquisitivos y es que vean que me dice, entre otras cosas, en un reciente artículo titulado “El gnosticismo y los Testigos de Jehová” y en su decimoquinto párrafo, en el que sin venir a cuento y que seguramente aprovechando que yo "pasaba" por allí, me mete en el “fregao”:
“…… porque sus ofensivos escritos dicen que usted es otra clase de persona: usted refleja el pensamiento de un desesperado y fanático religioso, furiosamente conflictivo, el de un neurótico compulsivo, el de una persona muy inestable y terca...”
Y si mis escritos son ofensivos según ese indocumentado y grosero personaje, es porque no tiene manera de poderlos rebatir, porque como ya he dicho, de poderlo hacer ya lo habría hecho y que, razonablemente, sería la mejor manera de responderme y hacerme quedar en evidencia. Pero como es incapaz de rebatir un solo texto de los que le cito (en cualquiera de mis escritos), porque no se entera de qué va la película, en una clara manifestación de impotencia e ignorancia recurre al insulto y a la descalificación personal. Y es que ya se sabe, cuando la zorra no alcanza las uvas, dice que son verdes. Porque mira que hay ex-TJ por ahí con los que meterse, sin embargo, resulta que solo se mete conmigo y dándose el caso que si mis argumentos fueran realmente producto de un neurótico compulsivo y fruto de anteriores enseñanzas, obviamente serían fácilmente desmontables para una persona medianamente cultivada en asuntos bíblicos y que, efectivamente, sí hace dicho personaje con las enseñanzas de los TJ. Sin embargo, no parece ser así en lo que hace referencia a mis escritos y lo cual, algo nos tendría que decir: por ejemplo, que a pesar de mi pasado como miembro de esa secta, al que machaconamente alude ese caballero, mis planteamientos y que le ponen de los nervios, son distintos y por lo que no sabe ni por donde cogerlos. Sin embargo, me permito señalar que si el preguntar y en su caso, el denunciar falsas enseñanzas es ofender, me temo que lo voy a ofender muchas veces, porque como no cambie de registro y continúe publicando semejantes disparates, yo no voy a parar de denunciar esas falsas enseñanzas: eso que lo tenga clarísimo.
Porque prescindiendo, como he dicho, de mis anteriores militancias y a pesar que desde su punto de vista “…… lo más extraño es que usted (yo) insista en seguir abrazando sus conceptos equivocados, según lo visto en sus espurios y tenebrosos escritos”, me permito señalarle que mis opiniones son personales, a la par que muy meditadas y para nada mis planteamientos espurios o tenebrosos, ya que de lo contrario, serían (repito) fácilmente desmontables; y en fin, visto lo visto, no parece ser así la cosa…... al menos, lo que sí está claro, es que no es algo que esté al alcance de tan “entendido” personaje. Pero es que además, que me diga esto el que ha sido capaz de interpretar de Rev. 21:1, que “el mar ya no existía más, significa que la nueva creación no contará con océanos, con mares literales, habiendo sido éstos eliminados como parte de la antigua creación y porque esta fuente de innumerables y variadas riquezas dejará de tener una importancia vital” y que semejante salvajada, no la dice ni el tonto que asó la manteca (¡y mira que era tonto!), ya es para hacérselo mirar. Luego en vez de ir sacando pecho, lo que tendría es que caérsele la cara de vergüenza y perderse una temporadita por ahí, hasta que se nos pase el soponcio, por lo menos a aquellos que defendemos la verdad y que no permitimos que indocumentados como ese personaje, vayan adulterándola. Por lo menos, esa es la actitud que adoptó Jesús, con toda aquella patulea de escribas y fariseos de su día y a los que menos “bonitos”, les dijo de todo.
Y puesto que dicho caballero relaciona mis planteamientos, con mi anterior militancia con los TJ, decirle y a título de información (hay que enseñar al que no sabe), que mientras la explicación que dicha organización hace del pasaje de Juan 5:28-29, es la correcta, no así la demencial interpretación que él hace del mismo, porque veamos: si la cosa es como el nos plantea ¿sobre quiénes gobernarán durante el milenio, ese enjambre de reyes y sacerdotes y que por ejemplo D. Mario Olcese, cuantifica en millones, miles de millones? ¿De dónde nos saca a los súbditos de ese reino? ¿O sobre quiénes se derramarán los beneficios sacerdotales de esos gobernantes? ¿O nos está planteando el Sr. Rivas, un reino sin súbditos? A ver si D. Javier es capaz, de dar en esta ocasión, una respuesta a tan extraña y rocambolesca situación…… ¡a que no! Y por último decirle a ese caballero, que si se quiere dar por ofendido por lo que he dicho en este artículo, es muy libre. Pero que lejos de intentar ofender, lo que he hecho no ha sido más que llevar a cabo la constatación de una realidad: ese señor es un analfabeto integral en temas bíblicos y al que me permito sugerirle que antes de replicarme esta aseveración, medite durante diez segundos en lo del mar que tiene que desaparecer y luego sí, respóndame. Y si antes de decirme que soy un engendro de Satanás, pudiera despejarnos las dudas acerca de los dos temas planteados (Juan 5:28-29 y Rev. 21:1) y aclarárnoslos un poco, hasta le aceptaría dicha afirmación y todo…… ¡fíjense si estoy seguro de que no lo va a hacer!
Y una vez más y ya cambiando de tercio, permítame querido lector y ya con mi compañero y maestro, Manuel Bel, o sea, “ambos dos”, como dicen los “intelectuales” de nuevo cuño, nos dirijamos a usted y que de nuevo les hagamos la siguiente sugerencia: no se crea que esos rifirrafes que mantenemos con esos caballeros, no tienen más importancia que el de una mera discusión por aquello de querer tener la razón…… no, no, la cosa tiene bastante más importancia para usted que nos lee. Porque estamos al mismo borde de un profundo abismo por el que se va a despeñar el mundo tal como la conocemos, para dar paso a un nuevo y pacífico orden mundial en donde se esperan “nuevos cielos” y una “nueva tierra” (2 Ped. 3:13) y que para que lo sepa el indocumentado del Sr. Rivas, hacen referencia a un nuevo gobierno (cielos) y a una nueva sociedad humana (tierra) salida de la gran tribulación de Rev. 7:9; 14 y de lo cual, como ya hemos dicho, nos habló el apóstol Pedro en su segunda carta. O sea, que nos esperan grandes y numerosas bendiciones, cuando Jehová y mediante Cristo y un reducido grupo de co-gobernantes, tome las riendas de la gobernación mundial, en cumplimiento de Dan. 2:44:
“Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los actuales) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”
Y que durante un espacio de tiempo de mil años, el ser humano será devuelto a la perfección, tanto física, como psíquica y sobre todo espiritual, así como la medioambiental y con lo que el entero planeta Tierra será convertido en un maravilloso paraíso de paz y felicidad desconocidos hasta el momento por el ser humano y con la perspectiva de la vida eterna en mira. Y con el indescriptible privilegio de ser espectadores de primera fila en el más grande suceso que jamás podrá contemplar la humanidad: la vuelta a la vida o resurrección de todas las personas que en todas las épocas sufrieron la muerte y que siendo recordadas por nuestro Creador, participarán también de las increíbles bendiciones que en ese glorioso espacio de tiempo, serán derramadas y que el apóstol Pablo y citando de Isaías, expreso de la siguiente manera:
“Pero así como está escrito: “Ojo no ha visto, ni oído ha oído, ni se han concebido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.” (1 Cor. 2:9).
Pero para poder estar ahí, es indispensable el tener un conocimiento exacto (o pleno, o completo, según versiones) de la Palabra de Dios:
“Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4).
Partiendo de eso, querido lector y dado que la voluntad de Jehová es que usted adquiera ese conocimiento de la verdad y no de la mentira, es por lo que tiene la responsabilidad de averiguar quién es el que le está diciendo la verdad y quién le está mintiendo: si los que le dicen que los mares literales van a desaparecer, o los que le decimos que esto es una burrada como un piano, una flagrante mentira, alejada por tanto del propósito divino y además, lo probamos con textos bíblicos. Y lo cual le tiene que dar la referencia de quiénes son los falsos maestros de los que nos habló el apóstol Pedro y por lo tanto, no fiarse ni un pelo de lo que le dicen, por ejemplo y como ya hemos citado, que los mares y océanos van a desaparecer, ni de aquellos que no discuten (luego aceptan como veraz) semejante barbaridad, pero que altaneramente se postulan a sí mismos (obviamente nadie les ha nombrado, a diferencia de los apóstoles) “ungidos”, “Cristos”, en definitiva Hijos de Dios. Porque veamos que nos dice Pedro:
“Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas (o divisiones) destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.” (2 Ped. 2:1).
No olvide, querido amigo, que Jesús en su momento habló de guías ciegos y de las funestas consecuencias que de ellos se cosecharían:
“Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14).
Luego mucho cuidado con esos falsos “Cristos” (ungidos) y que repetimos nadie los ha nombrado y que de no ser así, al igual que los Pedro, Pablo, Juan, etc., nos demuestren lo contrario. Y que al amparo de la “autoridad” que creen les confiere ese auto-nombramiento del que presuntuosamente se han investido, son realmente agentes satánicos que le quieren engañar con esas falsas enseñanzas. Por lo tanto, mucho cuidado, con las enseñanzas que de esos personajes se reciben, porque son mentira y si son mentira, son demoníacas:
“Sin embargo, la expresión inspirada dice definitivamente que en períodos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a expresiones inspiradas que extravían y a enseñanzas de demonios.” (1 Tim. 4:1).
Y fíjese amable lector, que debido a esas enseñanzas de demonios, algunos serán apartados de la fe, obviamente porque tendrían la mala ocurrecencia de prestarles atención, luego mucho cuidado (repetimos) en aquello que le digan, según quienes y que como Jesús afirmó “por sus frutos lo conocerán” (Mat. 7:16). Y una prueba de esos frutos, es que muchos de esos personajes (como el caso que nos ocupa) lejos de aplicar el consejo de Pablo en sus respuestas, recurren al insulto y a la descalificación personal, como forma de solventar discrepancias. Vean lo que Pablo aconsejo (Jehová en última instancia, obviamente), en cuanto a la actitud que deberían seguir los verdaderos Hijos de Dios:
“Pero el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, 25 instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad, 26 y recobren el juicio fuera del lazo del Diablo, ya que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ese.” (2 Tim. 2:24-26).
O sea lo “mismito”, pero vamos, es que “igualito” a lo que hace el Sr. Rivas, que hasta el momento y ahí está la hemeroteca de Internet, para quién lo dude y quiera comprobarlo, ha sido incapaz de responder a prácticamente ninguna de mis objeciones (que no insultos), como no sea a base de ponerme a “parir”….... y ya nos disculparán, pero no podemos imaginarnos a Pablo en ese plan. Y si no es así como yo afirmo, desafío a ese personaje a que publique esos insultos que en un reciente artículo afirma que le he dirigido y yo por mi parte, publicaré la relación de correos insultantes, vejatorios y descalificantes, aparte de los “piropos” sueltos que me dirige en algunos de sus artículos y que obran en mí poder, perfectamente archivados…… y es que ya conocen el refrán: “el que guarda cuando tiene, come cuando quiere”. Y es cierto que en ese pasaje que hemos citado de Pablo y en el verso inmediatamente anterior, el 24, el apóstol anima a negarse uno “a admitir las cuestiones necias e ignorantes, pues sabes que producen peleas”; pero claro, cuando uno presenta una objeción amparada en textos bíblicos correctamente entendidos y debidamente aplicados, ya no estamos hablando de cuestiones necias…… al menos entre personas que sepan de qué están hablando. Y eso es lo que desde este blog siempre se ha hecho; al menos y hasta el momento, nadie nos ha podido decir y probar, que eso no es así.
Y como siempre, desde este mismo blog nos permitimos aconsejarle, ya que nosotros (los dos autores del mismo) no somos “ungidos”, que no crea todo aquello que le decimos, sino compruébelo usted mismo mediante investigación personal y que es lo único que en el venidero día de Juicio del Altísimo le será tenido en cuenta: porque en ese crítico momento, querido lector, no le valdrá aquello de decir “es que según el Dr. Rivas, resulta que……”, sino que cada uno “llevará su propia carga de responsabilidad.” (Gál. 6:5) y lo cual significa, que usted responderá de sus propios actos ante su Creador…… luego, mejor estar bien informado ¿no le parece?
Dicho esto, quedo a la espera de los insultos…… ¡perdón!, quise decir de las respuestas de D. Javier. Aunque no sé porqué, pero me malicio que entre ese caballero y un servidor ya está casi todo dicho, dado que no creo que valga la pena dedicar ni un segundo más de mi tiempo en discusiones estériles. Otra cosa es que no le deje pasar ni una, como no se la dejo pasar a nadie de quién leo y cuando entiendo que lo escrito no es correcto, ya que esa es la finalidad con la que se creó este blog: intentar aclarar afirmaciones un tanto dudosas. Y por supuesto, puede seguir insultando lo que quiera, ya que comprendo perfectamente que cada uno se defienda como sabe y puede…... además y como decía el clásico: “no mancha el insulto a quién lo recibe, sino a quién lo profiere”.
Pero no obstante y de todas maneras, ya me doy por insultado, por lo que no hace falta que se esfuerce: doy por bueno y merecido cualquier “piropo” que se le ocurra. Por lo tanto céntrese solo en atender a esas cuestiones bíblicas y a responder a esos textos bíblicos, en el sentido de si dicen o no, lo que yo digo que dicen y en los que apoyo mis argumentos. Y si no sabe hacerlo o no puede…… ¡pues cállese hombre y no haga más el ridículo!
Armando López Golart
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