sábado, 10 de diciembre de 2011

No es exactamente así, pero……

Y es que el Sr. Olcese (Apologista), en un corto comunicado que publicó hace unos días (05/12/11), nos anunció que estaría algún tiempo apartado de las tareas que le son propias en su página web, debido a su conocida afección ocular y de la que una vez más, desde este blog y como no podría ser de otra manera, expresamos nuestro deseo de un pronto y total restablecimiento. Y si bien es cierto que D. Mario, afirma tener una mano amiga que de momento le irá solventando la papeleta y que no dudamos que lo hará con la máxima eficacia, no es menos cierto que no es lo mismo, que sea él el que esté publicando, que el que lo haga “otra mano” por muy eficaz que sea…… a menos que el citado caballero supervise todo lo que se publique en su medio de difusión y cuente con su total conformidad, como sería lo razonable. Pero dicho esto y aceptando las cosas como están, lo que deseamos destacar en esta ocasión, es el comentario con el que D. Mario cierra su nota informativa:

Saludos especiales para Leonardo, Doña Sylvia, y por supuesto, al caballero español, Don Armando López Golart, quien debe estar extrañando mis estudios bíblicos que tanto le ayudan a replantear sus creencias presentes.”

Bien, de entrada tengo que decir, que personalmente (hablo en calidad de aludido) me halaga el que me haya concedido la deferencia de hacerme objeto de una alusión tan directa y personal, lo cual habla obviamente de la importancia que uno (en este caso, un servidor) tiene en la labor divulgativa del Sr. Olcese, bien sea en un sentido (positivo) o bien en otro (negativo)…… en todo caso, con determinado peso específico en dicha labor. Y prescindiendo de que es cierto que echo de menos sus estudios bíblicos, no puedo por menos que hacer una clarificadora afirmación: los citados estudios, lejos de ayudarme a “replantear” mis creencias, así como las de mi compañero Manuel Bel, lo que hacen es reafirmarnos en las mismas, al observar la dificultad que el Sr. Olcese tiene para presentar objeciones a los planteamientos que le formulamos desde este blog. Y entendemos que de nuevo se va a dar el caso, pues inmediatamente después de publicar la citada nota informativa, en el blog de Apologista se colgó un artículo titulado “Comentario sobre Rev. 20:5” y del que es cierto que desconocemos la autoría, pero puesto que está publicado en el blog de D. Mario, lo razonable es que sea este el que asuma la responsabilidad de su contenido, prescindiendo del hecho circunstancial de que no pueda escribir sus propios artículos.

Porque en el citado artículo, se nos hace una exposición del mencionado pasaje escritural y que en principio, nos permite afirmar que estaríamos hablando de una exposición muy bien documentada (eso es innegable), pero con una pésima conclusión y por la que fácilmente se puede deducir, que el autor del mismo, no solo no tiene demasiada idea de por dónde va la cosa, sino que además tiene ciertas dificultades para usar la lógica y el sentido común…… cualidades imprescindibles cuando se tiene que considerar alguna porción de las Escrituras; y siempre a tenor de la siguiente afirmación, en la segunda mitad de su último párrafo:

Cuando el autor llama a ésta la “primera” resurrección, tácitamente indica que habrá una “segunda”. Como todos los impíos morirán en ocasión de la segunda venida de יהושע ה משיח (Yahshua Ha Mashiaj) (cap. 19: 21), y como se los describe cuando atacan la ciudad al fin de los mil años (cap. 20: 8-9), se deduce que deben haber resucitado. Por lo tanto, está claramente implícita en el contexto la segunda resurrección al final de los mil años.” (Negritas nuestras).

Y es que una cosa, es hacer acopio de determinada información para documentar un texto bíblico y otra muy distinta, el hacer un análisis correcto del mismo a la luz de su contexto; porque veamos: si como nos dice el autor en cuestión, estos “impíos” citados mueren a causa del juicio llevado a cabo en la segunda venida de Cristo y que culmina con la batalla final de Armagedón (luego en todo caso, víctimas de un juicio adverso de Jehová), obviamente ya no serán resucitados, pues su muerte se produce, no como causa del pecado heredado de Adán y del que Jesús nos rescató mediante su sacrificio, sino de un juicio condenatorio de parte del Altísimo, como fue en el caso de Sodoma y Gomorra y con lo cual, estaríamos hablando de algo totalmente distinto; pero veamos qué se nos dice sobre dicho juicio, en Judas 7:

Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso e ido en pos de carne para uso contranatural, son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno.”

Y palabras que nos estarían hablando de destrucción eterna para las personas que lo sufrieron, por tanto, sin la resurrección en mira; por otra parte, no podemos olvidar que este suceso fue colocado por el propio Jesús, en paralelo con el juicio que Jehová llevó a cabo con el diluvio del día de Noé:

Además, así como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: 27 comían, bebían, los hombres se casaban, las mujeres se daban en matrimonio, hasta aquel día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio y los destruyó a todos. 28 De igual modo, así como ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban. 29 Pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos. 30 De la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre ha de ser revelado.” (Luc. 17:26-30).

Y puesto que lo que observamos, es que en ambos casos Jesús empleó la expresión “destruyó” y dado que según el relato de Judas, dicha información fue puesta a nuestro alcance como “ejemplo amonestador”, nada hay que nos permita suponer, la posibilidad de una resurrección posterior de esas personas, víctimas directas de un castigo divino…… y es que lo contrario no tendría sentido. Pero como entendemos que estos “ejemplos” nos marcan por donde van a ir las cosas, para aquellas personas que se tengan que enfrentar a ese venidero juicio del Altísimo, sería interesante, para confirmar nuestro planteamiento y que no queden dudas al respecto, saber que nos dicen las Escrituras, en concreto, precisamente de ese venidero juicio:

Esto toma en cuenta que es justo por parte de Dios pagar con tribulación a los que les causan tribulación, 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (2 Tes. 1:6-9).

Y no perdamos de vista el hecho de que en el pasaje leído, se nos está hablando precisamente de lo que va a ocurrir durante la segunda venida de Jesucristo y desde luego, nada nos hace pensar de esas palabras, máxime teniendo en cuenta los relatos de Judas y Lucas citados, que esas personas eliminadas en ese juicio vayan a tener algo parecido a una resurrección; no obstante y para una información más completa acerca del particular, nos remitimos a un artículo que publicamos el 20/02/10, titulado “Respondiendo a una objeción”. Pero por otra parte y continuando con el autor en cuestión, en esa porción transcrita de su artículo, también leemos lo que sigue:

“……y como se los describe cuando atacan la ciudad al fin de los mil años (cap. 20: 8-9), se deduce que deben haber resucitado.” (Negritas nuestras).

Y no nos negarán ustedes, que el razonamiento no puede ser más extravagante, por lo que se nos ocurre plantarle una cuestión a dicho autor…… ¿nos podría explicar de dónde saca, que los que “numerosos como la arena del mar” (Rev. 20:8), atacan “el campamento de los santos y la ciudad amada” (v. 9), son las mismas personas “impías”, que fueron destruidas durante la “gran tribulación” de Rev. 7:14? Porque resulta que en ese contexto y para acabar de “arreglar” la cosa, de ninguna manera se nos habla de algo parecido a una resurrección; no nos olvidemos, que dicho autor y apoyándose (suponemos) en Juan 5:28-29, en la última frase de esa porción transcrita nos dice lo siguiente:

Por lo tanto, está claramente implícita en el contexto la segunda resurrección al final de los mil años.” (Negritas nuestras).

Sin embargo y reiterándonos en nuestra anterior afirmación, no vemos la “claridad” por ninguna parte, pues nada en ese pasaje de Rev. 20:7-10 hace referencia a resurrección alguna…… pero leámoslo:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.”

Luego vemos que lo que hace Satanás al ser soltado de su cautiverio, es salir a extraviar a las naciones existentes en ese momento por sobre toda la tierra, tal como en su momento lo hizo con Adán y Eva; y naciones, observemos el detalle, que obviamente no se formaron de “bote pronto” en el preciso momento de esa supuesta resurrección al final de los mil años y cuestión que nos lleva a una derivada…… ¿nos podría explicar dicho autor, para qué guardó Jehová a Satanás por un espacio de tiempo de mil años? Y en otro orden de cosas ¿por qué tendría Jehová que resucitar a personas acusadas de pecar contra Él y por tanto, destruidas “eternamente” en su momento, según hemos leído? No olvidemos que las propias Escrituras ya nos hablan de personas que no tendrán derecho a una resurrección:

En verdad les digo que todas las cosas les serán perdonadas a los hijos de los hombres, no importa qué pecados y blasfemias cometan blasfemamente. 29 Sin embargo, cualquiera que blasfema contra el espíritu santo no tiene perdón jamás, sino que es culpable de pecado eterno.” (Mar. 3:28-29).

Entonces, una vez más, estamos ante lo que no es más que un planteamiento disparatado a partir de un pasaje bíblico, en este caso de Rev. 5:20 y planteamiento que no tiene soporte alguno en las Escrituras, pues ni los afectados por un juicio adverso de Jehová pueden ser resucitados en ningún momento, ni estas nos dicen nada sobre algo parecido a una resurrección al término de los mil años y prescindiendo, por supuesto, del hecho de que dicho pasaje constara en los manuscritos originales o no. Por lo que volviendo al inicio de nuestra exposición, consideramos que el Sr. Olcese, tanto si es autor del citado escrito, como si se trata de una colaboración, tendría que mostrar un poco más de rigurosidad en todo aquello que se publica en su blog, para que tenga la veracidad que se debería de esperar en toda aquella persona que afirma proclamar “las prístinas verdades de las Escrituras”…… ¿entienden ahora, queridos lectores, porqué los contenidos del blog del Sr. Olcese, no nos pueden hacer “replantear” nuestras creencias?

MABEL

No hay comentarios:

Publicar un comentario