lunes, 18 de agosto de 2014
De nuevo, a vueltas con los “rollos” de Rev. 20:12-15
Y es que, inasequibles al desaliento, los “enteradillos” de turno, eso es, esa pléyade de “genios” de la teología y que van por ahí presumiendo de “ungidos”, por tanto supuestos candidatos para reinar con Cristo en el reino de Dios, continúan con su “sonsonete” en el sentido de que los muertos serán juzgados por los hechos que hayan realizado en su vida anterior y lo que no deja de ser un verdadero disparate. Dicho lo cual y medio centrado ya el tema, veamos lo que se nos relata en dicho pasaje y que resumiendo un poco la cuestión, tiene que ver con unos “rollos” que se abren, a continuación de los cuales se abre otro llamado “el rollo de la vida” y por lo que de entrada ya sabemos, que estamos hablando de “rollos” abiertos con distintos propósitos; y asunto este que, desconocido por la inmensa mayoría de los llamados “cristianos”, es causa frecuente de garrafales errores por parte de esos personajes mencionados y que se llaman a sí mismos “teólogos” (y que son legión), solo porque colgado en una pared de su casa tienen un diploma y del que suelen hacer periódicamente pública ostentación, cuando dicho “papelito” no hace más que acreditar de que en un determinado momento, uno se pasó por un Instituto de Teología…… ya del aprovechamiento derivado de los estudios cursados y como diría D. Quijote de la Mancha “mejor es no meneallo, amigo Sancho”, pues en vista de los disparates que son capaces de publicar dichos personajes, queda claro que el logro alcanzado es manifiestamente mejorable.
Porque según afirman esos señores y volviendo al tema que nos ocupa, en estos “rollos” estarían escritas todas las barrabasadas que uno hizo mientras estuvo con vida y por las que será juzgado en el momento de su resurrección, al final de los mil años del reino de Dios; lo que ocurre es que de entrada, esa afirmación que se nos propone ya presenta algunos “problemillas” que se hacen necesarios resolver y para lo cual, sería oportuno el leer primero el pasaje referenciado:
“Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos y fueron juzgados individualmente según sus hechos. 14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Además, cualquiera a quien no se halló escrito (su nombre) en el libro de la vida, fue arrojado al lago de fuego.” (Acotación nuestra).
Pero para ponernos en situación, precisamos empezar por averiguar cuál es el punto de partida de esos “intelectuales” para que nos presenten tan disparatada propuesta y que más o menos viene a ser este: según ellos, el milenio o reino de Dios, echaría a andar con lo que se conoce como la “primera” resurrección (Rev. 20:6) y en la que participan todos los “justos” o personas que han vivido en todos los tiempos y que se han conseguido el favor de Dios; y es al final de dicho período de tiempo, eso es, al término de los mil años de reinado de Jesucristo y siempre, recordemos, según nos proponen esos señores, cuando se produce lo relatado en el pasaje mencionado y que resulta en la resurrección de todos los “injustos” para juicio o destrucción eterna, consecuencia directa de sus actos impíos y denunciados en los citados “rollos”…… tenemos que señalar que para llegar a dicha conclusión, esos “genios” de la teología se apoyan en un erróneo entendimiento de lo dicho por el apóstol Pablo y reflejado en Hech. 24:15:
“…… y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos.”
Sobre estas palabras soportan esos “entendidos” la idea de dos resurrecciones separadas por mil años entre sí, cuando es la realidad contextual del propio pasaje la que nos niega dicha posibilidad; porque, que el apóstol en cuestión no nos podía estar hablando de dos resurrecciones separadas por tal período de tiempo (nada de ello, se sugiere siquiera en las Escrituras) y para colmo la segunda de las cuales para destrucción eterna de los que participen de ella, está fuera de toda duda, pues de lo contrario no se entendería el que todo un apóstol como Pablo, así como aquellos fieles con los que compartía sentimiento, abrigaran “la esperanza” de que personas fueran destruidas eternamente. Luego a lo único que Pablo se podía referir con sus palabras y apelando a la razón y al sentido común, era a la esperanzadora perspectiva de una resurrección futura, en la que participarían tanto “justos” o personas que conocieron a Dios y le sirvieron, así como “injustos” o personas que a lo largo de la historia de la humanidad no tuvieron la oportunidad de conocerlo y por ello, no pudieron servirle y cuyo cómputo en este caso, se elevará probablemente a cientos (sino miles) de millones.
Dicho lo cual, retomemos el hilo de lo que estábamos diciendo y que tenía que ver con lo expuesto en el pasaje de Rev. 20:12-15, en cuyo mismo texto ya notamos algo que no cuadra con la idea que se nos quiere “vender” por parte de esos “intelectuales”, porque veamos: de su lectura se desprende que el “rollo” de la vida que se abre a continuación de los “rollos” que contienen información sobre hechos pasados y por mor de la cual serán juzgados los resucitados, es para anotar en el mismo los nombres de aquellos que superen el juicio adverso, eso es, que sus pecados sean considerados “peccata minuta” y por lo tanto no reos de destrucción eterna, pues de lo contrario no se entendería la apertura de dicho “rollo” en ese momento. Pero puesto que resulta que esos “entendidos” nos han asegurado que todos los “justos” ya se han levantado “para vida” en la primera resurrección al inicio del milenio (luego habría que pensar que ya no quedan más “justos” entre los muertos) y que la siguiente resurrección a ocurrir mil años después de esa “primera”, es para destrucción de todos aquellos que participen de ella y para lo que se supone que han sido guardados durante esos mil años…… se nos ocurre la siguiente pregunta: ¿para qué un libro o “rollo de la vida” en el que ser inscrito uno, si resulta que todas esas personas que se levantan en esa segunda resurrección lo hacen para ser juzgados y destruidos eternamente, pues todos son “injustos” y siempre según nos explican esos “genios” de la teología? Luego ¿a quiénes se inscribe en dicho “rollo de la vida” en ese momento, si según se nos cuenta, los “justos” que podían figurar en el mismo fueron levantados mil años antes de que apareciera dicho “rollo”? ¿Se dan cuenta esos “genios” de la interpretación bíblica, de la salvajada que nos están proponiendo?
Pero es que además, es necesario averiguar en qué contexto se producen estos hechos y para lo cual habría que leerse con atención el capítulo 20 de Revelación y que es en dónde realmente está “la madre del cordero” de tan embrollado asunto; por lo que veamos como inicia este:
“Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás y lo ató por mil años. 3 Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones hasta que se terminaran los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo.” (v. 1-3).
Estas palabras nos sitúan en el preciso momento en que, recién terminada la batalla de Armagedón que pelean Jesucristo y sus fieles (Rev. 17:14) contra Satanás y sus seguidores, que son destruidos y este abismado por mil años a un estado de inactividad, da inicio el reino de mil años de Dios en manos de Jesucristo y de ahí, que en los siguientes versos 4-6 leamos como sigue:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años. 5 (Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que se terminaron los mil años.) Esta es la primera resurrección. 6 Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”
Básicamente aquí se nos está hablando de la aparición en escena de aquellos que gobernarán junto a Cristo durante esos mil años y que como hemos dicho, nos sitúa en el momento en que inicia del milenio…… pero noten que en este cuadro nos falta un elemento importantísimo por aparecer, como es el trono del gran rey, eso es, de Jesucristo y del que se nos habla en el verso 11:
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo y no se halló lugar para ellos.”
Y prescindiendo que la mayoría de autores colocan este evento al término de los mil años, lo cierto es que dicha afirmación no se ajusta al contexto escritural, pues esos “tierra y cielo” que huyen ante ese glorioso personaje que se sienta sobre ese trono (Jesucristo), no son otros que aquellos de los que nos habló el apóstol Pedro y que sustituyen a los “cielos y tierra” actuales:
“Pero hay nuevos cielos (o nuevo gobierno) y una nueva tierra (o una sociedad humana obediente) que esperamos según su promesa y en estos, la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13). (Acotaciones nuestras).
Lo que nos continúa manteniendo instalados en el inicio del milenio, pues de eso es lo que nos estaba hablando Pedro y de ahí, que los versículos siguientes de Rev. 20, eso es, desde el 12 hasta el 15 y a los que ya hemos hecho referencia al inicio de este escrito, no pueden referirse a otra cosa que no sea a lo que ocurre a partir de ese mismo momento en la tierra y durante ese período de mil años…… y cuestión que tiene que ver con la razón fundamental de la misma existencia del reino de Dios y sin la cual, dicho reino no tendría sentido alguno: la resurrección de los muertos, merced al sacrificio redentor de Cristo, de la que se nos habla en Hech. 24:15 y que ya hemos considerado; por lo que situados en esta perspectiva, releamos dichos versos:
“Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. 14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Además, cualquiera a quien no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.”
Entonces y desde este razonable punto de vista, esos nuevos “rollos” que se abren y lejos de ser un recordatorio de fechorías anteriores de aquellos que vayan resucitando, no son más que nueva información tendente al recobro espiritual (el recobro físico es otra “historia”) del ser humano para prepararlo adecuadamente para algo que ocurre al final de esos mil años y que a modo de acotación, se nos menciona en los versos 7 al 10 de este capítulo 20 que estamos analizando. No perdamos de vista y para situar correctamente el punto que queremos resaltar, el hecho de que actualmente estamos en posesión de unos “rollos” (el conjunto de libros que componen la Biblia actual) y cuyo único cometido es el de darnos la información necesaria para colocarnos al pie del reino de Dios…… una vez alcanzado ese objetivo, es razonable que los actuales “rollos” y cumplida su comisión, den paso a otros que contengan información adicional para saber cómo enfrentar la prueba final con la suelta de Satanás y de la que se nos habla en esos versos 7 al 10 y que nosotros, de forma deliberada, hemos pasado por alto y en dónde se lee como sigue:
“Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.”
Es cierto que muchos son los autores que no entienden que ese pasaje no es más que un paréntesis y entendiendo por dicho término y en cualquier diccionario, la referencia a una oración o frase incidental que se intercala en un relato, interrumpiéndolo pero no alterando su contenido, en este caso para señalar a algo que ocurrirá al término de los mil años de los que se nos está hablando y como aviso a “navegantes”. Luego este pasaje intercalado entre los versos 6 al 11 del capítulo 20 de Revelación que estamos analizando no es correlativo en orden de sucesos y por lo que no puede alterar la cadencia del relato que se nos ofrece en dicho capítulo; porque si eso no fuera como se lo explicamos nosotros y realmente estuviéramos hablando de uno texto escritural “correlativo” y ese pasaje de Rev. 20:7-10 nos transportara a mil años adelante en el tiempo, nos encontraríamos con la siguiente incongruencia: que toda una Biblia dirigida a anunciarnos precisamente el reino de mil años de Dios y objetivo principal de la venida de Jesús (Luc. 4:43), no nos dice nada de este, pues del verso 6 al 11 resulta que pasan mil años y sin que nos enteremos de lo que va a suceder durante ese período de tiempo…… y lo que presenta la siguiente cuestión, sin que esos “genios” de la teología nos acierten a aclarar: ¿dónde entonces, se producirá la “restauración de todas las cosas” prometidas por el Altísimo “por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”? (Hech. 3:20-21).
Y con lo que nos enfrentaríamos a la inconcebible y disparatada situación, de que después de milenios de preparación y espera para llegar a este período milenial, la Biblia no nos habla nada del mismo y liquida dicho período de tiempo en solo 4 versos…… pero resulta que la cosa no acaba ahí; porque se ser las cosas como nos las plantan esos “teólogos de pizarrín”, tendríamos que aceptar entonces que lo que se nos cuenta en los capítulos 21 y 22 de este libro de Revelación, es posterior al milenio y con lo que nos encontraríamos que después de mil años de gobernación en la tierra a cargo de Jesucristo, Jehová tiene que actuar rectificando todo lo hecho durante dicho período de tiempo, pues esto es lo que se nos dice en Rev. 21:1-8:
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (v. 1-4).
Y por cosas “anteriores” y en ese marco de circunstancias, tendríamos que entender las que han ocurrido durante esos mil años de gobernación por Jesucristo, pues Jehová Dios tiene que empezar desde el principio, eso es, por limpiar las lágrimas de dolor del “personal” y eliminar la muerte, clamor y dolor que habrían continuado durante ese período de tiempo, estableciendo un “nuevo cielo y una nueva tierra”, que sustituyeran a los existentes durante el milenio…… por lo que en vista de tanta inoperancia por parte de ese gobierno delegado durante mil años, el Altísimo se ve obligado a “cortar por lo sano” y según se sobreentiende de los siguientes versículos del 5 al 7:
“Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas” (eso es, cambiar todo lo hecho hasta ese momento, por Jesucristo y asociados). También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo.” (Acotación nuestra).
O sea y resumiendo, que Jehová Dios tiene que hacer “nuevas todas las cosas”, pues el resultado del reino milenario ha sido una auténtica catástrofe…… y tan catastrófico ha sido, que vean el panorama con el que se encuentra Este finalizado el milenio, según lo que se lee en el verso 8:
“Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda.”
O sea, que según dicho verso 8 (y eso es lo que está escrito) resulta que la tierra y para ese tiempo continúa llenas de personas sin fe, repugnantes en su suciedad (homosexualidad), de asesinos, de fornicadores, de espiritistas, de idólatras y mentirosos (probablemente en lo que tiene que ver con la enseñanza de la Palabra de Dios), eso es ¡un show de esos de “agárrate y no te menees”!...... siempre eso sí y según esos “genios” de la teología, que tomemos el capítulo 20 de Revelación como un relato “correlativo” y no hagamos el paréntesis que nosotros hemos señalado, con respecto de esos versos del 7 al 10. Y que nosotros tenemos razón en nuestro planteamiento, en el sentido de que el orden lógico de la narración de dicho capítulo 20, es que el verso 6 tenga su continuación natural en el verso 11, queda demostrado por el “cacao” que se monta si eso no se hace así y del que les acabamos de hablar…… pero es que aún hay más.
Porque resulta que la afirmación de tanto impresentable que se las dan de “entendidos” en las Escrituras (y que no saben siquiera como estas se abren), en el sentido de que el pasaje de Rev. 20:12-13 aplique a una supuesta resurrección de juicio al final de los mil años, con resultado de destrucción eterna de los que participen de la misma y siendo los “testigos de cargo” en dicho juicio, los mencionados “rollos” que se abren (merced al contenido de los cuales se procederá a la inculpación y posterior destrucción eterna de los que en dicha resurrección se levanten), se topa con un escollo insalvable y que se encuentra en Rom. 6:7:
“Porque el que ha muerto ha sido absuelto (redimido, liberado o exonerado, según versiones) de su pecado.”
Y como resulta que nuestra muerte nada tiene que ver con los actos que podamos haber realizado durante nuestra vida, sino que es consecuencia del pecado heredado y que ha condicionado la tal, cuando uno muere ya ha pagado su deuda con el Creador…… porque recordemos que lo que Este dijo fue lo siguiente:
“Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás (eso es, Adán dejaría de existir).” (Gén. 2:17). (Acotación nuestra).
Por lo que como más adelante afirma el mismo escritor, en el sentido de que “el salario que el pecado es muerte” (Rom. 6:23), es obvio que cuando uno ha muerto y al igual que se le exigió a Adán, este uno ya ha cancelado la deuda existente: Jehová se queda con la vida del interfecto y este, pasa a la inexistencia eterna…… es en este momento en que inicia el milenio y a diferencia del caso de Adán y Eva (a los que no les aplica el sacrificio redentor de Cristo), cuando entra en funcionamiento el arreglo divino del rescate mediante la sangre de Jesucristo y el fallecido es devuelto a la vida, pues el Hijo de Dios “cargó” con el peso de su pecado y por lo que a cada uno se le da una segunda oportunidad, devolviendo los muertos a la vida y a aquellos que pasen con vida al reino de Dios, eximiéndoseles totalmente de la muerte como consecuencia del pecado, en armonía con las siguientes palabras:
“Así, pues, como mediante una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo también mediante un solo acto de justificación (el sacrificio de Jesucristo) el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida. 19 Porque así como mediante la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de una sola persona muchos serán constituidos justos.” (Rom: 5:18-19). (Acotación nuestra).
Siendo esto así, queda claro que una vez el ser humano ha muerto o pasado a la inexistencia, ya no puede ser juzgado por los cosas que hizo en una vida anterior condicionada por el pecado, pues cuando vuelve a la vida merced al sacrifico de Jesucristo, ya lo hace sin pecado y con la deuda saldada, por lo que no hay registro alguno que pueda ser levantado en su contra; por lo que los “rollos” que se abren, no pueden ser otra cosa más que información adicional para restablecer la espiritualidad del “personal”, o fortalecerlo en vista a la “prueba” final con la suelta de Satanás y como ya se nos advierte en ese pasaje de Rev. 20:7-10 mencionado. Y que lejos de ser, como nos afirman esa pandilla de indocumentados que a sí mismos se califican de “ungidos”, una prueba la suelta final de Satanás en sentido de lo que entendemos por “prueba”, resulta que estaríamos hablando de lo que no es más que la maravillosa oportunidad que Jehová Dios brinda al ser humano, para que sea cada uno a título individual el que responda a la cuestión de la soberanía universal, eso es, si desea ser gobernado por Jehová, o desea serlo por Satanás (como escogieron Adán y Eva) y no continuar pagando los “platos rotos” por la decisión que otros tomaron en su momento.
Luego cuando alguno de esos “maestros de lo imposible” le cuente ese “invento” de las dos resurrecciones separadas por mil años, mándenle a hacer puñetas de inmediato, ya que demuestra no ser más que un “indocumentado” que no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras…… recuerden que una de las señales más notables que nos anunciarían la inminente venida de Jesucristo en el poder del reino, sería la aparición de esos malignos personajes (Mat. 24:4-5) y a los que el apóstol Pedro se refirió de la siguiente manera:
“Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas (solo hay que ver cómo está fragmentada la llamada “cristiandad”) y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. 2 Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. 3 También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas (todos los dirigentes de esas organizaciones recaban de sus feligreses la aportación económica y con lo que viven como reyes). Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente y la destrucción de ellos no dormita.” (2 Ped. 2:1-3). (Acotaciones nuestras).
Y pasaje que la versión TLA vierte de la siguiente manera, esclareciendo aún más lo que el apóstol nos quería decir con sus palabras:
“En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios (y que se auto proclaman “ungidos”), sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo. 2 Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos, la gente hablará mal de los cristianos y de su modo de vivir. 3 Esos falsos maestros (los actuales dirigentes religiosos) desearán tener más y más dinero y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo y no se salvarán de ese castigo.” (Acotacicones nuestras).
A partir de ahí, querido lector, ya es usted el que decide a quien creerse: si a esos supuestos “enviados” de Dios y que se reconocen a sí mismos como “ungidos”, o a los autores de este blog que de lo único que presumimos, es de saber leer correctamente y luego razonar con lógica y sentido común sobre aquello que hemos leído.
MABEL
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martes, 5 de agosto de 2014
Carta abierta a Apologista Mario Olcese.
Acabo de visionar, Sr. Olcese, su video “Reflexiones... XXV” de fecha 04/08/14 y en el que usted parece “salir al trapo” del tema que recién acababa de publicar un servidor, bajo el título “La última “barrabasada” de Apologista Mario Olcese” y que aquellas personas que nos honran con sus visitas, pueden encontrar en este artículo del 03/08/14. Sorprendentemente, su grabación titulada “¿Son de Cristo los fieles del Antiguo Testamento?” y como el propio titular indica, absolutamente nada tenía que ver con el contenido del escrito que ha motivado su rápida respuesta y que un servidor, había publicado rebatiéndole su disparatada afirmación en el sentido de que en el reino de Dios o milenio, continuarán existiendo la muerte y el dolor…… lo que me lleva y ante la ausencia de referencia alguna a lo por mí publicado, a formularle la siguiente pregunta: ¿debo de pensar que acepta la “enmienda a la totalidad” que le planteé y reconoce con ello su error, al exponer semejante salvajada? ¿O es que de nuevo nos encontramos ante otra de sus estrambóticas “enseñanzas” que no es capaz de defender cuando alguien se la objeta y por ello opta, como siempre, por dar la callada por respuesta para que no se note la metedura de pata? Le confieso que me gustaría que, o bien reconociera su error en el caso de ser así, o bien que me rebatiera los argumentos que le he presentado para desmotar semejante disparate; dicho lo cual, pasemos a analizar el contenido de su exposición.
Como primera providencia, Sr. Olcese, decirle que yo sigo sus publicaciones, exactamente igual como usted hace con las mías, con la única diferencia que yo nunca he negado dicha circunstancia y usted en cambio, nunca la ha reconocido; como segunda providencia, decirle que cuando se cita de un texto, hay que asegurarse de que se hace de modo correcto para que le lector se entere de lo que le estamos hablando…… sin embargo, usted y al inicio de su video, transcribe un texto que no se corresponde con el enunciado, eso es, que adjudica a Rom. 2:20-24 el texto que se encuentra en Sant. 2:20-24 y lo que ya nos habla de la “ligereza” con la que trata la Palabra de Dios. Y ya como tercera providencia, usted no es mi amigo pues a estos los escojo yo y usted, de momento, está muy lejos de reunir los requisitos que debe de atesorar la persona a la que un servidor considera un amigo; dicho lo cual, le respondo a la pregunta que de entrada me formula, en el sentido de si yo entiendo que los que componen la “iglesia” o “cuerpo de Cristo” son todos los bautizados y a lo que respondo afirmativamente…… todos los bautizados en espíritu santo y bautismo que usted no posee, diga lo que diga y si no, demuéstrenos lo contrario. Y usted no puede poseer dicho bautismo (luego eso de “ungido”, nada de nada), pues con la muerte del último apóstol se acabó la posibilidad de transmitir dicho bautismo y como queda puesto de manifiesto en el capítulo 8 del libro de Hechos de los Apóstoles y tema que trato extensamente en mi escrito del 14/09/10…… por lo que usted no es más que un farsante y un mentiroso, cuando afirma cosas como las siguientes:
“Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas mías).
O bien esto otro y hablándonos de su anterior membresía en la organización de los TJ:
“Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas mías).
Por lo que habría que entender, Sr. Olcese, que la enseñanza de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo y que le estuve rebatiendo por espacio de casi tres años, también se la había revelado el “espíritu de Dios”…… sin embargo me reconocerá usted y ahí está la hemeroteca para avalar mi afirmación, que finalmente le hice reconocer que estaba totalmente equivocado en dicho planteamiento y lo que le obliga a buscar una fuente de información más fiable. Y ello nos lleva a algo que usted nos dice en el video mencionado, en donde nos señala el tremendo error de los TJ y que compartimos sus detractores de la lejana España, al sostener la idea de que solo 144.000 son los que reinaran con Cristo, en lugar de una ingente cantidad de personas como usted propone…… pero en llegando ahí, permítame un inciso: a ver si puede conseguir, el dejar de mezclar lo que dicen los TJ con lo que yo digo, pues nada tiene que ver una cosa con la otra; porque yo solo digo aquello que dicen las Escrituras y no lo que dicen los TJ, que sinceramente me importa más bien un rábano. Ya otra cosa es que las opiniones coincidan, pero circunstancia que no nos coloca en el mismo plano; como no me coloca a mí en el plano en el que usted está situado, porque defienda al igual que usted que el reino de Dios ejercerá desde la tierra y no desde el cielo como proponen esos señores: sencillamente son coincidencias de opinión y por lo que usted continúa siendo uno y servidor, algo totalmente distinto.
Dicho lo cual, volvamos a su afirmación en la que niega que las Escrituras digan expresamente que solo 144.000 son los que reinarán con Jesucristo durante el milenio…… pero en todo caso y como mínimo, Sr. Olcese, estará de acuerdo conmigo en que no es menos cierto que tampoco se nos dice de forma explícita lo contrario en el registro escrito; sin embargo, lo que prueba que usted está equivocado en su planteamiento y que yo tengo razón en el mío, es que nunca me ha respondido a la siguiente cuestión y que le tengo planteada en numerosos de mis escritos: ¿qué debemos entender, entonces, de las palabras de Rev. 14:1 y a la luz del Sal. 2:5-6? Y fíjese Sr. Olcese, que no le hablo de lo que dicen los TJ, sino de lo que está escrito en dos pasajes bíblicos y como en tantas ocasiones he hecho; por lo que no puedo dejar de pensar, que si usted hubiera podido hacer frente a esta cuestión ya lo habría hecho y lo que me lleva a concluir, que de nuevo se ve usted acorralado (como en el caso mencionado de los “millones, miles de millones”) y ahí se está debatiendo en esperpénticas series como la que está metido sobre “razonamientos de no sé qué”, para al final no decir nada y emular así al tramposo “trilero” que vive de engañar al “personal. Porque eso es lo que usted hace o, al menos intenta hacer, mediante esos rollos “patateros” que nos coloca y que si uno los sigue, al final se queda sin saber claramente que es lo que está intentando explicar.
Pero claro, resulta que usted dirige el foco de atención en el video señalado, a la posición que ocuparán los Abrahán, Moisés, David y compañía en el reino de Dios, e incidiendo en el personaje Abrahán, resaltando que no es un personaje de segunda fila y algo que a mí nunca se me ha pasado por la cabeza; lo que yo me he limitado a señalar, son las palabras que dijo el propio Hijo de Dios (que algo más que usted sabría de qué iba la cosa), en el sentido de que Juan “el bautizante” era el personaje más grande o “mayor” en orden de importancia “de entre los nacidos de mujer” y lo que pone al resto de personajes del AT, en una posición secundaria con respecto de él. Y no olvidemos que el propio Juan, no formará parte de ese gobierno del reino de Dios (cuánto menos esos que son “menores” que él), a tenor de la idea que expresó Jesús en Mat. 11:11-12 y que tiene usted perfectamente desarrollada en mi anterior escrito del 12/07/14 y de la que no ha dicho nada aún…… teniendo en cuenta y según un correo que me envió que tengo publicado, que montó ese esperpento llamado “Razonamiento a partir de las Escrituras” precisamente para responder a la cuestiones que le tengo planteadas en dicho escrito y en la que se incluye la mencionada. Sin embargo, 25 capítulos nos contemplan, eso es, 393 minutos (o lo que es lo mismo, casi 7 horas de verborrea absurda y estéril) para al final no aclarar ninguno de los puntos objetados.
Ahora bien, volviendo a dichos personajes del AT, me permito el señalarle que fue usted mismo el que en un video dirigido a un servidor, fechado el 12/03/13 y titulado “¡No, don Armando, usted debe responderme esto primero...!”, afirmó y apoyándose en Rev. 20:4, que solo reinarán con Cristo aquellos que hubieran pasado por la “gran tribulación” venidera y que hubieran enfrentado a la bestia, al falso profeta y que no hubieran recibido la marca en sus frentes…… algo que usted y para refrescar su memoria, puede encontrar, así como aquellos que deseen comprobar la veracidad de lo que yo digo, entre los minutos 16 y 19 de esa grabación mencionada. Porque si ello es como usted con tanto énfasis afirmaba en dicho video, quedarían automáticamente descartados para participar en ese gobierno del reino los personajes del AT de los que usted nos cita y en una flagrante contradicción con su actual afirmación, pues estos murieron hace milenios…… ¡es más, quedarían descartados también de participar en dicho gobierno del reino los mismísimos apóstoles, pues es obvio que tampoco podrán pasar a través de dicha aún venidera tribulación, al llevar casi 2.000 años muertos! Luego sería cuestión de que se aclarara un poco y nos explicara como cuadra lo dicho hace poco más de un año, con lo que nos dice ahora acerca de los referidos Abrahán, David, Moisés y tantísimos otros…… porque, o bien es lo uno o bien es lo otro, pero las dos cosas al mismo tiempo desde luego no pueden ser.
Por otra parte, aún espero que nos aclare cómo puede ser y según usted plantea, que los sobrevivientes de la “gran tribulación” de Rev. 7:14 también puedan formar parte de ese gobierno del reino, eso es, el reinar al lado de Jesucristo, si ello solo lo pueden hacer aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación mía).
Lo que le plantea tres “pequeños” problemas a su disparatada propuesta, Sr. Olcese y que son los siguientes:
1º- La mencionada “primera” resurrección se produce tres años y medio antes de que finalice la tal “gran tribulación” y aparezcan dichos sobrevivientes.
2º Si estamos hablando de “sobrevivientes”, ello significa que son personas que pasan al reino de Dios con vida y por lo tanto, al no haber muerto, no pueden participar de ninguna resurrección.
3º Aún en el caso de aquellos que murieran durante dicha tribulación, tampoco podrían participar en esa “primera” resurrección, pues esta acontece antes de que se inicie dicho período de tribulación y en la que ellos pierden la vida.
Dicho argumentario y que en España entienden hasta los “tontos de pueblo” (que serán tontos, pero son más listos que el hambre), resulta que se le hace inaccesible a un personaje como usted que, dándoselas de teólogo, es capaz de decir la salvajada de que durante el milenio existirá la vejez, la enfermedad y la muerte y el dolor que esto lleva aparejado…… y que, repitiéndome en mi exposición inicial, siendo el caso de que su video es la respuesta a mi escrito en el que denuncio su última “barrabasada”, he echado de menos que en el mismo dijera alguna cosa sobre el particular, por lo que habría de entenderse que acepta la rectificación, o más bien y como le planteo al inicio de este escrito, que no sabe cómo responder a la misma.
Usted, Sr. Olcese y a mi entender, tiene un grave problema y del que no se ha dado cuenta: es tanto su orgullo, altanería y prepotencia, que no puede soportar que una persona como yo, sin estudios y que después de mi expulsión de los TJ y como tantos otros, recaló en su blog para empezar a entender que las cosas no eran como durante tantos años me las habían contado, ahora se le haya subido a las barbas y le dé continuamente sopas con honda en cuanto a conocimiento bíblico. Y no entienda, Sr. Olcese, que con eso pretendo darme una importancia que es obvio no tengo; porque de lo que yo puedo presumir y si es que puedo presumir de algo, es de que Jehová me permita entender Su Palabra y por lo que no puedo estar hablando de ningún mérito personal…… solo que mientras para mí, la verdad revelada en dicha palabra está ante todo, para usted lo primordial es el tener la razón a toda costa.
Pero mientras usted intenta desprestigiar mis razonamientos, recurriendo a airear mi pasado como miembro de dicha secta, se olvida de lo más importante y es que quién da y quita razones es la Palabra de Dios y no las personas; por ello, yo escribo aquello que honradamente entiendo que esta dice y sin ningún temor de que salga alguien y me rectifique en algo, pues eso me enriquecería y lo cual agradecería infinito, pues me estaría enseñando. Sí, sí, ya sé que usted se arroga el ser este alguien, pues en su video menciona que algún día me daré cuenta de que usted tiene la razón en sus postulados…… de momento, no obstante, ahí tenemos el “affaire” de los “millones, miles de millones” que juegan a mi favor; pero es que además, cuando se me acerca alguien afirmando con gran convicción el ser un “ungido” y como usted hace, lo primero que hago es proteger mi cartera (por si acaso) y después, pensar en las palabras del apóstol Pablo y muy apropiadas para estos casos:
“Porque no el que a sí mismo se recomienda es aprobado, sino el hombre a quien Jehová recomienda.” (2 Cor. 10:18).
Y mientras usted continúe buscando solo el tener la razón e intentando ajustar lo que dice la Biblia a lo que usted cree, en lugar de ajustar lo que usted cree a lo que esta dice y que es algo muy distinto, se está manteniendo en la condición de opositor a Dios y por lo que Este no le permitirá entender Su Palabra, por mucho que se empecine:
“En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti.” (Luc. 10:21).
Entonces queda claro que el entender las Escrituras no depende de lo que uno quiera, sino de lo que Jehová le permita y lo que probaría, el que uno ha sido “recomendado” por Este…… y que todo indica que este no es su caso. Por lo que su adversario Sr. Olcese y al que se está enfrentando, no soy yo sino que es usted mismo; porque en todo caso yo no soy más que un “mandao”, eso es, el medio que quizás y de alguna manera Jehová pueda estar utilizando, para señalarle que tiene usted que cambiar de actitud; por lo que de nada sirve que “mate” al mensajero, pues el Autor del mensaje continúa estando ahí…… y Su mensaje, escrito en la Biblia.
Armando López Golart
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domingo, 3 de agosto de 2014
¡La última “barrabasada” de Apologista Mario Olcese!
Permítannos decirles de entrada, que esta prolongada ausencia en nuestra habitual cadencia en la publicación de artículos y que seguramente habrán notado, se debe (por fortuna) a una avería en nuestro ordenador y no a causas personales que hubieran afectado nuestra salud; súmenle a ello, la coincidencia de este hecho con una nueva “genialidad” de los dirigentes de Microsoft y que para la “seguridad” de sus usuarios, nos han montado una que ha hecho que perdamos el acceso a nuestro correo del blog y por lo que no podemos comunicarnos con nadie, ni nadie se puede comunicar con nosotros ¡claro está!...... circunstancia esta que obviamente esperamos solucionar en la mayor brevedad posible y si Dios lo permite.
Y por aquello de seguir hablando de catástrofes, volvamos a lo que nos ocupa y que tiene que ver con el personaje mencionado en el titular de este escrito, “trilero” donde los haya y expresión que se refiera a la persona que se gana la vida mediante aquel juego callejero de apuestas que consiste en adivinar dónde está una carta mostrada previamente de entre tres, después de haberlas movido rápidamente (o bien una bolita contenida en uno de tres cubiletes) y por lo general haciendo trampas, campo en el que el personaje en cuestión se las pinta solo, eso es, para hacer trampas dialécticas en sus publicaciones y con el ánimo, no de que prevalezca la verdad escritural, sino la de intentar mantener su particular punto de vista acerca de las cosas escritas en el texto sagrado. Y ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente historia que les vamos a contar, que inicia con este correo que nos llegó en fecha 20/07/14 (aún nos funcionaba el correo) y que por su texto no parece estar dirigido expresamente a los autores de este blog, sino más bien al general de su cada día más menguante audiencia (que ya no aguanta tanto disparate junto) y que transcribimos tal cual nos llegó:
“apologista commented on ¡CUANDO LA ZORRA NO LLEGA A LAS UVAS...... DICE QUE ESTÁN VERDES!
Os recomiendo, hijo mío, la serie titulada: "Razonamiento a partir de las Escrituras" que aparece en mi canal de videos cristiano72392 para que veáis lo que realmente dicen las Escrituras sobre la esperanza de los cristianos EN GENERAL y os quedéis así asombrados de las verdades que no dicen los Testigos de Jehová y algunos de sus fans de la madre patria...”
Y en el bien entendido de que con esa mención acerca de “algunos de sus fans de la madre patria” se está refiriendo a los autores de esta blog, nosotros nos damos por aludidos y procedemos a responder a dicho “velado” requerimiento. Por lo que empezaremos y a modo de curiosidad, por señalar que en esa serie de videos que se menciona en el susodicho correo y que ya va por el capítulo 24, el “teólogo” en cuestión ha invertido hasta el momento 368’5 minutos, eso es ¡más de 6 horas de supuesto “razonamiento”! (amén de otros videos)...... o dicho de otro modo y a tenor de la manifiesta incapacidad de dicho personaje para entender las Escrituras, de insulsa verborrea y cuánto menos por lo tanto, de poder razonar sobre las mismas, para acabar no respondiendo a ninguna de las cuestiones que le tenemos planteadas en el tema aludido en su correo.
Porque en el artículo al que se hace referencia en el mismo y publicado en este blog el 12/07/14, se le exponían algunas cuestiones que tienen que ver con otra tantas disparatadas propuestas por él publicadas, como por ejemplo, esta: si dicho caballero sostiene que la “gran muchedumbre” mencionada en Rev. 7:9; 14 también reinará en el reino de Dios al lado de Jesucristo, que nos explique cómo puede ser que, según Rev. 20:6 solo los que participen de una “primera” resurrección lo pueden hacer, cuando el caso es que dicha resurrección se produce tres años y medio antes de que aparezca esa “gran muchedumbre” sobreviviente de la gran tribulación (Rev. 7:14) y por lo que tal afirmación es un completo disparate…… y que para más inri, resulta que estamos hablando de “sobrevivientes”, eso es, de personas que pasan con vida al reino de Dios y por lo que, obviamente, ello significa que no han muerto y lo cual les impide el poder participar de resurrección alguna. Pero es que hasta en el supuesto caso de aquellos que perdieran la vida durante dicha “gran tribulación”, tampoco alcanzarían a participar de esa primera “resurrección” pues esta se produce antes de que inicie el periodo de la “gran tribulación” y en la que se les da muerte…… y repetimos para que la idea quede clara: solo los que participen de dicha “primera” resurrección, podrán gobernar con Cristo en el milenio o reino de Dios.
Por otra parte y puesto que dicho “genio” de la teología nos afirma, que en ningún lugar de las Escrituras se nos habla de que solo 144.000 son los que reinan con Cristo en el milenio, la pregunta es esta: ¿cómo se puede entender, entonces, el significado de Rev. 14:1 a la luz del Sal. 2:5-6? Pero es que además, podríamos voltear la pregunta en el sentido de ¿dónde en las Escrituras se nos dice, que aquellos que con Jesucristo tienen que reinar serán una inmensa cantidad? Recordemos que al reino de Dios solo entran y según Rev. 7:1-14, dos únicos grupos: los 144.000 sellados en sus frentes con el “sello del Dios vivo” por una parte y la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 y cuyos componentes no tienen dicho sello en sus frentes y por lo que no pueden formar parte de ese primer grupo:
“Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes (el sello en cuestión) el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Acotación nuestra).
Pero veamos otra objeción presentada y que tiene que ver con lo siguiente: ese disparatado personaje defiende con gran empeño que los notables del AT, eso es, los Abrahán, David, Moisés, Isaac, Jacob. Noé, Lot, etc. etc. etc. también participaran en ese gobierno de reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… pero continúa sin responder, no obstante, a la siguiente cuestión ¿qué hacemos entonces, con lo dicho por Jesús en Mat. 11:11-12, Juan 3:3-5 y Rev. 2:10 y requisitos que de ninguna manera pudieron reunir dichos personajes? Porque y siguiendo el orden cronológico de los textos mencionados, resulta que esos personajes no eran “mayores” en importancia con respecto de Juan, ni ninguno de ellos pudo recibir los dos bautismos exigidos por Jesús para entrar en el reino, ni la inmensa mayoría de ellos experimentaron una muerte de sacrificio para alcanzar dicho galardón. Pero dada la complejidad del tema y para una información más detallada acerca del particular, nos remitimos a nuestro escrito del 12/07/14, que es el mismo al que dicho personaje pretende responder con esa serie que se ha sacado “de la manga” y con el pomposo nombre de “Razonamientos sobre las Escrituras”, cuando resulta y visto lo visto, que no sabe siquiera como se abre una Biblia…… cuánto menos, entonces, el poder razonar sobre ella.
Pero para que se hagan una idea de la insolvencia intelectual de dicho personaje y hasta qué grado nos asiste la razón, cuando decimos que es un indocumentado en temas que tengan que ver con las Escrituras, veamos lo que nos dice (y ahí está la “barrabasada” de la que les hemos hablado) en un video que publicó el 21/07/14 y tomando como referencia un comentario del libro de los TJ titulado “Conocimiento que lleva a vida eterna”, a partir del cual el personaje mencionado planteaba ya en su titular, la siguiente cuestión a los seguidores de dicha secta: “Testigo de Jehová: ¿realmente cree Ud. que no habrá velorios, vejetes, ni plañideras en el milenio?”. Porque lo que dicho “genio” de la teología nos plantea en esos 7 minutos de grabación y basándose en el contenido de Isa. 65:20, es que contrario a lo que dicen los TJ (y en lo que estos tienen toda la razón, pues ello está refrendado por las Escrituras), durante el reino milenial sí existirá la muerte y con ella la vejez con sus limitaciones, así como el dolor, puesto que si como dice ese “number one” de la interpretación bíblica existirán las “plañideras” en ese tiempo, es obvio que tiene que existir el dolor causado por la muerte de un ser querido…… pero resulta y como ya hemos apuntado, que esto es contrario a lo que nos dicen las Escrituras, pues estas se pronuncian de la siguiente manera:
“Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad; y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores (las que está sufriendo actualmente el ser humano) han pasado”.” (Rev. 21:3-4). (Acotación nuestra).
En principio, este pasaje es claro en afirmar un cambio radical de las condiciones hasta ahora sufridas por la humanidad y por tanto, desmintiendo la esperpéntica afirmación de Apologista Mario Olcese…… luego ¿en qué se apoya este personaje para decir semejante sandez, en el sentido de que durante el milenio seguirá existiendo la muerte u por tanto, las enfermedades y la vejez, todo ello producto o consecuencia, del pecado adámico? De entrada, el personaje en cuestión ya comete un error de bulto al identificar lo que dicen los TJ con lo que dice la Biblia, cuando en realidad son dos cosas totalmente distintas y razón por lo que acumula disparate sobre disparate; porque, por ejemplo: una cosa es que la clase dirigente de esa secta se atribuyan ser parte de la clase de los 144.000 y otra cosa muy distinta, el que la Biblia no nos hable de que solo esa cantidad es la que conformará la clase gobernante en el reino de Dios y cuestión que queda meridianamente clara (como ya hemos señalado), cuando uno lee Rev. 14:1 a la luz del Sal. 2:5-6. Por otra parte es cierto que Jesús anunció en Mat. 24:14 y para el final de los tiempos, una gran predicación…… pero cosa muy distinta, es que esta sea la que están llevando a cabo los miembros de dicha organización religiosa desde hace más de 100 años; o que siendo cierto que en los últimos días está por aparecer un resto “ungido” y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3, sea cierto que este “resto” tenga algo que ver con los actuales miembros de su clase dirigente y que se arrogan dicha condición. Podríamos añadir, que siendo cierta su afirmación de la próxima venida del reino de Dios y que gobernará por mil años sobre la tierra, no es menos cierto que es un auténtico disparate el afirmar que este será establecido en los cielos y no en la tierra, tal como nos aseguran.
Pero volviendo a la pregunta que nos hemos hecho, en el sentido de en qué se apoya ese “caballero” para afirmar que durante el milenio seguirá existiendo la enfermedad, vejez y muerte (si existe la una, tienen que existir las otras, pues todas son consecuencia directa del pecado), la respuesta es la siguiente: en un disparatado error impropio de una persona con un mínimo de lógica y sentido común, ya que siendo cierto como el Sr. Olcese afirma que el capítulo 21 de Revelación o Apocalipsis, es continuación del 20 (como no podría ser de otra manera), no es menos cierto que hay unos textos en este capítulo 20 que son solo una acotación y que nada tienen que ver con el contexto en el que están situados (eso es lo que implica una acotación), que son los siguientes:
“Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:7-10).
A partir de ahí, el personaje citado ya da por sentado que todo lo que sigue a continuación de estas palabras, eso es, desde el verso 11 de dicho capítulo 20 y que nos relata la aparición del gran trono blanco, hasta el final de la Revelación, ya ocurre después de transcurridos los mil años del reinado de Jesucristo y lo que constituye la “barrabasada” que les hemos señalado en el titular de este escrito y, afirmación, que demuestra un total desconocimiento del contenido escritural por parte del mencionado “teólogo”. Porque esas palabras de Rev. 20:7-10, repetimos, no son más que un inciso o acotación en el tema principal que ocupa el foco de atención y que se limitan a señalar algo que ocurrirá en un futuro lejano (al igual que el pasaje de Rev. 20:5ª y sobre el que hablamos en nuestro escrito del 19/08/10), a modo de “aviso para navegantes”; de todas maneras y para no extendernos, nos permitimos el sugerirles que para una perspectiva más amplia de lo que pretendemos decirles, se lean nuestro escrito del 29/01/12 que contiene una extensa y detallada explicación sobre el particular (recuerden que para aprender, hay que “clavar” los codos).
Porque claro, si eso no fuera así como nosotros afirmamos, en el sentido de que esas palabras de Rev. 20:7-10 no son más que una simple acotación y por tanto, nada que ver con el relato que se nos está haciendo acerca de lo que ocurre en el momento de instalarse el reino de Dios en la tierra para iniciar el milenio, nos encontraríamos con lo siguiente y siempre partiendo del supuesto planteado, que lo relatado en Rev. 21 se correspondiera a sucesos a ocurrir después de los mil años y según nos afirma ese “genio” de la teología…… veamos, por ejemplo, lo que se nos dice en sus versículos del 1 al 8:
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.
5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, asesinos, fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”.”
Luego con lo que nos encontramos después de mil años de gobernación por Jesucristo y sus hermanos sobre la tierra, es que Jehová tiene que hacer “nuevas todas las cosas” de tal manera que “las cosas anteriores”, eso es, las ocurridas durante ese milenio “no sean recordadas ni suban al corazón” (Isa. 65:17); pues tanta ha sido ineficacia de dicho gobierno de mil años, que Jehová se ve en la necesidad de limpiar las lágrimas del “personal” y rescatarlos de la muerte, del lamento y del dolor. Pero es que además, con lo que se encuentra el Altísimo (v. 8), es con una tierra llena de cobardes, de gente sin fe y que son repugnantes en su suciedad, con asesinos, fornicadores y practicantes de espiritismo, de idólatras y de mentirosos…… este es el panorama existente después de los mil años de gobierno por Cristo, si lo que nos plantea esa catástrofe intelectual que es Apologista Mario Olcese fuera cierto y lo que permite el plantearnos la siguiente pregunta: ¿qué han hecho durante todo ese tiempo, entonces, Jesucristo y sus gobernantes asociados, teniendo en cuenta además que no han contado con la oposición de Satanás, restringida su actividad desde el inicio del milenio (Rev. 20:1-3)? Pero es que aquí se genera una derivada, porque ¿cómo cuadraría esta situación que nos propone el “mandangas” mencionado, con lo que nos dice Pablo en 1 Cor. 15:24-28?:
“En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque Dios “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Más cuando dice que “todas las cosas han sido sujetadas”, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.”
Porque lo que aquí se nos plantea, es que Jesucristo y “asociados” sanean la cosa durante ese período de mil años y cuando la tienen saneada, eso es, cuando han pulido a la humanidad y la han llevado a la perfección, lo que previamente implica la desaparición de le enfermedad, vejez y la muerte (por supuesto de los delincuentes irredentos), devuelve el reino a su Padre Celestial para que Este de nuevo vuelva a ser el foco de atención de todas las cosas…… luego nada que nos haga pensar en el apocalíptico panorama que nos pinta ese “genio” de la teología, con su esperpéntica interpretación de los hechos por venir. Por lo que queda claro que nos encontramos ante un total indocumentado, incapaz de razonar con un mínimo de lógica y sentido común sobre aquello que plantea; y es que antes de aventurar cualquier afirmación o idea que se nos ocurra sobre determinado planteamiento, uno tiene que desarrollarlo hasta sus últimas consecuencias antes de publicarlo, para averiguar si el resultado final tiene un conclusión lógica y razonable, que obviamente no es el caso tal como hemos comprobado.
Por lo tanto y a partir de dicha disparatada afirmación, nada de lo que diga este personaje puede ser tomado en serio, pues queda meridianamente claro que no sabe ni de lo que habla; es cierto que nos sale con el pasaje de Isa. 65:20, pero sin tener ni puñetera idea de a lo que este se refiere, porque es un pasaje que aplica directamente y según su contexto, a la situación existente para aquellos regresados del exilio en Babilonia y que nos habla de la seguridad que disfrutarían los regresados en su “nueva tierra”, merced a la intervención divina. Es cierto que como la inmensa mayoría de profecías tiene un doble cumplimiento y que señala al milenio, pero es necesario colocar las cosas en su justo contexto; por lo que analicemos qué es lo que realmente leemos en dicha porción bíblica:
“Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él.” (Isa. 65:20).
Pero puesto que queremos que no quede duda alguna sobre nuestra argumentación, veremos también como vierte dicho texto, la traducción bíblica que usa ese caballero y que es la RV 1960:
“No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.”
Luego dado que las dos versiones más o menos vienen a decir lo mismo, tenemos que acudir al razonamiento lógico para discernir el pensamiento que se nos quiere transmitir con este pasaje y que, obviamente, es ignorado totalmente por ese aprendiz de teólogo; y para ello, nada mejor que situar tales palabras en su contexto inicial y averiguar lo que significaron para ese entonces y alcanzar con ello, a entender el paralelismo profético que se nos quiere transmitir para tiempos futuros. Y es que cuando se cumplieron por primera vez estas palabras en el pueblo hebreo (a su regreso del destierro en Babilonia), significaron que incluso los bebés se hallaban a salvo, pues ya no había enemigos que invadieran la tierra, como lo habían hecho en un tiempo los babilonios, para matar o llevarse a los niños de pecho lejos de sus madres, o segar la vida de hombres en la flor de la vida, etc. (2 Crón. 36:17; 20); en todo caso, dichas palabras proféticas significaron seguridad para aquellos regresados del destierro en Babilonia, al ser colocados bajo la protección divina. Por lo que en el tiempo actual, en donde diversas circunstancias nos colocan prácticamente en la misma condición de inseguridad en cuanto a preservar la vida ante cualquier circunstancia adversa, como tenían aquellas personas de la antigüedad, lo que nos aseguran esas palabras de Isa. 65:20 y al igual que en su momento lo hicieron con aquellos regresados de Babilonia, es que en el nuevo mundo venidero o reino de Dios (los “nuevos cielos” y la “nueva tierra” del verso 17), la gente estará a salvo de toda contingencia, incluida la muerte y tendrá seguridad completa en todo aspecto y por lo que podrá disfrutar de la vida plenamente. Que la idea va por ahí, nos queda mucho más clara cuando leemos el pasaje de Isa. 65:20 en una versión que nos suele sacar de muchos apuros, máxime cuando nos encontramos con algún texto “rebelde” o difícil de entender, como pudiera ser el mencionado…… y que no es otra que la TLA, que vierte dicho texto de la siguiente manera:
“No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo (luego es imposible que en ese tiempo exista la muerte). Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.” (Acotación nuestra).
Pero fijémonos en que la idea básica que nos transmite este pasaje y en la traducción que ustedes quieran, va en el sentido de que no habrán ancianos que mueran “antes de tiempo”; y para captar la idea tras esas palabras, no nos queda más remedio que ver las cosas desde el punto de vista de las Escrituras y variar un poco nuestra perspectiva de las mismas: en primer lugar, tenemos que entender que no se nos está hablando de ancianos en los términos en los que hoy entendemos que es un anciano, eso es, una persona decrépita, llena de arrugas y achaques, tambaleante e insegura y ya al límite de su vida, sino que se nos está hablando de seres humanos totalmente perfectos que acumularán cientos de años de vida, al grado que un hombre con cien años, será considerado prácticamente como un simple “muchachito”…… de lo contrario, lo anunciado en Job 33:25, en el sentido que durante dicho período de tiempo nuestra carne recobrará la frescura de la juventud y nuestro cuerpo, el vigor juvenil, sería mentira. Y puesto que la Biblia no miente y el planteamiento que estamos desarrollando, se ajusta perfectamente a los textos mostrados, ello quiere decir que estamos en el camino correcto…… por lo tanto, continuemos con la exposición de nuestra idea; y lo cual nos lleva a analizar el significado de esa expresión de que no habrá personas con años o ancianos que mueran “antes de tiempo”. Por lo que la primera pregunta sería antes ¿de cuál tiempo? Y siendo la respuesta del todo obvia, cuando la Biblia se analiza desde la perspectiva de Jehová y sin la pretensión de que esta se ajuste a nuestra particular forma de entenderla, como ocurre en el caso del Sr. Olcese, sino con la idea de ajustar nuestro punto de vista al contenido escritural.
Porque uno de los muchos detalles que se le pasan por alto al citado personaje y de ahí que diga tantas burradas, es que nuestro Creador ya nos avisa con siglos de antelación de que una vez entremos en ese restaurador período milenario de perfección y en el que incluso la muerte como producto del pecado “ya no será más” (Rev. 21:4), tenemos un límite de mil años en donde prepararnos para la prueba final con la suelta de Satanás (Rev. 20:7-8) y en donde uno tendrá que tomar acción, en el sentido de qué decisión tomar ante la propuesta satánica y por la que obviamente será debidamente recompensado: vida eterna si la elección es la correcta y destrucción eterna si no es así, tal como ocurrió en el caso de Adán y Eva. Por lo tanto esa expresión “ni ancianos que mueran antes de tiempo”, se tiene que referir a que las personas no morirán antes de que transcurran esos mil años que Jehová ha decretado para la restauración de la humanidad obediente y que en función del rescate pagado por su hijo, el Altísimo puede legalmente eximir a dicha humanidad del tener que morir por el pecado adámico y que es lo que estamos sufriendo ahora; ya otra cosa, es que la muerte de alguna persona durante el milenio, ocurra como castigo directo de Jehová, por la actitud impenitente de algunos que no aceptarán el sujetarse al gobierno teocrático decretado por el Altísimo sobre la tierra…… y por lo que más que hablar en términos de muerte debida al pecado (que no existirá en el milenio), tendríamos que estar hablando en términos de destrucción eterna para esas personas como consecuencia de un juicio adverso de Jehová y que es algo muy distinto.
Es en este sentido, que en el pasaje de Isa. 65:20 se nos dice que morir a lo cien años y tiempo suficiente para ver los “andares” de una persona, será una “maldición” y sin embargo, morir a esa edad, será prácticamente para el rebelde pecador, como el morir como un simple “muchachito”, pues en condiciones normales los hombres tienen que vivir el tiempo suficiente para llegar a la conclusión del milenio y en donde ya allí, es cuando se dilucidará de una vez por todas el destino final de todo ser humano sobre la tierra y según sea su respuesta a la prueba de Satanás…… ello decidirá si la vida de uno se prolonga por la eternidad o por el contrario y ante una respuesta alejada del propósito divino, es cortada en ese mismo momento y destruida eternamente. Es por esta razón que los “ancianos” u hombres que acumulen cientos de años, no pueden morir antes del tiempo de mil años decretado por el Altísimo, o como dicen otras versiones analizadas, no pueden existir ancianos que “no cumplan sus días” pues sí o sí, tienen que llegar al final del milenio y quedar en disposición de afrontar la prueba final, para que se cumpla con ello el propósito divino para con el hombre, eso es, que este tenga la libertad de escoger su propio destino (Deut. 30:19). Es obvio por otra parte y como no podría ser de otra manera, pues Jehová nunca hace nada de lo que no nos haya advertido de antemano (Amos 3:7), que se nos señale en la profecía de Isaías lo que les ocurrirá a las personas que imprudentemente actúen en línea contraria al propósito divino, sea cual fuere su edad:
“Aunque se muestre favor al inicuo, simplemente no aprenderá justicia. En la tierra de derechura (eso es, durante el milenio o reino de Dios) actuará injustamente y no verá la eminencia de Jehová.” (Isa. 26:10). (Acotación nuestra).
Y con lo que se nos quiere señalar que muchas de las personas que irán resucitando durante ese período de tiempo, quizás se rebelarán contra el propósito divino y a las que no se les dará mucho tiempo para enmendar su conducta, sino que serán destruidas de inmediato para que no perturben la vida de aquellos que sí se ciñan a las normas divinas en busca de alcanzar la vida eterna al fin de los mil años…… de ahí la afirmación de Isa. 65:20, en el sentido de que uno “morirá” como un mero muchacho y asociando dicha expresión con el “pecador”, por lo que estaríamos hablando solo de muerte causada por un castigo judicial con resultado de destrucción eterna como máxima expresión de juicio divino sobre aquellos que se rebelen contra Dios en ese tiempo y de forma inmediata. Seguramente concordará con nosotros, querido lector, que ya con algunos datos más con los que trabajar y desde la perspectiva que estos nos dan, se va aclarando mucho más el significado del pasaje de Isa. 65:20, de nuevo en la versión TLA:
“No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo. Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.”
Mil años durante los que, insistimos, no existirá la muerte a causa del pecado, pues aplicará en toda su extensión durante ese tiempo del milenio, el beneficio redentor de la muerte vicaria de Cristo y por lo que los muertos habidos en la historia de la humanidad, serán devueltos a la vida y siendo este el mayor atractivo o más importante logro del reino de Dios. Y eso que les acabamos de contar, es lo que realmente se nos está diciendo en Isa. 65:20 y no otra cosa, como sugiere Apologista Mario Olcese y que una vez más ha dejado patente no saber ni de lo que habla y que para todo un “teólogo” como afirma ser, no está nada mal.
Y nosotros aquí lo dejamos, no sin antes mencionarles algo a modo de anécdota: en el III capítulo de esa disparatada serie de “Razonamientos de las Escrituras”, el Sr. Olcese achacaba nuestra supuesta falta de capacidad para entender los argumentos que el expone, a nuestra ignorancia para entender la lengua de Shakespeare…… o sea y según ese “divo” de las ciencias teológicas, si uno no puede acceder a los comentarios en inglés de supuestos “eruditos” en materia bíblica, es imposible entender las Escrituras y lo que nos lleva a plantearnos la siguiente cuestión ¿es que las Biblias en inglés, dicen algo diferente a las traducidas al español? Por lo que por aquello de la caridad cristiana y todas esas cosas, rogamos a nuestros lectores que hablan dicha lengua, que nos saquen de esa duda “existencial” en la que nos ha metido el personaje en cuestión y que nos ha quitado el sueño...... ¡y es que no podemos pegar ojo, oigan!
MABEL
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