domingo, 3 de agosto de 2014

¡La última “barrabasada” de Apologista Mario Olcese!


Permítannos decirles de entrada, que esta prolongada ausencia en nuestra habitual cadencia en la publicación de artículos y que seguramente habrán notado, se debe (por fortuna) a una avería en nuestro ordenador y no a causas personales que hubieran afectado nuestra salud; súmenle a ello, la coincidencia de este hecho con una nueva “genialidad” de los dirigentes de Microsoft y que para la “seguridad” de sus usuarios, nos han montado una que ha hecho que perdamos el acceso a nuestro correo del blog y por lo que no podemos comunicarnos con nadie, ni nadie se puede comunicar con nosotros ¡claro está!...... circunstancia esta que obviamente esperamos solucionar en la mayor brevedad posible y si Dios lo permite.

Y por aquello de seguir hablando de catástrofes, volvamos a lo que nos ocupa y que tiene que ver con el personaje mencionado en el titular de este escrito, “trilero” donde los haya y expresión que se refiera a la persona que se gana la vida mediante aquel juego callejero de apuestas que consiste en adivinar dónde está una carta mostrada previamente de entre tres, después de haberlas movido rápidamente (o bien una bolita contenida en uno de tres cubiletes) y por lo general haciendo trampas, campo en el que el personaje en cuestión se las pinta solo, eso es, para hacer trampas dialécticas en sus publicaciones y con el ánimo, no de que prevalezca la verdad escritural, sino la de intentar mantener su particular punto de vista acerca de las cosas escritas en el texto sagrado. Y ejemplo de ello lo tenemos en la siguiente historia que les vamos a contar, que inicia con este correo que nos llegó en fecha 20/07/14 (aún nos funcionaba el correo) y que por su texto no parece estar dirigido expresamente a los autores de este blog, sino más bien al general de su cada día más menguante audiencia (que ya no aguanta tanto disparate junto) y que transcribimos tal cual nos llegó:

apologista commented on ¡CUANDO LA ZORRA NO LLEGA A LAS UVAS...... DICE QUE ESTÁN VERDES!

Os recomiendo, hijo mío, la serie titulada: "Razonamiento a partir de las Escrituras" que aparece en mi canal de videos cristiano72392 para que veáis lo que realmente dicen las Escrituras sobre la esperanza de los cristianos EN GENERAL y os quedéis así asombrados de las verdades que no dicen los Testigos de Jehová y algunos de sus fans de la madre patria...”

Y en el bien entendido de que con esa mención acerca de “algunos de sus fans de la madre patria” se está refiriendo a los autores de esta blog, nosotros nos damos por aludidos y procedemos a responder a dicho “velado” requerimiento. Por lo que empezaremos y a modo de curiosidad, por señalar que en esa serie de videos que se menciona en el susodicho correo y que ya va por el capítulo 24, el “teólogo” en cuestión ha invertido hasta el momento 368’5 minutos, eso es ¡más de 6 horas de supuesto “razonamiento”! (amén de otros videos)...... o dicho de otro modo y a tenor de la manifiesta incapacidad de dicho personaje para entender las Escrituras, de insulsa verborrea y cuánto menos por lo tanto, de poder razonar sobre las mismas, para acabar no respondiendo a ninguna de las cuestiones que le tenemos planteadas en el tema aludido en su correo.

Porque en el artículo al que se hace referencia en el mismo y publicado en este blog el 12/07/14, se le exponían algunas cuestiones que tienen que ver con otra tantas disparatadas propuestas por él publicadas, como por ejemplo, esta: si dicho caballero sostiene que la “gran muchedumbre” mencionada en Rev. 7:9; 14 también reinará en el reino de Dios al lado de Jesucristo, que nos explique cómo puede ser que, según Rev. 20:6 solo los que participen de una “primera” resurrección lo pueden hacer, cuando el caso es que dicha resurrección se produce tres años y medio antes de que aparezca esa “gran muchedumbre” sobreviviente de la gran tribulación (Rev. 7:14) y por lo que tal afirmación es un completo disparate…… y que para más inri, resulta que estamos hablando de “sobrevivientes”, eso es, de personas que pasan con vida al reino de Dios y por lo que, obviamente, ello significa que no han muerto y lo cual les impide el poder participar de resurrección alguna. Pero es que hasta en el supuesto caso de aquellos que perdieran la vida durante dicha “gran tribulación”, tampoco alcanzarían a participar de esa primera “resurrección” pues esta se produce antes de que inicie el periodo de la “gran tribulación” y en la que se les da muerte…… y repetimos para que la idea quede clara: solo los que participen de dicha “primera” resurrección, podrán gobernar con Cristo en el milenio o reino de Dios.

Por otra parte y puesto que dicho “genio” de la teología nos afirma, que en ningún lugar de las Escrituras se nos habla de que solo 144.000 son los que reinan con Cristo en el milenio, la pregunta es esta: ¿cómo se puede entender, entonces, el significado de Rev. 14:1 a la luz del Sal. 2:5-6? Pero es que además, podríamos voltear la pregunta en el sentido de ¿dónde en las Escrituras se nos dice, que aquellos que con Jesucristo tienen que reinar serán una inmensa cantidad? Recordemos que al reino de Dios solo entran y según Rev. 7:1-14, dos únicos grupos: los 144.000 sellados en sus frentes con el “sello del Dios vivo” por una parte y la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 y cuyos componentes no tienen dicho sello en sus frentes y por lo que no pueden formar parte de ese primer grupo:

Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes (el sello en cuestión) el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Acotación nuestra).

Pero veamos otra objeción presentada y que tiene que ver con lo siguiente: ese disparatado personaje defiende con gran empeño que los notables del AT, eso es, los Abrahán, David, Moisés, Isaac, Jacob. Noé, Lot, etc. etc. etc. también participaran en ese gobierno de reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… pero continúa sin responder, no obstante, a la siguiente cuestión ¿qué hacemos entonces, con lo dicho por Jesús en Mat. 11:11-12, Juan 3:3-5 y Rev. 2:10 y requisitos que de ninguna manera pudieron reunir dichos personajes? Porque y siguiendo el orden cronológico de los textos mencionados, resulta que esos personajes no eran “mayores” en importancia con respecto de Juan, ni ninguno de ellos pudo recibir los dos bautismos exigidos por Jesús para entrar en el reino, ni la inmensa mayoría de ellos experimentaron una muerte de sacrificio para alcanzar dicho galardón. Pero dada la complejidad del tema y para una información más detallada acerca del particular, nos remitimos a nuestro escrito del 12/07/14, que es el mismo al que dicho personaje pretende responder con esa serie que se ha sacado “de la manga” y con el pomposo nombre de “Razonamientos sobre las Escrituras”, cuando resulta y visto lo visto, que no sabe siquiera como se abre una Biblia…… cuánto menos, entonces, el poder razonar sobre ella.

Pero para que se hagan una idea de la insolvencia intelectual de dicho personaje y hasta qué grado nos asiste la razón, cuando decimos que es un indocumentado en temas que tengan que ver con las Escrituras, veamos lo que nos dice (y ahí está la “barrabasada” de la que les hemos hablado) en un video que publicó el 21/07/14 y tomando como referencia un comentario del libro de los TJ titulado “Conocimiento que lleva a vida eterna”, a partir del cual el personaje mencionado planteaba ya en su titular, la siguiente cuestión a los seguidores de dicha secta: “Testigo de Jehová: ¿realmente cree Ud. que no habrá velorios, vejetes, ni plañideras en el milenio?”. Porque lo que dicho “genio” de la teología nos plantea en esos 7 minutos de grabación y basándose en el contenido de Isa. 65:20, es que contrario a lo que dicen los TJ (y en lo que estos tienen toda la razón, pues ello está refrendado por las Escrituras), durante el reino milenial sí existirá la muerte y con ella la vejez con sus limitaciones, así como el dolor, puesto que si como dice ese “number one” de la interpretación bíblica existirán las “plañideras” en ese tiempo, es obvio que tiene que existir el dolor causado por la muerte de un ser querido…… pero resulta y como ya hemos apuntado, que esto es contrario a lo que nos dicen las Escrituras, pues estas se pronuncian de la siguiente manera:

Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad; y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores (las que está sufriendo actualmente el ser humano) han pasado”.” (Rev. 21:3-4). (Acotación nuestra).

En principio, este pasaje es claro en afirmar un cambio radical de las condiciones hasta ahora sufridas por la humanidad y por tanto, desmintiendo la esperpéntica afirmación de Apologista Mario Olcese…… luego ¿en qué se apoya este personaje para decir semejante sandez, en el sentido de que durante el milenio seguirá existiendo la muerte u por tanto, las enfermedades y la vejez, todo ello producto o consecuencia, del pecado adámico? De entrada, el personaje en cuestión ya comete un error de bulto al identificar lo que dicen los TJ con lo que dice la Biblia, cuando en realidad son dos cosas totalmente distintas y razón por lo que acumula disparate sobre disparate; porque, por ejemplo: una cosa es que la clase dirigente de esa secta se atribuyan ser parte de la clase de los 144.000 y otra cosa muy distinta, el que la Biblia no nos hable de que solo esa cantidad es la que conformará la clase gobernante en el reino de Dios y cuestión que queda meridianamente clara (como ya hemos señalado), cuando uno lee Rev. 14:1 a la luz del Sal. 2:5-6. Por otra parte es cierto que Jesús anunció en Mat. 24:14 y para el final de los tiempos, una gran predicación…… pero cosa muy distinta, es que esta sea la que están llevando a cabo los miembros de dicha organización religiosa desde hace más de 100 años; o que siendo cierto que en los últimos días está por aparecer un resto “ungido” y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3, sea cierto que este “resto” tenga algo que ver con los actuales miembros de su clase dirigente y que se arrogan dicha condición. Podríamos añadir, que siendo cierta su afirmación de la próxima venida del reino de Dios y que gobernará por mil años sobre la tierra, no es menos cierto que es un auténtico disparate el afirmar que este será establecido en los cielos y no en la tierra, tal como nos aseguran.

Pero volviendo a la pregunta que nos hemos hecho, en el sentido de en qué se apoya ese “caballero” para afirmar que durante el milenio seguirá existiendo la enfermedad, vejez y muerte (si existe la una, tienen que existir las otras, pues todas son consecuencia directa del pecado), la respuesta es la siguiente: en un disparatado error impropio de una persona con un mínimo de lógica y sentido común, ya que siendo cierto como el Sr. Olcese afirma que el capítulo 21 de Revelación o Apocalipsis, es continuación del 20 (como no podría ser de otra manera), no es menos cierto que hay unos textos en este capítulo 20 que son solo una acotación y que nada tienen que ver con el contexto en el que están situados (eso es lo que implica una acotación), que son los siguientes:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:7-10).

A partir de ahí, el personaje citado ya da por sentado que todo lo que sigue a continuación de estas palabras, eso es, desde el verso 11 de dicho capítulo 20 y que nos relata la aparición del gran trono blanco, hasta el final de la Revelación, ya ocurre después de transcurridos los mil años del reinado de Jesucristo y lo que constituye la “barrabasada” que les hemos señalado en el titular de este escrito y, afirmación, que demuestra un total desconocimiento del contenido escritural por parte del mencionado “teólogo”. Porque esas palabras de Rev. 20:7-10, repetimos, no son más que un inciso o acotación en el tema principal que ocupa el foco de atención y que se limitan a señalar algo que ocurrirá en un futuro lejano (al igual que el pasaje de Rev. 20:5ª y sobre el que hablamos en nuestro escrito del 19/08/10), a modo de “aviso para navegantes”; de todas maneras y para no extendernos, nos permitimos el sugerirles que para una perspectiva más amplia de lo que pretendemos decirles, se lean nuestro escrito del 29/01/12 que contiene una extensa y detallada explicación sobre el particular (recuerden que para aprender, hay que “clavar” los codos).

Porque claro, si eso no fuera así como nosotros afirmamos, en el sentido de que esas palabras de Rev. 20:7-10 no son más que una simple acotación y por tanto, nada que ver con el relato que se nos está haciendo acerca de lo que ocurre en el momento de instalarse el reino de Dios en la tierra para iniciar el milenio, nos encontraríamos con lo siguiente y siempre partiendo del supuesto planteado, que lo relatado en Rev. 21 se correspondiera a sucesos a ocurrir después de los mil años y según nos afirma ese “genio” de la teología…… veamos, por ejemplo, lo que se nos dice en sus versículos del 1 al 8:

Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.

5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad, asesinos, fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”.”

Luego con lo que nos encontramos después de mil años de gobernación por Jesucristo y sus hermanos sobre la tierra, es que Jehová tiene que hacer “nuevas todas las cosas” de tal manera que “las cosas anteriores”, eso es, las ocurridas durante ese milenio “no sean recordadas ni suban al corazón” (Isa. 65:17); pues tanta ha sido ineficacia de dicho gobierno de mil años, que Jehová se ve en la necesidad de limpiar las lágrimas del “personal” y rescatarlos de la muerte, del lamento y del dolor. Pero es que además, con lo que se encuentra el Altísimo (v. 8), es con una tierra llena de cobardes, de gente sin fe y que son repugnantes en su suciedad, con asesinos, fornicadores y practicantes de espiritismo, de idólatras y de mentirosos…… este es el panorama existente después de los mil años de gobierno por Cristo, si lo que nos plantea esa catástrofe intelectual que es Apologista Mario Olcese fuera cierto y lo que permite el plantearnos la siguiente pregunta: ¿qué han hecho durante todo ese tiempo, entonces, Jesucristo y sus gobernantes asociados, teniendo en cuenta además que no han contado con la oposición de Satanás, restringida su actividad desde el inicio del milenio (Rev. 20:1-3)? Pero es que aquí se genera una derivada, porque ¿cómo cuadraría esta situación que nos propone el “mandangas” mencionado, con lo que nos dice Pablo en 1 Cor. 15:24-28?:

En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque Dios “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Más cuando dice que “todas las cosas han sido sujetadas”, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.”

Porque lo que aquí se nos plantea, es que Jesucristo y “asociados” sanean la cosa durante ese período de mil años y cuando la tienen saneada, eso es, cuando han pulido a la humanidad y la han llevado a la perfección, lo que previamente implica la desaparición de le enfermedad, vejez y la muerte (por supuesto de los delincuentes irredentos), devuelve el reino a su Padre Celestial para que Este de nuevo vuelva a ser el foco de atención de todas las cosas…… luego nada que nos haga pensar en el apocalíptico panorama que nos pinta ese “genio” de la teología, con su esperpéntica interpretación de los hechos por venir. Por lo que queda claro que nos encontramos ante un total indocumentado, incapaz de razonar con un mínimo de lógica y sentido común sobre aquello que plantea; y es que antes de aventurar cualquier afirmación o idea que se nos ocurra sobre determinado planteamiento, uno tiene que desarrollarlo hasta sus últimas consecuencias antes de publicarlo, para averiguar si el resultado final tiene un conclusión lógica y razonable, que obviamente no es el caso tal como hemos comprobado.

Por lo tanto y a partir de dicha disparatada afirmación, nada de lo que diga este personaje puede ser tomado en serio, pues queda meridianamente claro que no sabe ni de lo que habla; es cierto que nos sale con el pasaje de Isa. 65:20, pero sin tener ni puñetera idea de a lo que este se refiere, porque es un pasaje que aplica directamente y según su contexto, a la situación existente para aquellos regresados del exilio en Babilonia y que nos habla de la seguridad que disfrutarían los regresados en su “nueva tierra”, merced a la intervención divina. Es cierto que como la inmensa mayoría de profecías tiene un doble cumplimiento y que señala al milenio, pero es necesario colocar las cosas en su justo contexto; por lo que analicemos qué es lo que realmente leemos en dicha porción bíblica:

Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él.” (Isa. 65:20).

Pero puesto que queremos que no quede duda alguna sobre nuestra argumentación, veremos también como vierte dicho texto, la traducción bíblica que usa ese caballero y que es la RV 1960:

No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.”

Luego dado que las dos versiones más o menos vienen a decir lo mismo, tenemos que acudir al razonamiento lógico para discernir el pensamiento que se nos quiere transmitir con este pasaje y que, obviamente, es ignorado totalmente por ese aprendiz de teólogo; y para ello, nada mejor que situar tales palabras en su contexto inicial y averiguar lo que significaron para ese entonces y alcanzar con ello, a entender el paralelismo profético que se nos quiere transmitir para tiempos futuros. Y es que cuando se cumplieron por primera vez estas palabras en el pueblo hebreo (a su regreso del destierro en Babilonia), significaron que incluso los bebés se hallaban a salvo, pues ya no había enemigos que invadieran la tierra, como lo habían hecho en un tiempo los babilonios, para matar o llevarse a los niños de pecho lejos de sus madres, o segar la vida de hombres en la flor de la vida, etc. (2 Crón. 36:17; 20); en todo caso, dichas palabras proféticas significaron seguridad para aquellos regresados del destierro en Babilonia, al ser colocados bajo la protección divina. Por lo que en el tiempo actual, en donde diversas circunstancias nos colocan prácticamente en la misma condición de inseguridad en cuanto a preservar la vida ante cualquier circunstancia adversa, como tenían aquellas personas de la antigüedad, lo que nos aseguran esas palabras de Isa. 65:20 y al igual que en su momento lo hicieron con aquellos regresados de Babilonia, es que en el nuevo mundo venidero o reino de Dios (los “nuevos cielos” y la “nueva tierra” del verso 17), la gente estará a salvo de toda contingencia, incluida la muerte y tendrá seguridad completa en todo aspecto y por lo que podrá disfrutar de la vida plenamente. Que la idea va por ahí, nos queda mucho más clara cuando leemos el pasaje de Isa. 65:20 en una versión que nos suele sacar de muchos apuros, máxime cuando nos encontramos con algún texto “rebelde” o difícil de entender, como pudiera ser el mencionado…… y que no es otra que la TLA, que vierte dicho texto de la siguiente manera:

No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo (luego es imposible que en ese tiempo exista la muerte). Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.” (Acotación nuestra).

Pero fijémonos en que la idea básica que nos transmite este pasaje y en la traducción que ustedes quieran, va en el sentido de que no habrán ancianos que mueran “antes de tiempo”; y para captar la idea tras esas palabras, no nos queda más remedio que ver las cosas desde el punto de vista de las Escrituras y variar un poco nuestra perspectiva de las mismas: en primer lugar, tenemos que entender que no se nos está hablando de ancianos en los términos en los que hoy entendemos que es un anciano, eso es, una persona decrépita, llena de arrugas y achaques, tambaleante e insegura y ya al límite de su vida, sino que se nos está hablando de seres humanos totalmente perfectos que acumularán cientos de años de vida, al grado que un hombre con cien años, será considerado prácticamente como un simple “muchachito”…… de lo contrario, lo anunciado en Job 33:25, en el sentido que durante dicho período de tiempo nuestra carne recobrará la frescura de la juventud y nuestro cuerpo, el vigor juvenil, sería mentira. Y puesto que la Biblia no miente y el planteamiento que estamos desarrollando, se ajusta perfectamente a los textos mostrados, ello quiere decir que estamos en el camino correcto…… por lo tanto, continuemos con la exposición de nuestra idea; y lo cual nos lleva a analizar el significado de esa expresión de que no habrá personas con años o ancianos que mueran “antes de tiempo”. Por lo que la primera pregunta sería antes ¿de cuál tiempo? Y siendo la respuesta del todo obvia, cuando la Biblia se analiza desde la perspectiva de Jehová y sin la pretensión de que esta se ajuste a nuestra particular forma de entenderla, como ocurre en el caso del Sr. Olcese, sino con la idea de ajustar nuestro punto de vista al contenido escritural.

Porque uno de los muchos detalles que se le pasan por alto al citado personaje y de ahí que diga tantas burradas, es que nuestro Creador ya nos avisa con siglos de antelación de que una vez entremos en ese restaurador período milenario de perfección y en el que incluso la muerte como producto del pecado “ya no será más” (Rev. 21:4), tenemos un límite de mil años en donde prepararnos para la prueba final con la suelta de Satanás (Rev. 20:7-8) y en donde uno tendrá que tomar acción, en el sentido de qué decisión tomar ante la propuesta satánica y por la que obviamente será debidamente recompensado: vida eterna si la elección es la correcta y destrucción eterna si no es así, tal como ocurrió en el caso de Adán y Eva. Por lo tanto esa expresión “ni ancianos que mueran antes de tiempo”, se tiene que referir a que las personas no morirán antes de que transcurran esos mil años que Jehová ha decretado para la restauración de la humanidad obediente y que en función del rescate pagado por su hijo, el Altísimo puede legalmente eximir a dicha humanidad del tener que morir por el pecado adámico y que es lo que estamos sufriendo ahora; ya otra cosa, es que la muerte de alguna persona durante el milenio, ocurra como castigo directo de Jehová, por la actitud impenitente de algunos que no aceptarán el sujetarse al gobierno teocrático decretado por el Altísimo sobre la tierra…… y por lo que más que hablar en términos de muerte debida al pecado (que no existirá en el milenio), tendríamos que estar hablando en términos de destrucción eterna para esas personas como consecuencia de un juicio adverso de Jehová y que es algo muy distinto.

Es en este sentido, que en el pasaje de Isa. 65:20 se nos dice que morir a lo cien años y tiempo suficiente para ver los “andares” de una persona, será una “maldición” y sin embargo, morir a esa edad, será prácticamente para el rebelde pecador, como el morir como un simple “muchachito”, pues en condiciones normales los hombres tienen que vivir el tiempo suficiente para llegar a la conclusión del milenio y en donde ya allí, es cuando se dilucidará de una vez por todas el destino final de todo ser humano sobre la tierra y según sea su respuesta a la prueba de Satanás…… ello decidirá si la vida de uno se prolonga por la eternidad o por el contrario y ante una respuesta alejada del propósito divino, es cortada en ese mismo momento y destruida eternamente. Es por esta razón que los “ancianos” u hombres que acumulen cientos de años, no pueden morir antes del tiempo de mil años decretado por el Altísimo, o como dicen otras versiones analizadas, no pueden existir ancianos que “no cumplan sus días” pues sí o sí, tienen que llegar al final del milenio y quedar en disposición de afrontar la prueba final, para que se cumpla con ello el propósito divino para con el hombre, eso es, que este tenga la libertad de escoger su propio destino (Deut. 30:19). Es obvio por otra parte y como no podría ser de otra manera, pues Jehová nunca hace nada de lo que no nos haya advertido de antemano (Amos 3:7), que se nos señale en la profecía de Isaías lo que les ocurrirá a las personas que imprudentemente actúen en línea contraria al propósito divino, sea cual fuere su edad:

Aunque se muestre favor al inicuo, simplemente no aprenderá justicia. En la tierra de derechura (eso es, durante el milenio o reino de Dios) actuará injustamente y no verá la eminencia de Jehová.” (Isa. 26:10). (Acotación nuestra).

Y con lo que se nos quiere señalar que muchas de las personas que irán resucitando durante ese período de tiempo, quizás se rebelarán contra el propósito divino y a las que no se les dará mucho tiempo para enmendar su conducta, sino que serán destruidas de inmediato para que no perturben la vida de aquellos que sí se ciñan a las normas divinas en busca de alcanzar la vida eterna al fin de los mil años…… de ahí la afirmación de Isa. 65:20, en el sentido de que uno “morirá” como un mero muchacho y asociando dicha expresión con el “pecador”, por lo que estaríamos hablando solo de muerte causada por un castigo judicial con resultado de destrucción eterna como máxima expresión de juicio divino sobre aquellos que se rebelen contra Dios en ese tiempo y de forma inmediata. Seguramente concordará con nosotros, querido lector, que ya con algunos datos más con los que trabajar y desde la perspectiva que estos nos dan, se va aclarando mucho más el significado del pasaje de Isa. 65:20, de nuevo en la versión TLA:

No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo. Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.”

Mil años durante los que, insistimos, no existirá la muerte a causa del pecado, pues aplicará en toda su extensión durante ese tiempo del milenio, el beneficio redentor de la muerte vicaria de Cristo y por lo que los muertos habidos en la historia de la humanidad, serán devueltos a la vida y siendo este el mayor atractivo o más importante logro del reino de Dios. Y eso que les acabamos de contar, es lo que realmente se nos está diciendo en Isa. 65:20 y no otra cosa, como sugiere Apologista Mario Olcese y que una vez más ha dejado patente no saber ni de lo que habla y que para todo un “teólogo” como afirma ser, no está nada mal.

Y nosotros aquí lo dejamos, no sin antes mencionarles algo a modo de anécdota: en el III capítulo de esa disparatada serie de “Razonamientos de las Escrituras”, el Sr. Olcese achacaba nuestra supuesta falta de capacidad para entender los argumentos que el expone, a nuestra ignorancia para entender la lengua de Shakespeare…… o sea y según ese “divo” de las ciencias teológicas, si uno no puede acceder a los comentarios en inglés de supuestos “eruditos” en materia bíblica, es imposible entender las Escrituras y lo que nos lleva a plantearnos la siguiente cuestión ¿es que las Biblias en inglés, dicen algo diferente a las traducidas al español? Por lo que por aquello de la caridad cristiana y todas esas cosas, rogamos a nuestros lectores que hablan dicha lengua, que nos saquen de esa duda “existencial” en la que nos ha metido el personaje en cuestión y que nos ha quitado el sueño...... ¡y es que no podemos pegar ojo, oigan!

MABEL


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