lunes, 18 de agosto de 2014

De nuevo, a vueltas con los “rollos” de Rev. 20:12-15


Y es que, inasequibles al desaliento, los “enteradillos” de turno, eso es, esa pléyade de “genios” de la teología y que van por ahí presumiendo de “ungidos”, por tanto supuestos candidatos para reinar con Cristo en el reino de Dios, continúan con su “sonsonete” en el sentido de que los muertos serán juzgados por los hechos que hayan realizado en su vida anterior y lo que no deja de ser un verdadero disparate. Dicho lo cual y medio centrado ya el tema, veamos lo que se nos relata en dicho pasaje y que resumiendo un poco la cuestión, tiene que ver con unos “rollos” que se abren, a continuación de los cuales se abre otro llamado “el rollo de la vida” y por lo que de entrada ya sabemos, que estamos hablando de “rollos” abiertos con distintos propósitos; y asunto este que, desconocido por la inmensa mayoría de los llamados “cristianos”, es causa frecuente de garrafales errores por parte de esos personajes mencionados y que se llaman a sí mismos “teólogos” (y que son legión), solo porque colgado en una pared de su casa tienen un diploma y del que suelen hacer periódicamente pública ostentación, cuando dicho “papelito” no hace más que acreditar de que en un determinado momento, uno se pasó por un Instituto de Teología…… ya del aprovechamiento derivado de los estudios cursados y como diría D. Quijote de la Mancha “mejor es no meneallo, amigo Sancho”, pues en vista de los disparates que son capaces de publicar dichos personajes, queda claro que el logro alcanzado es manifiestamente mejorable.

Porque según afirman esos señores y volviendo al tema que nos ocupa, en estos “rollos” estarían escritas todas las barrabasadas que uno hizo mientras estuvo con vida y por las que será juzgado en el momento de su resurrección, al final de los mil años del reino de Dios; lo que ocurre es que de entrada, esa afirmación que se nos propone ya presenta algunos “problemillas” que se hacen necesarios resolver y para lo cual, sería oportuno el leer primero el pasaje referenciado:

Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos y fueron juzgados individualmente según sus hechos. 14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Además, cualquiera a quien no se halló escrito (su nombre) en el libro de la vida, fue arrojado al lago de fuego.” (Acotación nuestra).

Pero para ponernos en situación, precisamos empezar por averiguar cuál es el punto de partida de esos “intelectuales” para que nos presenten tan disparatada propuesta y que más o menos viene a ser este: según ellos, el milenio o reino de Dios, echaría a andar con lo que se conoce como la “primera” resurrección (Rev. 20:6) y en la que participan todos los “justos” o personas que han vivido en todos los tiempos y que se han conseguido el favor de Dios; y es al final de dicho período de tiempo, eso es, al término de los mil años de reinado de Jesucristo y siempre, recordemos, según nos proponen esos señores, cuando se produce lo relatado en el pasaje mencionado y que resulta en la resurrección de todos los “injustos” para juicio o destrucción eterna, consecuencia directa de sus actos impíos y denunciados en los citados “rollos”…… tenemos que señalar que para llegar a dicha conclusión, esos “genios” de la teología se apoyan en un erróneo entendimiento de lo dicho por el apóstol Pablo y reflejado en Hech. 24:15:

“…… y tengo esperanza en cuanto a Dios, esperanza que estos mismos también abrigan, de que va a haber resurrección así de justos como de injustos.”

Sobre estas palabras soportan esos “entendidos” la idea de dos resurrecciones separadas por mil años entre sí, cuando es la realidad contextual del propio pasaje la que nos niega dicha posibilidad; porque, que el apóstol en cuestión no nos podía estar hablando de dos resurrecciones separadas por tal período de tiempo (nada de ello, se sugiere siquiera en las Escrituras) y para colmo la segunda de las cuales para destrucción eterna de los que participen de ella, está fuera de toda duda, pues de lo contrario no se entendería el que todo un apóstol como Pablo, así como aquellos fieles con los que compartía sentimiento, abrigaran “la esperanza” de que personas fueran destruidas eternamente. Luego a lo único que Pablo se podía referir con sus palabras y apelando a la razón y al sentido común, era a la esperanzadora perspectiva de una resurrección futura, en la que participarían tanto “justos” o personas que conocieron a Dios y le sirvieron, así como “injustos” o personas que a lo largo de la historia de la humanidad no tuvieron la oportunidad de conocerlo y por ello, no pudieron servirle y cuyo cómputo en este caso, se elevará probablemente a cientos (sino miles) de millones.

Dicho lo cual, retomemos el hilo de lo que estábamos diciendo y que tenía que ver con lo expuesto en el pasaje de Rev. 20:12-15, en cuyo mismo texto ya notamos algo que no cuadra con la idea que se nos quiere “vender” por parte de esos “intelectuales”, porque veamos: de su lectura se desprende que el “rollo” de la vida que se abre a continuación de los “rollos” que contienen información sobre hechos pasados y por mor de la cual serán juzgados los resucitados, es para anotar en el mismo los nombres de aquellos que superen el juicio adverso, eso es, que sus pecados sean considerados “peccata minuta” y por lo tanto no reos de destrucción eterna, pues de lo contrario no se entendería la apertura de dicho “rollo” en ese momento. Pero puesto que resulta que esos “entendidos” nos han asegurado que todos los “justos” ya se han levantado “para vida” en la primera resurrección al inicio del milenio (luego habría que pensar que ya no quedan más “justos” entre los muertos) y que la siguiente resurrección a ocurrir mil años después de esa “primera”, es para destrucción de todos aquellos que participen de ella y para lo que se supone que han sido guardados durante esos mil años…… se nos ocurre la siguiente pregunta: ¿para qué un libro o “rollo de la vida” en el que ser inscrito uno, si resulta que todas esas personas que se levantan en esa segunda resurrección lo hacen para ser juzgados y destruidos eternamente, pues todos son “injustos” y siempre según nos explican esos “genios” de la teología? Luego ¿a quiénes se inscribe en dicho “rollo de la vida” en ese momento, si según se nos cuenta, los “justos” que podían figurar en el mismo fueron levantados mil años antes de que apareciera dicho “rollo”? ¿Se dan cuenta esos “genios” de la interpretación bíblica, de la salvajada que nos están proponiendo?

Pero es que además, es necesario averiguar en qué contexto se producen estos hechos y para lo cual habría que leerse con atención el capítulo 20 de Revelación y que es en dónde realmente está “la madre del cordero” de tan embrollado asunto; por lo que veamos como inicia este:

Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás y lo ató por mil años. 3 Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviara más a las naciones hasta que se terminaran los mil años. Después de estas cosas tiene que ser desatado por un poco de tiempo.” (v. 1-3).

Estas palabras nos sitúan en el preciso momento en que, recién terminada la batalla de Armagedón que pelean Jesucristo y sus fieles (Rev. 17:14) contra Satanás y sus seguidores, que son destruidos y este abismado por mil años a un estado de inactividad, da inicio el reino de mil años de Dios en manos de Jesucristo y de ahí, que en los siguientes versos 4-6 leamos como sigue:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años. 5 (Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que se terminaron los mil años.) Esta es la primera resurrección. 6 Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”

Básicamente aquí se nos está hablando de la aparición en escena de aquellos que gobernarán junto a Cristo durante esos mil años y que como hemos dicho, nos sitúa en el momento en que inicia del milenio…… pero noten que en este cuadro nos falta un elemento importantísimo por aparecer, como es el trono del gran rey, eso es, de Jesucristo y del que se nos habla en el verso 11:

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo y no se halló lugar para ellos.”

Y prescindiendo que la mayoría de autores colocan este evento al término de los mil años, lo cierto es que dicha afirmación no se ajusta al contexto escritural, pues esos “tierra y cielo” que huyen ante ese glorioso personaje que se sienta sobre ese trono (Jesucristo), no son otros que aquellos de los que nos habló el apóstol Pedro y que sustituyen a los “cielos y tierra” actuales:

Pero hay nuevos cielos (o nuevo gobierno) y una nueva tierra (o una sociedad humana obediente) que esperamos según su promesa y en estos, la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13). (Acotaciones nuestras).

Lo que nos continúa manteniendo instalados en el inicio del milenio, pues de eso es lo que nos estaba hablando Pedro y de ahí, que los versículos siguientes de Rev. 20, eso es, desde el 12 hasta el 15 y a los que ya hemos hecho referencia al inicio de este escrito, no pueden referirse a otra cosa que no sea a lo que ocurre a partir de ese mismo momento en la tierra y durante ese período de mil años…… y cuestión que tiene que ver con la razón fundamental de la misma existencia del reino de Dios y sin la cual, dicho reino no tendría sentido alguno: la resurrección de los muertos, merced al sacrificio redentor de Cristo, de la que se nos habla en Hech. 24:15 y que ya hemos considerado; por lo que situados en esta perspectiva, releamos dichos versos:

Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. 14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego. 15 Además, cualquiera a quien no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego.”

Entonces y desde este razonable punto de vista, esos nuevos “rollos” que se abren y lejos de ser un recordatorio de fechorías anteriores de aquellos que vayan resucitando, no son más que nueva información tendente al recobro espiritual (el recobro físico es otra “historia”) del ser humano para prepararlo adecuadamente para algo que ocurre al final de esos mil años y que a modo de acotación, se nos menciona en los versos 7 al 10 de este capítulo 20 que estamos analizando. No perdamos de vista y para situar correctamente el punto que queremos resaltar, el hecho de que actualmente estamos en posesión de unos “rollos” (el conjunto de libros que componen la Biblia actual) y cuyo único cometido es el de darnos la información necesaria para colocarnos al pie del reino de Dios…… una vez alcanzado ese objetivo, es razonable que los actuales “rollos” y cumplida su comisión, den paso a otros que contengan información adicional para saber cómo enfrentar la prueba final con la suelta de Satanás y de la que se nos habla en esos versos 7 al 10 y que nosotros, de forma deliberada, hemos pasado por alto y en dónde se lee como sigue:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.”

Es cierto que muchos son los autores que no entienden que ese pasaje no es más que un paréntesis y entendiendo por dicho término y en cualquier diccionario, la referencia a una oración o frase incidental que se intercala en un relato, interrumpiéndolo pero no alterando su contenido, en este caso para señalar a algo que ocurrirá al término de los mil años de los que se nos está hablando y como aviso a “navegantes”. Luego este pasaje intercalado entre los versos 6 al 11 del capítulo 20 de Revelación que estamos analizando no es correlativo en orden de sucesos y por lo que no puede alterar la cadencia del relato que se nos ofrece en dicho capítulo; porque si eso no fuera como se lo explicamos nosotros y realmente estuviéramos hablando de uno texto escritural “correlativo” y ese pasaje de Rev. 20:7-10 nos transportara a mil años adelante en el tiempo, nos encontraríamos con la siguiente incongruencia: que toda una Biblia dirigida a anunciarnos precisamente el reino de mil años de Dios y objetivo principal de la venida de Jesús (Luc. 4:43), no nos dice nada de este, pues del verso 6 al 11 resulta que pasan mil años y sin que nos enteremos de lo que va a suceder durante ese período de tiempo…… y lo que presenta la siguiente cuestión, sin que esos “genios” de la teología nos acierten a aclarar: ¿dónde entonces, se producirá la “restauración de todas las cosas” prometidas por el Altísimo “por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”? (Hech. 3:20-21).

Y con lo que nos enfrentaríamos a la inconcebible y disparatada situación, de que después de milenios de preparación y espera para llegar a este período milenial, la Biblia no nos habla nada del mismo y liquida dicho período de tiempo en solo 4 versos…… pero resulta que la cosa no acaba ahí; porque se ser las cosas como nos las plantan esos “teólogos de pizarrín”, tendríamos que aceptar entonces que lo que se nos cuenta en los capítulos 21 y 22 de este libro de Revelación, es posterior al milenio y con lo que nos encontraríamos que después de mil años de gobernación en la tierra a cargo de Jesucristo, Jehová tiene que actuar rectificando todo lo hecho durante dicho período de tiempo, pues esto es lo que se nos dice en Rev. 21:1-8:

Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (v. 1-4).

Y por cosas “anteriores” y en ese marco de circunstancias, tendríamos que entender las que han ocurrido durante esos mil años de gobernación por Jesucristo, pues Jehová Dios tiene que empezar desde el principio, eso es, por limpiar las lágrimas de dolor del “personal” y eliminar la muerte, clamor y dolor que habrían continuado durante ese período de tiempo, estableciendo un “nuevo cielo y una nueva tierra”, que sustituyeran a los existentes durante el milenio…… por lo que en vista de tanta inoperancia por parte de ese gobierno delegado durante mil años, el Altísimo se ve obligado a “cortar por lo sano” y según se sobreentiende de los siguientes versículos del 5 al 7:

Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas” (eso es, cambiar todo lo hecho hasta ese momento, por Jesucristo y asociados). También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo.” (Acotación nuestra).

O sea y resumiendo, que Jehová Dios tiene que hacer “nuevas todas las cosas”, pues el resultado del reino milenario ha sido una auténtica catástrofe…… y tan catastrófico ha sido, que vean el panorama con el que se encuentra Este finalizado el milenio, según lo que se lee en el verso 8:

Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda.”

O sea, que según dicho verso 8 (y eso es lo que está escrito) resulta que la tierra y para ese tiempo continúa llenas de personas sin fe, repugnantes en su suciedad (homosexualidad), de asesinos, de fornicadores, de espiritistas, de idólatras y mentirosos (probablemente en lo que tiene que ver con la enseñanza de la Palabra de Dios), eso es ¡un show de esos de “agárrate y no te menees”!...... siempre eso sí y según esos “genios” de la teología, que tomemos el capítulo 20 de Revelación como un relato “correlativo” y no hagamos el paréntesis que nosotros hemos señalado, con respecto de esos versos del 7 al 10. Y que nosotros tenemos razón en nuestro planteamiento, en el sentido de que el orden lógico de la narración de dicho capítulo 20, es que el verso 6 tenga su continuación natural en el verso 11, queda demostrado por el “cacao” que se monta si eso no se hace así y del que les acabamos de hablar…… pero es que aún hay más.

Porque resulta que la afirmación de tanto impresentable que se las dan de “entendidos” en las Escrituras (y que no saben siquiera como estas se abren), en el sentido de que el pasaje de Rev. 20:12-13 aplique a una supuesta resurrección de juicio al final de los mil años, con resultado de destrucción eterna de los que participen de la misma y siendo los “testigos de cargo” en dicho juicio, los mencionados “rollos” que se abren (merced al contenido de los cuales se procederá a la inculpación y posterior destrucción eterna de los que en dicha resurrección se levanten), se topa con un escollo insalvable y que se encuentra en Rom. 6:7:

Porque el que ha muerto ha sido absuelto (redimido, liberado o exonerado, según versiones) de su pecado.”

Y como resulta que nuestra muerte nada tiene que ver con los actos que podamos haber realizado durante nuestra vida, sino que es consecuencia del pecado heredado y que ha condicionado la tal, cuando uno muere ya ha pagado su deuda con el Creador…… porque recordemos que lo que Este dijo fue lo siguiente:

Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás (eso es, Adán dejaría de existir).” (Gén. 2:17). (Acotación nuestra).

Por lo que como más adelante afirma el mismo escritor, en el sentido de que “el salario que el pecado es muerte” (Rom. 6:23), es obvio que cuando uno ha muerto y al igual que se le exigió a Adán, este uno ya ha cancelado la deuda existente: Jehová se queda con la vida del interfecto y este, pasa a la inexistencia eterna…… es en este momento en que inicia el milenio y a diferencia del caso de Adán y Eva (a los que no les aplica el sacrificio redentor de Cristo), cuando entra en funcionamiento el arreglo divino del rescate mediante la sangre de Jesucristo y el fallecido es devuelto a la vida, pues el Hijo de Dios “cargó” con el peso de su pecado y por lo que a cada uno se le da una segunda oportunidad, devolviendo los muertos a la vida y a aquellos que pasen con vida al reino de Dios, eximiéndoseles totalmente de la muerte como consecuencia del pecado, en armonía con las siguientes palabras:

Así, pues, como mediante una sola ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo también mediante un solo acto de justificación (el sacrificio de Jesucristo) el resultado a toda clase de hombres es el declararlos justos para vida. 19 Porque así como mediante la desobediencia de un solo hombre muchos fueron constituidos pecadores, así mismo, también, mediante la obediencia de una sola persona muchos serán constituidos justos.” (Rom: 5:18-19). (Acotación nuestra).

Siendo esto así, queda claro que una vez el ser humano ha muerto o pasado a la inexistencia, ya no puede ser juzgado por los cosas que hizo en una vida anterior condicionada por el pecado, pues cuando vuelve a la vida merced al sacrifico de Jesucristo, ya lo hace sin pecado y con la deuda saldada, por lo que no hay registro alguno que pueda ser levantado en su contra; por lo que los “rollos” que se abren, no pueden ser otra cosa más que información adicional para restablecer la espiritualidad del “personal”, o fortalecerlo en vista a la “prueba” final con la suelta de Satanás y como ya se nos advierte en ese pasaje de Rev. 20:7-10 mencionado. Y que lejos de ser, como nos afirman esa pandilla de indocumentados que a sí mismos se califican de “ungidos”, una prueba la suelta final de Satanás en sentido de lo que entendemos por “prueba”, resulta que estaríamos hablando de lo que no es más que la maravillosa oportunidad que Jehová Dios brinda al ser humano, para que sea cada uno a título individual el que responda a la cuestión de la soberanía universal, eso es, si desea ser gobernado por Jehová, o desea serlo por Satanás (como escogieron Adán y Eva) y no continuar pagando los “platos rotos” por la decisión que otros tomaron en su momento.

Luego cuando alguno de esos “maestros de lo imposible” le cuente ese “invento” de las dos resurrecciones separadas por mil años, mándenle a hacer puñetas de inmediato, ya que demuestra no ser más que un “indocumentado” que no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras…… recuerden que una de las señales más notables que nos anunciarían la inminente venida de Jesucristo en el poder del reino, sería la aparición de esos malignos personajes (Mat. 24:4-5) y a los que el apóstol Pedro se refirió de la siguiente manera:

Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas (solo hay que ver cómo está fragmentada la llamada “cristiandad”) y repudiarán hasta al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. 2 Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. 3 También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas (todos los dirigentes de esas organizaciones recaban de sus feligreses la aportación económica y con lo que viven como reyes). Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente y la destrucción de ellos no dormita.” (2 Ped. 2:1-3). (Acotaciones nuestras).

Y pasaje que la versión TLA vierte de la siguiente manera, esclareciendo aún más lo que el apóstol nos quería decir con sus palabras:

En el pueblo de Israel hubo también algunos que decían ser enviados por Dios, pero no lo eran. Así también, entre ustedes, habrá quienes se crean maestros enviados por Dios (y que se auto proclaman “ungidos”), sin serlo. Ellos les darán enseñanzas falsas y peligrosas, sin que ustedes se den cuenta y hasta dirán que Jesucristo no es capaz de salvar. Por eso, cuando ellos menos lo esperen, serán destruidos por completo. 2 Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos, la gente hablará mal de los cristianos y de su modo de vivir. 3 Esos falsos maestros (los actuales dirigentes religiosos) desearán tener más y más dinero y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo y no se salvarán de ese castigo.” (Acotacicones nuestras).

A partir de ahí, querido lector, ya es usted el que decide a quien creerse: si a esos supuestos “enviados” de Dios y que se reconocen a sí mismos como “ungidos”, o a los autores de este blog que de lo único que presumimos, es de saber leer correctamente y luego razonar con lógica y sentido común sobre aquello que hemos leído.

MABEL

No hay comentarios:

Publicar un comentario