miércoles, 13 de mayo de 2015
El premio “sobremanera grande” de Abraham.
Uno de los tremendos errores que cometen determinados “teólogos” y que presumen de “diplomaturas” colgadas de una pared, como uno que nosotros conocemos, tiene que ver con la interpretación que hacen de esas palabras que le fueron dichas al patriarca en cuestión y que según ese “genio” de la teología al que nos referimos (que por aquello de la caridad cristiana y todas esas cosas, obviaremos dar su nombre), ello significa sin lugar a duda alguna que al bueno de Abraham le fue ofrecido el reinar con Cristo en el reino de Dios y no el morar en este “simplemente” en calidad de súbdito del mismo y que tampoco es el caso…… porque según el Sal 45:16 a ese personaje y a otros como él (en todo caso, antepasados de Jesús) les serán dados cargos de alta relevancia dentro del organigrama de dicha gobernación de hechura divina. Lo dicho viene a cuento de un video que ha publicado recientemente el personaje al que nos referimos (07/05/15) y en el que de entrada, como tiene por costumbre, miente más que habla, porque veamos:
En dicho video lo que pretende el autor en cuestión es contra argumentar a las respuestas que sobre 35 preguntas que había formulado a los Testigos de Jehová, se presentaron desde este blog y a petición de uno de nuestros lectores, respuestas que pueden encontrar en nuestro artículo del 07/05/15 y publicado casi un día antes de que fuera subido a la red el video mencionado, lo que ya establece una sospechosa relación causa/efecto…… si a ello le sumamos las veladas referencias que en el mismo se hacen de los autores de este blog, así como el temario de su contenido, está clara la señalada relación de causalidad; ahora bien ¿en que miente el autor del mismo? Pues sencillamente al afirmar que hasta el momento de publicar el video del que estamos hablando, ninguna respuesta a dichas preguntas le había llegado hasta él de parte de TJ, así como tampoco de ex-testigos (min. 25’40-26 de grabación) y en clara alusión a aquí “los mendas”; cuando el caso es que quién visualice dicha grabación, al tiempo que haya leído nuestro escrito, rápidamente se dará cuenta de la estrecha relación existente entre el contenido de la tal, con lo respondido por los autores de este blog y confesos ex-testigos de Jehová…… luego resumiendo: dicho autor si había leído nuestro escrito de respuesta a muchas de sus preguntas y a las que por cierto, objeta a su contenido en el video publicado y por lo que queda claro que miente, al señalar que absolutamente nadie le había podido responder a tan “incisivas” cuestiones.
Dicho lo cual, pasemos a responder al disparate en el que cae el “teólogo” en cuestión y que denotan la total carencia de esa formación teologal de que tanto presume, de la que por cierto apunta al término de dicho video que él “no tiene la culpa” de haber podido estudiar teología y extremo éste en el que los autores de este blog no podemos estar más de acuerdo…… ahora bien, de lo que “sí tiene la culpa” es, a nuestro entender, de haber sacado tan pésimo rendimiento de sus años de esfuerzo estudiantil. Porque de lo contrario, no se entiende la cantidad de disparates teológicos contenidos en dicho video (de hecho en todas sus “enseñanzas”) y que, además, resulta que en 30 minutos de grabación y de deslavazada y repetitiva verborrea en su intento de desbaratar las respuestas que desde este blog se le presentaron y ello con un amplio despliegue de textos bíblicos como apoyo de nuestras afirmaciones, solo cita de un testo bíblico (para meter aún más “la gamba” si cabe y algo de lo que hablaremos más adelante), por lo que mucho “bla, bla, bla”, pero nada de contra argumentar con una Biblia en la mano…… con lo que es del todo apropiada la cita que figura en nuestra imagen de entrada; dicho lo cual, volvamos al tema de Abraham y su supuesto premio como rey en el reino, arguyendo algunas de las razones por las que Abraham no puede reinar con Cristo en el reino de Dios.
En primer lugar y como el propio autor de ese desaguisado perpetrado en el video de referencia reconoce, para reinar en el reino uno tiene que tener la condición reconocida de Hijo de Dios y circunstancia que no concurre en dicho caso…… porque si ello fue así en el caso de Abraham ¿cómo podría ser entonces Jesucristo, el “primogénito” entre muchos hermanos y según nos muestra Rom. 8:29?:
“…… porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fueran hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.”
Para ser el “primogénito” (el término ya lo dice todo), entonces, se requería y como se señala en dicho pasaje, que los hermanos de Jesucristo fueran posteriores a este, pues de lo contrario y razonando con un mínimo de lógica y sentido común, no podrían ser hechos “a su imagen” (eso es, el “modelo” a partir del cual “ser hechos”, pues de lo contrario perderían todo sentido esas palabras de Pablo), ya que sería Jesús el que fue hecho “conforme a la imagen de ellos” pues existieron siglos antes que éste hiciera acto de presencia; por otra parte y según las Escrituras, el primer ser humano reconocido por Dios como hijo suyo fue Jesús, a menos, eso sí, que las Escrituras nos cuenten una “milonga”…… pero veamos cómo se produjo la cosa, desde su mismo principio, pues ello nos permitirá captar con más detalle lo que tratamos de exponer:
“De modo que el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado favor con Dios; 31 y, ¡mira!, concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo y has de ponerle por nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y de su reino no habrá fin.” (Luc. 1:30-33).
La pregunta inmediata de María, que era virgen, pero no tonta, fue la siguiente:
“Pero María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no estoy teniendo coito con varón alguno?”.” (v. 34).
Y a lo que el ángel respondió lo siguiente, según el versículo 35:
“En respuesta, el ángel le dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti y poder del Altísimo te cubrirá (o “fecundará”) con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios”.” (Acotación nuestra).
Entonces lo que se nos explica, es cómo Dios “engendró” en el vientre de una virgen judía y mediante la poderosa intervención de Su espíritu santo, un hijo Suyo que nacería “santo”, eso es, sin pecado; posteriormente de ese hijo se nos dijo lo siguiente:
“Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”.” (Mat. 3:16-17).
Eso es, que fue Jehová Dios quién reconoció su paternidad en el caso de Jesús, el hijo nacido de María, por lo que siempre ha sido identificado por generaciones como el “Hijo de Dios”, tal como Este había dicho por boca de su ángel…… y todo esto, no se produjo en el caso de Abraham, ni en el de ningún otro ser humano; pero es que hay más, cuando analizamos las palabras con las que Dios reconoció a Jesús como Su Hijo y que fueron estas: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”. Prescindiendo que la frase en sí misma ya lleva a pensar en la existencia de un solo Hijo de Dios envuelto en el asunto ¿significa la construcción de dicha frase, de que entre otros supuestos Hijos de Dios existentes y como nos sugiere el “teólogo” mencionado (Abraham y otros), solo éste era “amado” y el único “aprobado”? No y por lo tanto, lo único que se puede entender de dichas palabras, así como del entero relato expuesto, es que Jehová solo reconocía a Jesús como Su Hijo único…… de hecho, lo que leemos en Juan 3:16 y en palabras del propio Jesús y que algo más que ese “genio” de la teología del que estamos hablando, sabría del tema, va precisamente en esa dirección:
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo (“unigénito” según versiones, pero que significa lo mismo), para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (NTV). (Acotación nuestra).
Algo que jamás podría haber afirmado Jesús en ese momento y sin incurrir en una mentira, si Abraham ya hubieran adquirido dicha condición en tiempos pretéritos; por lo tanto, en el momento de aparecer Jesús como el Hijo de Dios, no existía ningún otro Hijo de Dios “despendolao” por ahí y anterior a él…… luego Abraham no era un Hijo de Dios y por tanto no puede heredar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote. Pero no obstante, es cierto que lo dicho hasta este momento no explica que es lo que pudo ser ofrecido a Abraham y que se pudiera considerar como un galardón “muy grande” (que es de lo que se trata) y lo que nos retrotrae a los tiempos en que dicha oferta fue formulada; vayamos, por tanto, a las palabras que le fueron dichas a Abraham en su momento y que, de forma disparatada, el autor del video objeto de análisis afirma que solo pueden significar que le fue prometido un puesto de rey al lado de Jesucristo en el reino milenial:
“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abrán en una visión y dijo: “No temas, Abrán. Soy para ti un escudo. Tu galardón será muy grande.” (Gén. 15:1).
Habría que destacar que la expresión “sobremanera grande” de nuestro titular y que es sobre la que se apoya dicho autor para sacar sus disparatadas conclusiones, solo se encuentra en la RV 1960 y que es la traducción que suele usar dicho personaje como referente…… pero que en todo caso vendría a ser lo mismo: un premio por encima de lo imaginable para una persona como dicho patriarca; dicho esto, lo que procede es averiguar cuál era la situación por la que en ese momento estaba pasando el bueno de Abraham y expresada ésta en sus propias palabras:
“A lo que dijo Abrán: “Señor Soberano Jehová, ¿qué me darás, cuando voy quedándome sin hijo y el que poseerá mi casa es un hombre de Damasco, Eliezer?”. 3 Y Abrán añadió: “¡Mira! No me has dado descendencia y, ¡mira!, un hijo de mi casa (el hijo tenido de una esclava) me sucede como heredero”. (vs. 2-3).” (Acotación nuestra).
Ello significaba que su línea genealógica quedaba cortada y con lo que no habría sido antepasado de Jesucristo, cosa fundamental en aquellos tiempos para esos patriarcas…… recordemos la que se montó entre Esaú y Jacob (Gén. 25:31-35), por los derechos de primogenitura; pero volviendo a donde estábamos, obviamente nos encontramos ante una pregunta directísima y que merecería en justa correspondencia, igual respuesta y por lo que si el plan de Dios hubiera sido el darle un puesto de rey en el gobierno del reino, lo lógico es que se lo hubiera dicho en ese mismo momento…… pero lejos de esto, veamos por dónde iban los planes de Jehová, según los versículos 4-5:
“Pero, ¡mire!, la palabra de Jehová a él fue en estas palabras: “Este hombre no te sucederá como heredero; más bien, uno que saldrá de tus propias entrañas, te sucederá como heredero”. 5 Entonces lo sacó afuera y dijo: “Mira hacia arriba, por favor, a los cielos y cuenta las estrellas, si es que se te hace posible contarlas”. Y pasó a decirle: “Así llegará a ser tu descendencia”.”
Pero en todo caso, ésta y aunque parte de ella, no era en sí misma la recompensa “muy grande” prometida al bueno de Abraham, sino lo que encontramos más adelante y en dónde ya Jehová le explica en qué consistiría, realmente, la recompensa que iba a darle…… para ello tenemos que irnos a Gén. 17:3-6 y tomado de la misma traducción que usa esa “figura” de la teología del “mundo mundial”, la mencionada RV 1960:
“Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él, diciendo: 4 He aquí mi pacto es contigo y serás padre de muchedumbre de gentes. 5 Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 6 Y te multiplicaré en gran manera y haré naciones de ti y reyes saldrán de ti”(refiriéndose fundamentalmente, a aquellos que reinarían en el reino de Dios).” (Acotación nuestra).
Y este es el “pacto” o promesa que Jehová Dios estableció con Abraham y que haría de ese personaje una auténtica figura para generaciones futuras (estaríamos hablando del principal antepasado de Jesús y sobre quien se empieza a gestar o edificar, el proyecto divino de restauración mediante el reino de Dios) y ejemplo de ello, es que unos 4.000 años nos contemplan desde esas palabras y todavía continuamos hablando de él, como uno de los personajes de más relumbrón en la historia del mundo y que como tal, será considerado por una eternidad; sin embargo y volviendo al tema que nos ocupa, noten que lo que se le dijo a ese patriarca es que reyes “saldrían de él” y no que él tuviera que ocupar el puesto de rey en cualquier momento de la historia y que es algo muy distinto…… luego todo considerado, la promesa de Jehová nada tenía que ver con el que Abraham participe en ese futuro gobierno del reino en calidad de inmortal rey y sacerdote, sino la pieza fundacional y por llamarlo de alguna manera, de la que arrancaría el proyecto del reino.
Pero es que además, resulta que desde la promesa divina al patriarca en cuestión, hasta llegar al pacto “para un reino” que celebró Jehová con el recién liberado pueblo de Israel del yugo egipcio y que ese sí, ya contemplaba la posibilidad de que algunos y en un futuro aún lejano, llegaran a ser reyes y sacerdotes para reinar junto a Cristo, pasaron más de 400 años y pacto que se estableció en estos términos:
“…… “Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán (tiempo futuro) a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán (de nuevo se está hablando en futuro) a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.” (Éxo. 19:5-6). (Acotaciones nuestras).
Luego lo que está claro, es que hasta ese momento no hubo pacto alguno en este sentido, eso es, el de poder llegar a ser designado como rey para conformar ese futuro gobierno divino por aparecer…… luego ¿cómo se puede entender que ya Abraham hubiera recibido, más de 400 años antes, un puesto en ese gobierno del reino? Lo que nos indica la lógica, sencillamente, es que eso no fue así, sino que lo que ocurre es que estamos ante un supuesto “teólogo” que muestra estar “más pallá que pacá” en cuestiones bíblicas, pues está clarísimo en el contexto escritural que nada parecido le fue ofertado a dicho patriarca…… por lo que el “teólogo” en cuestión y como nos tiene acostumbrados, se ha “columpiado” de nuevo o, lo que es lo mismo, que no tiene ni puñetera idea de lo que está hablando.
Queda claro, entonces y haciendo buena la leyenda de la imagen que encabeza este escrito, que de nuevo nos encontramos ante grandilocuentes alocuciones sin ningún tipo de “sustancia” y de mucho menos apoyo bíblico, por tanto burdas mentiras por parte del personaje señalado a lo largo de este artículo que, en cuanto a teología, resulta ser una verdadera catástrofe andante y por lo que no puede ser tomado en consideración ninguna de sus proposiciones…… proposiciones ante las que los TJ se “chotean”, pues resulta ser menos creíble el “criticador” que el “criticado”, por lo que ya ni se molestan en contestarle. Y si lo hacemos nosotros, no es por el mero hecho de meternos con dicho “intelectual” (que de teólogo tienen lo mismo que nosotros de curas) y que más bien nos importa “un bledo” lo que diga, pues nada nos puede aportar (excepto ocasiones para “vapulearle”), sino el interés en aquellos de sus seguidores que también nos lean a nosotros (que no son pocos) y que puedan verse perjudicados por las “gansadas” que publica ese “súmmum” de la teología en su blog de videos; además, de la voluntad por parte de los autores de este blog, de subrayar el hecho de que aún continúa habiendo alguien que entiende lo que se dice en las Escrituras…… que eso se lo crea quien nos lee, ya es “harina de otro costal”.
MABEL
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