El Sr. Olcese…… y sus “Cristos”
Y es que hace unos días y en la nueva faceta de Apologista Mario Olcese como “estrella” de la pantalla, visionamos una de sus últimas grabaciones (18 de este mes), en la que nos hablaba del tema “Los cristianos son Cristos” y que viene a ser la reposición en audio, de un artículo que ha ido repitiendo en el tiempo en sus blogs, por ejemplo y sin ir más lejos, el pasado día 10 del mes en curso y que tiene su origen más temprano (hasta donde nosotros sabemos), el 30 de Marzo de 2009 y en un escrito titulado “¡Usted está llamado para ser un Cristo…… un hijo de Dios!” Y artículo en donde demostró andar un poco “perdido” en el tema del que trata…… y que para ser todo un “ungido”, como él afirma ser, no está nada mal. Pero circunstancia que se ha ido agravando en el tiempo, porque desde que nosotros inauguramos nuestro blog a finales del 2009 y desde que leímos el citado artículo, cada vez que Apologista ha publicado algo, repitiéndose en el mismo planteamiento, nosotros hemos salido a la palestra para recordarle que dicho planteamiento es incorrecto, porque las Escrituras no dicen nada en este sentido. No obstante y lejos de intentar aclarar la situación (que sería lo razonable), lo que ha hecho y ante la falta de recursos para responder a nuestras objeciones (suponemos), ha sido ignorar por completo las mismas y continuar con su idea de forma machacona, como si nada pasara y la cosa no fuera con él.
Por lo tanto, la realidad actual es que el Sr. Olcese continúa en sus trece y no ha dejado de ratificarse en su planteamiento (el video citado es una muestra de ello), sin atender al hecho de que lo tiene fuertemente cuestionado como falso y que ha sido incapaz de poder aportar argumentos que demuestren lo contrario; es más, ni lo ha intentado porque obviamente no puede…... y él lo sabe. Y todos aquellos que han ido siguiendo nuestra trayectoria, leyendo nuestros escritos, pueden dar fe de nuestra insistencia en cuanto a rebatirle el tema y los que no, pues ahí están nuestros blogs para que lo puedan comprobar cuando crean oportuno. Y actitud de D. Mario que nos parece en extremo irrespetuosa, no solo con los que hemos presentado la objeción y por supuesto, con los que le leen diariamente, sino lo que es más grave, con el propio Jehová ya que a sabiendas, está adulterando la Palabra de Dios al promover una enseñanza falsa y engañosa, como es la de que todos aquellos bautizados mediante inmersión y en el nombre de Cristo, son automáticamente “ungidos” con el Espíritu Santo de adopción como Hijos de Dios y por tanto, hechos hermanos de Jesucristo y consecuentemente, co-gobernantes con él en el reino de Dios, en calidad de reyes y sacerdotes…… y eso es sencillamente falso. De ahí, ya saca unas derivadas y una de la cuales, por ejemplo, es la de que todos aquellos que no son Hijos de Dios, son unos parias, o unos desheredados o ya en última instancia, hijos de satanás y por lo cual su horizonte final, no es otro que su destrucción en el lago de fuego (Rev. 20:15)…… o sea, un disparate detrás de otro. Y es que la lógica nos dice, que cuando uno edifica sobre un planteamiento defectuoso, todo lo edificado sale “torcido”; no obstante, nos centraremos en esa idea base de D. Mario y veremos que sacamos en claro, aunque solo sea para refrescarle la memoria y decirle de nuevo, que está totalmente equivocado en su planteamiento, como a través de los argumentos que presentaremos, comprobará cualquier persona capaz de razonar con un poco de lógica y sentido común.
Obviamente el Sr. Olcese, se reconoce a sí mismo como un ungido (¡faltaría más!), ahora bien, lo que no ha hecho nunca el citado caballero, es responder a nuestra continua demanda de que nos dé una prueba de ello, ya que no nos basta con una simple afirmación de parte y petición, por otra parte, que nos parece de lo más razonable. Porque cuando uno va a pedir trabajo en una empresa de informática (por decir algo) afirmando ser Ingeniero informático, lo lógico es que le pidan algún documento que acredite o avale su afirmación…… y nadie considera esto como una ofensa o descortesía, sino como un requisito de obligado cumplimiento. Sin embargo el Sr. Olcese (ni nadie que actualmente afirme ser un “ungido” y los tenemos a patadas en derredor), puede aportar una mínima prueba que acredite su condición de “ungido” o Hijo de Dios. Y relacionado con el tema que nos ocupa, nosotros recordamos un artículo de dicho caballero, publicado el 25 de Abril de 2007 y titulado “¿Quiénes son los 144.000 de Apocalipsis 7:4 y 14:1?”, en el que citando de los TJ, en un párrafo del mismo se expresaba en los siguientes términos y que les rogamos, lean con mucha atención, porque no tiene desperdicio:
“ ¿Cómo sabe un “T.J” que es un miembro de los 144,000 y no de la “GRAN MULTITUD” y viceversa? Bueno, aquí aparece el subjetivismo puro. Yo, como ex-”T.J”, me hacía la misma pregunta. Una vez le pregunté a uno de la clase de la Iglesia o de los 144,000, lo siguiente: ¿cómo sabe usted que es de la clase ungida?, y me contestó: “Yo siento un llamado celestial” o “Mi corazón me dice que mi paradero final y eterno está en el cielo y no en la tierra”. ¡Punto final! Caramba dije: ¡qué fácil es saber si uno es miembro de la iglesia! Como si nuestro destino final dependiera de lo que a uno le guste o le parezca. Los más de los “T.J” dicen no sentir el deseo de vivir en el cielo sino en la tierra. A éstos les corresponde vivir en la tierra, pues así lo han decidido ellos en su corazón. ¡Qué tontería! ¿Acaso se han olvidado los “T.J” que engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; y quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9). ¿Acaso no recordamos que el Diablo suele usar “el corazón” de los hombres para engañarlos? (Ver Juan 13:2). Por tanto, debemos basarnos en lo que realmente dice la Biblia sobre algún asunto, y no en nuestras propias elucubraciones.” (Transcrito directamente del artículo).
Sin embargo y muy a pesar de lo afirmado en esa última frase del citado párrafo, acerca de lo necesario de basarse en lo que dice la Biblia sobre el asunto y no según propias elucubraciones, para determinar uno su condición de “ungido” o no, veamos una afirmación del Sr. Olcese, categórica donde las haya y que encontramos en el artículo “No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas” (párrafo tres), del 7 de Septiembre de 2007 y que de nuevo, transcribimos tal cual:
“Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas nuestras).
Luego y resumiendo, lo que el Sr. Olcese nos viene a decir, es que él se considera a sí mismo un “ungido” y si no nos lo creemos…… pues eso, que nos den morcilla; porque resulta que el problema está en nosotros, que no entendemos nada de nada y no que sea él, el que esté desbarrando. Y nos tendrá que reconocer dicho caballero, que cómo mínimo y por aquello de ser suaves, es víctima del mismo subjetivismo que les imputa a los “ungidos” de los TJ, porque ¿cómo ha averiguado él, de forma tan convincente, su condición de “ungido”? Y lo que es más ¿por qué tenemos que creerle? ¿Solo porque él lo afirma? Porque lo cierto es que lo único que aporta, es su firme convencimiento de que la cosa es así…… luego no hace nada más que imitar a los TJ, en algo que les acaba de criticar. Porque ¿no le podría engañar su corazón lo mismo que, según dice, les ocurre a los TJ? Y es que estos, los TJ, les aseguramos a ustedes que tienen el mismo convencimiento personal de su ungimiento, que el que tiene el Sr. Olcese del suyo propio, porque de lo contrario no harían el ridículo como lo están haciendo. ¿O es que a D. Mario no le aplican las palabras de Jer. 17:9 y su corazón está “blindado”, frente a un engaño potencialmente perverso? ¿O quizás se cree inmune, a las peligrosas maquinaciones del diablo?
Si Satanás ya consiguió influir en el corazón de tantos TJ, así como de otros muchos y llevarles a un razonamiento equivocado ¿se cree a salvo de dicha maligna influencia el Sr. Olcese? Porque claro, el que dicho caballero se considere a sí mismo y en función de un personal convencimiento, como depositario de semejante privilegio (ser un “ungido”), lo pone exactamente en el mismo plano o posición que los TJ y que de forma tan vehemente critica, acusándolos, precisamente, de ser falsos “ungidos”. Porque debemos de tener en cuenta, por otra parte, que aunque él nos diga que se apoya en las Escrituras para llegar a semejante convencimiento, no es menos cierto, que los textos que usa el Sr. Olcese para avalar su afirmación de pertenencia, son exactamente los mismos que usan los miembros supuestamente “ungidos” de dicha organización, secta o como quieran llamarla. Y de la que, dicho sea de paso, los dos autores de este blog fuimos miembros por más de treinta años cada uno, por lo cual sabemos perfectamente de qué les estamos hablando. Luego y resumiendo ¿por qué tenemos que creerle a él y a los TJ no? ¿Cómo puede ser, que los mismos textos que hacen de uno un “ungido”, no lo hagan sin embargo en el caso de otros? ¿Nos podría explicar eso D. Mario, de una manera que lo entendamos todos? Nosotros no creemos que lo vaya a hacer, pero por pedirlo……
Y es que la verdadera cuestión, está en que el Sr. Olcese nos miente en su afirmación de pertenencia al grupo o clase ungida y él lo sabe, ya que puesto que lee nuestros artículos, lógicamente tiene que estar al tanto de cuál es nuestra posición acerca de su planteamiento. Por lo tanto, si es incapaz de desmontar nuestros argumentos (de poder hacerlo, ya lo habría hecho), está demostrándose a sí mismo el error en el que está sumido; pero que en lugar de moverle a reconsiderar su actitud y rectificar (váyanse a saber por qué), pues nos ignora y sigue dándole a la “matraca” como si la cosa no fuera con él…… como si por medio de insistir en una mentira, esta se convirtiera en verdad. Pero no obstante, como nosotros siempre hemos afirmado, que para conocer lo veraz de determinado planteamiento, no hay nada mejor que permitir su desarrollo y ver en que acaba, vamos a seguir la idea de D. Mario de cómo, al ser uno bautizado en agua, ya se recibe y de forma automática el ungimiento como Hijo de Dios, para así ver, hasta dónde nos lleva el experimento.
Empezaremos diciendo, que nosotros acabamos de publicar un artículo, el pasado día 19 del mes en curso y titulado “120 “ungidos”…… ¿o no?”, en donde hablamos de como en el Pentecostés de 33 E.C., el Espíritu Santo solo fue derramado sobre los doce apóstoles y no sobre 120 personas, como es comúnmente entendido. Y Espíritu Santo que significaba el ser adoptado como Hijo de Dios y recibir los poderes que el mismo llevaba inherentes, siendo el primero en ser usado, el hablar en lenguas…… ya posteriormente se sanaron enfermos, se expulsaron demonios, se restauraron inválidos, se levantaron muertos, etc. Nosotros dejamos probamos (al menos, eso intentamos) en el citado artículo y siempre apoyado en las Escrituras, que esos poderes no solo los ejercían únicamente los doce apóstoles, sino que solo mediante la imposición de manos por parte de los mismos, se podía recibir el citado espíritu de adopción como Hijo de Dios y con ello, los poderes que llevaba aparejados; pero dándose la circunstancia, que aquellos que de tal manera recibían dicho Espíritu Santo, si bien podían desplegar esos poderes citados, a diferencia de los apóstoles ya no podían transmitírselo a otros. Y por sí les interesa, tienen mucha más información de lo que estamos afirmando, en el artículo “No es eso Sr. Olcese…… no es eso”, publicado el 14 de Septiembre de 2010.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, nos encontramos en la siguiente encrucijada: o bien el Espíritu Santo de adopción como Hijo de Dios y los poderes que llevaba inherentes, solo podía ser transmitido mediante la imposición de manos por parte de los apóstoles, como sostenemos nosotros, o bien y como sostiene el amigo Olcese, era recibido y de forma automática, en el mismo momento en que uno recibía el bautismo en agua y fórmula que se ha mantenido hasta el día de hoy (siempre según su entender, claro). Vean como nos confirma esta idea, en el artículo (entre otros) que citamos en el primer párrafo de este escrito y de fecha 30 de Marzo de 2009:
“La Biblia nos dice que los cristianos, los que hemos sido bautizados para el perdón de los pecados, hemos sido automáticamente ungidos por Dios para ser ‘Cristos’, y por lo tanto, coherederos con él del reino de Dios.” (Negritas nuestras).
De entrada, ya no sabemos dónde en la Biblia se nos dice algo semejante, porque el Sr. Olcese no nos lo aclara y no lo hace, porque sencillamente esa idea, o algo que mínimamente se le parezca (y hasta donde llegamos nosotros), no se encuentra en ningún lugar de las Escrituras. Y por ello, rogamos al citado caballero que nos muestre el texto o textos en donde se hace semejante afirmación; pero dejando esto a parte, la postura de D. Mario ha quedado clara ¿no? Por lo tanto, vamos a ver lo que ocurriría de ser verdad la primera opción, de las dos que hemos planteado y que es la que nosotros defendemos; veamos:
Si nosotros tenemos razón y dicho Espíritu Santo de adopción como Hijo de Dios, más lo poderes que llevaba implícitos, solo podía ser transmitido mediante la imposición de manos por parte de los apóstoles y con la particularidad, de que los que de esta manera lo recibían, ya no podían transmitírselo a otros, ello significaría y en primer lugar, que con la muerte del apóstol Juan sobre 98/99 del primer siglo, finalizó la oportunidad de que alguien más pudiera llegar a ser declarado Hijo adoptivo de Dios. Por lo tanto y en segundo lugar, a la muerte del último de los que lo habían recibido de manos de los apóstoles y que si bien podían manifestar su poderes, ya no podían transmitírselo a otros, obviamente desapareció de sobre la faz de la tierra, el último “ungido” o Hijo de Dios y por tanto, cualquier manifestación de poderes sobrenaturales…… y situación que, a la vista de los hechos, permanece inalterable en nuestros días. Luego el Sr. Olcese y si nuestro planteamiento fuera cierto, nos estaría mintiendo al hablarnos de su condición de “ungido” o Hijo de Dios; recordemos su anterior afirmación:
“Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido”. (Negritas nuestras).
Y obviamente estarán de acuerdo con nosotros, que existe una sustancial diferencia entre uno “ser” algo y que uno se “considere” ser ese algo; pero vamos a dejarlo ahí…… pelillos a la mar. Veamos ahora, la versión defendida por el citado caballero, en el sentido de que dicho Espíritu Santo se recibía (y se continúa recibiendo, según D. Mario) en el momento de ser uno bautizado mediante inmersión y en nombre de Jesucristo, de forma automática; recordemos también, su comentario al respecto:
“La Biblia nos dice que los cristianos, los que hemos sido bautizados para el perdón de los pecados, hemos sido automáticamente ungidos por Dios para ser ‘Cristos’, y por lo tanto, coherederos con él del reino de Dios.” (Negritas nuestras).
Pues bien, si ello fuera así, significaría que desde tiempos apostólicos, ese mismo Espíritu Santo recibido por los apóstoles y que les permitió desarrollar poderes sobrenaturales, se ha ido transmitiendo de manera ininterrumpida de unos a otros, hasta llegar a nuestros días e idea que queda perfectamente sobreentendida, en el párrafo que acabamos de transcribir. Por lo tanto, nos gustaría que el Sr. Olcese fuese tan amable de explicarnos a todos los que le leemos, la siguiente cuestión: cómo es posible, que el mismo Espíritu Santo que declaró a los apóstoles y a sus seguidores, Hijos de Dios y los revistió de poderes sobrenaturales, casi 2.000 años después, continúe nombrando Hijos de Dios…… pero sin poderes sobrenaturales (¿curioso, no?). ¿O es que acaso Jehová, tiene Hijos de primera categoría e Hijos de segunda? Por otra parte ¿dónde en las Escrituras, se nos habla de un posible y posterior cambio en la manera de actuar del Espíritu Santo, con relación al primer siglo? Porque lo que encontramos en ellas, son unas palabras que más bien dan a entender todo lo contrario, o sea, una continuidad en la forma de actuar de ese Espíritu:
“Y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen las buenas nuevas a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas 18 y con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán.” (Mar. 16:15-18).
Luego si Jesús no nos mintió (algo que no se cree nadie, ni harto de vino), todos los “salvos”, o sea, los “ungidos” o Hijos de Dios, tenían que estar capacitados para manifestar poderes sobrenaturales. Por lo tanto, solo cabría esperar que si D. Mario realmente es un “ungido” o Hijo de Dios, como afirma ser y por lo tanto, un “salvo”, pudiera manifestar la misma capacidad de realizar portentos milagrosos, que aquellos “ungidos” del primer siglo…… sin embargo no lo puede hacer. Entonces (repetimos), o bien Jesús nos mintió, o bien el que nos miente es el Sr. Olcese al afirmar ser un “ungido” o Hijo de Dios, ya que no puede realizar las señales que el propio Jesús dijo de forma taxativa, que acompañarían a todos aquellos que creyeran y fueran bautizados. Entonces el sentido común nos dice que si estas señales no están realizando en el día de hoy, es porque actualmente no existen “salvos” o Hijos de Dios entre nosotros.
Ahora bien, Jesús dijo “el que crea y sea bautizado, será salvo”, pero ¿bautizado en qué? Pues bautizado en agua y…… en Espíritu Santo (Juan 3:5), pero recordemos que lo que hace de uno un “ungido” o Hijos de Dios, no es el bautismo en agua en sí mismo, sino el bautismo en Espíritu Santo; y si vamos a las palabras de Juan el Bautista, veremos que solo Jesucristo, podía bautizar en Espíritu Santo:
“Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.” (Juan 1:33).
Pero siendo el caso que a partir de 33 E.C., Jesucristo delegó esa responsabilidad en sus doce apóstoles y que desde entonces, ellos fueron ya los encargados de transmitirlo, mediante la imposición de manos, sobre aquellos que Jehová determinara como merecedores. Porque algo a tener en cuenta, es que, a tenor de lo que se deduce del registro escrito, no todos los que fueron bautizados en agua, fueron bautizados con Espíritu Santo: por ejemplo, en el caso de aquellos “varones reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo” (Hech. 2:5) que en 33 E.C., estaban en Jerusalén con motivo de la Pascua y que en número de 3.000 “abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados” (Hech. 2:41), porque como razonablemente y al final de la celebración, volvieron a sus lejanos lugares de residencia, no lo pudieron recibir, ya que la primera imposición de manos por parte de los apóstoles de la que se nos habla en las Escrituras, se produjo algún tiempo después de su partida, en el caso de los siete varones de Hech. 6:1-6.
Otro caso, lo tenemos en el eunuco etíope que fue bautizado en agua por Felipe y que siendo éste, del grupo de los siete varones mencionados que recibieron el Espíritu de mano de los apóstoles, él no estaba habilitado para podérselo transmitir al eunuco. Y como este continuó su camino hasta la lejana Etiopía, tampoco pudo recibirlo de mano de los apóstoles (Hech. 8:26-39). Luego una cosa es que uno se bautice en agua y otra cosa muy distinta, es que haya alguien habilitado por Jehová, que a modo de los Pedro, Juan, Pablo, etc., pueda transmitir ese Espíritu Santo; y puesto que desde hace casi 2.000 años, no hay nadie que pueda hacerlo…… pues eso. Por lo tanto, el planteamiento de D. Mario, de algo parecido a un bautismo en agua, con un reconocimiento automático de uno como Hijo de Dios y continuado en el tiempo, es sencillamente un disparate que no se sostiene y en consecuencia, de nuevo hallamos mentiroso al citado caballero, en su afirmación de pertenencia a la clase “ungida”.
Y disparate que puede aumentar, porque si nos extendemos un poco más en el desarrollo de esta estrambótica teoría de D. Mario, ello nos llevaría a la siguiente y rocambolesca cuestión: si todos los bautizados desde el tiempo de Jesús en adelante, hubieran adquirido la condición de Hijos de Dios y por tanto, gobernantes con Cristo en el reino (Rev. 20:6) y los que no hubieran alcanzado esa relación paterno/filial con Jehová y considerados por dicho caballero, como hijos de Satanás y lo cual implica destrucción eterna en la segunda resurrección al final de los mil años (en otra sicodélica interpretación, en este caso de las dos resurrecciones de Juan 5:28-29), que nos diga por favor, sobre quienes gobernarán esos Hijos de Dios en el reino milenario y sobre quienes además, serán derramados sus benéficos servicios sacerdotales; no olvidemos que Jehová y según el pasaje citado de Rev. 20:6, no solo los hace reyes, sino también sacerdotes y se tendría que suponer, que por algo Jehová les dotaría de esa capacidad. Por lo tanto, entendemos nosotros, que mientras tenga esta espinosa cuestión pendiente de resolver y no lo tiene nada fácil, no es de recibo que vaya publicando planteamientos que sabe están fuertemente cuestionados y que por lo tanto, carecen de cualquier credibilidad.
Y tendría que saber el Sr. Olcese, que su actitud es gravísima, porque de ser cierto lo que nosotros afirmamos y eso es lo que él tiene que averiguar, resultaría que está tergiversando y por tanto, adulterando la Palabra de Dios, mediante enseñar un evangelio distinto, del que predicó Jesús, porque hasta donde nosotros conocemos, él jamás dijo nada de esto…… y ya saben lo que dijo Pablo al respecto:
“Más si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” (Gál. 1:8-9).
Y no ignorarán ustedes, que el significado de la expresión “anatema”, tiene que ver con ser “maldito”, por lo que entendemos que el Sr. Olcese, debería de tomarse la cosa con un poco más de seriedad y aclarar este asunto de una puñetera vez…… y es que con las cosas de Jehová, pocas bromas. Por nuestra parte, por lo tanto, quedamos a la espera de que atienda nuestra objeción, aunque visto lo visto, mucho nos tememos que nos volveremos a quedar con las ganas…… pero advertido, queda.
MABEL
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