El “pará…”…… ¿queeeé?
¿A qué les suena a ustedes la expresión “paráclito”, aparte de “a chino”? Y ya les advertimos de entrada, que no estaríamos hablando de algún tipo de virus maligno, ni del último fichaje del Real Madrid ni nada parecido, sino de algo relacionado con un correo que hace unos pocos días recibíamos de una amable seguidora de nuestro blog y en el que nos formulaba una interesante pregunta, pues incidía en un tema muy útil (a la vez que de rabiosa actualidad) para las personas que quizás sin demasiada experiencia en esas lides, se dirigen por primera vez a la Biblia para aprender de su Creador y que se encuentran ante una barrera aparentemente infranqueable…… pero veamos la pregunta en cuestión (realmente son dos) y que es la segunda parte de la misma, la que ha dado pie a este artículo:
“Armando, si el Espíritu Santo es la fuerza activa de Dios ¿qué papel juega con los de la “gran muchedumbre”? Porque también a ese Santo Espíritu se le denomina como el “consolador”, luego…… ¿es solo “consolador” de los ungidos?”
Y es que uno de los problemas más complejos con los que se encuentran aquellos que se esfuerzan en aprender directamente de las Escrituras, está precisamente en las propias traducciones que de las mismas existen, dado que en la mayoría de ellas se usan unas expresiones, cuando no un tanto arcaicas, si por lo menos tendentes a la confusión por lo desusado de las mismas y que tal parece que están puestas adrede, para que uno no se entere de que va la cosa y acabe por desistir de su loable empeño. Eso cuando no se produce una estrafalaria traducción de algunos pasajes determinados y que contradicen flagrantemente el contexto escritural, con lo que ya se acaba de rematar la “faena” en cuanto a desorientar definitivamente al personal…… y no estaríamos hablando versiones de dudosa calidad, que también, sino de reputadas traducciones como pueda ser, por ejemplo, la versión RVR 1960 y usada como referente por la mayoría de autores bíblicos; sin embargo, veamos un error garrafal en la traducción del pasaje de Rev. 5:8-10, por ejemplo, e impensable en una versión de semejante prestigio:
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra.”
Luego según leemos en la citada versión, fueron los “cuatros seres vivientes” y los “24 ancianos” (prominentes personajes celestiales del entorno más inmediato del Altísimo), los que fueron redimidos, los que fueron hechos reyes y sacerdotes y los que reinarían sobre la tierra y que como animalada interpretativa (y ya nos disculparán ustedes el exceso), no está nada mal…… y los “expertos” que usan la citada versión a diario, tocando el violón y sin enterarse de qué va la película. Sin embargo, veamos ahora como vierten el resto de traducciones dicho pasaje y que nosotros transliteraremos de la versión TNM de los Testigos de Jehová y que para nosotros, es sin duda alguna la más clara en su lenguaje o forma de expresarse…… la interpretación personal que hagan luego de su contenido dichos señores, ya es otra historia:
“Y cuando tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, cada uno teniendo un arpa y tazones de oro que estaban llenos de incienso y el incienso significa las oraciones de los santos. 9 Y cantan una canción nueva y dicen: “Eres digno de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas (luego no fueron ellos los comprados o redimidos, sino otros) de toda tribu y lengua y pueblo y nación, 10 e hiciste que fueran (luego otros y no ellos, fueron “hechos”) un reino y sacerdotes para nuestro Dios y han de reinar (no ellos, sino otros) sobre la tierra”.” (Acotaciones nuestras).
Entonces es evidente que estamos ante algo totalmente contradictorio, pues se nos dicen dos cosas diametralmente opuestas; ahora bien…… ¿qué idea pretendemos transmitir con este ejemplo? Pues que la mayor parte del fracaso de muchas personas en su intento por leer las Escrituras…… y entenderlas, por supuesto, es imputable a los distintos traductores de las distintas versiones existentes en el mercado y por lo que el primer reto al que uno se enfrenta, tiene que ver sin duda alguna con el hacer una buena elección de la traducción bíblica que se propone adquirir. Y si para muestra basta un botón, valga decir que una de las razones por las que nuestros artículos son fácilmente entendibles para quienes nos leen, radica básicamente en el hecho que los textos que transcribimos (ingente cantidad de ellos) no presentan ninguna dificultad de comprensión para dichos lectores, pues son fácilmente entendibles incluso para personas poco avezadas en la lectura bíblica…… y siendo el caso que la versión que usamos como base o referente en nuestros escritos, eso es, de la que transcribimos directamente dichos textos, es la mencionada TNM de los TJ y que sorprendentemente, no suele tener demasiada buena prensa; sin embargo, aún es el momento en que alguien nos haya podido reprobar, que uno solo de los innumerables textos usados en nuestras publicaciones esté incorrectamente interpretado (como ocurre en el caso de la RVR 1960) y consecuentemente, por nosotros mal aplicado. Y dicho lo cual, volvamos al correo en cuestión y del que les señalamos que si bien responderemos (o al menos lo intentaremos) a ambas preguntas, es la orientación dada a la segunda de ellas y como ya hemos apuntado, la que da pie a este escrito; por ello, lo fraccionaremos en dos partes y siendo el caso que en la primera de esas dos preguntas, se nos dice lo siguiente:
“Armando, si el Espíritu Santo es la fuerza activa de Dios ¿qué papel juega con los de la “gran muchedumbre”?”
Pues bien, según nuestra personal opinión, en principio ninguno dado que como nuestra comunicante bien menciona, el Espíritu Santo no es más que la fuerza activa de Dios y que proyectada hacia cualquier parte del Universo, lleva a cabo cualquier propósito de Este. Y es que ese mismo espíritu es el que actuó sobre Sansón y le dio una descomunal fuerza (Jue. 14:6), pero también el que actuó sobre Saúl y lo movió a ejercer de profeta (1 Sam. 10:10); o el que actuando sobre Salomón, le dio una inmensa sabiduría (1 Rey. 3:10-14). Y ya en última instancia, el que llevó a los apóstoles de Jesús, así como a otros de sus seguidores del primer siglo, a realizar obras poderosísimas y lejos del alcance del ser humano normal…… desde el sanar enfermos, hasta el levantar muertos y pasando por el tener poder sobre los mismos demonios. Pero en todos esos ejemplos, así como en otros que no se han mencionado, vemos una constante y es que estaríamos hablando de personas que de una manera u otra, tenían una comisión divina encomendada y por lo que recibieron el poder necesario en cada caso (y a modo de “credencial” que identificaba al individuo como siervo de Jehová) para llevarla a cabo…… y que se sepa, la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 no tiene asignada, al menos de momento, ninguna comisión en especial y que requiriera de esa fuerza o poder; recordemos lo que un Jesús ya resucitado, les dijo a sus apóstoles:
“Les dijo: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción; 8 pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes; y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más distante de la tierra.” (Hech.1:7-8).
Luego lo que en realidad ocurría es que el Espíritu Santo o fuerza activa de Jehová, actuaba a través de todas esas personas mencionadas, para llevar a cabo semejantes y respectivos logros mencionados (Hech. 19:11). Sin embargo, no es menos cierto que se especula con la posibilidad de que la profecía de Joel 2:28-29, tenga un mayor cumplimiento en un futuro del que tuvo en el primer siglo (Hech. 2:14-18) y se extienda también a los miembros de esa “gran muchedumbre”. Lo que significaría, que todos aquellos que acepten el mensaje de la predicación final de Mat. 24:14 (iniciada por el pequeño resto de “ungidos” por aparecer, según Rev. 6:9-11; 11:3-6) y que irán conformando el grueso de la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” de Rev. 7:9; 14, también vayan recibiendo y a medida que se vayan incorporando como colaboradores en la citada predicación, parte de esos poderes desplegados por los “dos testigos” (o resto por aparecer), como señal “acreditativa” de estar al servicio del Altísimo…… pero que en todo caso y aun siendo una perspectiva que parece bastante verosímil, la circunstancia que desde este blog no se ha profundizado sobre este tema, nos aconseja prudentemente el continuar considerándolo como una mera especulación.
Pero especulación que ofrece una derivada muy significativa y que tiene que ver con el hecho constatado que desde primer siglo en adelante, dejaron de producirse esas demostraciones de poder divino…… y eso hasta el día de hoy; circunstancia que pone en tela de juicio la presunta condición de “ungidos” o Hijos adoptivos de Dios que muchos se arrogan en la actualidad, pero que sorprendentemente no pueden desarrollar los poderes que dicha condición siempre ha llevado inherentes, según se desprende de las palabras de Jesucristo en Mar. 16:17-18; y palabras que salvo algunas excepciones, son aceptadas como parte de las Escrituras por la inmensa mayoría de los traductores bíblicos:
“Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas 18 y con las manos tomarán serpientes; y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán.”
Y es que aparte de que estas palabras pudieran haber sido pronunciadas por Jesús…… o no (algunos traductores, repetimos, las ponen en tela de juicio), está la fuerza de los hechos que a lo largo de la historia bíblica, muestran y sin lugar a duda alguna, que toda persona comisionada por el Altísimo para llevar a cabo una tarea de servicio divino, fue dotada del correspondiente poder para efectuarla y que a la vez y a modo de “credencial”, certificaba que ésta estaba comisionada directamente por Dios y según se muestra con toda claridad, en este caso en la versión TLA (Traducción en Lenguaje Actual):
“Y los discípulos, por su parte, salieron a anunciar por todas partes las buenas noticias del reino. El Señor Jesús los acompañaba y los ayudaba por medio de señales milagrosas; y así Dios demostraba que los discípulos predicaban el mensaje verdadero (en definitiva, que Le estaban representando). Amén.” (Mar. 16:20). (Acotación nuestra).
Por lo que estaríamos, en el caso de esos supuestos “ungidos” de la actualidad, no ante verdaderos Hijos adoptivos de Dios, sino ante verdaderos farsantes y embaucadores…… de lo contrario, que nos muestren su “credencial” como comisionados por Dios, porque con su simple afirmación no nos basta. Pero vayamos ahora a la segunda parte del mencionado correo (razón de ser de este artículo) y en donde se nos plantea la siguiente cuestión:
“Porque también a ese Santo Espíritu que se le denomina como el “consolador”, luego…… ¿es solo “consolador” de los ungidos?” (Negritas nuestras).
Y es que en llegando ahí y como diría D. Quijote a su fiel escudero “con la Iglesia hemos “topao”, amigo Sancho”; porque cuando uno oye (o lee) expresiones tales como “consolador”, o “abogado”, o “defensor”, o “intercesor”, o “alentador”, o “consejero”, o “abogado defensor”…… ¿qué es lo primero que le viene a la mente? ¿Qué idea le sugiere cada una de esas expresiones, o con qué tipo de actividad asocia las tales? Obviamente y desde el punto de vista actual, son significados que tienen connotaciones muy distintas entre sí y que nos comunican distintas acciones a llevar a cabo e implícitas en cada una de ellas y que no acaban de encajar muchas de estas con el verdadero sentido que exigen los diferentes pasaje bíblicos en las que están siendo utilizadas, llevando al principiante al despiste más absoluto…… y ya ni hablemos cuando se nos menta la susodicha palabra “paráclito”, momento en el cual uno ya se teme lo peor y poniéndose a la defensiva, empieza a barruntar eso tan castizo de “tú padre, por si acaso”. Pues bien, las mencionadas son distintas expresiones usadas por distintas versiones bíblicas, por ejemplo y básicamente, en los pasajes de Juan 14:16; 26; 15:26 y que obviamente llevan a la confusión (por si acaso hubiera poca), como parece ocurrir en el caso de nuestra amable comunicante y que si entendemos bien, lo que nos está preguntando es si solo serán consolados los “ungidos” y no el resto del personal…… cuando es el caso que Jesús en esos pasajes citados no quiso decir nada (ni siquiera lo dio a entender) que tuviera que ver con la consolación de personas y según entendemos dicho concepto en la actualidad, sino que dijo algo muy distinto: esto que van a leer, es lo que se ajusta correctamente a la idea que él pretendía transmitir a sus seguidores y a los que en breve tendría que abandonar, en esos textos señalados:
Juan 14:16: “…… y yo pediré al Padre y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para siempre.”
Juan 14:26: “Mientras permanecía con ustedes les he hablado estas cosas. 26 Más el ayudante, el espíritu santo que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho.”
Juan 15:26: “Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí.”
Luego ¿a qué queda mejor y sobre todo, más entendible de esta manera? Porque es cierto que el sentido primario de la expresión “parakletos” que aparece en los manuscritos más antiguos en griego y que se vierte al español como “paráclito”, permite el uso indistinto de las diversas expresiones antes señaladas…… pero claro, dentro de un cierto orden y que estaría condicionado por el contexto en que se encuentra la citada expresión “paráclito” y que también tiene la connotación de “ayudador”. Y es obvio por lo registrado en Juan 14:26, que el espíritu santo actuaría como “ayudante” (no como “intercesor” o en su defecto “consolador”, por poner un ejemplo) en sustitución de Jesucristo y colaborando en la comisión recibida por los apóstoles, por medio de enseñarles y hacerles recordar las cosas explicadas con anterioridad por este…… y por lo que el término “ayudante”, parece ser el más correcto para ser usado en ese contexto en particular. Pero dejando eso aparte y volviendo a la pregunta formulada en el correo que estamos atendiendo, resulta que de nuevo nos topamos con la misma cuestión con la que nos hemos encontrado en la primera pregunta a la que hemos dado respuesta: necesitaban este apoyo aquellas personas a las que se les había encomendado una tarea divina y a las que el Espíritu Santo acudía en socorro, para “ayudarles” a llevarla a cabo con éxito…… y siendo esas personas, aquellas que habían sido “ungidas” con el espíritu de adopción como Hijos de Dios.
Por lo tanto, la respuesta a nuestra amable comunicante, es que solo los “ungidos” reciben tal “ayuda”, que no “consuelo” y siempre teniendo en cuenta la actual connotación que se le da a dicha palabra…… y todo este “cacao”, provocado por el incorrecto uso de determinado término en un lugar que no le corresponde. Y es que si nuestra comunicante hubiera tenido la oportunidad de leer en primera instancia, una traducción que usara palabras o definiciones actuales de uso cotidiano y sobre todo, ajustadas a su contexto, como por ejemplo es la TNM de los TJ y para nosotros, la más impecable en este aspecto…… y conste que no nos llevamos ninguna comisión (siempre los hay de mal pensados), seguramente no estaríamos ahora hablando de esto, pues ella habría entendido de inmediato lo que se le estaba explicando. Por ello, queridos amigos, la necesidad de buscar una traducción que use un lenguaje actualizado y que lejos de confundirnos, nos ayude a avanzar en nuestro objetivo de alcanzar un mayor conocimiento de la Palabra de Dios…… y en el bien entendido que lo que expresamos en este escrito, no deja de ser más que nuestra personal opinión sobre el tema tratado. Por lo tanto, ahora les toca a ustedes hacer su propia investigación sobre el particular y sacar las oportunas conclusiones; porque ya saben…… nosotros, también nos podemos equivocar.
MABEL
sábado, 22 de septiembre de 2012
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