jueves, 6 de marzo de 2014

¡…… y entonces, vendrá el fin!


Una de las cosas que más destacan en este inicio del 2.014, es la cantidad de artículos (básicamente videos) que nos hablan del año en curso como aquél en el que se desatarán sobre la tierra todos los males del averno y llevando ello al Apocalipsis o destrucción del mundo…… bien sea ello causado por una conflagración nuclear a escala global, bien sea por la caída de un gigantesco “pedrusco” de esos que periódicamente nos pasan “rozando el larguero”, o el encuentro con un errante “agujero negro”, cuando no un terremoto de alcance global; el inicio de una era glacial repentina, o una brutal erupción volcánica como la que se prevé inminente en el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, etc. etc. etc. La cuestión resultante y según se nos plantea, es que estaríamos ante una aniquilación en masa y por tanto indiscriminada, que borraría prácticamente la existencia de vida de sobre la faz de la tierra…… y todo ello, partiendo de lo que aparentemente se nos dice en el mencionado libro de Apocalipsis. Ahora bien, la pregunta sería ¿cuándo y cómo, se producirá el cumplimiento de esas palabras de Jesús y que están registradas en Mat. 24:14?...... y siendo precisamente de eso de lo que se nos habla en dicho libro de Apocalipsis.

De entrada habría que decir, que el significado literal del sustantivo griego “a·po·ká·ly·psis” es “descubrimiento” o “revelación” y se suele utilizar para hacer referencia a manifestaciones de asuntos espirituales ocultos, eso es, de la voluntad y propósitos del Altísimo con respecto de su creación y revelaciones al hombre que son posibles, gracias a la acción del espíritu santo de Dios; como prueba de la veracidad de nuestra afirmación, veamos por ejemplo, como se nos presenta a sí mismo el libro de Apocalipsis o Revelación y que es el nombre que usaremos a partir de este momento:

Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco. Y él envió a su ángel y mediante este la presentó en señales a su esclavo Juan.” (Rev. 1:1).

Entonces con lo que nos encontramos aquí, es con una información por anticipado de determinados sucesos que ocurrirían en la tierra en un futuro aún lejano en ese momento y que fue dada en “señales” o símbolos representativos de algo: por ejemplo, cuando se nos dicen en Rev. 8:10 acerca de la caída de una “gran estrella que ardía como una lámpara” y que cayó del cielo, no se nos está hablando de un destructor asteroide como algunos erróneamente interpretan, pues hay que tener en cuenta el contexto para determinar de qué se nos está hablando. Porque lo que se nos dice que dicha “estrella”, es que cae sobre “los ríos y las fuentes de aguas”, obviamente de las que beben los hombres (luego no sobre los mares) y envenenándolas al grado de causar la muerte de muchas personas…… y algo que un asteroide literal no puede hacer, pues es imposible que sea tan selectivo; luego tendríamos que estar hablando de otra cosa que nada tiene que ver con un asteroide literal que aniquile parcial o totalmente la vida de sobre la tierra.

Cuando en Rev. 6:12 y coincidiendo con la apertura del sexto sello, se nos habla de un “gran terremoto” y que muchos lo interpretan como “el padre” de todos los terremotos, no se refiere a un terremoto literal que borre de la existencia al ser humano de sobre este valle de lágrimas, sino a otra cosa y si nuevamente atendemos al contexto……. no olvidemos que la Revelación fue dada mayoritariamente en señales y por lo que son los contextos aquellos que determinan la literalidad o simbolismo de lo leído. Entonces y por aquello de no extendernos, digamos que el libro en cuestión no es un libro de desastres incontrolados y al que temer, sino la narración pormenorizada del juicio que Dios traerá sobre la tierra y que se conoce como la “gran tribulación” y de la que se nos dice que habrá sobrevivientes; y detalle importantísimo que nos tranquiliza, es el que dicha supervivencia tendrá que ver directamente con la actitud de cada uno durante ese tiempo…… eso es, que cada uno determinará cuál será su destino final en ese evento por enfrentar:

Después de estas cosas vi, y ¡miren!, una gran muchedumbre que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) 13 Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen (o “sobreviven” al juicio de Jehová sobre la tierra) de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero (eso es, que han ejercido fe en el sacrificio de rescate de Jesucristo y lo que les mueve a actuar en determinado momento). 15 Por eso están delante del trono de Dios y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda (en actitud protectora) sobre ellos.” (Rev. 7:9; 13-15). (Acotaciones nuestras).

Entonces, no solo ya sabemos que de dicho episodio destructivo sobre el planeta habrá sobrevivientes, sino también el dato fundamental y tranquilizador de que dependerá de la acción personal de cada uno el poder contarse entre estos; y lo que nos muestra, que estamos hablando de una destrucción selectiva, por lo tanto controlada y que nada tiene que ver con un desastre natural de alcance global, como los que se nos anuncian y que borre a la humanidad de sobre la tierra…… y ello nos devuelve a las palabras que dan título a este escrito, que como ya hemos mencionado se leen en Mat. 24:14:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Algo que tendríamos que señalar y que es de suma importancia en lo que queremos explicar, es que dicha predicación aún no se ha iniciado, aunque actualmente todo bicho viviente que tenga a su alcance una Biblia afirme que esté sumido en dicho proceso evangelizador y muchos, además, viviendo espléndidamente de ello; ahí tenemos por ejemplo a los TJ, los Mormones, los Adventistas o a tantos y tantos predicadores de diferentes pelajes que, afirmando estar predicando el evangelio del reino de Dios, están lanzando mensajes contradictorios unos de otros y sin aclararnos cuando realmente viene el fin y que, como queda claro de las palabras leídas, tiene que ser coincidente con el final de dicha predicación. Porque claro, los hay que están afirmando predicar el mismo evangelio que predicó Jesús y sin tener demasiada idea de lo que éste predicó (de lo contrario no dirían la tontería que dicen), asegurando además que de “la maña” (entiéndase, esfuerzo o interés) que nos demos en dar adelanto a dicha predicación, dependerá de que dicho fin se demore más o menos en el tiempo…… o lo que es lo mismo y que ya tiene narices, que Jehová se vería “condicionado” para llevar a cabo Su propósito a lo que haga el hombre, pues tal intervención divina y según dicha disparatada afirmación, quedaría en manos de este dependiendo del que haga o no haga determinada tarea. En definitiva, una sarta de disparates encadenados, resultado final de no tener nada claro de qué nos está hablando en ese libro de Apocalipsis y que ha llevado a muchas personas, no solo a tenerle pavor a dicho libro, sino incluso a la entera Biblia…… cuando, paradójicamente, la finalidad de esta tiene que ver con el darnos y en línea con el pasaje de Mateo transcrito, “buenas nuevas” o buenas noticias sobre nuestro futuro ahora ya inmediato.

Pero hemos dicho y ya volviendo al tema de este escrito, que esa predicación que precede al fin aún no se ha iniciado y cuyo objetivo tiene que ver con el dar la buena noticia de que el reino de Dios ya ha tomado las riendas de los asuntos humanos, poniendo ante el “personal” la opción de aceptarlo o la de rechazarlo y para lo que habrá un tiempo limitado para tomar dicha decisión…… pero expliquemos un poco esto. Como hemos mencionado en muchos de nuestros escritos, nos acercamos inexorablemente al inicio de la profética semana 70 de Daniel 9:27 y con la que iniciarán los siete últimos años del mundo como lo conocemos, en la que van a ocurrir dos acontecimientos paralelos en el preciso momento que inicie la cuenta atrás en el tiempo y que nos llevará al establecimiento del reino de Dios aquí en la tierra…… aunque es cierto que los “entendidos” solo dan atención a uno de ellos; pero veamos qué es lo que nos dice dicha profecía de Daniel, acerca de ese período de tiempo:

Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. Y sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado.” (Dan. 9:27).

Luego por una parte, tiene que aparecer un poderoso gobernante y al que se le da el nombre de “el anticristo” y que confirmará un pacto por siete años “entre los muchos”, eso es, entre Israel y sus vecinos árabes y con lo que dará inicio la cuenta atrás de dichos últimos siete años. Ello llevará y contrario a lo que nos vaticina tanto “agorero” suelto por ahí, a que no solo la situación en Oriente Medio mejore ostensiblemente, sino que ello repercutirá probablemente en una sustancial mejora en la situación mundial en todos sus extremos, bien sean económicos, sociales, industriales, de relaciones bilaterales entre distintas naciones hoy enfrentadas peligrosamente, etc. y lo que llevará a la gente, por la fuerza de los hechos, a depositar confianza en el Nuevo Orden Mundial encabezado por dicho personaje; y el cual, asumirá fraudulentamente el rol de enviado de Dios para solventar los irresolubles problemas de la humanidad y de ahí, el calificativo de “anticristo” o aquél que ocupa el lugar de Cristo…… sin embargo, dicho exitoso cambio de tendencia, tiene una finalidad engañosa y que consideraremos más adelante.

Pero hemos dicho que con la aparición del citado personaje del “anticristo”, se produce una aparición paralela y de la que los teólogos actuales no nos hablan, que tiene que ver con la de un resto “ungido” o de Hijos de Dios a la manera de los Pedro, Pablo, Juan, etc. y que tienen la comisión de llevar la delantera en la gran predicación venidera y anunciada por Jesús en Mat. 24:14; ahora bien ¿por qué sabemos que dichos personajes tienen que aparecer y lo que es más, que lo hacen simultáneamente a la aparición del personaje “el anticristo”? Pero vayamos por partes y analicemos primero porqué estamos seguros de que tienen que aparecer, lo que nos lleva a considerar el pasaje bíblico de Rev. 6:9-11 y que coincide con la apertura del quinto de los siete sellos del “rollo” que le es entregado al “cordero” (Jesucristo) para que los abra:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte, y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.”

Pausemos un poco y centrémonos en eso que acabamos de leer, pues se nos habla de una cantidad que hay que “completar” y que tiene que ver con aquellos que reinan con Cristo en el milenio, pues lo de ser muertos “como ellos también lo habían sido”, tiene que ver con lo que se lee en Rev. 20:4:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios; y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).

Aclarado este punto, volvamos a lo de “completar” algo, obviamente la cantidad de aquellos que han sido escogidos para reinar con Cristo y a los que comúnmente se les llama “ungidos”; porque si resulta que hay una cantidad aún por completar, ello significa que el número total es un número pre-determinado por Dios y que no ha llegado a su conclusión. Lo que desmiente la teoría de los teólogos actuales en el sentido de que todos aquellos que han ejercido fe en Cristo y se han bautizado a través del tiempo hasta nuestros días, ya tienen un puesto asegurado en dicho reino…… es obvio que todas esas personas que sostienen dicho disparate se consideran a sí mismas como “ungidas” y por tanto, miembros de dicho gobierno de hechura celestial y de ahí que omitan cualquier referencia a la venida de ese “resto ungido” por aparecer. Y si nos fijamos un poquito más, nos daremos cuenta de que si la Revelación fue dada sobre el año 96 E.C. y hasta la apertura del quinto sello (se haya producido esta, cuando se haya producido y si es que se ha producido, pero que en todo caso tiene que ver con nuestros días), aún se mantiene el compás de espera hasta el momento de “completar” dicha cantidad, ello significaría que desde el momento de completarse Apocalipsis y hasta el momento actual (casi 2.000 años nos contemplan), no han existido “ungidos” sobre la tierra y lo que nos devuelve al segundo de los eventos a producirse en el inicio de la 70 semana de Dan. 9:27, que se nos concreta en Rev. 11:3:

Y haré que mis dos testigos profeticen (o prediquen) mil doscientos sesenta días vestidos de saco.” (Acotación nuestra).

Y dado que dichos personajes son investidos de grandísimos poderes a la manera de los Juan, Pedro, Pablo y tantos otros “ungidos” del siglo I (a partir de ese momento, desaparecieron esos poderes de sobre la tierra), no nos queda duda alguna de que ese pequeño “resto” y sean los que sean en cuanto a número, son los que completan la cantidad de aquellos que tienen que reinar con Cristo durante el milenio y que según Rev. 14:1, estaríamos hablando de 144.000 miembros; pero veamos los poderes que tendrán dichas personas, como acreditación de que son enviadas por el propio Dios:

Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar; y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Rev. 11:5-6).

Ahora bien ¿por qué sabemos que aparecen al mismo tiempo en que lo hace el “anticristo”? Pues por un simple razonamiento de lógica y sentido común: recuerden que en Rev. 11:3 hemos leído que su profetizar tiene que mantenerse por 1.260 días y que son exactamente los tres años y medio en que el “anticristo” respeta el pacto, algo que se nos confirma por lo que leemos en Rev. 11:7:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.”

Algo que hace el “anticristo” cuando a la “mitad de la semana” (Dan. 9:27), eso es, a los tres años y medio, rompe unilateralmente el pacto establecido y por lo que los tiempos nos cuadran perfectamente. Pero ello nos lleva de nuevo al inicio de este escrito, en el sentido de que el Apocalipsis o Revelación nos pone en antecedentes de lo que Jehová va a hacer y para nada se nos habla en dicho libro de algo que nos indique la ocurrencia de sucesos destructivos y que pudieran acabar con la existencia de la humanidad de sobre este planeta…… más bien al contrario y como ya hemos señalado, estaríamos hablando de un tiempo de relativa calma, a tenor de lo que leemos en Rev. 7:1-4 y con el objetivo de permitir el adelanto de la predicación encomendada a esos “dos testigos”:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios. 4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”

Luego lo que se nos está contando ahí, es que los “vientos” de destrucción que amenazan la tierra son retenidos temporalmente, hasta que se haya finalizado una tarea encomendada por el propio Jehová Dios: “completar” la recolección de aquellos que tienen que reinar con Cristo, así como la de aquellos que entrarán en dicho reino en calidad de súbditos del mismo y que ejerciendo fe en el mensaje de esos enviados de Dios, desoyen los “cantos de sirena” de aquellos que apoyarán el venidero gobierno de alcance mundial y regido por el “anticristo”, en el sentido de que este y no otro es el reino de Dios que tiene que establecer la paz y la seguridad en la tierra. Recuerden lo que hemos dicho sobre el gobierno del “anticristo”, en el sentido de que su obra inicial de paz y bienestar tiene que ver con una finalidad engañosa, sobre aquellos que no estén al tanto de qué va el tema y se crean (ante los hechos consumados) le propaganda engañosa de Satanás a través de su instrumento terrestre, eso es, el “anticristo”…… y propaganda engañosa que no tiene otra finalidad que la de eclipsar o desvirtuar el mensaje que se dará al mundo entero mediante la predicación de Mat. 24:14 por parte del resto “ungido” y de aquellos que les apoyan, en el sentido de que dicho gobierno mundial no es más que un engaño y no el verdadero reino de Dios que ellos están anunciando; no olvidemos que la Revelación nos advierte de que dicho gobierno satánico desplegará poderes sobrehumanos para contrarrestar a los que llevarán a cabo aquellos que predicarán en favor del verdadero reino de Dios (Joel 2:28-29) y con los que dejar al “personal” poco puesto en las Escrituras, eso es, a los que desconozcan esto que estamos contando ahora, completamente confundidos y desorientados:

Y adoraron al dragón (Satanás) porque este dio la autoridad a la bestia salvaje y adoraron a la bestia salvaje con las palabras: “¿Quién es semejante a la bestia salvaje y quién puede combatir con ella? (……) 13 Y ejecuta grandes señales, de modo que hasta hace bajar fuego del cielo a la tierra a vista de la humanidad. 

14 Y extravía a los que moran en la tierra (eso es, a los que ahora no aprovechan el tiempo para ponerse en antecedentes de lo que se nos viene encima, mediante el mensaje o aviso que se nos da en el registro bíblico), a causa de las señales que se le concedió ejecutar (por Satanás) a vista de la bestia salvaje, mientras dice a los que moran en la tierra que hagan una imagen a la bestia salvaje que tuvo el golpe de espada y sin embargo revivió.” (Rev. 13:4; 13-14). (Acotaciones nuestras).

Cuando se da cuenta el “anticristo” que ha perdido la partida y el mensaje de Mat. 24:14 ha “calado” entre el personal, pues se nos habla de una “gran muchedumbre” de toda tribu, lengua o nación (Rev. 7:9) que sigue al “resto ungido” como resultado final de dicha predicación, es cuando este personaje los mata y los expone públicamente como aparente triunfo sobre ellos y con gran jolgorio de la “concurrencia” que se “regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra” (Rev. 11:9-10)…… y es en este momento, probablemente, cuando se cumple lo escrito en 1 Tes. 5:3:

Cuando los hombres estén diciendo: “¡Paz y seguridad!”, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera.”

O sea, que cuando el mundo se vea libre de esos que les “atormentaron” con el mensaje del castigo divino por su incorrecta actitud, pensarán que han ganado la partida y que ya nunca más, nadie les pondrá importunar anunciando su destrucción a manos de un juicio divino…… de ahí la mencionada exclamación. Sin embargo, dichos personajes son resucitados a los tres días y medio de su muerte y con lo que se producen tres hechos secuenciales: la “primera” resurrección de Rev. 20:6, el ocultamiento de aquellos que han aceptado el mensaje divino (Isa. 26:20-21; Sof. 2:3; Salmo 91) y el inmediato inicio de la “gran tribulación” o destrucción repentina e instantánea de la que acabamos de leer y que cuadra perfectamente con lo dicho en Mat. 24:14, en el sentido de que cuando dicha predicación se haya terminado “entonces, vendrá el fin”.

Por lo que ningún temor tenemos que abrigar sobre nuestro futuro aquellos que confiamos plenamente en nuestro Dios, pues lo que Él quiere para nosotros no es destrucción, sino precisamente todo lo contrario, eso es, salvación…… si nos la ganamos, claro está; porque tan pronto como aparezcan dichos “dos profetas” o “resto ungido” comisionado por Jehová (y ya están al caer), aquellos que crean en su mensaje, tienen que demostrarlo participando o colaborando codo con codo con ellos en dicha tarea divulgadora ¿y en qué nos apoyamos nosotros para decir esto y que probablemente, no leerán en ningún otro sitio? Pues cómo tanta veces hemos dicho, en una correcta lectura del contexto bíblico y que nos lleva a la parábola conocida como la de “las ovejas y las cabras” y que encontramos en Mat. 25:31-46…… pero no nos olvidemos que estamos hablando de una parábola y que no es más que la narración de un suceso ficticio, del que se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza moral; partiendo de dicha premisa, veamos como inicia dicha parábola:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. 32 Y todas las naciones serán reunidas delante de él y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.” (v. 31-33).

Luego la pregunta razonable sería ¿y cómo se llevará a cabo dicha separación, siendo como es el caso y como hemos señalado, de que cada uno debe decidir por sí mismo que opción tomar? Porque Jesucristo no empezará a señalar a la gente diciendo “tú como eres bueno, a mi derecha” y a otro “tú como eres un “pendón verbenero” ¡hala, a mi izquierda!” y con lo que el libre albedrio de las personas se vería conculcado; por lo que solo podemos entender que dicha separación será llevada a cabo por medio de la predicación anunciada y en función del apoyo personal a la misma que cada uno le dé, por lo que será premiado o en su defecto castigado …… y que ello será así, se sobreentiende de lo que se lee en los siguientes versos 34-40:

Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; 36 desnudo estuve y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión, y vinieron a mí”. 37 Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?”. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”.”

Y pronunciándose en sentido contrario, con aquellos que rehusaron el colaborar y a los que les dice lo siguiente:

Entonces ellos también contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión y no te ministramos?”. 45 Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna.”

Por lo que queda claro que la participación activa en dicha comisión divina es la que determinará la posición que cada uno ocupará, bien sea a la derecha o bien sea a la izquierda con respecto del rey Jesucristo y lo que conllevará, respectivamente, el ser guardado o protegido en la “gran tribulación” y vivir eternamente, o el ser destruido en ella por la eternidad…… así de sencilla es la cosa. Y ya sabemos que algún indocumentado hay por ahí (de hecho la inmensa mayoría de autores de temas bíblicos lo hacen), que sostiene que esos que son situados a la derecha de Cristo son aquellos que tienen que reinar con este y lo que solo demuestra que la persona que tal disparate propone, no tiene ni la más ligera idea de lo que significa el leer con un poco de solvencia y mucho menos, de lo que nos dice el contexto escritural al respecto…… pero eso ya sería tema para otro artículo.

Y aquí lo dejamos nosotros, animándoles a que no se dejen llevar por tan catastrófica visión de las cosas por ocurrir en la tierra tal y como los indoctos nos plantean como posibilidades reales, sino que contrasten con su ejemplar de las Escrituras si lo que nosotros les proponemos es lo que se ajusta a estas; y si ello es así, alcanzar la completa seguridad de que no pasará nada que Jehová no permita que pase o en su defecto, que haga que pase…… y nuestro Creador y siempre en beneficio de su creación, eso es, la humanidad, tiene las cosas atadas, pero que muy bien atadas. Y es que como dijo Jesús, hasta el vuelo del más humilde de los pájaros, nuestro Supremo Hacedor lo tiene perfectamente controlado…… luego ¡con cuanto más empeño y según palabras del propio Hijo de Dios, cuidará Este de nosotros! (Mat. 10:29-31).

MABEL

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