jueves, 14 de enero de 2016
El “parto de los montes”…… ¡para variar!
Criticaba el sabio, el hecho de que cuando él señalaba la Luna con el dedo, los simples se quedaban mirando el dedo; lo mismo ocurre cuando se trata de leer determinada información, pues mientras unos se centran en el contenido de la misma, están aquellos otros que se queda absortos mirando el continente y con lo que se pierden lo verdaderamente sustancial del asunto; lo dicho tendría su aplicación en una circunstancia que concurre en este blog: y es que no son pocos los artículos que en el mismo se leen que tienen como “continente” o “envoltorio”, un debate entre el personaje de Apologista Mario Olcese (que sería el dedo) y los autores de este blog que, continuamente, estamos desbaratando determinadas “enseñanzas” de dicho personaje (y tomando estas el papel de la Luna) con un “contenido” estrictamente documentado en las Escrituras.
Porque dado que dicho personaje no hace ni una sola aseveración que no haya tomado de otras fuentes, lo que nuestros lectores tienen que tener claro es que cuando rebatimos contra las propuesta de dicho personaje, lo que realmente estamos haciendo los autores de este blog poner en “cuarentena” un gran conjunto de enseñanzas falsas difundidas por múltiples organizaciones religiosas de la llamada cristiandad y que perjudican seriamente la relación con Dios de millones de personas…… luego dicho personaje y por aquello de usar una expresión coloquial (no se entienda como una ofensa), no sería más que el “tonto útil” que nos facilita la coartada o marco de circunstancias, para ponerles a ustedes “ojo en avizor” acerca de con quién se juntan en este proceloso mundo de lo religioso.
Entendemos entonces que hacen mal aquellos que ven estas discusiones como simples, inacabables e insulsas contiendas entre diferentes posiciones, porque detrás de las objeciones que desde este blog se presentan hay verdadera enseñanza, contrastable con las Escrituras y que es en dónde radica el meollo del asunto; por lo que resulta que los principios bíblicos que desde este blog se argumentan en el contexto de dicha contienda verbal, le sirven al precavido para aquilatar las “enseñanzas” de cualquier tipo de organización religiosa que se le presenta a uno como la adalid de la “verdad verdadera” (todas se atribuyen dicha cualidad y algo que por definición no pude ser), cuando en realidad y si nos atenemos al registro escritural, resulta que ni una sola de las tales organizaciones cuenta con la aprobación del Altísimo:
“Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas”.” (Rev. 18:4).
Y en el bien entendido que en el contexto de dicho pasaje, se nos hace mención de una “Babilonia la Grande” como sinónimo del conjunto de religiones falsas que existen en el mundo y que dentro de poco será destruido por Dios; es cierto que cualquier denominación religiosa dentro de la cristiandad, le jurará y perjurará hasta en arameo si es preciso, que ella es la única que representa al Dios Verdadero y del que se consideran representantes…… pero no es menos cierto, que eso de ninguna manera es lo que dicen las Escrituras y como hemos podido comprobar en el pasaje referido. Establecido lo cual y dejando que cada uno piense lo que crea oportuno de la línea seguida por este blog de debate frontal hasta con el “lucero del alba” si procede, porque lo que se nos dice no se ajusta al texto sagrado, retomemos el tema que inspira este escrito.
Porque les hablábamos en nuestro anterior escrito, de la “amenaza” de Apologista Mario Olcese, que prometía mucho y se ha quedado en nada (de ahí lo del “parto de los montes” de nuestro titular), en el sentido de que daría la respuesta adecuada a la objeción por nosotros presentada en referencia a su particular entendimiento del pasaje de Zac. 9:9…… “amenaza” que nos hizo llegar mediante un correo redactado en los siguientes términos:
“Ah, y en cuanto a tu comentario sobre Zacarías 9:9, yo te voy a responer en otro vídeo porque toma tiempo escribirlo, y expondré la falacia de tu argumentación jalada de los cabellos.”
Y, efectivamente, poco después nos encontramos con un video publicado por dicho “caballero” en fecha 06/01/16 bajo el título “Un examen serio de Zacarías 9:9 y el Cristo "salvado" según la TNM de la Watchtower”, en el que aparentemente pretendía (muy “seriamente”, eso sí) rebatir los argumentos presentados en nuestro escrito del 05/01/16; ya le advertíamos a ese esperpéntico personaje, que si nos respondía lo hiciera desmontando nuestros argumentos y no ratificándose en su disparatado planteamiento, que es lo que tiene por costumbre hacer a falta de otros recursos…… y que es lo que ha hecho de nuevo, para según él “exponer públicamente la falacia de nuestra argumentación, jalada por los pelos” (queremos pensar que ese término “jalada por los pelos” significará “cogida” por los ídem) y que es lo que nos viene a decir en el correo señalado; sin embargo, si ustedes comparan lo que desde este blog se dijo en el escrito referenciado, con lo que se nos responde en el video señalado, se darán cuenta que aparte de reafirmarse en el mismo erróneo planteamiento (luego de lo de “examen serio”, nada de nada), es totalmente incapaz de desmontar uno solo de los argumentos por nosotros presentados y apoyados por contundentes pasajes bíblicos.
Por ejemplo, no nos objeta nada acerca de nuestro enfoque sobre el significado de los distintos términos usados en dicho pasaje de Zac. 9:9 por diferentes traducciones, como “victorioso” o “dotado de salvación” y cuyos comentarios a pie de página en algunas de dichas traducciones, eran coincidentes en darle al texto señalado un aire de “reivindicación” del personaje central (un rey por venir) en el pasaje en cuestión y no, de una supuesta condición de “salvador” de otros; después de señalar que puesto que dicha profecía tenía que ver con el momento que se nos relata en Mat. 21:6-9 y momento en que el citado personaje aún no tenía la capacidad de “salvar” a otros, pues eso solo se produjo al entregar su cuerpo en sacrifico, eso es, en el mismo momento de morir, señalábamos en nuestro artículo el porqué de esa necesidad de reivindicación del rey mencionado en dicho pasaje profético, en el párrafo que recuperamos del mismo:
“Ahora bien ¿en qué sentido precisaba ese rey de Zac. 9:9 (señalando proféticamente a Jesús, repetimos) el ser “vindicado”? Pues sencillamente de la brutal campaña de desprestigio y acoso que desde el principio de su ministerio habían desatado contra él los líderes religiosos de la nación de Israel, al calificarle como “hijo de Satanás” y al afirmar que expulsaba demonios por el poder de Beelzebú y no por el poder de Dios…… por lo que su Padre Celestial, Jehová Dios, lo “vindicó” ante la nación de Israel al hacerle entrar en Jerusalén como el rey por Él designado para heredar el trono de David y en un futuro reinar, no solo sobre Israel, sino sobre todo el mundo: es en este sentido que se nos lo muestra como “victorioso” o “dotado de salvación”, eso es, que había sido “salvado” o liberado por el propio Altísimo de la ignominia vertida sobre él y por lo que los TJ aciertan, al usar dicho término en su interpretación de Zac 9:9.” (Fin de la cita).
Sin embargo el Sr. Olcese, insistimos en ello, nada nos objeta a dicho argumento y se limita como la vulgar “cotorra” que es, a repetirse sobre lo correcto en dicho pasaje del término “salvador”, eso es, sin exponer contraargumento alguno a nuestro planteamiento y como si su palabra de supuesto “ungido” o Hijo de Dios (no es más que un farsante, pues a día de hoy no hay sobre la tierra personas que ostenten dicha condición), fuera suficiente para sostener su afirmación…… porque recordemos y a modo de anécdota, que ya desde un principio dicho personaje se presentó como tal, concretamente el 13/02/09 y en un artículo con el siguiente título: “¿Quiénes son los ungidos de Dios?” y en el que se nos descolgaba con la siguiente mamarrachada:
“Yo soy un UNGIDO del Señor, y nadie debe o puede tocarme a mí, o a usted, si en verdad es un cristiano, sin tener luego que pagar un precio muy caro. Yo me considero un UNGIDO del Señor, y si usted no se considera así, entonces usted no ha entendido lo que significa ser un cristiano o un ungido.” (Negritas nuestras).
O sea, que dicho personaje afirma ser un “ungido”, sencillamente por el hecho de que él “se considera” como tal…… y si los demás no se lo creen, es porque no tienen ni puñetera idea de lo que es ser un “ungido”, siempre según la opinión de tan estrafalario personaje.
Tampoco y por volver al tema que nos ocupa, contrapone nada a nuestro argumento en el sentido de que el único Salvador es Dios y según se percibe nítidamente de las palabras de María, la propia madre del Hijo de Dios en Luc. 1:46-48; y planteamiento que reforzábamos con las palabras del inspirado personaje Simeón, que calificó al infante Jesús y en el momento de ser presentado ante él, como “el medio de salvar de Dios” (Luc. 2:29), eso es, que Jesús fue el “medio” o “instrumento” usado por Jehová Dios para traer salvación al mundo…… de ese extremo, tampoco nos objeta nada ese “genio” de la teología del “mundo mundial”.
Pero es que en una muestra más de su congénita ignorancia acerca del contenido escritural, empeora aún más las cosas al usar un texto para sostener su absurda teoría de un Jesús “salvador” ya en el mismo momento en el que se produce la aplicación de la profecía de Zac. 9:9, eso es, en el momento de su entrada triunfal en Jerusalén como rey electo descendiente de David (Mat. 21:6-9); el pasaje con el que pretende mostrar eso, es el siguiente y tomado de la RV 1960:
“… así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (Hebr. 9:28).
Sin darse cuenta el Sr. Olcese y en su incapacidad para entender siquiera aquello que lee, que con este pasaje lo que hace es darnos la razón a nosotros, pues en el mismo lo que se hace es señalar que esa acción de “salvar” la lleva a cabo el Hijo de Dios cuando viene “por segunda vez” (segunda venida que aún no se ha producido), lo que significa que no vino a salvar nada la primera vez que estuvo entre nosotros, pues de lo contrario no se entendería que tuviera que venir por segunda vez a “salvar” lo ya “salvado” en una anterior venida, porque veamos: estamos ante “dos venidas” y la primera de las cuales es a la que se nos hace referencia en Zac. 9:9 y que se refiere al momento en el que fue presentado oficialmente como el rey escogido por Jehová Dios para gobernar Israel desde el trono de David, así como al mundo entero…… en ese momento y no habiéndose consumado aún su muerte en sacrificio, Jesús no podía salvar a nadie; que ello es así, queda claro en la lectura de Col. 1:21-22, en este caso tomada de la versión PDT:
“Antes, ustedes estaban alejados de Dios y su manera de pensar los hacía enemigos de Dios porque practicaban la maldad. 22 Pero ahora Dios, por medio de la muerte física de Cristo, los ha convertido en sus amigos. Cristo murió para presentarlos santos ante Dios, es decir, sin ninguna mancha ni maldad que pueda ser juzgada por Dios.”
De ello se deduce, que antes de producirse dicha muerte el ser humano continuaba en la misma condición de enemistad con Dios…… o sea, que Jesús no podía “salvar” a nadie de dicha situación de enemistad, sin haber entregado primero su cuerpo y por lo que en la profecía de Zac. 9:9, aplicativa al momento en que fue presentado como el rey de Israel, de ninguna manera se lo podía presentar aún como “salvador” porque no podía salvar a nadie, pues solo el hecho físico de su muerte como ser humano es lo que tenía poder “salvador” y como venimos señalando con insistencia; por lo tanto, repetimos, la TNM es correcta al usar en dicho pasaje el término “salvado”. Ya otra cosa distinta y que ya nada tiene que ver con Zac. 9:9 (esa profecía tenía como destinatarios a los contemporáneos de Jesús, eso es, a los que esperaban la llegada del sucesor del rey David), es cuando aparece por segunda vez y que ya tiene autoridad para “salvar”, pues a causa de su ofrecimiento para una muerte en sacrificio, ya lo hace investido con la máxima autoridad concedida por su Padre Celestial y de lo que se nos habla en Mat. 28:18:
“Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad (o poder) me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra…” (Acotación nuestra).
Y es que en la primera de sus venidas y concretamente en el suceso ocurrido en Mat. 21:6-9 y que es el al que apunta la profecía de Zac. 9:9, lo único que se hizo fue presentar a Israel y al mundo por el propio Jehová Dios, el instrumento o “medio de salvar” (según la TNM) y por aquello de parafrasear al anciano Simeón (Luc. 2:30); y siendo cierto que el resto de traducciones bíblicas no reproducen esa expresión en dicho pasaje, no es menos cierto que estas también señalan a Dios como el Salvador al usar frases parecidas a “mis ojos han visto tú salvación” y que la versión PDT vierte de la siguiente manera:
“He visto con mis propios ojos cómo nos vas a salvar.”
Luego queda claro que el que actúa como “salvador” es el Altísimo, pues como ya mencionábamos en el artículo del 05/01/16 señalado, es Éste y en armonía con Juan 3:16 el que toma acción para dar a Su Hijo “para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”; entonces lo que queda claro y fuera de toda duda, es que el Altísimo Jehová Dios es el Salvador y Jesucristo el medio que Dios usa para salvar al mundo de la humanidad; circunstancia que queda confirmada por una palabras de Pablo y tomadas de la NVI:
“Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación.” (2 Cor. 5:18).
Parece quedar claro, entonces, que el que “reconcilió”, en definitiva el que “salvó” fue Jehová Dios y siendo Jesús “el medio” usado por el Altísimo para “salvar”; decir otra cosa es sencillamente el querer enredar las cosas. Por ello entendemos que la respuesta que nos ha dado el Sr. Olcese es infumable, pues de nuevo ha quedado en evidencia al dejar patentes sus carencias en cuanto a conocimiento escritural se refiere, al no poder presentar argumentos sólidos que refuten los razonamientos usados para sustentar nuestro planteamiento…… por lo que aquello de “Un examen serio de Zac. 9:9…” y como titula su video de respuesta ¡pues lo dicho: “igualico” que la fábula del “parto de los montes” que les mencionamos en el titular de este escrito, oigan!
En otro orden de cosas y volviendo a lo expuesto al inicio de este escrito, es cierto que algunos de los que nos leen pensarán que qué importancia tiene en términos prácticos, el dejar claro el sentido correcto del pasaje de Zac. 9:9 acerca de si Jesús ya era “salvador” en ese momento y como defiende el Sr. Olcese, o sencillamente “salvado” como defendemos los autores de este blog y algo que tendrá que valorar cada cual…… pero resulta que los autores de este blog nos tomamos muy en serio lo que dice ser la “voluntad de Dios”:
“Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto (“cabal” o “pleno”, según versiones) de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4). (Acotación nuestra).
Por lo tanto, lo que a partir de ahí haga cada uno con esta información, ya es responsabilidad suya; pero por nuestra parte, continuaremos esforzándonos por apegarnos a “la verdad”, mediante el denunciar públicamente las mentiras que continuamente vierten personajes como el citado…… porque afirmar que en Zac. 9:9 se nos habla de un “salvador”, a nuestro entender y si nadie nos demuestra lo contrario, es sencillamente una mentira.
MABEL
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