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domingo, 10 de enero de 2016
La Biblia de los Testigos de Jehová…… y Apologista Mario Olcese.
De nuevo y como respuesta a mi anterior escrito (05/01/16), Apologista Mario Olcese me ha remitido dos correos y que como tengo por costumbre, paso a publicar tal cual los he recibido y para que no haya dudas sobre el contenido de los mismos (también por aquello de las faltas de ortografía que “haberlas haylas” y que si se me permite, es algo impropio en una persona con formación universitaria y que es de lo que presume dicho personaje ¡qué quieren ustedes que les diga!)…… en todo caso, estos son los dos correos recibidos en los siguientes términos y por orden de llegada:
“Señor Armando Gallego, efectivamente, yo hice alusión a tu persona cuando dije que hay algunos por allí que creen que la TNM es una de las mejores versiones, o tal vez la mejor. Pero eso lo dije en mi vídeo donde yo criticaba el texto de 1 Pedro 3:3 según la TNM, por su pésima traducción, y no en mi vídeo sobre Zacarías 9:9, pasaje que tú defiendes alegando que es "exacta" su traducción según la WT. Sin duda no has querido comentar nada de 1 Pedro 3:3 y el "no uso de prendas de vestir exteriores", como dice la TNM, porque tú sabes muy bien que no hay forma de justificar ese craso error y preferiste desarrollar la defensa de Zacarías 9:9, pese a que en este pasaje yo no te aludía para nada. ¿Y qué hay de los otros vídeos que subí donde presento las "cantinfladas" de la WT, traduciendo ridiculeces que ni tú entiendes, un sabiondo en las Escrituras?...¡Ni chis ni mus!...calladito, don armandito?¿Y qué hay de la tierra gloriosa, que la WT traduce "Tierra de la decoración"? ¿Tiene sentido para ti esa forma de Traducir de la WT en su TNM?¿Es acaso igual para ti "obrero maestro" que Arquitecto"? ¿Y por qué no comentas algo sobre Isaías 33:14 y la palabra inexistente "apóstata" en la TNM? o 1 Corintios 15:29 en la TNM. Vamos, chavalillo, repóndeme esto, y no te vayas por la tangente. Medita en esto, y te darás cuenta que estás orinando fuera del bacín.”
Minutos después me llegó este:
“Ah, y en cuanto a tu comentario sobre Zacarías 9:9, yo te voy a responer en otro vídeo porque toma tiempo escribirlo, y expondré la falacia de tu argumentación jalada de los cabellos.”
Permítaseme empezar por este último, para decirle al Sr. Olcese que ya sería hora de que empezara a responderme algo y si pudiera ser por escrito, mucho mejor…… pero sin hacer como siempre, eso es, que solo se limita a ratificarse en la “chorrada” planteada y sin desmontar los argumentos que un servidor presenta para objetar a la misma. Dicho esto, pasemos al primer correo y en el que dicho “caballero” de nuevo miente, es cierto que en algo sin importancia, pero que demuestra como cierta mi aseveración en el sentido de que, al igual que los ordenadores, ese pintoresco personaje miente “por defecto”; por ejemplo, mi nombre no tiene nada que ver con el apellido “Gallego”, sino que es Armando López Golart; por otra parte, verán ustedes que niega haberme aludido en su video del 30/12/15, al que dirijo mi artículo señalado al inicio de este escrito y objeto del correo que estamos analizando, sino en uno anterior.
Pero prescindiendo de que eso fuera así, el que me hubiera aludido en un video anterior, no es menos cierto que contrario a lo que afirma también lo hace en la grabación que acabo de señalar, concretamente en el minuto 9’55” de grabación, eso es, prácticamente al final del video del que les acabo de dar la fecha…… luego miente; por lo tanto, nos encontramos ante un rocambolesco personaje indigno de la menor credibilidad, pues si miente en cosas tan simples e ínfimas como las señaladas ¡qué no va a hacer en cosas más serias y de las que no tiene ni la más remota idea, como pueda ser en un asunto tan serio y delicado como es el entendimiento de las Escrituras! Y lo cual ya nos lleva a la segunda parte de su correo, en la que me afea el no haber dado atención a determinadas afirmaciones que ha hecho, relacionadas también con supuestos errores de traducción de la TNM de los Testigos de Jehová y dando a entender que servidor se ha “escaqueado” de ello para no tener que responder acerca de los mismos y nada más alejado de la realidad…… sencillamente que al entrar en su página de videos y entre tanta “imagen diabólica” atribuidas a los TJ, se me habían pasado por alto; además de que en esas fechas, estaba “liado” con el escrito al que el Sr. Olcese dirige su correo y no me ocupaba en cosas que no tuvieran que ver con el tema que estaba tratando.
Sin embargo, hay una razón de más peso para justificar mi silencio: y es que no me gusta perder el tiempo con planteamientos estúpidos, provocados por la ignorancia patológica de esa clase de personajes que se las dan de “teólogos” y que lo más cercano a una Biblia que han visto, es un tomo de “Las aventuras de Tom Sawyer”, porque veamos: de entrada un servidor jamás ha dicho que la TNM sea la “más original, exacta y que no nos induce a error alguno”, o sea, “la mejor” traducción existente hasta el momento y como me atribuye el Sr. Olcese, de ahí que entienda lógico, el que en ella existan pasajes como el que se me cita de 1 Cor. 15:29 y que ni siquiera con la ayuda del contexto queda muy clara la cosa, sencillamente porque como toda obra humana, dicha traducción no es perfecta. Lo que yo he dicho y repito de nuevo, es que es “una de las mejores” traducciones bíblicas que se pueden encontrar a día de hoy y lo que queda probado (insisto en ello), por el hecho de que dicho personaje aún es el momento en que me haya podido señalar como incorrecto o mal interpretado, uno solo de los cientos de pasajes bíblicos tomados de dicha traducción bíblica para defender mis planteamientos…… por lo tanto, yo respondo de lo que digo y no de lo que cualquier “sacamantecas” entienda acerca de lo que yo he dicho; sentada esta base, vayamos ahora a la estupidez que dicho “caballero” a perpetrado en su análisis del pasaje de 1 Ped. 3:3 según lo vierte la TNM:
“Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores.”
Veamos ahora como vierte dicho pasaje la RV y que es la que contrapone el Sr. Olcese a la TNM:
“Vuestro adorno no sea exterior, con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni vestidos costosos.”
Partiendo de ahí, ese señor y que es un auténtico indocumentado (como les mostraré a continuación), ya pasa a acusar a los TJ y en una actitud soez y ofensiva para los miembros de base de dicha secta (que ¡hombre!, podrán ser personas engañadas, pero que merecen un respeto), de estar preconizando el andar medio desnudos en las actividades propias de dicha organización ¡y que ya hay que ser imbécil para sostener dicha idea y partiendo para ello de un solo pasaje! Y es que ese cateto integral, se olvida de varias cosas que hay que tener en cuenta antes de emitir una opinión sobre un texto bíblico y que parezca dudoso en su traducción, como por ejemplo, qué es lo que se nos dice en el contexto del mismo; luego veamos ahora cómo suena ese pasaje de 1 Ped. 3:3 en la TNM una vez colocado en su contexto:
“De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, 2 por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. 3 Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, 4 sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. 5 Porque así, también, se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos, 6 como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo “señor”. Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror.”
Es obvio entonces que de lo que se nos está hablando en este pasaje es sencillamente del contraste existente entre una actitud personal de profundo respeto de la esposa hacia su marido y por encima de cualquier consideración, con el ser una mujer que este más preocupada por su apariencia exterior y no de las cualidades internas, que son las que Jehová Dios realmente valora…… porque de seguir la aberrante línea de pensamiento del Sr. Olcese, tendríamos que llegar a la conclusión de que las mujeres de las que se nos habla en el versículo 5, andaban también todo el día “despelotadas” ante los ojos de todo el mundo y algo que para una persona con un mínimo de coherencia intelectual, es totalmente impensable; entonces queda claro que el contexto nos ayuda a entender la idea de lo que nos quiere transmitir un determinado texto. Pero es que además de esta ayuda inestimable para el correcto entendimiento de determinado pasaje (prescindiendo del uso o carencia de determinado término aclaratorio en el mismo), tenemos el hecho que la TNM es una versión bíblica “con referencias” y que para algo están estas, como es el llevarnos a otros pasajes de parecido corte y que nos ayudan a entender el texto que estamos considerando; y es que si ustedes acceden a dicha traducción, verán en el inicio del verso 3 y a continuación de la palabra “cabello”, hay una referencia que nos lleva al pasaje de 1 Tim. 2:9-10 y en donde se lee como sigue:
“Igualmente deseo que las mujeres se adornen en vestido bien arreglado, con modestia y buen juicio, no con estilos de cabellos trenzados y oro o perlas o traje muy costoso, 10 sino como es propio de mujeres que profesan reverenciar a Dios, a saber, mediante buenas obras.”
Luego con solo esas dos precauciones, uno ya entiende de qué va la cosa y evita el ridículo que ha hecho ese “genio” de la teología y que no es más que un pobre hombre corto de entendederas, que no sabe “ni lo que se pesca”; porque tenemos que tener en cuenta también y como dato adicional (servidor es una persona documentada), la época de la que estamos hablando y las costumbres en el vestir de esas personas, por lo que tenemos que saber lo que era “una prenda exterior de vestir” y de lo que entendieron sobre la cuestión, esas personas a las que Pedro dirigió sus palabras. Porque estaríamos hablando de una prenda que se colocaba sobre el vestido normal y que actualmente en aquella zona del mundo árabe se continúa usando, que en español conocemos como “túnica” y si la misma lleva una capucha adosada, se la llama “chilaba”…… y que es la que usan esas personas para salir a la calle, especialmente para acudir a sus festejos religiosos.
Todos hemos visto a esas personas por nuestras ciudades (al menos en España) con dicho atuendo y debajo de dicha prenda van vestidos normalmente; hoy en nuestra sociedad (cosas del “multiculturalismo”), hay muchas personas de esa parte del mundo musulmán y es normal ver a los hombres y a las mujeres vestir a diario a la manera occidental, especialmente a las muchachas jóvenes, bien sea estas con pantalones no ajustados o faldas hasta los tobillos (eso sí, tocadas las mujeres con el clásico pañuelo en la cabeza), pero cuando acuden a algún evento que los reúne, van todos con esa “prenda exterior de vestir” y que cuando llegan a su casa se la quitan y punto. En la época de la que estamos hablando y según la información recabada, esa prenda (normalmente de lino fino o lana primorosamente tejida, las más lujosas) en la mujer iba acompañada de ricos bordados y adornos que realzaban la belleza, tanto de la prenda como de la portadora de la misma, por lo que quizás a lo que se refería Pedro en su comentario tenía que ver con el “no pasarse de rosca” en dicho tipo de adornos, sino que fueran más bien de tono discreto; en todo caso, “la prenda exterior de vestir” a la que hace referencia la TNM tenía que ver con una prenda que se colocaba encima de la vestimenta normal del día a día y a la manera de lo que llamábamos en España antiguamente como el “traje de los domingos” y día festivo en que uno se acicalaba más de lo normal…… luego nada que tuviera que ver con la parcial desnudez de uno, si no la llevaba puesta.
Luego lo que el Sr. Olcese ha hecho de nuevo, aparte de mostrar su ignorancia en aquello de que habla, es quedar “como “Cagancho” en Almagro” en este análisis del pasaje de Ped. 3:3; como también lo hace cuando analiza en el video del 01/01/16 las palabras de Luc. 23:42-43 y dirigidas por Jesús al ladrón que moría a su lado y que son estas, según la TNM:
“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.”
Mientras que la RV 1960 y la inmensa mayoría de otras traducciones bíblicas vierten dicho pasaje como sigue:
“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”
Luego según el Sr. Olcese, el “grave” problema está en esa diferencia entre la expresión “entres” de la TNM o la que usan el resto de versiones bíblicas y que es “vengas”…… como si eso tuviera algo que ver para la estrambótica idea de los TJ en el sentido que el reino se instaló en 1.914: luego tanto si “entró”, como si “vino”, a ellos les da exactamente lo mismo y por lo que no hay razón para cambiar exprofeso un término por otro. Lo que sí es grave, es que el Sr. Olcese ha incurrido de nuevo en el error denunciado por Jesús, eso es, el de “colar el mosquito y tragarse el camello” (Mat. 23:24); porque el error garrafal de traducción en ese pasaje y al que ese indocumentado personaje aludido ni siquiera hace mención, está en la respuesta de Jesús y según se vierte en todas las versiones RV y resto de traducciones bíblicas, porque veamos: si la expresión correcta de la pregunta recibida era la de “cuando vengas en tu reino” (tiempo verbal que señala a un futuro) ¿cómo es que en el verso 43 y en la redacción del texto que hace del mismo la versión RV, resulta que lo que se nos que le prometió Jesús al ladrón que moría a su lado es que en ese mismo día, estaría con él en el paraíso? De hecho, las versiones RV y otras, transcriben lo siguiente de dicho pasaje:
“Y decía a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.” (RV 1960).
Y las que no usan el sistema de doble punto (:), como por ejemplo la RVC, vierten el pasaje de la siguiente manera:
“Y a Jesús le dijo: “Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. 43 Jesús le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.”
Y que “lo mismo me da, que me da lo mismo”, pues en ambos casos estamos ante un brutal error que ya va más allá de una simple incorrección en el uso de determinada palabra como en el “entres” o “vengas” y que no es más que, en todo caso, un error semántico corregido por el propio contexto del pasaje, mientras que lo que acabamos de leer contradice gravemente el sentido general de las Escrituras y algo en lo que el “mindunguis” del Sr. Olcese, tan puntilloso y estricto él con la TNM, ni siquiera ha reparado…… y si no ha sido así, sencillamente “se ha hecho el loco” y con lo que la cosa ya es más grave. Porque de ser eso así como nos lo exponen las versiones RV entre otras, significaría que los muertos vuelven a la vida inmediatamente después de su muerte y lo que contradeciría lo dicho en Ecle. 9:5-10, en el sentido que después de la muerte uno deja de existir, tanto en el plano físico como en el espiritual y ello hasta el momento de la resurrección de los muertos y que todavía no ha llegado. Por otra parte, semejante exposición del texto considerado, contradeciría también el relato bíblico en el sentido de que Jesús y antes de resucitar y ser elevado al cielo, permanecería muerto por tres días en la tumba…… afirmación que hizo él mismo:
“Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: “El Hijo del hombre está destinado a ser traicionado en manos de los hombres 23 y lo matarán; y al tercer día será levantado”. Por consiguiente, se contristaron en gran manera.” (Mat. 17:22-23).
Si ello no hubiera sido así y que es lo que nos proponen las RV y resto de traducciones bíblicas al inducir a pensar que Jesús ese mismo día partió hacia un supuesto paraíso acompañado por el citado delincuente (esa fue la promesa), resultaría que éste nos mintió en esa afirmación de Mat. 17:22-23 y lo que haría de las Escrituras un relato no fiable, con todo lo que ello significaría para la esperanza del ser humano…… no obstante, de algo tan serio como es eso, insisto en ello, ese esperpento andante que es Apologista Mario Olcese guarda un clamoroso silencio. Sin embargo y ahí le duele al Sr. Olcese (que pretende ignorar dicha realidad), la TNM es la única que transcribe correctamente dicho pasaje y acorde al contexto escritural, colocando debidamente la puntuación detrás de la palabra “hoy” y con lo que cambia totalmente el sentido disparatado que imprimen el resto de versiones bíblicas al pasaje en cuestión; porque lo que Jesús hizo realmente ante la petición recibida, fue prometerle a la persona que se la había formulado que cuando en un futuro tomara posesión de su reino y en armonía con la promesa hecha, se acordaría de ella…… sencillamente esto y que es lo que traduce la TNM y que transcribo de nuevo por aquello de refrescar la memoria:
“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso”.” (Luc. 23:42-43).
Pero es que puestos a señalar errores serios y de graves repercusiones para el texto escritural, veamos uno de aurora boreal y que de nuevo trastoca gravemente el entero significado de las Escrituras y sobre el Sr. Olcese nunca se ha posicionado (a pesar que en su momento se lo señalé en uno de mis escritos) y que tiene que ver en cómo vierten las RV el pasaje de Rev. 5:8-10:
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes y reinaremos sobre la tierra.”
Noten que según dicha traducción, los que habrían sido “redimidos” por la sangre de Jesús, hechos “reyes y sacerdotes” y llevados a “reinar” con Cristo en el reino de Dios, serían los “cuatro seres vivientes” y los “24 ancianos” y lo que no es más que un puro disparate. Sin embargo, la interpretación que nos hace el Sr. Olcese de dicho despropósito y según nos explicaba en un artículo publicado el 27/10/11, es que “incluso los 4 seres vivientes y los 24 ancianos fueron redimidos por la sangre de Cristo” y salvajada que acompaña con la siguiente reflexión: “¿Podrían ser estos 24 ancianos, los 12 apóstoles y las 12 cabezas de las tribus de Israel? Es posible!”…… y si no pega ¡pues se le pone un poquito de cola y tan amigos! Y es que esta es la “capacidad” de entendimiento escritural del personaje en cuestión y que en su congénita ignorancia acerca del texto sagrado, en lugar de ajustar su forma de ver las cosas a dicho registro, ajusta este a la manera que él tiene de ver las cosas; porque si ello fuera como dice ese “genio” de la teología, que ese grupo de “24 ancianos” existente en el cielo estaba conformado por los “12 apóstoles y los 12 patriarcas de las tribus de Israel” es obvio que para estar allí ya tenían que haber sido resucitados para el tiempo en que le fue dada la Revelación o Apocalipsis al apóstol Juan y por lo que ya tendríamos cumplida la llamada “primera” resurrección y en la que solo participan aquellos que tienen que reinar con Cristo.
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años (no así, los que no participan de ella).” (Rev. 20:6). (Acotación mía).
Con lo que ya tenemos el primer problema encima de la mesa: porque resulta que el que escribió dicha revelación fue el apóstol Juan y por lo que si bien el grupo de los “12 patriarcas” podría estar al completo en ese momento y siempre según la pintoresca teoría del Sr. Olcese, no así el grupo de los “12 apóstoles” pues faltaría uno y que era el propio Juan, por lo que ya no nos salen los números y por lo que tan singular teoría (y por aquello de ser suave) se va a hacer puñetas. Pero es que además tenemos otra cuestión a considerar, porque ¿en cuál resurrección, entonces, se levantarían Juan y resto de “ungidos” que en ese momento de ser dada la Revelación aún quedaban en la tierra y a los que él de dirigía en sus cartas, que les permitiera el poder reinar con Cristo, si resulta que según ese pasaje de Rev. 20:6 ya habían “perdido el tren”? Porque las resurrecciones que siguen a la “primera” ya no pueden ser consideradas como “primera”, sino como mínimo una “segunda” y por lo que ésta ya no vale para elevar a uno a la condición de rey al lado de Jesucristo…… recordemos que solo esa “primera” resurrección es la que permite el acceso al reino con el Hijo de Dios, en calidad de inmortal rey y sacerdote, según el pasaje mencionado; luego si resulta que Juan y el resto de “ungidos” que con él aún quedaban en la tierra en ese momento no habían, obviamente, participado de la misma, se quedaban fuera de alcanzar el gobernar con Cristo en el reino de Dios y lo que crea un grave problema de coherencia escritural.
Pero es que hay más: porque lo que leemos en ese pasaje de Rev. 5:8-10, es que tanto los “cuatro seres vivientes” como los “24 ancianos” portaban “tazones de oro” (o copas) llenos de incienso, el cual incienso ofrendado a Jehová Dios significaba las oraciones “de los santos” y que obviamente tenían que ser las oraciones de otros y no las suyas propias…… porque hasta donde sabemos, los que reciben el reino en calidad de gobernantes son “el pueblo de los santos del supremo” (Dan. 7:18) y pueblo que nunca ha estado en los cielos, sino aquí en la tierra, aparte de que en ningún lugar de las Escrituras se relaciona a esos “cuatro seres viviente” y a los “24 ancianos” como miembros de ese “pueblo de santos”; recordemos y para resaltar este punto, que la Revelación tuvo lugar para mostrarle a Juan “las cosas que tienen que suceder dentro de poco”, obviamente en la tierra, mientras que a esos personajes mencionados se nos los muestra situados en el cielo, según Rev. 4-5 y en donde Juan nos explica el majestuoso espectáculo que le fue mostrado mediante visión, en el ámbito celestial. Otro punto en disputa con la ridícula idea del Sr. Olcese, tiene que ver con lo que leemos en Rev. 14:1-4 y en donde se lee como sigue:
“Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con el arpa, tocando sus arpas. 3 Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos (los 144.000) fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, 5 y no se halló en su boca falsedad; están sin tacha.” (Acotación mía).
Y tampoco se nos dice en ninguna parte que dicha señal de identificación estuviera en la frente de las “cuatro criaturas vivientes” ni de los “24 ancianos”, ni que los tales hubieran sido comprados “de entre la humanidad” y por lo que tendríamos que razonar que estamos hablando de seres no terrenales y que por tanto, nada tenían que ver con aquellos que en un futuro reinarán al lado de Jesucristo en la tierra…… brutal y desconcertante interpretación, por tanto, del pasaje de Rev. 5:8-10 por parte de las RV y tema del que el Sr. Olcese ladinamente no hace la menor alusión; sin embargo, todas estas contradicciones señaladas desaparecen cuando uno lee dicho pasaje según está vertido en la TNM de los TJ:
“Y cuando tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron delante del Cordero, cada uno teniendo un arpa y tazones de oro que estaban llenos de incienso y el incienso significa las oraciones de los santos. 9 Y cantan una canción nueva y dicen: “Eres digno de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación (luego los “comprados” no eran los que cantaban la canción), 10 e hiciste que fueran (no los que cantaban, sino otros) un reino y sacerdotes para nuestro Dios y han de reinar (no ellos, sino los 144.000) sobre la tierra”.” (Acotaciones mías).
Entonces vemos que los comprados o redimidos con la sangre de Cristo no fueron las “cuatro criaturas vivientes” o los “24 ancianos” que formaban parte de las cosas que estaban en el cielo y que le fueron mostradas a Juan, sino personas de la tierra y como queda claro de los pasajes que hemos señalado; sin embargo, de esos errores serios y que sí alteran radicalmente el contenido del texto escritural, el Sr. Olcese no nos habla y se queda en la simpe anécdota (disquisiciones estériles y absurdas sobre palabras como “semejanza”, o “conoció”, o “sobremanera grande” y tantas otras sobre las que ha polemizado a través del tiempo, hasta llegar a las actuales de “entres” o “vengas”), pasando por alto lo realmente fundamental: en definitiva y como he señalado, dicho personaje “cuela el mosquito y engulle el camello”, al detenerse a cuestionar simples “palabras” sueltas y no asuntos doctrinales serios…… y de personas así, es de las que Pablo nos habló en los siguientes términos, según se lee en 1 Tim. 6:3-5 y tomado de la versión TLA,:
“Si alguien enseña algo que no va de acuerdo con las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, ni con la verdadera religión cristiana, 4 es un orgulloso que no sabe nada y que tiene la mala costumbre de discutir sobre el significado de ciertas palabras. Con esto sólo causa envidias, enojos, insultos, desconfianza 5 y peleas en todo momento. Los que hacen eso no son capaces de pensar bien ni conocen la verdad; piensan que, por medio de la religión, pueden ganar mucho dinero.”
En este caso, estaríamos hablando de ganar reconocimiento personal para alimentar un ego desmedido, pero…… ¡qué quieren ustedes, si el hombre no da para más!
Armando López Golart
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jueves, 4 de junio de 2015
¿De qué “paraíso” nos habla Pablo…… en 2 Cor. 12:4?
Las Escrituras o La Biblia, como ustedes prefieran, inician con una historia que tiene que ver con los orígenes del ser humano en la tierra y conocida en casi todo el mundo cristiano (aunque muchos son los llamados “cristianos” que la considera un mito), en la que se nos relata que nuestros primeros padres, Adán y Eva, tuvieron como primera residencia lo que se ha dado en llamar “el paraíso” y que posteriormente perdieron, debido a la desobediencia al mandato impuesto por su Creador. Y ya saben ustedes de que va la historia: que si el “arbolito” del que no se podía comer; que si el pendón “verbenero” de Satanás enredando por allí; que si el “gusanillo” plantado por dicho sujeto en la mente de la curiosa Eva; que si no comes tú; que si nos han dicho que no comamos; que si solo es un “mordisquito” de nada; que no Eva, que se nos va “a caer el pelo”; que si ya no me quieres como antes…… y todas esas cosas con las que se encuentra un hombre cuando tiene una mujer a su lado. En definitiva, que al “calzonazos” de Adán le pudieron más las curvas de la fémina, que la advertencia de Jehová acerca de las fatales consecuencias de comer el fruto del dichoso “arbolito”…… ¿o de dónde se creen ustedes, entonces, que salió ese dicho tan español (perdonen lo escatológico del mismo) de que “tiran más dos tetas, que dos carretas”? Ya se sabe, por otra parte, que a la mujer se la llama el sexo “débil” porque es la “debilidad” del hombre y hecho que quedó claramente constatado, en lo ocurrido en ese paraje idílico identificado en las Escrituras, generalmente, como “el jardín de Edén”…… en todo caso, se montó la que se montó y aquí estamos sus descendientes “con estos pelos”, sufriendo las consecuencias de los devaneos de nuestros primeros padres con el “arbolito” de marras.
Ya poniéndonos en plan más formal (habrá que echarle un poco de “alegría” al asunto), lo que quizás no saben muchos miembros de la cristiandad, es que la coloquial expresión “paraíso” se deriva del griego “pa•rá•dei•sos” y que no significa otra cosa que un jardín o un parque hermoso y bien cuidado, llamado también “jardín de Dios” ya que Éste lo plantó, o bien “jardín de Edén” en referencia a su lugar de ubicación (Ezeq. 28:13). Jardín o huerto (como también vierten algunas traducciones), que aparte de su belleza se caracterizaba porque en él solo existía la perfección, tanto en la flora como en la fauna, eso es, el llamado medioambiente y por supuesto, en el propio hombre; por lo que en ese momento éste no conocía ni de enfermedades, ni de vejez, ni de la muerte que nos azotan desde el momento en el que se produjo el pecado…… en cualquier caso, jardín de perfección, del que nuestros primeros padres fueron expulsados por su desobediencia. Luego cuando hablamos de retornar al paraíso, no estamos hablando de algo místico o sobrenatural y ubicado en las regiones celestiales, sino sencillamente de un retornar de la tierra y todo lo que esta contiene, a la condición de total perfección que existía dentro de ese “terruño” situado en lo que hoy conocemos como Oriente Medio (concretamente y según expertos en el tema, más o menos en el espacio de terreno en el que hoy confluyen las fronteras colindantes de las actuales Turquía, Irán e Irak) y en el que fueron creados nuestros primeros padres y del que fueron posteriormente expulsados.
Por lo que no hay que deificar el término “paraíso” y que es lo que hacen muchos, pues este no era más que el modelo de lo que se pretendía llegara a ser toda la tierra…… luego queda claro que lo mollar del asunto está en la mencionada condición de total perfección que reinaba en dicho entorno y cuyo máximo exponente era el ser humano; de hecho, ese término “paraíso” como referencia a ese entorno de perfección solo aparece tres veces en las Escrituras, mientras que el resto de ocasiones en las que se alude a dicho enclave, se lo menciona como “el jardín de Dios” o el “jardín de Edén”. La primera de ellas la encontramos en Luc. 23:42-43, en donde un Jesús agonizante respondía a la petición que un malhechor ajusticiado a su lado, le acababa de formular:
“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el paraíso”.”
Parece obvio, entonces, que el Hijo de Dios y que algo sabría del asunto, en su respuesta estableció con claridad que el reino venidero de Dios es consustancial con la instauración del paraíso y por lo que las dos cosas venían a ser lo mismo o, como se suele decir coloquialmente, que eran las dos caras de una misma moneda; tanto es ello así, que la idea que existía en tiempos de Jesús acerca de dicho paraíso y supuestamente conocida por el malhechor en cuestión (de lo contrario no se entendería su petición), tenía que ver con un lugar o entorno físico, sin enfermedades, vejez o muerte y donde en un futuro los hombres volverían a vivir en paz y felicidad (Sal. 37:11), hasta que llegara el día final y en el que Dios juzgará a todos…… y poder estar en ese lugar, era lo que le pedía el malhechor al Hijo de Dios y al que éste tranquilizó, con las palabras del pasaje citado.
Otro lugar donde nos encontramos con la expresión “paraíso” es en 2 Cor. 12:4 y en palabras del apóstol Pablo:
“…… que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inexpresables que no le es lícito al hombre hablar.”
Ya en tercer lugar, el que encontramos en Rev. 2:7 y en dónde se lee como sigue:
“El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones: Al que venza, le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.”
Y dado que el significado de este último pasaje tiene menos que ver con lo que pretendemos plantear (realmente, solo establece la idea de la inmortalidad de la que gozarán aquellos que tienen que reinar con Cristo), vamos a centrarnos en el segundo de los mencionados y que es utilizado por algunos que se las dan de “teólogos”, para apoyar la disparatada idea de que contrario a la promesa del Hijo de Dios al malhechor que agonizaba a su lado y en el sentido de que estaría en el paraíso en que sería convertida la tierra durante su reinado de mil años, afirman que dicho paraíso no será restaurado durante dicho período milenial, sino al término de este…… y que por lo tanto, el paraíso del que le hablo Jesús a su compañero de agonía, tenía que referirse a uno que supuestamente estaba ya en ese mismo momento en el cielo y que al término del reinado milenario de Cristo “descendería” a la tierra y con él su contenido, eso es, todos aquello que en el mismo ya estuvieran residiendo, como sería el caso del malhechor en cuestión si ello fuera realmente así. Y para demostrar la “veracidad” de semejante disparate (ya hay que tener “redaños” para formular semejante planteamiento), señalan al texto de 2 Cor. 12:4 ya mencionado y en el que Pablo hace referencia a un “paraíso” supuestamente situado en el cielo y al que él había sido llevado en una visión…… pero como para entender lo que realmente dijo Pablo en esa porción de su segunda carta, precisamos del contexto en el que colocó sus palabras, leeremos de ese capítulo 12 mencionado, los versos del 1 al 7:
“Tengo que jactarme. No es provechoso; pero pasaré a visiones y revelaciones sobrenaturales del Señor. 2 Conozco a un hombre en unión con Cristo que, hace catorce años —si en el cuerpo, no lo sé, o fuera del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe— fue arrebatado como tal hasta el tercer cielo. 3 Sí, conozco a tal hombre —si en el cuerpo o aparte del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe— 4 que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inexpresables que no le es lícito al hombre hablar. 5 De tal hombre me jactaré, pero no me jactaré de mí mismo, salvo en cuanto a mis debilidades. 6 Porque si alguna vez quiero jactarme, no seré irrazonable, pues diré la verdad. Pero me abstengo, para que nadie me acredite con más de lo que ve que soy u oye de mí, 7 simplemente debido al exceso de las revelaciones (o de las muchas de las que había sido objeto, de parte de Jesucristo).” (Acotación nuestra).
Un error del que parten esos “teólogos” mencionados y que les impide el tener una idea clara de lo que el apóstol estaba explicando, es entender que esa expresión “arrebatado hasta el tercer cielo”, significa que Pablo estaba hablando de cielos superpuestos existentes en el ámbito celestial, e idea que procede del punto de vista de los primitivos rabinos judíos y que afirmaban que habían diferentes niveles en el cielo (hasta un total de “siete cielos” o estratos)…… sin embargo, la realidad es que este punto de vista no tiene ningún apoyo en las Escrituras y por lo que Pablo no podía estar hablando de eso, sino que tenía que estar hablando de otra cosa. Porque cuando en las Escrituras se nos habla de “los cielos”, no se habla de estos como si tuvieran un progresión lineal subdividida en diferentes plataformas o niveles, sino de tres supuestos y que el contexto en el que se encuentra la expresión citada, es el que nos determina si se está hablando del “cielo” que está en la expansión atmosférica de la tierra, del “cielo” del espacio interestelar o del “cielo” como referencia al ámbito de lo espiritual.
De lo expuesto tendríamos que concluir, que en este caso la expresión “tercer cielo” se usaría probablemente para indicar el grado extremo de arrobamiento al que estuvo sometido Pablo en esta visión y ante la magnificencia de lo que le fue mostrado…… al respecto tenemos que resaltar y algo que corroboraría nuestro razonamiento, como ya en las mismas Escrituras ciertas palabras y expresiones se repiten tres veces en pasajes como Isa. 6:3, o Ezeq. 21:27, o Juan 21:15-17 y en Rev. 4:8, con el único propósito de intensificar cierta cualidad o idea y como parece ser en el caso del apóstol. Por tanto, se debería de entender que es lo mismo decir “Santo, Santo, Santo es Jehová”, que decir que Jehová es “tres veces Santo”…… más o menos la cosa es así y para que se vaya entendiendo la expresión de Pablo; de hecho, cuando alguien dice estar en el “tercer cielo”, a nadie se le ocurre pensar que está hablando de un “lugar” determinado, sino que lo que está haciendo es manifestar un “estado” de placer y agradabilidad más allá de lo que es capaz de explicar y lo que nos da una idea de lo que Pablo quería dar a entender.
Establecido este principio y sustentado por el hecho de que en las Escrituras se hace referencia al paraíso, como de un huerto o jardín que Dios plantó en Edén, o sea, en esta tierra que pisamos todos los días, para extenderlo por todo el orbe (material y no espiritual) y como lugar de morada para el ser humano (Sal. 115:16), no se entendería la existencia de “otro” paraíso en los cielos, máxime cuando en el plano espiritual no tiene cabida lo material ¡vamos, que en el cielo no se pueden plantar lechugas y por aquello de decir algo! Luego queda claro, que la expresión de Pablo en el sentido de haber sido llevado a un “tercer cielo”, no significa otra cosa que pasó por un momento de arrobamiento más allá de lo imaginable y del que él mismo siquiera era capaz de asimilar…… pero en todo caso ¿de cuál paraíso, nos hablaba el genial Pablo? Pues sencillamente, del paraíso ya restaurado en la tierra (recordemos que estamos ante una visión sobrenatural), eso es, que en una visión fue trasladado al futuro y en el momento en que el paraíso ya dominaba la tierra; y es que al igual que a Juan se le mostró en visión las cosas que había en los cielos (Rev. 4:11), así como imágenes secuenciales de cosas que tenían que suceder siglos después de ser escritas, a Pablo se le concedió una visión de lo que sería el paraíso ya restaurado en la tierra y lo que en él se producirían. Noten que el apóstol hace mucho hincapié en el hecho de haber recibido “revelaciones” sobrenaturales, eso es, que le fueron mostradas cosas que en un futuro llegarán a ser aquí en la tierra y como es en el caso de la restauración de la condición paradisíaca a la que volverá el hombre durante el reinado milenario de Cristo en ésta…… y cuestión que ya nos lleva a Hech. 3:20-21:
“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”
Las cosas de que habló Jehová Dios “por boca de estos profetas de tiempo antiguo” y que según el pasaje leído, tienen que ser restauradas a partir del momento en sea instaurado el reino, son las siguientes y según les hemos reseñado en artículos anteriores…… pero que no está nada mal el recordarlas, por aquello de refrescar la memoria y en las que encontramos, por ejemplo, la restauración física del hombre tal cual era en el paraíso de Adán y Eva:
“En aquel tiempo (eso es, a partir del momento en que Jesucristo tome posesión del gobierno del reino de Dios) los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos mismos de los sordos serán destapados. 6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo y la lengua del mudo clamará con alegría...”. (Isa. 35:5-6a). (Acotación nuestra).
También se nos habla del recobro de nuestro entorno medioambiental, incluyendo los parajes más extremos y devolviendo con ello, el planeta a una anterior condición paradisíaca:
“… pues en el desierto habrán brotado aguas y torrentes en la llanura desértica. 7 Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros.” (Isa. 35:6b-7)
Restauración que no sería total, sin la eliminación de las enfermedades:
“Y ningún residente dirá: “Estoy enfermo”. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error (recordemos que las enfermedades son resultado del pecado heredado).” (Isa. 33:24). (Acotación nuestra).
Por otra parte, tampoco podríamos hablar de restauración de las condiciones existentes en el paraíso original, si no fuera eliminada la vejez que tanto nos limita y antesala de la muerte:
“Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.” (Job 33:25).
Pero que todo lo dicho quedaría en nada, si no fuera eliminada la muerte y que tampoco existía en el principio:
“Él realmente se tragará a la muerte para siempre (eso es, la muerte como tal dejará de existir) y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro (causadas fundamentalmente por el dolor ante tan luctuoso suceso). Y el oprobio de su pueblo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado.” (Isa. 25:8). (Acotaciones nuestras).
Cumplimiento cabal de ese “tragarse la muerte”, que no sería tal si los muertos no fueran devueltos a la vida y restaurados a las condiciones existentes en el “jardín” o “huerto de Dios”, mediante lo que conocemos como la “resurrección de los muertos”:
“Tus muertos vivirán. Cadáver mío... se levantarán. ¡Despierten y clamen gozosamente, residentes del polvo! Porque tu rocío es como el rocío de malvas y la tierra misma dejará que hasta los que están impotentes en la muerte caigan en nacimiento (eso es, que vuelvan a la vida mediante una resurrección).” (Isa. 26:19). (Acotación nuestra).
Todo este conjunto de cosas, la restauración física, la eliminación de las enfermedades, la restauración del medio ambiente, el devolver al hombre la juventud interminable, el eliminar la muerte y el devolver la vida a los que han sido afectados por esta y que es solo una parte de “las cosas” a restaurar, son las que fueron dichas por Jehová Dios por “boca de sus santos profetas de tiempos antiguos” (a ocurrir, repetimos, a partir del momento en que Jesucristo empiece su reinado de mil años) y que en su momento hicieron de esa porción de tierra preparada por el Altísimo para el primer hombre, un “paraíso” o “jardín de placer”.
No obstante y volviendo a las palabras de Pablo en 2 Cor. 12:1-7, alguien nos podría argumentar que lo dicho en el verso 4 de dicho pasaje, pone un poco en entredicho el que realmente el apóstol al hablar del “paraíso” en esa visión o revelación que le fue dada, se refiriera a que en dicha visión fue transferido (en el cuerpo, o fuera de él) a un paraíso “ya restaurado” en la tierra y como nosotros sostenemos, sino que más bien parece que, efectivamente, Pablo estaba hablando de otra cosa, pues veamos qué es lo que se nos dice en dicho verso 4:
“…… que fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inexpresables que no le es lícito al hombre hablar.”
Claro, visto así y desde una posición limitada en cuanto a entendimiento escritural, como es el caso de muchos “expertos” en la materia, cualquiera podría entender que no estaríamos hablando de un lugar que fuera habitable por el hombre (ya que lo que allí se decía no le era lícito a éste hablar), luego tendríamos que estar hablando de otra cosa y que muy bien pudiera ser un paraíso temporalmente establecido en el cielo…… pero claro, cuando empiezas a “rascar” un poquito te das cuenta de que ese paraíso del que hablaba Pablo era la reedición del mismo paraíso que había estado en el principio en la tierra y que merced al pecado, desapareció de sobre ella, porque veamos: la pregunta sería ¿si para el hombre las expresiones que allí se oyeron, eran inexpresables (presumiblemente tan elevadas en pureza que eran inentendibles para este), porque Pablo las oyó, las entendió y de ahí que pudiera decir que no le era propio o “lícito” y por usar el mismo término, al ser humano el hablar de ellas? Dicho de otra manera, que el hombre común no estaba preparado para entenderlas ni ponerlas en su boca; y decimos “hombre común” porque Pablo no era un hombre común, sino que tenía la condición de Hijo de Dios, por tanto el alcance espiritual suficiente como para poder escuchar, entender, aunque no revelar, lo que oyó en ese entorno…… y lo que nos lleva a la segunda cosa que tiene que ser restaurada y de la que muy pocos hablan, pero que es la fundamental y también la más complicada; porque si bien hemos expuesto acerca de la restauración física unos párrafos atrás y que es de la única que nos hablan los profetas, queda pendiente la restauración espiritual y que como hemos señalado, es algo más “complicadilla”.
Y es algo más “complicadilla” que la restauración física, porque mientras esta depende exclusivamente del infinito poder de Jehová Dios, al igual que la resurrección de los muertos, la restauración espiritual dependerá única y exclusivamente de lo que cada uno decida hacer durante esos mil años de gobierno teocrático y cuestión que nos lleva de nuevo a 2 Cor. 12:4, en donde Pablo, recordemos, nos habla de las cosas “inexpresables” o “inefables” (que no se pueden expresar con palabras) que oyó en ese entorno durante su visión de un paraíso ya restaurado y, por tanto, fuera del alcance del hombre imperfecto…… pero entonces ¿en dónde encajaría esa información acerca de una futura restauración “espiritual” en las actuales Escrituras, teniendo en cuenta que su contenido tiene que ver fundamentalmente con las cosas a ocurrir en este “terruño” de nuestras entretelas, eso es, en la tierra y supuestamente, llevada a cabo con hombres manchados por el pecado? Pues sencillamente en algo que leemos en Rev. 20:12 y que tiene que ver con lo siguiente:
“Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos.”
La pregunta es ¿qué son esos “rollos”? De entrada, decir que esos “rollos” no son y a diferencia de lo que dicen algunos indocumentados sueltos por ahí, “nuevas leyes” a añadir a las dadas a Moisés (parece que quienes defiende semejante disparate, se les olvida lo dicho en Col. 2:14), sino que son nueva información que se abrirá de parte de Jehová Dios por medio de su gobernación real establecida en la tierra, para conseguir la restauración espiritual mencionada que se llevará a cabo a lo largo de esos mil años con aquellos que sobrevivirán a la “gran tribulación” y con aquellos que posteriormente irán resucitando, algo que se corresponde con lo que se lee en Rev. 7:17:
“…… “porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”.”
Tal “pastorear” y “guiar”, se hará por medio de esa nueva información que nos será dada en los citados “rollos” y en la que uno se tendrá que aplicar durante su estancia en el milenio para poder sacar el máximo rédito posible de los tales, pues de ello dependerá el que uno alcance la vida eterno…… o no; pero veamos un ejemplo de lo que queremos transmitir con nuestro planteamiento: a partir del pecado, Jehová Dios maniobró para que fuéramos “guiados” hasta el mismo umbral del reino de Dios, mediante los “rollos” que conocemos actualmente y a los que llamamos La Biblia; esta información no nos fue dada directamente por Jehová, sino mediante ángeles que la transmitieron a humanos imperfectos escogidos por Dios. Y una vez dicha información entró en el ámbito humano, estos ya la pudieron transmitir a sus congéneres de forma que pudiera ser entendida...... o dicho de otra manera, Jehová Dios transmitió una idea a personas escogidas y a las que permitió asimilarla, para que estos la bajaran ya al plano de la imperfección humana y nos fuera entendible al resto del “personal”.
No olvidemos un detalle que nos permitirá acabar de ver el panorama completo, como es el de que cuando el ser humano fue expulsado del “jardín de Dios”, no solo fue erradicado de ese lugar físico, sino que fue totalmente repudiado por Jehová Dios y apartado de Su Presencia sin solución de continuidad y por ello condenado a muerte eternamente, como se nos expone claramente en el Sal. 49:7-9:
“…… ni uno de ellos puede de manera alguna redimir siquiera a un hermano, ni dar a Dios un rescate por él; 8 y el precio de redención del alma de ellos es tan precioso que ha cesado hasta tiempo indefinido, 9 para que todavía viva para siempre y no vea el hoyo.”
Recordemos que lo que se había perdido era una vida perfecta y según la ley de Dios (Éxo. 21:23-24), para recuperar dicha condición había que pagar un precio equivalente, eso es, otra vida humana perfecta y lo que hacía del precio algo totalmente impagable, pues los descendientes de Adán al nacer bajo el pecado, por tanto “imperfectos”, quedaban por debajo de lo exigido y lo que colocaba al ser humano “hasta tiempo indefinido”, eso es, por toda la eternidad, como reo de muerte…… a menos, claro está, que el propio Dios Altísimo interviniera y que, en su infinita misericordia hacia la descendencia del pecador Adán, eso es precisamente lo que hizo y que en las Escrituras se nos razona de la siguiente manera:
“Porque tanto amó Dios al mundo (los descendientes de Adán) que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido (pues ese era el miserable final que esperaba al ser humano, sin la intervención divina), sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16). (Acotaciones nuestras).
Sustancial diferencia y algo que jamás el ser humano le podrá agradecer suficientemente a su Creador y que según las Escrituras, excede por mucho a lo imaginable para el hombre, el grado de su amor, justicia, poder, sabiduría y misericordia hacia nosotros, excelsas cualidades que siempre usa a nuestro favor (Rom. 8:28).
Pero volviendo a lo de los “rollos” mencionados, recuerden que hemos dicho que la Biblia es el conjunto de “rollos” que como un todo conforman lo que también conocemos como las Escrituras y que Jehová preparó para que nos guiaran hasta las puertas del reino de Dios; conseguido dicho objetivo, es del todo razonable que a partir del momento en que se entre en dicho espacio temporal, se nos de nueva información (la Biblia actual ya cumplido su propósito, habrá quedado obsoleta) que nos prepare para llegar al final de los mil años y enfrentar la prueba que determinará finalmente si uno accede a la vida eterna o, por el contrario, es destruido eternamente (Rev. 20:7-10). Luego los “rollos” que se nos mencionan en Rev. 20:12, no son más que una forma de “nueva biblia” que se nos dará, para que nos guie hasta la consecución de la vida eterna, como la actual nos guía hasta la puerta de acceso al reino de Dios y con las mismas consecuencias que nos deparará el final de este sistema de cosas.
Porque aquellos que no hayan aprovechado la información contenida en los “rollos” actuales para sortear los obstáculos que Satanás nos pone en el camino y poder acceder al reino de Dios, sencillamente serán destruidos en el día del juicio divino durante la “gran tribulación”…… de igual manera, aquellos que durante el reinado de mil años no se hayan preparado lo suficiente, eso es, que hayan prestado más atención a disfrutar de las bondades del paraíso y dejando a un lado el instruirse adecuadamente (más o menos y salvando las distancias, lo que hace el general de las personas hoy en día) y lo que tiene que ver con la “restauración” espiritual y fundamental para resistir a Satanás en su ataque final, serán las extraviadas por este y destruidas eternamente…… pero cuestión, como hemos señalado, que ya no depende de Jehová Dios, sino de uno mismo y al igual que ahora; pero veamos cómo se nos expone la cuestión:
“Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno (eso es, aquello que nos ayudará a alcanzar la meta, actualmente mediante Su Palabra, la Biblia). ¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti (para darnos la vida eterna), sino ejercer justicia, amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miq. 6:8). (Acotaciones nuestras).
Luego lo que Jehová Dios hace es poner a nuestro alcance los medios necesarios (eso es, el consejo contenido en los “rollos” y un entorno favorable, sin la interposición satánica), para alcanzar la restauración espiritual que permitirá al “personal” enfrentar a Satanás con solvencia y alcanzando con ello la tan ansiada vida eterna; ya cada uno en su libre albedrío, tendrá que decidir qué hacer con esos medios, aprovecharlos o no y algo que quedará puesto de manifiesto cuando sea soltado Satanás al término de los mil años, en los que muchos se contarán entre aquellos que serán “extraviados” (Rev. 20:8) y arrojados al “lago de fuego” o destrucción eterna, por no haber aprovechado el tiempo. No pasemos por alto el hecho y que nos habla de este peligro en el que muchos incurrirán (la desidia mostrada sobre su restauración espiritual), que la advertencia del peligro de la suelta de Satanás, nos ha sido dada casi 3.000 años antes de que se produzca dicha suelta: los casi 2.000 que llevamos desde que esta advertencia fue puesta por escrito (año 96 del primer siglo), más los 1.000 del reino de Dios hasta que se cumpla…… ¡no será por falta de tiempo!
Es cierto que alguien nos podría salir con aquello de que las cosas que se decían en el paraíso “visitado” por Pablo no eran lícitas para el ser humano y que lo que va a entrar en el reino de Dios son, precisamente, seres humanos y con lo que estaríamos en las mismas; podrían añadir incluso, que si bien la Biblia nos fue interpretada por hombres elegidos para poner a nuestro alcance su significado, lo que en ese reino de Dios sucederá con la información de esos nuevos “rollos” vendrá directamente de Dios por medio de Su Hijo Jesucristo y lo cual esta continuaría siendo inalcanzable en su entendimiento y como señaló Pablo, con lo cual quién eso dijera no estaría falto de razón. Solo que tenemos un nuevo factor que desbarata dichas objeciones: porque aquellos que sobreviviendo al período de la llamada “gran tribulación” entren con vida al reino de Dios, automáticamente les aplica el sacrificio redentor de la sangre de Cristo y con lo que les es borrado su pecado (Isa. 33:24) y que hemos dicho es la barrera que se interpone entre el Creador y su creación, el hombre…… salvada esta, el hombre ya estará en disposición de entender y aplicar en su vida esa información salvadora contenida en esos nuevos “rollos” y que, debidamente aprovechada, dará el pasaporte directo a la vida eterna.
Y todo eso, queridos amigos que nos leen, es más o menos lo que se esconde detrás de las palabras de Pablo en ese pasaje de 2 Cor. 12:1-7 y que desbaratan el disparate promulgado por algunos que se las dan de “teólogos”, en el sentido de que el paraíso prometido por Jesús al malhechor que moría a su lado, era uno que estaba en el cielo y al que (según supuesta promesa del Hijo de Dios), sería llevado dicho personaje en ese mismo día; paraíso y según dicho indoctos, que bajará al término de los mil años de gobierno teocrático en la tierra y momento en que se produciría la “restauración” de la que se nos habla en Hech. 3:20-21…… y que como salvajada no está nada mal. En todo caso y para quién así piense, la pregunta que procede es la siguiente: siendo ello así ¿cómo se explica, entonces, la existencia de un libro que gira alrededor y como elemento fundamental de dicha existencia, de ese período de tiempo y que llamamos “el reino de Dios”? Luego ¿de qué restauración a ocurrir en el momento del regreso de Cristo a la tierra, se nos habla en Hech. 3:20-21?
Bien, lamentando no tener la suficiente capacidad para hacer más correcta y con ello más entendible nuestra exposición (¡algo tendrá que poner la “parroquia” de su parte!), aquí lo dejamos nosotros y quedamos a la espera que alguno de entre esos “genios” de la teología que proponen dicho planteamiento, nos respondan a esas cuestiones…… si es que pueden ¡claro!
MABEL
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lunes, 1 de junio de 2015
¡Vamos a ver, Sr. Olcese…… si es usted capaz de “aterrizar”!
Porque tal parece que vive usted en un permanente limbo de corte bíblico, endiosado en esa supuesta condición de “teólogo” que se arroga y que tanta irritación le produce que un servidor haga alusión a la misma con cierto sarcasmo y, máxime, siendo como es el caso que usted es el responsable de que ello sea así. Porque no sé si recordará un video que junto a su hermano Franco publicó en fecha 28/06/11, en dónde por espacio de casi una hora intentó explicar que era el evangelio de reino de Dios y en donde acabó su intervención sin haber conseguido aclarar al “personal” de qué puñetas nos estaba usted hablando…… ¡resumiendo, que nos quedamos sin enterarnos en qué consistía el evangelio anunciado por Jesús! Sin embargo, sí nos enteramos de su condición de “teólogo”, pues casi a lo largo de esa hora de verborrea tan estéril como empalagosa (parecía usted un pavo real de engolado y ufano que estaba), fue apareciendo a pie de imagen cada 3 o 4 minutos, la siguiente leyenda:
Apologista Ingº Mario Olcese S
Teólogo
Curiosamente y después de tanto alarde de “teólogo iluminado”, resulta que 6 meses más tarde un personaje “sencillo y simplón” como un servidor, pues así es como me define usted actualmente en el video del que pasaremos a hablar a continuación, le obligó a rectificar una enseñanza mantenida por años y rebatida durante los mismos por aquí “el menda”, como era aquella de los “millones, miles de millones” que, según usted, tenían que gobernar con Cristo en el reino de Dios…… y hecho perfectamente explicado en mi escrito del 12/01/12, en donde cito del video por usted publicado en fecha 03/02/12 y en el que explícitamente reconoce, que no sabe (m. 10´55 de grabación) si los gobernantes con Cristo serán “millones, miles de millones” y además, acepta el hecho de que dicha afirmación o idea no está contenida en las Escrituras (m. 16´45 de grabación).
Sin embargo y en el colmo de los colmos, no solo estuvo sosteniendo dicha enseñanza por más de dos años, sino que por el mismo tiempo me estuvo discutiendo enérgicamente la razón que me asistía en mi objeción a tal planteamiento y además, eso es lo que me sorprendió, con un extenso aporte por su parte de supuestos textos bíblicos “probatorios” y que finalmente se los tuvo “que comer con patatas” porque resultó ser que no probaron nada. Excuso decir, Sr. Olcese, que la aplicación que usted hizo de los mismos y ahí está su propio reconocimiento sobre el error cometido para avalar mi afirmación, no pudo ser más disparatada y lo que me reafirmó en mi convicción de que usted no era más que un “teologuillo” de tres al cuarto, así como un total ignorante en cuestiones bíblicas y sumándole a ello, una mermada capacidad intelectual para entender mínimamente aquello que está leyendo. Ni hablemos ya, de su innata capacidad para mentir en busca de tener la razón como sea, sacando de su contexto natural esos textos usados como “prueba” de lo que usted afirmaba como “enseñanza” irrebatible, cuando no, retorciéndolos hasta el extremo…… de lo contrario, no se entiende que unos textos que en su momento usó para “probar” algo, tuvieran posteriormente que ser desechados como inservibles para dicha comisión, pues en realidad no probaban nada; luego ¿cómo los leyó usted, de lejos, haciendo el pino, o cómo? Dicho lo cual, pasemos ahora a una nueva demostración de que mi forma de identificarle a usted como un vulgar “mercachifle” de la teología, está plenamente justificada, porque veamos:
Acaba usted de publicar un video titulado “La impotencia de los Testigos de Jehová para responder a preguntas comprometedoras” (14/05/15) y que más bien lo que queda claro del mismo, es su total incapacidad en cuanto a poder rebatir los argumentos que un servidor le plantea en mis escritos, como por ejemplo, a los presentados en las respuestas que le di a algunas de las preguntas formuladas en un video anterior…… y de ahí que recurra a falsas afirmaciones ya de inicio, como decir que he “ intentado en un esfuerzo sobrehumano” el responderle a solo “algunas” de sus preguntas, cuando el caso es que se las respondí todas, pues en el artículo (07/05/15) y al que usted hace referencia, en el que daba respuesta a las mismas, ya advertía lo siguiente acerca del por qué no incidiría en la totalidad de las 35 preguntas formuladas:
“Después a un breve análisis, llegamos a la conclusión que solo podíamos responder a parte de esas preguntas y que sí tenían una componente bíblica, pues el resto tenía que ver con “interpretaciones” más bien sicodélicas de las Escrituras que esos señores (los TJ) hacen para defender algunas de sus doctrinas fundamentales, pero del todo indefendibles desde el punto de vista del contexto escritural ¡vamos, que no hay texto o pasaje bíblico que las avale!”
Y con lo que claramente le estaba dando la razón a usted, en el sentido de que esas preguntas a las que yo no contesté, sencillamente no tenían textos probatorios que las refrendaran como claramente manifiesto al final de esta porción transcrita de mi artículo...... y de eso, no dice usted nada en su video. Queda claro entonces, Sr. Olcese, que no solo no se entera de lo que lee, sino que no es usted más que un desvergonzado manipulador y un mentiroso compulsivo, que solo trata de confundir a sus lectores con sus tendenciosas afirmaciones, fruto de su manifiesta incapacidad para poder desbaratar los argumentos que sostenían cada respuesta…… y en cuanto a ese supuesto esfuerzo “sobrehumano” por mi parte para poderle dar alguna respuesta y vista le extensión de mis respuestas, correctamente amparadas en pasajes bíblicos irrebatibles ¡pues lo que yo le diga, oiga!
Pero por otra parte, Sr. Olcese y dado que usted descalifica mis planteamientos por ser una supuesta víctima de esos lavados de cerebro a los que esos señores TJ someten a sus “victimas”, me permito recordarle (y ello, es justo reconocerlo, como consecuencia de lo que empecé a leer en su blog allá por el año 2.007/2.008 y que me sacó de mi “embolia” mental), que fue un servidor el que finalmente mandó a hacer puñetas a dicha organización, precisamente por no estar de acuerdo con sus postulados y empecé a partir de ese momento a andar por libre; por lo que lavado de cerebro “permanente” como el que usted me atribuye ¡pues qué quiere que le diga, como no sea que esa no es más que una manera, como otra cualquiera por su parte, de intentar desacreditarme a falta de recursos bíblicos para rebatir mis planteamientos!...... y es que ya se sabe: “a falta de altura, suplementos”. En todo caso, concordará conmigo que ya tendría su aquél que todo un ex-testigo de Jehová, “lavado de cerebro” incluido, le obligara en su momento y como he señalado, a reconocer, es más, a rectificar públicamente una de sus enseñanzas más señeras…… por lo que, ya me disculpará, pero la cosa no está como para que me vaya usted dando lecciones de entendimiento bíblico ¡qué quiere que le diga!
De ahí que se dedique durante los 40 minutos de dicho video, a una insufrible perorata en la que lejos de desmontar mis planteamientos uno por uno (jamás ha sido capaz de desmontarme uno solo) y que es lo que yo hago con los suyos, se ha dedicado exclusivamente a repetir como una vulgar “cotorra” que yo estaba equivocado en mis argumentos, así como a resaltar mi pasado como TJ en un absurdo intento de desacreditar mi argumentario…… pero sin entrar en el meollo de la cuestión y que era, como le acabo de señalar, el refutar bíblicamente mis argumentos. Eso sí, sin dejar de hacer referencia a la que parece ser la “gran cuestión” de fondo, que según usted es el hecho de que yo no hubiera dirigido mi escrito personalmente a usted y de ahí, que no se hubiera dignado a responder a mis propuestas y que, como excusa estúpida, tendrá que reconocerme que no está nada mal…… en todo caso, la excusa del enfermo que se mea en la cama y dice que suda; pero es que además, esto es lo mismo que usted hace en sus videos, pues en unos titulares dirigidos a la organización de los TJ, cuela las referencias a mi persona, luego ¿por qué no me los dirige también a mí? ¡Ah, que no puede porque en su momento dijo que jamás y bajo ningún concepto se volvería a referir a mí! Entonces explíquenos la razón del correo que me mandó y motivo de mí escrito del 28/05/15; pero atendiendo su petición y para que no tenga más excusas, a partir de este momento volveré a dirigir mis discrepancias directamente a usted, eso sí, sin apearme de mi costumbre de hacerlo de forma pública, o sea, a través del blog y que para que se enteren de lo que hay, todos aquellos que nos leen…… espero que usted haga lo mismo.
Pero es que no contento con eso (su estulticia y cara dura baten récords), se continúa reafirmando en sus postulados y pasando completamente por alto los argumentos en los que yo me apoyaba para rebatirle dichos postulados (y como tiene por costumbre hacer), dada su total incapacidad para responder a cualquier cuestión bíblica que le sea planteada; entre las que destaca con brillo propio, lo relativo al paraíso restaurado durante el milenio. Porque lo que usted dice de este asunto, es que nadie le ha podido mostrar aún que haya en las Escrituras texto o pasaje alguno que diga que dicho paraíso será restaurado en la tierra durante el tiempo del reino de mil años regido por Jesucristo…… cuando el caso es que usted de nuevo miente, pues lo que sigue a continuación aquí “el menda” se lo ha mostrado en repetidas ocasiones y en las que usted no ha respondido absolutamente nada y que, en palabras del propio Hijo de Dios, lo encontramos en Luc. 23:42-43:
“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente, te digo hoy: Estarás conmigo en el paraíso”.”
Y eso, que se lo cité perfectamente argumentado en mi artículo de respuesta a sus preguntas (concretamente en la número 16) y pensando que una afirmación del mismísimo Hijo de Dios sería suficiente respuesta para usted, ha resultado no ser así, porque ¡vamos ¿pero quién se habrá creído que es ese tal Jesús, para enseñarle a un “genio” de la teología como se cree ser usted, para cuándo se instalará el paraíso en la tierra?! ¡¿Será posible, semejante atrevimiento por parte del Hijo de Dios, ante todo un “teólogo” como usted?!
Pero claro, resulta que usted, Sr. Olcese y que en el video que estamos analizando, señaló que un servidor había respondido “muy mal” a sus preguntas (“tan mal” lo hice, que no ha podido objetar a ninguna de mis respuestas y ahí está este video del que estoy hablando para comprobarlo), aún no nos ha explicado que quiso decir Jesús con esas palabras y que mientras no lo haga, lo que pregunta acerca de qué pasaje es el que dice que el paraíso será restaurado durante el reino de Dios, continuará siendo una solemne estupidez, así como una muestra más de la tremenda ignorancia de la que es poseedor…… no solo en cuanto a entendimiento bíblico, sino también en cuanto a su probada incapacidad para entender aquello que lee, porque insisto ¿qué quiso decir Jesús, según usted, con esas palabras? Los tontos de pueblo en España (que serán tontos, pero que saben entender lo que leen), tienen claro que Jesús estaba estableciendo una directa correlación entre reino y paraíso o viceversa, eso es, que las dos cosas eran lo mismo, por tanto consustanciales; se lo voy a poner más fácil, Sr. Olcese: el reino de Dios, ejercerá su gobernación en una tierra convertida en un remanso de paz, sin enfermedades, sin dolor, sin lágrimas, sin muerte y a lo que coloquialmente llamamos “paraíso” y como forma de señalar un retorno al lugar de partida, pues eso es lo que significará el cumplimiento “de todas las cosas de las que habló Dios por boca de sus profetas de tiempo antiguo” (Hech. 3:20-21)…… por cierto, yo nunca he dicho que la “inmortalidad” tenga que ser “restaurada” en dicho paraíso o fuera de él (m. 15 de grabación), pues el ser humano jamás la tuvo ni la tendrá ¡¡so palurdo!! Luego no me atribuya a mí algo que yo no he dicho nunca y en su continuado empeño en desacreditar mi imagen, a falta de poder rebatir planteamientos, pues es a mi persona a quién dirige usted tal afirmación y aunque no se atreva siquiera a mencionarme por nombre.
Sin embargo, lo grave del asunto es que usted afirma que “¡ya hay que ser burro!” para decir que el paraíso será instaurado dentro del reino milenario, sin pensar ni por un momento que a quién está llamando “burro” no es a un servidor que lo único que hace es transcribir lo dicho por Jesús, sino que está llamando “burro” al mismísimo Hijo de Dios, pues fue él, no yo, el que dijo estas palabras leídas en el pasaje de Lucas y que son inequívocas para cualquier persona que sea capaz de entender un texto escrito con un mínimo de solvencia…… y entre las que usted, visto lo visto, no parece contarse; y esto continuará siendo así (su despectiva referencia al Hijo de Dios), hasta que usted sea capaz de darnos una explicación alternativa acerca de lo que quiso decir Jesús con esas palabras. Por otra parte, lo dicho me lleva a señalarle que la versión de dicho pasaje por parte de la TNM y que es de la que yo transcribo, es por mucho la más certera en traducir el sentido correcto de las palabras de Jesús de entre el resto de versiones, porque veamos: lo que usted dice en el video que estamos analizando (m. 11-12 de grabación), es que lo que “realmente” le dijo Jesús al malhechor que moría a su lado, fue lo siguiente y según lo lee en la RV 1960:
“Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” (Luc. 23:42-43).
Resaltando el hecho de que la “incorrecta” según usted, TNM lo que dice es “… de cierto te digo hoy: estarás conmigo…” y siendo esos dos puntos detrás de la expresión “hoy”, los que dan un significado totalmente distinto al mensaje; porque mientras esta última señala la acción de estar con Jesús en donde fuera, a un futuro aún lejano en el tiempo, eso es, al momento en que este regrese a la tierra y tome posesión de su reino (cosa que aún no se ha producido), lo que nos cuenta la RV 1960 (de hecho, la inmensa mayoría de traducciones) sobre dicho estar con Jesús en el reino, es que eso se produciría en el mismo día en que murieron, pues lo que en ella se lee es que “hoy estarás conmigo en el paraíso” y en lo que no es más que una auténtica salvajada que un teólogo de verdad (no un “sacamantecas” de la teología como es usted) y digan lo que digan las distintas versiones bíblicas, no puede aceptar bajo ningún concepto y por dos razones que caen por su propio peso: la primera, porque que Jesús no ascendió al cielo el mismo día en que murió, sino hasta 43 días después de su muerte (tres que permaneció en la tumba y los cuarenta que pasó con sus discípulos, después de resucitar) y con lo que ya le habría mentido al malhechor en cuestión, en cuanto a la promesa de que “hoy estarás conmigo en el paraíso” o donde fuera; en segundo lugar, porque si ello fuera así, resultaría que la afirmación anterior del Hijo de Dios en el sentido de que los muertos no van al cielo (Juan 3:13), sino que permanecen en sus tumbas hasta el momento de su resurrección en el “último día” (Juan 11:24) y que tampoco ha llegado, nos colocaría de nuevo ante otra mentira de Jesús.
Sin hablar ya, de que para poder haber subido con Jesús para “disfrutar” de un supuesto paraíso situado en el cielo del que usted nos habla y citando de 2 Cor. 12:3-4 (no tiene usted ni puñetera idea de lo que estaba hablando Pablo y algo que le explicaré en el siguiente escrito, para ver si aprende un poco), tendría que haber resucitado o devuelto a la vida el mismo día en que murió, pues lo que leemos acerca de los muertos es lo siguiente:
“Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Sal. 146:4).
Profundizando en el asunto, tenemos esto otro:
“Porque los vivos tienen conciencia de que morirán; pero en cuanto a los muertos, ellos no tienen conciencia de nada en absoluto, ni tienen ya más salario, porque el recuerdo de ellos se ha olvidado.” (Ecle. 9:5).
Luego para poder “disfrutar” de ese supuesto paraíso supuestamente situado en el cielo y como de forma disparatada nos propone usted que existe en tal lugar y que bajará a la tierra al final del milenio (¡ya hay que ser acémila para sostener semejante salvajada!), ese hombre tenía que estar tan vivo como lo estaba Jesús cuando partió hacia el cielo ¿o no es así, Sr. Olcese? Pero de ser ello como usted nos lo afirma ¿cómo nos explica que para ese tiempo en que Jesucristo, supuestamente acompañado por el citado malhechor, ascendió a los cielos y camino de ese supuesto paraíso celestial, un personaje tan prominente como David aún continuara en su tumba?:
“De hecho, David no ascendió a los cielos (o a ese supuesto paraíso celestial de usted en su estulticia, se saca de la manga), sino que él mismo dice: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra”.” (Hech. 2:34). (Acotación mía).
Entonces, si esto fue dicho 53 días después de la muerte del malhechor, luego 53 días después de que teóricamente ese delincuente hubiera sido resucitado y ya con vida (lo contrario ya hemos dicho que no tendría sentido, dada la total inconsciencia en la que sume la muerte a uno), fuera llevado junto a Cristo a ese paraíso “celestial” que usted se inventa y del que en ningún lugar de las Escrituras se hace referencia al mismo, no se entiende que a diferencia del citado malhechor, un personaje tan prominente como el bueno de David continuara en ese momento aun olvidado en su tumba y que es exactamente lo que dijo Pedro, pasados ya 10 días de la partida de Jesucristo al encuentro de su Padre Celestial y supuestamente acompañado por el malhechor en cuestión para que tomara posesión del paraiso prometido momentos antes de su muerte…… ¿no le parece esto un tanto contradictorio, Sr. Olcese?
Porque claro, lo que esto nos mostraría y de ser cierto su planteamiento, es que dicho malhechor partió hacia ese lugar celestial, mientras aquí en la tierra continuaban en sus tumbas los grandes patriarcas del AT y entres los que se contaba el propio David…… y que de no ser eso así, sino que en ese momento también se hubieran levantado estos personajes y junto al malhechor y por aquello de que uno o ninguno (ya sería de aurora boreal, que los malhechores pudieran solazarse en el paraíso celestial que usted nos propone y no estuvieran allí, las patriarcas del AT), ser llevados todos a ese lugar paradisíaco “en los cielos” que usted disparatadamente nos propone, la cuestión se complicaría más. Pues siendo así las cosas, nos encontraríamos con que la llamada “primera” resurrección de la que se nos habla en Rev. 20: 6 y a producirse en el momento del regreso de Cristo a la tierra (1 Tes. 4:16-17) para tomar el control del reino, se produciría no en el momento de dicho regreso, sino en el momento de su partida hacia el cielo para sentarse al lado de su Padre Celestial y en espera de que llegara el momento en que tendría que volver y de lo que ya han transcurrido casi 2.000 años, luego quedaría completamente trastocado el relato escritural…… y todo este “cacao”, se monta cuando un “aprendiz” de teólogo como es usted, se mete en terrenos de los que no tiene ni puñetera idea y suelta la primera burrada que se le ocurre, que es en definitiva lo que usted ha hecho de forma continuada.
Por cierto, Sr. Olcese: los días van pasando y continúa sin decir nada de mi escrito del 13/05/15 que bajo el título de “El premio “sobremanera grande” de Abraham” y escrito en el que desmonto totalmente su disparatada idea, en el sentido de que el pasaje de Gén. 15:1 significa que dicho personaje haya de reinar con Cristo en el reino de Dios…… ¿o tampoco lo responde, porque no se lo mandé a usted personalmente? ¿O más bien es porque no tiene ni la más remota idea de los “berenjenales” en los que se mete y luego no sabe salirse de ellos? Porque ser esto es así y tal parece ser, Sr. Olcese, tiene usted un grave problema y se lo digo con hondo pesar, porque veamos: lo que está claro, es que o tiene la razón usted o la tengo yo en nuestras distintas formas de entender las Escrituras…… pero los dos al mismo tiempo, estará de acuerdo conmigo en que eso no puede ser; pero es que prescindiendo de quién tenga la razón y que ahora no viene al caso, la gravedad de la cuestión está contenida en unas palabras de Jesús y que son muy reveladoras:
“En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos (o personas de condición humilde). Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti”.” (Luc. 10:21). (Acotación mía).
Note entonces, Sr. Olcese, que el tener uno, o no, el conocimiento correcto de las Escrituras, tiene que ver con una acción deliberada por parte de nuestro Creador, que mientras se lo permite a unos, se lo niega a otros y como claramente lo expresó Jesús…… y siendo cierto que cada uno de piensa que está en el primer bando, eso es, en el de aquellos a los que se les permite entender y posición en la que suponemos encontramos tanto usted como un servidor, la realidad nos prueba que ello no puede ser posible ya que nuestras respectivas posiciones están tan encontradas, que se hallan en las antípodas la una de la otra. Por lo tanto y para ver quién es el que se lleva el gato al agua y ello en el sentido positivo del término, eso es, aquél a quien parece que Jehová bendice con su espíritu de entendimiento, solo hay que ajustar nuestra particular posición con respecto de lo señalado en el pasaje en cuestión…… y ello, explicado por usted mismo, porque veamos:
Hemos visto como usted se arroga la parte del intelectual en el reparto de papeles y con lo que se identifica con esos “sabios e intelectuales” señalados en el texto; ello se puede ver con la ostentación que usted hace de su título de “Ingeniero” que coloca delante de su nombre, así como el reconocimiento de “Teólogo” que reclama para sí y como hemos visto al inicio de este escrito. En el caso contrario, aquí “el menda”, acabó la enseñanza general básica (las cuatro reglas y “cuatro” cositas más para acompañar, pero paremos de contar) y ello no sin cierta dificultad, pues a los catorce años me pusieron a trabajar ya que en esos tiempos un sueldecito y por pequeño que este fuera, tenía su valor en las economías del momento…… y con lo que supuestamente pasaría a engrosar ese grupo de favorecidos que en dicho pasaje se señala como los “pequeñuelos” y a los que Jehová permite entender Su Palabra. De hecho, usted mismo me califica y además lo usa como instrumento para desprestigiar mis planteamientos, como de persona “simple y de pocas entendederas” así como de “ingenuo” y con lo que, de forma subliminal, está diciendo que no estoy a su altura y en lo que tiene toda la razón, en lo que respecta a mi preparación para las disciplinas del día a día y en las que los estudios superiores son una grandísima ventaja pare aquél que los posee…… si los sabe utilizar y que no es este su caso.
Pero es que no estamos hablando de eso, Sr. Olcese, sino de una “cátedra” que solo puede ser impartida por Jehová Dios y cuya forma de valorar a las personas es muy distinta a la que tenemos los seres humanos, como le dijo a Samuel en el caso de la elección de David como rey sucesor de Saúl:
“Pero Jehová dijo a Samuel: “No mires su apariencia ni lo alto de su estatura, porque lo he rechazado. Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón”.” (1 Sam. 16:7).
O sea, que mientras los hombres vemos la apariencia externa, Jehová ve la apariencia interna y lo que nos lleva a tener que preguntarnos ¿cómo nos ve Jehová? Eso es, ¿qué ve Jehová en nuestro corazón? En mi caso y perdone que me cite en primer lugar, un infinito deseo de aprender de Él y por lo que no me molestaría que alguien me rectificara en mis propuestas y usando la Biblia para ello, pues significaría que el que me está corrigiendo en Jehová Dios y prescindiendo de la persona que use para ello, lo que conllevaría el aprender más; esta es la razón por la que con toda tranquilidad, me atrevo con todo lo que se me pone por delante…… pero también vería Jehová en mi corazón, la duda que no he conseguido solventar desde que estoy metido en estos “berenjenales” y de la que en algunas ocasiones he hablado en mis escritos.
Y es que algunos de mis lectores (¡santos, que son unos santos!), me dicen que tal parece que estoy tocado por el dedo de Dios por lo que enseño (digámoslo así) acerca de las Escrituras, pues nadie enfoca éstas desde el punto de vista que yo lo hago y totalmente revolucionario en cuanto a lo “políticamente correcto” y al uso; algo que soy incapaz de aceptar, porque no puedo ni de coña pensar que tenga el inmenso privilegio de que Jehová me esté utilizando, eso es, de serle útil como instrumento para transmitir a otros la verdad contenida en Su Palabra...... pero actitud que me colocaría en una posición de extrema presuntuosidad, pues ello significaría que si entiendo las Escrituras no es por la ayuda divina (algo que queda claro en el texto de Lucas señalado), sino que se debe a mi capacidad personal y lo que no pasa de ser un verdadero disparate. Porque lo que está claro y según el pasaje citado, es que una de las dos cosas tiene que ser: pero resulta que por un lado me es imposible aceptar la posibilidad de ser merecedor de tanto privilegio, pero por la otra es impensable que dicho entendimiento de las Escrituras se deba a que “soy así de chulo”…… y aunque usted no se lo crea, que probablemente no lo hará, esta es la duda existencial que no he sido capaz de resolver hasta el momento y con la que no es fácil vivir, pues la pregunta resultante es ¿qué estoy haciendo, realmente?
Pero si he dicho que usted no lo entenderá, es porque usted está situado en el extremo opuesto a mi posición, eso es, algo parecido y haciendo una caricatura de la cuestión, a que mientras yo no puedo entender que Jehová Dios se haya complacido en permitirme entender Su Palabra y explicarla tal cual, usted piensa que sin su contribución sería del todo impensable que la verdad escritural pudiera ser explicada; por lo que lo que Jehová ve en su corazón no es más que altanería, prepotencia, orgullo, presunción y otras negativas cualidades similares a las citadas……solo hay que ver como usted maniobra para que la decoración del habitáculo desde el que grava sus videos resalte su persona, cubriendo la pared de fotos suyas, así como de todas sus titulaciones (fundamentalmente la de teología y a la que hace continuas alusiones) y en donde se nota en usted un desmedido culto a la personalidad y lo que no deja ser ante nuestro Creador, más que una clara muestra de su orgullo y altanería, así como ser poseedor de un exacerbado ego.
Además, al resaltar su capacidad teológica por sobre de otros supuestos, lo que con ello está diciendo subliminalmente es que su entendimiento de las Escrituras es debido a su bagaje intelectual (por tanto, aportación personal) y no a una intervención directa de Dios en el asunto y siendo esto lo que se nos dice en el ya leído Luc. 10:21 y que para muestra, un botón: yo no soy teólogo, ni cuento con estudios superiores de ningún tipo y sin embargo, entiendo las Escrituras. Y por no hablar ya de su extrema presuntuosidad al arrogarse “motu proprio” la condición de Hijo de Dios y futuro inmortal rey y sacerdote con Cristo, o como el estar especialmente “iluminado” por Dios para publicar al mundo la verdad del evangelio de Jesús (eso es lo que usted dice en el video citado)…… todo eso, Sr. Olcese, que no es más que altanería y fatuosidad, es lo que le aparta de Jehová y por lo que Éste no le permite entender Su Palabra, aunque usted crea que sí la entiende y algo que las Escrituras razonan de la siguiente manera:
“Porque Jehová es alto y, no obstante, al humilde lo ve; pero al altanero lo conoce solo de distancia.” (Sal. 138:6).
En definitiva, Sr. Olcese, que Jehová no quiere tratos con personas altaneras que se creen ser lo que no son y esa es su situación: de ahí, que entienda que su enemigo es un servidor, cuando con quién está usted contendiendo es con Dios; porque en realidad, no es a mí a quién está rebatiendo, sino a los pasajes bíblicos que estoy usando para sostener mis argumentos…… en consecuencia, a quién pretende usted enmendarle la plana es al mismísimo Jehová Dios y lo que casi siempre suele traer malos resultados. Por lo que en todo caso, tenga mucho cuidado, porque llamar burro al Hijo de Dios y que es en definitiva lo que usted ha hecho, no es una cuestión menor; máxime cuando resulta que lo que este afirmó, es que siempre hablaba por boca de su Padre Celestial (Juan 12:49)…… adivine entonces, a quién realmente está usted llamando burro en ese video. Y recuerde que le he dicho que la cosa continuará así de grave, hasta que usted sea capaz de aclararnos qué quiso decir Jesús (o en su defecto se retracte de lo dicho) en esa respuesta dada al malhechor que agonizaba a su lado:
“Y pasó a decir: “Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu reino”. 43 Y él le dijo: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el paraíso”.” (Luc. 23:42-43).
Y esta es mi opinión, Sr. Olcese…… ya lo que usted haga a partir de ella es asunto suyo; pero no se olvide del hecho de que Jehová Dios conoce perfectamente cuáles son las verdaderas razones que le impulsan a uno a actuar de una manera u otra. Porque a los demás, se nos puede engañar con afirmaciones más o menos altisonante como las que usted hace pero, repito, Él sabe perfectamente el porqué de ese tenaz enfrentamiento conmigo y que siente en su interior cuando lee uno de mis artículos y que bien podría ser, el orgullo que le impide aceptar lo que sabe que es verdad, solo por el hecho de que un “garrulo” como yo sea el que se la explique…… y de ahí, tan “numantina” resistencia. Porque en definitiva, Sr. Olcese, o creemos en Dios o no…… y si es que sí, que creemos en Él, hay que tener muy en cuenta lo que Él nos dice mediante las Escrituras, como esto por ejemplo:
“Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, examinando los riñones (el órgano más oculto e inaccesible del cuerpo humano), aun para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos.” (Jer. 17:10). (Acotación mía)
Eso es, que conoce hasta sus más íntimos y recónditos pensamientos, por lo que sabe cuál es la verdadera motivación detrás de los mismos; pero dicho lo cual y “aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid”, a ver si es capaz de responderme a lo que le he planteado sobre las palabras de Jesús en Luc. 23:42-43 y que usted identifica como la supuesta promesa de una inmediata resurrección (sin ella no podría ir a ningún sitio) y seguida por su ascensión del malhechor al paraíso mencionado por éste…… y que como conozco “el percal”, ya me permito afirmar que no lo hará, pues usted sabe que se ha equivocado en la interpretación de dicho pasaje y como su orgullo está muy por encima de su respeto a la verdad divina, no puede reconocerlo. Ya puestos, no estaría de más que respondiera, no solo al artículo que le he señalado con respecto del premio “sobremanera grande” de Abraham y del que continúa sin decir nada, sino también hacernos saber su opinión acerca de mi propuesta en el sentido de que para finales de este verano podrían ocurrir “cosas” y de lo que usted tampoco se ha pronunciado; en todo caso, esto último se lo recuerdo por si tiene algo que decir al respecto en su condición de “teólogo”, bien sea a favor, bien sea en contra…… ¡pero diga algo, hombre!
Armando López Golart
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