Mostrando entradas con la etiqueta Rev. 7:1-3. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rev. 7:1-3. Mostrar todas las entradas

jueves, 10 de septiembre de 2015

¡“Tranqui”, que no va a ocurrir catástrofe mundial alguna!


Y este llamado a la calma y a la tranquilidad, tiene que ver con el hecho de que si usted entra en YouTube y busca algo relacionado con “el fin del mundo”, le saldrán una infinidad de páginas de distintos pelajes, bien sean de orden religioso, científico o sencillamente de tendencia catastrofista, pero que sin embargo coinciden en un mismo punto: sea lo que sea que tenga que suceder y con grave perjuicio para la humanidad en general, ello acontecerá en este mes de Septiembre de 2.015 y entre los días del 23 al 28. Excusamos decir que todo ello tan catastrófico para el “personal”, como la supuesta caída de un gigantesco asteroide de esos que van rondando por ahí, o un gran terremoto de alcance mundial, o bien la erupción de un gigantesco volcán (¡quien no habrá oído hablar de la famosa “caldera de Yellowstone” en EEUU!), cuando no un desgraciado “accidente” en el colisionador de hadrones del CERN instalado en Suiza porque a sus científicos se les “ido un poco la mano” en sus experimentos…… en definitiva, algo que implique un potencial peligro para la pervivencia de la vida en nuestro hogar planetario.

Sorprendentemente y como ya hemos apuntado, todos esos autores si bien es cierto que divergen en cuanto al suceso a ocurrir y desde las más dispares teorías, no es menos cierto que coinciden plenamente en el tiempo señalado para la ocurrencia del suceso del que se trate, eso es, para finales de Septiembre (entre el 23 y el 28) de esta año actual y lo cual no deja de ser, repetimos, sorprendente…… tan sorprendente como el hecho de que con algunos matices, dicha postura también es compartida por los autores de este blog, tan tendentes siempre a llevar la contraria a los “entendidos” de turno. Porque recordarán ustedes que desde hace casi un año, por tanto antes de la publicación de la mayoría de esos anuncios catastrofistas, desde este blog venimos advirtiendo acerca de que algo está por ocurrir entre Septiembre/Octubre de este 2.015…… y que por aquello de estirarnos un poco (¡tampoco hay que ser tan rígidos!), podríamos circunscribir dicho evento al período otoñal y que en el hemisferio norte, se le sitúa (oficialmente) entre el 21 de Septiembre hasta el 21 de Diciembre, si bien en términos coloquiales el general de las personas nos referimos como otoño al período Septiembre/Noviembre y considerando el mes de Diciembre ya como invierno; y si señalamos el hemisferio norte, es porque es en este donde está situada la nación a la que va dirigida la profecía bíblica, eso es, Israel.

Volviendo al hecho coincidente de que los autores de esos videos apocalípticos mencionados apuntan todos en la misma dirección en cuanto al tiempo de ocurrir dicha supuesta catástrofe y barruntando aquí “los mendas” que es demasiada coincidencia, para ser una simple coincidencia, no nos queda más remedio que tomarnos en serio aquello que decían nuestros abuelos en el sentido de que “cuando el rio suena, agua o piedra lleva”…… luego dando por buena la sabiduría ancestral, la cuestión está en averiguar si el rio trae “piedra” o trae “agua”; eso es, si lo que supuestamente va a ocurrir es algo que nos tenga que encoger de temor o, más bien, es algo que anhelar. Porque lo que sí es cierto, es que ante los precarios y dificultosos tiempos a nivel mundial que estamos viviendo y empeorando a ojos vista y que dan pábulo a tanto planteamiento catastrofista, no estaría demás considerar lo que la Biblia nos dice al respecto:

También, habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación (en clara referencia al “mar” de la humanidad, según Isa. 57:20), 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada (en definitiva un futuro oscuro e incierto); porque los poderes de los cielos (como gobiernos humanos) serán sacudidos. 27 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria. 28 Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:25-28). (Acotaciones nuestras).

Luego si estamos ya viviendo en esos conflictivos tiempos y de lo que se nos habla es de “liberación” y algo más sabría Jesús acerca del tema, que tanto “profeta” suelto por ahí, no es posible que ocurra en este tiempo sobre la tierra debacle alguna que ponga en peligro la existencia del ser humano sobre este planeta; porque de lo que estamos hablando nosotros que posiblemente vaya a ocurrir y como tantas veces hemos señalado, tiene que ver con el inicio de la profética “70 semana” de Dan. 9:27 que comprende los siete últimos años del mundo como lo conocemos y que está subdividida en dos partes: una primera mitad de 1.260 días (Rev.11:3) o tres años y medio, en la que será protagonista la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y a la que sigue “el fin” del sistema de cosas. Y una segunda mitad, los restantes tres años y medio, en el que la protagonista será la “gran tribulación” dirigida contra aquellos que no habrán aceptado la oferta divina hecha durante dicha predicación y en lo que significará su destrucción eterna (Sof. 1:14-18), para dar paso a continuación al reino de Dios establecido en la tierra…… y esto es lo que nosotros sencillamente estamos anunciando como una posibilidad real de que ocurra: que en este otoño (Septiembre/Noviembre) se inicie la cuenta atrás de ese cómputo de siete años previos al establecimiento del reino de Dios en este “valle de lágrimas” y siete años que, bíblicamente, se conocen como la “70 semana” de Daniel.

De ahí que en el pasaje de Lucas leído y en su versículo 28, se advierta de una “liberación” que se acerca…… ahora bien, la liberación ¿de quién? Porque notemos que en dicho pasaje se nos habla de dos clases de personas, claramente diferenciadas: aquellas que desmayarán por el temor de las cosas que les aguardan en el futuro inmediato y aquellas que están anhelando con esperanza una liberación de la situación actual, por lo que la pregunta es la siguiente…… ¿dónde está la razón de tan diametralmente opuesta actitud? Pues sencillamente en que mientras las primeras se bambolean al vaivén de las tendencias actuales, bien sea en materia religiosa, científica o de los “chiquilicuatres” de la profecía (esos que se dicen “ungidos” y que afirman que el espíritu de Dios les revela las cosas por venir), las segundas nos aferramos al “ancla segura” que es la esperanza en las promesas divinas contenidas en las Escrituras (Heb. 6:19) y mediante estudio personal, eso es, no creernos lo que otros nos dicen que la Biblia dice, para así no caer en el error que nos señala Pablo:

“…… a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.” (Efe. 4:14).

Hombres que siguen consciente o inconscientemente los designios de Satanás y con lo que contribuyen a confundir al “personal”; porque la trampa consiste en alarmar al “populacho” sembrando el pánico, para que llegado el momento (y como tantas veces ha ocurrido en la historia de la humanidad) no pase nada de lo pronosticado y las personas, cada vez más escarmentadas con tanta fecha fallida, ya no se crean absolutamente nada de lo que les dicen y que presas de dicha incredulidad, sean incapaces de distinguir una verdadera advertencia y con fundamento, entre tantas de falsas…… esta es la gran trampa de Satanás en la que caen todos aquellos que no investigan las Escrituras por su cuenta y a los que les aplican las palabras mencionadas por el apóstol Pablo. Que les personas han cauterizado su sentido de percepción de la realidad que las envuelve, queda probado por el hecho de que ante el amplio despliegue de información en Internet acerca de ese negro futuro que se nos anuncia para ya, así como su alcance prácticamente a todos los rincones del mundo, ningún comentario se hace acerca del particular entre la inmensa mayoría de medios comunicación (radio, tv o prensa escrita) y mucho menos entre el “personal” de a pie, como si la cosa no fuera con nosotros…… mientras tanto el común de los mortales, absortos en la rutina del día a día, centrándose en los pobres y escasos placeres que la vida les depara, sigue sin hacer caso de la advertencia divina, como claramente indicó Jesús que sucedería en nuestros días:

Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no hicieron caso (ni a la advertencia dada por Noé, según 2 Ped. 2:5, ni a la colosal obra que estaba emprendiendo) hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:37-39). (Acotación nuestra).

Prueba más que evidente de que Satanás ha conseguido su propósito, eso es, el lograr la incredulidad y el pasotismo total de la gente acerca de este tema; y es que en ese no creerse nada acerca del peligro que acecha y del que se les advierte, son totalmente incapaces de separar “el grano de la paja”, eso es, identificar de entre todas las informaciones falsas, a la que puede resultar ser veraz. Y que cuando hayan pasado esas fechas y nada catastrófico haya ocurrido, las personas se reafirmaran en su incredulidad y continuarán pasando por alto el hecho de que el mundo (y de ser cierta la predicción que hacemos los autores de este blog, acerca de lo que está por acontecer y que si no lo es, se le parece mucho) habrá entrado en su siete últimos años de dominación humana sobre el mismo y con todos los males que esta ha aportado al propio hombre, como ya señalaba un sabio de la antigüedad:

Todo esto he visto y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Ecle. 8:9).

Por lo que prescindiendo de que nosotros nos podamos equivocar en nuestro vaticinio (algo que entra dentro de lo posible), lo que sí está claro es que ningún acontecimiento catastrófico acontecerá en la tierra que haga peligrar la vida sobre ella, porque veamos: ese período de tiempo en el que se tiene que desarrollar la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que es a la que sigue “el fin”, tiene que desarrollarse en las siguientes condiciones:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3). (Acotación nuestra).

O sea, que no puede ocurrir en la tierra evento apocalíptico alguno, hasta después de que hayan sido selladas determinadas personas para el servicio de Dios…… y eso se hace por medio de esa predicación anunciada por Jesús (que aún no ha iniciado, pues es coincidente con la aparición del “anticristo o futuro gobernante mundial, así como a la de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y que en ambos casos, tampoco han aparecido todavía) y a la que ya sí, sigue “el fin”, eso es, la suelta de esos “cuatro vientos” destructivos causantes de la llamada “gran tribulación” final y que como reflejo de la ira divina (Sof. 1:14-18), arramblará con todos aquellos que se hayan opuesto a sujetarse al rey nombrado, Jesucristo.

Luego paz, tranquilidad y buenos alimentos, que lo que está por venir no tiene nada que ver con un cataclismo de destrucción indiscriminada, sino algo controlado por el propio Jehová Dios y que significará liberación para aquellos que estamos alerta en el cumplimiento de las señales dadas, mientras que acabará en destrucción eterna para aquellas personas que “no haciendo caso” las pasen por alto…… luego estaríamos hablando, no de un “arrabatamiento” como intentan ver algunos en el siguiente pasaje, sino de una destrucción selectiva:

Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada, y la otra será abandonada. 42 Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (Mat. 24:40-42).

Por tanto, queridos amigos, sosiego y relax ante esos informes tremendistas, que lo único que pretenden es limitar nuestra capacidad de raciocinio y así caer en la treta de Satanás, pues lo que está por acontecer nada tiene que ver con catástrofe global alguna, sino como dijo Jesús con nuestra liberación del yugo de la gobernación del hombre sobre el hombre y, con ello, alcanzar la condición de súbditos del reino de Dios y abismal diferencia, si se nos permite, entre una cosa y la otra. Por lo que la pregunta que tenemos que plantearnos es ¿caeremos en la trampa tendida por Satanás a través del tiempo y haremos caso omiso, a la advertencia divina recibida a través de las Escrituras? Pregunta que genera una derivada…… ¿seremos capaces, de separar “el grano de la paja”?

MABEL


sábado, 14 de marzo de 2015

¡Buena pregunta!


“Pero…… ¿y si no pasa nada?” Más o menos eso es lo que nos vinimos a plantear y en una especie de conversación informal entre los autores de este blog, acerca de nuestra personal convicción sobre el supuesto inicio de la 70 semana de Dan. 9:27 y lo que derivaría en los últimos siete años del mundo como lo hemos conocido hasta el momento y que, según nuestras cuentas, ya está muy próximo en el tiempo. Porque recordarán ustedes que en fecha 20/02/15, publicábamos un escrito en el que apuntábamos al verano del año en curso como momento en el que se podría producir dicho evento y ya más recientemente, en un artículo fechado el 02/03/15, nos “arrimábamos” un poquitín más al “morlaco” y apuntando ya más concretamente para el próximo mes de Septiembre, como el momento más probable para tan esperado suceso.

En todo caso, la auto-pregunta es del todo procedente y lo que nos llevó a reflexionar sobre lo acertado o no de nuestra presunción, lo que a su vez nos condujo a plantearnos el porqué de nuestra plena convicción de que ello tiene que ser así como lo contamos y cuestión que ni se nos había pasado por la cabeza cuando escribimos los artículos mencionados, eso es, el que pudiéramos estar equivocados en nuestra visión de las cosas…… y tenemos que reconocer, que la única respuesta que se nos ocurrió nos dejó helados. Porque si estamos equivocados en nuestra forma de ver las cosas y no ocurre lo que nosotros auguramos que va a ocurrir, nos quedamos totalmente “en blanco”, eso es, sin recursos o referencia alguna de lo que pudiera ocurrir en un futuro más lejano…… pero permítannos que se lo expliquemos.

Todo lo que publicamos en este blog está sustentado (eso es lo que honestamente creemos) por el registro sagrado, en el sentido de que todo lo dicho está de acuerdo con un entendimiento razonable de lo expuesto en las profecías bíblicas, pues analizamos estas con mucho detenimiento y contrastamos luego su contenido de manera exhaustiva con el contexto escritural, por lo que la posibilidad de error es ciertamente limitada…… al menos por el momento y hasta dónde nosotros conocemos, nadie nos ha podido señalar fallo alguno en nuestros planteamientos; ya otra cosa es que algunos discrepen de los mismos, aunque en realidad no puedan probar sus refutaciones y esperen que se les crea, sencillamente porque lo expresado sea su personal punto de vista sobre el tema refutado, entendiendo que con ello es más que suficiente y lo que ciertamente no es el caso, pues no basta con afirmar algo, sino que hay que demostrarlo.

Pero claro, con todo y eso no podemos “escaquearnos” al hecho de que lo que hemos publicado es “muy gordo”, pues lo que estamos diciendo es que aquello que la humanidad ha esperado por más de 2.500 años, eso es, el inicio de la 70 semana de Dan. 9:27 y con ello, la cuenta atrás de los siete últimos años que preceden a la instauración definitiva del reino de Dios en la Tierra y lo que representará un antes y un después en la historia de la humanidad, lo tenemos a solo 6 o 7 meses por delante; porque lo cierto es que el inicio de dicha semana conlleva la aparición del personaje el “anticristo” que validará un pacto de paz “entre los muchos” (eso es, entre Israel y sus vecinos árabes) y evento que sirve de punto de referencia para averiguar cuándo empieza dicha semana 70, al mismo tiempo que aparecen los “dos testigos” o resto “ungido” enviado por Dios (Rev. 11:3) para iniciar la predicación mundial anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y también como señal o “pistoletazo” de salida hacia el tiempo del fin:

Y estas buenas nuevas del reino (eso es, el anuncio de la definitiva toma de posesión de dicho reino, luego nada que ver con lo que vino a anunciar Jesús en el primer siglo) se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Acotación nuestra).

Recordemos que dicha tarea se llevará a cabo por un limitado espacio de tiempo de 1.260 días o tres años y medio (Rev. 11:3), a ser seguidos por el período de la “gran tribulación” con lo que se completarán los restantes tres años y medio de dicha semana 70, en lo que significará la total eliminación de todos aquellos que no hayan aceptado dicho mensaje divino; a partir de ese momento, el reino de Dios se establece definitivamente en la tierra y con él, la restauración del ser humano, así como la tan ansiada resurrección de los muertos (Hech. 3:20-21; 24:15)…… y el punto de inflexión para que todo eso inicie, repetimos, lo tenemos tan solo a 6/7 meses vista.

Entonces el problema radica en el hecho de que de no ocurrir las cosas tal como nosotros las hemos “anunciado”, nos quedamos totalmente sin referentes bíblicos que nos pudieran reportar a más allá en el tiempo, porque veamos: si pasara este año de 2.015 sin que ocurriera nada de lo señalado por las profecías ¿dónde en la corriente del tiempo, se nos señalan circunstancias parecidas a lo que está ocurriendo en nuestros días, eso es, las señales en el cielo que ya estamos viendo (las “lunas de sangre” y un notorio eclipse solar), por demás coincidentes con fechas señaladas en el calendario judío y fenómeno, que según expertos de la NASA, no se volverá a repetir en aproximadamente 500 años, así como con el cumplimiento de la “generación que no pasaría” (a partir de la nueva aparición de Israel como nación en 1.948) sin que ocurrieran todas las cosas anunciadas? Luego en nuestra personal interpretación de la situación, si el tiempo pasara sin que ocurriera “algo” en este año en el que nos encontramos, ya para el 2.016 la Biblia carecería prácticamente de contenido profético (al menos hasta donde nosotros llegamos), pues ya no se nos da ninguna pista adicional que señale a futuros eventos que pudieran servirnos como referentes en la corriente del tiempo, para determinar el momento ante que el propio Jesús nos instó a permanecer alerta:

También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas y, sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. 27 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria. 28 Pero al comenzar a suceder estas cosas (luego habría que estar pendiente de ello), levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:25-28). (Acotación nuestra).

Y a nuestro entender, esos sucesos ya hace tiempo que comenzaron “a suceder”, por lo que inevitablemente nosotros tendríamos que estar en la idea correcta…… pero no es menos cierto y algo que también nos confunde, que el hecho es que somos los únicos (al menos hasta donde sabemos) que hemos tomado posición y nos hemos pronunciado al respecto; todos los demás representantes de distintas organizaciones religiosas de la cristiandad, eso es, predicadores, evangelistas, pastores, autores de páginas bíblicas, etc., no han hecho más que continuar, unos de su cansina “cantinela” en el sentido de que el arrebatamiento ya está más cerca (pero sin “mojarse” en cuanto a dar un tiempo aproximado para que el tal se produzca), otros con sus críticas a los TJ, otros que si Jesús no es Dios y cosas todas ellas ya sin importancia, de ser cierto nuestro argumentario. Porque nosotros pensamos que todo lo que se podía decir ya está dicho y que solo hay que esperar a que “ocurran” las cosas profetizadas en las Escrituras; recordemos y a modo de ilustración de lo que pretendemos decir, las palabras que un Jesús ya resucitado dirigió a sus apóstoles:

Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto”.” (Hech. 1:4-5).

Lo que aquí se les estaba proponiendo a los apóstoles, sencillamente, era que cesaran momentáneamente de su actividad divulgadora hasta que el espíritu santo descendiera sobre ellos y cosa que ocurrió diez días después de pronunciadas esas palabras, el cual les dotó de los poderes necesarios para sostener sus afirmaciones…… es a partir de ese momento, cuando empieza la recolección de aquellos que tenían que reinar al lado de los apóstoles junto a Cristo en el reino de Dios; luego lo que estamos viendo, es que hubo una especie de “impasse” entre la ascensión de Jesús a los cielos y la continuación de la labor de predicación sobre la tierra. Por lo que salvando todas las distancias habidas y por haber, tal parece ser lo que está ocurriendo ahora: solo queda esperar a que se produzcan los acontecimientos que abran “la caja de los truenos” y con ello, que empiece la gran predicación anunciada por Jesús y que antecede al fin:

Y estas buenas nuevas del reino (el anuncio de la instauración del reino de Dios en la tierra) se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14). (Acotación nuestra).

Por otra parte y por aquello de seguir con el paralelo de los tiempos, si bien como hemos dicho los apóstoles fueron restringidos de su actividad hasta la llegada del espíritu santo y por la razón señalada, veamos lo que leemos en la profecía de Joel y que habiendo tenido una primera aplicación en el primer siglo, señala a una segunda y de mucho mayor alcance para nuestros tiempos, a tenor de estas palabras:

Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aún sobre los siervos y sobre las siervas, derramaré en aquellos días mi espíritu.

30 Y ciertamente daré portentos presagiosos en los cielos y en la tierra, sangre y fuego y columnas de humo (lo que señala destrucción en la tierra y provocada por el mismo hombre). 31 El sol mismo será convertido en oscuridad y la luna en sangre, antes de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor.” (Joel 2:28-31). (Acotación nuestra).

Luego de lo que se nos está hablando es de un brutal derramamiento de espíritu santo que alcanzará, no solo a unos pocos, como fue en el caso del primer siglo, sino a “toda clase de carne”; y si colocamos en orden lógico esos acontecimientos mencionados en el pasaje señalado, vemos que tal derramamiento sigue secuencialmente a lo señalado en los versos 30-31 y de lo que no hay constancia de que ocurriera en el primer siglo, mientras que sí está ocurriendo en nuestros días sin duda alguna, pues no solo tenemos violencia de todo tipo y destrucción sin límite en la tierra, sino que también ya hemos contemplado las dos primeras “lunas de sangre”. Notemos, por otra parte, que se nos dice que esas señales ocurren antes “de la venida del día de Jehová, grande e inspirador de temor” y que tiene que ver con el tiempo de la “gran tribulación”, dirigida como hemos dicho contra aquellos que hayan rehusado aceptar el mensaje predicado por los enviados de Jehová Dios…… y dado que de momento no vemos predicación alguna acompañada de grandiosas manifestaciones de poder del espíritu santo de Dios (Rev. 11:5-6) y eso es de lo que se nos habla en la profecía de Joel, ello quiere decir que esta se encuentra situada entre las señales que estamos hoy contemplando y el tiempo de la “gran tribulación”, eso es, en los primeros tres años y medio de la mencionada 70 semana de Dan. 9:27, por lo que esta tiene que iniciar ¡ya!

Porque lo que muchos no parecen tener en cuenta, a tenor de lo que se lee por ahí, es de la cronología de los distintos eventos por suceder y que a modo de recordatorio (ya los hemos reseñado en artículos anteriores), los exponemos de nuevo: la profética semana 70 de Dan. 9:27 inicia con la aparición del personaje “el anticristo” confirmando un pacto de paz por siete años “entre los muchos”, eso es, entre Israel y sus vecinos árabes; al alimón, aparecen los “dos testigos” o un pequeño resto de poderosos enviados de Dios, con la comisión de anunciar al mundo la instauración del reino de Dios y ello por un espacio de tiempo de solo 1.260 días o tres años y medio (Rev. 11:3), en la que serán ayudados por todos aquellos que progresivamente vayan aceptando dicho mensaje…… circunstancia de la que se nos habla en la parábola de “las ovejas y las cabras” y que por su relevante importancia, creemos necesario el incidir en ella:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. 32 Y todas las naciones serán reunidas delante de él y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.

34 Entonces dirá el rey a los de su derecha: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque me dio hambre y ustedes me dieron de comer; me dio sed y me dieron de beber. Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; 36 desnudo estuve y me vistieron. Enfermé y me cuidaron. Estuve en prisión y vinieron a mí”. 37 Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión y fuimos a ti?”. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos (eso es, a ese resto “ungido” aún por aparecer y personificado en los “dos testigos”), a mí me lo hicieron”.” (Mat. 25:31-40). (Acotación nuestra).

Todo lo contrario les será dicho a los que rehúsen aceptar el mensaje difundido durante esos 1.260 días de predicación (Rev. 11:3), pues la sentencia que reciben por su falta de aceptación y por tanto, de no colaboración en la obra, es la siguiente:

Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. 42 Porque me dio hambre, pero ustedes no me dieron de comer; y me dio sed, pero no me dieron de beber. 43 Fui extraño, pero no me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, pero no me vistieron; enfermo y en prisión, pero no me cuidaron”. 44 Entonces ellos también contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión y no te ministramos?”. 45 Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños (y a los que sí pudieron ver), no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos partirán al cortamiento eterno (eso es, al encuentro con la “gran tribulación”), pero los justos a la vida eterna.” (Mat. 25:41-46). (Acotaciones nuestras).

El hecho de que el destino final de la persona quede determinado por la actitud colaboradora con esos de Dios, nos muestra dos cosas: primero, que cada uno queda “retratado” ante Dios en función de la determinación que tome en cuanto el apoyar o no a esos “hermanos pequeños” de Jesús y, segundo, que contrario a lo que nos quieren “vender” las actuales organizaciones religiosas y para su particular beneficio económico, nada de lo que se haga ahora con relación al reino de Dios, tiene que ver con el destino final de cada uno, pues este depende exclusivamente de lo que uno haga cuando se ponga en marcha dicha predicación. De ahí nuestra afirmación, en el sentido de que ahora es un tiempo de espera hasta que inicie dicha semana 70…… lo que no quita, para que cuanto más ocupado esté uno en las cosas de Dios ahora, menos peligro tendrá de ser engañado por las huestes de Satanás en ese momento crucial (Mat. 24:24).

Luego la parábola de “las ovejas y las cabras” aplica a las personas de las que se nos habla en Rev. 7:9: 14, como “sobrevivientes” de la destrucción causada en la segunda mitad de la 70 semana de Dan. 9:27…… personas a las que en su colaboración con la obra de difusión del mensaje divino durante esos primeros 1.260 días, les será dada la capacidad de llevar a cabo también manifestaciones de poder, según lo leído en Joel 2:28-29; y espacio temporal, caracterizado por una relativa tranquilidad y acompañada de cierta recuperación en la precaria situación mundial existente en la actualidad o, como lo podríamos considerar, un período de “calma chicha” necesario para llevar a cabo el proceso de predicación señalado, pues de eso es de lo que se nos habla en el siguiente pasaje:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (símbolos de destrucción), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios” (y con lo que concluyen los 1.260 días de dicha predicación).” (Rev. 7:1-3). (Acotaciones nuestras).

Es en ese momento, cuando el “anticristo” mata al resto ungido enviado por Dios, se produce la primera resurrección y empieza la llamada “gran tribulación” (Rev. 11:7-13) y que ocupa los restantes tres años y medio…… acabados estos, el reino de Dios es establecido en la tierra; hay que señalar de nuevo, que dicha “gran tribulación” tiene que ver con el “día de la ira de Dios” y dirigido de forma divina, expresamente contra aquellos que han rehusado escuchar el mensaje anunciado y según se sobreentiende de lo que se lee en 1 Tes. 1:7-9:

“…… al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios (porque no han querido) y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús (pues han rehusado el conocerlas). 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (Acotaciones nuestras).

La pregunta es qué ocurre durante ese tiempo de tribulación o destrucción de la humanidad desobediente, con aquellos que sí han obedecido y algo que tienen perfectamente explicado, entre otros, en el artículo publicado en este blog el 01/05/11, también en el que se publicó el 20/02/13, así como en el publicado el 02/11/13 y en los que se pone en paralelo lo ocurrido en el diluvio del día de Noé, en el juicio de Sodoma y Gomorra y en el caso de las diez plagas de Egipto con aquellos que fueron fieles a Dios en esos críticos momentos, con lo que ocurrirá con los futuros sobrevivientes de la “gran tribulación” final…… eso es, de cómo serán divinamente protegidos.

Pero volviendo al tema central de este escrito y que tiene que ver con nuestra firme convicción de que estamos a pocos meses de que ocurran hechos sorprendentes para el general de los “mortales” y que viven “voluntariamente” ajenos a lo que está por venir (sencillamente no quieren ni oír hablar de ello), de nuevo nos topamos con la posibilidad de que no ocurra nada…… y que de ser ello así, ya les confesamos que no tendríamos más remedio y salvando las distancias, que hacer nuestro el razonamiento de Pablo cuando a este le negaban el hecho de la resurrección:

Ahora bien, si de Cristo se está predicando que él ha sido levantado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de los muertos? 13 Realmente, si no hay resurrección de los muertos, tampoco ha sido levantado Cristo. 14 Pero si Cristo no ha sido levantado, nuestra predicación ciertamente es en vano y nuestra fe es en vano. 15 Además, también se nos halla falsos testigos de Dios, porque hemos dado testimonio contra Dios de que él levantó al Cristo, pero a quien no levantó si los muertos verdaderamente no han de ser levantados.

16 Porque si los muertos no han de ser levantados, tampoco ha sido levantado Cristo. 17 Además, si Cristo no ha sido levantado, la fe de ustedes es inútil; todavía están en sus pecados. 18 De hecho, también, los que se durmieron en la muerte en unión con Cristo perecieron (de manera definitiva, si no existe la resurrección). 19 Si solo en esta vida hemos esperado en Cristo (eso es, en la esperanza de una resurrección futura), de todos los hombres somos los más dignos de lástima.” (1 Cor. 15:12-19). (Acotaciones nuestras).

Porque si toda nuestra confianza está puesta en unas profecías que no tuvieran el cumplimiento esperado y la promesa del reino de Dios se viera postergara más allá del horizonte de nuestras vidas, probablemente seríamos tan dignos de lástima (vulgo, los más “chorras del barrio”) como afirmaba el bueno de Pablo, pues repetimos: si las señales puestas ante nosotros , eso es, lo del Sol en oscuridad y las “lunas de sangre” coincidentes con señaladas fiestas judías no fueran tales, así como lo de la “generación” que evidentemente sí “pasaría” sin que ocurriera nada…… ¿qué más podríamos esperar? Máxime, cuando todo indica que estamos viviendo en los proféticos tiempos señalados en Luc. 21:25-27 y que leeremos otra vez:

También habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas; y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación (en terminología bíblica, se hace referencia a la humanidad como un todo), 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada (¡quién puede negar esta realidad!); porque los poderes de los cielos serán sacudidos. 27 Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria.” (Acotaciones nuestras).

Luego si todo eso y que el común de la humanidad lo está viviendo en primera persona, no se ajusta como un guante a lo que ocurre en nuestros días ¿para cuándo, entonces, se puede esperar dicho cumplimiento? De todas maneras y ya para concluir, señalar que lo dicho queda a la personal interpretación de cada uno, pues nosotros no estamos más que manifestando nuestra posición de personal reconocimiento en el sentido de que, como las cosas no ocurran como nosotros las esperamos, eso es, para finales del verano de este 2.015 y, repetimos, que estaríamos hablando del inicio de la 70 semana de Dan. 9:17 y con ello, de los últimos siete años del mundo como hasta hoy lo hemos contemplado, aquí “los mendas” nos quedamos sin puntos de referencia y barruntando aquello de ¡...... que alguien nos lo explique!

MABEL


domingo, 19 de enero de 2014

Luego…… si no hay “arrebatamiento” ¿qué hay entonces?


Y es que como reza nuestra imagen de entrada, la “verdad” del rapto o el “arrebatar de la iglesia”, no es más que parte de la gran mentira que se oculta tras ella. Por lo que continuando en dónde nos quedamos, recordarán ustedes que en el artículo anterior y del que este es continuación (lo prometido es deuda), dejábamos el punto focal de dicha cuestión, sin aparente respuesta: ¿qué hay de aquellos “millones” de personas a las que se les ha prometido que serán “raptadas” a la presencia de Dios y de su Cristo, para al término de siete años de “gran tribulación” volver a la tierra y reinar con el Hijo de Dios en ella y que ahora resulta que ello no es así, o sea, que todo es un absurdo disparate?...... al menos claro está, que nuestro planteamiento en dicho artículo sea incorrecto y pueda ser rebatido, lo cual no parece de momento ir en esa dirección. Por lo que aceptando la tesitura de que estamos en lo correcto, imaginémonos a modo de ejemplo, a una de esas personas y que bien por casualidad o bien porque alguien bien intencionado le ha puesto en antecedentes de lo publicado en este blog, ha llegado a leernos y le ha parecido razonable nuestra idea sobre el tema en cuestión, pero lo cual parece dejarle sin perspectiva alguna de futuro: sencillamente resulta que ha sido una víctima más de la gran mentira del “arrebatamiento de la Iglesia” y que tiene entrampadas a millones de personas, merced a esos “falsos maestros” de los que ya nos avisan las Escrituras (2 Ped. 2:1).

Pero puesto que dicho anónimo amigo ha tomado acción y se ha preocupado de leer nuestra información y documentarse debidamente acerca de si lo que contamos en ese escrito de referencia era verdad o no, ello lo ha puesto en camino de entrar en contacto con una vía alternativa y, probablemente, más razonable…… y es que en este blog, como dejamos constancia al final del artículo mencionado, jamás rebatimos un planteamiento sin ofrecer uno alternativo y por lo que esperamos que este escrito sea esclarecedor y contribuya a ayudar a más personas a poder contrastar distintas opciones y quedarse con aquella que les merezca más crédito, acerca del futuro que les aguarda. Dicho lo cual, metámonos “en harina” y establezcamos un punto a partir del cual trabajar: todo lo que tiene que ver con la salvación de una persona en la “gran tribulación” venidera, ocurre dentro de los últimos siete años del mundo como lo conocemos, eso es, la semana mencionada en Dan. 9:27 y de ahí, la tremenda importancia que dicho período de tiempo tiene en nuestras vidas y que desde nuestro enfoque de las cosas, eso está ya al caer:

Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.”

Lo que se nos cuenta en este pasaje, es que dicha semana de años inicia con la firma o confirmación de un pacto de paz o no agresión “entre los muchos”, eso es, entre Israel y los pueblos árabes vecinos, mediado por un poderoso gobernante mundial conocido como “el anticristo”; sin embargo y paralelo a ese momento, aparecen en escena otros personajes y de los que se nos habla en Rev. 11:3:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco.”

Estos personajes conforman un minúsculo “resto” de los 144.000 individuos que con Cristo tienen que reinar durante el período milenial y cuyo grueso fue recogido en el primer siglo, pues desde la muerte del último apóstol dejaron de existir esa “clase” de personas sobre la tierra; fíjense que esos futuros personajes tienen una comisión que llevar a cabo y que es la de “profetizar” (o predicar), pero tarea que está limitada en el tiempo a un período de 1.260 días y que es durante el cual, será llevada a cabo la predicación mundial anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que nada tiene que ver con la que están metidos los TJ desde hace más de 100 años (un “pelín” si se han pasado), aunque ellos digan lo contrario. Por lo que vemos y volviendo al anterior argumento, que ese es el mismo tiempo que tarda “el anticristo” en romper el pacto o tratado de paz, pues 1.260 días equivalen a tres años y medio (teniendo en cuenta que estamos hablando de meses de 30 días) y lo que nos señala que estaríamos hablando de un tiempo de relativa calma; de hecho, eso es lo que se nos dice en Rev. 7:1-3 y en el bien entendido de que es en ese capítulo 7 de Revelación o Apocalipsis, donde se nos empiezan a explicar los acontecimientos con que inicia la profética semana de Dan. 9:27 o últimos siete años del mundo tal como lo conocemos; pero veamos que se nos dice en ese pasaje mencionado:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (bíblicamente, dichos vientos simbolizan destrucción y lo cual se puede constatar en Isa. 66:15; Jer. 23:19, o 30:23), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotación nuestra).

Por lo que es obvio, como primera providencia y tal como hemos señalado, que esos primeros tres años y medio son de relativa calma y sí mucho nos apuran, hasta de cierta recuperación en el estado general de cosas de la tierra y lo que contribuye a que el personaje “anticristo” gane adeptos entre el “personal”; lo que en sí mismo derriba la estrafalaria teoría del “rapto”, pues recordarán que en ella se nos dice que dicho “arrebatamiento de la iglesia” ocurre antes de que se inicien siete años de “gran tribulación” en la tierra…… cuando de entrada lo que vemos es que en los primeros tres años y medio de dicha semana, es de mantenimiento de un pacto establecido y por tanto, de relativa tranquilidad y ordenada por Jehová, como hemos visto, con la finalidad que dicha obra de recolección sea llevada a término sin alteración alguna. Dicho lo cual, vamos a analizar una parte importante de dicho capítulo 7 y que tiene que ver con aquellos que reciben dicho sello, que ha llevado a muchos “entendidos” a desbarrar en cuanto a lo que realmente se nos dice en el mismo; veamos el versículo 4:

Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”

La inmensa mayoría de esos “genios” de la teología y que se las dan de “ungidos”, eso es, que supuestamente van a reinar con Cristo durante el milenio, nos explican que eso significa que en estos tiempos se levantarán 144.000 individuos del Israel actual, que llevarán la delantera en esa predicación mundial…… pero eso no es lo que se nos dice ese pasaje, si lo leemos con atención y siempre partiendo del contexto escritural. Porque Juan solo nos dice en el mismo, que él oyó el número total de los que fueron sellados y sin que ello significara que lo fueron todos en ese preciso momento, sino que fue en ese momento que se hizo público el número de los que con Cristo tenían que gobernar durante el milenio del reino de Dios y que incluía a ese resto mencionado en Rev. 11:3; ahora bien…… ¿y cómo sabemos nosotros que ello es así? Pues sencillamente y como hemos señalado, leyendo con atención el contenido del contexto bíblico, porque veamos: cuando vamos a Rev. 14:1, lo que leemos es esto:

Y vi, y, ¡miren!, el Cordero de pie (eso es, en su condición de rey delegado por Jehová Dios) sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Acotación nuestra).

Entonces lo que Juan estaba viendo en esa visión, era el cumplimiento del Sal. 2:5-6 y con ello el grupo de 144.000 gobernantes en el reino de Dios al completo, con Jesucristo al frente…… y lo que hemos leído en Rev. 7:3, es lo que sigue:

“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”

Luego es obvio que estamos hablando de las mismas personas y con lo que se plantea el siguiente problema: si ese número de personas fueran escogidas en estos tiempos finales como nos aseguran esos “genios” de la interpretación bíblica actuales y que como hemos visto, son los que han de reinar con Cristo en el milenio (no esos “genios” actuales, sino los 144.000 de Rev. 7:4) ¿qué hacemos, entonces, con aquellos del primer siglo y a los que Jesús dijo precisamente esto?:

Sin embargo, ustedes (los apóstoles y a los que a estos siguieron directamente, según Juan 17:20) son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes (no con otros), así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30). (Acotaciones nuestras).

Por lo que ese pasaje de Rev. 7:4 mencionado, tiene que hacer referencia al momento en el que ese pequeño “resto” aún por aparecer y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3, recibieron el sello de pertenencia y algo que no se podía alcanzar, sino hasta el mismo momento de su muerte en sacrificio y que era lo que les concedía obtener la marca o sello en cuestión, a tenor de las palabras de Jesucristo:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (luego estaríamos ante un trato condicional).” (Rev. 2:10). (Acotación nuestra).

Evento que se produce en el instante en que ese pequeño “resto” por aparecer y sea el número que sea, son asesinados por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios (Rev. 20:4) y momento que las Escrituras nos narran de la siguiente manera:

Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Rev. 11:7).

Siendo en ese momento en el que adquieren dicha condición de “sellados”, pues han demostrado ser merecedores de dicho galardón y con lo que se completa la recolección de aquellos que tienen que reinar con Cristo. Ahora bien ¿hay algún pasaje en las Escrituras que corrobore el planteamiento que les acabamos de exponer? Veámoslo:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).

Obviamente se nos está hablando simbólicamente del reclamo de aquellos que fueron muertos en el primer siglo, pues desde la muerte del último apóstol (Juan) sobre el año 99/100 E.C. y que eran los únicos que podían bautizar en espíritu santo y con ello transmitir el ungimiento de uno como Hijo de Dios, dejaron de existir esas personas capaces de levantar muertos y otras “menudencias” por el estilo, capacidad que también parece ser que les es concedida a los componentes de ese “resto ungido” por aparecer y algo que no puede hacer ninguno de toda esa patulea de “fantasmas” que actualmente se las dan de “ungidos” o Hijos de Dios:

Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego (ver 2 Rey: 9-15) y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Rev. 11:5-6). (Acotación nuestra).

Luego una “clase” de personas que desde la muerte de Juan y hasta nuestros días no han existido sobre la tierra y que seguirá sin haberlas, hasta que aparezca ese “resto” que completa el número de los 144.000 Hijos de Dios…… pero el capítulo 7 de Revelación continúa informándonos de lo que sucede cuando aparecen esos poderosos personajes y como consecuencia directa de su “profetizar” y que nos lleva al tema que nos importa:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos. 10 Y siguen clamando con voz fuerte y dicen: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono y al Cordero”.” (Rev. 7:9-10).

Ahora bien ¿habrá sido esa enorme multitud de personas “que ningún hombre podía contar”, el resultado de un “arrebatamiento” que las haya sacado en esos momentos cruciales de la tierra y llevadas al cielo, para reaparecer al cabo de los siete años y ocupar puestos de gobernación en el reino milenario, como sostienen la mayoría de teólogos actuales? Nada más lejos de eso, pues si esas personas salvan su vida es precisamente por todo lo contrario, eso es, por permanecer en esta tierra y con ello poder acudir en ayuda de ese “resto” por aparecer, al colaborar con estos en la promulgación de una noticia que estos tienen encomendada proclamar en esos 1.260 días…… o sea, la ya efectiva toma de poder del reino de Dios sobre la tierra, pues eso es lo que vienen a anunciar ese “resto” como “buena nueva” para toda la humanidad (Rev. 14:6-7); y que solo salvarán la vida aquellos que, primero acepten y después colaboren en la propagación del mensaje en cuestión, lo tenemos claro en la parábola conocida como la de “las ovejas y las cabras” y que encontramos en Mat. 25:31-46. Porque si uno lee con atención dicha parábola, se da cuenta de que la razón por la que unos son colocados como “justos” a la derecha de “Hijo del hombre” y otros a la izquierda del mismo como “injustos” (significando ello vida eterna para los primeros y destrucción eterna para los segundos), tiene que ver con el grado de colaboración prestada a “los más pequeños de estos hermanos míos”, según palabras del propio Jesucristo:

Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?”. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”.” (v. 37-39).

Probablemente se les clasifica como “hermanos más pequeños” en el sentido de que, puesto que estamos hablando de un resto de sus “hermanos” aún por aparecer, serían estos los últimos en salir a escena o dicho sea para entendernos, los más “jóvenes” o “pequeños” del grupo…… y es que si a Jesucristo se le denomina como el “primogénito” o el primero de ese grupo de hermanos, todos ellos Hijos de Dios, nada tiene de extraño que a los últimos se les califique de “más pequeños”, y no en cuanto a calidad, sino en cuanto a temporalidad; pero continuando con la parábola en cuestión, vemos que a los que son colocados a la izquierda del rey, eso es, a los “injustos”, se les dice también la razón de porque ello es así:

Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos (los que sí creyeron y por ello ayudaron en su comisión, a esos hermanos de Jesucristo) a la vida eterna.” (v. 45-46). (Acotación nuestra).

Entonces queda claro que el ser preservado de la “gran tribulación” venidera nada tiene que ver con el ser uno “arrebatado” o sacado de esta tierra, sino más bien todo lo contrario, pues tiene que ver con el poder tomar parte en el evento más importante en la historia de la humanidad jamás vivido y, lo que ya va más allá de nuestro limitado entendimiento y por lo que nos cuesta mucho el asimilarlo, el poder participar en el mismo investidos de los poderes que Dios concederá a todos aquellos que así lo hagan, según Joel 2:28-29 y en lo que será la reedición definitiva de los ocurrido en el primer siglo:

Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu.”

A nuestro entender, por esos “siervos” y “siervas” solo se puede hacer referencia a personas que no siendo de la clase “ungida” como el “resto” por aparecer, también serán dotados de poderes sobrenaturales (cómo mínimo el hablar en lenguas y alguna “cosilla” más) a modo de “acreditación” divina de que están siendo enviados por Él y algo que no ocurrió en el primer siglo. Por lo tanto y si no nos equivocamos, estamos a “un pelo” de poder participar y como enviados directos del Dios Altísimo, del evento más esperado por la humanidad, como es el anuncio de que su juicio y con ello nuestra liberación, ya ha llegado:

Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, a toda nación y tribu y lengua y pueblo 7 y decía con voz fuerte: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.” (Rev. 14:6-7).

Ahora bien, ya hemos pasado tres años y medio de la 70 semana de Dan. 9:27, hemos disfrutado como “cosacos” y “cosacas” participando de ese maravilloso privilegio que se nos ha puesto ante nosotros…… y ahora ¿qué? Veamos: decíamos en el anterior artículo y citando de Rev. 11:7-10, que terminada la labor de ese pequeño “resto ungido” y para la que son enviados “la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará” (v. 7), pero que en lugar de dar sepultura a dichos cuerpos se les mantiene expuestos públicamente como escarnio y a modo de triunfal símbolo de victoria de dicha “bestia” o gobierno mundial de hechura humana y regido por “el anticristo”, sobre el poder de Dios…… pero lo que suceda a continuación es lo siguiente:

Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (resucitaron) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:11-12). (Acotación nuestra).

Pero resulta que instantes antes de ser resucitados los miembros de ese “resto ungido” y llamados arriba, ocurren tres acontecimientos de capital importancia en el mundo: en primer lugar, la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6, pues recordemos lo que nos dice Pablo:

“…… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos (luego tanto los unos como los otros son “arrebatados”), en nubes al encuentro del Señor en el aire (eso es, a “recibirle” en su regreso a la tierra y evento conocido como “segunda venida”); y así siempre estaremos con el Señor.” (1 Tes. 4:16-17). (Acotaciones nuestras).

En segundo lugar, lo que tiene que ver con el arreglo para la “salvaguarda” de los seguidores de Jesucristo y acontecimiento que personalmente más nos interesa a aquellos que no somos miembros de ese grupo de los 144.000, sino que somos parte de esa “gran muchedumbre” mencionada en Rev. 7:14 y a la que le se promete que “sobrevivirá” al acontecimiento más dramático jamás ocurrido en la tierra, eso es, la “gran tribulación” que se desata a continuación:

Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Rev. 7:13-14).

Y ya en tercer lugar, la puesta en marcha de la “gran tribulación” y que las Escrituras nos describen de la siguiente manera:

Y cuando él abrió el séptimo sello, en el cielo ocurrió un silencio como por media hora. 2 Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios y les fueron dadas siete trompetas.” (Rev. 8:1-2).

Momento en el que inicia la segunda parte de la semana de Dan. 9:27 y con ella dicha “gran tribulación” o también llamado “día de la ira de Dios”, contra aquellos que rechazaron el ofrecimiento divino de ser súbditos del reino de Dios y no “colaboraron” con aquellos “hermanos más pequeños” de Jesucristo antes mencionados; día de ira divina y que en Sof. 1:14-18 se nos describe de la siguiente manera:

El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.”

Obviamente, de “todos” aquellos que en el momento apropiado prefirieron seguir siendo “habitantes” del sistema inicuo manipulado por Satanás existente en este sistema de cosas y condenado por Jehová Dios, antes que tomar acción y decantarse por el reino de Dios entrante y hacer lo necesario para pasar a formar parte de los súbditos del mismo. Pero señalados dichos tres vitales acontecimientos para el devenir del futuro de los habitantes de la tierra, volvamos al segundo evento de ellos y el más importante para nosotros, para explicar cómo nos muestran las Escrituras que se hará para preservar la vida a los fieles miembros de esa “gran muchedumbre” de Rev. 7: 9, durante esos terribles tres años y medio de “gran tribulación, como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder” (Mat. 24:21) y que desde luego, nada tiene que ver con un “rapto” o “arrebatamiento” que nos saque de esta tierra, según lo que leemos en las Escrituras:

Isa. 26:20: “Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores y cierra tus puertas tras de ti. Escóndete por solo un momento hasta que pase la denunciación.”

Sof. 2:2-3: “Antes que el estatuto dé a luz algo, antes que el día haya pasado justamente como el tamo, antes que venga sobre ustedes la cólera ardiente de Jehová, antes que venga sobre ustedes el día de la cólera de Jehová, 3 busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová.”

Luego vemos que lo que realmente va a ocurrir, es que seremos apartados de “la circulación” y lo que nos convertirá en espectadores de primera fila del juicio divino contra aquellos que no le aman y por lo que se rebelan contra Él…… es cierto que no sabemos cómo nuestro Amoroso Creador lo hará, pero lo que sí sabemos es que en todos los juicios divinos de los que nos habla el contenido escritural, Jehová nunca ha actuado sin antes poner a buen recaudo (eso es, bajo Su directa protección) a aquellos que le son fieles; y repetimos que no sabemos cómo lo hará, pero lo que sí es seguro es que lo hará y que en esos dramáticos momentos estaremos aquí en esta misma tierra: Sal. 91:7-8:

Mil caerán a tu lado mismo y diez mil a tu diestra; a ti no se te acercará. 8 Solo con tus ojos seguirás mirando y verás la retribución misma de los inicuos.”

Por lo que, para que esto sea así, no hay más remedio que estar aquí en la tierra y ser testigos presenciales de dichos acontecimientos; por lo que si quieren disfrutar de lo que es un auténtico canto a la seguridad y plena confianza en nuestro Dios, lean el entero Salmo 91 y si lo hacen, además, entrando en este link entenderán cual es realmente el refugio al que se nos invita a entrar. Dicho lo cual, permítannos aclararles un concepto y sin cuyo entendimiento se le hace a uno algo “dificilillo” el tener una idea clara de las cosas de Dios, como esta que les estamos contando; porque se nos habla de un “arrebatamiento de la iglesia” como si esta fuera algo especial y alejado del común de los mortales, cuando resulta que para Jehová, todos aquellos que confiamos en Él y en sus promesas, somos exactamente iguales, pues para estos dio a Su Hijo:

Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).

Es más, el arreglo de un conjunto de personas “compradas” de la tierra para reinar con Cristo durante el milenio, no es otra cosa más que una parte de las muchas que conforman el todo que es el Plan Divino de Restauración (Hech. 3:20-21) y que tiene como objetivo fundamental a la humanidad en general y no a un grupo en particular y sobre el que se pone todo el énfasis. Y es que siento todos aquellos que a lo largo de la historia humana le han obedecido fielmente, exactamente iguales ante Él, en un momento determinado de la historia y para el adelantamiento de Su Plan de Redención, inició el “fichaje” de determinados elementos que ocuparían un determinado lugar en su propósito para alcanzar un resultado final; y ese acontecimiento que ocurrió en el primer siglo, obviamente dejó fuera de dicha posibilidad a personas que vivieron tanto antes, como después de dicho espacio de tiempo: luego estamos ante una simple cuestión de oportunidad: esas personas, estuvieron en el lugar apropiado…… en el momento oportuno.Por lo que, un fiel seguidor de los preceptos divinos en los tiempos actuales y centrados en Jesucristo, no es menos ante Jehová que un Pablo, o un Pedro, o un Abraham o un David y solo por poner algunos ejemplos que plasmen lo que queremos decir, pues eso es lo que leemos en las Escrituras:

Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, 35 sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.” (Hech. 10:33-34).

Y es que tanto unos como otros y al igual que usted tendrá que hacerlo en su momento (si está en esa futura gran predicación de Mat. 24:14 y esperamos que sí), sencillamente cumplieron con la comisión que Jehová les asigno y que lo mismo podríamos decir de Jesucristo, dicho sea en términos prácticos y salvando, por supuesto, todas las distancias. Y es que al igual que pasará en un futuro inmediato tal como hemos señalado, viviremos uno de los mayores privilegios que jamás hayan sido puestos ante el ser humano: la última y más importante predicación que conocerá la humanidad y que convertirá a los que participen de ella en unos auténticos privilegiados, pues tiene que ver con el derecho de Soberanía de nuestro Creador, Jehová Dios, eso es, Su derecho a gobernar sobre aquello que ha creado…… y sencillamente, porque estuvimos en el momento oportuno, en el lugar apropiado. Luego la moraleja de esta “historia”, es que lo importante y lo que nos engrandece ante nuestro Creador, prescindiendo de si se es hombre o mujer y de cual sea la tarea o asignación encomendada a cada uno, es que la hagamos de toda alma por el profundo amor y respeto que sentimos por Él…… todo lo demás, es sencillamente anecdótico y solo tenido en cuenta por el miserable ego del ser humano, tendente a ponerle “etiquetas” a todo.

Y si uno consigue ver las cosas desde este punto de vista, entenderá muchas de las ídem que ahora se nos escapan y que permiten que se nos cuelen “goles” como el de un supuesto “arrebatamiento” de una supuesta “iglesia”, cuando la realidad es que no existe ahora en la tierra “iglesia” a la que “raptar”, ni dicha idea y como hemos comprobado, contemplada en las Escrituras…… y hasta aquí hemos llegado nosotros. Por lo tanto, una vez más y como prometimos en el artículo anterior, nosotros les hemos aportado una idea alternativa al tema del “rapto” o “arrebatamiento” sometido a debate; a partir de ahí, ya les corresponde a ustedes y como decíamos en el artículo anterior, echarle ingenio al asunto, desarrollarla correctamente y sacar las debidas conclusiones…… recuerde, que su futuro eteno está en juego. Y es que el problema de seguir las enseñanzas de “falsos maestros”, como la que acabamos de analizar y según palabras de Jesús, tiene que ver con esto:

Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14).

MABEL

martes, 4 de junio de 2013

O sea, Sr. Diamond, que la falta de viento…… ¿causará estragos en la tierra?

Recordarán ustedes, que ya en su momento hablábamos de dicho caballero, el pomposamente llamado “Conferencista judío-cristiano, Dr. David Diamond” en relación a su visión, compartida con el Sr. Arturo Norero y otro que tal baila en su entendimiento de las Escrituras (¡vaya par!), acerca del infierno y en un artículo que publicamos el 20/11/12 bajo el título “¿Seguro, Sres. Diamond y Norero, que existe un lugar de tormento llamado “infierno”?” y que con anterioridad (13/11/12), ya habíamos publicado otro acerca de su particular entendimiento del “mar que ya no existe” mencionado en Rev. 21:1, con el título “El mar…… y el Sr. David Diamond” y teniendo este, como no, al Sr. Norero como espectador privilegiado y silente ante la salvajada proferida; pues bien: hoy le toca el turno al “viento” y que si gamberrada era la anterior, no lo es menos la que hoy les vamos a contar. Cierto es, que el video al que nos estaríamos refiriendo en esta ocasión, es una grabación publicada en Junio del 2012 y que tiene que ver con una serie en tres partes titulada “David Diamond - Los 144.00 sellados”, en los que se nos habla de quiénes serán estos, pero que a tenor de los “andares” actuales, eso es, los videos posteriores a los mencionados y publicados por dichos caballeros, dan muestras de continuar con la misma manifiesta insolvencia para entender las Escrituras de la que hacían gala en esos videos mencionados; y tema que hoy les vamos a comentar, relacionado con la interpretación que dicho disparatado personaje nos hace del pasaje de Rev. 7:1 y en donde se puede leer lo siguiente:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.”

Y esta es la extravagante interpretación que dicho caballero y en una muestra de su total ignorancia de lo que significa el texto escritural, nos hace del pasaje en cuestión: según nos explica, ello significa que en un momento determinado sucederá sobre la tierra, una cosa que califica como “espantosa”: el viento cesará de soplar sobre esta y lo que al parecer (según da a entender), semejante perspectiva tiene ya “atemorizados” a los científicos de la tierra, debido a las consecuencias que dicho fenómeno llevará aparejado…… no existirá brisa alguna, los árboles se secarán, la vegetación morirá, la temperatura se elevará de una manera impresionante, lo que llevará el derretimiento de los polos y el consecuente aumento de los mares y con ello, la total desaparición de islas y situación previamente anunciada (siempre según nos afirma dicho “talentoso” predicador) en un pasaje anterior; en este caso en Rev. 6:14:

Y el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando y toda montaña y toda isla fueron removidas de sus lugares.”

Y con lo que ya pueden poner sus “barbas a remojar”, según ese “fenómeno” de la interpretación bíblica, el Sr. Diamond, islas como Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Hawái, Las Canarias y todas las demás islas del resto del mundo mundial…… y es que ya hay que ser “borrico” que diría el castizo y ya nos disculparán ustedes, para afirmar semejante salvajada y más propia de quien en lugar de la Biblia, lo más cercano que a esta ha leído en toda su vida, han sido las aventuras de Tom Sawyer. Y es que no se puede entender, aunque solo sea desde el punto de vista de un mínimo razonamiento lógico, que esos pasajes de alguna manera se puedan tomar literalmente, en primer lugar, porque es el propio pasaje el que desmiente tan disparatada afirmación, pues veamos: si leemos el texto señalado con un poco de atención, vemos que se nos dice que “el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando y toda montaña y toda isla, fueron removidas de sus lugares”…… luego teniendo en cuenta que el cielo no se puede “enrollar” como un rollo, ello significa que estamos ante una serie de figuras retóricas, mediante las cuales y sus respectivos simbolismos, se nos quiere transmitir determinada información.

Porque en dicho pasaje vemos, que también las “montañas” serían afectadas por dicho cataclismo acuoso supuestamente anunciado en las Escrituras y ¡qué quieren ustedes que les digamos!, pero que el mar suba tanto de nivel como para cubrir montañas, es algo que no tiene sentido y por lo que semejante afirmación, no puede ser tomada en serio, pues no pasa de ser una pura majadería propia de un indocumentado…… y ya dejando aparte, que ello significaría que el Altísimo tendría que retractarse de su afirmación de no volver a destruir la tierra con otra inundación (Gén. 9:11), que es en definitiva lo que fue el diluvio del día de Noé. Pues no olvidemos y por aquello de que siempre suele haber algún “despistadillo” por ahí, que no fue la copiosa lluvia en sí misma la que produjo la destrucción de las personas por ahogamiento, sino la gran inundación que esta produjo. Entonces es obvio que algo distinto a lo afirmado por ese “genio” de la interpretación bíblica, se nos tiene que estar diciendo en dicho pasaje y como veremos más adelante; por lo que si volvemos a Rev. 7:1 y continuamos leyendo los textos que le siguen a este, con lo que ya entraríamos en lo que es el contexto escritural, en este caso el más inmediato al pasaje, vemos que se nos dice lo siguiente:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3).

Luego lo que se deduce del propio contexto del verso uno, eso es, el verso 3, es que lejos de causar una hecatombe en la tierra, ese “retener” de los “cuatro vientos” es precisamente para lograr el efecto contrario, o sea, para que no se haga daño a la tierra y como dice el mismo verso, hasta después que se haya llevado a cabo la obra de sellar de los “esclavos de Dios”…… pero es que para más “inri”, resulta que es el mismo Sr. Diamond el que después de leernos el verso uno, lee los versos dos y tres ¡sin darse cuenta de que este, el verso tres, dice exactamente todo lo contrario de lo que acaba de afirmar! Y con lo que queda probada, no solo su total incapacidad para entender siquiera lo que está leyendo y a las pruebas nos remitimos, sino que carece de un mínimo entendimiento del contexto escritural, pues queda claro que ese pasaje no se puede tomar por lo literal, sino por el evidente simbolismo que transmite; recordemos que la Revelación fue dada básicamente en “signos” o “señales” (Rev. 1:1) y como queda evidenciado por el propio relato en sí mismo. Luego y partiendo del hecho que la Biblia se interpreta a sí misma ¿qué significarían, según el contexto escritural “los cuatro vientos” mencionados en el pasaje de Rev. 7:1?...... bueno, dejemos que sean las Escrituras las que nos lo expliquen, pues esto es lo que leemos en ellas:

Isa. 30:30: “Y Jehová ciertamente hará oír la dignidad de su voz y hará ver el descender de su brazo, en el enfurecimiento de cólera y la llama de un fuego devorador y turbión (aguacero tempestuoso con viento muy fuerte, que viene repentinamente y dura poco) y tempestad de lluvia y piedras de granizo.” (Acotación nuestra).

Isa. 66:15: “Porque aquí Jehová mismo viene como un mismo fuego y sus carros son como un viento de tempestad (“torbellino” según versiones), para hacer el pago de su cólera con pura furia y de su reprensión con llamas de fuego.” (Acotación nuestra).

Jer. 23:19: “¡Miren! La tempestad de viento de Jehová, furia misma, ciertamente saldrá, sí, una tormenta en remolino. Sobre la cabeza de los inicuos se remolinará.”

Jer. 30:23: “¡Miren! Una tempestad de viento de Jehová, furia misma, ha salido, una tormenta barredera en su avance. Sobre la cabeza de los inicuos remolineará.”

Jer. 49:35-37: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: 2 “Aquí voy a quebrar el arco de Elam, el principio de su poderío. 36 Y ciertamente traeré sobre Elam los cuatro vientos desde las cuatro extremidades de los cielos. Y ciertamente los esparciré a todos estos vientos y resultará que no habrá nación a la cual no lleguen los dispersos de Elam. 37 Y ciertamente desbarataré a los elamitas delante de sus enemigos y delante de los que buscan su alma; y ciertamente traeré sobre ellos una calamidad, mi cólera ardiente -es la expresión de Jehová-. Y ciertamente enviaré tras ellos la espada hasta que yo los haya exterminado”.”

Entonces ¿qué puede significar esto para nosotros hoy? Pues que estos “cuatro vientos” mencionados en el pasaje citado de Rev. 7:1-3, no son otra cosa que el símbolo gráfico de un juicio destructivo que está por ser desatado sobre una sociedad terrestre inicua, eso es, sobre el agitado “mar” de una humanidad desaforada (Isa. 57:20) y sobre los altaneros gobernantes semejantes a “árboles” que reciben apoyo y subsistencia de la gente de la tierra (Sal. 37:35; Ezeq. 31:1-3; Dan. 4:20-22). Probablemente, esos “cuatro ángeles” que retienen dichos vientos, representen a cuatro grupos de ángeles, a quienes Jehová utiliza para retener la ejecución de juicio hasta el tiempo señalado…… cuando los ángeles sueltan esos “vientos” de la ira divina para que vengan a la misma vez desde el norte, el sur, el este y el oeste, la devastación será tremenda y total; pero señalemos unos pasajes en el sentido del simbolismo de dicho pasaje, viendo con lo que en las Escrituras se suele comparar a los gobernantes:

Ezeq. 31:1-3: “Y ocurrió, además, que en el año undécimo, en el mes tercero, en el día primero del mes, la palabra de Jehová me ocurrió y dijo: 2 “Hijo del hombre, di a Faraón el rey de Egipto y a su muchedumbre: “¿A quién te has llegado a parecer en tu grandeza? 3 ¡Mira! A un asirio, un cedro del Líbano, bello en rama mayor, con espesura arbolada que ofrecía sombra y alto en estatura, de modo que entre las nubes resultaba estar su punta”.”

Dan. 4:20-22: “El árbol que contemplaste, que se hizo grande y llegó a ser fuerte y la altura del cual finalmente alcanzó a los cielos y que le era visible a toda la tierra 21 y el follaje del cual era hermoso y el fruto del cual era abundante y en el cual había alimento para todos; debajo del cual las bestias del campo moraban y en las ramas mayores del cual los pájaros de los cielos residían, 22 eres tú, oh rey, porque te has hecho grande y has llegado a ser fuerte y tu grandeza se ha hecho grande y ha alcanzado a los cielos y tu gobernación, hasta la extremidad de la tierra.”

Por lo que siguiendo este mismo razonamiento, tampoco las “montañas” y las “islas” mencionadas en ese pasaje de Rev. 6:14, pueden ser tomadas de manera literal, sino que tienen que significar otra cosa; y es que en las Escrituras, frecuentemente se alude a reinos o poderosas naciones semejantes a “montañas”, como por ejemplo en Dan. 2:35; 44-45; Isa. 41:14-16; Rev. 17:9-11 y otros…… máximo exponente de que ello es así, lo encontramos en el siguiente pasaje:

Y ciertamente pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea toda su maldad que han cometido en Sión ante los ojos de ustedes”, es la expresión de Jehová. 25 Aquí estoy contra ti, oh montaña (Babilonia) ruinosa -es la expresión de Jehová- arruinadora de toda la tierra; y ciertamente extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de los peñascos y haré de ti una montaña acabada por quema.” (Jer. 51:24-25). (Acotación nuestra).

Luego siendo esto así, solo podemos concluir que las “islas” mencionadas en ese pasaje que estamos considerando de Rev. 6:14 y puesto que nos habla de un futuro, no pueden ser otra cosa que organismos poderosos dependientes que han creado esas naciones, tales como la ONU; OTAN; FMI y tantísimos otros y que en el nombre de esas poderosas naciones o “montañas” (o los poderes ocultos tras ellas), dominan un mundo regido por Satanás (2 Cor. 4:4) y engañan al hombre con su apariencia de segura estabilidad. Entonces, definitivamente, estaríamos hablando de otra catastrófica interpretación a cargo del Sr. Diamond y que a nuestro entender, antes de lanzarse “al ruedo” debería de reconsiderar lo que va a decir, si no quiere que le “empitone” el toro…… y es que además y partiendo de esos inicios, ya nos dirán ustedes el crédito que pueden merecer los argumentos que nos hace a continuación, acerca de la verdadera identidad de los mencionados 144.000. Pero ello también deja claro que dicho caballero, estrambótico donde los haya, pues eso de llamarse cristiano y por otra parte, actuar como un judío practicante (el uso de la “Kipá”, o la no mención del nombre de Dios, Jehová o Yahvéh, así como la inclinación reverencial cuando en las escrituras se topa con el Sagrado Nombre, etc.), como que muy de recibo la cosa no es, tampoco tiene ni idea de la aplicación correcta de Rev. 7:1-3 en la corriente del tiempo; y pasaje que pasaremos a transcribir de nuevo, para averiguar el momento de su cumplimiento:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”

Teniendo en cuenta que el verso cuatro nos dice que el número de los que fueron “sellados”, se eleva a 144.000 miembros y sumándole a ello, que esos son los que aparecen en Rev. 14:1 como aquellos que acompañan a Cristo en su reinar (comparar con el Salmo 2) y de los cuales, la inmensa mayoría de ellos aparecieron en el primer siglo E.C., de dicho pasaje tenemos que entender lo siguiente: el tiempo de retención de los vientos de destrucción, tiene que ver con los tres años y medio primeros de la semana 70 de Dan. 9:27, en donde se llevará a cabo la predicación de Mat. 24:14 y de ahí que no se permita disturbio alguno en la tierra que pudiera afectar su desarrollo. Terminados estos y cuando el “anticristo” asesina al resto ungido por aparecer (Rev. 11:7) y prefigurados por los “dos testigos” del verso 3, es cuando culmina el sellar de los últimos componentes de los 144.000, pues con su muerte en sacrifico se han hecho acreedores de dicha distinción; a partir de ese momento, aquellos que han aceptado el mensaje anunciado son milagrosamente “ocultados” por Jehová e inicia la “gran tribulación” contra aquellos que han rechazado dicho ofrecimiento y que azota a la humanidad por los tres años y medio restantes de dicha profética semana 70…… a continuación de estos, el momento tan esperado: la instauración del reino de Dios.

Por lo tanto, es falsa la afirmación que nos hace ese caballero, al decirnos al inicio de su video que serán los 144.000 judíos los que predicarán bajo las órdenes de los “dos testigos”, cuando resulta que esos personajes son precisamente parte residual de ese número y que tienen que formar parte del gobierno del reino con Cristo (hemos dicho que la mayoría de estos vivieron y murieron en el primer siglo) y que no reciben su sello de aprobación divina, hasta el momento de su muerte en sacrificio, o sea, cuando son ejecutados por la “bestia de siete cabezas”:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Rev. 2:10).

Luego solo es razonable pensar, que hasta después de su muerte en sacrificio o martirio (Rev. 11:7) no reciben el sello distintivo y con él, la mencionada corona de la vida; con lo que queda claro, el planteamiento mantenido desde este blog en el sentido de que hasta que esa situación no se produzca, no acaba el sellar de los 144.000 y en consecuencia no puede empezar la “gran tribulación”…… y por otra parte y a tenor de Mat. 25:31-46, que los que colaborarán con esos “dos” simbólicos personajes (el número real de ellos no se sabe) no son el grueso de los 144.000 ya desparecidos hace siglos, sino las personas que obedientemente acepten el mensaje divino que estos predicarán y que, añadiéndose a su labor divulgadora, conformarán la “gran muchedumbre” que sobrevive a la venidera “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14). Por lo que volviendo al Sr. Diamond, está claro una vez más, que no sabe de lo que habla y por lo que no merecen ningún crédito sus numerosas “enseñanzas” que solo sirven, como las de tantos otros que también se las dan de “ungidos” o Hijos adoptivos de Dios, para entrampar a esas personas que dejan en manos de otros, su intransferible responsabilidad de estudiar las Escrituras por sí mismos…… y con lo que se cumplirá en ellas, tanto en los unos como en los otros, las palabras de Jesús:

Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14).

MABEL