O sea, Sr. Diamond, que la falta de viento…… ¿causará estragos en la tierra?
Recordarán ustedes, que ya en su momento hablábamos de dicho caballero, el pomposamente llamado “Conferencista judío-cristiano, Dr. David Diamond” en relación a su visión, compartida con el Sr. Arturo Norero y otro que tal baila en su entendimiento de las Escrituras (¡vaya par!), acerca del infierno y en un artículo que publicamos el 20/11/12 bajo el título “¿Seguro, Sres. Diamond y Norero, que existe un lugar de tormento llamado “infierno”?” y que con anterioridad (13/11/12), ya habíamos publicado otro acerca de su particular entendimiento del “mar que ya no existe” mencionado en Rev. 21:1, con el título “El mar…… y el Sr. David Diamond” y teniendo este, como no, al Sr. Norero como espectador privilegiado y silente ante la salvajada proferida; pues bien: hoy le toca el turno al “viento” y que si gamberrada era la anterior, no lo es menos la que hoy les vamos a contar. Cierto es, que el video al que nos estaríamos refiriendo en esta ocasión, es una grabación publicada en Junio del 2012 y que tiene que ver con una serie en tres partes titulada “David Diamond - Los 144.00 sellados”, en los que se nos habla de quiénes serán estos, pero que a tenor de los “andares” actuales, eso es, los videos posteriores a los mencionados y publicados por dichos caballeros, dan muestras de continuar con la misma manifiesta insolvencia para entender las Escrituras de la que hacían gala en esos videos mencionados; y tema que hoy les vamos a comentar, relacionado con la interpretación que dicho disparatado personaje nos hace del pasaje de Rev. 7:1 y en donde se puede leer lo siguiente:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol.”
Y esta es la extravagante interpretación que dicho caballero y en una muestra de su total ignorancia de lo que significa el texto escritural, nos hace del pasaje en cuestión: según nos explica, ello significa que en un momento determinado sucederá sobre la tierra, una cosa que califica como “espantosa”: el viento cesará de soplar sobre esta y lo que al parecer (según da a entender), semejante perspectiva tiene ya “atemorizados” a los científicos de la tierra, debido a las consecuencias que dicho fenómeno llevará aparejado…… no existirá brisa alguna, los árboles se secarán, la vegetación morirá, la temperatura se elevará de una manera impresionante, lo que llevará el derretimiento de los polos y el consecuente aumento de los mares y con ello, la total desaparición de islas y situación previamente anunciada (siempre según nos afirma dicho “talentoso” predicador) en un pasaje anterior; en este caso en Rev. 6:14:
“Y el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando y toda montaña y toda isla fueron removidas de sus lugares.”
Y con lo que ya pueden poner sus “barbas a remojar”, según ese “fenómeno” de la interpretación bíblica, el Sr. Diamond, islas como Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Hawái, Las Canarias y todas las demás islas del resto del mundo mundial…… y es que ya hay que ser “borrico” que diría el castizo y ya nos disculparán ustedes, para afirmar semejante salvajada y más propia de quien en lugar de la Biblia, lo más cercano que a esta ha leído en toda su vida, han sido las aventuras de Tom Sawyer. Y es que no se puede entender, aunque solo sea desde el punto de vista de un mínimo razonamiento lógico, que esos pasajes de alguna manera se puedan tomar literalmente, en primer lugar, porque es el propio pasaje el que desmiente tan disparatada afirmación, pues veamos: si leemos el texto señalado con un poco de atención, vemos que se nos dice que “el cielo se apartó como un rollo que se va enrollando y toda montaña y toda isla, fueron removidas de sus lugares”…… luego teniendo en cuenta que el cielo no se puede “enrollar” como un rollo, ello significa que estamos ante una serie de figuras retóricas, mediante las cuales y sus respectivos simbolismos, se nos quiere transmitir determinada información.
Porque en dicho pasaje vemos, que también las “montañas” serían afectadas por dicho cataclismo acuoso supuestamente anunciado en las Escrituras y ¡qué quieren ustedes que les digamos!, pero que el mar suba tanto de nivel como para cubrir montañas, es algo que no tiene sentido y por lo que semejante afirmación, no puede ser tomada en serio, pues no pasa de ser una pura majadería propia de un indocumentado…… y ya dejando aparte, que ello significaría que el Altísimo tendría que retractarse de su afirmación de no volver a destruir la tierra con otra inundación (Gén. 9:11), que es en definitiva lo que fue el diluvio del día de Noé. Pues no olvidemos y por aquello de que siempre suele haber algún “despistadillo” por ahí, que no fue la copiosa lluvia en sí misma la que produjo la destrucción de las personas por ahogamiento, sino la gran inundación que esta produjo.
Entonces es obvio que algo distinto a lo afirmado por ese “genio” de la interpretación bíblica, se nos tiene que estar diciendo en dicho pasaje y como veremos más adelante; por lo que si volvemos a Rev. 7:1 y continuamos leyendo los textos que le siguen a este, con lo que ya entraríamos en lo que es el contexto escritural, en este caso el más inmediato al pasaje, vemos que se nos dice lo siguiente:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Rev. 7:1-3).
Luego lo que se deduce del propio contexto del verso uno, eso es, el verso 3, es que lejos de causar una hecatombe en la tierra, ese “retener” de los “cuatro vientos” es precisamente para lograr el efecto contrario, o sea, para que no se haga daño a la tierra y como dice el mismo verso, hasta después que se haya llevado a cabo la obra de sellar de los “esclavos de Dios”…… pero es que para más “inri”, resulta que es el mismo Sr. Diamond el que después de leernos el verso uno, lee los versos dos y tres ¡sin darse cuenta de que este, el verso tres, dice exactamente todo lo contrario de lo que acaba de afirmar! Y con lo que queda probada, no solo su total incapacidad para entender siquiera lo que está leyendo y a las pruebas nos remitimos, sino que carece de un mínimo entendimiento del contexto escritural, pues queda claro que ese pasaje no se puede tomar por lo literal, sino por el evidente simbolismo que transmite; recordemos que la Revelación fue dada básicamente en “signos” o “señales” (Rev. 1:1) y como queda evidenciado por el propio relato en sí mismo. Luego y partiendo del hecho que la Biblia se interpreta a sí misma ¿qué significarían, según el contexto escritural “los cuatro vientos” mencionados en el pasaje de Rev. 7:1?...... bueno, dejemos que sean las Escrituras las que nos lo expliquen, pues esto es lo que leemos en ellas:
Isa. 30:30: “Y Jehová ciertamente hará oír la dignidad de su voz y hará ver el descender de su brazo, en el enfurecimiento de cólera y la llama de un fuego devorador y turbión (aguacero tempestuoso con viento muy fuerte, que viene repentinamente y dura poco) y tempestad de lluvia y piedras de granizo.” (Acotación nuestra).
Isa. 66:15: “Porque aquí Jehová mismo viene como un mismo fuego y sus carros son como un viento de tempestad (“torbellino” según versiones), para hacer el pago de su cólera con pura furia y de su reprensión con llamas de fuego.” (Acotación nuestra).
Jer. 23:19: “¡Miren! La tempestad de viento de Jehová, furia misma, ciertamente saldrá, sí, una tormenta en remolino. Sobre la cabeza de los inicuos se remolinará.”
Jer. 30:23: “¡Miren! Una tempestad de viento de Jehová, furia misma, ha salido, una tormenta barredera en su avance. Sobre la cabeza de los inicuos remolineará.”
Jer. 49:35-37: “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: 2 “Aquí voy a quebrar el arco de Elam, el principio de su poderío. 36 Y ciertamente traeré sobre Elam los cuatro vientos desde las cuatro extremidades de los cielos. Y ciertamente los esparciré a todos estos vientos y resultará que no habrá nación a la cual no lleguen los dispersos de Elam. 37 Y ciertamente desbarataré a los elamitas delante de sus enemigos y delante de los que buscan su alma; y ciertamente traeré sobre ellos una calamidad, mi cólera ardiente -es la expresión de Jehová-. Y ciertamente enviaré tras ellos la espada hasta que yo los haya exterminado”.”
Entonces ¿qué puede significar esto para nosotros hoy? Pues que estos “cuatro vientos” mencionados en el pasaje citado de Rev. 7:1-3, no son otra cosa que el símbolo gráfico de un juicio destructivo que está por ser desatado sobre una sociedad terrestre inicua, eso es, sobre el agitado “mar” de una humanidad desaforada (Isa. 57:20) y sobre los altaneros gobernantes semejantes a “árboles” que reciben apoyo y subsistencia de la gente de la tierra (Sal. 37:35; Ezeq. 31:1-3; Dan. 4:20-22). Probablemente, esos “cuatro ángeles” que retienen dichos vientos, representen a cuatro grupos de ángeles, a quienes Jehová utiliza para retener la ejecución de juicio hasta el tiempo señalado…… cuando los ángeles sueltan esos “vientos” de la ira divina para que vengan a la misma vez desde el norte, el sur, el este y el oeste, la devastación será tremenda y total; pero señalemos unos pasajes en el sentido del simbolismo de dicho pasaje, viendo con lo que en las Escrituras se suele comparar a los gobernantes:
Ezeq. 31:1-3: “Y ocurrió, además, que en el año undécimo, en el mes tercero, en el día primero del mes, la palabra de Jehová me ocurrió y dijo: 2 “Hijo del hombre, di a Faraón el rey de Egipto y a su muchedumbre: “¿A quién te has llegado a parecer en tu grandeza? 3 ¡Mira! A un asirio, un cedro del Líbano, bello en rama mayor, con espesura arbolada que ofrecía sombra y alto en estatura, de modo que entre las nubes resultaba estar su punta”.”
Dan. 4:20-22: “El árbol que contemplaste, que se hizo grande y llegó a ser fuerte y la altura del cual finalmente alcanzó a los cielos y que le era visible a toda la tierra 21 y el follaje del cual era hermoso y el fruto del cual era abundante y en el cual había alimento para todos; debajo del cual las bestias del campo moraban y en las ramas mayores del cual los pájaros de los cielos residían, 22 eres tú, oh rey, porque te has hecho grande y has llegado a ser fuerte y tu grandeza se ha hecho grande y ha alcanzado a los cielos y tu gobernación, hasta la extremidad de la tierra.”
Por lo que siguiendo este mismo razonamiento, tampoco las “montañas” y las “islas” mencionadas en ese pasaje de Rev. 6:14, pueden ser tomadas de manera literal, sino que tienen que significar otra cosa; y es que en las Escrituras, frecuentemente se alude a reinos o poderosas naciones semejantes a “montañas”, como por ejemplo en Dan. 2:35; 44-45; Isa. 41:14-16; Rev. 17:9-11 y otros…… máximo exponente de que ello es así, lo encontramos en el siguiente pasaje:
“Y ciertamente pagaré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea toda su maldad que han cometido en Sión ante los ojos de ustedes”, es la expresión de Jehová. 25 Aquí estoy contra ti, oh montaña (Babilonia) ruinosa -es la expresión de Jehová- arruinadora de toda la tierra; y ciertamente extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de los peñascos y haré de ti una montaña acabada por quema.” (Jer. 51:24-25). (Acotación nuestra).
Luego siendo esto así, solo podemos concluir que las “islas” mencionadas en ese pasaje que estamos considerando de Rev. 6:14 y puesto que nos habla de un futuro, no pueden ser otra cosa que organismos poderosos dependientes que han creado esas naciones, tales como la ONU; OTAN; FMI y tantísimos otros y que en el nombre de esas poderosas naciones o “montañas” (o los poderes ocultos tras ellas), dominan un mundo regido por Satanás (2 Cor. 4:4) y engañan al hombre con su apariencia de segura estabilidad. Entonces, definitivamente, estaríamos hablando de otra catastrófica interpretación a cargo del Sr. Diamond y que a nuestro entender, antes de lanzarse “al ruedo” debería de reconsiderar lo que va a decir, si no quiere que le “empitone” el toro…… y es que además y partiendo de esos inicios, ya nos dirán ustedes el crédito que pueden merecer los argumentos que nos hace a continuación, acerca de la verdadera identidad de los mencionados 144.000.
Pero ello también deja claro que dicho caballero, estrambótico donde los haya, pues eso de llamarse cristiano y por otra parte, actuar como un judío practicante (el uso de la “Kipá”, o la no mención del nombre de Dios, Jehová o Yahvéh, así como la inclinación reverencial cuando en las escrituras se topa con el Sagrado Nombre, etc.), como que muy de recibo la cosa no es, tampoco tiene ni idea de la aplicación correcta de Rev. 7:1-3 en la corriente del tiempo; y pasaje que pasaremos a transcribir de nuevo, para averiguar el momento de su cumplimiento:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”
Teniendo en cuenta que el verso cuatro nos dice que el número de los que fueron “sellados”, se eleva a 144.000 miembros y sumándole a ello, que esos son los que aparecen en Rev. 14:1 como aquellos que acompañan a Cristo en su reinar (comparar con el Salmo 2) y de los cuales, la inmensa mayoría de ellos aparecieron en el primer siglo E.C., de dicho pasaje tenemos que entender lo siguiente: el tiempo de retención de los vientos de destrucción, tiene que ver con los tres años y medio primeros de la semana 70 de Dan. 9:27, en donde se llevará a cabo la predicación de Mat. 24:14 y de ahí que no se permita disturbio alguno en la tierra que pudiera afectar su desarrollo. Terminados estos y cuando el “anticristo” asesina al resto ungido por aparecer (Rev. 11:7) y prefigurados por los “dos testigos” del verso 3, es cuando culmina el sellar de los últimos componentes de los 144.000, pues con su muerte en sacrifico se han hecho acreedores de dicha distinción; a partir de ese momento, aquellos que han aceptado el mensaje anunciado son milagrosamente “ocultados” por Jehová e inicia la “gran tribulación” contra aquellos que han rechazado dicho ofrecimiento y que azota a la humanidad por los tres años y medio restantes de dicha profética semana 70…… a continuación de estos, el momento tan esperado: la instauración del reino de Dios.
Por lo tanto, es falsa la afirmación que nos hace ese caballero, al decirnos al inicio de su video que serán los 144.000 judíos los que predicarán bajo las órdenes de los “dos testigos”, cuando resulta que esos personajes son precisamente parte residual de ese número y que tienen que formar parte del gobierno del reino con Cristo (hemos dicho que la mayoría de estos vivieron y murieron en el primer siglo) y que no reciben su sello de aprobación divina, hasta el momento de su muerte en sacrificio, o sea, cuando son ejecutados por la “bestia de siete cabezas”:
“No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Rev. 2:10).
Luego solo es razonable pensar, que hasta después de su muerte en sacrificio o martirio (Rev. 11:7) no reciben el sello distintivo y con él, la mencionada corona de la vida; con lo que queda claro, el planteamiento mantenido desde este blog en el sentido de que hasta que esa situación no se produzca, no acaba el sellar de los 144.000 y en consecuencia no puede empezar la “gran tribulación”…… y por otra parte y a tenor de Mat. 25:31-46, que los que colaborarán con esos “dos” simbólicos personajes (el número real de ellos no se sabe) no son el grueso de los 144.000 ya desparecidos hace siglos, sino las personas que obedientemente acepten el mensaje divino que estos predicarán y que, añadiéndose a su labor divulgadora, conformarán la “gran muchedumbre” que sobrevive a la venidera “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14). Por lo que volviendo al Sr. Diamond, está claro una vez más, que no sabe de lo que habla y por lo que no merecen ningún crédito sus numerosas “enseñanzas” que solo sirven, como las de tantos otros que también se las dan de “ungidos” o Hijos adoptivos de Dios, para entrampar a esas personas que dejan en manos de otros, su intransferible responsabilidad de estudiar las Escrituras por sí mismos…… y con lo que se cumplirá en ellas, tanto en los unos como en los otros, las palabras de Jesús:
“Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14).
MABEL
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