lunes, 24 de junio de 2013

Gobernación divina...... ¡la única esperanza de la humanidad!


¡Vuelvan pues, a su fortaleza, prisioneros de la esperanza! En este preciso día yo les hago saber que les devolveré el doble de lo que perdieron.” (Zac. 9:12).

Es obvio que, como en la mayoría de las profecías, estas palabras tuvieron un parcial cumplimiento en un pasado remoto, pero apuntando a un cumplimiento mayor en un futuro y en aquellos momentos, aún muy lejano. Por lo que la “fortaleza” (o plaza fuerte) a la cual tenían que “volverse” aquellos “prisioneros de la esperanza” en ese momento de la historia, era el reino mesiánico de Dios que estaba representado en la tierra por la ciudad de Jerusalén, donde un rey de la familia real de David de Belén solía sentarse en un trono que era llamado “el trono de Jehová” (1 Cró. 29:23) y gobernaba en una teocracia, eso es, un gobierno dirigido por Dios mediante su representante terrestre, en este caso el rey de turno. A esta forma de gobernación divina, era a la que a aquellos “prisioneros de la esperanza” se les estimulaba a “volver”, saliendo de su largo destierro de 70 años en la pagana Babilonia. Pero el tiempo ha ido pasando y nos encontramos en nuestros días, que dichas palabras proféticas nos aplican de lleno y por lo que la invitación de nuestro Creador en el sentido que retornemos a la “fortaleza” (“torre fuerte” o “plaza fuerte”, según versiones), no es otra cosa en este momento de la historia, que la total confianza en el próximo establecimiento o venida del “reino de Dios” anunciado por Jesús, para todos aquellos que somos “prisioneros de la esperanza” o lo que es lo mismo, pero dicho de otra manera, que creemos en Su promesa de restauración (Hech. 3:20-21)…… lo que marca un agudo contraste con lo que normalmente espera la inmensa mayoría de la humanidad, que yace confiada en las vanas promesas de los gobiernos humanos a lo largo de la historia y que ya hemos visto a dónde nos han llevado.

Ahora bien, alguien podría preguntarse ¿qué puede dar la “gobernación divina” a la humanidad, que ya no le haya dado a la raza humana la gobernación por el hombre? Lo cual nos permitiría voltear la pregunta en el sentido de ¿y qué es lo que nos ha dado el gobierno humano, hasta el momento? Porque la triste realidad, es que lo que todas las distintas formas de gobierno padecidas por el ser humano, le han dado a la humanidad en general hasta ahora, ciertamente no ha sido aquello que se dice precisamente “divino”, como a veces coloquialmente llamamos a algo que tiene excelencia; y no hay que ser un lince, a juzgar por la manera en que van sucediéndose las cosas en este mundo, para pensar que el régimen humano pueda darnos algo mejor de lo que nos ha dado hasta ahora…… y que está muy lejos de ser totalmente satisfactorio, lo que nos pone más bien ante una realidad que es francamente muy desilusionadora. Y es que durante milenios, la humanidad ha experimentado con todo tipo de formas de gobierno y lo que ha dejado perfectamente a las claras, lo que se puede esperar en cuanto a gobernación derivada de gobiernos de hechura humana, que por estar integrados por personas imperfectas, lo que pueden ofrecer no es más que el “fruto” de una gobernación humana imperfecta. Por otra parte, la extensamente aceptada teoría de la evolución del hombre, no nos suministra base para esperar que estos evolucionen en distintos campos a mejor, durante nuestra generación o en centenares de miles de años en el futuro, hasta convertirse en perfectos gobernantes, por medio de extrañas “mutaciones” súbitas de clase sorprendente y provechosa, ya que la realidad nos muestra que la expectativa es más bien la contraria, pues cuanto más avanzamos peor “pinta la cosa”, que diría nuestro castizo de guardia…… por lo que la esperanza de recibir alivio de la angustia mundial actual, no puede estar basada en una esperanza de justa gobernación humana, pues esto es lo que declara la Palabra de Dios:

Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Jer. 10:23).

Debido a ello, al mundo entero se le ha dejado sin esperanza, ante los catastróficos y progresivos resultados de la gobernación por el hombre y de ahí, el explosivo resultado que de continuo vemos en las calles de nuestras ciudades: violentas manifestaciones de personas sin futuro, hartas de los continuos recortes en prestaciones sociales; del constante aumento en los impuestos tributarios y que las sume en la miseria más absoluta; hambre en las naciones llamadas del primer mundo; miseria, destrucción y sufrimiento por doquier por la falta de trabajo y por lo tanto, la falta de expectativa de futuro…… y sobre todo, por la brutal corrupción en todas las instituciones que nos gobiernan y a todos los niveles: desde las locales, pasando por los gobiernos nacionales, hasta llegar a las de ámbito internacional. Se ha explicado, por otra parte, que esperanza es la “confianza de lograr una cosa”, o “estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos”, o “confianza que se tiene de recibir una cosa”…… obviamente, también va implícito en el término “esperanza” el significado añadido de “persona o cosa que es el centro de dicha confianza”, eso es, un valor seguro de contrastada fiabilidad; sin embargo, hay que reconocer que en medio del entorno el que nos movemos, esta última definición y lejos de ser una posibilidad, más bien se nos antoja una quimera, pues esto es lo que sobre el respecto nos dice el registro sagrado:

Todo esto he visto y hubo un aplicar mi corazón a toda obra que se ha hecho bajo el sol, durante el tiempo (desde su mismo principio) que el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Ecle. 8:9). (Acotación nuestra).

Es cierto, por otra parte y por aquello que la esperanza es lo último que se pierde, que todos tenemos nuestras propias esperanzas y expectativas individuales de distinta importancia y sobre diferentes anhelos…… pero ¿no sería una maravilla, que hubiera una sola esperanza que pudiera compartir toda la humanidad, prescindiendo de raza, color, nacionalidad o posición social? Ciertamente que esto sería maravilloso, porque significaría que no sería nada egoísta, nacionalista, racial, sino dirigida a satisfacer los justos deseos y necesidades comunes de toda la humanidad…… aunque ¿dónde podemos encontrar esa “perita en dulce”? Porque por ejemplo, las Naciones Unidas como organismo para la paz y seguridad mundial, después de casi setenta años de funcionamiento y sucesora de un catastrófico fracaso llamado La Sociedad de Naciones, no ha sido tampoco fiel con los principios de su fundación y por lo que no ha sido capaz de suministrar una esperanza de ese tipo; el hecho de que se hayan añadido más naciones a ella (inició en 1945 con 51 países miembros, mientras que en la actualidad son 193 sus componentes) no ha convertido su fracaso en un éxito, sino que solo han hecho que se haya acentuado la inutilidad de dicha organización, en cuanto a suministrar paz, justicia y bienestar al mundo. No olvidemos que a escala mundial, las Naciones Unidas han sido la mayor estructura de gobierno que el hombre ha podido ofrecer para corregir las cada día más urgentes necesidades humanas y por lo que muchas personas se preguntan: si las Naciones Unidas fueran puestas fuera de acción por la fuerza de su fracaso y como le sucedió a su antecesora, La Sociedad de Naciones ¿qué otra estructura gobernante podría ofrecerse a la humanidad en general, habida cuenta de que la “pericia” del hombre en esos menesteres no ha servido absolutamente para nada, como no sea para empeorar la cuestión?

Lo cierto, es que rápidamente aumenta la cantidad de personas pensadoras que con honestidad admiten, que la gobernación humana ha fracasado y sus esperanzas basadas en que el hombre pudiera traer alivio a los males de la humanidad, han sido sencillamente destrozadas. Lo más triste de ello, es que no les queda a esas personas ninguna otra esperanza con la cual consolarse, ni consolar a otros y por lo que todo lo que ahora tienen es la ilusión de que aparezca algo, que no tiene forma ni perfil claro en su mente y que no tienen idea alguna, de cómo ni de qué fuente ha de venir esta “cosa” que supuestamente habría de satisfacer las necesidades del personal, ni de dónde se puede esperar. Es cierto que se anuncia “a bombo y platillo” el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial, pero no es menos cierto que son muchísimas personas las que son escépticas a sus anunciados futuros logros, pues la realidad es que dicho NOM no es otra cosa que la constatación de otro fracaso (el de las actuales NU) y que obviamente se formará con los mismos mimbres defectuosos de las dos anteriores organizaciones: el hombre imperfecto y que en su altanería de intentar gobernar apartado de su Creador, actúa como marinero atrapado en una inmensa tempestad:

Suben a los cielos, bajan a los fondos (efecto aparente a causa del movimiento del barco). A causa de la calamidad (el desbarajuste actual), su misma alma va derritiéndose. 27 Dan vueltas y se mueven con inseguridad como un borracho y aun toda su sabiduría resulta confusa.” (Sal. 107:26-27). (Acotaciones nuestras).

No obstante, aunque las condiciones mundiales ya desesperadas y continuamente en deterioro, han destruido la esperanza de una cantidad innumerable de personas, estas mismísimas condiciones, paradójicamente, son las que imparten vigor fresco a las elevadas esperanzas de otras. ¿Quiénes son estas otras personas tan “raritas”, cuya esperanza va haciéndose cada vez más brillante, a medida que la angustia mundial continúa aumentando en intensidad? (Luc. 21:28) ¿Qué tienen ellos que otros no tengan? Pues fundamentalmente, tienen conocimiento bíblico y por lo que son aquellos que siguen el sano y práctico consejo de un antiguo escritor bíblico que, llevado por el espíritu de Dios, en su momento dijo lo siguiente:

No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna. Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Sal. 146:3-4).

Ese escritor de la antigüedad nos aconsejó que no pusiéramos nuestras esperanzas en la gobernación humana y por eso los que siguen este consejo, hoy dirigen su atención a más allá de dicha gobernación humana…… pero, ¿a qué más se puede dirigir uno? Porque vemos que los que sostienen la teoría de la evolución humana y los que siguen la teoría filosófica del materialismo, enseñan que no hay donde dirigirse sino a cosas materiales como los hombres y a lo que estos puedan lograr por sí mismos; por eso es que se encuentran desesperanzados y al final llegarán a estar desesperados (Luc. 21:25-26), pues sus teorías no solo no satisfacen las mentes angustiadas, sino que tampoco convencen porque son irrazonables y contrarias totalmente, a los hechos registrados en la historia de la gobernación humana. Y es que ciertamente, sí hay algo más allá de la gobernación humana a lo cual dirigirse y que pocas iglesias han explicado a sus feligreses, pues estas siempre se han movido al son que tocan los gobiernos humanos…… y estaríamos hablando de la gobernación divina o teocrática, como la que en un tiempo existió sobre la tierra y marcó los momentos más gloriosos del pueblo de Israel (1 Rey. 4:20-25). A esto se dirige la gente esperanzada de hoy, aunque les llamen “raritos”, pues a esto es a lo que nos estimulan las convincentes palabras del autor bíblico del que acabamos de mencionar, quién hablando por propia experiencia y observación, pasa a decir lo siguiente:

Feliz es el que tiene al Dios de Jacob por ayuda suya, cuya esperanza está en Jehová su Dios, el Hacedor del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que en ellos hay; Aquel que observa apego a la verdad hasta tiempo indefinido, Aquel que ejecuta juicio para los defraudados, Aquel que da pan a los hambrientos. Jehová está soltando a los que están atados. Jehová está abriendo los ojos a los ciegos; Jehová está levantando a los encorvados; Jehová está amando a los justos. Jehová está guardando a los residentes forasteros; al huérfano de padre y a la viuda él da alivio, pero el camino de los inicuos él lo tuerce…… Jehová será rey hasta tiempo indefinido.” (Sal. 146:5-10).

Luego y como consecuencia de la errática gobernación humana y sus fallas e inhabilidades ¿es usted uno de los “defraudados” o de los “hambrientos”? ¿Es usted uno de “los que están atados”, o de los “ciegos”, o de los “encorvados”? ¿Es usted un “residente forastero” (que se siente extraño en medio de este mundo), o un “huérfano de padre”…… o una “viuda” (o personas desvalidas)? Entonces a este Supremo Rey mencionado cuyo nombre da el escritor bíblico de la antigüedad y del que hemos mencionado, es Aquel al cual acudir en busca de socorro, pues Su gobernación es una gobernación divina y porque Él como Gobernante del entero Universo y lo que este contiene, es el propio Dios Todopoderoso. Como hemos leído, no es un Dios innominado cuya identidad personal se pierda entre todos los centenares de miles de dioses, vírgenes o “santos” que reciben adoración en distintas partes de la tierra habitada, sino que es un Dios que no recibió nombre de parte de los hombres; es más bien un Dios que se dio a sí mismo su nombre, un nombre por el cual no se llama a ningún otro dios en el cielo ni en la Tierra…… el escritor bíblico inspirado menciona el nombre divino siete veces y que no es otro que Jehová, aunque también se le suele llamar Yahweh y siendo que ambos nombres se refieren al mismo Divino Ser.

Es cierto no obstante, que personas mal informadas y con ciertos prejuicios, pudieran tratar de desanimarlo a usted de tener que ver con este Dios, Jehová/Yahweh o viceversa…… y por aquello de que eso “ya no se lleva hoy”; pero no es menos cierto que le espera felicidad, aun en estos tiempos de tristeza si usted cifra su esperanza en Él, pues el escritor inspirado de la antigüedad dijo algo parecido a que “feliz es aquel cuya esperanza está en Jehová su Dios” (Sal. 146:5). Hace diecinueve siglos un hombre cuya esperanza estaba puesta en las magníficas promesas de Jehová (el apóstol Pablo) lo llamó “el Dios de la esperanza” o “el Dios que da esperanza” (Rom. 15:13), pues Él es el Único que puede darnos una esperanza que toda la humanidad puede compartir, sin distinción de origen, color o sexo, porque Él es el Creador de la raza humana, por lo que solo en Él está la esperanza de esta. La gobernación divina que Él proveerá en un futuro ya inmediato, es la única esperanza de toda la humanidad y si Él no la proveyera, no habría esperanza alguna para el hombre, que camina directo hacia su autodestrucción, a pasos agigantados. Y para que personas de todas las razas, tribus, naciones y lenguas tuvieran esta esperanza garantizada divinamente, Él hizo que se pusiera por escrito Su propósito para con la humanidad, en un libro inspirado y conocido como La Biblia, que cuenta con la garantía de estar avalado por el propio Dios (2 Tim. 3:16)…… y por medio del cual, usted puede enterarse en toda su extensión en cuanto a esta esperanza segura y maravillosa (2 Ped. 1:16-21) que sostiene a tantas personas. Este Ser Divino, Jehová Dios el Todopoderoso, viendo desde un principio que la humanidad necesitaba una esperanza, puso una ante ella anunciándole Su firme propósito de, mediante un reino a Su hechura, restaurar todo el mal causado en un principio; y esta esperanza que Él da, tiene el poder de sostenernos en los tiempos más difíciles y hasta de salvarnos a través de ellos (Sal. 27:5), hasta que la gozosa esperanza se haga una realidad incontestable. Es por eso que, hace casi dos mil años, a aquellos que compartían dicha esperanza se les dirigieron las siguientes palabras:

Que el Dios que da esperanza, los llene de todo gozo y paz por el creer de ustedes, para que abunden en la esperanza con poder de espíritu santo.” (Rom. 15:13).

Esta esperanza dada divinamente, la de la venidera instauración del reino de Dios, debería llenarnos de gozo y mantenernos tranquilos en medio del inminente caos mundial que pronto estallará, de modo que nuestra esperanza se extienda y exprese a otros que están en desesperación, el por qué y razón de la misma; tenemos que tener esta esperanza y fortalecernos en la misma (Rom. 15:4), en medio de un mundo que se entrega cada vez más a lo que es malo, bajo la invisible influencia del invisible “dios de este sistema de cosas” Satanás el Diablo (2 Cor. 44:4). Pero el recibir liberación de esta maldad que aumenta, se acerca rápidamente y por ello, la necesidad de asirnos fuertemente de esa esperanza fortalecedora y no dejar que las circunstancias actuales nos hagan tambalear; por eso el escritor inspirado, al dirigirse a los que compartían dicha esperanza durante el primer siglo de nuestra era común, les escribió esto:

Deseo que sean sabios en cuanto a lo que es bueno, pero inocentes en cuanto a lo que es malo. Por su parte, el Dios que da paz quebrantará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve.” (Rom. 16:19-20).

La antigua palabra hebrea para Satanás, significa “resistidor” o “adversario” y aquí se refiere al resistidor principal de Dios, el opositor que dio comienzo a resistirse al Altísimo y que lleva la delantera de todas las otras criaturas que, tanto en el cielo como sobre la Tierra le siguen, en oponerse a Dios y sus buenos propósitos…… obviamente Dios es infinitamente más poderoso que este Satanás y por eso quebrantará a este, pero será y como hemos léido, bajo los pies de aquellos que comparten la firme esperanza de que este Satanás será finalmente quebrantado (Rom. 16:20). Esta literaria forma de expresión, compara a Satanás con algo que puede ser quebrantado bajo los pies...... no con un escorpión en este caso, sino con una culebra o serpiente y siendo que la paz universal, vendrá como resultado directo de tal quebrantamiento. Pero ¿cómo podemos estar seguros de que este quebrantamiento de Satanás, como si fuera una vulgar culebra o serpiente, se producirá? Porque aquí, el escritor de esa carta a los esperanzados lectores que disfrutaron de ella (los miembros de la congregación cristiana que estaba en Roma), estaba tomando en su lenguaje pictórico de pequeñas porciones del primer libro de las Escrituras, eso es, de Génesis y del que en su carta hace varias referencias. Y en una de estas citas, el escritor se remitió a Gén. 3:14-15, donde aunque parece que Dios le habla a una vulgar serpiente o reptil en el suelo, en realidad está hablando al ser tras ella y que la estaba manipulando, eso es, al gran resistidor que utilizó a aquella serpiente, cual ventrílocuo usa a su muñeco; allí en ese pasaje, leemos lo siguiente:

Y procedió Jehová Dios a decirle a la serpiente: “Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti (Satanás) y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella (Jesús). Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”.” (Acotaciones nuestras).

Más de cuatro mil años después de pronunciadas esas palabras, el escritor referido, el apóstol cristiano Pablo, hace referencia a ese primer rayo de esperanza para la humanidad…… nosotros, hoy ya estamos más de diecinueve siglos después de que Pablo escribiera esa carta a los cristianos de Roma y por lo tanto, diecinueve siglos más cerca que el citado Pablo, del cumplimiento de esa promesa inspiradora de esperanza de Jehová Dios, de quebrantar a la verdadera Serpiente, Satanás el Diablo, bajo los pies de la “descendencia” cuyo talón la Serpiente Satanás magulló de muerte, así como bajo los pies de los seguidores fieles de ese primer “magullado” y que a su vez, también fueron “magullados” por dicho repugnante sujeto (Luc. 22:31). Ello significaría que ya han pasado casi seis mil años desde que Dios pronunció la sentencia de destrucción al primer resistidor, Satanás, por haber hecho que el primer hombre y la primera mujer, de los cuales todos nosotros hemos descendido, se opusieran a la gobernación divina de Jehová Dios y lo que nos habla de lo cercano que ya está el momento en que Dios tome acción y nuestra esperanza se haga realidad. El que ellos se unieran a aquella resistencia satánica, les acarreó la muerte y con ello, la muerte a toda su descendencia; también significó, el que nuestros primeros padres humanos fueran echados del paraíso o jardín de Edén y que todos nosotros quedáramos fuera de aquel hogar paradisíaco y además (y ahí está lo grave), apartados de la presencia de Dios y con la muerte en perspectiva, pues esto es lo que heredamos de nuestros primeros padres…… ¿debería sorprender entonces que hoy, aun considerando todos los adelantos de la ciencia médica, los seres humanos continúen muriendo?

Ni uno solo de nosotros se ha escapado de heredar la muerte en nuestro cuerpo y esto se debe, a que todos hemos descendido de nuestros primeros padres, opositores de Dios que se sacaron a sí mismos de debajo de la gobernación divina en un hogar paradisíaco terrestre, para llegar a estar bajo la gobernación del resistidor principal de Dios, Satanás el Diablo (Rom. 5:12). Solo un hombre que nació en esta Tierra se escapó de heredar la condenación de muerte que vino del primer hombre y de la primera mujer, los pecadores Adán y Eva y ése fue el hombre conocido como Jesús de Nazaret…… pero ¿cómo aconteció esta cosa humanamente imposible? Se debió a que Jesús no tuvo un padre o “dador de vida” humano, sino que el óvulo en el cuerpo de su madre humana María no fue fertilizado por un ser humano, pues fue el Dios Todopoderoso que está en el cielo y para quien “ninguna declaración es una imposibilidad” (Luc. 1:37), quién infundió vida en dicho óvulo e hizo que se desarrollara hasta ser una criatura humana perfecta y del cual se nos dice, que nació “incontaminado, separado de los pecadores” (Hebr. 7:26). Este personaje y del que todos conocemos la historia, es aquel que el Dios Altísimo escogió para liderar una “administración” (Efe. 1:10) o gobierno divino y cuya tarea, será llevar adelante Su proyecto de “restauración” durante un espacio de tiempo de mil años y que conocemos como “el reino de Dios”…… restauración de la que se nos habla en Hech. 3:19-21:

Arrepiéntanse, por lo tanto y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová 20 y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”

Y a tenor de los acontecimientos actuales, las personas que mantenemos esa esperanza mencionada al principio de este artículo, estamos esperando que de un momento a otro se produzca en el mundo un cambio brutal, cuando acontezca lo profetizado por un personaje de la antigüedad, de nombre Daniel y que bajo inspiración divina, decía lo siguiente a un estupefacto rey de Babilonia:

Y en los días de aquellos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los gobiernos actuales) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; 45 puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos y que trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro. El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable y la interpretación de él es digna de confianza.” (Dan. 2:44-45). (Acotación nuestra).

Pero entonces ¿qué es lo que nos traerá esa gobernación divina y que hemos quedado, en que es una “restauración de todas las cosas”? Pues piense en todo lo contrario de lo que ve usted a su alrededor y tendrá una visión mínima de lo que la gobernación divina que viene, hará por el ser humano obediente: donde vea guerra, diga paz; donde vea muerte, diga vida eterna; donde vea hambre, diga abundancia de alimento; donde vea dolor y amargura, diga felicidad sin fin; donde vea enfermedad, diga plena salud permanente; donde vea vejez, diga juventud en poderosos cuerpos físicos; donde vea desierto, diga abundante vegetación y manantiales de agua, donde vea contaminación, diga abundancia de aire puro y fresco, donde…… y así, hasta donde le llegue a usted la imaginación. No obstante y para una visión más pormenorizada de lo que pretendemos explicarle y con el correspondiente apoyo bíblico, querido amigo que nos lee, sírvase leer nuestro artículo del 09/04/12 “¡Y el sapo se convirtió en un príncipe!”…… y no se asuste, que la cosa no es lo que parece, aunque eso sí, metafóricamente se le acerca mucho. Luego si usted es una persona que se cuenta entre aquellas que van a la deriva ante el fracaso de la dominación humana, sepa que la cosa no acaba ahí, sino que desde el primer momento hay un plan divino para restaurar al ser humano al mismo estado de cosas en los tiempos de Adán antes del pecado…… o algo más, porque probablemente a muchos se les habrá pasado por alto, un detalle en el pasaje que inicia este escrito y por lo que volveremos a leerlo con más atención:

¡Vuelvan pues, a su fortaleza, prisioneros de la esperanza! En este preciso día yo les hago saber, que les devolveré el doble de lo que perdieron.” (Zac. 9:12).

Pues eso……

MABEL

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