sábado, 29 de junio de 2013

El reino de Dios…… ¿cuán cerca está


Una de las cuestiones más intrigantes que puedan existir y que cualquiera quisiera saber, es cuánto tiempo falta para que se establezca sobre la tierra el reino de Dios y que según el profeta Daniel “triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los gobiernos actuales) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos” (Dan. 2:44), pues ello significará para la historia de la humanidad, el darle la vuelta a esta igual como se hace con un calcetín. Dicha cuestión y que nosotros también desconocemos (no se hagan ilusiones), tiene en vilo a todos aquellos que de verdad amamos a Dios y creemos firmemente en sus promesas…… que por otra parte y dicho sea de paso, somos apenas una gota de agua en el inmenso océano de la humanidad, que no dedica ni un segundo de su existencia a reflexionar sobre dicha “minucia”, al menos de momento. Y si es verdad como dicen algunos, que para muestra bien vale un botón, aquí tenemos que en este blog en el que solo se habla de Dios y Su propósito para con el hombre y que hasta el momento nadie nos ha podido rebatir con un mínimo de solvencia ninguno de nuestros planteamientos (luego algo de verdad habrá en lo que decimos), nuestra audiencia y por decirlo de manera suave, es más bien “escasita”…… ¡qué quieren ustedes que les digamos! Y es que cuando conseguimos entre los dos blogs que mantenemos abiertos (uno en blogspot.com y otro en wordpress.com), unas cien visitas al día…… ¡vamos, como que nos damos con un canto en los dientes!

Dejando ya aparte ese tipo de “tragedias” menores, el tema de hoy viene a cuento de un video que tuvimos ocasión de visionar, en donde su autor criticaba la repetitiva coletilla usada por los Testigos de Jehová, en el sentido de que “el fin ya está aquí y hay que prepararse para el mismo”…… y coletilla con la que urgen al personal a abandonar la religión falsa, la que sea que estén profesando en ese momento, para abrazar la verdadera y que por supuesto (han acertado ustedes), obviamente es la esos señores; y estrategia que vienen usando desde que iniciaron, que ya va para más de 140 años. Y siendo cierto que el autor del video en cuestión, por ahí tiene razón algo de razón, eso es, en lo de la repetición cansina de dicho argumento, no es menos cierto que cada día que pasa los TJ están más cerca de acertar, pues el tiempo va transcurriendo de forma inexorable y lo que nos acerca indefectiblemente al suceso anunciado…… luego algún día tienen que “dar en el clavo” dicha organización; pero claro, nosotros esperábamos que ese autor no solo se quedara en la crítica a los TJ por su actitud y que está muy bien traída, sino que también nos explicara su punto de vista en cuanto a la posible cercanía o no, del cumplimiento de la promesa de la segunda venida de Cristo y que significará el establecimiento del prometido reino de Dios sobre la tierra. Sin embargo, nada de eso ocurrió y por lo que a tenor del desarrollo de tan crítico argumento, tal parece que para ese autor la cosa aún queda lejos en el tiempo…… al menos esa es la impresión que da; circunstancia que despertó nuestra curiosidad y decidimos meternos a investigar un poco el asunto (“atrevidillos” que somos) y de ahí, lo que ustedes están leyendo en este momento y que no pasaría de ser más que una simple reflexión por nuestra parte, compartida con ustedes.

Acabamos de decir que nosotros no sabemos cuándo vendrá el tan esperado reino de Dios, lo cual no quiere decir que no hagamos especulaciones sobre ello, cómo es lógico y natural, debido a que lo esperamos como “agua de Mayo”, eso es, con verdadera impaciencia. Porque desde este blog, jamás hemos comulgado con aquellas enseñanzas que nos dicen (por ejemplo la de los TJ), que puesto que Jesús les dijo a sus apóstoles que no les pertenecía a ellos adquirir “el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción” (Hech. 1:7), es incorrecto el preocuparse por estas cosas. Pero por otra parte no podemos olvidar, que cuando los discípulos le preguntaron cuándo ocurrirían las cosas que él les estaba explicando y algunas de ellas referidas al fin de los tiempos, Jesús les dio una serie de señales que identificarían el tiempo en cuestión y que encontramos en Mat. 24, Luc. 21 y Mar. 13…… y con la constante admonición de “estén alerta”; y advertencia que en sí misma ya lleva implícita, la necesidad (a la par que un lógico interés) de averiguar dónde estamos situados en la corriente del tiempo y lo que lleva de manera obvia a una sana, a la par que precavida, especulación por parte del “respetable” y del que formamos parte aquí “los mendas”, u séase, los autores de este blog.

Es cierto, que en las Escrituras no se nos dice cuándo se va a producir dicho esperado evento y que cambiará radicalmente el mundo que conocemos, en otro totalmente distinto y del que el apóstol Pedro ya adelantó, que en el mismo “la justicia habrá de morar” (2 Ped. 3:13) y en dónde además, el personal será llevado a la perfección, por lo que no existirán en ese nuevo mundo ni enfermedades, ni violencia, ni paro, ni hambre, ni delincuencia, ni contaminación…… y no existir por no existir, la propia muerte que acaba trágicamente con nuestras esperanzas a cualquier edad y si no es así, lo que la precede es una dolorosa vejez con sus naturales achaques y limitaciones, también dejará de existir; es más, todas las personas muertas a lo largo de la historia de la humanidad y que se hallen en el recuerdo del Altísimo (eso es, que no hayan sido ejecutadas por un juicio sumarísimo de Este), se levantarán en una resurrección durante ese periodo milenario regido por Jesucristo y que se conoce como “el reino de Dios”. De ahí, el razonable y no menos comprensible interés de uno en averiguar cuándo va a tener lugar dicho acontecimiento, pues como hemos visto es un asunto de vital importancia para la humanidad y mucho más, teniendo en cuenta la que nos está cayendo encima actualmente; por lo tanto, vamos a averiguar (o al menos vamos a intentarlo), cuán tan cerca o tan lejos, está de nosotros el suceso en cuestión y del que ya les hemos dicho, que en las Escrituras no se nos da información expresa de para cuando “pinta” la cosa…… lo que nos obliga a poner a trabajar la “células grises” y partiendo siempre de hechos aceptados por la mayoría de autores bíblicos, fácilmente comprobables y, por supuesto, ajustados a la lógica y al más elemental sentido común.

El principal de ellos, tiene que ver con la circunstancia de que cada uno de los días creativos de los que se nos habla en los primeros capítulos de Génesis, tuvo una duración de 7.000 años y algo que, repetimos, aceptan la mayoría de autores de temas bíblicos y circunstancia, la de dicha duración, perfectamente demostrable si uno se pone a ello, pero que ahora no viene al caso; pues bien, si el séptimo día de la “semana creativa” y por llamar a ese período de tiempo de alguna manera, Dios lo estableció como Su día de descanso, tendríamos que empezar por averiguar, cuándo empezó este séptimo día o período de 7.000 años y a partir de ahí sacar las cuentas; luego empecemos por el principio:

Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, era muy bueno. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto. reino

2 Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo su ejército. 2 Y para el día séptimo Dios vio terminada su obra que había hecho y procedió a descansar en el día séptimo de toda su obra que había hecho. 3 Y Dios procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado, porque en él ha estado descansando de toda su obra que Dios ha creado con el propósito de hacer.” (Gén. 1:31; 2:1-3).

Teniendo en cuenta que estas palabras fueron dichas inmediatamente después de la creación de Eva, lo que es obvio es que prácticamente todo aquello de lo que se nos habla en el registro bíblico, tiene que ver con sucesos ocurridos ya dentro de este séptimo día de descanso del Altísimo; luego el primer dato a buscar tiene que ser la fecha que se calcula que ocurrió la creación de la primera pareja humana y consiguiente final del día sexto e inicio del sétimo, siempre partiendo de la cronología de los relatos bíblicos…… por lo menos de manera aproximada, pues según estudiosos del tema, hay disputa en cuanto a algunas fechas. Siendo esta una razón (permítannos el inciso), por la que les rogamos que tomen este escrito simplemente como un modelo o patrón, de cómo hacer para averiguar por ustedes mismos cuán cerca podríamos estar de “el fin” mencionado en Mat. 24:14. Y que para empezar a calcular, hay que tener en cuenta que de ese período pendiente de 7.000 años, habría que apartar los últimos mil que se corresponden al período del reino de Dios, lo que reduce la búsqueda a los 6.000 años anteriores y por lo que nos encontraríamos con lo siguiente: se supone que Adán fue creado alrededor del 4.026 a. E.C. y fecha sobre la que hay bastante consenso, por lo estos serían los años que abarcarían desde la creación del primer hombre hasta el año cero y a partir de cuándo, empieza a contar la era cristiana y de la que ya han pasado 2.013 años; luego una simple suma, año arriba, año abajo (recuerden que no estamos planteando más que una simple teoría) nos dice que 4.026+2.013= 6.039 años y por lo que resulta que ya tendríamos que estar situados ¡39 años dentro del milenio!…… pero siendo obvio que no es este el caso ¿qué está “fallando” aquí?

Pues que la referencia al año 4.026, tiene que ver con la fecha de la creación de Adán, pero no así la de Eva que fue creada un poco después y con cuya creación, concluyó la obra creativa de Jehová y con ello el “día sexto”…… pero como no se nos dan detalles adicionales de ello, no hay modo de calcular el lapsus de tiempo trascurrido desde una creación hasta la otra. En el caso de Adán no hay problema, porque se nos da la cantidad de años que vivió y también la de los humanos que vivieron después de él, eso es, de sus descendientes y siendo en base a ello, que se puede ir haciendo un cálculo casi al detalle, desde el nacimiento de Jesús y retrocediendo en el tiempo, hasta llegar a la fecha en la que fue creado Adán y que nos llevan a esos 4.026 años en el pasado remoto; enfatizamos el hecho y para no perdernos, que nuestro primer padre vivió sin pareja, por un cierto tiempo:

Ahora bien, Jehová Dios estaba formando del suelo toda bestia salvaje del campo y toda criatura voladora de los cielos y empezó a traerlas al hombre para ver lo que llamaría a cada una; y lo que el hombre la llamaba, a cada alma viviente, ese era su nombre. 20 De modo que el hombre iba dando nombres a todos los animales domésticos y a las criaturas voladoras de los cielos y a toda bestia salvaje del campo, pero para el hombre no se halló ayudante como complemento de él. 21 Por lo tanto Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y entonces cerró la carne sobre su lugar. 22 Y Jehová Dios procedió a construir de la costilla que había tomado del hombre, una mujer y a traérsela al hombre.” (Gén.2:19-22).

Habría que destacar y como simple curiosidad, que cuando leemos que “para el hombre no se halló ayudante como complemento de él”, lo que se nos quiere decir es que Adán llegó a darse cuenta que, mientras los animales se apareaban y producían descendencia, lo que perpetuaba la especie, él no tenía ese complemento y por lo que sintió solo…… de ahí que Jehová le diera también, su homónima y con ello, que también él pudiera perpetuar la especie; y con lo que no pretendemos decir que al Altísimo se le hubiera “escapado” dicha circunstancia: solo nos limitamos a exponer lo que entendemos del relato de la situación creada.

Entonces ¿por cuánto tiempo estuvo Adán ocupado en esa labor de dar nombre a los animales, hasta darse cuenta que era el único ser macho, sin la hembra correspondiente? ¿Tuvo que llegar hasta dar nombre al último de los animales, para darse cuenta del “pequeño detalle” que estaba más solo que “la una”? Fuere lo que fuere, lo que queda claro es que desde que fue creado Adán y que es a partir de cuando empezamos a contar el tiempo, hasta la creación de Eva y momento en que acabó el sexto día creativo y con ello, el inicio de la cuenta atrás del séptimo día de descanso del Altísimo, hay un espacio de tiempo que desconocemos y que según la suma efectuada, como mínimo tendría que ser 39 años, para que nos cuadraran los números…… con lo que nos encontramos con otro problema. Porque hemos dicho que a este día de descanso Divino de 7.000 años, le tenemos que descontar los mil del reino milenario y al final del cual, es cuando realmente termina el séptimo día en que Jehová decidió hacer una pausa en su proceso de crear…… pero también tenemos que descontar de los 6.000 años restantes, los siete últimos años de nuestra era, que sabemos que fijo que son los que preceden a la entrada al citado milenio y que inician con la aparición del “anticristo” y suceso que nos indica claramente que entramos en la semana 70 (de años) de la profecía de Daniel y con ello, en los siete últimos años del mundo como lo conocemos; luego dado que esos 7 años los tenemos controlados y lo que está en disputa no son los años sobre los que tenemos control, como esos 1000+7 mencionados, sino de aquellos de los que no tenemos constancia y que son los que van desde la creación de Adán, hasta que fue creada Eva, ya no estaríamos hablando de los supuestos 39 años mencionados hace dos párrafos, sino de solo 32 años y resultantes de restarle a los 39, los 7 años correspondientes a la mencionada profética semana 70. Ahora bien ¿de cuánto tiempo entonces, estaríamos hablando para el cumplimiento de la promesa divina?

A partir de aquí, la cosa ya sí se convierte en una mera y total especulación, pues de entrada estaríamos hablando de 32 años en los que Adán se los pasó poniéndoles nombres a los animales que Jehová le traía para tal fin…… ¿o fueron más años? Y si ello es así ¿cuántos más?…… en todo caso no podían ser muchos, porque lo cierto es que estamos hablando de los animales que había en un coto cerrado y reducido como era el jardín de Edén y no de los que posiblemente pudiera haber en el resto del planeta (posibilidad que no hay que descartar) o en los inmensos océanos y a los que de momento Adán no tenía acceso, lo que reduciría el tiempo para llevar a cabo la tarea encomendada. Por lo tanto, no sería descabellado llegar a la razonable conclusión de que la cosa está al caer y que no es asunto de emular a las dos liebres de la conocida fábula en la que, mirando estas una nube de polvo que se estaba acercando con gran rapidez, perdían el tiempo discutiendo si los que la provocaban eran galgos o podencos…… para cuando lo averiguaron, ya era demasiado tarde para escapar de los colmillos de estos. Y lo pretendemos decir con ello, es que no entendemos que sea asunto de perder el tiempo, elucubrando si aún pueden faltar tantos o cuantos años más para ese suceso acontezca, sino que es ahora el momento de tomar acción y ponerse de parte de ese futuro gobierno por venir; porque algo que nos habla de la cercanía de ese evento, tiene que ver con la susodicha semana 70 de la profecía de Dan. 9:27a:

Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva…...”

Dado que la profecía siempre tiene que ver con el pueblo de Dios, Israel, pues eso es lo que nos dice el contexto escritural, estaríamos hablando de la anunciada aparición de determinado personaje y que se dará a conocer como tal (el “anticristo”) al consensuar un tratado o pacto de paz (o no agresión) entre “los muchos”, eso es, presumiblemente entre la nación de Israel y sus vecinos árabes, pues de eso y no de otra cosa es de lo que va el tema. No olvidemos los últimos acontecimientos en Oriente Medio, en donde el enviado de EEUU, el secretario de Estado, Sr. John Kerry, parece haber reunido de nuevo en una mesa de negociación, a los gobiernos de Israel y Palestina para un acuerdo que llevaría la tranquilidad a la zona (y que es la punta del iceberg en el problema de Oriente Medio). Con ello no queremos decir que dicho caballero sea el “anticristo” por aparecer, pues hay otros “actores” incursos en el proyecto que quizás alguno de ellos podría asumir dicho papel…… si ello fuera así y no deja de ser una posibilidad, momento a partir del cual iniciaría la definitiva cuenta atrás, no solo de esos siete años proféticos (la semana 70 de Daniel), sino del mundo tal como lo conocemos; porque de no ser esto así o parecido, la pregunta sería la siguiente: ¿Qué podría pasar en un futuro inmediato, quizás mañana mismo, en el área mencionada (Oriente Medio) y dado como está el “ambiente” a tenor de los últimos acontecimientos bélicos en la zona, si no aparece alguien que reconduzca las cosas antes de que sea demasiado tarde, eso es, antes de que se monte “la mundial”? ¿Cuánto tiempo creen ustedes que falta, a partir de un punto de vista realista, para que ocurra eso…… si alguien no lo impide?

Fijémonos en el detalle de que coinciden en la corriente del tiempo, varios factores, como ese pico de unos pocos años de los que ignoramos la cantidad y que son determinantes, con la imperiosa necesidad de que alguien imponga un poco de cordura en esa zona geográfica y en la que han centrado su atención las naciones más poderosas del mundo, lo que a su vez y para añadir más verosimilitud a la teoría por nosotros planteada (he ahí otro factor), dicha circunstancia cumple con determinada profecía bíblica:

Y en aquel día tiene que ocurrir, que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos. Todos los que la alcen, sin falta se conseguirán severos rasguños; y contra ella todas las naciones de la tierra ciertamente serán recogidas.” (Zac. 12:3).

Luego que Israel, con su capital Jerusalén, es actualmente el foco de atención mundial por parte de las naciones más poderosas del globo y que por una u otra razón, se ven involucradas en el conflicto (al menos la mayoría de ellas tienen sus fuerzas militares posicionadas en los alrededores, por lo que pueda pasar), es algo que no lo duda ni el que asó la manteca…… luego ¿cuán cerca estamos del final del sistema de cosas actual, a ser reemplazado por el reino de Dios? En fin, nosotros aquí lo dejamos, no sin antes reiterar que no hemos hecho otra cosa que plantear un supuesto a modo de reflexión, partiendo de datos que conocemos todos…… ya a partir de ahí, que cada uno saque sus propias conclusiones y actúe en consecuencia.

MABEL

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