domingo, 7 de julio de 2013

¿Qué son los "rollos" de Rev. 20:12?


Y es que lo que se nos relata en dicho pasaje, tiene que ver con unos “rollos” que se abren y a continuación de los cuales, se abre otro llamado “el rollo de la vida”, por lo que de entrada ya sabemos, que estamos hablando de “rollos” de distintos contenidos; y asunto este que, desconocido por la inmensa mayoría de los llamados “cristianos”, es causa frecuente de garrafales errores por parte de ciertos personajes que se llaman a sí mismos “teólogos”, solo porque en la pared de su habitación tienen colgado un “papelito” o diploma y del que suelen hacer periódicamente pública ostentación, cuando dicho documento lo que hace en realidad no es más que acreditar que en un determinado momento, uno se matriculó en un Instituto de Teología…… ya del aprovechamiento derivado de los estudios cursados y como diría D. Quijote de la Mancha, mejor “no meneallo”, en vista de los disparates que son capaces de publicar dichos personajes.

Porque de lo que vamos a hablar hoy, es de un nuevo video presentado por Apologista Mario Olcese el 27/06/13, en donde bajo el título “¿Es cierto lo que dice el esclavo, que después del juicio seremos inscritos en el libro de la vida?”, hace una crítica de la afirmación publicada por los TJ en su revista de divulgación La Atalaya del 15/02/09, pág. 5, en el sentido y según afirman dichos señores, que los nombres de aquellos que vayan resucitando durante en el milenio, solo serán inscritos en “el rollo de la vida” si obedecen las instrucciones contenidas en los “rollos” que aparecen primero. Por lo que se supone y siguiendo la línea argumental de los TJ, que estos primeros rollos que se abren aportan nueva información o instrucción complementaria que se impartirá durante el milenio, con el fin de alcanzar la completa restauración espiritual del ser humano en general, eso es, tanto de los sobrevivientes de la “gran tribulación” y que pasen con vida al nuevo mundo, como de aquellos que como hemos dicho, irán resucitando durante el mismo…… excusamos decir, que a nuestro entender, una vez más los TJ tienen razón (aunque con algunos matices), mientras que el Sr. Olcese está y para “variar”, equivocado en su planteamiento reprobatorio; pero demos paso a leer lo que se nos dice en dicho pasaje de Rev. 20:12:

Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos.”

Empecemos por decir y para centrar el tema, que esta apertura de “rollos” se produce al inicio del milenio y no al final del mismo, como razonablemente debería de ser, si tuvieran razón aquellos que defienden y en una disparatada interpretación de Juan 5:28-29, una segunda resurrección para juicio o destrucción eterna de los “injustos” (Hech. 24:15) al fin de los mil años…… pues ¿porque tener al inicio de los mil años unos “rollos” abiertos, sino no serán usados hasta el final de los mismos? Y dato importante para aclarar el tema que hoy nos ocupa, porque ello y por otra parte significaría, que se nos estaría hablando de un “rollo de la vida” abierto solo para registrar el nombre de aquellos que no reinan con Cristo en el milenio, eso es, la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y el de aquellos que vayan levantándose en la que podríamos considerar como una “segunda” resurrección y a ocurrir durante ese período de tiempo, pues la “primera” y que es la que concede la inmortalidad y el derecho a reinar con Jesucristo, ocurre antes de que se instaure el reino en la tierra:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros) la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).

Y puesto que esos personajes pelean la llamada “batalla de Armagedón” junto a Cristo (Rev. 17:14), batalla que precede a la instauración del reino de Dios y dado que cuando resucitan ya lo hacen como seres inmortales, no tendría sentido que esos “rollos” y muchísimo menos, el “rollo de la vida” que se abren dentro del período milenial, tengan nada que ver con ellos…… ni en el sentido de apuntarles, ni en el de borrarles, pues ya son inmortales y por lo tanto, no sujetos ya a ningún juicio posterior que pudiera determinar acción alguna sobre ellos en un sentido o en otro. Luego aquellos hechos que ocurran dentro del espacio de tiempo del milenio, solo pueden aplicar a aquellos que se benefician del mismo y cuyos nombres no pueden ser inscritos en dicho “rollo de la vida”, hasta que se haya dilucidado su respuesta al desafío final de Satanás (Rev. 20:7-8); razón por la cual, vamos a centrar nuestra atención, solo en esas personas que pasan al milenio en condición de mortalidad.

En primer lugar habría que decir, que si bien es cierto que la Biblia en ningún lugar nos señala expresamente que estemos ante “nuevos” rollos que contengan información adicional, no es menos cierto que cuando uno tiene en cuenta el contexto escritural, es obvio que tienen que tratarse de algo nuevo y en función de lo cual, la actitud de cada uno con respecto de dicha reparadora información, será valorada al término de los mil años del reino de Dios y que será sustanciada, siempre en función de cómo responda cada uno al engaño que de nuevo Satanás intentará llevar a la humanidad, como merecedora de vida eterna o de destrucción eterna. Porque tenemos en primer lugar, que si el “rollo de la vida” que se abre durante el milenio, no aplica a los que reinan con Cristo y que hemos dicho de ellos que se levantan (o resucitan) como seres inmortales ya antes de que se entre en el período milenario y que es cuando se “abre” dicho rollo, es obvio que estaríamos hablando y como ya hemos señalado, de algo “nuevo” que se abre solo para aquellos que como seres mortales habitarán la tierra en el reino de Dios y que no alcanzan la vida eterna hasta superar la prueba de la suelta de Satanás. Luego es obvio y por analogía, que los “rollos” de los que se nos habla en primer lugar, también tienen que tratarse de algo “nuevo” y por lo que no pueden ser otra cosa, más que nueva información procedente del Creador y tendente al fortalecimiento espiritual de las personas que en condición de seres mortales habitarán la tierra…… y ello por una razón de peso, como la que leemos en Rom. 6:7:

Porque el que ha muerto ha sido absuelto (o “librado”, o “redimido”, o “liberado”, o “justificado”, o “exonerado” según versiones) de su pecado.”

En definitiva y según se desprende de dicho pasaje, que los resucitados no pueden ser juzgados por los pecados que cometieron en su vida anterior, pues estos ya los cubrieron con su muerte y por lo que no ha lugar a un registro escrito en esos “rollos” que se abren y como sorprendentemente nos afirma el Sr. Olcese, de pecados anteriores y por los que ser juzgados de nuevo…… aparte del sinsentido que significa el mero hecho de afirmar que Jehová resucitará a los “injustos” (Hech. 24:15) para prácticamente restregarles por sus narices sus errores anteriores y luego volver a condenarlos a muerte por los mismos, según dicen algunos “entendidos” en teología y entre los que se cuenta el autor mencionado. Porque de ser esto así, no solo estaríamos hablando de una acción sin sentido lógico alguno, sino de una crueldad innecesaria por parte del Altísimo, por demás del todo punto impensable en tan Excelso Personaje y por lo que solo exponer semejante planteamiento, ya es una brutal ofensa a nuestro Creador Jehová Dios y que además, invalidaría el contenido del pasaje mencionado de Rom. 6:7 y con lo que las Escrituras entrarían en total contradicción…… y eso es lo que temerariamente hacen muchos que se las dan de “entendidos” en la materia. Por lo tanto, esos “rollos” que se abrirán en un futuro, puesto que no pueden contener registro acusatorio para nadie (recordemos que los que sobreviven a la “gran tribulación”, lo hacen porque “han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”, según Rev. 7:14 y por lo que también han sido “absueltos” de sus pecados), no pueden ser otra cosa más que información adicional para la edificación espiritual del personal que, por una vía u otra acceda al reino de Dios, pues contrario a lo que afirma con tanta convicción el Sr. Olcese, con la información actual no es suficiente para conseguir dicha edificación. Es cierto que esas personas sobrevivientes partirán con un plus añadido, sobre muchas de aquellas que se levantarán en la “segunda” resurrección y que probablemente, la inmensa mayoría de ellas quizás nunca oyeron de su Creador, por lo que les será más fácil el asimilar las nuevas enseñanzas que no a estas últimas, pero de eso a lo que nos dice D. Mario, es obvio que media un trecho.

Y es que dicho caballero nos asegura tajantemente en el video mencionado, que la Ley del Sinaí y posterior magnificación de la misma por las enseñanzas de Jesús, nos bastan y sobran para alcanzar la salvación, lo cual es del todo falso, pues de entrada solo consiguen alcanzar la “salvación” y en el estricto sentido de la palabra, aquellos que han de reinar con Cristo y que como hemos señalado, ya en el mismo momento de resucitar adquieren la condición de seres inmortales; el resto (los sobrevivientes de la “gran tribulación” y los que posteriormente se les irán añadiendo en la resurrección) y siempre según las Escrituras, pues nosotros no nos inventamos nada, han de esperar al término del milenio y superar la prueba final (Rev. 20:7-8), para alcanzar la vida eterna…… de lo contrario ¿para qué la peripecia de guardar a Satanás durante mil años? Y vida eterna que no es lo mismo que la inmortalidad, dicho sea de paso, aunque en términos prácticos venga a representar lo mismo, eso es, el gozar de una vida sin fin. Por lo tanto, la instrucción bíblica actual no es suficiente para superar la prueba final del milenio, pues al igual que la Ley tuvo un propósito determinado y limitado en el tiempo, así también el resto del contenido escritural que tenemos actualmente a nuestro alcance, tiene un propósito y alcance determinado para nosotros, a quienes “los fines de los sistemas de cosas han llegado” o “alcanzado”, según versiones (1 Cor. 10:11); pero veamos que se nos dice en Gál. 3:23-25, acerca del propósito de la Ley:

Sin embargo, antes que llegara la fe, estábamos guardados bajo ley, entregados juntos en custodia, esperando la fe que estaba destinada a ser revelada. 24 Por consiguiente, la Ley ha llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que se nos declarara justos debido a fe. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos bajo tutor.”

Observemos que en dicho pasaje, se nos dice que la Ley solo fue el tutor o guía que condujo al pueblo de Dios (Israel) hasta el Cristo y con ello a la fe en este, pues su presencia garantizaba el cumplimiento de las promesas de Dios (Rom. 15:8)…… a partir de ese momento, la Ley como tutor fue derogada o apartada del camino (Col. 2:14) y la fe en el cumplimiento de las promesas del Creador, focalizadas en el sacrificio vicario de Jesús, pasó a ocupar su lugar; ahora bien ¿hasta dónde nos conduce la fe? Pues sencillamente hasta el momento de la instauración del reino de Dios, en donde la promesa Divina que giraba en torno al Cristo, tomará ya rango de realidad y por lo que ya no será necesaria la fe en el reino, pues este ya estará presente y actuando sobre nuestras vidas; recordemos que según Heb. 11:1, la fe es la “expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen”…… por ello, cuando lo esperado ya se contempla, pues se ha hecho realidad, ya no hace falta la fe en ello:

Dios nos salvó porque tenemos la confianza (o fe) de que así sucederá. Pero esperar lo que ya se está viendo no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando algo que ya tiene?” (Rom. 8:24, en la versión TLA). (Acotación nuestra).

Dicho en otras palabras, cuando la esperanza se ha sustanciado en una realidad, ya no hace falta la fe para creer en ella, pues ya la tenemos presente. Por lo tanto y como queda claro en el contenido de Rev. 7:14, solo aquellos que hayan ejercido fe en el sacrificio redentor de Cristo, eso es, que hayan “lavado” sus ropas largas y las hayan “emblanquecido” en la sangre del Cordero, son los que pasarán vivos al reino de Dios sin experimentar la muerte…… con lo que las Escrituras o “rollos” actuales, habrán cumplido su misión de llevarnos hasta el cumplimiento de la promesa divina. Pero claro, una cosa es que en dicho reino de Dios ya de entrada se nos den unos cuerpos perfectos (ver nuestro escrito “¡Y el sapo se convirtió en un príncipe!” del 09/04/12), resultado inmediato del reino sobre nuestros cuerpos físicos y otra muy distinta, que nuestra mente embrutecida por tantos siglos de imperfección, no precise de asimilar nuevas enseñanzas tendentes a fortalecerla en nuevos principios o conceptos divinos y así capacitarnos, para hacer frente al término de los mil años, a la prueba a que será sometida la humanidad:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos (los extraviados) es como la arena del mar.” (Rev. 20:7-8). (Acotación nuestra).

Observamos en primer lugar, que al término de esos mil años y como incomprensiblemente afirman algunos “entendidos” en la materia, no se produce ninguna resurrección (pues de lo contrario, eso es lo que se nos diría en el registro bíblico), sino una determinada situación que pondrá a prueba la lealtad del ser humano hacia su Creador y por lo que en realidad, más que hablar de una prueba, tendríamos que estar hablando de una maravillosa oportunidad que nuestro Excelso Creador extiende a toda la humanidad, de responder cada uno por sí mismo a lo que en su día otro (Adán) respondió por nosotros (así nos luce el pelo) y de lo que todos hemos pagado las consecuencias…… no olvidemos que incluso el propio Dios Altísimo, tuvo que entregar a Su Hijo a una muerte cruel e ignominiosa para reconducir las cosas y darnos amorosamente con ello a los descendientes del primer hombre, la oportunidad de decidir por nosotros mismos sobre nuestro destino final: vida eterna o destrucción eterna. Ahora bien ¿por qué razón tiene cierto éxito Satanás en su intento de “extraviar” al personal, al grado que los que le siguen en su nuevo intento de rebeldía, resultan ser numerosos “como la arena del mar”?

En llegando aquí, de nuevo tenemos que volver a los “rollos” que se abren y a la información contenida en estos, pues tienen una importancia vital para evitar tan nefasta circunstancia; tengamos en cuenta que en el reino de Dios, habrán aquellos que sobrevivieron a la “gran tribulación” y por las razones ya explicadas, pero también aquellos que vayan resucitando, así como los hijos que de ambos grupos vayan naciendo y ello, por espacio de mil años…… luego al final, un conglomerado de personas de variopinta procedencia, la inmensa mayoría de las cuales no conocieron a Dios en su vida anterior o en su defecto, personas que habiendo ya nacido en circunstancias distintas a las que “disfrutamos” actualmente, conocerán muy poco de la historia de miles de años de sufrimiento y muerte que ha padecido la humanidad por causa del pecado y por ello, con la perentoria necesidad de recibir instrucción del porque ahora se encuentran en una situación de perfección física, así como en una tierra paradisíaca, circunstancias totalmente distintas a las que experimentaron antes de su muerte, unas…… o circunstancia en la que habrán nacido otras y por lo que no conocen de primera mano, lo acontecido en la tierra por milenios. Pero claro, bien sea en una circunstancia o en otra y sobre eso es a lo que queremos llamar la atención del lector, puede ser que el disfrutar de las ventajas físicas o materiales que esa nueva situación paradisíaca proveerá al ser humano en general, esta se convierta en el objetivo principal en la vida de algunos y ello les haga perder de vista la necesidad a aprender más de su Creador y con ello, el adquirir el necesario fortalecimiento espiritual para enfrentar un reto posterior y ya mencionado, el de Rev. 20:7-8…… y reto que de no superarlo, puede significar para esas personas la destrucción eterna, como se lee en los dos siguientes versículos 9 y 10:

Y avanzaron (los que sigan a Satanás) sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró (lo que significa destrucción eterna). 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Acotaciones nuestras).

Entonces queda claro, que no se trata solo y como apunta Apologista Mario Olcese de entrar en el reino de Dios y ya está todo hecho, pues según se desprende del contexto bíblico, solo aquellos que tomen en sería consideración la nueva información que se irá impartiendo por parte del Altísimo, por medio de esos reyes y sacerdotes (no olvidemos ese aspecto fundamental de los que con Cristo, el Gran Sumo Sacerdote (Hebr. 7:26) tienen que reinar), podrán salir airosos del lance final e inscribir sus nombres en el “rollo de la vida” y abierto a tales efectos. Porque recordemos que la labor de los sacerdotes en el antiguo Israel y quienes eran los representantes directos del Altísimo ante el pueblo, algo que no ha cambiado con el tiempo, fundamentalmente tenía que ver con el instruir a este acerca de Él y de Sus leyes o preceptos…… luego si con la instrucción que ya tenemos y siempre según el planteamiento del Sr. Olcese, ya fuera más que suficiente para alcanzar la vida eterna ¿para qué necesitamos entonces, sacerdotes durante el milenio? Por lo tanto y todo considerado, queda claro que los “rollos” que se abren no pueden ser otra cosa más que nueva información tendente a edificarnos espiritualmente y que los que desatiendan dicha información, preocupándose solo de disfrutar de los beneficios materiales que ofrecerá el reino de Dios, lo tendrán difícil para superar el “escollo” final…… y es en ese sentido, que los TJ dicen que si no se toman en cuenta las instrucciones de “dichos rollos”, no se alcanzará a escribir el nombre de uno en el “rollo de la vida”, sencillamente porque uno será entrampado por Satanás en el último momento y no accederá a la vida eterna. Pero claro, la objeción presentada por el Sr. Olcese nos habla de que el pasaje de Rev. 20:12-13 si dice, que los muertos fueron juzgados según sus hechos y de acuerdo a las cosas escritas en los “rollos” y algo, según dicho caballero, que ya había sido adelantado por Jesús en Mat. 16:27:

Porque el Hijo del hombre está destinado a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces recompensará a cada uno según su comportamiento.”

Por lo que aquí ya se nos abre una nueva línea de investigación, pues aunque dicho pasaje se pretende usar como soporte adicional a la idea de que los muertos serán juzgados por las cosas que hicieron en vida y que supuestamente, están anotadas en los citados “rollos” que se abren, si se analiza adecuadamente el pasaje en cuestión y sobre todo, si lo colocamos en su contexto natural, nos encontramos que nos dice otra cosa; porque lo que queda claro de la lectura correcta del mismo, es que ese “recompensar” ocurre en el mismo momento de la llegada de Jesucristo en la gloria del reino y no mil años después de dicha llegada. Y pasaje el mencionado, que se corresponde con el contenido de la parábola conocida como “de las ovejas y las cabras” de Mat. 25:31-46, en donde extractándola al máximo, leemos lo siguiente:

Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. 32 Y todas las naciones serán reunidas delante de él y separará a la gente unos de otros (obviamente estaríamos hablando de personas vivas), así como el pastor separa las ovejas de las cabras. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda. 

34 “Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo (……) 

41 “Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: ‘Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles (……) 46 Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna.” (Acotación nuestra).

Y siendo esto así, ello nos lleva a considerar con más atención lo que se nos dice en Rev. 20:11-13, porque allí, aparentemente, se nos habla de muertos y no de vivos:

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De delante de él huyeron la tierra y el cielo y no se halló lugar para ellos. 12 Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos según sus hechos. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados individualmente según sus hechos.”

Partamos de la base, que la aparición del “gran trono blanco” mencionado en el verso 11, tiene que ver con el momento en que es instaurado el reino de Dios aquí en la tierra y algo que queda perfectamente probado en nuestro artículo “El misterio del “gran trono blanco” ¿antes...... o después del milenio?” (29/01/12) y que es de gran importancia para la solución al tema que estamos debatiendo. Por otra parte y si se observa con detalle, parece haber una diferencia sustancial entre los “muertos” del versículo 12, con respecto de los “muertos” del verso 13…… y es que los “muertos” del verso 12, no solo no se nos explica de dónde salen, sino que por lo que se nos dice a continuación de ellos, no pueden ser otros que aquellos “vivos” que sobreviven a la “gran tribulación” (Rev. 7:14) y que han salvado su vida, como ya les hemos señalado, mediante el “lavar” y “emblanquecer” sus ropas con la sangre del cordero y que son los primeros con los que se encuentra Jesucristo en el momento de ser entronizado, antes que se inicie la resurrección como tal. Pero quizás alguien pudiera objetar que dicho versículo 12 claramente nos menciona la expresión “muertos”, por lo que nosotros le formularíamos a ese “alguien” la siguiente pregunta ¿quiénes son entonces, los “muertos” que se nos mencionan unos versículos antes, concretamente en el 5 y en donde leemos lo siguiente?:

Los demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que se terminaron los mil años.”

Y texto que hace clara referencia, cuando se analiza dentro de su contexto, a aquellas personas que no reinando con Cristo (sobrevivientes y resucitados), no alcanzan a obtener el derecho a la vida eterna o, como dijo Pablo, a vivir “la vida que realmente lo es” (1 Tim. 6:19) o vida sin muerte, hasta el final del milenio y ello, si superan la prueba que significará la suelta de Satanás…… y que para una información más completa y necesaria para comprender de qué estamos hablando, pueden considerar nuestro artículo del 19/08/10 titulado “El incomprendido pasaje de Rev. 20:5”. Ya considerada dicha información y si es que así lo ha hecho, querido lector, le será mucho más fácil seguir el hilo de esta exposición y con lo que le quedará claro que los “rollos” que se abren, no pueden ser otra cosa más que información orientada a la instrucción de esas personas que en su conjunto serán súbditas del reino de Dios y que en el libro o “rollo de la vida”, se inscribirá el nombre de aquellos cuya actitud para con esa información, sea la correcta en todo momento desde el punto de vista del Altísimo…… luego sí será vital la actitud de obediencia a dicha instrucciones y como dicen los TJ, para que el nombre de uno figure en dicho “rollo de la vida”; y ello nos lleva al verso 13 de ese capítulo 20 mencionado y que repetiremos, por aquello de refrescar la memoria:

Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados individualmente según sus hechos.”

Luego aquí sí parece que estamos refiriéndonos a otra cosa, pues sí estaríamos hablando de muertos literales, ya que se nos mencionan su lugares de procedencia: el fondo del mar (y que los hay por cientos de millones a lo largo de la historia del mundo) y la “muerte” y el “hades” (o “Seol”, sepultura común de la humanidad en general)…… por lo que si esto es así y tal parece que así es, los “muertos” del versículo 12 no son tales en sentido literal, sino que tienen que ser lo que les hemos explicado. Entonces estos muertos que sí realmente lo son y por ello, los que se levantarán durante la “segunda” resurrección, son los que serán individualmente “juzgados” según sus hechos a partir de ese momento en adelante y de acuerdo a la información escrita en los “rollos” que previamente se han abierto, eso es, que después de su resurrección su actitud o conducta se ajuste a la orientación dada en los mismos…… y algo que también aplicará, obviamente a los sobreviviente de la “gran tribulación”. De no ser así, su justa retribución les será dada según respondan a la que llamamos prueba final con la suelta de Satanás al termino de los mil años de reinado mesiánico: vida eterna para aquellos que habiéndose aprovechado de las nuevas instrucciones dadas en los “rollos” que se abren al inicio del milenio (no al final como nos apuntan algunos entendidos) la superen con éxito…… o destrucción eterna para aquellos que habiéndola pasado por alto, al tener más en cuenta el disfrute de los beneficios materiales del reino, que del alimento espiritual ofrecido durante el mismo, incurran en el mismo error de Adán y Eva, siendo llevados con ello al mismo engaño y consiguiente consecuencia destructiva. Es cierto, por otra parte, que el Sr. Olcese para sostener su extraño planteamiento, nos cita de Rev. 3:5 y en donde leemos lo siguiente:

El que venza será vestido así de prendas de vestir exteriores blancas; y de ninguna manera borraré su nombre del libro de la vida, sino que haré reconocimiento de su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles.”

Pero claro, no es menos cierto que una vez más el caballero en cuestión está sacando textos de su contexto, con el objetivo de que de alguna manera estos apoyen su disparatado argumentario y dando una prueba más de no saber siquiera de lo que está hablando, porque veamos: estas palabras de Jesucristo, iban dirigidas a aquellos que con él tienen que reinar y no a aquellos que no lo pueden hacer, pues son los súbditos del reino de Dios y por lo que estaríamos hablando de los sobrevivientes de la “gran tribulación” y de aquellos que se levantarán en la “segunda” resurrección y que acontecerá durante el milenio. Recordemos que la “primera” resurrección y que es la que concede la inmortalidad y el derecho a reinar con Cristo, se produce antes de que se establezca el milenio como tal y por tanto, antes que aparezcan ambos grupos. El hecho de que dicho pasaje va dirigido a esas personas que compartirán gobierno con el Hijo de Dios, queda probado precisamente por el detalle que nos señala el Sr. Olcese, en el sentido que su nombre puede ser “borrado”, que no “inscrito”, en el “rollo de la vida del cordero” (Rev. 13:8; 21:27)…… y que tal parece que no es el mismo “rollo de la vida” del que se nos hable en Rev. 20:12. Porque en este último “rollo de la vida” abierto durante el milenio (no olvidemos este detalle), las personas y por obvias razones, solo pueden ser “inscritas” a medida que van cumpliendo los requisitos para ello, eso es, el ir ajustando su actitud y comportamiento a la información recibida y a medida que van resucitando, ya que la lógica y el sentido común nos dicen, que dicha resurrección será progresiva en el tiempo y por ello, su inscripción en el mencionado “rollo de la vida” también tiene que ser de corte progresivo. Sin embargo, aquellos que figuren en el “rollo de la vida del cordero”, son anotados desde el mismo momento en que reciben el ungimiento como Hijos adoptivos de Dios y de ahí, que Jesucristo dijera que “si vencían” como él había vencido, eso es, guardando integridad hasta la misma muerte, sus nombres no serían “borrados” del “libro de la vida del cordero” y reservado solo para aquellos que tienen que reinar con Cristo en el milenio…… y algo que refuerza nuestro planteamiento, lo encontramos en verso 21 en donde leemos lo siguiente:

Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”

Luego queda perfectamente claro que el pasaje mencionado por el Sr. Olcese de Rev. 3:5, está sacado de su contexto y nada tiene que ver con lo que ocurre dentro del milenio y por tanto, con los “rollos” que se abren dentro del mismo, pues el “rollo de la vida del cordero” tiene que ver con cosas que ocurren antes de que dé inicio dicho período milenial…… no olvidemos que ya hemos señalado que los que con Cristo tienen que reinar, acceden a la vida inmortal antes de que se ponga en marcha el reino de Dios aquí en la tierra y con ello, queda cerrado definitivamente dicho libro o “rollo” al concluir la “primera” resurrección; nada que ver por tanto, con lo que ocurra dentro de dicho período de tiempo de mil años. Por lo que queda manifestado, que estamos ante una nueva “genialidad” de Apologista Mario Olcese y que es obvio que no tiene muy claro por dónde le sopla el viento en asuntos bíblicos, pues en esa nueva reprobación a los TJ, resulta que esos tienen razón en lo que es el fondo de su planteamiento y que el Sr. Olcese, está completamente equivocado en la objeción formulada.

Y que ya nos reconocerán ustedes, queridos lectores y tómenselo como un simple comentario personal, que tanto presumir de “teólogo” para no ser siquiera capaz de rebatir con un mínimo de solvencia a los TJ…… “ya tiene delito” que diría un castizo.

MABEL

No hay comentarios:

Publicar un comentario