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domingo, 7 de diciembre de 2014
Y es que Dios…… “no puede ser burlado”.
Estas palabras que encontramos en Gál. 6:7, ya nos indican que al que no las tiene en cuenta, al final se le pasa factura; pero veamos qué es lo que se lee en dicho pasaje y transcrito de la RVC:
“No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará. 8 El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.”
Aplicadas estas palabras a aquellos que toman la delantera en enseñar acerca de Dios, se debería de entender que cuando lo hacen “para sí mismos”, eso es, para satisfacer un deseo innato de prominencia debido a un ego sobredimensionado u otro tipo de ganancia, el resultado es que uno se ve abandonado por Dios (Luc. 10:21) y por tanto, incapaz de dar con la “tecla” que le permita un mínimo de veracidad en aquello que publica o predica. Eso que ocurre con los grandes “gurús”, teólogos, pastores o como ustedes quieran llamarles, en definitiva líderes de las distintas denominaciones religiosas dentro de la cristiandad, es lo que le ocurre a Apologista Mario Olcese y según se desprende de la actitud carente de fuelle y derrengada que nos ofrece en su video de respuesta a nuestro artículo del 28/11/14, en el que hablábamos de cual fue realmente la promesa que Dios le hizo a Abraham según nos lo cuentan las Escrituras y no como nos dice el Sr. Olcese que estas dicen…… que es algo muy distinto ¡claro! Porque en dicho video y publicado el 29/11/14, la imagen que vimos es la de un hombre completamente derrotado ante la imposibilidad de poder rebatir los argumentos que se le presentan en contra de sus planteamientos y que en un intento desesperado por salirse del embrollo en el que se ha metido y en aras de mantener “su verdad” por encima de todo (su soberbia, orgullo y altanería le impiden reconocer que está equivocado), acaba por decir barbaridades más grandes, si ello fuera posible, que las anteriores y como si le estuviera imponiendo constantemente el camino a seguir al propio Jehová Dios.
Digamos de entrada, que dicho “caballero” de nuevo incurre en flagrante contradicción, pues en el video al que nosotros le respondíamos y que fue publicado el 22/11/14, claramente nos afirmaba que el pacto abrahámico tenía que ver solo con este patriarca y su prole para decirnos ahora que ello no es así, sino que aplica también a los antepasados de este, tales como los Abel, Set, Enós, Enoc, Jared, Matusalén, Noé, Sem y tantos otros hasta llegar al propio Abraham; pero recordemos, lo que nos decía en la entradilla de dicho video:
“Dios hizo un pacto con Abraham que consistía en darle en herencia a él y a su prole la posesión de un gran terruño llamado mundo. ¿Pero podría Abraham ser un heredero desposeído de sus derechos, y no así su simiente (Cristo y su iglesia)?” (Negritas nuestras).
Luego para nada nos habla el Sr. Olcese en este corto escrito de presentación del video que le sigue ni en el contenido de este, en el sentido de que el pacto establecido fuera extensivo de forma retrospectiva a los antepasados de dicho patriarca…… algo por demás ilógico en un pacto y que solo atañe a aquellos que participan del mismo y dan su asentimiento personal (para ello tienen que estar presentes) a los términos del mismo. Observarán también, que dicho personaje ya empieza a prepararse el terreno para llevar al engaño a la “parroquia”, cuando dice que la posesión a recibir era “un gran terruño llamado mundo” y predisponiendo al “personal” a aceptar su posterior idea de que lo que se le estaba ofreciendo al bueno de Abraham, era la “gobernación del mundo” en calidad de inmortal rey y sacerdote al lado de Cristo…… notarán ustedes que es la misma táctica que usó Satanás para entrampar a nuestros primeros padres y en el caso de la pregunta con la que enredó a Eva; sin embargo, comprueben por ustedes mismos qué es, sencillamente, lo que Jehová le prometió a Abraham que heredaría:
“Y Jehová dijo a Abrán después que Lot se hubo separado de él: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur y hacia el este y hacia el oeste, 15 porque toda la tierra que estás mirando, a ti y a tu descendencia la voy a dar hasta tiempo indefinido.” (Gén. 13:14-15).
Luego nada que mínimamente pudiera señalar a Abraham como inmortal gobernante en un futuro reino de Dios; sin embargo, Apologista Mario Olcese y a pesar de esta prueba incontestable que nos muestra 1º, que lo que se le prometió a Abraham en herencia era la porción de “tierra” que con sus ojos alcanzaba a ver en ese momento y 2º, que ello solo tenía que ver con él y su descendencia y con nadie más, continúa “en sus trece” en el sentido de que personajes anteriores al patriarca mencionado también serían beneficiarios de dicha herencia. Herencia que, repetimos porque aquí está el quid del asunto, según el Sr. Olcese no es la porción de tierra prometida, sino que en una disparatada interpretación del pasaje de Rom. 4:13 y concretamente del término “mundo” que en el mismo aparece y que sibilinamente ya nos ha intentado colar, lo que se le promete a Abraham y descendientes (en este caso también sus antepasados y contraviniendo con ello flagrantemente el contenido de Gén. 13:14-15) es el gobierno del mundo al lado de Jesucristo en el reino de Dios y en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… y que ya hay que estar “más palla que paca” para perpetrar semejante tropelía, aparte del mostrar ser poseedor de una maldad rayando en lo satánico y que queda plasmada en su intento de engañar a los pocos que ya le siguen, por medio de la alteración brutal del contenido escritural (como hizo Satanás cuando tentó a Jesús) y con lo que ello significa de burla hacia Dios y Su Palabra. Y como prueba de la veracidad de lo que les estamos diciendo, hay que constatar que en este video de respuesta para nada nos habla de los puntos focales de nuestro escrito, eso es, de la promesa “de la tierra” hecha a Abraham, ni de la explicación o interpretación que del término “mundo” hicimos nosotros en el artículo que provocó tal respuesta y que aparece en el pasaje señalado, en palabras del apóstol Pablo:
“Porque no fue mediante ley que Abrahán o su descendencia tuvieron la promesa de que él hubiera de ser heredero de un mundo, sino que fue mediante la justicia por fe.”
E interpretación la de los autores de este blog acerca del significado de dicho término que no nos discute el Sr. Olcese, sencillamente porque sabe que nosotros tenemos toda la razón y él está equivocado en su planteamiento. De ahí, que tampoco nos aclare porqué si Jehová ya había llegado a un acuerdo con Abraham para que este reinara sobre el “mundo” junto a su descendencia, pudo 400 años después poner ante los descendientes de aquellos que fueron liberados de Egipto (en todo caso descendientes de Abraham) y ello condicionado a la obediencia a sus decretos o estatutos que como nación deberían de seguir, algo a lo que como descendientes de Abraham ya tenían perfecto derecho y siempre en el bien entendido, que eso fuera lo que se le había prometido al patriarca en cuestión…… y lo cual, repetimos, es totalmente falso; pero veamos lo que se les dijo a estas personas:
“…… “Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (de lo contrario no había trato y prescindiendo de lo que se le hubiera podido prometer al patriarca mencionado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser (noten que la expresión verbal está en tiempo futuro) para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.” (Gén. 19:5-6). (Acotaciones nuestras).
Esa condicional relacionada con la obediencia y que no se observa en la promesa a Abraham, deja perfectamente claro que no estaríamos hablando de la misma promesa por un reino, pues la recompensa a dicho personaje se le dio, no por lo que pudiera hacer en un futuro y como es el caso que acabamos de considerar, sino por lo que ya había hecho, mediante ese despliegue de fe que le llevó a abandonar todo para obedecer a Dios; pero es que además, recordemos que Jesús y como “premio” a sus apóstoles por haberle seguido aún en sus momentos más duros, les ofreció también lo mismo:
“Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido (luego no a “otros” que no llegaron a seguirle, como por ejemplo los personajes del AT, pues para cuando Jesús apareció estos ya llevaban siglos, cuando no milenios, desaparecidos en la muerte), también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:27-28). (Acotación nuestra).
Es más, en el relato del evangelio de Lucas, Jesús es más explícito con sus apóstoles y esto es lo que se nos narra que les ofertó a estos:
“Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).
Entonces la pregunta sería ¿qué clase de premio o recompensa sería esta, si resulta que como descendientes de Abraham, esos seguidores de Jesús ya tenían el acceso asegurado al reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, siempre en función de la supuesta promesa de Jehová a Abraham y que ese “genio” de la interpretación bíblica que es Apologista Mario Olcese, se ha sacado de la manga? Porque en estas palabras de Jesús, hay que contemplar el hecho de que el pacto por un reino (totalmente diferente del “pacto por la tierra” ofrecido a Abraham) fue establecido con Jesús y no con Abraham, pues lo que se lee en ellas es que “mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino” y afirmación que ya descarta de un plumazo el que Jehová Dios lo pudiera haber establecido anteriormente con otra persona, en este caso con el patriarca Abraham. Pero es que aquí hay otra, pues la mera pregunta de los apóstoles formulada a Jesús ya denota un total desconocimiento por parte de estos del tema en cuestión y por lo que se plantea una derivada, pues ¿cómo es posible que dichos apóstoles no tuvieran el menor indicio de la promesa hecha a Abraham siglos antes, en el sentido de que sus descendientes habrían de gobernar con Cristo en el reino, siendo como era que tenían un amplio conocimiento de las Escrituras existentes en ese tiempo y en la que estaba reflejada dicha promesa? Sencillamente porque eso no es lo que se le prometió al citado patriarca que recibirían tanto él como sus descendientes; por lo que queda claro que estamos ante una nueva payasada de Apologista Mario Olcese y en la que se repite en el mismo disparate…… pero “corregido y aumentado”, porque vean:
En el inicio de dicho video, nos hace una fervorosa proclama acerca de la calidad de “justos” de esos personajes anteriores a Abraham, como los Noé, Lot o Abel entre otros y nos asegura que solo esa cualidad, ya era razón o mérito suficiente para tener acceso a reinar con Cristo en el reino de Dios; no contento con este disparate y para acabar de rematar la “faena”, nos sale en los minutos 5-6 de grabación con la extravagante afirmación de que, puesto que el “cordero” (prefigurando a la persona de Jesús) fue degollado “desde la fundación del mundo” (Rev. 13:8), su sacrificio ya hizo posible que los Adán, Eva (sí, sí, han leído bien ¡Adán y Eva!), su hijo Abel y todos aquellos que vivieron antes de Abraham, también pudieran alcanzar la “salvación” y que como hemos señalado en muchas ocasiones (algo que el Sr. Olcese nos explica también al término de dicho video), tiene que ver con el adquirir la inmortalidad y el reinar con Cristo…… por lo que ¡ojito con la burrada que acaba de soltarnos ese individuo, al incluir a Adán y Eva entre aquellos “justos” que merced al sacrificio del “cordero desde la fundación del mundo”, pasan a reinar junto a Cristo en el reino milenario! Por lo que deja constancia de que no tiene ni la más remota idea de lo que se nos quiere decir en ese pasaje de Rev. 13:8 y por tanto, de las Escrituras en general.
O veamos la cuestión desde otra perspectiva: lo que nos está diciendo ese desquiciado personaje y en el colmo de su indigencia intelectual, es que aquellos directos responsables del sufrimiento, dolor y muerte experimentados por la humanidad por miles de años, así como del tormento indescriptible que culminó en una atroz e ignominiosa muerte en un madero de tormento o cruz (como ustedes quieran llamarle) del Hijo de Dios, serán “recompensados” con un trono para reinar codo con codo junto a él, sobre aquella humanidad a la que en su momento ellos y por su rebelión contra Dios, condenaron a muerte…… ¡y es que ya hay que tener “redaños”, para decir semejante salvajada! Claro, a partir de ahí, la credibilidad teológica de tan estrafalario e ignorante personaje queda totalmente por los suelos, por lo que nada de lo que publique puede ser tomado en consideración por cualquier persona con un nivel razonable de lógica y sentido común…… como, por ejemplo, cuando y repitiéndose en el argumento al final de dicho video nos dice que todos esos personajes, eso es, los anteriores a Abraham y posteriores a este, junto a los apóstoles y resto de seguidores de Jesucristo, todos juntos serán elevados a la condición de inmortales reyes y sacerdotes como coherederos de este en el reino de Dios.
Y con lo que el Sr. Olcese continúa haciendo gala de su total falta de entendimiento de lo que se nos dice en las Escrituras, pues se exigen determinados “requisitos” para aquellos que aspiraran a tomar posesión de dicho privilegio y que planteados a dicho personaje en numerosas ocasiones desde este blog, aún es el momento en que nos haya dicho algo sobre ellos; y es que como dijimos en su momento, no contesta, porque no sabe…… o algo peor y que es lo que nos maliciamos los autores de este blog: que sabiendo que está equivocado y ello queda claro por el mero hecho de no ser capaz de rebatirnos argumento alguno, su exacerbado ego, orgullo y altanería le impiden reconocerlo, lo que a su vez le lleva a decir mayores disparates que los anteriores. Dicho lo cual, vamos a repasar a continuación una relación razonada de tres requisitos imprescindibles para participar en el reino de Dios en calidad de gobernante y que prueban más allá de toda duda que dichos personajes del AT no lo pueden hacer, pues es metafísicamente imposible que puedan reunir los tales y por ello alcanzar tan alta magistratura…… y sacando el primero de ellos de unas palabras que dijo Jesús en su momento:
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).
Entonces según Jesús, si uno no había recibido esos dos diferentes bautismos, uno el de agua y el otro en espíritu santo, no podía de ninguna manera participar en ese gobierno del reino de Dios en calidad de inmortal rey y sacerdote…… y que para entender lo cual, no se precisa un master en teología; pero dado que dichos bautismos eran desconocidos en tiempos precristianos, pues el bautismo en agua y por expreso mandato divino (Juan 1:33), inició en el I siglo E.C. con Juan el “bautizante” y en cuanto al del espíritu santo, solo pudo ser impartido por Jesús después de ser resucitado, es obvio que dichos personajes no podían estar en posesión de los mismos y por lo que tenían cerrado, en este aspecto, el acceso a dicho reino. Señalado ese primer requisito que, repetimos, razonablemente no podían reunir dichos personajes del AT, veamos el segundo y que tiene que ver con el hecho de que fue el propio Hijo de Dios quien estableció el momento a partir del cual, el acceso al reino en calidad de gobernante se ponía al alcance de los hombres, cuando dijo lo siguiente:
“Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres y los que se adelantan con ardor se asen de él.” (Mat. 11:12).
Luego toda persona que hubiera existido anterior a los días de Juan “el bautizante” y entre los que se encuentran esos notables del AT, desde Abel hasta el propio Juan y pasando por el mismísimo Abraham, no pudieron participar en esa carrera para la consecución de un puesto en el reino de Dios en calidad de inmortal rey y sacerdote y que, repetimos, es lo que significa la “salvación”. En el caso de Juan “el bautizante” y cómo dato curioso, hay que señalar que él no había sido bautizado en agua, por lo que ya empezaba por no contar con ese primer bautismo; por otra parte, observar que si bien fue el “precursor” de Jesús o el que le abrió camino (Juan 1:31), no pudo ser un “seguidor” de este, pues fue encarcelado y ejecutado poco después de que Jesús diera comienzo a su ministerio y por lo que no estuvo ahí cuando se derramó el bautismo en espíritu santo en 33 E.C. en la fiesta de Pentecostés…… recordemos que el bautismo en espíritu santo que concedía la adopción de uno como hijo de Dios, solo pudo ser impartido después de la resurrección de Jesús y para ese entonces Juan hacía tiempo que había muerto por lo que, obviamente, tampoco contaba con el segundo de los dos bautismos exigidos; visto ya el segundo requisito que tampoco reunían esos personajes del AT, incluido el propio Juan, veamos un tercero y que tiene que ver con lo que se registra en Rev. 20:4:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).
Y está sobradamente aceptado por la inmensa mayoría de autores bíblicos actuales, que con estas palabras se está haciendo expresa referencia a personas que sufrieron una muerte “violenta” a manos de sus perseguidores, por su comisión de dar adelanto a los intereses del reino de Dios; o sea, que solo aquellos que hayan muerto violentamente o asesinados por su servicio a la causa del reino (o al menos, eso es lo que se intentó mostrarle a Juan en su visión), son los que se sentarán al lado de Jesucristo para reinar con él…… de hecho, eso es lo que Jesucristo dio a entender en Rev. 3:21:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Excusamos decir que todos conocemos cuál fue la victoria de Jesús y que consistió en el hecho de que mantuvo su integridad hasta la muerte, lo que marcó un precedente o camino a seguir para todos aquellos que desearan alcanzar un lugar a su lado en el reino de Dios (Rom. 6:5)…… es más, resulta curioso que este necesario requisito de sufrir una muerte violenta para reinar con Cristo y que ahora nos niega el Sr. Olcese con su actual planteamiento, fue contundentemente explicado por él mismo en un video publicado el 12/03/13 y dirigido expresamente al que suscribe (en un más que estúpido tono chulesco), en el que nos decía entre los minutos del 16 al 20 de grabación y en flagrante contradicción con lo que enseñaba antes de publicar dicho video y también, con lo que nos dice ahora acerca de los personajes del AT como reyes en el milenio, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” (Rev. 7:14) aún futura y en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no permitieran que se les impusiera la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13:16-17) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio. Y que como aval para tan “resuelta” afirmación, usaba el pasaje que acabamos de citar de Rev. 20:4 y con lo que ese ignorante personaje, sin darse cuenta de ello, con tan disparatada sugerencia ya excluía de forma automática de reinar con Cristo en el reino de Dios, no solo a los notables del AT, sino a los propios apóstoles de Jesús y seguidores de estos…… obviamente en una total demostración de no saber ni por dónde le sopla el aire en cuanto a conocimiento de las Escrituras se refiere, pues todos esos personajes yacen muertos hace siglos (cuando no milenios) y la mencionada tribulación aún no ha llegado. Ignorancia esta que le lleva a decir hoy una cosa, mañana otra y pasado mañana ni la una ni la otra, sino todo lo contrario; en definitiva, un exponencial “ejemplo” de lógica y sentido común.
Dicho lo cual y todos de acuerdo con ese punto señalado en Rev. 3:21 y que queda refrendado con el pasaje de Rev. 20:4, acerca de una necesaria muerte en sacrificio para acceder al reino como gobernante, veamos ahora como murieron esos personajes del AT de los que nos habla ese “portento” de la interpretación bíblica y empezando por el profeta Daniel, quién en función de lo leído en el pasaje de Dan. 12:13, nada parece indicar que dicho personaje tuviera una muerte violenta, sino que más bien todo indica que murió en la cama y de vejez o muerte natural…… pero veamos cómo murieron otros insignes personajes del AT y de los que sí tenemos información directa en las Escrituras sobre cómo murieron y que según el “ínclito” Sr. Olcese, también reinarán con Cristo durante el milenio:
“Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 25:7-8).
“Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días; y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.” (Gén. 35:28-29).
“Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 49:33).
“Y después de esto, Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Job 42:16-17).
“Con el tiempo, Gedeón hijo de Joás, murió en buena vejez y fue enterrado en la sepultura de Joás su padre, en Ofrá de los abí-ezritas.” (Jue. 8:32).
“En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.” (1 Cró. 29:26-28).
“Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente y a esa edad, de muerte natural y en la cama, como todos los mencionados).” (Gén. 9:28-29). (Acotación nuestra).
Entonces vemos que las muertes de todos estos prominentes personajes y a los que habría que sumar a los Moisés, Lot, los doce patriarcas de la nación de Israel y tantísimos otros como ellos, no se ajustan tampoco al requisito exigido por Jesucristo en el sentido de que para alcanzar el reino como inmortal rey y sacerdote, se tenía que “vencer” como él había vencido (Rev. 3:21), eso es, el sufrir una muerte de martirio. Por lo que ni mucho menos se corresponden los ejemplos mencionados, a la visión que le fue dada a Juan en Rev. 20:4 y en la que con claridad meridiana se le muestran, sentándose en tronos de gloria, a personas que habían muerto asesinadas (“ejecutadas con hacha”) por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”; por lo que es evidente que tampoco en este caso los personajes señalados se ajustan a la exigencia demandada y según se deduce de la prueba bíblica hasta ahora presentada. Y por lo que resulta que esos notables del AT, anteriores o posteriores a Abraham y con este a la cabeza, no reúnen ninguno de esos tres requisitos exigidos por el propio Hijo de Dios para gobernar a su lado y por lo que no pueden tener acceso al reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… a menos, eso sí, que las Escrituras se contradigan flagrantemente o que el Sr. Olcese le diga al Soberano del Universo, Jehová Dios, como debe de hacer las cosas.
Por lo que la pregunta a ese “fenómeno” de la interpretación bíblica actual, podría ser la siguiente: ¿cómo nos razonaría él, la presencia entre esos gobernantes de Rev. 20:4 “ejecutados con hacha” o asesinados por defender su integridad a Dios, de otros personajes que han muerto plácidamente en la cama y algunos de ellos, colmados de “riquezas y gloria”, como el caso de David? ¿Deja por ventura la lectura de Rev. 20:4, algún pequeño resquicio que nos permita siquiera elucubrar sobre tal posibilidad? Es más ¿sería razonable en un Dios de justicia como es el Soberano sobre todo el Universo, dar el mismo premio, para tan distinto mérito? Sería interesante conocer cómo nos resuelve dichas cuestiones ese “genio” de la teología y que teniéndolas planteadas desde hace muchísimo tiempo, nada nos ha dicho hasta el momento acerca de la mismas; pero si quieren una información más exhaustiva acerca del tema objeto de análisis, pueden dirigirse a nuestro artículo del 16/10/14 titulado “¿Por qué Daniel y resto de personajes del Antiguo Testamento, como los Abraham, David, etc. etc., no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios?” y explicación a la que el Sr. Olcese en ningún momento fue capaz de presentar objeción alguna…… como no fuera el reafirmarse es su disparatado planteamiento, pero sin rebatir en modo alguno nuestros argumentos y que es de lo que se trata, cuando se objeta a determinadas propuestas.
Pero es que ya puestos a hacer el “burro”, lo del Sr. Olcese es que ya no tiene nombre, porque veamos con qué “perla” concluye el video que estamos analizando: después de reafirmarse en que esos notables del AT pasan a reinar con Cristo ya que son coherederos con él “del mundo” y señalando para ello a Rom. 4:13 (sin embargo, nada nos discute de nuestra explicación acerca de qué significa en ese pasaje el término “mundo”, pues no tiene ni puñetera idea de lo que dice), pasa a hablarnos del bueno de Job y al que califica de “gran hombre y paradigma de la fe, un hombre que había pasado por las pruebas más extremas” y por lo que dicho personaje estaba “muy por encima” en cuanto a mérito, incluso de los apóstoles de Jesús. Y con lo que de nuevo queda demostrada no solo la empanada mental de dicho majadero, sino la supina ignorancia en cuanto a conocimiento escritural que le caracteriza, pues pasa por alto un “pequeño” detalle y por el que Job (y reconociéndole sus méritos), no le llegaba ni a la suela de los zapatos a los seguidores de Jesús y cuestión que está relacionada con el tercero de los requisitos antes mencionados, avalado por Rev. 3:21 y que recordemos, dice como sigue:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Luego lo que se les estaba exigiendo a los que desearan reinar con Cristo en el reino de Dios, es que dieran su vida a cambio de dicha recompensa, algo que queda claramente expuesto en Rev. 2:10:
“No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.”
Sin embargo y hasta donde sabemos, Job en ningún momento vio puesta su vida en peligro, pues esta es la restricción que Jehová le impuso a Satanás:
“Y Jehová pasó a decir a Satanás: “¿Has fijado tu corazón en mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Todavía está reteniendo firmemente su integridad, aunque tú me incitas contra él para que me lo trague sin causa”.
4 Pero Satanás respondió a Jehová y dijo: “Piel en el interés de piel y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma. 5 Para variar, sírvete alargar la mano y toca hasta su hueso y su carne y ve si no te maldice en tu misma cara”. 6 Por consiguiente, Jehová dijo a Satanás: “¡Allí está en tu mano! ¡Solo ten cuidado con su alma misma!”.” (Job 2:3-6).
Eso es, que de ningún modo podía Satanás poner la vida de Job en peligro y por lo que ese paciente y sufrido personaje jamás percibió que su vida estuviera puesta en juego; es cierto que sufrió la pérdida de sus hijos, de sus riquezas e incluso padeció una enfermedad maligna pero, repetimos, jamás sintió que su vida corriera peligro (temor que de alguna manera le podría haber traicionado en su derrotero de lealtad), pues hasta ese grado llegaba la protección de Jehová con respecto de él…… sin embargo, lo que se les dijo a los apóstoles de Jesús y extensivo a los que a estos siguieran, fue esto otro:
“Después, Jesús le dijo a Pedro: “Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios (como en el caso de Job) para ponerles pruebas difíciles (hasta la misma muerte y según Rev. 2:10 y 3:21) a todos ustedes y Dios se lo ha dado”.” (Luc. 22:31 según la versión TLA). (Acotaciones nuestras).
Entonces siendo que con esas personas no hubo restricción alguna por parte de Jehová con respecto de Satanás, decir que Job fue superior en cuanto a sacrificio personal a los apóstoles y de aquellos que siguieron sus pasos para alcanzar la meta de reinar con Cristo en el reino de Dios, es una nueva patochada del Sr. Olcese…… porque de lo contrario ese personaje del AT tendría que haber recibido la “corona de la vida” (Rev. 2:10) y como hemos visto, este no es el caso porque de lo contrario, entraríamos en una flagrante contradicción escritural ya que nos encontraríamos ante personas que reinarían con Jesucristo en el reino de Dios, sin reunir ninguno de los requisitos que él mismo había impuesto. De ahí, que en el video que estamos analizando veamos a una persona mentalmente tambaleante, que no se cree nada de lo que está diciendo y que se sabe superada en todos los terrenos; por ello hace uso de esa verborrea insulsa y carente de la más elemental lógica y sentido común del que tiene que hacer gala todo aquél que habla o publica acerca de Dios…… algo que constantemente demanda el Sr. Olcese de “otros” y poniéndose como ejemplo de ello, en una clara demostración de la veracidad de aquél proverbio español que dice “dime de qué presumes y te diré de lo qué careces”.
Resumiendo, que dicho personaje no es más que un pobre hombre que con desesperación ve como uno tras otro están siendo desbaratados todos sus planteamientos y ello públicamente (Internet llega prácticamente a todo el mundo), pero que en lugar de detenerse a considerar si está equivocado en sus propuestas y de ser así, hacer los cambios oportunos, ha emprendido una disparatada huida hacia delante y que le lleva a decir salvajadas tales como que Adán y Eva también alcanzarán la “salvación” y lo que (repetimos), según nos dice dicho “caballero” al final de su video, ello significa que alcanzarán la inmortalidad y reinarán con Jesucristo durante los mil años del reino de Dios; o en su defecto, decir que Job tenía más “mérito” que los propios apóstoles. Afirmaciones estas en las que como diría nuestro amigo el castizo ¡ahí “sa pasao” siete pueblos!...... y es que eso es lo que ocurre, cuando uno se burla de Dios al publicar falsedades y pensando que dicha burla, no le será tomada en cuenta; sin embargo, ahí está la advertencia divina y tomada en este caso, de la NVI:
“Luego dijo Jesús a sus discípulos: Los tropiezos son inevitables, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! 2 Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino atada al cuello, que servir de tropiezo (mediante enseñanzas falsas) a uno solo de estos pequeños.” (Luc. 17:1-2). (Acotación nuestra).
MABEL
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jueves, 16 de octubre de 2014
¿Por qué Daniel y resto de personajes del Antiguo Testamento, como los Abraham, David, etc. etc., no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios?
Este escrito viene a cuento, querido y paciente lector (¡santo, que es usted un santo por seguirnos!), de lo que el ínclito personaje (estrafalario donde los haya) de Apologista Mario Olcese acaba de publicar en formato de video y en fecha 09/10/14, con referencia a mi último artículo publicado solo unas horas antes de ese mismo día 9 y en el que le respondía a la pregunta que en el video en cuestión me formulaba, acerca del correcto significado del pasaje de Dan. 12:13; video que aparte de mostrarnos que dicho personaje malamente puede disimular el sentido de impotencia que le corroe por su interior, como consecuencia de no poder objetar a mis argumentos, nos deja clara una circunstancia y que es la siguiente: ese señor se lee todos mis escritos, pues la celeridad en responderlos es pasmosa, ya que yo publico hoy y a las pocas horas ya tengo la réplica en su página de videos …… respondiendo, eso sí, solo a aquellos artículos en los que puede replicar algo, aunque se una “chorrada” como en el caso que nos ocupa, ya que el personaje no da para más y limitación que es la que realmente le pone de los nervios, generando esa impotencia mencionada.
Porque al artículo en el que con todo despliegue de documentación yo le negaba esa supuesta condición de “ungido” o Hijo de Dios de la que hace ostentación y publicado el 27/09/14, aún es el momento en el que se haya pronunciado sobre el mismo, como si dicho escrito no existiera y lo cual es sorprendente, teniendo en cuenta que en este le pongo “a bajar de un burro”, pues le acuso de mentiroso y farsante; por lo que se me ocurre pensar que deberá estar de acuerdo con el planteamiento por mí formulado acerca de su supuesto “ungimiento” (ya saben ustedes aquello tan conocido de que “el que calla, otorga”)…… o que es totalmente incapaz de presentar argumentos en su defensa y que es lo más probable, dado su manifiesto desconocimiento del contenido escritural y que, en definitiva, vendría a ser lo mismo.
Pero fíjense que yo acabo de decir que dicho personaje no es capaz de “rebatir” mis argumentos y que es algo muy distinto a lo que él hace siempre, eso es, el enrocarse e insistir machaconamente en su disparatada afirmación (la que sea) y sin entrar a analizar y desbaratar el fundamento de mi argumentario en contra de la misma, dada su total carencia de conocimientos bíblicos y como acabo de señalar…… pero que en su indigencia mental, cree que con hacer esto ya ha contestado suficientemente y ahí está la hemeroteca para confirmar lo que yo digo. Y si como muestra basta un botón, me permito recordarles, queridos lectores, que el escrito publicado en este blog el 09/10/14 y al que dicho personaje dirige el video que les he adjuntado, aquí “el menda” y después, obviamente, de haberle expuesto un razonado planteamiento acerca de porqué los sobrevivientes de la “gran tribulación” no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios (otra de sus esperpénticas “enseñanzas”), cerraba el escrito o artículo con las siguientes palabras:
“Y si ese “genio” de la teología considera que ello no es como yo lo expongo, que publique un video en el que nos resuelva ese “pequeño problemilla” que le he planteado acerca de los sobrevivientes de la “gran tribulación”, así como yo le he resuelto el de Dan. 12:13…… ¡a que no, Sr. Olcese!”
Y efectivamente, ha sido “que no”, en otra palmaria manifestación de que es tanta su ignorancia, que no tiene la más mínima capacidad para defender siquiera aquellas cosas que él “enseña” como verdades escriturales, pero que la realidad prueba que no son más que solemnes disparates que no hay por dónde cogerlos…… de ahí, que sumando a su supina ignorancia, la desvergüenza, orgullo y altanería que le adornan, se limite a ratificarse empecinadamente en sus rocambolescos planteamientos y pasando por alto los argumentos presentados en contra de los mismos, como si los tales no existieran y así esperar a que el tiempo “escampe” y el “personal” se olvide del tema; resumiendo, un auténtico impresentable.
Pero volviendo al video que nos ocupa, resulta que el Sr. Olcese afirma que un servidor se atrinchera en la versión TLA para el esclarecimiento de Dan. 12:13 y lo cual no es cierto, pues yo lo único que intentaba al citar de la misma, era poner al alcance del lector un pasaje que añadiera más claridad al punto que yo pensaba exponer; y no es cierto que yo me atrincherara en dicha versión, pues dejo meridianamente claro en dicho escrito que mi planteamiento está soportado por el contexto escritural y no por lo que diga o no diga determinado pasaje bíblico (sea de la traducción que sea), actitud a la que me apego constantemente…… razón por la cual, ese teólogo “de tres al cuarto” no puede desmontar mis argumentos, ya que yo dejo que sea el contexto bíblico el que hable y no mi opinión personal. Pero dejando aparte esas “pequeñas” disquisiciones (“pelillos a la mar”), vayamos al fondo del asunto y que es el siguiente: ese “fenómeno” de la teología contemporánea (desvergonzado e ignorante donde los haya), lo que nos quiere decir es que en Dan. 12:13 está la clave para demostrar que tanto Daniel como el resto de profetas del AT, se levantarán en la “primera” resurrección que se produce “al final de los días”, eso es, aún dentro de este sistema de cosas y que es de la que se nos habla en Rev. 20:6, que llevaría a dichos personajes y de ser como se nos explica, efectivamente, a reinar con Cristo…… dicho esto, veamos qué es lo que se nos dice en Dan. 12:13 y transcrito de la RV 1960 y que es la usa dicho “entendido”:
“Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”
Es cierto que leído tal cual y como dije en mi escrito de referencia, tal parecería ser correcto el planteamiento de ese “genio” de la interpretación bíblica…… pero claro, no es menos cierto que ahí está el contexto bíblico para demostrar que los personajes del AT no pueden en manera alguna, reinar con Cristo en el milenio y cuestión que le he presentado a dicho personaje hasta la saciedad, sin que por el momento haya sido capaz de desmontar mi argumentario…… es más, ni lo ha intentado; porque como acabo de resaltar, una cosa es repetir un planteamiento hasta el extremo esperando que dicha repetición lleve a su aceptación general por parte del “respetable” y otra muy distinta, es contra argumentar a las razones que se presentan en el sentido de que el tal es erróneo. Dicho lo cual, de nuevo voy a demostrar el por qué los Daniel, Abraham, David y compañía, no pueden participar en el gobierno del reino de Dios y por mucho que Dan. 12:13 parezca afirmar lo contrario; y dado que es de general aceptación la máxima de que “un texto sin su contexto, es solo un pretexto”, a esta máxima y como tengo por costumbre, me ceñiré. Por lo que vamos a repasar a continuación, una serie de requisitos imprescindibles para participar en el reino de Dios en calidad de gobernante y que prueban más allá de toda duda, que dichos personajes del AT no lo pueden hacer, pues no reúnen dichos requisitos y por lo que no pueden alcanzar dicho privilegio…… y sacando el primero de ellos de unas palabras que dijo Jesús en su momento:
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).
Eso es, que si uno no había recibido esos dos diferentes bautismos, uno de agua y el otro en espíritu santo, no podía de ninguna manera participar en ese gobierno del reino de Dios, en calidad de inmortal rey y sacerdote; ahora bien, veamos qué eran dichos bautismos y cuando (factor clave en este asunto) se empezaron a impartir. El primero de ellos, el bautismo de agua, lo instauró Juan “el bautizante” por mandato directo de Jehová Dios, según propias palabras y que tenemos registradas en Juan 1:33-34:
“Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: “Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo”. 34 Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.”
Luego fue el Dios Altísimo, el que ordenó que se pusiera en marcha un bautismo de agua, que en ese momento era totalmente desconocido en el pueblo de Israel y que tenía la siguiente finalidad:
“De modo que él entró en toda la comarca del Jordán, predicando bautismo en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados, 4 así como está escrito en el libro de las palabras de Isaías el profeta: “¡Escuchen! Alguien clama en el desierto: “Preparen el camino de Jehová, hagan rectas sus veredas”.” (Luc. 3:3-4).
Por lo que queda claro que dicho bautismo en inmersión por agua, no era otra cosa que la manifestación pública del que se sometía al mismo, de que se arrepentía de sus pecados y desde ese momento en adelante, se comprometía con Dios para hacer Su voluntad y ello delante de testigos (los que observaban), por lo que recibía la “dádiva divina” (Hech. 2:38) o regalo de Dios, en el sentido de que mediante dicho acto se le condonaban los pecados cometidos y adquiriendo con ello, una condición aprobada ante Este…… y ese era el primer bautismo del que hizo referencia Jesús en Juan 3:5; y bautismo en agua que nadie (notables del AT incluidos) que hubiera vivido antes de la aparición de Juan “el bautizante” podía poseer. Y si me permiten un pequeño inciso, bautismo de agua que nunca transmitió el otro bautismo, eso es, el del espíritu santo y que daba al individuo la adopción como Hijo de Dios, pues de lo contrario no habría hecho falta la intervención de los apóstoles para lograr tal fin y como queda claro del relato de Hech. 8:1-20.
Salvado el inciso y continuando con lo que estábamos, es cierto que esa catástrofe con patas que es Apologista Mario Olcese, afirma que todos los judíos habían sido bautizados por Moisés en las aguas del Mar Rojo (cuando pasaron a través de ellas) y afirmación que tiene la misma credibilidad que si nos dijera algo parecido a que “una bandada de vacas volaba de flor en flor”; porque si ello fuera cierto (no lo de las vacas, claro está, sino lo de un simulacro de bautismo lo del cruce del Mar Rojo), inmediatamente se nos plantearía la siguiente cuestión: de ser así las cosas ¿por qué Jehová, ordenó a Juan que empezara a impartir dicho bautismo en agua como muestra de arrepentimiento de pecados, si el paso del Mar Rojo había hecho las veces o misma función del pasterior bautismo de Juan? Obviamente porque dicho evento no fue considerado nunca por el Altísimo como un bautismo y muchísimo menos, que el tal tuviera nada que ver con arrepentimiento alguno por parte del “personal”, por lo que no estaríamos más que ante una chapuza interpretativa salida del personaje en cuestión y de aquellos que como él se pronuncian…… en todo caso y dado que hay por ahí un texto algo “escabrosillo” de entender (1 Cor. 10:1-5) en cuanto a un hipotético o simbólico bautismo en el evento mencionado, es solo obvio establecer que el bautismo en agua ordenado por Jehová a Juan era el exigido y el que cumplía con el requisito dado por Jesús, pues deriva de una orden directa del Altísimo y por tanto, nada que ver con el acontecimiento del cruce de las aguas del Mar Rojo.
Resuelta esta cuestión, veamos ahora que era el segundo bautismo exigido por Jesús, eso es, el bautismo en espíritu santo y bautismo que solo podía ser administrado por este y ello, como está constatado por los hechos que conocemos, solo después de su resurrección y lo que significa que antes de dicho acontecimiento, tampoco nadie (notables del AT incluidos) podía estar en posesión del mismo:
“Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: “Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo”.” (Juan 1:33).
Por lo tanto y se ponga como se ponga el ignorante del Sr. Olcese, esos personajes del AT no podían reunir el requisito de contar con los dos bautismos y sin el cual requisito, según palabras del propio Jesús “no se podía entrar en el reino de Dios”; y es que en sus días, aún faltaban siglos para que aquellos en quienes Jehová delegó para que empezaran a impartir dichos bautismos, aparecieran en escena. Pero es que además y de forma adicional, tenemos el hecho de que fue el propio Hijo de Dios quien estableció el momento a partir del cual, el acceso al reino se ponía al alcance de los hombres, cuando dijo lo siguiente y según lo vierte la NVI:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea y los que se esfuerzan, logran aferrarse a él.” (Mat. 11:12).
Es cierto que dicho pasaje también está vertido por otras traducciones de forma distinta, en este caso por la RVC:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.”
Sin embargo, notarán que a pesar de tan dispar y curiosa forma de traducir dicho pasaje, en lo fundamental están de acuerdo todas las versione bíblicas, eso es, que fue a partir de Juan “el bautizante”, eso es, desde ese momento en adelante (no hacia atrás) cuando aquello que tenía que ver con el reino de Dios, fuera lo que fuera, se puso en marcha…… y para ese tiempo, repito, los personajes citados del AT hacía siglos que habían desaparecido en la muerte y por lo que, obviamente, no tenían ya ni arte ni parte en esta cuestión. Visto ya un primer requisito que no reunían dichos antiguos personajes, veamos un segundo que tampoco alcanzaban a reunir y que tiene que ver con lo que se registra en Rev. 20:4:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.”
Está sobradamente aceptado por los autores bíblicos actuales, que con estas palabras se está haciendo expresa referencia a personas que sufrieron una muerte “violenta” a manos de sus perseguidores, por su comisión de dar adelanto a los intereses del reino de Dios; o sea, que solo aquellos que hayan muerto violentamente (asesinados) por su servicio a la causa del reino, son los que sentarán al lado de Jesucristo para reinar con él…… de hecho, eso es lo que Jesucristo dio a entender en Rev. 3:21:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Y todos sabemos cómo “venció” Jesús: aguantando el martirio hasta la muerte y por lo que esto es lo que se exigía de todo aquél que deseara sentarse a su lado en el reino de Dios; de hecho, a eso es a lo que se refería Pablo cuando dijo aquello de que solo se podía resucitar a la “semejanza” de Cristo, esto es, en gloria e inmortalidad, si se había muerto a la semejanza de como él murió (Rom. 6:5), eso es, martirizado por mantener su integridad a Dios. Es más, resulta que este necesario requisito de sufrir una muerte violenta para reinar con Cristo, fue contundentemente explicado por el Sr. Olcese en un video publicado el 12/03/13 y dirigido expresamente a un servidor (en un más que estúpido tono chulesco), en el que nos decía, entre los minutos del 16 al 20 de grabación y en flagrante contradicción con lo que enseñaba antes de publicar dicho video y de lo que nos dice ahora, acerca de los personajes del AT como reyes en el milenio, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” aún futura, en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio y que como apoyo de dicha idea, usaba el pasaje que acabamos de leer de Rev. 20:4.
Tajante afirmación, con la que dicho indocumentado y sin darse cuenta de ello (¡ignorante, que no es más que un disparatado ignorante!) apartaba de un plumazo de poder reinar con Cristo en el reino de Dios, no solo a los Daniel, Abraham y compañía, sino a los mismísimos apóstoles y que aun siendo más próximos en el tiempo, hace ya la friolera de casi 2.000 años que murieron y la “gran tribulación”, repito, aún no ha llegado…… o sea, una flagrante y esperpéntica contradicción en sus afirmaciones, pues como en el caso de los que hablan sin tener un criterio claro de lo que dicen, hoy el Sr. Olcese nos dice una cosa, mañana otra y pasado mañana, si se tercia, ni la una ni la otra, sino toda la contraria. Dicho lo cual y todos de acuerdo con este punto señalado en Rev. 3:21 y que se refrenda en Rev. 20:4, acerca de una necesaria muerte en sacrificio para acceder al reino como gobernante, veamos ahora como murieron esos personajes del AT de los que nos habla el “caballero” en cuestión y empezando por el propio Daniel, quién en función del pasaje referido de Dan. 12:13, nada parece indicar en el mismo que tuviera una muerte violenta, sino que probablemente murió en la cama y de vejez o muerte natural…… pero veamos cómo murieron otros insignes personajes del AT y de los que sí tenemos información directa de las Escrituras:
“Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 25:7-8).
“Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días; y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.” (Gén. 35:28-29).
“Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 49:33).
“Y después de esto, Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Job 42:16-17).
“Con el tiempo, Gedeón hijo de Joás, murió en buena vejez y fue enterrado en la sepultura de Joás su padre, en Ofrá de los abí-ezritas.” (Jue. 8:32).
“En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.” (1 Cró. 29:26-28).
“Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente y a esa edad, de muerte natural y en la cama, como todos los mencionados).” (Gén. 9:28-29). (Acotación mía).
Entonces vemos que las muertes de todos estos prominentes personajes y a los que habría que añadir a los Moisés, Lot, los doce patriarcas de la nación de Israel y tantísimos otros como ellos, no se ajustan al requisito exigido por Jesucristo en el sentido de que para alcanzar el reino como inmortal rey y sacerdote, se tenía que “vencer” como él había vencido Rev. 3:21), eso es, sufrir una muerte de martirio, ni mucho menos se corresponden a la visión que le fue dada a Juan en Rev. 20:4 y en la que con claridad meridiana, se nos muestran sentándose en tronos de gloria, a personas que habían muerto asesinadas (“ejecutadas con hacha”) por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”…… evidentemente este no es el caso de los personajes señalados y según se deduce de la prueba bíblica presentada y por lo que se me ocurre preguntarle a ese “fenómeno” de la interpretación bíblica actual, lo siguiente: ¿cómo nos razonaría él, la presencia entre esos gobernantes de Rev. 20:4 “ejecutados con hacha” o asesinados por defender su integridad a Dios, junto a otros personajes que han muerto plácidamente en la cama y algunos de ellos, colmados de “riquezas y gloria”, como el caso de David? ¿Deja, por ventura, la lectura de Rev. 20:4 algún pequeño resquicio que nos permita siquiera elucubrar sobre dicha posibilidad? Es más ¿sería razonable en un Dios de justicia como es el Soberano sobre todo el Universo, dar el mismo premio, para tan distinto mérito? Sería interesante conocer, cómo nos resuelve esta cuestión ese “genio” de la interpretación bíblica ¿no creen?
Dicho lo cual, metámonos de nuevo “en harina” y veamos ahora un tercer punto que de nuevo nos prueba, que esos personajes de la antigüedad de ninguna manera pueden y contrario a lo que nos asegura esa catástrofe teológica andante que es el Sr. Olcese, participar en la resurrección que se produce “al final de los días” de este sistema inicuo de cosas y que se corresponde con la resurrección mencionada en Rev. 20:6, eso es, la llamada “primera” resurrección; porque lo que nos encontramos en dicha resurrección, es que los que participan en ella ya se levantan con la condición de inmortales reyes y sacerdotes…… sin embargo, vean lo que se nos dice en el Sal. 45:16, acerca de esos antepasados de Jesús, eso es, los Abraham, David, Daniel y un larguísimo etc.:
“En lugar de tus antepasados (o “padres” según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).
Luego no podemos estar hablando de la misma resurrección, porque si hemos leído que los que se levantan en la “primera” ya lo hacen con la condición de inmortales reyes y sacerdotes y por lo que no precisan ya de nombramiento alguno ¿qué sentido tendría, entonces, el que se les diera un nombramiento de menor rango (príncipes) que el que ya tienen en el mismo momento en que resucitan? Además, vemos que a esos “antepasados” de Cristo se les nombra “príncipes”, pero no “sacerdotes” y título imprescindible en aquellos que tienen que reinar en el milenio, según Rev. 20:6; y lo que solo puede significar, que esos notables del AT no participan de esa “primera” resurrección, sino que tienen que hacerlo en una “segunda” (ya que si no resucitan, no se les puede dar “nombramiento” alguno), pues en la “primera” solo lo hacen aquellos que reinan con Cristo y como nos muestra el pasaje mencionado de Rev. 20:6.
Pero es que además y volviendo al Salmo señalado, si lo leemos detenidamente (¡hay que ver lo que da de sí un simple texto, si se lee con atención!), nos encontramos con otra incongruencia, porque veamos: se nos dice de esos antepasados o “padres” de Jesucristo, que en el momento de su resurrección pasan a convertirse en sus “hijos” y lo que cuadraría con Isa. 9:6, pues uno de los títulos concedidos por Jehová Dios a su hijo Jesucristo es el de “Padre Eterno”…… hasta aquí bien, pero continuemos desarrollando la idea y veamos qué nos sale de ella: porque resulta que si pasan a ser “sus hijos” que no sus “hermanos”, esas personas no pueden heredar el reino con él. Es más, si pasan a ser “hijos” de Jesucristo y eso es lo que leemos en dicho Sal. 45:16, no pueden ser a su vez Hijos de Dios y condición “sine qua non” para heredar el reino como gobernantes del mismo…… pero añadámosle al asunto un poquito más de picante: porque resulta que con los que estableció Jesús un pacto por un reino, no fue con sus antepasados, sino que fue con sus contemporáneos (en este caso con los apóstoles) y como queda meridianamente claro en el siguiente pasaje:
“Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).
Partiendo de estas palabras, la idea de que un pacto, arreglo o algo parecido para gobernar con Cristo en el milenio, pudiera haber sido ofrecido de una forma u otra a esos personajes de la antigüedad, se me antoja disparatada; porque de ser así ,Jesús habría mentido a sus apóstoles, pues si analizamos con detenimiento sus palabras vemos que lo que dice es “yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo”…… noten que no dijo “con otros” y como sería preceptivo, si todos esos personajes del AT y según nos afirma Apologista Mario Olcese, hubieran estado de alguna manera, en un pacto o arreglo divino para participar también en la gobernación del reino de Dios. Pacto, por otra parte, que como todos los pactos no tenía efectos retroactivos y por lo que aplicaba solo a aquellos que en ese momento estaban presentes en el acto y aceptaron las condiciones del mismo; y pacto que posteriormente fue extendido a otros a través de dichos apóstoles, pues estos habían sido expresamente comisionados por Jesucristo para continuar con su obra de búsqueda de personas merecedoras de alcanzar dicho galardón:
“Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto y hagan discípulos de gente de todas las naciones…”.” (Mat. 28:18-19).
Todo considerado, está claro que esos personajes del AT y a tenor del contexto escritural, no pueden de manera alguna reinar con Jesucristo en el reino de Dios, porque 1º, no habían sido bautizados en ninguno de los dos bautismos que estableció Jesús como requisito imprescindible en Juan 3:5 para alcanzar el reino; 2º, que su muerte no fue violenta y en defensa de su integridad a Dios y como se exige en Rev. 20:4 para sentarse en un trono en el reino milenario; 3º, su existencia fue anterior a la de Juan “el bautizante” y momento en que, según Jesús en Mat. 11:12, fue cuando se abrió la carrera hacia el reino de Dios y por lo que no pudieron participar en la misma; y ya como 4ª cuestión, dichos personajes precisan de ser nombrados algo (en este caso “príncipes”), según el Sal. 45:16, lo que significa que no participan de la “primera” resurrección, pues de la tal ya sale uno investido como inmortal rey y sacerdote, por lo que no precisa de nombramiento posterior alguno y mucho menos si es de rango inferior, como es el caso…… lo contrario sería una incongruencia sin sentido alguno. Dicho lo cual, queda claro que Dan. 12:13 no es prueba de absolutamente nada en sí mismo, pues cuando se lo pasa por el tamiz del contexto escritural, no dice nada de lo que se pretende que diga dicho pasaje, por parte de ese ignorante patológico que es ese “fenómeno” de la teología actual, pues de lo contrario tendríamos que poner la Biblia “patas arriba” cambiando el entero contexto escritural.
Por lo tanto, ya tenemos otra nueva cuestión pendiente de aclaración por parte del Sr. Olcese, que añadir a la anterior acerca de la cuestión de los sobrevivientes de la “gran tribulación” y a la que ese “ilustrado” en interpretación bíblica, aún no ha sido capaz de responder…… ni lo hará; y que ya les adelanto, que en esta nueva cuestión planteada, también será “que no”, porque no puede responder a ninguna de las dos, a menos que reconozca que tales “enseñanzas”, eso es, la de unos notables del AT reinando con Cristo, así como la los sobrevivientes de la “gran tribulación” haciendo lo mismo son, al menos a mi entender, dos auténticas salvajadas…… ¡qué quieren ustedes que les diga…!
Armando López Golart
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