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domingo, 7 de diciembre de 2014
Y es que Dios…… “no puede ser burlado”.
Estas palabras que encontramos en Gál. 6:7, ya nos indican que al que no las tiene en cuenta, al final se le pasa factura; pero veamos qué es lo que se lee en dicho pasaje y transcrito de la RVC:
“No se engañen. Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará. 8 El que siembra para sí mismo, de sí mismo cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.”
Aplicadas estas palabras a aquellos que toman la delantera en enseñar acerca de Dios, se debería de entender que cuando lo hacen “para sí mismos”, eso es, para satisfacer un deseo innato de prominencia debido a un ego sobredimensionado u otro tipo de ganancia, el resultado es que uno se ve abandonado por Dios (Luc. 10:21) y por tanto, incapaz de dar con la “tecla” que le permita un mínimo de veracidad en aquello que publica o predica. Eso que ocurre con los grandes “gurús”, teólogos, pastores o como ustedes quieran llamarles, en definitiva líderes de las distintas denominaciones religiosas dentro de la cristiandad, es lo que le ocurre a Apologista Mario Olcese y según se desprende de la actitud carente de fuelle y derrengada que nos ofrece en su video de respuesta a nuestro artículo del 28/11/14, en el que hablábamos de cual fue realmente la promesa que Dios le hizo a Abraham según nos lo cuentan las Escrituras y no como nos dice el Sr. Olcese que estas dicen…… que es algo muy distinto ¡claro! Porque en dicho video y publicado el 29/11/14, la imagen que vimos es la de un hombre completamente derrotado ante la imposibilidad de poder rebatir los argumentos que se le presentan en contra de sus planteamientos y que en un intento desesperado por salirse del embrollo en el que se ha metido y en aras de mantener “su verdad” por encima de todo (su soberbia, orgullo y altanería le impiden reconocer que está equivocado), acaba por decir barbaridades más grandes, si ello fuera posible, que las anteriores y como si le estuviera imponiendo constantemente el camino a seguir al propio Jehová Dios.
Digamos de entrada, que dicho “caballero” de nuevo incurre en flagrante contradicción, pues en el video al que nosotros le respondíamos y que fue publicado el 22/11/14, claramente nos afirmaba que el pacto abrahámico tenía que ver solo con este patriarca y su prole para decirnos ahora que ello no es así, sino que aplica también a los antepasados de este, tales como los Abel, Set, Enós, Enoc, Jared, Matusalén, Noé, Sem y tantos otros hasta llegar al propio Abraham; pero recordemos, lo que nos decía en la entradilla de dicho video:
“Dios hizo un pacto con Abraham que consistía en darle en herencia a él y a su prole la posesión de un gran terruño llamado mundo. ¿Pero podría Abraham ser un heredero desposeído de sus derechos, y no así su simiente (Cristo y su iglesia)?” (Negritas nuestras).
Luego para nada nos habla el Sr. Olcese en este corto escrito de presentación del video que le sigue ni en el contenido de este, en el sentido de que el pacto establecido fuera extensivo de forma retrospectiva a los antepasados de dicho patriarca…… algo por demás ilógico en un pacto y que solo atañe a aquellos que participan del mismo y dan su asentimiento personal (para ello tienen que estar presentes) a los términos del mismo. Observarán también, que dicho personaje ya empieza a prepararse el terreno para llevar al engaño a la “parroquia”, cuando dice que la posesión a recibir era “un gran terruño llamado mundo” y predisponiendo al “personal” a aceptar su posterior idea de que lo que se le estaba ofreciendo al bueno de Abraham, era la “gobernación del mundo” en calidad de inmortal rey y sacerdote al lado de Cristo…… notarán ustedes que es la misma táctica que usó Satanás para entrampar a nuestros primeros padres y en el caso de la pregunta con la que enredó a Eva; sin embargo, comprueben por ustedes mismos qué es, sencillamente, lo que Jehová le prometió a Abraham que heredaría:
“Y Jehová dijo a Abrán después que Lot se hubo separado de él: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur y hacia el este y hacia el oeste, 15 porque toda la tierra que estás mirando, a ti y a tu descendencia la voy a dar hasta tiempo indefinido.” (Gén. 13:14-15).
Luego nada que mínimamente pudiera señalar a Abraham como inmortal gobernante en un futuro reino de Dios; sin embargo, Apologista Mario Olcese y a pesar de esta prueba incontestable que nos muestra 1º, que lo que se le prometió a Abraham en herencia era la porción de “tierra” que con sus ojos alcanzaba a ver en ese momento y 2º, que ello solo tenía que ver con él y su descendencia y con nadie más, continúa “en sus trece” en el sentido de que personajes anteriores al patriarca mencionado también serían beneficiarios de dicha herencia. Herencia que, repetimos porque aquí está el quid del asunto, según el Sr. Olcese no es la porción de tierra prometida, sino que en una disparatada interpretación del pasaje de Rom. 4:13 y concretamente del término “mundo” que en el mismo aparece y que sibilinamente ya nos ha intentado colar, lo que se le promete a Abraham y descendientes (en este caso también sus antepasados y contraviniendo con ello flagrantemente el contenido de Gén. 13:14-15) es el gobierno del mundo al lado de Jesucristo en el reino de Dios y en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… y que ya hay que estar “más palla que paca” para perpetrar semejante tropelía, aparte del mostrar ser poseedor de una maldad rayando en lo satánico y que queda plasmada en su intento de engañar a los pocos que ya le siguen, por medio de la alteración brutal del contenido escritural (como hizo Satanás cuando tentó a Jesús) y con lo que ello significa de burla hacia Dios y Su Palabra. Y como prueba de la veracidad de lo que les estamos diciendo, hay que constatar que en este video de respuesta para nada nos habla de los puntos focales de nuestro escrito, eso es, de la promesa “de la tierra” hecha a Abraham, ni de la explicación o interpretación que del término “mundo” hicimos nosotros en el artículo que provocó tal respuesta y que aparece en el pasaje señalado, en palabras del apóstol Pablo:
“Porque no fue mediante ley que Abrahán o su descendencia tuvieron la promesa de que él hubiera de ser heredero de un mundo, sino que fue mediante la justicia por fe.”
E interpretación la de los autores de este blog acerca del significado de dicho término que no nos discute el Sr. Olcese, sencillamente porque sabe que nosotros tenemos toda la razón y él está equivocado en su planteamiento. De ahí, que tampoco nos aclare porqué si Jehová ya había llegado a un acuerdo con Abraham para que este reinara sobre el “mundo” junto a su descendencia, pudo 400 años después poner ante los descendientes de aquellos que fueron liberados de Egipto (en todo caso descendientes de Abraham) y ello condicionado a la obediencia a sus decretos o estatutos que como nación deberían de seguir, algo a lo que como descendientes de Abraham ya tenían perfecto derecho y siempre en el bien entendido, que eso fuera lo que se le había prometido al patriarca en cuestión…… y lo cual, repetimos, es totalmente falso; pero veamos lo que se les dijo a estas personas:
“…… “Y ahora, si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto (de lo contrario no había trato y prescindiendo de lo que se le hubiera podido prometer al patriarca mencionado), entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser (noten que la expresión verbal está en tiempo futuro) para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”. Estas son las palabras que has de decir a los hijos de Israel.” (Gén. 19:5-6). (Acotaciones nuestras).
Esa condicional relacionada con la obediencia y que no se observa en la promesa a Abraham, deja perfectamente claro que no estaríamos hablando de la misma promesa por un reino, pues la recompensa a dicho personaje se le dio, no por lo que pudiera hacer en un futuro y como es el caso que acabamos de considerar, sino por lo que ya había hecho, mediante ese despliegue de fe que le llevó a abandonar todo para obedecer a Dios; pero es que además, recordemos que Jesús y como “premio” a sus apóstoles por haberle seguido aún en sus momentos más duros, les ofreció también lo mismo:
“Entonces Pedro le dijo en respuesta: “¡Mira! Nosotros hemos dejado todas las cosas y te hemos seguido; ¿qué habrá para nosotros, realmente?”. 28 Jesús les dijo: “En verdad les digo: En la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes los que me han seguido (luego no a “otros” que no llegaron a seguirle, como por ejemplo los personajes del AT, pues para cuando Jesús apareció estos ya llevaban siglos, cuando no milenios, desaparecidos en la muerte), también se sentarán sobre doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.” (Mat. 19:27-28). (Acotación nuestra).
Es más, en el relato del evangelio de Lucas, Jesús es más explícito con sus apóstoles y esto es lo que se nos narra que les ofertó a estos:
“Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).
Entonces la pregunta sería ¿qué clase de premio o recompensa sería esta, si resulta que como descendientes de Abraham, esos seguidores de Jesús ya tenían el acceso asegurado al reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, siempre en función de la supuesta promesa de Jehová a Abraham y que ese “genio” de la interpretación bíblica que es Apologista Mario Olcese, se ha sacado de la manga? Porque en estas palabras de Jesús, hay que contemplar el hecho de que el pacto por un reino (totalmente diferente del “pacto por la tierra” ofrecido a Abraham) fue establecido con Jesús y no con Abraham, pues lo que se lee en ellas es que “mi Padre ha hecho un pacto conmigo para un reino” y afirmación que ya descarta de un plumazo el que Jehová Dios lo pudiera haber establecido anteriormente con otra persona, en este caso con el patriarca Abraham. Pero es que aquí hay otra, pues la mera pregunta de los apóstoles formulada a Jesús ya denota un total desconocimiento por parte de estos del tema en cuestión y por lo que se plantea una derivada, pues ¿cómo es posible que dichos apóstoles no tuvieran el menor indicio de la promesa hecha a Abraham siglos antes, en el sentido de que sus descendientes habrían de gobernar con Cristo en el reino, siendo como era que tenían un amplio conocimiento de las Escrituras existentes en ese tiempo y en la que estaba reflejada dicha promesa? Sencillamente porque eso no es lo que se le prometió al citado patriarca que recibirían tanto él como sus descendientes; por lo que queda claro que estamos ante una nueva payasada de Apologista Mario Olcese y en la que se repite en el mismo disparate…… pero “corregido y aumentado”, porque vean:
En el inicio de dicho video, nos hace una fervorosa proclama acerca de la calidad de “justos” de esos personajes anteriores a Abraham, como los Noé, Lot o Abel entre otros y nos asegura que solo esa cualidad, ya era razón o mérito suficiente para tener acceso a reinar con Cristo en el reino de Dios; no contento con este disparate y para acabar de rematar la “faena”, nos sale en los minutos 5-6 de grabación con la extravagante afirmación de que, puesto que el “cordero” (prefigurando a la persona de Jesús) fue degollado “desde la fundación del mundo” (Rev. 13:8), su sacrificio ya hizo posible que los Adán, Eva (sí, sí, han leído bien ¡Adán y Eva!), su hijo Abel y todos aquellos que vivieron antes de Abraham, también pudieran alcanzar la “salvación” y que como hemos señalado en muchas ocasiones (algo que el Sr. Olcese nos explica también al término de dicho video), tiene que ver con el adquirir la inmortalidad y el reinar con Cristo…… por lo que ¡ojito con la burrada que acaba de soltarnos ese individuo, al incluir a Adán y Eva entre aquellos “justos” que merced al sacrificio del “cordero desde la fundación del mundo”, pasan a reinar junto a Cristo en el reino milenario! Por lo que deja constancia de que no tiene ni la más remota idea de lo que se nos quiere decir en ese pasaje de Rev. 13:8 y por tanto, de las Escrituras en general.
O veamos la cuestión desde otra perspectiva: lo que nos está diciendo ese desquiciado personaje y en el colmo de su indigencia intelectual, es que aquellos directos responsables del sufrimiento, dolor y muerte experimentados por la humanidad por miles de años, así como del tormento indescriptible que culminó en una atroz e ignominiosa muerte en un madero de tormento o cruz (como ustedes quieran llamarle) del Hijo de Dios, serán “recompensados” con un trono para reinar codo con codo junto a él, sobre aquella humanidad a la que en su momento ellos y por su rebelión contra Dios, condenaron a muerte…… ¡y es que ya hay que tener “redaños”, para decir semejante salvajada! Claro, a partir de ahí, la credibilidad teológica de tan estrafalario e ignorante personaje queda totalmente por los suelos, por lo que nada de lo que publique puede ser tomado en consideración por cualquier persona con un nivel razonable de lógica y sentido común…… como, por ejemplo, cuando y repitiéndose en el argumento al final de dicho video nos dice que todos esos personajes, eso es, los anteriores a Abraham y posteriores a este, junto a los apóstoles y resto de seguidores de Jesucristo, todos juntos serán elevados a la condición de inmortales reyes y sacerdotes como coherederos de este en el reino de Dios.
Y con lo que el Sr. Olcese continúa haciendo gala de su total falta de entendimiento de lo que se nos dice en las Escrituras, pues se exigen determinados “requisitos” para aquellos que aspiraran a tomar posesión de dicho privilegio y que planteados a dicho personaje en numerosas ocasiones desde este blog, aún es el momento en que nos haya dicho algo sobre ellos; y es que como dijimos en su momento, no contesta, porque no sabe…… o algo peor y que es lo que nos maliciamos los autores de este blog: que sabiendo que está equivocado y ello queda claro por el mero hecho de no ser capaz de rebatirnos argumento alguno, su exacerbado ego, orgullo y altanería le impiden reconocerlo, lo que a su vez le lleva a decir mayores disparates que los anteriores. Dicho lo cual, vamos a repasar a continuación una relación razonada de tres requisitos imprescindibles para participar en el reino de Dios en calidad de gobernante y que prueban más allá de toda duda que dichos personajes del AT no lo pueden hacer, pues es metafísicamente imposible que puedan reunir los tales y por ello alcanzar tan alta magistratura…… y sacando el primero de ellos de unas palabras que dijo Jesús en su momento:
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).
Entonces según Jesús, si uno no había recibido esos dos diferentes bautismos, uno el de agua y el otro en espíritu santo, no podía de ninguna manera participar en ese gobierno del reino de Dios en calidad de inmortal rey y sacerdote…… y que para entender lo cual, no se precisa un master en teología; pero dado que dichos bautismos eran desconocidos en tiempos precristianos, pues el bautismo en agua y por expreso mandato divino (Juan 1:33), inició en el I siglo E.C. con Juan el “bautizante” y en cuanto al del espíritu santo, solo pudo ser impartido por Jesús después de ser resucitado, es obvio que dichos personajes no podían estar en posesión de los mismos y por lo que tenían cerrado, en este aspecto, el acceso a dicho reino. Señalado ese primer requisito que, repetimos, razonablemente no podían reunir dichos personajes del AT, veamos el segundo y que tiene que ver con el hecho de que fue el propio Hijo de Dios quien estableció el momento a partir del cual, el acceso al reino en calidad de gobernante se ponía al alcance de los hombres, cuando dijo lo siguiente:
“Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres y los que se adelantan con ardor se asen de él.” (Mat. 11:12).
Luego toda persona que hubiera existido anterior a los días de Juan “el bautizante” y entre los que se encuentran esos notables del AT, desde Abel hasta el propio Juan y pasando por el mismísimo Abraham, no pudieron participar en esa carrera para la consecución de un puesto en el reino de Dios en calidad de inmortal rey y sacerdote y que, repetimos, es lo que significa la “salvación”. En el caso de Juan “el bautizante” y cómo dato curioso, hay que señalar que él no había sido bautizado en agua, por lo que ya empezaba por no contar con ese primer bautismo; por otra parte, observar que si bien fue el “precursor” de Jesús o el que le abrió camino (Juan 1:31), no pudo ser un “seguidor” de este, pues fue encarcelado y ejecutado poco después de que Jesús diera comienzo a su ministerio y por lo que no estuvo ahí cuando se derramó el bautismo en espíritu santo en 33 E.C. en la fiesta de Pentecostés…… recordemos que el bautismo en espíritu santo que concedía la adopción de uno como hijo de Dios, solo pudo ser impartido después de la resurrección de Jesús y para ese entonces Juan hacía tiempo que había muerto por lo que, obviamente, tampoco contaba con el segundo de los dos bautismos exigidos; visto ya el segundo requisito que tampoco reunían esos personajes del AT, incluido el propio Juan, veamos un tercero y que tiene que ver con lo que se registra en Rev. 20:4:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).
Y está sobradamente aceptado por la inmensa mayoría de autores bíblicos actuales, que con estas palabras se está haciendo expresa referencia a personas que sufrieron una muerte “violenta” a manos de sus perseguidores, por su comisión de dar adelanto a los intereses del reino de Dios; o sea, que solo aquellos que hayan muerto violentamente o asesinados por su servicio a la causa del reino (o al menos, eso es lo que se intentó mostrarle a Juan en su visión), son los que se sentarán al lado de Jesucristo para reinar con él…… de hecho, eso es lo que Jesucristo dio a entender en Rev. 3:21:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Excusamos decir que todos conocemos cuál fue la victoria de Jesús y que consistió en el hecho de que mantuvo su integridad hasta la muerte, lo que marcó un precedente o camino a seguir para todos aquellos que desearan alcanzar un lugar a su lado en el reino de Dios (Rom. 6:5)…… es más, resulta curioso que este necesario requisito de sufrir una muerte violenta para reinar con Cristo y que ahora nos niega el Sr. Olcese con su actual planteamiento, fue contundentemente explicado por él mismo en un video publicado el 12/03/13 y dirigido expresamente al que suscribe (en un más que estúpido tono chulesco), en el que nos decía entre los minutos del 16 al 20 de grabación y en flagrante contradicción con lo que enseñaba antes de publicar dicho video y también, con lo que nos dice ahora acerca de los personajes del AT como reyes en el milenio, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” (Rev. 7:14) aún futura y en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no permitieran que se les impusiera la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13:16-17) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio. Y que como aval para tan “resuelta” afirmación, usaba el pasaje que acabamos de citar de Rev. 20:4 y con lo que ese ignorante personaje, sin darse cuenta de ello, con tan disparatada sugerencia ya excluía de forma automática de reinar con Cristo en el reino de Dios, no solo a los notables del AT, sino a los propios apóstoles de Jesús y seguidores de estos…… obviamente en una total demostración de no saber ni por dónde le sopla el aire en cuanto a conocimiento de las Escrituras se refiere, pues todos esos personajes yacen muertos hace siglos (cuando no milenios) y la mencionada tribulación aún no ha llegado. Ignorancia esta que le lleva a decir hoy una cosa, mañana otra y pasado mañana ni la una ni la otra, sino todo lo contrario; en definitiva, un exponencial “ejemplo” de lógica y sentido común.
Dicho lo cual y todos de acuerdo con ese punto señalado en Rev. 3:21 y que queda refrendado con el pasaje de Rev. 20:4, acerca de una necesaria muerte en sacrificio para acceder al reino como gobernante, veamos ahora como murieron esos personajes del AT de los que nos habla ese “portento” de la interpretación bíblica y empezando por el profeta Daniel, quién en función de lo leído en el pasaje de Dan. 12:13, nada parece indicar que dicho personaje tuviera una muerte violenta, sino que más bien todo indica que murió en la cama y de vejez o muerte natural…… pero veamos cómo murieron otros insignes personajes del AT y de los que sí tenemos información directa en las Escrituras sobre cómo murieron y que según el “ínclito” Sr. Olcese, también reinarán con Cristo durante el milenio:
“Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 25:7-8).
“Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días; y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.” (Gén. 35:28-29).
“Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 49:33).
“Y después de esto, Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Job 42:16-17).
“Con el tiempo, Gedeón hijo de Joás, murió en buena vejez y fue enterrado en la sepultura de Joás su padre, en Ofrá de los abí-ezritas.” (Jue. 8:32).
“En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.” (1 Cró. 29:26-28).
“Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente y a esa edad, de muerte natural y en la cama, como todos los mencionados).” (Gén. 9:28-29). (Acotación nuestra).
Entonces vemos que las muertes de todos estos prominentes personajes y a los que habría que sumar a los Moisés, Lot, los doce patriarcas de la nación de Israel y tantísimos otros como ellos, no se ajustan tampoco al requisito exigido por Jesucristo en el sentido de que para alcanzar el reino como inmortal rey y sacerdote, se tenía que “vencer” como él había vencido (Rev. 3:21), eso es, el sufrir una muerte de martirio. Por lo que ni mucho menos se corresponden los ejemplos mencionados, a la visión que le fue dada a Juan en Rev. 20:4 y en la que con claridad meridiana se le muestran, sentándose en tronos de gloria, a personas que habían muerto asesinadas (“ejecutadas con hacha”) por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”; por lo que es evidente que tampoco en este caso los personajes señalados se ajustan a la exigencia demandada y según se deduce de la prueba bíblica hasta ahora presentada. Y por lo que resulta que esos notables del AT, anteriores o posteriores a Abraham y con este a la cabeza, no reúnen ninguno de esos tres requisitos exigidos por el propio Hijo de Dios para gobernar a su lado y por lo que no pueden tener acceso al reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… a menos, eso sí, que las Escrituras se contradigan flagrantemente o que el Sr. Olcese le diga al Soberano del Universo, Jehová Dios, como debe de hacer las cosas.
Por lo que la pregunta a ese “fenómeno” de la interpretación bíblica actual, podría ser la siguiente: ¿cómo nos razonaría él, la presencia entre esos gobernantes de Rev. 20:4 “ejecutados con hacha” o asesinados por defender su integridad a Dios, de otros personajes que han muerto plácidamente en la cama y algunos de ellos, colmados de “riquezas y gloria”, como el caso de David? ¿Deja por ventura la lectura de Rev. 20:4, algún pequeño resquicio que nos permita siquiera elucubrar sobre tal posibilidad? Es más ¿sería razonable en un Dios de justicia como es el Soberano sobre todo el Universo, dar el mismo premio, para tan distinto mérito? Sería interesante conocer cómo nos resuelve dichas cuestiones ese “genio” de la teología y que teniéndolas planteadas desde hace muchísimo tiempo, nada nos ha dicho hasta el momento acerca de la mismas; pero si quieren una información más exhaustiva acerca del tema objeto de análisis, pueden dirigirse a nuestro artículo del 16/10/14 titulado “¿Por qué Daniel y resto de personajes del Antiguo Testamento, como los Abraham, David, etc. etc., no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios?” y explicación a la que el Sr. Olcese en ningún momento fue capaz de presentar objeción alguna…… como no fuera el reafirmarse es su disparatado planteamiento, pero sin rebatir en modo alguno nuestros argumentos y que es de lo que se trata, cuando se objeta a determinadas propuestas.
Pero es que ya puestos a hacer el “burro”, lo del Sr. Olcese es que ya no tiene nombre, porque veamos con qué “perla” concluye el video que estamos analizando: después de reafirmarse en que esos notables del AT pasan a reinar con Cristo ya que son coherederos con él “del mundo” y señalando para ello a Rom. 4:13 (sin embargo, nada nos discute de nuestra explicación acerca de qué significa en ese pasaje el término “mundo”, pues no tiene ni puñetera idea de lo que dice), pasa a hablarnos del bueno de Job y al que califica de “gran hombre y paradigma de la fe, un hombre que había pasado por las pruebas más extremas” y por lo que dicho personaje estaba “muy por encima” en cuanto a mérito, incluso de los apóstoles de Jesús. Y con lo que de nuevo queda demostrada no solo la empanada mental de dicho majadero, sino la supina ignorancia en cuanto a conocimiento escritural que le caracteriza, pues pasa por alto un “pequeño” detalle y por el que Job (y reconociéndole sus méritos), no le llegaba ni a la suela de los zapatos a los seguidores de Jesús y cuestión que está relacionada con el tercero de los requisitos antes mencionados, avalado por Rev. 3:21 y que recordemos, dice como sigue:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Luego lo que se les estaba exigiendo a los que desearan reinar con Cristo en el reino de Dios, es que dieran su vida a cambio de dicha recompensa, algo que queda claramente expuesto en Rev. 2:10:
“No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.”
Sin embargo y hasta donde sabemos, Job en ningún momento vio puesta su vida en peligro, pues esta es la restricción que Jehová le impuso a Satanás:
“Y Jehová pasó a decir a Satanás: “¿Has fijado tu corazón en mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Todavía está reteniendo firmemente su integridad, aunque tú me incitas contra él para que me lo trague sin causa”.
4 Pero Satanás respondió a Jehová y dijo: “Piel en el interés de piel y todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su alma. 5 Para variar, sírvete alargar la mano y toca hasta su hueso y su carne y ve si no te maldice en tu misma cara”. 6 Por consiguiente, Jehová dijo a Satanás: “¡Allí está en tu mano! ¡Solo ten cuidado con su alma misma!”.” (Job 2:3-6).
Eso es, que de ningún modo podía Satanás poner la vida de Job en peligro y por lo que ese paciente y sufrido personaje jamás percibió que su vida estuviera puesta en juego; es cierto que sufrió la pérdida de sus hijos, de sus riquezas e incluso padeció una enfermedad maligna pero, repetimos, jamás sintió que su vida corriera peligro (temor que de alguna manera le podría haber traicionado en su derrotero de lealtad), pues hasta ese grado llegaba la protección de Jehová con respecto de él…… sin embargo, lo que se les dijo a los apóstoles de Jesús y extensivo a los que a estos siguieran, fue esto otro:
“Después, Jesús le dijo a Pedro: “Pedro, escucha bien. Satanás ha pedido permiso a Dios (como en el caso de Job) para ponerles pruebas difíciles (hasta la misma muerte y según Rev. 2:10 y 3:21) a todos ustedes y Dios se lo ha dado”.” (Luc. 22:31 según la versión TLA). (Acotaciones nuestras).
Entonces siendo que con esas personas no hubo restricción alguna por parte de Jehová con respecto de Satanás, decir que Job fue superior en cuanto a sacrificio personal a los apóstoles y de aquellos que siguieron sus pasos para alcanzar la meta de reinar con Cristo en el reino de Dios, es una nueva patochada del Sr. Olcese…… porque de lo contrario ese personaje del AT tendría que haber recibido la “corona de la vida” (Rev. 2:10) y como hemos visto, este no es el caso porque de lo contrario, entraríamos en una flagrante contradicción escritural ya que nos encontraríamos ante personas que reinarían con Jesucristo en el reino de Dios, sin reunir ninguno de los requisitos que él mismo había impuesto. De ahí, que en el video que estamos analizando veamos a una persona mentalmente tambaleante, que no se cree nada de lo que está diciendo y que se sabe superada en todos los terrenos; por ello hace uso de esa verborrea insulsa y carente de la más elemental lógica y sentido común del que tiene que hacer gala todo aquél que habla o publica acerca de Dios…… algo que constantemente demanda el Sr. Olcese de “otros” y poniéndose como ejemplo de ello, en una clara demostración de la veracidad de aquél proverbio español que dice “dime de qué presumes y te diré de lo qué careces”.
Resumiendo, que dicho personaje no es más que un pobre hombre que con desesperación ve como uno tras otro están siendo desbaratados todos sus planteamientos y ello públicamente (Internet llega prácticamente a todo el mundo), pero que en lugar de detenerse a considerar si está equivocado en sus propuestas y de ser así, hacer los cambios oportunos, ha emprendido una disparatada huida hacia delante y que le lleva a decir salvajadas tales como que Adán y Eva también alcanzarán la “salvación” y lo que (repetimos), según nos dice dicho “caballero” al final de su video, ello significa que alcanzarán la inmortalidad y reinarán con Jesucristo durante los mil años del reino de Dios; o en su defecto, decir que Job tenía más “mérito” que los propios apóstoles. Afirmaciones estas en las que como diría nuestro amigo el castizo ¡ahí “sa pasao” siete pueblos!...... y es que eso es lo que ocurre, cuando uno se burla de Dios al publicar falsedades y pensando que dicha burla, no le será tomada en cuenta; sin embargo, ahí está la advertencia divina y tomada en este caso, de la NVI:
“Luego dijo Jesús a sus discípulos: Los tropiezos son inevitables, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! 2 Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino atada al cuello, que servir de tropiezo (mediante enseñanzas falsas) a uno solo de estos pequeños.” (Luc. 17:1-2). (Acotación nuestra).
MABEL
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domingo, 30 de noviembre de 2014
¡Hombre, si se es un “justo”…… pues ni tan mal!
Hace unos días y buscando información en la red sobre un tema del que trataremos en breve, nos apareció un video de Apologista Mario Olcese que se nos había pasado por alto y publicado el 11/11/14, bajo el título de “Si eres un justo de Dios, te sentarás en tu propio trono junto con otros reyes” y que en principio, si uno no está muy puesto en estas cosas, parece que no hay nada a objetar a tan tajante aseveración. Obviamente con dicho planteamiento, el autor mencionado se está refiriendo a aquellos (entre los que dice contarse) que en el momento actual, u séase en nuestros días, supuestamente tengan la condición de “justos” o “ungidos”, en todo caso de Hijos de Dios y que son los únicos que se pueden sentar en un trono al lado de Jesucristo en el reino milenario…… el problema está en que en la actualidad y desde la muerte del último apóstol al final del primer siglo, no existen en la tierra personas que ostenten dicha condición y eso por un espacio de tiempo de casi ¡2.000 años!
Extremo este que hemos mantenido siempre los autores de este blog y con la argumentación necesaria para probar veracidad de nuestro planteamiento, al que el Sr. Olcese (claro exponente de las disparatadas ideas que pululan por ahí acerca del tema en cuestión) no ha podido objetar nada en absoluto, como no sea el reafirmarse en sus postulados y apoyados estos en textos sacados totalmente de su contexto…… y así cualquiera ¡claro! Porque resulta que dicho personaje apoya su argumentación con pasajes sacados de las cartas paulinas (básicamente), cuando el caso es que los pasajes utilizados en esas misivas tenían destinatarios concretos y contemporáneos de los apóstoles, con distintas necesidades y distintas circunstancias a las actuales…… no obstante y para aquellos que deseen profundizar un poco más en este tema y comprobar la razón que nos asiste en nuestra afirmación, en el sentido de que actualmente no existen “justos”, “ungidos”, “Hijos de Dios” o como ustedes quieran llamarles, les recomendamos nuestro escrito del 17/09/14 titulado “Sin huevos…… no se pueden hacer tortillas” (sí, sí, ya sabemos que el “títulillo” tiene su aquél, pero les aseguramos que está muy bien traído para el tema que explicamos). Luego ya puestos, permitan que les demos una nueva razón por la que no es posible la existencia de esos personajes, no solo en los tiempos actuales, sino durante esos casi 2.000 años transcurridos desde la muerte del último apóstol (ocurrida aproximadamente en 99 E.C.)…… y razón señalada que tiene que ver con el siguiente pasaje:
“Porque él dice: “En un tiempo acepto te oí y en día de salvación te ayudé”. ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación.” (2 Cor. 6:2).
Entonces la pregunta sería a qué espacio de tiempo se refería Pablo con ese “ahora” es el tiempo o día de salvación, lo que nos lleva a preguntarnos y si eso es a lo que se estaba refiriendo dicho apóstol y que todo parece indicar que sí, cuándo empezó dicho tiempo y cuando terminó, en el supuesto de que terminará en algún momento de la historia y no haya estado vigente hasta el momento actual, como nos plantean los teólogos actuales e idea que los autores de este blog descartamos totalmente. Por lo tanto, habría que empezar por averiguar cuando inició dicho “tiempo de salvación” y en el bien entendido que por “salvación” se entiende lo que consiguen unos pocos que, participando de la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6), ya se levantan con la inmortalidad concedida (eso es la salvación) y reinan con Cristo en calidad de reyes y sacerdotes y por lo que ya son invulnerables al desafió de Satanás, en la mal llamada “prueba final” propiciada por la suelta de este al término de los mil años del reinado de Jesucristo (Rev. 20:7-10)…… y en la que todo aquél que no ande “fino” en ese momento, será destruido eternamente; por lo que continuando con lo que íbamos, veamos un pasaje que parece nos acerca al tiempo del que estaba hablando Pablo:
"Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los demás pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí. 6 Y ustedes mismos llegarán a ser para mí un reino de sacerdotes y una nación santa.” (Éxo. 19:5-6).
Estas palabras, dichas por Jehová a una nación de Israel recién liberada de Egipto, señalaban a un tiempo futuro en el que serían escogidos determinados miembros de dicha nación y que, junto a un también futuro personaje por aparecer (Jesús), tendrían que reinar durante un periodo de mil años sobre la humanidad…… luego el sentido común nos dice que hasta que no apareciera el personaje Jesús (se entiende que en el momento de iniciar su ministerio y que vino a sustituir al de Juan “el bautizante”, como se nos indica en Juan 3:30), no podían aparecer esos que según la promesa divina hecha por Dios más de 1.500 años atrás en el tiempo, tenían que acompañarle en su reinar; pero es que además, fue el propio Hijo de Dios el que nos dijo cuándo inició ese periodo de tiempo (y del que nos habla el apóstol Pablo) en el que se podía tener la oportunidad de alcanzar la “salvación” mencionada por el apóstol, cuando afirmó lo siguiente:
“Pero desde los días de Juan el Bautista (eso es, desde que este fue detenido y ejecutado, con lo que acabó su ministerio) hasta ahora, el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres; y los que se adelantan con ardor, se asen de él.” (Mat. 11:12). (Acotación nuestra).
Entonces lo que se nos está diciendo, es que antes de los días de Juan “el bautizante” no existía posibilidad alguna de pelear por la “meta” de formar parte del gobierno del reino de Dios y con ello el llegar a ser “salvo”, sino que esta inició a partir de la aparición de Jesús, pues esto es lo que leemos respecto de él:
“Vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron. 12 No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían fe en su nombre.” (Juan 1:11-12).
Luego este pasaje no solo nos indica el momento en el que se abrió el camino a la “salvación”, sino que derriba por sí solo la esperpéntica “enseñanza” mantenida por ese “genio” de la interpretación bíblica Apologista Mario Olcese y a cuantos como él opinan, en el sentido que personajes como los Noé, Abrahán, David, Job y un larguísimo etc. de prohombres del AT, también heredar con Cristo el reino de Dios…… cuando el caso es que para hacerlo hay que ser Hijo de Este y queda claro que no lo pueden ser, pues fallecieron siglos (cuando no milenios) antes de que Jesús apareciera y les pudiera dar también a ellos la “autoridad” para adquirir dicha relación paterno/filial con el Altísimo. Tenemos por otra parte, que para alcanzar dicha condición se tenía que estar en posesión del bautismo de agua y del bautismo de espíritu santo (Juan 3:5), requisito del que ni Jesús pudo librase y algo que se deduce de las siguientes palabras:
“Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. 14 Pero este trató de impedírselo, diciendo: “Yo soy el que necesito ser bautizado por ti ¿y vienes tú a mí?”. 15 En respuesta Jesús le dijo: “Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo”. Entonces él dejó de impedírselo.” (Mat. 3:13-15).
De hecho, esa acción marcó un modelo a seguir y como quedó claro en Juan 3:5, pues continuemos observando lo que ocurrió durante el bautismo de Jesús y según nos lo cuentan las Escrituras:
“Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”.” (Mat. 3:16-17).
Si observamos la secuencia de los acontecimientos, vemos que Jesús primero recibió el bautismo de agua, a continuación el bautismo en espíritu santo que descendió en forma de paloma (en el caso de los apóstoles fue en llamitas o lenguas de fuego) y ya después, es cuando lo voz del Altísimo lo reconoce como Hijo Suyo…… y nada de eso ocurrió en el caso de los notables del AT mencionados, pues en sus días no existían tales bautismos. Como tampoco concurre en ellos el haber sufrido una muerte de sacrificio por defender su fe, como les es exigido a todos aquellos que tienen que reinar con Cristo:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Rev. 20:4).
El hecho de que lo que le fue presentado en visión a Juan, tuviera que ver solo con personas “ejecutadas con hacha” o asesinadas por mantener su integridad a Dios, ya nos muestra que los que no hayan sido muertos de esa manera (como es en el caso de la totalidad de esos personajes mencionados del AT), no pueden alcanzar tan alto privilegio. Pero volviendo al tema que nos ocupa y ya conociendo el momento en que inició esa carrera para conseguir la “salvación”, solo nos resta por averiguar en qué momento cesó o finalizó dicha oportunidad, o si bien no cesó y ha continuado vigente hasta el día de hoy, como afirma la inmensa mayoría de dirigentes religiosos actuales y con el Sr. Olcese de abanderado; para ello nos tenemos que ir al contenido de Hechos de los Apóstoles, pues es allí donde se nos cuenta como era el paso para adquirir dicha condición de “salvo” (recuerden que hemos dicho que ello tiene relación con el ser resucitado uno en condición de inmortalidad) y que tenía que ver, como hemos señalado, con el ser bautizado, no solo en agua, sino también en espíritu santo y siguiendo los pasos de Jesús…… bautismo en espíritu santo que este recibió de su Padre Celestial, pero que en el caso de los apóstoles fue él quien lo impartió y eso después de su resurrección:
“Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto”.” (Hech. 1:4-5).
Recordemos que ya antes y estando con vida, les había señalado a sus apóstoles la necesidad de que él muriera para que se lo pudiera enviar, con lo que queda claro que en vida no podía hacerlo:
“No obstante, les digo la verdad: Es para provecho de ustedes por lo que me voy. Porque si no me voy, el ayudante de ninguna manera vendrá a ustedes; pero si sigo mi camino, lo enviaré a ustedes.” (Juan 16:7).
Dicho esto, tenemos que a partir de ese momento y como los hechos narrados en las Escrituras nos demuestran, solo los apóstoles podían bautizar en espíritu santo y transmitir con ello a uno, la condición de Hijo de Dios…… ya otra cuestión es que este uno la perdiera por el camino, como resultado de una conducta incorrecta y como ocurrió con no pocos de ellos (1 Juan 2:19). Pero el caso, es que solo los apóstoles tenían la “autoridad” para impartir dicho bautismo y que era consustancial con el adquirir la condición de Hijo de Dios y los poderes inherentes a dicha condición, como queda claro en Hech. 8:1:20 y que sienta un precedente a seguir de cómo funcionaban las cosas en la primitiva congregación cristiana…… y que por tanto continúa siendo válido en nuestros días, pues nada en las Escrituras se nos dice en el sentido de que ello hubiera sido cambiado; por ello les rogamos, que presten mucha atención a lo que en dicho pasaje escritural se nos dice:
“En aquel día se levantó gran persecución contra la congregación que estaba en Jerusalén; todos salvo los apóstoles fueron esparcidos por las regiones de Judea y de Samaria. 2 Pero varones reverentes se llevaron a Esteban para sepultarlo, e hicieron gran lamentación sobre él. 3 Sin embargo, Saulo empezó a tratar atrozmente a la congregación. Iba invadiendo una casa tras otra y, sacando a rastras tanto a varones como a mujeres, los entregaba a la prisión.
4 No obstante, los que habían sido esparcidos iban por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra. 5 Felipe, uno de estos (recordemos que este personaje fue uno de los siete primeros que, según Hech. 6:3-6, recibió de mano de los apóstoles el bautismo en espíritu santo y con ello, el ungimiento como Hijo de Dios y condición que se ponía de manifiesto por la capacidad de llevar a cabo obras poderosas, lejos del alcance del hombre común), bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo. 6 Las muchedumbres prestaban atención de común acuerdo a las cosas que Felipe decía, mientras escuchaban y miraban las señales que él ejecutaba. 7 Porque había muchos que tenían espíritus inmundos y estos clamaban con voz fuerte y salían. Además, muchos paralíticos y cojos fueron curados. 8 De modo que llegó a haber mucho gozo en aquella ciudad.
9 Ahora bien, en la ciudad había cierto varón, Simón por nombre, que, antes de esto, había estado practicando artes mágicas y asombrando a la nación de Samaria, mientras decía que él mismo era alguien grande. 10 Y todos ellos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención y decían: “Este hombre es el Poder de Dios, que puede llamarse Grande”. 11 De modo que le prestaban atención porque los había asombrado durante mucho tiempo con sus artes mágicas. 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que estaba declarando las buenas nuevas del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, procedieron a bautizarse, tanto varones como mujeres. 13 Simón mismo también se hizo creyente y, después de bautizarse, atendía constantemente a Felipe; y quedaba asombrado al contemplar las señales y grandes obras poderosas que se efectuaban (obviamente por medio de Felipe).
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; 15 y estos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo. 16 Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido bautizados (en agua y por un poderoso personaje como era Felipe) en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces se pusieron a imponerles las manos y ellos empezaron a recibir espíritu santo.
18 Ahora bien, cuando Simón vio que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu, les ofreció dinero, 19 diciendo: “Denme a mí también esta autoridad, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba espíritu santo”. 20 Pero Pedro le dijo: “Perezca tu plata contigo, porque pensaste conseguir posesión de la dádiva gratuita de Dios mediante dinero. 21 No tienes tú ni parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto a vista de Dios.” (Acotaciones nuestras).
Luego está claro que solo los apóstoles tenían la “autoridad” para bautizar en espíritu santo y con ello transmitir la unción de uno como Hijo de Dios, pero dándose la circunstancia de que ya no era así en el caso de los que recibieron dicha unción de manos de estos y como queda patente en el caso de Felipe…… que si bien como poderoso Hijo de Dios que era podía llevar a cabo grandes obras milagrosas y más allá del alcance del ser humano común, además que estaba autorizado para bautizar en agua en el nombre de Jesucristo, ya no podía sin embargo impartir el bautismo en espíritu santo; la pregunta podría ser entonces ¿y cuándo recibieron dicha autoridad los apóstoles? Veámoslo:
“Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos…” (Mat. 28:18-19 a).
Entonces vemos que en función de la autoridad recibida por Jesucristo de su Padre Celestial, este podía delegar a sus apóstoles el “poder” para bautizar en espíritu santo y que él recibió cuando llegó al cielo, lo que se sustanció cuando lo derramó en Pentecostés de 33 E.C. sobre ellos…… recordemos que hemos leído en Juan 16:7 que solo si Jesús proseguía su camino al Padre, podría transmitirles dicho poder. Por lo tanto y volviendo al tema central de este escrito, puesto que nada en las Escrituras nos habla de un cambio en el procedimiento señalado en el relato considerado de Hech. 8:1-20, tenemos que aceptar el hecho de que con la muerte del último de los apóstoles, en este caso Juan y sobre el año 99 E.C., se acabó el poder impartirse el bautismo en espíritu santo y con ello la oportunidad de conseguir la adopción de uno como Hijo de Dios…… que conlleva la “salvación”, dado que estos participan de una resurrección que, como ya hemos señalado, lleva aparejada la inmortalidad (Rev. 20:6). Dicho esto, volvamos a ese tiempo señalado por Pablo en 2 Cor. 6:2 y pasaje que recordaremos por aquello de refrescar la memoria al “personal”, en el que uno podía alcanzar la “salvación”:
“Porque él dice: “En un tiempo acepto te oí y en día de salvación te ayudé”. ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación.”
Por lo tanto, solo es aceptable pensar que ese tiempo mencionado por Pablo y en el que se podía intentar alcanzar la “salvación”, tenía que ver con aquél que iba desde el momento del bautismo de Jesús, hasta el momento de la muerte del último de los apóstoles (unos sesenta y pocos años) y en donde estuvo en vigor el bautismo en espíritu santo…… ya después de los apóstoles, este desapareció de la tierra y con él, la posibilidad de alcanzar la condición de Hijo de Dios y los poderes sobrenaturales inherentes en ella. Luego si ello es así y así parece ser a tenor del registro escritural, no pueden existir a día de hoy personas “ungidas” o Hijos de Dios que estén pululando por estos andurriales “terrenos”, por lo que nadie puede esperar y a esto es a lo que anima disparatadamente el Sr. Olcese, a sentarse con otros reyes en el gobierno del reino de Dios; por lo que estaríamos hablando de una brutal distorsión del texto escritural (pues este no dice tal cosa ni por el forro), que puede hacer que muchas personas de buena fe y llevadas por un “subidón” emocional, lleguen a creerse “ungidas” y por tanto seguras candidatas a reinar con Jesucristo en el reino de Dios…… máxime si el que tal cosa enseña, afirma ser un “ungido” al que el espíritu santo le “sopla” al oído nuevos “descubrimientos bíblicos” y según nos contaba el autor en cuestión, en un artículo del 28/08/07 titulado “Consejos oportunos para miles de testigos de Jehová desanimados”, en el que nos hacía la siguiente y presuntuosa afirmación:
“Al contrario, soy un hombre muy feliz y dichoso, ya que por fin tengo la libertad que no gozan ellos para escribir y tener mi sitio web donde puedo exponer mis creencias personales y mis “descubrimientos” bíblicos según me lo revela el Espíritu de Dios. Sólo el Espíritu de Dios nos guía a la verdad.” (Negritas nuestras).
Luego lo que tendría que hacer el Sr. Olcese, en lugar de decir las “gilipolleces” que dice, sería tomar en seria consideración unas palabras que dijo Jesús en su momento y que es un aviso a “navegantes”:
“Pero cualquiera que haga tropezar (con enseñanzas que generen falsas expectativas) a uno de estos pequeños que ponen fe en mí, más provechoso le es que le cuelguen alrededor del cuello una piedra de molino como la que el asno hace girar y que lo hundan en alta mar.” (Mat. 18:6). (Acotación nuestra).
Nosotros ya sabemos que en su desquiciada e irreflexiva forma de ver las cosas dicho personaje, cree tener toda la razón en sus distintas “enseñanzas” a pesar de que es consciente de que nunca ha sido capaz de desbaratar nuestros planteamientos mediante el refutar los textos bíblicos que usamos en los mismos, pues a lo máximo que llega es a reafirmarse en sus disparates aunque para ello tenga que sacar textos de su contexto o apoyarse en determinada expresión que se cita en alguno de ellos y que dan pie a sus esperpénticas afirmaciones. Sin embargo, nos permitimos recordarle al Sr. Olcese que en el tema de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo en el gobierno milenario y defendido a lo largo de años (los mismos en los que nosotros se lo estuvimos rebatiendo), también uso cientos de textos bíblicos para apoyar dicho disparate para al final tener que reconocer, que no solo él no sabía si esto era así, sino que las Escrituras no dicen nada acerca de algo que nos pudiera llevar a sacar semejante conclusión…… luego está claro que su entendimiento o interpretación de dichos textos “demostrativos”, no podía ser más disparatada y alejada de la verdad.
Por lo tanto, mucha precaución con lo que dice determinado texto bíblico o el valor que se le da a determinada expresión, porque no es esto lo que determina lo razonable de una idea o planteamiento, sino lo que se dice en el contexto bíblico, tanto el más inmediato al pasaje del que se trate, como el general de las Escrituras…… y de esto el Sr. Olcese, nos demuestra en cada cosa que publica que no tiene ni puñetera idea de por dónde le sopla el viento. Por cierto ¿saben cuál es la novedosa forma del personaje en cuestión para rebatir nuestros planteamientos y sin que ustedes se enteren? Pues ¡asómbrense!: mandándonos correos en los que se nos remite a videos por él publicados y que son precisamente los que nosotros le estamos rebatiendo…… ¡no nos negarán que es un “genio” el tío!
MABEL
sábado, 25 de octubre de 2014
Pero…… ¡es que no me ha respondido a nada de lo que le tengo planteado!
Porque resulta, queridos amigos que nos siguen y algo que les agradezco infinito, que hace unos días publicaba un servidor un escrito dirigido a ese esperpéntico personaje que es Apologista Mario Olcese, concretamente el 21/10/14 y en el que le formulaba una pregunta y en la que una vez más le rebatía su “enseñanza” acerca de que los personajes mencionados en el Salmo. 45:16, también reinarán con Cristo en el reino de Dios; pues bien, el dia 23 del corriente mes de Octubre me entró el siguiente correo y remitido por dicho “caballero”:
“apologista commented on PREGUNTA PÚBLICA PARA APOLOGISTA MARIO OLCESE”
“Señor López, está usted servido. Mis respuestas las podrá encontrar en mi canal de vídeos 'cristiano72392'. Espero que usted quede satisfecho con mis pruebas y finalmente convencido de que tengo razón en mis enseñanzas bíblicas. Bye, bye,”
Bien, me dirigí a visionar dichas grabaciones (me gusta flagelarme de cuando en cuando ¡qué quieren ustedes que le diga!) y en las que, cómo ya me esperaba, solo encontré con que dicho “teólogo” se limitaba a reafirmarse en sus distintas propuestas, pero sin responderme en absoluto a las cuestiones concretas que le tengo planteadas en dicho artículo, acerca de la imposibilidad de que los notables del AT y como ya les he señalado, puedan reinarán al lado de Jesucristo durante el milenio…… sin embargo y a pesar de reafirmarse en su posición, no menciona absolutamente nada de las razones primarias del porque yo niego dicha posibilidad y que tienen que ver con el hecho de que tales personajes del AT, eso es, los Abraham, David, Daniel, Noé, Isaac, Job y tantísimos otros, no cumplen con los requisitos que estableció el Hijo de Dios para aquellos que desearan alcanzar dicho galardón y expuestos en mi escrito del 16/10/14 y que de nuevo los repito, por aquello de que quizás entre artículo y artículo alguien le haya enseñado a leer y se entere de algo de lo que le dije…… y requisitos que podríamos enumerar de la siguiente manera y en orden de importancia:
1º: No poseen los dos bautismos exigidos por Jesús en Juan 3:5 y por las razones que expongo en el referido escrito, e indispensables (según palabras del propio Jesús) para poder entrar en el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote.
2º: No se ajustan a lo exigido en Rev. 20:4 e idea que es corroborada por lo dicho en Rev. 3:21 en palabras del propio Jesucristo, en el sentido de que para alcanzar dicha gloriosa posición de gobierno, se tenía que morir una muerte de sacrificio en defensa de la integridad de uno a Dios.
3º: Según estableció el propio Hijo de Dios y algo que leemos en Mat. 11:12, la posibilidad de acceder a dicha gloriosa posición de reinar a su lado en el reino de Dios, dio inicio a partir de la muerte de Juan “el bautizante” y no antes de ello, por lo que dichos notables no pudieron acceder a la misma, pues habían muerto muchos siglos antes (algunos incluso milenios) de que apareciera dicho personaje.
De estos tres puntos, repito, no dice absolutamente nada ese “genio” de la teología en los ocho videos empleados para supuestamente rebatir mis afirmaciones, aunque lo que sí hace en uno de ellos (22/10/14) es entrar a debatir y en una más que disparatada afirmación, el contenido del Sal. 45:16 y que yo uso para demostrar que dichos personajes de la antigüedad no pueden reinar en el milenio; y digo disparatada, porque el Sr. Olcese y desafiando una vez más la lógica y sentido común, nos dice y para demostrar que dichos personajes sí pueden hacer tal cosa, que se puede ser Hijo de Dios al mismo tiempo que se puede ser hijo de Jesucristo y por lo que una cosa, no quita la otra…… por lo que en su calidad de Hijos de Dios, dichos personajes sí alcanzarían a gobernar en dicho reino. El problema está, en que dicho “caballero” apoya su planteamiento estableciendo un paralelismo entre lo afirmado y lo que se dice en algunos pasajes escriturales protagonizados por Pablo o Juan, en los que estos identificaban a sus discípulos como sus “hijos” y sin embargo, estos eran también sus “hermanos” en la fe; pero veamos un ejemplo de ello y que encontramos en 1 Cor. 4:14-15:
“No estoy escribiendo estas cosas para avergonzarlos, sino para amonestarlos como a mis hijos amados. 15 Pues aunque ustedes tengan diez mil tutores en Cristo, ciertamente no tienen muchos padres; porque en Cristo Jesús yo he llegado a ser padre de ustedes mediante las buenas nuevas.”
Pero claro, el contexto (y que es el que vale) nos dice que dicha relación “parental” entre Pablo y sus discípulos era figurada y no literal, pues tenía su origen en el hecho que de que Pablo había sido el que los había conducido o educado en el conocimiento de las buenas nuevas y es en ese sentido que figurativamente se sentía padre o progenitor en la cosas de Cristo, entre aquellos que a su lado habían crecido en la fe; sin embargo, este no es en absoluto el caso de lo dicho en el Sal. 45:16, dado que allí sí aplicaría la literalidad del término “hijos”, porque veamos: cuando el primer hombre fue expulsado del jardín de Edén, también fue expulsado de la familia de Dios, eso es, que Jehová y por decirlo de alguna manera lo repudió como hijo, con lo que Adán perdió tal condición y pasó a ser un paria bajo el dominio de Satanás y con él, toda su descendencia. Pero cuando Jesús dio su vida en sacrificio, “recompró” o rescató de su condición de abandono a la humanidad para sí en calidad de “padre”, con la figura de lo que en las Escrituras se conoce como el “derecho de recompra” (de “redención” o “rescate” según versiones) y de ahí, que en Isa. 9:6 se le reconozca entre otras cosas, como el “Padre Eterno” de una humanidad desvalida y que a partir de dicho momento, vino a tener como nuevo padre a Jesucristo, que nos compró o rescató con su sangre…… luego nada tienen que ver la expresión “hijos” usada por Pablo en 1 Cor. 4:14-15, con la que se usa en el Sal. 45:16 y por lo que ese “mandangas” se ha apoyado para sostener su absurdo planteamiento, en una idea (en este caso de Pablo) que si bien están en la Biblia, ha sido sacada totalmente de su contexto natural.
Por lo tanto, el salmo mencionado dice lo que dice y que no es otra cosa que los antepasados o padres de Jesús y en el momento del sacrificio de este, pasan a convertirse en sus “hijos” de pleno derecho, por lo que no pueden ser al mismo tiempo hijos de Dios (recordemos que Este ya había rechazado a la humanidad de la condición de hijos Suyos) y por lo tanto, no son “hermanos” de Jesucristo y por lo que no pueden heredar el reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes junto a este. Disparatada proposición, entonces, la presentada por esa “figura” de la teología actual, ya que nada de esto es lo que se nos dice en el contexto escritural y al que nos tenemos que ceñir, sino que más bien lo que este hace es hablarnos de ciertos requisitos establecidos por el Hijo de Dios, en los pasajes de Juan 3:5, Rev. 20:4 y en Rev. 3:21 mencionados y sin los que nadie puede acceder al reino de Dios en calidad de gobernante, si no los reúne…… y que esos antepasados de Jesús, obviamente, no los reunían. Patética por otra parte, la insinuación de tan errático personaje al acusarme en dicho video de actuar con aviesas intenciones al transcribir dicho salmo de la versión RV 1960, pues supuestamente esta lo vertería según yo necesitaba que dijera, para sostener mi planteamiento…… y contraponiendo a modo de ejemplo, el contenido de otras versiones que contienen en su traducción la palabra “trono” o “reyes”, según se lea la versión NTV, la NVI, la PDT, o la DHH; pero veamos primero, como vierte dicho pasaje la RV 1960 y que transcribí en mí artículo:
“En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra.”
Sin embargo, en las versiones que dicho personaje contrapone, dicho pasaje se vierte de la siguiente manera:
“Tus hijos, oh rey, ocuparán el trono de tus antepasados y harás que gobiernen en todo el país.” (DHH).
O de esta forma, en la NTV:
“Tus hijos se convertirán en reyes como su padre; los harás gobernantes de muchas tierras.”
Y expresiones que dicho indocumentado aprovecha para reforzar su idea de que dichos antepasados han de reinar en tronos en el reino de Dios al lado de Jesucristo y también, para acusarme de actitud deshonesta…… sin embargo, tan “honesto” personaje, de forma vergonzante omite a su vez que hay muchísimas otras versiones que no las usan, como son la LBLA, o la Jubilee Bible 2000 (JBS), o la NBLH, o la BLP, o la BJ (en su verso 17), o la RVC, o la TNM, o la SB (traducción de Evaristo Martín Nieto, o la SB de Nacar/Colunga, o la RVR 1977, o la RVR 1995, o la RVA, o la RVR 1989; entonces queda claro que tenemos mucha más versiones que omiten el término “trono” o la expresión “reyes”, que aquellas que los incluyen y con el agravante de que las versiones de la RV (que como hemos visto no usan dichas expresiones) se consideran, por parte de los entendidos en la materia, como las más fiables o cercanas al texto original y opinión, todo sea dicho, en la que personalmente no estoy de acuerdo…… pero en todo caso y volviendo al tema, circunstancia la señalada que yo ya conocía en el momento de publicar mi escrito, pues tengo la sana precaución de antes de transcribir un texto bíblico en cualquiera de mis artículos, contrastarlo con todas la Biblias a mi alcance y así evitar el engañar al personal. Por lo que si yo usé la traducción de la RV 1960 para transcribir dicho pasaje, no fue por conveniencia personal o falta de honestidad, sino sencillamente porque pensé que siendo esta la que usa dicho majadero como Biblia de referencia, no habría problemas en este aspecto, pues aceptaría su texto como bueno al ser la versión con la que él trabaja y que, obviamente, será de la que él se fía más…… pero no, resulta que a falta de capacidad para rebatir planteamientos, parece que lo que procede es buscar el más leve resquicio para desacreditarme señalando mi supuesta “deshonestidad”; pero dicho lo cual, veamos quien es aquí el tramposo, mostrándoles un ejemplo de la “honestidad” de ese desvergonzado e impresentable personaje.
Porque resulta que en otro de los videos publicados para, supuestamente, responder a mis objeciones (tarea en la que “se ha cubierto de gloria” una vez más) y video que pueden encontrar en fecha 21/10/14, inicia su exposición con un auténtico disparate; porque relacionar palabras que les fueron dirigidas a individuos concretos y en una época determinada y que se encuentran en Juan 3:2 y Fil. 3:20-21, con una supuesta afirmación del rey David en el Sal. 17:15, repito, es un auténtico disparate, pues las tales ocurren en contextos diferentes: mientras los primeros eran Hijos de Dios por haber recibido el bautismo en espíritu santo y solo dispensado a partir del Pentecostés de 33 EC por Jesucristo, este no era el caso de David que no podía haberlo recibido y con ello haber adquirido la condición de Hijo se Dios, pues murió siglos antes de que apareciera Jesús, por lo que no estaríamos hablando de personas en igualdad de condiciones: los primeros eran Hijos de Dios y el segundo no. Pero dicho esto y que es de simple lógica, veamos ahora la “honestidad” de ese miserable “sacamantecas”, al tomar como texto clave para sostener su esperpéntica idea de que los notables del AT también reinan con Cristo, el Sal. 17:15 y vertido por la misma RV 1960 de la siguiente manera:
“En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.”
Expresión esta de “semejanza” que aparece también en los pasajes señalados de Juan 3:2 y Fil. 3:20-21 y por lo que dicho ignorante integral, ya establece la relación mencionada. Luego la cuestión es, por qué este personaje no hace ahora como sí hizo en el video citado anteriormente, eso es, el comparar dicho pasaje con lo que del mismo se vierte en el resto de traducciones, incluidas la RVR 1977 o la RVC y de la que translitero dicho pasaje:
“A mí me bastará con ver tu rostro de justicia; ¡satisfecho estaré al despertar y contemplarte!”
Y pasaje del que la TLA da una versión, que complementa la anterior:
“Yo, por mi parte, he de quedar satisfecho cuando me declares inocente. ¡Despertar y verme en tu presencia, será mi mayor alegría!”
O esto otro, según la NVI:
“Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte, cuando despierte.”
Luego todas y cada una de las restantes Biblias que señalo unos párrafos atrás, se pronuncian en este mismo sentido, eso es, que lo que David dice realmente es que se sentirá satisfecho con solo “contemplar” o “ver” a Jesucristo cuando se levante en la resurrección y lo que para nada dan a entender sus palabras, que ese personaje tuviera aspiración alguna de reinar con él en el reino de Dios y como afirma semejante indocumentado; tenemos, eso sí, la excepción de la Jubilee Bible 2000, pero que en todo caso resulta que las que se pronuncian contrario al texto vertido por la RV 1960 son la inmensa mayoría y lo que desbarata totalmente, el planteamiento soportado en el contenido del citado pasaje en dicha traducción y formulado por dicho ignorante; por lo tanto, la pregunta es la siguiente: ¿por qué en este caso el Sr. Olcese no hace una mínima mención a este “pequeño” detalle de tan diferente forma de verter dicho pasaje en la inmensa mayoría de versiones bíblicas en español con respecto de la RV 1960, e incurriendo con ello en la misma “deshonestidad” de la que falsamente me acusa a mí? Pues porque si lo hiciera (aunque pueden estar convencidos de que dicho “honesto” personajes sí las ha contrastado todas en busca de más apoyos), no podría emplear ese Sal. 17:15 para sostener tan disparatada proposición, pues las Biblias que dicen que David no hablaba en absoluto de levantarse “a la semejanza” de Cristo son la inmensa mayoría y por lo que la lógica y el sentido común nos dicen, que debe de prevalecer esta forma de entender dicho pasaje, sobre unas pocas que digan lo contrario…… por lo que todo el andamiaje levantado sobre este pasaje por parte de ese “master” en teología y soportado en la RV 1960, se cae como un castillo de naipes. Pero que en todo caso y fuere cual fuera la resolución final, el hecho resaltable es que esta ocasión un texto no contrastado con otras versiones, ya es bueno para dicho “soplagaitas”, mientras que en mi caso el texto usado no tenía la misma credibilidad y viniendo como venía, de la misma traducción RV 1960.
Y este es el talante de tan miserable “personajillo”, desvergonzado dónde los haya, que con tal de tener la razón oculta información usando distintos baremos de ética: para un servidor la parte estrecha del embudo, mientras que para él usa la más ancha; olvidándose, eso sí, de lo más importante y es que el contexto escritural desmiente totalmente su estrambótica afirmación de unos notables del AT reinando junto a Cristo en el milenio, si tomamos en consideración esos tres requisitos presentados al inicio de este artículo y que están escritos en la Biblia, de los que dicho sujeto siquiera ha hecho una mínima mención (ni la hará, por supuesto), en una clara indicación de que no sabe ni de lo que habla y de ahí, que proponga semejantes desatinos. Porque de que no podrá responder a los mismos, es lo que vengo afirmando artículo tras artículo desde hace muchísimo tiempo y opinión que se ve confirmada por tan clamoroso silencio, ni siquiera roto por un mínimo atisbo de vergüenza torera…… ya otra cosa es repetirse en la misma sandez y sacando para ello textos de su contexto natural, como hemos visto que ha hecho al relacionar Juan 3:2 y Fil. 3:20-21 con palabras contenidas en cartas dirigidas a determinadas personas del primer siglo, con las dichas por un personaje fallecido siglos antes y que, como hemos comprobado, nada tienen que ver las unas con las otras.
Por lo tanto, deleznable actitud una vez más por parte de ese esquizofrénico personaje, incapaz de replicar a mis proposiciones y actitud que ponen en tela de juicio todas y cada una de sus disparatadas “enseñanzas”; de ahí, que nunca responda directamente a aquellos razonamientos que yo le planteo, sino que liándose como una serpiente, nos sale siempre por “los cerros de Úbeda” y usando textos para sustentar sus propuestas, en unos casos retorcidos hasta el extremo y en otros, sacados totalmente de su contexto natural. Porque ¡anda que dicho “portento” teológico no usó textos bíblicos para apoyar su demencial afirmación de que “millones, miles de millones” reinarían con Cristo!; sin embargo, se los tuvo que comer con patatas, cuando reconoció que él no sabía si eso era así y que además reconoció, que las Escrituras no dicen nada sobre el particular…… luego ¿de dónde sacó tanto texto “demostrativo” usado como prueba de semejante “pendejada”? Pues de lo que les he dicho: textos retorcidos hasta lo indecible, cuando no sacados totalmente de su contexto natural y que en su congénita ignorancia, cree como “definitivos” para sustentar sus despropósitos; ejemplo de ello lo tenemos, en que para sostener la payasada de su supuesta condición de “ungido”, se apoya en textos sacados de cartas cruzadas en el primer siglo, entre aquellas personas que sí tenían dicha condición y que lo demostraban, bien hablando lenguas, bien expulsando demonios, bien sanando paralíticos y en algunos casos, incluso levantando muertos, entre otras “pequeñas minucias”…… pero que tenían circunstancias distintas, distinta ubicación en el tiempo, así como necesidades diferentes a las actuales. Ello hace que dichos textos no puedan ser considerados como proféticos, pues eran simples cartas cruzadas entre esas personas y por lo que no pueden ser de aplicación alguna en la actualidad, como no sea para sacar principios espirituales; máxime cuando sabemos que con la muerte del último apóstol desaparecieron de la tierra las personas capaces de realizar tales prodigios (Hech. 8:1-20), pues los registros tanto religiosos como seglares de la época del segundo siglo en adelante, ya no nos hablan de personas que llevaran a cabo semejantes actos de fuerza sobrenatural…… luego, repito, nada que ver con nuestros días.
Lo que está haciendo que dicho personaje del que estamos hablando, se “columpie” cada vez que usa porciones de dichas cartas para “demostrar” su supuesta condición de “ungido” en el tiempo actual; porque de ser esto como nos lo plantea dicho indocumentado y realmente existieran hoy sobre la tierra supuestos Hijos de Dios, que además se tendrían que contar por millones y dada la inmensa cantidad existente de ellos en las distintas denominaciones religiosas de la “cristiandad”, se nos plantean las siguientes cuestiones: 1º ¿por qué no se nota su presencia de tal manera que tengan una influencia positiva en el contexto mundial? Porque resulta, paradójicamente, que cada día hay más de tales supuestos “ungidos” y sin embargo, la situación mundial en lugar de mejorar, está empeorando a ojos vista; 2º ¿por qué y de ser ello tal como nos cuenta esa catástrofe con patas peruana que es Apologista Mario Olcese, tendría que enviar Jehová a un pequeño resto “ungido” prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3 y dotados con grandes poderes (como tuvieron los de los apóstoles), para llevar a cabo una predicación por 1.260 días? Por otra parte y como 3ª pata de la mesa, si Jehová ya tiene supuestamente tantísimos “ungidos” o Hijos Suyos sueltos por aquí abajo predicando el evangelio “verdadero” ¿a santo de qué, tendría que mandar a otros para llevar a cabo igual comisión…… a menos que los actuales fueran falsos “ungidos” y que es lo que servidor afirma?
Todo esto tendría que ser contestado satisfactoriamente por una persona verdaderamente “ungida” y como afirma ser el estrafalario personaje del que estamos hablando; sin embargo, queridos amigos que siguen este blog, pierdan toda esperanza de que ello sea así…… muchísimo menos, si quién tiene que hacerlo es esa “figura” de la teología actual, que responde al nombre de Apologista Mario Olcese.
Armando López Golart
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jueves, 16 de octubre de 2014
¿Por qué Daniel y resto de personajes del Antiguo Testamento, como los Abraham, David, etc. etc., no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios?
Este escrito viene a cuento, querido y paciente lector (¡santo, que es usted un santo por seguirnos!), de lo que el ínclito personaje (estrafalario donde los haya) de Apologista Mario Olcese acaba de publicar en formato de video y en fecha 09/10/14, con referencia a mi último artículo publicado solo unas horas antes de ese mismo día 9 y en el que le respondía a la pregunta que en el video en cuestión me formulaba, acerca del correcto significado del pasaje de Dan. 12:13; video que aparte de mostrarnos que dicho personaje malamente puede disimular el sentido de impotencia que le corroe por su interior, como consecuencia de no poder objetar a mis argumentos, nos deja clara una circunstancia y que es la siguiente: ese señor se lee todos mis escritos, pues la celeridad en responderlos es pasmosa, ya que yo publico hoy y a las pocas horas ya tengo la réplica en su página de videos …… respondiendo, eso sí, solo a aquellos artículos en los que puede replicar algo, aunque se una “chorrada” como en el caso que nos ocupa, ya que el personaje no da para más y limitación que es la que realmente le pone de los nervios, generando esa impotencia mencionada.
Porque al artículo en el que con todo despliegue de documentación yo le negaba esa supuesta condición de “ungido” o Hijo de Dios de la que hace ostentación y publicado el 27/09/14, aún es el momento en el que se haya pronunciado sobre el mismo, como si dicho escrito no existiera y lo cual es sorprendente, teniendo en cuenta que en este le pongo “a bajar de un burro”, pues le acuso de mentiroso y farsante; por lo que se me ocurre pensar que deberá estar de acuerdo con el planteamiento por mí formulado acerca de su supuesto “ungimiento” (ya saben ustedes aquello tan conocido de que “el que calla, otorga”)…… o que es totalmente incapaz de presentar argumentos en su defensa y que es lo más probable, dado su manifiesto desconocimiento del contenido escritural y que, en definitiva, vendría a ser lo mismo.
Pero fíjense que yo acabo de decir que dicho personaje no es capaz de “rebatir” mis argumentos y que es algo muy distinto a lo que él hace siempre, eso es, el enrocarse e insistir machaconamente en su disparatada afirmación (la que sea) y sin entrar a analizar y desbaratar el fundamento de mi argumentario en contra de la misma, dada su total carencia de conocimientos bíblicos y como acabo de señalar…… pero que en su indigencia mental, cree que con hacer esto ya ha contestado suficientemente y ahí está la hemeroteca para confirmar lo que yo digo. Y si como muestra basta un botón, me permito recordarles, queridos lectores, que el escrito publicado en este blog el 09/10/14 y al que dicho personaje dirige el video que les he adjuntado, aquí “el menda” y después, obviamente, de haberle expuesto un razonado planteamiento acerca de porqué los sobrevivientes de la “gran tribulación” no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios (otra de sus esperpénticas “enseñanzas”), cerraba el escrito o artículo con las siguientes palabras:
“Y si ese “genio” de la teología considera que ello no es como yo lo expongo, que publique un video en el que nos resuelva ese “pequeño problemilla” que le he planteado acerca de los sobrevivientes de la “gran tribulación”, así como yo le he resuelto el de Dan. 12:13…… ¡a que no, Sr. Olcese!”
Y efectivamente, ha sido “que no”, en otra palmaria manifestación de que es tanta su ignorancia, que no tiene la más mínima capacidad para defender siquiera aquellas cosas que él “enseña” como verdades escriturales, pero que la realidad prueba que no son más que solemnes disparates que no hay por dónde cogerlos…… de ahí, que sumando a su supina ignorancia, la desvergüenza, orgullo y altanería que le adornan, se limite a ratificarse empecinadamente en sus rocambolescos planteamientos y pasando por alto los argumentos presentados en contra de los mismos, como si los tales no existieran y así esperar a que el tiempo “escampe” y el “personal” se olvide del tema; resumiendo, un auténtico impresentable.
Pero volviendo al video que nos ocupa, resulta que el Sr. Olcese afirma que un servidor se atrinchera en la versión TLA para el esclarecimiento de Dan. 12:13 y lo cual no es cierto, pues yo lo único que intentaba al citar de la misma, era poner al alcance del lector un pasaje que añadiera más claridad al punto que yo pensaba exponer; y no es cierto que yo me atrincherara en dicha versión, pues dejo meridianamente claro en dicho escrito que mi planteamiento está soportado por el contexto escritural y no por lo que diga o no diga determinado pasaje bíblico (sea de la traducción que sea), actitud a la que me apego constantemente…… razón por la cual, ese teólogo “de tres al cuarto” no puede desmontar mis argumentos, ya que yo dejo que sea el contexto bíblico el que hable y no mi opinión personal. Pero dejando aparte esas “pequeñas” disquisiciones (“pelillos a la mar”), vayamos al fondo del asunto y que es el siguiente: ese “fenómeno” de la teología contemporánea (desvergonzado e ignorante donde los haya), lo que nos quiere decir es que en Dan. 12:13 está la clave para demostrar que tanto Daniel como el resto de profetas del AT, se levantarán en la “primera” resurrección que se produce “al final de los días”, eso es, aún dentro de este sistema de cosas y que es de la que se nos habla en Rev. 20:6, que llevaría a dichos personajes y de ser como se nos explica, efectivamente, a reinar con Cristo…… dicho esto, veamos qué es lo que se nos dice en Dan. 12:13 y transcrito de la RV 1960 y que es la usa dicho “entendido”:
“Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”
Es cierto que leído tal cual y como dije en mi escrito de referencia, tal parecería ser correcto el planteamiento de ese “genio” de la interpretación bíblica…… pero claro, no es menos cierto que ahí está el contexto bíblico para demostrar que los personajes del AT no pueden en manera alguna, reinar con Cristo en el milenio y cuestión que le he presentado a dicho personaje hasta la saciedad, sin que por el momento haya sido capaz de desmontar mi argumentario…… es más, ni lo ha intentado; porque como acabo de resaltar, una cosa es repetir un planteamiento hasta el extremo esperando que dicha repetición lleve a su aceptación general por parte del “respetable” y otra muy distinta, es contra argumentar a las razones que se presentan en el sentido de que el tal es erróneo. Dicho lo cual, de nuevo voy a demostrar el por qué los Daniel, Abraham, David y compañía, no pueden participar en el gobierno del reino de Dios y por mucho que Dan. 12:13 parezca afirmar lo contrario; y dado que es de general aceptación la máxima de que “un texto sin su contexto, es solo un pretexto”, a esta máxima y como tengo por costumbre, me ceñiré. Por lo que vamos a repasar a continuación, una serie de requisitos imprescindibles para participar en el reino de Dios en calidad de gobernante y que prueban más allá de toda duda, que dichos personajes del AT no lo pueden hacer, pues no reúnen dichos requisitos y por lo que no pueden alcanzar dicho privilegio…… y sacando el primero de ellos de unas palabras que dijo Jesús en su momento:
“Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).
Eso es, que si uno no había recibido esos dos diferentes bautismos, uno de agua y el otro en espíritu santo, no podía de ninguna manera participar en ese gobierno del reino de Dios, en calidad de inmortal rey y sacerdote; ahora bien, veamos qué eran dichos bautismos y cuando (factor clave en este asunto) se empezaron a impartir. El primero de ellos, el bautismo de agua, lo instauró Juan “el bautizante” por mandato directo de Jehová Dios, según propias palabras y que tenemos registradas en Juan 1:33-34:
“Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: “Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo”. 34 Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.”
Luego fue el Dios Altísimo, el que ordenó que se pusiera en marcha un bautismo de agua, que en ese momento era totalmente desconocido en el pueblo de Israel y que tenía la siguiente finalidad:
“De modo que él entró en toda la comarca del Jordán, predicando bautismo en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados, 4 así como está escrito en el libro de las palabras de Isaías el profeta: “¡Escuchen! Alguien clama en el desierto: “Preparen el camino de Jehová, hagan rectas sus veredas”.” (Luc. 3:3-4).
Por lo que queda claro que dicho bautismo en inmersión por agua, no era otra cosa que la manifestación pública del que se sometía al mismo, de que se arrepentía de sus pecados y desde ese momento en adelante, se comprometía con Dios para hacer Su voluntad y ello delante de testigos (los que observaban), por lo que recibía la “dádiva divina” (Hech. 2:38) o regalo de Dios, en el sentido de que mediante dicho acto se le condonaban los pecados cometidos y adquiriendo con ello, una condición aprobada ante Este…… y ese era el primer bautismo del que hizo referencia Jesús en Juan 3:5; y bautismo en agua que nadie (notables del AT incluidos) que hubiera vivido antes de la aparición de Juan “el bautizante” podía poseer. Y si me permiten un pequeño inciso, bautismo de agua que nunca transmitió el otro bautismo, eso es, el del espíritu santo y que daba al individuo la adopción como Hijo de Dios, pues de lo contrario no habría hecho falta la intervención de los apóstoles para lograr tal fin y como queda claro del relato de Hech. 8:1-20.
Salvado el inciso y continuando con lo que estábamos, es cierto que esa catástrofe con patas que es Apologista Mario Olcese, afirma que todos los judíos habían sido bautizados por Moisés en las aguas del Mar Rojo (cuando pasaron a través de ellas) y afirmación que tiene la misma credibilidad que si nos dijera algo parecido a que “una bandada de vacas volaba de flor en flor”; porque si ello fuera cierto (no lo de las vacas, claro está, sino lo de un simulacro de bautismo lo del cruce del Mar Rojo), inmediatamente se nos plantearía la siguiente cuestión: de ser así las cosas ¿por qué Jehová, ordenó a Juan que empezara a impartir dicho bautismo en agua como muestra de arrepentimiento de pecados, si el paso del Mar Rojo había hecho las veces o misma función del pasterior bautismo de Juan? Obviamente porque dicho evento no fue considerado nunca por el Altísimo como un bautismo y muchísimo menos, que el tal tuviera nada que ver con arrepentimiento alguno por parte del “personal”, por lo que no estaríamos más que ante una chapuza interpretativa salida del personaje en cuestión y de aquellos que como él se pronuncian…… en todo caso y dado que hay por ahí un texto algo “escabrosillo” de entender (1 Cor. 10:1-5) en cuanto a un hipotético o simbólico bautismo en el evento mencionado, es solo obvio establecer que el bautismo en agua ordenado por Jehová a Juan era el exigido y el que cumplía con el requisito dado por Jesús, pues deriva de una orden directa del Altísimo y por tanto, nada que ver con el acontecimiento del cruce de las aguas del Mar Rojo.
Resuelta esta cuestión, veamos ahora que era el segundo bautismo exigido por Jesús, eso es, el bautismo en espíritu santo y bautismo que solo podía ser administrado por este y ello, como está constatado por los hechos que conocemos, solo después de su resurrección y lo que significa que antes de dicho acontecimiento, tampoco nadie (notables del AT incluidos) podía estar en posesión del mismo:
“Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: “Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo”.” (Juan 1:33).
Por lo tanto y se ponga como se ponga el ignorante del Sr. Olcese, esos personajes del AT no podían reunir el requisito de contar con los dos bautismos y sin el cual requisito, según palabras del propio Jesús “no se podía entrar en el reino de Dios”; y es que en sus días, aún faltaban siglos para que aquellos en quienes Jehová delegó para que empezaran a impartir dichos bautismos, aparecieran en escena. Pero es que además y de forma adicional, tenemos el hecho de que fue el propio Hijo de Dios quien estableció el momento a partir del cual, el acceso al reino se ponía al alcance de los hombres, cuando dijo lo siguiente y según lo vierte la NVI:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea y los que se esfuerzan, logran aferrarse a él.” (Mat. 11:12).
Es cierto que dicho pasaje también está vertido por otras traducciones de forma distinta, en este caso por la RVC:
“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.”
Sin embargo, notarán que a pesar de tan dispar y curiosa forma de traducir dicho pasaje, en lo fundamental están de acuerdo todas las versione bíblicas, eso es, que fue a partir de Juan “el bautizante”, eso es, desde ese momento en adelante (no hacia atrás) cuando aquello que tenía que ver con el reino de Dios, fuera lo que fuera, se puso en marcha…… y para ese tiempo, repito, los personajes citados del AT hacía siglos que habían desaparecido en la muerte y por lo que, obviamente, no tenían ya ni arte ni parte en esta cuestión. Visto ya un primer requisito que no reunían dichos antiguos personajes, veamos un segundo que tampoco alcanzaban a reunir y que tiene que ver con lo que se registra en Rev. 20:4:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.”
Está sobradamente aceptado por los autores bíblicos actuales, que con estas palabras se está haciendo expresa referencia a personas que sufrieron una muerte “violenta” a manos de sus perseguidores, por su comisión de dar adelanto a los intereses del reino de Dios; o sea, que solo aquellos que hayan muerto violentamente (asesinados) por su servicio a la causa del reino, son los que sentarán al lado de Jesucristo para reinar con él…… de hecho, eso es lo que Jesucristo dio a entender en Rev. 3:21:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
Y todos sabemos cómo “venció” Jesús: aguantando el martirio hasta la muerte y por lo que esto es lo que se exigía de todo aquél que deseara sentarse a su lado en el reino de Dios; de hecho, a eso es a lo que se refería Pablo cuando dijo aquello de que solo se podía resucitar a la “semejanza” de Cristo, esto es, en gloria e inmortalidad, si se había muerto a la semejanza de como él murió (Rom. 6:5), eso es, martirizado por mantener su integridad a Dios. Es más, resulta que este necesario requisito de sufrir una muerte violenta para reinar con Cristo, fue contundentemente explicado por el Sr. Olcese en un video publicado el 12/03/13 y dirigido expresamente a un servidor (en un más que estúpido tono chulesco), en el que nos decía, entre los minutos del 16 al 20 de grabación y en flagrante contradicción con lo que enseñaba antes de publicar dicho video y de lo que nos dice ahora, acerca de los personajes del AT como reyes en el milenio, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” aún futura, en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los que reinarían con Cristo durante el milenio y que como apoyo de dicha idea, usaba el pasaje que acabamos de leer de Rev. 20:4.
Tajante afirmación, con la que dicho indocumentado y sin darse cuenta de ello (¡ignorante, que no es más que un disparatado ignorante!) apartaba de un plumazo de poder reinar con Cristo en el reino de Dios, no solo a los Daniel, Abraham y compañía, sino a los mismísimos apóstoles y que aun siendo más próximos en el tiempo, hace ya la friolera de casi 2.000 años que murieron y la “gran tribulación”, repito, aún no ha llegado…… o sea, una flagrante y esperpéntica contradicción en sus afirmaciones, pues como en el caso de los que hablan sin tener un criterio claro de lo que dicen, hoy el Sr. Olcese nos dice una cosa, mañana otra y pasado mañana, si se tercia, ni la una ni la otra, sino toda la contraria. Dicho lo cual y todos de acuerdo con este punto señalado en Rev. 3:21 y que se refrenda en Rev. 20:4, acerca de una necesaria muerte en sacrificio para acceder al reino como gobernante, veamos ahora como murieron esos personajes del AT de los que nos habla el “caballero” en cuestión y empezando por el propio Daniel, quién en función del pasaje referido de Dan. 12:13, nada parece indicar en el mismo que tuviera una muerte violenta, sino que probablemente murió en la cama y de vejez o muerte natural…… pero veamos cómo murieron otros insignes personajes del AT y de los que sí tenemos información directa de las Escrituras:
“Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 25:7-8).
“Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días; y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.” (Gén. 35:28-29).
“Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 49:33).
“Y después de esto, Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Job 42:16-17).
“Con el tiempo, Gedeón hijo de Joás, murió en buena vejez y fue enterrado en la sepultura de Joás su padre, en Ofrá de los abí-ezritas.” (Jue. 8:32).
“En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.” (1 Cró. 29:26-28).
“Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente y a esa edad, de muerte natural y en la cama, como todos los mencionados).” (Gén. 9:28-29). (Acotación mía).
Entonces vemos que las muertes de todos estos prominentes personajes y a los que habría que añadir a los Moisés, Lot, los doce patriarcas de la nación de Israel y tantísimos otros como ellos, no se ajustan al requisito exigido por Jesucristo en el sentido de que para alcanzar el reino como inmortal rey y sacerdote, se tenía que “vencer” como él había vencido Rev. 3:21), eso es, sufrir una muerte de martirio, ni mucho menos se corresponden a la visión que le fue dada a Juan en Rev. 20:4 y en la que con claridad meridiana, se nos muestran sentándose en tronos de gloria, a personas que habían muerto asesinadas (“ejecutadas con hacha”) por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios”…… evidentemente este no es el caso de los personajes señalados y según se deduce de la prueba bíblica presentada y por lo que se me ocurre preguntarle a ese “fenómeno” de la interpretación bíblica actual, lo siguiente: ¿cómo nos razonaría él, la presencia entre esos gobernantes de Rev. 20:4 “ejecutados con hacha” o asesinados por defender su integridad a Dios, junto a otros personajes que han muerto plácidamente en la cama y algunos de ellos, colmados de “riquezas y gloria”, como el caso de David? ¿Deja, por ventura, la lectura de Rev. 20:4 algún pequeño resquicio que nos permita siquiera elucubrar sobre dicha posibilidad? Es más ¿sería razonable en un Dios de justicia como es el Soberano sobre todo el Universo, dar el mismo premio, para tan distinto mérito? Sería interesante conocer, cómo nos resuelve esta cuestión ese “genio” de la interpretación bíblica ¿no creen?
Dicho lo cual, metámonos de nuevo “en harina” y veamos ahora un tercer punto que de nuevo nos prueba, que esos personajes de la antigüedad de ninguna manera pueden y contrario a lo que nos asegura esa catástrofe teológica andante que es el Sr. Olcese, participar en la resurrección que se produce “al final de los días” de este sistema inicuo de cosas y que se corresponde con la resurrección mencionada en Rev. 20:6, eso es, la llamada “primera” resurrección; porque lo que nos encontramos en dicha resurrección, es que los que participan en ella ya se levantan con la condición de inmortales reyes y sacerdotes…… sin embargo, vean lo que se nos dice en el Sal. 45:16, acerca de esos antepasados de Jesús, eso es, los Abraham, David, Daniel y un larguísimo etc.:
“En lugar de tus antepasados (o “padres” según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación mía).
Luego no podemos estar hablando de la misma resurrección, porque si hemos leído que los que se levantan en la “primera” ya lo hacen con la condición de inmortales reyes y sacerdotes y por lo que no precisan ya de nombramiento alguno ¿qué sentido tendría, entonces, el que se les diera un nombramiento de menor rango (príncipes) que el que ya tienen en el mismo momento en que resucitan? Además, vemos que a esos “antepasados” de Cristo se les nombra “príncipes”, pero no “sacerdotes” y título imprescindible en aquellos que tienen que reinar en el milenio, según Rev. 20:6; y lo que solo puede significar, que esos notables del AT no participan de esa “primera” resurrección, sino que tienen que hacerlo en una “segunda” (ya que si no resucitan, no se les puede dar “nombramiento” alguno), pues en la “primera” solo lo hacen aquellos que reinan con Cristo y como nos muestra el pasaje mencionado de Rev. 20:6.
Pero es que además y volviendo al Salmo señalado, si lo leemos detenidamente (¡hay que ver lo que da de sí un simple texto, si se lee con atención!), nos encontramos con otra incongruencia, porque veamos: se nos dice de esos antepasados o “padres” de Jesucristo, que en el momento de su resurrección pasan a convertirse en sus “hijos” y lo que cuadraría con Isa. 9:6, pues uno de los títulos concedidos por Jehová Dios a su hijo Jesucristo es el de “Padre Eterno”…… hasta aquí bien, pero continuemos desarrollando la idea y veamos qué nos sale de ella: porque resulta que si pasan a ser “sus hijos” que no sus “hermanos”, esas personas no pueden heredar el reino con él. Es más, si pasan a ser “hijos” de Jesucristo y eso es lo que leemos en dicho Sal. 45:16, no pueden ser a su vez Hijos de Dios y condición “sine qua non” para heredar el reino como gobernantes del mismo…… pero añadámosle al asunto un poquito más de picante: porque resulta que con los que estableció Jesús un pacto por un reino, no fue con sus antepasados, sino que fue con sus contemporáneos (en este caso con los apóstoles) y como queda meridianamente claro en el siguiente pasaje:
“Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30).
Partiendo de estas palabras, la idea de que un pacto, arreglo o algo parecido para gobernar con Cristo en el milenio, pudiera haber sido ofrecido de una forma u otra a esos personajes de la antigüedad, se me antoja disparatada; porque de ser así ,Jesús habría mentido a sus apóstoles, pues si analizamos con detenimiento sus palabras vemos que lo que dice es “yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo”…… noten que no dijo “con otros” y como sería preceptivo, si todos esos personajes del AT y según nos afirma Apologista Mario Olcese, hubieran estado de alguna manera, en un pacto o arreglo divino para participar también en la gobernación del reino de Dios. Pacto, por otra parte, que como todos los pactos no tenía efectos retroactivos y por lo que aplicaba solo a aquellos que en ese momento estaban presentes en el acto y aceptaron las condiciones del mismo; y pacto que posteriormente fue extendido a otros a través de dichos apóstoles, pues estos habían sido expresamente comisionados por Jesucristo para continuar con su obra de búsqueda de personas merecedoras de alcanzar dicho galardón:
“Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto y hagan discípulos de gente de todas las naciones…”.” (Mat. 28:18-19).
Todo considerado, está claro que esos personajes del AT y a tenor del contexto escritural, no pueden de manera alguna reinar con Jesucristo en el reino de Dios, porque 1º, no habían sido bautizados en ninguno de los dos bautismos que estableció Jesús como requisito imprescindible en Juan 3:5 para alcanzar el reino; 2º, que su muerte no fue violenta y en defensa de su integridad a Dios y como se exige en Rev. 20:4 para sentarse en un trono en el reino milenario; 3º, su existencia fue anterior a la de Juan “el bautizante” y momento en que, según Jesús en Mat. 11:12, fue cuando se abrió la carrera hacia el reino de Dios y por lo que no pudieron participar en la misma; y ya como 4ª cuestión, dichos personajes precisan de ser nombrados algo (en este caso “príncipes”), según el Sal. 45:16, lo que significa que no participan de la “primera” resurrección, pues de la tal ya sale uno investido como inmortal rey y sacerdote, por lo que no precisa de nombramiento posterior alguno y mucho menos si es de rango inferior, como es el caso…… lo contrario sería una incongruencia sin sentido alguno. Dicho lo cual, queda claro que Dan. 12:13 no es prueba de absolutamente nada en sí mismo, pues cuando se lo pasa por el tamiz del contexto escritural, no dice nada de lo que se pretende que diga dicho pasaje, por parte de ese ignorante patológico que es ese “fenómeno” de la teología actual, pues de lo contrario tendríamos que poner la Biblia “patas arriba” cambiando el entero contexto escritural.
Por lo tanto, ya tenemos otra nueva cuestión pendiente de aclaración por parte del Sr. Olcese, que añadir a la anterior acerca de la cuestión de los sobrevivientes de la “gran tribulación” y a la que ese “ilustrado” en interpretación bíblica, aún no ha sido capaz de responder…… ni lo hará; y que ya les adelanto, que en esta nueva cuestión planteada, también será “que no”, porque no puede responder a ninguna de las dos, a menos que reconozca que tales “enseñanzas”, eso es, la de unos notables del AT reinando con Cristo, así como la los sobrevivientes de la “gran tribulación” haciendo lo mismo son, al menos a mi entender, dos auténticas salvajadas…… ¡qué quieren ustedes que les diga…!
Armando López Golart
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