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jueves, 10 de marzo de 2016
¿Se mantiene usted…… alerta?
Porque cuando uno acude al texto escritural, lo que ve es que la advertencia más repetida por Jesús a sus seguidores, fue precisamente esta:
“Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor. 43 Mas sepan una cosa, que si el amo de casa hubiera sabido en qué vigilia habría de venir el ladrón, se habría quedado despierto y no habría permitido que forzaran su casa. 44 Por este motivo, ustedes también demuestren estar listos (alerta o preparados), porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre.” (Mat. 24:42-44). (Acotación nuestra).
Y dado que dichas palabras fueron dichas en el contexto de una profecía de largo alcance, eso es, para un futuro aún lejano en ese momento, deberíamos de entender que las tales aplican precisamente en nuestros días; sin embargo, un rasgo peculiar en los tiempos en los que vivimos, es que las personas están totalmente absortas en las cuestiones del día a día y prestan poca o ninguna atención a los sucesos por venir y por muchas que sean las advertencias recibidas. Porque es cierto que desde este blog y de otros muchos (con más o menos acierto, todo hay que decirlo), se está advirtiendo al “personal” de que algo “gordo” se está avecinando, pero sin que este preste alguna atención, absortos como están en los problemas presentes…… sin considerar siquiera, la posibilidad de que lo que con tanto afán algunos estamos advirtiendo acerca de sucesos inmediatos que cambiarán la realidad actual del mundo como lo contemplamos en este momento, se ajustara a una realidad; no es menos cierto, que también Jesús y estableciendo un paralelo entre la generación actual y los días de Noé, ya advirtió acerca de ese “pasotismo” colectivo que la gente que viviría en estos últimos días adoptaría:
“Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre. 40 Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada. 42 Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (Mat. 24:37-42).
Con lo que estaríamos hablando de una destrucción selectiva de personas: los que hagan caso y estén alerta serán llevados (o tomados) y los que no hagan caso, serán abandonados a su suerte y que no es otra que la destrucción eterna. Tenemos que destacar al respecto, que no hace mucho desde este blog se empezó con una serie de artículos referidos a determinadas señales que todo el mundo pudo contemplar y que parecían marcar el inicio de “algo”, pero que fueron de forma sorprendente pasadas por alto por la inmensa mayoría de las personas, que las consideraron como simples fenómenos celestes sin importancia alguna; serie que comenzó con el artículo del 22/04/14 y fue seguido por los publicados el 20/02/15, el 02/03/15, o el 24/08/15, así como el del 16/12/15 y todos a modo de recordatorio de que la cosa no parecía ir de broma.
Entre estos, obviamente, se han ido intercalando otros que sin ser tan específicos, también apuntaban en la dirección de que algo se está cociendo para un futuro inmediato; sin ir más lejos, el 28/12/15 y bajo el título “¿Estamos ante la inminente aparición de la antigua Asiria, de nuevo como nación?”, apuntábamos al cumplimiento de una profecía prácticamente desconocida por la mayoría de aquellos que a sí mismos se llaman “teólogos”, que encontramos en Rev. 13:1-4 y en la que se nos dice que dicha nación, desaparecida en la noche de los tiempos (ver el artículo de referencia), tiene que resurgir de sus cenizas tal como en su momento ocurrió con Israel. Y cuestión sine qua non ésta, para que aparezca el personaje “anticristo” que tiene que ser precisamente de nacionalidad asiria (Isa. 31:8) y con cuya aparición, se inicia la definitiva “70 semana” de años de Dan. 9:27, eso es, los siete últimos años del mundo como lo contemplamos: la pregunta del millón es…… ¿para cuándo dicha aparición?
Pues sencillamente para cuando a los actuales “kurdos” (descendientes directos de los antiguos asirios) se les reconozcan sus derechos y consigan la independencia…… y eso, cada día está más cerca de ocurrir, a tenor de lo que nos dicen diferentes medios de comunicación y por lo que se tendría que estar muy “alerta” de la resolución de este asunto. El problema, al menos aparente, es que el territorio reclamado por los “kurdos” (el llamado Kurdistán) está parcialmente dividido entre cuatro actuales naciones de la zona, como son Turquía, Irán, Irak y Siria y por lo que pudiera parecer que estamos ante una misión imposible; pero…… ¿saben ustedes que las Escrituras nos hablan de dicha circunstancia y además, nos explican cómo será el desenlace de este asunto? Veamos el contenido de una profecía, de nuevo desconocida para los “entendidos” de turno, que se halla en el libro de Daniel y dirigida a nuestros días, en la que se lee como sigue:
“…… y acerca de los diez cuernos que estaban en su cabeza y el otro cuerno (el “anticristo”) que subió y delante del cual cayeron tres, aun aquel cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba cosas grandiosas y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros (luego estaríamos ante un poderoso gobernante).
21 Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno (nueva referencia al citado “anticristo”) hizo guerra contra los santos y prevalecía contra ellos, 22 hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo y llegó el tiempo definitivo en que los santos tomaron posesión del reino mismo (lo que sitúa la acción en nuestros días).” (Dan. 7:20-22). (Acotaciones nuestras).
Y que esto aplica a nuestros días, siendo ese “cuerno” que derriba a otros tres, el personaje “anticristo” por aparecer y de ascendencia asiria, queda claro por lo que se lee al inicio del versículo 21 en el sentido de que ese “mismo cuerno”, eso es, el que derriba a otros tres para poder ser establecido, es el que guerrea contra los “santos del supremo” y estos, mediante el juicio divino, vencen y toman posesión del reino…… o lo que es lo mismo, que se establece el reino de Dios en la tierra.
Es cierto que alguien podría objetar que estamos hablando de cuatro naciones ocupando los terrenos de la antigua Asiria (hoy Kurdistán) y sin embargo, solo cayeron “tres cuernos” o reyes delante de ese otro “cuerno” que se levanta, según la profecía leída; pero no es menos cierto, que hay que tener en cuenta un “pequeño” detalle: al final del versículo 20, se nos dice que su apariencia era mayor “que la de sus compañeros” y sus compañeros, recordemos, eran los “diez cuernos” o reyes que había encajados en las siete cabezas de la figura bestial que había salido del “mar” (expresión que simboliza al entero conjunto de la humanidad impía, según Isa. 57:20). Luego lo que tenemos es que solo se nos puede hacer referencia con esa alusión a los “tres” que cayeron, a naciones que en su momento dominaron sobre el pueblo de Dios y entre las que se encuentran, precisamente, el Imperio Otomano (la actual Turquía), el imperio de Babilonia (la actual Irak) y el imperio Medo-Persa (la actual Irán); súmenle a ello, el hecho de que el territorio de la antigua Asiria (actualmente Kurdistán), solo ocupa una ínfima parte del norte de Siria y que no significa un escollo significativo, mientras que lo que ocurre con Turquía es que esta tendría que ceder una parte importantísima de su territorio y que se cifra entre el 30/35% de su actual extensión, así como Irán e Irak, aunque estos en menor medida…… sin embargo, que esas naciones cederán de una manera u otra (entiéndase “por las buenas o por las malas”), queda claramente reflejado en la citada profecía de Dan. 7:20-22.
Recordemos, por otra parte, la cantidad de profecías señaladas y ya cumplidas que nos muestran un inminente cambio en la situación mundial; no obstante y dado que las cosas parecen seguir igual que siempre, dicha aparente circunstancia se podría llegar a convertir en una trampa para aquellos que pasen por alto la advertencia dada por Jesús y que hemos señalado al inicio de este escrito…… no olvidemos que sus palabras finales y según el verso 24 de la citada profecía fueron “porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre”. Por lo tanto y dado que no son pocos (la inmensa mayoría) los que adoptan dicha posición de pasar de todo, no sería nada de extrañar que en breve apareciera el ansiado “anticristo” y ni se enteraran de ello…… y decimos “ansiado”, en el sentido que su aparición es paralela a la de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y significando ello el inicio de la “70 semana” de Dan. 9:27, con lo que empezaría al unísono la gran predicación de Mat. 24:14 y por espacio de tres años y medio, en lo que comprendería la primera mitad de la semana profética citada. Esa sería seguida por la segunda mitad del ciclo y ya dedicada íntegramente a lo que se conoce como la “gran tribulación” (Rev. 7:14) o día del juicio de Dios, contra aquellos que han rechazado lo ofertado durante la citada predicación y cuestión que se deduce de la lectura de 2 Tes. 1:6-9.
Por lo tanto, de lo que tenemos que estar “alerta” es del momento en que aparecen esos proféticos “dos testigos”, pues bajo su liderazgo se inicia un período de tres años y medio para llevar a cabo dicha gran predicación (Rev. 11:3) …… y la posibilidad de que uno consiga el alcanzar la vida eterna entrando en el reino de Dios o, por el contrario, ser destruido eternamente, dependerá exclusivamente de la posición que uno tome ante la oportunidad que se le brinda. Y es que si ustedes se dirigen a considerar la parábola conocida como la “de la ovejas y las cabras” (y explicada, entre otros, en nuestro escrito del 25/06/15)), verán que la resolución del juicio divino tiene que ver directamente con la actitud del “personal” en cuanto a ayudar a aquellos a los que Jesús identificó en dicha parábola como “sus hermanos más pequeños”…… o no hacerlo; partiendo de esa base, son perfectamente entendibles las palabras del Hijo de Dios en su momento, al advertir de la necesidad de “estar alerta” y admonición que la inmensa mayoría de las personas que tenemos a nuestro alrededor, pasan completamente por alto.
Entonces una primera cuestión, sería la de que va a ocurrir con dichas personas que viven en la ignorancia más absoluta acerca de los acontecimientos que se nos vienen encima y que piensan que las cosas no cambiarán durante el transcurso de su vida. Otra cuestión es lo que se requerirá de aquellos que acepten el colaborar con esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo, qué es lo que les identificará como tales colaboradores y cómo se las apañarán para llevar adelante dicha labor…… pero de eso, ya les hablaremos en un próximo escrito.
MABEL
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lunes, 14 de septiembre de 2015
Pero…… ¿y cómo sabremos, que ha llegado el momento de empezar a andar?
Aquellos que sean asiduos seguidores de este blog (¡...“pelín masoquista” ya hay que ser!), seguramente concordarán en que este se caracteriza por no alinearse nunca con lo que se entiende por lo “políticamente correcto”, que en este caso sería el seguir el mismo discurso de esa inmensa cantidad de “charlatanes” que a sí mismos de denominan “ungidos” o Hijos de Dios y que desde sus iglesias, púlpitos, lugares de reunión, medios audiovisuales o página escrita están difundiendo, por ejemplo, el mensaje de que ahora es el momento adecuado para conseguir una plaza en el reino de Dios; aunque para ello ¡faltaría más!, uno tiene que asociarse con la organización que le promete esa plaza en dicho reino…… sin ir más lejos, en su momento y hará de ello unos 50/60 años, la Iglesia Católica y al menos en España, aún vendía “parcelitas” en el cielo a sus fieles y por un módico precio ¡y no crean que les estamos hablando en broma! O también, hacerse seguidor del predicador de turno que anda por libre y quizás líder de alguna pequeña iglesia, que se define a sí mismo como poseedor de la “verdadera verdad” y no como el resto de “pelanas” de sus congéneres, que no son otra cosa más que profetas tan falsos como “un duro sevillano”…… ello siempre (¡claro esta!), desde el punto de vista del “pelanas” que en ese momento le esté hablando a usted.
Y como este punto es muy importante, pues el verdadero objetivo del cristiano es esforzarse (Luc. 13:24) por alcanzar el reino de Dios que en su momento convertirá la tierra en un paraíso en donde no existirán ni la maldad, ni la enfermedad, ni la vejez, además de ser la muerte será cosa del pasado y con el añadido, de que los muertos serán devueltos a la vida, entendemos necesario aportar nuestro granito de arena para que el “personal” no viva engañado por tanto farsante suelto por ahí (básicamente, repetimos, todos aquellos que se presentan como “ungidos” o Hijos de Dios) y que, en el colmo del paroxismo, van predicando un supuesto “evangelio verdadero” del reino de Dios como el “santo grial” que permitirá a uno alcanzar dicho reino, cuando la realidad es que no tienen ni puñetera idea de qué es ese “evangelio” y que como tal, para más inri, resulta que no existe…… algo que con todo detalle explicamos en nuestro escrito del 07/07/15.
Volviendo al punto que realmente nos interesa, resulta que el acceso al reino de Dios no tiene nada que ver en absoluto con lo que uno haya podido hacer en un pasado, ni en lo que haga en el presente, ni mucho menos en que pertenezca a tal o cual organización religiosa, sino en aquello que tendrá que hacer en un futuro que ciertamente ya está muy cercano; porque si han estado siguiendo nuestros escritos, sabrán que la clave del asunto gira entorno a la llamada “parábola de las ovejas y las cabras” (Mat. 25: 31-46) y en donde se nos muestra que aquellos que consiguen la aprobación del “rey” que está impartiendo juicio (en este caso Jesucristo) y con ello conseguir el pasaporte al reino de Dios que hace expedito el camino hacia la vida eterna, son aquellos que han obrado o actuado en favor de los “hermanos más pequeños” del monarca en cuestión…… personajes de los que se nos habla en Rev. 11:3 y en donde leemos como sigue:
“Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco.”
De lo que se nos está informando aquí y según el contexto bíblico, es de la aparición en la tierra y que los autores de este blog auguramos para este otoño de 2.015 y paralela a la del llamado “anticristo”, de un pequeño “resto” de enviados de Dios a la manera de los apóstoles y con idéntica labor, eso es, liderar una predicación de ámbito global que en este caso tendrá una duración de tan solo 1.260 días o tres años y medio y a los que “el rey” de la parábola mencionada, reconoce como a sus “hermanos más pequeños” y ello, probablemente, en función de que han sido los últimos en aparecer a escena; luego todo considerado, tenemos que los que accederán al reino de Dios, serán solo aquellos que hayan colaborado con esos personajes por venir, en llevar a cabo la tarea divina encomendada de anunciar cierto mensaje a la humanidad, eso es, que les habrán ayudado en la difusión de dicho mensaje y que “el rey” mencionado considera dicha ayuda, como si se la hubieran prestado a él directamente.
Hasta aquí, lo que nos dicen las Escrituras sobre el tema…… ya lo que sigue a continuación, es aquello que los autores de este blog nos permitimos elucubrar como una mera posibilidad entre las muchas que pueda haber sobre el patrón a seguir, porque veamos: la cuestión que se plantea a partir de lo considerado, es la formulada en el titular de este escrito y que gira en torno a cómo nos enteraremos de la aparición de dichos personajes y con ello, que ha llegado el momento de ponernos en marcha. Y como resulta que esto no se nos explica en las Escrituras, pero como la cuestión radica en estar “alerta” (Mat. 24:42) para que no se nos “escape el tren”, los autores de este blog nos atrevemos a sugerir una posibilidad que entendemos amparada, tanto por textos bíblicos proféticos, como por ejemplos del primer siglo…… dicho lo cual, veamos cómo, probablemente, nos enteraremos de que el momento de “dejar todas las cosas” (Mat. 19:27) e iniciar nuestra andadura al servicio de Dios, ha llegado.
Lo primero a tener en cuenta y según se desprende de las Escrituras, es que cuando Jehová ha comisionado a alguien para cualquier empresa (Jesús hizo lo propio con aquellos a quienes envió), siempre lo ha dotado de los medios y capacidades necesarias para llevarla a cabo…… partiendo de dicha premisa, consideremos lo siguiente: los autores de este blog y que no nos queremos “perder la fiesta”, somos dos ancianos decrépitos, mi compañero Manuel con 80 “tacos” y que debido a una rara enfermedad en sus piernas, anda con mucha dificultad, aparte de las deficiencias propias de la edad. Pero que por aquello de no personificar en otros, lo dejaré a parte y me centraré en mi caso: héteme aquí que me encuentro con 70 años, sordo total de un oído, dificultad en la visión (veo pasar un carro cargado de paja y digo aquello de ¡“adiós rubia”!), artrosis degenerativa en la cadera izquierda y lo que imposibilita el moverme con soltura, circunstancia agravada por mi exceso de peso y además, aunque no soy calvo, podríamos decir que la cosa anda “rozando el larguero”…… y dejémoslo aquí, porque de lo contrario y con semejante propaganda, desde luego “no vendo la burra”. Por lo tanto es obvio que con esos mimbres, pocos cestos se pueden hacer, eso es, que no estamos en condiciones para emprender comisión alguna y por mucho empeño que pongamos en ello…… pero parece que la cosa afortunadamente tiene remedio, pues veamos qué es lo que se nos dice acerca de nuestro Dios con relación a aquellos que nos encontramos en tan “airosa” situación:
“Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica. 30 Los muchachos se cansan y también se fatigan; y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, 31 pero los que estén esperando en Jehová (como es en nuestro caso y prescindiendo de la avanzada edad), recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán y no se fatigarán; andarán y no se cansarán.” (Isa. 40:29-31). (Acotación nuestra).
Sin embargo y siendo razonable pensar, que dicho “recobro” no solo tenga que ver con la movilidad, sino que afecte también a las demás deficiencias señaladas y que podrían ser un lastre en el desempeño de nuestra tarea divulgadora, ello no nos resuelve la cuestión de saber para cuándo es el momento de salir en ayuda de esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo; pero si continuamos echándole imaginación al asunto y hacemos una pequeña amalgama de lo dicho, nos podría dar el siguiente resultado y no olvidando, que estamos situados en el territorio de la especulación: imaginemos que una noche me acuesto con las limitaciones señaladas (hecho un estropajo ¡para qué nos vamos a engañar!) y a la mañana siguiente resulta que me despierto siendo una persona “nueva”, eso es, viendo nítidamente, oyendo por ambos oídos con suma claridad, sin dolor alguno en mi cadera y en perfecto estado de revista ¡vamos, hecho “un pincel” que diría nuestro amigo el castizo!…… esa sería la señal que me indicaría que es el momento de ponerme en movimiento y con ello colaborar con esos personajes por aparecer y que, probablemente, ni siquiera contactaremos con ellos durante el desempeño de nuestra comisión de ayuda. Dicho de otra manera, que cuando el espíritu santo haya actuado sobre uno de manera tan clara (solo el espíritu santo de Dios puede llevar a cabo dicho “recobro”), a este no le tiene que quedar ninguna duda de que el momento de tomar acción ha llegado, pues indiscutiblemente ha sido habilitado para ello.
Otra cuestión ya tiene que ver con el qué decir en nuestra tarea de divulgación y lo cual tampoco presenta problema alguno, pues de la misma manera que el espíritu santo ha actuado sobre las deficiencias físicas de uno y en armonía por lo dicho en el pasaje leído de Isaías, de igual manera se nos facilitará por inspiración divina el mensaje a divulgar, tal como se hizo en otras ocasiones:
“Por lo tanto, resuélvanlo en sus corazones que no ensayarán de antemano cómo hacer su defensa, 15 porque yo les daré boca y sabiduría (entiéndase argumentos contundentes), que todos sus opositores juntos no podrán resistir ni disputar.” (Luc. 12:11-12). (Acotación nuestra).
Y si bien es cierto que en ese contexto, Jesús se refería al momento en que sus seguidores fueran llevados ante tribunales de justicia o autoridades diversas, no es menos cierto que los que nos pongamos a ayudar a eso “hermanos más pequeños” de Jesucristo, también nos toparemos con poderosos adversarios (Efe. 6:11-12) que querrán derribar nuestros razonamientos y por lo que dichas palabras también nos aplicarían. Porque como hemos dicho, parece ser que al “resto ungido” por venir y señalado en Rev. 11:3, probablemente ni los veremos durante el tiempo que dure nuestro ministerio y por lo que no podremos recibir instrucciones directas de ellos, pues todo indica que su actividad quedará circunscrita a la nación de Israel y que es a quien va dirigida la profecía…… ello se podría deducir, partiendo del dato que se nos da en Rev. 11:7-8 y que inequívocamente señala a dicha nación:
“Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero.”
Dicha presunción por nuestra parte, parece quedar corroborada por lo que leemos en Isa. 1:10 y dirigido también a la nación de Israel con sus líderes religiosos al frente, a los que simbólicamente se les compara con esas ciudades de pecado:
“Oigan la palabra de Jehová, dictadores de Sodoma. Presten oído a la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.”
Por lo que si ello fuera así, que dicho remanente no saliera de dicha zona y no pudiera dar instrucciones a sus ayudantes esparcidos por lejanos y remotos lugares ¿cómo se podría extender dicha predicación alrededor del mundo, a menos que fuera como nosotros lo planteamos? Para hacernos una idea de lo que pretendemos decir, de nuevo pondremos a trabajar a la imaginación y lo que nos permite el explicarlo de la siguiente manera a modo de ejemplo: suponiendo que estemos en lo cierto en todo aquello que hemos publicado, tenemos que nuestro blog se lee en diferentes lugares de los cinco continentes…… cierto es que la cantidad de lectores que tenemos es exigua en todos esos lugares (no pasamos de las 100 entradas diarias entre los dos blogs que con idéntico contenido publicamos), pero no es menos cierto que están estratégicamente distribuidos en puntos tan dispares como China, Australia, Rusia, Malasia, Japón, todo el continente americano y en distintos puntos de Europa, así como algunos países de Oriente como Irak, Turquía, Arabia Saudí, también en la India, así como en la zona africana con naciones como Costa de Marfil, Mozambique o Kenya, por ejemplo. Lo que significaría que si nuestros lectores, aunque unos pocos en cada lugar de los mencionados, tuvieran el mismo convencimiento que nosotros y en ellos se produjera también la restauración física presupuesta como señal y respondiendo a la misma se pusieran en marcha, resultaría que al unísono con la aparición de esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo en Jerusalén y como foco central de la gran predicación de Mat. 24:14, se iniciarían en distintos lugares del planeta pequeños focos que, en armonía con el principio que se desprende en la mencionada “parábola de las ovejas y las cabras”, irían en aumento de forma progresiva hasta abarcar el mundo entero.
O sea, que al igual que pequeñas manchas de aceite, la divulgación del mensaje divino se iría extendiendo desde distintos y dispares puntos del globo, hasta abarcarlo completamente y en lo que parece ser la única posibilidad de cumplir con el plazo señalado de 1.260 días para terminar la tarea encomendada (Rev. 11:3; 7); sin embargo, repetimos, que estamos hablando desde el plano de la especulación y por lo que nada nos confirma de manera concluyente que ello tenga que ser tal como lo planteamos, pues solo estamos proponiendo una posibilidad de las muchas que Jehová Dios tiene en su mano, acerca de cómo podrían ser las cosas. Pero en todo caso, consideramos que es mejor tener esos pensamientos en la cabeza y que demuestra que uno está expectante y alerta de los acontecimientos, que no estar pensando en la final de la Champions Ligue, o en el partido de liga del domingo, o de las próximas fiestas navideñas o de las venideras verbenas del pueblo (por aquello de decir algo) y que nos ocurra lo que señaló Jesús en su momento: que con la rutina de lo cotidiano, perdamos de vista las “señales de los tiempos” (Mat. 16:3) y que al igual como aquellas personas del tiempo de Noé “no hagamos caso” (Mat. 24:38-39) a las cosas de Dios y “nos pille el toro”.
Dicho lo cual, nosotros ahí lo dejamos y reiterando que lo planteado no es más que una pura especulación de cómo entendemos nosotros que se podrían desarrollar los acontecimientos; ahora pues, ya les toca a ustedes que nos leen sacar sus propias conclusiones y estar alerta de los tiempos que se avecinan, no dejándose entrampar por la vorágine del día a día; porque si los autores de este blog estamos en lo cierto y que no es del todo descartable, eso lo tenemos a solo unos pocos días vista, eso es, para este otoño de 2.015…… y recuerden que, aunque se equivoque, “el que avisa no es traidor”.
MABEL
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