jueves, 10 de marzo de 2016
¿Se mantiene usted…… alerta?
Porque cuando uno acude al texto escritural, lo que ve es que la advertencia más repetida por Jesús a sus seguidores, fue precisamente esta:
“Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor. 43 Mas sepan una cosa, que si el amo de casa hubiera sabido en qué vigilia habría de venir el ladrón, se habría quedado despierto y no habría permitido que forzaran su casa. 44 Por este motivo, ustedes también demuestren estar listos (alerta o preparados), porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre.” (Mat. 24:42-44). (Acotación nuestra).
Y dado que dichas palabras fueron dichas en el contexto de una profecía de largo alcance, eso es, para un futuro aún lejano en ese momento, deberíamos de entender que las tales aplican precisamente en nuestros días; sin embargo, un rasgo peculiar en los tiempos en los que vivimos, es que las personas están totalmente absortas en las cuestiones del día a día y prestan poca o ninguna atención a los sucesos por venir y por muchas que sean las advertencias recibidas. Porque es cierto que desde este blog y de otros muchos (con más o menos acierto, todo hay que decirlo), se está advirtiendo al “personal” de que algo “gordo” se está avecinando, pero sin que este preste alguna atención, absortos como están en los problemas presentes…… sin considerar siquiera, la posibilidad de que lo que con tanto afán algunos estamos advirtiendo acerca de sucesos inmediatos que cambiarán la realidad actual del mundo como lo contemplamos en este momento, se ajustara a una realidad; no es menos cierto, que también Jesús y estableciendo un paralelo entre la generación actual y los días de Noé, ya advirtió acerca de ese “pasotismo” colectivo que la gente que viviría en estos últimos días adoptaría:
“Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre. 40 Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada. 42 Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (Mat. 24:37-42).
Con lo que estaríamos hablando de una destrucción selectiva de personas: los que hagan caso y estén alerta serán llevados (o tomados) y los que no hagan caso, serán abandonados a su suerte y que no es otra que la destrucción eterna. Tenemos que destacar al respecto, que no hace mucho desde este blog se empezó con una serie de artículos referidos a determinadas señales que todo el mundo pudo contemplar y que parecían marcar el inicio de “algo”, pero que fueron de forma sorprendente pasadas por alto por la inmensa mayoría de las personas, que las consideraron como simples fenómenos celestes sin importancia alguna; serie que comenzó con el artículo del 22/04/14 y fue seguido por los publicados el 20/02/15, el 02/03/15, o el 24/08/15, así como el del 16/12/15 y todos a modo de recordatorio de que la cosa no parecía ir de broma.
Entre estos, obviamente, se han ido intercalando otros que sin ser tan específicos, también apuntaban en la dirección de que algo se está cociendo para un futuro inmediato; sin ir más lejos, el 28/12/15 y bajo el título “¿Estamos ante la inminente aparición de la antigua Asiria, de nuevo como nación?”, apuntábamos al cumplimiento de una profecía prácticamente desconocida por la mayoría de aquellos que a sí mismos se llaman “teólogos”, que encontramos en Rev. 13:1-4 y en la que se nos dice que dicha nación, desaparecida en la noche de los tiempos (ver el artículo de referencia), tiene que resurgir de sus cenizas tal como en su momento ocurrió con Israel. Y cuestión sine qua non ésta, para que aparezca el personaje “anticristo” que tiene que ser precisamente de nacionalidad asiria (Isa. 31:8) y con cuya aparición, se inicia la definitiva “70 semana” de años de Dan. 9:27, eso es, los siete últimos años del mundo como lo contemplamos: la pregunta del millón es…… ¿para cuándo dicha aparición?
Pues sencillamente para cuando a los actuales “kurdos” (descendientes directos de los antiguos asirios) se les reconozcan sus derechos y consigan la independencia…… y eso, cada día está más cerca de ocurrir, a tenor de lo que nos dicen diferentes medios de comunicación y por lo que se tendría que estar muy “alerta” de la resolución de este asunto. El problema, al menos aparente, es que el territorio reclamado por los “kurdos” (el llamado Kurdistán) está parcialmente dividido entre cuatro actuales naciones de la zona, como son Turquía, Irán, Irak y Siria y por lo que pudiera parecer que estamos ante una misión imposible; pero…… ¿saben ustedes que las Escrituras nos hablan de dicha circunstancia y además, nos explican cómo será el desenlace de este asunto? Veamos el contenido de una profecía, de nuevo desconocida para los “entendidos” de turno, que se halla en el libro de Daniel y dirigida a nuestros días, en la que se lee como sigue:
“…… y acerca de los diez cuernos que estaban en su cabeza y el otro cuerno (el “anticristo”) que subió y delante del cual cayeron tres, aun aquel cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba cosas grandiosas y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros (luego estaríamos ante un poderoso gobernante).
21 Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno (nueva referencia al citado “anticristo”) hizo guerra contra los santos y prevalecía contra ellos, 22 hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo y llegó el tiempo definitivo en que los santos tomaron posesión del reino mismo (lo que sitúa la acción en nuestros días).” (Dan. 7:20-22). (Acotaciones nuestras).
Y que esto aplica a nuestros días, siendo ese “cuerno” que derriba a otros tres, el personaje “anticristo” por aparecer y de ascendencia asiria, queda claro por lo que se lee al inicio del versículo 21 en el sentido de que ese “mismo cuerno”, eso es, el que derriba a otros tres para poder ser establecido, es el que guerrea contra los “santos del supremo” y estos, mediante el juicio divino, vencen y toman posesión del reino…… o lo que es lo mismo, que se establece el reino de Dios en la tierra.
Es cierto que alguien podría objetar que estamos hablando de cuatro naciones ocupando los terrenos de la antigua Asiria (hoy Kurdistán) y sin embargo, solo cayeron “tres cuernos” o reyes delante de ese otro “cuerno” que se levanta, según la profecía leída; pero no es menos cierto, que hay que tener en cuenta un “pequeño” detalle: al final del versículo 20, se nos dice que su apariencia era mayor “que la de sus compañeros” y sus compañeros, recordemos, eran los “diez cuernos” o reyes que había encajados en las siete cabezas de la figura bestial que había salido del “mar” (expresión que simboliza al entero conjunto de la humanidad impía, según Isa. 57:20). Luego lo que tenemos es que solo se nos puede hacer referencia con esa alusión a los “tres” que cayeron, a naciones que en su momento dominaron sobre el pueblo de Dios y entre las que se encuentran, precisamente, el Imperio Otomano (la actual Turquía), el imperio de Babilonia (la actual Irak) y el imperio Medo-Persa (la actual Irán); súmenle a ello, el hecho de que el territorio de la antigua Asiria (actualmente Kurdistán), solo ocupa una ínfima parte del norte de Siria y que no significa un escollo significativo, mientras que lo que ocurre con Turquía es que esta tendría que ceder una parte importantísima de su territorio y que se cifra entre el 30/35% de su actual extensión, así como Irán e Irak, aunque estos en menor medida…… sin embargo, que esas naciones cederán de una manera u otra (entiéndase “por las buenas o por las malas”), queda claramente reflejado en la citada profecía de Dan. 7:20-22.
Recordemos, por otra parte, la cantidad de profecías señaladas y ya cumplidas que nos muestran un inminente cambio en la situación mundial; no obstante y dado que las cosas parecen seguir igual que siempre, dicha aparente circunstancia se podría llegar a convertir en una trampa para aquellos que pasen por alto la advertencia dada por Jesús y que hemos señalado al inicio de este escrito…… no olvidemos que sus palabras finales y según el verso 24 de la citada profecía fueron “porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre”. Por lo tanto y dado que no son pocos (la inmensa mayoría) los que adoptan dicha posición de pasar de todo, no sería nada de extrañar que en breve apareciera el ansiado “anticristo” y ni se enteraran de ello…… y decimos “ansiado”, en el sentido que su aparición es paralela a la de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y significando ello el inicio de la “70 semana” de Dan. 9:27, con lo que empezaría al unísono la gran predicación de Mat. 24:14 y por espacio de tres años y medio, en lo que comprendería la primera mitad de la semana profética citada. Esa sería seguida por la segunda mitad del ciclo y ya dedicada íntegramente a lo que se conoce como la “gran tribulación” (Rev. 7:14) o día del juicio de Dios, contra aquellos que han rechazado lo ofertado durante la citada predicación y cuestión que se deduce de la lectura de 2 Tes. 1:6-9.
Por lo tanto, de lo que tenemos que estar “alerta” es del momento en que aparecen esos proféticos “dos testigos”, pues bajo su liderazgo se inicia un período de tres años y medio para llevar a cabo dicha gran predicación (Rev. 11:3) …… y la posibilidad de que uno consiga el alcanzar la vida eterna entrando en el reino de Dios o, por el contrario, ser destruido eternamente, dependerá exclusivamente de la posición que uno tome ante la oportunidad que se le brinda. Y es que si ustedes se dirigen a considerar la parábola conocida como la “de la ovejas y las cabras” (y explicada, entre otros, en nuestro escrito del 25/06/15)), verán que la resolución del juicio divino tiene que ver directamente con la actitud del “personal” en cuanto a ayudar a aquellos a los que Jesús identificó en dicha parábola como “sus hermanos más pequeños”…… o no hacerlo; partiendo de esa base, son perfectamente entendibles las palabras del Hijo de Dios en su momento, al advertir de la necesidad de “estar alerta” y admonición que la inmensa mayoría de las personas que tenemos a nuestro alrededor, pasan completamente por alto.
Entonces una primera cuestión, sería la de que va a ocurrir con dichas personas que viven en la ignorancia más absoluta acerca de los acontecimientos que se nos vienen encima y que piensan que las cosas no cambiarán durante el transcurso de su vida. Otra cuestión es lo que se requerirá de aquellos que acepten el colaborar con esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo, qué es lo que les identificará como tales colaboradores y cómo se las apañarán para llevar adelante dicha labor…… pero de eso, ya les hablaremos en un próximo escrito.
MABEL
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