jueves, 17 de junio de 2010

¡Se acercan buenos tiempos!

¿Desea usted vivir en paz y felicidad? ¿Desea buena salud y larga vida para usted mismo y sus seres amados? ¿Anhela usted ver el fin de la iniquidad y el sufrimiento? Toda persona de corazón sincero y honrado desea estas cosas, sin embargo hoy y en todas partes de la Tierra, aumentan de manera inusitada la violencia, el crimen, el hambre, la enfermedad, los desastres medio ambientales y un largo etc., que hace que miremos el futuro con mucho temor. Algo de lo que hace mucho tiempo ya se nos advirtió:

“…... y sobre la tierra angustia de naciones, por no conocer la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, 26 mientras que los hombres desmayan por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos.” (Luc. 21:25-26).

Pero ¿por qué está tan lleno de dificultades el mundo? ¿Cuál es el significado de todo esto? ¿Hay alguna razón sólida para creer que las condiciones verdaderamente mejorarán durante nuestra vida?

Efectivamente, hay razón para tal esperanza y esta se presenta de forma clara en un libro que se publica en más idiomas que cualquier otro libro en el mundo y a ese libro lo conocemos, como La Biblia. Este nos habla acerca del propósito de Dios de establecer un sistema de cosas enteramente nuevo para la humanidad y lo cual no nos debería de sorprender, ya que si usted tuviera el poder para hacerlo, ¿no pondría fin a las condiciones que causan tanta tristeza? ¡Por supuesto que sí!, quizás responda usted. Luego ¿deberíamos pensar entonces, que el Creador de la humanidad hará menos que eso?; recordemos que la Biblia nos dice que “Dios es amor.” (1 Juan 4:8) y es razonable pensar, que este amoroso Padre celestial no solo sabe lo que la humanidad necesita, sino que tiene el poder que se requiere para satisfacer esas necesidades. Y ciertamente hará eso, porque el Salmo 145:16 dice de Dios, como sigue:

Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.”

Ahora bien, dado lo acuciante de la situación, se nos plantea la pregunta del millón ¿cuándo satisfará Dios el deseo del hombre, de tener verdadera paz y felicidad, junto con salud y vida duraderas? ¿Tendrá la humanidad que esperar miles de años más? Pues no, ya que a tenor de las condiciones actuales, el tiempo para que se produzcan tales cambios se ha acercado...... aunque ¿cómo puede ser esto así, si en el mundo las condiciones cada día que pasa se están haciendo peores, no mejores? Pues por eso mismo, porque la Biblia mostró claramente con mucho tiempo de adelanto, que estas mismísimas condiciones serían prueba de que vivimos en los “últimos días” del presente sistema inicuo (2 Tim. 3:1-5) y hay un detalle en las Escrituras, que nos confirman una inmediata actuación de parte de Jehová. Conocido es por todos el tremendo desequilibrio en los ecosistemas que el hombre ha generado por medio de su constante agresión al medio ambiente y que actualmente se conoce como “cambio climático”. Un último exponente de lo que decimos lo tenemos en el golfo de Méjico, con el brutal derrame de petróleo causado por la explosión y posterior hundimiento de una plataforma de extracción de la compañía inglesa BP y que ha arruinado esa zona, probablemente por años. Bien, pues miren que dice la Biblia acerca de la negativa acción global del hombre con respecto a la salud del planeta Tierra:

Pero las naciones se airaron y vino tu propia ira y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Rev. 11:18).

Así es, ya pronto Jehová pondrá fin tanto a la iniquidad como a los que la causan, pero bendecirá abundantemente a los de corazón honrado y sincero que quieren hacer lo que es correcto, porque él promete:

El mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:17).

¿Se puede usted imaginar el cambio que le acontecerá a esta Tierra? Ya no habrá más guerras, ni el sufrimiento que la guerra trae; el odio, el egoísmo, el crimen y la violencia serán cosas del pasado y en lugar de eso, habrá paz y seguridad perfectas en la Tierra, pues la propia Palabra de Dios declara:

Solo un poco más de tiempo y el inicuo ya no será;...... pero los mansos mismos poseerán la tierra y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (Sal. 37:10-11).

Tal paz existirá, no solo entre las naciones sino entre los vecinos y en todo hogar...... incluso en la relación entre hombres y animales ¿puede imaginarse lo grandiosa que podría ser esa bendición para usted? Y más importante que toda otra cosa, es el hecho de saber que el cumplimiento de esta alentadora promesa no depende del hombre, sino que Dios es quien hará esto; pero ¿cómo? Pues de la única manera posible: destruyendo a los inicuos y educando a su pueblo en los caminos de la paz; vean como nos lo relata Prov. 2:22:

En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella.”

Pero hemos dicho que esta acción debe ser complementada mediante un programa educativo y de eso nos habla Isaías 54:13:

Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová y la paz de tus hijos será abundante.”

Entre las muchas bendiciones de que disfrutará la gente en el nuevo sistema que Dios hará está la buena salud. Hasta la muerte, que trae mucha tristeza a todos nosotros, dejará de ser. La promesa del Creador es:

Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”. 5 Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.” (Rev. 21:4-5).

Y eso es algo que ningún gobernante humano, ni científico, ni médico puede hacer, pero es algo que Dios hará; porque veamos: ¿es razonable que el único propósito de Dios para el hombre, sea que éste pase sobre unos veinte años creciendo, quizás otros veinte o treinta años adquiriendo conocimiento y experiencia y poco después de eso empiece a envejecer, sufra de enfermedades y finalmente muera? ¿Por qué debería ser tan corta la vida del hombre cuando es posible que hasta una tortuga alcance la edad de doscientos años y que un árbol viva mucho más tiempo?...... Dios hizo al hombre para vivir, no para morir. Porque fíjese usted, que la vida de Adán estaba condicionada a la obediencia:

Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás” (Gén. 2:17).

Entonces vemos que la vida de Adán, estaba condicionada a la obediencia, luego si él hubiera continuado siendo obediente, no habría muerto jamás ¿no es cierto? ¿A usted se le había ocurrido alguna vez pensar en eso? Por lo tanto, lo que el Creador promete es que pronto será posible disfrutar nuevamente de la vida para siempre, aquí mismo en la Tierra (Isa. 25:8) y posibilidad de la que gozó Adán en su momento; y todo ello rodeados de vecinos que amen la paz, gozando de buena salud, con un entorno agradable y actividad satisfaciente para llenar nuestra vida ¡qué placer será eso!

Ahora bien ¿cómo podemos estar seguros de que este cambio radical de circunstancias se producirá? ¿Cómo podemos estar seguros de que no es solo un sueño? Podemos tener confianza en ello porque Jehová, el Dios Todopoderoso, es el que lo ha prometido, o sea, Aquel que creó y sostiene el universo, ha dado la garantía de que dicho cambio vendrá y Dios “…... no puede mentir.” (Tito 1:2) y por ello, Su Palabra nunca queda sin cumplirse:

“…... así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.” (Isa. 55:11).

Estas son las verdades emocionantes que se encuentran en la Palabra de Dios, la Biblia o Santas Escrituras, como prefiera. No hay ninguna otra fuente de información disponible al alcance del hombre, que explique de manera verdaderamente satisfaciente la razón de lo que ha sucedido en la Tierra, para encontrarnos en la penosa situación que padecemos y el propósito de Dios para restaurar a la humanidad a su posición original. Y aunque es cierto que se usó a hombres para escribir la Biblia, no es menos cierto que ellos escribieron bajo la dirección de la poderosa fuerza activa o espíritu santo de Dios, de modo que “...... toda Escritura es inspirada de Dios.” (2 Tim. 3:16). Tal como un haz invisible de ondas electromagnéticas, mediante un aparato de radio puede llevarle información a usted, así la fuerza activa invisible de Dios dirigió a los escritores de la Biblia a poner por escrito lo que Él quería que la humanidad supiera. Es por eso que uno de aquellos escritores, el apóstol Pablo, pudo decir:

Cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, que oyeron de parte de nosotros, la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios.” (1 Tes. 2:13).

La Palabra de verdad de Dios nos dice muy claramente que con rapidez nos estamos acercando a un cambio de alcance global y nos muestra que nuestro tiempo, este en el que vivimos, es el tiempo en que pensaba Jesucristo cuando predijo el fin de este sistema inicuo. Jesús predijo muchas cosas que deberían esperar sus seguidores futuros para saber cuándo se había acercado el fin; dijo por ejemplo, que los últimos días de este sistema inicuo estarían señalados por cosas como guerras mundiales, escaseces de alimento, aumento del desafuero y una creciente pérdida de fe en Dios (Mat. 24:3-12). Dijo además y como ya hemos comentado, que habría “…... angustia de naciones, no conociendo la salida.” (Luc. 21:25). Y nunca en la historia de la humanidad, se ha visto tan claro el cumplimiento de estas profecías, como en estos tiempos que estamos viviendo durante nuestras vidas.

Muchos hombres que estudian los acontecimientos mundiales, están convencidos de que definitivamente está efectuándose un gran cambio, ya que el mundo está convirtiéndose progresivamente más desordenado y peligroso, sin gobierno y aparentemente ingobernable, por lo que cada vez está más extendida la necesidad de un mega-gobierno único para todo el mundo y denominado el “Nuevo Orden Mundial.” Hoy por todas partes hay gran ansiedad y perplejidad, lo cual parece señalar el hecho histórico de que vivimos a través de los capítulos de cierre del modo establecido y tradicional de vivir. Ya por allá en la década de los sesenta, un anterior secretario de estado de los Estados Unidos, Dean Acheson, declaró que “nuestro tiempo (su tiempo) es “un período de inestabilidad sin igual, de violencia sin igual.” Basándose en lo que sabía que estaba pasando en ese entonces en el mundo, concluyó que pronto “este mundo va a ser demasiado peligroso para vivir en él.” Casi 50 años nos contemplan desde ese comentario y es obvio que sus negras expectativas se han cumplido ¿o no?

Luego, el cumplimiento de las muchas cosas predichas en la Palabra de verdad de Dios (Juan 17:17) indican que el tiempo para el cambio mundial está aquí ahora mismo con nosotros. Lo que vemos que está pasando por todo el mundo hoy día en cumplimiento exacto de profecías bíblicas, muestra que nuestro tiempo es aquel en que acontecerá la destrucción de todo este sistema inicuo. Los gobiernos de la actualidad, están cerca de ser quitados para abrir camino al dominio por toda la Tierra del gobierno del Reino de Dios (Dan. 2:44; Luc. 21:31-32)...... y nada puede detener este cambio, porque Dios se lo ha propuesto.

Así lo expuso el apóstol Juan en su evangelio: “Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.” (Juan 17:17), por lo que el cambio mundial venidero afectará a toda persona sobre la faz de la Tierra: nadie se va a librar. Por lo tanto, si usted ama la vida y quiere vivir, debe apresurarse a adquirir conocimiento exacto de Dios, sus propósitos y sus requisitos. Eso es lo que Dios quiere que usted haga, porque es su voluntad que “...... hombres de toda clase sean salvos y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” (1 Tim. 2:4). El conocimiento exacto (o “pleno”, según versiones) procedente de la Palabra de Verdad de Dios, hará posible que las personas de corazón honrado y sincero sobrevivan al fin del sistema inicuo actual:

“…... busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová.” (Sof. 2:3).

Haciendo énfasis en la importancia del conocimiento de esa Palabra de Verdad, para adquirir la vida eterna en el grandioso nuevo orden de Dios, Jesús dijo en oración:

Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.”(Juan 17:3).

¿No le estimula el saber que pronto presenciaremos el fin de todas las dificultades del mundo, a emprender ese camino de aprendizaje de la Palabra de Verdad de Jehová? ¿No es emocionante saber, que tenemos la esperanza de entrar pronto en un nuevo sistema donde para siempre podremos disfrutar plenamente de la vida? ¿Se le ha ocurrido pensar por un solo momento, en esa maravillosa posibilidad? Esto debe dar a cada uno de nosotros fuertes razones para desear aprender la verdad que nos puede llevar a tan maravilloso futuro, por medio de profundizar en las Escrituras. Y como dijo el apóstol Pablo, al buscar esta verdad, comenzamos a colocar “….. un fundamento excelente para el futuro, para lograr asirnos firmemente de la vida que lo es realmente.” (1 Tim. 6:19)...... o sea, vida eterna en el nuevo sistema de cosas de Dios.

MABEL

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