Los “santos del Supremo”…… y Juan 17:38-39
“Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino de duración indefinida y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos.” (Dan. 7:27).
Y a partir de ahí ya tenemos el “tiberio” montado, porque ¿quiénes conforman realmente este pueblo compuesto de “los santos del Supremo”? Los más y entre los que figuran personajes de la talla de Apologista Mario Olcese, D. Javier Rivas Martínez, Sir Anthony Buzzard y un largo etc., sostienen que serán los “santos” de todos los tiempos y lo significa que los notables del AT, eso es, los Abrahán, Isaac, Jacob, Moisés, David, Daniel, Lot, Noé y un largo etc. estarían ahí, junto a los “santos” del NT, eso es, los Pedro, Juan, Mateo, Pablo, etc. etc., todos reinando con Cristo en el reino de Dios. Y luego estamos aquellos, los menos y que para ser sinceros, con los nombres de los dos miembros de este blog se acabaría la lista (al menos hasta dónde nosotros sabemos), que contra tirios y troyanos mantenemos que dichos personajes del AT, ni por el forro pueden gobernar con Jesucristo en el reino milenario.
Pero es cierto que cuando uno entra a valorar los “poderes” que cada uno aporta, hay que reconocer que demasiado bien parados del lance no salimos: y es que el más “inculto” de esos señores, es diplomado en Teología y ciencias afines, a la par que algún conocimiento de las lenguas originales de las Escrituras (hebreo, griego y si te descuidas, hasta arameo)…… con el agravante que uno de los personajes que sostiene tal enseñanza y obviamente en el que se amparan todos, nada menos es “master” en Teología y que para entendernos, sería el equivalente a maestro de maestros: en concreto, el Sr. Buzzard. Y por la otra parte, u séase aquí los mendas ¿qué tenemos que pueda contraponerse a tanta sapiencia? Pues que quieren que les digamos, como no sea hambre, miseria y compañía, metafóricamente hablando, claro; porque la realidad nos dice que somos personas que a duras penas alcanzamos a culminar una enseñanza secundaria raspadita y ahí se acabó todo lo que se daba, pues en los hogares de aquel tiempo en España (años 60/70) un sueldo era muy bien venido y a temprana edad (14 años) ya se nos ponía a trabajar de aprendices en cualquier empresa. Y con este panorama, entendemos que es solo razonable que ustedes piensen que esos caballeros tienen toda la razón en su planteamiento y que nosotros somos los equivocados…… ¡pero no! Y es que resulta que las cosas, casi nunca suelen ser como parecen; porque veamos unas palabras de Jesús relacionadas con esta cuestión, eso es, sobre en quién descansa la capacidad de poder entender las Escrituras:
“En aquella misma hora se llenó de gran gozo en el espíritu santo y dijo: “Te alabo públicamente, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido cuidadosamente estas cosas de los sabios e intelectuales y las has revelado a los pequeñuelos. Sí, oh Padre, porque el hacerlo así vino a ser la manera aprobada por ti”.” (Luc. 10:21).
En primer lugar, es destacable el hecho de que estamos viendo una acción de ocultación deliberada por parte del Altísimo y lo que nos muestra, que la capacidad de entender las Escrituras no está tanto en la capacidad personal de cada uno (nivel de estudios), como en el hecho que Jehová le conceda a este uno la posibilidad de poder entenderlas…… algo siempre condicionado, no al intelecto personal, sino a la personal disposición de corazón:
“Porque Esdras mismo había preparado su corazón para consultar la ley de Jehová y para ponerla por obra y para enseñar en Israel disposiciones reglamentarias y justicia.” (Esd. 7:10).
Y puesto que también vemos que se contrapone la expresión “sabios e intelectuales” con la de “pequeñuelos”, habría que pensar que estos últimos harían referencia a personas que, al igual que nosotros, no dispondrían de muchos posibles intelectuales. Porque no podemos olvidar, que ya desde un principio, la Biblia o Palabra de Dios estuvo dirigida a personas de humilde condición, tales como pastores, pescadores, ganaderos, agricultores y oficios varios y que no se distinguían precisamente y más en aquellos tiempos, por sus elevados estudios. Por ello siempre les hemos dicho desde este blog, que basta con saber leer con la debida corrección y luego razonar con lógica y sentido común sobre aquello que se ha leído, amén del sincero deseo de corazón en aprender de nuestro Creador, para que le sea concedido a uno el poder entender el contenido de las Escrituras…… y algo que está al alcance de cualquiera; no olvidemos, por otra parte, que los oídos de Jehová están atentos al ruego de aquellos que le piden ayuda para entender Su Palabra (Luc. 11:13). Dicho lo cual, vamos a ver porque y según nuestra visión de las cosas, los “santos” o notables del AT no pueden reinar con Cristo; y para ello leeremos unas palabras de Jesús en el pasaje de Juan 7:38-39, que entendemos altamente significativas, para sostener nuestro planteamiento:
“El que pone fe en mí, así como ha dicho la Escritura: “De su parte más interior fluirán corrientes de agua viva”. 39 Sin embargo, dijo esto respecto al espíritu que estaban para recibir los que ponían fe en él; porque aún no había espíritu, por cuanto Jesús todavía no había sido glorificado.”
Pero prescindiendo que para poner fe en Jesús, obviamente se tenía que ser contemporáneo de él y eso notables mencionados, no lo fueron, estaríamos hablando de algo que quedaba aún en el futuro, o sea, que esas personas que ponían fe en él (básicamente los doce apóstoles) no habían recibido algo que no se podía recibir hasta que Jesús fuera glorificado y circunstancia que no se produjo hasta después de su muerte. No obstante, de forma sorprendente y según esos “genios” en el campo de la interpretación bíblica, a los que hemos hecho referencia (los Olcese, Rivas, Buzzard y compañía), ya habían recibido los Abrahán, Jacob, David, Daniel y compañía…… luego aquí falla algo; o sea, que alguien no se entera de la película y miente.
Porque es cierto que el espíritu santo o fuerza activa de Jehová, se había manifestado en innumerables ocasiones en el pasado y de diversas maneras, como en el caso de Moisés, Otniel, Jefté, Sansón, Elías, David, Salomón y un largo etc. Pero Jesús nos estaba hablando de una manifestación del espíritu, que aún no se había producido y que por lo tanto, difícilmente podía estar en posesión de los notables del AT, fuere la que fuere; ahora bien ¿cuál podría ser esa manifestación? Una pista de ello nos la da el verso 39, al decirnos que “aún no había espíritu, por cuanto Jesús todavía no había sido glorificado”. Y ya hemos señalado que Jesús no quiso decir que la fuerza activa o espíritu santo de Dios, no hubiera estado operativo antes de que él pronunciara dichas palabras en la fiesta de los tabernáculos en 32 E.C.; y es que tanto él como sus oyentes, sabían cómo Dios por largo tiempo había estado usando Su espíritu santo (Gén. 1:2; 2 Sam. 23:2; Hech. 28:25)…… pero por lo visto y a tenor de las palabras de Jesús en Juan 7:39, había una manera en la cual dicho espíritu santo todavía no había sido utilizado con relación a humanos imperfectos. Entonces habría que considerar, siempre partiendo de lo leído, que la tal manifestación de dicho espíritu tenía que producirse a partir de la glorificación de Jesucristo (algo que ocurrió después de su resurrección) y que por lo tanto, anterior a la misma, nadie se podía haber beneficiado de dicha manifestación; sin embargo y para una mayor comprensión del asunto, veamos unas cuantas cosas que sucedieron antes de ese momento…… pero sin olvidar que el punto focal de nuestra consideración, es el averiguar si los notables del AT, pueden gobernar con Cristo en el reino de Dios o no.
La noche antes de morir, Jesús les dijo a sus apóstoles que les enviaría el espíritu santo de la verdad, el cual les haría recordar todas las cosas que les había dicho (Juan 14:16-17, 26)…… pero ¿significaba eso que no habían tenido nada de espíritu santo operativo en ellos, hasta ese momento? Obviamente no podía significar eso, pues por medio del espíritu habían podido efectuar obras milagrosas, eso sí, siempre en relación directa con su enseñanza o comisión de servicio asignada y bajo la autoridad de Jesús (Mat. 10:5-8; Luc. 10:17);y debido a ese espíritu pudieron entender además, muchas de las cosas espirituales que Jesús enseñaba…… pero puesto que todavía no habían recibido el bautismo en espíritu santo que les declaraba o reconocía, como Hijos de Dios y que era a lo que se refería Juan 7:39, muchas de la enseñanzas recibidas todavía estaban más allá de su entendimiento. Por ejemplo, no discernían que Cristo sería levantado de entre los muertos a vida inmortal al tercer día, ni que su reino aún tardaría en establecerse (Juan 20:9; Hech. 1:6); sin embargo, una vez que ellos fueron ungidos con el espíritu de adopción mencionado, pasaron a recibir los mismos poderes y capacidad de entendimiento que su hermano mayor, Jesucristo (Juan 20:17) y por ello, pudieron entender cabalmente el significado de lo que Cristo había dicho sobre tales cosas. Pero momentos antes de llegar a esta situación y aun cuando Jesús se les había aparecido y permanecido con ellos por espacio de cuarenta días después de su resurrección, aún “no había espíritu” en el sentido que quiso decir en Juan 7:39, pues Jesucristo les prometió:
“Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes y serán testigos de mí.” (Hech. 1:8).
Luego continuaríamos hablando aún en términos de futuro, en cuanto al momento en que recibirían dicha dádiva; y es que aunque los apóstoles ya habían sido testigos de Jesús como el Mesías, aún no habían dado testimonio en cuanto a su condición de criatura inmortal como rey glorificado por Jehová y lo que es más importante, el que otros seres humanos pudieran acompañarle en esa encumbrada posición, tal como fue posteriormente su caso. Finalmente, en el Pentecostés de 33 E.C., Jesús derramó sobre sus seguidores el espíritu santo prometido y que él, como rey glorificado, había recibido de Jehová:
“Y lenguas como de fuego se les hicieron visibles y fueron distribuidas en derredor y una se asentó sobre cada uno de ellos 4 y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse.” (Hech. 2:3-4).
Sin embargo, es interesante lo que el apóstol Pedro nos cuenta de la citada circunstancia y que nos esclarece más si cabe, si los notables del AT reinarán con cristo o no:
“Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre (luego él hasta ese momento aún no lo tenía) el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.” (Hech. 2:33). (Acotación nuestra).
Y eso que “ustedes ven y oyen”, no era otra cosa que la manifestación de los poderes recibidos (los mismos que su hermano mayor, Jesucristo) y que les recomendaba ante el mundo como Hijos adoptivos de Dios y con los poderes que eran consustanciales con dicha condición. Luego si como dice el texto, fue “debido” a su muerte en sacrificio y posterior ensalzamiento a la diestra de Dios, que Jesucristo pudo recibir su glorificada posición y a partir de ahí, empezar a derramar dicho espíritu de adopción como Hijos adoptivos de Dios sobre seres humanos imperfectos (en este caso sus apóstoles), ello significa que los notables del AT, no pudieron recibir nada parecido a lo que recibieron los Pedro, Juan, Mateo, etc.; y lo cual es solo cuestión de sentido común, pues para ese momento hacía muchos siglos que esos notables del AT no existían, pues habían muerto…… y en ningún lugar de las Escrituras se nos dice, que el citado derramamiento de ese espíritu de adopción, tuviera efectos retroactivos. Y la cosa nos queda más clara, cuando analizamos con más profundidad, qué fue realmente lo que recibieron los apóstoles de Jesús en ese Pentecostés de 33 E.C.; porque veamos lo que nos dijo Juan el Bautista:
“Yo, por mi parte, los bautizo con agua a causa de su arrepentimiento; pero el que viene después de mí es más fuerte que yo y no soy digno de quitarle las sandalias. Ese los bautizará con espíritu santo y con fuego.” (Mat. 3:11).
Y ahora, veamos que dijo el propio Jesucristo a sus apóstoles, momentos antes de ascender al cielo:
“Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido (luego aún es ese momento estaríamos hablando de una promesa, pues aún no se había sustanciado y por lo que, fuere lo que fuere, no podía obrar en poder de ningún ser humano), acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto”.” (Hech. 1:4-5). (Acotación nuestra).
Y esta fue, por tanto, la primera vez que a humanos imperfectos se les había dado la esperanza de ser adoptados como Hijos de Dios y que era lo que significaba realmente, el ser uno bautizado en espíritu santo…… y es que no existe otra manera de conseguir tal galardón; por lo que nos permitimos señalar y a tenor de lo considerado, que aquellos notables del AT no pudieron ser bautizados con ese espíritu santo de adopción en su tiempo, porque el único que podía impartirlo (Jesucristo y después de su glorificación, tal como hemos visto), aún tardaría siglos en nacer. Y si sabemos que el bautismo en espíritu santo (que nada tiene que ver con el bautismo en agua, pues son dos cosas totalmente distintas y separadas), implicaba el ser reconocido uno como Hijo adoptivo de Jehová, es porque después de su resurrección y dirigiéndose a María Magdalena, Jesús se refirió a sus apóstoles usando el término “hermanos”…… y lógicamente, si ya los reconocía como hermanos suyos, era porque Jehová los había aceptado como Hijos adoptivos:
“Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes”.” (Juan 20:17).
Pero además de que en ningún lugar de las Escrituras se nos dice que Jesucristo, hubiera reconocido como hermanos suyos a los notables del AT y si por si quedaba alguna duda, tenemos la confirmación del Sal. 45:16 que, en defensa de nuestro planteamiento, nos dice como sigue:
“En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.”
Y si por una parte tenemos que los antepasados (o “padres”, según versiones) de Jesucristo, eso es, los Abrahán, Daniel, Moisés y todos los etc. que ustedes quieran añadir, pasan a ser sus hijos, que no sus hermanos, queda claro que esos personajes no reinarán con Cristo en el reino de Dios, pues al no ser Hijos de Dios (de lo contrario serían hermanos de Cristo y ya hemos visto que no), no pueden heredar el reino en calidad de reyes y sacerdotes. Y si por otra parte, vemos que la posibilidad de llegar a ser reconocido como Hijo de Dios, mediante el recibir el bautismo en espíritu santo, solo pudo ocurrir (según Hech. 2:33) después de la resurrección de Jesucristo…… no entendemos a que viene tanto “teólogo diplomado” enseñando disparatadamente que los “santos” del AT, también reinarán con Cristo en el reino de Dios. Y es que además, no podemos olvidar unas palabras de Jesús que claramente señalan a la época posterior a Juan el Bautista, como punto de partida para la posibilidad de acceder al reino en calidad de gobernante:
“Pero desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres y los que se adelantan con ardor se asen de él.” (Mat. 11:12).
Y siendo cierto que hay alguna disparidad de criterio entre las distintas traducciones de la Biblia, en cuanto al contenido de dicho texto, no es menos cierto que son coincidentes en el hecho de que fuera lo que fuera que ocurriera con respecto del reino, ello tuvo que ocurrir a partir de Juan el Bautista. Dicho de otra manera, que solo personas que estuvieran vivas desde ese momento en adelante, podían hacer algo con respecto del reino…… lo que excluye totalmente a los “santos” o notables del AT, así como al propio Juan, que para esas fechas ya había sido ejecutado (Mar. 1:14).
Y para más inri, esos autores citados y que nos consta nos leen y prueba de ello, los enfrentamientos que hemos tenido con algunos, lejos de defender su posición de manera clara y contundente (textos hacen cerrar bocas), den la callada por respuesta y como el caso de los señores Olcese y Rivas, continúen publicando el mismo disparate vez tras vez y sin inmutarse un pelo, como si la cosa no fuera con ellos y quizás pensando que, por repetir machaconamente una mentira, esta acaba por convertirse en una verdad. Y si mucho nos apuran, menos entendemos la actitud de sus respectivos lectores al no demandarles que salgan al paso de esas objeciones que se les formulan y exigiéndoles que les aclaren las cosas debidamente…… aunque quizás estas personas, como posiblemente pudiera ser su caso, querido lector, piensen que tampoco tiene tanta importancia para los curritos de a pie, en el caso que nos ocupa, el saber quién nos va a gobernar si podeos estar ahí…… y que visto desde esa perspectiva, hasta podríamos estar de acuerdo. Pero es que el quid de la cuestión, no está tanto en los temas puntuales que periódicamente vamos analizando y refutando de distintos autores, sino en averiguar quién realmente nos miente y nos puede alejar de Dios, mediante falsas enseñanzas que solo benefician al enemigo público nº 1 de Jehová y que es Satanás el diablo; porque fue el propio Sr. Olcese, quien refiriéndose a los dirigentes de los TJ en su video/artículo “Los Testigos de Jehová y su idea extraña de cómo opera el espíritu santo en el creyente” (15/02/12), se manifestó en los siguientes términos y que queremos entender, serán tan válidos para las personas a las que se dirige, como para él mismo…… ¿o no es así, D. Mario?:
“Si uno toma nota de las barbaridades que dice el llamado “Esclavo” de los Testigos de Jehová, especialmente en cuanto a la doctrina del Espíritu Santo, uno realmente llega a convencerse que esta gente está guiada por Satanás, pues sólo este espíritu engañador puede enseñar mentiras (especialmente religiosas) a los hombres.” (Negritas nuestras).
Entonces siguiendo esta línea de razonamiento, quedaría claro que toda persona que nos enseña mentiras religiosas, incluidos los Sres. Olcese, Rivas, Buzzard y compañía y como constantemente queda evidenciado, es un agente al servicio de Satanás y que procura apartarnos del conocimiento exacto que nos demanda nuestro Creador para conseguir su aprobación:
“Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto (o “pleno”, según versiones) de la verdad.” (1 Tim. 2:4). (Acotación nuestra).
Luego lo que deja claro la lectura de este pasaje, es que si uno quiere hacer la voluntad de Jehová y con ello ganar la recompensa de vivir en el venidero reino de Dios, tiene que aprender “la verdad” que proviene del Altísimo y lo que no significa que con una “media” verdad sea suficiente…… cuanto menos si la “trola” que nos quieren colocar (como la que nos ocupa), tiene tintes de récord Guinness. Sin embargo y lamentablemente, lejos de hacer una investigación personal como siempre recomendamos desde este blog, en el sentido de averiguar si lo que nos cuentan es precisamente esa verdad salvadora, los hay que piensan que solo porque quién se lo cuenta afirma sin lugar a duda alguna, ser un “elegido” de Dios (Hijo de Dios) y poseer títulos académicos, es suficiente garantía para creerse todo lo que sale de esa persona; pero lamentablemente, la realidad es que esa clase de lectores están siendo engañados por esos falsos maestros (2 Ped. 2:1) para perjuicio suyo. Y todos sabemos lo que dijo Jesús: “…… si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14); ahora bien, si se dejan…
MABEL
jueves, 15 de marzo de 2012
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