Usted…… y nuestros primeros padres, Adán y Eva
Y probablemente se empezarán a preguntar ustedes en este momento, con qué nueva “chorrada” les vamos a sorprender esta vez, pues ya nos imaginamos que no tienen demasiada idea de qué relación podría existir entre unos personajes que, si bien es cierto que nos la montaron “parda”, vivieron hace casi 6.000 años y de los que todavía nos acordamos (y no bien precisamente), con nosotros los que actualmente continuamos pululando por este valle de lágrimas. Pero no se preocupen, que aquí unos servidores y hasta hace un momento, estábamos en la misma situación que ustedes, cuando de pronto se nos ha encendido “la bombilla” al relacionar la causa de nuestra actual y más bien lamentable situación (¡para que nos vamos a engañar!), con algo que ellos tuvieron que hacer en su momento y que a juzgar por los resultados obtenidos, no con el acierto deseado: tomar una decisión.
Algo que por otra parte, tampoco es nada del “otro jueves”, es decir, nada que no nos sea familiar, pues nos pasamos la vida tomando “decisiones” ya que ello es consustancial con el ser humano, merced a esa maravilloso don que nos ha sido concedido y que conocemos como “el libre albedrio”, eso es, la capacidad de decidir por nosotros mismos que hacer, o en su defecto qué no hacer, en determinado momento. Y es que todo acto en nuestra vida, tiene que ver con alguna “decisión” previamente tomada en determinado momento, porque a diferencia de cualquier otro animal (recuerde que al ser humano se le llama un “animal racional”, aunque en el apartado de lo de “racional”, quizás en algunos caso existan dudas más que razonables al respecto), nosotros no estamos dirigidos por el instinto, sino por el razonamiento lógico y el sentido común, apoyados estos en nuestros conocimientos o experiencias personales y lo que hace del tomar una decisión, algo bastante complejo…… porque uno podría decidir en un momento dado el saltarse un semáforo en rojo y ¡hombre! que en última instancia también estaríamos hablando una “decisión” (aunque un “pelín” bestia, eso sí) no hay ninguna duda ¿no es cierto?; pero no es a ese tipo de decisiones de las que nos queremos ocupar en este artículo.
Porque de lo que estaríamos hablando aquí, al referirnos a tomar una “decisión”, es de la acción resultante de un razonado análisis sobre unos hechos que demandan una respuesta por nuestra parte, basada en un razonamiento lógico y de sentido común sobre lo que sabemos o conocemos de los hechos a los que hay que dar respuesta, lo que incluiría por supuesto, el evaluar las consecuencias derivadas de dicha respuesta…… detalle que nuestros primeros padres se pasaron por el forro de los pantalones (en el supuesto que llevaran, pues de hecho, nos los muestran siempre muy “despelotaos”) y así nos luce hoy el pelo a todos nosotros, ergo sus descendientes. Entonces la terrible situación actual de la humanidad y ya bromas aparte, es consecuencia directa de algo tan simple como el resultado final de una errónea decisión tomada hace unos 6.000 años atrás y que es el tiempo que las Escrituras fijan para la creación de la primera pareja humana y consecuentemente, del lamentable hecho señalado; luego la pregunta es obvia…… ¿nunca se habían detenido ustedes en pensar en ello? Pues fíjense en cómo fue la cosa: cuando a Eva le fue presentada determinada oferta por parte de Satanás…… pero quizás mejor que lo leamos directamente del registro bíblico:
“Ahora bien, la serpiente resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho. De modo que empezó a decir a la mujer: “¿Es realmente el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?”. 2 Ante esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. 3 Pero en cuanto a comer del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha dicho: ‘No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran’”. 4 Ante esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”.” (Gén. 3:1-5).
Y Eva tuvo que tomar en ese preciso momento, la decisión más importante de su corta existencia; y ante tamaña expectativa…… ¿se ha preguntado usted en alguna ocasión, que habría hecho de haber estado en su lugar? Obviamente eso no lo sabremos nunca, ni por supuesto lo que habríamos hecho nosotros en semejante situación…… pero lo que sí sabemos, es lo que ella hizo y en armonía con una decisión previamente tomada:
“Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo.”
Pero claro, lo que nos falta por saber ahora es cual fue la decisión del “rey de la casa”, u séase Adán (aunque es obvia a la vista de los resultados), cuando a través de su esposa le fue planteada dicha oferta…… pero no especulemos, sino veamos también que nos cuentan las Escrituras, acerca de cómo reaccionó el “zagal” ante tan delicada situación:
“Después, dio de este también a su esposo cuando él estuvo con ella y él empezó a comerlo.” (Gén. 3:6).
Entonces Adán, se vio también ante la necesidad de tomar una importante y decisiva decisión (valga la redundancia) y que ya era un poco más “complicadilla”, pues tenía que ver con el tener que escoger entre su esposa Eva…… y Jehová. Porque dada su equivocada decisión, refrendada por el acto material de comer del fruto del árbol prohibido, la mujer se había acarreado la muerte para sí misma, pues la desobediencia significaba la muerte para el transgresor:
“Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.” (Gén. 2:17).
Lo que significaría para Adán, siempre desde su particular percepción de las cosas (el no confió en que su Creador le podía dar otra mujer, mucho mejor que la que tenía en ese momento), el “volver” a quedarse más solo que “la una” en medio de aquel paraíso de ensueño…… y ello y ya tomándonos la cosa con un poco más de seriedad, ciertamente era muy duro de digerir. Porque recordemos que fue el propio Jehová, el que en su momento dijo lo siguiente acerca de la situación de soledad en la que se encontraba Adán, después de ser creado y a pesar da la exuberante creación, tanto vegetal como animal que tenía a su alrededor:
“Y Jehová Dios pasó a decir: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él”.” (Gén. 2:18).
Luego solo es lógico pensar, en que esa circunstancia mencionada tuvo un peso específico en la decisión tomada por Adán, así como también (habría que suponer y conociendo como conocemos “el percal”), la insistente insistencia y han leído bien, no nos hemos equivocado, de Eva…… empeñada de todas, todas, en que su consorte comiera el fruto del “arbolito” en cuestión.
Y es que si usted es varón y encima está casado, no hace falta que le expliquemos hasta donde llega la “reina de la casa” cuando quiere conseguir algo y que casi siempre suele terminar la cuestión, con el “rey de la ídem” preguntando aquello de: “Entonces cariño…… ¿por cuál barranco has dicho que me tire?...... y no por nada ¡solo para asegurarse uno!; no sea que encima nos equivoquemos de barranco y no se acabe ahí la “fiestecita” que nos ha montado “la niña” para conseguir, obviamente, aquello que pretendía conseguir. Pero ya volviendo a la senda de la seriedad requerida en un caso del calado que estamos tratando (necesidad nos está impuesta, que diría el bueno de Pablo), queda claro que las condiciones que actualmente está sufriendo la humanidad, en todos los órdenes que a ustedes se les ocurran, vienen derivadas de una pésima decisión, que hace casi seis mil años tuvieron que tomar dos personas a nivel individual…… y que afectaron, no solo a ellas, sino también a su descendencia y de la que nosotros formamos parte; y así han quedado reflejadas en el registro escritural, las consecuencias de tan desastrosa decisión:
“A la mujer dijo: “Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz hijos y tu deseo vehemente será por tu esposo y él te dominará.” (y algo, si nos permiten el comentario, que probablemente ocurrirá en casa del vecino, porque lo que es en la nuestra…… ¡pues qué quieren que les digamos...! pero continuemos).
17 Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato: “No debes comer de él”, maldito está el suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. 18 Y espinos y cardos hará crecer para ti y tienes que comer la vegetación del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás”.
23 Con eso Jehová Dios lo echó del jardín de Edén para que cultivara el suelo del cual había sido tomado. 24 De modo que expulsó al hombre y al este del jardín de Edén, apostó los querubines y la hoja llameante de una espada que continuamente daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida.” (Gén. 3:16-19; 23-24).
Y eso significó, no solo el ser expulsados de ese maravilloso jardín, sino de la misma presencia de Dios y lo que comportaba además, el ser excluidos de Su familia, lo cual obviamente y como hemos leído, llevaba aparejada la muerte para ambos…… además del hecho que a partir de la errónea decisión tomada y ser apartados de estar bajo la dirección y guía de Jehová, pasaron a estar bajo el dominio de Satanás y por ende su descendencia, con todo lo que ello implicaba y que queda perfectamente reflejado en las lamentables circunstancias en las que hoy nos encontramos, como herederos plenipotenciarios de las consecuencias de tan nefasta elección.
Es cierto también, que uno podría argumentar que en esa decisión tomada hace unos 6.000 años, no tuvimos ni arte ni parte y por lo tanto, no somos responsables del desaguisado que se montó, aunque eso sí, tengamos que sufrir las lógicas consecuencias de ello y algo que, en principio, tal parece ser que no podemos evitar. Pero hete aquí, que desde el mismo momento de producirse el delito o pecado mencionado, eso es, a continuación de la transgresión de nuestros primeros padres, ya nuestro Creador, Jehová para unos, Yahveh para otros y que en todo caso (puesto que no sabemos exactamente como se pronunciaba dicho nombre, en el hebreo original), serían las dos caras de una misma moneda. Pues bien, dicho Creador se propuso los arreglos necesarios para darnos a todos los seres humanos la oportunidad de tomar nuestra propia decisión, respecto del tema que estaba en conflicto en aquél crítico momento (y continúa estándolo en nuestros días) y que no era otro, que el decidir bajo que soberanía uno prefería estar: si bajo la sujeción u obediencia al Creador de todas las cosas, Jehová Dios…… o en su defecto, bajo la de su archienemigo Satanás el Diablo y que es la que escogieron Adán y Eva (y así nos luce el pelo, claro).
Por lo que a todo ser humano y esa es la noticia, de forma individual le será dada la misma oportunidad que tuvieron Adán y Eva, de tomar la decisión más importante de su vida, pues de ella dependerá que uno pueda acceder de nuevo a vivir eternamente y en una tierra convertida en un verdadero paraíso, como era en el caso de nuestros primeros padres, o lo que es lo mismo, a revertir la situación creada por del error de estos…… o por el contrario, ser destruido por la eternidad como ellos lo fueron, debido a no tomar y en un asunto de tamaña importancia, la decisión correcta. Por lo que ya explicado a grosso modo de qué va “la película”, pasemos a contar ahora los pormenores de la misma y que bien podríamos empezar, explicándole al personal bajo la soberanía de quién estamos actualmente y que siendo público y notorio (ahí están los hechos que hablan por sí solos), aún quedan muchos que no se han enterado todavía de qué va dicha historia:
“Sabemos que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero yace en el poder del inicuo.” (Juan 5:19).
No olvidemos y para dejar clara esta realidad, eso es, que el mundo actual está gobernado por Satanás, que cuando dicho sujeto tentó a Jesús en el desierto, una de las ofertas que le hizo a este a cambio de que transgrediera de su lealtad a Dios, fue el darle todos los reinos del mundo en posesión porque, según afirmó, a él (Satanás) le pertenecían:
“De modo que lo llevó hacia arriba y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; 6 y el Diablo le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada y a quien yo quiera se la doy. 7 Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo”.” (Luc. 4:5-7).
Obviamente Jesús no aceptó semejante oferta, pero observarán ustedes que tampoco mostró ninguna objeción a la afirmación hecha por Satanás, referente a su dominio sobre todos los reinos de la tierra y cosa que sí habría hecho Jesús, de no ser cierta tal afirmación satánica; no olvidemos que dichas palabras tenían que quedar escritas y podrían llevar al engaño a aquellos que posteriormente las leyéramos, en el caso de no ser las cosas tal como se plantearon…… y situación (la dominación satánica del mundo, por medio de los gobiernos humanos), que se ha mantenido hasta el día de hoy, pues aún estamos a la espera del cumplimiento de Dan. 2:44:
“Y en los días de aquellos reyes (nuestros días) el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos (los actuales y sometidos bajo la tutela de Satanás) y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Acotaciones nuestras).
Luego la realidad evidente, es que nos encontramos en una tierra dominada por Satanás a través de sus secuaces, tanto humanos como demoníacos y cuya influencia con relación a aquellos que nos apegamos a las cosas de Dios, en un intento porque desistamos de ello, es insistente en todos sus extremos. Pero como acabamos de mencionar, la cosa está por cambiar y en un futuro inmediato cada persona viva sobre esta tierra, será consultada respecto de bajo cuál dominación quiere vivir: si la del gobierno mundial de hechura humana por aparecer y que ya en las altas esferas se conoce como el “Nuevo Orden Mundial” que supuestamente tiene que resultar en paz y progreso para el ser humano, eso al menos es lo que se nos está “vendiendo”…… o ser súbdito de ese gobierno de procedencia divina del que se nos habla en las Escrituras, que conociéndose como “El Reino de Dios” y del cual nos vino precisamente a anunciar Jesús, es el tema central de las mismas.
Entonces ¿qué hacer ante esta situación? Bueno, ya en este blog se publicó el 3 de Septiembre del año en curso, bajo el título “¿Qué quiso decir Jesús?”, un tema en dónde planteábamos una serie de cuestiones que aclaran cuál debe ser nuestra actitud al respecto y que nos deberían de mover, desde el mismo momento en que entramos en conocimiento del propósito divino mencionado y sin excusa de ningún tipo, a tomar acción para ir fijando de forma clara cuál es nuestra posición al respecto. Pero sin embargo, no es menos cierto que algunas personas nos han objetado en el sentido que, según opinan ellas, puesto que la situación es que aún estamos bajo este sistema actual de cosas y por lo tanto, dado que no podemos sustraernos a dicha realidad, no nos queda más remedio que acoplarnos temporalmente a ella y seguir en esa dirección. Lo que conllevaría, para estar a la altura de las circunstancias y no “distinguirnos” de nuestros convecinos, por ejemplo, el pronunciarnos junto a ellos en favor o en contra de las cosas que suceden, bien sea a nivel político o social, manifestándonos en colaboración con ellas (las personas que evidentemente apoyan este sistema) en sus actos reivindicativos, como manifestaciones públicas de distintas organizaciones como pudiera ser el asistir a mítines políticos, o participando en las elecciones que periódicamente se organizan para cambiar una forma de gobierno en particular o en su defecto, para perpetuarlo en el tiempo, etc. etc. etc. Y siempre en pro de una mejora en nuestra personal situación ante las mismas, por aquello de mantener el “reconocimiento” o prestigio entre nuestros convecinos; pero es que eso y que podrá parecerles a esas personas como algo razonable y muy prudente, insistimos, no es lo que dijo Jesús; lo que este dijo fue esto:
“Si ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia.” (Juan 15:19).
Por lo que solo podemos entender de esas palabras, que si una persona tiene la aprobación de la sociedad en medio de la que vive y que es el objetivo perseguido por la mayoría de las personas, entre las que están obviamente las que nos han presentado objeciones excusadoras a nuestro planteamiento, algo está fallando ahí; porque si uno sigue las normas marcadas por Jesús cuando estuvo en la tierra, el mundo o la sociedad en medio de la que está conviviendo, no lo puede ver con buenos ojos o lo que es lo mismo, no aprueba su conducta y se convierte en algo, como mínimo “rarito” entre sus convecinos y por tanto, no del agrado de los mismos…… o eso, o que Jesús nos mintió: elijan ustedes.
Pero ahondando un poco más en el argumento que presentan dichas personas, para justificar su actitud, ellas aluden al supuesto de que es imposible el poder permanecer al margen de ese mundo, pues vivimos insertos dentro de un modelo de sociedad dinámica y que avanza sin parar y lógicamente, nos vemos obligados a avanzar a su ritmo; pero resulta que Jesús y un poco más adelante del pasaje citado, dijo algo que desmentía dicha lógica; veámoslo:
“Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo. 15 Te solicito, no que los saques del mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. 16 Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.” (Juan 17:14-16).
Luego con ese “no que los saques del mundo” queda claro que sí se puede vivir con este mundo, sin necesariamente participar de las cosas que tienen que ver con el mantener o apoyar sus estructuras (las que sean) y en un intento de perpetuar o mejorar las mismas, pues estaríamos hablando de algo que tiene que ser destruido por Jehová en cuanto se cumpla la profecía de Dan. 2:44 mencionada…… por lo que participar de esas cosas señaladas y en la vertiente que fuere, sería sencillamente ir en contra del propósito declarado de Dios y fijar ya uno su posición: el decantarse por mantener o perpetuar el sistema actual gobernado por Satanás. Y como ejemplo de lo que les pretendemos decirles, con el no ser parte del mundo, permítannos el contarles un pequeño episodio vivido por uno de los autores de este blog, en este caso el que suscribe (Armando): por un tiempo y por razones familiares, tuvimos que mudarnos el núcleo familiar a Rumania y que, debido a los estudios de los niños, nos vimos obligados a prolongar por un tiempo nuestra estancia en dicha nación y siendo el caso que yo no era rumano (obviamente), como sí lo era mi esposa y los dos hijos que aportó a nuestro matrimonio (Roxana y Gabriel).
La cuestión es que para esa época, Rumania estaba implicada en una situación parecida a la que ahora mismo atraviesa España con lo del rescate económico de la UE y lógicamente, también se vio obligada por dicho órgano de gobierno europeo, a una serie de brutales recortes en los distintos sistemas de ayudas sociales, como sanidad, pensiones, salarios de funcionarios, etc. y como contraprestación a la ayuda económica solicitada; lo que conllevó al aumento del paro y como derivada, una serie de huelgas que culminaron con unas nuevas elecciones generales en dicha nación y situación que era seguida con espectacular atención en toda Rumania y por supuesto, en el ámbito familiar en el que yo temporalmente estaba viviendo. Sin embargo y a pesar que mientras estuve en territorio rumano, yo estaba sujeto al cumplimiento de sus leyes generales y se me aplicaban los impuestos propios, por ejemplo, del cambio de moneda (yo recibí temporalmente mi pensión a través de un banco rumano), nunca nadie de mi entorno sugirió que yo debiera de envolverme, ni siquiera dando mi personal opinión, en los graves problemas por los que estaba atravesando Rumania, pues yo no era ciudadano de esa nación…… y en los que sí participaba mi esposa y resto de familia, como rumanos que eran.
En el caso que nos ocupa y por supuesto, ampliando un “pelín” los horizontes, estaríamos en las mismas: puesto que vivimos inmersos en esta sociedad globalizada, nos vemos obligados a ciertas cosas, como por ejemplo, a realizar un trabajo en ella para conseguir un salario con el que mantener nuestras necesidades y las de nuestra familia, a respetar las leyes de ámbito general, a pagar nuestros impuestos, etc. etc. etc. Pero por otra parte, sin nada que nos obligue por ley a envolvernos en sus problemas de gobierno, como participar de elecciones, en organizaciones sindicales o de otro signo, así como militar en partidos políticos o de cualquier otra cosa que en ese campo de la gobernabilidad del país en el que uno viva, a ustedes se les pudieran ocurrir…… y actitud esta, que estaría en línea con el hecho que no nos consideramos parte de este mundo y por lo cual no queremos participar de sus cosas, sino del que está por venir y actitud, que era la que nos quería dar a entender Jesús que teníamos que adoptar, por medio de sus palabras en los respectivos pasajes citados. Y en el bien entendido que dicha pasiva actitud, no es en todo caso, la que trae sobre nosotros el desagrado de nuestros convecinos (el mundo “los odiará” dijo Jesús, refiriéndose al citado desagrado), sino otra cosa y que nada tiene que ver con la actitud más bien neutral que adoptamos sobre las cosas de este mundo y que a la gente en general le importa un pimiento, como es la actitud totalmente activa que llevamos a cabo y la cual sí molesta “un poco” al personal.
Porque ¿qué es lo que caracteriza a las personas que creemos en Dios y en su propósito para con la humanidad y que es realmente lo que atrae sobre nosotros dicho desagrado popular, pues nos hace “molestos” a los oídos de ellos?...... pues el que solo nos interesa hablar de Él y su propósito para con nosotros y que nos lleva a plantearnos la vida de otra manera, eso es, otras metas, otras expectativas, otros proyectos, mientras que la gente de nuestro entorno justo desea lo contrario, eso es, que no les hablemos de Dios, pues cuando lo hacemos automáticamente se ponen en contraste las normas morales de Este, con las que el mundo en el que nos movemos observa y que han dado pie, a lo que se consideran como grandes “logros” propios de una sociedad avanzada. Y personas, las de nuestro entorno más inmediato, que se “resienten” pues perciben que con nuestra actitud de rechazo, ponemos en evidencia comportamientos deleznables de una sociedad totalmente alejada de Dios y que ellas sí aceptan (pues no se manifiestan públicamente de manera contraria) o como mínimo toleran…… o dicho de otra manera “hacen la vista gorda” por aquello ya mencionado de no ser “impopulares” entre sus conciudadanos y por lo que, en última instancia, acaban dirigiendo sus iras sobre “el mensajero” (u séase, nosotros), queriéndose olvidar de quién realmente es el Autor del mensaje en cuestión; pero veamos como resumió dicha idea, el apóstol Pedro:
“Porque basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales. 4 Porque no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, ellos están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes.” (1 Ped. 4:3-4).
Y es que cuando nosotros rechazamos, por ejemplo, el dar nuestra opinión favorable a leyes promulgadas por los gobiernos de turno, que defienden el aborto, o el “matrimonio” entre personas del mismo sexo e incluso regulando por ley dichas aberraciones, o aceptamos el adulterio, o la relación sexual generalizada entre personas jóvenes e inmaduras, por tanto fuera del ámbito del matrimonio y otros comportamientos que la mayoría del personal y como ya hemos dicho, acepta como grandes “logros” de corte progresista y propios de una sociedad “madura” y “avanzada”, lo que estamos haciendo es dejar de “obrar la voluntad de las naciones” y enfrentando con nuestra actitud correcta, a dichas personas a su verdadera posición con respecto de su Creador y que ya anuncia en distintas partes de Su Palabra, la Biblia…… que pasará cuentas con ellas a no tardar. Por lo que la sociedad “cristiana” y que es, de manera sorpresiva, en donde ocurren semejantes tropelías (tales atrocidades, por ejemplo, en la religión islámica no se conciben siquiera), se revuelve perpleja contra las personas que manteniendo dicho punto de vista, nos hemos apartado de ese derrotero que conduce al enfrentamiento irreversible con Dios y por lo que, como dice Pedro, “hablan injuriosamente” de nosotros, eso es, que no somos “bien vistos” entre ellos.
Pero sea que uno se lo crea o no, lo cierto es que se está acercando el momento en que cada ser humano se enfrentará a la decisión más trascendental de su vida, al verse ante la posibilidad de decantarse a favor de un súper gobierno mundial de corte humano y que en la Biblia se le identifica como una “bestia de siete cabezas y diez cuernos” (Rev. 13:1), pronto por aparecer en escena y que será la prefiguración del entero sistema de gobierno que el hombre ha ejercido siempre sobre la humanidad (Ecles. 8:9)…… o por el contrario, decantarse por el anunciado reino venidero de Dan. 2:44 y mediante el cual Jehová, restaurará la paz, la justicia y la felicidad sobre una tierra hoy muy alejada de tales perspectivas. En ese crucial momento, las personas serán “marcadas” según su decisión, los primeros con la “marca de la bestia” y siendo su destino la destrucción (Rev. 16:2), mientras que las que opten por declararse a favor del reino de Dios y en consecuencia no hayan recibido dicha marca, serán resguardadas de cualquier mal y recibirán el favor divino de ser guiadas hacia la vida eterna.
Y a diferencia de todas aquellas personas que hoy manifiestan que, de momento y puesto que estamos aún en este sistema de cosas, lo razonable es “templar gaitas” e ir capeando el temporal y cuando llegue la ocasión pertinente, tomar la acción apropiada a dicha circunstancias, no es esta la idea que se contempla en las palabras mencionadas por Jesús y que nos dicen algo muy diferente:
“Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.” (Juan 17:14).
Luego lo que queda clara es la distinción existente entre aquellas personas que formaban parte de ese mundo “que odiaba” a los que no pensaban y actuaban como ellos, con respecto de aquellas a las que se les exigía, como por ejemplo a los apóstoles de Jesús, que no fueran parte de un mundo obviamente opuesto a Dios (pues “odiaba” a sus siervos) y exigencia que por extensión, aplicaría a todos los seguidores de Jesús…… y lo cual nos incluye a nosotros hoy día. Y es que a diferencia de lo que quieran pensar esas personas que se manifiestan en el sentido mencionado en el párrafo anterior y que por supuesto, afirman “creer” en Dios ¡faltaría más!, no es posible mantener la amistad (o el reconocimiento social) con un mundo apartado de Dios, eso es, que nos vean como parte de ellos y por tanto, personas integradas en la sociedad actual…… y mantener al mismo tiempo “la amistad” o una buena relación con Dios, tal como ellas afirman tener; veamos cómo nos lo explica Sant. 4:4:
“Adúlteras ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo, está constituyéndose en enemigo de Dios.”
Palabras, por otra parte que no permiten interpretación alguna, sino que son taxativas; porque lo que la realidad nos muestra y si rascamos un poco en el fondo del asunto, es que esas personas que se manifiestan en el sentido mencionado y que, repetimos, afirman creer en Dios por encima de todo, lo que están haciendo al tratar de justificar su actitud y poniendo cualquier tipo de excusa o razonamiento absurdo (aunque para ellas suene muy lógico y hasta razonable), es exponer públicamente su altanería al poner por delante de la voluntad del Altísimo, su personal conveniencia de no ser “señaladas” por los demás (“odiados por el mundo”, según el pasaje bíblico). Y siendo esta la única razón que les impulsa en su actitud, pues no quieren ser diferentes a los demás, por miedo a ser “excluidos” de una sociedad apartada de Dios y en la que ellas viven muy bien (pues se sienten parte de algo), aunque ello equivalga a enemistarse con Dios y que dicho en plata, tal parece que les importe un “comino”…… a pesar de lo “muuucho” que dicen creer en Dios. Pero que en definitiva, no son más que personas que se ajustan a lo dicho por Pablo: tienen una “forma de devoción piadosa (afirman enfáticamente creer en Dios) pero son falsos a su poder” (2 Tim. 3:5)…… eso es, que no tiene ninguna repercusión positiva dicha supuesta creencia en el Altísimo en su forma de pensar y actuar, pues a pesar de su afirmación religiosa, continúan anteponiendo sus deseos y prioridades (el estar bien consideradas por sus conciudadanos), por encima de los mandatos de Dios…… porque Juan 17:14, en resumidas cuentas, no es más que un mandato, como así hay que considerar cualquier pequeña insinuación, por mínima que sea, que provenga de Jehová. Y es que siempre debe de estar la opinión del Altísimo, por encima de nuestros intereses personales…… lo contrario y como “decidieron” en su momento nuestros primeros padres, es rebelarse contra Él.
Y repetimos que si alguno de ustedes está interesado en averiguar lo que está envuelto en el “no ser parte” de este mundo ya desde este mismo momento, pues otra cosa significaría el oponerse frontalmente a Dios, no tiene más que dirigirse al archivo de este blog y acceder al artículo ya mencionado, publicado el 3 de Septiembre del año en curso, en donde encontrará toda la información necesaria y que ya cada uno, a partir de ese momento, tendrá que valorar personalmente y tomar la “decisión” más pertinente; y es que como pueden ver, todo es asunto de tomar decisiones…… por lo que esperamos y deseamos, que tomen la correcta.
MABEL
miércoles, 24 de octubre de 2012
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