¿Cuán realista es, en nuestros tiempos, el creer en Dios?
Es cierto que en el mundo en que vivimos, tecnológicamente tan desarrollado, la idea que persiste en un inmenso sector de llamada cristiandad es la de no creer que los gravísimos problemas en los que está envuelto el mundo en estos momentos, tendrán solución solo mediante una intervención directa de nuestro Creador; pues la mera proposición de dicha idea es considerada como una simple entelequia, propia de gente retrógrada y sin percepción de la realidad que las rodea, por tanto de ignorantes que no están “al día”…… y si no, coja usted una Biblia y váyase por ahí diciendo que esta es la que nos explica como Dios acabara con nuestros males y verá lo pronto que la mandan a hacer puñetas. Excusamos decir, lo que le puede ocurrir si toma tan noble decisión con aquellos que no reconocen las Escrituras como el libro inspirado que es por el Creador del Universo y lo que este contiene, Jehová Dios y que tachan a los que lo usan, como de “infieles”…… por lo general se suele recordar a esos esforzados como “mártires”.
Y de lo cual los autores de este blog (ex-TJ) tenemos mucha experiencia (por supuesto, no en el segundo supuesto mencionado), pues ambos tenemos más de treinta años de militancia en dicha organización y lo que ello implica en miles de horas de predicación en la calle Biblia en mano…… en fin, ya conocen la forma de llevar su “apostolado” por dichos señores. Pues bien, su ustedes nos pidieran que resumiéramos en una sola frase nuestra dilatada experiencia en la predicación de puerta en puerta, sería esta: “¡No me interesa!”…… y es cierto que algunas de las doctrinas de esa organización a la que nos referimos, la Watchtower, son y por decirlo suavemente, manifiestamente mejorables; pero esto es una cosa y otra muy distinta, que aquello de lo que no quiera hablar una persona, sea de Dios. Pues a aquella que sí le gusta hablar de Este y siempre teniendo la Biblia como referente, no le importa defender sus creencias, tanto si el que está enfrente es TJ, católico, protestante o lo que sea, pues el que en última instancia lo que prevalece es la opinión de Dios por medio de Su Palabra; por lo que habría que entender y como ya hemos señalado, que lo que se nos quería decir con ese “¡No me interesa!”, no era tanto que no querían hablar con nosotros por ser quién éramos, sino que lo que no querían esas personas a las que visitábamos era hablar de Dios, prescindiendo de quien fuera su interlocutor…… y si no, lo dicho: llame a cualquier puerta y díganles a los que están detrás de ella, que les viene a hablar de Dios y ya nos contará como le ha ido la cosa.
Ahora bien, si no es realista según esas personas, el pensar que Dios vaya a tomar acción para remediar el “zapitoste” que tenemos montado aquí abajo y que ya está adquiriendo tintes dramáticos ¿sería más realista el pensar que es el hombre el que puede poner remedio a un entuerto que el mismo ha provocado?¿Cuán realista es en todo caso y como suelen decir esas personas para justificar su posición, que las cosas aunque algo “achuchaillas”, se irán solventando por sí solas, pues en realidad estaríamos hablando de “ciclos” por los que siempre ha pasado la humanidad? ¿Es realista de verdad, el pensar que las cosas se arreglarán por si mismas, como afirman algunos miembros de las clases estratégicamente colocadas? Porque algo que sí es real, es el “tinglao” que tenemos montado en este valle de lágrimas y que precisa de rápida solución, pues está en juego a medio plazo (sino a corto y que es lo más seguro) la pervivencia de la humanidad como tal; por lo que vamos a considerar algunos de los potenciales peligros que nos acechan…… independientemente claro está, de otros peligros tan probables, como el que nos alcance una “chinita” de esas que errantes por el espacio, de cuando en cuando pasan “rozando el larguero” o que se monte “la mundial” con una guerra nuclear y que nos las pintamos solos para crear las condiciones idóneas para ello. Por lo que estaríamos en estos dos casos mencionados, hablando de algo que puede ocurrir…… o no; sin embargo, vamos a hablar ahora de tres problemas que sí van a ocurrir y que es algo “dudosillo” que se arreglen por sí mismos.
Porque es cierto, por ejemplo, que cíclicamente nuestro astro rey, el sol, ha tenido una fuerte actividad magnética y que actualmente conocemos como “tormentas magnéticas” que inciden fuertemente en la “magnetosfera” o campo magnético de la tierra y que es el que nos defiende de estos “ataques” y que por otra parte, se han producido desde que el mundo es mundo sin que siquiera fueran percibidos por el ser humano, como no fuera por el aumento y alcance de las bellas auroras boreales…… claro, eso mientras la humanidad en general se desenvolvía en un ambiente rural y sin dependencia alguna de la electricidad y la moderna tecnología. Ya cuando el hombre empezó a “jugar con fuego”, resulta que ya empezó a “quemarse”, pues en 1.859 el Sol y en uno de esos ciclos mencionados, dio un “estornudo” y nos mandó una andanada, eso es, lo que conocemos como una “tormenta electromagnética” y que se cargó en tan solo unos segundos el incipiente sistema de telégrafos existente en esos tiempos, quemando el cableado e incendiando algunas terminales en Europa y EEUU…… y porque eso es lo que había en esos momentos, pues la luces de las calles en las grandes ciudades para alumbrar la noche, aún era de gas; ahora bien ¿qué ocurriría en un mundo totalmente dependiente de la tecnología y esta a su vez, de la electricidad, si de nuevo se repitiera algo parecido y que todo indica volverá a ocurrir en este año 2.013 o principios del 14, a tenor de la actividad que se observa actualmente en el Sol, con el agravante que se prevé que dicha tormenta sería corregida y aumentada en comparación con la que ocurrió en 1.859?
Pues según los expertos en el tema y resumiéndolo al máximo, lo siguiente: todo aquello que se mueve con electricidad y en este momento es todo, quedaría instantáneamente “frito”, el mundo se quedaría a oscuras y sencillamente se pararía; desde satélites hasta el último surtidor de combustible quedarían inutilizados, pasando por la paralización de hospitales, ascensores, bombas de agua que la elevan hasta el último piso de esos inmensos bloques que son los rascacielos, aires acondicionados, calefacciones, sistemas de navegación aérea o marítima, desabastecimiento de los grandes supermercados por falta de transporte y todos los etc. que quieran ustedes añadirle a apartir de su fértil imaginación. Porque todo aquello que llevara un chip quedaría inutilizado: su ordenador, teléfono móvil, la centralita de su automóvil, etc. etc. etc.; en definitiva, que retrocederíamos en el tiempo a la sociedad rural de la edad media, pero con el “pequeño” detalle que no estamos preparados para ello y lo que significaría la práctica extinción de la humanidad como especie…… ¡y solo porque el Sol habría hecho, lo que ha hecho por miles de millones de años! Por lo que queda claro, que el que con su falta de previsión se ha colocado en mitad de la vía del tren, cuando viene lanzado un convoy a toda “pastilla”, ha sido el hombre al crear esa total dependencia de los sistemas electrónicos (avisado como estaba) y de los que, repetimos, somos totalmente dependientes en nuestro día a día…… pero veamos otra.
El hombre y en su necesidad de proveer la energía suficiente para su voraz desarrollo industrial, ideo lo de las centrales nucleares y que posteriormente extendió a su industria militar (buques de superficie y submarinos movidos por energía nuclear, así como ojivas nucleares) y olvidándose de un pequeño “asuntillo”: que eso, la energía nuclear, genera residuos contaminantes que hay que depositar en algún sitio y residuos que son letales para la vida (radiación nuclear). Ya ni hablemos, en caso de accidente como el ocurrido en 1.979 en la central de Three Mile Island, en Harrisburg, Pensilvania, en donde miles de habitantes fueron evacuados ante la nube radiactiva que se formó, en una franja de unos treinta kilómetros cuadrados.
O el que en 1.986 ocurrió en Chernóbil (Ucrania), en donde la explosión de un reactor causó el mayor accidente nuclear de la historia, pues fueron arrojadas a la atmósfera unas 200 toneladas de material fisible con una radiactividad equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas, como la que fue lanzada sobre Hiroshima. Posteriormente y según los expertos ucranianos, dicho accidente se cobró la vida de más de 100.000 personas en Ucrania, Rusia y Bielorrusia (los países más afectados por la catástrofe), cifra que organizaciones ecologistas, como “Greenpeace”, elevan hasta 200.000…… y que sus efectos aún perduran y perdurarán por generaciones futuras, en la forma de malformaciones genéticas.
Igual se podría decir de lo ocurrido en la Central nuclear Fukushima I (Japón) el 11 de marzo de 2011 y que originó una serie de incidentes en cadena, tales como las explosiones en los edificios que albergan los reactores nucleares, fallos en los sistemas de refrigeración, triple fusión del núcleo y brutal liberación de radiación al exterior y directa consecuencia de los desperfectos ocasionados por el brutal terremoto y posterior tsunami que devastó la parte oriental de Japón..... y cuyos efectos negativos, no solo persisten, sino que aumentan con el paso del tiempo, tanto en gravedad como en radio de acción. Pero claro, ese material residual de la energía atómica y que se mantiene activo por miles de años, bien hay que colocarlo en algún sitio y para lo que se han usado distintos sistemas: desde minas subterráneas abandonadas, a hundirlos en barriles forrados de hormigón en las profundidades de los océanos, o en algunos casos en silos construidos a propósito…… y algo que ya está causando graves problemas, es que estos depósitos en tierra de residuos radioactivos están colapsados, ya dejando aparte el hecho de que los recipientes que los contienen son de materiales que se degradan mucho más rápido que el producto altamente tóxico que contienen y por lo que un día u otro, todos esos miles de barriles lanzados al mar o colocados en antiguas minas abandonadas en las entrañas de la tierra, se romperán soltando toda esa letal carga tanto en la tierra, como en el mar, así como en la atmosfera…… y entonces ¿qué pasará con las personas que vivan en esos momentos? Pero para que no decaiga la fiesta, tenemos otro fenómeno que muchos pasan por alto y de más corto plazo, que más pronto que tarde nos va a poner las “peras al cuarto”: la expansión demográfica.
Porque la realidad es que vivimos en un planeta con un espacio habitable limitado, con unos recursos limitados y cada día que pasa somos más personas que dependemos de ellos, pues el número de habitantes en la tierra crece a un ritmo desmesurado; por ejemplo: si a comienzos del siglo XX, sobre 1.913 más o menos, estaríamos sobre los 1.800 millones de habitantes, actualmente en 2.013 somos más de 7.084 millones, lo que significa que mientras para alcanzar la cifra de población de 1.800 millones en 1.913, se precisaron más de 4.000 años (mal contados y desde los días de Noé), en tan solo 100 años casi hemos cuadruplicado dicha cifra…… y con el agravante que se calcula que de seguir con esta progresión, para 2.050/60 habremos alcanzado los 9.000 millones de personas.
Ello implica más espacio para la vivienda y en consecuencia menos suelo para el cultivo de alimentos, cuando paradójicamente se necesitaría mucho más para abastecer de ellos a tant0 personal y contrasentido este, que aumenta a pasos agigantados; por otro lado, más necesidad de recursos materiales para atender la demanda de tanto gente y que se traduce en más consumo de energía, bien sea fósil (petróleo), nuclear (y con los problemas que hemos señalado), más industrias y todo ello con los efectos contaminantes que resultan en una alteración de los ecosistemas naturales, en fin ¡todas esas cosas que se pueden imaginar ustedes, si medianamente están puestos en el tema!...... luego ¿creen los más optimistas, que será el hombre el que puede solventar en todos los órdenes, una situación que se le ha escapado ya de la manos y que necesita de una pronta solución, sino no queremos desaparecer como especie? Porque la realidad es que nos enfrentamos a tres bombas de tiempo que más pronto que tarde nos van a estallar en plenas narices…… y puesto que el más elemental sentido de la lógica nos dice que no le es posible al hombre, el arreglar aquello que no ha sabido mantener, no tenemos más remedio que aceptar que sin la intervención directa del Creador de todas las cosas (y que el “espabilao” del hombre ha puesto patas arriba, pues ha estropeado todo aquello en que ha metido mano), no es posible el salir del follón en el que nos hemos metido.
La Biblia por otra parte, no es parca en cuanto a identificar las causas del “maremágnum” en el que estamos inmersos hasta las “cachas” y a la verdadera razón detrás de ello:
“Más sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.” (2 Tim. 3:1-5).
Luego según leemos en dicho pasaje, la razón por la que estaríamos viviendo tiempos tan “críticos y difíciles de manejar”, es porque “los hombres” serían de determinada condición, de la cual derivarían los nefastos resultados que acompañan a nuestra generación. Ahora bien, lo que está claro entonces, es que con esos “mimbres no se puede hacer el cesto” eso es, que le es imposible al hombre poner coto al asunto de manera satisfactoria…… y ello, mal les pese a algunos, nos lleva a dirigir nuestra atención a las Escrituras y en donde nuestro Creador nos explica, no solo la razón de porqué estamos como estamos, sino lo que se propone hacer en auxilio de su creación humana:
“Pero las naciones se airaron y vino tu propia ira y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.” (Rev. 11:18).
Y que estamos ya en “el tiempo señalado” para que Jehová Dios tome cartas en el asunto, queda perfectamente establecido, solo con ver lo cerca que está el hombre de “arruinar”, o sea, de destruir el planeta en su disparatada deriva…… ¿o que creen esos realistas que confían en el hombre para que “arregle” el mundo y por citar un caso de máxima actualidad, que puede ocurrir si a algún descerebrado de Corea del Norte se le ocurre continuar en sus bravuconadas y le manda un misil como regalo de Pascua a una ciudad norteamericana, o dependencia militar de EEUU en el pacífico? Recordemos que todos los países de ese entorno y que podrían intervenir en el asunto, tomando partido por uno u otro contendiente, tienen amplios arsenales nucleares y lo que podría derivar en una conflagración nuclear a nivel mundial; y si ello fuera así, la destrucción del planeta como lugar habitable estaría más que asegurada…… de hecho, si semejante situación aún no se ha producido, es por la plena convicción que tienen los gobiernos que poseen armas nucleares o de destrucción masiva, que de producirse un enfrentamiento de alcance mundial, no habría ni vencedores ni vencido: sencillamente todos seríamos reducidos a cenizas. Lo que nos lleva a aquellos que esperamos en la promesa que Dios nos da, por medio de Su Palabra, la Biblia, a confiar en que Este no permitirá que las cosa lleguen al extremo de que el hombre se auto destruya y borre la vida de sobre el planeta.
Por otra parte y prescindiendo de lo mencionado, en las Escrituras se nos dan diversas profecías, que a modo de señales identifican nuestros tiempos, como aquellos en que se tomaría acción directa sobre la humanidad, por parte del Creador de la misma…… y hay una de ellas que por su peculiaridad nos llama mucho la atención, pues se está cumpliendo antes nuestra mismas narices y que nos muestra, sin lugar a duda alguna, que dicho momento lo tenemos ya encima:
“La declaración formal contra Damasco: “¡Miren! Damasco quitada de ser ciudad y ha llegado a ser un montón, una ruina pútrida.” (Isa. 17:1).
Que esta profecía apunta directamente a los tiempos actuales, lo demuestra el hecho de que jamás se ha cumplido, pues la ciudad de Damasco y capital de la República Árabe Siria, es la ciudad continuamente habitada más antigua del mundo, eso es, que nunca pasó por lo que dicen esas palabras de Isaías…… es la única ciudad de las que aparecen en la Biblia que nunca ha sido total o parcialmente destruida. Sin embargo, eso es lo que está sucediendo ahora ante los ojos de la humanidad, porque ¿en qué condiciones de habitabilidad está actualmente dicha capital? Porque bíblicamente el término ciudad tiene la connotación de seguridad personal para sus habitantes; no obstante, lo que vemos actualmente en sus calles, solo es ruina, desolación, cadáveres por todos lados, sin agua, sin luz, sin gas, etc., eso es, la desolación total; prescindiendo, eso sí, de que el cumplimiento de la profecía implicara su total destrucción y lo que se puede conseguir con una ojiva nuclear de efectos reducidos, lo que la dejaría igual que Hiroshima después de la bomba atómica y acto que quizás se pueda llevar a cabo a no tardar, para cortar radicalmente con un conflicto que se va enquistando progresivamente y que acabará por implicar directamente a los países vecinos…… pero en todo caso, algo muy cercano en el tiempo, por cómo se están desarrollando los acontecimientos.
Ahora bien, estando las cosas así, uno podría ceder al temor y pensar que bien sea por “h” o por “b”, realmente lo que se nos viene encima es para ponerse a temblar…… sin embargo y en una muestra de que no hay porque temer nada y que estamos en el momento en que nuestro Creador va a tomar acción e intervenir en las cosas de la tierra, tenemos la siguientes palabras de Jesús:
“Pero al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se acerca.” (Luc. 21:28).
Luego en lugar de ceder al temor y a la desesperación y teniendo en cuenta que las cosas no están “comenzando” a suceder, sino que más bien hace tiempo que empezaron a suceder y que ya no se puede aguantar por mucho tiempo la situación de las mismas, más convencidos tendríamos que estar de que la intervención divina en las asuntos de la humanidad, para una total restauración está al caer y que es la única opción posible y por tanto, la más realista; veamos que nos dijo el apóstol Pedro en su momento:
“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21).
No obstante y ante el negro panorama quetenemos por delante, la cuestión podría ser si esos “tiempos” señalados, no llegarán tarde ya para evitar la debacle mundial, pues siempre hay que tener en cuenta el factor humano y que no nos libra de que algún descerebrado pulse el “botón” que no debe y se entre en un punto sin retorno…… pero hemos dicho hace un momento, que Jehová no permitirá que eso suceda, pues antes de que el hombre arruine la tierra, el destruirá a aquellos que lo intenten (Rev. 11:18). Por lo que una destrucción en masa de la humanidad no se puede producir, como causa directa de alguna de las posibilidades existentes que hemos barajado, porque en la profecía de Daniel se nos marca la ruta de los acontecimientos a producirse en cuanto inicie la profética semana 70 y nada se nos indica en ella, que nos permita pensar en tal posibilidad; no obstante y para más información sobre el tema, pueden acudir a nuestro artículo del 07/02/12 “La Biblia…… y el año 2012”.
Y allí leerán que dicha semana se abre con la aparición del personaje “anticristo”, que confirma un plan de paz entre las naciones y lo que da inicio a tres años y medio de cierta tranquilidad…… cierto es que no sabemos si eso se producirá después de algún conflicto bélico (en todo caso de ámbito local) o antes de que este se produzca y que sería lo razonable; pero que en todo caso, repetimos, nada indica en esa profecía de Daniel que la humanidad en su conjunto haya sufrido percance grave alguno. Espacio de tiempo el mencionado que será usado para llevar a cabo la predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 (Rev. 11:3); una vez finalizada esta, es cuando se abre la caja de los truenos e inicia la “gran tribulación” por los restantes tres años y medio que faltan para completar dicha profética semana y que dará paso, ya al reino de Dios anunciado. Y detalles de cómo se producirá todo ello, que los tienen en nuestro artículo “¿Qué ocurrirá con nosotros, en la ya cercana “Gran Tribulación”?” del 08/11/12.
Todo considerado, queridos lectores, lo verdaderamente realista en este mundo sumido en la más espantosa de las confusiones y lo que le lleva directo a la autodestrucción, es el confiar en que nuestro Creador nos librará de esa pesadilla, pues Este fue el que dijo lo siguiente:
“Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios verdadero, el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: “Yo soy Jehová y no hay ningún otro. 19 En un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la descendencia de Jacob: “Búsquenme sencillamente para nada”. Yo soy Jehová, que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto.” (Isa. 45:18-19).
Se nos podría decir más alto ¡pero más claro, no!
MABEL
domingo, 31 de marzo de 2013
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