miércoles, 31 de julio de 2013
"Cuando los hombres estén diciendo: ¡Paz y seguridad!"...... ¿qué ocurrirá entonces?
Estas palabras que encontramos en el pasaje de 1 Tes. 5:2-3, son entendidas por muchos como una referencia directa al tan traído y llevado acuerdo de paz entre palestinos e israelís, el cual inició en lo que se conoce como los acuerdos de Camp David y que fueron firmados por el presidente egipcio, Sr. Anwar el-Sadat y el primer ministro israelí, Sr. Menachem Begin el 17 de septiembre de 1978, tras doce días de negociaciones secretas con la mediación del presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter y mediante los cuales, Egipto e Israel, firmaron la paz en los conflictos territoriales entre ambos países. Pero aunque el Sr. Jimmy Carter había iniciado contactos directos entre los dirigentes de Egipto, Siria, Jordania e Israel para impulsar un proceso de paz que pusiera término a los enfrentamientos fronterizos entre Israel y sus vecinos árabes, lo que realmente subyacía en el fondo de la cuestión (de ahí que junto a delegados de esas naciones mencionadas, hubiera también numerosos representantes palestinos), era la resolución del problema palestino y que perdura hasta nuestros días, pues en el mismo estaba envuelta la división de Jerusalén en dos mitades (recordemos que en 1.967 fue reconquistada por los israelitas y desde entonces ha permanecido bajo la soberanía de Israel), pues en la parte oriental de la ciudad, identificada habitualmente como Jerusalén Este o Jerusalén Oriental y que incluye la Ciudad Vieja, es donde el emergente Estado Palestino pretende establecer su capital y lo cual complicaba las cosas y de momento sigue complicándolas, pues en principio el estado de Israel considera totalmente inaceptable dicha condición. Hasta tal grado era (y es) complicado dicho asunto, que 35 años nos contemplan desde esos inicios, plagados de numerosos intentos de negociación para alcanzar una paz estable entre representantes de ambas partes y sin fruto alguno (al menos duradero), mientras que el tema y de ser en un principio un conflicto meramente regional, ya ha adquirido dimensiones de importancia y alcance mundiales; de hecho y en previsión de cómo se desarrolle la situación, las naciones más poderosas del mundo tienen parte de sus flotas navales patrullando por la zona y cumpliéndose con ello, la siguiente profecía:
“Y en aquel día (eso es, en nuestros días) tiene que ocurrir que haré de Jerusalén una piedra pesada (o una carga pesada) para todos los pueblos. Todos los que la alcen, sin falta se conseguirán severos rasguños; y contra ella todas las naciones de la tierra ciertamente serán recogidas.” (Zac. 12:3). (Acotaciones nuestras).
Y es que un acuerdo político entre israelís y los palestinos supondría actualmente una situación de contrapeso en un Oriente Medio actualmente inestable por lo que está ocurriendo en Siria y Egipto. Una paz israelí-palestina, implicaría no solo la normalización de las relaciones entre Israel y los países árabes (gracias a la iniciativa árabe del 2.002), sino también las de Israel con los países musulmanes, según lo establecido en su momento en la conferencia de países musulmanes (Organización para la Cooperación Islámica). El intercambio de territorios sobre la base de las líneas fronterizas de 1.967, permitiría que Israel se anexionase los barrios judíos de Jerusalén Este y los asentamientos más próximos a la antigua frontera, de tal suerte que la mayoría de los israelíes residentes al otro lado de la línea de “alto el fuego”, vivirían por primera vez bajo una soberanía reconocida actualmente. Los palestinos necesitan independencia, mientras que los israelís necesitan fronteras para asegurar una mayoría judía en su Estado, al tiempo que los europeos y resto de la comunidad internacional verían con buenos ojos cualquier acuerdo firmado entre las dos partes y por lo que la cuestión no es tanto si lo firmarán, sino el cuándo lo harán, pues el mismo conviene a todos. Establecida dicha premisa y en un intento de averiguar qué es realmente lo que debemos de esperar aquellos que confiamos en los planes del Altísimo, veamos de qué nos habla ese pasaje de 1 Tes. 5:2-3:
“Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. 3 Cuando los hombres estén diciendo: “¡Paz y seguridad!”, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta…… y no escaparán de ninguna manera.”
Pero lo primero que notamos, es que inmediatamente después de la exclamación de ¡Paz y seguridad! mencionada, sobreviene una destrucción repentina y algo que no cuadra con lo que nos dice Dan. 9:27 en referencia a la 70 semana profética y que da paso a los últimos 7 años del mundo como lo conocemos, que efectivamente da inicio con un tratado de paz o pacto de no agresión:
“Y él (el “anticristo”) tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana (de años); y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.” (Acotaciones nuestras).
Entonces lo que vemos es que el pacto establecido “entre los muchos” y del que, lógicamente, se hará pública ostentación, es seguido inmediatamente por una destrucción de la que no se nos habla en la profecía de Daniel, pues lo que se nos habla en ella es de que el pacto es roto a la “mitad” de la semana (o tres años y medio) y por lo que aún tenemos tres años y medio más…… luego habría que descartar la inmediatez de la destrucción anunciada, a partir de que se anuncie a bombo y platillo la firma del tratado mencionado. Por lo que nos encontramos y por decirlo de alguna manera, ante la duda de cuál será esa la declaración de “¡Paz y seguridad!” que necesitamos para que nos instale correctamente en la corriente del tiempo y sepamos qué es lo que tenemos que esperar, para empezar a respirar con alivio. Y tal parece que no es el suceso relatado en 1 Tes. 5:2-3 el que aplique en este caso, pues este se produce cuando a la mitad de la semana 70 mencionada, el “anticristo” toma medidas “drásticas” y acción que se nos cuenta de la siguiente manera:
“Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba. 10 Y los que moran en la tierra se regocijan sobre ellos y gozan y se enviarán regalos los unos a los otros, porque estos dos profetas atormentaron a los que moran en la tierra.” (Rev. 11:7-10).
Luego lo que se nos está diciendo, es que al término de los tres años y medio primeros, el “anticristo” rompe la tregua o pacto establecido y asesina a ese “pequeño resto” por aparecer y prefigurado en Rev. 11:3 por los “dos testigos”, que con su predicación a “atormentado” a los que moran en la tierra, lo cual genera un gran alborozo entre las naciones y sus dirigentes, que se mandan regalos entre ellos, pues al fin se han librado (o eso creen ellos) de tan incordiantes mensajeros y lo que lleva a la falsa exclamación de ¡Paz y seguridad!, pues ya nadie hay que perturbe sus proyectos o planes apartados de Dios…… pero esto es lo que ocurre inmediatamente:
“Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron. 13 Y en aquella hora ocurrió un gran terremoto y la décima parte de la ciudad cayó; y siete mil personas fueron muertas por el terremoto y los demás se atemorizaron y dieron gloria al Dios del cielo.” (v. 11-13).
Lo cual no quiere decir que se arrepintieran de sus actos, sino que al igual que el Faraón de Egipto en su momento, reconocieron la procedencia de los castigos por venir; pero yendo a lo que íbamos, no es este el evento que tenemos que esperar, pues cuando se produzca el mismo, por una parte, ya estaremos los que amamos de Jehová y confiamos en sus propósitos, a buen recaudo o protegidos de todas las cosas por las que va a pasar la humanidad desobediente, como con toda claridad se nos dice en Isa. 26:20-21, o Sof. 2:3 y fundamentalmente en el Salmo 91…… y algo sobre lo que pueden leer, en nuestro artículo “¿Qué ocurrirá con nosotros, en la ya cercana “gran tribulación”?” (08/11/12) y en el que les citamos otros artículos de referencia, que contribuyen a ampliar la perspectiva del lector sobre el tema que nos ocupa; y por otra parte, ese suceso ocurre a la mitad de la semana 70 mencionada y a nosotros lo que nos interesa conocer, es cuándo se inicia la misma. Pero dicho lo cual y si el mencionado no es elpunto de referencia que nos coloque en el lugar apropiado dentro de la corriente del tiempo, para saber cuánto nos queda para el ansiado momento de nuestra liberación (Luc. 21:28) ¿cuál es, entonces, ese referente al que tenemos que dirigir nuestra atención y que nos marcará el inicio de esa profética semana 70?
Pues a nuestro entender, a ese pacto por celebrar entre israelís y palestinos, por algunas razones de pura lógica: uno de los firmantes proféticos es Israel y este es el caso según la profecía y por otra parte, el detonante e inicio de los últimos siete años del mundo como lo conocemos actualmente, según Dan. 9:27, tiene que ver con la firma de un pacto o tratado de paz y que es el asunto que se está cociendo; y si bien es cierto que en todo el mundo se han firmado miles de pactos de paz, no es menos cierto que ninguno ha sido tan perseguido, deseado y ha adquirido tanta relevancia entre la naciones más poderosas del mundo, como el que implica a Israel con sus vecinos árabes…… y dado que Israel es el reloj profético del Altísimo, tal parece que no vamos muy desencaminados si decimos que nos encontramos ante el momento decisivo que cambiará la historia de la humanidad: la firma de un tratado de paz y que tiene que ser validado por un poderoso personaje que tenga la aceptación o el reconocimiento de ambas partes y al que bíblicamente se le conoce como el “anticristo”. A partir de ahí, dicha semana profética que se dividirá en tres años y medio de predicación (Rev. 11:3) y a continuación, los tres años y medio restantes que tienen que ver con la “gran tribulación” y de la que los leales a Jehová se librarán, que finalizando con la batalla de Armagedón, nos introducirá ya en la “nueva tierra” o sociedad limpia y adoradora de Jehová , bajo unos “nuevos cielos” o nuevo gobierno teocrático, encabezado por Jesucristo y período de tiempo en el que contemplaremos las cosas más maravillosas que jamás haya contemplado ser humano alguno: entre otras cosas, la inmediata restauración física del ser humano y su entorno medioambiental, o la ausencia de la muerte, o la paz completa en la tierra y lo que incluirá la relación del hombre con los animales y ya como máximo exponente de la Grandiosidad de nuestro Creador, la resurrección de los muertos…… todo ello, dentro del período milenario o reino de Dios, como no puede ser de otra manera.
Eso es a grandes rasgos lo que nosotros opinamos del tema y que de no estar equivocados, queridos amigos que nos leen, habría que seguir con interés el día a día de esas negociaciones que ya han empezado y según se desarrollen las mismas, empezar a prepararnos para asumir las tareas que se nos encomienden, por parte de ese “resto ungido” por aparecer y como hemos dicho, prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3, que básicamente tendrán que ver con el participar activamente en la gran predicación de Mat. 24:14 y apoyados directamente por el espíritu santo de Jehová...... a menos, eso sí, que desde este blog no entendamos con la corrección debida el alcance del segundo y definitivo cumplimiento de la profecía de Joel:
“Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu.” (Joel 2:28-29).
En todo caso, repetimos, una simple especulación de los autores de este blog y siempre en función de cómo parecen apuntar el desarrollo de los acontecimientos con los que nos desayunamos todos los días…… ya a partir de ahí, que cada uno saque sus propias conclusiones y actúe como crea más conveniente.
MABEL
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domingo, 28 de julio de 2013
El "teólogo" Apoligista Mario Olcese...... y el "milenio" o reino de Dios.
Pero antes de pasar a explicarles la nueva “genialidad” de dicho caballero y que es obvio, repetimos, que no sabe ni por dónde le sopla el aire en asuntos de la Biblia y siempre según se deduce de sus extraños y erráticos planteamientos, les haremos un pequeño resumen de algunas de las cuestiones que aún tiene pendientes de aclararnos, porque veamos: ese señor continúa “enseñando” entre otros disparates parecidos, que los Abraham, David, Moisés, Noé, Isaac, Jacob, Daniel, etc. etc. etc., también reinarán en el gobierno milenario al lado de Jesucristo, en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… pero continúa sin aclararnos el significado de Sal. 45:16 y que a nuestro entender, dice totalmente lo contrario y del que un día se comprometió a hacernos “un análisis exhaustivo”, pues según la opinión que el Sr. Olcese mantiene, dicho pasaje no desmiente en absoluto el que esos personajes puedan reinar en un futuro junto a Cristo; y pasaje en el que leemos lo siguiente:
“En lugar de tus antepasados (o “padres” según versiones) llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.” (Acotación nuestra).
Y planteamiento que a nuestro entender sí desmiente la enseñanza de dicho caballero, pues si con respecto de Jesús, esos antepasados o padres pasan a convertirse en sus “hijos” que no en sus “hermanos”, es evidente que esos personajes no llegan a adquirir la condición de Hijos adoptivos de Dios (de lo contrario serían reconocidos como hermanos de Cristo) y por lo que no pueden heredar el reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes. Por lo tanto, el Sr. Olcese y antes de continuar con esa majadería, tendría que aclarar el sentido correcto de ese pasaje mencionado y cuestión que le planteamos hace ya mucho tiempo, sin que hasta el momento haya dicho esta boca es mía…… como no sea para contradecirse a sí mismo y como demostramos en nuestro artículo del 09/05/13, en donde bajo el título “¡Y el Sr. “Ingeniero” continúa mintiendo…… y haciendo el ridículo, claro!”, aprovechábamos su afirmación en el sentido que las mujeres no pueden participar en el gobierno de reino de Dios (lo cual es cierto), para desarrollar la idea hasta su máximo exponente y llegar a demostrarle que de ser cierta su afirmación (y lo es), los citados personajes del AT tampoco pueden hacerlo. Y nos permitimos sugerirles que lean dicho artículo y siempre en el bien entendido que no lo hayan hecho ya, pues el razonamiento presentado en el mismo es la evidente constatación de que cuando se analiza cualquier porción del texto sagrado hasta sus últimas consecuencias, siempre desde la lógica y sentido común más racionales, se pueden sacar los más insospechados argumentos y al grado que son totalmente irrebatibles; pero veamos más.
También se ratifica ese “ingeniero de la teología”, en el hecho de que no serán solo 144.000 los miembros que conformarán el venidero gobierno del reino de Dios, pues según nos afirma en algunos de sus videos que tratan sobre el tema, si bien esto es algo que se “podría deducir” del texto escritural, lo cierto es que la literalidad de tal expresión no aparece en ningún lugar de las Escrituras, por lo que ello no puede ser así…… claro, cuando un teólogo de la “talla” del Sr. Olcese razona de esta manera, poco más se puede rascar para hacerle entrar en razón. Y es que a modo de ejemplo, podríamos señalar que no hace falta que en las Escrituras se nos advierta “literalmente” de lo incorrecto de tirar nuestra basura en el patio del vecino, para saber que esto es algo que no se debe de hacer; porque cuando uno capta el principio contenido en la llamada la regla áurea de “hacer a los demás, lo que desearías que los demás te hicieran a ti”, queda claro que dicha acción es incorrecta, pues a nadie se le ocurre desear que el vecino le tire la porquería en su patio trasero…… en todo caso y volviendo a donde estábamos, dicho caballero sigue sin responder a nuestra objeción en el sentido de que lo literal de esa cantidad, es precisamente lo que se nos señala en Rev. 14:1, a la luz del Sal. 2:5-6:
Rev. 14:1: “Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión (ya como rey) y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Acotación nuestra).
Sal. 2:5-6: “En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña.”
Por lo que a nosotros se nos ocurre pensar, que una actitud coherente en una persona medio “normalita” sería que antes de insistir en esta enseñanza (o en cualquiera de las que le tenemos objetadas), aclarara ese extremo y en el bien entendido de que mientras no lo haga, queda inhabilitado para proferir opinión sobre tema bíblico alguno, pues queda claramente demostrado que no está capacitado para ello…… porque si como “teólogo” que afirma ser, es incapaz de responder a estas simples objeciones que le planteamos desde este blog ¡apaga y vámonos, que diría el castizo! Como de igual manera queda incapacitado, no ya tanto en su condición de supuesto teólogo (que también), sino como de persona con una total carencia de sentido común para razonar con lógica sobre las cosas que se le plantean, por el hecho de que continúe afirmando (y que ya es de aurora boreal) que la “gran muchedumbre”, eso es, los sobrevivientes de la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) también reinarán con Cristo en el gobierno del reino, cuando solo pueden hacer esto y a tenor del texto sagrado, aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre otros) la muerte segunda no tiene autoridad (lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).
Y claro, nuestra objeción va en el sentido de que dado que estamos hablando de sobrevivientes, luego de personas que no han muerto sino que pasan con vida al reino de Dios, obviamente estas no pueden participar de resurrección alguna y mucho menos de la “primera”, que es la que da la inmortalidad y el derecho de uno para fungir como rey y sacerdote en el reino de Dios…… por lo que si la Biblia no nos miente, es de todo punto imposible que esas personas que sobreviven a la “gran tribulación”, puedan ejercer de reyes al lado de Jesucristo. Y este razonamiento que entiende cualquier tonto de pueblo, es incapaz de ser asimilado por ese “genio de la teología” y que cuya única defensa ante muestra objeción, entendemos que para vergüenza suya, es dar la callada por respuesta; pero dicho lo cual y retomando el tema que nos ha impulsado a redactar este escrito, nos encontramos ahora con que nos publica un nuevo video criticando a los TJ, bajo el título “¿Perfección en el reino de Cristo? ¡Pero sí Isaías 65:20 dice lo contrario, señores del Esclavo!” (13/07/13) y que a modo de entradilla del mismo, nos menciona lo siguiente:
“En la revista La Atalaya del 1 de Setiembre del 2013, pág. 6 los Testigos de Jehová citan Apo. 21:3,4 para sostener que en el milenio, durante el gobierno de Cristo, se gozará de perfección y que no habrá dolor, sufrimiento, ni cosas malas, porque habrán quedado en el pasado.”
Queda claro entonces, que dicho “teólogo” no comparte el planteamiento de los TJ, como se demuestra palmariamente en el transcurso de su exposición…… excusamos decir, que de nuevo los TJ tienen razón en el sentido de que las cosas son así como las presentan y el Sr. Olcese, como siempre, está completamente equivocado y demostrando una vez más ser un completo ignorante, al menos en cuanto a temas bíblicos se refiere. Y si entramos en este debate, no es solo por llevarle la contraria, sino porque en algunos de nuestros últimos artículos hemos defendido dicha postura, no porque la sostengan los TJ, sino porque nosotros también entendemos que así es el asunto…… y como somos un poco malpensados (¡cosas de la edad, ya saben ustedes!), nos barruntamos que con ese video, más que responder a esos señores, lo que está haciendo ese caballero es de forma indirecta el rebatir nuestras argumentaciones en tales artículos. Porque, el que el Sr. Olcese se meta con esos señores ¡pues ni tan mal!, allá ellos y que con su pan se lo coman ambas partes…… pero que se meta con nosotros (aunque sea indirectamente) e intente desvirtuar cualquiera de nuestros planteamientos, un indocumentado de esa categoría que nunca ha sido capaz de alcanzar a responder de manera consistente y ajustada a la verdad a ninguno de nuestros razonamientos, pues como diría el castizo “ni él podría subir tan alto, ni nosotros caer tan bajo”. En todo caso y por si “las moscas”, nuestra intención es la de defender la veracidad de nuestras afirmaciones, ante cualquiera que directa o indirectamente las ponga en entredicho y de ahí que salgamos al trapo del planteamiento que presenta dicho caballero, en el video mencionado; señalado lo cual, vamos a ver cómo se “luce” el personaje con sus afirmaciones en esa grabación, eso sí, resumiéndolas al máximo, habida cuenta que ustedes pueden visionar el mismo en la página de YouTube de dicho autor, si así lo consideran oportuno.
Y es que en esencia, lo que nos viene a decir el Sr. Olcese es que los TJ están equivocados al afirmar que durante el milenio o reino de Dios instaurado en la tierra, se gozará de perfección y que cosas como el dolor, la lágrimas, el sufrimiento por causa alguna habrán desaparecido e incluso la muerte, resultante del pecado heredado ya no existirá y afirmación para la cual, los TJ se apoyan en Rev. 21:3-4; veamos pues, que nos dice el citado pasaje:
“Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado”.”
Es obvio que estas palabras en sí mismas no pueden ser más claras y que cuando se hagan realidad, ni el dolor, ni los lamentos causados por nuestra imperfección, ni siquiera la muerte existirán, pues como bien leemos “las cosas anteriores” serán cosas del pasado, eso es, que todo lo que estamos acostumbrados a ver y padecer, será olvidado porque ya no existirá (Isa. 65:17); ahora bien ¿cómo puede ser y si estas palabras son tan claras y entendibles, que el Sr. Olcese niegue la mayor y nos diga que durante el milenio, continuarán existiendo la imperfección, el pecado y la muerte? Pues sencillamente por un asunto de pura perspectiva: el citado caballero y en un nuevo ejercicio de incapacidad intelectual a los que nos tiene acostumbrados, coloca el cumplimiento de dichas palabras para después del período de mil años de gobierno teocrático (minuto 8’20 de grabación), eso es, que para el fin del reinado milenario de Jesucristo, es cuando coloca dicho caballero la aparición de los “nuevos cielos y una nueva tierra” del versículo 1 del capítulo mencionado y con ello, lógicamente, todo lo que le sigue a continuación:
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado y el mar ya no existe.” (Rev. 21:1).
Claro, cuando una persona habla de aquello que no sabe, por muy “teólogo” que afirme ser, se cometen estos errores; es más, cuando a uno ya se le ha explicado la cuestión y ni siquiera se ha dignado a considerar la objeción recibida y mucho menos responder a la misma, es cuando ocurren estas cosas. Porque resulta que ya en su momento y en un intercambio de artículos en el que nos vimos envueltos con dicho personaje, ya explicábamos el significado de este pasaje mencionado, en nuestro artículo “El misterio del “gran trono blanco” ¿antes...... o después del milenio?” (29/01/12) y sin que el susodicho, hiciera la menor observación a nuestro planteamiento. Sin embargo, nos permitimos aseverar que estamos ante algo más complejo por parte de ese caballero que el no conocer determinados conceptos bíblicos, como pudiera ser el ignorar el significado bíblico de las expresiones “nuevos cielos” o “nueva tierra” y es que la cosa ya tendría que ver, con la más absoluta carencia de un mínimo y elemental sentido de la lógica. Porque si las cosas fueron como nos las expone el Sr. Olcese y los TJ realmente estuvieran equivocados en su planteamiento y nosotros con ellos…… ¿nos podría explicar dicho caballero, que labor se esperaría que hicieran Jesucristo y asociados en el gobierno del reino de Dios, durante esos mil años de gobernación? Máxime teniendo en cuenta que lo que Jesús recomendó encarecidamente a sus seguidores, fue el buscar “el reino” y cifrar toda su confianza en el mismo (Mat. 6:33), por lo que tendríamos que imaginar que alguna razón poderosa habría para ello, siempre teniendo en cuenta que es el tema central de la Biblia; por otra parte, hasta donde nosotros sabemos y si no entendemos mal el pasaje de Hech. 3:20-21, resulta que Jehová envía de nuevo a Jesucristo a la tierra con una comisión determinada y concreta, para llevarla a cabo en un momento perfectamente establecido en la corriente del tiempo; pero veamos el contenido de dicho pasaje y que es fundamental para entender de qué estamos hablando:
“…… y para que él envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, 21 a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.”
Lo que nos lleva a pedirle a ese “genio” en el entendimiento de las Escrituras, que nos explique el sentido de dichas palabras, porque si bien este pasaje apoya totalmente el planteamiento formulado por los TJ, se da totalmente de bofetadas con el del Sr. Olcese. Y es que lo que se desprende del pasaje transcrito, es, primero, que Jehová no envía a Su Hijo sino hasta el momento o tiempo de la restauración y circunstancia que coincide, con el establecimiento del milenio o reino de Dios aquí en la tierra (Dan. 2:44)…… luego de entrada, vemos que ya hay una restauración a efectuar durante ese período de tiempo y todos sabemos que restaurar, no es otra cosa que el devolver algo a su condición original; y segundo, que las cosas a restaurar las había anunciado el Altísimo a la humanidad ya mucho antes, por medio de Sus “santos profetas de tiempo antiguo”. Luego en las Escrituras que comprenden el llamado AT, están todas aquellas cosas que serán restauradas durante el gobierno de Cristo en la tierra, pues para eso es este enviado de nuevo a la misma y que tienen que ver con el devolver las cosas a como estaban en los tiempos de Adán y Eva antes del pecado…… como era por ejemplo, la perfección física:
“En aquel tiempo los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos mismos de los sordos serán destapados. 6 En aquel tiempo el cojo trepará justamente como lo hace el ciervo y la lengua del mudo clamará con alegría. Pues en el desierto habrán brotado aguas y torrentes en la llanura desértica. 7 Y el suelo abrasado por el calor se habrá puesto como un estanque lleno de cañas; y el suelo sediento, como manantiales de agua. En el lugar de habitación de los chacales, un lugar de descanso para ellos, habrá hierba verde con cañas y papiros.” (Isa. 35:5-7).
Excusamos decir que con la expresión “En aquél tiempo”, se hace referencia al período milenario o reino de Dios y no a un tiempo posterior a este…… no olvidemos que el reino de Dios es el punto focal de las Escrituras y única esperanza de la humanidad; entonces de lo que se nos está hablando en este pasaje y como hemos dicho, es que dentro de ese espacio de tiempo de mil años, se producirá una total restauración física de las personas (al tiempo que una restauración medioambiental), al grado que hasta las personas ancianas que sobrevivan a la “gran tribulación” por venir y por ello, pasen a la “nueva tierra” con vida, experimentarán directamente sobre sus cuerpos la maravillosa promesa divina que encontramos en Job 33:25:
“Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.”
Con lo que nos encontramos, que no solo personas ancianas volverán a ver relucir sus carnes con la frescura de su juventud, sino que recuperarán el vigor potencial que tenían en sus años mozos…… y todo eso ocurrirá en el tiempo “de la restauración de todas las cosas”, que “casualmente” y contrario a lo afirmado por ese “teólogo de pizarrín”, coincide con el período del reinado de mil años por Jesucristo aquí en la tierra, pues para eso lo envió Su padre Celestial: para que cumpliera con todas las promesas que Este anunció a la humanidad, transmitidas “por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo”; ahora bien ¿también cesará la muerte de las personas durante ese período de tiempo? Pues también y aunque el Sr. Olcese diga lo contrario, pues el contexto del pasaje ya mencionado de Job y del que tomaremos concretamente los versos 23 y 24, apoyan nuestra aseveración:
“Si existe para él un mensajero, un vocero, uno de entre mil, para informar al hombre su rectitud, 24 entonces lo favorece y dice: “¡Líbralo de bajar al hoyo! ¡He hallado un rescate!”.”
Luego estas palabras del propio Jehová, apuntan a un momento en el futuro en el que la muerte dejará de existir y que coincide, repetimos, con el establecimiento del reino y que es cuando el rescate (obviamente el sacrificio redentor de Jesucristo) cobra todo su máximo exponencial y en virtud del cual, el hombre es librado de la pesada carga del pecado y con ello, la muerte adámica eliminada; por lo que aquellos que pasen vivos a la nueva tierra, ya reciben el premio de ser eximidos de experimentar la muerte derivada del pecado heredado, pues Jehová Dios ya proporcionó el mencionado “rescate”, al ofrecer a Su propio Hijo Jesucristo en sacrificio. Y que ello es así, se nos explica en un texto un tanto desconocido para la mayoría de los mortales y que aplica a ese período milenario, el cual encontramos en Isa. 33:24:
“Y ningún residente dirá: “Estoy enfermo”. La gente que more en la tierra constará de los que habrán sido perdonados por su error.”
Entonces vemos la correlación existente entre los beneficios recibidos por el ser humano en la “nueva tierra” o reino de Dios, con el haber sido perdonados por nuestra transgresión heredada de nuestros primeros padres, mediante el sacrifico de rescate de Jesucristo. Ahora bien, si todo parece cuadrar con tanta precisión ¿en qué se apoya Apologista Mario Olcese, para decirnos que durante el milenio continuarán existiendo la imperfección, el pecado y la muerte? Pues en un solo texto bíblico…… sí, sí, queridos amigos, han leído bien: en un solo texto; eso es, que ese señor al que le habrán oído repetir en un montón de ocasiones aquello de que “un texto fuera de su contexto, es solo un pretexto”, ahora resulta que usa un solo texto totalmente apartado de su contexto natural, para apuntalar su disparatada afirmación. Pero lo que es más grave, es que el pasaje en cuestión es el de Isa. 65:20 y con lo que nos encontramos con el sinsentido de que un texto de la profecía de Isaías y que es en dónde más extensamente se habla del cumplimiento durante el milenio de las promesas divinas de restauración, es usado para negar todo lo dicho en ella y lo que nos llevaría a concluir, que la profecía de Isaías es contradictoria en sí misma…… y todo, porque como nos tiene acostumbrados ese “genio de la teología” que es Apologista Ingº Mario Olcese Sanguineti, coge un texto que dice lo que el necesita que diga para la ocasión y sin detenerse a analizar su contexto (el caso expuesto es evidencia de ello), lo usa para desmontar todas las promesas divinas de las que se nos habla en el contexto del libro de Isaías. Porque resulta que dicho contexto está dirigiendo el foco de atención para el cumplimiento de las promesas divinas, directamente al período de tiempo que comprende el reino de mil años de Dios, mientras que en el colmo del disparate, ese caballero nos dice que todas esas promesas son para después de pasado dicho milenio; pero ¿qué tal que veamos qué es lo que se nos dice en Isa. 65:20?:
“Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él.” (Isa. 65:20).
Pero puesto que queremos que no quede duda alguna sobre nuestra argumentación, veremos también como vierte dicho texto, la traducción bíblica que usa ese caballero y que es la RV 1960:
“No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.”
Luego parece que las dos versiones más o menos vienen a decir lo mismo y por lo que tenemos que acudir al razonamiento lógico, para discernir el pensamiento que se nos quiere transmitir con este pasaje y que, obviamente, es ignorado totalmente por ese aprendiz de teólogo; y para ello, nada mejor que acudir al momento en que fueron dichas tales palabras y averiguar lo que significaron para ese entonces y alcanzar con ello, a entender el paralelismo profético que se nos quiere transmitir, ahora en nuestros tiempos. Y es que cuando se cumplieron por primera vez estas palabras en el pueblo de Isaías (a su regreso del destierro en Babilonia), significaron que incluso los bebés se hallaban a salvo, pues ya no había enemigos que invadieran la tierra, como lo habían hecho en un tiempo los babilonios, para matar o llevarse a los niños de pecho lejos de sus madres, o segar la vida de hombres en la flor de la vida, etc. (2 Crón. 36:17; 20); en todo caso, dichas palabras proféticas significaron seguridad para aquellos regresados del destierro en Babilonia. Por lo que en el tiempo actual, en donde diversas circunstancias nos colocan prácticamente en la misma condición de inseguridad en cuanto a preservar la vida ante cualquier circunstancia adversa, como tenían aquellas personas de la antigüedad, lo que nos aseguran esas palabras de Isa. 65:20 y al igual que en su momento aseguraron a aquellos regresados de Babilonia, es que en el nuevo mundo venidero o reino de Dios, la gente estará a salvo de toda contingencia, incluida la muerte y tendrá seguridad completa en todo aspecto y por lo que podrá disfrutar de la vida plenamente. Que la idea va por ahí, nos queda mucho más claro cuando leemos el pasaje de Isa. 65:20 en una versión que nos suele sacar de muchos apuros, máxime cuando nos encontramos con algún texto “rebelde” o difícil de entender, como pudiera ser el mencionado…… y que no es otra que la Traducción en lenguaje actual, que vierte dicho texto de la siguiente manera:
“No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo. Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.”
Pero fijémonos en que la idea básica que nos transmiten los tres pasajes, va en el sentido de que no habrán “ancianos” que mueran antes de tiempo; y para captar la idea tras esas palabras, no nos queda más remedio que ver las cosas desde el punto de vista de las Escrituras y variar un poco nuestra perspectiva de las mismas: en primer lugar, tenemos que entender que no se nos está hablando de ancianos en los términos en los que hoy entendemos que es un anciano, eso es, una persona decrépita, llena de arrugas y achaques, tambaleante e insegura y ya al límite de su vida, sino que se nos está hablando de seres humanos totalmente perfectos que acumularán cientos de años de vida, al grado que un hombre con cien años, será considerado prácticamente como un simple “muchachito”…… de lo contrario, lo anunciado en Job 33:25, en el sentido que nuestra carne recobrará la frescura de la juventud y nuestro cuerpo el vigor juvenil, sería mentira. Y puesto que la Biblia no miente y el planteamiento que estamos desarrollando, se ajusta perfectamente a los textos mostrados, ello quiere decir que estamos en el camino correcto…… por lo tanto, continuemos con la exposición de nuestra idea; y lo cual nos lleva a analizar el significado de esa expresión de que no habrá personas o “ancianos” que mueran “antes de tiempo”. Por lo que la primera pregunta sería antes ¿de qué tiempo? Y siendo la respuesta del todo obvia, cuando la Biblia se analiza desde la perspectiva de Jehová y sin la pretensión de que esta se ajuste a nuestra particular forma de entenderla, como ocurre en el caso del Sr. Olcese, sino con la idea de ajustar nuestro punto de vista al contenido escritural.
Porque uno de los muchos detalles que se le pasan por alto el Sr. Olcese y de ahí que diga tantas burradas, es que nuestro Creador ya nos avisa con siglos de antelación de que una vez entremos en ese restaurador período milenario de perfección y en el que incluso la muerte como producto del pecado “ya no será más” (Rev. 21:4), tenemos un límite de mil años en donde prepararnos para la prueba final con la suelta de Satanás (Rev. 20:7-8) y en donde uno tendrá que tomar acción, en el sentido de qué decisión tomar ante la propuesta satánica y por la que obviamente será recompensado: vida eterna si la elección es la correcta y destrucción eterna si no es así, tal como ocurrió en el caso de Adán y Eva. Por lo tanto esa expresión “ni ancianos que mueran antes de tiempo”, se tiene que referir a que las personas no morirán antes de que transcurran esos mil años que Jehová ha decretado para la restauración de la humanidad obediente y que en función del rescate pagado por su hijo, el Altísimo puede legalmente eximir a dicha humanidad del tener que morir por el pecado adámico…… ya otra cosa, es que la muerte de alguna persona durante el milenio, ocurra como castigo directo de Jehová, por la actitud impenitente de algunos que no aceptarán el sujetarse al gobierno teocrático decretado por el Altísimo sobre la tierra…… y por lo que más que hablar en términos de muerte, tendríamos que estar hablando términos de destrucción eterna para esas personas.
Es en este sentido, que en el pasaje de Isa. 65:20 se nos dice que morir a lo cien años y tiempo suficiente para ver los “andares” de una persona, será una maldición y sin embargo, morir a esa edad, será prácticamente para el rebelde pecador, como el morir como un simple “muchachito”, pues en condiciones normales los hombres tienen que vivir el tiempo suficiente para llegar a la conclusión del milenio y en donde ya allí, es cuando se dilucidará de una vez por todas el destino de todo ser humano sobre la tierra y según sea su respuesta a la prueba de Satanás…… ello decidirá si la vida de uno se prolonga por la eternidad o por el contrario y ante una respuesta alejada del propósito divino, es cortada en ese mismo momento y destruida eternamente; es por esta razón que los “ancianos” u hombres que acumulen cientos de años, no pueden morir antes del tiempo de mil años decretado por el Altísimo, o como dicen otras versiones analizadas, no pueden existir ancianos que “no cumplan sus días” pues sí o sí, tienen que llegar al final del milenio y quedar en disposición de afrontar la prueba final, para que se cumpla con ello el propósito divino para con el hombre. Es obvio por otra parte y como no podría ser de otra manera, pues Jehová nunca hace nada de lo que no nos haya advertido de antemano (Amos 3:7), que se nos señale en la profecía de Isaías lo que les ocurrirá a las personas que imprudentemente actúen en línea contraria al propósito divino, sea cual fuere su edad:
“Aunque se muestre favor al inicuo, simplemente no aprenderá justicia. En la tierra de derechura (eso es, durante el milenio o reino de Dios) actuará injustamente y no verá la eminencia de Jehová.” (Isa. 26:10). (Acotación nuestra).
Y con lo que se nos quiere señalar que muchas de las personas que irán resucitando durante ese período de tiempo, quizás se rebelarán contra el propósito divino y a las que no se les dará mucho tiempo para enmendar su conducta, sino que serán destruidas de inmediato para que no perturben la vida de aquellos que sí se ciñan a las normas divinas en busca de alcanzar la vida eterna al fin de los mil años…… de ahí la afirmación de Isa. 65:20, en el sentido de que uno “morirá” como un mero muchacho y asociando dicha expresión con el “pecador”, por lo que estaríamos hablando solo de muerte causada por un castigo judicial con resultado de destrucción eterna como máxima expresión de juicio divino sobre aquellos que se rebelen contra Dios en ese tiempo y de forma inmediata. Seguramente concordará con nosotros, querido lector, que ya con algunos datos más con los que trabajar y desde la perspectiva que estos nos dan, se va aclarando mucho más el significado del pasaje de Isa. 65:20, de nuevo en la versión Traducción en lenguaje actual:
“No habrá niños que mueran al nacer, ni ancianos que mueran antes de tiempo. Morir a los cien años será morir joven; no llegar a esa edad será una maldición.”
Mil años durante los que, insistimos, no existirá la muerte a causa del pecado, pues aplicará en toda su extensión durante ese tiempo del milenio, el beneficio de la muerte vicaria de Cristo y por lo que los muertos habidos en la historia de la humanidad, serán devueltos a la vida y siendo este el mayor atractivo o más importante logro del reino de Dios. Y eso que les acabamos de contar, es lo que realmente se nos está diciendo en Isa. 65:20 y no otra cosa, como sugiere el Sr. Olcese y que una vez más ha dejado patente no saber ni de lo que habla y que para todo un “teólogo” como afirma ser, no está nada mal; pero para que vean que la historia solo puede ser como se la contamos nosotros, vamos a imaginar por un momento que el planteamiento del Sr. Olcese es correcto…… sí, sí, ya sabemos que eso es mucho imaginar, pero ¡bien habrá que darle una oportunidad a ese aprendiz de teólogo, al igual que en España se la daban a un aprendiz de torero apodado “el platanito” ¿o no?! Luego pongámonos en esa tesitura, eso es, que Isa. 65:20 dice lo que el Sr. Olcese afirma que dice y que en consecuencia, el contenido de Rev. 21:1-4 aplica para después de transcurrido el milenio…… bien, pero como resulta que todos los planteamientos o teorías tienen sus derivadas, resulta que en este caso una de ellas nos llevaría a tener que aceptar que los versos que siguen a continuación de ese pasaje de Rev. 21:1-4, eso es, los versos del 5 al 8 también aplicarían para después del milenio: por lo que vamos a situarnos en el momento en que se dan por finalizados los mil años del reino de Dios y siendo esto con lo que nos encontraríamos:
“Y Aquel que estaba sentado en el trono dijo: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. También, dice: “Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas”. 6 Y me dijo: “¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tenga sed le daré de la fuente del agua de la vida gratis. 7 Cualquiera que venza heredará estas cosas y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad (homosexuales) y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda”.” (Acotación nuestra).
U séase, que después de mil años de gobierno teocrático del reino de Dios sobre la tierra y tema central de las Escrituras, a la par que esperanza de la humanidad (¡no nos olvidemos de ese “pequeño” detalle!), resulta que Dios tiene que hacer nuevas todas las cosas porque el panorama con el que se encuentra al término del milenio es “pa mear y no echar gota” que diría nuestro amigo el castizo: nada más y nada menos que una tierra llena de personas sin fe, de homosexuales, de asesinos, fornicadores, espiritistas, idólatras, mentirosos, cobardes…… ¡vamos, lo mejorcito de cada casa! Luego en llegando aquí, la pregunta es obvia: ¿nos podría explicar ese “ingeniero de la teología”, que puñetas han hecho Jesucristo y sus acompañantes en el reino (y de los que ese caballero afirma ser parte), durante esos mil años “gobernando” sobre la tierra? ¿Cómo o en qué, han hecho uso de su condición de reyes y sacerdotes, para conseguir resultados tan catastróficos? Y con el problema añadido de que si las cosas son como nos las pinta el Sr. Olcese ¿qué explicación nos da ese caballero, de lo que vamos a leer a continuación?:
“En seguida, el fin, cuando él entrega el reino a su Dios y Padre, cuando haya reducido a nada todo gobierno y toda autoridad y poder. 25 Porque él tiene que reinar hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies. 26 Como el último enemigo, la muerte ha de ser reducida a nada. 27 Porque Dios “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Más cuando dice que todas las cosas han sido “sujetadas”, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas (eso es, todo bajo el perfecto control de Cristo), entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.” (Acotación nuestra).
Estas palabras que encontramos en 1 Cor. 15:24-28, nos vienen a decir y resumiéndolo a una mínima expresión, que cuando al final del milenio Jesucristo entrega el poder del reino a su Padre Celestial, la tarea de restauración encomendada tiene que estar ya terminada y a la perfección. Tengamos en cuenta que según el versículo 24, el reino se entrega cuando ya se ha reducido a la nada “todo gobierno y toda autoridad y poder” y la muerte ya ha sido vencida (v. 26); luego es de todo punto imposible que al término de los mil años, nos enfrentásemos con el panorama reflejado en Rev. 21:5-8 y que es el que nos encontraríamos de ser las cosas como nos las pinta el “teólogo” Apologista Mario Olcese…… porque claro, si los versos 1 al 4 de ese capítulo 21 de Revelación o Apocalipsis, aplican para después del período milenial, obviamente los del 5 al 8 también deben hacerlo, pues son correlativos. Por lo que tendremos que ver, como ese indocumentado nos solventa ese follón en el que se ha metido y algo que por supuesto, queridos amigos que nos leen, no lo hará pues no tiene la capacidad necesaria pare ello; por lo que continuará a su bola y soltando “gansada” sobre “gansada”, eso sí, creyéndose el “nomber one” de la teología mundial. Aunque como siempre y fruto de su supina ignorancia, se olvida de unos acontecimientos registrados en las Escrituras y que le desmienten totalmente, pues los tales no eran más que un pequeño adelanto de lo que ocurriría en la próxima venida de Cristo, eso es, durante el reino de Dios; veamos cómo respondió Jesús a una pregunta que se le formuló…… y la información tan valiosa que en su respuesta nos dio, pues con ella nos mostró lo que ocurrido en su primera venida, no era más que una pequeña nuestra de lo que ocurrirá en el reino de Dios y en una escala sin precedentes:
“Pero Juan, habiendo oído en la cárcel acerca de las obras del Cristo, mandó por medio de sus propios discípulos 3 y le dijo: “¿Eres tú Aquel Que Viene, o hemos de esperar a uno diferente?”. 4 En respuesta, Jesús les dijo: “Vayan e informen a Juan lo que oyen y ven: 5 Los ciegos ven otra vez y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen y los muertos son levantados y a los pobres se declaran las buenas nuevas; 6 y feliz es el que no halla causa para tropiezo en mí.” (Mat. 11:2-6).
Y ese “adalid” de la teología que es Apologista Mario Olcese, tocando el violón y diciendo que durante el reino de Dios no sucederá nada de eso…… ¡genio, que es usted un genio, hombre!
Y por nuestra parte ahí lo dejamos, porque si nos ponemos a señalar los disparates interpretativos de ese “licenciado” en teología (¡será “parda” porque lo que es de la otra…!), acerca de Isa. 65:20, es como para empezar y no acabar; luego analicen las cosas que les hemos expuesto por ustedes mismos y si así lo tiene a bien, queridos lectores, quedándose con aquello que crean más razonable y rechazando aquello que no les cuadre. Nosotros, como siempre, solo nos hemos limitado a aportar nuestro granito de arena, en un intento de que el “personal” no sea engañado por esa patulea de “fantasmas iluminados” (el Sr. Olcese es un ejemplo de ello) pululando por ahí, que presuntuosamente se postulan como “ungidos”, esparciendo falsas enseñanzas y haciéndose con ello merecedores, de la reprobación del propio Jesucristo y en nombre de quién dicen “predicar”:
“Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre expulsamos demonios y en tu nombre ejecutamos muchas obras poderosas?’. 23 Y sin embargo, entonces les confesaré: ¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obradores del desafuero.” (Mat. 7:22-23).
Pues eso…
MABEL
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lunes, 22 de julio de 2013
Si usted es Testigo de Jehová...... ¿qué opina, de una reciente afirmación publicada por dicha Organización?
Los dos autores de este blog, con más de treinta años de militancia por cabeza en dicha organización, somos testigos de primera fila de como mínimo uno de los muchos errores cometidos por esta en las supuestas fechas dadas para la venida del milenio, concretamente en el del fiasco que se produjo en el año 1.975 (hacía poco que nos habíamos bautizado) y sabemos de la desbanda que se produjo ante tan brutal error; porque cuando pasó dicha fecha y no ocurrió nada, habida cuenta de la expectación que se llegó a levantar en miles de sinceras personas que fueron de tal manera defraudadas…… y estafadas económicamente (que todo hay que decirlo, porque esta es otra), miles de miembros abandonaron la Organización. Y es que aunque la Sociedad y en vista de su nuevo fracaso de 1.975 y que se sumaba al de 1.874; al de 1.914; al de 1.918; al de 1.925 y que ahora nos lo ha fiado hasta el año 2.034 (¡algún día tendrán que acertar!), resulta que las cuentas continúan sin salirnos. Porque la cuestión que se plantea, es que si bien esos señores nunca reconocieron el haberse equivocado, sino que imputaban a sus correligionarios un exceso de celo y siempre, como procedente de un mal entendimiento de lo que su clase dirigente había publicado en un momento determinado a través del “esclavo fiel” y parte del cual conforma su “Cuerpo Gobernante”, hete aquí, que ahora nos encontramos con una confesión de parte, eso es, de parte de esos señores de la cúpula “watchtoweriana”, que de pronto nos afirman aquello que han estado negando por décadas, o sea, que sí dieron fechas concretas para la llegada “del fin” del sistema de cosas humano y con ello, la instauración del reino milenario; porque veamos lo que nos dicen en su revista de cabecera La Atalaya del 01/01/13 y en su página 8, que analizaremos por partes:
“Los testigos de Jehová hemos tenido expectativas equivocadas sobre cuándo vendrá el fin. Tal como los discípulos de Jesús del siglo I, a veces hemos creído que vendría en cierta fecha, pero esta no correspondía con el horario de Dios (Lucas 19:11; Hechos 1:6; 2 Tesalonicenses 2:1, 2). Con todo, opinamos igual que Alexander H. Macmillan, un Testigo con muchos años de experiencia, que dijo: “Aprendí que debemos reconocer nuestros errores y continuar examinando la Palabra de Dios para conseguir más esclarecimiento”.”
Y eso estaría muy bien, si no fuera por un “pequeño” detalle: por una parte, esas graves equivocaciones sobre la fecha de cuándo tenía que venir el Armagedón y con ello, el final del mundo como lo conocemos y ahora reconocidas como erróneas, no las cometieron “los testigos de Jehová” de base, sino su clase dirigente del llamado “Cuerpo Gobernante”…… y por otra parte, que la autoridad de este organismo sobre su grey, siempre ha estado avalada por la afirmación de que los componentes del mismo, eran personas “ungidas” y por tanto dirigidas y con todo lo que ello implica (Juan 16:13), por el espíritu santo de Dios y que además, en última instancia, están guiadas por el propio Hijo de Este, o sea, Jesucristo; lo que significaría y según afirman esos señores, una continuación en el tiempo del primitivo órgano de dirección compuesto por los apóstoles y dirigido por el propio Jesucristo; veamos que nos dicen en una Atalaya de principios del año 72:
“Debemos tener presente que el cuerpo gobernante tiene que estar formado de cristianos dedicados y bautizados que son ungidos con espíritu de Dios y engendrados por Él para ser sus hijos espirituales, y que habrán de unirse con el glorificado Jesucristo en el reino celestial. Esto tiene que ser así porque, como en el caso de los doce apóstoles de Cristo, el cuerpo gobernante es parte de la clase del “esclavo fiel y discreto” y la preside como pastores y superintendentes espirituales. Esta clase del “esclavo” se compone de los seguidores de Jesucristo engendrados y ungidos por espíritu, y estos seguidores componen su congregación en la Tierra y sirven unidamente como un “esclavo” compuesto para Dios bajo el Cabeza de la congregación cristiana, Jesucristo.” (pág. 117-118).
“Cristianos dedicados, bautizados y ungidos llegaron a estar asociados con esa Sociedad en su central en Pensilvania. Fueran de la Junta Directiva o no, se hicieron disponibles para el trabajo especial de la clase del “esclavo fiel y discreto.” Ayudaron a alimentar y dirigir a la clase del esclavo, y así se puso de manifiesto un cuerpo gobernante. Evidentemente esto se hizo bajo la guía de la fuerza activa invisible o espíritu santo de Jehová. También, bajo la dirección del Cabeza de la congregación cristiana, Jesucristo, el Hijo de Dios.” (pág. 120). (Negritas nuestras).
Luego todo considerado, son los miembros de ese “Cuerpo Gobernante” en concreto y no los “testigos de Jehová” en general, los auténticos responsables de semejante desaguisado y lo que pone en duda (por si quedaba alguna, al menos entre personas sensatas y que alguna habrá entre sus adeptos), acerca de la veracidad de su supuesto “ungimiento” y el de estar “dirigidos” por el propio Jesucristo…… lo que nos llevaría y de ser ello así, a la conclusión que la responsabilidad última de tantos errores de predicción sobre fechas, alcanzaría al propio Hijo de Dios ¡no olvidemos este “pequeño” detalle! Pero puesto que eso es impensable, solo podemos razonar que esos señores ni son ungidos, ni están guiados por el propio Jesucristo tal como presuntuosamente afirman, ni son en consecuencia y como tienen a bien identificarse, como la única religión verdadera que existe en la tierra…… a menos que Pitágoras no estuviera loco y dos y dos continúen sumando cuatro ¡claro!
Y otro dato que muestra la falsedad del supuesto ungimiento de tales personajes, es que no deja de ser curioso que durante más de 4.000 años de registro bíblico (2 Ped. 1:21), el espíritu santo no se haya equivocado ni en una sola coma (ahí tenemos el entero relato bíblico que lo prueba) y desde que, supuestamente, dicho espíritu santo dirige a esos señores, resulta que no da ni una: fechas equivocadas; doctrinas rectificadas como la de la “generación” que vivió en 1.914 que no moriría, etc. etc.; pero sigamos con el comentario de La Atalaya del 2013:
“Entonces, ¿por qué seguimos insistiendo en que el fin está cerca? Porque nos tomamos muy en serio las palabras de Jesús: “Sigan mirando, manténganse despiertos”. La otra alternativa sería dejar que él nos encontrara “durmiendo”, lo que impediría que nos ganáramos su favor (Marcos 13:33, 36).
Ilustrémoslo con un ejemplo. Puede ser que un guarda forestal vea desde su torre de vigilancia que una pequeña espiral de humo asciende en el horizonte y dé una voz de alarma, pero que esta resulte falsa. No obstante, su actitud vigilante podría salvar muchas vidas en otra ocasión.
Del mismo modo, nosotros hemos tenido expectativas equivocadas sobre cuándo vendrá el fin. Pero nos interesa más obedecer a Jesús y salvar vidas que evitar las críticas. Él nos mandó que “diéramos testimonio cabal”, y esto nos obliga a advertir acerca del fin (Hechos 10:42).”
Pero claro, resulta que el honrado guarda forestal de la ilustración no afirma estar “ungido” con el espíritu santo de Dios y lo que es más, su forma de percibir las cosas no está “guiada” por el Hijo de Este; dejando ya aparte que el buen hombre lo único que hace es señalar un hecho objetivo: se ve una columna de humo, luego hay fuego y ahí acaba la cosa…… eso es, que no “profetiza” que mañana, pasado o dentro de un mes, se incendiará el bosque; pero veamos que más nos dicen:
“Creemos que si bien es importante estar pendientes de cuándo vendrá el fin, es más importante aún estar convencidos de que vendrá y actuar en consecuencia. Aunque el fin se demore desde nuestro punto de vista, nos mantenemos a la expectativa, pues Habacuc 2:3 nos asegura: “Sin falta se realizará. No llegará tarde”.”
Y algo con lo que estamos completamente de acuerdo; pero es que una cosa es el estar convencidos de que dicho fin vendrá y actuar en consecuencia y otra muy distinta, es el de estar dando continuamente fechas de la llegada del mismo y estar equivocándose en todas ellas…… y lo que es peor, el intentar eludir la responsabilidad que directamente recae sobre esas personas, al decir que “nosotros, los testigos de Jehová”, o sea, generalizando y como si todos los TJ fueran responsables de dicho error y que de ninguna manera es el caso. Porque los únicos responsables de la publicación de esas fechas y enseñanzas disparatadas, son los que las publicaron y que tienen nombre y apellidos, que estaban en la sede central de la Watchtower en EEUU y desde donde se impartía “alimento” espiritual para el resto de curritos de a pie, que nos creíamos todo lo que nos decían, confiados en que quienes esas cosas nos contaban eran personas “ungidas” y por tanto, guiadas por el espíritu santo de Jehová y presididas por el propio Jesucristo…… porque eso es lo que nos contaban y continúan contando actualmente, a pesar de los brutales errores cometidos y por fin reconocidos, en ese comentario analizado de La Atalaya del 1 de Enero del año en curso.
Lo que nos lleva al meollo de la cuestión y al que todos los TJ de base tendrían que prestar atención: porque si los hechos muestran que esas personas no son “ungidas” (luego nos mienten), por lo que no pueden ser Hijos adoptivos de Dios, entonces tampoco hermanos de Jesucristo y por ello no pueden contar entonces con el apoyo del espíritu santo de Dios…… y mucho menos de la dirección personal del mismo Jesucristo ¿en manos de quiénes ha estado su clase de las “otras ovejas” por casi 140 años y a las que han condicionado sus vidas hasta extremos insospechados? ¿A quiénes por tanto, hemos regalado incontables horas de trabajo colocando sus productos, bien sean revistas, libros, folletos, etc., así como cuantiosas donaciones “voluntarias” y ya por no hablar de los innumerables edificios que pagados con nuestro dinero y aportando gratuitamente materiales, manos de obra, etc., al final se escrituraban en el Registro de la Propiedad a nombre de una sociedad sita en EEUU de la que apenas conocíamos nada, pero que se quedaba con todo? Y ello además, con un “pequeño” pero grotesco detalle: el préstamo solicitado a dicha sociedad para llevar a cabo la obra de la que se tratare y que provenía de nuestras propias contribuciones “voluntarias” hechas a la organización, teníamos que devolverlo ¡y encima con intereses!…… sí, sí, ya entendemos que usted que nos lee y que nunca se dejó entrampar por esa secta, se estará partiendo de risa en este momento, pero que quiere que le digamos ¡buenazos que éramos! Pero que cuando algunos dejamos de ser tan buenos, nos dimos cuenta del tema y les mandamos a hacer puñetas, nos declararon “apóstatas” contra Dios, nos expulsaron de la organización y prohibieron a esos que por tanto tiempo fueron nuestros mejores amigos, que nos dirigieran siquiera un saludo…… requisito indispensable para que estos no se pudieran enterar de lo que realmente había pasado, no fuera que decidieran también separarse de ellos y con lo que ello significaría de descenso de ingresos por literatura y donaciones “voluntarias”; como pueden ver, todo muy bien montado.
Por lo tanto, vamos a ver lo del supuesto “ungimiento” de los miembros del llamado “Cuerpo Gobernante” y el estar guiados por el espíritu santo de Dios, algo que desde este blog negamos rotundamente, pues a día de hoy no existe sobre la tierra “ungido” alguno…… de lo contrario ¿por qué en Rev. 11:3-6 se nos habla proféticamente de la aparición de un “resto ungido” dotado de inmensos poderes y que tendrán la comisión de profetizar (o predicar) por 1.260 días? Es cierto que lo que han hecho los dirigentes de los TJ es apropiarse de esa representación divina aquí en la tierra, pues han “vendido” a quiénes les han querido comprar la “mercancía”, que ellos son los componentes de ese resto “ungido” y que su “predicación” es la de los últimos días anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que será seguida por “el fin”. Sin embargo (y ahí es en donde tienen que prestar mucha atención los actuales seguidores de esa organización), resulta que esos supuestos “ungidos” no pueden desarrollar los poderes de los que se nos habla que poseerán ese “resto” por aparecer y con lo que resulta que, o bien no son lo que dicen ser, eso es, parte de ese resto “ungido” y por tanto Hijos adoptivos de Jehová, sino unos auténticos farsantes…… o es que la Biblia nos está mintiendo en ese pasaje de Rev. 11:3-6 y en donde leemos como sigue:
“Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.
5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.”
Y repetimos el argumento anterior, por su vital importancia para desenmascarar a esos esperpénticos personajes: puesto que esos señores no pueden desarrollar dichos poderes, aunque eso sí, dan las mil y una excusas para justificar dicha incapacidad, volvemos a lo dicho y que en definitiva no es más que la constatación de una realidad: si no pueden desarrollar esos poderes señalados, o bien no son ese resto ungido por aparecer del que nos hablan las Escrituras en Rev. 11:3 y solo son unos vividores que se han forrado a costa del amor a Dios de otras personas honestas y honradas…… o sencillamente la Biblia nos miente. Pero sumémosle a ello otra cosa y que contribuye a desenmascararles: observarán que el plazo de tiempo determinado por Jehová para llevar a cabo dicha tarea de advertencia al mundo mundial y que tiene que ver con la gran predicación de Mat. 24:14 y que como hemos dicho, es seguida inmediatamente por “el fin” de este sistema de cosas, queda limitado a los1.260 días señalados en el verso 3 y siendo el caso que los dirigentes de dicha secta, llevan ya dando la matraca por casi 140 años y sin que haya venido “el fin” tan esperado y a pesar de las veces que han anunciado su inminente llegada; luego nada que ver con los 1.260 días que tiene que durar la comisión de esos enviados por Dios y lo que de nuevo nos lleva a repetir la reflexión anterior: o no es la predicación que están llevando a cabo los TJ, la anunciada en su momento por Jesús en Mat. 24:14…… o de nuevo la Biblia nos estaría mintiendo. Y como ello no puede ser así, pues la Biblia no miente, lo que queda al descubierto es la falsedad de esos indeseables que dirigen el cotarro en la cúpula de la Sociedad Watchtower y que se están forrando a costa de personas que sinceramente creen servir a Dios y que con su esfuerzo sincero, intentan ayudar a otras a que le puedan Conocer también y beneficiarse con ello de sus futuras bendiciones…… luego nuestro máximo respeto por nuestros ex-correligionarios (recuerden que nosotros también fuimos TJ en su momento), pero nuestro total desprecio para sus dirigentes y que según nuestro particular punto de vista, abarca desde ancianos de congregación para arriba.
Por lo tanto y si las cosas son así y así parece que son a tenor de los hechos considerados, para que aquellos testigos de Jehová de base que no solo sean sinceros y que son la inmensa mayoría, sino que también sean listos (recuerden el consejo de Jesús de ser “inocentes como palomas, pero astutos como serpientes”) y que consientan en razonar con lógica y sentido común sobre si lo que decimos es correcto o no, nos permitimos recordarles el consejo que el Altísimo dio a Su pueblo Israel, acerca de cómo identificar a aquellos profetas que verdaderamente estaban a su servicio, con respecto de aquellos que no lo estaban:
“Sin embargo, el profeta que tenga la presunción de hablar en mi nombre (eso hace la Watchtower) una palabra que yo no le haya mandado hablar, o que hable en el nombre de otros dioses, ese profeta tiene que morir. 21 Y en caso de que digas en tu corazón: “¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?”, 22 cuando hable el profeta en nombre de Jehová y la palabra no suceda ni se realice, esa es la palabra que Jehová no ha hablado. Con presunción la habló el profeta. No debes atemorizarte de él.” (Deut. 18:20-22). (Acotación nuestra).
Y estas palabras que cualquiera que se asocie con dicha organización puede encontrar en la propia TNM y que es la que usamos en este blog como traducción de cabecera, son claras y diáfanas en expresar la opinión de nuestro Creador, acerca de ese “profeta” actual llamado “Cuerpo gobernante” y que se arroga el hablar en el nombre de Dios; pero les vamos a dar un ejemplo relativamente reciente y con que solo tengan el CD de la organización del año 2001, eso es, “Watchtower Library 2001 – Edición en español”, podrán leer lo que decía dicho cuerpo dirigente acerca del pasaje de Mat. 24:34, explicando su sentido y bajo el subtema “De ningún modo pasará esta generación”:
“Además de saber cuándo llegaría el período del juicio divino, Jesús pudo fijar un límite a la duración de éste. Usando la ilustración de una higuera, dijo: “Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, conocen que está cerca el verano. Así mismo también ustedes, cuando vean todas estas cosas, conozcan que él está cerca, a las puertas. En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”. (Mateo 24:32-34.)
Por lo tanto, el juicio divino sería ejecutado durante la duración de la vida de personas que hubieran visto (lo que nos llevaría a personas que tuvieran los años suficientes, para tener consciencia de lo que pasaba) los primeros indicios del período que Jesús predijo. El comienzo de dicho período marcaría el principio del fin del mundo de Satanás, contra el cual el Reino de Dios, que acababa de ser establecido en el cielo, ejecutaría juicio divino. La cronología bíblica y el cumplimiento de las profecías de la Biblia proporcionan pruebas abundantes de que este período empezó en 1914.
Así que, antes que la generación de 1914 desaparezca por completo, el juicio de Dios se tiene que ejecutar. Todavía hay vivas una cantidad considerable de personas que pertenecen a esa generación. Por ejemplo, en 1980 en la República Federal de Alemania todavía había vivas 1.597.700 personas que nacieron en 1900 o antes. La cifra sería aun mayor de no haber sido por el hecho de que millones de ciudadanos sufrieron una muerte prematura durante las dos guerras mundiales.
Al prometer que “de ningún modo pasará esta generación”, Jesús usó las dos partículas negativas griegas ou y me. The Companion Bible explica este uso de las dos partículas como sigue: “Las dos negativas, cuando se combinan, pierden sus [respectivos] significados distintivos, y forman la aseveración [afirmación] más fuerte y enfática”. Solo ahora, cuando parece que la generación podría pasar antes que se cumpliera todo, adquieren verdadero significado las palabras de Jesús “de ningún modo”.” (Negritas y acotación nuestras). (La Atalaya del 01/05/85).
Es evidente la autoridad con la que hablan esas personas, que así mismas se reconocen como portavoces divinos, guiados por el espíritu santo de Dios, a la par que presididos y apoyados por el propio Jesucristo…… porque eso es lo que leemos en el artículo de La Atalaya del 87/01/08, en el tema “La dirección activa de Cristo hoy día”, párrafo 20:
“Por eso, cuando leemos en la Biblia que Cristo “es la cabeza del cuerpo, la congregación”, estamos convencidos de que él no es simplemente un Cabeza titular. (Colosenses 1:18.) Por experiencia sabemos que es un Cabeza real, activo. Cuando en el libro de Hechos leemos y vemos cómo Cristo dirigió los asuntos entre los cristianos primitivos, podemos observar que hoy día está utilizando los mismos medios. Vemos evidencia de que Cristo emplea el espíritu santo, a los ángeles y al “esclavo fiel y discreto” y su Cuerpo Gobernante (en definitiva a la Sociedad Watchtower), para nombrar a los ancianos que califican en sentido espiritual. Confiando en que Cristo dirige activamente lo que sucede, estamos resueltos a seguir “hablando la verdad” y creciendo por amor “en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo”. (Efesios 4:15.)” (Negritas y acotación nuestras).
Sin embargo, si eso es como dicen esos señores y Jesucristo está activo en apoyo de la labor de ese grupo “ungido” que compone ese “esclavo fiel y discreto” y además, les da el apoyo del espíritu santo y de los propio ángeles, no se entiende que se haya errado tan estrepitosamente en esa profecía acerca de la “generación” que no pasaría, sin que antes viniera el fin, al grado que el año 95 tuvieron que salir a la palestra a rectificar el sentido de su entendimiento de la misma, pues los hechos no se ajustaban a lo por ellos publicado…… cuanto más ahora en el año 2.013 y que ya seguro que no queda ni el apuntador de entre esas personas que vieron y entendieron los acontecimientos ocurridos en 1.914. Por lo que queda claro y nítido, según Deut. 18:20-22 ya leído, que esa organización religiosa de los Testigos de Jehová, no tiene el apoyo divino y por lo que no es más que una entre tantas que conforman el imperio mundial de religión falsa y que en las Escrituras se identifica como “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra”, según Rev. 17:5…… y si ello es así y tiene toda la pinta de serlo, recuerden aquellos que militan o se asocian con los TJ, la advertencia divina y en clara alusión a la permanencia dentro de la religión falsa:
“Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas”.” (Rev. 18:4).
Y dado que estaríamos hablando de un mandato divino, queridos compañeros de fatigas (pues nosotros también en su tiempo fuimos miembros activos de dicha secta), se enfrentan ahora al dilema de, o bien servir a Jehová y obedecerle, saliéndose de ese instrumento satánico que es la organización Watchtower en su conjunto, o por el contario, continuar bajo el yugo de una organización totalmente apartada de Dios y que se vale de la mentira y la amenaza, para mantenerlos entrampados. No pasen por alto que el estricto mandato es salirse de algo, en este caso de la religión falsa, pero sin instrucciones concretas de buscar donde está la verdadera…… lo que prueba fehacientemente que esta no existe a modo de organización en la tierra y algo que se desprende de lo que dijo Jesús en su momento:
“Jesús le dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6).
Por lo tanto, hay que acudir a él y no a organizaciones de hechura humana para que nos hablen de él y lo que es algo muy distinto; cierto es que una gran mayoría de personas prefieren que les den las cosas hechas, antes que el esfuerzo personal de aprenderlas por sí mismas directamente de las Escrituras y sin contaminación alguna…… no olvidemos que en estas se califica como de “noble condición”, a aquellas personas que así lo hacen:
“Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11).
Entonces lo que hacían esas personas, era comprobar si lo que decían las Escrituras de las que disponían en esos tiempos, coincidían o no, con lo que Pablo les explicaba…… y aunque los miembros militantes de los TJ crean que están haciendo esto, lo que realmente están haciendo es averiguar por medio de la literatura de la Watchtower, si lo que esta les dice se ajusta a las cosas que la misma les está enseñando; porque lo que hace dicha organización, es ajustar el entendimiento de las Escrituras a lo que ellos enseñan, para así cerrar un círculo y que les cuadren los números, en lugar de ajustar sus enseñanzas al contenido de las mismas y que sería lo correcto. De ahí enseñanzas falsas tales como la pre-existencia de Jesús, o que el reino será establecido en el cielo y desde allí se gobernará a la humanidad, o la de la venida “invisible” de Jesucristo en 1.914 y con ello, la presunta resurrección de los “ungidos” que a partir de ese momento vayan muriendo, o de la mencionada “generación”, etc. etc. etc.
Y no se olviden, queridos y desconocidos amigos que son ahora miembros activos de dicha organización o se asocian de alguna manera con ella, que nosotros solo hemos expuesto hechos que están registrados en las propias publicaciones de dicha organización (luego no nos hemos inventado nada) y que como decíamos al principio, han sido sus propios dirigentes los que han reconocido “expectativas equivocadas” en cuanto a la venida del fin de este opresivo sistema de cosas. Luego los errores, por otra parte perfectamente documentados en escritos de la propia Sociedad Watchtower, de los años 1.874, 1.914, 1.918, 1.925 y 1.975 y que según declaración de parte en la mencionada Atalaya de 2.013, obviamente existieron…… ya partir de ahí, ustedes deciden, pues solo es asunto de lógica y sentido común.
MABEL
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domingo, 14 de julio de 2013
El extraño caso de Mat. 27:52-53
O lo que es lo mismo, la importancia del contexto escritural en la capacidad personal para el entendimiento del texto sagrado, aunque a veces tal parece que nos lo ponen realmente difícil. Porque si en el artículo anterior hablábamos de Juan 1:1 como texto conflictivo, por ahí aparece otro pasaje que también “se las trae” (como diría nuestro castizo de guardia), un tanto “rarito” y al que vamos a intentar darle un poco de sentido, siempre usando nuestras “armas” preferidas para esos menesteres, como son la capacidad de leer correctamente y luego razonar con lógica y sentido común sobre aquello que se lee, no sin antes y como acabamos de mencionar, de haberlo pasado por el cedazo del contexto general del registro sagrado.
Y es que algo que saben aquellos que con cierta asiduidad siguen este blog, tiene que ver con la importancia que damos a dicho contexto escritural, como método infalible para determinar la veracidad de determinados pasajes y que a veces resultan ya de entrada totalmente incomprensibles, acabando por sumirnos en la más profunda de las perplejidades. Y ello viene a cuento, de que buscando determinada información para uno de nuestros artículos, nos topamos con la explicación que se daba de uno de esos pasajes “raritos” que nos llenó de sorpresa, no tanto por la explicación que del tal se nos ofrecía (que también), sino por el pasaje en sí mismo y que por mucho tiempo había pasado totalmente desapercibido para nosotros, pues es una porción escritural que ahí está y que puesto que no tiene relación directa con ningún tema bíblico que precise de su asistencia para aclarar algo (más bien lo que hace y si nos lo permiten ustedes, es enredar más las cosas), es un pasaje en el que muy pocas personas han reparado…… y estaríamos hablando de Mat. 27:52-53 y en dónde se lee como sigue:
“Se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; 53 y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él (de Jesús), fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” (Versión RVA 1989). (Acotación nuestra).
Honestamente afirmamos, que aunque entendemos lo que nos dice, no tenemos ni la menor idea de lo que se nos está hablando, ni con que se relaciona y lo qué es más, de que pinta ahí dicho pasaje; porque lo que el tal nos dice en síntesis, es que en el momento de morir Jesús y como consecuencia del fuerte terremoto que siguió inmediatamente a su fallecimiento, los sepulcros fueron abiertos (antiguamente en Israel, la mayoría de sepulcros estaban excavados en la roca), sus “moradores” expulsados de los mismos y según se nos da a entender, vueltos de nuevo a la vida y que entrando en Jerusalén, fueron vistos por muchas personas…… este es el resumen de lo que se nos relata en ese pasaje y que hasta donde nosotros entendemos, sencillamente nos parece un disparate. Pero no es menos es cierto, sin embargo, que muchos son los autores de artículos bíblicos que sostienen la veracidad de ese supuesto acontecimiento y apoyándose para ello en Efe. 4:8, en donde nos afirman dichos “entendidos”, que el propio Pablo reconoce como real esa resurrección de “santos”, según entienden de las siguientes palabras:
“Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas en hombres”.”
Decir de entrada, que el entendimiento por parte de esos autores de las palabras de Pablo es como mínimo manifiestamente mejorable y por aquello de ser suaves, pues en las mismas el apóstol ni remotamente se refería a este acontecimiento que estamos analizando, sino a otra cosa que no viene ahora al caso. Y para probar que ello es así, noten que mientras Pablo supuestamente afirma que Jesús “se llevó” con él a cautivos, eso es, que se los llevó con él al cielo, en el pasaje objeto de análisis no se nos dice nada parecido, sino que lo que se nos dice es que cuando Jesús resucitó, los supuestos “resucitados” entraron en Jerusalén y se manifestaron a mucha gente. Pero es que además y si ustedes leen los versos 9 y 10, verán que allí Pablo dice que puesto que Jesús fue el único que “descendió” del cielo, también fue el único que ascendió al cielo, lo que descarta totalmente la idea de acompañamiento alguno en su viaje al Padre; y error producido, por no haberse leído esos señores el contexto de ese verso ocho (o sea, el 9 y el 10) y haberlo dado por bueno, sencillamente porque decía aquello que les interesaba que dijera para mantener su planteamiento y algo que es muy común, entre aquellos que presumen de “entendidos” en el conocimiento escritural…… y a eso se le llama, sacar un texto de su contexto.
Por lo que nosotros continuamos pensando que algo raro ocurre con ese pasaje, porque analizado con un poco de lógica y sentido común y siempre desde el necesario contraste con el contexto general de las Escrituras (que es la verdadera vara de medir sobre la veracidad de cualquier pasaje bíblico), resulta ser en conjunto un auténtico disparate; y es cierto que sobre dicha porción de Mat. 27:52-53 se dan todo tipo de interpretaciones cuando buscas un poco más de información, pues mientras unos lo definen como una resurrección adelantada (unas primicias) de algunos de los “ungidos” que en un futuro gobernarán con Cristo en el reino milenario, otros dicen que son los 24 ancianos de Rev. 4:4 y que representan al entero grupo de aquellos elegidos que en un futuro reinarán con Cristo por mil años. Por supuesto, que seguramente habrá más interpretaciones acerca de ello y todas ellas tan disparatadas como estas; y es que cuando se intenta interpretar un pasaje que en sí mismo ya es un total contrasentido y que solo porque está ahí, ya parece que haya que decir algo sobre él, ocurren esas cosas. Sin embargo nosotros, desde este blog y conscientes de que ello comporta algún riesgo, nos decantamos por afirmar que dicho pasaje no tiene sentido alguno tal como está vertido y de ahí la duda, de si el contenido del mismo se ajusta al contenido del manuscrito original o no…… y que sinceramente creemos que no, a menos que alguien nos demuestre lo contrario.
Y es que debemos de tener en cuenta, que cuando leemos la Biblia no estamos realmente haciendo tal cosa, sino que lo que estamos haciendo es leer el resultado de copias, de otras copias, de más copias, que a su vez, fueron copiadas de otras copias de los manuscritos originales de la Biblia y todas ellas transcritas a mano, por un espacio de tiempo de más o menos 1.400 años, momento en el que apareció la imprenta. Luego un simple e involuntario error en un signo ortográfico, de uno de los primeros copistas del texto sagrado (por poner un ejemplo) corregido y aumentado en el tiempo, podría llegar a derivar en que un texto que leemos hoy, nada tenga que ver con su versión original y como nos maliciamos que ocurre, con el que nos ocupa hoy. Añadámosle a eso y a través de los siglos, las distintas “conveniencias” (que también es el caso) de algunos de sus traductores u organizaciones religiosas que avalaban y financiaban dichas traducciones (no nos olvidemos de este “pequeño” detalle) y verán lo razonable de nuestra objeción; pero claro, quizás el sincero y voluntarioso estudiante de la Biblia, sobre todo el principiante en estas lides (como todos hemos sido, en nuestros inicios), podría objetar lo siguiente: ¿Pero no nos dice Jehová, en Rev. 22:18-19, que no se puede quitar o añadir algo a Su Palabra? Pues no, querido amigo, ahí no nos dice esto; y si no se lo cree, acompáñenos en la lectura de esa porción escritural, con un mínimo de atención:
“Estoy dando testimonio a todo el que oye las palabras de la profecía de este rollo: Si alguien hace una añadidura a estas cosas, Dios le añadirá a él las plagas que están escritas en este rollo; 19 y si alguien quita algo de las palabras del rollo de esta profecía, Dios le quitará su porción de los árboles de la vida y de la santa ciudad, cosas de las cuales se ha escrito en este rollo.”
Luego de lo que aquí se nos habla, es de las consecuencias que comporta el llevar a cabo esa felonía, o sea, el voluntariosamente alterar el sentido de un pasaje en un sentido u otro, para beneficio propio…… el mero hecho de que las Escrituras contemplen una respuesta adecuada a dicha delictiva actitud, ya es indicativo de que la posibilidad de llevar a cabo tal acción continúa estando ahí y que como en algunas traducciones se observa, es un mal bastante extendido. Súmenle a ello, la lógica incidencia del error humano y se darán cuenta del porqué, muchos recomendamos constantemente tener muy en cuenta el contexto general del registro sagrado, para llegar a un correcto entendimiento acerca del sentido razonable de cualquier texto…… y que no se trataría de otra cosa, más que de comparar lo que nos dice un pasaje determinado, con lo que de ese tema se nos habla en distintas partes de la Biblia, pues eso es el contexto general.
Porque afortunadamente ese contexto general es lo único que no puede ser alterado, ya que para ello se tendría que cambiar el registro bíblico de arriba a abajo y eso es imposible, porque entonces ya no estaríamos hablando de la Biblia, sino de otra cosa muy distinta; por lo tanto, si se ajustan tanto el pasaje como el entendimiento que del mismo tenemos, a lo contrastado con el resto de las Escrituras, es correcto el pasaje y también nuestro entendimiento acerca de este…… y si por el contrario no es así, algo raro pasa: o que nosotros no damos con la “tecla” o que el texto del que se trate sea una “castaña pilonga” como es el caso que nos ocupa. En llegando a este caso, solo hay una cosa que no podemos hacer y que es el dudar de la Palabra de Dios; pues tenemos que tener la completa seguridad de que esta, jamás se contradice…… por lo que el error o bien está en nosotros, o bien en la porción bíblica que estemos analizando y por las razones que ya les hemos apuntado.
Y eso es lo que nos ocurre con el pasaje que estamos considerando de Mateo 27:52-53, ya que este no cuadra con el resto del contenido bíblico, porque veamos: de entrada, tenemos la circunstancia de que la figura de los “santos” o “ungidos” que como tal “clase” tenían que gobernar con Cristo en el reino de Dios (Dan. 7:18), todavía no existía en el momento de la muerte de este, pues no fue sino hasta 50 días después de producido dicho acontecimiento y merced al derramamiento del espíritu santo ocurrido en el Pentecostés de 33 E.C. sobre los apóstoles, reconociéndolos como Hijos adoptivos de Dios, por tanto hermanos de Jesucristo y en consecuencia, herederos del reino como gobernantes en el mismo, cuando apareció esta clase de personas identificadas como los “santos”, o “elegidos” o en todo caso, de los llamados “ungidos” y considerados por Dios como Sus Hijos adoptivos. Por otra parte, un hecho de tal magnitud y que algunos estudiosos califican de “histórico”, tendría que haber dejado una huella indeleble entre sus contemporáneos y por supuestísimo, en el registro escrito que dejaron los evangelistas; como así lo hicieron, por ejemplo, con las resurrecciones realizadas por Jesús (la hija de Jairo, el hijo de la viuda de Naín y la de Lázaro), la de Pedro resucitando a Tabita (o Dorcas), o la de Pablo, sobre un joven llamado Eutico y por supuesto, la del mismísimo Jesús.
Sin embargo y sorprendentemente, no hay ni el más mínimo rastro de este acontecimiento en ninguna otra parte de las Escrituras, ni ninguna mención de ello registrado en la historia seglar por algún historiador o cronista de la época, como por ejemplo, Tácito, Suetonio, Flavio Josefo o Plinio el Joven. Pero el más sorprendente silencio sobre dicho acontecimiento, lo encontramos en la encendida defensa que Pablo realizó acerca de la resurrección, según 1 Cor. 15 y que si bien hace referencia a la de Cristo, en ningún instante menciona nada acerca de otra multitudinaria resurrección y de cuya veracidad, de haber ocurrido en realidad, aún podrían certificar en ese momento muchas personas de Jerusalén: “...... y salidos de los sepulcros, después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” (Verso 53). Y tengamos en cuenta que de haberse producido algo semejante, Pablo de ninguna manera habría desaprovechado la oportunidad de citar de ello y así dar más peso a sus argumentos en defensa de la resurrección de los muertos…… sin embargo, silencio total y absoluto sobre dicha cuestión, por parte del citado personaje.
Cierto es, que algunos autores actuales y para sostener una explicación mínimamente razonable, afirman que la resurrección de dichos “santos” nada tenía que ver con las siguientes, en el sentido de que fueran para vida eterna o para juicio y que esas personas, al igual que Lázaro y los demás citados, volvieron a morir. Pero es que resulta que según Rev. 20:6, los “santos” que tienen que reinar con Jesucristo y de estos es de los que se nos está hablando en dicho pasaje, se levantan ya con inmortalidad concedida...... luego si esos personajes volvieron a morir ¿de qué resurrección se nos está hablando? Luego ¿qué finalidad tenía tal supuesta resurrección? ¿Para qué se llevó a cabo dicha resurrección y siempre en el bien entendido, que dicho pasaje fuera el relato de un acontecimiento verdadero? Porque aun aceptando cualquiera de los diversos argumentos señalados con anterioridad y que pudieran dar autenticidad de este hecho, quedaría la cuestión de porque algo tan espectacular e insólito como una resurrección masiva y que habría removido los cimientos de la propia Jerusalén, no hubiera sido mencionado en ningún momento por los autores de los restantes tres evangelios, así como por el metódico Lucas en el libro de su autoría, Hechos de los Apóstoles…… por tanto es del todo punto incomprensible que de producirse semejante evento, no haya constancia de ello ni en el registro bíblico, ni en las crónicas de la época; sin embargo, sorprendentemente así es la cosa, pues nada de nada se nos habla de ello en ningún sitio y por lo que fuera de toda duda, queda claro que dicha resurrección no ocurrió. Además del hecho de que dicho pasaje no parece apuntar en esa dirección, porque hay otra circunstancia que hace que sea el propio pasaje el que se contradiga a sí mismo; y que para constatar dicha circunstancia, consideremos de nuevo Mat. 27, pero ahora partiendo del versículo 50 hasta el 53 y en la misma versión RVA 1989:
“Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu. 51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló y las rocas se partieron. 52 Se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; 53 y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él (la de Jesús), fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.” (Acotación nuestra).
De esta lectura se desprende, que de haberse producido la resurrección de algunos “santos” de los que tenían que reinar con Cristo, como sostienen la mayoría de autores bíblicos, esta tuvo que acontecer en el mismo instante de la muerte de Jesús; luego y a bote pronto, nos encontramos que ni la futura resurrección de Rev. 20:6 y que acontece en la segunda venida de Jesucristo, sería la primera resurrección, ni Jesucristo podría ser considerado las primicias (Jesús resucitó tres días después de esa supuesta resurrección de “santos”), según el orden establecido por Pablo, bajo inspiración divina:
“Pero cada uno en su orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.” (1 Cor. 15:23).
Luego de nuevo nos muestra Pablo aquí, que no tenía ni la más remota idea de semejante acontecimiento y con lo cual, podemos observar el desajuste entre ambos pasajes, eso es, de Rev. 20:6 y 1 Cor. 15:23, con Mat. 27:52-53; pero hay otro dato, por demás curioso e inexplicable: si seguimos el relato de forma cronológica de los acontecimientos de Mat. 27:50-53, tenemos que si bien dichos personajes “resucitan” en el mismo momento de morir Jesús, resulta que no salen de los sepulcros, ni aparecen públicamente, hasta tres días después de ser resucitados y coincidiendo con la resurrección de Jesús...... ¿tendría eso algún tipo de lógica? Evidentemente no, luego vemos que todo lo que rodea a este pasaje, como que es un poco forzado, extraño y rocambolesco: en definitiva, incoherente y contradictorio dentro del contexto bíblico. Por eso nosotros nos decantamos por pensar, que dicho texto ha sido deformado en el transcurso del tiempo, hasta quedar en ese sinsentido del que estamos hablando; no obstante, la TNM de los TJ y a diferencia del resto de las distintas versiones bíblicas a las que hemos tenido acceso y que traducen dicho pasaje según lo hemos transcrito, vierte Mat. 27:50-53 de la siguiente manera:
“De nuevo clamó Jesús con voz fuerte, y cedió su espíritu. 51 Y, ¡mire!, la cortina del santuario se rasgó en dos, de arriba abajo y la tierra tembló y las masas rocosas se hendieron. 52 Y las tumbas conmemorativas se abrieron y muchos cuerpos de los santos que se habían dormido fueron levantados 53 (y algunas personas, saliendo de entre las tumbas conmemorativas después que él fue levantado, entraron en la ciudad santa) y se hicieron visibles a mucha gente.”
Noten el paréntesis aclaratorio del versículo 53, en un intento por parte de los TJ (queremos imaginar), de hacer más razonable, lógico y entendible el pasaje de Mat. 27:52-53, pero que en todo caso no pasa de ser una mera hipótesis voluntariosa, porque no existe posibilidad alguna de contrastar dichas palabras en ningún otro lugar de las Escrituras, o en su defecto, con algún tipo de información de la época sobre un acontecimiento de tal magnitud y que nos permitiera saber qué realmente es lo que pasó...... al menos, hasta donde nosotros entendemos.
Por lo tanto y puesto que queda abierto el campo a la especulación, nosotros vamos a aportar nuestro granito de arena, amparándonos eso sí, en lo que entendemos como un razonamiento lógico y de sentido común del contexto general de las Escrituras, aventurando por ello que lo que ocurrió fue lo siguiente: como consecuencia del violento terremoto que se produjo en el momento de la muerte de Jesús (v. 54), el terreno se resquebrajó y con él, las tumbas excavadas en la roca a modo de nichos (costumbre en Israel) fueran rotas violentamente y lo que hizo que los cadáveres contenidos en ellas fueran expulsados al exterior, quedando expuestos a la vista de los que por allí pasaban…… los cuales entrando en Jerusalén, fueron los que explicaron el dantesco espectáculo a los habitantes de la misma y con los que se toparon al entrar en ella. Y esa es la opción más razonable que se nos ocurre y que creemos que es lo que la versión TNM de los TJ quieren dar a entender al personal, para dar sentido a un pasaje que no tiene ninguno, al menos tal como es vertido en la inmensa mayoría de las traducciones bíblicas que tenemos a mano.
No obstante y como la citada versión también tiene sus fallos, de nuevo queda validada la idea de que para un correcto entendimiento de lo que realmente nos quieren decir las Escrituras, nada como el ajustarse a los contextos, tanto el más inmediato al pasaje del que se trate, así como de su relación con el contexto general del registro escritural…… ello, junto a una buena técnica de lectura y una no menos valiosa capacidad de razonar con lógica y sentido común sobre aquello que se ha leído, nos permitirá, no solo entender el contenido del mensaje divino, sino el “descifrar” algunos pasajes que como el analizado, tal parece que fueron escritos aposta para “darnos el día”.
MABEL
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