domingo, 26 de enero de 2014
Pues…… ¡se está usted “luciendo”, Sr. Olcese!
Porque claro, mandarme tres correos sobre el artículo que dediqué a desbaratar otra de sus “genialidades”, como es la de que el primer hombre que conoció el nombre divino fue Moisés y que hasta ese momento no se conocía, sin responderme nada al respecto, me reconocerá usted que tiene su “aquél”; pero veamos lo que me dice en ellos y por orden de llegada:
“apologista commented on OTRO "INCREÍBLE ERROR" DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ......SEGÚN APOLOGISTA MARIO OLCESE”
“Sin duda Armandito López Golart tiene serios problemas para explicar Efesios 4:11-13, versos que simplemente ignora porque destreuye su estúpida tesis de las dos clases de esperanzas para los cristianos. Mientras Don Armadito no tome en serios mis planteamientos que aparecen claramente en mi canal de vídeos sobre las dos clases, seguirá ciego y pronto caerá al abismo de la eterna oscuridad. Pero vamos a entregarle este estudio para que lo medite mientras está en el retrete a ver si medita mejor:
El argumento más poderoso que podemos presentar para demostrar que la novia de Cristo está compuesta por toda la simiente de Abraham, y no tan sólo 144,000 personas “ungidas, como sostiene la Watchtower, está fundamentado en la epístola paulina a los efesios, capítulo 4 y versos 11 al 13, que dice:……” (Negritas mías).
En el siguiente, me manda el link para acceder a uno de sus videos, en donde nos habla de tan “genial” planteamiento:
“apologista commented on OTRO "INCREÍBLE ERROR" DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ......SEGÚN APOLOGISTA MARIO OLCESE”
“http://youtu.be/9v_wnsUDt5U”
Y ya un tercero, supongo que para que quede claro que usted “no lee” mis escritos, pues se trata de la misma “verborrea de siempre”…… solo que dicha “verborrea” le saca de sus casillas y de ahí ese comentario tan zafio cerca del “retrete” y que lo único que hace es retratar la clase de “personaje” que es usted; pero vamos al correo en cuestión y en el que me dirige al video por usted publicado:
“apologista commented on OTRO "INCREÍBLE ERROR" DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ......SEGÚN APOLOGISTA MARIO OLCESE”
“Ver en mi canal cristiano72392 mi vídeo que lleva como título: "¡LOS ANCIANOS O PASTORES ESTÁN TODOS DESTINADOS A REINAR CON CRISTO, SEÑORES TESTIGOS DE JEHOVÁ!" para saber quiénes son los santos que reinarán con Cristo y que Armadito López no dice ni pío.”
Y correos que transcribo para que quede constancia de que usted los mandó desde ese artículo que publiqué, concretamente el anterior a este y que sí tuvo que leerlo usted, a tenor de su reacción y contenido que, desde luego, no le ha sentado nada bien; y que lo leyó y no le sentó nada bien, queda probado por el hecho de que no contento con esos correos, publicó un video en el que se pone de manifiesto el malestar que le corroe y en el que como siempre, la “empanada” mental que parece ser consustancial con usted, le lleva a mezclar “churras con merinas”, eso es, lo que dicen los TJ con lo que dice la Biblia y lo que dice la Biblia con lo que dicen los TJ…… y video en el que continúa sin decirme nada acerca del tema que trata el escrito al que presuntamente me responde ¡y que ya tiene “narices” el asunto! Además y como si lo que dice la Biblia y lo que interpretan de ello los TJ fuera un todo, nos pretende colar esa estupidez argumental partiendo del “poderoso argumento” de Efe. 4:11-13…… y a la que ¡faltaría más! usted me desafía responder, al decir que un servidor tiene “serios problemas” para explicar Efe. 4:11-13 y por lo que “no digo ni pio”.
Pero claro, resulta que dicha petición de aclaración por mi parte del pasaje en cuestión, como exponente de la “cara dura” de la que usted hace gala no está nada mal, máxime cuando aún tiene por ahí unas cuantas cuestiones a las que aún estoy esperando dé atención (y “muchas lunas” nos contemplan desde que se las formulé)…… si bien es cierto, que ya advertí al “personal” que usted no se atrevería a dar respuesta a ninguna de las tales, pues ello le obligaría a retractarse de muchas de sus enseñanzas y algo que su orgullo, prepotencia y altanería le impiden hacer. Y un ejemplo de que ello es así, queda demostrado por el hecho de que después de tres correos y un video/artículo en el que me alude personalmente, usted aún no ha dicho en ellos “ni mu” acerca del asunto que le planteo en mi escrito y cuestión que se resume a algo tan simple como esto ¿quién entre usted y un servidor, tiene la razón en el tema acerca de cuándo se conoció por primera vez el nombre de Dios? Porque usted a eso y que es lo que le planteo en mí último artículo, aún no ha dado ninguna respuesta; y sencillamente no lo ha hecho, porque no puede hacerlo y lo que nos habla, o bien de su total ignorancia acerca del contenido escritural, al desconocer los pasaje de Gén. 4:1; 26 y lo que nos habla de la clase de “teólogo” que usted es, o bien del orgullo y arrogancia que usted atesora y que le impiden reconocer que se ha equivocado…… porque ¡mire que el asunto es fácil!: o fue Moisés y como usted afirma, el primer ser humano en conocer el nombre de Dios, o este ya era “invocado” más de 2.200 años antes del nacimiento de dicho personaje y que es la tesis que yo defiendo; luego ¿quién tiene razón, Sr. Olcese? ¿O no se atreve usted a reconocer que está equivocado?...... porque de lo contrario, habría que pensar que ya nos hubiera hablado de ello ¿o tampoco, Sr. Olcese?
Y cuestión a la que de ninguna manera responderá, porque la realidad es que usted no es más que un orgulloso ignorante que sueña con ser un “ungido”, eso es, que le han contado una “película” y se la ha creído, porque ello va en el línea con su exacerbado ego y en lo que se podría considerar como un “auto-culto a la personalidad”; por ello, usted no puede reconocer (aunque lo sabe, pues son clarísimos en todas las traducciones bíblicas que usé) la solidez de los textos usados en mi escrito para demostrar cuándo se dio inicio a usar el nombre de Dios, así como los argumentos que apoyados en los mismos presento, dado que su arrogante personalidad se lo impide. Por ello, para desviar la atención del tema que nos ocupa y en espera de que la “tormenta” escampe, me sale por “los cerros de Úbeda” y planteándome una cuestión de la que en absoluto estábamos tratando y que, por cierto, sobraba el que me mandara el link del video mencionado en su tercer correo, pues ya lo había escuchado en su momento, dado que yo no tengo ningún empacho en reconocer que sigo sus publicaciones…… ya otra cosa que el tema me interesara, pues lo tomé como otra “charlotada” más de las tantas que publica y por demás, fácilmente desmontable. Pero dado que usted me ha retado a que le responda a tan “poderoso argumento” y yo no me “arrugo” ante nada y menos, ante un indocumentado como usted, ahí tiene la respuesta y que va en el sentido de negarle la mayor (espero que su estulticia no le impida saber que significa esa expresión): porque ese planteamiento que usted formula sustentado en Efe. 4:11-13, deja de tener validez en los tiempos actuales y que es en donde usted lo aplica de manera totalmente incorrecta, porque veamos lo que se lee en dicho pasaje:
“Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, 12 con miras al reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo, 13 hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo.”
Porque para que esas palabras fueran aplicables en nuestros días, tendría que existir una “iglesia” o “cuerpo de Cristo” a la que poder “reajustar” o “edificar” y este no es el caso; porque desde este blog, Sr. Olcese y algo que usted jamás ha podido rebatir, hemos demostrado hasta la saciedad que a partir de la muerte del último de los apóstoles, se acabó la presencia de miembros de la “iglesia” o “cuerpo de Cristo” sobre esta tierra y así hasta nuestros días. Luego todo lo que se edifique sobre dicho pasaje de Efe. 4:11-13 y en la orientación que usted le da, no es más que fruto de la pura ignorancia acerca del contenido escritural que a usted le “adorna” y de la realidad en la que vive, porque vamos a ver: usted mismo se identifica como un “ungido” o miembro de ese “cuerpo de Cristo”, entonces demuestre que ello es así…… porque lo que está claro y según el relato bíblico, es que todos los que poseyeron esta condición de Hijos de Dios, tenían los poderes que la misma llevaba inherentes y algo que está más que probado en el libro de Hechos de los Apóstoles. Pero ya puestos, veamos otra cuestión y a la que usted, Sr. “ungido”, nunca ha dado razón: ¿quién le administró a usted el bautismo en espíritu santo y que es el único bautismo que da la condición de Hijo de Dios (algo que no puede hacer el bautismo en agua), por tanto miembro de dicho “cuerpo de Cristo” y que según las Escrituras solo los apóstoles podían administrar? ¿O puede presentar usted algún pasaje o relato bíblico que nos diga lo contrario? Luego como usted mismo puede ver, su planteamiento no se sostiene, pues no tiene base bíblica sólida para ello…… a menos eso sí, que como le he dicho, nos pueda probar que existe una fórmula alternativa y que sustituyera a la acción de los apóstoles en cuanto a la administración del bautismo en espíritu santo y que nos sea explicada en la Biblia.
¡Hombre! yo ya sé que no responderá a esta cuestión, porque sencillamente no puede, como tampoco lo ha hecho a otros temas que le tengo planteados desde hace mucho tiempo y ahí está le hemeroteca para probar mi afirmación; temas que paso a recordarle para ver si se da un poco de vergüenza y toma acción…… sí, sí, ya sé: usted no sabe lo que es eso llamado “vergüenza”, pero pienso que algún día tendrá que aprenderlo. Por lo que de momento, me limito a recordarle esas cuestiones y a ver qué explicación nos da de ellas:
La primera, va en el sentido de que sí Jehová ya tiene tantos “ungidos” sobre la tierra y siempre según se deduce de sus particulares “enseñanzas”, para no ir más lejos con la que nos acaba de plantear, apoyándose en el citado Efe. 4:11-13 ¿por qué tiene Este la necesidad de enviar a más de ellos en un futuro inmediato y en la forma de un “pequeño resto” para llevar a cabo una comisión concreta (dar inicio a la gran predicación de Mat. 24:14), pues esto es lo que se infiere de Rev. 6:9-11 y 11:3? Lo que me lleva a recordar, que usted en muchas ocasiones ha afirmado que solo nuestro esfuerzo en dar adelanto a la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios, es lo que propiciará la pronta venida de Jesucristo o, lo que es lo mismo, que si no “espabilamos” en nuestra tarea, esta segunda venida va para largo; luego ¿de qué predicación nos está hablando usted, si Jehová parece que tiene otra en mente y aún en el futuro? ¿No será que toda la actual “patulea” de indocumentados que se auto declaran “ungidos” (usted entre ellos) no son más que unos inútiles “fantasmas” que no le sirven para nada…… y por lo que el Altísimo se ve obligado a traer a otros más “eficientes”, para ponerse a trabajar un poco más en serio? Porque lo dicho, Sr. Olcese ¿cómo nos demuestra usted su ungimiento y que le haga ser algo más que los “ungidos” de los TJ, que no son más que unos farsantes vividores y a los que usted tanto ha criticado? Y como no puede hacerlo, como tampoco ellos pueden hacerlo, nos encontramos con los mismos farsantes embusteros…… pero si ello no es así, ¡pues nada hombre, demuéstrenos su condición de “ungido” y tan amigos! Porque lo que está claro, es que si los “ungidos” del primer siglo levantaban muertos y los que están por venir (Rev. 11:5-6), no son precisamente “mancos” en cuanto a poderes, mientras que los actuales no pueden curar ni un simple catarro…… ¡aquí está pasando algo raro!
Una segunda cuestión tiene que ver, con el cómo se puede mantener que las personas que en un futuro conformarán la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y siendo que pasan con vida al reino de Dios, puedan participar en el gobierno de dicho reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y como usted con tanta vehemencia afirma, cuando el caso es que solo pueden adquirir dicha condición aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6 y algo que esos “sobrevivientes” no pueden hacer, pues como indica la propia expresión, resulta que no han muerto y por lo que entran con vida al reino de Dios…… lo que forzosamente les coloca en la posición de súbditos de ese reino, pues si bien pasan al milenio de Dios, no pueden reinar en el mismo. Con lo que nos encontramos, obviamente y desde el punto de vista bíblico (olvidémonos de las disparatas aplicaciones que hacen los TJ del registro escritural), con “dos clases” de personas con las que inicia su andadura el reino de Dios: aquellos que gobiernan con Cristo porque ha participado de una “primera” resurrección y aquellos que serán gobernados como súbditos, pues al pasar con vida al reino de Dios (sobreviven a la “gran tribulación”, según Rev. 7:14), no han podido participar de la misma y que, repito, es la que concede a uno el reinar con Cristo. Y eso no lo dicen los TJ, Sr. Olcese, sino que esto es lo que se nos explica en el capítulo 7 de Revelación: 144.000 “sellados” por una lado y una “gran muchedumbre” por otro y sin sello alguno que les haga iguales a los anteriores, como primeros moradores en el reino de Dios; o lo que es lo mismo “dos clases”: la “clase” de los que gobiernan y la “clase” de los que son gobernados…… ¿o no es eso así, Sr. Olcese?
Dicho lo cual, veamos una tercera cuestión y ésta en el sentido de por qué la necesidad de ser “nombrados” príncipes sobre la tierra esos antepasados de Jesús mencionados en el Sal. 45:16 y que según usted, también tienen que “reinar” con él, cuando el caso es que en Rev. 20:6 lo que se nos dice es que los que se levantan en esa “primera” resurrección ya lo hacen en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y condición que solo se puede adquirir, mediante el participar en ella y por lo que no precisan de nombramiento posterior alguno. Y es que si los citados antepasados de Jesús, precisan de un nombramiento “posterior” a su resurrección y como es el caso, según el Salmo mencionado (algo que no ocurre con los 144.000 y que ya resucitan, como he dicho, con una condición infinitamente superior a la de “príncipes)), ello solo puede significar que dichos “antepasados” no han participado de dicha “primera” resurrección…… sino de otra diferente ¿o no va por ahí la cosa, D. Mario?
Por otra parte y en línea con lo dicho en este párrafo anterior ¿cómo se puede explicar la existencia de una segunda resurrección, no durante el milenio como sostengo yo y según entiendo del registro escritural, sino al final del mismo y según nos propone usted, para juicio o destrucción eterna de los “injustos”, sin que ello se dé de bofetadas con el contexto escritural? Y es que entonces nos tendría que aclarar usted y si no es mucho pedir, en cuál resurrección se levantan esos antepasados de Jesús, siendo como hemos visto que no es en la primera” y que tampoco puede ser en esa considerada como “segunda” que usted nos propone, pues en lugar de ser destruidos como “injustos”, lo que ocurre es que se les concede un nombramiento como “príncipes” sobre la tierra (Sal. 45:16). Y lo cual, repito, significa que no han participado de esa “primera” resurrección y que es la única que permite el reinar con Cristo…… pero obviamente tampoco lo han hecho de la segunda que incomprensiblemente nos plantea usted para el final del milenio y para “juicio” o destrucción eterna de los “injustos”, pues en lugar de destrucción, reciben nombramientos. Lo que nos llevaría, forzosamente y según su esperpéntica teoría, a la existencia de otra resurrección “intermedia” entre esas dos y en la que a esos antepasados de Jesús sí se les pudiera “nombrar” lo que sea, en lugar de ser destruidos…… pero de la que nada se nos habla en las Escrituras; entonces ¿cómo nos aclara este “guirigay”, Sr. Olcese, que usted ha montado con su disparatada afirmación?
Ya por último y puesto que usted sostiene que no solo 144.000 son los que reinarán con Cristo ¿cómo nos puede explicar usted el pasaje de Rev. 14:1 y siendo como es este, el cumplimiento del profético Sal. 2:5-6? ¿O tampoco es eso así, Sr. Olcese? Y recuerde que todo lo que le refiero, son “enseñanzas” que usted estado difundiendo desde que yo le conozco.
¿Sabe cuál es la diferencia entre usted y yo, D. Mario? Que mientras yo publico todo lo que entiendo como correcto en las Escrituras y con la tranquilidad del que no tiene miedo a ser rectificado, pues si en algo me equivocara y otro me rectificara, yo se lo agradecería porque me estaría enseñando y eso es lo que yo quiero, aprender más cada día (y solo se aprende cuando a uno le enseñan), usted, supuesto “teólogo” y además supuesto “ungido” y por ello, supuestamente “guiado” por el espíritu santo de Dios, según propia afirmación y que tiene publicada, cree estar sobre el bien y el mal y por ello no puede soportar que alguien como aquí “el menda” y al que usted mismo le tuvo que montar el blog en el que escribo, porque ni eso sabía yo hacer, le ponga las peras al cuarto y le deje con la boca cerrada, eso es, en el más espantoso de los ridículos. Porque esa es la realidad y algo que está reflejado en esas cuestiones que le planteo, que ni ha respondido ni responderá según las Escrituras, pues para ello tendría usted que retractarse de la mayoría de enseñanzas que ha publicado y algo que su orgullo le impide hacer…… o sea que bájese de una puñetera vez del pedestal en el que se ha endiosado, creyéndose ser lo que no es y si ello no es así, pues nos lo demuestra y todos tan contentos; y si no puede demostrarlo y no puede, pues cállese, póngase a mi nivel de currito de pie, e intentemos llegar a acuerdos y en los que la Biblia sea la que lleve la voz cantante.
Concluyendo, D. Mario, como puede ver yo sí y una vez más, he dado respuesta a su requerimiento, lo cual no significa que en su indigencia intelectual con respecto del contenido escritural, sea capaz de entenderla…… probablemente no por causa de su ignorancia congénita, que también, sino porque el orgullo, la arrogancia y prepotencia que le caracterizan, impiden el que Jehová le permita entender de Su Palabra. Por eso, nunca podrá responder a esas cuestiones que le planteo y por ello continuará, miserablemente, exigiendo respuestas, cuando usted es totalmente incapaz de darlas; resumiendo…… ¡vaya porquería de “teólogo”.
“A cualquiera de ojos altivos y de corazón arrogante…… a ese no puedo aguantar.” (Salmo 101:5).
Lo que significa que tiene usted un “pequeño” problema con Jehová; y es que no me negará, por otra parte, que auto identificarse como un Hijo de Dios, cuando no es usted siquiera capaz de saber que la Biblia, inspirada por el mismo espíritu que supuestamente le guía a usted, repito, según propia afirmación, hizo que se escribiera que Eva ya conocía el nombre de Jehová, así como que en tiempos de Enos (¡más de 2.000 años antes del nacimiento de Moisés!) ya se “invocaba” el nombre de Jehová en la tierra…… ya es como para hacérselo mirar ¡oiga! Y cuestión esta, que como las mencionadas y como tengo por costumbre, se las iré recordando periódicamente para su vergüenza y descrédito personal, hasta que me las responda…… veremos hasta dónde es capaz de aguantar.
Armando López Golart
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miércoles, 22 de enero de 2014
Otro “increíble error” de los Testigos de Jehová…… según Apologista Mario Olcese.
Y a partir de lo cual, ya pueden apostar lo que ustedes quieran a que esos señores (los TJ) están en lo cierto en lo que hayan afirmado y que Apologista está totalmente equivocado, pues no se entera de la película y demostrando con ello una vez más, de manera lamentable y vergonzante, que lo más cercano que ha visto parecido a una Biblia, son “Las aventuras de Tom Sawyer”…… ¿y que han dicho ahora los dirigentes de esa secta, que ha levantado “en armas” a tan “entendido” caballero? Pues lo que vamos a leer en un comentario que se encuentra en una reciente publicación en formato de libro y en el que bajo el título “Acerquémonos al Creador”, en el primer capítulo y párrafo 7, nos encontramos con la siguiente afirmación:
“7 El Todopoderoso eligió su nombre, un nombre con mucho significado. Al parecer, Jehová quiere decir “Él Hace que Llegue a Ser”. Es cierto que no hay nadie como Jehová en el universo, pues todo le debe la existencia a él y él hace realidad todo cuanto se propone, lo cual constituye una realidad que nos infunde reverencia. Pero ¿es eso lo único que nos enseña su nombre? Como es obvio, Moisés deseaba saber algo más. Para empezar, él ya sabía que Dios había creado todas las cosas y que se llamaba Jehová. No se trataba de un nombre nuevo, pues llevaba siglos en uso.” (Negritas nuestras).
Pero si ustedes visionan dicho documento, verán que su autor, el ínclito personaje Apologista Mario Olcese, hace una larga pausa al llegar a este punto de la lectura (pues el párrafo no concluye ahí) y tras la que exclama “y aquí me detengo”…… claro, ahí se detiene porque ha cometido un error garrafal al mostrar el párrafo completo, pues lo que sigue a continuación y en donde los TJ muestran lo que realmente quería saber Moisés y que da todo el sentido a su planteamiento, no le interesa al autor en cuestión, pues desmonta toda su esperpéntica interpretación; porque así es como continúa y concluye dicho párrafo 7, aunque el Sr. Olcese, interesadamente, lo pase por alto:
“En realidad, al preguntar por él, Moisés se refería a la persona que este representaba. Venía a decir: “¿Qué puedo contarle a tu pueblo Israel para fortalecer su fe en ti y convencerlo de que de verdad vas a liberarlo?”.”
Y porción que, repetimos, le da al párrafo transcrito un sentido correcto; ahora bien…… ¿es cierto, como afirman los TJ, que el nombre divino era conocido y usado de antiguo y que es el asunto que se pone en disputa? ¿O más bien es cierta la afirmación de Apologista en el sentido de que es en Éxo. 3:13-15 donde por primera vez, Jehová da a conocer Su Nombre al ser humano, en este caso al bueno Moisés? Pero veamos que se lee en dicho pasaje:
“Sin embargo, Moisés dijo al Dios verdadero: “Supongamos que llego ahora a los hijos de Israel y de hecho les digo: “El Dios de sus antepasados me ha enviado a ustedes”, y ellos de hecho me dicen: “¿Cuál es su nombre?”. ¿Qué les diré?”. 14 Ante esto, Dios dijo a Moisés: “YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER”. Y añadió: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes’”. 15 Entonces Dios dijo otra vez a Moisés: “Esto es lo que habrás de decir a los hijos de Israel: “Jehová el Dios de sus antepasados, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a ustedes”. Este es mi nombre hasta tiempo indefinido, y este es la memoria de mí a generación tras generación”.”
Sin embargo ¿se desprende de la lectura de este relato, que el nombre de Jehová (o Yahveh, según opciones), fuera desconocido de antiguo, al grado y según ese “genio” de la interpretación bíblica, que personajes de la talla de Abraham (el llamado “padre de la fe”), Isaac o Jacob (minuto 3 de grabación) y cualesquiera que hubiera existido antes de Moisés, desconocían ese Nombre o lo que es lo mismo, casi 2.500 años de historia del ser humano sin saber cuál era en nombre de su Creador? Obviamente no, pues ello evidentemente, conllevaría pensar que el propio Adán nunca se enteró del nombre de su Creador: eso es, que el mismo que le dio un nombre a Adán, que le comisionó a su vez para que este diera un nombre a todo bicho viviente de la creación, incluida su compañera (Gén. 2:23), resulta que Él mismo no se había dado a conocer por nombre. Luego ante semejante desatino, lo primero que se nos ocurrió es pensar que lo que quería venir a decirnos ese “caballero”, es que lo que hizo Jehová en ese momento al que se refiere, es “descifrarle” a Moisés el significado de Su Nombre (“Yo resultaré ser lo que resultaré ser”), aunque ello no tendría sentido alguno, pues en esa época era conocido por todos el significado de cada nombre; pero después de visionar varias veces dicha grabación, concluimos que lo que se nos estaba diciendo en la misma y como habíamos entendido de entrada, era que, efectivamente, el nombre “Jehová” como tal era desconocido hasta ese momento y por lo que Moisés, fue el primer ser humano en escuchar dicho Nombre…… pero ¿es esto así?
Es obvio que esto no puede ser así; pero para entender este punto tenemos que partir de una premisa: cuando en la Biblia encontramos la grafía “Jehová”, “Yahveh” o en algunos casos “Señor” y referido a Dios (procedente del término griego “Kiryos”), es traducida a partir de lo que se llama el “tetragrámaton” ((del griego te·tra, que significa “cuatro” y grám·ma, que significa “letra”) y que se vierte, de derecha a izquierda con los signos יהוה y que se traducen al español con las siguientes consonantes: YHWH. Por lo tanto, cada vez que en los registros o manuscritos más antiguos aparece el “tetragrámaton”, se sustituye en la mayoría de las actuales traducciones por el nombre Jehová o Yahweh, según sea el caso; luego la pregunta es la siguiente: ¿cuándo aparece por primera vez el “tetragrámaton” en las Escrituras y cuándo es pronunciado por primera vez por un ser humano? Pues sencillamente y a tenor del registro escritural, la primera vez que aparece dicho “tetragrámaton” es mucho antes de ser creado Adán:
“Esta es una historia de los cielos y la tierra en el tiempo en que fueron creados, en el día que Jehová Dios hizo tierra y cielo.” (Gén. 2:4).
Ahora bien ¿y cuando fue pronunciado dicho nombre por un ser humano y lo que significaría que no solo era conocido, sino que además era usado desde un principio? Pues en ocasión del nacimiento del primer ser humano procedente de la relación entre un hombre y una mujer:
“Ahora bien, Adán tuvo coito con Eva su esposa y ella quedó encinta. Con el tiempo, ella dio a luz a Caín y dijo: “He producido un hombre con la ayuda de Jehová”.” (Gén. 4:1).
Entonces la primera persona de la que se tiene registro que pronunció el nombre Jehová, fue Eva y que solo lo pudo haber aprendido de su esposo Adán…… luego el primero que conoció dicho nombre fue Adán. Ahora bien, el Sr. Olcese nos podría decir que puesto que Moisés escribió los cinco primeros libros de la Biblia o Pentateuco después de haberle sido revelado dicho nombre, pudo haberlo colocado en los sitios que entendiera como apropiado el uso del nombre divino…… pero si bien eso podría ser plausible en el caso de relatos en el que no interviniera el ser humano, no tendría sentido el hacerlo en situación contraria, como en el caso citado de Eva, pues ello significaría que Moisés colocó en labios de la primera mujer algo que esta no dijo, dado que supuestamente ella no conocía dicho nombre y con lo que de ser eso así, la fiabilidad de las Escrituras se pondría en entredicho. Pero claro, resulta que afortunadamente, Moisés también escribió otra cosa que despeja cualquier sombra de duda en el sentido de que el nombre divino era conocido muchísimo antes de que supuestamente y según Apologista, este le fuera “revelado” a Moisés, porque veamos:
“Y Adán procedió a tener coito otra vez con su esposa, de modo que ella dio a luz un hijo y lo llamó por nombre Set, porque, según dijo ella: “Dios ha nombrado otra descendencia en lugar de Abel, porque Caín lo mató”. 26 Y a Set también le nació un hijo y él procedió a llamarlo por nombre Enós. En aquel tiempo (eso es, en el tiempo de Enós) se dio comienzo a invocar el nombre de Jehová.” (Gén. 4:25-26). (Acotación nuestra).
Y prescindiendo del motivo por el que se produjo dicha situación, eso es, para alabar o renegar de dicho nombre (como algunos afirman, en función del contexto), lo cierto es que empezó a ser invocado por el “personal”, lo que significa que conocían dicho nombre y además, sabían quién estaba detrás del mismo. Luego si tenemos en cuenta que Enós fue el tercer patriarca a partir de Adán, eso es, casi 2.500 años antes de que naciera Moisés y el nombre de Jehová era ya invocado, ello solo significa que ya era conocido…… luego solo podía ser conocido por medio de Adán y que fue el que lo tuvo que dar a conocer a sus descendientes; entonces ¿de dónde saca dicha peregrina idea el Sr. Olcese y que una vez más, ha sido pillado tocando el “violón”? Pues probablemente de un relato de Josefo, historiador judío perteneciente a una familia sacerdotal y que en su particular versión de la revelación de Dios a Moisés en este episodio que estamos analizando, afirma lo siguiente:
“Dios entonces le dijo su santo nombre, que nunca había sido comunicado a ningún hombre; por lo tanto no sería leal por mi parte que dijera nada más al respecto.” (Antigüedades Judías, libro II, cap. XII, sec. 4.). (Negritas nuestras).
Por lo que la cuestión radica en quién nos merece más crédito, si el personaje de Josefo mencionado, o aquellos que llevados por espíritu santo, en este caso Moisés y que cumplió con la comisión dada por Dios de liberar a Su pueblo de la esclavitud en Egipto y poner además por escrito, el relato de la historia humana contenida en esos cinco primeros libros de las Escrituras…… excusamos decir que nosotros y por lo que se ve, en claro contraste con Apologista Mario Olcese, lo tenemos clarísimo. Pero en todo caso y una vez más, disparate donde los haya el afirmado por dicho “genio” de la teología, que deja a las claras la incompetencia e ineptitud en su trato a las Escrituras y al que le aplicaremos la misma “medicina” que él aplica a los TJ y que una vez más le han dado “sopas con honda”, pues ha quedado probado que en este tema tienen razón; porque resulta que en su crítica a esos señores en el video de referencia y en el minuto 9’36 de grabación, menciona que “si en esto tan elemental, tan básico, se equivocan ¡qué podemos esperar de ellos en lo más complejo o más intrincado!”…… pues eso mismo, Sr. Olcese: si en algo tan simple y que solo tiene que ver con un elemental conocimiento del texto escritural, mete usted “la gamba” hasta el corvejón como es público y notorio ¿cómo puede esperar que se le tome en serio, o que desde este blog se tome en cuenta el último correo que nos ha mandado, comentando sobre uno de nuestros artículos y escritos que usted, según reciente afirmación “nunca lee”?
“apologista commented on LUEGO...... SI NO HAY "ARREBATAMIENTO" ¿QUÉ HAY ENTONCES?”
“Efesios 4:11-13 demuestra que el verdadero cuerpo de Cristo que reinará con el Mesías no son los 144,000 personas, sino todos aquellos que son perfeccionados por los ancianos de las congregaciones, es decir, una grande muchedumbre de creyentes. A éstos Pablo los llama "santos", y los santos han de regir el mundo (Ver Daniel 7:13,14,22,27). Además, verán a Dios (Heb. 12:14). FIN DE LA HISTORIA, SEÑORES TESTIGOS DE JEHOVÁ Y TODOS SUS FANS.”
O sea, que cuando ese caballero deje de hacer el tonto y se dedique a algo más provechoso que leer “Las aventuras de Tom Sawyer” y se tome un poco más en serio la Biblia, dejando de decir esas sandeces como la publicada en el video comentado (así como la expresada en dicho correo y que es un disparate tal, que no hay por dónde cogerlo), igual en este blog le tomamos un poco en serio…… mientras tanto, que vaya aprendiendo un poco ¡como mínimo a leer!
MABEL
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domingo, 19 de enero de 2014
Luego…… si no hay “arrebatamiento” ¿qué hay entonces?
Y es que como reza nuestra imagen de entrada, la “verdad” del rapto o el “arrebatar de la iglesia”, no es más que parte de la gran mentira que se oculta tras ella. Por lo que continuando en dónde nos quedamos, recordarán ustedes que en el artículo anterior y del que este es continuación (lo prometido es deuda), dejábamos el punto focal de dicha cuestión, sin aparente respuesta: ¿qué hay de aquellos “millones” de personas a las que se les ha prometido que serán “raptadas” a la presencia de Dios y de su Cristo, para al término de siete años de “gran tribulación” volver a la tierra y reinar con el Hijo de Dios en ella y que ahora resulta que ello no es así, o sea, que todo es un absurdo disparate?...... al menos claro está, que nuestro planteamiento en dicho artículo sea incorrecto y pueda ser rebatido, lo cual no parece de momento ir en esa dirección. Por lo que aceptando la tesitura de que estamos en lo correcto, imaginémonos a modo de ejemplo, a una de esas personas y que bien por casualidad o bien porque alguien bien intencionado le ha puesto en antecedentes de lo publicado en este blog, ha llegado a leernos y le ha parecido razonable nuestra idea sobre el tema en cuestión, pero lo cual parece dejarle sin perspectiva alguna de futuro: sencillamente resulta que ha sido una víctima más de la gran mentira del “arrebatamiento de la Iglesia” y que tiene entrampadas a millones de personas, merced a esos “falsos maestros” de los que ya nos avisan las Escrituras (2 Ped. 2:1).
Pero puesto que dicho anónimo amigo ha tomado acción y se ha preocupado de leer nuestra información y documentarse debidamente acerca de si lo que contamos en ese escrito de referencia era verdad o no, ello lo ha puesto en camino de entrar en contacto con una vía alternativa y, probablemente, más razonable…… y es que en este blog, como dejamos constancia al final del artículo mencionado, jamás rebatimos un planteamiento sin ofrecer uno alternativo y por lo que esperamos que este escrito sea esclarecedor y contribuya a ayudar a más personas a poder contrastar distintas opciones y quedarse con aquella que les merezca más crédito, acerca del futuro que les aguarda. Dicho lo cual, metámonos “en harina” y establezcamos un punto a partir del cual trabajar: todo lo que tiene que ver con la salvación de una persona en la “gran tribulación” venidera, ocurre dentro de los últimos siete años del mundo como lo conocemos, eso es, la semana mencionada en Dan. 9:27 y de ahí, la tremenda importancia que dicho período de tiempo tiene en nuestras vidas y que desde nuestro enfoque de las cosas, eso está ya al caer:
“Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.”
Lo que se nos cuenta en este pasaje, es que dicha semana de años inicia con la firma o confirmación de un pacto de paz o no agresión “entre los muchos”, eso es, entre Israel y los pueblos árabes vecinos, mediado por un poderoso gobernante mundial conocido como “el anticristo”; sin embargo y paralelo a ese momento, aparecen en escena otros personajes y de los que se nos habla en Rev. 11:3:
“Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco.”
Estos personajes conforman un minúsculo “resto” de los 144.000 individuos que con Cristo tienen que reinar durante el período milenial y cuyo grueso fue recogido en el primer siglo, pues desde la muerte del último apóstol dejaron de existir esa “clase” de personas sobre la tierra; fíjense que esos futuros personajes tienen una comisión que llevar a cabo y que es la de “profetizar” (o predicar), pero tarea que está limitada en el tiempo a un período de 1.260 días y que es durante el cual, será llevada a cabo la predicación mundial anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y que nada tiene que ver con la que están metidos los TJ desde hace más de 100 años (un “pelín” si se han pasado), aunque ellos digan lo contrario. Por lo que vemos y volviendo al anterior argumento, que ese es el mismo tiempo que tarda “el anticristo” en romper el pacto o tratado de paz, pues 1.260 días equivalen a tres años y medio (teniendo en cuenta que estamos hablando de meses de 30 días) y lo que nos señala que estaríamos hablando de un tiempo de relativa calma; de hecho, eso es lo que se nos dice en Rev. 7:1-3 y en el bien entendido de que es en ese capítulo 7 de Revelación o Apocalipsis, donde se nos empiezan a explicar los acontecimientos con que inicia la profética semana de Dan. 9:27 o últimos siete años del mundo tal como lo conocemos; pero veamos que se nos dice en ese pasaje mencionado:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra (bíblicamente, dichos vientos simbolizan destrucción y lo cual se puede constatar en Isa. 66:15; Jer. 23:19, o 30:23), para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotación nuestra).
Por lo que es obvio, como primera providencia y tal como hemos señalado, que esos primeros tres años y medio son de relativa calma y sí mucho nos apuran, hasta de cierta recuperación en el estado general de cosas de la tierra y lo que contribuye a que el personaje “anticristo” gane adeptos entre el “personal”; lo que en sí mismo derriba la estrafalaria teoría del “rapto”, pues recordarán que en ella se nos dice que dicho “arrebatamiento de la iglesia” ocurre antes de que se inicien siete años de “gran tribulación” en la tierra…… cuando de entrada lo que vemos es que en los primeros tres años y medio de dicha semana, es de mantenimiento de un pacto establecido y por tanto, de relativa tranquilidad y ordenada por Jehová, como hemos visto, con la finalidad que dicha obra de recolección sea llevada a término sin alteración alguna. Dicho lo cual, vamos a analizar una parte importante de dicho capítulo 7 y que tiene que ver con aquellos que reciben dicho sello, que ha llevado a muchos “entendidos” a desbarrar en cuanto a lo que realmente se nos dice en el mismo; veamos el versículo 4:
“Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”
La inmensa mayoría de esos “genios” de la teología y que se las dan de “ungidos”, eso es, que supuestamente van a reinar con Cristo durante el milenio, nos explican que eso significa que en estos tiempos se levantarán 144.000 individuos del Israel actual, que llevarán la delantera en esa predicación mundial…… pero eso no es lo que se nos dice ese pasaje, si lo leemos con atención y siempre partiendo del contexto escritural. Porque Juan solo nos dice en el mismo, que él oyó el número total de los que fueron sellados y sin que ello significara que lo fueron todos en ese preciso momento, sino que fue en ese momento que se hizo público el número de los que con Cristo tenían que gobernar durante el milenio del reino de Dios y que incluía a ese resto mencionado en Rev. 11:3; ahora bien…… ¿y cómo sabemos nosotros que ello es así? Pues sencillamente y como hemos señalado, leyendo con atención el contenido del contexto bíblico, porque veamos: cuando vamos a Rev. 14:1, lo que leemos es esto:
“Y vi, y, ¡miren!, el Cordero de pie (eso es, en su condición de rey delegado por Jehová Dios) sobre el monte Sión y con él, ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.” (Acotación nuestra).
Entonces lo que Juan estaba viendo en esa visión, era el cumplimiento del Sal. 2:5-6 y con ello el grupo de 144.000 gobernantes en el reino de Dios al completo, con Jesucristo al frente…… y lo que hemos leído en Rev. 7:3, es lo que sigue:
“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”
Luego es obvio que estamos hablando de las mismas personas y con lo que se plantea el siguiente problema: si ese número de personas fueran escogidas en estos tiempos finales como nos aseguran esos “genios” de la interpretación bíblica actuales y que como hemos visto, son los que han de reinar con Cristo en el milenio (no esos “genios” actuales, sino los 144.000 de Rev. 7:4) ¿qué hacemos, entonces, con aquellos del primer siglo y a los que Jesús dijo precisamente esto?:
“Sin embargo, ustedes (los apóstoles y a los que a estos siguieron directamente, según Juan 17:20) son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes (no con otros), así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30). (Acotaciones nuestras).
Por lo que ese pasaje de Rev. 7:4 mencionado, tiene que hacer referencia al momento en el que ese pequeño “resto” aún por aparecer y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3, recibieron el sello de pertenencia y algo que no se podía alcanzar, sino hasta el mismo momento de su muerte en sacrificio y que era lo que les concedía obtener la marca o sello en cuestión, a tenor de las palabras de Jesucristo:
“No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida (luego estaríamos ante un trato condicional).” (Rev. 2:10). (Acotación nuestra).
Evento que se produce en el instante en que ese pequeño “resto” por aparecer y sea el número que sea, son asesinados por “el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios (Rev. 20:4) y momento que las Escrituras nos narran de la siguiente manera:
“Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará.” (Rev. 11:7).
Siendo en ese momento en el que adquieren dicha condición de “sellados”, pues han demostrado ser merecedores de dicho galardón y con lo que se completa la recolección de aquellos que tienen que reinar con Cristo. Ahora bien ¿hay algún pasaje en las Escrituras que corrobore el planteamiento que les acabamos de exponer? Veámoslo:
“Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.” (Rev. 6:9-11).
Obviamente se nos está hablando simbólicamente del reclamo de aquellos que fueron muertos en el primer siglo, pues desde la muerte del último apóstol (Juan) sobre el año 99/100 E.C. y que eran los únicos que podían bautizar en espíritu santo y con ello transmitir el ungimiento de uno como Hijo de Dios, dejaron de existir esas personas capaces de levantar muertos y otras “menudencias” por el estilo, capacidad que también parece ser que les es concedida a los componentes de ese “resto ungido” por aparecer y algo que no puede hacer ninguno de toda esa patulea de “fantasmas” que actualmente se las dan de “ungidos” o Hijos de Dios:
“Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego (ver 2 Rey: 9-15) y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Rev. 11:5-6). (Acotación nuestra).
Luego una “clase” de personas que desde la muerte de Juan y hasta nuestros días no han existido sobre la tierra y que seguirá sin haberlas, hasta que aparezca ese “resto” que completa el número de los 144.000 Hijos de Dios…… pero el capítulo 7 de Revelación continúa informándonos de lo que sucede cuando aparecen esos poderosos personajes y como consecuencia directa de su “profetizar” y que nos lleva al tema que nos importa:
“Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos. 10 Y siguen clamando con voz fuerte y dicen: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono y al Cordero”.” (Rev. 7:9-10).
Ahora bien ¿habrá sido esa enorme multitud de personas “que ningún hombre podía contar”, el resultado de un “arrebatamiento” que las haya sacado en esos momentos cruciales de la tierra y llevadas al cielo, para reaparecer al cabo de los siete años y ocupar puestos de gobernación en el reino milenario, como sostienen la mayoría de teólogos actuales? Nada más lejos de eso, pues si esas personas salvan su vida es precisamente por todo lo contrario, eso es, por permanecer en esta tierra y con ello poder acudir en ayuda de ese “resto” por aparecer, al colaborar con estos en la promulgación de una noticia que estos tienen encomendada proclamar en esos 1.260 días…… o sea, la ya efectiva toma de poder del reino de Dios sobre la tierra, pues eso es lo que vienen a anunciar ese “resto” como “buena nueva” para toda la humanidad (Rev. 14:6-7); y que solo salvarán la vida aquellos que, primero acepten y después colaboren en la propagación del mensaje en cuestión, lo tenemos claro en la parábola conocida como la de “las ovejas y las cabras” y que encontramos en Mat. 25:31-46. Porque si uno lee con atención dicha parábola, se da cuenta de que la razón por la que unos son colocados como “justos” a la derecha de “Hijo del hombre” y otros a la izquierda del mismo como “injustos” (significando ello vida eterna para los primeros y destrucción eterna para los segundos), tiene que ver con el grado de colaboración prestada a “los más pequeños de estos hermanos míos”, según palabras del propio Jesucristo:
“Entonces los justos le contestarán con las palabras: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?”. 40 Y en respuesta el rey les dirá: “En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron”.” (v. 37-39).
Probablemente se les clasifica como “hermanos más pequeños” en el sentido de que, puesto que estamos hablando de un resto de sus “hermanos” aún por aparecer, serían estos los últimos en salir a escena o dicho sea para entendernos, los más “jóvenes” o “pequeños” del grupo…… y es que si a Jesucristo se le denomina como el “primogénito” o el primero de ese grupo de hermanos, todos ellos Hijos de Dios, nada tiene de extraño que a los últimos se les califique de “más pequeños”, y no en cuanto a calidad, sino en cuanto a temporalidad; pero continuando con la parábola en cuestión, vemos que a los que son colocados a la izquierda del rey, eso es, a los “injustos”, se les dice también la razón de porque ello es así:
“Entonces les contestará con las palabras: “En verdad les digo: Al grado que no lo hicieron a uno de estos más pequeños, no me lo hicieron a mí”. 46 Y estos partirán al cortamiento eterno, pero los justos (los que sí creyeron y por ello ayudaron en su comisión, a esos hermanos de Jesucristo) a la vida eterna”.” (v. 45-46). (Acotación nuestra).
Entonces queda claro que el ser preservado de la “gran tribulación” venidera nada tiene que ver con el ser uno “arrebatado” o sacado de esta tierra, sino más bien todo lo contrario, pues tiene que ver con el poder tomar parte en el evento más importante en la historia de la humanidad jamás vivido y, lo que ya va más allá de nuestro limitado entendimiento y por lo que nos cuesta mucho el asimilarlo, el poder participar en el mismo investidos de los poderes que Dios concederá a todos aquellos que así lo hagan, según Joel 2:28-29 y en lo que será la reedición definitiva de los ocurrido en el primer siglo:
“Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán. En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré en aquellos días mi espíritu.”
A nuestro entender, por esos “siervos” y “siervas” solo se puede hacer referencia a personas que no siendo de la clase “ungida” como el “resto” por aparecer, también serán dotados de poderes sobrenaturales (cómo mínimo el hablar en lenguas y alguna “cosilla” más) a modo de “acreditación” divina de que están siendo enviados por Él y algo que no ocurrió en el primer siglo. Por lo tanto y si no nos equivocamos, estamos a “un pelo” de poder participar y como enviados directos del Dios Altísimo, del evento más esperado por la humanidad, como es el anuncio de que su juicio y con ello nuestra liberación, ya ha llegado:
“Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, a toda nación y tribu y lengua y pueblo 7 y decía con voz fuerte: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas”.” (Rev. 14:6-7).
Ahora bien, ya hemos pasado tres años y medio de la 70 semana de Dan. 9:27, hemos disfrutado como “cosacos” y “cosacas” participando de ese maravilloso privilegio que se nos ha puesto ante nosotros…… y ahora ¿qué? Veamos: decíamos en el anterior artículo y citando de Rev. 11:7-10, que terminada la labor de ese pequeño “resto ungido” y para la que son enviados “la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará” (v. 7), pero que en lugar de dar sepultura a dichos cuerpos se les mantiene expuestos públicamente como escarnio y a modo de triunfal símbolo de victoria de dicha “bestia” o gobierno mundial de hechura humana y regido por “el anticristo”, sobre el poder de Dios…… pero lo que suceda a continuación es lo siguiente:
“Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (resucitaron) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:11-12). (Acotación nuestra).
Pero resulta que instantes antes de ser resucitados los miembros de ese “resto ungido” y llamados arriba, ocurren tres acontecimientos de capital importancia en el mundo: en primer lugar, la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6, pues recordemos lo que nos dice Pablo:
“…… porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. 17 Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos (luego tanto los unos como los otros son “arrebatados”), en nubes al encuentro del Señor en el aire (eso es, a “recibirle” en su regreso a la tierra y evento conocido como “segunda venida”); y así siempre estaremos con el Señor.” (1 Tes. 4:16-17). (Acotaciones nuestras).
En segundo lugar, lo que tiene que ver con el arreglo para la “salvaguarda” de los seguidores de Jesucristo y acontecimiento que personalmente más nos interesa a aquellos que no somos miembros de ese grupo de los 144.000, sino que somos parte de esa “gran muchedumbre” mencionada en Rev. 7:14 y a la que le se promete que “sobrevivirá” al acontecimiento más dramático jamás ocurrido en la tierra, eso es, la “gran tribulación” que se desata a continuación:
“Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.” (Rev. 7:13-14).
Y ya en tercer lugar, la puesta en marcha de la “gran tribulación” y que las Escrituras nos describen de la siguiente manera:
“Y cuando él abrió el séptimo sello, en el cielo ocurrió un silencio como por media hora. 2 Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios y les fueron dadas siete trompetas.” (Rev. 8:1-2).
Momento en el que inicia la segunda parte de la semana de Dan. 9:27 y con ella dicha “gran tribulación” o también llamado “día de la ira de Dios”, contra aquellos que rechazaron el ofrecimiento divino de ser súbditos del reino de Dios y no “colaboraron” con aquellos “hermanos más pequeños” de Jesucristo antes mencionados; día de ira divina y que en Sof. 1:14-18 se nos describe de la siguiente manera:
“El gran día de Jehová está cerca. Está cerca y hay un apresurarse muchísimo de él. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.”
Obviamente, de “todos” aquellos que en el momento apropiado prefirieron seguir siendo “habitantes” del sistema inicuo manipulado por Satanás existente en este sistema de cosas y condenado por Jehová Dios, antes que tomar acción y decantarse por el reino de Dios entrante y hacer lo necesario para pasar a formar parte de los súbditos del mismo. Pero señalados dichos tres vitales acontecimientos para el devenir del futuro de los habitantes de la tierra, volvamos al segundo evento de ellos y el más importante para nosotros, para explicar cómo nos muestran las Escrituras que se hará para preservar la vida a los fieles miembros de esa “gran muchedumbre” de Rev. 7: 9, durante esos terribles tres años y medio de “gran tribulación, como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder” (Mat. 24:21) y que desde luego, nada tiene que ver con un “rapto” o “arrebatamiento” que nos saque de esta tierra, según lo que leemos en las Escrituras:
Isa. 26:20: “Anda, pueblo mío, entra en tus cuartos interiores y cierra tus puertas tras de ti. Escóndete por solo un momento hasta que pase la denunciación.”
Sof. 2:2-3: “Antes que el estatuto dé a luz algo, antes que el día haya pasado justamente como el tamo, antes que venga sobre ustedes la cólera ardiente de Jehová, antes que venga sobre ustedes el día de la cólera de Jehová, 3 busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová.”
Luego vemos que lo que realmente va a ocurrir, es que seremos apartados de “la circulación” y lo que nos convertirá en espectadores de primera fila del juicio divino contra aquellos que no le aman y por lo que se rebelan contra Él…… es cierto que no sabemos cómo nuestro Amoroso Creador lo hará, pero lo que sí sabemos es que en todos los juicios divinos de los que nos habla el contenido escritural, Jehová nunca ha actuado sin antes poner a buen recaudo (eso es, bajo Su directa protección) a aquellos que le son fieles; y repetimos que no sabemos cómo lo hará, pero lo que sí es seguro es que lo hará y que en esos dramáticos momentos estaremos aquí en esta misma tierra: Sal. 91:7-8:
“Mil caerán a tu lado mismo y diez mil a tu diestra; a ti no se te acercará. 8 Solo con tus ojos seguirás mirando y verás la retribución misma de los inicuos.”
Por lo que, para que esto sea así, no hay más remedio que estar aquí en la tierra y ser testigos presenciales de dichos acontecimientos; por lo que si quieren disfrutar de lo que es un auténtico canto a la seguridad y plena confianza en nuestro Dios, lean el entero Salmo 91 y si lo hacen, además, entrando en este link entenderán cual es realmente el refugio al que se nos invita a entrar. Dicho lo cual, permítannos aclararles un concepto y sin cuyo entendimiento se le hace a uno algo “dificilillo” el tener una idea clara de las cosas de Dios, como esta que les estamos contando; porque se nos habla de un “arrebatamiento de la iglesia” como si esta fuera algo especial y alejado del común de los mortales, cuando resulta que para Jehová, todos aquellos que confiamos en Él y en sus promesas, somos exactamente iguales, pues para estos dio a Su Hijo:
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16).
Es más, el arreglo de un conjunto de personas “compradas” de la tierra para reinar con Cristo durante el milenio, no es otra cosa más que una parte de las muchas que conforman el todo que es el Plan Divino de Restauración (Hech. 3:20-21) y que tiene como objetivo fundamental a la humanidad en general y no a un grupo en particular y sobre el que se pone todo el énfasis. Y es que siento todos aquellos que a lo largo de la historia humana le han obedecido fielmente, exactamente iguales ante Él, en un momento determinado de la historia y para el adelantamiento de Su Plan de Redención, inició el “fichaje” de determinados elementos que ocuparían un determinado lugar en su propósito para alcanzar un resultado final; y ese acontecimiento que ocurrió en el primer siglo, obviamente dejó fuera de dicha posibilidad a personas que vivieron tanto antes, como después de dicho espacio de tiempo: luego estamos ante una simple cuestión de oportunidad: esas personas, estuvieron en el lugar apropiado…… en el momento oportuno.Por lo que, un fiel seguidor de los preceptos divinos en los tiempos actuales y centrados en Jesucristo, no es menos ante Jehová que un Pablo, o un Pedro, o un Abraham o un David y solo por poner algunos ejemplos que plasmen lo que queremos decir, pues eso es lo que leemos en las Escrituras:
“Ante aquello, Pedro abrió la boca y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, 35 sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.” (Hech. 10:33-34).
Y es que tanto unos como otros y al igual que usted tendrá que hacerlo en su momento (si está en esa futura gran predicación de Mat. 24:14 y esperamos que sí), sencillamente cumplieron con la comisión que Jehová les asigno y que lo mismo podríamos decir de Jesucristo, dicho sea en términos prácticos y salvando, por supuesto, todas las distancias. Y es que al igual que pasará en un futuro inmediato tal como hemos señalado, viviremos uno de los mayores privilegios que jamás hayan sido puestos ante el ser humano: la última y más importante predicación que conocerá la humanidad y que convertirá a los que participen de ella en unos auténticos privilegiados, pues tiene que ver con el derecho de Soberanía de nuestro Creador, Jehová Dios, eso es, Su derecho a gobernar sobre aquello que ha creado…… y sencillamente, porque estuvimos en el momento oportuno, en el lugar apropiado. Luego la moraleja de esta “historia”, es que lo importante y lo que nos engrandece ante nuestro Creador, prescindiendo de si se es hombre o mujer y de cual sea la tarea o asignación encomendada a cada uno, es que la hagamos de toda alma por el profundo amor y respeto que sentimos por Él…… todo lo demás, es sencillamente anecdótico y solo tenido en cuenta por el miserable ego del ser humano, tendente a ponerle “etiquetas” a todo.
Y si uno consigue ver las cosas desde este punto de vista, entenderá muchas de las ídem que ahora se nos escapan y que permiten que se nos cuelen “goles” como el de un supuesto “arrebatamiento” de una supuesta “iglesia”, cuando la realidad es que no existe ahora en la tierra “iglesia” a la que “raptar”, ni dicha idea y como hemos comprobado, contemplada en las Escrituras…… y hasta aquí hemos llegado nosotros. Por lo tanto, una vez más y como prometimos en el artículo anterior, nosotros les hemos aportado una idea alternativa al tema del “rapto” o “arrebatamiento” sometido a debate; a partir de ahí, ya les corresponde a ustedes y como decíamos en el artículo anterior, echarle ingenio al asunto, desarrollarla correctamente y sacar las debidas conclusiones…… recuerde, que su futuro eteno está en juego. Y es que el problema de seguir las enseñanzas de “falsos maestros”, como la que acabamos de analizar y según palabras de Jesús, tiene que ver con esto:
“Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14).
MABEL
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miércoles, 15 de enero de 2014
¿Y qué opina usted, acerca del “rapto” o “arrebatamiento de la Iglesia”?
Y es que uno de los conceptos más disparatados que existen en el campo de las creencias religiosas, es aquel que se conoce como el “rapto” o “arrebatamiento de la Iglesia” y en el bien entendido que se entiende como “iglesia”, a todas aquellas personas que por el mero hecho de haber sido bautizadas (estaríamos hablando del mundo de la llamada “cristiandad”), afirman haber adquirido ya la condición de “salvos” y en consecuencia, el derecho de poder reinar al lado de Jesucristo durante el milenio; extraña “enseñanza” por otra parte, seguida por millones de personas en todo el mundo cristiano y que además se predica en tres versiones distintas, cuando la sorprendente realidad es que nada siquiera parecido a dicha proposición se nos plantea en la Escrituras. Porque siendo cierto que contamos con estas y que deberían ser puerto de partida y de llegada para cualquier predicción que nos aventuráramos proponer, no es menos cierto el “cacao” montado a su alrededor y que ha llevado a la total división de la “cristiandad” en innumerables denominaciones religiosas y cada una con sus propias doctrinas, ritos, distintos cuerpos dirigentes y contraviniendo flagrantemente con ello, la admonición paulina al respecto:
“Ahora los exhorto, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar.” (1 Cor. 1:10).
Bien, no queremos ni pensar y partiendo de esas palabras, lo que probablemente haría Pablo si hoy levantara la cabeza y tuviera cerca un “Kaláshnikov” al que echar mano, ante el panorama existente dentro de la cristiandad…… pero puesto que nos tememos que eso no viene a cuento en este momento, lo dejaremos para otro día. Por ello y ya entrando en el tema que nos ocupa, mencionaremos las distintas variantes de ese evento aún futuro conocido como el “rapto” o “arrebatamiento de la iglesia” y que según estudios realizados por “expertos” en teología, se divide en tres tendencias: la primera de ellas y por mucho la más aceptada, es la conocida como “rapto pre-tribulacional” o a ocurrir antes de que inicie la profética semana 70 de Dan. 9:27 y que en cualquier caso estaríamos hablando de los siete últimos años del mundo tal como lo conocemos y en donde se nos asegura que en ese período de tiempo tendrá lugar la llamada “gran tribulación” (Mat. 24:21). Y como se suele decir “la primera ya en la frente”, pues la venida de Cristo y momento en el que ocurre la llamada “primera” resurrección (Rev. 20:6), según todos los indicios ocurre justo “a la mitad” de esa semana profética mencionada y que para más inri, eso nos lo dicen precisamente los textos en los que se apoyan esos “genios” de la interpretación bíblica para señalar que “el rapto” ocurre antes de que inicien esos siete últimos años…… y en una clara manifestación de la supina ignorancia de esos señores acerca del contexto escritural.
Como segunda opción, tendríamos el llamado “rapto midi-tribulacional” o a ocurrir en el intermedio de la mencionada semana de Dan. 9:27 y colocando la “gran tribulación” en la segunda parte de dicho período de tiempo…… y siendo este el que más se acerca a “la vérité” (que diría un francés) si no fuera por lo del “rapto” como tal; quedando ya como tercera opción y denominada “rapto post-tribulación”, eso es, como evento final de dicha “gran tribulación” y que es la que menos adeptos tiene (de hecho no hay por dónde cogerla), al menos hasta donde nosotros hemos podido alcanzar. Excusamos explicar en detalle los intríngulis del término “rapto” o “arrebatamiento”, pues damos por sentado que todos aquellos que nos leen, están ya al tanto de ello y con lo que evitamos el extendernos en demasía en este escrito y dada la abundante información que de ello hay en Internet. Lo que sí podemos afirmar, es que dicha enseñanza tiene su inicio en 1.830 (luego menos de 200 años nos contemplan) por un “iluminado” de los muchos que aparecieron por esos años, llamado Edward Irving y de lo que hay mucha información en la Red; en resumidas cuentas y yendo a lo que nos interesa, que los apóstoles (entre ellos Pablo) no tenían ni puñetera idea de dicha ocurrencia, por lo que difícilmente Pablo puedo hablar de ello en los pasajes usados por esos “genios” de la interpretación bíblica, para sostener su afirmación de un “rapto” y en los términos que lo hacen…… por lo que están colocando en boca del apóstol mencionado, algo que este ni por asomo quería decir y como veremos a lo largo de esta consideración.
Pero continuando con lo que estábamos y para que no decaiga “la fiesta”, a esas tres opciones mencionadas, aquí estamos y como “la criada respondona”, los autores de este blog que negamos la mayor (probablemente seremos los únicos), eso es, que el “rapto” o “arrebatamiento” como tal no existe en las Escrituras y por lo que su mera mención ya es un puro desatino, además de que desde nuestro punto de vista (¡que quieren ustedes, somos así de “echaos palante”!) no existe actualmente sobre la tierra nada parecido a una “iglesia de Cristo” a la que raptar…… aunque ello no signifique que no vaya a ocurrir “algo gordo” en un futuro muy cercano. Y es que cuando hay tanto “movimiento” y al que nosotros también nos hemos sumado en un reciente artículo acerca de la profecía de la 70 semana de Daniel (Dan. 9:27), es fácil recordar aquél viejo refrán de que “cuando el rio suena, agua o piedra lleva”…… porque el hecho que destaca sobremanera y a pesar de ser muchas y variadas las hipótesis sobre lo que está por venir, es que hay una total unanimidad en el sentido de que sea lo que sea que ocurra o cómo ocurra, ello va a suceder de forma inmediata.
Porque algo que es innegable, es el “alboroto” existente en estos últimos tiempos dentro de la mayoría de denominaciones religiosas de la llamada “cristiandad”, pues en un general toque de arrebato para sus respectivas feligresías en el sentido de que ya es prácticamente inmediato el momento del “arrebatamiento de la iglesia”, o de los llamados “nacidos de nuevo” de entre dichas organizaciones y con ello alertar al “personal”, se han publicado numerosos videos en YouTube de clérigos, pastores, ancianos, predicadores o como quiera que tengan a bien llamarse esos señores, exhortando a la grey a una línea de conducta apropiada para con Dios y no ser, en ese crítico momento y como ellos dicen, “dejados atrás” (quizás sepan que hay una película con ese título) en dicho “arrebatamiento” y lo que significaría que esas personas no han sido consideradas dignas de ser llevadas al cielo a la presencia de Dios y de Su Hijo Jesucristo. Y con ello, viéndose abocadas a tener que enfrentar los últimos y terroríficos siete años de la “gran tribulación” y en la que la tierra se verá azotada por todos los males del averno y alguno más (ya por poner, que no quede), o lo que es lo mismo, los eventos más desastrosos que jamás haya enfrentado la humanidad…… y ahí estaríamos metidos en el que se considera como arrebatamiento “pre-tribulacional” y como hemos señalado, el más aceptado por las numerosas iglesias de las cristiandad; pero veamos que nos explican que supuestamente ocurrirá cuando dicho “arrebatamiento” como tal, acontezca.
Según nos cuentan los “esforzados” defensores del citado acontecimiento, dentro de poco y por sorpresa, “millones” de personas serán literalmente volatizadas y desaparecerán de nuestro entorno, evento que ya en sí mismo causará un caos espantoso sobre la tierra, pues conductores de automóviles en nuestras autopistas, pilotos de aviones en nuestros cielos, médicos en plena intervención quirúrgica en nuestros hospitales, conductores de ferrocarriles o metro en el ejercicio de sus funciones y todos los etc. que quieran ustedes añadirle, desaparecerán instantáneamente y creándose con ello el lógico caos que colapsará momentáneamente el planeta: carreteras cortadas por innumerables accidentes de tráfico, aviones cayendo literalmente del cielo por falta de pilotos, hospitales colapsados por falta de personal…… y vayan sumándolo a ello, entre otras cosas, la natural estupefacción de familias en donde uno o varios de sus miembros desaparezcan de improviso; en todo caso, devastadora situación que nos introducirá y por aquello de acabar de “arreglar las cosas”, en los siete años de “gran tribulación” en que será destruida la humanidad desobediente (siempre, según esos forofos del “pre-tribulacionismo”).
Al final de esos siete años y satisfecha ya la justicia de Dios, esos cientos de millones de personas que fueron arrebatadas ya en cuerpos inmortales (eso es lo que nos cuentan esos “genios” de la interpretación bíblica), descenderán de nuevo a la tierra con Jesucristo al frente, para reinar junto a él en la misma por los siglos de los siglos…… y así es, como más o menos se nos escenifica dicha situación. Y eso está tan cercano en el tiempo, según esos señores, que incluso para algunos de ellos ya tendría que haber sucedido; porque uno de los videos a los que accedimos, estaba grabado por un señor que afirmaba de forma repetitiva y vehemente que Dios le estaba “soplando” información al respecto para que oficialmente anunciara dicho “rapto” para el pasado mes de Diciembre…… sí, sí, tal como lo leen. Por lo que no queremos pensar en que a estas horas dicho caballero ya se haya cortado las venas, ahorcado en el “ficus” de su jardín o arrojado a la vía del tren; porque no nos negarán que el “numerito” raya en el esperpento y que si su familia aún no le ha echado de casa, no se preocupen ustedes que la cosa tiene que estar al caer.
Pero no se crean que aquí acaba todo, pues por ahí tenemos suelto a otro “genio” de la exégisis bíblica, que nos asegura que el “rapto” se producirá antes del 2.018 y siendo el personaje en cuestión, el ínclito Sr. David Diamond y más conocido como el “predicador del gorrito” (la Kipá judía), que con extremado fervor y entusiasmo digno de mejor causa, se prodiga en anunciar el “rapto de la iglesia” y en los mismos términos que el resto de esforzados “entendidos”: millones de personas y de manera instantánea, desaparecerán a nuestro alrededor, sembrando el caos y la confusión en el planeta y adquirirán cuerpos inmortales para al término de los siete años de “bofetadas” aquí en la tierra, descender junto a Cristo y empezar a reinar con él, como ya hemos mencionado.
Otro que tal baila, el llamado Pastor Dawlin A. Ureña, destacado personaje dominicano y gestor de la página antesdelfin.com también se posiciona en la misma tesitura que los anteriores y señalando además, el hecho de que nada tiene que ver el arrebatamiento como tal y que sucede antes de la “gran tribulación” (para el caballero en cuestión, también los siete últimos años de la profecía de Dan. 9:27), con la segunda venida de Jesucristo y que coloca para el mismo final de dicha cantidad de años, eso es, siete años de diferencia entre un hecho y el otro. Por lo que al igual que los dos anteriores y con ellos, la inmensa mayoría de los que se postulan como “pastores”, “predicadores”, “clérigos” o “ancianos” y que defienden la disparatada idea del “arrebatamiento”, dicho caballero no es más que un “mandangas” que no tiene ni la más remota idea de lo que está hablando…… y por si creen “exageradilla” nuestra afirmación, cojan una Biblia y contrasten con ella lo que dice el “artista” en cuestión en una de sus prédicas, en este link en el que aparece y en el que no caben más disparates por palmo cuadrado.
Y así, suma y sigue, en la mayoría de predicadores que sostienen esta incomprensible teoría de un “rapto pre- tribulacional” (casi todos), del que nada se nos habla en la Biblia y en el que nos centraremos, pues si bien difieren en el tiempo de ocurrencia, los otros dos van por el mismo camino…… luego si desbaratamos el uno, se desbaratan los otros dos; dicho lo cual, veamos sobre qué argumentos bíblicos se sostiene dicho planteamiento y que se reduce a tres únicos pasajes escriturales, mal interpretados y peor aplicados, siendo el primero de ellos el de Mat. 24:40-41:
“Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada.”
Ahora bien ¿se estaba refiriendo Jesús en este pasaje, a algo parecido a un “rapto” en los términos que se nos están planteando? Obviamente no, pues si hacemos un poco de memoria, recordaremos que esas palabras se encuentran en el contexto de la “parábola de la higuera” y de lo que ya hemos hablado no hace mucho, en donde el punto focal era que no pasaría determinada “generación” sin que ocurrieran todas las cosas que Jesús profetizó (v. 32-35); a continuación y en los versos 36-39, éste compara los sucesos por venir a los tiempos de Noé, al decir “porque así como era en los días de Noé, así será en la presencia del Hijo del hombre”…… y a menos que nosotros estemos mal informados, en aquel tiempo no hubo nada parecido a un “rapto” y que llevara gente al cielo a estar con Dios, hasta que pasara “el guirigay” montado aquí en la tierra. Luego de lo que se nos estaría hablando los versículos 40-41 citados, siempre desde la lógica y el sentido común que nos impone el contexto escritural, sería sencillamente de una futura destrucción “selectiva” y no de una “indiscriminada” que arramblara con todo. Y que como fue en el tiempo de Noé, dicha selección dependió de la personal actitud de cada uno frente a la advertencia recibida por Dios en su intención de arruinar la tierra con un diluvio global (Gén. 6:17) y que es lo que realmente ocurrió: los que tuvieron en cuenta la advertencia dada por Jehová, fueron protegidos por Este del mayor cataclismo ocurrido en esta misma tierra y sin necesidad de sacarlos de ella para preservar su vida, mientras que aquellos que, incrédulos, “no hicieron caso” (v. 39) de dicha advertencia divina, fueron barridos por las aguas del diluvio y sus vidas destruidas para siempre…… y eso es lo que se nos quiere decir que ocurrirá en el futuro juicio de Dios (Sof. 1:14-18). Entonces queda claro que ese pasaje transcrito de Mat. 24:40-41, para nada nos transmite la idea de un “arrebatamiento” como tal y que pudiera asemejar estos tiempos presentes con aquellos perdidos en el baúl de los recuerdos y en los que no ocurrió nada de eso; pero veamos a continuación, los otros dos pasajes señalados y ya de más enjundia, en el que se apoya tan disparatada idea del “rapto”:
1 Cor. 15:50-54: “Sin embargo, esto digo, hermanos: que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción. 51 ¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte, pero todos seremos cambiados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados. 53 Porque esto que es corruptible tiene que vestirse de incorrupción y esto que es mortal tiene que vestirse de inmortalidad.”
El hecho de este cambio de condición de mortal a inmortal, tiene que ver con lo que leemos en el verso 50 en el sentido que la incorrupción no puede heredar el reino de Dios y razón por la que los partidarios del “rapto” afirman, que en el momento del acto físico del “arrebatamiento”, ya los cuerpos son transformados en inmortales y lo que les permite el reinar con Cristo en su vuelta al final del milenio; pero aspecto que no cuadra con las Escrituras, pues recordemos que lo que nos dicen esos defensores de la teoría del arrebatamiento, es que serán “millones” las personas arrebatadas al cielo ya en cuerpos inmortales y lo que lógicamente significaría, que también serían “millones” y según su lógica, las que reinarán con Cristo sobre la tierra durante el período milenario…… cuando resulta que lo que leemos en el texto sagrado y concretamente en Rev.14:1-4, es esto:
“Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes (a modo de sello que denota pertenencia) el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 (……) 3 Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los ancianos; y nadie pudo dominar (o aprender, según versiones) aquella canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” (Acotaciones nuestras).
Recordemos que en Rev. 7:4 se nos habla de que el “sello” de pertenencia a Dios, se impone solo a 144.000 personas y en claro contraste con la “gran muchedumbre” incontable del verso 9 y que no tenían dicha “marca” identificadora. Luego de lo que se nos está hablando aquí y como colaboradores con Cristo en la gobernanza del reino de Dios, es de únicamente 144.000 individuos y no de “millones” de personas que supuestamente habrán de ser “arrebatadas”; y que ello es como lo afirmamos, queda demostrado en el Sal. 2:5-6, en donde se lee lo siguiente, en palabras del propio Creador, Jehová Dios:
“En aquel tiempo (en referencia a nuestros días) les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”. (Acotación nuestra).
Por tanto, lo que al envejecido Juan le fue mostrado en una visión y para que nos lo contara a nosotros, fue el cumplimiento de dichas proféticas palabras, eso es, a Jesucristo ya entronizado sobre el Monte Sión y ejerciendo como rey delegado de Dios (1 Cró. 29:23) …… y si a Juan solo se le mostraron como acompañantes al lado del Hijo de Dios en ese regir a 144.000 individuos (Rev. 14:1), es porque solo esa cantidad es la que reinará con él en el gobierno del reino de Dios, pues la visión muestra a un gobierno ya ejerciendo. Pero dicho esto, dejemos temporalmente lo que tiene que ver con ese pasaje de 1 Cor. 15:50-54 del que hemos empezado investigando y vayamos a lo registrado en el de 1 Tes. 4:15-17, tercera pata en la que supuestamente se soporta la disparatada teoría del “rapto”, pero que sorprendentemente y aunque parezca imposible de creer, lo que hace es avalar el planteamiento que nosotros les acabamos de exponer, en el sentido de que solo unos pocos reinarán al lado de Cristo y lo que por sí solo, ya contradice dicha teoría del “rapto” en el aspecto de que “millones” serán arrebatados y hechos inmortales, para posteriormente reinar con Cristo durante el milenio…… y no olvidemos, que este es el aspecto fundamental del “rapto” o “arrebatamiento” en cuestión:
“Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; 16 porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios y, los que están muertos en unión con Cristo, se levantarán primero. 17 Después (eso es, después de que se haya producido la “primera” resurrección) nosotros los vivientes que sobrevivamos (o aquellos que esten vivos en la segunda venida de Cristo) seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor.” (Acotaciones nuestras).
Por lo que tenemos que, 1º, recordar que se nos ha contado que el acto del “arrebatamiento” tiene que ver con personas vivas y, 2º, que el mismo y según se muestra claramente en el pasaje citado, se produce a continuación de que “los que murieron en Cristo” hayan sido levantados en lo que se conoce como la “primera” resurrección…… por lo que de nuevo esos teóricos del “rapto” violentan el registro escritural, pues esto es lo que leemos acerca de dicha “primera” resurrección:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (luego no sobre aquellos que no participan de la misma) la muerte segunda no tiene autoridad (eso es lo que significa la inmortalidad), sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Rev. 20:6). (Acotaciones nuestras).
Entonces lo que queda claro de este pasaje, es que solo aquellos que tomen parte de esa “primera” resurrección, son los que reciben la inmortalidad, pues claramente se nos dice que es “sobre estos” que la muerte segunda no tiene “autoridad”; pero también se nos dice, por otra parte, que solo esos que participan de esa “resurrección”, son los que reinarán con Jesucristo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes…… luego ¿qué hacemos y según esos “genios”, con aquellos “millones” de personas “arrebatadas” mientras aún estaban vivas y por lo que ya no pueden cumplir con el requisito exigido en ese pasaje, eso es, de participar de esa “resurrección” temprana para adquirir la inmortalidad y el derecho de reinar con Cristo? Porque lo que es obvio, es que eso de que reciben cuerpos inmortales en el momento de ser raptados, no es más que un disparate como un piano, pues está claro del texto transcrito que solo reciben la inmortalidad “estos” que se levantan en dicha “primera” resurrección; bien, visto lo visto y teniendo en cuenta que la Biblia no se contradice, tenemos que concordar en que esos dos pasajes analizados (1 Cor. 15:50-54 y 1 Tes. 4:15-17) tampoco nos hablan de nada que siquiera tenga una mínima relación con al famoso “arrebatamiento” que se nos quiere “vender” y en el que, sorprendentemente, creen millones de personas. Ahora bien, recordarán que les hemos dicho hace un momento que “temporalmente” dejábamos el pasaje de 1 Cor. 15:50-54, pero que retomamos a continuación, pues en el mismo se dice algo que tal parecería dar la razón a los defensores de la “enseñanza” del arrebatamiento y siempre que se analice sin una correcta perspectiva contextual, que encontramos en los versículos 51-52, en donde en la inmensa mayoría de las traducciones bíblicas a nuestro alcance, se puede leer lo siguiente:
“Presten atención, que les voy a contar un misterio: No todos moriremos, pero todos seremos transformados 52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final. Pues la trompeta sonará y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (RVC).
Es cierto que la RV 1960 y la LBLA, sustituyen dicho término por el de “no todos dormiremos”, pero con una acotación a pie de página en la que se nos aclara que en el texto original refleja la expresión “moriremos” y lo que bien podría dar cierta verosimilitud a la teoría del rapto…… pero eso es totalmente imposible a tenor del contexto escritural, por mucho que se encuentre un pasaje vertido en esos términos en todas las traducciones bíblicas, pues como dice el apóstol Pablo “¡Sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso!”. Partamos de la base que el punto dominante de la teoría del “rapto” o “arrebatamiento” tiene que ver con el que los “millones” que son “arrebatados” lo son estando con vida, que verán sus cuerpos vestidos de inmortalidad y que, al cabo de los siete años, volverán a esta tierra y reinarán con Cristo en el milenio…… sin embargo, acabamos de leer en Rev. 20:6 que solo acceden a la inmortalidad y a esa gobernación con Cristo en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, aquellos que participan de una resurrección (la primera) y algo que es imposible para una persona que no ha muerto, como es en el caso que nos ocupa ya que, repetimos, el “arrebatamiento” se lleva a cabo con personas que aún no han experimentado la muerte en el momento de ser arrebatadas; pero veamos otro aspecto de la cuestión y que reafirma nuestro punto de vista, que encontramos en una palabras del propio Jesucristo:
Rev. 2:10: “……. pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.”
Luego queda claro que la “corona de la vida” y como otra manera de definir bíblicamente la “inmortalidad”, solo se consigue dando la vida (en este caso mortal) que uno posee mientras está en tránsito por este mundo.
Rev. 3:21: “Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono (en calidad de co-gobernante), así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.”
A tenor de estas palabras, queda claro que para poder acceder a gobernar con Cristo en el reino, uno no solo tiene que experimentar la muerte, sino además una muerte de sacrificio como la del propio Hijo de Dios, porque ¿cómo venció Jesús, sino guardando integridad hasta la misma muerte? Así parece haberlo entendido el apóstol Pablo, pues en su momento dijo estas palabras y según la versión TLA:
“Por eso, lo único que deseo es conocer a Cristo; es decir: sentir el poder de su resurrección, sufrir como él sufrió y aun morir como él murió, 11 ¡y espero que Dios me conceda resucitar de los muertos!”. (Fil. 3:10-11).
Que esto es así, que para acceder a la gobernación del reino en calidad de inmortal rey y sacerdote hay que experimentar la muerte en sacrificio, queda probado si razonamos lo que se nos dice en el libro de Apocalipsis; veamos en primer lugar y según la visión que le fue mostrada al envejecido apóstol Juan, cual es el requisito fundamental exigido para sentarse en un trono al lado del Hijo de Dios y que está en línea con lo que acabamos de afirmar:
Rev. 20:4: “Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha (eso es, asesinados) por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios; y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Acotación nuestra).
Veamos ahora, confirmación adicional a estas palabras, con lo que se le muestra a Juan que ocurre en el momento de ser abierto el quinto de los siete sellos del “rollo” que le es entregado al Hijo de Dios (Rev. 5:1):
Rev. 6:9-11: “Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a las almas de los que habían sido asesinados por anunciar el mensaje de Dios. 10 Decían con fuerte voz: “Dios todopoderoso, tú eres santo y siempre dices la verdad. ¿Cuándo te vengarás de los que nos mataron? ¿Cuándo los castigarás? (luego estaríamos hablando de personas que no murieron de muerte natural)”.11 Entonces Dios les dio ropas blancas, y les dijo que debían esperar un poco más, porque aún no habían muerto (o según versiones “se tenía que completar el número de…”) todos los cristianos que debían morir como ellos (eso es, asesinados).” (TLA). (Acotaciones nuestras).
Entonces lo que se deduce de estas palabras, es que en un momento determinado de la historia, tiene que aparecer un pequeño “resto” de personajes enviados por Dios con grandes poderes y a la manera de los Juan, Pedro, Pablo, Felipe y tantos otros que vivieron en el primer siglo y prefigurados por los “dos testigos” de Rev. 11:3-6…… ahora bien ¿y para cuándo tiene que producirse dicha aparición? Recuerden que el “rollo” fijado con siete sellos contiene información que incluye los acontecimientos a ocurrir durante los últimos siete años del mundo como lo conocemos; por lo que teniendo en cuenta que todo indica que nos hallamos ya muy adelantado en los acontecimientos iniciales de la apertura del sexto sello, habría que entender que no está lejano en el tiempo el momento de dicha aparición…… pero en todo caso y volviendo a lo que nos interesa ahora, dejemos que sean las Escrituras las que nos expliquen, cuál es el fin que les aguarda a dichos personajes y enviados directamente por el Altísimo:
“Y cuando hayan terminado de dar su testimonio (luego se les envía para una comisión concreta y que se nos explica en el verso 3), la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. 9 Y los de los pueblos y tribus y lenguas y naciones mirarán sus cadáveres por tres días y medio y no permiten que sus cadáveres sean puestos en una tumba (eso es, que sean enterrados).” (Rev. 11:7-9). (Acotaciones nuestras).
Por lo que dichos personajes pasan a formar parte de aquellos que las Escrituras identifican como “los muertos en Cristo”, eso es, que al igual que este y sus seguidores del primer siglo, han dado su vida en sacrificio defendiendo su integridad a Dios. Entonces y visto lo visto, queda claro que el contexto escritural contradice totalmente el pasaje citado de 1 Cor. 51-52, cuando en el mismo se nos dice “que no todos moriremos” en el caso de aquellos que tengan que reinar con Cristo y que es de lo que estamos tratando…… luego ¿cómo podemos entender esta aparente contradicción? Vamos a ver si somos capaces de explicarlo; habrán notado ustedes, que en la primera ocasión en que hemos citado de ese pasaje de 1 Cor. 15:50-54 y citado de la TNM de los TJ y la que mejor expresa dicha idea, en los versos 51-52 leíamos lo siguiente:
“¡Miren! Les digo un secreto sagrado: No todos nos dormiremos en la muerte, pero todos seremos cambiados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, durante la última trompeta. Porque sonará la trompeta y los muertos serán levantados incorruptibles y nosotros seremos cambiados.”
Y para encontrarle el punto a la cosa, hay que tener en cuenta lo que Pablo dice en 1 Tes. 4:15, pues allí está haciendo referencia al “resto ungido” por aparecer y del que acabamos de hablar, que también tienen que ser muertos, pues de lo contrario no pueden participar de la “primera” resurrección mencionada y que es la que da la inmortalidad y el poder reinar con Cristo…… y esto es lo que Pablo nos dice:
“Porque esto les decimos por palabra de Jehová: que nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor (claramente se nos habla del “resto ungido” mencionado y en el que Pablo se incluye como “clase” y no como individuo que tenga que sobrevivir hasta ese momento) no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte.” (Acotación nuestra).
Ahora y partiendo de ahí, sí estamos en condiciones de entender el pasaje de 1 Cor. 15:51-52 que estábamos analizando, porque veamos: el que se nos diga que no todos “dormiremos en la muerte”, solo quiere dar a entender que a diferencia de los “ungidos” del primer siglo y que han tenido que pasar casi dos milenios en estado de espera o “durmiendo” en la “muerte” (Juan 11:11-13), a que llegara el momento de su resurrección y cuyos cuerpos físicos, obviamente, dejaron de existir al descomponerse y sus átomos constituyentes pasar a formar parte de los elementos de la tierra, no ocurre así con el “resto ungido” por aparecer y que son resucitados a los “tres días y medio” de su muerte y sin tiempo prácticamente para su descomposición…… luego no se puede decir de ellos que se hayan “dormido en la muerte” como sus antecesores; de ahí que Pablo diga en el verso 52 que “los muertos (los que llevan siglos muertos) serán levantados incorruptibles y nosotros (los que mueren en la segunda venida de Cristo) seremos cambiados”. Eso es, que esos cadáveres que no se han descompuesto y aún de estructura imperfecta o mortal y que acaban de ser asesinados por la “bestia salvaje que asciende del abismo”, es sobre los mismos cuerpos que Jehová actúa “transformando” o “cambiando” su estructura molecular (por decirlo de alguna manera) en el momento de devolverles la vida o resucitarlos y “en un abrir y cerrar de ojos”, eso es, tornándolos en cuerpos incorruptibles o inmortales. Luego mientras que a los primeros se les tiene que dotar de un nuevo cuerpo ya incorruptible, pues el original hace siglos que desapareció y ya no existe, a los segundos el mismo cuerpo les vale y de ahí que Pablo establezca la diferencia en el sentido de que, mientras los primeros son “levantados incorruptibles”, eso es, en cuerpos “nuevos”, los segundos son “cambiados” de condición en el mismo cuerpo…… échenle un poco de ingenio al asunto y sin perder de vista el contexto escritural, mediten la cosa y verán que más o menos el tema iría por ahí.
Pero lo sustancial y a modo de conclusión (en el bien entendido de que algo se nos habrá quedado en el “tintero”, pero la idea ahí está para que ustedes la maduren), es que todos esos puntos que hemos señalado en este escrito y sacados del contexto general de las Escrituras, no se dan en aquellos individuos que supuestamente y según se nos dice serán “arrebatados”…… por lo que solo se puede entender, que dicho contexto escritural no apoya en absoluto la idea de un “rapto” o “arrebatamiento” tal como este se nos ha planteado. En consecuencia, no podemos por menos que afirmar que estamos ante una disparatada teoría, soportada en tres pasajes en los que para nada se nos habla de algo parecido a un “rapto”, por tanto mal interpretados y peor aplicados, como ha quedado plenamente contrastado por todo el contexto escritural…... contexto escritural y dicho sea de paso, que esos “genios” en teología se ha pasado olímpicamente por el “forro de lo pantalones” Ahora bien, es “norma de la casa” que cuando se desbarata un planteamiento por esperpéntico y disparatado, como es el caso, dar uno alternativo que sea creíble (en este caso sobre lo que está por suceder en nuestros días) y por supuesto debidamente avalado por el registro bíblico, para que nuestros lectores puedan comparar y optar por el que más les “cuadre”…… y es que rebatir, solo por rebatir y no aportar propuesta alguna a cambio, como hacen algunos, no es más que pura ignorancia.
Por lo tanto, nosotros haremos nuestra particular aportación sustitutoria del planteamiento analizado…… pero eso ya será en el próximo escrito, dada la extensión de este ¡pero qué quieren ustedes, si el Altísimo no nos ha llamado por el camino de la sinopsis (en “cristiano”, resumen)! Por lo que y como se decía en un antiguo programa de televisión en España ¡permanezcan atentos a la pantalla, pues esto solo acaba de empezar!
MABEL
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