miércoles, 1 de enero de 2014

¡La duda ofende, D. Mario!


Hace poco, recordarán ustedes que desde este blog se publicó un artículo en el que nos oponíamos al planteamiento expuesto por dicho autor en uno de sus videos de crítica a los TJ y en el que se manifestaba contrario a lo que estos (y la inmensa mayoría de teologías cristianas) siempre han afirmado en el sentido de que Jesús tuvo un cuerpo perfecto durante su estancia entre nosotros…… eso es, que la afirmación de dicho caballero era que Jesús no tuvo un cuerpo perfecto cuando estuvo aquí en la tierra; pues bien, hará unos pocos días y dirigido a un servidor, en nuestro blog se recibió el siguiente correo de Apologista:

-apologista commented on LA NUEVA "GAMBERRADA" DE APOLOGISTA MARIO OLCESE- 

 “Don Armando, una sola pregunta para que me la respondas con la mayor honestidad posible: ¿Eres tú parte del cuerpo de Cristo, o no?

Decir y como primera providencia, que es obvio que dicho caballero leyó dicho escrito y que, increíblemente, esta fue su única respuesta al mismo, lo que ciertamente me ha dejado un poco sorprendido; pues pasándose totalmente por alto la fuerte objeción señalada en el mismo hacia su extraño planteamiento, pasa olímpicamente de ella y me sale “por los cerros de Úbeda” como decimos en España, soltándome esa pregunta que considero una auténtica “chorrada” totalmente fuera de lugar y que me lleva a responderle lo siguiente:

En primer lugar, D. Mario, entiendo la pregunta como una “chorrada”, porque Ud. es el menos indicado para dudar de mi honestidad; porque ya aceptando que en algunas veces me he pasado de “rosca” (por lo que pido disculpas, pero como diría el castizo “es que así me ha pario mi mare”), el caso es que usted ha sido “victima” destacada de la misma; por lo que dudar de mi honestidad, no parece que a estas alturas de la “película” tenga mucho sentido…… ¡pero en fin!

En segunda lugar, entiendo como improcedente y sin sentido dicha pregunta, pues usted sabe que constantemente me he manifestado en mis artículos en el sentido de que a día de hoy no existen sobre la tierra “ungidos” a la manera de los Pedro, Juan, Pablo y tantos otros del primer siglo, eso es, aquellos que han de reinar con Cristo y a los que Pablo define, efectivamente, como miembros del “cuerpo de Cristo” (1 Cor. 12:27), en definitiva la “iglesia” o “congregación” de personas (Col. 1:24) bautizadas con espíritu santo y por lo que, difícilmente, me podría considerar yo como parte de ese cuerpo, ya que (le repito la idea) no existen a mi entender y a día de hoy, personas que ostenten dicha condición. Es más, me permito señalarle D. Mario, que usted jamás me ha refutado dicho planteamiento (sustentado en la clara información que de dicha cuestión nos da el libro de Hechos de los Apóstoles), sino más bien al contrario, ha continuado tirando “balones fuera”, eso es, ha continuado ignorando mis argumentos al respecto y dándoselas de “ungido” o miembro de dicho “cuerpo de Cristo”, pero sin dar prueba alguna de que ello es así…… o sea, que al igual que a los “ungidos” de los TJ y a los que usted tanto critica, nos propone a los demás, exactamente lo mismo que nos proponen ellos: les tenemos que creer sencillamente porque ellos “afirman” ser tal, o sea, tenemos que creerle en su personal afirmación de ser un Hijo de Dios y por tanto, miembro del “cuerpo de Cristo”, sencillamente porque usted lo dice y sin nada que respalde dicha afirmación.

Y en tercer lugar, ya me disculpará D. Mario, pero que del artículo al que responde en su correo, solo se le haya ocurrido esa pregunta y no el mencionar siquiera algo acerca de la seria y dura objeción de la que ha sido objeto, en el sentido de lo disparatado de su afirmación sobre la no perfección del cuerpo de Jesús cuando transitó por este valle de lágrimas, me parece un total despropósito…… a menos que debamos de entender de dicho silencio que usted y, por aquello de que “el que calla otorga”, reconoce su error y acepta mi objeción como buena; pero lo que deja en muy mal lugar, dada su condición de teólogo y que es lo que nos ha estado “vendiendo” hasta el momento (y que yo tampoco soy). Pero lo que está claro, D. Mario, es que Jesús o bien tuvo un cuerpo “perfecto” o bien lo tuvo “imperfecto”, luego dado que las dos cosas al mismo tiempo no pueden ser, le ruego me permita el atrevimiento de rogarle que, públicamente, nos diga quién de los dos está en lo correcto…… si usted, o un servidor y por aquello de personalizar la cuestión.

Pero ya metidos en harina y puesto que usted afirma ser un “ungido”, por tanto “guiado” por el espíritu santo de “la verdad” (Juan 16:13) y a diferencia del que le habla (pues le vuelvo a repetir que yo no me considero un “ungido” ni nada que se le parezca), me gustaría que nos explicara en alguno de sus videos como se puede entender que, sí Jehová ya tiene tantos “ungidos” sobre la tierra y siempre según se deduce de sus enseñanzas, Sr. Olcese, tenga la necesidad de enviar más de ellos en un futuro inmediato en la forma de un “pequeño resto” y que es lo que se infiere de Rev. 6:9-11 y 11:3…… ¿será acaso, porque los que supuestamente “tiene” ahora en la tierra, son unos inútiles y que no le sirven para nada, eso es, que son más falsos que un “duro” sevillano? (porque de lo contrario, no hay manera de entender el contexto escritural, tal como está expresado). Y es que recordará, amigo Mario, que en no pocas ocasiones se ha “descolgado” usted manifestándose en el sentido de que la segunda venida de Jesucristo está “condicionada” al esfuerzo de los cristianos actuales (todos “ungidos” según sus propias afirmaciones) en extender las buenas nuevas del evangelio por toda la tierra; y que a tenor del “éxito” que estamos viendo en el empeño, dicha “tarea” suena a una completa “chapuza”…… ¡vamos, que a este paso ya no le volvemos a ver el pelo! De ahí que “quizás” Jehová se vea en la necesidad de “arramblar” con tanto “fantasma” como hay suelto por estos lares y mandar a “ungidos” de verdad, los cuales se distinguirán por los inmensos poderes de los que, a diferencia de los supuestos “ungidos” actuales (usted, por ejemplo), serán dotados esos personajes por aparecer (Rev. 11:5-6).

También me gustaría, que en función de ese espíritu que afirma le guía a usted, supuestamente el de Dios (ya conoce mi posición contraria a ese supuesto), que nos explicara cómo desde esa posición y sin ruborizarse, se puede mantener que las personas que en un futuro conformarán la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y siendo que pasan con vida al reino de Dios, puedan participar en el gobierno de dicho reino en calidad de inmortales reyes y sacerdotes, cuando el caso es que solo pueden adquirir dicha condición aquellos que participen de la llamada “primera” resurrección de Rev. 20:6 y pasaje que transcribo de su Biblia de referencia, la RV 1960:

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”

Luego si uno no tiene parte en esa “primera” resurrección y como es el caso de los que sobreviven a la “gran tribulación” ya que no mueren y cuestión al alcance de cualquier mente medianamente “amueblada”…… pues eso: ¿cómo puede afirmar usted y sin ponerse “colorao”, el que esas personas sí reinarán con Cristo en el reino de Dios?

Y si no lo considera como un abuso, Sr. Olcese y ya aprovechando la ocasión ¿nos podría explicar cuántos antepasados de Jesús serán nombrados por éste como “príncipes” sobre la tierra, dado que como publiqué en un anterior artículo titulado Los “antepasados” de Jesús…… y el Sal. 45:16, si bien Jacob fue antepasado de Jesús, no así su hermano Esaú, o sí bien lo fue Judá, no así el resto de sus once hermanos y por poner solo un par de ejemplos? Es más ¿por qué la necesidad de ser nombrados “príncipes” sobre la tierra dichos personajes, si según Rev. 20:6 y cómo hemos visto, los que se levantan en esa “primera” resurrección ya lo hacen con el título de inmortales reyes y sacerdotes y que solo se puede adquirir mediante el participar en ella, sin el cual no se puede reinar con Cristo en el gobierno milenario del reino de Dios? Y es que si los citados antepasados de Jesús precisan de un nombramiento al ser resucitados, solo puede ser porque no han participado de dicha “primera” resurrección…… sino de otra diferente ¿o no es así, D. Mario?

Lo que nos lleva a otra de sus extrañas enseñanzas y que tiene que ver con el tema de una segunda resurrección, no durante el milenio como sostengo yo y según entiendo del registro escritural, sino al final del mismo y según afirma usted, para juicio o destrucción eterna de los “injustos”; luego explíqueme, por favor, en cuál resurrección se levantan esos antepasados de Jesús y en la que en lugar de ser destruidos, se les concede un nombramiento como “príncipes” sobre la tierra (Sal. 45:16). Y que no se levantan en la “primera” y como ya he apuntado, queda claro dado que esta resurrección ya concede automáticamente la inmortalidad y la condición de rey y sacerdote de Dios y del Cristo y por lo que no se precisa de un posterior nombramiento como de “príncipes”, dado que su posición es infinitamente superior a la de “príncipe”; por lo que es obvio que esos antepasados de Jesús no han participado de dicha “primera” resurrección…… pero lo curioso, es que tampoco lo hacen en la segunda que usted nos coloca para el final de los mil años y para destrucción eterna, puesto que en lugar de ser destruidos, son recompensados con un título nobiliario; entonces, permítame que le repita la pregunta ¿en cuál resurrección se levantan esos antepasados de Jesús, Sr Olcese? ¿A ver si resultará que también tengo razón, al colocar la segunda resurrección durante el milenio y usted está equivocado (como en tantas ocasiones) al colocarla al final del mismo, lo que le lleva a cometer un brutal error en la correcta interpretación del Plan de destauración de Dios, según Hech. 3:20-21?

¡Hombre! yo ya sé que no me responderá, a menos que quiera correr el riesgo de quedar en evidencia por enésima vez, dado que dichas cuestiones y que forman parte de sus enseñanzas fundamentales, ya me las tendría que haber respondido desde hace muchísimo tiempo…… y si no lo ha hecho hasta ahora, es sencillamente porque no ha podido hacerlo ¡vamos, eso es de “Perogrullo”! Pero digo yo, que alguna vez nos tendrá que demostrar eso de su supuesto “ungimiento” y así como lo de que el espíritu santo le “sopla” al oído nuevos “descubrimientos” bíblicos; porque lo que ocurre, es que de no dar cumplida respuesta a dichos asuntos, mucho me temo que ello corroboraría mis fundadas sospechas en el sentido de que no es el espíritu santo de Dios precisamente el que le guía a usted, sino otro de muy distinto signo, ya que de lo contrario me podría responder fácilmente a lo que le estoy planteando…… pero en fin, D. Mario, en todo caso a usted le toca ahora mover ficha.

Armando López Golart

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