miércoles, 11 de agosto de 2010

Y eso …… ¿a qué viene ahora?

El 15 de Marzo del año en curso, colgamos en nuestro blog, un artículo titulado “El bautismo ¿en nombre de quién...?”, como respuesta a uno del Dr. J. Rivas Martínez que hablaba sobre el bautismo y en el que entre otras cosas, decía lo siguiente:

Este estudio tiene el próposito de mostrar con suficiente sencillez que el bautismo en agua no debe realizarse tan sólo en el Nombre de Jesús

Y apoyaba su idea en el pasaje de Jesús en Mat. 28:19, cuando les dijo “...... id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y en la opinión que del mismo tenían, los primeros padres de la Iglesia; y como no estábamos de acuerdo con su planteamiento, pues procedimos a replicarlo. Y eso en sí mismo no tendría la menor importancia, ya que es normal el intercambio de discrepancias en torno a temas bíblicos, sino fuera por algunas curiosas connotaciones un tanto atípicas en este caso; veamos.

Como hemos dicho, nosotros publicamos nuestro artículo el 15 de Marzo, pero curiosamente, recibió respuesta el pasado martes, 10 de Agosto y esto, que quizás viniendo de otro autor de los muchos que publican sus artículos en la Red, no tendría más importancia, si la adquiere tratándose del Sr. Rivas. Y es que resulta, que en este caso confluyen dos circunstancias un tanto curiosas y que nos podrían indicar, que el momento escogido para dicha publicación, no es casual. La primera de ellas, es que tanto el Dr. Rivas como un servidor (Armando López Golart), máximo responsable de lo que se publica en este blog y por favor, sea tomado lo que voy a decir a continuación, en el sentido más coloquial y amistoso del término, andamos siempre pendientes de cuándo podemos meter el dedo en el ojo a nuestro contrario, o sea, que no nos dejamos pasar ni una, tan pronto se nos presenta la oportunidad. Por ello es extraño, que sea ahora y después de pasados cinco meses (menos cinco días), que saque a colación dicho tema...... pero sumémosle otra: resulta que el pasado día 1 de Agosto, publique otro artículo titulado “Cuando el absurdo supera los límites” y en el que, recurriendo de nuevo a términos coloquiales, lo ponía a caldo. Un escrito además, que admite pocas objeciones y tanto es así, que al día siguiente de su publicación, o sea, el día 2, recibí un correo personal en los siguientes términos:

“Armando, que persona tan complicada y contradictoria eres, en serio. Me asombra que creas todos esos cuentos chinos inventados por tu alucinante mente descarriada y que escribes tan temerariamente. No vale la pena estar gastando letras para refutarte todas tus superfluas necedades. Para subir la barda, que no es muy alta, solamente se requiere una escalera chica y no un haz de luz para que logres encaramarte sobre ella. Te haces la vida muy pesada con tus ideas torcidas y personales. Bueno, sigue en tus locas convicciones, ya Dios te arreglara'. Como le platicaba a Mario, en lo cual acordamos, has dejado por fuera la WT. pero por dentro no la has dejado de venerar. A pesar de todo lo que te hizo, no has tenido el valor de denunciarla. Muy raro el asunto; gato encerrado hay en esto.
Amor encontrado y enfermizo?
Yes!
Ay Armando, ay Armando.”

O sea, en lugar de publicar una sólida y concluyente respuesta, apoyada debidamente en principios bíblicos bien establecidos, para desbaratar tan insignificante escrito producido por una mente tan “alucinante y descarriada” como la mía, se limita a unas cuantas frases ofensivas y en un discreto correo, porque según él, “no vale la pena estar gastando letras para refutarte todas tus superfluas necedades.” Sin embargo y de forma sorprendente, ocho días después y por lo visto, después de haber dado un radical giro a su forma de pensar, me dedica un extenso artículo de 2.032 palabras (título y referencias incluidos) y referido a un escrito de cinco meses atrás. De ahí, el título de este artículo/comentario que en este momento están leyendo: “Y eso…… ¿a qué viene ahora?”. Pero permítanme una hipótesis y que conociendo como conozco al Sr. Rivas, probablemente no se aleja de la realidad, acerca del porqué de tal actitud: el escrito del día 1 de Agosto, tiene poco o nada, que razonablemente se le pueda objetar, al menos por parte del Sr. Rivas y que como veremos más adelante, no parece enterarse demasiado de qué va la película. Y lo que no creo, por otra parte, es que haya alguno de los autores (y amigos) de su entorno y con los que más o menos se pueda relacionar, que se meta en ese fregado de salir en su defensa, que por lo demás, ya sería de “traca valenciana” que tuviera que salir alguien a defenderle. Por lo menos, no lo hicieron en el caso de determinada pregunta que en su momento le formulé acerca de Juan el Bautista y las resurrecciones de Juan 5:28-29 y que en vista de que fue incapaz de respondérmela (aún no lo ha hecho ni lo hará), la hice extensiva a ese entorno mencionado y con idénticos resultados: nadie dijo esta boca es mía. Luego lo que intenta dicho caballero, para salir de esta situación que se le plantea (el no saber qué respuesta dar a ese artículo del día 1 de Agosto), es desviar la atención hacia otro lugar y esperar que amaine el temporal, o sea, que vaya pasando el calendario una vez más y el tema se olvide, perdiéndose en la noche de los tiempos. Y ¡hombre!, reconozco que puedo haberme pasado un poco de malicioso y malpensado (“piensa mal y acertarás” que decía mi abuela), pero es que por mucho que me esfuerzo, no encuentro otra razón por la cual haya esperado cinco meses para ponerme verde.

Dicho esto y ya entrando a hablar de este artículo de réplica y objeto de este debate, publicado con cinco meses de retraso: “La verdad de Mat. 28:19 (desenmascarando al falso maestro Armando López Golart)”, decir para responderlo, que me remito al publicado el 15 de Marzo y cuyo título aparece al inicio de este escrito. Si ustedes queridos lectores, lo encuentran procedente, lean ambos y saquen sus conclusiones; yo ya las expuse en su día. No obstante, si me permito el hacer dos puntualizaciones: la primera de ellas, es que si dicho pasaje de Mat. 28:19, es correcto como afirma el Dr. Rivas, no solo haría de ello una formula de obligado cumplimiento para validar un bautismo y por lo cual, un bautismo solo en el nombre de uno, no tendría validez y por tanto, no sería aceptado por Jehová, sino que además, se convertía para sus discípulos en un mandato expreso de Jesucristo ¿no es así? Al menos eso es lo que se deduce de lo afirmado por el Dr. Rivas en su réplica y que abre con el siguiente comentario de D. Anthony Buzzard, reconocido teólogo, escritor y conferenciante bíblico:

«La gran comisión manda que los discípulos, hasta que el final de la edad, vayan a todas las naciones y enseñen todo lo que Jesús enseñó. La parte de este mandato de hacer discípulos era “bautizándolos en el nombre de Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19). Es una orden clara de los labios de Jesús, y esto figura entre las órdenes de marcha de la iglesia». A. Buzzard, Teólogo Unitario.

Y con lo cual me parece a mí y disculpen tamaño atrevimiento, que tampoco ese señor tiene las cosas muy claras sobre este tema y por muy teólogo que sea, ya que si la cuestión fuera así, tal como afirman ambos ¿porque entonces Pedro, por dos veces (una en Jerusalén y otra en Cesárea) según el registro bíblico (Hech. 2:38; 10:48), Felipe en Samaria (Hech. 8:16) y el apóstol Pablo en Éfeso (Hech. 19:5), desobedecieron tal orden o mandato? La consecuencia más lógica, sería razonablemente la de que Jehová no aprobara tales bautismos, ya que según nos dice el Sr. Rivas, dicho pasaje de Mat. 28:19 “nunca fue modificado desde un principio debido a que es uno inspirado por el célico y glorioso Dios.” Pero si era un mandato inspirado por el “célico y glorioso Dios”, sería de obligado cumplimiento, luego, de nuevo la pregunta ¿por qué esos personajes desobedecieron una orden expresa inspirada por Dios y puesta en labios de Aquél a quién y según el mismo pasaje, “toda autoridad le había sido dada tanto en el cielo, como sobre la Tierra”? Por ignorancia evidentemente no, ya que por lo menos Pedro, estuvo presente cuando Jesucristo dio dicho mandato. Olvido, por otra parte, de ninguna manera, ya que si para el tiempo del caso de Cornelio (ocurrido mucho tiempo después de recibir dicha orden), ninguno de los once apóstoles restantes que junto a él estuvieron presentes, fue capaz de recordárselo...... pues ya nos contarán lo en serio que se tomaron dicha orden. Luego solo queda la desobediencia voluntaria (lo cual habría significado el primer cisma de la Iglesia primitiva) y con lo cual, la consecuencia inmediata por parte de Jehová, hubiera sido el de no dar su aprobación mediante no derramar su Espíritu Santo de adopción como Hijos Suyos, sobre aquellos bautizados por métodos tan voluntariosamente fraudulentos; pero veamos que ocurrió.

En el caso del “incorrecto” bautismo de Hech. 2:38, vemos que unas tres mil almas fueron añadidas, según el versículo 41 y bendecidas con el Espíritu Santo, al mismo tiempo que el propio Jehová y para mostrar su “desagrado”, continuaba añadiendo a ellos, a los que se iban salvando (verso 47) y siempre, mediante tan fraudulenta fórmula bautismal. Y vemos que otro tanto de lo mismo, ocurrió en el caso de Cornelio y toda su casa (Hech. 10:47-48) y que nos muestra además, otra cosa: que a pesar de su rebelde y reincidente actitud, de no acatar el mandato de Jesucristo, Pedro continuaba siendo usado por Jehová como un instrumento apropiado en dar adelanto a su propósito ¿no es así? Tenemos por otra parte, el caso de Samaria, en donde los bautizados solo en el nombre de Jesús, recibieron también de Jehová, mediante la imposición de manos de los apóstoles, dicho Espíritu Santo, sin necesidad de ser bautizados de nuevo con la formula “correcta”, ordenada por Jesucristo (Hech. 8:17). ¿Y qué en el caso de Pablo en Éfeso? Recordemos que fue el propio Pablo quién bautizó a aquellas personas en el nombre de Jesucristo y él mismo, mediante imposición de manos, quién medió para que Jehová derramara sobre aquellas personas, su Espíritu Santo de adopción como Hijos de Dios y a lo cual según el relato, accedió Jehová. Luego ¿en qué quedamos: era válida o no era válida para Jehová, esa fórmula bautismal? Solo el razonar con lógica y sentido común, nos muestra que sí, máxime cuando vemos que el caso de Pablo en Éfeso, ocurrió unos veinte años después del Pentecostés de 33 E.C. y lo cual significa (puesto que Pablo aún usaba esta fórmula), que como mínimo por veinte años después de la orden dada por Jesucristo, se estuvieron llevando a cabo bautismos mediante la fórmula bautismal que solo usaba Su Nombre y no existiendo registro posterior, que denote un cambio de sistema. Y a mí, pobre de mí, con mi “alucinante mente descarriada”, fíjense que solo se me ocurre pensar, que más enterados de cómo estaban las cosas estarían Pablo, Pedro, Juan, Felipe y tantos otros, sobre la fórmula ideal de llevar a cabo el bautismo y como protagonistas directos de los hechos, que esos personajes escriturarios aparecidos bastantes años después (siglo II, E.C.) y en los que confía ciegamente el Sr. Rivas y que toda su información fue sacada, no de hechos presenciales, ni siquiera de textos originales, sino de copias, de otras copias de dichos textos originales y algunos de ellos ya de “dudosilla” procedencia...... sobre esta rigurosa certeza, fundamenta el Sr. Rivas su aseveración.

Una segunda puntualización, tiene que ver con el hecho de yo no escribí esa réplica a la que alude dicho caballero, porque personalmente no me gustara o me pareciera incorrecto el texto de Mateo. No, no fue por eso; si yo lo escribí, fue porque no me cuadraban los citados pasajes de Pedro, Felipe y Pablo, con el contenido de Mateo 28:19 que defendía (y defiende) el Sr. Rivas de forma tan enfática. Luego lo que hice y puesto que yo no tengo ningún tipo de formación académica al respecto, fue buscar información en Internet y que me permitió acceder a distintas Enciclopedias y Diccionarios relacionados con el tema y con lo cual poder escribir algo medio decente. Y ya lamento que al Sr. Rivas no le parezca correcto mí escrito, pero en lo que sí tendrá que estar de acuerdo, es que yo no enseñé nada, sencillamente porque no puedo: lo que yo escribí, está en Internet y al alcance de cualquiera que lo desee, luego no me aplica lo de falso maestro, porque yo, repito, no enseño nada a nadie, ya que bastante tengo con intentar aprender yo. Me limito tan solo, a poner en tela de juicio y a dudar de aquellas afirmaciones que se dan de bofetadas con la lógica y el sentido común, como por cierto, algunas de las que suele presentar dicho caballero, porque, anda que con lo de los “mares y océanos que tiene que desparecer porque no tendrán ya importancia vital en el nuevo mundo”…… pues eso, que se ha lucido el hombre; como para fiarnos de él.

Por lo tanto, yo solo dije y lo mantengo, que los pasajes de los citados Pedro, Pablo y Felipe no tienen nada que ver con el pasaje de Mateo, porque las dos cosas al mismo tiempo, en un Dios de orden como es Jehová, no pueden ser, es imposible. Y puesto que es increíble que dichos personajes, desobedecieran el supuesto mandato de Jesús reflejado en Mateo 28:19, por más de 20 años, según el registro bíblico, lo razonable es pensar que el tal mandato, al menos en esos términos, no se dio nunca: esas palabras, no las pudo haber pronunciado Jesús. Y puesto que por otra parte, es impensable que Jehová apoyara implícitamente a aquellos que desobedecían de forma flagrante sus mandatos, concediendo mediante ellos el Espíritu Santo de adopción como Hijos, a aquellos que no fueran bautizados según su voluntad, no nos queda más remedio que concluir, que esas palabras jamás fueron pronunciadas. Luego algo pasa con ese texto y que habría que averiguar, pero lo que está claro, es que el contenido de un solo texto no puede prevalecer sobre el contexto general de la Escritura y en este caso, el contexto del libro de Hechos, nos muestra que el bautismo en esa época solo se hacía en el nombre de Jesucristo y no solo eso, sino que 20 años después de haber dado Jesucristo ese supuesto mandato, continuaba haciéndose así. Y le recordamos al Sr. Rivas, que esa porción de las Escrituras también es inspirada por Dios ¿o no? Luego algo raro ocurre aquí y que quizás el Dr. Rivas con su “exquisita” erudición y brillante “capacidad” de magisterio, nos lo podría explicar.

Sin embargo, no parece que vaya a caer esa breva, ya que en ese escrito del Sr. Rivas, en el que se me acusa de ser un falso maestro (y que tiene gracia la cosa) y objeto de nuestro debate, notamos algo significativo: aunque el menciona en un momento del mismo, lo siguiente:

...... no hay base para decir que Mt. 28:19 es espurio. Este verso nunca fue interpuesto, [interpolado], como ciertos grupos anticristianos han creído con grave error”.

Pero lo cierto es para probar su afirmación, solo hace uso de referencias a escritos de primeros padres de la iglesia del siglo II en adelante y de lo que ya hemos hablado, pero sorprendentemente para nada hace mención, ni una sola vez, de esos pasajes bíblicos citados y en los que intervienen Pedro, Pablo y Felipe y que son determinantes para esclarecer el asunto y en los que yo me apoyaba en el primer escrito, para dar solidez a mi argumento. Pues bien, parece que para dicho caballero son irrelevantes y por tanto ni los menciona, cuando precisamente de lo que se trata, es de contrastar varios pasajes bíblicos que nos dicen una cosa, con respecto a otro que nos dice todo lo contrario y no de averiguar, que pensaban dichos autores del II siglo acerca de Mateo 28:19 en particular. Pero como resulta que el caballero en cuestión, está más interesado en mantener su prestigio, que en averiguar la verdad, no puede ni hacer mención de ellos ya que si lo hiciera, tendría que llegar a la misma conclusión que yo y reconocer que está equivocado en su afirmación y lo que es pero...... tener que darme a mí la razón. Y claro, el reconocer públicamente que un “sacamantecas” como yo, le pueda corregir en un momento dado, iría en detrimento de su creído prestigio como “erudito, evangelista y maestro bíblico” y eso hay que entenderlo. Sin embargo, esas son las pruebas que yo aporto de que el Sr. Rivas está equivocado, tal y como lo demanda al final de su artículo; ahora, que intente desmontarlas y por cierto…… ¿podría hacerlo sin insultarme, por favor?

En otro orden de cosas, señalarle a dicho caballero, que yo jamás he afirmado ser maestro de nada; aprendiz de todo, quizás y no muy aventajado (todo sea dicho), pero maestro en absoluto. Y es que yo, siempre he reconocido mi falta de preparación académica y carencia de estudios superiores, así como mi humilde procedencia de currante de toda la vida como camionero, por lo cual no entiendo ese calificativo con el que me honra dicho caballero...... aunque quizás la cosa vaya más por lo de falso, que por lo de maestro; no sé, solo es una suposición. En cualquier caso, maestro lo será él (lo cual conlleva la posibilidad de ser falso, por cierto), ya que cuando uno entra en sus blogs, queda impresionado por el despliegue fotográfico y correspondientes pies de foto, en el que por cierto hay uno que dice lo siguiente: “Erudito y maestro bíblico” y otro que nos señala que estamos ante un “Investigador, evangelista y maestro bíblico” y en contra de lo cual no tengo nada, faltaría más, no se me malinterprete. Ahora bien, si se me permite el comentario, más parece que estemos entrando en una página de promoción personal, que en la de una persona que se dedica a “evangelizar” y hablar de Jehová y que en consecuencia, poco o nada debiera de importar su imagen y títulos poseídos, dicho sea con todo respeto, siempre y cuando la enseñanza fuera correcta; pero en fin, no es más que un simple comentario intrascendente, no piensen ustedes más allá.

Y creo que eso es todo, ya que poco más hace falta añadir como no sea y si me lo permiten, que lean nuestro comentario del 15 de Marzo, lo contrasten si tienen a bien con la réplica del Sr. Rivas y saquen sus propias conclusiones. Y es que en definitiva, ustedes son en última instancia los posibles beneficiados o perjudicados, de nuestros respectivos aciertos o errores, no olvidando por cierto, que tienen un excelente baremo a mano para medirlos: se llama La Biblia.

Armando López Golart

No hay comentarios:

Publicar un comentario