¿Es correcto criticar?
Y la pregunta tiene relación con un correo anónimo que hemos recibido, en los siguientes términos y que como siempre, transcribimos tal cual lo recibimos:
“te dedicas a ayudar a los demas a disipar dudas, o ser mas del monton a criticar lo que no aceptamos de otros??... que Dios tiene tu, si no es el del Padre Dios de Amor,,..
Es nocivo criticar , no defiendo a ningun postulado”
Y en fin, ya nos disculparán el comentario, pero el autor de este correo, lo que es el Nobel de Literatura desde luego no se lo lleva. Pero no obstante y a pesar de que tampoco tenemos por costumbre el responder a correos anónimos, nos permitimos hacer una excepción con este ya que trata de un asunto, sobre el que recibimos bastantes, llamémosles quejas. Por lo tanto, dicho correo nos viene al pelo como excusa necesaria para este escrito y en el que confiamos conseguir poner el tema en claro.
Porque una de las acusaciones más comunes que recibimos, es la de que no hacemos más que criticar los temas de otros publican, en lugar de publicar nuestros propios estudios y con ello contribuir a esparcir el mensaje bíblico. Y a esa acusación se añade la coletilla, eso ya por parte de los afectados, de que solo nos cebamos con determinados autores en particular, sobre otros que no parecen merecer nuestra atención. Aunque también es verdad que sobre esta segunda afirmación, cierto que con algunos matices, hasta podríamos estar de acuerdo, porque claro, es que a todo lo que se publica en Internet no llegamos y por otra parte, encontrar blogs que despierten la atención o el interés de uno, tampoco es fácil. Por ello es razonable que nos fijemos, por ejemplo, con el de Apologista Mario Olcese, porque es justo reconocer que no solo es el más activo de todos los que conocemos, sino que casi todo lo que se publica en el, discrepancias aparte, es interesante y llama la atención porque abarca una amplia variedad de temas. Y a ello, súmenle el hecho de que está asociado (digámoslo así) con el de Lavasori, que si bien es monotemático (solo trata de los TJ), es muy riguroso en sus afirmaciones y por lo tanto indiscutibles, lo cual convierte ambos blogs, en muy recomendables para ser visitados. Por cierto, desde este blog nuestra más sincera felicitación a Mario por el notable aumento de audiencia registrado y que tratándose como se trata de temas religiosos, no demasiado seguidos por el público en general, no hace sino que aumentar el mérito. Lo dicho Mario, muchísimas felicidades.
Y otro con el que también solemos discrepar con frecuencia, es el Dr. Javier Rivas Martínez y que si bien su página “www.ladoctrinadedios.blogspot.com” no es tan prolífica como la de Apologista, se las pinta solo para decir cosas de lo más pintorescas. Y con alguno más, ya en menor querencia, como el pastor Dawlin Ureña, que dirige la página “www.antesdelfin.com”, o también con el sorprendente Sr. Félix Guttmann, que dirige “www.caminoluz.org” y que hasta el momento, se lleva el premio gordo del disparate. A partir de ahí, es donde entramos nosotros en nuestra labor, aparentemente crítica y no demasiado bien entendida por la mayoría. Pero dado que no estamos de acuerdo con el hecho que lo que estamos haciendo sea criticar, veamos que nos dice el diccionario de la RAE, acerca de esa acción: “Censurar, notar, vituperar las acciones o conducta de alguien.” Y es obvio que no es eso lo que hacemos o al menos, no es lo que pretendemos hacer, ya que si ustedes nos van siguiendo, estarán de acuerdo que lo único que hacemos o intentamos conseguir, repetimos, es sencillamente contrastar distintas enseñanzas bíblicas que se publican, con lo que de las mismas se afirma en las Escrituras y siempre apoyándonos en distintos de sus textos para probar nuestra aseveraciones y que hasta el momento, dicho sea de paso, no discutidos ni rectificados en ningún caso...... pensamos que por algo será.
Pero también es cierto además, que jamás hemos ocultado nuestras intenciones, porque la entradilla o declaración de intenciones que abre nuestros blogs (2), es muy transparente:
“Este blog tiene como objetivo, el analizar algunas afirmaciones que aparecen publicadas en distintas páginas de Internet y que, al menos aparentemente, no se ajustan al sentido de lo escrito en el Libro Sagrado. No es nuestra intención el impartir enseñanza o crear doctrina, sino el hacer un análisis reflexivo de algunas afirmaciones un tanto dudosas, por medio de contrastarlas con el texto bíblico y contribuir de esta manera, a un mayor entendimiento de la verdad revelada por nuestro Creador.”
Creemos que está bastante claro ¿no? Pues por lo visto aún quedan personas, como nuestro amable comunicante, que no se han enterado de que va la cosa, pero en fin, pensamos que con el tiempo y una caña…… pues eso. Y es que nos resistimos a publicar estudios que pretendan enseñar o establecer doctrina y por lo tanto, contribuyan a crear opinión, sencillamente por el hecho de que no solo nosotros, carecemos de la capacidad necesaria para meternos en dicho berenjenal, sino porque no hay necesidad de enseñar nada: ya está todo enseñado:
“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, 17 para que el hombre de Dios sea enteramente competente y esté completamente equipado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16-17).
Luego lo que hay que hacer, es entenderlo y eso, razonando con lógica y sentido común, a la par de leer con determinada corrección, está al alcance de cualquiera; entonces vemos que el estar uno capacitado y equipado para toda buena obra, que le consiga el favor del Altísimo, no depende de que determinados “iluminados” nos cuenten estrafalarias enseñanzas, sino de un sincero deseo de aprender de Jehová y de empezar a leer la Biblia con atención. Ya el Creador y en función del esfuerzo y sinceridad de cada cual, proveerá según considere oportuno:
“Sigan pidiendo y se les dará; sigan buscando y hallarán; sigan tocando y se les abrirá. 8 Porque todo el que pide recibe y todo el que busca halla y a todo el que toca se le abrirá.” (Mat. 7:7-8).
Y claro que es apropiado el conocer distintas opiniones para contrastar con las que uno tiene e intercambiar pareceres, lo cual redunda en el enriquecimiento de nuestra capacidad personal; pero siempre y cuando quien tenga la última palabra, sea la Biblia.
Y eso es lo que hacemos nosotros, que después de haber leído un determinado escrito, lo comprobamos mediante contraste con las Escrituras, para saber si lo que en dicho documento se afirma, está de acuerdo o no, con lo que estas dicen acerca del tema en cuestión. Y si no entendemos que eso sea así, pues en vez de callarnlo lo denunciamos públicamente, con lo cual ponemos sobre aviso al incauto navegante (léase persona de buena fe), para que no sea engañado por esa pléyade de falsos maestros que andan sueltos por ahí y acerca de los cuales ya nos advirtió el apóstol Pedro que aparecerían, según se fueran acercando los últimos días:
“Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes……” (2 Pedro 2:1).
Porque note que ya el propio Jesús, de lo primero que advirtió a sus discípulos tras su famosa pregunta de Mat. 24:3, fue del peligro que representarían esa personas para sus seguidores:
“Y en contestación, Jesús les dijo: “Cuidado que nadie los extravíe; 5 porque muchos vendrán sobre la base de mi nombre, diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y extraviarán a muchos.”
O sea, que esas personas que afirmarían hablar en su nombre, extraviarían a muchos y que el mismo hecho de que se nos pusiera sobre aviso de esa circunstancia, como primera gran dificultad que tendríamos que enfrentar, ya nos habla del peligro que ello implicaría, evidentemente, en lo que tiene que ver con nuestra relación con el Creador. Y quede claro, que Jesús no hablaba en broma.
Pero por otra parte, también al denunciar dicha situación estamos dando la oportunidad a esos errados “maestros” de que reconsideren sus afirmaciones y puedan rectificar, o en su defecto y si tienen razón en las tales, que nos rectifiquen a nosotros, ya que tanto hay para dar como para tomar. Pero por el momento y hasta donde nosotros sabemos, no ha ocurrido ni una cosa ni la otra, porque por una parte, no tienen la suficiente humildad para reconocer el error y por la otra, no tienen los argumentos que sustenta la verdad, para demostrar que tienen razón. Y es que una cosa es publicar para personas de pocos conocimientos bíblicos, que normalmente se dejan impresionar por el despliegue propagandístico acerca de los tantos y cuantos títulos y diplomas en conocimientos varios afirman poseer los citados autores, lo que les lleva a creerse todo lo que les cuentan y otra cosa muy distinta, que lo que uno escribe y publica, sea leído por alguien que sepa de qué va la película. Porque tal parece que el dudar de lo que nos proponen, lo consideran casi como una ofensa y con lo cual, de seguir así, se llegaría a la esperpéntica situación de la que nos habla el refranero español “En el país de los ciegos, el tuerto es el rey”.
Luego otra cosa ya es, que se les plante alguien delante con un texto bíblico en la mano y les diga que lo que afirman, no es lo que dice el texto en cuestión y si no, que lo demuestren. Y eso les molesta, en primer lugar porque no están acostumbrados a ello y en segundo lugar, porque consideran inconcebible que unos descamisados como nosotros, que carecemos de estudios superiores, les digamos que están equivocados. Por ello, a falta de poder demostrar que tienen razón en sus planteamientos (porque no la tienen), recurren al insulto más barriobajero, en menoscabo evidentemente de su propia reputación y prestigio, ya que sabido es, que la primera víctima de un insulto, es el que lo profiere. Como el caso del Dr. Javier Rivas Martínez, que nos ha puesto a bajar de un burro, porque es su momento y ante su particular interpretación del pasaje de Juan 5:28-29, le pedimos que si ello era como el afirmaba, que nos explicara entonces en cuál de esas dos resurrecciones de las que nos habla el citado pasaje, nos colocaba a Juan el Bautista. Pues bien, hasta el momento, aún no ha respondido a la pregunta en cuestión y ya les decimos que no lo va a hacer, porque sencillamente no puede; a menos claro está, que reconozca públicamente que su interpretación del citado pasaje de Juan, es totalmente incorrecta. Pero claro, como decía D. Quijote a su fiel escudero “Con la Iglesia hemos topado, querido Sancho” (en este caso, con el orgullo, claro). Y aunque personalicemos en el Sr. Rivas (solo él es el que nos ha insultado), lo mismo hacemos extensivo a los Apologista Mario Olcese, Anthony Buzzard, Alexander Dávila, Luciano Morales, Mauro Apolo González y otros de ese entorno, a los que creemos enterados de esa controversia y que por ser de igual forma de pensar (al menos no la han rebatido), también se invitó en su día a responder a dicha pregunta. Excusamos decir que con idéntico resultado, aunque todos ellos imparten enseñanzas a través de Internet…… y es que aquí cuando las cosas parecen ponerse tiesas, nadie abre la boca.
Por lo tanto y hasta llegando al extremo de aceptar la acusación de la que somos objeto, o sea de que criticamos adiestro y siniestro, el hecho es que de ninguna manera seríamos nosotros los que criticaríamos, sino las propias Escrituras que son las que realmente contradicen las distintas opiniones sujetas a contraste. Por ejemplo, cuando nosotros afirmamos que la enseñanza de D. Mario Olcese en el sentido de que los gobernantes con Cristo en el Reino de Dios, serán millones, miles de millones, es un disparate como la copa de un pino, no es porque nosotros personalmente tengamos otra idea...... es sencillamente porque Jesús y a instancias de su Padre Celestial (Juan 12:49), afirmo algo totalmente contrario según registra Lucas 12:32:
“No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.”
Y no nos negarán, que ¡hombre! como una pequeña diferencia entre una cosa y la otra si la hay y queremos pensar nosotros, que algo sabría Jehová acerca de la idea que quería transmitirnos ¿o es que quería confundirnos? Por lo tanto y lejos de criticar, lo único que hemos hecho ha sido señalar la discrepancia entra ambas afirmaciones y esperar que Apologista dé una explicación convincente de su argumento, nada más. Continuaremos esperando…….
Porque resulta, que si es en las Escrituras en las que nos apoyamos para formular nuestra objeciones y nuestros argumentos resultan irrebatibles, quien realmente corrige y critica planteamientos incorrectos porque van más allá de las cosas escritas (1 Cor. 4:6), es el propio Jehová con su Palabra, no nosotros. En consecuencia, quién se está enfrentando a dichos caballeros en sus erráticas afirmaciones, no somos nosotros y que no dejamos de ser simplemente, meros transmisores de una información contenida en la Biblia. Luego volviendo a la pregunta que da título a este comentario, en el sentido de lo correcto o no, de hacer crítica, la respuesta tiene que ser afirmativa cuando dicha crítica es constructiva, o sea, que su finalidad no sea la de meter el dedo en el ojo al adversario dialectico. Pero cuando se trata de desenmascarar enseñanzas tendentes “a extraviar”, como dijo Jesús, por supuesto que es apropiado, porque ¿qué hizo entonces Jesús, cuando enfrentándose a los fariseos, dirigentes del pueblo judío y sacando a la luz sus engañosas y fraudulentas enseñanzas, les llamó “serpientes y prole de víboras”? ¿Se le podría acusar de “criticón”? ¿O más bien estaba contribuyendo a la difusión de la correcta, limpia y pura enseñanza que proviene de nuestro Creador, en defensa y beneficio de las víctimas de esos “falsos profetas” y ministros de Satanás? Nosotros excusamos el pronunciarnos, luego ustedes deciden……
Entonces si Jesús es el dechado y ejemplo a seguir (1 Pedro 2:21) para todo cristiano, nosotros con nuestras denuncias estaríamos haciendo lo correcto y que, por otra parte, si estamos usando sus propias palabras para hacerlo, resulta que en última instancia es el propio Jesucristo quien continua metiendo a esa gente en vereda. Y aunque nos quieran callar a nosotros, la realidad es que si no somos nosotros los que denunciamos, serán otros (Luc. 19:40) y si no, vean con lo que nos hemos encontrado en el propio blog de Apologista. Y es que contrario a lo que este defiende, junto al Sr. Rivas y otros en el sentido de que los santos de todos los tiempos (los del AT y los del NT, lo que incluiría a Juan el Bautista), reinaran con Cristo y participando por lo tanto de la primera resurrección, se ha levantado una voz en apoyo a nuestra tesis contrario a ello. Y esta aparece en el artículo de un tal Wes Bridel titulado “¿Qué evangelio predicaron Jesús y los apóstoles?”, publicado el día 17 de este mes de Octubre y que inicia con las siguientes palabras:
“La Escritura es muy clara sobre cuál es la naturaleza de las buenas noticias. Nosotros podemos mirar a las palabras de Cristo o la de los Apóstoles tempranos para ver esto. Incluso Juan el Bautista, que no heredó el reino, predicó de su llegada por Jesús.”
Luego ya tenemos a otro autor que está de acuerdo con nosotros, en que dicho personaje no gobernará con Cristo. Y si Juan el Bautista no heredó el reino, o sea, no puede ser un gobernante del reino, lógicamente no podrá participar de la primera resurrección, destinada expresamente para esas personas...... pero si según Olcese y compañía, la segunda resurrección es para condenación y destrucción eterna, la pregunta continúa en pie ¿qué hacemos con Juan, del que Jesús dijo expresamente que no estaría en ese gobierno del reino (Mat. 11:11)? Pero la cuestión de fondo, es que el problema va bastante más allá de temas puntuales, ya que tiene que ver con el cumplir o no con lo que es la voluntad de Jehová:
“Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto (pleno, o completo, según versiones) de la verdad.” (1 Tim. 2:3-4).
¿Y podría usted cumplir con la voluntad del Altísimo, de conocer la verdad de forma plena, completa o de forma exacta, si la información que le llegara fuera en parte fraudulenta y engañosa? Pues evidentemente no, pero eso es lo que ocurriría, si no estuviéramos aquellos que nos convertimos en los “pepito grillo” de esta historia.
MABEL
jueves, 21 de octubre de 2010
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