¿Qué nos quiso decir el apóstol Pablo?
Uno de los aspectos en los que con más firmeza nos hemos pronunciado en este blog, tiene que ver con la actitud de aquellas personas que, avisadas de antemano acerca del propósito del Altísimo de traer juicio a la tierra y por lo tanto, con la urgente necesidad de hacer los pertinentes ajustes en el comportamiento o actitud personal de cada uno, tal parece que no lo tienen del todo claro y lo que les lleva a hacerse un poco el “remolón”. Y cuando obviamente se estaría hablando de una gravísima y peligrosa situación, que tendría que mover a uno y dejándose de tonterías y absurdos razonamientos a modo de excusa, a intentar llevar a cabo y por la vía rápida, los cambios necesarios en su vida y siempre en línea con el de hacer coincidir su punto de vista con el que tiene Jehová sobre el asunto del que se está hablando, estamos observando todo lo contrario; porque de manera lamentable y como ya hemos señalado, son muchísimos los que tal parece que se toman el tema con cierta calma y no con la seriedad propia del caso, a tenor de los argumentos que presentan y que vendrían a resumirse todos ellos, en eso tan característico de “cuando llegue el momento, ya tomaremos las medidas oportunas”. Por lo que nos permitimos recordar, que en el artículo del 01/11/12, bajo el título “…… y el mundo los odiará”, ilustrábamos y a modo de ejemplo, la necesidad de tomar rápida acción mientras haya tiempo, con aquella celebérrima fábula del “¿Serán galgos o podencos?”.
También es cierto, por otra parte, que muchas de las personas que así piensan son conocedoras del hecho que en la primera mitad de la profética semana 70 de Dan. 9:27 (y últimos siete años del mundo tal como lo conocemos), eso es, los primeros tres años y medio de la misma o “mil doscientos sesenta días” según Rev. 11:3 (los meses bíblicos son de 30 días), es cuando se llevará a cabo la gran predicación de Mat. 24:14 anunciada por Jesús y en donde quedará manifiestamente expuesta la decisión final de cada uno…… por lo que probablemente entienda el personal, que dicho lapso de tiempo permitirá cierto margen de maniobra. De lo que se podría deducir a partir de tan particular manera de razonar de esas personas y siempre teniendo en cuenta que estaríamos hablando de la inmensa mayoría del conjunto de la llamada “cristiandad” y conocedoras por tanto de la situación, que en un intento de no ganarse la desaprobación de su entorno social más inmediato, priva más en ellas el deseo de seguir viviendo al ritmo del mundanal ruido y con la idea de que cuando empiecen a verle “las orejas al lobo” (eso es, cuando inicie dicha predicación y la cosa ya parezca ir en serio), darán un giro radical en su actitud y entonces ya sí, efectuarán los ajustes pertinentes, que el tomarse en serio dicha grave situación…… y algo que desde este blog, no tenemos tan claro que las cosas puedan ser tal como se plantean, a tenor de lo dicho por el apóstol Pablo en su momento.
Porque seguramente sabrán ustedes que al apóstol Pablo, entre otros muchos escritos, se le atribuye la autoría de las dos cartas enviadas a los creyentes de la congregación de Tesalónica, interesantes ambas (como todo lo que escribió un genial Pablo) y que en este caso, nos centraremos en la segunda de ellas; y carta en la que nos encontramos con dos pasajes directamente relacionados entre sí y que nos llaman poderosamente la atención, siendo que en el primero de los cuales nos dice lo siguiente:
“…… al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza, 10 al tiempo en que él viene para ser glorificado con relación a sus santos y para ser considerado en aquel día con admiración con relación a todos los que han ejercido fe, porque el testimonio que dimos fue recibido con fe entre ustedes.” (2 Tes. 1:7-10).
En este primer pasaje se nos habla de algo que se supone deberían saber todos aquellos que se llaman cristianos y que resumiendo, sería lo siguiente: Jehová mediante Pablo, nos explica que cuando de nuevo envíe a Jesucristo, este tomará venganza sobre aquellos que no conocen a Dios, así como de aquellos que no obedecen las instrucciones (buenas nuevas o evangelio) que Jesús dio a conocer en su primera estancia entre nosotros…… ambas cosas no porque no se les hayan dicho o explicado a esas personas a las que se hace referencia, sino porque no han querido saber nada de ello en su momento. Y lo que retrataría perfectamente a aquellas que en la actualidad muestran la actitud mencionada de dejar la cosa para última hora y siempre para mantener una posición cómoda entre la sociedad que la rodea, pues sabido es que el creer y hablar de las cosas de Dios (como es obligación en un cristiano), no es precisamente lo que nos logra la “simpatía” del entorno social en el que nos movemos…… y como para esas personas ese “afecto” de sus convecinos o el congraciarse con su entorno más cercano es prioritario y muy por encima de los intereses divinos en los que no creen en absoluto (aunque afirmen vehementemente lo contrario), actúan como actúan. Sin embargo, veamos y en contraposición a tan dilatoria actitud, cual sería la forma correcta de proceder y que ya Jesús en su primera estancia en esta tierra, dejó perfectamente establecida en su mensaje y que permitiría a su vez, el poder “escapar” de las cosas que inevitablemente están por venir (destrucción eterna para los desobedientes) y actitud que podría ser resumida por las siguientes palabras:
“Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder y estar en pie delante del Hijo del hombre.” (Luc. 21:36).
Por lo que lejos de la actitud dilatoria en el tiempo de la que estamos afirmando adoptan muchísimas personas, dichas palabras de Jesús más bien estimularían a estar en constante alerta sobre las cosas de Dios y recabando la máxima información de Su propósito, o lo que es lo mismo, considerar con atención las Escrituras y lo que en ellas se nos dice, lo cual nos puede facilitar el poder escapar “enteros” del “sarao” que se avecina…… y algo que apoya nuestra afirmación, lo encontramos en un pasaje bíblico que nos muestra la opinión positiva que Dios tiene, acerca de aquellas personas que así lo hacen:
“Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11).
Claro, a partir de ahí, la pregunta del millón podría ser la siguiente ¿cómo considera Jehová entonces, a aquellas personas de las que estamos hablando en este artículo y que tienen una actitud diametralmente opuesta, a la reflejada en el texto citado? Pero volviendo al mensaje contenido en el mencionado pasaje de 2 Tes. 1:7-10, debemos de tener en cuenta que aplicaría a todos los llamados “cristianos” que, bien sea a nivel colectivo, eso es, que pertenezcan o se asocien con cualquier denominación religiosa dentro de ese “maremágnum” que es el mundo de la llamada “cristiandad”, sino también aquellos que yendo por libre, no nos asociamos con ningún colectivo, pero que por igual tenemos las Escrituras o La Biblia como nuestro libro de referencia.
Por ello y puesto que se supone que todos creemos en el valor del sacrificio redentor de Cristo y puesto que todos afirmamos “seguir” su enseñanzas, es por lo que somos llamados “cristianos”…… pero claro, como diría el castizo “una cosa es predicar y la otra dar trigo” o lo que traducido significa, que aunque se haga dicha afirmación de ser “cristianos” y por tanto “seguir” las directrices marcadas por Jesucristo durante su ministerio, la realidad es otra muy distinta; y algo que queda constatado a tenor de las diferentes y variadas enseñanzas existentes en la innumerables denominaciones dentro de la “cristiandad”, acerca de lo que realmente predicó Jesús. Y es que el panorama que contemplamos, es más bien patético, pues cada una de las distintas facciones mencionadas tiene sus propias doctrinas o enseñanzas, distintas ceremonias o liturgias, distintos cuerpos dirigentes, etc.: en definitiva una total confusión que lo único que consigue es despistar al personal…… a lo que se añade y para acabar de arreglar el “cuadro”, aquellos que yendo por libre publicamos en Internet y que contribuimos al “jolgorio” existente, diciendo cosas totalmente distintas unos de otros y dándose el caso, para mayor escarnio, que bebemos tanto unos como otros de una misma fuente: La Biblia…… pero pensando todos, por supuesto, que tenemos la razón ¡faltaría “plus”!
Y dicho lo cual, permitan el que nos apresuremos a decirles que no hay interés alguno por defender nuestra posición, con respecto de una supuesta veracidad en las afirmaciones que se hacen desde este blog, pues continuamos manteniendo nuestra inamovible postura en el sentido que son ustedes los que la tienen que determinar, mediante su escrutinio personal de la Biblia y consiguiente contraste con dichas afirmaciones. Pero volviendo a la confusa situación creada ante tanta disparidad de criterios, resulta que la tal, lo que consigue realmente en las personas que mantienen esa actitud denunciada del “¡ya lo haremos!”, es el que se “apalanquen” en su posición y alegando en defensa de dicha actitud que, puesto que todo es un “guirigay” de esos de “agárrate y no te menees” (pues no nos aclaramos ni entre nosotros mismos), lo mejor es poner en práctica eso tan socorrido para cuando no se sabe o no se quiere hacer algo, del “andaremos y veremos”.
Pero claro, esas personas se olvidan de un detalle fundamental y que tiene que ver con el hecho de que, aún a pesar del desbarajuste de las voces que conformamos tan contradictorio “coro”, la “partitura” continúa siendo la misma, eso es, La Biblia y por lo que el mensaje que subyace de fondo entre tanto “cacao” de voces discordantes, viene a ser el mismo: nos estamos acercando al momento en que Dios tomará acción y someterá a juicio a la humanidad y con muy negras consecuencias para aquellos que no superen el “examen”. Y que eso es de general dominio público, queda claro por el hecho de que no solo artículos religiosos hablan de dicho juicio, sino que en los distintos medios de comunicación, así como en películas, o televisión, o videos en You Tube y al alcance de todo el mundo por medio de Internet, e incluso en juegos de videoconsola para niños, en donde el término “apocalipsis”, o el negro panorama que pinta la profecía maya sobre el 21 de Diciembre próximo, así como las profecías de Nostradamus y que anuncian un inevitable fin del mundo, etc. etc. etc., aparecen profusamente…… por lo que queda claro que por tierra, mar y aire se nos está transmitiendo la idea de que “algo” se está cociendo, pues ya conocen ustedes aquello de que “cuando el rio suena, agua o piedra lleva”; resumiendo: que la idea del fin del mundo y prescindiendo del medio y en los términos en los que se exponga, está presente en el contexto actual de la entera humanidad y miremos hacia donde miremos.
Por lo que nuestra pregunta es la siguiente: si las cosas están así y aunque solo fuera como simple medida de precaución, ante lo que está envuelto en el asunto, recordemos, la propia vida de uno…… ¿no tendría que ser precisamente dicha confusión reinante en cuanto a la distinta manera de presentar el mensaje en sí mismo, lo que tendría que estimular más al personal a investigar qué de verdad, hay detrás de todo ello? Porque lo que está claro del pasaje de Luc. 21:36 que acabamos de citar, es que en sus palabras subyace la idea de no “dormirse” en los laureles y estar en constante alerta acerca de cómo están las cosas; y puesto que se hace referencia a estar “en todo tiempo haciendo ruego” si uno se quiere escapar de la “quema”, habría que entender de ello que uno tendría que dirigir todo su interés y esfuerzo en averiguar cómo se nos dice que hay que proceder para salirse del “fregao” que se avecina y hacerlo con la máxima diligencia…… y no demorando en el tiempo el tomar acción, pensando que cuando las cosas empiecen a pintar mal, ya habrá el suficiente espacio para tomar la acción requerida. Y siendo aquí en donde entraría en liza el segundo de los dos pasajes de Pablo citados y en el que leemos lo siguiente:
“Entonces, realmente, será revelado el desaforado, a quien el Señor Jesús eliminará por el espíritu de su boca y reducirá a nada por la manifestación de su presencia. 9 Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos 10 y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos. 11 Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, 12 a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.” (2 Tes. 2:8-12).
Bien, dicho lo cual y antes de pasar a analizar estas palabras, recordemos que una de las razones por las que esas personas están tan “confiadas” en sus posibilidades de reacción, tiene que ver con el hecho profetizado (Rev. 7:1-3) de que cuando inicie esa gran predicación y que no será otra cosa, que el anuncio de que la hora del juicio de Dios ha llegado, habrá un tiempo de transición (extremo ya explicado brevemente al principio de este escrito), necesario obviamente para llevar dicha comisión a buen término y durante el cual, poder hacer lo necesario para encauzar correctamente la situación personal de cada uno. Pero anuncio que en sí mismo puede convertirse en un primer problema para esas personas, cuando no en una trampa, pues dicho anuncio de juicio y consiguiente venida de la catástrofe anunciada, ya se ha producido en varias ocasiones en el pasado por iniciativa de diversos “entendidos” en la materia, bien sea a nivel colectivo (Testigos de Jehová, por ejemplo y que lo cifraron para 1.914; luego para 1.925; después para 1.975 y que ahora lo esperan para 2.034) o de manera individual, por otros “profetas” como el Sr. Harold Camping (entre otros muchos “iluminados”) y que lo situó para el 21 de Octubre de 2.011, cuando antes lo había colocado para el 21 de Mayo del mismo año y planteamiento que ya venía “rebotado” del fracaso del 21 de Mayo de 1.988, así como el del 7 de Septiembre de 1.994…… y sin que en ninguno de estos casos citados y como en el de tantos otros por el estilo, haya pasado absolutamente nada.
Claro, dichas personas y ya no muy proclives a “moverse” de su cómoda situación entre la sociedad en la que viven, todo hay que decirlo, lo más probable es que cuando se produzca ese nuevo anuncio y puesto que en su entorno más inmediato, las cosas continuarán aparentemente igual y quizás tirando a mejor, obviamente su razonamiento, con toda probabilidad será el siguiente: “De nuevo los “enteraos” de turno dando la “matraca”…… ¡cómo si no conociera yo de qué va la cosa!”. Porque en realidad, lo que esas personas están haciendo con su actitud dilatoria, no es medir los tiempos, sino que sencillamente no creen en lo que dicen las Escrituras y razón por la cual, flagrantemente desobedecen la advertencia divina, en el sentido de no ser parte de este mundo (Juan 17:14), pues están apegados al mismo y temen perder “su afecto” (Juan 15:19), por lo que la excusa es decir “aún no es el momento”…… y algo en lo que obviamente se están equivocando. Porque ese tiempo de bonanza (los tres primeros años y medio de la última “semana” profética de Dan. 9:27) en donde esas personas “espabiladas” piensan maniobrar y ya entrando en el análisis del pasaje de 2 Tes. 2:9-12, es decretado por el propio Jehová, a tenor de lo que leemos en Rev. 7:1-3:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno (disturbio o calamidad alguna) sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar, 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado (“señal” o “marca” según distintas versiones en Ezeq. 9:4) en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotaciones nuestras).
Luego está claro que estaríamos hablando de un tiempo de no disturbio en la tierra, tendente a facilitar el proyecto divino y en donde las cosas parecerán incluso tener un aire de restablecimiento a tiempos mejores y que actualmente parecen quedar en el olvido, ante la negra perspectiva que la humanidad tiene ante sí, como crisis económica, brutales hambrunas, una galopante escasez de alimentos, guerras entre naciones, terrorismo y todo aquello que ustedes le quieran añadir…… y siendo en ese tiempo de previsible calma, en donde esas personas piensan tomar acción. Pero claro, es que Pablo nos habla de algo más que entrará en escena en ese preciso momento en que aparece el personaje “el Anticristo” y también provocado por el mismo Creador; pero veámoslo, leyendo lo que podríamos considera como una primera parte de ese segundo pasaje de Pablo:
“Pero la presencia (“advenimiento” o “llegada” según versiones) del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos 10 y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos.” (2 Tes. 2:9-10). (Acotación nuestra).
Bien: lo que vemos si parcelamos las dos ideas clave que estén incluidas en esa primera porción transcrita, tenemos en primer lugar que la llegada, aparición o “presencia” del Anticristo, va acompañada de grandes portentos, cuasi milagros mentirosos con el fin de “engañar” al personal; pero fíjense y ya entrando en la segunda de las dos ideas mencionadas, que se nos dice que ello es como “retribución” por no haber aceptado dicho personal, el “amor de la verdad para que fueran salvos”. Luego las preguntas que se imponen son por una parte ¿por qué tales manifestaciones de poder para engañar al personal?; por otra parte y como parte más importante del tema que estamos analizando…… y puesto que estamos hablando de una “retribución” negativa o castigo ¿cuándo esas personas “que están pereciendo” incurrieron en ese acto de “rechazar la verdad” mencionado en el pasaje citado y que les hubiera permitido el salvarse de los hechos por venir?...... y como tercera pata del asunto ¿de quién parte, dicha “retribución” negativa o castigo?
Y a la primera de esas tres cuestiones acerca del sobre por qué se intentará engañar o confundir al personal, habría que responder lo siguiente: el Anticristo (Satanás en última instancia) se verá obligado a tal despliegue de engañosos portentos sobrehumanos de toda índole, para contrarrestar el efecto que tendrán sobre la opinión pública mundial y en un intento por confundirla (y ahí estaría el engaño), los actos poderosos que realizarán aquellos que sean comisionados por Dios, para dar adelanto al mensaje de anunciar la inminente llegada del juicio por Éste. Tengamos en cuenta que todo parece indicar, que no solo el resto “ungido” por aparecer y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3 que saldrán a escena al mismo tiempo que el “Anticristo”, tendrá inmensos poderes de parte de Dios (versos 5 y 6) y al igual que los primeros seguidores de Jesús (los Pedro, Juan, Pablo; Felipe, etc.), sino que todos aquellos que se vayan uniendo a ellos progresivamente y colaborando en la difusión del mensaje, probablemente también tendrán dicha capacidad para hacer cosas “raras” (quizás a un grado más reducido, que ese “resto ungido” aún por aparecer), siempre a tenor de lo citado en la profecía de Joel 2:28-29:
“Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán (o “hablarán de parte mía” según la TLA). En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas (personas no pertenecientes o extrañas, al núcleo familiar) derramaré en aquellos días mi espíritu.” (Acotaciones nuestras).
Y que esa es una profecía para el final de los tiempos, prescindiendo que hubiera tenido un primer cumplimiento en el primer siglo (Hech. 2:16), queda claro en los versículos 29-30 de dicho capítulo, así como en el entero contexto de dicha profecía.
Luego como siempre que Jehová ha comisionado a alguien para hablar en Su Nombre, sea quien sea y a modo de “credencial” que lo identifica como enviado por Él, aquellos que lo sean disfrutarán de la capacidad de realizar actos poderosos o sobrenaturales que les identifique como enviados del Altísimo y como siempre (nos permitimos repetir) ha ocurrido a lo largo de toda la historia bíblica…… y que tendrá una segunda y más amplia aplicación en los últimos días de este sistema de cosas como lo conocemos. Por lo que toda esa pandilla de “mandangas” que hoy afirman ser “ungidos”, por tanto Hijos de Dios y consecuentemente se arrogan el hablar en Su nombre y que a diferencia de los Pedro, Juan, Pablo, Felipe, etc. etc. etc., son incapaces de hacer nada de lo que esos personajes hacían por el poder de Dios y que “acreditaba” (como carta de presentación) el que estaban actuando al servicio del mismo Jehová; pues mientras aquellos podían desde sanar un paralitico, pasando por tener poder sobre los demonios, hasta resucitar a un muerto, los actuales no pueden ni curar un catarro…… y lo que, obviamente, les delata como embusteros compulsivos, que pretenden que nos creamos semejante estupidez, sencillamente porque ellos se creen ser, lo que dicen ser y pretenden que nos lo creamos todos.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, ante tanto despliegue de poder de aquellos que hablarán de parte de Jehová, anunciando la inmediata venida del juicio divino y posterior establecimiento del reino de Dios (Dan. 2:44) en manos de Jesucristo, no le queda otra a Satanás que dotar al “Anticristo” y al falso profeta” de la capacidad de hacer alguna pequeña “chapucilla” que desvíe la atención del personal de la realidad de la situación. No olvidemos que en el relato de la liberación del pueblo hebreo de las garras de Egipto, los sacerdotes de Faraón (Janes y Jambres) y bajo el poder de Satanás, llegaron a imitar algunas de las pruebas de poder sobrenatural que efectuó Moisés, pues consiguieron transformar unas varas en serpientes, convertir agua en sangre o producir ranas, aunque es cierto que en la tercera plaga (la de los “jejenes”) ya no consiguieron alcanzar ese propósito y reconociendo, a partir de ese momento, que detrás de Moisés y Aarón estaba “el dedo de Dios” (Éxo. 8:19)…… pues exactamente lo mismo es lo que ocurrirá.
Por lo que dicho lo cual, vayamos ahora a la importante segunda cuestión planteada y que tiene que ver con el cuándo las personas a las que hace referencia Pablo, cometen el error de no aceptar “el amor de la verdad para que fueran salvos”, eso es, rechazaron la bondad y misericordia divina en el momento que les fue comunicada…… y circunstancia que se está produciendo ahora en estos tiempos, pues dichas personas han decidido anteponer su decisión sobre el cuándo aplicar el citado consejo, respecto al mandato divino de “no ser parte del mundo” (Juan 17:16) ya a partir del mismo momento en que se enteran de la voluntad divina y que repetimos, es ahora en nuestros días. Y lo que en sí misma dicha decisión dilatoria, ya significa una actitud de clara rebeldía ante la voluntad divina…… y algo que no puede quedar sin castigo; lo que nos lleva a la tercera cuestión planteada acerca de quién procede dicho castigo y la forma de llevarlo a cabo. Y para averiguarlo, aunque nos lo imaginamos, tenemos que acudir a los dos siguientes textos del pasaje que estamos analizando, eso es, 2 Tes. 2:11-12:
“Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, 12 a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.”
Entonces es el propio Creador, que deja que una operación “de error” vaya a todas esas personas y se crean todos los actos mentirosos que llevará a cabo Satanás por medio del Anticristo y acepten lo que se les dice por medio de ellos (como en su momento pretendían hacer Janes y Jambres con el Faraón y sus súbditos), en contra de lo afirmado por los verdaderos enviados de Jehová, en el sentido de que el momento del juicio ya ha llegado y el reino de Dios está llamando a las puertas. Y que dicho castigo es consecuencia de que lejos de creer en el momento oportuno en la verdad, en el sentido que se está aproximando el juicio del Eterno sobre la humanidad y que cambiará las cosas radicalmente, mediante el reino de Dios en manos de Jesucristo, se “complacieron en la injusticia” al preferir (como es obvio que realmente prefieren) vivir en un mundo corrupto bajo la dominación satánica, antes que aceptar la instauración del reino de Dios. Porque el hecho que esas personas estén aplazando el actuar en armonía con lo indicado por Jehová, acerca de no considerarse ya parte de este sistema y por tanto, no participar en sus corruptos proyectos, metas y deseos, no es otra cosa que el reflejo de su deseo interior en el sentido de que las cosas no cambien de cómo están y por lo tanto, un claro rechazo al proyecto divino de “restauración” (Hech. 3:21).
Y así es como entendemos nosotros que están las cosas; ya a partir de ahí, queda en sus manos el averiguar si estamos en lo cierto o no…… o sea que ya conocen la “canción”: no se fíen un “pelo” de lo que les decimos y cogiendo su ejemplar de la Biblia, contrasten con ella la información recibida, saquen sus propias conclusiones y actúen en consecuencia. Pues claro está, que cada uno responderá de sí mismo en ese momento de juicio ante su Creador y que tenemos a la vuelta de la esquina, siendo ahora y según entendemos de las palabras de Pablo, el momento apropiado y que Jehová en su misericordia nos concede, para que cada uno haga los ajustes necesarios para conseguir una condición aprobada ante Él…… ya más adelante y como parece desprenderse de los pasajes examinados, la cosa como que estará un “pelín” más complicadilla; recuerden que según Jesús, la situación parece que cogerá por sorpresa a más de uno:
“Más presten atención a sí mismos para que sus corazones (obviamente figurativos y fuente de nuestros deseos y razonamientos, según Mat. 15:18-20, entre otros) nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso y por las inquietudes de la vida (entre ellas, como conseguir el “afecto” de la sociedad en medio de la que vivimos) y de repente (luego ya sin posibilidad de reacción) esté aquel día sobre ustedes instantáneamente 35 como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. 36 Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder y estar en pie (o en una posición aprobada) delante del Hijo del hombre.” (Luc. 21:34-36). (Acotaciones nuestras).
Luego lo dicho: a partir de ahí, saquen sus propias conclusiones y actúen en consecuencia.
MABEL
viernes, 30 de noviembre de 2012
viernes, 23 de noviembre de 2012
El “yoga”…… ¿“inofensivo” en la vida del cristiano?
Desearíamos como primera providencia, decirles que lo que van a leer a continuación, no es más que una mera opinión personal de los autores de este blog, relacionada con una pregunta que acerca del tema se nos ha formulado y por lo tanto, ese es el valor que hay que darle y no más allá. Dicho lo cual y advertido ya el personal, pasemos al meollo del asunto y, repetimos, siempre desde nuestro personal e intransferible punto de vista.
Y para empezar, imaginémonos por un momento a una persona, que nota que un intenso dolor se extiende desde la parte inferior de la espalda hasta el pie y en busca de alivio, se arrodilla en una posición rígida y que sentada sobre sus talones, extiende el brazo derecho hacia el frente con el dedo índice hacia arriba. Lejos de pensar que dicha persona está “zumbada”, nos damos cuenta que lo que hace, es colocarse en la posición que en la práctica del “yoga” se conoce como “rayo” (Vajra Asana, en sánscrito), porque cree que dicha posición sirve de terapia para su problemático nervio ciático y que la está llevando a mal traer…… y esa persona citada, pudiera ser una de los cientos de miles, quizás millones, que practican el “yoga” por razones no religiosas y entre las que usted en este momento y quizás también por algún problema físico, estaría sospesando la posibilidad de entrar a formar parte.
Sin embargo, hay algunas preguntas que debería de hacerse antes de tomar dicha decisión y que podrían empezar por esta: ¿Por qué ha ganado el “yoga” tanta popularidad mundial? Obviamente una pregunta a la que muchas personas y de forma mayoritaria, contestarían siempre en función de su experiencia personal, algo parecido a esto: “Porque el yoga mejora mi salud”…… pero otra pregunta sería ¿es el “yoga” una práctica primordialmente terapéutica? Y cuya respuesta bien podría ser, que eso es lo que la inmensa mayoría de esas personas practicantes mencionadas, honestamente creen; pero entendemos nosotros, que cuando se hace necesario y como hemos señalado en el primer párrafo, hacer la matización cuando uno practica el “yoga”, que lo hace por razones “no religiosas” para así fijar determinada posición, ello evidentemente significa que estaríamos hablando de ello, como de una práctica eminentemente religiosa ¿no es así? Por otra parte, algunas personas ya dicen que dicha práctica hace que se manifiesten talentos “escondidos” y lo cual nos llevaría a una nueva pregunta: ¿Hace realmente esto el “yoga”?; y sobre lo que otras personas responderían que dicha disciplina, solo promueve un estado de tranquilidad mental o alivia las tensiones que causan frustración a la persona.
Por lo que la pregunta “fetén” o verdaderamente importante, siempre desde el punto de vista de la persona que cree en Dios y por lo que tiene necesidad de conocer la opinión del Altísimo al respecto, bien podría ser la siguiente: ¿Es el “yoga” la práctica sencilla y “aséptica” que millones de personas creen que es? Es más, quizás la pregunta del millón sería ¿qué es el “yoga” realmente? Porque si la práctica de dicha disciplina (o conjunto de disciplinas), es popular en el país donde usted vive y en consecuencia contempla la posibilidad de practicarlo por razones de salud (quizás aconsejada por su médico), entonces verdaderamente necesita saber que hay detrás de dicha práctica…… porque tenga en cuenta que su galeno particular, que puede ser un excelente profesional de la medicina y valorar esa disciplina como muy positiva desde un punto de vista terapéutico, puede sin embargo también, tener ideas religiosas muy distantes de las suyas y parecerle dicha práctica totalmente inocua en ese terreno, cuando el caso es que a usted la tal, le puede sentar a “cuerno quemao”; por lo que vamos a ver y de manera solo aproximada (pues no somos expertos en el asunto), de qué estaríamos hablando cuando nos referimos al “YOGA” en mayúsculas.
El “yoga” y con una antigüedad estimada entre los 3000 y los 5000 años (no hay acuerdo entre las fuentes consultadas), es una práctica netamente hindú, eso es, un complejo sistema de técnicas arraigadas en la filosofía hindú; de tal suerte que la palabra “yoga” se deriva de la raíz sánscrita “yuj” que significa “unir bajo yugo” y lo cual no deja de ser ya muy significativo, a la vez que preocupante. Tan lejos en el tiempo para nosotros en la actualidad (y estaríamos hablando de información sacada de Internet), como en el número de diciembre de 1981 de The Vedanta Kesari (revista divulgativa de la Misión Ramakrishna, de la India, editada en inglés), un tal Dr. B. S. Surti, autor del libro “La sabiduría de Zarathustra”, escribió lo siguiente:
“El objetivo principal de la filosofía yoga es enseñar los medios mediante los cuales el alma humana, puede estar completamente unida con el Espíritu Supremo”. (Negritas nuestras).
Al explicar y definir más ampliamente el “yoga”, el maestro hindú “swāmī” (palabra que significa más o menos “maestro” o “guía espiritual) Harshananda afirmó como sigue:
“El yoga o unión del ser individual con el Ser Supremo resulta mediante el yoga o samadhi (trance del yoga), cuando éstos (refiriéndose a determinados conflictos mentales) se controlan, se suprimen y se eliminan por medio del tipo apropiado de disciplina y entrenamiento. Tal disciplina y entrenamiento es también yoga.” (Acotaciones y negritas nuestras).
En resumidas cuentas, para los hindúes el “yoga” es la unión del “yo” con Dios (o “Ser Supremo) y por lo que estaríamos hablando de una actividad eminentemente religiosa…… luego ¿qué hay del practicar el “yoga” por razones de salud?
Se dice al respecto, que el antiguo sabio indio Patanyali (obviamente no tenemos el placer de conocerle) sistematizó la “filosofía” de dicha disciplina y por lo que no estaríamos hablando de una actividad dirigida a conseguir logros corporales sino mentales, por medio de enumerar ocho pasos para lograr “la unión” con el “Infinito”…… y se dice que esta unión resulta en buena salud; entonces dicho resultado no sería más que un efecto colateral y del que habría que averiguar, que “precio” hay que pagar para conseguirlo. Porque alguien podría decir “Pero yo no procuro lo espiritual; solo quiero tener buena salud”, en un intento por evadir el tema de fondo y que no es otro que el verse envuelto en una práctica religiosa, nada acorde con la creencia que uno manifiesta tener. Aparte, eso sí, de lo que un promotor del “yoga”, un tal “swāmī” Siddhinathananda escribió acerca de la salud con relación a dicha disciplina:
“Su potencial para proveer bienestar físico también contribuye a su atractivo popular. Pero el usarlo para cualquier otra meta que no sea espiritual, es hacer mal uso de él”. (En The Vedanta Kesari, revista india sobre el “yoga” ya mencionada). (Negritas nuestras)
Por lo que queda claro, que la buena salud no es ni de lejos, la meta principal del “yoga”. El escritor hindú “swāmī” Swahananda (fallecido hace poco, el 19 octubre 2012), afirmó en su momento lo siguiente:
“Los que procuran lo espiritual siempre consideran que los beneficios relacionados con la salud son beneficios complementarios, subordinados a su Meta principal, que es la realización del Yo o Dios.” (Negritas nuestras).
Ahora bien y volviendo al posible precio que uno tenga que pagar…… ¿hace el “yoga” que se manifiesten poderes latentes, según se alega? Y si así es ¿pueden “beneficiar” éstos a los cristianos verdaderos? Para contestar esta pregunta, note lo que advirtió el hindú “swāmī” Tapasyananda (1904-1991), en el siguiente comentario:
“Sin embargo, hay un punto tocante al cual el yogui (o persona que practica el “yoga”) tiene que ser extraordinariamente cuidadoso. Cuando se practica el yoga, se producen hazañas sobrenaturales. El poder (recibido de una fuente externa, obviamente) se convierte en un monstruo de Frankenstein que aniquila a su creador (la persona que lo ha recibido).” (Acotaciones y negritas nuestras).
Por lo que ya estaríamos hablando de palabras mayores y siendo que el caballero en cuestión, enumera estas “hazañas”, entre otras, como los poderes de la clarividencia, el oír voces, o la levitación…… cuando es el caso que tal clarividencia (el poder pronosticar el futuro), o el oír voces (mensajes del más allá) y la levitación (estado de ingravidez), están todas relacionadas con el espiritismo y que la Biblia a su vez, relaciona con una fuente tremendamente dañina: criaturas espirituales inicuas, o demonios. Porque puesto que es obvio que el ser humano por sí mismo no puede hacer esas cosas, es necesario que en la situación intervengan otro tipo de fuerzas y de las que en las Escrituras encontramos muchas referencias y que a modo de ejemplo, citaremos una de ellas:
“Y aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, nos encontró cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación. Ella proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción. 17 Esta muchacha seguía detrás de Pablo y de nosotros y gritaba, usando estas palabras: “Estos hombres son esclavos del Dios Altísimo, los cuales les están publicando el camino de la salvación”. 18 Esto lo siguió haciendo por muchos días. Por fin Pablo se cansó de ello y se volvió y dijo al espíritu (y no a la muchacha): “Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora. 19 Pues bien, cuando sus amos vieron que se les había ido su esperanza de ganancia (pues la muchacha perdió su capacidad de adivinación), se apoderaron de Pablo y de Silas y los arrastraron a los gobernantes en la plaza de mercado.” (Hech. 16:16-19). (Acotaciones nuestras).
Luego si la sirvienta en cuestión podía predecir el futuro y lo que daba pingües beneficios a sus amos, no era por su capacidad personal, sino por el demonio que “adivinación” por el que estaba poseída y que era en realidad, el que había reconocido a Pablo y Silas…… sin embargo, cuando dicho demonio fue expulsado del cuerpo de la muchacha, esta perdió todo el poder que tenía o capacidad de predicción y con lo que sus dueños cogieron un “rebote” de mil pares de narices, pues se les había acabado el “chollo”; pero lo que deja claro de la experiencia narrada, es que un ser humano sin esa “ayudita” externa, no puede manifestar dichos poderes. Y no hay que olvidar, que ese fenómeno de posesión demoníaca ocurre también en nuestros días, pues continúan habiendo médiums espiritistas que supuestamente hablan con los “muertos”, otros que sanan, otros que pronostican el futuro (los mejores al servicio incluso de poderosos gobiernos), etc. etc.; lo que nos demuestra que esos seres malignos continúan rondando y haciendo de la suyas por ahí y que si uno los “busca”…… pues eso: que los acaba encontrando. No olvidemos, la advertencia del bueno del apóstol Pedro:
“Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.” (1 Ped. 5:8).
Y una forma de buscarlos y lo que es peor, de encontrarlos como hemos visto (según los entendidos en el tema), es metiéndonos en “historias” como esa del “yoga” y por lo que la pregunta es obligada ¿continúa usted pensando meterse en ese “jardín”? La respuesta depende de dos factores: primero, el propósito que usted tenga en la vida y, segundo, sus valores y principios espirituales; por lo que antes de ponerse a practicar el “yoga”, o decidir si debe continuar practicándolo, en el supuesto que lo esté haciendo, sería oportuno identificar a ese misterioso “Infinito” o “espíritu supremo” con el cual se unirá bajo yugo. Porque ¿quisiera tener usted un encuentro con fuerzas espirituales sobrenaturales que acabarán controlándolo a usted? Y es que el que practica el “yoga” tiene que estar preparado para encararse a esta posibilidad, pues lo que ha quedado claro hasta el momento, es que al practicar dicha disciplina usted pudiera estar enredándose con el ocultismo; y si no, vea lo que un ex-practicante de esa “filosofía”, dijo en su momento:
“Uno cree que está controlando otras fuerzas, fuerzas ocultas del universo. Pero, atemorizado, ahora creo que en realidad ellas controlan a uno”.
Y lo que de nuevo trae a nuestra mente, el anterior comentario del Sr. Tapasyananda en el sentido que “el poder se convierte en un monstruo de Frankenstein que aniquila a su creador”…… por lo que y como decía el castizo “con las cosas del comer, pocas bromas”. Por lo tanto ¿cómo puede el cristiano considerar provechosa una opción para mejorar su salud física, que tiene un potencial de esa índole para perjudicar el bienestar espiritual de uno? Tal vez haya algunas personas que piensen que pueden separar los supuestos rasgos inofensivos de la práctica del “yoga” de aquellos que se consideren perjudiciales para la espiritualidad de la misma…… pero de acuerdo con la siguiente declaración, que se hace en “A Dictionary of Hinduism” parece que la cosa, algo “dificililla” sí es:
“Ningún sistema del yoga existe por sí solo y a menudo los elementos de uno se combinan con los de otro.”
¿Es de extrañar, pues, que algunas personas concluyamos que la práctica del “yoga” equivale a abrir una puerta y extender una invitación a los espíritus demoníacos, para que entren por ella?
Y como ejemplo de la manera como algunas personas pueden envolverse sin darse cuenta, en una práctica perjudicial, considere este paralelo antiguo, respecto de lo que es meterse en “follones” sin necesidad alguna; veamos: La nación de Israel adoraba al Dios de la Biblia, Jehová, quien exigía “devoción exclusiva” (Éxo. 20:5) y el pueblo hebreo estaba perfectamente de acuerdo con ello, pues habían aceptado el trato y mientras cumplían con lo acordado, recibían bendiciones de la otra parte “contratante”, eso es, del Altíasimo…… dichos personajes (israelitas ellos), que con el tiempo se establecieron en una tierra en la que estaban rodeados de adoradores del dios cananeo de la lluvia y la fertilidad “Baal”, por tierra, mar y aire, recibieron serias advertencias en el sentido de que no participaran en tal adoración falsa. Sin embargo, los israelitas y a pesar de su buena disposición inicial, finalmente lo hicieron; entonces ¿cómo pudo ocurrir eso sí, primero, tenían una clara advertencia sobre ello y, segundo, sabían perfectamente que “Baal” no era nada más que una estatua o imagen de hechura humana? Pues porque Satanás usó contra ellos, aquello que sabía que los enredaría: recordemos que puesto que los israelitas constituían una sociedad agrícola, era natural que se interesaran en mejorar su crianza de ganado y sus cultivos, que dependían del factor tiempo (lluvia, sol, etc.) y de los que sacaban además, los necesarios elementos para sus sacrificios y ofrendas a su Dios; pero lejos de continuar apoyándose en Jehová para obtener tal beneficio protector, paulatinamente se decantaron en procurarse ayuda de la fuente equivocada: de los dioses de los cananeos.
Poco a poco comenzaron a imitar a estos y ello los llevó de manera lenta pero inexorable, a impregnarse de sus creencias paganas y en consecuencia, el empezar a considerar que el culto a Baal, bien podía ser un medio alternativo de asegurarse la fertilidad de su ganado y el aumento de sus cosechas; y siendo la cuña usada por Satanás, para apartarlos de su Dios, el hasta cierto punto razonable deseo de prosperidad material…… pero el cual se interpuso lentamente entre ellos y su adoración exclusiva a Jehová, hasta que sin percibirse prácticamente de ello, se separaron de ésta y pasaron directamente a la adoración pura y dura de “Baal” y otros dioses; pero veamos cómo se nos relata este proceso en las Escrituras:
“Entonces murió Josué hijo de Nun, el siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años. 9 De modo que lo enterraron en el territorio de su herencia, en Timnat-heres, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. 10 Y toda aquella generación (la de José) también fue recogida a sus padres; y después de ellos empezó a levantarse otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel (o que no habían contemplado personalmente, las obras poderosas que Jehová había efectuado para ellos y que la cosa ya les venía como de muy lejos).
11 Y los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová y a servir a los Baales. 12 Así abandonaron a Jehová el Dios de sus padres que los había sacado de la tierra de Egipto y se pusieron a seguir a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban todo en derredor de ellos; y empezaron a inclinarse ante ellos, de modo que ofendieron a Jehová. 13 Así abandonaron a Jehová y se pusieron a servir a Baal y a las imágenes de Astoret.” (Jue. 2:9-13). (Acotaciones nuestras).
Y si analizamos el ejemplo con la calma y atención que merece, veremos que Satanás fue astuto y que con paciencia y valiéndose de los naturales deseos del hombre y hasta cierto punto, razonables, entrampó a este: pues en primer lugar, dejó que el tiempo fuera pasando y diluyendo el efecto impactante que las grandes y poderosas obras efectuadas por el Altísimo para liberar a su pueblo, dejó en las mentes de los que las vivieron y en segundo lugar, probablemente, procurando y de manera adicional dicho maligno personaje, que tuvieran “éxito” las nuevas prácticas paganas de los israelitas y en línea con la de los pueblos que tenían alrededor, promoviendo arteramente (tiene poder para ello) la consecución de mejores resultados en sus actividades tendentes al progreso material, para así irlos entrampando poquito a poco…… no olvidemos que aún en la actualidad (por lo menos en España), en las zonas rurales y ganaderas, dependientes por tanto del agua o factor tiempo, se continúan haciendo procesiones o rogativas para que la “virgen” tal o el “santo” cual, “haga” que llueva en tiempos de sequía, o que deje de hacerlo en épocas de exceso de lluvias…… y que en muchos casos da el resultado solicitado; al menos y ese sería el foco de la cuestión, en la particular forma de “interpretar” lo hechos por parte de esas personas y en definitiva, objetivo último perseguido por Satanás.
Es cierto que en una mente normal, ello se podría entender como una simple coincidencia o casualidad ¡pero vaya usted a decírselo a esas fervorosas personas y verá lo que le contestan!...... o vayan a decirle y por poner otro ejemplo gráfico de la idea que pretendemos transmitirles, a una persona que en Lourdes o Fátima ha sido restablecida milagrosamente de la invalidez que la tenía postrada en una silla de ruedas por años, de que la Iglesia Católica no es la verdadera religión que apoya directamente Dios…… y verá lo que esa persona tarda en mandarle a hacer puñetas. Y así de esta manera, es como Satanás continúa manteniendo entrampada a la gente en la religión falsa, por una parte y en el engaño de la vida después de la muerte y de que todos vamos al cielo al morir, por otra…… y enseñanza que obviamente, defiende dicha religión “verdadera”. E idea que queda reforzada por el hecho, que esas rogativas mencionadas se dirigen a “vírgenes” o “santos”, que supuestamente están en el “cielo” y puesto que “responden” a dichas peticiones, pues nada ¡si Pitágoras no estaba loco, dos y dos son cuatro! Y con lo que estaríamos hablando, por tanto y al igual que en el caso de los israelitas mencionados, de idolatría generalizada y por tanto, rogativas dirigidas en realidad al dios de este sistema de cosas (2 Cor. 4-4) Satanás el Diablo y no al Dios verdadero Jehová.
Y algo de lo que el que suscribe, u séase aquí “el menda”, les puede contar una experiencia personal; porque cuando yo era un chaval (aproximadamente por el pleistoceno) pude ver en innumerables ocasiones y en momentos de lluvia incesante que perjudicaba los cultivos, venir los agricultores de la zona a mi abuela materna para que hiciera rogativas y cesara la lluvia…… y “clavao” ¡oigan!: hacer mi abuela la oración o rito preceptivo y a la media hora, más o menos, disiparse las nubes y salir un sol que rompía las piedras; y repito que estoy hablando de algo que he presenciado en primera persona en muchas ocasiones y que sin pretender pronunciarme en el sentido de cual podía ser la causa que producía dicho fenómeno, lo cierto es que tantas “coincidencias” o “casualidades” quedan bastante lejos de un razonable cálculo de posibilidades. Por lo que sin descartar la circunstancia del efecto casuístico en algunos casos, tanto en los citados de mi niñez, como en los actuales, que detrás de la mayoría de ellos hay una “mano indecente” manipulando las cosas con la finalidad de mantener engañado al personal…… a mí no me cabe la menor duda.
Por lo que volviendo al asunto que nos ocupa, eso es, el uso del “yoga” como terapia alternativa, de nuevo nos encontramos con un deseo normal del ser humano, que en este caso sería el poder aliviar algunos dolores que nos llevan a mal traer y en donde la práctica de algunos ejercicios o posturas de la citada disciplina (todo pinta que diabólica), pudieran ser beneficiosas y algo que ha quedado constatado con el tiempo; pero circunstancia que a su vez, ha llevado a muchísimas personas a razonar que siendo la cosa así, nada malo podría haber detrás de ello…… pero craso error, pues las Escrituras ya nos advierten de lo siguiente:
“Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz (o benefactor).” (2 Cor. 11:14) (Acotación nuestra).
Y que para ejemplificarlo de manera gráfica, piensen en lo que usted hace para cazar un ratón: primero le pone al alcance de la boca, lo que para él es un manjar de dioses, eso es, un pedazo de queso y que dicho ratón, después de relamerse mil y una vez, dudando si va o no va en pos de tan exquisito bocado, o sea, el queso en cuestión, cede a su instinto natural, se va a por él y ¡zas!...... ya está en la trampa; pues así es como actúa Satanás con nosotros. Luego visto lo visto, es obvio que nos podríamos maliciar que dichos beneficios terapéuticos (como los “milagros” anteriores mencionados), bien pudieran ser auspiciados por nuestro “amigo” el de los cuernos y “reclamo” al que responde nuestro natural deseo (al igual que los israelitas mencionados, pero en otro aspecto) de conseguir el necesario alivio a nuestras dolencias y así de esta manera, poder dicho sujeto llegar a entrampar a las personas, pues de nuevo las Escrituras nos advierten de cómo está el “percal”:
“Sabemos que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero (el personal, obviamente) yace en el poder del inicuo (y evidentemente a través de tretas como las mencionadas y otras parecidas, en las que quedan entrampadas las personas incautas).” (1 Juan 5:19). (Acotaciones nuestras).
Por lo que si usted es un cristiano sincero ¿permitiría que el deseo, aunque lógico y razonable, de gozar de una buena salud socavara su relación con Jehová, su Creador? Porque por otra parte, es evidente que no hay nada malo en ejercitar con regularidad el cuerpo, pues ello entona los músculos, alivia la tensión, mejora el porte y ayuda a la respiración; de hecho, la misma Palabra de Dios reconoce que el entrenamiento corporal puede ser valioso, pero que a diferencia del “yoga”, separa totalmente de la religión tal entrenamiento corporal, al decirnos lo siguiente:
“Porque el entrenamiento corporal es provechoso para poco (relativamente hablando); pero la devoción piadosa (luego una cosa distinta y ya relacionada con las normas de Jehová) es provechosa para todas las cosas, puesto que encierra promesa de la vida de ahora y de la que ha de venir.” (1 Tim. 4:8). (Acotaciones nuestras).
Y aunque es cierto que el escoger, en este caso un conjunto de ejercicios para mejorar la salud, es asunto personal, el cristiano querría escoger en su vida actividades que agradaran a Jehová Dios y por tanto, evitar aquellas que pudieran provocar un conflicto con Este, al estar relacionadas, como es el caso que nos ocupa, con ideas religiosas que no sean compatibles con la adoración a nuestro Creador. Pero claro, siempre salen aquellos consoladores al estilo de esos tres “pendones verbeneros” de los que “disfruto” el bueno de Job, eso es, los Elifaz el temanita, Bildad el suhita y Zofar el naamatita (Job 2:11) y que intentan convencernos, ante nuestra incomprensible (para ellos) e intransigente postura de rechazar ciertas posturas o conductas de general aceptación, en beneficio de nuestra salud espiritual, de que somos unos “exageraos” y que Jehová no va a culparnos por el hecho de (y en el caso que nos ocupa), buscar remedio a nuestras dolencias…… pero ¿es lógico tal razonamiento? Y puesto que el cristiano sincero se esfuerza en ver las cosas desde el punto de vista de su Creador y no del de aquellos que, aun reconociendo sus buenas intenciones para con nosotros, no tienen ninguna relación con Él (de lo contrario tendrían nuestro mismo punto de vista), vamos a analizar un pasaje que siendo cierto que no está escrito para ese tema del “yoga” en particular y que ignoramos si en aquellos tiempos y en esa zona, siquiera se conocía su existencia, no es menos cierto que como “principio” sí sería aplicable en esta situación:
“Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30 También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.” (Mat. 5:27-30).
Fijémonos que la enseñanza fundamental en dicho pasaje radica, no tanto en el hecho de que solo con pensar en la mera posibilidad de hacer algo, ya es suficiente motivo para afectar nuestra relación con el Creador, sino en que sería preferible el perder órganos tan vitales como pudieran ser el ojo derecho (el predomínate en la mayoría de seres humanos) o en su defecto la mano derecha y que es la que con mayor soltura maneja el personal, pues mayormente las personas son diestras…… y con las limitaciones que ambos casos implicarían para la persona, antes que perder nuestra buena relación con Jehová y algo que nos podría llevar al “Gehena”, o lo que es lo mismo, al “lago que arde con fuego y azufre” y lo que significa ir directos hacia la destrucción eterna (Rev. 21:8).
Y con ello no estamos diciendo que uno esté condenado a sufrir un dolor “in aeternum”, en el caso que lo tengamos, sino en buscar otras opciones alternativas al “yoga” y que por supuesto las hay, que no nos enfrenten al desagrado del Divino; pero que en todo caso y ya yendo al extremo, en el supuesto que no hubiera otra opción alternativa, la “moraleja” o principio contenido en ese pasaje mencionado, es el de que mejor es sufrir lo que sea, que ser apartados de una buena relación con nuestro Creador…… y es que Jesús en su momento, ya dijo algo que nos tiene que hacer pensar, pues “marca” de alguna manera el modo o línea de conducta del vivir cristiano:
“Tomen mi yugo (enseñanzas o normas a las que el cristiano está sujeto) sobre ustedes y aprendan de mí (seguir su ejemplo y consejo), porque soy de genio apacible y humilde de corazón y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:29-30). (Acotaciones nuestras).
Y esa es nuestra personal opinión (pues solo es una opinión, como ya les hemos señalado al inicio de este escrito) sobre el asunto de la práctica del “yoga” en un cristiano y en el bien entendido, de que quizás algo más se podría decir al respecto; no obstante creemos, que con lo dicho es suficiente para que uno pueda empezar a sacar conclusiones…… a partir de ahí, que cada cual haga lo que crea más oportuno. Por cierto y volviendo a esas palabras de Jesús ¿por qué su yugo es “suave” y su carga “ligera”? Pero en fin, ese ya sería otro tema y que pueden averiguar por ustedes mismos, solo meditando un poco sobre tan precioso pasaje…… ¡hombre, no pretenderán que se lo hagamos todo nosotros ¿no?!
MABEL
Desearíamos como primera providencia, decirles que lo que van a leer a continuación, no es más que una mera opinión personal de los autores de este blog, relacionada con una pregunta que acerca del tema se nos ha formulado y por lo tanto, ese es el valor que hay que darle y no más allá. Dicho lo cual y advertido ya el personal, pasemos al meollo del asunto y, repetimos, siempre desde nuestro personal e intransferible punto de vista.
Y para empezar, imaginémonos por un momento a una persona, que nota que un intenso dolor se extiende desde la parte inferior de la espalda hasta el pie y en busca de alivio, se arrodilla en una posición rígida y que sentada sobre sus talones, extiende el brazo derecho hacia el frente con el dedo índice hacia arriba. Lejos de pensar que dicha persona está “zumbada”, nos damos cuenta que lo que hace, es colocarse en la posición que en la práctica del “yoga” se conoce como “rayo” (Vajra Asana, en sánscrito), porque cree que dicha posición sirve de terapia para su problemático nervio ciático y que la está llevando a mal traer…… y esa persona citada, pudiera ser una de los cientos de miles, quizás millones, que practican el “yoga” por razones no religiosas y entre las que usted en este momento y quizás también por algún problema físico, estaría sospesando la posibilidad de entrar a formar parte.
Sin embargo, hay algunas preguntas que debería de hacerse antes de tomar dicha decisión y que podrían empezar por esta: ¿Por qué ha ganado el “yoga” tanta popularidad mundial? Obviamente una pregunta a la que muchas personas y de forma mayoritaria, contestarían siempre en función de su experiencia personal, algo parecido a esto: “Porque el yoga mejora mi salud”…… pero otra pregunta sería ¿es el “yoga” una práctica primordialmente terapéutica? Y cuya respuesta bien podría ser, que eso es lo que la inmensa mayoría de esas personas practicantes mencionadas, honestamente creen; pero entendemos nosotros, que cuando se hace necesario y como hemos señalado en el primer párrafo, hacer la matización cuando uno practica el “yoga”, que lo hace por razones “no religiosas” para así fijar determinada posición, ello evidentemente significa que estaríamos hablando de ello, como de una práctica eminentemente religiosa ¿no es así? Por otra parte, algunas personas ya dicen que dicha práctica hace que se manifiesten talentos “escondidos” y lo cual nos llevaría a una nueva pregunta: ¿Hace realmente esto el “yoga”?; y sobre lo que otras personas responderían que dicha disciplina, solo promueve un estado de tranquilidad mental o alivia las tensiones que causan frustración a la persona.
Por lo que la pregunta “fetén” o verdaderamente importante, siempre desde el punto de vista de la persona que cree en Dios y por lo que tiene necesidad de conocer la opinión del Altísimo al respecto, bien podría ser la siguiente: ¿Es el “yoga” la práctica sencilla y “aséptica” que millones de personas creen que es? Es más, quizás la pregunta del millón sería ¿qué es el “yoga” realmente? Porque si la práctica de dicha disciplina (o conjunto de disciplinas), es popular en el país donde usted vive y en consecuencia contempla la posibilidad de practicarlo por razones de salud (quizás aconsejada por su médico), entonces verdaderamente necesita saber que hay detrás de dicha práctica…… porque tenga en cuenta que su galeno particular, que puede ser un excelente profesional de la medicina y valorar esa disciplina como muy positiva desde un punto de vista terapéutico, puede sin embargo también, tener ideas religiosas muy distantes de las suyas y parecerle dicha práctica totalmente inocua en ese terreno, cuando el caso es que a usted la tal, le puede sentar a “cuerno quemao”; por lo que vamos a ver y de manera solo aproximada (pues no somos expertos en el asunto), de qué estaríamos hablando cuando nos referimos al “YOGA” en mayúsculas.
El “yoga” y con una antigüedad estimada entre los 3000 y los 5000 años (no hay acuerdo entre las fuentes consultadas), es una práctica netamente hindú, eso es, un complejo sistema de técnicas arraigadas en la filosofía hindú; de tal suerte que la palabra “yoga” se deriva de la raíz sánscrita “yuj” que significa “unir bajo yugo” y lo cual no deja de ser ya muy significativo, a la vez que preocupante. Tan lejos en el tiempo para nosotros en la actualidad (y estaríamos hablando de información sacada de Internet), como en el número de diciembre de 1981 de The Vedanta Kesari (revista divulgativa de la Misión Ramakrishna, de la India, editada en inglés), un tal Dr. B. S. Surti, autor del libro “La sabiduría de Zarathustra”, escribió lo siguiente:
“El objetivo principal de la filosofía yoga es enseñar los medios mediante los cuales el alma humana, puede estar completamente unida con el Espíritu Supremo”. (Negritas nuestras).
Al explicar y definir más ampliamente el “yoga”, el maestro hindú “swāmī” (palabra que significa más o menos “maestro” o “guía espiritual) Harshananda afirmó como sigue:
“El yoga o unión del ser individual con el Ser Supremo resulta mediante el yoga o samadhi (trance del yoga), cuando éstos (refiriéndose a determinados conflictos mentales) se controlan, se suprimen y se eliminan por medio del tipo apropiado de disciplina y entrenamiento. Tal disciplina y entrenamiento es también yoga.” (Acotaciones y negritas nuestras).
En resumidas cuentas, para los hindúes el “yoga” es la unión del “yo” con Dios (o “Ser Supremo) y por lo que estaríamos hablando de una actividad eminentemente religiosa…… luego ¿qué hay del practicar el “yoga” por razones de salud?
Se dice al respecto, que el antiguo sabio indio Patanyali (obviamente no tenemos el placer de conocerle) sistematizó la “filosofía” de dicha disciplina y por lo que no estaríamos hablando de una actividad dirigida a conseguir logros corporales sino mentales, por medio de enumerar ocho pasos para lograr “la unión” con el “Infinito”…… y se dice que esta unión resulta en buena salud; entonces dicho resultado no sería más que un efecto colateral y del que habría que averiguar, que “precio” hay que pagar para conseguirlo. Porque alguien podría decir “Pero yo no procuro lo espiritual; solo quiero tener buena salud”, en un intento por evadir el tema de fondo y que no es otro que el verse envuelto en una práctica religiosa, nada acorde con la creencia que uno manifiesta tener. Aparte, eso sí, de lo que un promotor del “yoga”, un tal “swāmī” Siddhinathananda escribió acerca de la salud con relación a dicha disciplina:
“Su potencial para proveer bienestar físico también contribuye a su atractivo popular. Pero el usarlo para cualquier otra meta que no sea espiritual, es hacer mal uso de él”. (En The Vedanta Kesari, revista india sobre el “yoga” ya mencionada). (Negritas nuestras)
Por lo que queda claro, que la buena salud no es ni de lejos, la meta principal del “yoga”. El escritor hindú “swāmī” Swahananda (fallecido hace poco, el 19 octubre 2012), afirmó en su momento lo siguiente:
“Los que procuran lo espiritual siempre consideran que los beneficios relacionados con la salud son beneficios complementarios, subordinados a su Meta principal, que es la realización del Yo o Dios.” (Negritas nuestras).
Ahora bien y volviendo al posible precio que uno tenga que pagar…… ¿hace el “yoga” que se manifiesten poderes latentes, según se alega? Y si así es ¿pueden “beneficiar” éstos a los cristianos verdaderos? Para contestar esta pregunta, note lo que advirtió el hindú “swāmī” Tapasyananda (1904-1991), en el siguiente comentario:
“Sin embargo, hay un punto tocante al cual el yogui (o persona que practica el “yoga”) tiene que ser extraordinariamente cuidadoso. Cuando se practica el yoga, se producen hazañas sobrenaturales. El poder (recibido de una fuente externa, obviamente) se convierte en un monstruo de Frankenstein que aniquila a su creador (la persona que lo ha recibido).” (Acotaciones y negritas nuestras).
Por lo que ya estaríamos hablando de palabras mayores y siendo que el caballero en cuestión, enumera estas “hazañas”, entre otras, como los poderes de la clarividencia, el oír voces, o la levitación…… cuando es el caso que tal clarividencia (el poder pronosticar el futuro), o el oír voces (mensajes del más allá) y la levitación (estado de ingravidez), están todas relacionadas con el espiritismo y que la Biblia a su vez, relaciona con una fuente tremendamente dañina: criaturas espirituales inicuas, o demonios. Porque puesto que es obvio que el ser humano por sí mismo no puede hacer esas cosas, es necesario que en la situación intervengan otro tipo de fuerzas y de las que en las Escrituras encontramos muchas referencias y que a modo de ejemplo, citaremos una de ellas:
“Y aconteció que, yendo nosotros al lugar de oración, nos encontró cierta sirvienta que tenía un espíritu, un demonio de adivinación. Ella proporcionaba mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción. 17 Esta muchacha seguía detrás de Pablo y de nosotros y gritaba, usando estas palabras: “Estos hombres son esclavos del Dios Altísimo, los cuales les están publicando el camino de la salvación”. 18 Esto lo siguió haciendo por muchos días. Por fin Pablo se cansó de ello y se volvió y dijo al espíritu (y no a la muchacha): “Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de ella”. Y salió en aquella misma hora. 19 Pues bien, cuando sus amos vieron que se les había ido su esperanza de ganancia (pues la muchacha perdió su capacidad de adivinación), se apoderaron de Pablo y de Silas y los arrastraron a los gobernantes en la plaza de mercado.” (Hech. 16:16-19). (Acotaciones nuestras).
Luego si la sirvienta en cuestión podía predecir el futuro y lo que daba pingües beneficios a sus amos, no era por su capacidad personal, sino por el demonio que “adivinación” por el que estaba poseída y que era en realidad, el que había reconocido a Pablo y Silas…… sin embargo, cuando dicho demonio fue expulsado del cuerpo de la muchacha, esta perdió todo el poder que tenía o capacidad de predicción y con lo que sus dueños cogieron un “rebote” de mil pares de narices, pues se les había acabado el “chollo”; pero lo que deja claro de la experiencia narrada, es que un ser humano sin esa “ayudita” externa, no puede manifestar dichos poderes. Y no hay que olvidar, que ese fenómeno de posesión demoníaca ocurre también en nuestros días, pues continúan habiendo médiums espiritistas que supuestamente hablan con los “muertos”, otros que sanan, otros que pronostican el futuro (los mejores al servicio incluso de poderosos gobiernos), etc. etc.; lo que nos demuestra que esos seres malignos continúan rondando y haciendo de la suyas por ahí y que si uno los “busca”…… pues eso: que los acaba encontrando. No olvidemos, la advertencia del bueno del apóstol Pedro:
“Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.” (1 Ped. 5:8).
Y una forma de buscarlos y lo que es peor, de encontrarlos como hemos visto (según los entendidos en el tema), es metiéndonos en “historias” como esa del “yoga” y por lo que la pregunta es obligada ¿continúa usted pensando meterse en ese “jardín”? La respuesta depende de dos factores: primero, el propósito que usted tenga en la vida y, segundo, sus valores y principios espirituales; por lo que antes de ponerse a practicar el “yoga”, o decidir si debe continuar practicándolo, en el supuesto que lo esté haciendo, sería oportuno identificar a ese misterioso “Infinito” o “espíritu supremo” con el cual se unirá bajo yugo. Porque ¿quisiera tener usted un encuentro con fuerzas espirituales sobrenaturales que acabarán controlándolo a usted? Y es que el que practica el “yoga” tiene que estar preparado para encararse a esta posibilidad, pues lo que ha quedado claro hasta el momento, es que al practicar dicha disciplina usted pudiera estar enredándose con el ocultismo; y si no, vea lo que un ex-practicante de esa “filosofía”, dijo en su momento:
“Uno cree que está controlando otras fuerzas, fuerzas ocultas del universo. Pero, atemorizado, ahora creo que en realidad ellas controlan a uno”.
Y lo que de nuevo trae a nuestra mente, el anterior comentario del Sr. Tapasyananda en el sentido que “el poder se convierte en un monstruo de Frankenstein que aniquila a su creador”…… por lo que y como decía el castizo “con las cosas del comer, pocas bromas”. Por lo tanto ¿cómo puede el cristiano considerar provechosa una opción para mejorar su salud física, que tiene un potencial de esa índole para perjudicar el bienestar espiritual de uno? Tal vez haya algunas personas que piensen que pueden separar los supuestos rasgos inofensivos de la práctica del “yoga” de aquellos que se consideren perjudiciales para la espiritualidad de la misma…… pero de acuerdo con la siguiente declaración, que se hace en “A Dictionary of Hinduism” parece que la cosa, algo “dificililla” sí es:
“Ningún sistema del yoga existe por sí solo y a menudo los elementos de uno se combinan con los de otro.”
¿Es de extrañar, pues, que algunas personas concluyamos que la práctica del “yoga” equivale a abrir una puerta y extender una invitación a los espíritus demoníacos, para que entren por ella?
Y como ejemplo de la manera como algunas personas pueden envolverse sin darse cuenta, en una práctica perjudicial, considere este paralelo antiguo, respecto de lo que es meterse en “follones” sin necesidad alguna; veamos: La nación de Israel adoraba al Dios de la Biblia, Jehová, quien exigía “devoción exclusiva” (Éxo. 20:5) y el pueblo hebreo estaba perfectamente de acuerdo con ello, pues habían aceptado el trato y mientras cumplían con lo acordado, recibían bendiciones de la otra parte “contratante”, eso es, del Altíasimo…… dichos personajes (israelitas ellos), que con el tiempo se establecieron en una tierra en la que estaban rodeados de adoradores del dios cananeo de la lluvia y la fertilidad “Baal”, por tierra, mar y aire, recibieron serias advertencias en el sentido de que no participaran en tal adoración falsa. Sin embargo, los israelitas y a pesar de su buena disposición inicial, finalmente lo hicieron; entonces ¿cómo pudo ocurrir eso sí, primero, tenían una clara advertencia sobre ello y, segundo, sabían perfectamente que “Baal” no era nada más que una estatua o imagen de hechura humana? Pues porque Satanás usó contra ellos, aquello que sabía que los enredaría: recordemos que puesto que los israelitas constituían una sociedad agrícola, era natural que se interesaran en mejorar su crianza de ganado y sus cultivos, que dependían del factor tiempo (lluvia, sol, etc.) y de los que sacaban además, los necesarios elementos para sus sacrificios y ofrendas a su Dios; pero lejos de continuar apoyándose en Jehová para obtener tal beneficio protector, paulatinamente se decantaron en procurarse ayuda de la fuente equivocada: de los dioses de los cananeos.
Poco a poco comenzaron a imitar a estos y ello los llevó de manera lenta pero inexorable, a impregnarse de sus creencias paganas y en consecuencia, el empezar a considerar que el culto a Baal, bien podía ser un medio alternativo de asegurarse la fertilidad de su ganado y el aumento de sus cosechas; y siendo la cuña usada por Satanás, para apartarlos de su Dios, el hasta cierto punto razonable deseo de prosperidad material…… pero el cual se interpuso lentamente entre ellos y su adoración exclusiva a Jehová, hasta que sin percibirse prácticamente de ello, se separaron de ésta y pasaron directamente a la adoración pura y dura de “Baal” y otros dioses; pero veamos cómo se nos relata este proceso en las Escrituras:
“Entonces murió Josué hijo de Nun, el siervo de Jehová, a la edad de ciento diez años. 9 De modo que lo enterraron en el territorio de su herencia, en Timnat-heres, en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas. 10 Y toda aquella generación (la de José) también fue recogida a sus padres; y después de ellos empezó a levantarse otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel (o que no habían contemplado personalmente, las obras poderosas que Jehová había efectuado para ellos y que la cosa ya les venía como de muy lejos).
11 Y los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová y a servir a los Baales. 12 Así abandonaron a Jehová el Dios de sus padres que los había sacado de la tierra de Egipto y se pusieron a seguir a otros dioses de entre los dioses de los pueblos que estaban todo en derredor de ellos; y empezaron a inclinarse ante ellos, de modo que ofendieron a Jehová. 13 Así abandonaron a Jehová y se pusieron a servir a Baal y a las imágenes de Astoret.” (Jue. 2:9-13). (Acotaciones nuestras).
Y si analizamos el ejemplo con la calma y atención que merece, veremos que Satanás fue astuto y que con paciencia y valiéndose de los naturales deseos del hombre y hasta cierto punto, razonables, entrampó a este: pues en primer lugar, dejó que el tiempo fuera pasando y diluyendo el efecto impactante que las grandes y poderosas obras efectuadas por el Altísimo para liberar a su pueblo, dejó en las mentes de los que las vivieron y en segundo lugar, probablemente, procurando y de manera adicional dicho maligno personaje, que tuvieran “éxito” las nuevas prácticas paganas de los israelitas y en línea con la de los pueblos que tenían alrededor, promoviendo arteramente (tiene poder para ello) la consecución de mejores resultados en sus actividades tendentes al progreso material, para así irlos entrampando poquito a poco…… no olvidemos que aún en la actualidad (por lo menos en España), en las zonas rurales y ganaderas, dependientes por tanto del agua o factor tiempo, se continúan haciendo procesiones o rogativas para que la “virgen” tal o el “santo” cual, “haga” que llueva en tiempos de sequía, o que deje de hacerlo en épocas de exceso de lluvias…… y que en muchos casos da el resultado solicitado; al menos y ese sería el foco de la cuestión, en la particular forma de “interpretar” lo hechos por parte de esas personas y en definitiva, objetivo último perseguido por Satanás.
Es cierto que en una mente normal, ello se podría entender como una simple coincidencia o casualidad ¡pero vaya usted a decírselo a esas fervorosas personas y verá lo que le contestan!...... o vayan a decirle y por poner otro ejemplo gráfico de la idea que pretendemos transmitirles, a una persona que en Lourdes o Fátima ha sido restablecida milagrosamente de la invalidez que la tenía postrada en una silla de ruedas por años, de que la Iglesia Católica no es la verdadera religión que apoya directamente Dios…… y verá lo que esa persona tarda en mandarle a hacer puñetas. Y así de esta manera, es como Satanás continúa manteniendo entrampada a la gente en la religión falsa, por una parte y en el engaño de la vida después de la muerte y de que todos vamos al cielo al morir, por otra…… y enseñanza que obviamente, defiende dicha religión “verdadera”. E idea que queda reforzada por el hecho, que esas rogativas mencionadas se dirigen a “vírgenes” o “santos”, que supuestamente están en el “cielo” y puesto que “responden” a dichas peticiones, pues nada ¡si Pitágoras no estaba loco, dos y dos son cuatro! Y con lo que estaríamos hablando, por tanto y al igual que en el caso de los israelitas mencionados, de idolatría generalizada y por tanto, rogativas dirigidas en realidad al dios de este sistema de cosas (2 Cor. 4-4) Satanás el Diablo y no al Dios verdadero Jehová.
Y algo de lo que el que suscribe, u séase aquí “el menda”, les puede contar una experiencia personal; porque cuando yo era un chaval (aproximadamente por el pleistoceno) pude ver en innumerables ocasiones y en momentos de lluvia incesante que perjudicaba los cultivos, venir los agricultores de la zona a mi abuela materna para que hiciera rogativas y cesara la lluvia…… y “clavao” ¡oigan!: hacer mi abuela la oración o rito preceptivo y a la media hora, más o menos, disiparse las nubes y salir un sol que rompía las piedras; y repito que estoy hablando de algo que he presenciado en primera persona en muchas ocasiones y que sin pretender pronunciarme en el sentido de cual podía ser la causa que producía dicho fenómeno, lo cierto es que tantas “coincidencias” o “casualidades” quedan bastante lejos de un razonable cálculo de posibilidades. Por lo que sin descartar la circunstancia del efecto casuístico en algunos casos, tanto en los citados de mi niñez, como en los actuales, que detrás de la mayoría de ellos hay una “mano indecente” manipulando las cosas con la finalidad de mantener engañado al personal…… a mí no me cabe la menor duda.
Por lo que volviendo al asunto que nos ocupa, eso es, el uso del “yoga” como terapia alternativa, de nuevo nos encontramos con un deseo normal del ser humano, que en este caso sería el poder aliviar algunos dolores que nos llevan a mal traer y en donde la práctica de algunos ejercicios o posturas de la citada disciplina (todo pinta que diabólica), pudieran ser beneficiosas y algo que ha quedado constatado con el tiempo; pero circunstancia que a su vez, ha llevado a muchísimas personas a razonar que siendo la cosa así, nada malo podría haber detrás de ello…… pero craso error, pues las Escrituras ya nos advierten de lo siguiente:
“Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz (o benefactor).” (2 Cor. 11:14) (Acotación nuestra).
Y que para ejemplificarlo de manera gráfica, piensen en lo que usted hace para cazar un ratón: primero le pone al alcance de la boca, lo que para él es un manjar de dioses, eso es, un pedazo de queso y que dicho ratón, después de relamerse mil y una vez, dudando si va o no va en pos de tan exquisito bocado, o sea, el queso en cuestión, cede a su instinto natural, se va a por él y ¡zas!...... ya está en la trampa; pues así es como actúa Satanás con nosotros. Luego visto lo visto, es obvio que nos podríamos maliciar que dichos beneficios terapéuticos (como los “milagros” anteriores mencionados), bien pudieran ser auspiciados por nuestro “amigo” el de los cuernos y “reclamo” al que responde nuestro natural deseo (al igual que los israelitas mencionados, pero en otro aspecto) de conseguir el necesario alivio a nuestras dolencias y así de esta manera, poder dicho sujeto llegar a entrampar a las personas, pues de nuevo las Escrituras nos advierten de cómo está el “percal”:
“Sabemos que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero (el personal, obviamente) yace en el poder del inicuo (y evidentemente a través de tretas como las mencionadas y otras parecidas, en las que quedan entrampadas las personas incautas).” (1 Juan 5:19). (Acotaciones nuestras).
Por lo que si usted es un cristiano sincero ¿permitiría que el deseo, aunque lógico y razonable, de gozar de una buena salud socavara su relación con Jehová, su Creador? Porque por otra parte, es evidente que no hay nada malo en ejercitar con regularidad el cuerpo, pues ello entona los músculos, alivia la tensión, mejora el porte y ayuda a la respiración; de hecho, la misma Palabra de Dios reconoce que el entrenamiento corporal puede ser valioso, pero que a diferencia del “yoga”, separa totalmente de la religión tal entrenamiento corporal, al decirnos lo siguiente:
“Porque el entrenamiento corporal es provechoso para poco (relativamente hablando); pero la devoción piadosa (luego una cosa distinta y ya relacionada con las normas de Jehová) es provechosa para todas las cosas, puesto que encierra promesa de la vida de ahora y de la que ha de venir.” (1 Tim. 4:8). (Acotaciones nuestras).
Y aunque es cierto que el escoger, en este caso un conjunto de ejercicios para mejorar la salud, es asunto personal, el cristiano querría escoger en su vida actividades que agradaran a Jehová Dios y por tanto, evitar aquellas que pudieran provocar un conflicto con Este, al estar relacionadas, como es el caso que nos ocupa, con ideas religiosas que no sean compatibles con la adoración a nuestro Creador. Pero claro, siempre salen aquellos consoladores al estilo de esos tres “pendones verbeneros” de los que “disfruto” el bueno de Job, eso es, los Elifaz el temanita, Bildad el suhita y Zofar el naamatita (Job 2:11) y que intentan convencernos, ante nuestra incomprensible (para ellos) e intransigente postura de rechazar ciertas posturas o conductas de general aceptación, en beneficio de nuestra salud espiritual, de que somos unos “exageraos” y que Jehová no va a culparnos por el hecho de (y en el caso que nos ocupa), buscar remedio a nuestras dolencias…… pero ¿es lógico tal razonamiento? Y puesto que el cristiano sincero se esfuerza en ver las cosas desde el punto de vista de su Creador y no del de aquellos que, aun reconociendo sus buenas intenciones para con nosotros, no tienen ninguna relación con Él (de lo contrario tendrían nuestro mismo punto de vista), vamos a analizar un pasaje que siendo cierto que no está escrito para ese tema del “yoga” en particular y que ignoramos si en aquellos tiempos y en esa zona, siquiera se conocía su existencia, no es menos cierto que como “principio” sí sería aplicable en esta situación:
“Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30 También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.” (Mat. 5:27-30).
Fijémonos que la enseñanza fundamental en dicho pasaje radica, no tanto en el hecho de que solo con pensar en la mera posibilidad de hacer algo, ya es suficiente motivo para afectar nuestra relación con el Creador, sino en que sería preferible el perder órganos tan vitales como pudieran ser el ojo derecho (el predomínate en la mayoría de seres humanos) o en su defecto la mano derecha y que es la que con mayor soltura maneja el personal, pues mayormente las personas son diestras…… y con las limitaciones que ambos casos implicarían para la persona, antes que perder nuestra buena relación con Jehová y algo que nos podría llevar al “Gehena”, o lo que es lo mismo, al “lago que arde con fuego y azufre” y lo que significa ir directos hacia la destrucción eterna (Rev. 21:8).
Y con ello no estamos diciendo que uno esté condenado a sufrir un dolor “in aeternum”, en el caso que lo tengamos, sino en buscar otras opciones alternativas al “yoga” y que por supuesto las hay, que no nos enfrenten al desagrado del Divino; pero que en todo caso y ya yendo al extremo, en el supuesto que no hubiera otra opción alternativa, la “moraleja” o principio contenido en ese pasaje mencionado, es el de que mejor es sufrir lo que sea, que ser apartados de una buena relación con nuestro Creador…… y es que Jesús en su momento, ya dijo algo que nos tiene que hacer pensar, pues “marca” de alguna manera el modo o línea de conducta del vivir cristiano:
“Tomen mi yugo (enseñanzas o normas a las que el cristiano está sujeto) sobre ustedes y aprendan de mí (seguir su ejemplo y consejo), porque soy de genio apacible y humilde de corazón y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:29-30). (Acotaciones nuestras).
Y esa es nuestra personal opinión (pues solo es una opinión, como ya les hemos señalado al inicio de este escrito) sobre el asunto de la práctica del “yoga” en un cristiano y en el bien entendido, de que quizás algo más se podría decir al respecto; no obstante creemos, que con lo dicho es suficiente para que uno pueda empezar a sacar conclusiones…… a partir de ahí, que cada cual haga lo que crea más oportuno. Por cierto y volviendo a esas palabras de Jesús ¿por qué su yugo es “suave” y su carga “ligera”? Pero en fin, ese ya sería otro tema y que pueden averiguar por ustedes mismos, solo meditando un poco sobre tan precioso pasaje…… ¡hombre, no pretenderán que se lo hagamos todo nosotros ¿no?!
MABEL
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martes, 20 de noviembre de 2012
¿Seguro, Sres. Diamond y Norero, que existe un lugar de tormento llamado “infierno”?
Esta enseñanza, característica de la Iglesia Católica y que podríamos considerar como la asignatura pendiente de este blog, pues nunca habíamos tratado el tema y con la importancia que probablemente puede tener para muchas personas, es aquella que nos habla (y generalizando un poco) de un tenebroso lugar en donde supuestamente van a parar las “almas” de aquellos que, desobedientes a Dios, han muerto en pecado y por lo que no tienen cabida en el “cielo”. Por otra parte nos gustaría señalar, que si nos hemos decidido meternos en este “fregao”, ha sido debido a la indicación de una buena amiga que tenemos en el continente americano, que leyendo nuestro último escrito en el que hablábamos del Sr. David Diamond y su “coleguilla” el Sr. Arturo Norero, sobre su “genial” afirmación en el sentido que en un futuro los mares en la tierra serán eliminados por nuestro Creador, nos mandó un correo en el que nos decía lo siguiente:
“Pues si esto os ha alborotado de tal manera, no sé lo que haréis si escucháis lo que cuentan esos señores acerca del infierno.”
Y nosotros, que como buenos “miuras” (toro bravo español y con muy mala “gaita”) solo necesitamos que nos muestren la capa para embestir como “idems”, ni cortos ni perezosos nos fuimos en busca del video de referencia, titulado “David Diamond - ¿Existe el infierno?” y “corroídos” por la curiosidad, nos dedicamos a visionarlo…… tras lo cual, concluimos que nuestra buena amiga se había quedado bastante corta en su valoración, porque estaríamos hablando de la disparatada “enseñanza” promulgada por dos sujetos indocumentados e ignorantes, que no tienen ni la más remota idea de lo que están diciendo. Y que además, tal parece ser que arteramente escogen aquellos textos en los que se halla aquella palabra clave que necesitan que se diga, para mantener su rocambolesco planteamiento…… e incluso presentando como reales, relatos escriturales que son totalmente ficticios, para tener algo con qué apoyar su disparatada afirmación y que nada tiene que ver (nos permitimos señalar) con lo que dicen las Escrituras sobre el tema. Es cierto que ignoramos, si dicha actitud mencionada es voluntariosa o producto de la supina ignorancia de esos “caballeros” acerca del contenido escritural…… y que sinceramente, no sabemos que sería peor; pero que en todo caso y como es costumbre en este blog, pasaremos a intentar probar la falsedad de las tales “enseñanzas”, así como la catadura moral e intelectual de esos dos “genios” de la interpretación bíblica.
Por lo que iniciaremos nuestra exposición (y que ya les “amenazamos” con que será extensa, debido a la seriedad del tema que estamos analizando, luego la cosa va para largo), haciendo referencia a algunas de las distintas y disparatadas afirmaciones que dichos caballeros nos hacen, como por ejemplo, al decirnos que ese lugar llamado “infierno” y lugar de tormento según ellos, a dónde supuestamente va una (también supuesta) parte “inmaterial” del ser humano, eso es, las “almas” de los pecadores impenitentes (mientras el cuerpo físico o mortal se descompone en la tierra o sepultura), es conocido en hebreo como “sche´óhl” (Seol, en español) y traducido al griego como “hái·des” (“Hades” en español), cuando la realidad es que los tales términos, hacen simple referencia a la sepultura común de la humanidad y al grado que algunas traducciones, transliteraran dichas expresiones como “reino de los muertos”, o “morada de los muertos”, o “lugar donde descansan los muertos”. Luego lo que está claro es que la afirmación de esos dos señores, como mínimo no se ajusta, no solo al texto escritural, sino tan siquiera al punto de vista general de una inmensa mayoría de traductores y por tanto, perfectamente discutible.
Porque el Sr. Diamond inicia su exposición afirmando que esa palabra hebrea “sche´óhl”, es la que mejor describe ese lugar “único” en todo el universo (y que ¡oh casualidad! nos lo han “clavao” en el mismo centro de nuestra tierra), eso es, un “infierno” de fuego para tormento eterno de las almas de los pecadores impenitentes y planteamiento que dicho caballero resume de la siguiente manera:
“…… en pocas palabras; el Seol o Hades es el receptáculo de las almas rebeldes, en la vida después de la muerte.”
Y en el bien entendido que dicho caballero ya nos ha dejado claro, que el cuerpo físico se queda en la tumba o sepulcro y en donde se descompone, mientras que su “alma” pecaminosa va camino a un lugar más profundo llamado “Seol”. E incongruente afirmación donde las haya, pues decir que después de la muerte “continúa” habiendo vida, ya tiene sus “bemoles”…… pero es que además dicha afirmación es falsa y por lo que ya nos disculparán ustedes el exceso, pero es que hay que ser “pollino” para hacer semejante aseveración, a la par que de un total incapaz el Sr. Norero, por no saltar como una ballesta ante semejante animalada de su compañero de fechorías; porque dicha afirmación, no solo significa que ambos “genios” de la interpretación bíblica, “gozan” de un claro desconocimiento del contenido escritural, sino que aún no se han enterado de lo que le dijo Jehová al primer hombre, cuando le advirtió sobre las consecuencias de desobedecerle:
“Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”.” (Gén. 2:16-17).
Luego ¿qué podía significar en ese contexto, la expresión “morirás”? Pues obviamente lo contrario de estar vivo y que era lo único que conocía Adan; de hecho si ustedes buscan en cualquier diccionario, verán que el término “muerte” significa y en una primera acepción, la “Cesación o término de la vida.” Entonces cuando uno se muere, el común de los mortales entiende que uno deja de vivir, eso es, de existir como ser viviente. Pero dicho la cual, continuemos con el planteamiento que nos hacen esos “intelectuales”, en el sentido que exista un lugar parecido a un “infierno” de fuego, en donde residan las almas de los impíos en una situación de tormento perpetuo o eterno…… pero claro, para que eso fuera así, precisaríamos de cuatro hechos fundamentales: en primer lugar, que tanto esa palabra hebrea “Seol”, como la versión griega de la misma, eso es, “Hades”, realmente transmitan dicha idea; en segundo lugar, que la Biblia nos dé una mínima referencia de que el tal “infierno” exista en realidad; en tercer lugar, que el ser humano tenga una parte inmaterial o alma que se separe del cuerpo y susceptible de ir a ese lugar; y ya por último, que haya consciencia después de la muerte…… porque si no se dan esos cuatro requisitos, difícilmente puede ser creíble el planteamiento de dichos caballeros (y les continuamos advirtiendo, de que la cosa va para largo).
Por lo que empecemos por atender la primera cuestión planteada y que tiene que ver con si la palabra “Seol”, o su variante griega “Hades” (ya españolizadas ambas) “transmiten” la idea de un “infierno” o lugar ardiente de tormento en el centro de la tierra…… y supuesto destino de las “almas” pecadoras; para ello, veamos lo que se nos dice en cualquier diccionario bíblico que consultemos y que prácticamente vendría a ser, más o menos, lo que leemos en esta información extraída de “wikipedia.org”:
“El término «hades» en la teología cristiana (y en el Nuevo Testamento Griego) es paralelo al hebreo sheol (“tumba” o “pozo de suciedad”) y alude a la morada de los muertos. El concepto cristiano de infierno se parece más al Tártaro griego, una parte profunda y sombría del Hades usada como mazmorra de tormento y sufrimiento.” (Negritas nuestras).
Entonces vemos en primer lugar, que la idea primitiva transmitida por la palabra hebrea “sche´óhl” así como su homónima griega “hái·des” nada tenía que ver con algo relacionado con el fuego y muchísimo menos, como forma de tormento, sino con el sentido de “tumba” o sepulcro y también por el descriptivo nombre de “pozo de suciedad”. Es más, se nos habla de la palabra “infierno” como de un concepto “cristiano” del término y que tendría que ver más con la mitología griega, que con el punto de vista hebreo acerca del mismo (que no aceptaba de ninguna manera la idea de la vida después de la muerte), pues conocida es la gran influencia que la cultura griega acabó teniendo ya a finales del primer siglo después de Cristo sobre el primitivo cristianismo, con enseñanzas como la de la inmortalidad del alma y que partiendo de las ideas filosóficas griegas (básicamente de Platón, 428-347 a.C.), encontró su acomodo en el cristianismo actual; recordemos que fue este filósofo, que atribuyéndola a su maestro Sócrates, en la supuesta conversación que este mantuvo en su último día de vida, con los personajes Simmias y Cebes (y narrada por Fedón, también supuesto testigo presencial de la misma), sostuvo la idea de la inmortalidad del alma: veamos unas breves referencias a dicha conversación, en una de las obras de Platón, titulada precisamente “Fedón”:
“El alma, (…...) que se separa pura, sin arrastrar nada del cuerpo, (……) se va hacia lo que es semejante a ella, lo invisible, lo divino, inmortal y sabio, y al llegar allí está a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, (……) y de todos los demás males humanos, (……) para pasar de verdad el resto del tiempo en compañía de los dioses.” (Fedón, 80 d, e; 81 a.).
Luego es un absurdo lo que nos dice el Sr. Diamond a partir del minuto 4 de grabación, en el sentido que fueran los judíos los que tuvieron cierta “dificultad” para transmitir a los griegos, la idea de que la vida no acababa en la tumba (eso es, después de la muerte), cuando resulta que los hebreos jamás han tenido dicha creencia, sino que esta procedía de culturas mucho más antiguas que la hebrea y absorbida totalmente por la civilización griega…… ¡y que ya hay que ser cateto e ignorante, para afirmar semejante disparate! Ya otra cosa y como hemos comentado, sería el “cristianismo” de finales del primer siglo en adelante y que con la entrada de gentiles de origen griego, se contaminó de tal manera de dicha enseñanza pagana, que dio origen a una nueva orientación de las enseñanzas de Jesús…… pero el pueblo hebreo, como tal pueblo, nunca tuvo dicha creencia.
Porque es cierto que la primera traducción al griego de las escrituras hebreas fue la llamada “Septuaginta” y ordenada por Ptolomeo II (no IV, Sr. Diamond) Filadelfo y faraón de Egipto durante el período 285-246 a.d.C. y traducción que recibió dicho nombre en función de los sabios que intervinieron en la misma...... pero en realidad lo que se hizo, fue impregnar esa traducción al griego de las escrituras hebreas, del pensamiento egipcio y griego (y de culturas anteriores a estas, como hemos dicho) sobre la inmortalidad del alma y por lo tanto, muy anterior a dicha traducción; por lo que la palabra griega “hái·des” (“Hades”, en español) y a pesar de su lejano parentesco con el “Tártaro” de la mitología griega, resultó un término idóneo para ello…… y creencia egipcia, que queda gráficamente constatada por sus gigantescos monumentos funerarios como son las pirámides; pero veamos dos comentarios más de la citada obra de consulta:
“El inframundo griego es un término general que se emplea para describir a los distintos reinos de la mitología griega que se creía estaban situados debajo de la tierra o más allá del horizonte. Entre estos reinos se incluyen los Campos Elíseos, las Islas de los Bienaventurados o Islas Elíseas, la morada de los muertos (que suele recibir el nombre de Hades) y el Tártaro.” (Negritas nuestras).
Pero lo que queda claro y según entendemos de esa transcripción, es que el “Tártaro” hacía referencia a una parte más profunda que el “Hades” y por tanto distinto a este…… y que si bien el “Tártaro” describía un lugar de tormento, este no tenía nada que ver con el propio “Hades” y por lo cual, obviamente, no estaríamos hablando de la misma cosa; por tanto y resumiendo, el concepto de un lugar de tormento no derivaba de la palabra hebrea para “Seol” y su homónima “Hades”, sino en todo caso y como ya hemos señalado, de la mitología griega, como nos muestra el siguiente comentario:
“En la mitología griega, el Tártaro es tanto una deidad como un lugar del Inframundo, más profundo incluso que el Hades. En antiguas fuentes órficas y en las escuelas mistéricas es también la «cosa» ilimitada que existió primero, de la que nacieron la Luz y el Cosmos.” (Negritas nuestras).
Entonces estaríamos hablando de dos cosas totalmente distintas y en donde la versión griega de la palabra hebrea para “Seol”, eso es, “Hades”, solo transmitiría la idea original de la primera, como sepulcro común de la humanidad; y proviniendo la idea de un lugar de tormento o “infierno” situado en una parte más profunda de lo tierra (mucho más abajo del “Hades”), de la mitología griega a través de la palabra “Tártaro”, que nada en absoluto tenía que ver con el pensamiento hebreo para “Seol”. Por lo que resumiendo la cosa, podríamos decir que es falsa la afirmación que nos hacen dichos caballeros, en el sentido de que la palabra hebrea “sche´óhl” identifique un lugar único en el universo llamado “infierno”, para castigo o tormento eterno de las almas de los pecadores impenitentes…… por lo que esos señores, nos están mintiendo como bellacos y de lo que, obviamente, responderán ante Jehová.
Pero como desde este blog nos gusta dejar las cosas perfectamente clarificadas, entendemos que no basta con esas razonadas afirmaciones literarias (quizás se podrían presentar otras en sentido contrario) para dar fuerza a nuestra posición y por ello, pasaremos a la segunda cuestión planteada y que tiene que ver, en si realmente y desde la óptica de las Escrituras “existe” algo parecido a un “infierno” de fuego y lugar de tormento eterno que fuera conocido por los primeros patriarcas hebreos, pues de la palabra hebrea para “Seol” y según nos afirman dichos “genios” de la interpretación bíblica, se derivaría dicha idea…… recordemos que según el Sr. Diamond, dicha expresión hebrea “sche´óhl” identifica lo siguiente, a tenor de su afirmación textual transcrita del video en cuestión (minuto 4’25 de grabación en adelante) :
“…… la palabra Seol, es la que más claramente describe a este lugar único en el universo ¡único! (......) esta palabra Seol se refiere a las profundidades de la tierra, pero no dónde va el cuerpo, sino dónde va lo inmaterial del ser humano, es decir el alma…… y más aún: el alma de los rebeldes en condenación…”
Y en donde a continuación entra en liza el “enteradillo” del Sr. Norero, para apoyar la salvaje afirmación del amigo Diamond, con una clase “magistral” en dónde nos cita de textos bíblicos en los que, presuntamente, el propio Jesucristo se refirió a ese citado “infierno” como lugar de tormento y reflejado en la palabra hebrea “sche´óhl”…… pero que ya después de acabar nuestro repaso a los cuatro puntos que les hemos señalado, es cuando le aclararemos esta cuestión a tan “entendido” y vehemente caballero; aunque nos permitimos el adelantarles a ustedes, que Jesús jamás hablo de ese “infierno” que nos están “vendiendo” esos dos ignorantes, que con un mínimo de sentido común y un poco de vergüenza torera, no dirían las burradas que dicen. Pero volvamos a la afirmación que nos acaba de hacer el Sr. Diamond sobre el significado de la palabra “sche´óhl” y que habríamos de imaginar que de ser las cosas como él nos las ha expuesto, los notables del AT obviamente tendrían que conocer de sobra que había detrás de dicho término, pues formaba parte de su idioma natural y de uso diario…… por lo tanto, veamos qué idea les transmitía a ellos dicha expresión; por ejemplo, al patriarca Jacob:
Gén 37:34-35: “Con eso, Jacob rasgó sus mantos y se puso saco sobre las caderas y se dio al duelo de su hijo por muchos días. 35 Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo y diciendo: “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”. Y su padre continuó llorándolo.”
Luego ¿habría que pensar, que lo que entendía Jacob sobre su hijo José, de quien le acababan de comunicar su muerte, era que este estaba siendo “atormentado” en un “infierno” de fuego y lugar al que él mismo estaba deseando ir, precisamente para liberarse del tremendo dolor que sentía en ese momento? Razonable no parece al menos y ello lo prueba, el hecho que algunas traducciones sustituyen la palabra “Seol” en este pasaje, por las expresiones “reunirme con él en el reino de los muertos” (BLP); o “hasta que descienda al *sepulcro para reunirme con mi hijo” y asterisco en la expresión “*sepulcro” que nos remite a la siguiente nota a pie de página “o Seol en hebreo” (NVI); o “hasta que vaya a reunirme con él entre los muertos” (DHH) y otras de igual tenor. Por otra parte cabría destacar, que las versiones que en ese pasaje transliteran la palabra “Seol” directamente del original, como la RV 1960 y RVC dan una referencia sobre la misma a pie de página, con la aclaración “Nombre hebreo, del lugar de los muertos”…… luego nada más lejos de la mente de Jacob y que algo más que los Sres. Diamond y Norero sabría del asunto, el que el “sche´óhl” fuera algo parecido a un “infierno “ de fuego o lugar de tormento, e idea o punto de vista (la del patriarca en cuestión), compartido por los actuales traductores bíblicos, como hemos comprobado.
Pero es que además, hay que tener en cuenta que según el bueno de Jacob, José ya estaba en el “Seol”…… sin embargo, sabemos que Jehová posteriormente bendijo al citado personaje abundantemente, lo que nos indicaría que no era un “alma rebelde en condenación” (como tampoco lo era obviamente Jacob y que sin embargo, también pensaba en bajar al Seol) según menciona ese espantajo intelectual que es el Sr. Diamond, por lo que no podía haber sido mandado al “infierno” para ser atormentado: luego el “Seol”, lugar donde se afirma que José estaba y a dónde también esperaba ir Jacob, según el pasaje citado, no puede ser lo que esos caballeros nos dicen que es; pero veamos otro pasaje para confirmar nuestro planteamiento y que nos habla de otro reconocido patriarca: Job 14:13:
“¡Oh que en el Seol me ocultaras, que me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!”
Entonces ¿qué le estaba pidiendo el sufrido Job, al Altísimo? ¿Qué le mandara a un “infierno” o lugar de tormento eterno, peor por tanto que el que ya tenía en ese momento aquí en la tierra…… o más bien al contrario, ser ocultado en un lugar de descanso, apartado del “mundanal ruido” y que Jehová se acordara de él en el momento de la resurrección y en la que creían los hebreos? Porque hay que señalar que en este pasaje, mientras la RV 1960 transcribe la palabra “Seol” al igual que la versión que nosotros usamos por sistema en nuestros escritos (que es la TNM de los TJ), su versión hermana, la RVC la sustituye por la palabra “sepulcro” tal como hacen otras versiones; por ejemplo, la NVLH vierte el texto señalado con la siguiente acotación para la palabra “Seol”:
“¡Oh, sí me escondieras en el Seol (región de los muertos), si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, si me pusieras un plazo y de mí te acordaras!”
Por lo que de nuevo queda claro y digan lo que digan esos dos “enteraos”, que el “Seol” hebreo (y su sinónimo griego “Hades”), no es un “infierno” o lugar de tormento de fuego, sino el sepulcro común de la humanidad y algo situado (el susodicho “infierno”) más abajo de la posición de este…… que es lo que en su momento nos ha dicho el Sr. Diamond; sin embargo y de manera contraria, vean lo que nos dice Jehová:
“Porque se ha encendido un fuego en mi cólera y arderá hasta el Seol, el lugar más bajo y consumirá la tierra y sus productos e incendiará los fundamentos de las montañas.” (Deut. 32:22).
Luego lo que habría que entender, razonando con lógica, es que si tal arrebato de justa furia del Altísimo y para enfatizar el máximo grado de indignación divina, se nos dice que llega hasta el “Seol”, es porque ya no hay otra lugar más allá de esas “latitudes” y con el que poder ser medido el gran enojo del Creador, eso es, que exista tal cosa como un “infierno” como lugar de tormento en las profundidades terrenas, mucho más abajo del citado “Seol”…… de lo contrario, Jehová no se habría expresado de la forma que lo hizo. Luego de todas todas y digan lo que digan esos dos analfabetos integrales en entendimiento bíblico (esperemos que la cosa no pase a mayores y llegue a otros aspectos), no hay nada parecido a un “infierno” de fuego, como lugar de tormento y situado más allá de la sepultura común de la humanidad, eso es, el “sche´óhl” en hebreo o “hái·des” en griego.
Pero vayamos ahora por la tercera cuestión planteada y que tiene que ver con que el ser humano tenga algo parecido a una cosa “inmaterial” que pueda ser separada del cuerpo cuando este muere y llamada “alma”. Porque el Sr. Diamond y con la completa aquiescencia del Sr. Norero, a la pregunta del moderador del programa sobre qué habría en este mismo momento en ese supuesto “infierno”, responde de forma categórica y enfática en el sentido de que lo que hay ahora mismo en el tal, son “almas”…… sin embargo, parece ser que la idea de Jehová no va por ahí, pues según Gén. 2:7 y en cuanto a lo que tiene que ver con la composición del ser humano, vean que se nos dice:
“Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida y el hombre vino a ser (no “a tener”, que es distinto) un alma viviente (literalmente “né·fesch” que significa “ser viviente”). (Acotaciones nuestras).
Y que otras versiones, de manera equivalente, como por ejemplo RVC vierten dicho pasaje de la siguiente manera:
“Así el hombre se convirtió en un ser con vida (y que equivale a “ser viviente” y no “con alma”).”
Luego en todo caso, lo que vemos y nosotros afirmamos, según se desprende del registro escritural, es que el hombre en su conjunto es en sí mismo un “alma”; tengamos en cuenta que el uso dado en el contexto bíblico al término original en hebreo “né·fesch” (“psy·kje” en griego) para “alma”, muestra que dicha expresión se refería tanto a personas como a animales o en su defecto, a la vida que hay en ambos y que los convierte en “seres vivientes”. Por lo que en contraste directo con la pagana enseñanza griega ya mencionada, sobre un “alma” inmaterial, intangible, invisible e inmortal, las Escrituras contraponen que cuando “psy·kje” o “né·fesch” se utilizan con respecto a las criaturas terrestres, ambas se refieren a lo que es material, tangible, visible y mortal…… o lo que es lo mismo, a un “ser viviente” y que es lo que significa el término hebreo “né·fesch”.
Pero si nos hemos fijado, el Sr. Diamond nos ha dicho que en el “infierno” están las “almas” de aquellas personas que han pecado contra Jehová de manera impenitente, mientras que las “almas” de aquellos que no lo han hecho, descansarían provisionalmente en un lugar distinto, en lo que él identifica como “seno de Abraham” o “segundo paraíso” (en todo caso, otra chorrada más de ese “genio”) y que los separaría o distinguiría, del resto de los que estaban en el “infierno”…… y algo que no cuadra con lo que dice Jehová, pues con respecto de los hombres en general, esto es lo que hay escrito acerca del destino de cada cual y transcrito también en este caso, de la citada RVC:
“A todos nos espera lo mismo. El mismo final tendrán los justos y los injustos, los buenos y los malos, los puros y los impuros, los que ofrecen sacrificios y los que no los ofrecen, los que hacen lo bueno y los que hacen lo malo, los que hacen juramentos y los que no los hacen. 3 Hay un mal en todo lo que se hace bajo el sol y es que a todos los mortales nos espera lo mismo y que durante toda nuestra vida tenemos el corazón lleno de maldad e insensatez y que al final acabamos entre los muertos.” (Ecle. 9:2-3).
Por lo que si al final y contrario a lo manifestado por esos dos ignorantes integrales, tanto pecadores como no pecadores, buenos y no tan buenos, acabamos por igual “entre los muertos” (lógicamente en espera de la resurrección), es obvio que no existen esos dos lugares distintos para diferentes personas…… y por lo que la palabra “Seol”, no puede significar otra cosa que la fosa común de la humanidad en general. A tenor de lo cual, lo dicho por el Sr. Diamond y corroborado por el ignorante Sr. Norero (bíblicamente hablando, esperemos), en el sentido que los “malos” y a diferencia de los que no lo son tanto, van a un “infierno” de fuego para sufrir tormento y dramatizado por D. Arturo, al decir aquello tan tétrico del “castañetear” de los dientes y eso por una eternidad, etc. etc. etc. no deja de ser una estupidez como un piano y propia de analfabetos integrales en el conocimiento de las Escrituras…… pero es que Jehová continúa remachando el clavo y en línea con lo mencionado acerca del significado de las palabra “né·fesch” para “alma” nos dice lo siguiente:
“Porque hay un suceso resultante respecto a los hijos de la humanidad y un suceso resultante respecto a la bestia y ellos tienen el mismo suceso resultante. Como muere el uno, así muere la otra; y todos tienen un solo espíritu, de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. 20 Todos van a un solo lugar. Del polvo han llegado a ser todos y todos vuelven al polvo.” (Ecle. 3:19-20).
Afirmación hecha por un personaje guiado por la sabiduría divina, como fue Salomón y en la que para nada se nos da a entender la existencia de un “infierno” a donde ser llevados los hombres “malos” para, conscientemente, ser atormentados por una eternidad. Contrario a esto, se nos dice que tanto hombre como animal, somos en esencia lo mismo y todos vamos al mismo sitio, eso es, al “polvo” o la “no existencia”; por lo que habría que sobreentender además, que si somos exactamente (y a tenor de esas palabras de Jehová), como los animales y que es universalmente reconocido, que no tienen nada parecido a un “alma” que se separe de su cuerpo cuando mueren y sobreviva a este, es que tampoco la tenemos nosotros, pues claramente nos dice nuestro Creador y que algo sabrá del tema (habría que suponer), que “no hay superioridad” del hombre sobre los animales o bestias salvajes…… y pasaje perfectamente en línea, con la sentencia que Jehová fijó para Adán:
“Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo (o a la tierra), porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Gén. 3:19). (Acotación nuestra).
Y todos estaremos de acuerdo en que si hay un ser humano que merecería estar en un lugar de tormento, después de montar la que montó, ese sería Adán…… sin embargo, la sentencia divina fue tan simple como esta: morir y ser devuelto al polvo de la tierra, eso es, destruido eternamente…… y punto pelota; porque preguntémonos ¿qué fue realmente lo que le ocurrió a Adan al morir? Pues ni más ni menos que esto:
“Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Sal. 146:4).
Eso es, cuando el hombre muere, su espíritu o “fuerza de vida” recibida por el aliento divino (Gén. 2:7) regresa al Dios verdadero que lo dio y hombre vuelve al polvo…… eso es, al menos, lo que nos confirma el siguiente pasaje:
“Entonces el polvo (refiriéndose al hombre) vuelve a la tierra justamente como sucedía que era y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio.” (Ecle. 12:7). (Acotación nuestra).
Pero puesto que el Altísimo no aprovechó esta circunstancia, para hablarnos de algo supuestamente inmaterial del ser humano parecido a un “alma” que separándose del cuerpo, pudiera ir a un lugar de tormento (solo nos habló de un espíritu que vuelve a Dios), solo cabría pensar que no existe nada inmaterial en el hombre a la forma de un “alma” (de la cual las Escrituras no nos hablan para nada) y que pudiera ir a un lugar tan estrambótico, como un “infierno” de fuego en un lugar, solo existente en la caótica y disparatada mente de esos señores. Porque no olvidemos un “pequeño” detalle que nos puede aclarar mucho las cosas, pero que precisamente por ser tan sencillo, no es tomado en cuenta por nadie y que es el siguiente: antes de ser creado el hombre por Dios, sencillamente no existía; luego Jehová tuvo que hacer una imagen de barro y soplar sobre ella aliento de vida y esa imagen cobró vida, convirtiéndose en un ser viviente y que es lo que significa la palabra hebrea “lené·fesch jai·yáh” o “criatura respiradora” y que tiene su raíz, en la expresión “né·fesch” (Gén. 2:7)…… cuando el hombre cae en el pecado, el proceso se invierte: Jehová retira su aliento de vida del hombre y por lo que este ya como simple materia, vuelve al polvo del que fue sacado o lo que es lo mismo, vuelve de nuevo a la no existencia. Todo lo que vaya más allá de este razonamiento, no dejan de ser más que historias para no dormir que se ha inventado el “cabrito” ese de Satanás para apartar al ser humano de su Creador y alejarlo por tanto de la salvación, al impartir falsas enseñanzas por medio de sujetos (como esos dos impresentables a los que nos estamos refiriendo) a los que Pedro calificó como de “falsos maestros” (2 Ped. 2:1)…… y con la satánica misión de introducir “sectas destructivas” eso es, diferentes grupos de personas con distintas y contradictorias enseñanzas, alejadas todas ellas del conocimiento de “la verdad” exigido por nuestro Creador (1 Tim. 2:4).
Dicho lo cual, entremos ya en la cuarta de las cuatro partes mencionadas al principio de este escrito y que tiene que ver con el averiguar si hay “consciencia” después de la muerte; porque recordemos que el Sr. Diamond y dando por buena la animalada de su compañero de fechorías, en el sentido que la ilustración o parábola del “hombre rico y Lázaro” (Luc. 16:19-31) era una historia “real” contada, para más inri, por el propio Hijo de Dios, aprovecha la circunstancia para, por una parte, confirmar la existencia del “infierno” y por otra y como veremos, sacar de dicha historia “real” datos para usar literalmente en favor de semejante salvajada…… sin embargo, lo que las Escrituras nos explican de Jesús y sobre su manera de enseñar a la gente, niega la literalidad de ese relato y por supuesto, la burrada que acaban de decir esos “caballeros”:
“De manera que con muchas ilustraciones de ese tipo les hablaba la palabra, hasta el grado que podían escuchar. 34 Verdaderamente, sin ilustración no les hablaba, pero privadamente explicaba a sus discípulos todas las cosas.” (Mar. 4:33-34).
Entonces parece quedar claro que ese relato mencionado no era más que una simple ilustración o parábola, pues con el uso de las mismas era la manera en que enseñaba Jesús a sus oyentes y algo además, profetizado de antemano con respecto de este:
“Todas estas cosas habló Jesús a las muchedumbres por ilustraciones. En verdad, sin ilustración no les hablaba; 35 para que se cumpliera lo que se habló por medio del profeta que dijo: “Abriré mi boca con ilustraciones, publicaré cosas escondidas desde la fundación”.” (Mat. 13:34-35).
¡Más claro agua ¿no?! Entonces y lejos de lo afirmado por esos dos ignorantes, no estaríamos hablando de una historia “real”, sino de una ilustración o parábola y cuya finalidad era la de transmitir una enseñanza moral, la que fuere en ese momento.
Pero volviendo a lo de la consciencia después de la muerte, vemos que el Sr. Diamond toma datos de esa historia “real” para “demostrarnos” que las “almas” de las personas tienen consciencia en ese “infierno”…… pero dado que ya parte de un supuesto falso, su planteamiento, lógicamente, se cae por su propia base: y es que según ese “genio” de la interpretación bíblica, puesto que el hombre rico de la historia en cuestión, pudo ver a Abrahán, ello significaría que en el “infierno” se puede ver y con lo que resultaría que hay consciencia después de la muerte. Además, puesto que el “hombre rico” de la ilustración, reconoció a Abrahán y dado que pudo calcular que este se encontraba lejos (siempre según el Sr. Diamond), es obvio que en ese lugar llamado “infierno”, se puede ver, reconocer y calcular; luego conclusión: todos los sentidos funcionan a la perfección en ese abismo de tormento, al que van las almas de los pecadores…… y es que ¡así de “borricos” (que diría el “mañico”) son esos dos personajes!; y rogando a tan nobles cuadrúpedos (nos referimos a los sufridos “borricos”, naturalmente) que no se sientan ofendidos por esta desafortunada comparación.
Y es que por otra parte, que el Seol/Hades es el sepulcro o tumba común de la humanidad, como la inmensa mayoría de traductores afirman que dicho término significa, nos lo aclara más si cabe lo que vamos a leer a continuación sobre el “Seol” y que niega tajantemente lo que nos dicen esos señores, en el sentido de que los que supuestamente allí van, están plenamente conscientes:
“Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo, ni formación de proyectos, ni conocimiento, ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde estás yendo.” (Ecle. 9:10).
Traducen literalmente “Seol” en este pasaje la TNM de los TJ, la LBLA, la RVR 1989, la BJ, la NBLH y la RV 1995, mientras que el resto lo vierte con su equivalentes “sepulcro”, o “tumba” o “reino de los muertos”, etc.
Resumiendo, que estaríamos hablando de lo mismo y por lo que no hay consciencia en el “Seol”, pues ese pasaje mencionado dice exactamente todo lo contrario de lo afirmado por esos señores y con lo que quedaría también claro, que es una solemne majadería el afirmar la existencia del “Seol” como un “infierno” o lugar de tormento para las almas pecadoras y sobre lo que esos dos “iluminados” han montado todo su esperpéntico “tinglao”. Por lo tanto y visto que las cuatro premisas requeridas para que ello pudiera ser así, dicen todo lo contrario de lo que esos señores afirman, la palabra hebrea “sche´óhl” o “Seol” en español, no puede representar otra cosa más que la sepultura común de la humanidad…… lo que significa que nuestro planteamiento es correcto, mientras que esos señores nos están mintiendo y no tienen ni idea de lo que dicen las Escrituras ¡porque cuidado con la “película” que se han montado los “nenes”!
Y que para mostrarles lo acertado de nuestra afirmación, en el sentido que esos señores no tienen ni puñetera idea de lo que hablan (se lo hemos prometido), pasaremos a analizar ahora la serie de textos que el Sr. Norero nos cita para “demostrar” al personal, que fue el propio Hijo de Dios el que nos habló del “infierno” como lugar de tormento y por lo que (según nos dice enfáticamente dicho caballero) negar la existencia del mismo, sería llamar mentiroso al propio Jesucristo. Y cosa que nosotros no hacemos, sino que con toda rotundidad decimos que Jesús jamás afirmo semejante necedad y que los que están mintiendo al enseñar la existencia de un “infierno” de tormento, son esos dos cretinos y a los que emplazamos públicamente, a que rebatan nuestros argumentos en contra de su disparatada afirmación; al tiempo que le recomendamos al Sr. Norero, que antes de apoyarse en un texto bíblico, se asegure un poco más de lo que el mismo realmente dice…… porque veamos, que en realidad, es lo que dicen esos pasajes “probatorios” por él mencionados:
Mat. 5:29-30: “Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30 También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.”
Mat. 10:28: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”
Mat. 23:15: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo prosélito y cuando este llega a serlo, lo hacen merecedor del Gehena dos veces más que ustedes.”
Mat. 23:33: “Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?”
Luego ¿qué palabra leemos que pronunció Jesús: “infierno” o “Gehena”? Porque obviamente no son lo mismo, pues a diferencia de la palabra “Seol” que aparece hasta 65 veces en el texto escritural y siempre relacionada con la morada final de los muertos en general, esta última expresión y derivada del griego “gué·en·na”, aparece solo 12 veces en las Escrituras y que en algunas traducciones (como parece ser el caso de la que usan esos caballeros y que con toda probabilidad, será la RV 1960) se vierte como “infierno”. Pero es que resulta que dicha expresión “infierno” es traducida del latín “infernum” que a su vez, es el equivalente de las expresiones hebrea “sche´óhl” y griega “hái·des” y de las que ya hemos analizado su significado; por lo que esa expresión “infierno” en el sentido que la entienden esos señores, no cuadra para nada con aquello de lo que estaba hablando Jesús en esos pasajes.
Porque en dichos pasajes, tanto la TNM de los TJ que usamos en este blog, como la traducción La Palabra vierten directamente la palabra “Gehena”, mientras que cualquier otra traducción con referencias, como NVI, o la NBLH entre otras, al lado de la palabra “infierno” hay una acotación que dice “en griego, gehena”; y que la versión La Santa Biblia (versión Evaristo Martín Nieto), vierte como “el fuego” en clara alusión a ese lugar llamado “Gehena” y que conocían perfectamente los judíos a los que se dirigía Jesús en esos textos…… y que si conoce cualquier persona un poco versada en las Escrituras ¡cuánto más deberían de conocerlo, aquellos que como es el caso que nos ocupa, se arrogan la labor de enseñar a otros! Y que sin embargo en este caso, nos encontramos con unos sujetos que lo desconocen por completo y lo que les lleva a hacer el ridículo tan espantoso que estamos contemplando…… pero a todo ello ¿qué era el “Gehena”?
Pues resumiéndolo a una mínima expresión (bastante extenso es ya este escrito), estaríamos hablando de un vertedero cercano a Jerusalén, en un lugar conocido como el valle de Hinón y en el que había un fuego continuo mantenido con azufre, en donde junto a las basuras y otros desechos de la citada ciudad, para ser destruidos por quema, se echaban también los cadáveres de los malhechores ejecutados, que según la Ley Mosaica no merecían sepultura y que en la idea judía, ello significaba que Jehová no los tendría en cuenta en la resurrección que esperaba (y espera) ese pueblo…… por lo que echar a uno en ese fuego que ardía continuamente, tenía el simbolismo de destrucción eterna. Por eso Jesús pudo hacer referencia en Mar. 9:48, a que “donde su cresa no muere y el fuego no se apaga”, porque en ese quemadero y en aquellos rincones en los que el fuego no llegaba, se producía la repugnante visión de las cresas o gusanos que se alimentaban de productos orgánicos en descomposición (restos también de cadáveres) que lejos de desparecer, se reproducían continuamente; y al tiempo que el fuego no se apagaba, pues era mantenido artificialmente con azufre…… pero en todo caso, nada parecido a un lugar de tormento, pues los que eran arrojados en ese fuego, ya eran cadáveres. Por lo que Jesús nunca habló de algo parecido al “infierno” que esos dos indocumentados nos quieren vender y que ya en el colmo del paroxismo, el Sr. Norero nos sale con otro disparate, fruto de su estulticia y total ignorancia de lo que habla, en el sentido que también según el propio Hijo de Dios, dicho infierno había sido “creado para el diablo y sus demonios” y que para demostrar lo indemostrable y que en un claro desconocimiento del pasaje en cuestión, cita de Mat. 25:41:
“Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”.”
Bien, pero de nuevo nos tenemos que preguntar ¿de qué estaba hablando Jesús es ese pasaje? Pues Jesús estaba hablando y como aquellas personas que le estaban escuchando en esa ilustración conocida como “la de las ovejas y las cabras” entendían perfectamente, en clave del fuego como símbolo de destrucción eterna, porque ¿dónde en definitiva, se nos cuenta que fue echado el diablo y sus ángeles para su destrucción?; veámoslo, analizando un pasaje que tiene su cumplimiento al final de los mil años del reinado de Cristo:
“Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:10).
Luego puesto que nos aparece un “lago de fuego” tendríamos que averiguar si estamos hablando de un literal lago de fuego y por tanto, literal “infierno” en el que el propio Satanás y demonios, en un momento dado también son arrojados…… o realmente se nos está diciendo otra cosa. Y para ello averiguarlo, puesto que sabemos que la Biblia se interpreta a sí misma, dejemos que sea esta la que hable y nos lo aclare; vamos a leer para ello, lo que se nos dice en Rev. 21:8:
“Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto (el citado lago de fuego) significa la muerte segunda.” (Acotación nuestra).
Entonces dicho “lago de fuego” y según el citado pasaje, nada tiene que ver con algo literal, sino que significa la muerte “segunda”, o muerte de la que ya no hay resurrección posible…… por tanto, estaríamos hablando de destrucción eterna; y siendo eso a lo que se refería Jesús, cuando se dirigía a aquellas personas que le escuchaban y que sí sabían de lo que se les estaba hablando, cuando se les hacía referencia al “Gehena”. Pero resulta que el Sr. Norero, recordémoslo, es el que con gran énfasis y vehemencia ha dicho que fue el propio Jesús, el que dijo que el “infierno” del que nos hablan esos dos indocumentados, había sido preparado para el diablo y sus demonios…… y por tanto, en una clara confirmación de la existencia del mismo. Pero nosotros le recordamos a dicho “caballero” que también fue el propio Jesucristo el que le dio la Revelación a Juan y en ella se nos dice y como hemos visto, que el juicio de fuego nada tiene que ver con un literal “infierno” de tormento, como el que nos quieren “vender” esos analfabetos integrales en cuestiones bíblicas, sino que significa la muerte “segunda” y de la que ya no hay resurrección: en definitiva y como ya hemos señalado, estaríamos hablando de destrucción eterna…… luego ¿nos podría explicar entonces tan “entendido” caballero, en cuál de esas dos afirmaciones, nos miente el Hijo de Dios? ¿O más bien tenemos que entender que esos dos “genios” de la interpretación bíblica, son los que no tienen ni puñetera idea de lo que dicen y nos están mintiendo como bellacos, en cada una de sus disparatadas afirmaciones?
Porque puesto que esa es la realidad, la conclusión a la que llegamos los autores de este blog, sobre el tema objeto de análisis, es que no existe nada parecido a un “infierno” de fuego en donde ser atormentadas unas hipotéticas “almas”, sino que cuando uno muere, sencillamente deja de existir como ser viviente, por tanto en la inconsciencia más absoluta, como si de un fuerte sueño se tratara (ver Mat. 11:11-14) y queda esperando en el “Seol” o sepulcro común de la humanidad, el momento en que será resucitado ya en el reino de Dios, donde su cuerpo será regenerado en perfección y en un entorno paradisíaco.
Y que esto no puede ser de otra manera, queda claro si razonamos de manera lógica y con sentido común: puesto que es obvio que Jehová cuando nos habla de los muertos, sabe de lo que nos habla, habría que pensar que si quedara vivo en el ser humano después de la muerte física de este, algo parecido un “alma inmaterial” susceptible de ser atormentada en un lugar llamado “Seol” y siempre según la esquizofrénica paranoia de esos dos ignorantes, Dios nos habría hablado de ello para, lógicamente, advertirnos del potencial peligro; sin embargo, en ningún lugar de las Escrituras encontramos que nuestro Creador nos diga algo al respecto y de manera clarificadora, que nos permitiera el no tener que estar a estas alturas de la “película” aún en esta confusa situación de si hay o no hay un “infierno” para el tormento de las “almas” pecadoras.
Pero en todo caso, la prueba definitiva de que no existe ningún tipo de vida en el ser humano, después de la muerte de este, ni en aspecto material o físico, ni en un hipotético caso de algo inmaterial (como la mencionada “alma”), lo tenemos en el mismo inicio del registro sagrado y en el asunto que se puso en cuestión por medio de Satanás, acerca de la afirmación del Creador, a la criatura creada; por lo que veamos que dijo Jehová y lo que contraargumento Satanás:
Gén. 2:17: “Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.”
Y que ya hemos dicho, que ese “morir” significaba sencillamente lo contrario de “vivir”…… algo tan sencillo como esto, es cómo planteó la situación Jehová; sin embargo veamos ahora, lo que Satanás le dijo a Eva:
Gén. 3:4: “Ante esto, la serpiente (Satanás) dijo a la mujer: “Positivamente no morirán.” (Acotación nuestra).
Luego y dado que todos los días comprobamos que el ser humano sí muere ¿a quién le interesa mantener la idea de que realmente no acaba todo después de la muerte física, sino que la vida continua más allá de esta y en algo inmaterial como el “alma”? Pues al propio Satanás y de ahí la enseñanza falsa de la inmortalidad del “alma” promulgada ya por primitivas civilizaciones, con lugares de ultratumba y que en el caso del cristianismo, tiene su versión en el “infierno” de tormento como castigo de las “almas” pecadoras, así como la enseñanza de que dichas “almas” en el caso de los buenos, van al “cielo” y que en el caso de otras culturas, son parecidos sitios pero con distintos nombres. Por ello el porqué de los ancestrales y distintos ritos mortuorios, como las misas para las almas del purgatorio, o las oraciones por los muertos y otros distintos actos, según las distintas formas de religión existentes…… y toda esa parafernalia montada para el “alivio” de las “almas” de los muertos y a los que se supone aún vivos en otra dimensión. Y con lo que se perpetúa la idea satánica, de que la vida continúa después de la muerte física y con lo que resultaría, de ser ello así (que no lo es), que Satanás no le mintió a Eva, sino que fue Jehová el que le mintió a Adán…… ¡algo tan simple como esto, es alrededor de lo que gira todo el asunto! Entonces, la cuestión planteada es la siguiente: ¿a quién se cree usted? Si usted aún cree en un alma inmortal que se separa del cuerpo en el momento de la muerte, está creyendo a Satanás; si por el contrario, usted cree que cuando uno muere, ahí se acaba todo hasta el momento de la resurrección, está creyendo a Jehová…… o sea ¡que usted mismo!
En fin, aquí tienen ustedes la información de cómo vemos nosotros las cosas (rogamos de nuevo, disculpen por la extensión del escrito) y a partir de lo cual, ya serán ustedes los que tengan la última palabra; pero dicho esto, permítannos una pequeña explicación a modo de disculpa. Y es que se habrán dado cuenta que nos hemos “despendolao” un poco en el tono en que nos hemos dirigido a esos señores, pero es nos parece que ya está bien de tanta chorrada y tan poca vergüenza; porque como siempre hemos dicho desde este blog, un error de interpretación en determinado texto y en consecuencia, una incorrecta aplicación del mismo, lo podemos cometer todos, pues todos nos equivocamos…… pero eso es una cosa y de lo que estaríamos hablando aquí sería de otra.
Porque y por poner un ejemplo, es costumbre en este blog, antes de usar un texto que “pinte” un poco conflictivo como apoyo de cualquier afirmación, contrastarlo en primer lugar con lo que nos dicen otras 14 distintas traducciones que están contenidas en el sitio www.biblegateway.com, más tres también accesibles por Internet, como son la versión RV 1989; la Biblia de Jerusalén y la versión católica Sagrada Escritura, así como la que tenemos en formato de libro en nuestra biblioteca personal La Santa Biblia (en versión de Evaristo Martín Nieto), para eliminar toda posibilidad de error de interpretación personal y saber qué realmente se nos quiere transmitir en el texto del que se trate. Pero es que además, dedicamos gran cantidad de tiempo a analizar los distintos contextos envueltos en el mismo, tanto el más inmediato del versículo en cuestión, así como su relación con el contexto general de las Escrituras, de tal forma que no sea un solo texto el que determine el sentido de cualquier planteamiento que podamos formular, sino el argumento global del texto escritural. Y todo ello, por el más elemental sentido de la prudencia y sobre todo, por el respeto debido a la Palabra de Dios…… y algo que es obvio, no han hecho esos “caballeros”.
Y es que si se hubieran tomado dicha “molestia”, habrían llegado a las mismas conclusiones a las que hemos llegado nosotros y a las que muy posiblemente llegarán ustedes, si hacen lo que siempre aconsejamos desde este blog: coger su ejemplar de las Escrituras y comprobar por ustedes mismos, si lo que les contamos se ajusta a lo que dice la Palabra de Dios…… o no. Pero como queda claro que esos señores no han actuado con la prudencia debida, sino más bien todo lo contrario, por eso le hemos calificado de impresentables para arriba, pues demuestran no tener ningún respeto por las cosas de Dios…… por lo que entendemos, que tampoco merecen nuestro respeto.
MABEL
Esta enseñanza, característica de la Iglesia Católica y que podríamos considerar como la asignatura pendiente de este blog, pues nunca habíamos tratado el tema y con la importancia que probablemente puede tener para muchas personas, es aquella que nos habla (y generalizando un poco) de un tenebroso lugar en donde supuestamente van a parar las “almas” de aquellos que, desobedientes a Dios, han muerto en pecado y por lo que no tienen cabida en el “cielo”. Por otra parte nos gustaría señalar, que si nos hemos decidido meternos en este “fregao”, ha sido debido a la indicación de una buena amiga que tenemos en el continente americano, que leyendo nuestro último escrito en el que hablábamos del Sr. David Diamond y su “coleguilla” el Sr. Arturo Norero, sobre su “genial” afirmación en el sentido que en un futuro los mares en la tierra serán eliminados por nuestro Creador, nos mandó un correo en el que nos decía lo siguiente:
“Pues si esto os ha alborotado de tal manera, no sé lo que haréis si escucháis lo que cuentan esos señores acerca del infierno.”
Y nosotros, que como buenos “miuras” (toro bravo español y con muy mala “gaita”) solo necesitamos que nos muestren la capa para embestir como “idems”, ni cortos ni perezosos nos fuimos en busca del video de referencia, titulado “David Diamond - ¿Existe el infierno?” y “corroídos” por la curiosidad, nos dedicamos a visionarlo…… tras lo cual, concluimos que nuestra buena amiga se había quedado bastante corta en su valoración, porque estaríamos hablando de la disparatada “enseñanza” promulgada por dos sujetos indocumentados e ignorantes, que no tienen ni la más remota idea de lo que están diciendo. Y que además, tal parece ser que arteramente escogen aquellos textos en los que se halla aquella palabra clave que necesitan que se diga, para mantener su rocambolesco planteamiento…… e incluso presentando como reales, relatos escriturales que son totalmente ficticios, para tener algo con qué apoyar su disparatada afirmación y que nada tiene que ver (nos permitimos señalar) con lo que dicen las Escrituras sobre el tema. Es cierto que ignoramos, si dicha actitud mencionada es voluntariosa o producto de la supina ignorancia de esos “caballeros” acerca del contenido escritural…… y que sinceramente, no sabemos que sería peor; pero que en todo caso y como es costumbre en este blog, pasaremos a intentar probar la falsedad de las tales “enseñanzas”, así como la catadura moral e intelectual de esos dos “genios” de la interpretación bíblica.
Por lo que iniciaremos nuestra exposición (y que ya les “amenazamos” con que será extensa, debido a la seriedad del tema que estamos analizando, luego la cosa va para largo), haciendo referencia a algunas de las distintas y disparatadas afirmaciones que dichos caballeros nos hacen, como por ejemplo, al decirnos que ese lugar llamado “infierno” y lugar de tormento según ellos, a dónde supuestamente va una (también supuesta) parte “inmaterial” del ser humano, eso es, las “almas” de los pecadores impenitentes (mientras el cuerpo físico o mortal se descompone en la tierra o sepultura), es conocido en hebreo como “sche´óhl” (Seol, en español) y traducido al griego como “hái·des” (“Hades” en español), cuando la realidad es que los tales términos, hacen simple referencia a la sepultura común de la humanidad y al grado que algunas traducciones, transliteraran dichas expresiones como “reino de los muertos”, o “morada de los muertos”, o “lugar donde descansan los muertos”. Luego lo que está claro es que la afirmación de esos dos señores, como mínimo no se ajusta, no solo al texto escritural, sino tan siquiera al punto de vista general de una inmensa mayoría de traductores y por tanto, perfectamente discutible.
Porque el Sr. Diamond inicia su exposición afirmando que esa palabra hebrea “sche´óhl”, es la que mejor describe ese lugar “único” en todo el universo (y que ¡oh casualidad! nos lo han “clavao” en el mismo centro de nuestra tierra), eso es, un “infierno” de fuego para tormento eterno de las almas de los pecadores impenitentes y planteamiento que dicho caballero resume de la siguiente manera:
“…… en pocas palabras; el Seol o Hades es el receptáculo de las almas rebeldes, en la vida después de la muerte.”
Y en el bien entendido que dicho caballero ya nos ha dejado claro, que el cuerpo físico se queda en la tumba o sepulcro y en donde se descompone, mientras que su “alma” pecaminosa va camino a un lugar más profundo llamado “Seol”. E incongruente afirmación donde las haya, pues decir que después de la muerte “continúa” habiendo vida, ya tiene sus “bemoles”…… pero es que además dicha afirmación es falsa y por lo que ya nos disculparán ustedes el exceso, pero es que hay que ser “pollino” para hacer semejante aseveración, a la par que de un total incapaz el Sr. Norero, por no saltar como una ballesta ante semejante animalada de su compañero de fechorías; porque dicha afirmación, no solo significa que ambos “genios” de la interpretación bíblica, “gozan” de un claro desconocimiento del contenido escritural, sino que aún no se han enterado de lo que le dijo Jehová al primer hombre, cuando le advirtió sobre las consecuencias de desobedecerle:
“Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”.” (Gén. 2:16-17).
Luego ¿qué podía significar en ese contexto, la expresión “morirás”? Pues obviamente lo contrario de estar vivo y que era lo único que conocía Adan; de hecho si ustedes buscan en cualquier diccionario, verán que el término “muerte” significa y en una primera acepción, la “Cesación o término de la vida.” Entonces cuando uno se muere, el común de los mortales entiende que uno deja de vivir, eso es, de existir como ser viviente. Pero dicho la cual, continuemos con el planteamiento que nos hacen esos “intelectuales”, en el sentido que exista un lugar parecido a un “infierno” de fuego, en donde residan las almas de los impíos en una situación de tormento perpetuo o eterno…… pero claro, para que eso fuera así, precisaríamos de cuatro hechos fundamentales: en primer lugar, que tanto esa palabra hebrea “Seol”, como la versión griega de la misma, eso es, “Hades”, realmente transmitan dicha idea; en segundo lugar, que la Biblia nos dé una mínima referencia de que el tal “infierno” exista en realidad; en tercer lugar, que el ser humano tenga una parte inmaterial o alma que se separe del cuerpo y susceptible de ir a ese lugar; y ya por último, que haya consciencia después de la muerte…… porque si no se dan esos cuatro requisitos, difícilmente puede ser creíble el planteamiento de dichos caballeros (y les continuamos advirtiendo, de que la cosa va para largo).
Por lo que empecemos por atender la primera cuestión planteada y que tiene que ver con si la palabra “Seol”, o su variante griega “Hades” (ya españolizadas ambas) “transmiten” la idea de un “infierno” o lugar ardiente de tormento en el centro de la tierra…… y supuesto destino de las “almas” pecadoras; para ello, veamos lo que se nos dice en cualquier diccionario bíblico que consultemos y que prácticamente vendría a ser, más o menos, lo que leemos en esta información extraída de “wikipedia.org”:
“El término «hades» en la teología cristiana (y en el Nuevo Testamento Griego) es paralelo al hebreo sheol (“tumba” o “pozo de suciedad”) y alude a la morada de los muertos. El concepto cristiano de infierno se parece más al Tártaro griego, una parte profunda y sombría del Hades usada como mazmorra de tormento y sufrimiento.” (Negritas nuestras).
Entonces vemos en primer lugar, que la idea primitiva transmitida por la palabra hebrea “sche´óhl” así como su homónima griega “hái·des” nada tenía que ver con algo relacionado con el fuego y muchísimo menos, como forma de tormento, sino con el sentido de “tumba” o sepulcro y también por el descriptivo nombre de “pozo de suciedad”. Es más, se nos habla de la palabra “infierno” como de un concepto “cristiano” del término y que tendría que ver más con la mitología griega, que con el punto de vista hebreo acerca del mismo (que no aceptaba de ninguna manera la idea de la vida después de la muerte), pues conocida es la gran influencia que la cultura griega acabó teniendo ya a finales del primer siglo después de Cristo sobre el primitivo cristianismo, con enseñanzas como la de la inmortalidad del alma y que partiendo de las ideas filosóficas griegas (básicamente de Platón, 428-347 a.C.), encontró su acomodo en el cristianismo actual; recordemos que fue este filósofo, que atribuyéndola a su maestro Sócrates, en la supuesta conversación que este mantuvo en su último día de vida, con los personajes Simmias y Cebes (y narrada por Fedón, también supuesto testigo presencial de la misma), sostuvo la idea de la inmortalidad del alma: veamos unas breves referencias a dicha conversación, en una de las obras de Platón, titulada precisamente “Fedón”:
“El alma, (…...) que se separa pura, sin arrastrar nada del cuerpo, (……) se va hacia lo que es semejante a ella, lo invisible, lo divino, inmortal y sabio, y al llegar allí está a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, (……) y de todos los demás males humanos, (……) para pasar de verdad el resto del tiempo en compañía de los dioses.” (Fedón, 80 d, e; 81 a.).
Luego es un absurdo lo que nos dice el Sr. Diamond a partir del minuto 4 de grabación, en el sentido que fueran los judíos los que tuvieron cierta “dificultad” para transmitir a los griegos, la idea de que la vida no acababa en la tumba (eso es, después de la muerte), cuando resulta que los hebreos jamás han tenido dicha creencia, sino que esta procedía de culturas mucho más antiguas que la hebrea y absorbida totalmente por la civilización griega…… ¡y que ya hay que ser cateto e ignorante, para afirmar semejante disparate! Ya otra cosa y como hemos comentado, sería el “cristianismo” de finales del primer siglo en adelante y que con la entrada de gentiles de origen griego, se contaminó de tal manera de dicha enseñanza pagana, que dio origen a una nueva orientación de las enseñanzas de Jesús…… pero el pueblo hebreo, como tal pueblo, nunca tuvo dicha creencia.
Porque es cierto que la primera traducción al griego de las escrituras hebreas fue la llamada “Septuaginta” y ordenada por Ptolomeo II (no IV, Sr. Diamond) Filadelfo y faraón de Egipto durante el período 285-246 a.d.C. y traducción que recibió dicho nombre en función de los sabios que intervinieron en la misma...... pero en realidad lo que se hizo, fue impregnar esa traducción al griego de las escrituras hebreas, del pensamiento egipcio y griego (y de culturas anteriores a estas, como hemos dicho) sobre la inmortalidad del alma y por lo tanto, muy anterior a dicha traducción; por lo que la palabra griega “hái·des” (“Hades”, en español) y a pesar de su lejano parentesco con el “Tártaro” de la mitología griega, resultó un término idóneo para ello…… y creencia egipcia, que queda gráficamente constatada por sus gigantescos monumentos funerarios como son las pirámides; pero veamos dos comentarios más de la citada obra de consulta:
“El inframundo griego es un término general que se emplea para describir a los distintos reinos de la mitología griega que se creía estaban situados debajo de la tierra o más allá del horizonte. Entre estos reinos se incluyen los Campos Elíseos, las Islas de los Bienaventurados o Islas Elíseas, la morada de los muertos (que suele recibir el nombre de Hades) y el Tártaro.” (Negritas nuestras).
Pero lo que queda claro y según entendemos de esa transcripción, es que el “Tártaro” hacía referencia a una parte más profunda que el “Hades” y por tanto distinto a este…… y que si bien el “Tártaro” describía un lugar de tormento, este no tenía nada que ver con el propio “Hades” y por lo cual, obviamente, no estaríamos hablando de la misma cosa; por tanto y resumiendo, el concepto de un lugar de tormento no derivaba de la palabra hebrea para “Seol” y su homónima “Hades”, sino en todo caso y como ya hemos señalado, de la mitología griega, como nos muestra el siguiente comentario:
“En la mitología griega, el Tártaro es tanto una deidad como un lugar del Inframundo, más profundo incluso que el Hades. En antiguas fuentes órficas y en las escuelas mistéricas es también la «cosa» ilimitada que existió primero, de la que nacieron la Luz y el Cosmos.” (Negritas nuestras).
Entonces estaríamos hablando de dos cosas totalmente distintas y en donde la versión griega de la palabra hebrea para “Seol”, eso es, “Hades”, solo transmitiría la idea original de la primera, como sepulcro común de la humanidad; y proviniendo la idea de un lugar de tormento o “infierno” situado en una parte más profunda de lo tierra (mucho más abajo del “Hades”), de la mitología griega a través de la palabra “Tártaro”, que nada en absoluto tenía que ver con el pensamiento hebreo para “Seol”. Por lo que resumiendo la cosa, podríamos decir que es falsa la afirmación que nos hacen dichos caballeros, en el sentido de que la palabra hebrea “sche´óhl” identifique un lugar único en el universo llamado “infierno”, para castigo o tormento eterno de las almas de los pecadores impenitentes…… por lo que esos señores, nos están mintiendo como bellacos y de lo que, obviamente, responderán ante Jehová.
Pero como desde este blog nos gusta dejar las cosas perfectamente clarificadas, entendemos que no basta con esas razonadas afirmaciones literarias (quizás se podrían presentar otras en sentido contrario) para dar fuerza a nuestra posición y por ello, pasaremos a la segunda cuestión planteada y que tiene que ver, en si realmente y desde la óptica de las Escrituras “existe” algo parecido a un “infierno” de fuego y lugar de tormento eterno que fuera conocido por los primeros patriarcas hebreos, pues de la palabra hebrea para “Seol” y según nos afirman dichos “genios” de la interpretación bíblica, se derivaría dicha idea…… recordemos que según el Sr. Diamond, dicha expresión hebrea “sche´óhl” identifica lo siguiente, a tenor de su afirmación textual transcrita del video en cuestión (minuto 4’25 de grabación en adelante) :
“…… la palabra Seol, es la que más claramente describe a este lugar único en el universo ¡único! (......) esta palabra Seol se refiere a las profundidades de la tierra, pero no dónde va el cuerpo, sino dónde va lo inmaterial del ser humano, es decir el alma…… y más aún: el alma de los rebeldes en condenación…”
Y en donde a continuación entra en liza el “enteradillo” del Sr. Norero, para apoyar la salvaje afirmación del amigo Diamond, con una clase “magistral” en dónde nos cita de textos bíblicos en los que, presuntamente, el propio Jesucristo se refirió a ese citado “infierno” como lugar de tormento y reflejado en la palabra hebrea “sche´óhl”…… pero que ya después de acabar nuestro repaso a los cuatro puntos que les hemos señalado, es cuando le aclararemos esta cuestión a tan “entendido” y vehemente caballero; aunque nos permitimos el adelantarles a ustedes, que Jesús jamás hablo de ese “infierno” que nos están “vendiendo” esos dos ignorantes, que con un mínimo de sentido común y un poco de vergüenza torera, no dirían las burradas que dicen. Pero volvamos a la afirmación que nos acaba de hacer el Sr. Diamond sobre el significado de la palabra “sche´óhl” y que habríamos de imaginar que de ser las cosas como él nos las ha expuesto, los notables del AT obviamente tendrían que conocer de sobra que había detrás de dicho término, pues formaba parte de su idioma natural y de uso diario…… por lo tanto, veamos qué idea les transmitía a ellos dicha expresión; por ejemplo, al patriarca Jacob:
Gén 37:34-35: “Con eso, Jacob rasgó sus mantos y se puso saco sobre las caderas y se dio al duelo de su hijo por muchos días. 35 Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo y diciendo: “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”. Y su padre continuó llorándolo.”
Luego ¿habría que pensar, que lo que entendía Jacob sobre su hijo José, de quien le acababan de comunicar su muerte, era que este estaba siendo “atormentado” en un “infierno” de fuego y lugar al que él mismo estaba deseando ir, precisamente para liberarse del tremendo dolor que sentía en ese momento? Razonable no parece al menos y ello lo prueba, el hecho que algunas traducciones sustituyen la palabra “Seol” en este pasaje, por las expresiones “reunirme con él en el reino de los muertos” (BLP); o “hasta que descienda al *sepulcro para reunirme con mi hijo” y asterisco en la expresión “*sepulcro” que nos remite a la siguiente nota a pie de página “o Seol en hebreo” (NVI); o “hasta que vaya a reunirme con él entre los muertos” (DHH) y otras de igual tenor. Por otra parte cabría destacar, que las versiones que en ese pasaje transliteran la palabra “Seol” directamente del original, como la RV 1960 y RVC dan una referencia sobre la misma a pie de página, con la aclaración “Nombre hebreo, del lugar de los muertos”…… luego nada más lejos de la mente de Jacob y que algo más que los Sres. Diamond y Norero sabría del asunto, el que el “sche´óhl” fuera algo parecido a un “infierno “ de fuego o lugar de tormento, e idea o punto de vista (la del patriarca en cuestión), compartido por los actuales traductores bíblicos, como hemos comprobado.
Pero es que además, hay que tener en cuenta que según el bueno de Jacob, José ya estaba en el “Seol”…… sin embargo, sabemos que Jehová posteriormente bendijo al citado personaje abundantemente, lo que nos indicaría que no era un “alma rebelde en condenación” (como tampoco lo era obviamente Jacob y que sin embargo, también pensaba en bajar al Seol) según menciona ese espantajo intelectual que es el Sr. Diamond, por lo que no podía haber sido mandado al “infierno” para ser atormentado: luego el “Seol”, lugar donde se afirma que José estaba y a dónde también esperaba ir Jacob, según el pasaje citado, no puede ser lo que esos caballeros nos dicen que es; pero veamos otro pasaje para confirmar nuestro planteamiento y que nos habla de otro reconocido patriarca: Job 14:13:
“¡Oh que en el Seol me ocultaras, que me mantuvieras secreto hasta que tu cólera se volviera atrás, que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!”
Entonces ¿qué le estaba pidiendo el sufrido Job, al Altísimo? ¿Qué le mandara a un “infierno” o lugar de tormento eterno, peor por tanto que el que ya tenía en ese momento aquí en la tierra…… o más bien al contrario, ser ocultado en un lugar de descanso, apartado del “mundanal ruido” y que Jehová se acordara de él en el momento de la resurrección y en la que creían los hebreos? Porque hay que señalar que en este pasaje, mientras la RV 1960 transcribe la palabra “Seol” al igual que la versión que nosotros usamos por sistema en nuestros escritos (que es la TNM de los TJ), su versión hermana, la RVC la sustituye por la palabra “sepulcro” tal como hacen otras versiones; por ejemplo, la NVLH vierte el texto señalado con la siguiente acotación para la palabra “Seol”:
“¡Oh, sí me escondieras en el Seol (región de los muertos), si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, si me pusieras un plazo y de mí te acordaras!”
Por lo que de nuevo queda claro y digan lo que digan esos dos “enteraos”, que el “Seol” hebreo (y su sinónimo griego “Hades”), no es un “infierno” o lugar de tormento de fuego, sino el sepulcro común de la humanidad y algo situado (el susodicho “infierno”) más abajo de la posición de este…… que es lo que en su momento nos ha dicho el Sr. Diamond; sin embargo y de manera contraria, vean lo que nos dice Jehová:
“Porque se ha encendido un fuego en mi cólera y arderá hasta el Seol, el lugar más bajo y consumirá la tierra y sus productos e incendiará los fundamentos de las montañas.” (Deut. 32:22).
Luego lo que habría que entender, razonando con lógica, es que si tal arrebato de justa furia del Altísimo y para enfatizar el máximo grado de indignación divina, se nos dice que llega hasta el “Seol”, es porque ya no hay otra lugar más allá de esas “latitudes” y con el que poder ser medido el gran enojo del Creador, eso es, que exista tal cosa como un “infierno” como lugar de tormento en las profundidades terrenas, mucho más abajo del citado “Seol”…… de lo contrario, Jehová no se habría expresado de la forma que lo hizo. Luego de todas todas y digan lo que digan esos dos analfabetos integrales en entendimiento bíblico (esperemos que la cosa no pase a mayores y llegue a otros aspectos), no hay nada parecido a un “infierno” de fuego, como lugar de tormento y situado más allá de la sepultura común de la humanidad, eso es, el “sche´óhl” en hebreo o “hái·des” en griego.
Pero vayamos ahora por la tercera cuestión planteada y que tiene que ver con que el ser humano tenga algo parecido a una cosa “inmaterial” que pueda ser separada del cuerpo cuando este muere y llamada “alma”. Porque el Sr. Diamond y con la completa aquiescencia del Sr. Norero, a la pregunta del moderador del programa sobre qué habría en este mismo momento en ese supuesto “infierno”, responde de forma categórica y enfática en el sentido de que lo que hay ahora mismo en el tal, son “almas”…… sin embargo, parece ser que la idea de Jehová no va por ahí, pues según Gén. 2:7 y en cuanto a lo que tiene que ver con la composición del ser humano, vean que se nos dice:
“Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida y el hombre vino a ser (no “a tener”, que es distinto) un alma viviente (literalmente “né·fesch” que significa “ser viviente”). (Acotaciones nuestras).
Y que otras versiones, de manera equivalente, como por ejemplo RVC vierten dicho pasaje de la siguiente manera:
“Así el hombre se convirtió en un ser con vida (y que equivale a “ser viviente” y no “con alma”).”
Luego en todo caso, lo que vemos y nosotros afirmamos, según se desprende del registro escritural, es que el hombre en su conjunto es en sí mismo un “alma”; tengamos en cuenta que el uso dado en el contexto bíblico al término original en hebreo “né·fesch” (“psy·kje” en griego) para “alma”, muestra que dicha expresión se refería tanto a personas como a animales o en su defecto, a la vida que hay en ambos y que los convierte en “seres vivientes”. Por lo que en contraste directo con la pagana enseñanza griega ya mencionada, sobre un “alma” inmaterial, intangible, invisible e inmortal, las Escrituras contraponen que cuando “psy·kje” o “né·fesch” se utilizan con respecto a las criaturas terrestres, ambas se refieren a lo que es material, tangible, visible y mortal…… o lo que es lo mismo, a un “ser viviente” y que es lo que significa el término hebreo “né·fesch”.
Pero si nos hemos fijado, el Sr. Diamond nos ha dicho que en el “infierno” están las “almas” de aquellas personas que han pecado contra Jehová de manera impenitente, mientras que las “almas” de aquellos que no lo han hecho, descansarían provisionalmente en un lugar distinto, en lo que él identifica como “seno de Abraham” o “segundo paraíso” (en todo caso, otra chorrada más de ese “genio”) y que los separaría o distinguiría, del resto de los que estaban en el “infierno”…… y algo que no cuadra con lo que dice Jehová, pues con respecto de los hombres en general, esto es lo que hay escrito acerca del destino de cada cual y transcrito también en este caso, de la citada RVC:
“A todos nos espera lo mismo. El mismo final tendrán los justos y los injustos, los buenos y los malos, los puros y los impuros, los que ofrecen sacrificios y los que no los ofrecen, los que hacen lo bueno y los que hacen lo malo, los que hacen juramentos y los que no los hacen. 3 Hay un mal en todo lo que se hace bajo el sol y es que a todos los mortales nos espera lo mismo y que durante toda nuestra vida tenemos el corazón lleno de maldad e insensatez y que al final acabamos entre los muertos.” (Ecle. 9:2-3).
Por lo que si al final y contrario a lo manifestado por esos dos ignorantes integrales, tanto pecadores como no pecadores, buenos y no tan buenos, acabamos por igual “entre los muertos” (lógicamente en espera de la resurrección), es obvio que no existen esos dos lugares distintos para diferentes personas…… y por lo que la palabra “Seol”, no puede significar otra cosa que la fosa común de la humanidad en general. A tenor de lo cual, lo dicho por el Sr. Diamond y corroborado por el ignorante Sr. Norero (bíblicamente hablando, esperemos), en el sentido que los “malos” y a diferencia de los que no lo son tanto, van a un “infierno” de fuego para sufrir tormento y dramatizado por D. Arturo, al decir aquello tan tétrico del “castañetear” de los dientes y eso por una eternidad, etc. etc. etc. no deja de ser una estupidez como un piano y propia de analfabetos integrales en el conocimiento de las Escrituras…… pero es que Jehová continúa remachando el clavo y en línea con lo mencionado acerca del significado de las palabra “né·fesch” para “alma” nos dice lo siguiente:
“Porque hay un suceso resultante respecto a los hijos de la humanidad y un suceso resultante respecto a la bestia y ellos tienen el mismo suceso resultante. Como muere el uno, así muere la otra; y todos tienen un solo espíritu, de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. 20 Todos van a un solo lugar. Del polvo han llegado a ser todos y todos vuelven al polvo.” (Ecle. 3:19-20).
Afirmación hecha por un personaje guiado por la sabiduría divina, como fue Salomón y en la que para nada se nos da a entender la existencia de un “infierno” a donde ser llevados los hombres “malos” para, conscientemente, ser atormentados por una eternidad. Contrario a esto, se nos dice que tanto hombre como animal, somos en esencia lo mismo y todos vamos al mismo sitio, eso es, al “polvo” o la “no existencia”; por lo que habría que sobreentender además, que si somos exactamente (y a tenor de esas palabras de Jehová), como los animales y que es universalmente reconocido, que no tienen nada parecido a un “alma” que se separe de su cuerpo cuando mueren y sobreviva a este, es que tampoco la tenemos nosotros, pues claramente nos dice nuestro Creador y que algo sabrá del tema (habría que suponer), que “no hay superioridad” del hombre sobre los animales o bestias salvajes…… y pasaje perfectamente en línea, con la sentencia que Jehová fijó para Adán:
“Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo (o a la tierra), porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás.” (Gén. 3:19). (Acotación nuestra).
Y todos estaremos de acuerdo en que si hay un ser humano que merecería estar en un lugar de tormento, después de montar la que montó, ese sería Adán…… sin embargo, la sentencia divina fue tan simple como esta: morir y ser devuelto al polvo de la tierra, eso es, destruido eternamente…… y punto pelota; porque preguntémonos ¿qué fue realmente lo que le ocurrió a Adan al morir? Pues ni más ni menos que esto:
“Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Sal. 146:4).
Eso es, cuando el hombre muere, su espíritu o “fuerza de vida” recibida por el aliento divino (Gén. 2:7) regresa al Dios verdadero que lo dio y hombre vuelve al polvo…… eso es, al menos, lo que nos confirma el siguiente pasaje:
“Entonces el polvo (refiriéndose al hombre) vuelve a la tierra justamente como sucedía que era y el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio.” (Ecle. 12:7). (Acotación nuestra).
Pero puesto que el Altísimo no aprovechó esta circunstancia, para hablarnos de algo supuestamente inmaterial del ser humano parecido a un “alma” que separándose del cuerpo, pudiera ir a un lugar de tormento (solo nos habló de un espíritu que vuelve a Dios), solo cabría pensar que no existe nada inmaterial en el hombre a la forma de un “alma” (de la cual las Escrituras no nos hablan para nada) y que pudiera ir a un lugar tan estrambótico, como un “infierno” de fuego en un lugar, solo existente en la caótica y disparatada mente de esos señores. Porque no olvidemos un “pequeño” detalle que nos puede aclarar mucho las cosas, pero que precisamente por ser tan sencillo, no es tomado en cuenta por nadie y que es el siguiente: antes de ser creado el hombre por Dios, sencillamente no existía; luego Jehová tuvo que hacer una imagen de barro y soplar sobre ella aliento de vida y esa imagen cobró vida, convirtiéndose en un ser viviente y que es lo que significa la palabra hebrea “lené·fesch jai·yáh” o “criatura respiradora” y que tiene su raíz, en la expresión “né·fesch” (Gén. 2:7)…… cuando el hombre cae en el pecado, el proceso se invierte: Jehová retira su aliento de vida del hombre y por lo que este ya como simple materia, vuelve al polvo del que fue sacado o lo que es lo mismo, vuelve de nuevo a la no existencia. Todo lo que vaya más allá de este razonamiento, no dejan de ser más que historias para no dormir que se ha inventado el “cabrito” ese de Satanás para apartar al ser humano de su Creador y alejarlo por tanto de la salvación, al impartir falsas enseñanzas por medio de sujetos (como esos dos impresentables a los que nos estamos refiriendo) a los que Pedro calificó como de “falsos maestros” (2 Ped. 2:1)…… y con la satánica misión de introducir “sectas destructivas” eso es, diferentes grupos de personas con distintas y contradictorias enseñanzas, alejadas todas ellas del conocimiento de “la verdad” exigido por nuestro Creador (1 Tim. 2:4).
Dicho lo cual, entremos ya en la cuarta de las cuatro partes mencionadas al principio de este escrito y que tiene que ver con el averiguar si hay “consciencia” después de la muerte; porque recordemos que el Sr. Diamond y dando por buena la animalada de su compañero de fechorías, en el sentido que la ilustración o parábola del “hombre rico y Lázaro” (Luc. 16:19-31) era una historia “real” contada, para más inri, por el propio Hijo de Dios, aprovecha la circunstancia para, por una parte, confirmar la existencia del “infierno” y por otra y como veremos, sacar de dicha historia “real” datos para usar literalmente en favor de semejante salvajada…… sin embargo, lo que las Escrituras nos explican de Jesús y sobre su manera de enseñar a la gente, niega la literalidad de ese relato y por supuesto, la burrada que acaban de decir esos “caballeros”:
“De manera que con muchas ilustraciones de ese tipo les hablaba la palabra, hasta el grado que podían escuchar. 34 Verdaderamente, sin ilustración no les hablaba, pero privadamente explicaba a sus discípulos todas las cosas.” (Mar. 4:33-34).
Entonces parece quedar claro que ese relato mencionado no era más que una simple ilustración o parábola, pues con el uso de las mismas era la manera en que enseñaba Jesús a sus oyentes y algo además, profetizado de antemano con respecto de este:
“Todas estas cosas habló Jesús a las muchedumbres por ilustraciones. En verdad, sin ilustración no les hablaba; 35 para que se cumpliera lo que se habló por medio del profeta que dijo: “Abriré mi boca con ilustraciones, publicaré cosas escondidas desde la fundación”.” (Mat. 13:34-35).
¡Más claro agua ¿no?! Entonces y lejos de lo afirmado por esos dos ignorantes, no estaríamos hablando de una historia “real”, sino de una ilustración o parábola y cuya finalidad era la de transmitir una enseñanza moral, la que fuere en ese momento.
Pero volviendo a lo de la consciencia después de la muerte, vemos que el Sr. Diamond toma datos de esa historia “real” para “demostrarnos” que las “almas” de las personas tienen consciencia en ese “infierno”…… pero dado que ya parte de un supuesto falso, su planteamiento, lógicamente, se cae por su propia base: y es que según ese “genio” de la interpretación bíblica, puesto que el hombre rico de la historia en cuestión, pudo ver a Abrahán, ello significaría que en el “infierno” se puede ver y con lo que resultaría que hay consciencia después de la muerte. Además, puesto que el “hombre rico” de la ilustración, reconoció a Abrahán y dado que pudo calcular que este se encontraba lejos (siempre según el Sr. Diamond), es obvio que en ese lugar llamado “infierno”, se puede ver, reconocer y calcular; luego conclusión: todos los sentidos funcionan a la perfección en ese abismo de tormento, al que van las almas de los pecadores…… y es que ¡así de “borricos” (que diría el “mañico”) son esos dos personajes!; y rogando a tan nobles cuadrúpedos (nos referimos a los sufridos “borricos”, naturalmente) que no se sientan ofendidos por esta desafortunada comparación.
Y es que por otra parte, que el Seol/Hades es el sepulcro o tumba común de la humanidad, como la inmensa mayoría de traductores afirman que dicho término significa, nos lo aclara más si cabe lo que vamos a leer a continuación sobre el “Seol” y que niega tajantemente lo que nos dicen esos señores, en el sentido de que los que supuestamente allí van, están plenamente conscientes:
“Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo, ni formación de proyectos, ni conocimiento, ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde estás yendo.” (Ecle. 9:10).
Traducen literalmente “Seol” en este pasaje la TNM de los TJ, la LBLA, la RVR 1989, la BJ, la NBLH y la RV 1995, mientras que el resto lo vierte con su equivalentes “sepulcro”, o “tumba” o “reino de los muertos”, etc.
Resumiendo, que estaríamos hablando de lo mismo y por lo que no hay consciencia en el “Seol”, pues ese pasaje mencionado dice exactamente todo lo contrario de lo afirmado por esos señores y con lo que quedaría también claro, que es una solemne majadería el afirmar la existencia del “Seol” como un “infierno” o lugar de tormento para las almas pecadoras y sobre lo que esos dos “iluminados” han montado todo su esperpéntico “tinglao”. Por lo tanto y visto que las cuatro premisas requeridas para que ello pudiera ser así, dicen todo lo contrario de lo que esos señores afirman, la palabra hebrea “sche´óhl” o “Seol” en español, no puede representar otra cosa más que la sepultura común de la humanidad…… lo que significa que nuestro planteamiento es correcto, mientras que esos señores nos están mintiendo y no tienen ni idea de lo que dicen las Escrituras ¡porque cuidado con la “película” que se han montado los “nenes”!
Y que para mostrarles lo acertado de nuestra afirmación, en el sentido que esos señores no tienen ni puñetera idea de lo que hablan (se lo hemos prometido), pasaremos a analizar ahora la serie de textos que el Sr. Norero nos cita para “demostrar” al personal, que fue el propio Hijo de Dios el que nos habló del “infierno” como lugar de tormento y por lo que (según nos dice enfáticamente dicho caballero) negar la existencia del mismo, sería llamar mentiroso al propio Jesucristo. Y cosa que nosotros no hacemos, sino que con toda rotundidad decimos que Jesús jamás afirmo semejante necedad y que los que están mintiendo al enseñar la existencia de un “infierno” de tormento, son esos dos cretinos y a los que emplazamos públicamente, a que rebatan nuestros argumentos en contra de su disparatada afirmación; al tiempo que le recomendamos al Sr. Norero, que antes de apoyarse en un texto bíblico, se asegure un poco más de lo que el mismo realmente dice…… porque veamos, que en realidad, es lo que dicen esos pasajes “probatorios” por él mencionados:
Mat. 5:29-30: “Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30 También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.”
Mat. 10:28: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”
Mat. 23:15: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo prosélito y cuando este llega a serlo, lo hacen merecedor del Gehena dos veces más que ustedes.”
Mat. 23:33: “Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?”
Luego ¿qué palabra leemos que pronunció Jesús: “infierno” o “Gehena”? Porque obviamente no son lo mismo, pues a diferencia de la palabra “Seol” que aparece hasta 65 veces en el texto escritural y siempre relacionada con la morada final de los muertos en general, esta última expresión y derivada del griego “gué·en·na”, aparece solo 12 veces en las Escrituras y que en algunas traducciones (como parece ser el caso de la que usan esos caballeros y que con toda probabilidad, será la RV 1960) se vierte como “infierno”. Pero es que resulta que dicha expresión “infierno” es traducida del latín “infernum” que a su vez, es el equivalente de las expresiones hebrea “sche´óhl” y griega “hái·des” y de las que ya hemos analizado su significado; por lo que esa expresión “infierno” en el sentido que la entienden esos señores, no cuadra para nada con aquello de lo que estaba hablando Jesús en esos pasajes.
Porque en dichos pasajes, tanto la TNM de los TJ que usamos en este blog, como la traducción La Palabra vierten directamente la palabra “Gehena”, mientras que cualquier otra traducción con referencias, como NVI, o la NBLH entre otras, al lado de la palabra “infierno” hay una acotación que dice “en griego, gehena”; y que la versión La Santa Biblia (versión Evaristo Martín Nieto), vierte como “el fuego” en clara alusión a ese lugar llamado “Gehena” y que conocían perfectamente los judíos a los que se dirigía Jesús en esos textos…… y que si conoce cualquier persona un poco versada en las Escrituras ¡cuánto más deberían de conocerlo, aquellos que como es el caso que nos ocupa, se arrogan la labor de enseñar a otros! Y que sin embargo en este caso, nos encontramos con unos sujetos que lo desconocen por completo y lo que les lleva a hacer el ridículo tan espantoso que estamos contemplando…… pero a todo ello ¿qué era el “Gehena”?
Pues resumiéndolo a una mínima expresión (bastante extenso es ya este escrito), estaríamos hablando de un vertedero cercano a Jerusalén, en un lugar conocido como el valle de Hinón y en el que había un fuego continuo mantenido con azufre, en donde junto a las basuras y otros desechos de la citada ciudad, para ser destruidos por quema, se echaban también los cadáveres de los malhechores ejecutados, que según la Ley Mosaica no merecían sepultura y que en la idea judía, ello significaba que Jehová no los tendría en cuenta en la resurrección que esperaba (y espera) ese pueblo…… por lo que echar a uno en ese fuego que ardía continuamente, tenía el simbolismo de destrucción eterna. Por eso Jesús pudo hacer referencia en Mar. 9:48, a que “donde su cresa no muere y el fuego no se apaga”, porque en ese quemadero y en aquellos rincones en los que el fuego no llegaba, se producía la repugnante visión de las cresas o gusanos que se alimentaban de productos orgánicos en descomposición (restos también de cadáveres) que lejos de desparecer, se reproducían continuamente; y al tiempo que el fuego no se apagaba, pues era mantenido artificialmente con azufre…… pero en todo caso, nada parecido a un lugar de tormento, pues los que eran arrojados en ese fuego, ya eran cadáveres. Por lo que Jesús nunca habló de algo parecido al “infierno” que esos dos indocumentados nos quieren vender y que ya en el colmo del paroxismo, el Sr. Norero nos sale con otro disparate, fruto de su estulticia y total ignorancia de lo que habla, en el sentido que también según el propio Hijo de Dios, dicho infierno había sido “creado para el diablo y sus demonios” y que para demostrar lo indemostrable y que en un claro desconocimiento del pasaje en cuestión, cita de Mat. 25:41:
“Entonces dirá, a su vez, a los de su izquierda: “Váyanse de mí, ustedes que han sido maldecidos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”.”
Bien, pero de nuevo nos tenemos que preguntar ¿de qué estaba hablando Jesús es ese pasaje? Pues Jesús estaba hablando y como aquellas personas que le estaban escuchando en esa ilustración conocida como “la de las ovejas y las cabras” entendían perfectamente, en clave del fuego como símbolo de destrucción eterna, porque ¿dónde en definitiva, se nos cuenta que fue echado el diablo y sus ángeles para su destrucción?; veámoslo, analizando un pasaje que tiene su cumplimiento al final de los mil años del reinado de Cristo:
“Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev. 20:10).
Luego puesto que nos aparece un “lago de fuego” tendríamos que averiguar si estamos hablando de un literal lago de fuego y por tanto, literal “infierno” en el que el propio Satanás y demonios, en un momento dado también son arrojados…… o realmente se nos está diciendo otra cosa. Y para ello averiguarlo, puesto que sabemos que la Biblia se interpreta a sí misma, dejemos que sea esta la que hable y nos lo aclare; vamos a leer para ello, lo que se nos dice en Rev. 21:8:
“Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe y los que son repugnantes en su suciedad y asesinos y fornicadores y los que practican espiritismo, e idólatras y todos los mentirosos, su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto (el citado lago de fuego) significa la muerte segunda.” (Acotación nuestra).
Entonces dicho “lago de fuego” y según el citado pasaje, nada tiene que ver con algo literal, sino que significa la muerte “segunda”, o muerte de la que ya no hay resurrección posible…… por tanto, estaríamos hablando de destrucción eterna; y siendo eso a lo que se refería Jesús, cuando se dirigía a aquellas personas que le escuchaban y que sí sabían de lo que se les estaba hablando, cuando se les hacía referencia al “Gehena”. Pero resulta que el Sr. Norero, recordémoslo, es el que con gran énfasis y vehemencia ha dicho que fue el propio Jesús, el que dijo que el “infierno” del que nos hablan esos dos indocumentados, había sido preparado para el diablo y sus demonios…… y por tanto, en una clara confirmación de la existencia del mismo. Pero nosotros le recordamos a dicho “caballero” que también fue el propio Jesucristo el que le dio la Revelación a Juan y en ella se nos dice y como hemos visto, que el juicio de fuego nada tiene que ver con un literal “infierno” de tormento, como el que nos quieren “vender” esos analfabetos integrales en cuestiones bíblicas, sino que significa la muerte “segunda” y de la que ya no hay resurrección: en definitiva y como ya hemos señalado, estaríamos hablando de destrucción eterna…… luego ¿nos podría explicar entonces tan “entendido” caballero, en cuál de esas dos afirmaciones, nos miente el Hijo de Dios? ¿O más bien tenemos que entender que esos dos “genios” de la interpretación bíblica, son los que no tienen ni puñetera idea de lo que dicen y nos están mintiendo como bellacos, en cada una de sus disparatadas afirmaciones?
Porque puesto que esa es la realidad, la conclusión a la que llegamos los autores de este blog, sobre el tema objeto de análisis, es que no existe nada parecido a un “infierno” de fuego en donde ser atormentadas unas hipotéticas “almas”, sino que cuando uno muere, sencillamente deja de existir como ser viviente, por tanto en la inconsciencia más absoluta, como si de un fuerte sueño se tratara (ver Mat. 11:11-14) y queda esperando en el “Seol” o sepulcro común de la humanidad, el momento en que será resucitado ya en el reino de Dios, donde su cuerpo será regenerado en perfección y en un entorno paradisíaco.
Y que esto no puede ser de otra manera, queda claro si razonamos de manera lógica y con sentido común: puesto que es obvio que Jehová cuando nos habla de los muertos, sabe de lo que nos habla, habría que pensar que si quedara vivo en el ser humano después de la muerte física de este, algo parecido un “alma inmaterial” susceptible de ser atormentada en un lugar llamado “Seol” y siempre según la esquizofrénica paranoia de esos dos ignorantes, Dios nos habría hablado de ello para, lógicamente, advertirnos del potencial peligro; sin embargo, en ningún lugar de las Escrituras encontramos que nuestro Creador nos diga algo al respecto y de manera clarificadora, que nos permitiera el no tener que estar a estas alturas de la “película” aún en esta confusa situación de si hay o no hay un “infierno” para el tormento de las “almas” pecadoras.
Pero en todo caso, la prueba definitiva de que no existe ningún tipo de vida en el ser humano, después de la muerte de este, ni en aspecto material o físico, ni en un hipotético caso de algo inmaterial (como la mencionada “alma”), lo tenemos en el mismo inicio del registro sagrado y en el asunto que se puso en cuestión por medio de Satanás, acerca de la afirmación del Creador, a la criatura creada; por lo que veamos que dijo Jehová y lo que contraargumento Satanás:
Gén. 2:17: “Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás.”
Y que ya hemos dicho, que ese “morir” significaba sencillamente lo contrario de “vivir”…… algo tan sencillo como esto, es cómo planteó la situación Jehová; sin embargo veamos ahora, lo que Satanás le dijo a Eva:
Gén. 3:4: “Ante esto, la serpiente (Satanás) dijo a la mujer: “Positivamente no morirán.” (Acotación nuestra).
Luego y dado que todos los días comprobamos que el ser humano sí muere ¿a quién le interesa mantener la idea de que realmente no acaba todo después de la muerte física, sino que la vida continua más allá de esta y en algo inmaterial como el “alma”? Pues al propio Satanás y de ahí la enseñanza falsa de la inmortalidad del “alma” promulgada ya por primitivas civilizaciones, con lugares de ultratumba y que en el caso del cristianismo, tiene su versión en el “infierno” de tormento como castigo de las “almas” pecadoras, así como la enseñanza de que dichas “almas” en el caso de los buenos, van al “cielo” y que en el caso de otras culturas, son parecidos sitios pero con distintos nombres. Por ello el porqué de los ancestrales y distintos ritos mortuorios, como las misas para las almas del purgatorio, o las oraciones por los muertos y otros distintos actos, según las distintas formas de religión existentes…… y toda esa parafernalia montada para el “alivio” de las “almas” de los muertos y a los que se supone aún vivos en otra dimensión. Y con lo que se perpetúa la idea satánica, de que la vida continúa después de la muerte física y con lo que resultaría, de ser ello así (que no lo es), que Satanás no le mintió a Eva, sino que fue Jehová el que le mintió a Adán…… ¡algo tan simple como esto, es alrededor de lo que gira todo el asunto! Entonces, la cuestión planteada es la siguiente: ¿a quién se cree usted? Si usted aún cree en un alma inmortal que se separa del cuerpo en el momento de la muerte, está creyendo a Satanás; si por el contrario, usted cree que cuando uno muere, ahí se acaba todo hasta el momento de la resurrección, está creyendo a Jehová…… o sea ¡que usted mismo!
En fin, aquí tienen ustedes la información de cómo vemos nosotros las cosas (rogamos de nuevo, disculpen por la extensión del escrito) y a partir de lo cual, ya serán ustedes los que tengan la última palabra; pero dicho esto, permítannos una pequeña explicación a modo de disculpa. Y es que se habrán dado cuenta que nos hemos “despendolao” un poco en el tono en que nos hemos dirigido a esos señores, pero es nos parece que ya está bien de tanta chorrada y tan poca vergüenza; porque como siempre hemos dicho desde este blog, un error de interpretación en determinado texto y en consecuencia, una incorrecta aplicación del mismo, lo podemos cometer todos, pues todos nos equivocamos…… pero eso es una cosa y de lo que estaríamos hablando aquí sería de otra.
Porque y por poner un ejemplo, es costumbre en este blog, antes de usar un texto que “pinte” un poco conflictivo como apoyo de cualquier afirmación, contrastarlo en primer lugar con lo que nos dicen otras 14 distintas traducciones que están contenidas en el sitio www.biblegateway.com, más tres también accesibles por Internet, como son la versión RV 1989; la Biblia de Jerusalén y la versión católica Sagrada Escritura, así como la que tenemos en formato de libro en nuestra biblioteca personal La Santa Biblia (en versión de Evaristo Martín Nieto), para eliminar toda posibilidad de error de interpretación personal y saber qué realmente se nos quiere transmitir en el texto del que se trate. Pero es que además, dedicamos gran cantidad de tiempo a analizar los distintos contextos envueltos en el mismo, tanto el más inmediato del versículo en cuestión, así como su relación con el contexto general de las Escrituras, de tal forma que no sea un solo texto el que determine el sentido de cualquier planteamiento que podamos formular, sino el argumento global del texto escritural. Y todo ello, por el más elemental sentido de la prudencia y sobre todo, por el respeto debido a la Palabra de Dios…… y algo que es obvio, no han hecho esos “caballeros”.
Y es que si se hubieran tomado dicha “molestia”, habrían llegado a las mismas conclusiones a las que hemos llegado nosotros y a las que muy posiblemente llegarán ustedes, si hacen lo que siempre aconsejamos desde este blog: coger su ejemplar de las Escrituras y comprobar por ustedes mismos, si lo que les contamos se ajusta a lo que dice la Palabra de Dios…… o no. Pero como queda claro que esos señores no han actuado con la prudencia debida, sino más bien todo lo contrario, por eso le hemos calificado de impresentables para arriba, pues demuestran no tener ningún respeto por las cosas de Dios…… por lo que entendemos, que tampoco merecen nuestro respeto.
MABEL
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