viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Qué nos quiso decir el apóstol Pablo? 

Uno de los aspectos en los que con más firmeza nos hemos pronunciado en este blog, tiene que ver con la actitud de aquellas personas que, avisadas de antemano acerca del propósito del Altísimo de traer juicio a la tierra y por lo tanto, con la urgente necesidad de hacer los pertinentes ajustes en el comportamiento o actitud personal de cada uno, tal parece que no lo tienen del todo claro y lo que les lleva a hacerse un poco el “remolón”. Y cuando obviamente se estaría hablando de una gravísima y peligrosa situación, que tendría que mover a uno y dejándose de tonterías y absurdos razonamientos a modo de excusa, a intentar llevar a cabo y por la vía rápida, los cambios necesarios en su vida y siempre en línea con el de hacer coincidir su punto de vista con el que tiene Jehová sobre el asunto del que se está hablando, estamos observando todo lo contrario; porque de manera lamentable y como ya hemos señalado, son muchísimos los que tal parece que se toman el tema con cierta calma y no con la seriedad propia del caso, a tenor de los argumentos que presentan y que vendrían a resumirse todos ellos, en eso tan característico de “cuando llegue el momento, ya tomaremos las medidas oportunas”. Por lo que nos permitimos recordar, que en el artículo del 01/11/12, bajo el título “…… y el mundo los odiará”, ilustrábamos y a modo de ejemplo, la necesidad de tomar rápida acción mientras haya tiempo, con aquella celebérrima fábula del “¿Serán galgos o podencos?”.

También es cierto, por otra parte, que muchas de las personas que así piensan son conocedoras del hecho que en la primera mitad de la profética semana 70 de Dan. 9:27 (y últimos siete años del mundo tal como lo conocemos), eso es, los primeros tres años y medio de la misma o “mil doscientos sesenta días” según Rev. 11:3 (los meses bíblicos son de 30 días), es cuando se llevará a cabo la gran predicación de Mat. 24:14 anunciada por Jesús y en donde quedará manifiestamente expuesta la decisión final de cada uno…… por lo que probablemente entienda el personal, que dicho lapso de tiempo permitirá cierto margen de maniobra. De lo que se podría deducir a partir de tan particular manera de razonar de esas personas y siempre teniendo en cuenta que estaríamos hablando de la inmensa mayoría del conjunto de la llamada “cristiandad” y conocedoras por tanto de la situación, que en un intento de no ganarse la desaprobación de su entorno social más inmediato, priva más en ellas el deseo de seguir viviendo al ritmo del mundanal ruido y con la idea de que cuando empiecen a verle “las orejas al lobo” (eso es, cuando inicie dicha predicación y la cosa ya parezca ir en serio), darán un giro radical en su actitud y entonces ya sí, efectuarán los ajustes pertinentes, que el tomarse en serio dicha grave situación…… y algo que desde este blog, no tenemos tan claro que las cosas puedan ser tal como se plantean, a tenor de lo dicho por el apóstol Pablo en su momento.

Porque seguramente sabrán ustedes que al apóstol Pablo, entre otros muchos escritos, se le atribuye la autoría de las dos cartas enviadas a los creyentes de la congregación de Tesalónica, interesantes ambas (como todo lo que escribió un genial Pablo) y que en este caso, nos centraremos en la segunda de ellas; y carta en la que nos encontramos con dos pasajes directamente relacionados entre sí y que nos llaman poderosamente la atención, siendo que en el primero de los cuales nos dice lo siguiente:

“…… al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza, 10 al tiempo en que él viene para ser glorificado con relación a sus santos y para ser considerado en aquel día con admiración con relación a todos los que han ejercido fe, porque el testimonio que dimos fue recibido con fe entre ustedes.” (2 Tes. 1:7-10).

En este primer pasaje se nos habla de algo que se supone deberían saber todos aquellos que se llaman cristianos y que resumiendo, sería lo siguiente: Jehová mediante Pablo, nos explica que cuando de nuevo envíe a Jesucristo, este tomará venganza sobre aquellos que no conocen a Dios, así como de aquellos que no obedecen las instrucciones (buenas nuevas o evangelio) que Jesús dio a conocer en su primera estancia entre nosotros…… ambas cosas no porque no se les hayan dicho o explicado a esas personas a las que se hace referencia, sino porque no han querido saber nada de ello en su momento. Y lo que retrataría perfectamente a aquellas que en la actualidad muestran la actitud mencionada de dejar la cosa para última hora y siempre para mantener una posición cómoda entre la sociedad que la rodea, pues sabido es que el creer y hablar de las cosas de Dios (como es obligación en un cristiano), no es precisamente lo que nos logra la “simpatía” del entorno social en el que nos movemos…… y como para esas personas ese “afecto” de sus convecinos o el congraciarse con su entorno más cercano es prioritario y muy por encima de los intereses divinos en los que no creen en absoluto (aunque afirmen vehementemente lo contrario), actúan como actúan. Sin embargo, veamos y en contraposición a tan dilatoria actitud, cual sería la forma correcta de proceder y que ya Jesús en su primera estancia en esta tierra, dejó perfectamente establecida en su mensaje y que permitiría a su vez, el poder “escapar” de las cosas que inevitablemente están por venir (destrucción eterna para los desobedientes) y actitud que podría ser resumida por las siguientes palabras:

Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder y estar en pie delante del Hijo del hombre.” (Luc. 21:36).

Por lo que lejos de la actitud dilatoria en el tiempo de la que estamos afirmando adoptan muchísimas personas, dichas palabras de Jesús más bien estimularían a estar en constante alerta sobre las cosas de Dios y recabando la máxima información de Su propósito, o lo que es lo mismo, considerar con atención las Escrituras y lo que en ellas se nos dice, lo cual nos puede facilitar el poder escapar “enteros” del “sarao” que se avecina…… y algo que apoya nuestra afirmación, lo encontramos en un pasaje bíblico que nos muestra la opinión positiva que Dios tiene, acerca de aquellas personas que así lo hacen:

Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.” (Hech. 17:11).

Claro, a partir de ahí, la pregunta del millón podría ser la siguiente ¿cómo considera Jehová entonces, a aquellas personas de las que estamos hablando en este artículo y que tienen una actitud diametralmente opuesta, a la reflejada en el texto citado? Pero volviendo al mensaje contenido en el mencionado pasaje de 2 Tes. 1:7-10, debemos de tener en cuenta que aplicaría a todos los llamados “cristianos” que, bien sea a nivel colectivo, eso es, que pertenezcan o se asocien con cualquier denominación religiosa dentro de ese “maremágnum” que es el mundo de la llamada “cristiandad”, sino también aquellos que yendo por libre, no nos asociamos con ningún colectivo, pero que por igual tenemos las Escrituras o La Biblia como nuestro libro de referencia.

Por ello y puesto que se supone que todos creemos en el valor del sacrificio redentor de Cristo y puesto que todos afirmamos “seguir” su enseñanzas, es por lo que somos llamados “cristianos”…… pero claro, como diría el castizo “una cosa es predicar y la otra dar trigo” o lo que traducido significa, que aunque se haga dicha afirmación de ser “cristianos” y por tanto “seguir” las directrices marcadas por Jesucristo durante su ministerio, la realidad es otra muy distinta; y algo que queda constatado a tenor de las diferentes y variadas enseñanzas existentes en la innumerables denominaciones dentro de la “cristiandad”, acerca de lo que realmente predicó Jesús. Y es que el panorama que contemplamos, es más bien patético, pues cada una de las distintas facciones mencionadas tiene sus propias doctrinas o enseñanzas, distintas ceremonias o liturgias, distintos cuerpos dirigentes, etc.: en definitiva una total confusión que lo único que consigue es despistar al personal…… a lo que se añade y para acabar de arreglar el “cuadro”, aquellos que yendo por libre publicamos en Internet y que contribuimos al “jolgorio” existente, diciendo cosas totalmente distintas unos de otros y dándose el caso, para mayor escarnio, que bebemos tanto unos como otros de una misma fuente: La Biblia…… pero pensando todos, por supuesto, que tenemos la razón ¡faltaría “plus”!

Y dicho lo cual, permitan el que nos apresuremos a decirles que no hay interés alguno por defender nuestra posición, con respecto de una supuesta veracidad en las afirmaciones que se hacen desde este blog, pues continuamos manteniendo nuestra inamovible postura en el sentido que son ustedes los que la tienen que determinar, mediante su escrutinio personal de la Biblia y consiguiente contraste con dichas afirmaciones. Pero volviendo a la confusa situación creada ante tanta disparidad de criterios, resulta que la tal, lo que consigue realmente en las personas que mantienen esa actitud denunciada del “¡ya lo haremos!”, es el que se “apalanquen” en su posición y alegando en defensa de dicha actitud que, puesto que todo es un “guirigay” de esos de “agárrate y no te menees” (pues no nos aclaramos ni entre nosotros mismos), lo mejor es poner en práctica eso tan socorrido para cuando no se sabe o no se quiere hacer algo, del “andaremos y veremos”.

Pero claro, esas personas se olvidan de un detalle fundamental y que tiene que ver con el hecho de que, aún a pesar del desbarajuste de las voces que conformamos tan contradictorio “coro”, la “partitura” continúa siendo la misma, eso es, La Biblia y por lo que el mensaje que subyace de fondo entre tanto “cacao” de voces discordantes, viene a ser el mismo: nos estamos acercando al momento en que Dios tomará acción y someterá a juicio a la humanidad y con muy negras consecuencias para aquellos que no superen el “examen”. Y que eso es de general dominio público, queda claro por el hecho de que no solo artículos religiosos hablan de dicho juicio, sino que en los distintos medios de comunicación, así como en películas, o televisión, o videos en You Tube y al alcance de todo el mundo por medio de Internet, e incluso en juegos de videoconsola para niños, en donde el término “apocalipsis”, o el negro panorama que pinta la profecía maya sobre el 21 de Diciembre próximo, así como las profecías de Nostradamus y que anuncian un inevitable fin del mundo, etc. etc. etc., aparecen profusamente…… por lo que queda claro que por tierra, mar y aire se nos está transmitiendo la idea de que “algo” se está cociendo, pues ya conocen ustedes aquello de que “cuando el rio suena, agua o piedra lleva”; resumiendo: que la idea del fin del mundo y prescindiendo del medio y en los términos en los que se exponga, está presente en el contexto actual de la entera humanidad y miremos hacia donde miremos.

Por lo que nuestra pregunta es la siguiente: si las cosas están así y aunque solo fuera como simple medida de precaución, ante lo que está envuelto en el asunto, recordemos, la propia vida de uno…… ¿no tendría que ser precisamente dicha confusión reinante en cuanto a la distinta manera de presentar el mensaje en sí mismo, lo que tendría que estimular más al personal a investigar qué de verdad, hay detrás de todo ello? Porque lo que está claro del pasaje de Luc. 21:36 que acabamos de citar, es que en sus palabras subyace la idea de no “dormirse” en los laureles y estar en constante alerta acerca de cómo están las cosas; y puesto que se hace referencia a estar “en todo tiempo haciendo ruego” si uno se quiere escapar de la “quema”, habría que entender de ello que uno tendría que dirigir todo su interés y esfuerzo en averiguar cómo se nos dice que hay que proceder para salirse del “fregao” que se avecina y hacerlo con la máxima diligencia…… y no demorando en el tiempo el tomar acción, pensando que cuando las cosas empiecen a pintar mal, ya habrá el suficiente espacio para tomar la acción requerida. Y siendo aquí en donde entraría en liza el segundo de los dos pasajes de Pablo citados y en el que leemos lo siguiente:

Entonces, realmente, será revelado el desaforado, a quien el Señor Jesús eliminará por el espíritu de su boca y reducirá a nada por la manifestación de su presencia. 9 Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos 10 y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos. 11 Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, 12 a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.” (2 Tes. 2:8-12).

Bien, dicho lo cual y antes de pasar a analizar estas palabras, recordemos que una de las razones por las que esas personas están tan “confiadas” en sus posibilidades de reacción, tiene que ver con el hecho profetizado (Rev. 7:1-3) de que cuando inicie esa gran predicación y que no será otra cosa, que el anuncio de que la hora del juicio de Dios ha llegado, habrá un tiempo de transición (extremo ya explicado brevemente al principio de este escrito), necesario obviamente para llevar dicha comisión a buen término y durante el cual, poder hacer lo necesario para encauzar correctamente la situación personal de cada uno. Pero anuncio que en sí mismo puede convertirse en un primer problema para esas personas, cuando no en una trampa, pues dicho anuncio de juicio y consiguiente venida de la catástrofe anunciada, ya se ha producido en varias ocasiones en el pasado por iniciativa de diversos “entendidos” en la materia, bien sea a nivel colectivo (Testigos de Jehová, por ejemplo y que lo cifraron para 1.914; luego para 1.925; después para 1.975 y que ahora lo esperan para 2.034) o de manera individual, por otros “profetas” como el Sr. Harold Camping (entre otros muchos “iluminados”) y que lo situó para el 21 de Octubre de 2.011, cuando antes lo había colocado para el 21 de Mayo del mismo año y planteamiento que ya venía “rebotado” del fracaso del 21 de Mayo de 1.988, así como el del 7 de Septiembre de 1.994…… y sin que en ninguno de estos casos citados y como en el de tantos otros por el estilo, haya pasado absolutamente nada.

Claro, dichas personas y ya no muy proclives a “moverse” de su cómoda situación entre la sociedad en la que viven, todo hay que decirlo, lo más probable es que cuando se produzca ese nuevo anuncio y puesto que en su entorno más inmediato, las cosas continuarán aparentemente igual y quizás tirando a mejor, obviamente su razonamiento, con toda probabilidad será el siguiente: “De nuevo los “enteraos” de turno dando la “matraca”…… ¡cómo si no conociera yo de qué va la cosa!”. Porque en realidad, lo que esas personas están haciendo con su actitud dilatoria, no es medir los tiempos, sino que sencillamente no creen en lo que dicen las Escrituras y razón por la cual, flagrantemente desobedecen la advertencia divina, en el sentido de no ser parte de este mundo (Juan 17:14), pues están apegados al mismo y temen perder “su afecto” (Juan 15:19), por lo que la excusa es decir “aún no es el momento”…… y algo en lo que obviamente se están equivocando. Porque ese tiempo de bonanza (los tres primeros años y medio de la última “semana” profética de Dan. 9:27) en donde esas personas “espabiladas” piensan maniobrar y ya entrando en el análisis del pasaje de 2 Tes. 2:9-12, es decretado por el propio Jehová, a tenor de lo que leemos en Rev. 7:1-3:

Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno (disturbio o calamidad alguna) sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar, 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado (“señal” o “marca” según distintas versiones en Ezeq. 9:4) en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotaciones nuestras).

Luego está claro que estaríamos hablando de un tiempo de no disturbio en la tierra, tendente a facilitar el proyecto divino y en donde las cosas parecerán incluso tener un aire de restablecimiento a tiempos mejores y que actualmente parecen quedar en el olvido, ante la negra perspectiva que la humanidad tiene ante sí, como crisis económica, brutales hambrunas, una galopante escasez de alimentos, guerras entre naciones, terrorismo y todo aquello que ustedes le quieran añadir…… y siendo en ese tiempo de previsible calma, en donde esas personas piensan tomar acción. Pero claro, es que Pablo nos habla de algo más que entrará en escena en ese preciso momento en que aparece el personaje “el Anticristo” y también provocado por el mismo Creador; pero veámoslo, leyendo lo que podríamos considera como una primera parte de ese segundo pasaje de Pablo:

Pero la presencia (“advenimiento” o “llegada” según versiones) del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos presagiosos mentirosos 10 y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fueran salvos.” (2 Tes. 2:9-10). (Acotación nuestra).

Bien: lo que vemos si parcelamos las dos ideas clave que estén incluidas en esa primera porción transcrita, tenemos en primer lugar que la llegada, aparición o “presencia” del Anticristo, va acompañada de grandes portentos, cuasi milagros mentirosos con el fin de “engañar” al personal; pero fíjense y ya entrando en la segunda de las dos ideas mencionadas, que se nos dice que ello es como “retribución” por no haber aceptado dicho personal, el “amor de la verdad para que fueran salvos”. Luego las preguntas que se imponen son por una parte ¿por qué tales manifestaciones de poder para engañar al personal?; por otra parte y como parte más importante del tema que estamos analizando…… y puesto que estamos hablando de una “retribución” negativa o castigo ¿cuándo esas personas “que están pereciendo” incurrieron en ese acto de “rechazar la verdad” mencionado en el pasaje citado y que les hubiera permitido el salvarse de los hechos por venir?...... y como tercera pata del asunto ¿de quién parte, dicha “retribución” negativa o castigo?

Y a la primera de esas tres cuestiones acerca del sobre por qué se intentará engañar o confundir al personal, habría que responder lo siguiente: el Anticristo (Satanás en última instancia) se verá obligado a tal despliegue de engañosos portentos sobrehumanos de toda índole, para contrarrestar el efecto que tendrán sobre la opinión pública mundial y en un intento por confundirla (y ahí estaría el engaño), los actos poderosos que realizarán aquellos que sean comisionados por Dios, para dar adelanto al mensaje de anunciar la inminente llegada del juicio por Éste. Tengamos en cuenta que todo parece indicar, que no solo el resto “ungido” por aparecer y prefigurado por los “dos testigos” de Rev. 11:3 que saldrán a escena al mismo tiempo que el “Anticristo”, tendrá inmensos poderes de parte de Dios (versos 5 y 6) y al igual que los primeros seguidores de Jesús (los Pedro, Juan, Pablo; Felipe, etc.), sino que todos aquellos que se vayan uniendo a ellos progresivamente y colaborando en la difusión del mensaje, probablemente también tendrán dicha capacidad para hacer cosas “raras” (quizás a un grado más reducido, que ese “resto ungido” aún por aparecer), siempre a tenor de lo citado en la profecía de Joel 2:28-29:

Y después de eso tiene que ocurrir que derramaré mi espíritu sobre toda clase de carne y sus hijos y sus hijas ciertamente profetizarán (o “hablarán de parte mía” según la TLA). En cuanto a sus viejos, sueños soñarán. En cuanto a sus jóvenes, visiones verán. 29 Y aun sobre los siervos y sobre las siervas (personas no pertenecientes o extrañas, al núcleo familiar) derramaré en aquellos días mi espíritu.” (Acotaciones nuestras).

Y que esa es una profecía para el final de los tiempos, prescindiendo que hubiera tenido un primer cumplimiento en el primer siglo (Hech. 2:16), queda claro en los versículos 29-30 de dicho capítulo, así como en el entero contexto de dicha profecía.

Luego como siempre que Jehová ha comisionado a alguien para hablar en Su Nombre, sea quien sea y a modo de “credencial” que lo identifica como enviado por Él, aquellos que lo sean disfrutarán de la capacidad de realizar actos poderosos o sobrenaturales que les identifique como enviados del Altísimo y como siempre (nos permitimos repetir) ha ocurrido a lo largo de toda la historia bíblica…… y que tendrá una segunda y más amplia aplicación en los últimos días de este sistema de cosas como lo conocemos. Por lo que toda esa pandilla de “mandangas” que hoy afirman ser “ungidos”, por tanto Hijos de Dios y consecuentemente se arrogan el hablar en Su nombre y que a diferencia de los Pedro, Juan, Pablo, Felipe, etc. etc. etc., son incapaces de hacer nada de lo que esos personajes hacían por el poder de Dios y que “acreditaba” (como carta de presentación) el que estaban actuando al servicio del mismo Jehová; pues mientras aquellos podían desde sanar un paralitico, pasando por tener poder sobre los demonios, hasta resucitar a un muerto, los actuales no pueden ni curar un catarro…… y lo que, obviamente, les delata como embusteros compulsivos, que pretenden que nos creamos semejante estupidez, sencillamente porque ellos se creen ser, lo que dicen ser y pretenden que nos lo creamos todos.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, ante tanto despliegue de poder de aquellos que hablarán de parte de Jehová, anunciando la inmediata venida del juicio divino y posterior establecimiento del reino de Dios (Dan. 2:44) en manos de Jesucristo, no le queda otra a Satanás que dotar al “Anticristo” y al falso profeta” de la capacidad de hacer alguna pequeña “chapucilla” que desvíe la atención del personal de la realidad de la situación. No olvidemos que en el relato de la liberación del pueblo hebreo de las garras de Egipto, los sacerdotes de Faraón (Janes y Jambres) y bajo el poder de Satanás, llegaron a imitar algunas de las pruebas de poder sobrenatural que efectuó Moisés, pues consiguieron transformar unas varas en serpientes, convertir agua en sangre o producir ranas, aunque es cierto que en la tercera plaga (la de los “jejenes”) ya no consiguieron alcanzar ese propósito y reconociendo, a partir de ese momento, que detrás de Moisés y Aarón estaba “el dedo de Dios” (Éxo. 8:19)…… pues exactamente lo mismo es lo que ocurrirá.

Por lo que dicho lo cual, vayamos ahora a la importante segunda cuestión planteada y que tiene que ver con el cuándo las personas a las que hace referencia Pablo, cometen el error de no aceptar “el amor de la verdad para que fueran salvos”, eso es, rechazaron la bondad y misericordia divina en el momento que les fue comunicada…… y circunstancia que se está produciendo ahora en estos tiempos, pues dichas personas han decidido anteponer su decisión sobre el cuándo aplicar el citado consejo, respecto al mandato divino de “no ser parte del mundo” (Juan 17:16) ya a partir del mismo momento en que se enteran de la voluntad divina y que repetimos, es ahora en nuestros días. Y lo que en sí misma dicha decisión dilatoria, ya significa una actitud de clara rebeldía ante la voluntad divina…… y algo que no puede quedar sin castigo; lo que nos lleva a la tercera cuestión planteada acerca de quién procede dicho castigo y la forma de llevarlo a cabo. Y para averiguarlo, aunque nos lo imaginamos, tenemos que acudir a los dos siguientes textos del pasaje que estamos analizando, eso es, 2 Tes. 2:11-12:

Por eso Dios deja que les vaya una operación de error, para que lleguen a creer la mentira, 12 a fin de que todos ellos sean juzgados por no haber creído la verdad, sino haberse complacido en la injusticia.”

Entonces es el propio Creador, que deja que una operación “de error” vaya a todas esas personas y se crean todos los actos mentirosos que llevará a cabo Satanás por medio del Anticristo y acepten lo que se les dice por medio de ellos (como en su momento pretendían hacer Janes y Jambres con el Faraón y sus súbditos), en contra de lo afirmado por los verdaderos enviados de Jehová, en el sentido de que el momento del juicio ya ha llegado y el reino de Dios está llamando a las puertas. Y que dicho castigo es consecuencia de que lejos de creer en el momento oportuno en la verdad, en el sentido que se está aproximando el juicio del Eterno sobre la humanidad y que cambiará las cosas radicalmente, mediante el reino de Dios en manos de Jesucristo, se “complacieron en la injusticia” al preferir (como es obvio que realmente prefieren) vivir en un mundo corrupto bajo la dominación satánica, antes que aceptar la instauración del reino de Dios. Porque el hecho que esas personas estén aplazando el actuar en armonía con lo indicado por Jehová, acerca de no considerarse ya parte de este sistema y por tanto, no participar en sus corruptos proyectos, metas y deseos, no es otra cosa que el reflejo de su deseo interior en el sentido de que las cosas no cambien de cómo están y por lo tanto, un claro rechazo al proyecto divino de “restauración” (Hech. 3:21).

Y así es como entendemos nosotros que están las cosas; ya a partir de ahí, queda en sus manos el averiguar si estamos en lo cierto o no…… o sea que ya conocen la “canción”: no se fíen un “pelo” de lo que les decimos y cogiendo su ejemplar de la Biblia, contrasten con ella la información recibida, saquen sus propias conclusiones y actúen en consecuencia. Pues claro está, que cada uno responderá de sí mismo en ese momento de juicio ante su Creador y que tenemos a la vuelta de la esquina, siendo ahora y según entendemos de las palabras de Pablo, el momento apropiado y que Jehová en su misericordia nos concede, para que cada uno haga los ajustes necesarios para conseguir una condición aprobada ante Él…… ya más adelante y como parece desprenderse de los pasajes examinados, la cosa como que estará un “pelín” más complicadilla; recuerden que según Jesús, la situación parece que cogerá por sorpresa a más de uno:

Más presten atención a sí mismos para que sus corazones (obviamente figurativos y fuente de nuestros deseos y razonamientos, según Mat. 15:18-20, entre otros) nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso y por las inquietudes de la vida (entre ellas, como conseguir el “afecto” de la sociedad en medio de la que vivimos) y de repente (luego ya sin posibilidad de reacción) esté aquel día sobre ustedes instantáneamente 35 como un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la tierra. 36 Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder y estar en pie (o en una posición aprobada) delante del Hijo del hombre.” (Luc. 21:34-36). (Acotaciones nuestras).

Luego lo dicho: a partir de ahí, saquen sus propias conclusiones y actúen en consecuencia.

MABEL

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