D. Mario Olcese…… y sus “análisis a fondo”
Y es que hace unos días, Sr. Olcese, usted publicó en su página en YouTube el video/artículo “Algo que no se dice de los 144,000 sellados de manera contundente”, como respuesta inmediata al que en este blog se había publicado solo unas horas antes (eso es rapidez y lo demás son “gaitas”) bajo el título “El problema de los 144.000…… y las doce tribus de Israel” (01/01/13)…… pero dirigiendo dicha respuesta a los TJ y no directamente a este que suscribe (Armando López Golart) y que es quién lo había publicado; y ello en una clara muestra de poseer un elevado instinto de conservación, pues como tanta veces he dicho, usted me teme más que a un “nublao”. Pero resulta que su subconsciente le ha traicionado, pues al minuto 10 de grabación, se refiere a que “solo un hombre que no conoce la Biblia puede sostener semejante patraña, pues hay uno que todavía continúa con esa “cantaleta” o cuento con el que está engañando a muchos”…… y en llegando ahí, pues “con la iglesia hemos “topao” amigo Sancho” como diría D. Quijote, pues me doy por enterado de que me acaba de llamar mentiroso y señalándome casi, como un peligro público número uno ¡y hasta ahí podríamos llegar! Y es que me reconocerá usted, Sr. Olcese, que hay que tener “moral”, eso es, muy poca vergüenza para decir que yo estoy “engañando” al personal, después de lo que “ha caído” y por lo que me permito recordarle un “pequeño” episodio del que usted parece se quiere olvidar, pero que yo no se lo voy a permitir.
Porque claro, resulta que ese uno “que no conoce de la Biblia” u séase aquí “el menda”, le dio sopas con honda al obligarle a usted y que no nos ha dado precisamente muestras de ser un “genio” de la interpretación bíblica, a reconocer su error mantenido por espacio de dos años (¡ni más ni menos!) y ahí está la hemeroteca para confirmarlo, sobre el “asuntillo” ese de los “millones, miles de millones” que supuestamente tenían que reinar con Cristo…… pero veamos cómo fue la historia y para ello, empezaré por recordarle lo que me respondía usted en el artículo “Preguntas de mis lectores hispanos, ávidos por aprender” (15/05/12) a una determinada pregunta que le formulé en un artículo anterior acerca de dicho tema y respuesta en la que, acorde con su innato estilo, mintió descaradamente; esta es la pregunta:
¿Reconoce D. Mario, efectivamente, haberse equivocado en el tema de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo?
Y eso es lo que usted me respondió, saliéndose por “los cerros de Úbeda” y metiendo de por medio a un personaje del que yo ni por asomo le había mencionado, encima cargándole con el “mochuelo” de su error y personaje muerto hacía ya muchísimos años, el Sr. Joseph Franklin Rutherford, en su momento presidente de la Sociedad Wathtower:
“El Sr. Rutherford sostenía que millones que ahora viven (en la década de los 20’s) jamás morirían, porque el Armagedón supuestamente ocurriría en 1925, profecía que por cierto nunca se cumplió. El que se equivocó fue Rutherford, no yo. Además, Rutherford jamás creyó que millones reinarían con Cristo sino 144,000 personas y punto. Además, yo no dije jamás que miles de millones reinarían con Cristo, pero tampoco lo limité a 144,000 personas como lo sostienen los Testigos de Jehová y algunos de sus simpatizantes que aún tienen su corazoncito puesto en la organización.” (Negritas mías).
Luego si el Sr. Rutherford, “jamás creyó” en semejante salvajada, queda claro que aun siendo TJ y para tanto como los critica, tenía mucho más entendimiento bíblico que usted, que la estuvo defendiendo por espacio de dos años. Pero no obstante, eso que tiene publicado en el artículo señalado (como ve, servidor tiene por costumbre probar siempre lo que dice…… no como usted), estaría muy bien y hasta nos lo podríamos creer, si no fuera porque en su artículo del 03/02/09 (reeditado en posteriores ocasiones en otros blogs) titulado “El Milenio de Jesucristo: ¡Lo que el Señor tiene reservado para Ud. y su familia!” y en la primera mitad de su párrafo nueve, usted afirmaba esto:
“¡Jesús entonces regirá y reinará en persona, y nosotros le ayudaremos y regiremos y reinaremos con él! ¡Reinará de punta a punta, y nosotros, Sus hijos, ya no seremos la pobre minoría perseguida que somos hoy en día! ¡En compañía de los cristianos de todos los siglos, que habrán resucitado, seremos millones, miles de millones, y gobernaremos junto a Jesús a la gente buena que haya sobrevivido.” (Negritas mías).”
Por lo que queda palmariamente probado, que usted sí dijo, sí publicó y sí mantuvo por espacio de dos años como mínimo semejante burrada, aunque con increíble descaro y con una cara de cemento armado que no tiene parangón, lo negó posteriormente tal como hemos podido leer…… y en una muestra más de su ignorancia supina del contenido escritural, del que no es más que un analfabeto integral y si no lo es más, es porque no se entrena y por no mencionar su congénita tendencia a la mentira, pues de lo contrario se aseguraría más de lo que publica. Porque veamos lo que nos reconocía en un posterior video/artículo titulado “Llamados a ser príncipes en el reino de Dios” (04/01/12) y en el que en tono jocoso y burlesco (recuérdelo) se dirigía a mí persona; y me permito llamarle la atención sobre el hecho de que en ese video/artículo, usted me estaba respondiendo al que un día antes (03/01/12) yo le había dirigido, bajo el título “La respuesta del detractor” y en el que yo iniciaba el cuarto párrafo del mismo, con la siguiente afirmación:
“Pero es que además, el Sr. Olcese cuantifica esa masa resultante de reyes gobernantes asociados con Cristo, en “millones, miles de millones”…… y se queda tan ancho el hombre, ante semejante despropósito…”
Y usted en esa ocasión, como en tantas otras ocasiones anteriores por espacio de dos años y ante mi directa alusión, no negó ser el autor de semejante afirmación, sino que en un implícito reconocimiento de que la admitía como propia, dijo lo siguiente:
“……por otro lado, el hecho que parezca irrazonable que haya tantos gobernantes en el mundo…… digamos millones y millones…… yo no sé si es así y habrá millones, millones y millones…” (Minuto 10’58 de grabación en adelante).
Pero dando por buena (¡generoso que es uno, oiga!) la sorprendente afirmación en el sentido que usted no sabía si ello era así, después de haber estado enseñando por dos años semejante disparate, lo acaba de “arreglar” y en el colmo de los colmos, con lo que dice solo un poco más adelante en el citado video/artículo:
“…… ¿serán millones, millones, millones y millones?…… no lo dice la Biblia…” (Minuto 16’45 de grabación en adelante.”
Luego si esto es así, Sr. Olcese y según propia afirmación, que usted por un lado no sabía lo cierto de dicha cantidad de “millones, miles de millones” como gobernantes con Cristo, pero sí sabía que la Biblia, por otro lado, no dice nada de esto ¿por qué lo publicó entonces?...... y lo que es más ¿por qué durante casi dos años, estuvo rebatiendo mi afirmación en el sentido de que tal planteamiento era incorrecto y consecuentemente, mintiendo a sus lectores? ¿Quién en este caso, era el que demostró tener verdadero conocimiento bíblico y como mínimo, por espacio de dos años consecutivos: usted o yo?
¿Recuerda eso Sr. Olcese? Tendría que recordarlo porque ahí le demuestro el escaso conocimiento que tiene usted de la Biblia y que además de mentiroso es un desvergonzado, pues aún hoy estamos esperando que pida excusas públicamente por el engaño al que sometió por espacio de dos años (¡ahí es nada!), a la manera de los TJ con su grey y que usted tanto critica, a esos millones que según usted asegura, le leen y ven sus videos…… pero como resulta que a su entender el que no conoce la Biblia soy yo, me permito (“atrevidillo” que es uno) el desafiarle públicamente a que nos haga “un análisis a fondo”, por ejemplo, del Sal. 45:16 (es la segunda vez que se lo pido) y que me demuestre que dicho pasaje no apoya mi planteamiento en el sentido de que los notables del AT no pueden de ninguna manera, reinar con Cristo en el reino de Dios…… porque recuerde que el pasado día 13 de Enero del año en curso, en su video/artículo “La Watchrower dice: Abraham, David y los profetas, no reinarán con Cristo”, usted dijo y dirigiéndose a un servidor, tanto como esto:
“El verso usado frecuente en el Salmo 45:16, no prueba en modo alguno que estos tienen un destino diferente a la iglesia cuando se analiza a fondo.” (Negritas mías).
Y aunque yo le solicité en ese momento que hiciera dicho “análisis a fondo” y me contara el resultado, pues entiendo que las cosas no solo hay que decirlas, sino probarlas y como es costumbre en mí (no en usted), aún es el momento en que se haya atrevido a ello; obviamente, porque no tiene ni puñetera idea de lo que se lleva entre manos, o es que está “zumbao” perdido…… y dados los episodios de los sombreros, unos encima de los otros ¡pues que quiere usted que le diga, oiga!, pero buena “pinta”, aquello que se dice buena “pinta”, no tiene la cosa. Sin embargo y puesto que así parece estar la situación, volvamos a su artículo señalado al inicio de este escrito y publicado en YouTube el 01/02/13 y en donde usted asevera acerca de los 144.000 que no se dice de ellos en ningún sitio de las Escrituras, que sean estos los que tienen que reinar con Cristo en el reino de Dios (minuto 2’35 de grabación); entonces, le emplazo a que “analice a fondo” el siguiente planteamiento que le formulo y públicamente me lo rebata…… pero a mí, no a los TJ.
Porque cuando leemos con la debida atención (algo que usted no hace, por supuesto) el pasaje de Rev. 14:1 y lo analizamos a la luz del contexto escritural, nos encontramos con una afirmación rotunda en el sentido de que sí son esos 144.000 los únicos que reinarán con Cristo en su reino; porque de acuerdo que la Biblia no nos diga nada acerca de “millones, miles de millones” de gobernantes con Cristo, pero lo que está claro y puesto que estamos hablando de una “revelación” o “un poner al descubierto algo que estaba oculto” y que es la idea que transmite el término original griego para ese libro “a·po·ká·ly·psis”, es que se nos tendría que hablar del número concreto de aquellos que tendrán esa comisión; máxime cuando estamos hablando de uno de los aspectos fundamentales del reino de Dios, pues estamos hablando de aquellos que tienen que presidirlo junto al Hijo de Dios y cuando dicha Revelación fue dada, precisamente, para “para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que suceder dentro de poco” (Rev. 1:1)…… entonces no solo se nos tiene que hablar de eso, sino también de aquellos que serán súbditos del mismo, pues de lo contrario ¿de qué nos serviría dicha revelación, Sr. Olcese?; pero veamos el pasaje en cuestión:
“Y vi y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.”
Luego lo que estaba viendo en ese momento y en una visión el apóstol Juan, dada por el propio Jesucristo a través de su ángel, era el cumplimiento por adelantado de las proféticas palabras del Sal. 2:2-6 y en donde leemos lo siguiente:
“Los reyes de la tierra toman su posición y los altos funcionarios mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido 3 y dicen: “¡Rompamos sus ataduras y echemos de nosotros sus cuerdas!”.
4 El Mismísimo que se sienta en los cielos se reirá; Jehová mismo hará escarnio de ellos. 5 En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.
Pero si en la visión de Juan se nos muestra el momento en que es instalado como rey sobre Sión el Hijo de Dios, Jesucristo ¿quiénes son entonces, esos que en ese momento ocupan un lugar a su lado sobre este monte Sión, sino aquellos que le acompañan en su reinar y cuyo número está exento de cualquier duda, eso es, 144.000 miembros, pues esa es la cantidad de sus acompañantes en ese decisivo momento y según Rev. 14:1?...... no olvidemos que el Monte Sión, es el símbolo por excelencia de la gobernación divina sobre el ser humano y en donde siempre estuvo el “trono de Jehová” (1 Crón. 29:23); y de ahí, que Este lo identifique como “mi santa montaña”. Por lo que yo afirmo y contrario a lo que usted asegura sin fundamento alguno, que sí se nos dice y de forma categórica además, que solo esos 144.000 “sellados” (no se le olvide ese “pequeño” detalle, pues la “gran muchedumbre” no es “sellada”, a diferencia de esos 144.000) son los que reinarán con Cristo en el milenio y que usted, D. Mario, no puede probar lo contrario, pues solo habla, habla y habla, pero no saca textos que prueben su afirmación…… y que para uno que saca, el de Rev. 14:4, no solo lo lee mal y no lo entiende, sino que el mismo contribuye a darme la razón a mí, pues allí se nos dice que solo esos 144.000 son los “comprados” o “redimidos” de entre la humanidad, luego lo que entendido por pasiva y en un ejercicio de razonamiento lógico, significa que el resto de la humanidad, no entra a formar parte de ese grupo o proyecto divino. Y que además, como detalle adicional de que eso es así como yo se lo afirmo, tenemos lo que se nos dice en los dos versículos anteriores, eso es, el 2 y el 3 y en versión de la Reina Valera Contemporánea:
“Entonces oí una voz que venía del cielo, semejante al estruendo de un poderoso caudal de agua, y al sonido de un fuerte trueno. La voz que oí parecía ser la de arpistas que tocaban sus arpas. 3 Estaban (dichos arpistas) ante el trono, delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, y cantaban un cántico nuevo, que nadie más podía aprender sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido redimidos de la tierra.” (Acotación mía).
Entonces queda claro que el resto de mortales no podían aprender dicho cántico, por lo que es obvio y como entendería el tonto del pueblo (usted come aparte, amigo Olcese), que no podían pertenecer a dicho grupo, tal como yo afirmo y basándome tan solo en lo que nos dice Jehová en Su Palabra; luego háganos usted un “análisis a fondo” del tema en cuestión y a ver que nos saca en claro…… ¡pero hágalo, hombre!
Por otra parte, también me gustaría que iluminara mi oscurecida mente (ya sabe, por aquello de enseñar al que “no sabe”) con un “análisis a fondo” sobre otro asunto y que tiene que ver con el hecho que usted niega la afirmación de los TJ y que yo, contrario a usted sí comparto y siempre a tenor del registro escritural, en el sentido de que esos 144.000 o en su defecto, aquellos que con Cristo reinarán, conformarían lo que se conoce como un Israel “espiritual” (minuto 3 de grabación); y puesto que lógicamente no estoy de acuerdo con dicha negativa, me gustaría que me explicara y después de “analizarlo a fondo”, cómo habría que entender entonces, lo que nos dijo Pablo en los siguientes pasajes:
Rom. 8:28-29: “Porque no es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. 29 Más bien, es judío el que lo es por dentro y su circuncisión es la del corazón por espíritu (luego estaríamos hablando de algo espiritual) y no por un código escrito. La alabanza de ese viene, no de los hombres, sino de Dios.” (Acotación mía).
Rom. 9:6: “Sin embargo, no es como si la palabra de Dios hubiera fallado. Porque no todos los que provienen de Israel son realmente “Israel”.”
Gál. 6:16: “Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos haya paz y misericordia, sí, sobre el Israel de Dios.”
Porque recuerde, Sr. Olcese, el “pequeño” detalle que Jehová Dios años antes había roto su pacto con el Israel natural y establecido otro pacto, con “una nación” que diera los frutos exigidos, según palabras de Jesús:
“Por eso les digo: El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.” (Mat. 21:43).
Luego si Jehová había tomado la decisión de quitar del Israel natural el acceso al reino como reyes y sacerdotes debido al rechazo y posterior asesinato de Su Hijo Jesús ¿cómo podría estar hablando Pablo del Israel natural, al mencionar del “Israel de Dios” y que obviamente, solo podía ser la “una nación” de la que se nos habla en dicho pasaje y distinta por tanto del Israel natural? Recuerde el claro contraste que Pablo establece en Rom. 9:6 y que hemos leído, entre el Israel natural y el otro “Israel” y que solo se puede entender desde una dimensión “espiritual”, siempre a tenor de las siguientes palabras:
“Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche, fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas. Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco te perdonará a ti.” (Rom. 11:17-21).
Lo que aquí tenemos es que Pablo representa al Israel natural como un simbólico olivo, en el que son injertadas ramas que no son del mismo olivo, eso es, no son israelitas naturales sino “gentiles” o “gente de las naciones”, por lo que razonablemente y puesto que ha habido un mezclar de unos con otros, ya no podríamos estar hablando de un Israel puro o natural, sino de otra cosa y que solo puede ser un “nuevo” Israel y este ya sí aceptado por Dios, lo que solo puede significar que estamos hablando de algo en sentido “espiritual”, a tenor de lo leído en Rom. 8: 28-29 …… a menos, eso sí y que tratándose de usted, cualquier cosa se puede esperar, que dos y dos hayan dejado de ser cuatro. Pero es que el mismo argumento señalado nos valdría para las palabras de Sant. 1:1-4:
“Santiago, esclavo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están esparcidas por todas partes: ¡Saludos!
2 Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren en diversas pruebas, 3 puesto que ustedes saben que esta cualidad probada de su fe obra aguante. 4 Pero que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada.”
Porque ¿cómo podría Santiago dirigirse a las doce tribus del Israel natural (que por otra parte, diez de ellas ya no existían como tales), llamándoles “hermanos” si dichas tribus como un todo, eso es, el Israel natural, había sido repudiado por Dios y apartado por tanto, del acceso a la gobernación del reino (Mat. 21:43)? Luego espero, Sr. Olcese que nos haga un “análisis a fondo” y nos aclare a que pueblo o nación en concreto, hacían referencia en sus palabras, tanto Pablo como Santiago, partiendo de la base y como ha quedado claro, que no podríamos estar hablando del Israel natural, pues este había sido rechazado por Dios…… y que continúa aún rechazado por Este, pues a día de hoy siguen sin reconocer a Jesucristo como el Mesías prometido; a menos, eso sí, que le llevaran la contraria a Jehová, como usted hace continuamente.
Por otra parte, usted nos menciona de Rev. 20:4 y se hace a sí mismo la pregunta de si se refiere dicho pasaje a los 144.000, resolviéndola con un rotundo ¡no!...... y algo que ¡mire por donde! me recuerda a los “millones, miles de millones” que en su momento usted afirmaba como una “enseñanza” verdadera; pero leamos el texto y veamos si eso es así como usted nos lo afirma:
“Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.”
Según usted, ahí de ninguna manera se hace referencia a los 144.000, sino solo se alude a aquellos que recibieron poder para “juzgar”, a aquellos que fueron “decapitados” y a aquellos que no habiendo adorado a la bestia ni a su imagen, no habían “recibido” su marca y por ello pasaron a reinar con Cristo; dicho lo cual, permítame una pregunta ¿y a quiénes identifican dichas características por usted señaladas? Pues teniendo en cuenta que es a los apóstoles a quiénes les fue hecha la promesa de que se sentarían en tronos para juzgar (Mat. 19:28), fueron probados hasta la muerte y no recibieron la marca de la bestia, luego obviamente forman parte del grupo de los 144.000 que han de reinar con Cristo y algo que no se puede dudar (Rev. 21:14), estaríamos identificando con las características que usted nos da y sin lugar a duda alguna, sencillamente al grupo de los 144.000 y con lo que de nuevo nos encontramos ante uno de sus aberrantes y disparatados razonamientos, en un claro intento por llevar la contraria, pues no solo no sabe ni de lo que habla, sino que ni su orgullo, ni su altanería le permiten reconocer la posibilidad de que esté equivocado y que “alguien” que sepa más que usted (y no me refiero a mí persona), le pueda corregir.
Si a ello le sumamos y como ya hemos considerado, lo que leemos en Rev. 14:1 en el sentido que cuando Jesucristo es colocado como rey sobre Sión por su Padre Celestial y en armonía con el Sal. 2:6, vemos a 144.000 individuos a su lado, solo podemos entender que en Rev. 20:4 y lejos de la nueva burrada que usted nos suelta (porque hay que ser borrico para hacer semejante interpretación), solo se puede hacer referencia específica a esos 144.000 personajes…… luego otra vez más, usted se ha equivocado en su afirmación, porque repito, no tiene ni puñetera idea de lo que habla y por lo que solo plantea argumentos esperpénticos e incomprensibles para una mente medianamente amueblada. Y claro que son mártires, pues eso es lo que significa el que hayan sido “degollados” o “decapitados” y expresiones que bíblicamente solo significan, el haber sufrido una muerte de sacrificio en defensa de la fe de uno, prescindiendo del instrumento usado para dar muerte y no lo que absurdamente nos dice usted, en el sentido que solo aquellos que hayan sido específicamente “decapitados” pueden reinar con Jesucristo…… pues de lo contrario y de ser como usted disparatadamente nos dice, resultaría que Jesucristo no podría reinar en el milenio porque no murió decapitado, sino crucificado; y en cuanto a lo del apóstol Juan, tiene usted toda la información sobre el caso, en mi artículo “¿Y qué hay del apóstol Juan?” (08/10/11) y de la que en su momento, recuérdelo, fue incapaz de rebatir dicho planteamiento…… como lo es ahora, claro. Por tanto, le exijo un “análisis a fondo” de lo planteado (recuerde que usted me ha llamado mentiroso) y no una simple declaración sin prueba alguna de aquello que a usted le parece, como si su opinión fuera palabra de Dios…… o al menos, que se calle y deje de enredar y hacer el ridículo; ya con lo de los sombreros ha habido suficiente ¿no cree?
Pero ya puesto, permítame hacer referencia al hecho que usted nos afirma que los 144.000 no son los únicos que reinarán con Cristo, por lo que le hago una pregunta ¿de cuántos grupos de personas se nos habla en la Revelación, que entren al reino de Dios? Hasta dónde yo sé y sé más que usted (la duda ofendería), solo se nos habla de los 144.000 por un lado y de la “gran muchedumbre” por el otro…… y pare de contar. Y si por otra parte, tenemos en cuenta que estos últimos sobreviven a la “gran tribulación” y por lo que pasan con vida al reino de Dios, luego no han muerto y “pequeño detalle” que les impide participar de cualquier resurrección, cuanto menos de esa “primera” mencionada en Rev. 20:6…… resulta que dichos sobrevivientes no pueden reinar con Cristo; pero veamos cómo nos explica eso el pasaje en cuestión:
“Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.”
Luego está claro como el agua que los que gobiernan con Jesucristo en inmortalidad, pues eso es lo que significa el que la muerte segunda no tenga “autoridad” sobre ellos y en calidad de reyes y sacerdotes, son “estos” que participan de dicha primera resurrección…… luego como la “gran muchedumbre” sobreviviente de la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14), pasa con vida al reino, no pueden sus miembros participar de resurrección alguna; y lo que solo puede significar, contrario a lo que usted absurda y disparatadamente afirma, que los únicos que pueden reinar con Cristo son los 144.000; luego háganos un “análisis a fondo” del asunto y a ver que saca en claro…… pero de cuando en cuando, ponga un texto bíblico que apoye su argumento y si puede ser, que no esté sacado de contexto.
Por otra parte, usted afirma temerariamente que de Rev. 20:4 se desprende que si bien en dicho pasaje se “incluyen” a los que fueron decapitados, ello no significa que no haya otros muchos que también reinarán con ellos, por lo que yo le pregunto ¿me puede decir quiénes son esos otros? Porque lo que leemos en dicho pasaje y que ya hemos considerado, es que en esa escena Juan solo ve a las almas de lo que había sido degollados o decapitados por hablar de Jesucristo y a nadie más…… aparte del hecho ya mencionado, que al reino de Dios solo acceden en su inicio, los 144.000 como reyes y los sobrevivientes de la “gran tribulación” como súbditos (pues ya hemos dado las razones por las que no pueden reinar con Cristo) y nadie más, al menos según las Escrituras; pero para más claridad, veamos ahora como se vierte dicho pasaje de Rev. 20:4, en la versión de la Traducción en lenguaje actual y que dice así:
“Luego vi unos tronos y en esos tronos estaban sentados los que habían sido asesinados (no otros) por mantenerse fieles a la enseñanza de Jesús y al mensaje de Dios. Ellos no habían adorado al monstruo ni a su estatua, ni se habían dejado poner su marca en la frente ni en las manos. Ellos volvieron a vivir y Dios les dio tronos para que gobernaran con el Mesías durante mil años.” (Acotación mía).
Entonces la cosa está clara y una vez más queda demostrado, que usted, Sr. Olcese, es una total calamidad que no sabe ni de lo que está hablando, pues no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras…… de lo contrario “analice a fondo” las cuestiones que le planteo y denos una respuesta basada en textos bíblicos y no en meras especulaciones personales, a cual más disparatada; y para que no se confunda, ahí le dejo un resumen de lo que tiene que “analizar a fondo” y respondernos…… si es capaz de ello, claro:
1º El significado concreto del Sal. 45:16.
2º Lo que se nos representa y la idea que se nos transmite en Rev. 14:1, a la luz del Sal. 2:6.
3º Si Jehová había rechazado al Israel natural del acceso al reino, según Mat. 21:43 ¿a cuál Israel se refería Pablo en Gál. 6:16, cuando habló del “Israel de Dios”?
4º Si la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 no muere, sino que sobrevive a la “gran tribulación”, por lo que pasa con vida al nuevo orden o reino de Dios y por lo tanto, no puede participar de la primera resurrección de Rev. 20:6 y que es la que da la inmortalidad, así como el derecho a reinar con Cristo ¿cómo puede ser que pasen a reinar con este? ¿O es que Jehová se equivocó al transmitirle la revelación a Jesucristo, o que este no estuvo muy fino al pasarla a su ángel, o que dicho ángel no era el más listo de la clase, o que el bueno de Juan no se enteró de lo que le decían…… ¡ya sabe usted, la edad y todas esas cosas!?
5º Y ya por último, aclárenos de cuántos grupos de personas se nos habla en Rev. 7 y que estarán presentes en el reino de Dios, cuando este eche a andar y cuál de los dos, reinará sobre el otro…… pues si hay reyes, bien tiene que haber súbditos y viceversa ¡porque es que ya no queda más personal aparte de los 144.000 y los sobrevivientes de la “gran tribulación” mencionados, después de la batalla final de Armagedón y que da paso de manera inmediata al reino de Dios!...... ¿o sí queda, Sr. Olcese?
Si usted no puede resolvernos estas cuestiones y no podrá pues para ello tendría que desdecirse de todas las barbaridades que nos ha contado hasta ahora (o en su defecto, da la callada por respuesta y que es lo que me barrunto), demostrará una vez más no ser otra cosa que un total ignorante en cuestiones bíblicas, a la par que un inconsciente al jugar de esta manera con los cosas del Altísimo. Y con lo quedará claro además, que lo que se publica en mi blog sí está ajustado a lo que dicen las Escrituras y por lo tanto es fiable, mientras que en el suyo es todo lo contrario, porque no es más que una mentira sobre otra mentira; y recuerde: le he desafiado públicamente a que nos explique los puntos resumidos…… ¡a que no, Sr. Olcese!
Armando López Golart
martes, 5 de febrero de 2013
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