domingo, 10 de abril de 2016
Pues…… ¡veamos ese error, Sr. Olcese!
Y es que recién publicado nuestro artículo titulado “¿Quiénes son, los reyes que se nos mencionan en Rev. 21:24?” en el día de ayer (09/04/16), Apologista Mario Olcese me hizo llegar el siguiente correo, con oferta incluida, en los siguientes términos:
“Armando, me tomé la molestia de leer tu estudio donde intentas explicar quiénes son los reyes de la tierra de Apo. 21:24 y debo decirte que HAS COMETIDO UN ERROR GARRAFAL, PROPIO DE UN NOVATO. SI DESEAS TE DIGO CUÁL ES ESE ERROR EN PRIVADO, O SI PREFIERES LO HAGO SUBIENDO UN VIDEO EN MI CANAL. TÚ DECIDES.”
Y encima con ultimátum incluido, porque poco después me ha mandado otro, en los siguientes términos:
“Me puedes responder a mi correo molceses@hotmail.com. Te doy tiempo sólo 5 horas, después de lo cual subiré un vídeo titulado: ¿Quiénes son realmente los reyes de la tierra de Apo. 21:24.”
Sin embargo y dejando aparte esa nueva payasada, decirle en primer lugar al Sr. Olcese, que me alegra que se cuente entre mis asiduos lectores a pesar de que en su momento y en un video publicado el 24/02/16, aconsejó al “personal” en el sentido de que no visitaran mi blog (m. 9’40 de grabación), pues todo lo en el mismo contenido es “un engaño, publicado por un hombre fanático e intolerante que no tiene amor a la verdad” (¡anda quién fue a hablar!) y otras lindezas por el estilo…… excuso decir, que a partir de ese momento mi audiencia subió de forma exponencial y es que ya se sabe ¡“morbosilla” que es la gente!; por otra parte y si es cierto que he cometido un error en dicho escrito, agradezco el que me lo comunique para evitar reincidir en el mismo en lo sucesivo, pues constatado está que es de los errores de lo que uno aprende. En otro orden de cosas y ya que gentilmente me da a escoger, le ruego que señale ese supuesto (de momento) error de forma pública y por dos razones fundamentales: la primera, porque si es cierto que he cometido un error en mi exposición, los primeros en saberlo tienen que ser mis lectores, pues ellos han sido las victimas del engaño (involuntario, cierto es, pero engaño al fin y al cabo) y por lo que tienen todo el derecho de saberlo; y en segundo lugar, para que cuando al final de algunos de mis escritos aparece la apostilla “… porque nosotros, también nos podemos equivocar” (en todo caso un servidor, Armando López Golart y único responsable de todo lo que se publica en este blog), dichos lectores sepan que la cosa no va de broma.
Por otra parte, decirle al caballero en cuestión ¡que ya sería hora, que pudiera señalar algún error (obviamente doctrinal y no gramatical, que de estos “haberlos haylos”) cometido por un servidor en alguno de los 469 artículos publicados a lo largo de los más de seis años de vida de este blog! Pero en todo caso, la prudencia nos invita a no adelantar acontecimientos y ver primero a qué error se refiere el Sr. Olcese y si este es tal o, sencillamente y como nos tiene acostumbrados, la cosa no pasa de ser un simple problema de semántica, eso es, una palabra o término que no le ha caído bien y que pudiera ser cambiado por otro. Pero ello no es óbice para que agradezca y es de justicia el señalarlo, las correcciones que se me hagan y vengan de donde vengan (incluso del Sr. Olcese), pues son el acicate para que uno “espabile”, aprenda más y se asegure bien antes de afirmar algo; por lo que quedo a la espera de que el caballero en cuestión nos muestre el error cometido por un servidor y es que, en el supuesto de que ello fuera así, ya se sabe: yo…… también me puedo equivocar.
Armando López Golart
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