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jueves, 20 de junio de 2013

La supuesta pre-existencia de Jesús de Nazaret


Y disculpen si continuamos “con la burra en el pesebre” que diría un castizo, eso es, con el tema de nuestros dos últimos artículos (días 13 y 18), pero es que estamos asombrados por la cantidad de correos que recibimos (jamás nos había pasado), en el sentido que estamos equivocados en nuestra afirmación de que Jesús no fue más que un hombre nacido perfecto, pues su Padre fue el propio Dios y su madre, una virgen judía milagrosamente engendrada por Este (Luc. 1:37), dando como resultado el nacimiento de un hijo carnal de Dios y por lo tanto, al igual que en el caso de Adán, de un dios venido en carne…… por supuesto, damos por sentado que a nadie con un mínimo de sentido común, se le ocurrirá comparar a nuestro primer padre Adán, con el “estropajo” que actualmente es el hombre.

No es menos cierto, por otra parte, que en dichos correos no se nos discuten los argumentos presentados en defensa de nuestro punto de vista, sino que, o bien se nos niega la mayor sin más, o ni se nos mencionan los textos clave que hemos explicado en nuestros artículos para defender nuestra posición y con lo que queda claro, que esas personas no se han enterado de nada de lo que explicamos en ellos…… sin embargo, ahí se meten a discutir y aludiendo a textos como Col. 1:15, o Juan 1:1-3; o Juan 8:58, o Col. 1:16-17, etc.. Por lo tanto, parece que se continúa con la puñetera manía de coger un texto que dice o parece decir aquello que se necesita que diga para apuntalar determinada forma de ver las cosas y de la que no saca a uno, ni el “tato” con un barreno…… y olvidando la más elemental de las precauciones, cuando tratamos con las Escrituras: que no estamos leyendo de los escritos originales, sino de las copias de infinitas otras copias y por lo que fijarse en la escueta literalidad de ciertos pasajes, dejando aparte el contexto de los mismos o en su defecto, el general de las Escrituras y que es en definitiva el que dicta lo correcto o incorrecto de determinado planteamiento, no es del todo aconsejable.

Por lo tanto y dado que la supuesta pre-existencia de Jesús, predicada por los TJ y seguida por otros tantos indocumentados (personas faltas de la documentación necesaria para discutir de ciertos temas, que nadie se dé por ofendido), se apoya básicamente en la idea de un poderoso ser espiritual como primera creación divina y que vino a ser el colaborador en que se apoyó el Altísimo, para llevar a cabo el resto de obra creativa y al que los TJ identifican como el arcángel Miguel, aunque ignoramos como lo identificarán aquellos que no son TJ, pero que en definitiva piensan lo mismo. Pero puesto que fuere como fuere, estaríamos en todo caso hablando de un primer ser celestial impresionante creado directamente por Dios, que vino a ser posteriormente el Jesús del que nos hablan las Escrituras y que todos conocemos, veamos más argumentos que emanan del registro sagrado y en sentido contrario a esa supuesta relación…… poderoso ser espiritual vs. Jesús y viceversa. Porque resulta que en las Escrituras y algo que muchas personas no saben, sí se nos habla de un ser poderosísimo creado por Dios directamente (es obvio que Jehová tuvo que empezar por algún sitio), aunque nada se nos dice en ellas en el sentido de que dicho personaje participara de forma alguna en la creación restante, sino más bien estas se pronuncian en sentido contrario:

Isa. 44:24: “Yo Jehová, estoy haciendo todo, extendiendo los cielos, yo solo, tendiendo la tierra. Y ¿quién estaba conmigo? (o “sin nadie que me ayudara”, según versiones).”

Isa. 45:12: “Yo mismo he hecho la tierra y he creado aun al hombre sobre ella. Yo… mis propias manos han extendido los cielos y a todo el ejército de ellos he dado órdenes.”

Isa. 48:13: “Además, mi propia mano colocó el fundamento de la tierra y mi propia diestra extendió los cielos…… y cuando los llamé, juntos se presentaron ante mí.”

Isa. 66:1-2: “Esto es lo que ha dicho Jehová: “Los cielos son mi trono y la tierra es el escabel de mis pies. ¿Dónde, pues, está la casa que ustedes pueden edificar para mí, y dónde, pues, está el lugar que me es lugar de descanso? 2 Ahora bien, todas estas cosas mi propia mano las ha hecho, de manera que todas estas llegaron a ser, es la expresión de Jehová.”

Job 38:4: “¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento.”

Y recomendamos encarecidamente la lectura completa de los capítulos 38-39 de Job, para que les quede claro quién creo todas las cosas, pues queda en ellos demostrado fehacientemente, que es el propio Jehová el que nos está diciendo que no hizo uso de ningún intermediario personal para la realización del universo y lo que este contiene. Pero en todo caso, que el personaje del que estábamos hablando gozaba de un puesto de especial prominencia ante el Todopoderoso Creador, sí es cierto a tenor de lo que vamos a leer a continuación; dicha referencia la encontramos en Ezeq. 28:12-14, en donde Jehová ordena al profeta pronunciar una “endecha” (canción triste o lamento fúnebre) al rey de Tiro y en la que se contrasta su delictiva actitud, metafóricamente hablando y salvando todas las distancias, con la mantenida en su momento por el personaje al que se alude a continuación en dicho pasaje:

Hijo del hombre, levanta una endecha acerca del rey de Tiro y tienes que decirle: Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová: 

Sellas un modelo, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. 13 En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu cobertura: rubí, topacio y jaspe; crisólito, ónice y jade; zafiro, turquesa y esmeralda; y de oro era la hechura de tus engastes y tus encajaduras en ti. El día en que fuiste creado fueron alistadas (o vinieron a la existencia). 14 Tú eres el querubín ungido (o elegido) que cubre y yo te he colocado a ti. En la montaña santa de Dios resultaste estar (eso es, en el pináculo de la creación celestial). En medio de piedras de fuego te paseabas” (por tanto, un dios poderosísimo).” (Acotaciones nuestras).

Luego puesto que se nos dice de dicho personaje y al que se nos identifica con un “querubín” (no con un arcángel), que selló “un modelo” para los que le siguieran y que las piedras preciosas que lo adornaban fueron alistadas (vinieron a existir) el día en que él fue “creado”, solo podemos pensar que ese “querubín” fue la primera creación del Altísimo en el ámbito espiritual, por tanto en el entero universo y con una magnificencia, poder y belleza inigualables…… y de la prominencia que tenía ante el Soberano Señor de todo el Universo, Jehová Dios, nos habla el hecho que Este le coloco “en Edén”, al cuidado de la primera y más excelsa creación material inteligente que Dios llevó a cabo y destinada a poblar todo el universo. Esta información bíblica a la que acabamos de hacer referencia, desbarata el planteamiento de los TJ, sobre un poderoso arcángel Miguel como “primera” creación celestial y mano derecha del Altísimo en el resto de la creación, que posteriormente vino a devenir en el Jesús que transitó por algún tiempo por estos lares. Pero es que resulta que las Escrituras mismas nos dicen de dicho arcángel, que no era más que “uno” entre otros príncipes del ejercito celestial (Dan. 10:13); luego un planteamiento de los TJ totalmente incorrecto y disparatado, aceptado por no pocos indocumentados, a tenor de los correos que estamos recibiendo sobre nuestros artículos de los días 13 y 18 del actual mes de Junio. Porque lo que nos dicen las Escrituras en los versos siguientes en el relato que hemos iniciado de Ezeq. 28, nos muestran en qué derivó posteriormente esa primera y excelsa creación divina; veamos por tanto, los versos del 15 al 19 y comprobemos si esa primera creación celestial de Dios, pudo llegar a ser el Jesús que habitó entre nosotros, los seres humanos:

Estuviste exento de falta en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló injusticia en ti. 16 Por la abundancia de tus artículos de venta llenaron el centro tuyo de violencia y empezaste a pecar. Y yo te pondré como profano fuera de la montaña de Dios y te destruiré, oh querubín que cubre, de en medio de las piedras de fuego. 17 Tu corazón se hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante esplendor. A la tierra ciertamente te lanzaré (con violencia). Delante de reyes ciertamente te colocaré, para que te miren (con desprecio).

18 Por la abundancia de tus errores, debido a la injusticia de tus artículos de venta, has profanado tus santuarios. Y sacaré un fuego de en medio de ti. Es lo que tendrá que devorarte. Y te reduciré a cenizas sobre la tierra delante de los ojos de todos los que te ven. 19 En cuanto a todos los que te conocen entre los pueblos, ciertamente fijarán su vista asombrados en ti. Terrores súbitos es lo que tendrás que llegar a ser y ya no serás más hasta tiempo indefinido”.” (Acotaciones nuestras).

Y excusamos decir, que el personaje al que se hace referencia en esa narración de la profecía de Ezequiel, no es otro que el actualmente conocido como Satanás el Diablo y del que en Rev. 20:10 se nos anuncia su futura destrucción:

Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre (símbolo de destrucción eterna, según el verso 14), donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Acotación nuestra).

Por lo tanto, ese primer personaje creado por el Altísimo (repetimos que por una elemental lógica, al menos humana, por alguien tuvo que empezar Dios) no pudo ser de ninguna manera, el fiel personaje Jesús, que murió en una cruz o madero de tormento (lo que cada uno prefiera, pues lo importante no es el “cómo” sino el “qué”) en favor de la humanidad, pues el personaje mencionado en Ezequiel empezó con sus fechorías ya en el mismo jardín de Edén, entrampando a la primera pareja humana y con lo que se convirtió en Satanás (resistidor) y Diablo (mentiroso), además de en un homicida (Juan 8:44).

Luego si en el relato bíblico se nos dice que el arcángel Miguel, no era más que “uno de los príncipes prominentes” (Dan. 10:13), hay que entender que había otros de su categoría y por lo que este, ya no se ajustaría al patrón de figura preeminente delineado por los TJ para el Jesús terrenal y tenemos por otra parte, que con la primera criatura celestial creada (según se deduce de la narración de Ezequiel) y que además, no era un arcángel sino un querubín, ocurrió lo que ocurrió…… ¿nos podrían explicar los autores de los correos que hemos recibido, quién entonces era Jesús de Nazaret? ¿O es que los autores de este blog hemos leído mal y los pasajes transcritos, no dicen aquello que nosotros entendemos que dicen?

Por otra parte ¿es lógico pensar, cuando en Hebr. 2:17 leemos que “le era preciso (a Jesús) llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente”, que de no ser así, el sacrificio expiatorio de este no habría sido valido, siempre en función de la propia ley promulgada por Dios?:

Pero si ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe.” (Éxo. 21:23-25).

Entonces lo exigido para el rescate de la humanidad, no era ni más ni menos que aquello que se había perdido, por lo que para que la compensación fuera acepta por Dios y no violara Este su propia ley, tenía que ser un hombre perfecto, por otro hombre perfecto…… y algo que no siendo más que una “perogrullada”, parece que muy pocos entienden. Y ello exigía que Jesús fuera un calco perfecto de Adán y que sepamos, este no fue en manera alguna la reencarnación de algún poderoso personaje celestial, sino el resultado de que Dios soplara “aliento de vida” (Gén. 2:7) en una figura de barro que personalmente había modelado y trayendo a la existencia, como resultado de dicha acción divina, a una poderosa forma de vida material inteligente: el hombre Adán…… tan poderosa, que el propio Satanás no se atrevió a enfrentarse directamente con él, sino que se valió de la mujer para entramparlo. Y el mismo soplo o “aliento de vida” que trajo a la existencia a esa poderosa primera criatura mortal perfecta que fue Adán, es el que el Altísimo implantó en la matriz de una joven virgen judía, que esta gestó y dio forma en su vientre y que al tiempo debido, resultó en otro poderoso ser humano perfecto, Jesús de Nazaret…… y esa es toda la historia desde nuestro punto de vista, basándonos en un desarrollo lógico y sensato de lo que leemos en el registro sagrado; ya ir más allá de esto, resulta en lo que resulta: un disparate detrás otro, que no hacen más que atentar contra el más elemental sentido común y que solo sirven para engañar al personal.

Lo que lamentamos, es que esos correos mencionados al principio, o bien venían sin argumentario alternativo alguno que rebatiera nuestro planteamiento o si lo incluían, esos eran de cosecha propia y en ningún caso probaban que los textos empleados por los autores de este blog, en el sentido de que Jesús no podía ser de ninguna manera un ente distinto a Adán, estaban mal interpretados y consecuentemente mal aplicados; luego queda en pie nuestra afirmación de que Jesús no podía en ningún extremo ser distinto de Adán en el más ínfimo de los detalles, si no se quería violentar la ley divina…… y que es lo que hubiera ocurrido, de ser Jesús la reencarnación de un poderoso personaje celestial, algo que no fue Adán. Por lo que nos permitimos señalarles a esas personas, no sin antes agradecerles el que nos lean y se tomen la molestia de escribirnos (a cada uno lo suyo), que cuando se objeta sobre determinado planteamiento, no basta con decir que lo afirmado no es así o asá, o en su defecto el mandar una personal opinión del tema que sea, sino que hay que desmontar los argumentos y los textos bíblicos que a estos apoyan, del autor al que se rebate…… de lo contrario, el esfuerzo realizado para objetar cualquier planteamiento no sirve absolutamente para nada, pues no ayuda a nadie.

MABEL

martes, 18 de junio de 2013

¿Y qué hay de Filipenses 2:6 y 7? 

Eso es lo que decía escueta y literalmente, uno de los correos que hemos recibido con relación a nuestro último artículo “Jesús de Nazaret…… ¿quién fue realmente?”  (13/06/13) y en donde afirmábamos, siempre según nuestro entender, que este fue un ser humano perfecto, “engendrado” por el propio Dios en una virgen judía, no siendo por tanto un poderoso ser angelical cuya vida fuera transferida por Este a la matriz de la mujer en cuestión y dando lugar con ello, a la simple reencarnación de un poderoso ser espiritual y no a la creación de algo nuevo, como es el caso. Por otra parte, también hacíamos mención a algunos pasajes que parecían inducir a la idea de que Jesús había tenido, efectivamente, una preexistencia en la región celestial, como poderoso ser al directo servicio divino e instrumento usado por el Altísimo para llevar a cabo el acto de la creación. Entre estos, por ejemplo, citamos de Juan 8:57-58 o Juan 17:5 y a los que añadíamos a continuación la coletilla de “entre otros del mismo talante”, entre los que se contaría el pasaje mencionado; no obstante, los argumentos presentados para sostener nuestro planteamiento en el citado artículo y que no se nos han discutido en ningún momento, dejan perfectamente clara la identidad del personaje Jesús, fuera de toda duda…… pero puesto que ahí está la pregunta, vamos a contestarla y para ello, lo primero que vamos a hacer es leer el pasaje señalado y ya después lo analizaremos con detalle, para ver de qué, realmente, se nos está hablando en el mismo:

“…… quien, aunque existía en la forma de dios, no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios. 7 No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres.”

De entrada, decir que cuando se usa ese pasaje para situar la acción del mismo en un contexto celestial y con ello, avalar la idea de una pre-existencia divina de Jesús, como un poderoso arcángel y mano derecha del Altísimo, se está asumiendo un monumental disparate, pues es del todo impensable que un ser espiritual, por muy poderoso que fuera, pensara que pudiera prevalecer al rebelarse directamente contra el Soberano Señor del Universo, Jehová Dios, en un intento de usurparle el trono universal. De hecho, la más grande criatura de magnificente belleza en la aurora cósmica y según las Escrituras (Ezeq. 28:11-19), fue un magnífico querubín de una hermosura increíble y no comparable a ninguna otra creación; todos los seres angelicales que fueron creados después de él, arcángeles incluidos, no tenían la belleza ni la grandeza que poseía esa poderosa creación de Dios y que hoy conocemos como Satanás…… y a este ni se le paso por la cabeza el desafiar el poder del Altísimo, sino que centro el foco de su rebelión en la primera creación terrestre de la que estaba al cuidado, por expreso mandato divino. Luego la rebelión de ese poderoso personaje, posteriormente secundada por otros seres celestiales, se produjo después de la creación de la primera pareja humana, eso es, Adán y Eva y para conseguir el dominio sobre estos y no para conseguir ser “igual” a Dios, algo totalmente imposible.

Por otra parte ¿leemos en Fil. 2:6-7, atisbo alguno que nos indique algo parecido a una pre-existencia en la región celestial del personaje al que se hace referencia en el mismo, como nos sugieren los TJ y otros? Obviamente no y por lo que solo podemos situar la acción de ese pasaje como refiriéndose a ya estando Jesús aquí en la tierra, máxime cuando intentamos averiguar en primer lugar, el significado que tiene en las Escrituras, por ejemplo, el término “dios”, cuando no hace referencia al Altísimo:

Jesús les contestó: “¿No está escrito en su Ley: ‘Yo dije: “Ustedes son dioses”’? 35 Si él llamó “dioses” a aquellos contra quienes vino la palabra de Dios (se hace referencia al Sal. 82:6 y que iba dirigido a los jueces de Israel, luego estaríamos hablando de hombres mortales) y sin embargo la Escritura no puede ser nulificada, 36 ¿me dicen ustedes a mí, a quien el Padre santificó y despachó al mundo: ‘Blasfemas’, porque dije: Soy Hijo de Dios? (luego un “dios”).” (Juan 10:34-36). (Acotaciones nuestras).

Y Pablo, que fue uno de los que entendió perfectamente la idea, dijo esto en su momento:

Porque aunque hay aquellos que son llamados “dioses”, sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos “dioses” y muchos “señores.” (1 Cor. 8:5).

Por lo tanto, el concepto de “dios” aplicaría también a hombres poderosos, como por ejemplo, Moisés, pues el propio Jehová le dijo y con referencia a su hermano Aarón “y tiene que suceder que él te servirá de boca y tú le servirás de dios. Y esta vara la tomarás en tu mano para que ejecutes con ella las señales” (Éxo. 4:16-17). Luego, personajes tales como el citado Moisés, o Elías, o Eliseo, o incluso los Pedro, Juan, Pablo, entre otros, podrían ser considerados dioses al grado que fueron poderosos con respecto del resto de sus contemporáneos (Hech. 14:11). De hecho, el propio Adán fue un dios o ser poderosísimo y creado solo un poco inferior a los ángeles, al ser hecho a imagen y semejanza del Divino (Gén. 1:26) en la creación material; podríamos decir y salvando todas las distancias (entiendan, por favor, la idea), que así como Jehová reinaba sobre lo espiritual (obviamente el Altísimo gobierna sobre todo tipo de creación existente y por existir), le concedió al hombre Adán tener dominio sobre toda la creación material (Hebr. 2:6-7); tanto es eso así, que el mismísimo Satanás no se atrevió a enfrentarle directamente, sino que se valió de la complicidad de Eva para entramparlo. Entonces y volviendo a Fil. 2:6-7 ¿en qué sentido se puede decir de Jesús y en su estancia sobre la tierra, “existía en la forma de dios”?...... y para averiguarlo, deberíamos recuperar la lectura de Luc. 1:34-35:

Pero María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no estoy teniendo coito con varón alguno?”. 35 En respuesta, el ángel le dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios”.”

Luego lo que María concibió en su matriz, no contenía y dicho sea en términos sencillos y para no perdernos, el genoma humano sino el divino y de ahí que lo que llegara a nacer, sería un ser humano sin pecado e hijo de Dios…… por lo tanto, un “dios” tan poderoso como en su momento lo fue el perfecto Adán, que también llevaba en sus genes esencia divina y de ahí que también se nos diga de él, que fue un “hijo” de Dios (Gén. 5:1; Luc. 3:38). Y esencia divina que habría transmitido a sus descendientes, de no haber pecado y con lo que la historia de la humanidad hubiera sido totalmente distinta a como la conocemos…… y la padecemos aún hoy en día; pero ese primer dios venido en carne pecó y de ahí, que el Altísimo y para enmendar el entuerto, precisara de hacer una copia exacta de Adán (aunque el método empleado fuera distinto: creación personal de Dios en el caso de Adán {Gén. 2:7} y mediante engendramiento, en el caso de Jesús) y usara la matriz de una mujer virgen, transfiriendo en ella esencia divina de vida (equivalente al “soplo de vida” que recibió la imagen de barro de Adán y que lo trajo a la existencia), que esta virgen judía gestó en su vientre hasta que vino también a la existencia o, dicho sea ya en términos humanos, llegó a nacer un hijo de Dios (el segundo, en este caso) sobre la tierra (1 Cor. 15:45). No olvidemos, que nos diga lo que nos diga dicho pasaje u otros del mismo tenor, ya mostramos en su momento que Jesús tenía que ser un calco del primer hombre Adán según la ley de Dios (Éxo. 21:23-25), o de lo contrario el sacrificio vicario llevado a cabo por este habría quedado invalidado, siempre según la idea que se desprende de Hebr. 2:17 y del que ya les hablábamos en nuestro anterior artículo:

Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente.”

Visto ya en qué sentido Jesús vino a existir en la “forma” de dios, veamos ahora como se puede entender la expresión de que “no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios”…… que traducido al cristiano, significaría que no permitió que en su mente de hombre perfecto, asomara siquiera la idea de llegar a elevarse por encima de la condición que tenía, a diferencia de Adán que sí dioconsideración a una usurpación” al intentar ocupar en la tierra el papel que le correspondía exclusivamente a Jehová: determinar sobre ella qué era lo correcto, o qué lo incorrecto; porque recordemos que la oferta de Satanás para Adán y a través de su esposa Eva, fue la siguiente:

Ante esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. 3 Pero en cuanto a comer del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha dicho: ‘No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran’”. 4 Ante esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”.” (Gén. 3:2-5).

Y eso es lo que hizo pecar a Adán: el deseo de usurpar al propio Jehová, el derecho de Este a gobernar sobre sus criaturas y en un intento de establecer sus propias normas acerca de lo que era bueno y lo que era malo, sobre todo ser vivo que llegara a existir en su entorno terrenal. Sin embargo, Jesús no cedió a esa tentación, aunque la tal también le fue presentada por el propio Satanás y con ello, dada la oportunidad de llegar a ser más de lo que era y lo que significaba el “usurpar” o tomar posesión de algo que solo le pertenece al Divino, como es el dictar las normas sobre aquello que es correcto y lo que es incorrecto…… normas por las que nos tenemos que gobernar los seres humanos:

De modo que lo llevó hacia arriba y le mostró todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo; 6 y el Diablo le dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada y a quien yo quiera se la doy. 7 Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí (eso es, el someterse a Satanás, como sí hizo en su momento Adán), todo será tuyo.” (Luc. 4:5-7). (Acotación nuestra).

Fue en este sentido que Jesús “no dio consideración a una usurpación, a saber, que debiera ser igual a Dios”, eso es, estableciendo los parámetros de lo que era lo bueno y de lo que era lo malo; ante bien y como continúa el pasaje objeto de análisis “se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres”…… lo que significa que Jesús renunció a los privilegios consustanciales a su condición de poderoso ser perfecto y se rebajó al papel de simple hombre, ajustándose y en una prueba de humildad y sumisión a su Padre Celestial, al entorno humano en el que tuvo que vivir. Que ello es así, entendemos que queda perfectamente reflejado en un suceso normalmente pasado por alto por los estudiosos del tema, pero totalmente explícito de lo que estamos planteando en este escrito y que ocurrió en el momento del bautismo de Jesús:

Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. 14 Pero este trató de impedírselo, diciendo: “Yo soy el que necesito ser bautizado por ti ¿y vienes tú a mí?”. 15 En respuesta Jesús le dijo: “Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo (o voluntad de Dios)”. Entonces él dejó de impedírselo.” (Mat. 3:13-15). (Acotación nuestra).

Recordemos que el bautismo en agua no significaba, en última instancia, más que el reconocimiento público de los pecados de uno, pues según se nos relata en el evangelio de Marcos, Juan el bautizante se presentó en el desierto predicando el bautismo de agua en “símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados” (Mar. 4:1) y algo que lógicamente no aplicaba a Jesús, pues él era un poderoso ser perfecto y por lo tanto sin pecado (Mat. 3:11)…… sin embargo y en un intento de hacerse igual, no a su Padre Celestial, sino a sus contemporáneos terrestres, acudió a ese bautismo y lo que públicamente le declaró como igual al resto de los mortales, desprendiéndose o renunciando con ello voluntariamente a los privilegios que derivaban de su condición de ser perfecto y sin pecado. Es más, si continuamos leyendo en Fil. 2, veremos lo que se nos dice en su verso 8:

Más que eso, al hallarse a manera de hombre (eso es, pecador, a la que voluntaria y públicamente se había rebajado, aunque sin tener pecado), se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento (o “cruz”, como vierten el resto de traducciones).” (Acotaciones nuestras).

O sea y dicho de manera coloquial y sencilla, Jesús, entre escoger continuar siendo un poderoso hombre perfecto y todo lo que ello conllevaba (incluso “aspirar” a algo más, como intentó Adán), o renunciar voluntariamente a su condición privilegiada, sometiéndose a la voluntad de su Padre Celestial y pasar por todo lo que pasó, para con ello dar adelanto al propósito divino de redención…… decidió, afortunadamente para la humanidad, “despojarse” de los privilegios de su condición de poderoso hijo perfecto de Dios y llegar a estar en la “forma de hombre”, con lo que evidentemente escogió la “mejor porción” (Luc. 10:42).

Por lo que volviendo de nuevo al pasaje inicial de Fil. 2:6-7 y ya para concluir, no es lo que diga o parezca que dice un pasaje en concreto, lo que nos tiene que indicar por dónde van las Escrituras en determinado asunto, sino el contraste de este con el contexto general de las mismas…… y en este caso, dicho contexto general nos dice sin lugar a duda alguna, que Jesús no tuvo una pre-existencia celestial al lado de Jehová, en calidad de “obrero maestro” (Prov. 8:30) como nos pretenden “vender” los TJ. Y permítannos mencionarles, que para una total comprensión de lo que les acabamos de contar, es aconsejable leer el artículo de origen señalado en el primer párrafo de este escrito, pues ambos se complementan. Disculparnos también, por las expresiones un tanto “de andar por casa” que hemos empleado al expresar alguna de nuestras formulaciones, ante la carencia intelectual para encontrar otros términos más acordes con el que expresar las ideas planteadas en el tema tratado…… y en el bien entendido, que estas no son más que el reflejo de nuestro personal punto de vista sobre el asunto objeto de debate; y es que ya saben ustedes aquello de que “el que da lo que tiene, no está obligado a más”…… ¿o sí?

MABEL

jueves, 13 de junio de 2013

Jesús de Nazaret...... ¿quién fue realmente? 

Las respuestas a esta pregunta, que de ningún modo es retórica, pues estaríamos hablando del personaje que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, son tantas como escritos hay acerca del personaje y que, encima, de éstos hay “la tira” que diría un castizo. Algo que también añade a la confusión reinante entre el personal, en lo que hace referencia a la figura de Jesús, son las diferentes representaciones que de este se han ofertado, tanto en la literatura como en el celuloide. Como señaló cierto autor, a Jesús se le ha presentado desde diversas perspectivas, eso es, desde “impetuoso campeón de los oprimidos”, pasando por “payaso crucificado”, o “místico perplejo” y acabando por “charlatán bienintencionado”…… pero en realidad ¿quién o qué, fue él?

Algo de lo que no cabe ninguna duda para cualquier tipo de persona, sea atea o creyente, es que este personaje existió, pues no solo dejó una huella indeleble en el tiempo, sino que numerosos historiadores seglares de la antigüedad suministran muchas referencias que prueban fehacientemente de su existencia, si bien es cierto que no ofrecen mucha información adicional acerca de él, por lo que es del todo imposible escribir una biografía de Jesús en el sentido convencional del término. Por otra parte y para acabar de “arreglar” la cuestión, tenemos a aquellos estudiantes religiosos del día moderno que han llegado a interesarse tanto en las teorías contradictorias sobre Jesús, que han pasado por alto el contenido de los evangelios que nos hablan de él y fuentes básicas donde las haya, para averiguar la dimensión del personaje.

Tengamos en cuenta que estas fuentes de información, que son los relatos de los cuatro evangelios, basan su fiabilidad en el hecho de que sus respectivos escritores fueron compañeros íntimos de Jesús o en su defecto, personas que se asociaron personalmente con aquellos que lo fueron…… por ello, nunca se ha descubierto prueba alguna que haya logrado poner en tela de juicio, la veracidad de los hombres que escribieron esos relatos acerca de Jesús; más bien, lo contrario ha resultado ser cierto. Se cuenta que en cierta ocasión, el famoso científico Sir Isaac Newton, dijo algo parecido a esto:

Hallo más señales seguras de autenticidad en la Biblia, que en cualquier otra historia profana.

Y en algunas obras de consulta, se puede leer lo que Jean Jacques Rousseau, escritor, filósofo, músico, botánico y naturalista franco-helvético y reconocido como un “ilustrado”, a pesar de las profundas contradicciones que en todo momento le separaron de los principales representantes del movimiento intelectual llamado “de la Ilustración”, escribió a mediados del siglo XVIII:

¿Hemos de suponer que la historia evangélica es mera ficción? Al contrario, la historia de Sócrates, que nadie se atreve a poner en tela de juicio, no está tan comprobada como lo está la de Jesucristo.”

Por lo tanto y como cristianos, sería sabio considerar los hechos acerca del personaje Jesús, a la luz del registro bíblico…… y el razonar a partir del mismo, en cuanto a que tal de cierto hay en las actuales ideas que determinadas denominaciones cristianas tienen de él, como por ejemplo, el afirmar que Jesús fue el propio Dios hecho hombre; u otros, que fue un poderoso ser celestial encarnado en hombre y ya los de más allá (los menos), que por el contrario fue simplemente un hombre que engendrado por Dios, en la matriz de una virgen judía llamada María, nació como cualquier otro ser humano, solo que por no haber intervenido en dicha operación un padre imperfecto (en este caso José), el niñito engendrado nació sin pecado y por tanto, perfecto al igual que Adán antes del pecado. Por ello y si realmente deseamos saber quién fue en verdad Jesús de Nazaret, que sufrió una muerte horrible para que nosotros alcanzáramos la posibilidad de vivir eternamente y que el tiempo lo hace cada vez más necesario para el ser humano, no tenemos más remedio que, al igual que aquél que quiere beber agua fresca, acudir directos y sin ninguna idea preconcebida a la misma fuente de la que brota esta…… que en este caso, no es otra fuente que la de los mismos evangelios y con una sola pregunta en mente ¿quién fue, realmente, Jesús de Nazaret?

Acabamos de mencionar de un pasado que incluye el llamado “siglo de las luces”, concretamente el XVIII, en donde los pensadores de la época conocida como “de la Ilustración”, sostenían la teoría de que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición, la tiranía y construir un mundo mejor. Lo de conseguir un mundo mejor, es obvio que no lo consiguieron, pero sí sentaron la base para eliminar la ignorancia, la superstición y tiranía, también en este caso en el campo de la religión y que es el que nos ocupa, pues la tal tenía que ver con la capacidad de razonar con lógica y sentido común, ante los supuestos que se nos pudieran plantear en cualquier momento. Por ello, los autores de este blog y siempre a tenor de lo que entendemos del registro escritural, nos decantamos y en el asunto que hoy nos ocupa, por la tercera de las opciones planteadas, eso es, que Dios engendró a Jesús de una mujer y que por lo tanto este nació como hombre perfecto, al igual que Adán (por lo de perfecto, pues Adán no fue un hijo de Dios engendrado, sino una “creación” terrestre de Este) y llegó a ser llamado o reconocido, como “Hijo del Altísimo”:

De modo que el ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado favor con Dios; 31 y, ¡mira!, concebirás en tu matriz y darás a luz un hijo y has de ponerle por nombre Jesús. 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y Jehová Dios le dará el trono de David su padre 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre; y de su reino no habrá fin”. 

34 Pero María dijo al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no estoy teniendo coito con varón alguno?”. 35 En respuesta, el ángel le dijo: “Espíritu santo vendrá sobre ti y poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso también, lo que nace será llamado santo, Hijo de Dios”.” (Luc. 1:30-35).

Luego y dicho de una manera simple para que nos entendamos, tal como el varón cubre a la mujer y le transmite “poder” de vida en la forma de esperma y a partir de lo cual, el organismo femenino gestiona hasta transformarlo en un ser viviente, de igual manera y de forma milagrosa, Jehová y para quién nada le es imposible (v. 37), milagrosamente transfirió a la matriz de María “poder” de vida y esta concibió (quedó embarazada), empezando en ese momento la gestación de un Hijo de Dios…… tan sencillo como esto; ya a partir de ahí, todos conocemos la historia. Pero sin embargo, hay algunos como los TJ, que en función de algunos textos mal entendidos y peor aplicados, afirman que Jesús no es más que el resultado de que Jehová transfiriera a la matriz da María, la vida de un poderoso personaje celestial y que supuestamente había sido la primera creación del Altísimo y encargado, posteriormente, de llevar a cabo toda la creación restante…… a ese supuesto personaje y en la región celestial, según los TJ se le conocía como el “arcángel Miguel”. Pero como desde este blog tenemos la costumbre de ir averiguando la verdad, por el método de eliminación, veamos en principio el primer supuesto contemplado y veamos si ese niño nacido era Dios hecho hombre o no; y posibilidad que ya queda fehacientemente probada como falsa, por las palabras que un Jesús resucitado dirigió a sus apóstoles:

Jesús le dijo: “Deja de colgarte de mí. Porque todavía no he ascendido al Padre. Pero ponte en camino a mis hermanos y diles: Asciendo a mi Padre y Padre de ustedes y a mi Dios y Dios de ustedes.” (Juan 20:17).

Luego si Jesucristo estableció este plano de igualdad entre él y sus apóstoles, es obvio que él era un ser humano al igual que ellos; pues lo que vino a decirles fue que su Padre, pasaba a convertirse en el padre de ellos también y su Dios, en el Dios de ellos…… lo cual significaba que Jesucristo no era el mismo Dios, pues de lo contrario habría mentido a sus apóstoles. No olvidemos por otra parte, el reconocimiento que el propio Jehová hizo de Jesús en su momento, cuando dijo: “Este es mi Hijo, el amado, a quién he aprobado” (Mat. 17:5) y que de no haber sido esto así en todo el extenso sentido de la expresión, nos encontraríamos con que el mismo Dios habría mentido y algo que el Altísimo no puede hacer (Tito 1:2). Luego descartado el que Jesús fuera el mismo Dios, veamos qué hay de lo que dicen los TJ en el sentido de que este era un poderoso arcángel de nombre Miguel, primera creación de Dios e instrumento usado por Este para crear el resto de lo que existe, tanto en el mundo de lo espiritual, como en el mundo de lo material; sin embargo, veamos que se nos dice en las Escrituras del citado Miguel, por boca de otro poderoso mensajero celestial y que algo sabría del tema:

Pero el príncipe de la región real de Persia estuvo plantado en oposición a mí por veintiún días y, ¡mira!, Miguel, uno de los príncipes prominentes, vino a ayudarme; y yo, por mi parte, permanecí allí al lado de los reyes de Persia.” (Dan. 10:13).

Entonces lo que se nos dice en ese pasaje, es que el tal arcángel Miguel, no era más que “uno” de los varios príncipes prominentes existentes entre los ángeles y no, como nos quieren hacer creer los TJ, el personaje más excelso después de Jehová y por lo tanto, la máxima autoridad después de Este…… de lo contrario, poco o ningún sentido tendría esto que leemos en Hebr. 1:5:

Por ejemplo, ¿a cuál de los ángeles dijo él alguna vez: “eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre”? ¿Y otra vez: “Yo mismo llegaré a ser su padre y él mismo llegará a ser mi hijo”?”.

Por lo que solo podemos concluir, que Jesús no era el arcángel Miguel encarnado en un cuerpo humano, porque de lo contrario las siguientes palabras del apóstol Pablo resultarían ser del todo falsas:

Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, 6 que se dio a sí mismo como rescate correspondiente por todos... de esto, ha de darse testimonio a sus propios tiempos particulares.” (1 Tim. 2:5-6).

Tengamos en cuenta que si Jesús hubiera sido un poderoso ser espiritual reencarnado en el cuerpo de un hombre, según nos exponen los TJ y que según nos afirman, al resucitar “recobró” su anterior condición celestial, no podríamos estar hablando de un hombre como “mediador entre Dios y los hombres”, pues en el resultado final de esa singularidad que presuntamente fue Jesús, prevalecería la de poderoso personaje celestial a la de hombre mortal…… y por lo que en el pasaje mencionado, de nuevo se nos estaría mintiendo. Pero veamos otro aspecto que nos prueba que Jesús no era una persona que hubiera tenido una preexistencia espiritual, pues tenemos el testimonio de aquellos que lo habrían reconocido de inmediato de haber sido así y que de no haber sido Jesús quién decía ser, eso es, un “hijo del hombre” y para resaltar su condición estrictamente humana, hubiera sido fácilmente desenmascarado; en este caso, el primer testimonio procede de parte de un poderoso espíritu inmundo o demonio y el segundo, de otros “coleguillas” de este, pero de menor “enjundia”:

Mar. 5:5-7: “Y continuamente, noche y día, aquel estaba en las tumbas y en las montañas dando gritos y cortándose con piedras. 6 Pero al alcanzar a ver a Jesús desde lejos, corrió y le rindió homenaje 7 y, habiendo clamado en alta voz, dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te pongo bajo juramento por Dios que no me atormentes”.”

Luc. 4:40-41: “Pero cuando estaba poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas dolencias los trajeron a él. Poniendo las manos sobre cada uno de ellos, él los curaba. 41 Salían también demonios de muchos, clamando y diciendo: “Tú eres el Hijo de Dios”. Pero él, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.”

Luego si esos demonios sabían quién era Jesús y lo identificaban como el Hijo de Dios y no como el arcángel Miguel, es obvio que estamos hablando de dos personajes totalmente distintos el uno del otro y que de no ser así, esos demonios también lo habrían sabido, pues en un tiempo habían estado con ese príncipe de los ángeles y por tanto lo conocían; pero veamos otro aspecto de nos muestra que ello es así. Los TJ dicen que una vez muerto Jesús, lo que fue realmente resucitado fue el poderos ser celestial Miguel el arcángel, que volvió de nuevo a su anterior condición de segundo ser más poderoso del Universo…… pero recordemos que Jesús, como heredero legal del rey David (Mat. 21:4-9), tiene que reinar desde la tierra durante el período de mil años del reino de Dios:

Porque ha fijado un día en que se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón a quien ha nombrado y ha proporcionado a todos los hombres una garantía con haberlo resucitado de entre los muertos.” (Hech. 17:31).

Por lo que si lo que había sido muerto, había sido el “varón” designado por Jehová para ejecutar juicio sobre la tierra y sobre lo cual no hay ninguna duda, aquello que fue resucitado tenía que ser el mismo “varón” que fue ejecutado y no otro (un tan arcángel Miguel) al que no conocían sus discípulos y con lo que se invalidaría la mencionada garantía…… y que ello tiene que ser así, nos lo confirman las propias Escrituras:

Porque no es a ángeles a quienes él (Jehová) ha sujetado la tierra habitada por venir (el reino de Dios), acerca de la cual hablamos.” (Hebr. 2:5). (Acotaciones nuestras).

Y si la cosa fuera como nos la cuentan los TJ, la tierra estaría gobernada por el poderoso arcángel Miguel (en definitiva por un ángel) y no por el “hombre” Cristo Jesús (1 Tim. 2:5) y con lo que resultaría que, aparte de ser un fraude lo afirmado por dicho pasaje, nos encontraríamos con que dicho arcángel tendría que bajar a la tierra, pues es en ella desde donde se llevará a cabo dicha gobernación real…… aunque los TJ absurdamente afirmen que ducha gobernación se ejercerá desde el cielo; pero veamos otra afirmación de un personaje que, obviamente, sabía de lo que estaba hablando:

Más no es con el don como fue con la ofensa. Porque si por la ofensa de un solo hombre (Adán) muchos murieron, mucho más abundaron para los muchos la bondad inmerecida de Dios y su dádiva gratuita con la bondad inmerecida por el solo hombre, Jesucristo.” (Rom. 5:15). (Acotación nuestra).

Queda a todas luces claro, que Pablo y que, repetimos, sabía de lo que hablaba, pone en un plano de igualdad al hombre Adán, con el “solo hombre” Jesús y con lo que en la misma redacción del texto en cuestión, se deja claro que Jesús era solo un hombre y no un poderoso ser espiritual “disfrazado” de hombre. Y en llegando aquí, ya nos encontramos con la propia ley de Dios y que sería flagrantemente violada, si Jesús fuera otra cosa más allá de un perfecto hombre mortal durante su estancia en la tierra (equivalente a Adán), pues esto es lo que dice la Ley de Dios dada a su pueblo Israel:

Pero si ocurre un accidente mortal, entonces tienes que dar alma por alma, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe.” (Éxo. 21:23-25).

Eso es, dar en pago exactamente lo equivalente al mal que se había causado y no, más o menos parecido…… y ese desequilibrio se habría causado, si Jesús hubiera sido un poderoso ser espiritual y no un hombre como cualquier otro, pues nos encontraríamos con que lo que perdió un hombre perfecto, lo recuperaría un poderoso ser espiritual, pues en definitiva eso es lo que nos dicen los TJ que transmitió el Altísimo a la matriz de María: la vida del arcángel Miguel; y que para entendernos, podríamos decir que lo que perdió el hombre mortal Adán, lo recuperó un dios poderoso, pues en definitiva eso es lo que es un arcángel:

Dios está apostándose en la asamblea del Divino; en medio de los dioses él juzga.” (Sal. 82:1).

Y con lo que siendo esto así, no se habría respetado, definitivamente, le equivalencia establecida por el propio Jehová, por lo que queda más claro si cabe que Jesús era Jesús y el arcángel Miguel, uno más entre los poderosos seres o “príncipes” celestiales creados por Dios para su servicio exclusivo (Dan. 10:13). Pero salmo el mencionado, que desmonta uno de los argumentos más recurridos por los TJ para sostener su disparatado planteamiento, pues ellos hacen hincapié en las palabras que dirigió Jehová supuestamente a ese “obrero maestro”, como llaman esos señores al poderoso personaje celestial y que, supuestamente, llegaría a ser posteriormente el Jesús terrenal que todos conocemos; y palabras que encontramos en Gén. 1:26-27:

Y Dios pasó a decir: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra”. 27 Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.”

Sin embargo y a tenor de lo considerado hasta el momento, ello no puede ser así y por lo que habría que encontrar a aquellas personas o seres celestiales a las que se pudo dirigir El Divino, para ponerles en antecedentes de lo que pensaba hacer; cuestión que de momento nos lleva al último libro de la Biblia y en donde por primera vez al hombre, se le da una vivida visión del “organigrama” celestial…… por lo tanto, veamos qué se lo mostró a un estupefacto apóstol Juan:

Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una puerta abierta en el cielo y la primera voz que oí era como de una trompeta, que hablaba conmigo y decía: “Sube acá y te mostraré las cosas que tienen que suceder”. 2 Después de estas cosas, inmediatamente llegué a estar en el poder del espíritu y, ¡miren!, un trono estaba en su posición en el cielo y hay uno sentado sobre el trono. 3 Y el que está sentado es, en apariencia, semejante a una piedra de jaspe y a una piedra preciosa de color rojo y alrededor del trono hay un arco iris de apariencia semejante a una esmeralda. 

4 Y alrededor del trono hay veinticuatro tronos y sobre estos tronos vi sentados a veinticuatro ancianos vestidos de prendas de vestir exteriores blancas y sobre sus cabezas coronas de oro. 5 Y del trono proceden relámpagos y voces y truenos; y hay siete lámparas de fuego ardiendo delante del trono y estas significan los siete espíritus de Dios.” (Rev. 4:1-5).

Lo que Juan vio en esta inconmensurable visión, no era otra cosa y por resumirlo a una mínima expresión, al Todopoderoso Soberano del Universo, Jehová Dios, rodeado de su poderoso consejo regente, en asamblea permanente y lo que nos retrotrae de nuevo al Sal. 82:1 mencionado, en dónde hemos leído que en la “asamblea del Divino, en medio de los dioses, Él juzga”. Luego lo que habría que entender, es que Jehová pone en antecedentes de sus propósitos a ese poderoso consejo permanente de “ancianos” o dioses y por lo tanto, es a ellos a quienes probablemente fueron dirigidas las palabras de Gén. 1:26-27. No obstante eso, aún nos quedaría cierta resistencia pendiente por ahí, pues para demostrar la veracidad de su planteamiento, los TJ usan unas “intrigantes” afirmaciones en diversos pasajes y que siendo cierto que las dijo el propio Jesús, ya no está tan claro que el significado de las mismas sea el que le dan esos señores…… pero veamos las palabras de Jesús:

Juan 8:57-58: “Por eso le dijeron los judíos: “Todavía no tienes cincuenta años ¿y sin embargo has visto a Abrahán?”. 58 Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara a existir, yo he sido.”

Juan 17:5: “Así que ahora, Padre, glorifícame al lado de ti mismo con la gloria que tenía al lado de ti antes que el mundo fuera.”

¿Apoyarían estos pasajes, entre otros del mismo talante, el que Jesús hubiera tenido una preexistencia celestial al lado de Jehová, como un poderoso arcángel llamado Miguel? Obviamente no, pues cuando leemos las Escrituras hay que enfocarlas desde el punto de vista de Dios y no, desde el particular punto de vista del ser humano y para que estas se ajusten a lo que uno necesite en un momento determinado, para apoyar una idea preestablecida…… y es que la Biblia no está para amoldarse a nuestras expectativas, sino para que amoldemos nuestras expectativas a lo que dice la Biblia. Veamos: cuando el hombre pecó, este no solo fue expulsado del paraíso, sino que también fue expulsado de la presencia de Dios y por lo que se acabó un “mundo” que gozaba del favor de Este y se entró en “otro” mundo nuevo, gobernado por el pecado y en manos de Satanás (Luc. 4:5-7); y razón por la que Jesús pudo decir que antes que el mundo fuera (ese mundo de pecado en dónde vino a la existencia) él ya existía o tenía gloria al lado de su Padre Celestial…… ahora bien ¿cómo pudo ser esto, si hemos dicho que Jesús no tuvo una preexistencia celestial, como la que le atribuyen los TJ?

Pues porque en el mismo momento de producirse el pecado, ya Jehová diseño un plan de restauración y que tenía que ver básicamente con el sacrificio de un hombre perfecto, que compensara por el error de Adán (1 Cor. 15:45) y a su vez, la creación de una “administración (o gobierno) al límite cabal de los tiempos” (Efe. 1:10), que recondujera la situación a cómo se propuso Jehová que fueran las cosas en un principio…… ya partir de ese momento, fue que Jesús vino a la existencia en la mente de Dios y por lo que este pudo decir que el “había sido” o había “existido” antes que Abraham. Luego para entender de qué estamos hablando, hay que incorporar determinados aspectos a la cuestión y que se relacionan con la presciencia e infinito poder de Dios; veamos unos pocos pasajes en ese sentido:

Isa. 46:10: “Aquel que declara desde el principio el final y desde hace mucho, las cosas que no se han hecho; Aquel que dice: ‘Mi propio consejo subsistirá y todo lo que es mi deleite haré.”

Isa. 55:10-11: “Porque tal como la lluvia fuerte desciende y la nieve, desde los cielos y no vuelve a ese lugar, a menos que realmente sature la tierra y la haga producir y brotar y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, 11 así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.

Luc. 20:37-38: “Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová “el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob”. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.”

Rom. 4:17: “…… así como está escrito: “Te he nombrado padre de muchas naciones”. Esto fue a vista de Aquel en quien tenía fe, sí, de Dios, que vivifica a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran.”

Ya hemos dicho, que a menos que veamos las Escrituras desde el punto de vista de Dios, no es posible entenderlas; y es que para nuestro Creador y aún antes de ser expulsado Adán y Eva del paraíso por su pecado, Jesucristo ya vino a la existencia en Su Mente, por lo que bien pudo decir el profeta del personaje Jesús, que “su origen, es de tiempos tempranos” (Miq. 5:2); y no solo el de Jesús, sino también el “origen” de aquellos que le tendrían que acompañar en su gobernación y por lo que Pablo pudo decir también lo siguiente:

“…… en unión con el cual a nosotros también se nos asignó como herederos, por cuanto fuimos predeterminados según el propósito de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera como su voluntad aconseja, 12 para que sirviéramos para la alabanza de su gloria, nosotros los que hemos sido los primeros en esperar en el Cristo.” (Efe. 1:11).

No en este caso que Jehová predeterminara que concretamente un tal Pedro, o un tal Juan, o un tal Pablo, etc. hubieran sido pre-escogidos, sino que como grupo o “clase” de Hijos adoptivos, había sido predeterminada también su aparición en el plan divino de redención…… es en este sentido, que todos esos personajes vinieron a la existencia y desde el punto de vista de Jehová antes de que el mundo (el actual mundo de pecado) fuera. No olvidemos, que desde que pecaron Adán y Eva, hasta que estos produjeron la primera descendencia (Caín) afectada por el pecado, hecho que se produjo ya fuera del paraíso y evento con el que inició el mundo actual de pecado, pasó algún tiempo (Gén. 4:1).

Dicho lo cual, permítannos una pequeña reflexión de índole personal, pues hay un detalle que a nosotros no nos cuadra con el “papel” que los TJ le quieren dar al arcángel Miguel, en el sentido que fuera el “niño mimado” o mano derecha de Jehová y el más elevado de los seres celestiales, cuando lo que hemos leído de él, es que era uno de tantos entre “los príncipes prominentes” y punto…… eso es, uno más entre otros tan prominentes como él (Dan. 10:13). Y situación que no le postula como la figura que nos quieren pintar esos señores, cuando tal parece que hubo otro ser más elevado que el arcángel Miguel; por tanto, veamos que nos dicen las Escrituras, acerca de ese otro personaje celestial y al que se hace referencia en el siguiente pasaje, en una endecha dirigida al rey de Tiro y en la que Jehová establece algunas similitudes entre ambos personajes:

Y continuó ocurriéndome la palabra de Jehová y dijo: 12 “Hijo del hombre, levanta una endecha acerca del rey de Tiro y tienes que decirle: Esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová”: “Sellas (o estableces) un modelo, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. 13 En Edén, el jardín de Dios, resultaste estar. Toda piedra preciosa fue tu cobertura: rubí, topacio y jaspe; crisólito, ónice y jade; zafiro, turquesa y esmeralda; y de oro era la hechura de tus engastes y tus encajaduras en ti. El día en que fuiste creado fueron alistadas (luego no podía existir otro con tanta gloria y extrema belleza, como ese personaje). 14 Tú eres el querubín ungido que cubre y yo te he colocado a ti. En la montaña santa de Dios resultaste estar. En medio de piedras de fuego te paseabas. 15 Estuviste exento de falta en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló injusticia en ti. 

16 Por la abundancia de tus artículos de venta llenaron el centro tuyo de violencia y empezaste a pecar. Y yo te pondré como profano fuera de la montaña de Dios y te destruiré, oh querubín que cubre, de en medio de las piedras de fuego. 17 Tu corazón se hizo altivo debido a tu hermosura. Arruinaste tu sabiduría por causa de tu radiante esplendor. A la tierra (eso es, apartado del cielo o de la presencia de Dios) ciertamente te lanzaré. Delante de reyes ciertamente te colocaré, para que te miren”.” (Ezeq. 28:11-17). (Acotaciones nuestras).

Luego mientras que del arcángel Miguel se nos dice que era uno más entre otros príncipes sobre los ángeles (Dan. 10:13), el personaje del que se nos cita en Ezequiel, tal parece ser que era algo especial y por encima de los arcángeles: vemos que fue establecido como un modelo de sabiduría y belleza, sobre otros; el día en el que él fue creado, fueron alistadas o preparadas las hermosas piedras preciosas que lo adornaban y fue puesto en el jardín de Edén, al cargo de la creación terrestre de Jehová. Otra cosa que vemos en ese pasaje de las Escrituras, es el papel preponderante de los querubines (no así de los arcángeles, que ni se mencionan), pues siempre se les encuentra cerca de Dios; por ejemplo, cuando se construyó el arca del Tabernáculo, se pusieron dos querubines formando una sola pieza con la cubierta o propiciatorio, dispuestos cara a cara, uno a cada extremo y cubriéndolo con sus alas (Exo. 25:18-20; 37:7-9). Eran un símbolo de la presencia del Altísimo y un recordatorio a la vez, de la distancia que separa a Este del hombre pecador, pues lo que Jehová puso para guardar el acceso al paraíso después del pecado, fueron precisamente querubines (Gén. 3:24); por otra parte, vemos que la gloria del Creador, se manifestaba entre y sobre los querubines, en una clara manifestación de la cercanía de estos con el Creador…… veamos algunos pasajes que nos hablan de ello:

1 Sam. 4:4: “De modo que la gente envió a Siló y se llevaron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que está sentado sobre los querubines. Y los dos hijos de Elí estaban allí con el arca del pacto del Dios verdadero, a saber, Hofní y Finehás.”

2 Rey. 19:15: “Y Ezequías se puso a orar delante de Jehová y a decir: “Oh Jehová el Dios de Israel, sentado sobre los querubines, tú solo eres el Dios verdadero de todos los reinos de la tierra. Tú mismo has hecho los cielos y la tierra”.”

Sal. 80:1: “Oh Pastor de Israel, de veras presta oído, tú que estás conduciendo a José justamente como a un rebaño. Oh, tú, que estás sentado sobre los querubines, resplandece, sí.”

Isa. 37:16: “Oh Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, sentado sobre los querubines, tú solo eres el Dios verdadero de todos los reinos de la tierra. Tú mismo has hecho los cielos y la tierra.”

Ezeq. 10:4: “Y la gloria de Jehová procedió a levantarse desde los querubines hasta el umbral de la casa y gradualmente la casa se llenó de la nube y el patio mismo estaba lleno del resplandor de la gloria de Jehová.”

Por otra parte, había figuras de querubines bordadas sobre los tapices del Tabernáculo (Éxo. 26:1); y el Templo de Salomón, por mucho más espléndido que el Tabernáculo, tenía dos gigantescos querubines, cuya altura era de casi 5 m. y la envergadura del arco formado por las dos alas era de 10 m. Estos querubines, de madera de olivo, estaban cubiertos de oro (1 Rey. 6:23; 28) y además, había querubines, además de palmeras y flores abiertas, esculpidos alrededor de los muros del Templo (1 Rey. 6:29) y lo cual nos habla de la prominencia de estas poderosas criaturas, siempre relacionadas con el entorno más inmediato del Altísimo; no olvidemos, que a orillas del Quebar, Ezequiel tuvo una visión de querubines, en la que cada uno de ellos tenía cuatro rostros y cuatro alas (Ezeq. 10:1; 22). Estos querubines eran idénticos a los “cuatro seres vivientes” que el profeta había visto anteriormente; los cuatro rostros eran, respectivamente: de hombre, de león, de buey y de águila y semejantes, dato importantísimo, a las que el apóstol Juan nos describe en Rev. 4:6; 9. Porque si ello es así y no entendemos que pueda ser diferente, Juan estaba teniendo en ese momento (como ya les hemos apuntado), una visión del organigrama de las cosas celestiales y lo que nos muestra que esos “cuatro seres vivientes” que Juan vio como más cercanos al trono del Soberado del Universo, Jehová Dios y que se corresponden a los vistos por Ezequiel, son querubines y lo que pone en entredicho, repetimos, como nos pretenden hacer creer los TJ, que fuera un arcángel de nombre Miguel el más cercano al Altísimo y mano derecha de Este…… por cierto, el querubín mencionado en Ezeq. 28:11-17, no es otro que el personaje Satanás que conocemos hoy en día.

Entonces y todo considerado, no parece plausible la afirmación de un arcángel como el enviado del Altísimo y futuro heredero del mundo, tal como nos afirman los TJ, pues de ser cierto su particular planteamiento nos encontraríamos con que en el milenio seríamos gobernados por un arcángel, pues el Jesús que les prometió a sus apóstoles que “en la re-creación, cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso” ellos también se sentarían sobre tronos para reinar con él, resulta que desapareció y en su lugar apareció un personaje con el cual ellos no tuvieron ningún trato. Recordemos, por otra parte, que cuando se produjo la conversión de Pablo, las palabras que le fueron dirigidas a este fueron las siguientes:

“…… y él cayó a tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me estás persiguiendo?”. 5 Dijo él: “¿Quién eres, Señor?”. Él dijo: “Soy Jesús, a quien estás persiguiendo”.” (Hech. 9:3-5).

¿No habría estado mintiendo el personaje tras esa voz, cuando admitió ser Jesús, si realmente no hubiera sido la misma persona en todos sus extremos, que conocieron los apóstoles entre otros y que había muerto crucificada y posteriormente resucitada? Porque, además, tenemos que tener en cuenta que durante el tiempo (cuarenta días) que permaneció en la tierra, después de su resurrección, fue el mismo ser y con el mismo cuerpo, cicatrices incluidas, que unos días antes agonizaba colgado en un instrumento de crucifixión, como un vulgar criminal y que poco después, vieron elevarse en las nubes, camino al encuentro con su Padre Celestial…… y dato importantísimo este, pues en ese momento, un ángel les dijo lo siguiente:

Y estando ellos mirando con fijeza al cielo mientras él se iba, también, ¡mira!, dos varones con prendas de vestir blancas estuvieron de pie al lado de ellos 11 y dijeron: “Varones de Galilea ¿por qué están de pie mirando al cielo? Este Jesús que fue recibido de entre ustedes arriba al cielo, vendrá así de la misma manera como lo han contemplado irse al cielo”.” (Hech. 1:10-11).

Luego, primero, tiene que regresar la misma persona y con el mismo cuerpo que ellos vieron marchar y segundo, Jesús tiene que volver y por lo que no puede reinar desde el cielo como nos aseguran los TJ, en otro de sus absurdos planteamientos. Recordemos que cuando los apóstoles le preguntaron por las señales que marcarían su segunda venida, Jesús no negó este extremo, sino que se las dio y con lo que implícitamente estaba reconociendo, la realidad de su regreso en un futuro distante a la tierra de la que pronto partiría.

Por lo tanto ¿quién fue Jesús de Nazaret? Pues un judío nacido de una virgen judía, milagrosamente fecundada por Dios y prueba de que ello fue así, lo muestra el hecho que el propio Jehová reconoció a Jesús como su único hijo en el momento de su bautismo y lo ungió con Su espíritu santo, lo que le dotó de los grandes poderes que, propios de un Hijo de Dios, este desplegó durante su ministerio; así mismo reconocido como heredero legal del trono de David (Luc. 1:32-33) y por tanto, el rey nombrado por el Altísimo para gobernar durante los mil años del reino de Dios…… y recompensado por Jehová, debido a su lealtad sin fisuras, al darle “el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo del suelo” (Fil. 2:9-10). Luego no pudo ser un arcángel re-encarnado en un hombre, como se nos quiere hacer creer, pues de lo contrario lo siguiente habría sido mentira:

Hebr. 2:9; 14; 17: “Contemplamos a Jesús, que había sido hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte (……). Por lo tanto, siendo que los ‘niñitos’ son partícipes de sangre y carne, él también de igual manera participó de las mismas cosas (……). Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto.”

¿Y cree alguien honestamente, que si Jesús hubiera sido la reencarnación de un poderosísimo ser celestial, hubiera podido ser igual en todo respecto, a aquellos que llegaron a convertirse posteriormente en sus “hermanos” de adopción? Tengamos en cuenta que son los propios TJ los que afirman que no existe tal cosa como la “reencarnación” y que ellos mismos definen como el que un “alma” o vida se pueda transferir o mudarse a otro cuerpo en el momento de su muerte y, por decirlo de alguna manera, nazca con otro cuerpo distinto del que tuvo en una vida anterior. Y es que en la revista ¡Despertad! del año 94 y en su número del 8 de Junio, en una serie de tres artículos en los que nos hablan de la citada “reencarnación”, en el tercero de ellos “¿Enseña la Palabra de Dios la reencarnación?” y bajo el subtema “Vida eterna en la Tierra”, plantean la siguiente cuestión:

Sin embargo, a las preguntas ¿ha vivido usted antes? (……) la Biblia responde: no, usted no ha vivido ninguna otra vida más que la actual.”

Luego si la Biblia no contempla dicha posibilidad y eso, obviamente, aplicaría a todos los seres humanos ¿por qué nos dicen esos señores que Jesús de Nazaret si tuvo una vida pasada y por lo que dicho personaje, no hubiera sido más que la reencarnación de otro ser anterior a él, espiritual o material y que para el caso, tanto da, que da lo mismo? Y da lo mismo en cualquier caso, puesto que ello de igual manera lo haría no semejante, sino totalmente distinto de aquellos que tenían que llegar a ser sus “hermanos”, lo cual invalidaría (y ahí está la gravedad de la situación) su sacrificio de rescate, siempre en función de lo que leemos de Hebr. 2:17:

Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente.”

 Entonces y según se sobreentiende del párrafo en cuestión, vemos que si Jesús no hubiera llegado a ser semejante en todo respecto a sus hermanos, no habría llegado a obtener la condición de sumo sacerdote y sin la cual, no hubiera podido ofrecer el sacrificio de su cuerpo perfecto en beneficio de la humanidad. Y con lo cual, todo el “invento” se hubiera ido al garete y no podríamos estar ahora esperanzados en un nuevo mundo, en “donde la justicia habrá de morar” (2 Ped. 3:13) y en donde el ser humano volverá a vivir una vida de plenitud al igual que al principio y ello por una eternidad. Maravillosa esperanza, no obstante, que borran de un plumazo esos “genios” del llamado cuerpo gobernante de los TJ, con la disparatada enseñanza que hemos considerado en este artículo; ahora bien, si sus “otras ovejas” se lo “tragan”…… pues eso.

MABEL