viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Y encima presume!

Y es que el que no se consuela, obviamente es porque no quiere y si no, tomen ejemplo del Sr. Olcese, que en su intento por conseguir cambiar una situación que no tiene posibilidad de ello y que es el demostrarnos que tiene la razón en sus disparatadas enseñanzas, vean lo que nos acaba de decir, en un nuevo correo personal que nos ha mandado:


DELE UN VISTAZO A LOS 2 ENLACES...¡Y BUEN PROVECHO!‏


Mario A. Olcese Sanguineti


Para Armando López



¿Y a qué está haciendo referencia, dicho caballero? Pues a dos encuestas en las que poniendo en contraste nuestra posición sobre el tema objeto de la pregunta, diametralmente opuesta a la suya, lógicamente, publicó en su blog el pasado día ocho del corriente mes de Noviembre y en las que se planteaban dos cuestiones: en la primera de ellas se le preguntaba al lector, sobre lo siguiente:

¿Cree usted que Abrahán (el padre de la fe) y el legendario rey David, serán meros súbditos, vasallos o plebeyos, en el reino davídico por restaurarse?”.

Ahora bien ¿cuál ha sido el resultado obtenido hasta ahora y casi tres días después de haber sido publicada? Pues en este momento en que vamos a publicar este escrito, veinte personas habían contestado no, cuatro habían contestado y dos, afirmaban no saberlo: en total, 26 personas se habían pronunciado.

En la segunda de las citadas encuestas, la pregunta formulada era la siguiente:

¿Cree usted que la única forma de reinar con Cristo, es muriendo en el martirio?

Y que en el momento de escribir estas líneas, el resultado arrojado era de veinte personas que habían dicho no, dos habían contestado y tres, afirmaban no saberlo: en total, 25 personas habían dado su opinión.

Y ya nos tienen al Sr. Olcese completamente eufórico, escribiéndonos el correo en cuestión, exultante ante tan “aplastante derrota” por nuestra parte, cuándo y por espacio de casi tres días (repetimos), solo 51 personas en total, han respondido a su llamado y ya pasando por alto, que lo más probable es que muchas de las que se pronunciaron en una encuesta, lo hicieran también en la otra y con lo cual, el número real de personas interesadas en semejante chorrada, fuera aún menor…… y este es el interés que suscita D. Mario entre sus lectores. Luego estaríamos hablando de un auténtico fracaso personal del Sr. Olcese, a pesar de tantos seguidores como dice tener, según propia afirmación acerca de los “innumerables” correos que diariamente nos cuenta que recibe; recordemos que en un artículo del pasado día cuatro y titulado “Para algunos individuos nada les es puro”, iniciaba el mismo diciendo lo siguiente:

Todos los días recibo mucha correspondencia de mis lectores que seguramente sería la envidia de muchos blogueros. Tan sólo al 10% de esa correspondencia me sería imposible responder!” (Negritas nuestras).

Sin embargo, queridos lectores, convendrán con nosotros que conciliar dicha afirmación, con la pírrica respuesta recibida en las citadas encuestas, algo dificilillo si está ¿o debemos de entender que una vez más, D. Mario nos ha mentido, al hacer semejante declaración? Porque lo que está claro, es que no ha sido precisamente una avalancha de gente la que ha atendido su petición…… y conste que el que nos da los resultados es él mismo, pues nosotros ni quitamos ni ponemos: solo tienen que hacer un clic sobre las palabras View Results que encuentran en la parte inferior del recuadro de la encuesta, para que se le abran los distintos resultados de la misma.

Pero veamos la otra parte de la cuestión (que es a lo que el Sr. Olcese quiere dirigir la atención) y que tiene que ver con la “estrepitosa” derrota de nuestros planteamientos, frente a la tesis contraria que defiende D. Mario. Pero veamos: de entrada, en la primera de esas encuestas, nosotros también nos sumamos al no, pues jamás hemos hecho semejante afirmación, sino más bien al contrario, siempre hemos manifestado que dichos personajes, lejos de ser meros súbditos, vasallos o plebeyos en el reino de Dios, ocuparán altísimos cargos y siempre según el Sal. 45:16:

En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.”

Nosotros solo afirmamos que no ocuparan plaza de reyes entre Jesucristo y sus hermanos, tal como deja perfectamente claro dicho salmo, al colocar a los citados personajes (sus antepasados), como sus hijos, que no sus hermanos y por lo cual no pueden “heredar” el reino, al no ser Hijos de Dios…… esa es al menos, la idea que nos transmite dicho salmo. Y extremo que se lo hemos repetido al Sr. Olcese, hasta la saciedad en nuestros artículos y por ello, de nuevo está mintiendo descaradamente, cuando en esa primera encuesta da a entender que nosotros nos pronunciamos en el sentido de que serán simples y plebeyos súbditos; y puesto que no es así, dicha encuesta no tiene razón de ser…… como no sea para demostrar una vez más, que dicho caballero y ante su incapacidad para desmontar nuestras objeciones, mediante el uso de las Escrituras, recurre a las más peregrinas ideas y en una perfecta emulación del personaje de “el coyote” de la historieta “El correcaminos y el coyote” y por dicho caballero sacada a colación…… recuerden que a un servidor, el Sr. Oldese le adjudicó el personaje del “correcaminos”, en su artículo “Don Armando: el “correcaminos” ” (16/10/11).

En cuanto a la segunda encuesta y ante el formato de la pregunta, nosotros también responderíamos que no, puesto que no es el mero hecho de morir una muerte de martirio, lo que le da acceso a uno a reinar con Cristo: por ejemplo, Juan el Bautista murió una muerte de martirio y no reinará en el reino de Dios…… al menos eso es lo que dijo Jesús:

En verdad les digo: Entre los nacidos de mujer no ha sido levantado uno mayor que Juan el Bautista; mas el que sea de los menores en el reino de los cielos es mayor que él.” (Mat. 11:11).

Y lo cual aplicaría también, por ejemplo, a todos aquellos personajes citados en Hebr. 11:35-38 y anteriores al citado Juan, puesto que si este siendo el mayor nacido de mujer, no alcanzó el privilegio de reinar con Cristo, cuanto menos esos que, a tenor del citado pasaje, tenían que ser menores que el propio Juan…… y solo es asunto de lógica y sentido común. No obstante, si desean más información al respecto, pueden leer nuestro artículo “Jehová y la lógica” (22/01/11).

Sin embargo, lo que está claro, es que uno de los requisitos (hay más) para reinar con Cristo en el reino de Dios, sí pasa por tener una muerte de martirio, porque esta es la característica de todos aquellos que con Cristo gobiernan, tal como al envejecido apóstol Juan le fue mostrado en una visión:

Y vi tronos y hubo quienes se sentaron en ellos y se les dio poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que no habían recibido la marca sobre la frente ni sobre la mano. Y llegaron a vivir y reinaron con el Cristo por mil años.” (Rev. 20:4).

Y nos imaginamos nosotros que si Jehová le mostró esa visión a Juan, con eso detalle resaltado, es porque realmente el Altísimo quería que el apóstol viera eso y así lo contara. Y que ello está además y como no podría ser de ninguna otra manera, confirmado por el apóstol Pablo en su carta a los romanos:

Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte, ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección. (Rom. 6:5).

Luego la idea está clarísima: o se moría una muerte de sacrificio o martirio como él (Jesús), o no se tenía una resurrección como glorioso ser inmortal, como la que él tuvo e idea que el propio Jesucristo ratificó en las palabras que dirigió a los miembros de la congragación de Esmirna:

No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida.” (Rev. 2:10).

Luego la condición impuesta no admite dudas: o uno moría mostrando integridad o no recibía el premio de la vida…… tal cual. Pero es que aparte de reunir este requisito, o sea, una muerte de sacrificio o martirio, hay otros requisitos envueltos en el asunto y que Jesús consideró como indispensables para reinar junto a él, tales como el nacer del agua y el nacer del espíritu:

Jesús contestó: “Muy verdaderamente te digo: A menos que uno nazca del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” (Juan 3:5).

Y Jesús lo pudo quizás haber dicho más alto, pero no más claro; ahora bien, no olvidemos que esos dos requisitos no estuvieron disponibles hasta el Pentecostés de 33 E.C., cuando los doce apóstoles fueron bautizados con el prometido Espíritu Santo (Juan 15:26) y reconocidos por tanto, como Hijos adoptivos de Jehová. Luego nadie anterior a los apóstoles, pudo recibir dicho reconocimiento y en consecuencia, reunir en una sola persona el estar bautizado en agua y en espíritu, con el morir una muerte de sacrificio por causa del testimonio dado de Jesucristo (Rev. 20:4). Y pasajes todos ellos, que nos muestran que esos personajes citados del AT, no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios y extremo que ya hemos discutido en infinidad de ocasiones con el Sr. Olcese, por ejemplo, en el artículo “La obstinación como lema” (28/09/11), mientras que dicho caballero se limita, a modo de tabla de salvación, a decirnos que esos textos no dicen lo que todos entendemos que dicen, sino que les hace unas extrañas y raras interpretaciones personales y que para nada tienen que ver con el contexto general de las Escrituras.

Por lo tanto, lo que parece quedar claro y auténtica razón de esa indiferencia del personal hacia sus encuestas, es que ese señor ha perdido con su errática actitud, todo tipo de credibilidad y ya no se le hace caso. Y es que los temas bíblicos a debate, no se solventan mediante encuestas y encima, como hemos señalado, con preguntas mal planteadas y sobre todo muy subjetivas, sino con textos bíblicos bien traídos y dejando por tanto, que se la propia Biblia la que dé y quite razones. Pero como dicho caballero no puede defender su disparatadas enseñanzas, con una Biblia en la mano (no solo sosteniéndola, por supuesto), no le queda más remedio que recurrir al plebiscito, en un intento desesperado de que se le dé una razón, que le es imposible demostrar por sus propios medios…… y ahí tienen el resultado ¡y encima presume!

MABEL

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