jueves, 31 de mayo de 2012

Entonces, amigo Mario…… ¿“cuántos” dice Ud., que reciben el reino?

Porque claro, dicho caballero nos acaba de decir lo uno y lo contrario, tal como nos tiene acostumbrados y confirmando con ello nuestra aseveración, en el sentido de no tener demasiado claro (casi nunca), de qué nos está hablando; y es que acaba de publicar un artículo, queridos lectores, en donde bajo el título “Recibiendo el reino…… ¿quiénes?” (24/05/12), nos explica que aquellos que heredan el reino con Cristo, en calidad de gobernantes del mismo, son una “manada pequeña”…… y lo cual es cierto, pues eso es a lo que se refería Jesús al citar dichas palabras en el pasaje de Luc.12:32 y con el que inicia su artículo el Sr. Olcese; pasaje en donde se puede leer lo siguiente:

No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.”

Hasta aquí, bien…… pero vean ahora ustedes, las palabras con las que se descuelga al final de su escrito y transcritas tal cual, eso es, sin ningún retoque:

¿Quiénes componen entonces la manada pequeña?

La manada pequeña son todos aquellos que se salvan, tanto judíos como gentiles que tienen las características indicadas arriba, pues así lo dijo el Señor en Mateo 7:13, 14: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella porque estrecha es la puerta, y ANGOSTO el camino que lleva A LA VIDA, y POCOS son los que la hallan”. Y también en Lucas 13:23,24, leemos: Y alguien le dijo: Señor, ¿son POCOS LOS QUE SE SALVAN? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán (luego Jesús admitió que serían pocos los que se salvarían).

Así que si bien habrá 144,000 hebreos que estarán en un lugar privilegiado en el trono del Señor, también hay una grande muchedumbre incontable delante del Cordero y delante del trono vestidos con ropas blancas. No obstante, comparados los salvos con la totalidad de la humanidad que se pierde, todos estos salvos siempre serán POCOS en número. ¡Realmente una manada pequeña! (Negritas y acotación nuestras).

Y afirmación esta última, que de entrada y como disparate no está nada mal, porque las Escrituras nunca comparan a los “salvos” que con Cristo han de reinar, con “la humanidad que se pierde”, según nos dice D. Mario, sino con el ingente grupo de sobrevivientes de la “gran tribulación” y comparativa (al menos hasta donde nosotros conocemos) que solo se encuentra en el libro de Revelación. Pero dicho esto y que más adelante complementaremos, quizás nos tendría que explicar en primer lugar el Sr. Olcese, como es posible que si esa “manada pequeña” de “salvos” y que son los que reinarán con Cristo en el reino de Dios, se compone de judíos y gentiles y así es ciertamente, resulte que al final y por arte de “birlibirloque”, esos 144.000 que según Rev. 14:1, tienen que reinar con Cristo (luego estaríamos hablando de los mismos personajes), se conviertan todos en hebreos, eso es, judíos naturales y sin ningún gentil entre ellos…… ¿nos podría aclarar el Sr. Olcese, esa “extraña” metamorfosis?

Pero lo más sorprendente, es que después de estar enfatizando durante todo su artículo que serán “pocos” los que se salvan (y que, repetimos, son los únicos que reinarán con Cristo), vuelve con la burra al pesebre, eso es, a su disparatado e incomprensible planteamiento y rebatido desde este blog hasta la saciedad, de insistir en sumarles a estos “pocos” y en sus tareas de reinar, a la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9 que sobrevive a la “gran tribulación” venidera…… y que solo el hecho de que vayan vestidos de blanco, para D. Mario ya es más que suficiente para elevarlos a la categoría de reyes junto a Cristo en el reino milenario (y que ya hay que ser simple para llegar a semejante conclusión, si se nos permite el comentario). Y es que al Sr. Olcese, por lo visto no está capacitado para discernir y miren que se lo hemos razonado en varias ocasiones, que puesto que solo pueden reinar con Cristo aquellos que participan de la llamada “primera resurrección” (a menos, eso sí, que Rev. 20:6 nos mienta), esas personas que forman parte de la “gran muchedumbre” y dado que sobreviven a la “gran tribulación”, evento que concluye con la batalla final de Armagedón, resulta que pasan con vida al reino de Dios y por lo tanto, puesto que no han muerto, es obvio que no pueden participar de ninguna manera de dicha “primera” resurrección (ni de ninguna otra, razonablemente)…… en definitiva, que no pueden reinar con Cristo, aunque D. Mario los vista de “Emidio Tucci”.

Y algo que estaría en línea con las propias palabras de dicho caballero, cuando en ese segundo párrafo transcrito, nos dice que esos 144.000 “hebreos” ocupan una “posición de privilegio en el trono” (luego habría que suponer, que están compartiendo trono o gobernación), mientras que a la “gran muchedumbre” se la ve de pie (en actitud de respeto) y delante de dicho trono (Rev. 7:9), eso es, en una ubicación totalmente distinta a la de los 144.000…… y que es la que corresponde a los que son gobernados. Por otra parte, no podemos olvidar que en Rev. 7:4 y 9, se establece una perfecta distinción entre quiénes son los unos y quienes son los otros, quedando perfectamente claro que no pueden ser lo mismo: los 144.000 son una cosa y la “gran muchedumbre” otra totalmente distinta…… a menos que dos y dos hayan dejado de sumar cuatro y nosotros, no nos hayamos enterado de ello.

Pero claro, esa situación conlleva una derivada que tiene que ver con algo que dicho caballero constantemente ha negado y sin ninguna base para ello (todo sea dicho), sino todo lo contrario, como es la evidente existencia de dos grupos distintos y de diferentes características que entran al reino de Dios; porque veamos: el propio Sr. Olcese hace referencia en su escrito, a los dos distintos grupos de los que se nos habla en la Revelación como los únicos que estarán presentes cuando inicie el período milenario del reino de Dios; eso es, por una parte el grupo de los 144.000 de Rev. 7:4 y a los que posteriormente (Rev. 14:1), se les ve ya en su posición de reyes al lado de Jesucristo (luego son gobernantes)…… y por otra, el grupo de la “gran muchedumbre” que sobrevive a la “gran tribulación” (Rev. 7:9; 14) y que también entra al reino de Dios, pero puesto que ya hemos visto que no pueden reinar con Cristo en el reino de Dios, solo podríamos estar hablando de ellos como súbditos del mismo…… y de los que el anciano apóstol Juan, que puso por escrito dicha Revelación, no tenía ni la más ligera idea de quiénes podían ser (versos 13-14).

Y detalle muy importante este, si se nos permite el señalarlo, porque significa que mientras el envejecido Juan sí conocía lo concerniente al grupo de los 144.000 que tenían que reinar con Cristo, pues él formaba parte del mismo, desconocía totalmente la identidad y procedencia del segundo grupo o “gran muchedumbre” y que no podían reinar con Jesucristo, por las razones expuestas hace solo dos párrafos; luego se ponga como se ponga el Sr. Olcese, el milenio empieza su andadura con dos grupos perfectamente diferenciados, eso es y simplificando la cosa, uno de reducido tamaño (Luc. 12:32) que gobierna y otro infinitamente más numeroso, al grado que “ningún hombre podía contar” (Rev. 7:9), que es gobernado…… y repetimos: se ponga como se ponga y diga lo que diga D. Mario, que una vez más está negando lo evidente. Y por si acaso, ya le puntualizamos a dicho caballero, que nosotros estamos hablando acerca de lo que dicen las Escrituras…… y no de la interpretación que de ello hacen los TJ, que son dos cosas totalmente distintas.

Pero para dar más fuerza a nuestro argumento, planteémonos una pregunta: ¿Por qué Juan desconocía la existencia de esa “gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar”? Tengamos en cuenta que lo único que hace el anciano que se dirige a Juan, es sencillamente preguntarle a este, acerca de lo que sabe o no sabe…… y Juan no sabía absolutamente nada de esa ingente cantidad de personas por aparecer; pero ¿por qué? Pues porque cuando Jesús vino a la tierra, su comisión y que posteriormente encomendó a sus apóstoles, era la de encontrar a aquellos que con él tenían que reinar, eso es, el buscar a los merecedores de semejante privilegio y algo en lo que el propio Sr. Olcese está de acuerdo, pues esto es lo que publicó en un artículo del 12/10/10, titulado “Estar con Cristo ¿qué implica esta frase?”:

Pero lo cierto es que Jesús vino a los Suyos para buscar herederos de su reino, y éstos, por supuesto, eran una manada pequeña comparados con los gentiles del mundo entero. Pero una vez que la mayoría de Su pueblo natural rechazó la oferta del reino, Jesús llamó a los gentiles a través del ministerio de Pablo, y a éstos, les dijo: “Si sufrimos, también REINAREMOS con él; Si le negáremos, él también nos negará” (2 Timoteo 2:12). Así que una participación activa en el reino también le fue ofrecida a una grande multitud de conversos gentiles.” (Negritas nuestras).

Pero hay que hacer notar y como antes ya hemos señalado, que en Rev. 7:4 y 9 no se compara a ese grupo de “salvos” o gobernantes con Cristo, con respecto de la humanidad desobediente (algo en lo que incide de nuevo D. Mario, en este párrafo transcrito) y que será destruida en la batalla final de Armagedón, sino con respecto de una “gran muchedumbre” (o multitud) de personas que como hemos visto, no pueden reinar con Jesucristo en el reino, como queda perfectamente establecido en nuestra argumentación al respecto…… y en segundo lugar, destacar la importancia que tiene en este asunto y para ayudarnos a entender cuántos son lo que realmente tienen que reinar con Cristo en el reino de Dios, el hecho que la captación de gentiles para esa oportunidad extendida a ellos por el Altísimo, debido a la actitud renegada de Su pueblo Israel, tenía un límite. Por lo que la afirmación final de este párrafo en el sentido que “una participación activa en el reino le fue ofrecida a una gran multitud de conversos gentiles” y estableciendo una directa relación con la “gran multitud” de Rev. 7:9, es totalmente falsa y además tendenciosa, pues lleva el engaño…… pero veamos unas palabras del apóstol Pablo, que nos muestran que ciertamente existía el límite mencionado:

Porque no quiero, hermanos, que ignoren este secreto sagrado, para que no sean discretos a sus propios ojos: que un embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado.” (Rom. 11:25).

Luego lo que se sobrentiende de estas palabras y por el contexto en el que se hallan, es la existencia de un número concreto y pre-determinado por Jehová de gobernantes asociados con Cristo, a tomar del pueblo de Israel y que al rechazar la mayoría de ellos dicho privilegio, Dios abrió la oportunidad a personas de las naciones, eso es, no israelitas o gentiles, de poder acceder al mismo en sustitución de esos israelitas rebeldes y así poder completar la cantidad predeterminada por Él para ese momento…… y algo que nos confirma el propio Pablo, unos versos antes (del 17 al 22), en dónde dirigiéndose a esas personas de las naciones o gentiles y comparando a Israel con un olivo, dice lo siguiente:

Sin embargo, si algunas de las ramas fueron desgajadas, pero tú, aunque eres acebuche (olivo silvestre), fuiste injertado entre ellas y llegaste a ser partícipe de la raíz de grosura del olivo, 18 no te alboroces en triunfo sobre las ramas (las naturales que fueron desgajadas). Pero, si te alborozas en triunfo sobre ellas, no eres tú quien soporta la raíz, sino la raíz a ti. 19 Dirás, pues: “Algunas ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado”. 20 ¡Está bien! Por su falta de fe fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. Cesa de tener ideas encumbradas; antes bien, teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales (israelitas naturales), tampoco te perdonará a ti. 22 Ve, por lo tanto, la bondad y la severidad de Dios. Para con los que cayeron hay severidad, más para contigo hay la bondad de Dios, con tal que permanezcas en su bondad; de otra manera, tú también serás podado.” (Acotaciones nuestras).

Entonces queda claro que existía un número concreto y pre-determinado por el Altísimo de israelitas naturales (las ramas del olivo simbólico), para hacer de ellos reyes y sacerdotes en un reino futuro (Éxo. 19:6), pero que al no alcanzarse el quórum necesario por la falta de fe de la mayoría del pueblo judío, Jehová completó sustituyendo dichas bajas, con personas de las naciones (o ramas de acebuche u olivo silvestre, según la ilustración de Pablo). Luego no estaríamos hablando de un continuo añadir al grupo de los “salvos”, como nos proponen el Sr. Olcese y tantísimos otros, sino del reemplazo de unos por otros…… lo cual nos confirma la existencia de un límite o número concreto por parte de Jehová, de miembros a acompañar a Cristo en su regir y al que Jesús (que habría que suponer, que algo sabría del tema), calificó en su conjunto como de “rebaño pequeño” (Luc. 12:32). Y que esa comisión iniciada por Jesús y continuada por los apóstoles, tenía un corto recorrido, queda claro por el hecho de que cuando Jesucristo derramó el bautismo de espíritu santo sobre esos doce apóstoles y lo que implicaba el reconocerlos de manera pública como sus “hermanos” y por tanto, como Hijos adoptivos de Dios (Juan 20:17), delegó solo en ellos y según el contexto escritural, la potestad de poder bautizar en espíritu santo, eso es, el poder transmitir a otros dicho espíritu de adopción (mediante la imposición de manos) y algo que tenemos perfectamente documentado (entre otros) en nuestro artículo del 14/09/10 “No es eso, Sr. Olcese…… no es eso”.

Luego es obvio, que Jesucristo tenía perfectamente claro que al llegar el final de la vida de sus apóstoles, con ello finalizaría la labor de recolectar a esos “merecedores” que junto a él tenían que gobernar en el reino, en calidad de reyes y sacerdotes…… y hasta ahí sabía Juan, pues en sus días no se hablaba de nada parecido a personas que ocuparan el lugar de súbditos en ese reino de Dios, como queda perfectamente demostrado en todas las cartas que esas personas “ungidas” por espíritu santo, se cruzaron entre ellas por espacio de muchos años…… sencillamente, porque a ellas no les fue encomendada la tarea de buscar súbditos, sino gobernantes para el reino. Por lo que hay entender, que a partir de la muerte del último de los apóstoles, cesó en la tierra dicha actividad de recolección de esas personas…… y hasta el día de hoy; sin embargo y según Rev. 6:9-11, dicho número pre-determinado por Jehová de hijos adoptivos Suyos aún no está completo:

Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus co-esclavos y de sus hermanos que estaban a punto de ser muertos como ellos también lo habían sido.”

Recordemos y permítannos el inciso, que en el pasaje anteriormente citado de Rom. 11:25, hemos leído que “el embotamiento de las sensibilidades le ha sucedido en parte a Israel hasta que el número pleno de gente de las naciones haya entrado”; luego puesto que dicho embotamiento continúa en nuestros días, pues sigue Israel sin reconocer a Jesús como el “Ungido” enviado por Jehová y siguen esperando dicha venida para un futuro, ello significa que el número pleno de gentiles o “gente de las naciones” aún no se ha alcanzado.

Entonces lo que se nos anuncia en este pasaje de Rev. 6:9-11 citado, es la futura aparición en la tierra de un resto de esas personas “ungidas” como Hijos adoptivos de Dios, luego nada que ver con los “fantasmas” que actualmente se auto-proclaman como tal…… porque claro, si se nos dice que en un futuro y que es obvio que este aún no ha llegado, tienen que aparecer personas de esa condición y dotados de poderes sobrenaturales (Rev. 11:5-6), es que las que hay hoy en día a nuestro alrededor y que afirman ostentar dicha condición, no son tales, sino que son unos farsantes y unos mentirosos; o en su defecto, que no tienen ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, aunque se reconozcan así mismos como publicadores de las “prístinas verdades” que estas contienen: por ejemplo, Apologista Mario Olcese, entre muchísimos otros.

Y la comisión de esos “ungidos” por aparecer, será la de llevar la delantera en una nueva predicación (Rev. 11:3) y por ello con una distinta finalidad, pues a diferencia de la primera en los tiempos de Jesús y hasta la muerte de los apóstoles, ya no se buscará a gobernantes para el reino, sino a los súbditos del mismo…… y esa es la predicación de la que habló Jesús para un futuro lejano, pero hoy ya muy próximo:

Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14).

Y palabras que dan consistencia a nuestra afirmación, en el sentido que la predicación llevada a cabo en el primer siglo tuvo un final, pues de lo contrario no se hablaría de otra predicación futura y que formaba parte de las señales dadas por Jesús a sus discípulos, que marcarían el tiempo del fin. Por lo tanto, la predicación que se inició con Jesús y continuaron sus apóstoles, no se extendió a través de los siglos como nos quieren dar a entender esos “genios” actuales de la interpretación bíblica, sino que tuvo un final...... y lo que conlleva una derivada, porque si eso es así ¿de dónde han sacado esos supuestos “ungidos” actuales, su también supuesta condición de Hijos adoptivos de Dios? Pero volviendo al tema central de este artículo, por otra parte resulta que en la porción transcrita del artículo del Sr. Olcese del 24/05/12 y con la que iniciábamos este escrito, se nos dice algo revelador y que repetiremos de nuevo, por lo novedoso de su significado:

Así que si bien habrá en el reino 144,000 hebreos que estarán en un lugar privilegiado en el trono del Señor, también habrá una grande muchedumbre incontable delante del Cordero y delante del trono vestidos con ropas blancas.” (Negritas nuestras).

Porque si el Sr. Olcese nos menciona por una parte, que “en el reino” habrán 144.000 que “estarán en un lugar de privilegio en el trono del Señor”, no podemos menos que pensar que se está haciendo referencia a aquellos que con Cristo reinarán en ese gobierno milenario; y si por otra parte, nos habla de la “gran muchedumbre” y que según él, por ir vestidos de blanco también reinan con Jesucristo...... ¿dónde quedan entonces en este cuadro, los notables del AT (los Abrahán, Moisés, Jacob, David, Daniel, etc. etc. etc.) y que según dicho caballero, también “tenían” que participar de ese reino en calidad de reyes? Por lo tanto y visto que ya no nos habla nada de ellos (en la Revelación, de hecho, no se hace referencia alguna a ninguno de esos personajes), entendemos que el Sr. Olcese quizás ya ha abandonado dicha idea y por tanto, ya los ha descartado para acceder a ese cargo…… pero claro, si resulta por contra que los citados sobrevivientes y de los que nos hace mención, tampoco pueden reinar con Cristo por las razones ya expuestas ¿cuántos, realmente, cree el Sr. Olcese que reinarán con Jesucristo en su reino? ¿Será que al final tendrá que estar de acuerdo con nosotros y lo que es peor, con los Testigos de Jehová, en que solo 144.000 son los que con Cristo tienen que reinar (¡y es que ya no hay de donde echar mano!)? Luego si esto fuera así ¡bienvenido al club, D. Mario!...... aunque sinceramente, no creemos que caiga esa breva.

MABEL


martes, 22 de mayo de 2012

El “controvertido” tema del reino de Dios

¿Qué le han contado a usted, querido amigo, acerca del reino de Dios? Y lo que es más importante ¿se ha creído usted, amable lector, lo que del mismo le han contado? Porque mucho es lo que se ha llegado a hablar, se habla y seguramente se seguirá hablando acerca de este tema…… mientras no aparezca el tal en escena y se despeje la incógnita; y calificamos dicho tema de “controvertido”, porque aunque fue el foco alrededor del que giró la actividad u obra predicadora de Jesús, no ha sido debidamente entendido por la mayoría de las organizaciones llamadas cristianas, ni por la inmensa mayoría de los estudiosos que van por libre, también cristianos ellos (lógicamente) y que cuelgan sus artículos en Internet. Pero dado que sería largo y tedioso (por lo repetido), enumerar las distintas creencias que acerca del mismo existen y que van en todas direcciones...... que si está o estará en el cielo, que si está dentro de cada uno de nosotros, que si es el reinado de la Iglesia aquí en la tierra, etc., etc., lo vamos a obviar para centrarnos en un punto en el cual, sin embargo, parecen estar de acuerdo la inmensa mayoría de las citadas organizaciones, así como de aquellos “entendidos” que como hemos dicho, van por libre y publican sus “enseñanzas” en la Red: todos están convencidos que van a formar parte de dicho reino en calidad de gobernantes, o lo que es lo mismo, todos se creen “ungidos” o elegidos por Dios para reinar con Cristo en ese reino y eso ya, desde el preciso momento de ser bautizados en agua.

Y por ello, tanto en sus prédicas o escritos respectivos, manifiestan que esa debería ser la lógica finalidad o aspiración de todo seguidor de Cristo, eso es, el entrar a formar parte del reino de Dios, en calidad de rey y sacerdote junto a este (Rev. 20:6), o de lo contrario, lo que le espera a uno es la destrucción eterna en un supuesto “juicio” final; y con lo cual, no parece haber alternativa: o reinamos con Cristo, o somos destruidos por la eternidad…… siempre según esos “genios” de la interpretación bíblica, claro. Y hasta tal grado entienden que el objetivo fundamental del cristiano es este, que llegan a afirmar que ya desde los tiempos primeros del cristianismo y hasta nuestros días, todos aquellos bautizados por inmersión y en el nombre de Jesús, automáticamente y desde ese preciso instante, ya pasan a disfrutar del privilegio de ser reconocidos como Hijos adoptivos del Creador y con la perspectiva ya mencionada en mira…… cuando el caso es que no hay pruebas que evidencien la veracidad de dicha afirmación y por lo que estaríamos ante una simple y desatinada especulación, como nos demuestra Mar. 16:16-18:

El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas 18 y con las manos tomarán serpientes: y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán.”

Luego si Jesús no nos mintió y ello se puede garantizar, dado que a día de hoy no existen personas que manifiesten dichas capacidades, obviamente es que no existen personas que gocen de esa condición de Hijos adoptivos de Dios…… por lo tanto dichos “maestros” no solo nos están mintiendo, sino que a partir de sus falsas enseñanzas, están convirtiendo el reino de Dios en un fin en sí mismo, cuando en realidad no es más que el medio o instrumento necesario para la consecución de un objetivo determinado de antemano; por ello entendemos nosotros y a tenor del contexto escritural (y no creemos equivocarnos), que las Escrituras caminan en dirección contraria a la que siguen esos citados “maestros”. Ahora bien ¿cómo se puede saber, si es cierto que la Biblia va por otras veredas?...... pues intentando averiguar cuál es realmente la razón de ser o el porqué de ese reino de Dios y del que Jesús hizo el objetivo primario de su predicación, según propia declaración:

También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”. 44 Por consiguiente, iba predicando en las sinagogas de Judea.” (Luc. 4:43-44).

Luego el hecho de haber sido enviado para ese ministerio en particular, nos habla de la suma importancia que ese venidero reino tendría que ver, en la vida de las personas que aceptaran ese mensaje de esperanza y al que conocemos como el “evangelio” del reino de Dios, eso es, la “buena nueva” o “buena noticia” de la venida de dicho reino…… porque eso es sencillamente, lo que Jesús vino a anunciar: la certeza de la futura restauración del reino de David sobre la tierra y algo que queda corroborado por las siguientes palabras del apóstol Pablo:

Porque digo que Cristo realmente llegó a ser ministro de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para confirmar las promesas que Él hizo a los antepasados de ellos.” (Rom. 15:8).

Por lo que estaríamos hablando del regreso de algo, que en un tiempo ya estuvo aquí en la tierra; y que Jesús siempre relacionó dicho futuro reino de Dios, con el antiguo reino de Israel y que un día presidió el rey David, lo muestra el hecho que una de las características de su predicación, fue que nunca, al menos que conste en las Escrituras, explicó que era el tal…… luego deberíamos de entender, razonablemente, que sus numerosos oyentes ya sabían de qué se les estaba hablando. Porque si bien es cierto que para cuando Jesús apareció, Israel se había convertido en un territorio bajo la dominación del Imperio de turno, en este caso Roma, en su día fue un floreciente reino independiente y poderoso, en el cual se decía que se asentaba el Trono de Jehová:

Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre y fue prosperado; y le obedeció todo Israel.” (1 Cró. 29:23).

Y eso obviamente lo sabían los judíos, así como también conocían la promesa de Jehová a uno de sus más prominentes antepasados, el propio rey David, en los siguientes términos:

Y tu casa y tu reino ciertamente serán estables hasta tiempo indefinido delante de ti; tu mismísimo trono llegará a ser un trono firmemente establecido hasta tiempo indefinido.” (2 Sam. 7:16).

Por eso Jesús, no tenía necesidad alguna de explicar que era ese reino que él proclamaba, ya que no solo era perfectamente conocido, sino anhelantemente esperado por el pueblo judío…… como lo demuestra el alborozo con el que fue recibido Jesús, cuando se presentó en Jerusalén como el heredero legítimo del rey David y por tanto, futuro rey escogido para gobernar en nombre de Jehová (Mat. 21:8-11).

Pero veamos ¿qué era lo que los judíos del tiempo de Jesús, esperaban realmente?: pues sencillamente un gobierno a la usanza del que recordaban de sus antepasados…… en definitiva, una administración que los sacara de la maltrecha situación en la que estaban sumidos bajo el dominio y la tiranía del Imperio Romano y restituyera los tiempos de libertad y prosperidad, existentes en las gobernaciones de David, Salomón y algunos más, mientras permanecieron fieles a su Supremo Rey y Hacedor, Jehová Dios. Porque eso, ni más ni menos y para centrar el tema, es lo que fue el citado reino que recordaban los judíos: un gobierno o administración dependiente de Jehová, para atender los asuntos y el bienestar de Su pueblo Israel y con Sus leyes como “Carta Magna” o “Constitución”. Luego básicamente, lo que implicaba el reino anunciado por Jesús, era un rey, un conjunto de gobernantes asociados para ayudarle a aplicar la ley y atender sus asuntos, un territorio sobre el que gobernar y por supuesto, unos súbditos a los que gobernar. Exactamente lo mismo que Ud., querido lector, puede ver a su alrededor cuando mira a los reinos de España, Inglaterra, Dinamarca, Holanda, Suecia, Jordania, Marruecos, etc., etc.; pero puesto que un reino se caracteriza por ser el dominio de un rey, la primera cuestión con la que nos topamos es la de saber quién será, el futuro rey de ese venidero gobierno.

Y siendo esta evidentemente, la cuestión más clara y menos polémica de las que se contemplan en este tema, pues todos están de acuerdo que dicha responsabilidad recae en Jesucristo; pero veamos las evidencias bíblicas de ello y que se remontan a los tiempos de los patriarcas, cuando fueron pronunciadas unas palabras proféticas por uno de ellos (Jacob), sobre uno de sus hijos:

El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de comandante de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.” (Gén. 49:10).

La expresión hebrea “Shîlôh” y siempre según las fuentes consultadas, significa: tranquilo (tranquilidad, reposo) o cómodo y siendo vertido dicho termino en algunas traducciones, como “hasta que venga…… el descendiente”; o “el dueño del cetro”; o “aquel a quien le corresponde” (el cetro); o “el que tiene el derecho”; o también “el que trae la paz”…… y que según Isa. 9:6, todos estos significados claramente señalaban al futuro Mesías Jesucristo:

Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.”

Que eso tenía que ser así, nos lo confirman las palabras con las que el ángel se dirigió a María, según Luc. 1:30-33:

El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.”

Y puesto que Jesús fue resucitado como poderosísimo ser inmortal (Mat. 28:18), ahí tenemos al Rey en cuestión, aceptado dentro de la llamada cristiandad por todos y sin discusión alguna…… ya otro cantar, es lo que tiene que ver con los miembros de su gobierno.

Porque aquí sí que hay mucha tela que cortar; tanto es así y tan cierta nuestra afirmación, que hay una fuerte polémica en el mundo llamado “cristiano”, acerca de la literalidad o simbolismo de la cantidad de gobernantes que acompañarán a Jesucristo en su regir y que aparece reflejada en Rev. 7:4 y 14:1: 144.000 miembros. De hecho y como dato anecdótico, se da la circunstancia que los dos autores de este blog, hemos sido acusados de ser firmes defensores de la citada literalidad del numero expresado y algo que siendo cierto, exige cierto matiz: y es que el que hace dicha afirmación y da el número en cuestión, no somos nosotros, sino el propio Jehová pues suya es la Revelación…… por lo que desde este blog, únicamente nos permitimos señalar el lugar en dónde se hace tal afirmación y ahí lo dejamos. En todo caso, lo que sí hacemos es incidir en el hecho diferencial, que mientras en esos pasajes citados se nos da una cantidad perfectamente delimitada y concreta, en ningún lugar de la Biblia y en contra de la opinión de la inmensa mayoría de autores religiosos, se nos dice nada en el sentido de que se trate de un número simbólico, ni se nos sugiere algo que nos permita siquiera barruntar en dicha posibilidad…… y por lo que estaríamos hablando de meras e interesadas opiniones personales, sin ninguna clase de fundamento. Más bien, la evidencia contextual nos muestra todo lo contrario, ya que un análisis del contexto general de las Escrituras (y que para algo está), nos indica lo correcto de la literalidad de dicho número…… y este y no otro, es el punto que defendemos desde este blog; porque veamos:

Según nos relata Juan en la Revelación (cap. 7), solo vio dos grupos: de uno de ellos se nos dice “…… que ningún hombre podía contar” (verso 9). Luego estaremos de acuerdo y según las reglas de la gramática española, que por pasiva, ello significaría que el otro grupo (verso 4) sí se podía contar; y lo citemos en el idioma que queramos, siempre leeremos que el segundo grupo nadie lo podía contar, luego repetimos: ello significa que el primero se podía contar…… y siendo esta es una regla universal, si ese primer grupo se podía contar, dicha cantidad de 144.000 miembros de ninguna manera podría ser simbólica. Además, que de ser así, desaparecería el contraste entre ambos grupos y que es lo que las Escrituras parecen querer poner de manifiesto, a tenor de la fraseología empleada en el citado pasaje de Rev. 7:4- 9; pero es que por otra parte, tenemos que en el Sal. 2:5-6, leemos lo siguiente:

En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.”

Entonces lo que Juan vio en su visión de Rev. 14:1, fue sencillamente el cumplimiento futuro de este acontecimiento, profetizado mediante las propias palabras del Altísimo; luego veamos ahora, qué leemos en ese pasaje de Rev. 14:1:

Y miré y he aquí el Cordero de pie sobre el monte Sion y con él estaban los 144.000 que tenían su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes.”

Y en este pasaje, habría que hacer una par de observaciones, que entendemos nos arrojan un poco de luz sobre el asunto: en primer lugar, vemos que Juan no dice que “…… con él estaban los que tenían su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes” y frase que por su falta de concreción, quizás permitiría especular respecto de la cantidad de personas que realmente podrían acompañar en las tareas de gobierno a Jesucristo, en el citado reino de Dios. Lo que Juan nos dice y hablando bajo inspiración del espíritu santo (no lo olvidemos), es que “…… con él estaban los 144.000 que tenían su nombre y el de su Padre escrito en sus frentes” y que cambia radicalmente la forma de entender el pasaje en cuestión y que ya no permite especulación alguna: a Juan se le transmitió que 144.000 personas, ni una más ni una menos, serían los acompañantes de Jesucristo en sus tareas de gobierno y por lo que no cabe ningún tipo de simbolismo en dicho pasaje. Y es que entendemos nosotros, que una cosa es leer lo que nos dicen las Escrituras y sacar de ello las correctas conclusiones y otra muy distinta, es pretender forzarlas para que digan aquello que nosotros necesitamos que digan, en beneficio de determinados y personales planteamientos.

Y en segundo lugar, hay otro aspecto a tener en cuenta y que refuerza nuestra afirmación en el sentido de la total literalidad del pasaje en cuestión, porque preguntémonos ¿es simbólico el puesto de Rey dado por Jehová a Jesucristo?...... evidentemente no; ¿es simbólico acaso, el terrenal monte de Sion, sito en las cercanías de Jerusalén y donde en su día, estaba colocado el Trono de Jehová y desde donde y según la profecía, de nuevo se volverá a ejercer dicha gobernación?...... obviamente tampoco. Entonces ¿qué base hay para pensar, que la cantidad de 144.000 que afirmó haber visto Juan (y oído además literalmente, según Rev. 7:4) en ese contexto, al lado de Jesucristo ya en su posición de rey entronizado en ese pasaje transcrito, sea simbólica? Porque, o todo es simbólico en dicho pasaje o todo es literal, pero unas cosas sí y otras no en un mismo contexto, no puede ser; además, según Rev. 7:4-8, para nada se deja entrever el simbolismo de dicha cantidad, cuando su procedencia está perfectamente delimitada y matemáticamente cuantificada: doce mil miembros de cada una de las doce tribus que hacen su aportación…… ¿podría hablar Jehová más claro? Luego la pregunta que razonablemente podríamos hacernos es la siguiente ¿por qué tenemos que ir más allá de lo que dicen las Escrituras, en clara contradicción al consejo de Pablo? (1 Cor. 4:6). Porque las Escrituras y según el ejemplo citado ¿qué nos permiten suponer: que se trata de un número indeterminado o de uno concreto y perfectamente cuantificado, compuesto de 144.000 específicos miembros?...... saque usted, querido lector, sus propias conclusiones; pero para nosotros, el ir más allá de esos datos y que son de los únicos que disponemos, se nos antoja una excesiva y arriesgada especulación.

Pero es que además ¿cómo explicaría Ud., amigo que nos lee, el sistema gubernamental u organigrama de un reino al uso? ¿Diciendo que el tal está compuesto de cientos de miles, de miles de más miles de gobernantes asociados? ¿Qué es lo que Ud. está viendo en los que actualmente aún existen, como España, Holanda, Suecia, Inglaterra, Jordania, etc., etc., citados anteriormente? ¿Qué idea cree usted, por otra parte, que tenían los israelitas del tiempo de Jesús, acerca de la composición del antiguo reino de su antepasado David…… y qué es lo que en consecuencia, esperarían que les fuera restaurado? Saque conclusiones, le rogamos de nuevo y pregúntese si el resultado obtenido, cuadra con un gobierno milenario compuesto de “millones, miles de millones” de gobernantes asociados…… y sin nadie sobre quién gobernar, que es lo que Apologista Mario Olcese, por ejemplo, hasta hace poco nos estuvo proponiendo y que sería el resultado lógico, si fuera cierto y según dicho autor afirma, que desde Cristo en adelante, todos los bautizados como cristianos accedieran a esa encumbrada posición, además de lo notables del AT, así como también los sobrevivientes de la “gran tribulación” y que es lo que defienden la mayoría de autores religiosos. Porque no olvidemos en ningún momento, que la promesa era la restauración del reino de David y no otra cosa tan distinta, como resultaría de aceptar tan dudosa y estrafalaria teoría; pero veamos una objeción que nos presentó en su momento Apologista Mario Olcese, para sostener dicha posición y que retrata la opinión general de tanto “entendido”:

El único problema que yo veo en la posición de mi amigo López es que de igual manera deberíamos tomar literalmente el origen étnico de estos 144,000 individuos, que como el mismo Apocalipsis 7 nos dice, todos estos provienen de las tribus de Israel.” (Negritas nuestras).

Pero si ese es el “único problema” a resolver y objeción que plantea la mayoría de estudiosos del tema, creemos que la cosa se puede solucionar razonablemente; porque para cuando se escribió el libro de Revelación, ya Pablo había aclarado un punto que nos va a ayudar a resolver esta cuestión:

Porque no es judío el que lo es por fuera, ni es la circuncisión la que está afuera en la carne. 29 Más bien, es judío el que lo es por dentro y su circuncisión es la del corazón por espíritu y no por un código escrito. La alabanza de ese viene, no de los hombres, sino de Dios.” (Rom. 2:28-29).

Y cuestión, que Pablo nos aclaró un poco más en su carta a los gálatas, alrededor del año 56 E.C., cuando dijo como sigue:

Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación es algo. 16 Y a todos los que hayan de andar ordenadamente por esta regla de conducta, sobre ellos haya paz y misericordia…… sí, sobre el Israel de Dios.” (Gál. 6:15-16).

Y esa “nueva creación” solo podía ser el citado “Israel de Dios”, a menos por supuesto, que alguien nos muestre lo contrario; y puesto que la Revelación fue escrita posteriormente a esas palabras, las doce tribus mencionadas en su capítulo 7, solo pueden hacer referencia a este “Israel de Dios”, que para nada es simbólico sino que está compuesto de personas literales; y que esa conclusión es la correcta, queda probado por otras razones de peso. Vemos por ejemplo, que la lista de los nombres de dichas tribus, no encaja con la del Israel natural registrada en Núm. 1:4-16 y con lo cual estaríamos hablando de una cosa parecida…… pero no la misma; aunque sí nos dé de igual manera, la idea de una organización perfectamente estructurada y lo cual parece ser el propósito u objetivo de Rev. 7:4-8, al dar una lista de doce cabezas de la nación de Israel y recordando así, la estructura organizativa anterior. Y planteamiento el nuestro, que parece estar confirmado por el hecho circunstancial, de que para cuando se escribió el libro Revelación, el templo de Jerusalén, el sacerdocio y todos los registros tribales del Israel natural ya habían sido destruidos, eso es, perdidos para siempre (año 70 E.C.) y con ellos, la identidad de Israel como nación; o sea y cómo hemos dicho, todo ello mucho antes de que Juan tuviese su visión en el año 96 E.C……. luego nada puede tener que ver esa lista o relación de cabezas patriarcales de Rev. 7:5-8, con la relación dada en Núm. 1:4-16 y por lo que no se puede estar haciendo, en ese pasaje apocalíptico, referencia alguna al Israel natural y que ya no existía como tal.

Porque aún más importante que lo citado, si cabe, es que cuando Juan recibió su visión, tuvo como telón de fondo los acontecimientos ocurridos desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante y en donde quedó patente que Jehová rompía Su pacto con Israel (que no solo había rechazado, sino también ejecutado vilmente a Su Hijo), cuando mediante el derramamiento del Espíritu Santo estableció un “nuevo pacto” (Luc. 22:20), tanto en contenido como en la identidad de sus receptores, puesto que al poco tiempo y junto a israelitas naturales, se incluyó a “gentiles” en el mismo; ya en este sentido se había pronunciado Jesús en su momento, según Mat. 21:43:

Por eso les digo: El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.”

Luego el Israel natural y de momento (Mat. 23:39), desaparecía de la escena para dar paso a otra nación que contaba con el favor de Jehová y que como hemos visto, un Pablo bajo inspiración divina pasó a denominar como el “Israel de Dios” (Gál. 6:16), dado que estaba compuesta de miembros elegidos directamente por Jehová, mediante el ungimiento por espíritu santo…… y cambio del que ya Jehová había advertido proféticamente, según palabras registradas en Mal. 3:17:

Y ciertamente llegarán a ser míos, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que produzca una propiedad especial. Y ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre muestra compasión a su hijo que le sirve.”

Y puesto que para cuando se pronunciaron esas palabras, Israel hacía siglos que existía, Jehová obviamente estaba hablando de otra cosa distinta al Israel natural y que no podía ser más, que el espiritual “Israel de Dios” mencionado por Pablo. Y que estaríamos hablando en tod0 caso de un grupo reducido de componentes, lo prueban las palabras de Jesús en su momento y en las que nos dio a conocer cuál era la voluntad de su Padre Celestial, con respecto de esta cuestión:

No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.” (Luc. 12:32).

Luego prescindiendo que ese “rebaño pequeño”, esté compuesto de los 144.000 miembros que se nos citan en las Escrituras o no, aunque esa es la cantidad que, perfectamente delimitada (insistimos) está establecida en las mismas, de ninguna manera tendría nada que ver con la brutal cantidad de miembros que compondrían dicho gobierno, si tuviera (según “genial” interpretación de Apologista Mario Olcese) que estar integrado por todos los que desde Pentecostés del 33 E.C. hasta nuestros días, han sido bautizados mediante inmersión y en el nombre de Jesucristo, más los notables del AT (los Abrahán, Jacob, David, Daniel, ete. etc. etc.) y que por si acaso eran pocos y para que no decaiga la fiesta, nos añade a los sobrevivientes de la “gran tribulación”; y lo cual, ¡que quieren que les digamos!, se nos antoja una verdadera animalada…… a menos eso sí, de que Jesús y en el momento de decir esas palabras, no tuviera precisamente su día más “inspirado”. Entonces y si aceptamos esta serie de argumentos que planteamos desde este blog y que no parecen ser fácilmente rebatibles ¿qué fundamento hay para discutir la literalidad de esa cantidad de 144.000, dada por el propio Jehová en la Revelación? Porque no se nos olvide, que la revelación se origina en el Altísimo, pues Jesucristo solo la transmite mediante un ángel:

La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y que dio a conocer enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.” (Rev. 1:1).

Luego ¿quiénes somos nosotros para poner en duda, algo dicho con tanta claridad por nuestro Creador? ¿Es que acaso Jehová, tendrá que repetirles a algunos (al Sr. Olcese entre ellos), las palabras que en su día dirigió a Job?:

Y Jehová procedió a responder a Job desde la tempestad de viento y decir: 2 “¿Quién es este que está oscureciendo el consejo con palabras sin conocimiento?” (Job 38:1-2).

Y conste que Job en sus alegaciones, seguramente creía tener más razón que un santo…… pero obviamente, Jehová no pensaba igual. Y aunque hay muchísimos más argumentos que podríamos usar para defender nuestra postura en este punto, el hecho de no desear extendernos en demasía, nos aconseja el continuar con nuestra exposición y pasar a considerar, el tercero de los aspectos que conforman el Plan de Dios…… la ubicación de dicho reino.

Otro de los puntos no demasiado bien entendidos por algunos y por tanto, también causa de cierta polémica; sin embargo, todo apunta a que dicho gobierno tendrá su ubicación aquí en la tierra, concretamente en el territorio de Israel, siendo Jerusalén su ciudad/capital y desde donde se extenderán sus dominios y también beneficios (según promesa divina), hasta la parte más lejana de la tierra:

Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz.” (Gén. 22:18).

De nuevo hacemos hincapié, en que los oyentes de Jesús, perfectos conocedores de lo que les estaban hablando, tenían perfectamente asumida la idea de un reino restaurado en el territorio de Israel, con capital en Jerusalén…… y extremo que Jesús y hasta donde hay constancia, no desmintió en ningún momento. Y si para muestra vale un botón, veamos cual fue la última pregunta de sus discípulos, antes de que este iniciara su ascensión a los cielos:

Pues bien, cuando se hubieron congregado, se pusieron a preguntarle: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” Hech. 1:6).

Y aunque la carga de la pregunta no estaba en el hecho de dicha restauración en sí misma, sino en el momento en que tendría que producirse tal evento, no es menos cierto que también estaba envuelta en la pregunta, la ubicación física del citado reino. Y Jesús no rectificó para nada el planteamiento general de dicha pregunta, pues solo se limitó a señalarles que el conocimiento de los debidos tiempos para el cumplimiento del tal promesa, descansaban dentro de los límites de la autoridad del Padre:

Les dijo: “No les pertenece a ustedes adquirir el conocimiento de los tiempos o sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdicción.” (Hech. 1:7).

Lo cual nos muestra, que la respuesta de Jesús avalaba la idea de un reino restaurado aquí en la tierra…… y con ese personal, a la par que razonable convencimiento, de momento aquí lo dejamos.

Porque otro apartado que también se las trae y si no, ya lo irán viendo si se interesan en este tema y van viendo distintas opiniones, está directamente relacionado con las personas que serán gobernadas, eso es, los súbditos de este reino de hechura celestial (por su poder e ideología) y que todo indica que los primeros en alcanzar dicha posición, serán los sobrevivientes de la venidera “gran tribulación” según Rev. 7:9 y 13-14; aunque numerosos “estudiosos” del tema (y ahí viene el problema), los colocan también como reyes con Cristo en el reino milenario y algo que desde esto blog, consideramos como una verdadera salvajada, pues las Escrituras no dicen eso ni por el forro…… y tema del que pueden adquirir más información, en nuestro artículo “Pero D. Mario…… ¿responderá Ud. a mis objeciones, sí o no?” (24/04/12); pero continuemos con lo nuestro y leamos el citado pasaje de Revelación:

9 Después de estas cosas vi y, ¡miren!, una gran muchedumbre que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos (……) 13 Y, en respuesta, uno de los ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”.”

Como podemos ver y al igual que en tiempos de Noé después del Diluvio, la tierra de nuevo acogerá a una nueva sociedad humana, que en su totalidad será conocedora y obediente a las disposiciones reglamentarias del Altísimo y razón por la cual, es que Este les ha concedido a sus miembros el pasar con vida a través de tan dramáticos acontecimientos. A estos y a los hijos que les vayan naciendo, se les irán uniendo y de forma progresiva, las personas que tomaran parte en la que podríamos considerar como una segunda resurrección y de la que nos habla Pablo en Hechos 24:15:

“...... teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.”

E idea esta que nosotros exponemos, que choca también frontalmente con un planteamiento muy extendido en el sentido de que en Daniel 12:2 y en Juan 5:28-29 (el texto citado inclusive), de lo que se nos está hablando es de dos resurrecciones distintas y separadas en el tiempo: una “primera” para “vida” y en la que participan los llamados “justos” al inicio del milenio y una “segunda” al cabo de mil años, eso es, para el final del período de vigencia del reino de Dios, para “condenación” y destrucción de los “injustos”…… pero este es, a nuestro entender y para variar, un dudoso planteamiento que no resiste la lógica, ni muchísimo menos el contraste con el contexto general de las Escrituras y sobre lo que hemos escrito en otros artículos, para aclarar nuestra postura acerca de dicha cuestión; como podría ser por ejemplo, el publicado el 10/06/10 bajo el título de “Juan 5:28-29”. Porque de ser eso como nos lo proponen esos “genios” de la interpretación bíblica, no solo tendríamos y como hemos apuntado hace un momento, una tierra habitada únicamente por inmortales reyes y sacerdotes (pues en eso son convertidos los participante de la “primera” resurrección), sino que no tendrían sentido las palabras mencionadas por Pedro en su primer discurso público, ya recién investido con la condición de Hijo adoptivo de Dios y en donde dijo lo siguiente, refiriéndose a Jesucristo:

“…… a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21).

Luego hasta dónde nosotros entendemos, este gobierno encabezado por Jesucristo, más un selecto grupo de ayudantes, así como un territorio donde ejercer su dominio y un tiempo determinado para llevarlo a cabo…… por lo tanto, un conjunto de elementos y que conforman un todo con la etiqueta de “el reino de Dios”, inevitablemente tiene que tener un objetivo concreto y que no puede ser otro, que el de llevar a cabo la citada “restauración”, o lo que es lo mismo, el devolver las cosas a su primigenia condición; luego estaríamos hablando de dicho reino de Dios, en términos de instrumento necesario para la consecución de un logro en favor de una humanidad obediente y no como un destino de referencia para la misma.

Porque el objetivo final de Jehová y contrario a lo que se nos quieren hacer creer esos “genios” de la interpretación bíblica, no es el reino en sí mismo, sino lo que por medio de este se conseguirá y algo de lo que usted se puede enterar, si lee por ejemplo, nuestro artículo “¡Y el sapo se convirtió en un príncipe!”, publicado el día 9 de Abril del año en curso…… y no se asuste por el título, pues como se suele decir “eso no es lo que parece”. Y ya cuando lo haya leído, se dará usted perfecta cuenta que Jehová, de ninguna manera pretende tener un mundo lleno de reyes y sacerdotes (Rev. 20:6) y que es lo que ocurriría, de ser cierta la teoría de los actuales “entendidos” en la materia. Y es que las cosas son mucho más razonables que todo eso y por ello, cuando uno intenta ver las cosas desde el punto de vista de Jehová y no del nuestro personal, aparece la explicación correcta: el reino de Dios y compuesto de un rey, de un reducido grupo de gobernantes asociados, de un territorio sobre el cual gobernar por un determinado tiempo y a partir de un conjunto de leyes de origen divino, conforman el “instrumento” que el Altísimo usará durante mil años (pues dicho reino no va más allá, según 1 Cor. 15:24-28), para conseguir la realización completa de Su Plan, eso es, “la restauración de todas las cosas”…… o lo que es lo mismo, el devolver al ser humano y su entorno vital, al grado de perfección que tenían Adán y Eva antes del pecado…… y esa es toda la historia; luego no podemos entender el reino de Dios como un fin en sí mismo, sino y como ya hemos señalado, del medio necesario para la consecución del Propósito divino.

Y esta es queridos amigos, nuestra visión de lo que es el reino de Dios venidero y los logros que conseguirá, por lo que esperamos haber cumplido con nuestro objetivo de explicar, porqué el reinar con Cristo en dicho reino no es la meta final del cristiano, o sea, el fin a conseguir, sino que dicho reino no es más que un instrumento o medio a usar por Jehová, para “restaurar” todas las cosas a su posición original o como estaban antes del pecado y dar con ello, una segunda oportunidad a la humanidad obediente (Adán perdió la primera, por decirlo de alguna manera) de alcanzar la vida eterna en verdadera paz y felicidad, en un paraíso sin fin y en donde se nos abrirán a buen seguro, grandes oportunidades de poner nuestros conocimientos y aptitudes al servicio de nuestro Creador.

Por lo que si alguien les viene a ustedes con la milonga esa de que serán reyes con Cristo en el futuro reino de Dios, o su alternativa es la de ser destruidos en un supuesto juicio final (no hay nada parecido a un juicio final al término de los mil años de reinado milenario), acuérdense de este escrito…… aunque ya saben, tampoco hay que fiarse mucho de lo que nosotros les explicamos; por lo que sería muy prudente por su parte, contrastar nuestra información con lo que dicen las Escrituras acerca de ello y comprobar si las cosas que les contamos, son realmente cómo se las contamos…… o no.

MABEL

domingo, 20 de mayo de 2012

Apologista Mario Olcese…… o la mentira, a falta de otros recursos.

Y es que usted, Sr. Olcese, se nos ha descolgado publicando el día 15 del corriente mes de Mayo, el artículo “Preguntas de mis lectores hispanos, ávidos por aprender” y en el que supuestamente, da atención a las cuatro cuestiones que desde hace algún tiempo le tengo planteadas; y escrito de respuesta (¿), que merece la siguiente consideración por mi parte: en primer lugar, Sr. Olcese y siendo cierto que deseo aprender, no sería a usted a quien me dirigiría para hacerlo, pues no sabe ni por donde le sopla el aire en cuestiones bíblicas…… luego difícilmente podría usted enseñarme algo, cuando es el caso que soy yo el que le da a usted sopas con honda en ese terreno. Y a las pruebas me remito, pues lo que usted ha hecho en lugar de responder y según tiene por costumbre, es hacer una vez más el ridículo y lo que es peor, mentir descarada y vergonzantemente, como pasaré demostrar a continuación. Y para lo cual, vamos a analizar la primera respuesta que nos da y en donde después de meter en liza al Sr. Rutherford (¡qué pintará ese señor. en esta “ensalada”!) e intentar de forma incomprensible, el pasarle la responsabilidad de su disparatada afirmación…… y personaje del que yo no he hablado en absoluto, ni nada tiene que ver con la pregunta que le hago, nos hace usted una sorprendente declaración; pero recordemos primero la pregunta que le formulo y a continuación, lo que me responde usted a ella:

¿Reconoce D, Mario, efectivamente haberse equivocado en el tema de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo?

Y esta es la parte más “mollar” de su rocambolesca primera respuesta:

Además, yo no dije jamás que miles de millones reinarían con Cristo” (Negritas mías).

Luego vamos a ver si es cierto que usted no dijo jamás eso o nos miente como un bellaco y que es lo que yo mantengo desde hace mucho tiempo; veamos: pasaje de su artículo del 03/02/09 (y reeditado en posteriores ocasiones en otros blogs) titulado “El Milenio de Jesucristo: ¡Lo que el Señor tiene reservado para Ud. y su familia!” y en la primera mitad de su párrafo nueve:

¡Jesús entonces regirá y reinará en persona, y nosotros le ayudaremos y regiremos y reinaremos con él! ¡Reinará de punta a punta, y nosotros, Sus hijos, ya no seremos la pobre minoría perseguida que somos hoy en día! ¡En compañía de los cristianos de todos los siglos, que habrán resucitado, seremos millones, miles de millones, y gobernaremos junto a Jesús a la gente buena que haya sobrevivido.” (Negritas mías).

Pero dejando aparte el craso error (y es que no sabe realmente ni de lo que habla) que comete al identificar a los que con Cristo tienen que reinar (y entre los que usted se incluye) como “Sus hijos”, eso es, hijos de Jesucristo, cuando para reinar con este en el reino de Dios, Sr. Olcese, hay que ser hermano suyo y no hijo, pues de lo contrario, no se es Hijo de Dios y por lo tanto, no se puede heredar el reino con él en calidad de rey o gobernante (pero claro ¡qué se puede esperar de un analfabeto integral en asuntos bíblicos como usted!), pasemos al meollo del asunto…… ¿dijo usted, o no dijo usted, Sr. Olcese, eso de que “millones, miles de millones”, reinarían con Cristo”? Porque el Sr. Rutherford y ya que usted cita de él e intentando cobardemente usarlo de escudo (hay que ver lo bajo que ha caído usted, Sr. Olcese), lo que dijo es que millones que en ese momento vivían, no morirían jamás y refiriéndose a su gran muchedumbre de “otras ovejas” y de los cuales, los TJ siempre han tenido claro que estas no reinarán con Jesucristo; es más, eso es lo que usted mismo nos dice al afirmar en esa primera respuesta lo siguiente:

Además, Rutherford jamás creyó que millones reinarían con Cristo sino 144,000 personas y punto.” (Negritas mías).

Luego todo lo contrario de lo que usted afirma y que la única similitud de su afirmación con la del Sr.Rutherford, es que en ambos planteamientos figura la palabra “millones”…… algo al parecer suficiente, para que en su indigencia mental intente encontrar una escapatoria a la barbaridad que usted ha estado defendiendo desde que le conozco. Y conste que yo tampoco he dicho jamás que dicho caballero (muchos años ya fallecido) creyera semejante barbaridad (en mis 30 años de militancia, nunca se me enseñó eso) y por lo que no pega la excusa por usted dada, con el asunto que yo le planteo, ni con cola; porque lo que yo le digo es que fue usted y ahí está la prueba, el que dijo semejante animalada…… luego no entiendo por qué me mete en este “fregao” a dicho caballero. Pero lo que cuenta y en última instancia, es que después de mentir con semejante desvergüenza y en un raro e impensable ataque de sensatez por su parte, cerraría usted el blog y se iría a pastorear llamas por el Machu Picchu, en el bien entendido que la llamas se dejaran, claro, porque en vista de la calaña del personaje…… pues eso; y es que ya se sabe ¡hasta las llamas exigen cierto respeto!

Pero es que además, su vergonzante conducta que invalida el resto de toda su disparatada exposición (porque no son más que un puro sinsentido, las respuestas que me da), queda agravada por el hecho que como mínimo, por espacio de dos años y ahí están los artículos que cruzamos entre ambos durante ese tiempo y que prueban mi afirmación, usted mantuvo una fuerte polémica en contra de la objeción presentada por este blog, en el sentido de que esa enseñanza era un salvajada y polémica durante la cual nunca negó el haber hecho semejante afirmación, sino más bien al contrario y por la defensa cerrada que hacía de ella, se reafirmaba en la misma…… y eso, como le digo, está escrito en un montón de artículos; por lo que si quiere tiramos de hemeroteca, pues sabido es, que “papeles, hacen callar bocas”.

Aunque de todas formas y probado que usted sí dijo, publicó y mantuvo por dos años como mínimo, semejante burrada (aunque con increíble descaro y con una cara de cemento armado que no tiene parangón, lo ha negado) y en una muestra más de su ignorancia supina del contenido escritural, del que no es más que un analfabeto integral y si no lo es más, es porque no se entrena (aparte de su congénita tendencia a la mentira), veamos que dijo en un reciente video/artículo titulado “Llamados a ser príncipes en el reino de Dios” (04/01/12) y en el que en tono jocoso y burlesco, se dirigía a mí persona. Y me permito el recordarle, que en ese video/artículo usted me estaba respondiendo al que un día antes (03/01/12) yo le había dirigido, bajo el título “La respuesta del detractor” y en el que yo iniciaba el cuarto párrafo del mismo, con la siguiente afirmación:

Pero es que además, el Sr. Olcese cuantifica esa masa resultante de reyes gobernantes asociados con Cristo, en “millones, miles de millones”…… y se queda tan ancho el hombre, ante semejante despropósito…”

Y usted en esa ocasión, como en tantas otras ocasiones anteriores y ante mi directa alusión, no niega ser el autor de semejante afirmación, sino que en un implícito reconocimiento de que la admite como suya, me responde lo siguiente:

“……por otro lado, el hecho que parezca irrazonable que haya tantos gobernantes en el mundo…… digamos millones y millones (si visionan el video, queridos lectores, verán cómo se atraganta en este momento y menciona lo de los millones, como de pasada y para que no se note demasiado), yo no sé si es así y habrá millones, millones y millones…” (Minuto 10`58 de grabación en adelante).

Pero la cuestión es que no niega haberlo dicho ¿verdad?...... aunque veamos que nos acaba diciendo, en el colmo de los colmos, solo un poco más adelante en ese video/artículo:

“…… ¿serán millones, millones, millones y millones?…… no lo dice la Biblia…” (Minuto 16`45 de grabación en adelante.”

Luego si esto es así, Sr. Olcese y según propia afirmación, que usted, por un lado no sabía lo cierto de dicha cantidad de “millones, miles de millones” y que la Biblia, por otro lado, no dice nada de esto ¿por qué lo publicó entonces?...... y lo que es más ¿por qué durante casi dos años, estuvo rebatiendo mi afirmación en el sentido de que tal planteamiento era incorrecto? Pero vayamos a la respuesta que el mentiroso compulsivo que es usted, Sr. Olcese (pues durante más de dos años ha estado manteniendo esta mentira), da a mi segunda pregunta, que dice así:

¿Cómo nos puede explicar el significado del Sal. 45:16, que desmiente categóricamente que los notables del AT, puedan reinar con Cristo en el reino de Dios?

Y que lejos de atender concretamente al sentido de mi pregunta, explicándonos cual es a su entender el significado de dicho pasaje, me sale usted por los cerros de Úbeda y en un intento de desviar la atención, nos dice la siguiente animalada…… porque ya hay que ser bruto e incapaz, para decir esto:

El Salmo 45:16 no es el pasaje que yo uso como “texto contundente” para demostrar que los notables del AT sí reinarán con Cristo en el reino, sino muchos otros que son muy claros para mí.” (Negritas mías).

Y claro que no puede usarlo como “texto contundente” para demostrar que esos notables del AT sí reinarán con Cristo ¡so inepto!, porque resulta que dicho salmo está diciendo exactamente todo lo contrario, eso es, que esos personajes no pueden reinar con Cristo…… ¿o es que no se lo ha leído siquiera o lo que es peor y del todo creíble en su caso, que habiéndolo leído, no se haya ni enterado de lo que dice? Por otra parte, yo ya sé que usted suele usar muchos textos, generalmente sacados de su contexto, como quedó sobradamente probado por la cantidad que de ellos uso usted para demostrarme “la veracidad” de su afirmación sobre los “millones, miles de millones” y que al parecer, eran todos inapropiados para tal fin, pues ha sido usted mismo el que ha reconocido que la Biblia no habla de los tales “millones”…… luego ¿de dónde sacó, Sr. Olcese, tanto texto “demostrativo” y más importante aún, que extravagante interpretación hizo usted de ellos, para usarlos en defensa de su estrambótico planteamiento y del que usted mismo afirma, no está contenido en las Escrituras? ¿O es que usted tira los textos al aire y el primero que cae, ese es el bueno? Porque aquí de lo que se trata, es que dicho pasaje niega tajantemente cualquier posibilidad de que esos notables puedan reinar con Cristo en su reino; por lo que si según usted, hay otros pasajes “más claros” que dicen lo contrario del mencionado Sal. 45:16…… es que la Biblia se contradice. Y circunstancia que se repite, con su respuesta a mi tercera pregunta y que, recordemos, es la siguiente:

¿Cómo a su vez, nos puede explicar el significado de Rev. 20:6 y que desmiente tajantemente, que los sobrevivientes de la “gran tribulación” que pasan con vida al reino de Dios, puedan reinar con Cristo, al no poder participar de la “primera” resurrección?

Y veamos su respuesta y en la que una vez más, no nos habla para nada del texto en cuestión, cuando lo que yo le pido precisamente es que nos explique el significado del mismo, para saber cómo lo interpreta usted; y esto es parte de lo que me responde, relacionado con dicho pasaje:

Sin duda que aquí nuestro amigo comete un gran error en su afirmación de que para reinar hay que primero resucitar. Y es que muchos no necesitarán resucitar en la llamada “primera resurrección” para que así puedan reinar con Cristo, ya que el mismo Pablo habló de aquellos que serían resucitados, y de aquellos que serían transformados.” (Negritas mías).

De entrada permítame decirle que ni yo podría caer tan bajo, ni usted subir tan alto, para que se diera el hipotético caso de que me pillara en un error…… al menos hasta el momento no lo ha conseguido y cada vez que lo ha intentado, como en el caso que hoy nos ocupa, ha salido con el rabo entre piernas y circunstancia que se volverá a repetir en esta ocasión. Porque siendo cierto que su razonamiento estará muy bien para un analfabeto integral como usted en entendimiento bíblico, resulta que no soy yo el que comete el error, pues no soy yo el que hace semejante afirmación, sino que son las Escrituras y por lo que nos encontramos con el mismo problema, Sr. Olcese; porque si según usted, hay textos que dicen que no hace falta participar de ninguna resurrección, para reinar con Cristo, la Biblia de nuevo se contradice…… pero como eso no es posible, solo queda una opción y es la de que usted, Sr. Olcese, dice las cosas sin leer siquiera los textos bíblicos implicados en el asunto y si lo hace, obviamente no los entiende, porque el pasaje de Rev. 20:6, es clarísimo:

Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos (los que participan de dicha resurrección y no sobre los que no lo hacen) la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo y reinarán con él por los mil años.” (Acotación mía).

Luego “sobre estos”, eso es, sobre lo que participan de esa primera resurrección y no sobre los que no lo hacen, Sr. Olcese, es sobre los cuales la muerte segunda no tiene autoridad (luego alcanzan la inmortalidad) y se convierten en sacerdotes y reinan con Cristo…… entonces le ruego que nos explique qué entiende usted de ese pasaje de Rev. 20:6 y se deje de tanto rollo patatero, de adjuntar textos que no sabe interpretar y que por supuesto, no dicen lo que usted pretende que digan, pues están sacados de contexto y deje de marear la perdiz, jugando al despiste; y ahora, veamos el contenido de la cuarta pregunta:

¿Está equivocado el Sr. Rivas Martínez, cuando afirma que el bautismo en agua, no tiene absolutamente nada que ver con la salvación de una persona, eso es, que no hace de uno un Hijo adoptivo de Dios?

Y esta es su respuesta:

Creo que la Escritura es clara cuando dice que el que creyere y fuere bautizado será salvo (Marcos 16:16). En Hechos vemos que los que creyeron en el testimonio de Pedro, fueron bautizados, y así fueron añadidos a la iglesia (Hechos 2:38-47). Y si por el bautismo somos añadidos a la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, entonces nosotros nos convertimos en ungidos, ya que si la cabeza es ungida, también lo es el cuerpo. Y si somos ungidos, tenemos el Espíritu Santo (2 Corintios 1:21,22), y si somos guiados por el Espíritu santo, somos hijos de Dios (Romanos 8:14).” (Negritas mías).

Pero es que resulta, Sr. Olcese y por si no se ha enterado aún, que no estamos hablando de lo que hizo el bautismo en el primer siglo, sino de si dicho bautismo tiene validez a día de hoy y a lo que el Sr. Rivas le dice categóricamente, que de eso…… “nada de nada, monada”, eso es, que el bautismo no salva de ningún modo, o hace de uno un Hijo adoptivo de Dios y lo que traducido al román paladíno, significa que dicho bautismo en agua no sirve absolutamente para nada; por lo que entiendo que debería usted leerse mejor lo que le preguntan, antes de pasar a responder.

Pero claro, como no tiene usted ni la más remota idea de lo que dice y por ello, no nos puede hablar de su interpretación personal de los textos mencionados (Sal. 45:16 y Rev. 20:6), pues como he manifestado antes, no es usted más que un analfabeto integral en conocimiento bíblico y que además no sabe ni leer, mezcla sin ningún pudor “churras con merinas” y por ello puede decir lo que nos acaba de decir y que desautoriza totalmente su planteamiento, porque veamos: usted nos acaba de afirmar y citando de Mar. 16:16, que la Escritura “es clara” al decir que “el que creyere y fuere bautizado será salvo”…… ahora bien, lo que usted no dice y en un perverso intento de coger solo aquello que le interesa de determinado pasaje, pues no solo es usted un mentiroso compulsivo, sino también un desvergonzado que con tal de salirse con la suya no le importa mutilar la Palabra de Dios y con ello, perjudicar a los que le leen, cita solo el versículo 16, cuando este es consustancial, eso es, no se puede separar de los versos 17-18, para una completa y correcta comprensión del mensaje que quiso transmitir Jesús; por lo tanto, vamos a leerlos en su conjunto y ver, que es lo que nos dicen:

El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado. 17 Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas 18 y con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán”.” (Mar. 16:16-18).

Luego si la Escritura y según usted, “es clara” en el verso 16, es obvio que tiene que ser lo mismo de clara en los dos restantes, pues forman parte de un todo dentro de la idea que Jesús quería transmitir ¿o no es eso así, Sr. Olcese? Por lo tanto siendo esto así y si Jesús no nos mintió, si a día de hoy no hay personas que desarrollen los citados poderes mencionados, es que tampoco existen hoy personas “salvas” o con la condición de Hijos adoptivos de Dios…… y ello de nuevo nos lleva a reconocer, la veracidad del planteamiento del Sr. Rivas, cuando afirma la no validez actual del bautismo para conceder la salvación o la adopción de uno como Hijo de Dios. Y ya yendo un poco más allá y disculpe la inmodestia, lo atinado del planteamiento de este blog en el sentido que a día de hoy, el bautismo es totalmente un acto sin ninguna validez práctica y totalmente obsoleto, que no tiene la aprobación del Altísimo y tal como se puso de manifiesto en nuestro artículo “El bautismo en agua…… ¿está aún vigente?”, publicado el pasado día 4 del mes en curso…… y al que usted, torpemente como siempre, hizo un amago de oponerse. Y me permito el añadir, que cualquiera que esté interesado en conocer los razonamientos sobre los que apoyo mis preguntas u objeciones, los puede leer en el artículo que le dirigí y que usted no atendió, el día 24 del pasado mes de Abril “Pero D. Mario…… ¿responderá Ud. a mis objeciones, sí o no?”.

Por lo tanto y todo considerado, la conclusión del asunto, Sr. Olcese, es que es usted un embustero compulsivo, a la par que un desvergonzado y que si tuviera un mínimo de dignidad (¡sabrá usted lo que le estoy hablando!), cerraría los blogs y desaparecería de Internet por un tiempo…... cuanto más largo mejor. Pero permítame una pequeña advertencia: se equivoca usted si cree estar contendiendo conmigo, que no soy más que un simple comunicador de lo que dicen las Escrituras…… luego con quien realmente está usted contendiendo, es con el propio Autor de las mismas, Jehová Dios. Por lo que no se le tiene que olvidar, que a menos que usted cambie de chip y dé un giro de 180º, se le pasará factura por todas sus mentiras, su insolencia, orgullo y altanería; y si no…… al tiempo, Sr. Olcese.

Armando López Golart

miércoles, 16 de mayo de 2012

Aviso para Apologista Mario Olcese

Me permito señalarle, Sr. Olcese, que ya tengo preparada y a punto de publicar mi respuesta a su artículo del 15 del corriente “Preguntas de mis lectores hispanos, ávidos por aprender”, pero que esperaré hasta el día 20 para hacerlo, puesto que deseo que más personas hayan leído el suyo y tomen buena nota de lo que en el me responde a mis cuatro preguntas formuladas (si puede ser, que se lo impriman), por aquello de las “posibles” correcciones de última hora…… pues ya le adelanto, que no le va a gustar un pelo lo que le voy a decir.

Atte.

Armando López Golart

martes, 15 de mayo de 2012

D. Mario…… ¿no será que se está “pitorreando” de mí?

Porque desde luego, si no lo hace…… se le parece mucho; y es que resulta, queridos amigos que visitan este blog, que dicho caballero respondió a mi escrito “¿Se acuerda Ud. de lo mío, Sr. Olcese?”, publicado el día 10 del mes en curso y en donde ya por tercera vez, le recordaba que aún no ha dado respuesta a los cuatro puntos que le tengo planteados y que derrumban el entero conjunto de sus principales “enseñanzas”, con el siguiente correo:


De: Mario Olcese S. (molceses@hotmail.com)

Enviado: viernes, 11 de mayo de 2012 8:13:20
Para: Armando López (habacuc-2@hotmail.com)

Per Voi, amico mio...ascolta!‏



Y a continuación, me inserta un video que su hermano Franco dirige a un TJ llamado Pietronuta (o algo parecido) y que puesto que está hablado en italiano, no me entero de la película…… y video “Testimonio di Geova: la WT tradusse male 1 Cor. 15:23 peer appoggiare sua dottrina falsa sui unti” publicado en You Tube el 11 del mes en curso y que obviamente, no tiene relación alguna con los temas que nos traemos entre manos el Sr. Olcese y un servidor. Quiero pensar, que puesto que cierro dicho artículo con la expresión italiana “chi lo sa” (que traducido al español significa “quién sabe” o “quien lo sabe”), que el amigo Mario ha pretendido hacer la “gracieta” de turno; y es que parece ser, que la finalidad de dicho caballero es marear la perdiz y no reconocer que lo que publica como “maravillosas” enseñanzas, no son más que verdaderas salvajadas…… y la prueba de ello la tienen precisamente, en el hecho de que no es capaz de responder a las sencillas preguntas que le formulo, acerca de dichos puntos.

Por lo que ante tal respuesta (el citado correo), no puedo por menos que pensar que ese señor se está cachondeando de mí, así como de sus lectores…… aunque con ser ello grave, quizás sea lo de menos, frente a lo que realmente está haciendo: y es que se está pitorreando del propio Jehová, pues si mis argumentos están bien sustentados sobre textos bíblicos (y lo están, prueba de ello es que no puede rebatirlos) son estos y no yo, quiénes le llevan la contraria. Luego a quién se estaría oponiendo realmente dicho caballero, sería a la reprensión del mismísimo Todopoderoso, puesto que los textos que cito no me los invento yo, pues como diría Jesús: “Está escrito”…… yo solo señalo dónde se encuentran los mismos.

Sin embargo, el Sr. Olcese continúa haciéndose el tonto, “ignorando” que ahí tiene esa “patata caliente” y que no es capaz ni siquiera de acertar mínimamente por dónde cogerla…… prefiere y al igual que el avestruz cuando se ve acosado (que mete su cabeza en un agujero, pensando que puesto que él no ve a nadie, nadie le ve a él), D. Mario mete su cabeza en el agujero del “no sabe, no contesta” y pensando así, que los demás y con el tiempo, se irán olvidando del tema. Pero claro, ese “genial” estilista del florete, no sabe que conmigo ha pinchado en hueso y mientras no responda a dichas cuestiones, continuamente estaré recordando a su audiencia su incapacidad y falta de solvencia para responder a determinadas cuestiones…… sobre todo, cuando ha sido tan rápido en responderme a otras, siempre en aquellas en las que creía poderme “entrampar”.

Porque D. Mario parece que aún no se ha percatado, que soy un adversario algo “correosillo” y “durillo” de pelar, que le da sopas con honda en cuanto a un correcto entendimiento de las Escrituras…… y no porque sea más listo que él, sino sencillamente por la táctica que uso: yo leo con atención lo que dicen estas, razono sobre ello con lógica y sentido común, ajustando mi modo de ver las cosas, según ellas dicen que son las tales cosas; dicho de otro modo, yo intento ver la situación desde el punto de vista de Jehová y no del mío. Todo lo contrario que el Sr. Olcese, que se levanta de la cama con determinada idea, busca textos que digan aquello que él necesita que digan y prescindiendo de si los saca de su contexto natural o no, los usa en apoyo de la “genialidad” que se le haya ocurrido y en un intento de hacer que las Escrituras, digan aquello que él cree que dicen o le interesa que digan…… y es que lo que diga Jehová al respecto, sencillamente le trae al fresco.

Porque recuerdo la cantidad de textos que uso durante casi dos años, para desmontar mi afirmación en el sentido de que su planteamiento de los “millones, miles de millones” que tenían que gobernar con Cristo en el reino de Dios, era sencillamente una salvajada. El resultado, creo que por todos ya conocido, es que no hace mucho reconoció que él no sabía si eso sería así o no y que además (palabras textuales), esa idea no estaba contenida en las Escrituras…… luego ¿qué hay de esos textos bíblicos tan bien “interpretados” que uso profusamente, para probarme que las cosas eran según él las contaba? ¿Es que ya no dicen lo mismo de antes, o es que los había interpretado mal, tirando a peor? Y lo que me lleva a preguntarme también, para que le han servido todos sus estudios en teología, cuando un ignorante como yo, es capaz de ponerle las peras al cuarto y hacerle huir de su responsabilidad de aclarar las cosas, bien “fugándose” del blog, bien haciéndose el despistado como si la cosa no fuera con él.

Pero créanme, queridos lectores, que hay algo que me sorprende aún mucho más, que el que determinada persona se comporte de forma tan inconsecuente y falta de coherencia: el que las personas que le rodean, como por ejemplo en este caso, su hermano Franco (Lavasori), o en su defecto, la “secretaria ejecutiva” y que D. Mario afirma que escribe a su dictado, o de sus amigos como Rivas, Buzzard y tantos otros que colaboran en sus blogs, sean incapaces de decirle que está haciendo el ridículo más espantoso y que se pone en evidencia ante sus lectores…… ¿o es que tampoco se enteran de qué va la película? Y es que de ser así la cosa, eso es, que dicho caballero estuviera rodeado de tanto inepto, se cumpliría la máxima tan conocida que dice que “en el país de los ciegos, el tuerto es el rey”. Pero por aquello de que no se olvide de qué va el asunto y busque las ayudas pertinentes, ahí le repito a D. Mario las cuatro preguntas (resumidas) de los puntos en cuestión y ya por cuarta vez, para ver si al final y en un ataque de vergüenza ajena, alguien de su entorno da la cara y responde a aquello que el Sr. Olcese es totalmente incapaz de responder…… y que ya hay que ser inepto para no poderlo hacer:


Primera pregunta:


¿Reconoce D, Mario, efectivamente haberse equivocado en el tema de los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo?



Segunda pregunta:


¿Cómo nos puede explicar el significado del Sal. 45:16, que desmiente categóricamente que los notables del AT, puedan reinar con Cristo en el reino de Dios?



Tercera pregunta:

¿Cómo a su vez, nos puede explicar el significado de Rev. 20:6 y que desmiente tajantemente, que los sobrevivientes de la “gran tribulación” que pasan con vida al reino de Dios, puedan reinar con Cristo, al no poder participar de la “primera” resurrección?



Cuarta pregunta:


¿Está equivocado el Sr. Rivas Martínez, cuando afirma que el bautismo en agua, no tiene absolutamente nada que ver con la salvación de una persona, eso es, que no hace de uno un Hijo adoptivo de Dios?



Y estas son las cuatro cuestiones que le tenemos planteadas al Sr. Olcese y que hasta el momento, se ha mostrado incapaz de responder a ninguna de ellas (de haber podido, ya lo habría hecho) y que tienen ustedes perfectamente argumentadas, en nuestros artículos de los días 5, 7 y 10 del corriente mes de Mayo y a los que D. Mario ha preferido no responder y dar la callada por respuesta; así como tampoco ha tenido a bien responder a los de los días 8 y 9 y en los que me permito el señalarle, sendos errores garrafales que comete y demostrativos de que no sabe ni de lo que habla…… y por si acaso lo dudan, queridos lectores, ahí los tienen para que puedan leerlos. Mientras tanto, desde este blog estaremos a la expectativa que se le encienda la “bombilla” al Sr. Olcese, o dicho de otra manera, se le “haga la luz” a tan “entendido” caballero y nos dé una clase magistral de “interpretación” bíblica, aunque ya les anticipo “que no caerá esa breva”; y es que para eso, uno tiene que saber de lo habla y ese señor, sencillamente no lo sabe…… de lo contrario, ya nos habría respondido.

Por cierto, que en el momento de ir a colgar este escrito en el blog, he visto que D. Mario acababa de publicar un video/artículo titulado “Los verdaderos primados en el reino milenial de Cristo, ignorados por la Watchtower” en el que apoyándose en Mat. 18:1-4 (y que como tiene por costumbre, una vez más saca dicho pasaje de su contexto natural, para que diga aquello que él quiere que diga), hace un verdadero alegato a la humildad y resalta la necesidad de ser humilde para poder estar entre los que con Cristo han de reinar…… pues bien, siendo eso así, emplazo al Sr. Olcese a que en armonía con lo que dice, muestre su humildad respondiéndome a las cuatro preguntas que le acabo de recordar, en especial a la primera: ¿Reconoce haberse equivocado acerca de su enseñanza, sobre los “millones, miles de millones” que tenían que reinar con Cristo? Pero aparte de eso, y conste que en un próximo escrito lo mostraré, en este nuevo artículo D. Mario hace reconocimiento de otro error en su entendimiento escritural y extremo que en su momento me discutió fuertemente…… o sea que, queridos amigos, no se me aparten de la pantalla, que la cosa sigue estando interesante.

Pero permítanme acabar este artículo, diciendo lo siguiente: esta aparente fijación con el Sr. Olcese, no es tal, ni mi propósito es el de demostrar que yo soy más listo que el citado caballero…… no, no, nada de eso; ahí cada uno sabe lo que sabe y en arreglo a ello, hace lo que puede. Porque de lo que se trata, es que tomando como referencia un blog muy visitado en la red y que concita en el mismo, todas las distintas enseñanzas que circulan por ahí, que ustedes sepan distinguir y en consecuencia separar “el grano de la paja” y que mediante el contrastar las distintas afirmaciones que hacemos unos y otros, con el registro de las Escrituras, saquen sus propias conclusiones. Probablemente dicho caballero y un servidor, errados o no, ya tenemos las ideas claras de lo que entendemos del contenido escritural y difícilmente uno hará que el otro cambie de opinión, por lo que sería absurdo y estéril ese enfrentamiento de pareceres; pero ya otra cosa es, cuando de esa polémica otros pueden salir beneficiados y que es lo que me mueve a mí (y quiero imaginarme que al Sr. Olcese también, aunque visto lo visto, sabe disimularlo muy bien) a meterme en esos “fregaos”…… y dicho lo cual, ahora sí, ahí dejo el tema a su consideración, para que hagan con él lo que crean oportuno.

Armando López Golart