lunes, 28 de marzo de 2016

¡La incontestable veracidad del Salmo 19:1!


Hace unos días y en una columna de opinión del periódico español La Vanguardia, aparecía el siguiente razonamiento y formulado por la Sra. Pilar Rahola, filóloga, independentista, republicana, periodista, además de tertuliana de radio y televisión en diferentes medios de comunicación; he aquí, como iniciaba Dña. Pilar su exposición:

A diferencia de algunos, que alzan su fe católica para censurar la libertad de expresión y, después, continuar viviendo felizmente su doble moral, yo no estoy ni a favor de la censura ni me siento vinculada a los dogmas católicos. Mi racionalismo militante me impide creer en Dios, pero mi ética no me impide respetar a los creyentes.” (Negritas nuestras).

Partiendo de estas palabras y si no nos equivocamos en nuestro particular análisis de las mismas, deberíamos de entender que si uno es republicano, independentista, comunista o mediopensionista, su “racionalismo militante” le impide el poder creer en Dios o, lo que es lo mismo y por aquello de reducir la cosa a su mínima expresión, que si uno es de izquierdas no debe de creer en Dios…… y en el bien entendido que también hay ateos que son de derechas. Visto lo visto, ello nos lleva a razonar que para algunas personas el llegar al cénit de la intelectualidad ya supone una patente de corso para decir, sugerir, comentar, cuasi pontificar y dando por hecho que, puesto que son afirmaciones hechas por un intelectual de reconocido prestigio, se recibirán con respeto y que serán, cuando menos, pensadas y ponderadas…… y los autores de este blog, contestatarios donde los haya, resulta que no estamos muy por la labor: si lo que se dice es una “chorrada” y por muy intelectual que sea el que la dice, continúa siendo una “chorrada” y punto. Porque lo que no es racional y menos en una persona que se la supone inteligente, como es en el caso que nos ocupa, es que su personal militancia en determinadas ideas (en este caso políticas) condicionen su percepción de la realidad que ve todos los días a su alrededor y lo que nos lleva, ahora ya sí, a las palabras del mencionado Sal. 19:1:

Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos, la expansión está informando.”

Luego tal parece que lo “racional” y prescindiendo del color político de la militancia de cada uno (derecha, izquierda, centro, arriba, abajo o a medio camino), sería el ceñirse a los “hechos” constatados que tenemos a nuestro alcance y sacar de ellos las oportunas conclusiones; porque, por ejemplo, cuando uno levanta los ojos a los cielos en una noche despejada, el espectáculo que contempla es realmente sobrecogedor por su grandiosidad y, partiendo de la base, que solo alcanzamos a ver en ese momento una diminuta e ínfima porción de la galaxia que cobija a una minúscula estrella perdida en el confín del universo que llamamos Sol, que a su vez alberga un diminuto planeta que llamamos Tierra y perdido en la inmensidad del espacio, en donde se produjo por primera vez y hasta donde sabemos, el maravilloso milagro de la vida material e inteligente…… sí, sí, ya sabemos que llamar “inteligente” al ser humano y con la que nos está cayendo, no pasa de ser un claro ejemplo de voluntarismo ¡pero “tranquis”, que la cosa se reconducirá a no tardar! Por lo que retomando el tema que nos ocupa, habría que insistir en el hecho de que pensar con racionalidad, tendría que ver con el ajustarse a la lógica expresada por el apóstol Pablo, cuando dijo lo siguiente:

Por supuesto, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios.” (Hebr. 3:4).

Por lo que prescindiendo del “racionalismo militante” de cada uno y en el supuesto que se tenga, a nadie cuando le ponen en la mano un bolígrafo, unas tijeras o un celular, se le ocurre pensar que esos artefactos se han hecho solos…… lo “racional”, es pensar que alguien los ha diseñado y construido. Entonces, cuando contemplamos sobrecogidos el espectáculo de la creación material que nos rodea por todas partes y la vida contenida en ella, solo es del todo “irracional” el no pensar que detrás de ella tiene que haber un Supremo Hacedor…… de hecho, lo que dijo Pablo al respecto, fue lo siguiente:

Porque las cualidades invisibles de él (del Dios Todopoderoso) se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos (los que niegan su existencia) son inexcusables; 21 porque, aunque conocieron a Dios (por medio de Sus obras), no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron casquivanos en sus razonamientos y se les oscureció su fatuo corazón. 22 Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios 23 y tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del hombre corruptible y de aves y cuadrúpedos y cosas que se arrastran.” (Rom. 1:-20-23). (Acotaciones nuestras).

Tengamos en cuenta que el término “racional” tiene que ver con lo ajustado a la lógica y la sensatez: si hay humo, es porque hay fuego y, si hay fuego, es porque alguien lo ha prendido…… entonces si nos encontramos con unas leyes universales perfectas e inmutables que mueven todo el Cosmos en un delicado equilibrio, es porque hay diseño en ellas y, si hay diseño, es porque hay un Sublime y Poderosísimo Diseñador detrás de las mismas; sin embargo, la lógica del ser humano va por otros vericuetos y por una razón que en las Escrituras se refleja con la siguiente contundencia:

El inicuo, conforme a su altanería, no hace investigación…… todas sus ideas son: “No hay Dios”.” (Sal. 10:4)

Por lo tanto, partiendo de ahí y ya hablando de una clara actitud de negación de la evidencia contemplada por parte del ser humano en general, eso es, no personalizando ya en la periodista aludida y que solo ha sido la anécdota que ha dado pie a este escrito, acudir al “racionalismo militante” para excusar la no creencia en un Dios Todopoderoso y Creador de todo lo existente, no es más que intentar dar carta de naturaleza a una crasa actitud de rebeldía a lo exigido por Este al ser humano y que tiene que ver, fundamentalmente, con asuntos morales. Que ello es como se lo decimos, queda probado por los resultados negativos que dicha actitud ha generado en la sociedad actual y señalado ello, por los textos que siguen a los ya citados del primer capítulo de la carta dirigida por Pablo a la congregación de Roma y que abren con el verso 24:

Por lo tanto, en conformidad con los deseos de sus corazones, Dios los entregó a la inmundicia para que sus cuerpos fueran deshonrados entre sí, 25 hasta a los que cambiaron la verdad de Dios por la mentira y veneraron y rindieron servicio sagrado a la creación más bien que a Aquel que creó, que es bendito para siempre. Amén. 26 Por eso Dios los entregó a apetitos sexuales vergonzosos, porque sus hembras cambiaron el uso natural de sí mismas a uno que es contrario a la naturaleza; 27 y así mismo hasta los varones dejaron el uso natural de la hembra y se encendieron violentamente en su lascivia unos para con otros, varones con varones, obrando lo que es obsceno y recibiendo en sí mismos, la recompensa completa que se les debía por su error.” (Rom. 1:24-27).

Porque el vergonzoso espectáculo que hoy contemplamos con la total aceptación de la homosexualidad y legislando sobre ella los gobiernos de las naciones, no solo al legalizar los matrimonios de personas del mismo sexo, sino dándole carta de naturaleza al incluirla en la enseñanza de las escuelas, no es más que el resultado punitivo de una incorrecta interpretación de las cosas por parte de mentes extraviadas. Y no se tomen “a coña” lo que les estamos diciendo, en el sentido de que las relaciones sexuales de una u otra índole se promocionan en las escuelas, pues vean cómo está “el percal” en España, a tenor del siguiente artículo de prensa y tomado del periódico ABC, en su edición sevillana del 15/10/15 y confirmado en Libertad Digital con la misma fecha (15/10/15), cuyo titular ya era de escándalo: “El Ayuntamiento comprará 7.000 dosis de lubricante vaginal y anal para alumnos de instituto”…… eso sí, se nos “tranquilizaba” diciéndonos que si no se compraban también preservativos, era porque les habían sobrado de una remesa del año anterior y que tuvo un costo de 4.300 €, lo que lleva a preguntarse uno aquello de ¿para qué demonios, querían tanto preservativo en los institutos sevillanos?

O sea y hablando en román paladín e intentando resumir la cuestión, resulta que unos padres envían a sus hijos e hijas a un instituto para que les enseñan matemáticas y geografía y lo que les enseñan es a practicar en vivo las diferentes posturas del “Kama Sutra” entre alumnos con alumnas, alumnos con alumnos (obviamente, según sea la preferencia de cada cual) y con lo que nuestros institutos son convertidos por arte de birlibirloque en vulgares “puticlubs” (disculpen la expresión, pero las cosas son como son), pues de lo contrario no podemos entender lo necesario de los preservativos, ni de los lubricantes “vaginales” y “anales” en dichos centros de educación y por aquello de llamarles algo; y todo ello, para más inri, con la aquiescencia de las autoridades gubernativas…… queremos imaginarnos, que todo ello propiciado por un “loable” intento de paliar el alto nivel de absentismo escolar que registramos en España, haciendo más atractivo para el “personal” el horario lectivo de los centros.

Tenemos por otra parte y por aquello de que “¡éramos pocos y parió la abuela!”, el asesinato de seres humanos con el falaz argumento de que si aún no han nacido no se les puede considerar tales, como es la aceptación del aborto como un “derecho” inalienable de la mujer, lo cual no hace más que constatar el elevado grado de depravación de una sociedad actual cegada a la realidad de las cosas…… y cuando vemos tan repugnantes actitudes, solo se puede entender de ello que las palabras del apóstol Pablo que acabamos de leer se están cumpliendo inexorablemente sobre una humanidad depravada y totalmente alejada de Dios, pues nada ni nadie puede escapar a las consecuencias derivadas de violar las leyes naturales impuestas por el Dios Altísimo del que reniegan. Pero es que además, el decreto divino sobre esa sociedad embrutecida, violenta y sumida en la inmundicia más abyecta, es el siguiente:

Pero las naciones se airaron (o se revelaron y que es lo que está ocurriendo) y vino tu propia ira y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes y para causar la ruina de los que están arruinando (en este caso, moralmente) la tierra.” (Rev. 11:18). (Acotaciones nuestras).

Es cierto que alguien podría alegar que no es de los que participa en esa tarea de arruinar la tierra (en este caso en el campo de lo moral y que degeneran en reprobables conductas personales), pues se considera una persona moralmente decente, creyente en Dios y, como suelen decir ese tipo de personas, “que no hace mal a nadie” y algo que no es lo que se está cuestionando en este momento; porque lo que se está poniendo en tela de juicio es lo que uno hace “por omisión”, eso es, el no significarse abiertamente en contra de las cosas aberrantes que se producen en el mundo como son las citadas actitudes permisivas de la homosexualidad y del aborto, apoyadas por grandes y festivas manifestaciones dentro del mundo llamado “cristiano”…… porque quizás uno no incurra en la comisión o promoción de dichos actos, pero bien puede razonar en su fuero interno que cada uno tiene el derecho a orientar su sexualidad por donde quiera mientras no perjudique a otros, al tiempo que comparte la “progresista” idea del “derecho” de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, eso es, de hacer con su embarazo lo que quiera, pues en definitiva estaríamos ante un asunto privado de decisión personal. Sin embargo y dado que el Hijo de Dios abominaba de dichas prácticas, unas palabras que dijo marcan claramente la posición incorrecta en la que se encuentra instalada una inmensa mayoría de personas que piensan de la forma señalada y que son las siguientes:

El que no está de parte mía, contra mí está; y el que no recoge conmigo, desparrama.” (Mat. 12:30).

Sin embargo y pasando por alto dicha admonición, resulta que son las propias iglesias de la cristiandad las que “bendicen” dichas actitudes mediante cierta connivencia con ellas o, descaradamente, señalando que los tiempos cambian y que hay que ajustarse a los mismos, “casando” en sus templos a personas del mismo sexo; todo ello en un intento de no perder “parroquia”, pues con ella se van también las donaciones “voluntarias”, los diezmos o como ustedes quieran llamarles, pero que se resume en la siguiente cuestión: sus respectivos dirigentes viven como reyes a costa del “rebaño” y algo de lo que ya nos advirtió hace casi 2.000 años, el bueno de Pedro:

Sin embargo, llegó a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán calladamente sectas destructivas y repudiarán hasta al dueño que los compró (mediante la aceptación de las prácticas señaladas y contrarias a la voluntad de nuestro Creador), trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. 2 Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. 3 También, con codicia los explotarán a ustedes (eso es, solo buscarán el dinero de su grey) con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio desde lo antiguo no se mueve lentamente y la destrucción de ellos no dormita.” (2 Ped. 2:1-3). (Acotaciones nuestras).

Pero esto no exime a los “explotados” de su cuota parte de responsabilidad, pues la cosa ya les va bien como está y creen cubrirse la espalda con el manto de la religión, queriendo ignorar la falsedad que detrás de cada organización religiosa existe, fundamentalmente dentro de la llamada “cristiandad” y que es precisamente donde más aberraciones se cometen en contra de Dios…… porque de forma sorpresiva, en ningún otro sistema religioso del mundo se contempla la homosexualidad (mucho menos la unión legal entre personas del mismo sexo) como un hecho lícito y muchísimo menos, el aborto. Por lo tanto, dentro del sistema religioso actual que dice sustentar las enseñanzas del Hijo de Dios, resulta que es en donde de forma sorprendente se cumple la siguiente profecía bíblica:

¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!” (Isa. 5:20).

Porque, que la homosexualidad es contraria a la ley divina y por tanto “mala”, queda claro en el siguiente pasaje:

¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres (o en su defecto, mujeres con mujeres), 10 ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.” (1 Cor. 6:9-10). (Acotación nuestra).

Y si no hay reino de Dios en perspectiva, lo que hay para esas personas y según Judas 7, es lo siguiente:

Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas, después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso e ido en pos de la carne para uso contranatural (homosexualidad), son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno (eso es, destrucción eterna).” (Acotaciones nuestras).

En cuanto al aborto (también “malo” a los ojos de Dios) y apoyado en la argumentación de que un “nonato” no es aún un ser humano, ello no deja de ser una falacia siempre a tenor de lo que dice de ello el Gran Legislador, Jehová Dios y contenido en las leyes que dio al pueblo de Israel:

Y en caso de que unos hombres luchen el uno con el otro y realmente lastimen a una mujer encinta y los hijos de ella efectivamente salgan, pero no ocurra un accidente mortal, a él sin falta ha de imponérsele el pago de daños conforme a lo que le imponga el dueño de la mujer; y él tiene que darlo por medio de los jueces. 23 Pero si ocurre un accidente mortal (bien fuere con la muerte de la mujer o del hijo que esta llevaba en sus entrañas), entonces tienes que dar alma por alma (luego es obvio que ese feto aún no nacido, ya era considerado por Jehová como un ser humano de pleno derecho y de ahí la equivalencia exigida en el pago, eso es, de vida por vida), 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 marca candente por marca candente, herida por herida, golpe por golpe.” (Éxo. 21:22-25). (Acotaciones nuestras).

Por lo tanto y ante esas “malas” prácticas señaladas y consideradas como progresistas por la sociedad actual, eso es, como “buenas” y contrario a lo que de ellas se pensaba solo unas decenas de años atrás, nos encontraríamos ante una aberrante deriva del ser humano que le ha conducido a la actual situación de depravación que contemplamos hoy en día y de la que Pablo hizo una radiografía perfecta, hace casi 2.000 años; véanla:

Más sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres (notemos que se nos está mostrando la estrecha relación existente, entre la actitud mostrada por los hombres y la dificultad de los tiempos) serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo, amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.” (2 Tim. 3:1-5). (Acotación nuestra).

¿Les suenan a algo dichas palabras? Porque eso es lo que contemplamos a nuestro alrededor en nuestro cotidiano día a día, en donde la delincuencia, la corrupción de todo tipo y la depravación moral campa por sus respetos y sin que las autoridades competentes (bien sean de orden moral o de orden público) sean capaces de atajarlas…… y todo ello, por la pertinaz actitud del ser humano en su desquiciada deriva, de querer ignorar esa inmutable realidad expresada en el Sal. 19:1:

Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos, la expansión está informando.”

MABEL


lunes, 21 de marzo de 2016

¡Las tres preguntas más importantes de nuestros tiempos!


Desde tiempos inmemoriales, el ser humano se ha debatido en un mar de preguntas y entre las que destacan, de hecho se las considera como de gran “trascendencia” para la existencia de este, aquellas que tienen que ver con el quién somos, porque somos y hacia dónde vamos, que excediendo del campo de lo material ya nos adentran en el campo de lo espiritual; sin embargo y ya situados en los últimos estertores del mundo como hasta ahora lo hemos contemplado y aunque pocos son los que se creen dicho extremo, lo cierto es que las tales han mermado su interés en favor de otras tres de más rabiosa actualidad y por mucho de más importancia capital, si cabe, que las citadas, para cada una de las personas que viven en este momento en el planeta…… pero recapitulemos y veamos porque salimos ahora con esto:

Hace unos días, concretamente el 10/03/16, publicábamos en este blog el artículo titulado “¿Se mantiene usted……alerta?”, en donde hacíamos mención sobre algunas cuestiones tan sorprendentes como interesantes que nos deparará el futuro, como pueda ser la inminente aparición de la antigua nación de Asiria y con todo lo que ello significará en un futuro inmediato; porque dicha ocurrencia está directamente relacionada con la puesta en escena del personaje conocido como “el anticristo” y profético evento que se producirá al unísono con la presencia de los “dos testigos” de Rev. 11:3 (en todo caso, un reducido grupo de personas enviadas por Dios, al modo de los Pedro, Pablo, Juan, etc.), encargados de liderar la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y para lo que precisarán de ayuda, dado el poco tiempo que tendrán para llevar la obra a cabo y que queda limitado a tan solo de tres años y medio para abarcar el mundo entero (“cazi ná”, que diría nuestro amigo el castizo). Ayuda que llegará a cargo de personas que se presten a colaborar con ellos en difundir el mensaje del inmediato establecimiento del reino de Dios en la tierra y colaboración de la que se nos habla en la parábola conocida como la de “las ovejas y las cabras” (Mat. 25:31-46); y cerrábamos el artículo señalado, dejando pendiente el tema que se detalla en el último párrafo del mismo y en donde se lee así:

Otra cuestión es lo que se requerirá de aquellos que acepten el colaborar con esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo, qué es lo que les identificará como tales colaboradores y cómo se las apañarán para llevar adelante dicha labor…… pero de eso, ya les hablaremos en un próximo escrito.”

Notemos que la citada parábola fue usada por Jesús, para transmitir una enseñanza a sus discípulos y que si bien es cierto que tuvo una aplicación en aquellos tiempos (Mar. 16:15-20), no es menos cierto que dicha parábola apuntaba directamente al tiempo del fin de los tiempos (ver Mat. 25:31-33), eso es, en nuestros días y por tanto provechosa para las personas que vivimos hoy; porque en ella queda claro que aquellos que pretendan entrar al reino de Dios en calidad de súbditos, tendrán que significarse en favor de aquellos a los que el Hijo de Dios identificó como a sus “hermanos más pequeños” o pequeño resto “ungido” aún por aparecer…… y que para una información más detallada sobre el particular, nos permitimos sugerirles el que se lean nuestro escrito del 25/06/15 titulado ““Ovejas” o “cabras”…… ¿en qué grupo desea estar usted?”. La cuestión es que dada (siempre según nuestro entender) la cercanía del momento en que aparezca de nuevo la antigua nación de Asiria, zona territorial que se corresponde con el actual territorio conocido como el Kurdistán y cuyos habitantes, los kurdos, son directos descendientes de los antiguos asirios, no es momento para que aquellos que quieran entrar al reino de Dios anden despistados; tan es eso así, que los kurdos son descendientes de los antiguos asirios, que algunos medios de comunicación ya no identifican a las personas que viven en esas tierras como “kurdos”, sino como “asirios”. Sea como fuere la situación, el caso es que su proyecto de independencia está más avanzado de lo que creemos y con ello, la profecía de Rev. 13: 3 a punto de cumplirse…… por lo que hay que estar muy alerta, para que “no nos coja el toro” y perdamos el tren del reino de Dios.

Recordemos que acabamos de señalar que dicho rebrotar de la antigua Asiria oficialmente como nación, como otrora lo hizo la nación de Israel (1.948), conlleva la aparición del personaje llamado “anticristo” (que tiene que ser precisamente de ascendencia asiria, según Isa. 31:8) y al unísono, insistimos para énfasis, se produce la aparición de esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo y prefigurados por los “dos testigos” de Rev. 11:3, con lo que nos encontraremos que se acerca el tiempo en que tendremos que dar un paso al frente todos aquellos que estamos esperando dicho momento y de ahí, las preguntas formuladas en el párrafo transcrito de nuestro anterior escrito. Pero claro, la cosa está en que los autores de este blog no tenemos capacidad alguna de profecía y por lo que para responder a esas tres cuestiones planteadas, no podemos hacer otra cosa más que especular basándonos en lo ocurrido en épocas pretéritas y siguiendo siempre el consejo del apóstol Pablo:

Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado, fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.” (Rom. 15:4).

Épocas pretéritas que en este caso nos retrotraen a los tiempos de Jesús, para ver cómo se manejaron en ese momento los asuntos relacionados con el tema que nos interesa hoy y que como ya hemos señalado, tiene que ver con el qué se requerirá para ser un colaborador de esos “hermanos más pequeños” de Jesús, así como qué será lo que les identificará como colaboradores de los personajes citados y, por último, cómo se las apañarán para llevar a cabo dicha colaboración, por espacio de tres años y medio …… que ya es todo un “tiempecito” y con lo que ello implica de intendencia y logística. Vamos pues, a tratar de averiguar la primera de esas tres cuestiones, eso es, que se requerirá de estos futuros colaboradores y que a tenor de lo ocurrido en el primer siglo, tiene que ver con una clara disposición de servicio y lo que implica una serie de renuncias personales; veamos algunos ejemplos que ilustran lo que pretendemos explicar:

Luego, al ir pasando de allí, Jesús alcanzó a ver a un hombre, cuyo nombre era Mateo, sentado en la oficina de los impuestos y le dijo: “Sé mi seguidor”. En seguida este se levantó y le siguió.” (Mat. 9:9).

Vemos como esa persona abandonó su buen empleo de recaudador de impuestos (lo que hoy llamaríamos un “funcionario” y con lo que ello comporta de empleo seguro) de forma inmediata, tras el llamado y lo que significa que se quedó sin medio alguno de subsistencia; pero veamos más ejemplos que van en el mismo sentido:

Andando a lo largo del mar de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, a quien llaman Pedro y Andrés su hermano, que bajaban una red de pescar en el mar, pues eran pescadores. 19 Y les dijo: “Vengan en pos de mí y los haré pescadores de hombres”. 20 Abandonando en seguida las redes, le siguieron. 21 Al seguir adelante de allí también, vio a otros dos que eran hermanos: Santiago hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, remendando sus redes y los llamó. 22 Ellos, dejando en seguida la barca y a su padre, le siguieron.” (Mat. 4:18-22).

Cabría señalar, que estas personas ya conocían a Jesús y el mensaje que este portaba (y nosotros hoy conocemos mucho más del tema, de lo que conocían esos primeros seguidores de Jesús), si bien aún no había sido requerida su colaboración por parte de éste para participar en su programa de evangelización…… pero que cuando esta fue requerida, actuaron de inmediato dejándolo todo atrás y dedicando su vida solo a la tarea encomendada; de hecho, lo que se lee en Mat. 19:19 va en esa camino:

Y todo el que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mi nombre (eso es, aceptando la comisión ofertada), recibirá muchas veces más y heredará la vida eterna.” (Acotación nuestra).

Más exigente se pone la cosa, cuando uno lee los pasajes que siguen a continuación:

Jesús le dijo: “Si quieres ser perfecto, ve, vende tus bienes y da a los pobres y tendrás tesoro en el cielo y ven, sé mi seguidor”.” (Mat. 19:21).

Lo que requiere de uno el renunciar o desprenderse de posibles riquezas o posesiones y que pudieran ser un tropiezo en su decisión, como lo fueron para el personaje al que se dirigía Jesús con esas palabras (ver v. 22); sin embargo, la cosa parece ponerse aún más grave, cuando leemos la siguiente advertencia:

El que le tiene mayor cariño a padre o a madre que a mí no es digno de mí; y el que le tiene mayor cariño a hijo o a hija que a mí no es digno de mí. 38 Y cualquiera que no acepta su madero de tormento y sigue en pos de mí no es digno de mí.” (Mat. 10:37-38).

Eso es, si uno siente más apego por sus familiares que por la obra en perspectiva, difícilmente la emprenderá y por lo que no es digno de hacerla y, por extensión, no es digno de Jesús. Pero si su situación es la contraria y usted está de acuerdo con lo leído, nuestra más sincera enhorabuena, pues demuestra ser una persona con una buena disposición de servicio y por lo que se ajusta perfectamente a lo que se requerirá de esos futuros colaboradores; aclarado lo cual, nos permitimos el pasar ya a la segunda cuestión a resolver y que tiene que ver con lo que identificará a cada uno como colaborador de esos “hermanos más pequeños”……. y sin olvidarnos de un “pequeño” detalle que nos recuerda el Hijo de Dios:

El que les escucha a ustedes me escucha a mí también. Y el que los desatiende a ustedes me desatiende a mí también. Además, el que me desatiende a mí desatiende también al que me envió.” (Luc. 10:16).

Luego dado que el que envió a Jesús, fue su Padre Celestial, resulta que todos aquellos que tomen parte en esa tarea de colaborar con esos personajes que Dios pronto mandará a la tierra, estarán realmente representando, por delegación y en última instancia, al mismísimo Jehová Dios...... lo que no es algo que pueda ser tomado a broma; y dado que Este siempre ha dotado de poderes a aquellos a los que comisiona para alguna tarea, esos colaboradores podrán hacer cosas como las siguientes y siempre ajustándonos, insistimos en ello, a los ejemplos del I siglo y que se nos dan en las Escrituras. Y lo que empezaría por el poder hablar en lenguas y que es lo primero que hicieron la apóstoles de Jesús, después de haber recibido el espíritu santo y capacidad fundamental para entenderse con muchas de las personas con las que uno se topará a lo largo de su comisión divulgadora…… capacidad a las que se añadirán las siguientes:

Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’. 8 Curen enfermos, levanten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios. Recibieron gratis; den gratis.” (Mat. 10:7-8).

De hecho y algo que quizás muchos no sepan, esos “arreglillos” se producían a diario en los tiempos de Jesús, a tenor de la respuesta que este dio a una pregunta que, mediante intermediarios, le formuló su primo Juan “el bautizante”:

Pero Juan, habiendo oído en la cárcel acerca de las obras del Cristo, mandó por medio de sus propios discípulos 3 y le dijo: “¿Eres tú Aquel Que Viene, o hemos de esperar a uno diferente?”. 4 En respuesta, Jesús les dijo: “Vayan e informen a Juan lo que oyen y ven: 5 Los ciegos ven otra vez y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son levantados y a los pobres se declaran las buenas nuevas”.” (Mat. 11:2-5).

No sabemos si la cosa llegará, en el caso de esos futuros colaboradores de los que estamos hablando hasta el extremo de poder levantar muertos, aunque todo parece indicar que sí, pues según Joel 2:28-29 el derramamiento de espíritu santo sobre la tierra (lógicamente habría que pensar que sobre aquellos que participen en esa tarea de colaboración), será brutal…… en todo caso y de no llegar a ese extremo, algunas cosas “raritas” si las harán esas personas. Por ejemplo y es solo un suponer, imagínese usted que es una de esas personas que colaboran en la obra y que llega a un campamento de refugiados de dos o tres mil personas y de los que hay en algunas partes del mundo, que tienen hambre y sed ¿hay algún precedente bíblico que nos explique cómo se arregla esa situación? Porque difícilmente podrá usted identificarse como un enviado de Dios y transmitirles el mensaje, si primero no atiende esas necesidades, pues de palabras no se vive y eso es precisamente a lo que les tienen acostumbrados los gobiernos humanos; pues bien ¿recuerda usted lo que hizo Jesús con unos cuantos “panecillos” y una par de “sardinillas”?...... comieron y quedaron saciados “unos cinco mil varones, además de mujeres y niñitos” (Mat. 14:15-21). Eso es lo que se podrá hacer en esos casos, pues de ello hay precedente en las Escrituras…… cierto es que siempre habrá algún “quisquilloso” de diga ¿y cuando esa persona se marche, quien continuará dando de comer a esa multitud? La respuesta la tenemos en el siguiente relato y que nos habla de las andanzas del profeta Elías, en una situación paralela:

Por lo tanto, él se levantó y se fue a Sarepta y entró por la entrada de la ciudad; y, ¡mire!, allí estaba una mujer, una viuda, recogiendo pedazos de leña. De modo que la llamó y dijo: “Por favor, consígueme un sorbo de agua en una vasija para beber”. 11 Cuando ella empezó a ir para conseguirlo, él pasó a llamarla y a decir: “Por favor, consígueme un pedacito de pan en tu mano”. 12 Por lo cual ella dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová tu Dios, no tengo torta redonda, sino un puñado de harina en el jarro grande y un poco de aceite en el jarro pequeño; y aquí estoy recogiendo unos cuantos pedazos de leña y tengo que entrar y hacer algo para mí y mi hijo y tendremos que comerlo y morir” (porque ya no tenían más comida).

Entonces le dijo Elías: “No tengas miedo. Entra, haz conforme a tu palabra. Solo que de lo que hay allí, hazme primero una pequeña torta redonda y tienes que traérmela acá fuera y para ti y tu hijo puedes hacer algo después. 14 Porque esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina mismo no se agotará y el jarro pequeño de aceite mismo no fallará hasta el día en que Jehová dé un aguacero sobre la superficie del suelo’”. 15 Por lo tanto, ella se fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y continuó comiendo, ella junto con él y con su casa, por días (eso es, una larga “temporadita”). 16 El jarro grande de harina mismo no se agotó y el jarro pequeño de aceite mismo no falló, conforme a la palabra de Jehová que él había hablado por medio de Elías.” (1 Rey. 17:10-16). (Acotaciones nuestras).

Luego ¿qué tal si usted dejara a cada familia de refugiados y según el número de miembros, una bolsa de comida y una botella grande de agua que nunca se agotaran? Y logro este que es algo insignificante para nuestro Creador, el Dios Altísimo; entonces ¿a quién piensa usted que creerían esas personas: en las vanas palabras de los miembros enviados por la ONU, o a usted como enviado de Dios? Con ello no pretendemos decir que las cosas sucedan exactamente de esa manera, sino que lo que pretendemos es trasladar la idea de que serán dados a esas personas que colaborarán con esos “hermanos” de Jesús por venir, los poderes sobrenaturales necesarios para solventar cualquier tipo de dificultad y que les sirva de acreditación como representantes de Dios.

Aclarado también el segundo punto en cuestión y que tiene que ver en cómo se identificará a esos enviados de Dios, pasemos al tercero y relacionado en esta ocasión con algo más prosaico (¡pero que quieren ustedes, somos humanos y tenemos ciertas necesidades innatas a nuestra condición!), como es el tema de la intendencia y logística o lo que es lo mismo, cómo se las apañarán esos colaboradores necesarios para estar tres años y medio sin generar un solo ingreso económico, pero teniendo que comer, beber, vestirse, aseo personal, etc. etc. etc. todos los días y además, el poder trasladarse de un lugar a otro para llevar a cabo su comisión por todo el mundo o, en su defecto, en la parte del mundo en la que lleven a cabo la misma…… en todo caso, estaríamos hablando de distancias que cubrir y para lo que hace falta medios de transporte, que no son precisamente gratis. Llegados a este punto, de nuevo tenemos que acogernos a la información de la que disponemos y que encontramos (¡dónde sino!) en las Escrituras, en el siguiente resumen de la peripecia de los israelitas por el desierto del Sinaí:

Mientras seguí guiándolos cuarenta años en el desierto, sus prendas de vestir no se gastaron sobre ustedes y tu sandalia no se gastó sobre tu pie. 6 Pan no comieron y vino y licor embriagante no bebieron (eso es, que su alimentación no dependió de fuente humana, sino de la bondad de Dios), para que supieran que yo soy Jehová su Dios.” (Deut. 29:5-6). (Acotación nuestra).

Y la idea que nos quiere transmitir dicho pasaje, es la de que Jehová Dios asume el costo de sus decisiones: Él fue el que los estuvo “guiando” cuarenta años por el desierto y Él fue el que corrió con los “gastos” derivados de esa decisión…… y quede claro que estaríamos hablando de más de tres millones de personas, que además de la vestimenta y calzado, fueron alimentadas de manera milagrosa con un “maná” que cubría totalmente las necesidades proteínicas para toda persona, fuera hombre, mujer o niño y agua limpia y fresca para beber en cantidad ¡y eso en medio de un desierto “grande e inspirador de temor”!, según Deut. 1:19. Súmenle a ello, la cantidad de agua necesaria para abastecer a un pueblo al que se le exigía limpieza, no solo en el ámbito de lo moral, sino también en lo físico y para lo que se precisaba del líquido elemento en cantidades industriales. Luego habría que pensar que eso de la intendencia y logística es peccata minuta para nuestro Creador y como de hecho lo fue también en el primer siglo, en dónde la exigencia hecha a aquellos que eran enviados a predicar, fue la siguiente:

No se consigan oro, ni plata, ni cobre para las bolsas de sus cintos, 10 ni alforja para el viaje, ni dos prendas de vestir interiores, ni sandalias, ni bastón; porque el obrero merece su alimento.” (Mat. 10:9-10).

Eso es y como se dice coloquialmente, que iban a “gastos pagados”; para entender lo que pretendemos decir, imagínese usted, querido lector, que trabaja de comercial en una determinada empresa y que su tarea es la de visitar clientes por todo el territorio nacional; por lo que dicha empresa le ha dotado de una tarjeta Visa Oro y con la que usted abona todos sus gastos, eso es, restaurantes, hoteles, taxi, indumentaria y aseo personal y todo otro gasto de representación que tenga que ver con la empresa para la que trabaja; y si la empresa es de las de postín, lo que le llevaría a tratar con elevados personajes, es obvio que sus representantes deberían de ir siempre bien trajeados, bien afeitados y oliendo bien, por lo que incluso las colonias irían a cargo de la citada empresa…… cuanto más en el caso que nos ocupa, pues seríamos representantes del más poderoso y excelso “empresario” del Universo y del que se nos dice lo siguiente:

La plata es mía y el oro es mío, es la expresión de Jehová de los ejércitos.” (Ageo 2:8).

Luego estaríamos hablando de una tarjeta que jamás se quedaría “sin fondos”; bien es cierto que en el I siglo las cosas funcionaban de otra manera, pues el sentido de la hospitalidad estaba muy arraigado en la cultura judía y de ahí que a los enviados por Jesús, éste les dijo lo siguiente:

Además, les dijo: “Dondequiera que entren en una casa, quédense allí hasta que salgan de aquel lugar”.” (Mar. 6:10).

Pero hoy los tiempos, así como las circunstancias son muy diferentes a las del I siglo, por lo que y salvando todas las distancias, hoy bien podría ser traducido ese pasaje por “en el hotel que entren, quédense ahí hasta abarcar la zona y no vayan transfiriéndose caprichosamente de hotel en hotel, para ver en cual se encuentran mejor”…… en todo caso, insistimos en que comprendan que lo que pretendemos no es interpretar cómo serán las cosas en ese futuro del que les estamos hablando, sino el trasladarles una idea, lo más gráfica posible, de cómo podrían ser estas y con el propósito de que se entienda lo siguiente: donde quiera que uno esté, en esa labor de colaboración con el propósito divino de extender un mensaje por toda la tierra, sus necesidades fundamentales serán plenamente atendidas. Dicho lo cual, entendemos que queda solventado el tercer punto, eso es, cómo se apañará uno para pasarse tres años y medio predicando por los territorios que le sean asignados.

Llegados a este punto y solventadas las tres incógnitas, como son el que se requerirá de uno para participar en esa labor de ayuda a esos “hermanos más pequeños” de Jesús, así como la manera en que se podrá identificar como enviado de Dios y cómo se podrá subsistir durante esos tres años y medio que durará dicha comisión, permítannos insistir en un punto que entendemos clave: todo lo que les hemos señalado, es pura especulación orientativa de cómo “podrían” ser las cosas en ese momento que aún está en el futuro; y partiendo siempre, de los ejemplos que se nos narran en el relato escritural acerca de cómo ocurrieron estas con respecto de aquellos enviados del siglo I…… a partir de ahí, que cada uno saque sus propias conclusiones y especule como mejor le parezca.

Lo único que nosotros les podemos asegurar, es que el entrar en el reino de Dios dependerá exclusivamente de que uno colabore, codo con codo, con esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo: eso, los autores de este blog, lo tenemos clarísimo…… lo demás, es pura hipótesis.

MABEL


viernes, 18 de marzo de 2016

¿Quiénes son…… los “hijos” de la resurrección?


Hay quienes afirman y por aquello de resumir el tema, que dicha condición de “hijos de la resurrección” afecta a todos aquellos que habiendo sido (o siendo actualmente) fieles a Dios, tengan la perspectiva de en un futuro y después de la muerte, alcanzar la resurrección de los muertos; pero idea que parte de un principio equivocado, como es el especificar que solo los creyentes serán resucitados, cuando en realidad la resurrección es un derecho que concede gratuitamente el Dios Altísimo a todo ser humano, en virtud del sacrificio vicario de Su Hijo, Jesucristo…… es cierto que todo parece indicar, que tal derecho no aplicaría a aquellas personas que en algún momento de la historia fueron destruidas por un castigo divino y según se desprende de lo que se lee en Judas 5 y 7:

Deseo recordarles, a pesar de que saben todas las cosas de una vez para siempre, que Jehová, aunque salvó a un pueblo de la tierra de Egipto, después destruyó a los que no mostraron fe. (……) 7 Así también Sodoma y Gomorra y las ciudades circunvecinas –después que ellas de la misma manera como los anteriores hubieron cometido fornicación con exceso, e ido en pos de carne para uso contranatural– son puestas delante de nosotros como ejemplo amonestador al sufrir el castigo judicial de fuego eterno (sinónimo de destrucción eterna).” (Acotación nuestra).

Ejemplos que bien se podrían extender a los muertos por medio del diluvio del día de Noé, o a aquellos que cayeron en las llanuras del desierto del Sinaí, destruidos por la ira de Dios ante su crasa desobediencia, como los Coré, Datán y Abiram, así como al resto de sus seguidores y según se nos relata en el capítulo 16 del libro de Números. Pero volviendo a donde estábamos, en el sentido que la resurrección es universal (no confundir con la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y que es otra cosa totalmente diferente, por ser esta de índole selectiva), eso es, tanto para cristianos como para no cristianos, ello queda probado por las siguientes palabras de Jesús:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas (o en el recuerdo de Jehová y lo que excluye, repetimos, a aquellos que hayan sido expresamente destruidos por Él, pues sus juicios son inapelables) oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29). (Acotación nuestra).

Luego dado que la resurrección se nos dice que alcanza a “todos”, ciertos autores bíblicos indoctos utilizan dicha circunstancia para afirmar que, en consecuencia, “todos” serán considerados como “hijos de la resurrección” y por extensión, constituidos en Hijos de Dios, apoyándose para ello en una estrafalaria interpretación del pasaje de Luc. 20:34-38:

Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, 35 pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. 36 De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. 37 Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová “el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob”. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven”.”

Por lo tanto, la clave está en entender qué significa la expresión “hijos de la resurrección” y que, no lo olvidemos, le da a uno la condición de Hijo de Dios y por ello, el derecho a heredar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote de Dios (Rev. 20:6), siempre a tenor del versículo 36 y en donde lo que se lee es que “son Hijos de Dios por ser hijos de la resurrección”…… pero afirmar a partir de ahí, que “todos” aquellos que sean levantados en la resurrección serán Hijos de Dios y por tanto coherederos del reino milenario, es una salvajada que solo pueden cometer personajes tan desnortados como el “teólogo” peruano Apologista Mario Olcese y como pueden comprobar en su video del 05/03/16. Pero como los autores de este blog nos tomamos un poco más en serio las cosas de Dios y no como lo que hace tan caricaturesco personaje, vamos a intentar “desguazar” el pasaje sobre el que se apoya tan disparatada proposición, eso es, Luc. 20: 34-38 y mediante un análisis serio, explicar la historia como realmente es y no como nos la pretenden “vender” algunos indoctos de la “calaña” del personaje mencionado; para ello empezaremos por los versículos 34-36 y en donde, recordemos, se lee como sigue:

Jesús les dijo: “Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, 35 pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. 36 De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección”.”

Noten en primer lugar, que con esa afirmación lo que estaba haciendo Jesús, era poner en contraste (de lo contrario no se entendería la frase) dos tipos de personas: los “hijos de este sistema de cosas” que se casan y se dan en matrimonio, eso es, el común de los mortales que habitamos este planeta y de otros, que sacados de entre estos (luego en principio son tan humanos como los anteriores), son considerados “dignos” (Rev. 3:4) de ganar en el futuro sistema de cosas la “resurrección de entre los muertos” y que, semejantes a los ángeles, no pueden morir y además, ni se casan ni se dan en matrimonio (y lo que podría significar que no pueden reproducirse y perpetuar con ello la especie). Obviamente esto pudiera llegar a ser un auténtico galimatías, si uno pasa por alto el más ínfimo de los detalles del pasaje mencionado y como pudiera ser, la expresión que figura al final del verso 36 en donde se nos aclara que “son hijos de Dios, por ser hijos de la resurrección”…… lo que vendría a significar, que su resurrección les da una calidad o condición, que no tenían antes de morir; ello nos lleva a considerar las repercusiones que resurrecciones que están perfectamente documentadas en las Escrituras, produjeron en cada una de las personas afectadas.

Tenemos resurrecciones relatadas en el AT, como las registradas en 1 Rey. 17:17-24, en 2 Rey. 4:32-37 y 13:20- 21; y tenemos por otra parte, las registradas en el NT y protagonizadas por Jesús, como en el caso del hijo de la viuda de Naín (Luc. 7:11-15), o la de la hija del presidente de la Sinagoga (Mar. 5:38-429 y la más conocida de todas, la de Lázaro y relatada en Juan 11:38-44. También se nos habla de la llevada a cabo por Pedro en Jope (Hech. 9:40-41) y Pablo en Troas (Hech. 20:8-10)…… en todo caso, estaríamos hablando de las más conocidas, pues es obvio que tuvo que haber muchas otras en el transcurso de la actividad desarrollada por los apóstoles en sus largos años de actividad evangelizadora; sin embargo y volviendo al tema que nos ocupa, nada cambió en las circunstancias de esas personas resucitadas ya que después de ello volvieron a sufrir enfermedades, el proceso de vejez y finalmente de nuevo la muerte, en espera de una futura nueva resurrección que acontecerá en la próxima venida del Hijo de Dios a la tierra y según éste mismo afirmó:

No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz 29 y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.” (Juan 5:28-29).

No obstante, en las Escrituras se nos habla de una resurrección que sí cambió totalmente la perspectiva futura del que participó de la misma y que fue la del propio Jesús; porque este, recordemos, también era un ser humano que murió y fue resucitado…… pero ya se levantó con la condición de hombre inmortal ¡el primer y único resucitado hasta el momento, en disfrutar de esa condición! Luego vemos que de tantas resurrecciones de las que se nos habla en las Escrituras, en solo una de ellas y lo que denota selectividad, se concedió a su beneficiario el derecho a la inmortalidad y condición a la que posteriormente se añadirían otros (Rom. 6:5); de hecho, el que otros le seguirían en ese camino del que Jesús fue precursor, queda confirmado por las siguientes palabras:

“…… porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fueran hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.” (Rom. 8:29).

Luego con lo que nos encontramos, es con dos tipos de resurrecciones entre las que movernos: una, la del común de los mortales y merced al sacrificio de Jesús, pero que no cambia nuestra condición de mortales y en la que participarán todos los muertos, a producirse ello después de ser entronizado Jesucristo y puesto ya en marcha el reino de Dios (Rev. 20:11-13) y otra de carácter selectivo, insistimos, anterior a la ya mencionada y conocida en las Escrituras como la “primera” resurrección (Rev. 20:6), en la que participan todos aquellos que han sido considerados “dignos” o merecedores de alcanzarla (Rev. 3:4) y en la que ya se levantan con una nueva condición, eso es, como poseedores de la inmortalidad. De ahí que se nos diga en Luc. 20:36 que son “hijos” de la resurrección, pues de ella ya salen o “nacen” a una nueva forma de vida inmortal que antes de morir no tenían y circunstancia que no concurre entre los participantes de la “segunda” resurrección (si se nos habla de una “primera”, ello ya presupone la existencia de una “segunda”) y a producirse, como hemos señalado, después de esta “primera” y a partir del mismo inicio del reinado de Jesucristo en la tierra; sin embargo, tenemos que la “primera” se produce aún dentro del actual sistema de cosas y por lo que, insistimos, estamos ante dos resurrecciones totalmente distintas entre sí y en dos momentos distintos en la corriente del tiempo, según se deduce de las siguientes palabras:

Y los diez cuernos que viste significan diez reyes, que todavía no han recibido un reino, pero sí reciben autoridad como reyes por una hora con la bestia salvaje. 13 Estos tienen un solo pensamiento y por eso dan su poder y autoridad a la bestia salvaje. 14 Estos combatirán contra el Cordero, pero porque es Señor de señores y Rey de reyes, el Cordero los vencerá. También, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán.” (Rev. 17:12-14).

Entonces esas personas “llamadas, escogidas y fieles” que acompañan a Jesucristo en su cruzada contra los desobedientes reyes de la tierra y con lo que inicia la “gran tribulación” (luego aún dentro del actual sistema inicuo de cosas), es porque han tomado parte en esa “primera” resurrección ya con la inmortalidad concedida y momento circunstancial que se produce, según Rev. 11:3-12, como conclusión de los primeros tres años y medio de la profética “semana 70” de Dan. 9:27, eso es, que dicho período de tiempo concluye con dicha “primera” resurrección; y ello se nos explica de esta manera:

Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días (o tres años y medio) vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra (……). 7 Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará (……). 11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie (o resucitaron) y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”.” (Acotaciones nuestras).

Y ese volver a la vida de los enigmáticos personajes señalados, que marca el momento en que se produce la “primera” resurrección ocurre, insistimos en la idea, al término y como colofón, de esos primeros tres años y medio en que se ha llevado a cabo la gran predicación de Mat. 24:14 liderada por esos personajes y a los que Jesús identificó como sus “hermanos más pequeños” (Mat. 25:40;46)…… ya a partir de ese momento, es cuando inicia el restante ciclo de tres años y medio más y que tiene que ver con el período de tiempo en el que se produce lo que se denomina como la “gran tribulación” o “día de la ira de Dios” en contra de aquellos que han rechazado lo ofertado durante ese tiempo de predicación anterior (2 Tes. 1:6-9). Llegados a este punto y con el ánimo de pensar que más o menos hemos aclarado el primer asunto objeto de consideración, vayamos ahora ya a los versos 37-38 de ese capítulo 20 del evangelio de Lucas que estamos analizando y en los que se lee como sigue:

Pero el que los muertos son levantados, hasta Moisés lo expuso, en el relato acerca de la zarza, cuando llama a Jehová ‘el Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob’. 38 Él no es Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos ellos viven.”

Luego es obvio el cambio de línea argumental que lleva a cabo Jesús y ya respondiendo directamente a la pregunta que los saduceos le habían formulado, con respecto de lo hablado en los tres anteriores verso considerados (34-36), eso es, que en estos nos habla del contraste existente entre aquellos que siendo hijos de este “sistema de cosas” se casan y se dan en matrimonio, luego se reproducen, con respecto de aquellos que son “dignos” de ganar otro “sistema de cosas” (v. 34-35), luego diferente al que contemplamos en nuestros días. De nuevo nos encontraríamos ante un escollo insalvable, eso es, el saber de qué diferentes sistemas de cosas se nos está hablando, si pasáramos por alto un “pequeño” detalle: en el “sistema actual” de cosas, con lo que nos encontramos por un lado es con seres humanos mortales que están capacitados para perpetuar la especie y, por otro, con seres espirituales (los ángeles) que no pueden morir y que además, como tales, no pueden reproducirse…… por lo tanto, en este “sistema de cosas” estamos ante dos creaciones distintas: los seres terrenales y los seres celestiales, cada uno con sus diferentes características; entonces la pregunta es ¿en qué sentido, es diferente al actual, el venidero “sistema de cosas”? Para poder entender la diferencia tenemos que acudir a unas palabras de Pablo, registradas en 2 Cor. 5:17 y que nos aportan la solución al problema; veámoslas:

Por consiguiente, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas (los patrones que caracterizan a este actual “sistema de cosas”) pasaron, ¡miren!, cosas nuevas han llegado a existir.” (Acotación nuestra).

Y es cierto que uno podría preguntarse ¿cuáles son, esas “cosas nuevas” que van a hacer diferente al nuevo “sistema de cosas”, del anterior y en el que aún estamos inmersos? Pues de entrada y por seguir el ritmo del relato, que pasaremos de las dos “creaciones” conocidas hasta el momento y de las que les acabamos de hablar, a tres: eso es, que a las dos ya conocidas, seres humanos por un lado y seres celestiales por otro, se añade otra creación hasta ese momento desconocida e infinitamente superior a las anteriores, como serán esos hombres adoptados como Hijos de Dios y por tanto, inmortales, que no se pueden reproducir para perpetuar dicha especie de nueva creación. Recordemos que en el verso 36, Jesús los compara con los ángeles, cuando acabamos de señalar que en realidad son infinitamente superiores en dignidad y poder a estos, por ser hechos esos hombres directamente Hijos de Dios, pero ello tiene su explicación: para el entendimiento de la época, decir que no podían morir, era una forma entendible de decir que serían superiores al común de los hombres; por otra parte, al decir que esos futuros hombres y al igual que los ángeles, tampoco se casaban ni se daban en matrimonio y en una época en donde la procreación solo se concebía en el ámbito del matrimonio, era lo mismo que decirles a aquellos judíos del I siglo, que esos personajes no se podrían reproducir.

Súmenle a lo dicho, que en ese venidero “sistema de cosas” y a diferencia del actual, gobernado por el propio hombre y “para perjuicio” de este (Ecle. 8:9), será regido por esos seres de nueva creación en su condición de inmortales reyes y sacerdotes Hijos de Dios y lo que cambia sustancialmente las cosas de cómo las conocemos hoy; entonces era lógico que Jesús contrapusiera el actual “sistema de cosas” con uno que está por venir y donde veremos cosas inimaginables. Luego parece quedar claro, que de las palabras de Jesús registradas en el pasaje de Luc. 20:34-38, nada hace pensar que a todos aquellos resucitados durante el reinado de Cristo en la tierra y de los que habrá “la tira”, les aplique el versículo 35 en el sentido de “ser Hijos de Dios, por ser hijos de la resurrección”, ya que resucitarán con las mismas características humanas que el día en que murieron…… ya otro cantar, es la de aquellos que participan de la llamada “primera” resurrección, pues ya salen o “nacen” de ella con la condición de inmortalidad y que no tenían antes de morir: de ahí, repetimos, que Jesús les considerara como “hijos de la resurrección”, pues nacían a una forma de vida totalmente distinta de la que en su vida anterior tuvieron.

Ya para concluir, decir que es muy probable que en un análisis tan “complicadillo” como en el que nos hemos metido, algo se nos haya quedado “en el tintero” (aunque más propio sería decir “en el teclado) y que fuera necesario para una mejor comprensión del tema…… pero es que aquí los “nenes”, alcanzamos hasta dónde alcanzamos. Por lo tanto y con el ánimo de pensar que la cosa la hemos dejado medio orientada, por nuestra parte ahí lo dejamos; ya a partir de aquí y tomando como punto de partida los datos expuestos, así como la orientación planteada, que cada uno se busque “las habichuelas” por su cuenta, pues como en algunas ocasiones les hemos señalado, nosotros…… también nos podemos equivocar.

MABEL


martes, 15 de marzo de 2016

Sr. Olcese…… ¿está usted seguro de lo que dice?


Porque acabo de visionar uno de sus últimos videos, concretamente el publicado el 05/03/16 titulado “¿Quiénes son los hijos de la resurrección, señores de la Watchtower?” y para lo que se apoya en Luc. 20:34-38, en donde se lee como sigue y tomado de la versión bíblica que suele usar usted, eso es, la RV 1960:

Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; 35 más los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. 36 Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.

37 Pero en cuanto a que los muertos han de resucitar, aun Moisés lo enseñó en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. 38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.”

Partiendo de esas palabras, usted deduce que todos aquellos que sean resucitados para “alcanzar aquél siglo”, serán hechos Hijos de Dios…… lo que significaría, por tanto y esto es lo que usted defiende, que todos los resucitados coheredarían el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes; y usted incluye entre dichos personajes, amparándose en el verso 37, a los Abraham, Isaac, Jacob y, lógicamente y por extensión, al resto de patriarcas o notables del AT. Ahora bien, si su planteamiento fuera correcto, nos enfrentaríamos al siguiente problema, a tenor de lo que leemos en Rev. 20:4 y tomado también de la RV 1960:

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”

Luego lo que se entiende de lo leído, es que solo aquellos que murieron “decapitados” o “ejecutados con hacha”, en definitiva, muertos violentamente (asesinados) “por causa del testimonio de Jesús”, serán los que reinarán junto a él…… esto es lo que se nos dice dicho pasaje. El problema está, en que usted mismo y en un video titulado “No, Don Armando, usted debe responderme esto primero…” (12/03/13) nos decía entre los minutos del 16 al 20 de grabación y apoyándose precisamente en el texto citado de Rev. 20:4, que solo aquellos que murieran “asesinados” en defensa de su fe durante la “gran tribulación” y que aún está en el futuro (ahí está esa grabación, para quien quiera confirmar dicho extremo), en su enfrentamiento con la “bestia”, el “falso profeta”, el “anticristo” y que no recibieran la “marca” de dicha “bestia” (Rev. 13) en sus frentes o en sus manos, serían los únicos que reinarían con Cristo durante el milenio…… afirmación esta con la que usted, contradiciéndose a sí mismo y como nos tiene acostumbrados, borra de un plumazo del cuadro que nos pinta hoy en el video señalado al inicio de este escrito, no solo a los Abraham, Isaac , Jacob, David y todos los etc. etc. que quiera añadirle., sino también a los mismísimos apóstoles y resto de seguidores de Cristo del I siglo hasta nuestros días (si los hubiera), pues dicha “gran tribulación”, repito, continúa aún en el futuro.

Por otra parte, que la necesidad de que ello fuera así, eso es, el tener que sufrir una muerte de sacrificio como condición sine que non para reinar al lado del Hijo de Dios, lo dejó Pablo perfectamente clarificado en Rom. 6:5 y tomado en esta ocasión de la RVA 2015:

Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte (eso es, ejecutados por su lealtad a Dios, como lo fue Jesús), también lo seremos en la semejanza de su resurrección (eso es, con la condición de inmortales Hijo de Dios y únicos que pueden reinar a su lado.” (Acotaciones mías).

Que este es el único camino para alcanzar el reino en calidad de inmortal rey y sacerdote, quedó refrendado posteriormente por el propio Jesucristo en el pasaje de Rev. 2:10, según nos lo vierte la RV 1960:

No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

Entonces tendríamos que entender que la “corona de la vida”, eso es, la inmortalidad y requisito fundamental para alcanzar la condición de Hijo de Dios, solo se conseguía mediante el guardar uno integridad hasta la misma muerte; quedando por tanto este punto claro, veamos ahora cómo murieron los personajes Abraham, Isaac y Jacob y de los que se nos cita en Luc. 20:37:

Gén. 25:7-8: “Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho y fue recogido a su pueblo.”

Gén. 35:28-29: “Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años. 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.”

Gén. 47:27-28; 49:33: “E Israel continuó morando en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y quedaron establecidos en ella y fueron fructíferos y llegaron a ser muchísimos. 28 Y Jacob siguió viviendo en la tierra de Egipto diecisiete años, de modo que los días de Jacob, los años de su vida, llegaron a ser ciento cuarenta y siete años (……) Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró y fue recogido a su pueblo.”

Luego nada que ver con el sufrir una muerte violenta en defensa de la fe de uno…… pero veamos más ejemplos, de otros prominentes personajes del AT:

1 Crón. 29:26-28: “En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.”

Gén. 9:28-29: “Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio. 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años y murió (obviamente, también de muerte natural).” (Acotación mía).

Job 42:16-17: “Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. 17 Y gradualmente (eso es, el proceso natural de la vejez) murió Job, viejo y satisfecho de días.” (Acotación mía).

Y así podríamos hablar de Moisés, José y tantísimos otros personajes ilustres del AT, que de ningún modo sufrieron muerte violenta por defender su fe, eso es “por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios” según Rev. 20:4 y que ya hemos leído…… en definitiva, que los personajes señalados murieron en la cama y de pura vejez; luego está claro que dichos personajes no pueden estar entre aquellos que claman venganza a Dios por su sangre derramada y de lo que se nos habla en el pasaje de Rev. 6:9-11, en expresa referencia a aquellos que han de reinar con Cristo en el reino de Dios. Luego blanco y en botella, Sr. Olcese: a menos que violentemos brutalmente el registro escritural y como usted hace constantemente, esos personajes del AT no reúnen este requisito exigido en el mismo (Rev. 20:4) para entrar en el reino de Dios en calidad de inmortales reyes y sacerdotes y por lo cual, quedan fuera de dicho gobierno o. lo que es lo mismo, que no participan de la llamada “primera resurrección” de Rev. 20:6 y reservada solo para aquellos que han de reinar con Cristo, texto éste tomado también de la RVA 2015:

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección. Sobre estos (luego no sobre los que no participan de ella) la segunda muerte no tiene ningún poder (esto es lo que significa la inmortalidad); sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él por los mil años.” (Acotaciones mías).

Pero cuestión que provoca una derivada y que nos tendría usted que aclarar también, porque si dichos personajes no participan de dicha “primera” resurrección y todo lo señalado nos muestra contundentemente que no pueden hacerlo a menos que reescribamos la Biblia…… ¿en cuál resurrección nos los coloca usted, siendo como es el caso que siempre ha defendido de forma disparatada, que hay una primera resurrección para los fieles para reinar con Cristo y una segunda, al término de los mil años, para destrucción eterna de los impíos? Luego lo que un servidor se pregunta y me imagino que alguno de sus seguidores también, es cómo nos puede usted explicar que ello sea así, cuando resulta que de lo único que se nos dice en las Escrituras para el término de esos mil años es de la suelta de Satanás:

Ahora bien, luego que hayan terminado los mil años, Satanás será soltado de su prisión 8 y saldrá a extraviar a aquellas naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, para reunirlos para la guerra. El número de estos es como la arena del mar. 9 Y avanzaron sobre la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró. 10 Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde ya estaban tanto la bestia salvaje como el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.” (Rev.20:7-10).

O sea, que ni rastro de un evento tan dramático y ejemplificante a nivel universal, como sería la resurrección y posterior destrucción de miles de millones de impíos desobedientes a Jehová Dios de todos los tiempos y por lo que la pregunta es la siguiente: ¿cómo se explica la ausencia de referencia alguna a tan determinante suceso e, insisto en ello, ejemplificante a nivel universal? Sencillamente, porque dicha supuesta resurrección al término de los mil años para juicio y destrucción eterna de los impíos, solo está en su enfermiza y paranoica mente, fruto de su total incapacidad para entender las Escrituras…… de no ser así, muéstrenos en dónde se nos habla de esa resurrección final para destrucción de los impíos de todos los tiempos. Y para que no cometa la estupidez de citarnos de Rev. 20:5, me permito remitirle a mi escrito del 19/08/10, titulado “El incomprendido pasaje de Rev. 20:5”, en dónde explico el significado de dicho texto y argumentos que usted jamás ha sido capaz de rebatir (de lo contrario, saque el video o artículo escrito en el que lo hace); y dado que casi 6 años nos contemplan desde que lo publiqué…… no creo que haya sido por falta de tiempo.

Por lo que todo considerado y a menos que usted nos aclare este “engrudo” que he sometido a su consideración, Sr. Olcese, mediante respuestas claras y concisas, es obvio que de nuevo se ha “columpiado” en el planteamiento que nos hace basándose en ese pasaje de Luc. 20:34-38, en el sentido de que todos los resucitados, sin excepción, serán “hijos de la resurrección” y por tanto, Hijos de Dios y reyes en el reino; lo que prueba y lejos de toda duda, insisto en ello, su brutal incapacidad para entender las Escrituras y de ahí que todas sus “enseñanzas” se cuenten por disparates, como el que nos está intentando “colar” en el video señalado hoy…… pero no adelantemos acontecimientos y esperemos que “suene la flauta” y sea usted capaz de dar respuesta a lo que le estoy planteando, cuestión que se puede reducir a una simple pregunta:

¿Cómo compatibiliza usted Rev. 20:4, con la apacible muerte que tuvieron los patriarcas señalados?

Y si no la puede responder, que es lo que ocurriría de contar usted con un mínimo de lógica y sentido común, se le plantea esta otra:

¿En cuál resurrección nos coloca, entonces, a esos patriarcas mencionados y partiendo de la base que no pueden levantarse en la “primera” de Rev. 20:6, siempre según las pruebas aportadas, pero tampoco en una segunda para destrucción eterna de los impíos ya que estaríamos ante personas considerada justas por el propio Jehová Dios?

No dudo, por otra parte, que nos saldrá con alguna de las mamarrachadas a las que nos tiene acostumbrados, menos el rebatir los puntos señalados y sencillamente porque no puede, debido a su falta de capacidad para entender el texto escritural…… pero en todo caso, ello es algo que no me importa lo más mínimo, pues no escribo para que usted lo entienda (es obvio que no puede), sino para hacer pensar a aquellos personas que nos leen. Porque no se trata de que estas se crean lo que uno u otro decimos, sino de que se esfuercen para entender por sí mismos y mediante escrutinio personal de las Escrituras, quién de nosotros dos hace la exposición más ajustada a estas…… pues solo así, sacarán el debido beneficio.

Armando López Golart


jueves, 10 de marzo de 2016

¿Se mantiene usted…… alerta?


Porque cuando uno acude al texto escritural, lo que ve es que la advertencia más repetida por Jesús a sus seguidores, fue precisamente esta:

Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor. 43 Mas sepan una cosa, que si el amo de casa hubiera sabido en qué vigilia habría de venir el ladrón, se habría quedado despierto y no habría permitido que forzaran su casa. 44 Por este motivo, ustedes también demuestren estar listos (alerta o preparados), porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre.” (Mat. 24:42-44). (Acotación nuestra).

Y dado que dichas palabras fueron dichas en el contexto de una profecía de largo alcance, eso es, para un futuro aún lejano en ese momento, deberíamos de entender que las tales aplican precisamente en nuestros días; sin embargo, un rasgo peculiar en los tiempos en los que vivimos, es que las personas están totalmente absortas en las cuestiones del día a día y prestan poca o ninguna atención a los sucesos por venir y por muchas que sean las advertencias recibidas. Porque es cierto que desde este blog y de otros muchos (con más o menos acierto, todo hay que decirlo), se está advirtiendo al “personal” de que algo “gordo” se está avecinando, pero sin que este preste alguna atención, absortos como están en los problemas presentes…… sin considerar siquiera, la posibilidad de que lo que con tanto afán algunos estamos advirtiendo acerca de sucesos inmediatos que cambiarán la realidad actual del mundo como lo contemplamos en este momento, se ajustara a una realidad; no es menos cierto, que también Jesús y estableciendo un paralelo entre la generación actual y los días de Noé, ya advirtió acerca de ese “pasotismo” colectivo que la gente que viviría en estos últimos días adoptaría:

Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca 39 y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre. 40 Entonces dos hombres estarán en el campo: uno será llevado y el otro será abandonado; 41 dos mujeres estarán moliendo en el molino de mano: una será llevada y la otra será abandonada. 42 Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.” (Mat. 24:37-42).

Con lo que estaríamos hablando de una destrucción selectiva de personas: los que hagan caso y estén alerta serán llevados (o tomados) y los que no hagan caso, serán abandonados a su suerte y que no es otra que la destrucción eterna. Tenemos que destacar al respecto, que no hace mucho desde este blog se empezó con una serie de artículos referidos a determinadas señales que todo el mundo pudo contemplar y que parecían marcar el inicio de “algo”, pero que fueron de forma sorprendente pasadas por alto por la inmensa mayoría de las personas, que las consideraron como simples fenómenos celestes sin importancia alguna; serie que comenzó con el artículo del 22/04/14 y fue seguido por los publicados el 20/02/15, el 02/03/15, o el 24/08/15, así como el del 16/12/15 y todos a modo de recordatorio de que la cosa no parecía ir de broma.

Entre estos, obviamente, se han ido intercalando otros que sin ser tan específicos, también apuntaban en la dirección de que algo se está cociendo para un futuro inmediato; sin ir más lejos, el 28/12/15 y bajo el título “¿Estamos ante la inminente aparición de la antigua Asiria, de nuevo como nación?”, apuntábamos al cumplimiento de una profecía prácticamente desconocida por la mayoría de aquellos que a sí mismos se llaman “teólogos”, que encontramos en Rev. 13:1-4 y en la que se nos dice que dicha nación, desaparecida en la noche de los tiempos (ver el artículo de referencia), tiene que resurgir de sus cenizas tal como en su momento ocurrió con Israel. Y cuestión sine qua non ésta, para que aparezca el personaje “anticristo” que tiene que ser precisamente de nacionalidad asiria (Isa. 31:8) y con cuya aparición, se inicia la definitiva “70 semana” de años de Dan. 9:27, eso es, los siete últimos años del mundo como lo contemplamos: la pregunta del millón es…… ¿para cuándo dicha aparición?

Pues sencillamente para cuando a los actuales “kurdos” (descendientes directos de los antiguos asirios) se les reconozcan sus derechos y consigan la independencia…… y eso, cada día está más cerca de ocurrir, a tenor de lo que nos dicen diferentes medios de comunicación y por lo que se tendría que estar muy “alerta” de la resolución de este asunto. El problema, al menos aparente, es que el territorio reclamado por los “kurdos” (el llamado Kurdistán) está parcialmente dividido entre cuatro actuales naciones de la zona, como son Turquía, Irán, Irak y Siria y por lo que pudiera parecer que estamos ante una misión imposible; pero…… ¿saben ustedes que las Escrituras nos hablan de dicha circunstancia y además, nos explican cómo será el desenlace de este asunto? Veamos el contenido de una profecía, de nuevo desconocida para los “entendidos” de turno, que se halla en el libro de Daniel y dirigida a nuestros días, en la que se lee como sigue:

“…… y acerca de los diez cuernos que estaban en su cabeza y el otro cuerno (el “anticristo”) que subió y delante del cual cayeron tres, aun aquel cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba cosas grandiosas y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros (luego estaríamos ante un poderoso gobernante).

21 Seguí contemplando cuando aquel mismo cuerno (nueva referencia al citado “anticristo”) hizo guerra contra los santos y prevalecía contra ellos, 22 hasta que vino el Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo y llegó el tiempo definitivo en que los santos tomaron posesión del reino mismo (lo que sitúa la acción en nuestros días).” (Dan. 7:20-22). (Acotaciones nuestras).

Y que esto aplica a nuestros días, siendo ese “cuerno” que derriba a otros tres, el personaje “anticristo” por aparecer y de ascendencia asiria, queda claro por lo que se lee al inicio del versículo 21 en el sentido de que ese “mismo cuerno”, eso es, el que derriba a otros tres para poder ser establecido, es el que guerrea contra los “santos del supremo” y estos, mediante el juicio divino, vencen y toman posesión del reino…… o lo que es lo mismo, que se establece el reino de Dios en la tierra.

Es cierto que alguien podría objetar que estamos hablando de cuatro naciones ocupando los terrenos de la antigua Asiria (hoy Kurdistán) y sin embargo, solo cayeron “tres cuernos” o reyes delante de ese otro “cuerno” que se levanta, según la profecía leída; pero no es menos cierto, que hay que tener en cuenta un “pequeño” detalle: al final del versículo 20, se nos dice que su apariencia era mayor “que la de sus compañeros” y sus compañeros, recordemos, eran los “diez cuernos” o reyes que había encajados en las siete cabezas de la figura bestial que había salido del “mar” (expresión que simboliza al entero conjunto de la humanidad impía, según Isa. 57:20). Luego lo que tenemos es que solo se nos puede hacer referencia con esa alusión a los “tres” que cayeron, a naciones que en su momento dominaron sobre el pueblo de Dios y entre las que se encuentran, precisamente, el Imperio Otomano (la actual Turquía), el imperio de Babilonia (la actual Irak) y el imperio Medo-Persa (la actual Irán); súmenle a ello, el hecho de que el territorio de la antigua Asiria (actualmente Kurdistán), solo ocupa una ínfima parte del norte de Siria y que no significa un escollo significativo, mientras que lo que ocurre con Turquía es que esta tendría que ceder una parte importantísima de su territorio y que se cifra entre el 30/35% de su actual extensión, así como Irán e Irak, aunque estos en menor medida…… sin embargo, que esas naciones cederán de una manera u otra (entiéndase “por las buenas o por las malas”), queda claramente reflejado en la citada profecía de Dan. 7:20-22.

Recordemos, por otra parte, la cantidad de profecías señaladas y ya cumplidas que nos muestran un inminente cambio en la situación mundial; no obstante y dado que las cosas parecen seguir igual que siempre, dicha aparente circunstancia se podría llegar a convertir en una trampa para aquellos que pasen por alto la advertencia dada por Jesús y que hemos señalado al inicio de este escrito…… no olvidemos que sus palabras finales y según el verso 24 de la citada profecía fueron “porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre”. Por lo tanto y dado que no son pocos (la inmensa mayoría) los que adoptan dicha posición de pasar de todo, no sería nada de extrañar que en breve apareciera el ansiado “anticristo” y ni se enteraran de ello…… y decimos “ansiado”, en el sentido que su aparición es paralela a la de los “dos testigos” de Rev. 11:3 y significando ello el inicio de la “70 semana” de Dan. 9:27, con lo que empezaría al unísono la gran predicación de Mat. 24:14 y por espacio de tres años y medio, en lo que comprendería la primera mitad de la semana profética citada. Esa sería seguida por la segunda mitad del ciclo y ya dedicada íntegramente a lo que se conoce como la “gran tribulación” (Rev. 7:14) o día del juicio de Dios, contra aquellos que han rechazado lo ofertado durante la citada predicación y cuestión que se deduce de la lectura de 2 Tes. 1:6-9.

Por lo tanto, de lo que tenemos que estar “alerta” es del momento en que aparecen esos proféticos “dos testigos”, pues bajo su liderazgo se inicia un período de tres años y medio para llevar a cabo dicha gran predicación (Rev. 11:3) …… y la posibilidad de que uno consiga el alcanzar la vida eterna entrando en el reino de Dios o, por el contrario, ser destruido eternamente, dependerá exclusivamente de la posición que uno tome ante la oportunidad que se le brinda. Y es que si ustedes se dirigen a considerar la parábola conocida como la “de la ovejas y las cabras” (y explicada, entre otros, en nuestro escrito del 25/06/15)), verán que la resolución del juicio divino tiene que ver directamente con la actitud del “personal” en cuanto a ayudar a aquellos a los que Jesús identificó en dicha parábola como “sus hermanos más pequeños”…… o no hacerlo; partiendo de esa base, son perfectamente entendibles las palabras del Hijo de Dios en su momento, al advertir de la necesidad de “estar alerta” y admonición que la inmensa mayoría de las personas que tenemos a nuestro alrededor, pasan completamente por alto.

Entonces una primera cuestión, sería la de que va a ocurrir con dichas personas que viven en la ignorancia más absoluta acerca de los acontecimientos que se nos vienen encima y que piensan que las cosas no cambiarán durante el transcurso de su vida. Otra cuestión es lo que se requerirá de aquellos que acepten el colaborar con esos “hermanos más pequeños” de Jesucristo, qué es lo que les identificará como tales colaboradores y cómo se las apañarán para llevar adelante dicha labor…… pero de eso, ya les hablaremos en un próximo escrito.

MABEL


viernes, 4 de marzo de 2016

¿Cuán “importante” es el bautismo en nuestros días?


Pues depende de a quién se lo pregunte usted: si se lo pregunta a una persona que milite en una organización religiosa (obviamente dentro de la cristiandad) que lo practica, le dirá que es fundamental; mientras que si se lo pregunta a una cuya confesión no tiene entre sus doctrinas dicho ritual, le dirá que es totalmente intranscendente…… ya si nos lo pregunta a los autores de este blog, lisa y llanamente le diremos que no es más que una “chorrada” que solo sirve para identificarse con la “ganadería” a la que uno pertenece. Sin embargo y por aquello de que de todo hay en la viña del Señor, están aquellos que dándoselas de “entendidos” en la materia van publicando surrealistas afirmaciones en el sentido de que la “salvación” (y con lo que la cosa ya cobra una dimensión más seria), pasa ineludiblemente por el ser uno bautizado en agua…… porque a partir de ese mismo instante y de forma automática (siempre según nos cuenten esas personas), uno recibe ya el espíritu santo que lo convierte en un Hijo de Dios y por tanto, en coheredero del reino en calidad de inmortal rey y sacerdote al lado de Cristo durante el milenio. De ahí, la importancia vital del bautismo en agua para conseguir la susodicha “salvación”, como primer paso o detonante para poner en marcha ese proceso…… pero ¿es realmente esto así? ¿Qué argumentos presentan esas personas, para defender su posición? Pues empiezan por recordarnos unas palabras del apóstol Pablo, según se leen en Rom. 15:4 y que dicen así:

Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”

Pero claro: una cosa es lo que dijo Pablo en el sentido que de lo contenido en las Escrituras se puedan derivar diferentes enseñanzas o directrices para nuestros días y otra muy distinta, que los citados “entendidos” sepan por donde les sopla el aire en cuanto a su particular entendimiento de las tales. De entrada, habría que tener en cuenta que el significado del término griego bá·pti·sma se refiere al proceso de inmersión en agua, es decir, de un sumergirse y de un emerger del individuo que se somete a dicha ceremonia del líquido elemento; término este que se deriva del verbo griego bá·ptō y que en español se vierte como “sumergir” y por lo que en la Biblia, “bautismo” e “inmersión” son términos sinónimos…… en todo caso, ello tendría que ver simplemente con el llegar uno a estar totalmente cubierto de agua y sin connotación añadida alguna, que nos pueda hacer pensar en otra cosa más allá del simple ritual que en su momento llegó a ser dicho acto. Partiendo de esa premisa, veamos algunos de los ejemplos que según nos cuentan esos “entendidos”, en su momento llegaron a ser una prefiguración del mencionado “bautismo” y que inician citando la peripecia vivida por Noé y otras siete personas en el llamado “Diluvio Universal”, pero que en todo caso estaríamos ante un ejemplo muy forzado y tomado por los pelos, porque preguntémonos y partiendo siempre de la premisa que acabamos de enunciar…… ¿fueron las aguas las que “salvaron” de algún modo a Noé y resto de familia? Obviamente no, pues aparte de que las mismas no fueron enviadas para salvación, sino para ejecutar juicio sobre una humanidad pervertida y apartada de Dios, tenemos el siguiente pasaje y que aclara cualquier duda sobre el particular:

Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa; y por esta fe condenó al mundo y llegó a ser heredero de la justicia que es según fe.” (Hebr. 11:7).

Luego es obvio que no fue el agua la que obró a modo de “salvación”, sino la obra que hizo Noé, eso es, el arca; por lo tanto, a ese relato se le podrá dar la consideración que se quiera, pero nunca como la prefiguración de un bautismo salvador. Otro ejemplo que se nos propone de lo que pudiera ser otra alegoría del bautismo, es la experiencia vivida por los israelitas en el Mar Rojo en su huida de Egipto y partiendo de esta afirmación:

Ahora bien, no quiero que ignoren, hermanos, que nuestros antepasados todos estuvieron bajo la nube y todos pasaron por el mar 2 y todos fueron bautizados en Moisés por medio de la nube y del mar; 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual. Porque bebían de la masa rocosa espiritual que los seguía y aquella masa rocosa significaba el Cristo. 5 Sin embargo, sobre la mayor parte de ellos Dios no expresó su aprobación, pues quedaron tendidos en el desierto.” (1 Cor. 10:1-5).

Y aunque es cierto que ahí aparece incomprensiblemente el término “bautizados”, no es menos cierto que en este caso se añade la coletilla de “en Moisés” y que tal parece querer indicar que se nos está hablando de una cosa distinta a la que se nos intenta proponer; de hecho, la realidad es que esos seguidores del personaje Moisés no fueron “sumergidos” en las aguas, sino que lo que se nos dice que ocurrió fue lo siguiente:

Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda.” (Éxo. 14:22).

Luego de nuevo nada que ver, con el estricto sentido del término “sumergir en agua” y que es lo que significa únicamente la expresión “bautismo”; por otra parte, se nos pone también como ejemplo el ritual del lavado ceremonial de los sacerdotes como prefiguración de un futuro “bautismo” y lo que no es más que un disparate, propio del que no tiene ni la más remota idea de lo que dicen las Escrituras, porque veamos qué es lo que se le impuso realmente a los miembros del sacerdocio:

Y Jehová habló adicionalmente a Moisés, y dijo: 18 “Tienes que hacer una fuente de cobre y su base de cobre para el lavado y tienes que ponerla entre la tienda de reunión y el altar y poner agua en ella. 19 Y Aarón y sus hijos tienen que lavarse las manos y los pies allí. 20 Cuando entren en la tienda de reunión se lavarán (no “se sumergirán”) con agua para que no mueran, o cuando se acerquen al altar para ministrar, a fin de hacer humear una ofrenda hecha por fuego a Jehová. 21 Y tienen que lavarse las manos y los pies (no así, el resto del cuerpo) para que no mueran; y esto tiene que servirles de disposición reglamentaria hasta tiempo indefinido, a él y a su prole durante todas sus generaciones”.” (Éxo. 30:17-21). (Acotaciones nuestras).

Por lo que usar tal ejemplo como prefiguración del bautismo por venir, es propio de una persona que, totalmente ignorante de lo que las Escrituras nos enseñan realmente, hace particulares interpretaciones del texto escritural con el objetivo, no de enseñar la verdad, sino la de salirse con su idea aunque sea a costa de tergiversar dicha verdad…… pero es que la cosa no acaba ahí, porque además se nos presenta el episodio de Naamán, caudillo del ejército sirio que luchaba contra Israel, también como una prefiguración del bautismo por venir y lo que no deja de ser otro disparate, propio del iletrado que ignora los fundamentos más básicos del registro escritural, porque veamos qué es lo que se nos cuenta en el susodicho relato:

De manera que Naamán fue con sus caballos y sus carros de guerra y se paró a la entrada de la casa de Eliseo. 10 Sin embargo, Eliseo le envió un mensajero, que dijo: “Yendo allá, tienes que bañarte siete veces en el Jordán para que vuelva a ti tu carne; y sé limpio”. 11 Ante esto, Naamán se indignó y empezó a irse y a decir: “Mira que yo me había dicho: ‘Saldrá a mí hasta afuera y ciertamente estará de pie e invocará el nombre de Jehová su Dios, y moverá su mano de acá para allá sobre el lugar y realmente dará recobro al leproso’. 12 ¿No son el Abaná y el Farpar, los ríos de Damasco, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No puedo bañarme en ellos y ciertamente ser limpio?”. Con eso se volvió y se fue furioso.

13 Sus siervos ahora se acercaron y le hablaron y dijeron: “Padre mío, si hubiera sido una cosa grande la que te hubiera hablado el profeta mismo ¿no la harías? ¿Cuánto más, pues, dado que te dijo: ‘Báñate y sé limpio’?”. 14 Por lo cual él bajó y empezó a sumergirse en el Jordán siete veces, conforme a la palabra del hombre del Dios verdadero; después de lo cual su carne se volvió como la carne de un muchachito y quedó limpio.” (2 Rey. 5:9-14).

Por lo que tampoco en este caso podríamos estar ante la prefiguración de un futuro bautismo, pues este requiere de una sola inmersión y no de siete, como se le exigió al personaje Naamán y con la salvedad, de que solo se le pidió que se “bañara” o se “lavara” y no que se “sumergiera” por completo y por siete veces en la enlodadas aguas del rio Jordán en esos momentos…… es obvio, entonces, que lo contenido en ese pasaje no tiene otro propósito que el de señalar una simple lección de humildad a la que fue sometido un altivo personaje y por lo tanto, nada que tuviera que ver con la prefiguración de un bautismo salvador que estaría que venir. Luego solo lo dicho hasta el momento y por sí solo, ya muestra el escaso conocimiento que sobre el contenido escritural tienen algunos que se las dan de “teólogos” y lo que les descalifica totalmente para ir dando lecciones de “entendimiento” bíblico; pero es que además y en su disparatada deriva “teologal”, no se les ocurre y para sostener su insostenible proposición (disculpen la redundancia) de la necesidad de un bautismo “salvador”, nada menos que acudir al pasaje de Mar. 16:16 y en donde se lee como sigue:

El que crea y sea bautizado será salvo, más el que no crea será condenado.”

Notemos, de entrada, que el ser “salvo” no depende de ser uno bautizado o no, sino en el creer o no creer…… por lo que no estamos más que ante el uso torticero del texto escritural, para engañar a los incautos que confían en la palabra de esos “maleantes” intelectuales, que no saben de lo que están hablando; porque si continuamos con el contexto de dicho pasaje e inseparable del mismo, lo que se nos dice a continuación es esto:

Además, estas señales acompañarán a los que crean: Mediante el uso de mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas 18, con las manos tomarán serpientes y si beben algo mortífero, no les hará ningún daño. Pondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán”.

19 Entonces el Señor Jesús, después de haberles hablado, fue tomado arriba al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Por consiguiente, ellos salieron y predicaron por todas partes, mientras el Señor obraba con ellos y apoyaba el mensaje por las señales que acompañaban a este.” (Mar. 16:17-20).

¿Qué notamos, entonces, en esas palabras? Pues en primer lugar, que aquellos que creyeran y fueran bautizados tendrán la capacidad de llevar a cabo las obras poderosas mencionadas; recordemos que dicha capacidad, estaba intrínsecamente asociada con el “creer”, mientras que por otra parte, las tales eran la manera en la que Jesucristo “apoyaba” el mensaje emitido y lo que nos lleva a la siguiente encrucijada: si los actuales “bautizados” y toda esa inmensa patulea de supuestos “ungidos” que nos rodean por tierra, mar y aire, afirman haberlo sido mediante el bautismo y que de hecho es el “producto” que nos quieren “vender” ¿por qué, son incapaces de llevar a cabo esas señales que Jesucristo dijo “acompañarían” a los que creyeran y como muestra evidente de su apoyo a la expansión del “evangelio” que afirman predicar? ¿Deberíamos de entender y ante la ausencia de esas señales, que estamos ante personas que realmente no han creído (luego no pueden ser “salvos” por muy bautizados que estén) y que con sus afirmaciones, nos están intentando extraviar de la enseñanza verdadera? Porque o es eso, o es que resulta que el bautismo que preconizan como el medio esencial para alcanzar la “salvación”, no es más que una pura mamarrachada…… dicho lo cual, recuperemos el pasaje de Rom. 15:4, con el que se nos pretende hacer creer que en las Escrituras se nos habla de la necesidad del bautismo como conducto salvador:

Porque todas las cosas que fueron escritas en tiempo pasado fueron escritas para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.”

Y es que lo que se nos dice en las Escrituras acerca del tema que nos ocupa, es que el bautismo en agua y desde que fue instaurado por Juan “el bautizante”, no tenía más finalidad que la del reconocimiento público del que participaba en el mismo de su condición de pecador, así como el firme deseo y ante testigos presenciales, de cambiar su derrotero desde ese momento en adelante:

De modo que él entró en toda la comarca del Jordán, predicando bautismo en símbolo de arrepentimiento para perdón de pecados.” (Luc. 3:3).

Y que la NTV vierte se la siguiente manera:

Entonces Juan fue de un lugar a otro, por ambos lados del río Jordán, predicando que la gente debía ser bautizada para demostrar que se había arrepentido de sus pecados y vuelto a Dios para ser perdonada.”

En todo caso, no era el bautismo en sí mismo, eso es, el hecho de ser uno sumergido en agua, lo que arreglaba la situación de este ante su Creador, sino el sincero arrepentimiento del que se sometía a dicho bautismo y lo que dejaba el mero hecho de la inmersión física, en un simple acto protocolario por el que se manifestaba públicamente la decisión personal de uno con respecto de Dios…… dicho en otras palabras: el bautismo en sí mismo no era otra cosa que un mero ritual sin más trascendencia; por otra parte, este acto y lejos de la idea que se nos quieren “vender” los supuestos “ungidos” de la actualidad, nunca implicó el que mediante dicho acto uno tuviera que ser adoptado por Dios como Hijo Suyo y para lo cual, se precisaba de otro bautismo distinto, según se deduce de las siguientes palabras de Juan “el bautizante”:

Juan también dio testimonio y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo y permaneció sobre él. 33 Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo.” (Juan 1:32-33).

Entonces estaríamos ante dos bautismos distintos el uno del otro y que el segundo de ellos solo podía ser impartido por Jesús…… y ello, solo después de su muerte:

No obstante, les digo la verdad: Es para provecho de ustedes por lo que me voy. Porque si no me voy, el ayudante de ninguna manera vendrá a ustedes; pero si sigo mi camino, lo enviaré a ustedes.” (Juan 16:7).

Que ello es así, queda probado por las palabras del apóstol Pedro:

A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos. 33 Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.” (Hech. 2:32-33).

Pedro estaba hablando de las consecuencias inmediatas de haber sido bautizados en espíritu santo (el otro bautismo) instantes antes y que nada tenía que ver con el bautismo de agua al que se habían sometido años antes, pues del mismo no derivaron ningún poder especial; circunstancia que deja claro que la afirmación actual de que el ser bautizado en agua, ya conlleva la inmediata recepción por parte del bautizado de la condición de Hijo de Dios y por tanto, de la “salvación”, no es más que un puro disparate propagado por fanáticos ignorantes que solo están “vendiendo” humo. Porque ese otro bautismo y que sí concedía dicha condición, además de los poderes consustanciales de ella derivados, solo fue impartido por Jesús a sus apóstoles, que a su vez recibieron la autoridad para poder impartírselo a otros, mediante el ritual de la “imposición de manos”. En el capítulo ocho del libro de “Hechos de los Apóstoles”, queda patente dicho aspecto de la cuestión, eso es, que si bien los apóstoles podían investir a uno de dicha condición de Hijo de Dios y con los poderes que eran consustanciales a dicha condición, aquellos que habían recibido de manos de los apóstoles dicho estado, ya no podían transmitírselo a otros; porque lo que allí se nos narra, es la peripecia de un tal Felipe y uno de los primeros de recibir la adopción como Hijo de Dios por medio de los apóstoles (recordemos que los apóstoles la había recibido directamente de Jesucristo) y del que se nos cuenta lo siguiente:

No obstante, los que habían sido esparcidos iban por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra. 5 Felipe, uno de estos, bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo. 6 Las muchedumbres prestaban atención de común acuerdo a las cosas que Felipe decía, mientras escuchaban y miraban las señales que él ejecutaba. 7 Porque había muchos que tenían espíritus inmundos y estos clamaban con voz fuerte y salían. Además, muchos paralíticos y cojos fueron curados. 8 De modo que llegó a haber mucho gozo en aquella ciudad.

9 Ahora bien, en la ciudad había cierto varón, Simón por nombre, que, antes de esto, había estado practicando artes mágicas y asombrando a la nación de Samaria, mientras decía que él mismo era alguien grande. 10 Y todos ellos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención y decían: “Este hombre es el Poder de Dios, que puede llamarse Grande”. 11 De modo que le prestaban atención porque los había asombrado durante mucho tiempo con sus artes mágicas. 12 Pero cuando creyeron a Felipe, que estaba declarando las buenas nuevas del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, procedieron a bautizarse, tanto varones como mujeres. 13 Simón mismo también se hizo creyente y, después de bautizarse, atendía constantemente a Felipe; y quedaba asombrado al contemplar las señales y grandes obras poderosas que se efectuaban (obviamente, por medio de Felipe).

14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; 15 y estos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo (con el mismo, la condición de Hijo de Dios y los poderes consustanciales a dicha relación paterno/filial con el Creador). 16 Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces se pusieron a imponerles las manos y ellos empezaron a recibir espíritu santo.

18 Ahora bien, cuando Simón vio que mediante la imposición de las manos de los apóstoles (no de Felipe y siendo este como era también un Hijo de Dios) se daba el espíritu, les ofreció dinero, 19 diciendo: “Denme a mí también esta autoridad, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba espíritu santo”.” (Hech. 8:4-19). (Acotaciones nuestras).

Entonces lo que notamos, es que, primero, el bautismo en agua que esas personas habían recibido en el nombre de Jesucristo no les había conferido capacidad alguna para llevar a cabo obras poderosas y que era como se manifestaba el poder del espíritu santo recibido, algo que se nos muestra en el siguiente pasaje:

Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el espíritu santo y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.” (Hech. 19:6).

Pero lo que también se nos muestra, en segundo lugar, es que solo los apóstoles de Jesucristo tenían la autoridad de poder extender a otros la condición de Hijos de Dios y, repetimos, los poderes que le eran consustanciales a la misma; pues si bien Felipe podía desarrollarlos y como se nos muestra en el pasaje leído, es obvio que no podía transferírselos a otros, como al tal Simón…… ¡cuánto menos entonces, el poder transmitir la condición de Hijos de Dios a otros! Circunstancias estas que nos llevan a una importante derivada, como es la de que con la muerte de los apóstoles, obviamente cesó el poder bautizar en espíritu santo y con ello el poder hacer de otros Hijos de Dios, lo que nos lleva a la siguiente conclusión: sabemos que el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo, era preceptivo para poder acceder al segundo bautismo en espíritu santo mediante la imposición de manos y ritual por el que se escenificaba públicamente el hecho de que uno recibía dicho bautismo…… luego desaparecido el bautismo en espíritu santo con el último de los apóstoles ¿qué sentido tenía el bautismo en agua a partir de ese momento? Obviamente ninguno y de ahí que desapareciera de la historia bíblica, pues ya no tenía valor práctico alguno el bautizarse y circunstancia que se ha mantenido hasta el día de hoy; es cierto que la Iglesia Católica y supuesta sucesora del apostolado del I siglo, lo convirtió en obligatorio en el Concilio de Nicea (325 d.C.)…… pero ya no estaríamos hablando de lo mismo, porque lo que cuenta es lo que se nos dice en el registro sagrado y no lo dicho en documentos posteriores y lejos de toda inspiración divina (2 Tim. 3:16).

Sin embargo, a todo lo dicho habría que añadir otra cuestión que los que defienden el bautismo como requisito previo a la salvación, pasan olímpicamente por alto y que es la siguiente ¿quién hoy en día tiene la autoridad para poder bautizar? Porque no olvidemos que Juan “el bautizante” tenía y como hemos leído al principio de este escrito, dicha tarea encomendada por el propio Jehová Dios. Tarea que posteriormente asumió el propio Hijo de Dios y que tenía un bautismo mayor que ofrecer, que posteriormente delegó en sus apóstoles…… y autoridad que desapareció con la muerte del último de estos, siempre a tenor de los datos que nos aportan las Escrituras; luego, repetimos la pregunta ¿quién o quiénes, están autorizados hoy a bautizar? La cosa ya se agrava, cuando lo que se nos dice por parte de esos “entendidos” en el texto escritural es que cuando uno es bautizado en agua, ya recibe de forma automática el bautismo en espíritu santo y por tanto, pasa a convertirse en un Hijo de Dios con la “salvación” en perspectiva…… o lo que es lo mismo, dos bautismos al “precio” de uno; sin embargo, nada parecido a eso es lo que se nos dice en las Escrituras sino que más bien y volviendo a las palabras de Pablo en Rom. 15:4, la “instrucción” que recibimos de estas es que a día de hoy no hay nada parecido a un bautismo que tenga la aprobación de Dios.

En todo caso y por aquello de que cada uno puede hacer “de su capa un sayo” en función de su libre albedrío, el “personal” se puede bautizar y hacerse todas las ilusiones que quiera; pero que cada uno sepa, que lo de ser “salvo”, aquello que se dice ser “salvo”…… ¡nada de nada!

MABEL