sábado, 31 de enero de 2015
Dios, usted…… y la fidelidad a una organización religiosa.
Y es que aunque ello parezca un contrasentido, resulta que no estaríamos hablando de lo mismo y por lo que, nos guste o no, todos estamos expuestos al reto moral que significa el averiguar si nuestra manera de relacionarnos con Dios está en línea con la voluntad divina…… al menos aquellos que tienen determinada forma de religión, eso es, que pertenecen o están afiliados a alguna de las distintas denominaciones de la cristiandad y que según se nos dice, su número asciende a más de 30.000 y cada una con sus propios dirigentes, ritos, doctrinas o enseñanzas, etc.; luego lo que está claro, es que no todas pueden ser la religión verdadera, es decir, las depositarias de “la verdad” (Juan 8:32). Y por lo que cada uno de sus respectivos seguidores tiene ante sí, el mencionado reto moral de averiguar si están en el lugar correcto y, si no es así, actuar en consecuencia saliéndose de él…… en definitiva, la disyuntiva de sujetarse a Dios o mantener fidelidad a la organización religiosa con la que uno está asociado; porque noten lo que ordena el Altísimo, al comparar al conjunto de religiones actuales (sean cristianas o no), como un imperio mundial de religión falsa y al que como un todo identifica como “Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra”…… y repetimos que estamos hablando de una orden divina:
“Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas”.” (Rev. 18:4).
Por tanto, decisión esta que en sí misma es uno de esos ingredientes agridulces que nos presenta la vida del cual no se puede uno escapar y que tiene el poder de enriquecernos o empobrecernos como personas (de ahí lo de agridulce), además de determinar la calidad de nuestras relaciones con aquellos que nos son conocidos…… todo depende, de cómo respondamos a dicho reto. La respuesta a tal desafío es una decisión personal, sólo y exclusiva de uno y rara vez fácil en este proceloso campo de la religión; por lo que no son pocos los que suelen escoger el “blindar” su conciencia como con una coraza de complaciente conformidad, es decir, un “seguir la corriente” de manera pasiva y así protegerse de cualquier cosa que pudiera perturbarle a uno. Por ello cuando surgen circunstancias que urgen ser afrontadas, como es el averiguar si la organización religiosa a la que estamos sujetos es la correcta o no, más bien que adoptar una posición de firmeza en línea con las convicciones de uno, normalmente se suele salir por la tangente con aquello de “no me voy a comprometer en este asunto, no sea que me vea en un aprieto”, pensando que el problema es del “vecino” y que por lo tanto no nos afecta a nosotros, por lo que ¡allá lo que él haga con su religión!…… máxime cuando la organización a la que pertenecemos, nos jura y perjura que ella es la forma de religión que Dios aprueba y son las otras las que son falsas; llevadas por tal disposición, no son pocas las personas que permanecen toda su vida en una posición moral sometida, al evadir de continuo tan “espinosa” cuestión.
Pero resulta que estamos hablando de un proceso acumulativo, pues cuando todo ha pasado y la vida llega a su tramo final, la persona que haya actuado en conciencia y a pesar de posibles resultados adversos pueda decir aquello de “yo defendí una causa justa”, indudablemente tendrá una mayor satisfacción que aquella que rara vez haya abogado por cosa alguna; a veces, parece ser como si en nuestro tiempo las personas de principios y convicciones morales correctas y firmes fueran una raza en extinción, eso es, algún raro vestigio de un pasado ya lejano y por tanto, una actitud extraña en el presente. Y es que si bien la mayoría de las personas encuentran que es bastante fácil maniobrar con una buena conciencia, mientras los asuntos envueltos sean de poca relevancia, la cosa ya cambia a medida que más hay envuelto en el asunto y mayor es el costo derivado de tomar una determinada decisión, pues más difícil se nos hace el resolver cuestiones de conciencia que nos lleven a hacer un juicio moral correcto del asunto y, actuando en armonía con nuestra decisión, aceptar las consecuencias de ello. Ya cuando el costo es muy elevado, es entonces cuando nos enfrentamos a una encrucijada moral, a una verdadera crisis existencial en nuestra vida y cuando uno tiene que tener las ideas muy claras; esta clase de crisis es originada por la lucha interna que uno sostiene ante las dos opciones que se le plantean: hacer caso a su conciencia y sufrir las consecuencias que ello conlleve…… o vivir constantemente con el peso de su indecisión y que en nada compensa dicha situación, el no sufrir las posibles consecuencias de una acción que uno sabe que era la correcta.
La cosa se complica de manera espectacular y como apuntamos en nuestro titular, cuando uno tiene que enfrentarse al espinoso asunto de tener que optar por ser leales a Dios o, en su defecto, a la organización religiosa con la que nos asociamos; y que si bien nos centraremos en los miembros de la organización religiosa de los Testigos de Jehová por ser más graves y traumáticas las consecuencias ante una posible disensión con sus dirigentes, no deja de aplicar a miembros de otras denominaciones, pues la cuestión continúa siendo la misma y que se reduce a lo siguiente: o Dios…… o la “organización” y que, repetimos, no es lo mismo. Y decimos que es más grave la situación de los TJ, por la especial forma de actuar de esa secta contra aquellos que deciden apartarse de la misma, pues a partir de dicho momento son literalmente repudiados por sus propios compañeros (familiares incluidos, si estos son también TJ), que no pueden ni dirigirles un simple saludo...... algo que los autores de este blog podemos explicar por experiencia personal y que bien podría considerarse como el chantaje al que dicha “organización” somete a su membresía, con el fin de evitar las disensiones internas y que pudieran afectar al entramado económico que tienen montado (no para beneficio del bienestar espiritual de dicha membresía y que a la “organización” como tal, le importa más bien un pimiento) y del que les hablaremos más adelante. Sin embargo, nada que no hubiera ocurrido siglos atrás con los seguidores de Jesucristo, como pudieran ser los apóstoles y como queda reflejado en el siguiente pasaje:
“Pero, en respuesta, Pedro y Juan les dijeron: “Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. 20 Pero en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y oído”.” (Hech. 4:19-20).
Tengamos en cuenta que esos personajes vivían en una sociedad cerrada y repudiada por las demás naciones, como era la judía, por lo que si optaban por apartarse de ella se encontraban desamparados y en parecida situación a la de los actuales TJ o viceversa, como ustedes prefieran: repudiados como apóstatas por sus antiguos correligionarios y despreciados por el resto que nunca lo fueron…… en definitiva, más solos que la una; sin embargo, los apóstoles antepusieron la obediencia a Dios antes que la sujeción a la religión en la que habían nacido y que implicaba una estricta obediencia a la Ley , o más bien, a lo que sus dirigentes religiosos decían que decía esta y que es totalmente distinto. Por lo tanto, entre las personas a las que nos referimos están aquellas que nos son cercanas por mucho tiempo de militancia codo con codo; personas que continúan siendo miembros del grupo religioso mencionado y que se enfrentan a la misma encrucijada a la cual se enfrentaron Pedro, Juan, Pablo y hombres y mujeres de siglos posteriores: la lucha por mantenerse fieles a la conciencia personal, ante la presión de la autoridad religiosa de la que se trate. En definitiva, una lucha emocional crítica que le impele a uno a rechazar el que se entremeta la autoridad humana entre él y su Creador, a rechazar el dogmatismo religioso, el legalismo y autoritarismo…… en última instancia, a mantenerse fiel a la enseñanza de que Cristo Jesús y no algún cuerpo o grupo religioso humano, es “su cabeza”:
“Pero quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo (eso es, directamente, luego no mediante intervención de grupo alguno de personas, por muy “ungidas” que estas se consideren ser); a su vez, la cabeza de la mujer es el varón; a su vez, la cabeza del Cristo es Dios.” (1 Cor. 11:3). (Acotación nuestra).
Pero como contrapeso de la balanza, está la tremenda carga que suponen las consecuencias de enfrentarse a la “organización” en el caso de los TJ; sin embargo y dado que las instrucciones de Jesucristo las tenemos en las Escrituras, es a estas a las que nos tenemos que apegar y no a aquellos que nos quieren “interpretar” lo que nos dijo este en las mismas, arrogándose con ello el ser “el medio” del que se sirve Jehová Dios para comunicarse con nosotros. Recordemos y centrándonos en esa organización de los TJ, que son sus propios dirigentes los que enseñan, concretamente en el libro “Escuchando al Gran Maestro” y en su capítulo dos, que la Biblia es una carta personal que nuestro Creador dirige a cada uno de nosotros…… de hecho, finalizan dicho capítulo con las siguientes palabras:
“Cuando recibimos una carta de alguien a quien amamos mucho, la leemos y la volvemos a leer. Es de mucho valor para nosotros. Así debe ser la Biblia para nosotros, porque es una carta de la Persona que más nos quiere. Es una carta que viene de Dios.” (Negritas nuestras).
Por lo que en tanto y cuanto estamos ante una carta “personal”, sobran los intermediarios que nos quieren hacer de intérpretes de la misma; sin embargo, los miembros de dicha secta que opten la decisión de andar por libre (como en su momento hicimos los autores de este blog) se enfrentan y como ya hemos señalado, al riesgo de perder amigos de toda la vida, de ver relaciones de familia afectadas traumáticamente y de sacrificar una herencia religiosa que puede provenir de varias generaciones…… y es justo reconocer, que ante esa clase de encrucijada las decisiones no son fáciles de tomar. Porque estamos ante un tema verdaderamente conflictivo que ha llevado a muchos hombres y mujeres a una crisis de conciencia brutal, una y otra vez, durante toda la historia de la religión establecida; porque aunque lo que describimos aparenta ser en la superficie como característico de la organización de los TJ, se debería notar que los puntos básicos o fundamentales del asunto, afectan la vida de personas de cualquier fe que se tengan o hayan tenido por “cristianas”.
Y es que el precio pagado por creer firmemente que no es prudente ni correcto obrar en contra de la conciencia de uno, dentro de la “organización” de los TJ y para quién básicamente van dirigidas estas palabras, no ha sido poco para los hombres y mujeres que conocemos y entre los que nos contamos los creadores de este blog; pues algunos de ellos y por aquello de enfatizar la cosa, se ven súbitamente separados de seres queridos como resultado de la acción oficial religiosa de la “organización” y con ello, privados de todo trato con padres, hijos e hijas, hermanos o hermanas y aún de abuelos o nietos, según sea el caso. Pero la cosa va más allá, pues otra parte se ven privados de asociación libre con amigos y compañeros de creencia por muchos años por quienes sienten un afecto profundo, pues tal asociación pondría a esos amigos en peligro de que se tomara también acción represiva contra ellos. Son, además, víctimas de la denigración de su propio buen nombre o reputación (un nombre ganado en algunas ocasiones con el esfuerzo de toda una vida) y todo lo que ese nombre significaba en la mente y corazón de aquellos que se asociaban con ellos; de esta manera, se les priva también de cualquier influencia buena y sana que ellos pudieran ejercer para el bien de aquellas personas que ellos mejor conocen en su comunidad…… es justo reconocer, entonces, que toda pérdida material, aún el maltrato físico y el abuso, pueden ser más fáciles de sobrellevar que esto.
Entonces ¿qué podría motivar a una persona arriesgarse a sufrir tal pérdida? O lo que es más ¿cuántas personas hoy día estarían dispuestas a hacer esto? Existen, por supuesto (como siempre han existido) y ejemplos que todos conocemos, personas que arriesgarían cualquier o todas estas cosas señaladas por orgullo testarudo, para satisfacer algún deseo de ganancia material, para obtener poder, o prestigio, prominencia o, sencillamente, por placer carnal…… en todo caso, ganancia material relativamente al alcance de la mano de uno. Sin embargo, el caso es que cuando la cuestión deriva hacia la ancestral disyuntiva de a qué “soberanía” sujetarse, si a la de Dios o a la de, en este caso, la “organización” y que no son lo mismo, por mucho que la base militante de los TJ así lo entienda (pues así se les ha hecho creer), parece y parafraseando al Quijote que “con la iglesia hemos topado, amigo Sancho”...... porque pocos son, si acaso alguno, los que estén dispuestos a afrontar dicha situación de rechazo por amor y lealtad al Soberano de todo el Universo, Jehová Dios.
Y es que lo que ha sucedido entre los Testigos de Jehová, tendría que mover a un estudio de la naturaleza humana que es singular y que da mucho en que pensar; porque no podemos pasar por alto, que en el cuadro no entran solo los que se enfrentaron a la expulsión por causa de su conciencia, sino también la inmensa mayoría de sus antiguos correligionarios que se vieron obligados a participar o apoyar tales expulsiones, a permitir en algunos casos que el círculo familiar fuera quebrantado, así como a poner fin a amistades sinceras de muchos años. No hay duda acerca de la sinceridad de muchas de estas personas consentidoras, en el sentido de que sintieron (y que quizás todavía sientan), angustia por haber llevado a cabo lo que ellos consideraron en ese momento que era un deber religioso “necesario” para la buena convivencia dentro de la “organización”.
Sin embargo, la pregunta es ¿qué convicciones y razonamientos lógicos y razonables los motivaron a permitir o, incluso apoyar tales expulsiones, cuando el caso es que los TJ nunca dicen cuál es el motivo de una expulsión? ¿Sobre qué base pudieron entonces, hacer un juicio de valor que les permitiera sacar una conclusión razonable con que justificar la traumática exclusión de uno de sus compañeros de creencia de entre ellos…… o fue solo por aquello de que “algo habrá hecho, cuando se le expulsa de la “organización”? Pues probablemente nada de eso, sino sencilla y llanamente por el temor a las represalias que la “organización” emprende contra aquellos que hablan en favor del expulsado y como le ocurrió a mi compañero y maestro (Manuel Bel Bordes), que fue expulsado por defender la razón que me asistía en mi litigio; porque en lo que tiene que ver con las cosas que aquí se consideran y como fue en el caso de mi compañero, resulta que la mayor parte de los envueltos en tales expulsiones son personas que estuvieron asociadas con los Testigos de Jehová por 20, 30, 40 o más años y con lo que gozarían de lo que podríamos llamar una buena “hoja de servicios” y de cierto prestigio dentro de la “organización”…… por lo que no estaríamos hablando de elementos marginales, pues ellos habrían estado entre los miembros más activos y más productivos de dicha “organización” en diferentes áreas.
Entre estos, obviamente, están incluidas también personas que eran miembros prominentes de la “organización”, como personal de las oficinas principales en Brooklyn (Nueva York), pasando por superintendentes viajantes, ancianos cualificados, así como mujeres (precursoras) que dedicaron muchos años en obra misionera y de evangelización. Y que los cuales, para llegar a ser lo que fueron dentro de dicha “organización” y siempre creyendo honestamente que servían a Jehová, a menudo tuvieron que eliminar amistades previas con personas de otras fes, ya que la secta “aconseja” no tener tales asociaciones; lo que les “condenaba” por el resto de su vida a que sus únicos amigos se contaran entre los Testigos de Jehová y, significando ello, el que muchas de esas personas hubieran planificado su vida y sus planes futuros en torno a las metas puestas delante de ellos por la “organización”, permitiendo así el que ésta controlara lo extenso de la educación seglar que buscaran y el tipo de trabajo que hicieran…… luego la “inversión” de ellos fue extremadamente grande.
Sin embargo, muchas de esas voluntariosas personas vieron y al igual que en el famoso “Cuento de la lechera” (adjudicado al fabulista griego Esopo y que popularizó en España en el siglo XVIII, el literato español D. Félix María de Samaniego), cómo todo había desaparecido en sólo unas cuantas horas con su expulsión y que ya con edades avanzadas, sin perspectivas de futuro ni derecho a ayudas estatales, pues quemaron toda su vida al servicio de una “organización” que se aprovechó de forma mezquina de su esfuerzo sincero “al servicio” de Jehová, sin preocuparse de proporcionarles algún tipo de asistencia o cobertura para un futuro y al que todo trabajador tiene derecho. Por lo que se encontraron en la calle y totalmente desamparados, pues no podían acudir en busca de ayuda a sus antiguos correligionarios que les ignoraban por miedo a las represalias y mucho menos a esos que en su momento habían considerado como “gente del mundo” y con los que jamás mantuvieron relación o amistad alguna…… y este es el otro chantaje al que están sometidos los miembros de dicha “organización”, lo que les convierte en auténticos prisioneros, cuando no en verdaderos esclavos de la misma; y por lo que queda claro que en esta “organización” no tienen reflejo alguno las palabras de Jesús cuando dijo lo siguiente y algo que exige una profunda reflexión por parte de todo TJ:
“De modo que Jesús siguió diciendo a los judíos que le habían creído: “Si permanecen en mi palabra, verdaderamente son mis discípulos 32 y conocerán la verdad y la verdad los libertará”.” (Juan 8:31-32).
Luego solo una mínima capacidad para razonar con lógica y sentido común, unido a un deseo sincero de hacer lo correcto, tienen que llevar a uno a entender que en esa organización religiosa no está dicha “verdad”, pues tiene a sus miembros sujetos de modo permanente a un chantaje económico/social/afectivo y de ahí, que estos no sean libres pues está coartado su derecho a ejercer su libertad de conciencia…… y si no, que todos esos TJ con serias dudas acerca de la representación “divina” que se arroga dicha “organización” (y que como diría un gallego “haberlos, haylos”) y que queda desmentida por sus erráticas enseñanzas, se pregunten a sí mismos por qué razón no toman acción apartándose de ella y que no tiene más explicación que por el miedo a las represalias. Por tanto, lo razonable es concluir que no están asociados a la verdadera “organización” de Dios sobre la tierra, pues dentro de esta no existe la libertad anunciada por Jesús; “organización”, por otra parte, que ha mantenido constantemente a su feligresía, la inmensa mayoría de ella compuesta de buenísimas y sinceras personas, con la “zanahoria” (recuerden la fábula del arriero que colgó una zanahoria a un palmo de la cara del caballo, el cual no paraba de andar pensando que la podría alcanzar) de la inminente llegada del Armagedón y con ello, el reino de Dios, evento anunciado en primera instancia ya para 1.874 y llamándose aún “Estudiantes de la Biblia” y por lo que uno tenía que olvidarse de adquirir una buena preparación de futuro, pues el reino de Dios llegaba ya y la tal no era necesaria…… más bien al contrario, toda su energía tenía que estar volcada en anunciar dicho feliz evento y, claro está, en vender literatura para engrosar las arcas de la “organización” (¡faltaría más!).
Situación que se repitió en 1.914, en 1.918, en 1.925 y posteriormente en 1.975, dándose el caso de que se repetía siempre la misma constante: anuncio a bombo y platillo de dicho inmediato evento, seguida por un instar al “personal” a intensificar la predicación y con ello su esfuerzo en colocar literatura, al tiempo que se “recordaba” el hecho de que la “organización” aceptaba donaciones complementarias a la “organización” procedentes de testamentos, venta de inmuebles o joyas, pues dado que estábamos en el final de los tiempos y ello ya no se necesitaba en el reino de Dios, dicha donación ayudaría a extender más la ayuda a personas desinformadas. Para incentivar dichas donaciones, periódicamente aparecían en la revista La Atalaya artículos que mencionaban a personas que habían hecho esto y que eran puestas como “ejemplos” a seguir ante la feligresía y lo que significaba que la “organización” aprobaba dicha actitud y con ello, lo veraz del evento anunciado. Y los autores de este blog conocemos esto de primera mano, pues en esa época de 1.975 militábamos en dicha “organización” y fuimos testigos presenciales de cómo en discursos de congregación y de asamblea, se dirigía la atención del “personal” a la inmediata cercanía de la fecha mencionada como estímulo para mayor actividad y una mayor aportación económica, para con ello estar en disposición la susodicha “organización”, de dar un mayor adelanto a la predicación mundial y llegar con ello al mayor número de personas “antes” de que llegara el fin en la fecha por ellos fijada; fin que es obvio que nunca llegó, ni fue devuelto el dinero que bajo esa mentira había recaudado la “organización”, en todas las ocasiones en que esta fue usada al señalar diferentes fechas…… y por no hablar del daño causado en la moral de sus confiados seguidores.
Ahora bien, podría ser que si nos lee unTJ, este piense que nuestra intención es desacreditar a su “organización” al mencionar eso de las fechas fallidas; pero si resulta que nuestro lector es TJ, probablemente también tendrá en su biblioteca personal el libro “Los Testigos de Jehová, proclamadores del Reino de Dios” y publicado en 1.993, en donde en su capítulo 28 encontrará una información que le sorprenderá, acerca de las fechas que dicha “organización” barajó como tiempo para la venida del reino y que no fueron pocas…… y eso ya sería una declaración de parte, por tanto creíble y no proveniente de la “malsana” intención de unos vulgares “apostatas” como nosotros. Pero es que además, puede leer en la revista ¡Despertad! del 22 de Junio de 1.995 y donde en su página 8, encontrará la siguiente información bajo el sugerente subtema “Fue necesario corregir el punto de vista” (negritas nuestras):
“Antes que finalizara el año 1914, muchos cristianos esperaban que Cristo retornara y los llevara al cielo. Por esta razón, A. H. Macmillan, Estudiante de la Biblia, dijo lo siguiente en un discurso que pronunció el 30 de septiembre de 1914: “Este probablemente sea el último discurso público que dé, porque pronto nos iremos a casa al cielo”. Obviamente, Macmillan estaba equivocado (tendenciosa afirmación donde las haya, pues dicho discursante no podía ser el equivocado, pues solo estaba trasmitiendo lo que el bosquejo del discurso decía y que había sido preparado por la “organización”, por tanto única responsable del desaguisado montado); pero aquella no fue la única esperanza que él u otros Estudiantes de la Biblia vieron defraudada.
Los Estudiantes de la Biblia (en todo caso sus dirigentes, habría que concretar), conocidos desde 1931 con el nombre de testigos de Jehová, también se figuraban que en 1925 se realizarían ciertas profecías bíblicas maravillosas, como la resurrección de hombres fieles de la antigüedad, entre ellos Abrahán, David y Daniel (tan seguros estaban de ello, que mandaron construir la mansión de Beth-Sarim o “casa de los príncipes” para el alojamiento de dichos personajes en su vuelta a este mundo, obviamente con el dinero de los “paganos” y que al final sirvió de excelente residencia del en ese momento presidente de la sociedad, el Sr. Rutherford). En años más recientes, muchos Testigos conjeturaron que los sucesos vinculados al inicio del Reino Milenario de Cristo podrían dar comienzo en 1975. Su expectativa arrancaba del entendimiento de que en ese año empezaría el séptimo milenio de la historia humana.
Tales opiniones erróneas no implicaron que las promesas de Dios estuvieran equivocadas ni que él hubiera cometido un error. ¡En absoluto! Los errores o ideas falsas surgieron, como en el caso de los cristianos del siglo I, a consecuencia de desatender el aviso de Jesús: ‘Nadie sabe la hora’. Las conclusiones erradas no estaban motivadas por intenciones torcidas o infidelidad a Cristo (no claro, sino que lo que provocó tales “conclusiones erradas”, fue lo falso de la afirmación de dicha “organización” en el sentido de que era el portavoz de Dios en la tierra y que estaban bajo la guía directa del propio Jesucristo), sino por el anhelo de ver cristalizadas las promesas de Dios durante su vida (habría que preguntarse que ver tendrá el anhelo personal, con el estricto cumplimiento de una profecía bíblica…… pues de esta manera es como presentaron el cumplimiento de las mencionadas fechas).
Por ende, Macmillan explicó más tarde: “Aprendí que debemos reconocer nuestros errores y continuar examinando la Palabra de Dios para conseguir más esclarecimiento. Sin importar los ajustes que tuviésemos que hacer de vez en cuando (continuamente diríamos nosotros, a tenor de los hechos conconocidos) en nuestros puntos de vista, eso no cambiaría la provisión benigna del rescate ni la promesa de Dios de concedernos vida eterna”.” (Acotaciones y negritas nuestras).
Y siendo cierto que tales errores no cambian “la provisión benigna del rescate ni la promesa de Dios de concedernos vida eterna” y que depende de nuestro Creador, Jehová Dios, no es menos cierto que lo que sí cambia y de manera radical, es la afirmación de que dicha “organización” tiene la guía divina de Jesucristo en sus enseñanzas. Por otra parte, fíjense que en el segundo párrafo de esta información se lee que “algunos testigos conjeturaron” acerca de la venida del reino de Dios a la tierra, en un intento de descargar cualquier responsabilidad del Cuerpo Gobernante de dicha afirmación y atribuírsela a la base militante de la “organización”, cuando eso cualquier TJ de esa época, como los autores de este blog, nos hartamos de oírlo en numerosos discursos de congregación y de asambleas, tanto de circuito como de distrito y cuyos bosquejos venían directamente de la “organización” y se presentaban en todo el mundo...... por lo que no estaríamos hablando de un simple rumor entre la base militante, sino de una información que procedía del Cuerpo Gobernante y de quién partía toda enseñanza. Y que ello es como se lo contamos nosotros, queda probado por otra declaración de parte que encontramos en ese capítulo 28 del libro “Proclamadores” mencionado y que entre las páginas 632/633, encontramos el siguiente comentario:
“Más tarde, durante los años 1935 a 1944, un examen de toda la cronología bíblica puso de manifiesto que la mala traducción de Hechos 13:19, 20 de la Versión Autorizada (con la que coinciden versiones españolas como la Reina-Valera), junto con otros factores, había desviado la cronología en más de un siglo. Esta revelación hizo concebir la idea, unas veces expresada como una posibilidad y otras con mayor seguridad (en todo caso, por parte de la “organización” y no de sus seguidores) de que, puesto que el séptimo milenio de la historia humana empezaría en 1975, los sucesos enlazados con el principio del Reinado Milenario de Cristo podrían empezar a realizarse ese año.
¿Resultaron correctas las creencias de los testigos de Jehová en estos asuntos? Los Testigos de ningún modo erraron al creer que Dios sin falta cumpliría lo que había prometido. Sin embargo, algunos de sus cálculos de tiempo (obviamente de la “organización” supuestamente “guiada” por el espíritu santo y no de sus adeptos, que solo eran pasivos receptores de dicha información) y las expectativas relacionadas con estos ocasionaron serias decepciones.
Después de 1925 se registró un descenso espectacular en la asistencia a las reuniones en algunas congregaciones de Francia y Suiza. También en 1975 hubo desilusión cuando las expectativas sobre el comienzo del Milenio no se realizaron. Como resultado, algunos se apartaron de la organización. Otros fueron expulsados por tratar de subvertir la fe de sus compañeros.” (Acotaciones y negritas nuestras).
¿Y quiénes fueron expulsados, por tratar de subvertir la fe de sus compañeros de creencia? Pues aquellos que intentaron explicar a los tales y con toda la razón que da la lógica y el sentido común, que dicha “organización” no era el instrumento que Dios usaba en la tierra para contactar con los seres humanos y por lo tanto, sus dirigentes no podían ser lo que afirmaban ser, eso es, “ungidos” o Hijos de Dios y futuros reyes asociados con Cristo, algo sobre lo que dicha “organización” ha mantenido su férrea “autoridad” desde un principio sobre su feligresía. Y es que es, como mínimo sorprendente, que el mismo espíritu santo que durante casi cuatro milenios de historia bíblica no se equivocó ni en una sola “coma” en el relato escritural, en los escasos 120 años de historia de dicha “organización” se haya equivocado en todo lo que ha dicho, siendo como era el mismo espíritu santo que afirman poseer los dirigentes “ungidos” de esta, además de estar guiados por el propio Hijo de Dios…… solo este razonamiento, debería de bastar a cualquier miembro de su base militante a abandonar dicha falsa religión; pero es que la hipocresía de dicha organización se ve reflejada en sus propios escritos, pues veamos lo que con referencia al fracaso de 1.975, dijeron en el volumen de La Atalaya de 1.976 y en su página 728, párrafo 11:
“Puede ser que algunos que han estado sirviendo a Dios hayan planeado sus vidas en armonía con un punto de vista equivocado de precisamente lo que habría de suceder en cierta fecha o en cierto año (como si esto no fuera lo que dicha “organización” ha estado estimulando a hacer a sus militantes). Es posible que, por esta razón, hayan postergado o desatendido cosas que de otra manera habrían atendido. Pero no han caído en la cuenta del objeto de las advertencias de la Biblia en cuanto al fin de este sistema de cosas, al pensar que la cronología bíblica revela la fecha específica.”
Vemos de nuevo que, hipócritamente, la responsabilidad del fiasco es atribuida a la falta de perspicacia de “algunos” de sus adeptos que en su momento abandonaron la “organización” (y que se contaron por millones), en el sentido de que “no habían caído en la cuenta” de que la cronología bíblica no revela fechas específicas…… cuando eso no lo habían hecho los miembros de base de la “organización”, sino sus dirigentes del Cuerpo Gobernante y del que salía toda información; que ello es así, queda probado en el Anuario de 1.980 (pág. 30-31) en donde refiriéndose a la asamblea de distrito “Esperanza viva” y que se llevó a cabo por todo el mundo, se nos señala que en uno de sus discursos se dijo lo siguiente acerca del fiasco de 1.975:
“Un punto excelente que se sacó a relucir en el discurso “Escogiendo el mejor modo de vivir” fue el de que Jehová Dios nos salva de tropezar —tal como lo hizo con David en el caso de la insolencia de Nabal— pero que tenemos que hacer nuestra parte. Los hermanos también apreciaron el candor de este mismo discurso, que reconoció la responsabilidad de la Sociedad por parte de la desilusión que sintieron algunos respecto a 1975.”
Porque la responsabilidad de dicha desilusión, no “en parte”, sino entera, recae en esa “organización” y su Cuerpo Gobernante, que por medio de sus publicaciones llevó a esa falsa esperanza a toda su membresía y que al no cumplirse, llevó a millones a mandar a hacer puñetas a dicha “organización” e incluso a algunos de ellos, lamentablemente, a apartarse de la Biblia de manera permanente. Por lo que, como acabamos de señalar, tales faltas de entendimiento escritural por parte de los miembros supuestamente “ungidos” y que conforman el conjunto del “esclavo fiel y discreto” y responsable de la “alimentación” espiritual de sus seguidores, tendría que llevar a todo TJ a la conclusión y que lamentablemente no es así, de que dicha “organización” no puede ser el vocero usado por Jehová Dios en la tierra, porque veamos: toda la información que hemos dado y mucha más, desenmascarando a dicha fraudulenta “organización”, se puede encontrar en Internet y de la que probablemente una gran mayoría de su base militante, más o menos ya tiene conocimiento de ello y por lo que no pueden alegar ignorancia ante Jehová Dios……sin embargo vemos y ya volviendo al tema central de este escrito, que adoptando la táctica mencionada al inicio del mismo, en el sentido de blindarse con una coraza de complaciente conformidad y en un absurdo “seguir la corriente”, la mayoría de los que son conscientes de dicha situación continúan optando por no tomar en cuenta la advertencia divina que hemos señalado al inicio de este escrito y que encontramos en Rev. 18:4, que por otra parte es inapelable:
“Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados y si no quieren recibir parte de sus plagas.”
Siendo por tanto, que la pregunta sería ¿por qué esa empecinada actitud, por parte de sus militantes de base de aferrarse a la organización”, en clara desobediencia a la orden divina? Pues la respuesta está en algo que de forma subrepticia hemos ido señalando a lo largo de este escrito, pues se habrán fijado que continuamente hemos estado hablando de la “organización”……y es que para un TJ su Dios no es Jehová, sino la “organización”, aunque la inmensa mayoría de ellos no se hayan enterado de qué va la “película”, pues esto es lo que de forma subliminal y a través de las publicaciones de la susodicha “organización” se le inculca a uno desde el mismo momento en que se asocia con ella . De ahí, que aquellos de sus miembros que están al tanto de lo falso y fraudulento de esta (que no son pocos) no quieran ni oír siquiera de ello para no verse obligados a reconocer la realidad demostrada y con ello enfrentar una brutal represalia, algo de lo que ya les hemos puesto en antecedentes…… por eso se niegan a aceptar lo que es a todas luces una realidad incontestable: como parte del actual sistema religioso, porque eso es lo que son, los TJ no pueden resultar ser otra cosa que una religión falsa más de entre las muchísimas que existen en el mundo y de las que Jehová abomina y destruirá en un futuro inmediato, según Rev. 18:1-8. Sin embargo, muchos de sus miembros prefieren guardar las apariencias y no darse por enterados de la situación, cuando eso no les vale para nada ante su Creador pues esto es lo que se nos dice de Él:
“Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón completo y con alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los está escudriñando y toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas (mediante apegarse al mandato divino), él se dejará hallar de ti; pero si lo dejas (en este caso, anteponiendo a Él a la “organización”), él te desechará para siempre.” (1 Crón. 28:9). (Acotaciones nuestras).
Luego si uno tiene esa sospecha dentro de sí mismo, sepa que Jehová está enterado de ello y pendiente de que este tome una decisión y que pasa por hacer las investigaciones oportunas para verificar dicha sospecha y por lo que tiene que valorar cualquier información al respecto…… y de confirmarse tal sospecha, mandar a dicha “organización” a hacer puñetas y en obediencia a la voluntad divina. Y este es el duro problema al que se enfrentan muchos de los miembros de la citada “organización” y que son conscientes de la realidad en que viven: la lucha de conciencia ante la evidencia palmaria de que están encuadrados en una religión falsa y de la que Jehová les exige que abandonen de forma inmediata…… y el temor a las graves consecuencias que se acarrearán si llevados por la exigencia divina, actúan en conciencia.
Dicho lo cual, nos gustaría señalar y ya a modo de conclusión, que con lo expuesto no pretendemos atacar a nadie y algo que sí han hecho la mayoría de los críticos de dicha organización religiosa, que se han limitado y tomando la parte por el todo, a acusar indiscriminadamente a todos por igual: desde el presidente de dicha fraudulenta organización religiosa, hasta el último de sus militantes y algo que jamás hemos hecho los autores de este blog. Porque hay una gran diferencia entre los perversos dirigentes que los gobiernan, ávidos de ganancia injusta y que les intoxican con enseñanzas falsas (2 Ped. 2:3), con la pareja de TJ que cualquier día se presentan ante cualquiera de nosotros para explicarnos lo que ellos honestamente creen que es verdad y que nos puede beneficiar; porque esas personas usan su tiempo de esparcimiento, primero para documentarse y, segundo, para visitar a las personas donde quiera que estas se encuentren y lo que implica coste económico, tiempo y mucho esfuerzo personal…… por lo que en todo caso su labor es, como mínimo, digna de alabar y agradecer en cuanto a la intención.
Por lo que es del todo razonable que esas voluntariosas personas se hayan sentido agredidas en su buena fe y hayan decidido el pasar olímpicamente de esos críticos mencionados y que si bien en los datos o argumentos presentados, eso es, en el “fondo” tienen toda la razón, no ha sido así en la “forma” pues han metido a todos en el mismo saco y lo que no es justo; con lo que han desaprovechado una oportunidad excelente para llevar hasta esas personas que periódicamente nos visitan en nuestros hogares o nos abordan por la calle (además con mucha amabilidad), esa información que les pudiera haber sido de ayuda para tomar la correcta decisión de abandonar la “organización”. Otra cosa distinta es que las tales hayan sido engañadas en su buena fe y que es de lo que hemos tratado en este escrito (recordemos que no todas están al tanto de ello), que no tiene más objetivo que el de intentar sacarles de dicho engaño; que lo consigamos o no, tendrá mucho que ver con lo dispuestas que estén a actuar con libertad de conciencia y escoger entre las dos opciones posibles presentadas, eso es, Jehová Dios por un lado y la “organización” por el otro…… y en el bien entendido que un futuro acceso al reino de Dios en calidad de súbdito del mismo, tendrá mucho que ver con el resultado final de dicha elección.
MABEL
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domingo, 25 de enero de 2015
¿Aplicó correctamente el apóstol Pedro, en Hech. 1:20…… los Sal. 69:25 y 109:8?
Y como somos conscientes de que alguien podría pensar que los autores de este blog, discrepantes de todo aquello “que se mueve” en el ámbito de lo religioso, queremos llegar al punto de incluso enmendarle la plana al mismísimo contenido escritural, permítannos tranquilizarles diciendo que no es por ahí por donde “van los tiros”; lo que pretendemos, sencillamente, es compartir con ustedes una reflexión sobre algo que nos tiene intrigados y que no nos cuadra del registro sagrado, que tiene que ver con la aplicación que hizo el apóstol Pedro en Hech. 1:20, de los Salmos 69:25 y 109:8 y aceptada por todos los teólogos actuales, que en definitiva fue lo que le movió a actuar “motu proprio” (eso es, por su cuenta y riesgo) en lo que tuvo que ver con la disparatada elección de Matías como sustituto del traidor Judas (Hech. 1:15-26). Y decimos disparatada, porque nada en el contexto de su acción sugiere que hubiera razón alguna para tomar semejante iniciativa; de hecho, esto es lo que les fue “ordenado” a los once apóstoles restantes por Jesucristo, instantes antes de ser elevado éste a los cielos:
“Y estando reunido con ellos, les dio las órdenes: “No se retiren de Jerusalén, sino sigan esperando lo que el Padre ha prometido, acerca de lo cual oyeron de mí; 5 porque Juan, en verdad, bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en espíritu santo no muchos días después de esto”.” (Hech. 1:4-5).
Luego la “orden” o mandato dada por Jesucristo y que ya ostentaba “toda autoridad, tanto en el cielo como en la tierra” (Mat. 28:18), era la de esperar acontecimientos y no la de tomar decisión alguna; es cierto que hay quien sostiene que Pedro fue guiado por el espíritu santo para tomar dicha iniciativa, pero los hechos demuestran que no fue más que una impulsiva acción de dicho apóstol, porque veamos: si leen el verso 5 del pasaje mencionado, se darán cuenta que el derramamiento del tal espíritu santo y que tenía, en calidad de ayudante, la misión de guiar sus pasos desde ese momento en adelante, aún no se había producido y por lo que Pedro no pudo recibir ningún estímulo o dirección de parte de este.
No perdamos de vista, por otra parte, la incongruencia que significa el hecho de que si bien Jesús para elegir a sus doce apóstoles se pasó una noche entera en vela y orando por ayuda divina para hacer la selección correcta (Luc. 6:12), Pedro solventó dicha cuestión con un simple sorteo en el que los dos implicados tenían el 50% de posibilidades…… por lo que saliera el que saliera agraciado en dicho sorteo, éste siempre sería el que Dios había “escogido”. Que “la jugada” es tal como se la contamos, queda puesto de manifiesto por la repercusión que dicha acción ha tenido en el registro sagrado y que contribuye a que las cuentas no nos salgan; porque si resulta que en el Pentecostés de 33 E.C. y partiendo del supuesto de que la acción de Pedro hubiera sido correcta, doce apóstoles fueron reconocidos por Jesucristo…… ¿cómo se podría entender, entonces, que años después el propio Jesucristo hubiera escogido también a Pablo como apóstol (Gál. 1:1) y con lo que ya nos encontraríamos con trece apóstoles, cuando lo que leemos en Rev. 21:14 es concretamente esto?:
“El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento y, sobre ellas, los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”
Por lo que “blanco y en botella”: las Escrituras solo reconocen a doce apóstoles de Jesucristo y por lo que nos queda uno “bailando” por ahí; luego la pregunta es ¿a cuál excluirían ustedes? En todo caso, demostración evidente de que el impulsivo Pedro se “columpió” una vez más y ahí nos ha dejado el problema señalado; por lo cual y volviendo al tema de este escrito, nada sería de extrañar que en su deseo de que fuera aceptada su decisión, inconscientemente aplicara un pasaje que no tuviera nada que ver con lo que estaba barruntando en su inquieta mente…… pero veamos el argumento presentado a la “concurrencia” por el bueno de Pedro, para promover la sustitución de Judas:
“Porque está escrito en el libro de los Salmos: “Quede desolado su alojamiento y no haya morador en él” y “Su puesto de superintendencia tómelo otro”.” (Hech. 1:20)
Citas que se corresponden al Sal. 69:25 y al Sal. 109:8 respectivamente; claro, la inmediata es acudir a dichos pasajes y ver qué se nos dice en su contexto porque, recordemos, Pedro los utiliza como argumento definitivo para justificar su personal acción de sustituir a Judas por otro elemento…… por lo que vamos a ver qué se nos dicen en ese Sal. 69:25:
“Quede desolado su campamento amurallado; en sus tiendas no llegue a haber morador.”
En principio, pudiera parecer que Pedro habría aplicado bien dichas palabras, cuando la realidad es que cometió un error parecido, aunque en otro aspecto, en el que caen algunos autores bíblicos actuales, en el sentido de que cuando entre dos pasajes situados en distintas partes de las Escrituras existen claras semejanzas en su forma de redacción, ya razonan que se refieren a lo mismo cuando realmente no son las palabras usadas en los mismos las que establecen dicha relación y por muy semejantes que estas sean entre sí, sino que es el contexto en el que estas se hallan situadas, el que determina dicha relación…… luego acudamos al contexto de dicho pasaje para saber de qué se nos está hablando en el Sal. 69:25:
“De veras acércate a mi alma, reclámala; a causa de mis enemigos, redímeme. 19 Tú mismo has llegado a conocer mi oprobio y mi ignominia y mi humillación. Todos los que me muestran hostilidad están enfrente de ti. 20 El oprobio mismo ha quebrantado mi corazón y la herida es incurable. Y seguí esperando que alguien se condoliera, pero no hubo nadie; y consoladores, pero no hallé ninguno.
21 Antes bien, por alimento me dieron una planta venenosa (mirra) y para mi sed trataron de hacerme beber vinagre (o “vino agrio”, según versiones, resultado de mezclar vino con mirra). 22 Que su mesa delante de ellos llegue a ser una trampa y un lazo lo que es para su bienestar. 23 Que se les oscurezcan los ojos para que no vean (no se habla de ceguera literal, sino espiritual); y haz que sus caderas mismas vacilen constantemente. 24 Derrama sobre ellos tu denunciación y que tu propia cólera ardiente los alcance.
25 Quede desolado su campamento amurallado; en sus tiendas no llegue a haber morador.
26 Porque han seguido tras de aquel a quien tú mismo has golpeado y siguen relatando los dolores de aquellos a quienes tú traspasaste. De veras da error sobre su error y no entren ellos en tu justicia. 28 Sean borrados del libro de los vivientes y con los justos no sean inscritos.” (Sal. 69:18-28). (Acotaciones nuestras).
Es cierto que, aunque por boca de David, estas palabras apuntaban profética y directamente a la amarga situación por la que transitó Jesús…… pero la cuestión es acerca de quiénes se hablaba en esta profecía y que no podía ser de ninguna manera de Judas, pues por ejemplo, no fue éste el que dio a beber al Hijo de Dios en sus últimos momentos y según Mar. 15:23 “vino drogado con mirra”, según la TNM y que es la que más se ajusta a lo que ocurrió realmente. No olvidemos que la mirra, en la época del imperio romano, era usada también como anestésico para los moribundos o los condenados a muerte y que se solía dar mezclada con vino para enmascarar su sabor agrio, para aliviar sus dolores (salvando las distancias, sería el equivalente a los narcóticos actuales y por lo tanto, una droga); por otra parte, tenemos que el texto de dicho pasaje está escrito en plural y por tanto aplicado a muchas personas…… pero ¿a quiénes? Pues sencillamente al pueblo de Israel y centrando el foco de atención en sus dirigentes religiosos, que fueron los que intrigaron para que Jesús fuera ajusticiado como un vulgar criminal y se produjeran los hechos relatados en dicha profecía; recordemos y como corroboración de lo afirmado, la petición del verso 23 en el sentido de que “se les oscurezcan los ojos para que no vean” y que se ha cumplido hasta el extremo, pues aún hoy los judíos y en su ceguera espiritual, continúan sin reconocer a Jesucristo como el Mesías enviado por Jehová Dios. De ahí que el verso 25 y al que hizo referencia Pedro, no pudiera ser aplicado a Judas, sino que aplicaba a la ciudad de Jerusalén y circunstancia que se cumplió en el año 70 E.C. con la destrucción de ésta y su templo, causada por los ejércitos comandados por el general romano Tito.
Entonces y a tenor de lo expuesto hasta el momento, está claro que Pedro no podía apoyarse en dicho pasaje para apuntalar su iniciativa de buscar un remplazo para el traidor Judas y lo que nos llevará a investigar, si con el segundo salmo mencionado estuvo más atinado el hombre y que tal no parece ser el caso, pues esto es lo que se lee en el mismo:
“Resulten pocos sus días; su puesto de superintendencia tómelo otro.” (Sal. 109:8).
Leído tal cual y sin profundizar en el mismo, parecería que en esta ocasión Pedro acertó en su aplicación, pues el contexto se ajusta al personaje de Judas del que, como nota curiosa, si bien en los evangelios no se nos dan muchas referencias directas de él, sí en el contexto de este pasaje y del que se podría entender que estaba casado y tenía hijos…… pero veamos que se nos dice en el contexto de este Sal 109:6-10:
“Nombra sobre él a alguien inicuo y que un resistidor mismo se quede de pie a su diestra. 7 Cuando se le juzgue, que salga como alguien inicuo; y que su oración misma llegue a ser un pecado.
8 Resulten pocos sus días (recordemos que se suicidó, por lo que su muerte fue prematura); su puesto de superintendencia tómelo otro.
9 Lleguen a ser huérfanos de padre sus hijos y quede viuda su esposa. 10 Y sin falta anden errantes sus hijos; y tienen que estar mendigando y tienen que buscar alimento desde sus lugares desolados.” (Acotación nuestra).
Pero aunque pudiera parecer que este salmo sí estaba bien aplicado por parte de Pedro y lo que, presuntamente, le avalaba para tomar la acción que tomó, lo cierto es que los autores de este blog no lo tenemos tan claro; porque si bien es cierto que el pasaje en cuestión dice que el puesto de superintendencia de Judas debería de tomarlo otro…… lo que no dice es quién debería de tomar la iniciativa en llevar a cabo dicha sustitución. Circunstancia que de nuevo nos lleva a Mat. 28:18, en dónde hemos leído que Jesucristo ostentaba y por delegación de su Padre Celestial “toda autoridad” tanto en el cielo como sobre la tierra y como es natural, sobre su propia congregación aquí en la tierra…… no pasemos por alto, además, el hecho de que Jesucristo estuvo por espacio de cuarenta días después de su resurrección dando instrucciones a sus once apóstoles y tiempo suficiente para darse cuenta de que le faltaba uno y por ello abordar el tema de su sustitución; sin embargo, Jesucristo no tomó decisión alguna al respecto y lo que significa, indudablemente, que tenía otro plan para el momento en que debería hacerse dicha sustitución y que solo podía estar relacionado con la posterior inclusión de Pablo en dicho grupo de apóstoles. Por lo que todo apunta a que Pedro, haciendo una vez más “el canelo” (en román paladín, “el tonto”) se tomó una atribución que no le correspondía y como prueba de que ello es así, ahí está el permanente recordatorio de su error contenido en las Escrituras por el problema creado como consecuencia de su acción y ya señalado, de Rev. 21:14.
Es cierto que alguien podría alegar que Pedro usó una formula antigua en el pueblo judío, como era el uso del Urim y Tumim y que era el acto de “echar suertes” y mediante las que Jehová determinaba sobre situaciones por las que fuera inquirido; de hecho, en Prov. 16:33 y pasaje que Pedro probablemente tuvo en cuenta, se lee como sigue:
“En el regazo se echa la suerte (o “Urim y Tumim”), pero de Jehová procede toda decisión por ella.” (Acotación nuestra).
Para entendernos, que era Jehová el que maniobraba para que saliera una cosa o la otra y de acuerdo con Su Voluntad y con el propósito de dirigir a Su pueblo en situaciones delicadas; digamos y para aclarar las cosas, que el uso del “Urim y el Tumim” era algo parecido a una especie de sorteo o “suerte sagrada”, pues era Jehová, como ya hemos señalado, el que estaba detrás del mismo. Piensan algunos estudiosos que se trataba de tres piezas, una que llevaba escrita la palabra “no”, otra con la palabra “sí” y una tercera en blanco, siendo que la pieza que se sacase daría la respuesta a la pregunta o cuestión planteada…… a menos que saliera la que estaba en blanco y lo que indicaría que no se daba respuesta y lo cual, en sí mismo, ya era una respuesta. Hay quien opina, que también pudiera tratarse de dos piedras planas, blancas por un lado y negras por el otro, que se arrojaban al aire y la respuesta quedaba determinada por la posición en la que estas quedaban al caer al suelo; de tal suerte que si coincidían las dos caras blancas boca arriba, significaba “sí” y si las dos eran negras, significaba “no”, siendo que si una era negra y otra blanca, ello significa que no había respuesta. Pero prescindiendo de la opción o forma de sorteo que Pedro hubiera adoptado, se olvidó de un “pequeño” detalle al jugar la baza de “las suertes” usada por sus antepasados, como era el que esta solo podía ser presentada ante Jehová por el Sumo Sacerdote…… y Pedro no era Sumo Sacerdote; es más: según la tradición judía, el uso del “Urim y el Tumim” cesó cuando los ejércitos babilonios mandados por el rey Nabucodonosor desolaron Jerusalén y destruyeron su templo en el año 587 a. E.C. y con ello sus registros genealógicos, opinión que está apoyada por lo que leemos con respecto a estos objetos en Esd. 2:61-63 y Neh. 7:63-65.
Ahí se nos habla de ciertos hombres que afirmaban ser de la línea sacerdotal, pero que no podían demostrar dicha afirmación por falta de documentos que lo acreditaran, que no podían comer de las cosas santísimas provistas para el sacerdocio hasta que un Sumo Sacerdote se levantase con el “Urim y el Tumim” y pudiera inquirir de Jehová acerca del derecho de estos a participar del sacerdocio; pero lo cierto es que no hay prueba escrita alguna de que posterior a dichos profetas se usasen de nuevo dicha fórmula, pues las Escrituras ya no vuelven a hacer más referencia a dichos objetos sagrados y con los que se “echaban suertes” acerca de cualquier cuestión presentada ante Jehová Dios…… pero además y para “rematar la faena”, resulta que para cuando Pedro actuó, Jesucristo ya era el nuevo Sumo Sacerdote nombrado por Jehová y por lo que solo a él le correspondía tomar tal decisión:
“Esta esperanza la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme y entra cortina adentro, 20 donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jesús, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre.” (Hebr. 6:19-20)
Luego lo que tenemos, es que todo apunta a que el bueno de Pedro no acertó ni una...… o sea, que no hizo una correcta aplicación de los salmos aludidos y ello con la aquiescencia de los restantes 10 apóstoles (no nos olvidemos de este “pequeño” detalle); por lo que en definitiva y por aquello de sacar una moraleja de lo narrado, incidir en la necesidad de asegurarse muy mucho antes de hacer cualquier aseveración en cuestiones de enseñanza bíblica. Eso es, que la interpretación que hagamos de cualquier pasaje escritural como apoyo de determinada afirmación, se ajuste correctamente a su contexto y de este modo no cometer el mismo error de Pedro que, no captando el sentido correcto de ninguno de los dos salmos usados para defender su punto de vista, fue llevado a tomar una incorrecta decisión que ha dejado huella indeleble en el propio registro escritural. Sin embargo y a modo de conclusión, señalar de nuevo que lo dicho no es más que una mera reflexión personal puesta por escrito, de algo que los autores de este blog no tenemos nada claro y por lo que bien podría haber otra explicación sobre el particular…… por lo que el que la tenga, que la aporte y así aprenderemos todos.
MABEL
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martes, 20 de enero de 2015
El curioso caso de Zacarías 12:10.
Hace unos días, concretamente el 10/01/15, publicábamos en este blog un artículo titulado “La traducción bíblica que usted usa…… ¿es fiable?” y como respuesta a determinadas críticas con las que se pretendía desacreditar a la TNM de los TJ y con ello a la afirmación que desde este blog se hizo y que por supuesto mantenemos (de hecho estaríamos hablando de nuestra biblia de referencia), en el sentido de que esta es una de las traducciones más fiables que existen en lengua española y que es hasta dónde llega el que suscribe (Armando), pues como diría nuestro amigo el castizo “servidor domina el inglés…… siempre que este sea bajito y se deje”; ergo, que lamentablemente no tengo ni puñetera idea de la lengua del genial William Shakespeare.
Dicho lo cual, sigamos con la narración iniciada y que continúa con el hecho de que después de desmontar las objeciones presentadas, planteábamos y por aquello de equilibrar la balanza, el disparate que vierte la RV 1960 en el pasaje de Rev. 5:8-10 y algo de lo que, hasta dónde nosotros sabemos, aún no se nos ha respondido nada al respecto; en todo caso, en donde demostrábamos que la TNM es por mucho más fiable que la citada RV 1960 y otras de su estilo. Sin embargo, nos hemos topado con un enrevesado video publicado el 12/01/15 por el mismo personaje al que le planteamos la cuestión mencionada y que, repetimos, no ha dado respuesta alguna (esperamos que deje en paz a dicha TNM), que nos ha llamado la atención y titulado “Zacarías 12:10 en la TNM versus las otras versiones bíblicas disponibles”; en el mismo, se contrasta dicho pasaje vertido por la traducción de los TJ, con el resto de traducciones bíblicas y pretendiendo con ello demostrar de nuevo lo “trastocada” o manipulada a “su medida” que es la versión usada por los TJ, con el “artero” propósito de no confundir a Jehová con Jesucristo y algo que nos ha sorprendido, pues razonablemente esto es lo que uno esperaría de una traducción fiable: que no nos confundiera acerca de quién se está hablando en determinado momento y ello para un correcto entendimiento del contenido escritural…… sin embargo, parece que ese intento de clarificar posiciones es criticable por parte de algunos autores bíblicos, con poca o ninguna idea de lo que se llevan entre manos.
En todo caso, lo que nos ha llamado la atención no ha sido el discrepante contenido de dicho pasaje entre las distintas versiones bíblicas existentes en el mercado y del que ya teníamos conocimiento, sino la sorprendente conclusión a la que llega el autor del video citado, en el sentido de que las dos distintas formas de verterlo pueden ser aceptadas y algo que no tenemos muy claro los autores de este blog, por mucho que se intente razonar esa propuesta…… pero en todo caso, veamos cómo vierte Zac. 12:10 la TNM:
“Y ciertamente derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el espíritu de favor y súplicas y ciertamente mirarán a Aquel a quien traspasaron y ciertamente plañirán por Él como en el plañir por un hijo único; y habrá una lamentación amarga por él como cuando hay amarga lamentación por el primogénito.”
Según dicha versión, este pasaje hace referencia exclusiva a Jesucristo como el que fue “traspasado” y siendo cierto que el hecho es que un soldado “romano” traspasó su costado con una lanza, para comprobar si ya estaba muerto, como así fue; y en este mismo sentido se pronuncian algunas versiones, mientras otras siguen la línea de la versión RV 1960 y en donde se lee como sigue:
“Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.”
Luego según dicha versión, el que fue “traspasado” fue el propio Jehová Dios, supuestamente en la persona de Jesús, e idea que defiende el autor del video en cuestión, al contrastarla con lo que se nos dice en el siguiente pasaje:
“Sin embargo, Jesús clamó y dijo: “El que pone fe en mí, no pone fe en mí solamente, sino también en el que me ha enviado. 45 y el que me contempla, contempla también al que me ha enviado.” (Juan 12:44-45).
Dudoso razonamiento, como mínimo, pues eso es una cosa y otra muy distinta quién fue literalmente “atravesado” y que fue el Hijo de Dios y no su Padre Celestial…… entre otras cosas, porque cuando el cuerpo de Jesús fue “traspasado” este ya estaba muerto y difícilmente podría ser eso, llevando la cosa al extremo, el equivalente a “traspasar” el cuerpo del Dios Vivo; pero es que además, de ser como nos cita la RV 1960 y otras que como ella se pronuncian, resultaría que Jehová nos está mintiendo cuando dice “y mirarán a mí, a quien traspasaron” que, además, nos llevaría a una pregunta curiosa porque ¿quién entonces, es el que regresa a la tierra, Jehová o Jesucristo, puesto que el que regresa a esta es aquél al que en su momento “traspasaron” y habida cuenta de que Jehová “no puede” regresar a la tierra, pues nunca ha estado en ella y en la literalidad del término, según se nos cuenta en 1 Rey. 8:27?:
“Pero ¿verdaderamente morará Dios sobre la tierra? ¡Mira! Los cielos, sí, el cielo de los cielos, ellos mismos no pueden contenerte; ¡cuánto menos, pues, esta casa que yo he edificado!”
Luego esta forma de verter el pasaje de Zac. 12:10 de la RV 1960 y adláteres es un verdadero disparate, cosa que es refrendada por lo que leemos en Rev. 1:1-7:
“Juan, a las siete congregaciones que están en el distrito de Asia: “Que tengan bondad inmerecida y paz de parte de “Aquel que es y que era y que viene” y de los siete espíritus que están delante de su trono (en este caso se nos está hablando de Jehová Dios) 5 y de Jesucristo, “el Testigo Fiel”, “El primogénito de los muertos” y “El Gobernante de los reyes de la tierra”.
Al que nos ama y que nos desató de nuestros pecados por medio de su propia sangre 6 e hizo que fuéramos un reino, sacerdotes para su Dios y Padre, sí, a él (Jesucristo) sea la gloria y la potencia para siempre. Amén.
7 ¡Miren! Viene con las nubes y todo ojo le verá y los que lo traspasaron; y todas las tribus de la tierra se golpearán en desconsuelo a causa de él. Sí, amén.” (Acotaciones nuestras).
Luego es indudable que el que viene con las nubes (Mat. 24:30) y al que todo ojo tiene que ver, por tanto al que “traspasaron”, es Jesucristo; es cierto que lo que algunos dicen es que puesto que Jesucristo refleja nítidamente la personalidad de su Padre Celestial y de ahí esa alusión a Juan 12:44-45, ambas formas de entender el pasaje de Zac. 12:10 pueden ser aceptables y algo en lo que aquí “los mendas”, no estamos de acuerdo; porque de lo que se trata no es de la interpretación personal y rebuscada que uno pueda hacer de dicha narración en sus dos vertientes para que cuadren y no sean discrepantes, sino que lo que se nos está diciendo realmente en las dos versiones de dicho pasaje es diametralmente opuesto…… y aunque a algunos les parezca sorprendente y dada la defensa que siempre solemos hacer de la TNM de los TJ, tenemos que decir que en este caso no es ésta traducción, la que más se acerca al contenido real de lo que en esa porción bíblica se nos quiere transmitir; por lo que permítannos y por aquello de refrescar la memoria del “personal”, recordarles los dos distintos contenidos que se hacen de ese mismo pasaje y en este caso tomados de la LBLA (en línea con la RV 1960), para a continuación recordar cómo lo interpreta la TNM y teniendo siempre presente que es Jehová Dios el que está hablando en dicho pasaje:
“Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica y me mirarán a mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único y llorarán por El, como se llora por un primogénito.”
Noten además y a modo de curiosidad, por si ya no hay bastante confusión en dicha traducción, que después de la expresión “me mirarán a mí, a quien han traspasado”, se nos dice que “se lamentarán por él” y sin que se nos diga nada de quién es este “el”, ni de la razón del porqué de dicho lamento. En todo caso queda claro, que en esta transliteración del texto sagrado el “traspasado” es Jehová Dios y lo cual no es cierto, como todos sabemos y prescindiendo de lo alambicada que sea la interpretación que se quiera dar a esas palabras; veamos ahora, la versión de la TNM y que está en línea con la otra forma de entender el asunto:
“Y ciertamente derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén el espíritu de favor y súplicas y ciertamente mirarán a Aquel a quien traspasaron y ciertamente plañirán por Él como en el plañir por un hijo único; y habrá una lamentación amarga por él como cuando hay amarga lamentación por el primogénito.”
Parece estar claro por la forma de redactar el pasaje analizado, que en este caso se está dirigiendo el foco de atención a Jesús, que es el que realmente fue “traspasado” y apartando con ello a Dios de la atención del lector, como si Este no tuviera ningún protagonismo en dicha situación y lo cual es falso; por lo que la pregunta en todo caso sería ¿cuál de las dos formas de interpretar dicho pasaje se ajusta más a lo que tendría que decir realmente y partiendo del contexto escritural? Pues a nuestro entender, ninguna de las dos, ya que según nuestro criterio la que mejor describe lo que se nos está intentando explicar en ese texto de Zac. 12:10, es la RVC y que lo vierte de la siguiente manera:
“Sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de buena voluntad y de oración; y volverán los ojos a mí (Jehová) y llorarán por el hombre (eso es, Jesucristo y no Dios) a quien traspasaron, como se llora y se guarda luto por el hijo primero y único.” (Acotaciones nuestras).
Esa es a nuestro entender, una correcta redacción del pasaje de Zac. 12:10 y a tenor de lo que leemos, por ejemplo, en unas proféticas palabras que aplican al tiempo del fin y que se encuentran en Isa. 31:5-6:
“Como pájaros que vuelan, Jehová de los ejércitos defenderá de la misma manera a Jerusalén. Al defenderla, también ciertamente la librará. Al perdonarla, también tiene que hacer que ella escape. 6 Vuelvan a Aquel contra quien los hijos de Israel han ido a lo profundo en su sublevación.”
Recordemos que a lo largo de la historia el pueblo hebreo tuvo que ser constantemente disciplinado por Jehová Dios, mediante dejarlos en manos de naciones extrañas, momento en el cual de nuevo se volvían a su Dios para conseguir perdón y liberación de sus aflicciones…… recurrente actitud que acabó con la paciencia del Altísimo y situación que se puso de manifiesto, con estas palabras que dirigió Jesús a la nación de Israel:
“Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella..., ¡cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne sus pollitos debajo de sus alas! Pero ustedes no lo quisieron. 38 ¡Miren! Su casa (eso es, su tierra o nación) se les deja abandonada a ustedes. 39 Porque les digo: No me verán de ningún modo de aquí en adelante hasta que digan: “¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová!”.” (Mat. 23:37-39).
Lo que auguraba un largo tiempo sin la protección de su Dios Jehová, pues a partir de la destrucción sufrida en el año 70 E.C., Israel fue menguando progresivamente como ente nacional, hasta que sobre el año 135 E.C. el emperador Adriano expulsó a los judíos de su tierra y como escarnio a estos, la rebautizó con el nombre de Philistia (o tierra de los filisteos) y ancestrales enemigos de Israel, con lo que esta nación despareció definitivamente como nación y por siglos no existió como tal, pues en armonía con la profecía bíblica (Lev. 26:32-33) sus miembros fueron esparcidos entre las naciones; sin embargo, una vez más Jehová se dejó rogar y de nuevo acudió en su auxilio, según se profetizó en Isa. 11:11-12 y en donde se lee como sigue:
“Y en aquel día tiene que suceder que Jehová volverá a ofrecer su mano, por segunda vez (la primera tuvo que ver con el regreso de su deportación a Babilonia), para adquirir el resto de su pueblo que quede de Asiria y de Egipto y de Patrós y de Cus y de Elam y de Sinar y de Hamat y de las islas del mar. 12 Y ciertamente levantará una señal enhiesta para las naciones y reunirá a los dispersos de Israel; y juntará a los esparcidos de Judá desde las cuatro extremidades de la tierra.” (Acotación nuestra).
Suceso que se produjo en 1.948 con el sorprendente reconocimiento de Israel como nación y a la que han ido regresando progresivamente los supuestos descendientes de aquellos que en su momento fueron esparcidos entre las naciones; eso es, que Jehová en su misericordia se acordó de Su pueblo, en armonía a la invitación que se extiende a este en la profecía de Oseas y en donde se lee como sigue, tomado en este caso de la versión DHH:
“¡Vuélvete, Israel, al Señor tu Dios, tú que caíste a causa de tu pecado! 2 Vuélvanse al Señor, llevando con ustedes esta oración: “Perdona toda nuestra maldad y recibe con benevolencia las alabanzas que te ofrecemos. 3 Asiria no puede salvarnos, ni tampoco escaparemos a caballo. Ya no llamaremos “Dios nuestro” a nada fabricado por nosotros mismos, porque solamente en ti, Señor, el huérfano encuentra compasión.”
4 Dice el Señor: “Voy a curarlos de su rebeldía; voy a amarlos aunque no lo merezcan, pues ya se ha apartado de ellos mi ira. 5 Voy a ser para Israel como el rocío y él dará flores, como los lirios. Sus raíces serán tan firmes como el monte Líbano; 6 sus ramas se extenderán hermosas como las ramas del olivo y será su aroma como el de los cedros del Líbano. 7 Israel vivirá de nuevo bajo mi protección; entonces crecerán como el trigo, florecerán como la vid y serán famosos como el vino del Líbano”.” (Oseas 14:1-7).
Palabras de dicha profecía que tendrán su máximo exponente cuando a no tardar y algo que ya se está vislumbrando en el horizonte, todas las naciones del mundo se volverán en contra del pueblo de Dios, Israel y este solo podrá confiar en su Dios…… y ahí es en donde aplica, volviendo a Zac. 12:10, ese “volverán a mi”; eso es, que cuando sin solución humana alguna ante lo que se les viene encima, de nuevo acudan en busca de Jehová su Dios para salvación…… o dicho de otra manera, se “volverán” hacia su Dios suplicándole ayuda y siendo en este sentido que debe interpretarse ese “mirarán a mí” de Zac. 12:10. Luego, cuando Jehová les provea dicha salvación por medio de Su Hijo Jesucristo en la batalla de Armagedón y que este pelea junto a sus hermanos en contra del “anticristo” y los ejércitos humanos que le siguen en su acoso y derribo al pueblo de Dios, es cuando Israel se da cuenta o entiende que “aquel a quien traspasaron” sus antepasados ejecutándolo como un vulgar criminal, casi 2.000 años atrás, era el Mesías enviado por Jehová. Y arrepentidos “plañirán por Él como en el plañir por un hijo único y habrá una lamentación amarga por él, como cuando hay amarga lamentación por el primogénito”; eso es, que lamentarán, no solo el brutal sacrilegio cometido por sus antepasados, sino el hecho de que ellos y solo ante tan dramática situación, llegan a darse cuenta de que por siglos (de hecho hasta el día de hoy) han repudiado a Jesucristo como el Mesías enviado por Jehová Dios en su momento y por lo que están esperando a otro…… por ahí va más o menos la “historia” del significado correcto, siempre a nuestro entender, de Zac. 12:10.
Por lo que, repetimos, en nuestra forma de ver las cosas la RVC es la que mejor describe la situación; aunque no es menos cierto y partiendo de lo que ya sabemos, que la NVI también se ajusta a lo explicado, pues así transcribe dicho pasaje:
“Sobre la casa real de David y los habitantes de Jerusalén derramaré un espíritu de gracia y de súplica y entonces pondrán sus ojos en mí. Harán lamentación por el que traspasaron, como quien hace lamentación por su hijo único; llorarán amargamente, como quien llora por su primogénito.”
Y es que el punto y seguido a continuación de “pondrán sus ojos en mí”, ya separa la idea establecida con la que sigue a continuación, en el sentido de que “aquél por el que se hace lamentación”, no puede ser la misma persona de la idea anterior y por lo que estamos hablando de dos personajes distintos.
Por lo tanto y a diferencia del autor del video mencionado al inicio de este escrito, los autores de este blog y para general conocimiento, si nos esforzamos para dar explicación lógica y razonable a esas aparentes contradicciones que suelen encontrarse entre las distintas versiones bíblicas que tenemos a nuestro alcance, como esta de Zac. 12:10…… y es que decir, como hace dicho autor (que para más “inri” se las da de teólogo y lo que tendría que llevarle a intentar poner negro sobre blanco), que las dos versiones que de dicho pasaje se dan en distintas traducciones se pueden aceptar como buenas, nos parece una frivolidad digna de mejor causa. Dicho lo cual, queridos lectores, añadir que lo que han leído no es más que el punto de vista de unas personas que sin ser teólogos, nos preciamos de conocer algo del contexto escritural, así como la capacidad de razonar sobre el mismo con un mínimo de lógica y sentido común…… lo que de ello resulte, ya lo han de evaluar ustedes.
MABEL
sábado, 17 de enero de 2015
¿Está seguro de lo que dice, Sr. Sospedra?
Y es que acabamos de recibir un correo con un extenso comentario acerca de uno de nuestros escritos, concretamente el titulado “¿Cuándo “aparecen” en escena, los 144.000 cogobernantes con Cristo?” y publicado el 13/06/14, en donde se nos hacen una serie de puntualizaciones y que, como tenemos por costumbre, al entender que son de interés general responderemos públicamente. En el correo en cuestión, que lo remite uno de nuestros asiduos lectores (así más o menos se identifica) y que responde al nombre de D. Carlos Sospedra (Willy), se nos hacen una serie de afirmaciones en las que queda claro que dicho caballero, o bien no se ha leído con la atención debida dicho artículo, o bien que no ha entendido nada de lo que ha leído, pues lo que nos plantea lo tiene explicado en el mismo; porque una cosa es que no se esté de acuerdo con nuestras afirmaciones y las mismas se rebatan con textos bíblicos procedentes que las puedan contrarrestar, lo cual es enriquecedor y otra muy distinta, el que se objete porque a uno no le gusta lo que nosotros planteamos y sin aportar prueba convincente alguna que avale su disconformidad con lo publicado.
Dicho lo cual, pasemos a exponer los dos puntos fundamentales que se nos discuten y que ya muestran que dicho caballero no está muy puesto en eso del entendimiento bíblico, al menos atendiendo a lo que él mismo nos dice ya de entrada en lo referido al primer punto en discordia y que pone en nuestro conocimiento con las siguientes palabras…… palabras que transcribimos sin retoque alguno, eso es, tal cual nos han llegado y en las que nos permitiremos resaltar en “negrita” algunas palabras significativas:
“Sabemos que los 144.000 son literales,no hay duda,pero a pesar de haber escudriñado mucho tiempo éste pasaje polémico y haber defendido la pertenencia de los primeros cristianos a él,he de admitir por puro sentido y continuación del pasaje,que los 144.000 son sellados enteramente en la tribulación.TODOS.No indica el sentido del texto para nada,un sellamiento dividido en dos tiempos diferentes y distanciados en 2000 años. Es verdaderamente torcer el texto y acomodarlo forzosamente a nuestra idea pre-concebida.
Yo mismo defendía su idea,e incluso la torcí,pero hay que admitir y reconocer que los 144.000 son sellados ¨todos juntos¨ en un momento determinado.¿Sabemos quienes serán?,No.¿Sabemos si serán los únicos que acompañarán en su gobierno a Yahshua?,No.
¿Por qué aparecen sólo ellos en Sión junto a él?.No lo sabemos.
Las escrituras no lo revelan,y tú lo sabes.”
Luego dicho caballero y que afirma tener muchas lagunas en cuanto a conocimiento escritural para tanta objeción presentada, de entrada ya nos está acusando de mentir flagrantemente y a sabiendas de ello (luego nos imputa mala fe o perversas intenciones), pues si resulta que nosotros sabemos algo y publicamos lo contrario de lo que sabemos y eso es lo que nos está diciendo…… ¡pues juzguen ustedes mismos! Pero volviendo al tema que nos ocupa, estaríamos hablando del pasaje de Rev. 7:2-4 y en donde se lee como sigue:
“Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”. 4 Y oí el número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de toda tribu de los hijos de Israel.”
Ya leído dicho pasaje, veamos ahora lo que nos objeta dicho caballero en su comentario: 1º, los primeros cristianos no tienen nada que ver con esos sellados; 2º, los 144.000 son sellados todos juntos durante la “gran tribulación”; 3º no sabemos quiénes serán; 4º, no sabemos, además, si serán los únicos que acompañarán a Cristo en su reinar y, 5º, no sabemos tampoco que hacen o representan al lado de Jesucristo “sobre el monte Sión” y según nos los muestra Rev. 14:1. Es decir, que ese caballero no sabe nada de de nada acerca de todo eso (de nuevo nos remitimos a su afirmación en este sentido) y lo que pone seriamente en entredicho su aseveración de que nos sigue desde hace tiempo, pues dichos puntos los tenemos perfectamente explicados en numerosos artículos…… sin embargo, se permite la licencia de afirmar que nosotros “torcemos los textos” para acomodarlos a nuestra particular forma de entender el asunto y lo cual no es más que una falacia, pues tal como muestra nuestra trayectoria siempre nos movemos en función del contexto escritural, como haremos también en esta ocasión.
Por lo que atendiendo a dicha ignorancia reconocida, pasaremos a enseñarle de “qué va la película” al caballero mencionado, desmontándole punto por punto su planteamiento y que es obligado iniciar con lo que se nos dice en Rev. 14:1 y del que dicho caballero afirma no saber que hacen esos 144.000 al lado de Jesucristo en dicho monte Sión:
“Y vi, y ¡miren!, el Cordero de pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen escritos en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre.”
Es cierto que si uno lee dicho pasaje con ideas preconcebidas, no parece aclararnos mucho en sí mismo, acerca de qué se nos quiere decir con la presencia de esos personajes al lado de Jesucristo y más si uno tiene las “lagunas” escriturales que parecen adornar al comunicante en cuestión…… ya otra cosa es, cuando dicho pasaje se entiende a la luz del contexto escritural y que para algo está, por ejemplo en lo que se lee en el Sal. 2:5-6:
“En aquel tiempo les hablará en su cólera y en su ardiente desagrado los perturbará, 6 diciendo: “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.”
Entonces y teniendo en cuenta que la Revelación o Apocalipsis es una narración de cosas que tenían “que suceder en la tierra” aún en un futuro lejano (Rev. 1:1), lo que se le mostró a Juan en esa visión de Rev. 14:1 era el momento en que Jesucristo toma el control del mundo en calidad de rey delegado de Jehová sobre el monte Sión y donde siempre estuvo el trono de Dios (1 Crón. 29:23), ocupado por Su rey designado…… luego si ello es así y así es, pues es el propio Dios Altísimo el que pronuncia dichas palabras, esos 144.000 acompañantes de Cristo en esa visión solo pueden ser aquellos que le acompañan en su reinar durante el milenario reino de Dios. Entonces y contrario a lo que nos dice el Sr. Sospedra, sí sabemos de entrada que esos 144.000 son los únicos que gobiernan al lado de Jesucristo en el reino de Dios…… y partiendo de dicha premisa, también sabemos que esos 144.000 personajes de los que nos habla Rev. 7:4, no son todos “sellados” en ese tiempo final de la “gran tribulación”, a tenor de lo que leemos en Luc. 22:28-30:
“Sin embargo, ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; 29 y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.”
Por lo tanto, dado que dentro de esa cantidad 144.000 están contabilizados también los apóstoles y resto de seguidores de estos del I siglo y con los que Jesús estableció dicho pacto, es obvio que Rev. 7:4 nos tiene que estar diciendo otra cosa distinta a la que entiende D. Carlos en el sentido de que es en ese momento cuando serán sellados “todos” aquellos que con Cristo tienen que reinar…… y lo que está haciendo dicho pasaje no puede ser otra cosa, que darnos simplemente la cantidad total y hasta ese momento desconocida, de aquellos que participarían en dicho gobierno del reino. Porque recordemos la directa relación existente entre esos personajes mencionados en Rev. 7:4 y los mencionados en Rev. 14:1, en el sentido de que todos ellos (y a diferencia de la “gran muchedumbre” de Rev. 7:9:14 y que sobrevive a la mencionada “tribulación”), están “sellados en sus frentes” con el sello del Dios vivo, eso es, “el nombre de él (Jesucristo) y el nombre de su Padre”…… y circunstancia que nos lleva indudablemente al hecho de que estamos hablando de las mismas personas; ahora bien, quizás el Sr. Sospedra podría objetar acerca del significado de Rev. 7:3, pues probablemente tampoco sabrá de lo que se nos está hablando en el mismo:
“…… y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.”
Porque si nos fijamos, en dicho pasaje y si bien se nos habla de sellar “a alguien”, es obvio y por lo ya explicado, que no pueden ser todos los 144.000 del verso cuatro, sino un resto de estos y que aún no han aparecido…… pero ¿nos habla la Biblia de esto, o estamos ante suposiciones nuestras para “torcer el texto y acomodarlo a ideas preconcebidas” para salir airosos del supuesto “atolladero” en el que nos haya podido meter la objeción del Sr. Sospedra? Nada de esto, sino que dado que los autores de este blog jamás decimos algo que no podamos demostrar, veamos que se nos dice que ocurre en la apertura del quinto sello, de los siete que abre Jesucristo:
“Y cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido (noten el verbo en tiempo pretérito) degollados a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra de testimonio que solían tener. 10 Y clamaban con voz fuerte y decían: “¿Hasta cuándo, Señor Soberano santo y verdadero, te abstienes de juzgar y de vengar nuestra sangre en los que moran en la tierra?”. 11 Y a cada uno de ellos se dio una larga ropa blanca; y se les dijo que descansaran por un poco de tiempo más, hasta que se completara también el número de sus coesclavos y de sus hermanos que estaban a punto (luego suceso posterior a la reclamación de los personajes citados) de ser muertos como ellos también lo habían sido (eso es, asesinados en defensa de su fe).” (Rev. 6:9-11). (Acotaciones nuestras).
De nuevo vemos como el registro sagrado contradice lo dicho por el Sr. Sospedra, pues él sostiene que no estamos ante un sellamiento dividido en dos tiempos con una separación de casi 2.000 entre ambos, cuando la realidad es totalmente la contraria, porque veamos: sabemos que con la muerte de los apóstoles, finalizó la dispensación del bautismo en espíritu santo y que era el que daba la condición a uno de Hijo de Dios (algo que hemos explicado con harta frecuencia en diferentes artículos y citando para ello de Hech. 8:1-20), así como el que dotaba de poderes sobrenaturales a sus poseedores y que les identificaba como aquellos que reinarían con Cristo, con lo que hubo un “parón” en la obra iniciada por Jesús de búsqueda de aquellos que tenían que reinar a su lado…… de hecho, con dicha interrupción temporal finalizó la oportunidad extendida al ser humano de poder luchar para alcanzar dicho privilegio y así hasta el tiempo actual. Porque estaríamos hablando de la próxima aparición en la tierra de un pequeño “resto” de esos poderosos personajes y que serán elegidos ya directamente por Jesucristo (eso es, a la manera de Pablo) y no como en el I siglo, mediante búsqueda por medios humanos (los apóstoles en ese caso) y como premio al esfuerzo personal de uno, completando con ello la cantidad pendiente de redondear y de la que nos habla el pasaje que acabamos de mencionar; luego leamos lo que se nos dice en Rev. 11:3-6:
“Y haré que mis dos testigos (obviamente un pequeño resto “ungido”) profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. 4 Estos son simbolizados por los dos olivos y los dos candelabros y están de pie delante del Señor de la tierra.
5 Y si alguien quiere hacerles daño, de la boca de ellos sale fuego y devora a sus enemigos; y si alguien quisiera hacerles daño, tiene que ser muerto de esta manera. 6 Estos tienen la autoridad para cerrar el cielo de modo que no caiga lluvia durante los días de su profetizar y tienen autoridad sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con toda clase de plaga cuantas veces deseen.” (Acotación nuestra).
Luego poderosísimos personajes a la manera de los apóstoles, Moisés o Elías, que tienen una comisión divina que llevar a cabo por espacio de 1.260 días o tres años y medio, para lo cual se decreta por orden divina un tiempo de tregua en la tierra (Rev. 7:1-3) y después de lo cual, ocurre esto:
“Y cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia salvaje que asciende del abismo hará guerra contra ellos y los vencerá y los matará. 8 Y sus cadáveres estarán en el camino ancho de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero. (……)
11 Y después de los tres días y medio, espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos y se pusieron de pie y gran temor cayó sobre los que los contemplaban. 12 Y oyeron una voz fuerte procedente del cielo decirles: “Suban acá”. Y subieron al cielo en la nube y sus enemigos los contemplaron.” (Rev. 11:7-12).
Es en ese momento y completado ya el número de los que con Cristo tienen que reinar, cuando se produce la “primera” resurrección de Rev. 20:6 y ello conjuntamente con el arrebatamiento de esos personajes (1 Tes. 4:16-17); momento en el que inicia la segunda parte de la profética 70 semana de Dan. 9:26-27 y con ello la “gran tribulación” (para más información, ver el artículo mencionado al inicio de este escrito). Lo cual nos lleva a la segunda objeción que nos plantea dicho caballero y que, como la primera, transcribimos directamente de su correo…… obviamente sin hacer corrección alguna a dicho contenido, salvo el añadir de nuevo “negritas” para destacar puntos clave que nos plantea:
“A pesar de decir que es sólo tu opinión personal lo que cuentas en éste y otros temas,pareces tener una obsesión con la ¨famosa semana setenta¨. Amigo Armando,en las escrituras no existe ninguna semana de siete años guardada para la tribulación.Eso es una falsa doctrina que se ha establecido en numerosas sectas.Tú bien sabes, que tanto en Daniel como en Revelación, se nos detalla el único tiempo de duración de la gran tribulación y que dura únicamente 1260 días,42 meses o tres tiempos y medio.No existe ningún periodo de 7 años para la gran tribulación.La misma biblia nos lo indica en varias formas el mismo periodo de duración como para tergiversarlo. Tú mismo siempre has dejado patente,tu humildad a la hora de tener que reconocer que uno se puede equivocar y que estarías dispuesto,como debe hacer todo cristiano, a rectificar.
¿Puedes objetar algo a ésto que te expongo?
Dan 9:26 (DESPUÉS) de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin vendrá con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.
Dan 9:27 Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de abominaciones vendrá el desolador, hasta que una destrucción completa, la que está decretada, sea derramada sobre el desolador.
En todas las traducciones,compruébalo, aparece traducido DEPUÉS, Y DESPUÉS, PASADAS, CUANDO PASEN, las 7+62 semanas=69 Por lo tanto, PASADAS las 69 semanas, no puede significar otra cosa que ¨ESTAR YA DENTRO DE LA SEMANA 70¨
Es incongruente y saltarse el puro sentido común, afirmar que aun no se llegó a la semana 70. Luego es evidente y claro, que el Mesías sería cortado ¨DENTRO DE LA SEMANA 70¨ por la sencilla razón de que ¨DESPUÉS DEL 69 VIENE EL 70¨.
Daniel 9:26 también nos afirma la destrucción de Jerusalén por Tito,el hijo del emperador romano y por lo tanto príncipe, a pesar de que él mismo, no quiso destruir el Santuario,sino el ¨pueblo islámico¨ que regía bajo su legión y que desobedecieron sus óredenes.También se predice las contínuas guerras ¨hasta el fin¨ que soportaría Jerusalén. No podemos objetar nada a ésta evidencia.
Daniel 9:27 sigue hablando del Mesías,el cual haría un pacto¨CON MUCHOS¨ por ¨una semana¨. ¿Cual pacto?
Mat_26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada ¨POR MUCHOS¨para el perdón de los pecados.
Ésta es la ¨misma semana 70¨ o periodo de tiempo.
En medio o mitad de esa misma semana 70 en que se efectuará el pacto de expiación con su propia sangre, el Mesías pondrá ¨fin¨ a los sacrificios del Templo de Yahveh, pues ya nunca harían falta.”
Y después de algunas expresiones reiterativas a la objeción presentada, nos dice esto otro y a modo de conclusión:
“Por lo tanto, sólo queda ¨MEDIA SEMANA PENDIENTE¨ o ¨3.5 AÑOS¨ o ¨TRES TIEMPOS Y MEDIO¨ y que está acorde con el tiempo decretado por las escrituras para la gran tribulación.
Luego, el intentar forzar sucesos en una semana de siete años partida en dos tramos, es un tanto infructuoso y algo temeroso.”
Por lo que con la claridad que nos caracteriza en este blog, tenemos que decir que lo que es realmente temerario es hablar, cuando no se tiene ni puñetera idea de lo que se habla y lo que es peor, ni siquiera de lo que se lee; porque veamos lo que se nos dice en el libro de Daniel, acerca de dicha profecía de las 70 semanas:
“Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error, para introducir la justicia para tiempos indefinidos, para imprimir un sello sobre visión y profeta y para ungir el Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.
26 Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí.
Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta el fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.
27 Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva.”
Luego de lo que estamos hablando es de tres periodos de tiempo y lo que se nos quiere dar a entender con ello, es que no estaríamos hablando de 70 semanas de años correlativas, sino fraccionadas en períodos de 7 semanas+62 semanas+1 semana=70 semanas de años y que suman un total de 490 años en tres fracciones que, repetimos, no son correlativas; notemos y como nos apunta dicho caballero con insistencia, que el verso 26 nos habla de que la muerte de Jesús se produjo “después” de las sesenta y dos semanas, eso es, ya fuera de dicho computo de tiempo, mientras lo que leemos en el verso 25 es que “desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas” que suman un total de 69 semanas de años…… y aparición de dicho Mesías que se produjo cuando Jesús fue bautizado y reconocido por Dios como Su Hijo (Mat. 3:17); sin embargo, este murió mucho tiempo después del cumplimiento de la 62 semana, pues se cifra dicha muerte sobre los tres años y medio de haber iniciado su ministerio.
Pero ello no significa, como en una simplista y más bien rudimentaria lógica sustentada por dicho caballero y en el sentido de que “después del 69 viene el 70”, que dicha muerte se produjera dentro de la última semana de años pendiente, pues ya hemos señalado que no son períodos de tiempo correlativos y que además, esta no puede ser fraccionada. Y algo que incomprensiblemente nos apunta dicho caballero al decir que los primeros tres años y medio se cumplieron durante el ministerio de Jesús y, casi 2.000 años después, aún quedan pendientes de cumplirse los restantes tres años y medio, pues ya estaríamos hablando de cuatro intervalos de tiempo y no de los tres marcados por la profecía de Daniel. Por otra parte, si se lee correctamente el verso 26, queda claro que no puede ser Jesús el caudillo que mediará el “pacto con los muchos” del versículo 27 y por lo que dicha semana 70 no pudo iniciar con él, como de forma incomprensible nos asegura el Sr. Sospedra, pues veamos que se nos dice en la parte b de dicho verso 26:
“Y a la ciudad y al lugar santo, el pueblo de un caudillo que viene los arruinará…”
O sea, que “la ciudad (Jerusalén) y el lugar santo (el templo)” serían arruinados por “el pueblo de un caudillo que viene”, eso es, de un caudillo que aún tenía que aparecer y procedente del pueblo, raza o etnia que destruiría Jerusalén y su templo, por lo que no se podría elucubrar acerca de quién pudiera tratarse, hasta después de que se averiguara que pueblo arruinaría Jerusalén y algo que ocurrió más de 30 años después de muerto Jesús, por lo que en vida de este, dicho misterioso personaje aún quedaba en el futuro…… o dicho de otra manera, que el caudillo que establecería “el pacto entre los muchos” pertenecería al pueblo o “etnia” que desolaría posteriormente a Jerusalén y su templo y que no fueron en realidad los llamados “romanos” (como pueblo o raza), sino miembros de etnia asiria (o “pueblo islámico” según nos apunta el Sr. Sospedra) y de las que estaban compuestas las legiones mandadas por el general romano Tito, cuyos componentes era mayoritariamente mercenarios de la zona en las que estaban acantonadas dichas legiones,eso es, de lo que hoy conocemos como Oriente Medio. En todo caso y para añadir fuerza a nuestro argumento, resaltar que no fue el pueblo hebreo y al que pertenecía Jesús, el que causó la ruina de Jerusalén y su templo en el año 70 E.C., por lo que queda descartado el Hijo de Dios como el “caudillo” promotor del futuro pacto mencionado en el versículo 27 y al que dicho caballero de forma disparatada relaciona con Mat. 26:28; luego con lo que nos encontramos, no es con la disparatada afirmación de que solo restan tres años y medio de “gran tribulación”, sino que lo que resta por cumplirse es la entera semana 70 de Daniel y que aún no ha iniciado, pues veamos de nuevo que se lee en Rev. 7:1-3:
“Después de esto vi a cuatro ángeles de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, reteniendo los cuatro vientos de la tierra, (vientos que son símbolo de destrucción) para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol (lo que significa un tiempo de calma sobre la tierra). 2 Y vi a otro ángel que ascendía del nacimiento del sol, teniendo un sello del Dios vivo; y clamó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes estaba concedido hacer daño a la tierra y al mar 3 y dijo: “No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta después que hayamos sellado en la frente a los esclavos de nuestro Dios”.” (Acotaciones nuestras).
Y ya hemos dicho que los “dos testigos” de Rev. 11:3, tienen que profetizar o predicar por espacio de 1.260 días o tres años y medio, por lo que dicha calma anunciada se produce para que dicha predicación (la de Mat. 24:14) se pueda extender hasta la extremidad de toda la tierra habitada; solo después de finalizada dicha comisión, es cuando se da muerte a dichos personajes por su lealtad a Dios y momento en el que reciben “el sello” de aprobación divina; pues lo que se lee en Rev. 2:10, es que uno no puede recibir dicho sello acreditativo, sino sufre una muerte de sacrificio en defensa de su fe, pues lo que allí se dice es “pruébate fiel hasta la misma muerte y yo te daré la corona de la vida”, eso es, la inmortalidad. Luego no se puede “sellar” a esos personajes mencionados, hasta que no sean ejecutados después de cumplir con su comisión; ya a partir de dicho suceso y con lo que se acaban los 1.260 días o primeros tres años y medio de “calma chicha” anunciada en Rev. 7:1-3 que acabamos de mencionar, se inicia el segundo período de tiempo pendiente (tres años y medio más) y en el que los cuatro ángeles de Rev. 7:1 dejarán de retener a los “cuatro vientos” de destrucción, con lo que inicia el período de la “gran tribulación” que destruirá a todos aquellos que no hayan aceptado el mensaje predicado por esos poderosos personajes y que culmina con la batalla de Armagedón.
Por cierto y para que conste “en acta”, desde este blog jamás se ha dicho que la “gran tribulación” tenga una duración de siete años y como nos imputa dicho caballero, lo que demuestra que nos ha leído muy poco, o que no se ha enterado de lo que ha leído: porque lo que nosotros siempre hemos dicho, es que la primera mitad de dicha semana se desarrolla la gran predicación anunciada por Jesús en Mat. 24:14 y acabado ésta a los 1.260 días, es cuando inicia el período restante de tres años y medio en el que se produce dicha “gran tribulación” sobre aquellos y como ya hemos señalado, no hayan hecho caso al mensaje publicado. Y 70 semana de Daniel que aún no se ha iniciado, pues ni ha aparecido el príncipe o caudillo que tiene que validar el “pacto entre los muchos” y que se conoce como el “anticristo”, ni han aparecido esos poderosos personajes (los “dos testigos”) que tendrán la comisión de anunciar al mundo el establecimiento del reino de Dios; por otra parte y para añadir más a favor de nuestra afirmación, veamos qué es lo que se espera de dicha semana, según le fue explicado al profeta Daniel:
“Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión y para acabar con el pecado, para hacer expiación por el error y para introducir la justicia para tiempos indefinidos; y para imprimir un sello sobre visión y profeta (eso significa el cumplimiento total de la profecía bíblica) y para ungir el Santo de los Santos (entendemos que se refiere a la instauración del reino de Dios en la tierra).” (Dan. 9:24). (Acotaciones nuestras).
Y más de 2.500 años nos contemplan desde el momento en que se escribió dicha profecía y ni uno solo de esos logros mencionados se ha conseguido, sino que lo que estamos viendo a nuestro alrededor es totalmente lo contrario; luego repetimos, profética semana 70 de Daniel que aún queda en el futuro, aunque su próximo cumplimiento lo tengamos prácticamente encima…… pero futura al fin y al cabo.
Por lo que al “desconocimiento” de algunos puntos importantes en este tema y circunstancia reconocida por el mismo Sr. Sospedra, habría que añadir su incapacidad para leer correctamente un texto y que le ha llevado a la brutalidad de afirmar la división de la mencionada semana 70 en dos mitades y con casi 2.000 años de por medio, pues según él la primera mitad corrió a cargo de Jesús y en una incomprensible aplicación del pasaje de Mat. 26:28 (como ya hemos señalado) y una segunda mitad, de la que aún no sabemos nada. Y por otra parte y dado que como hemos visto, Jesús no pertenecía al pueblo que más de treinta años después de su muerte arruinó Jerusalén y a su templo, nos tendría que explicar el Sr. Sospedra quién es entonces el caudillo proveniente de dicho pueblo, etnia o raza, que tiene que venir para establecer un pacto “para los muchos” y al que las Escrituras identifican como “el asirio”:
“Y el asirio tiene que caer a espada, no la de un hombre; y una espada, no la del hombre terrestre, lo devorará (referencias directas a la batalla de Armagedón, en la que el “anticristo” es derrotado y destruido junto a sus seguidores, por el ejército celestial liderado por Jesucristo).” (Isa. 31:8ª). (Acotación nuestra).
En todo caso, un personaje aparentemente proveniente del mundo islámico y por lo que resulta que si Jesús no es dicho caudillo por aparecer y por lo que la semana 70 no pudo iniciar con él, el disparatado planteamiento de dicho caballero se cae por su propia base; también nos tendría que explicar de qué “pacto para los muchos” se nos habla en Dan. 9:27 y que dicho caballero relaciona disparatadamente con el de Mat. 26:28, cuando el caso es que el pacto mencionado en Daniel no solo está en el futuro, sino que aún no ha aparecido el personaje que tiene que validarlo, mientras que el pacto del pasaje de Mateo fue establecido o validado en ese mismo momento entre Jesús y aquellos que participaron del pan y del vino, por lo que no tenía nada de futuro ya que se estableció hace casi 2.000 años.
Y es que cuando uno no sabe de lo que habla, como parece ser el caso, es muy temerario pronunciarse de forma tan tajante y ya ni que decir, de acusar a otros de mentir diciendo aquello contrario a lo que saben, como nos ha acusado a nosotros de forma tan clara…… y claridad por claridad, esta es nuestra respuesta.
MABEL
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