miércoles, 15 de diciembre de 2010

¡Y “La Atalaya” tenía razón!

Y que no cunda el pánico, porque esto no es lo que parece, ya que los autores de este blog y miembros de esa organización de los TJ por más de 30 años cada uno, no estamos ni muchísimo menos por la labor de volver a militar en la misma y dicho sea ello, sin ánimo de menospreciar a nadie; y organización editora por otra parte, de la revista en cuestión y que dicho sea de paso es de las más conocidas, sino la más conocida (junto a su hermana ¡Despertar!) y de más tirada en el campo religioso. Ya otra cosa, es que más de un TJ tenga en su casa un numeroso stock de números atrasados de dichas revistas, amén de otras publicaciones, que no haya podido colocar y circunstancia que a dicha organización tanto le da, puesto que el sujeto en cuestión ya ha aportado a nivel personal la “voluntaria” contribución para la adquisición de dicho material y con lo cual, se ha conseguido el objetivo fundamental perseguido por su clase dirigente: hacer “caja”. Apuntado lo cual, vayamos al porqué de este titular.

Y es que de nuevo, el amigo Apologista ha aludido directamente a uno de los autores de este blog, aprovechando una supuesta colaboración (el video de un, también supuesto, TJ mexicano) y que ha incluido en su blog, bajo el título de “Testigo de Jehová mexicano, explica a sus correligionarios, sobre quiénes son los verdaderos Hijos de Dios”. Y video en el que D. Mario ha colocado y a modo de introducción, la siguiente leyenda:

“Un Testigo de Jehová sincero y de mente abierta explica a sus propios correligionarios la “fórmula” no tan secreta para convertirse en un hijo de Dios.

Este estudio va dirigido para todos, pero especialmente para mi amigo ex-Testigo de Jehová, el Sr. Armando López Golart.” (Negritas nuestras)

Pero nosotros que somos muy mal pensados (ya saben ¡cosas de la edad!) y nos maliciamos que el amigo Mario, desea meternos otra vez el dedo en el ojo o al menos intentarlo, no pensamos pasar por alto tal alusión. Por ello y dado que somos personas educadas y tendentes siempre a predicar con el ejemplo, de nuevo aceptaremos ese “envite” que nos hace D. Mario, eso sí, sin profundizar excesivamente en el tema y es que a tenor de lo visto, tampoco parece que el autor de dicho video esté para muchos “tecnicismos”. Dicho lo cual, empecemos a jugar.

De salida, diremos que el amigo Olcese califica al presunto TJ que presenta dicha fórmula “magistral” para pasar uno a convertirse en Hijo de Dios, de sincero y de mente abierta, sencillamente porque está (al parecer) de acuerdo con sus postulados; porque de lo contrario sería calificado de fanático, ignorante e hijo de Satanás y conste que en este blog, sabemos de qué estamos hablando. Pero puntualizado dicho extremo, nos gustaría decir que el caballero que aparece en el video, será todo lo sincero y abierto de mente que se quiera (no lo discutiremos), pero que da toda la sensación de no tener ni puñetera idea de lo que diciendo, al igual que no la parecen tener los Sres. Olcese y Rivas, avalando tan absurdas y disparatadas afirmaciones al colgar dicho bodrio en sus blogs respectivos. Y la cuestión es que llueve sobre mojado, porque este mismo tema les ha sido rebatido a ambos desde este blog en diversas ocasiones, sin que hasta el momento dichos caballeros u otros de su entorno, se hayan dignado o hablando de forma más apropiada, atrevido (que esta es otra) a respondernos de manera adecuada y con los argumentos bíblicos pertinentes.

A lo sumo, lo único que hacen es volver a publicar los mismos disparates (los que sean), ignorando dichas objeciones como si la cosa no fuera con ellos, e incapaces de contra argumentarlas y defender con ello, sus propios planteamientos o enseñanzas. Y todo ello a pesar de los muchos títulos de los que presumen y de auto calificarse rimbombantemente además, de eruditos, investigadores, evangelistas, maestros bíblicos y adalides de la verdad, cuando la mayoría de sus “enseñanzas” (por no decir todas) niegan semejantes calificaciones y no siendo capaces por otra parte, de decir una sola verdad, porque sus disparatados planteamientos no se sostienen con una Biblia en la mano. Sin embargo y por aquello de que lo cortés no quita lo valiente, les concederemos una nueva oportunidad para ver si en esta ocasión, son capaces de respondernos…… pero ya les adelantamos, que tenemos serias dudas en cuanto a ello; pero en fin, torres más altas han caído. Dicho esto, volvamos al video que nos ocupa.

En primer lugar, el caballero que aparece en el citado video, que por supuesto y como siempre, querido lector, le recomendamos la consideración del mismo para tener su propia idea de lo que le estamos hablando, afirma que los TJ se creen Hijos de Dios y que eso es lo que responderán si alguien les pregunta acerca de sus creencias, pero que “La Atalaya” del 15 de enero de 2010 (y para resumir), dice todo lo contrario, o sea que aún no lo son, sino que lo serán al finalizar el milenio del reinado de Cristo; y que por lo tanto, uno tendría que escoger entre creer lo que dice la Biblia (que según él, por lo visto si dice que ellos ya son hijos de Dios y que como burrada, no está nada mal) o creer en “La Atalaya” y que en este caso, de forma correcta (según nuestra opinión) y sin que sirva de precedente, les dice la verdad: ellos no son hijos de Dios en este momento, sino que en todo caso, lo serán en un futuro. Pero puesto que la afirmación de dicho autor establece, que todos los TJ, se creen hijos de Dios, no podemos evitar el negarle la mayor; porque desde 1.935 se ha enseñado por parte de los propios TJ, que solo 144.000 de ellos gobernarán con Cristo en calidad de Hijos de Dios y que el resto o sus “otras ovejas”, son los que pasarán con vida al milenio y ayudados por los primeros (durante ese período de tiempo) a pulirse y limpiarse, hasta llegar a la perfección, poder ser reconocidos al final del milenio y si superan la última prueba de la suelta de Satanás (Rev. 20:7-8), como perfectos hijos de Dios. Y eso lo tienen totalmente asumido y a través de toda su literatura, esos más de siete millones de personas que no se consideran miembros de su “clase ungida” y por tanto, no se consideran Hijos de Dios y siendo en este sentido, que afirmamos en nuestro titular que la citada “Atalaya” tiene razón.

Luego ese caballero o no ha sido nunca TJ, o no tiene ni la más remota idea de por dónde le sopla el aire; pero lo que ya es de aurora boreal, es que Apologista apoye esa afirmación (que todos los TJ se crean ser hijos de Dios) y calificando a dicho caballero de sincero y de mente abierta por semejante disparate, cuando él mismo está harto de publicar en contra de la división que hacen los TJ y afirmando que dicha organización, coloca a todos sus militantes de base como “hijos de Satanás”, al negarles su condición de Hijos de Dios; luego él sabe que los TJ enseñan eso. Entonces ¿por qué avala esa afirmación expuesta en el citado video, si él sabe que no es cierta? Porque vean lo que afirmaba en un artículo publicado el 10/02/10 y titulado “Ser o no ser ¿es usted un Hijo de Dios o un hijo del diablo?

Los Testigos de Jehová creen que sólo 144,000 de sus seguidores son hijos de Dios y hermanos de Cristo, destinados a reinar con él en su reino milenario. Los demás Testigos de Jehová (el 97%) simplemente no son hijos de Dios. De la misma idea equivocada es nuestro detractor, el Sr. Armando López Golart, quien tiene su propio blog que lleva por título......” y citando a continuación nuestro blog. (Negritas nuestras).

Y en cuanto a lo de nuestra equivocada idea, pues que quieren que les digamos, como no sea señalar que la misma, solo consiste en afirmar que actualmente nadie se puede considerar hijo de Dios y afirmación que el amigo Mario ha sido incapaz siquiera de mínimamente empezar a rebatirnos, porque de lo contrario y de no ser la cosa como nosotros la exponemos ¿qué espera para publicar algo que desmonte nuestros planteamientos? Por ejemplo, los que se hallan incluidos en un artículo publicado el 25/07/2010 titulado “Falsas enseñanzas” (que recomendamos también al autor del video) y en el que exponíamos las razones por las que actualmente no hay Hijos de Dios en esta Tierra y a la manera de los Pedro, Juan, Pablo, etc.; y artículo respecto al cual el amigo Olcese, no sabemos si porque está de acuerdo con nuestros postulados o porque no sabe cómo rebatirlos, aún no se ha pronunciado…… y ya vamos camino de los cinco meses, desde que fue publicado. Y en el bien entendido, que rebatir no significa el que machaconamente se reafirme uno en su idea, sin atender a cualquier tipo de objeción (como hace siempre D. Mario), sino que puntualmente vaya desmontando nuestros argumentos texto por texto y con lo cual, estaríamos hablando de otra cosa.

Pero mientras esperamos (hacemos de la paciencia, virtud), de momento y continuando con el tema que nos ocupa, analicemos un poco ese despropósito que D. Mario califica pomposamente como “estudio” en la presentación del citado video. Y en el que queda claro que el autor del mismo y rogamos se nos disculpe este exceso de sinceridad, es un analfabeto integral en cuanto a conocimiento bíblico, aparte de que no tiene ni idea de cómo leer con la debida corrección; y cuyas afirmaciones, el Sr. Olcese apoya al calificar de “mente abierta” al protagonista del esperpento que estamos comentando y publicarlo en su blog. Por ello, vamos a analizar la “solvente” prueba que aporta dicho caballero (el del video) en forma de textos bíblicos y que presupone él, avalan su personal condición de “hijo de Dios”. Y dado que D. Mario y para probar su condición de ungido, usa los mismos textos y otros que van en la misma línea, le rogamos que también se dé por aludido. Veamos entonces, tan “decisivas y concluyentes pruebas”, considerando el primero de ellos:

Juan 1:12: “Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él, les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.”

Este es el texto y esta, nuestra pregunta: ¿en dónde lee ese caballero, que este pasaje le reconozca u otorgue personalmente, su pretendida condición de hijo de Dios? Porque lo único que se desprende del mismo, es que Jesús concedió a aquellos que le recibieron o creyeron en él (bíblicamente vendrían a ser términos equivalentes) en ese tiempo y en persona, el llegar a ser reconocidos como tales Hijos de Dios. El mismo autor del video y al acabar de citar el texto referido, dice literalmente: “aquí se refiere a todos los que creyeron en Jesucristo”; luego puesto que hay un reconocimiento de parte, de que el tiempo verbal está en pasado, nada hay en ese pasaje que podamos aplicarnos nosotros en la actualidad: eso es algo que ocurrió en aquél tiempo…… así de simple. Porque que no hay que olvidar que la Escritura y para saber en qué terreno nos movemos, tiene momentos diferentes, pactos diferentes, pactos con distintos personajes, con propósitos distintos, o sea y resumiéndolo un poco, que cada tiempo ha tenido su propia circunstancia y necesidad; luego lo que puede aplicar en una determinada época o situación, no tiene porque forzosamente hacerlo en otra. Por otra parte y ya que se nos cita un pasaje de Juan, decir que los evangelios son básicamente una biografía (vista desde distintas ópticas) de la persona de Jesús, o sea, de lo que hizo, de lo que dijo, o de cómo trató con sus más cercanos y lo cual no tiene porqué significar, que esas cosas tengan que ser aplicadas o hagan referencia, a otras personas en un futuro más o menos lejano; para eso ya están las profecías y el libro de Revelación...... y por supuesto, dicho sea esto a modo de general resumen y sin profundizar. Pero veamos otro pasaje usado por ese señor, para “probar” su condición de Hijo de Dios:

Rom. 8:14-17: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. 15 Porque ustedes no recibieron un espíritu de esclavitud que ocasione temor de nuevo, sino que recibieron un espíritu de adopción como hijos, espíritu por el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”. 16 El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. 17 Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, pero coherederos con Cristo……” (y aunque el texto 17 continua, lo que sigue ha sido omitido por parte de ese caballero, aunque más adelante lo citaremos).

Pero tengamos en cuenta, que aquí nos hallamos en el contexto de una carta, o sea, en un contexto con sus propias particularidades y entre las cuales están, como es lógico, la existencia de un remitente (en este caso Pablo) y de un destinatario (en este caso la congregación de Roma), situados ambos a casi 2.000 años de distancia de nosotros y que se debería suponer, con las circunstancias, problemas y necesidades propias de su época y momento. Y que por tanto, difícilmente tienen que ver con nosotros los que vivimos, repetimos, casi 2.000 años después en otras circunstancias, distintos problemas y diferentes necesidades. Pero es que además y volviendo al pasaje en cuestión, lo único que se desprende de él, en este caso en el verso 14, es que aquello que caracterizará a los verdaderos Hijos de Dios, es que serán guiados por el Espíritu de Dios…… bien ¿y qué? ¿O es que acaso ahí se nos dice que concretamente ese señor del video, es el que es guiado por dicho espíritu? Puesto que no es así ¿no será más bien que es ese señor, el que pretende que nos creamos, que le guía dicho espíritu? En fin, es algo que se podría contemplar como una posibilidad, muy remota cierto es, pero posibilidad al fin y al cabo; aunque solo con ver la “fluidez dialéctica” y la brillantez intelectual de dicho caballero en el video de marras, todo parece indicar que nada más lejos de la realidad.

Por otra parte y ya pasando a considerar los siguientes versículos 15-16, vemos que lo que allí se nos dice, es que los receptores de ese espíritu de adopción, eran “ustedes”, o sea, aquellos a los que iba dirigida la carta en cuestión y no nosotros, que vivimos ya prácticamente en al año 2.011; además, también nos dice Pablo con meridiana claridad y en esa misma línea, que “…… el espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.”, o sea y para entendernos, que el espíritu daba testimonio con su espíritu (con el de ellos, no con el nuestro), de que “somos” (o sea, ellos eran, no nosotros) Hijos de Dios. Entenderlo de otra manera, es sencillamente no saber leer y sacar las cosas de su contexto, para desarrollar ideas extravagantes, sin ningún tipo de apoyo bíblico. Pero continuemos:

Gál. 3:26-28: “Todos ustedes (ellos, no nosotros), de hecho, son hijos de Dios mediante su fe en Cristo Jesús. 27 Porque todos ustedes los que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. 28 No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes (o sea, todos ellos, a los que se dirigía en ese momento y no nosotros u otros) son una persona en unión con Cristo Jesús.” (Acotaciones nuestras.)

Porque de nuevo estaríamos hablando de una carta, cuya autoría, otra vez corresponde a Pablo y que nos llevaría a preguntarnos lo siguiente ¿a quiénes fueron dirigidas esas palabras: al señor del video…… o más bien a personas que vivieron hace casi dos mil años y que formaban parte de la incipiente congregación cristiana, en distintos puntos de la provincia de Galacia? Leamos y salgamos de dudas:

Pablo, apóstol, ni de parte de hombres ni mediante algún hombre, sino mediante Jesucristo y Dios el Padre, que lo levantó de entre los muertos 2 y todos los hermanos que están conmigo, a las congregaciones de Galacia……” (Gál. 1:1-2).

O sea, que Pablo no se las dirigió a nadie más; luego ¿qué le hace pensar a ese caballero, que el tal mensaje pudiera ser universal y que por tanto, le incluye a él? Porque y prescindiendo de que podamos sacar provecho de los siempre acertados consejos y enseñanzas de Pablo, si se analiza un poco el contenido de esa carta (porque de nuevo estamos hablando de una carta, con todas las limitaciones a las que queda circunscrito su contenido o mensaje), uno se da cuenta de que esas palabras fueron dirigidas a unas personas en concreto, con unas concretas y específicas circunstancias y para un propósito o fin determinado. O sea, que Pablo no las escribió para decirle al señor del video ni a ninguno de nosotros, que vivimos 2.000 años después, que somos hijos de Dios ni nada parecido y por tanto, vemos que de nuevo se sacan afirmaciones de su contexto para que de manera interesada, parezca que las Escrituras digan cosas que realmente no dicen. Y esos son los “poderosos” argumentos que aporta dicho autor, para probar su “unción” como Hijo de Dios: porciones de cartas enviadas a otras personas, en circunstancias personales distintas a las actuales, necesidades diversas, problemas diferentes y finalidades concretas. Y encima, leídos pésimamente y si no nos lo creemos (lo de su “unción”)…… pues eso, que nos den.

También nos dice el autor del video, que la garantía de que es un Hijo de Dios, se la da la Biblia y suponemos nosotros a tenor de lo considerado, que será a partir del contenido de determinados pasajes bíblicos. Si ello es así (no vemos otra manera) y ese caballero de verdad es o ha sido TJ, sabrá que los textos de referencia que él pueda usar, son los mismos textos que usan los “ungidos” de esa sociedad, organización, secta o como quieran llamarla, para acreditar su condición. Pero claro, resulta que los Sres. Olcese, Rivas y Lavasori (entre otros) y que le han dado protagonismo en sus blogs, afirman sin lugar a dudas, que todas esas personas son “falsos ungidos”. Entonces que nos explique el autor de ese video, porque unos textos que le hacen a él Hijo de Dios, no lo hacen con otros y que afirman exactamente lo mismo. Y por si tiene interés en conocer con más detalle, cuál es nuestra opinión sobre este asunto, le sugerimos que le eche una ojeada a nuestro artículo “¿Y por qué tenemos que creerles?” del 27/10/2010.

En otro momento del video, dicho caballero vuelve a citar de Gál. 3:26: “…... pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.” y poniendo un marcado énfasis en la expresión “todos”, porque claro, como según dicho autor cita literalmente, Pablo ahí no “maneja ningún número”…… y se queda tan ancho el hombre. Y comentario que suponemos tendrá que ver con lo de los 144.000 co-gobernantes con Cristo y que por cierto, ya que sale a colación, no es esta una afirmación que se hayan sacado de la manga los TJ, sino que es la mismísima Palabra de Dios, la Biblia, la que nos habla de ello, concretamente en Rev. 14:1 y 3; y algo en lo que en un excesivo rasgo de generosidad y ya cediendo mucho, pero mucho, mucho, podríamos llegar a discutir una mínima posibilidad de que sea interpretable, pero en todo caso imposible de negar, porque como decía Jesús: “está escrito”. Y afirmación, con la que dicho caballero no hace más que resaltar la supina ignorancia de la que hace gala, en lo que tiene que ver con el entendimiento de las Escrituras. Y es que Pablo no podía dar ninguna cantidad o repitiendo sus palabras, “manejar ningún número ”, porque sencillamente desconocía tal circunstancia; y es que tuvieron que pasar casi 50 años a partir de esas palabras a los gálatas, para que fuera desvelada esa idea a través de Juan en la Revelación y mediante la cual, se puso en claro el entero propósito de Jehová y en el que figuraba el proyecto (entre otros), de que unos pocos, 144.000 como hemos leído, gobernarían sobre unos muchos, o “gran muchedumbre” (Rev. 7:9).

Ese concepto, repetimos, en los tiempos de Pablo no se consideraba ya que ellos no tenían ni la menor idea de cuál era el propósito final del Altísimo y mucho menos de la existencia de dos clases: gobernantes y gobernados, todos ellos con el favor de Dios. Que ello es así, lo prueba el hecho de que en dicha revelación, el anciano que se dirige a Juan no le pregunta si sabe quiénes son los 144.000 sellados, cosa que sí sabía Juan, ya que formaba parte de ellos; pero sin embargo, sí le pregunta por la “gran muchedumbre” incontable; luego veamos la pregunta y subsiguiente respuesta. El anciano pregunta:

“…… Estos que están vestidos de la larga ropa blanca, ¿quiénes son y de dónde vinieron?”. Y Juan responde: “De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe…..” (Rev. 7:13-14).

O sea que el propio Juan, aún en ese momento, desconocía por completo quién era ni de donde procedía, aquella “gran muchedumbre” que ningún hombre podía contar y que también teniendo la aprobación de Dios y por ello, salvado la vida, sin embargo no formaba parte de ese grupo con responsabilidades de gobierno; y teniéndole que explicar, por tanto el citado anciano, cuál era la comisión de esos gobernantes, para con esos gobernados (Rev. 7:9; 13-17). Luego, cuanto menos, podía Pablo poseer semejante información, 50 años antes.

Pero ya que dicho caballero se pone en plan tan enfático, nos permitimos señalarle que ese “todos”, por él tan absurdamente remarcado, se refiere única y exclusivamente a todos aquellos a los que Pablo se dirigía en esa carta, absolutamente a nadie más; porque no se debe de olvidar que estamos hablando de una carta con un remitente concreto (Pablo) y a unos concretos destinatarios: las congregaciones de la provincia de Galacia, todas ellas con sus particulares circunstancias, necesidades y problemas propios de la época, además de su especial situación de incipiente cristianismo; luego un contenido no extrapolable en principio, a otros destinatarios y mucho menos si entre ambos (las congregaciones de las provincias de Galacia y nosotros, en la actualidad), median casi 2.000 años de distancia. Pero claro, cuando se nos afirma que todos, todos, todos, podemos ser Hijos de Dios por el único requisito de tener fe en Cristo, entendemos que la cosa ya pasa de castaño oscuro, porque eso es poner muy “barato” el conseguir tan alto privilegio. Y es que Pablo no dijo eso ni en broma, sino que dijo algo bien distinto y bastante más serio:

Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte, ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección.” (Rom. 6:5).

Y que pensamos que el problema está en no saber leer de la manera adecuada y además, como ha sido el caso, omitir a conveniencia ciertas partes del registro escritural. Porque recuerden que cuando citábamos la referencia que dicho caballero ha hecho anteriormente del pasaje de Rom. 8:14-17 y ahí se lo hemos dejado señalado, ha omitido el leer la segunda parte del verso 17, probablemente porque no iba en línea con su afirmación o singular manera de entender las cosas. Pero veamos que nos dice ese verso 17:

Pues, si somos hijos, también somos herederos: herederos por cierto de Dios, pero coherederos con Cristo…… (y hasta aquí leyó nuestro amigo, pero veamos ahora en la continuación, la condición “sine qua non” establecida para obtener dichos privilegios y que ha sido omitida)…… con tal que suframos juntamente para que también seamos glorificados juntamente.” (Acotación nuestra).

Luego si uno quiere ser resucitado como glorioso Hijo de Dios, aparte de ejercer fe en Jesucristo y que no es más que un primer paso para el cristiano, tiene que sufrir una ignominiosa muerte de sacrificio por causa del reino como Él sufrió y que si se nos permite una personal opinión (y rogando se nos disculpe semejante licencia), la vida que llevan algunos presuntos “ungidos” actuales (a deducir de algunas fotografías o videos en internet), pues aquello que se dice sacrificada, muy sacrificada…… pues sinceramente no nos parece. Pero en fin, es solo un comentario.

Y por último y como a nosotros también “nos va la marcha”, aceptamos el guante lanzado por tan “entendido e ilustrado” caballero y le vamos a señalar, dónde en las Escrituras se nos dice que solo al final del milenio (esa es su pregunta/desafío), recupera el ser humano la condición de hijo de Dios, excepción hecha por supuesto, de aquellos que con Cristo han de gobernar y que ya murieron con esa condición, puesto que “vencieron” en las brutales pruebas que les infringió Satanás mientras estaban aquí en la Tierra y que llegaron, hasta el extremo de acabar con su vida física:

Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.” (Rev. 3:21).

¿Y de qué manera venció Jesús?...... pues manteniendo integridad hasta la misma muerte. Y eso, entendido tal cual está escrito, se convierte sencillamente, en un requisito de obligado y estricto cumplimiento: o uno pasa por ahí, o no se le concede el sentarse en un trono al lado de Jesucristo y circunstancia que apartaría a tanto “ungido” actual, de su poltrona particular. Pero volvamos a ese texto al que hacíamos referencia.

El propósito de Dios y según nos muestra la Biblia, es el de restaurar todas las cosas:

“…… a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:21).

Y dado que esa restauración tiene que ver intrínsecamente con el propósito original de Dios con respecto a la humanidad, dicha restauración para ser tal, nos tendría que poner en la misma condición de Adán antes del pecado: y Adán en ese momento, gozaba de la condición de hijo de Dios: “…… hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.” (Luc. 3:38). Dicho esto, veamos cuál será la comisión de Jesucristo y asociados, en calidad de reyes y sacerdotes, con aquella humanidad obediente bajo su gobierno:

“…… porque el Cordero (junto a sus cogobernantes), que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida…...” (Rev. 7:17). (Acotación nuestra)

Eso solo puede significar, que durante el milenio y de una manera progresiva, las personas bajo ese gobierno (sobrevivientes de la gran tribulación; más las que vayan resucitando durante ese tiempo; más las nacidas durante ese período) gradualmente serán llevadas a un estado de perfección. De ahí, que en Heb. 6:5, se nos hable “de los poderes del sistema de cosas venidero” y que tendrán que ver con la restauración tanto física, como espiritual, psíquica y emocional del ser humano, así como del entorno medio ambiental y también, con la armoniosa y pacífica convivencia de todo ser viviente sobre la Tierra:

Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:10).

Alcanzando el final del milenio y ya el ser humano en la misma condición de perfección de la que gozaron en su día, Adán y Eva, será soltado Satanás e intentará de nuevo extraviar a la humanidad y de nuevo consiguiéndolo en parte, al llevar a un gran número de personas “numeroso como la arena del mar” (Rev. 20:7-8), a rebelarse contra su Creador. Ya resuelta debidamente esa cuestión, la rebeldía de unos y la lealtad de otros, estos otros leales y ya probados dignos de volver a la misma condición que tenía Adán de hijo de Dios (antes del pecado), se produce el siguiente evento y según el texto que nos explica, que no recuperamos la condición de hijos de Dios, sino hasta el final del milenio:

Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas para con todos.” (1 Cor. 15:28).

Luego esa expresión “para que Dios sea todas las cosas para con todos”, implicaría indefectiblemente el que Jehová volviera a asumir, como en un principio, su condición de Padre Celestial de todas sus criaturas, lo cual significaría que el ser humano, ya perfeccionado y probada su lealtad, recuperaría esa condición de hijo de Dios, de la que en un principio gozaron nuestros primeros padres…… y ello, al final del milenio. Y repetimos el texto que nos confirma tal extremo, para que no haya dudas: 1 Cor. 15:28.

Y para enfatizar la idea, incidamos de nuevo en que dado que eso ocurre al final del milenio, es solo al final del mismo y diga lo que diga dicho caballero (el del video), cuando de nuevo el hombre recupera su condición de hijo de Dios: luego “La Atalaya” tiene razón. Otra cosa es el que nuestro Creador y en función de un arreglo necesario para la consecución de Su propósito, mucho antes y en unas especiales condiciones de privilegio, reconociera ya como tales, a un pequeño grupo de personas (Luc. 12:32) y a las que comisionaría para ejercer la gobernación del reino y dirigir esa “restauración” de todas las cosas (lo que obviamente incluiría su natural paternidad sobre el ser humano), de la que se nos habla en Hech. 3:21. Y lo cual nos llevaría ello y si nos permiten divagar un poco, a la siguiente reflexión: existirán entonces, ya finalizado el milenio, los ángeles, como unos hijos de Dios (Job 1:6); la humanidad y ya recuperada su primitiva condición (Luc. 3:38), como otros hijos de Dios y en tercer lugar y esa es la novedad, puesto que no existían en el pasado, una nueva creación (2 Cor. 5:17) que se compondría de una reducida cantidad de nuevos seres humanos en calidad de superlativos Hijos de Dios (los miembros de ese gobierno Mesiánico), superiores en dignidad a los mismos ángeles (1 Cor. 6:3) y al servicio directo de Dios y obviamente superiores, por supuesto, al resto de sus ya perfectos hermanos humanos y que siendo también hijos de Dios, no alcanzan sin embargo, a la dignidad y privilegios que les han sido concedidos a ellos, así como a los extraordinarios poderes que los tales llevan inherentes. Reflexión ésta muy personal por cierto (lo reconocemos) y por tanto susceptible de ser rebatida, pero que entendemos, puede colaborar a tener una perspectiva adecuada y que ayude a comprender de que estamos hablando.

Ahora bien, alguien podría preguntarse lo siguiente: ¿pero entonces y mientras tanto, de quién seremos hijos? ¿O como dice D. Mario, seremos unos parias sin padre…… ni perro que nos ladre (añadimos nosotros)? No necesariamente, si razonamos un poco: el pecado de Adán, supuso el ser expulsado no solo del paraíso, sino también de su condición de hijo perfecto de Dios, para pasar por decisión propia a aceptar o por lo menos a someterse, por decirlo de alguna manera, a la esclavizadora “paternidad” o dependencia de Satanás y legado que transmitió a toda su descendencia. Pero leamos que se dijo con referencia a Jesucristo:

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Isa. 9:6).

Ahora bien, Padre ¿de quién o quiénes?; porque lo que está claro, es que ese niño que en su momento nació, con el tiempo pasa a convertirse en padre de alguien, ya que así está escrito…… ¿pero de quién? Pues obviamente, solo puede ser de aquellos que aplicando el valor de su sacrificio expiatorio, voluntariamente decidieran salirse de la influencia satánica y pasaran a convertirse en seguidores del Hijo de Dios, en medio de un mundo que “yace en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19).

Entonces y en virtud de Juan 3:16: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.”, cuando aceptamos el valor expiatorio de dicho sacrificio y nos hacemos seguidores de Jesucristo, pasamos a convertirnos por voluntad propia, en sus hijos por recompra, mediante el precio de su sangre derramada. Porque en nuestra condición actual de total imperfección, nos es imposible ser aceptados por el Altísimo como hijos suyos, dado que Sus ojos “son demasiado puros para contemplar la iniquidad” (Hab. 1:13). Por ello es que se concede ese período de tiempo conocido como el milenio y que es en donde seremos limpiados, purificados y llevados a la perfección total (además de probados debidamente), después de lo cual y como ya hemos considerado, Jesucristo devuelve esa humanidad ya restaurada al Excelso Padre Celestial, quien bondadosamente nos vuelve a aceptar como genuinos hijos suyos. Y es que de no seguir las cosas este curso ¿qué sentido tendría el título otorgado a Jesucristo de Padre Eterno? Luego esa revista “La Atalaya”, en esta ocasión está de acuerdo con las Escrituras en el sentido de que hasta que no finalice el mileno, los “curritos de a pie” no accederemos a la condición de hijos de Dios, digan lo que digan, el autor del video y los Sres. Olcese, Rivas y otros. Y que por cierto, aunque lo nieguen y por supuesto, no dudamos de lo sincero de su creencia, no son otra cosa más que miembros de ese colectivo de “curritos de a pie” y por lo tanto, eso de gobernar con Cristo en el reino, teniendo poder sobre muchas ciudades y bla, bla, bla, bla, pues como que les queda muy lejos; o sea, que nada de nada. Ahora bien, si son felices pensando en semejante posibilidad…… pues muy bien, son muy libres.

Y dicho esto, unas palabras dirigidas al Sr. Olcese: si bien este comentario tiene como último destinatario a tan “brillante” autor del video analizado, nosotros le consideramos a él (a D. Mario), directamente implicado en tan disparatado contenido, por asunción del mismo, puesto que lo ha usado con el propósito de ponernos en evidencia, merced a la alusión que ha hecho de nosotros (concretamente de mi persona) en su presentación. Y lo que no podemos entender, es como D. Mario nos crea tan lerdos como para pensar que con semejantes despropósitos, se nos pueda poner a prueba. Porque ¡hombre!, cierto es que no somos la quintaesencia de la erudición, sino que más bien y comparados con los Rivas, Dávila, Buzzard, Apolos, etc. y sin olvidarnos, por supuestísimo del mismo Sr. Olcese, (y parafraseando a los fariseos del tiempo de Jesús), no somos más que personas “iletradas y del vulgo” (Hech. 4:13); pero de eso, a que se piense que no sabemos leer correctamente y que seamos incapaces de razonar con lógica y sentido común, media un trecho. Pero en fin…… nosotros también defendemos la idea de que el pensamiento es libre.

Y eso, queridos lectores, es cuanto tenemos que decir acerca de tan “brillante revelación”, según el Sr. Olcese, de las afirmaciones del caballero autor del video en cuestión, sobre la “fórmula magistral” para llegar a ser hijo de Dios por la vía rápida. Y como no podía ser de otra manera, quedamos a la disposición, tanto del Sr. Olcese como del citado autor, para cualquier objeción que tengan a bien presentarnos. Y a todos ustedes…… pues lo de siempre: con una buena predisposición de ánimo, cojan su ejemplar de las Escrituras, lean atentamente y juzguen si lo que leen, se ajusta a lo que nosotros les contamos; y es que ya saben, nosotros…… también nos podemos equivocar.

MABEL

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