¿De qué va usted, D. Mario?
El día 12 de este mes de Agosto, el Sr. Olcese publicó otro video, en el que supuestamente nos daba respuesta a unos cuantos artículos que últimamente le habíamos dedicado y en el que no nos rebatía nada, pero absolutamente nada de aquello que le habíamos planteado. El video en cuestión “Los verdaderos súbditos del reino de Cristo y los Testigos de Jehová”, es de nuevo un canto al disparate, o el contradecirse a sí mismo y de seguir en su estrafalaria línea de entender las Escrituras, en que o bien saca textos de su contexto, o bien aplica textos bíblicos a personas que ya habían muerto al momento de escribirse los mismos o como en este caso en concreto, que nos habla del significado de unos textos, pero sin indicarnos cuales son e impidiéndonos así el poder averiguar si los tales, dicen aquello que D. Mario afirma que dicen…… sencillamente nos lo tenemos que creer, porque él lo dice. Y siendo el caso que los citados textos a los que alude, de ninguna manera dicen lo que ese señor afirma que dicen; pero lean ustedes mismos su afirmación:
“…… porque en la escritura, expresamente si leemos en el libro de Apocalipsis, se nos dice que los súbditos del reino, serán regidos con vara de hierro……” (Negritas nuestras)
Y partiendo de la base que ya le hemos discutido hasta la saciedad, que no pueden los súbditos del reino ser tratados como con vara de hierro, algo de lo que ni se ha enterado o se hace el tonto, para continuar con su absurdo y disparatado discurso, es que dicho caballero nos presume tan lerdos como a la mayoría de los que le leen (porque de lo contrario, no entendemos como no le ponen las peras al cuarto, por falso y embustero) y no tiene en cuenta que nosotros sí sabemos de qué textos nos está hablando y mira por dónde además, hasta los entendemos y todo; y por ello sabemos, que no dicen nada de lo que él afirma que dicen; pero veamos los únicos textos a los que puede hacer referencia el Sr. Olcese, del libro de Apocalipsis:
Rev. 2:26-27: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.”
Rev. 12:5: “Y ella dio a luz un hijo, un varón, que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue arrebatado hacia Dios y hacia su trono.”
Rev. 19:15: “Y de su boca sale una aguda espada larga, para que hiera con ella a las naciones y las pastoreará con vara de hierro. Pisa también el lagar de vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso.”
Pero es que resulta que los contextos de estos pasajes, nos sitúan antes del milenio, precisamente cuando se produce la batalla de Armagedón y que Jesucristo junto a sus hermanos co-gobernantes, pelean contra las naciones acaudilladas por Satanás. Por ejemplo, el contexto de ese último pasaje transcrito y que continúa con el verso 16 al 21, apoya nuestra afirmación y desmiente al Sr. Olcese en su planteamiento, al decir lo siguiente:
“16 Y sobre su prenda de vestir exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores. 17 Vi también a un ángel que estaba de pie en el sol y clamó con voz fuerte y dijo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: “Vengan acá, sean reunidas a la gran cena de Dios, 18 para que coman las carnes de reyes y las carnes de comandantes militares y las carnes de hombres fuertes y las carnes de caballos y de los que van sentados sobre ellos y las carnes de todos, de libres así como de esclavos y de pequeños y grandes”. 19 Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos (o sea, las naciones) reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia salvaje fue prendida y junto con ella el falso profeta que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. 21 Pero los demás fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo, la espada que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” (Acotación nuestra).
Luego nada que ver con los súbditos del reino, que aparecen al iniciarse el milenio como una gran muchedumbre sobreviviente de la gran tribulación (que no de esta batalla citada y de la que no hay sobrevivientes) y que además, difícilmente pudieran ser “quebrados” o “heridos” por Jesucristo, cuando de ellos se nos dice lo siguiente:
“Estos son los que salen de la gran tribulación y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero (luego han aceptado su sacrificio redentor y por lo que se les salva de la gran tribulación). 15 Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá (en señal de aprobación) su tienda sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, 17 porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.” (Rev. 7:14-17). (Acotaciónes nuestra).
Luego D. Mario ha vuelto a meter la pata hasta el corvejón, de nuevo atribuyéndoles un sentido que no tienen a unos textos determinados, solo para salirse con la suya y por lo tanto, demostrando una vez más ser un analfabeto integral en el entendimiento bíblico o lo que es peor, manifestando mala intención y una clara terquedad a aceptar el sentido correcto de la Palabra de Jehová, en función de sus bastardos intereses personales: quiere ser Hijo de Dios, sí o sí y ser rey en el reino, para gobernar “sobre muchas ciudades”; por lo visto en su casa no le dejan mandar y ha pensado que en el reino se puede poner las botas. Porque a ese caballero ya se le ha rebatido con anterioridad desde este blog y hasta la saciedad, por ejemplo, su disparate de que los súbditos del reino serán tratados como con vara de hierro, o que los santos del AT, David entre ellos, puedan gobernar como reyes con Cristo en el reino, o de la circunstancia que a día de hoy, Jehová no tiene ungidos sobre la tierra y nunca nos ha podido rebatir los argumentos presentados como debe hacerse: empezando por desmontar los textos usados, como hacemos nosotros y no en largas y enrevesadas peroratas, a la par que disparatadas, como es el caso que nos ocupa…… porque de revocarnos un solo texto ¡ni se atreve, vamos! Y cuando es el caso, que nosotros se lo estamos haciendo continuamente…… y ni se inmuta el hombre.
Pero ya que en el video en cuestión nos cita de Abrahán y David, como seguros futuros gobernantes en el reino de Dios, vamos a hablar de esos dos personajes para que D. Mario aprenda un poco y deje de hacer el ridículo: en primer lugar, la promesa a Abrahán y que se conoce como “el pacto abrahámico”, fue la siguiente:
“Y Jehová dijo a Abrán después que Lot se hubo separado de él: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur y hacia el este y hacia el oeste, 15 porque toda la tierra que estás mirando, a ti y a tu descendencia la voy a dar hasta tiempo indefinido.” (Gén. 13:14-15).
También posteriormente le dijo que haría de él una gran nación, innumerable como las estrellas de los cielos y que mediante su descendencia “se bendecirían todas las naciones de la tierra” (Gén. 22:15-18), luego nada que hiciera pensar que fue adoptado como Hijo Suyo; por otra parte, no fue “ungido” como David y no hay constancia que el espíritu Santo, como en el caso de este, se hiciera operativo sobre él en algún momento y detalle que D. Mario usa como prueba indiscutible del reconocimiento de David como Hijo de Dios; pues bien, de dicho patriarca y como hemos dicho, nada se nos afirma de algo parecido en su caso.
En cuanto a David, fue “ungido” para ser rey sobre Israel, para nada más, ya que si dicha unción hubiera conllevado el reconocimiento como Hijo de Dios ¿qué razón habría para que hubiera sido ungido por tres veces, como rey de Israel? En la primera ocasión por Samuel según 1 Sam. 16:13; la segunda por los hombres de Judá, en 2 Sam. 2:4 y la tercera y de la que vamos a leer, 2 Sam. 5:1-3:
“Con el tiempo todas las tribus de Israel vinieron a David, en Hebrón y dijeron: “¡Mira! Nosotros mismos somos hueso tuyo y carne tuya. 2 Tanto ayer como antes de eso, mientras Saúl se hallaba como rey sobre nosotros, tú mismo llegaste a ser quien hacía salir a Israel y lo hacía entrar. Y Jehová procedió a decirte: “Tú mismo pastorearás a mi pueblo Israel y tú mismo llegarás a ser caudillo sobre Israel” (luego nada que indique que Jehová lo consideraba un Hijo suyo, sino solo un simple caudillo de Israel, a la semejanza de Saúl o cualquier otro). 3 Así que todos los ancianos de Israel vinieron al rey, en Hebrón y el rey David celebró un pacto con ellos en Hebrón delante de Jehová; después de lo cual ellos ungieron a David por rey sobre Israel”. (Acotación nuestra).
Y que sepamos nosotros, ni Samuel, ni los citados hombres de Israel, ni los sacerdotes de las tribus de Israel, tenían autoridad para transmitir el Espíritu Santo de adopción como Hijo de Dios, circunstancia que según el registro bíblico, solo se dio con los doce apóstoles de Jesús. Luego David fue elegido y posteriormente “ungido” como rey sobre Israel, exactamente lo mismo que el Sumo sacerdote, que era “ungido” para ejercer su ministerio sacerdotal, o como los jueces lo fueron para ejercer otras comisiones delegadas por Jehová, porque ¿qué significa la expresión “ungido”? Pues sencillamente “elegido” o “escogido” para una comisión divina…… la que fuere, pero nada más. Por otra parte y asunto importantísimo, ni Abrahán ni David, se contaban entre aquellos que, según Jesucristo, tenían que “ vencer” si querían gobernar o reinar con él, en el reino de Dios:
“Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono.” (Rev. 3:21).
Ahora bien ¿qué se puede entender, por vencer como Jesucristo venció (Rev. 3:21)? Veamos cómo nos lo explica el apóstol Pablo:
“Porque si hemos sido unidos con él en la semejanza de su muerte, ciertamente también seremos unidos con él en la semejanza de su resurrección.” (Rom. 6:5).
Y ello implicaba obviamente una muerte en sacrificio al igual que Jesús, en defensa de su lealtad a Jehová. Sin embargo, veamos como murieron ambos personajes:
“Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho de días (o “lleno de días”, o años, según traducciones) y fue recogido a su pueblo.” (Gén. 25:7-8). (Acotación nuestra).
Luego murió en la cama de muerte natural, exactamente como el rey David:
“En cuanto a David hijo de Jesé, reinó sobre todo Israel; 27 y los días que él reinó sobre Israel fueron cuarenta años. En Hebrón reinó por siete años y en Jerusalén reinó por treinta y tres años. 28 Y por fin murió en buena vejez, satisfecho de días, riquezas y gloria; y Salomón su hijo empezó a reinar en lugar de él.” (1 Crón. 29:26-28)
O sea que “igualitico”, a la muerte que tenían que experimentar aquellos que con Jesucristo quisieran gobernar…… ¡“clavao”, oigan!
Por lo tanto y puesto que no murieron a la “semejanza” de Cristo y si Pablo no andaba pasado de copas cuando dijo eso, o que a Jesucristo no le hubiera dado “un aire” cuando estaba transmitiendo la Revelación a Juan…… puesto que no habían vencido como Jesús, no se podían levantar en una resurrección a la “semejanza” de Jesucristo, eso es, como perfectos Hijos de Dios y por tanto, herederos del reino en calidad de reyes y sacerdotes. Y lo cual cuadra perfectamente con lo que dijo Jesús en Juan 3:5, texto que D. Mario viola flagrantemente, con esa estupidez acerca de que Abrahán había renacido por el “agua de la palabra del evangelio que le fue predicado de antemano” y afirmación que no avala con ningún texto bíblico, luego otra vez hay que creerle porque él lo dice. Y es que en un video anterior y por eso decíamos al principio de este escrito que se contradice, vean lo que afirmaba de este pasaje de Juan 3:5 y en el artículo publicado el 24/07/11 bajo el título “Apologista; entendiendo el pacto davídico”:
“…… este reino va ser compartido por los santos, por la Iglesia, los conversos…… por los hijos de Dios y por eso Jesús aparece y dice que hay que nacer de nuevo para poder también entrar en este reino ¡no se puede entrar en el reino sin nacer de nuevo!…… ni siquiera asomarse al reino: uno tiene que nacer de nuevo… no hay otra forma para entrar… esto es muy importante: nacer de nuevo… no hay otra forma; y se nace desde el agua y del espíritu……”
O sea, tan importante, como que a David, Abrahán y otros, no les hizo puñetera falta para llegar a ser Hijos de Dios…… vamos bien Sr. Olcese... vamos bien.
Y que por otra parte, dicho caballero nos ha repetido hasta la saciedad, la necesidad de los siervos de Dios de tener que sufrir grandes sacrificios para poder alcanzar el reino, o sea, han de vencer (Rev. capítulos 2 y4) para alcanzar esta gloria y lo cual significa tener una muerte de sacrificio igual que él (Rom. 6:5) y que es obvio que este no fue el caso de esos dos personajes, Abrahán y David (entre otros), tal como ha quedado demostrado según el registro bíblico. Pero puestos a sacar falaces argumentos para salirse con la suya, nos sale afirmando que los TJ enseñan que esos personajes serán “meros vasallos” en el reino y cuestión en la que nosotros le desafiamos a que saque alguna Atalaya o cualquier otra publicación de esos señores que se manifiesten explícitamente en ese sentido. Porque lo que ellos siempre han dicho y nosotros apoyamos (no porque hayamos sido miembros de la secta, sino porque tienen razón), es que esos personajes prominentes del AT (junto a los miembros ungidos y algunos de los ancianos de la citada secta y punto en elque ya no estamos para nada de acuerdo) ocuparán puestos de privilegio, según el Sal. 45:16:
“En lugar de tus antepasados llegará a haber tus hijos, a quienes nombrarás príncipes en toda la tierra.”
Pero es que esto se lo acabamos de decir hace tan solo dos telediarios, concretamente en nuestro artículo del día nueve ¿o es de este señor no sabe leer? ¿O es que en su paroxismo ni se entera de lo que le dicen y tanto le da Juana, como su hermana? Y texto que por otra parte, continúa desmintiendo a D. Mario en su estrafalaria afirmación, ya que en él se nos dice que los antepasados (o padres, según versiones) de Jesucristo, pasan a convertirse en sus hijos; sin embargo sabemos, que los que heredan el reino con Cristo, son sus hermanos, en consecuencia, Hijos de Jehová. Por lo tanto, si esos antepasados de Jesucristo, los Abrahán, Moisés, Noé, Isaac, David, Daniel, etec., etc., pasan a ser hijos de Jesucristo, que no hermanos, es obvio entonces y a pesar de las absurdas y disparatadas ideas del Sr. Olcese, que no pueden ser Hijos de Dios y por tanto, heredar el reino en calidad de reyes y sacerdotes del mismo (Rev. 20:6). Porque además, si cualquiera de esas personas, por ejemplo David, como de manera tan enfática proclama dicho caballero, hubieran recibido el reconocimiento como Hijos de Dios ¿de qué manera hubiera podido ser Jesucristo, el “primogénito de entre muchos hermanos”? (Rom. 8:29).
Pero como nos tememos que de nuevo para nada servirán nuestros argumentos, puesto que ya el pasado día 12, el Sr. Olcese me mando un correo personal, intentando convencerme de la veracidad de ese despropósito que perpetra en el video que les señalamos al principio de este escrito, pero sin una sola referencia a los dos artículos que supuestamente pretendía rebatirme en el video citado al inicio de nuestro artículo, creemos que lo más sensato es dejarlo aquí, porque ante tanta idiocia no se puede discutir. Luego nos dedicaremos (como ya hemos hecho) a plantearle algunas preguntas y a las que estamos convencidos no nos va responder y que si lo hace, va a ser peor, porque probablemente será con un disparate superior al anterior y que le va a dejar más en evidencia de lo que ya está quedando; aunque para lo que a él eso le importa…… pues eso.
MABEL
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