El parto de los montes
Esta fábula, muy breve, relata cómo los montes dan terribles signos de estar a punto de dar a luz, infundiendo pánico a quienes los escuchan; sin embargo, después de señales tan asombrosas, los montes paren un pequeño ratón. Por lo tanto, la fábula y su enunciado “El parto de los montes”, hacen referencia a aquellos acontecimientos que se prevén como algo mucho más grandes o importantes, de lo que realmente terminan siendo. Y así nos ha pasado con el Sr. Olcese, que tras casi dos días (15 y 16) de silencio absoluto, nos hacía maliciar que estaba preparando algo gordo, en respuesta a las dos preguntas que le formulábamos el pasado día 12 y del artículo que le dedicamo temprano en el día 15; sin embargo, nada de eso ha sucedido. Porque lo único que ha publicado y a última hora del día 16, ha sido un raquítico artículo (tanto por extensión, como por nivel intelectual) titulado “¿Son amigos o enemigos de Jesús los súbditos de su reino?” y en respuesta a no sabemos qué. Por lo tanto y como ya aseverábamos en su momento, no han sido atendidas las preguntas que el día 12 le formulamos, ni los argumentos que le presentábamos acerca del porque Abrahán y David no pueden ser Hijos de Dios, en el artículo del día 15 y que bajo el título “¿De qué va usted, D. Mario?”, colgamos en nuestro blog; y así…… suma y sigue. Y es que llevamos una serie de artículos rebatiendo muchas de sus enseñanzas y de ninguna manera ha sido capaz de responder a alguna de ellas como hay que hacerlo: desmontando los textos bíblicos usados en las citadas objeciones y con ello, por extensión, los argumentos que las acompañan.
Esta fábula, muy breve, relata cómo los montes dan terribles signos de estar a punto de dar a luz, infundiendo pánico a quienes los escuchan; sin embargo, después de señales tan asombrosas, los montes paren un pequeño ratón. Por lo tanto, la fábula y su enunciado “El parto de los montes”, hacen referencia a aquellos acontecimientos que se prevén como algo mucho más grandes o importantes, de lo que realmente terminan siendo. Y así nos ha pasado con el Sr. Olcese, que tras casi dos días (15 y 16) de silencio absoluto, nos hacía maliciar que estaba preparando algo gordo, en respuesta a las dos preguntas que le formulábamos el pasado día 12 y del artículo que le dedicamo temprano en el día 15; sin embargo, nada de eso ha sucedido. Porque lo único que ha publicado y a última hora del día 16, ha sido un raquítico artículo (tanto por extensión, como por nivel intelectual) titulado “¿Son amigos o enemigos de Jesús los súbditos de su reino?” y en respuesta a no sabemos qué. Por lo tanto y como ya aseverábamos en su momento, no han sido atendidas las preguntas que el día 12 le formulamos, ni los argumentos que le presentábamos acerca del porque Abrahán y David no pueden ser Hijos de Dios, en el artículo del día 15 y que bajo el título “¿De qué va usted, D. Mario?”, colgamos en nuestro blog; y así…… suma y sigue. Y es que llevamos una serie de artículos rebatiendo muchas de sus enseñanzas y de ninguna manera ha sido capaz de responder a alguna de ellas como hay que hacerlo: desmontando los textos bíblicos usados en las citadas objeciones y con ello, por extensión, los argumentos que las acompañan.
Sin embargo, ahí tienen ese bodrio infumable, compuesto básicamente de textos que le citábamos en nuestro artículo, que colocados en su respectivos contextos, para nada apoyan su planteamiento, como por ejemplo el Sal. 102:2, o los de Rev. 2:27; 12:5; 19:15 y que en el citado artículo del día 15, le explicábamos con todo detalle y extremo, que D. Mario no nos ha podido negar. Lo que sí hace, en cambio, es contarnos una de mafiosos (sí, sí…… como lo oyen), a la vez que nos ofrece unas conclusiones dignas de la antología del disparate, como por ejemplo, en el primer párrafo de su escrito, en donde citando de Luc. 19:27, nos dice lo siguiente…… aunque primero leeremos el texto en cuestión:
“Además, a estos enemigos míos que no querían que yo llegara a ser rey sobre ellos, tráiganlos acá y degüéllenlos delante de mí.”
Y ahora sí, vean la “brillante” conclusión del Sr. Olcese :
“…… ¿cómo debemos entender esto? ¿Reina Jesús sobre sus enemigos o no? La cuestión es: ¿Pero acaso dice Jesús que todos sus enemigos serán decapitados? NOOO! Sólo aquellos que no querían que él reinase sobre ellos, pues seguramente habrá enemigos que sí querrán que él sea rey sobre ellos, aunque los tendrá que regir de todos modos con vara de hierro.” (Negritas nuestras).
Y si no pega, pues le ponen un poquitín de cola y apañaos…… porque no nos negarán que la cosa tiene su guasa; y es que afirmar semejante estupidez, que habrá enemigos de Jesús “que sí querrán” que éste gobierne sobre ellos, no lo hace ni al que se le ocurrió asar la manteca y mira que ya era tonto. Porque no se trata de dar una simple opinión como mera posibilidad de que algo ocurra... “pues seguramente habrán enemigos que sí querrán……”, sino de sacar textos bíblicos que confirmen tal extremo y cosa que no puede hacer, porque no los hay; porque de haberlos habido, ya los habría sacado. Los que usa y colocados en sus respectivos contextos, ya les hemos dicho que no apoyan semejante disparate. Pero veamos otra y que sigue a continuación de la película de mafiosos y estableciendo una relación, entre el relato mafioso y el caso de Jesús, lo que ya tiene sus bemoles:
“Del mismo modo, Cristo tendrá enemigos dentro de su reino, pues éstos aceptarán su invitación, su autoridad y poder, pero que serán de todos modos regidos con vara de hierro.”
Lo que ocurre es que nosotros (ignorantes que somos, ya nos sabrá disculpar tan “entendido” caballero), no sabemos de ningún lugar en las Escrituras, en donde se refleje semejante estrafalaria invitación, impropia de Jesús por otra parte…… y “pequeño” detalle que el Sr. Olcese, por supuesto, tampoco nos aclara. Porque la realidad, es que todo son simples ocurrencias desesperadas, a la par que disparatadas, sin ningún tipo de apoyo bíblico (de lo contrario ya nos lo habría mostrado), para mantener absurdos planteamientos en los que le hemos dicho que está equivocado y que se ve impotente para demostrar lo contrario.
Lo que sí sabemos (nosotros, claro, él no) es que al comienzo de la profética séptima semana de Dan. 9:27, dará comienzo la gran predicación de Mat. 24:14 y que tiene una duración de 1.260 días (tres años y medio), según Rev. 11:3 y espacio de tiempo en el cual las personas tiene que tomar posición: o aceptan el reino de Dios…… o lo rechazan, no hay término medio. Y circunstancia que confirman las palabras de Jesús, en Mat. 12:30:
“El que no está de parte mía, contra mí está; y el que no recoge conmigo, desparrama.”
Luego se está en contra o a favor; por lo tanto y por coherencia, Jesucristo no puede extenderle a uno que manifiesta estar en su contra, luego enemigo suyo, la invitación de vivir bajo un reino que ese uno, acaba de rechazar.
Terminado ese tiempo, inicia la Gran Tribulación (Rev. 7:14) y en donde aquellos que hayan aceptado el reino, serán ocultados de la ira divina (Sof. 2:3; Gén. 7:16; Sal. 31:20; Sal. 91; Isa. 26:20), mientras que aquellos que lo hayan rechazado, serán abandonados (Mar. 24:40) y todos destruidos en la citada Gran Tribulación. Y ya que D. Mario soporta su argumento sobre la interpretación que hace del pasaje de Luc. 19:27, La Biblia de Jerusalén (la única que lo vierte de esa manera), nosotros le citamos de la versión, Traducción en Lenguaje Actual, que lo vierte de esta otra:
“En cuanto a mis enemigos, tráiganlos y mátenlos delante de mí, porque ellos no querían que yo fuera su rey.”
Pero vean como es señor tergiversa las cosas, mediante manipulación y con lo que de forma consciente y repudiable, está engañando a todos sus lectores; lean con atención el siguiente comentario y que se encuentra en el tercer párrafo del artículo (perdón, queríamos decir del infecto bodrio que ha perpetrado) que estamos analizando:
“También es interesante leer la Nueva Versión Internacional, que lo vierte, así: “Pero en cuanto a esos enemigos míos (no todos sus enemigos!) que no me querían por Rey…” (esto implica que hubo otros que si lo querían por rey!).”
Pero veamos lo que ustedes leerán, si no se fían de D. Mario y buscan en la citada traducción, por su cuenta y riesgo:
“Pero en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, tráiganlos acá y mátenlos delante de mí.”
Luego prácticamente el mismo sentido de la versión Traducción en Lenguaje Actual y que nosotros les hemos señalado: los que no le querían como rey, eran considerados sus enemigos y por tanto, ejecutados…… y punto pelota; circunstancia que se desarrolla durante la batalla de Armagedón y que sucede antes de la instauración del reino...... y siendo en ese sentido, que se pronuncian todas las traducciones a nuestro alcance en lengua española y que nos hemos tomado la precaución de comprobar, una por una. Ahora bien ¿dónde está la diferencia de lo que D. Mario nos cuenta que dice la traducción Nueva Versión Internacional, sobre Luc. 19:27, con lo que realmente dice y que nosotros les hemos transcrito? Pues sencillamente en el paréntesis (-) que el Sr. Olcese coloca en ese texto y que no consta en el original; de tal suerte que el lector de ese bodrio/artículo escrito por dicho caballero, llegue a la conclusión que esa es una aclaración del traductor, autor de esa versión y que por lo tanto, las cosas son como se las explica D. Mario. Y es que cuando uno es honrado y siempre va con la verdad por delante, cuando coloca una aclaración de ese tipo, para ayudar al entendimiento del lector sobre el sentido de un texto, al final del texto o textos que se trate (y como siempre hacemos nosotros), se añade la coletilla “(Acotación nuestra)”, para no llevar al engaño al lector en cuestión. Pero claro, ya hemos dicho que eso lo hacemos los que somos honrados y siempre vamos con la verdad por delante y el Sr. Olcese, no es de esta cuerda…… y ahí tienen el ejemplo. Pero lean el artículo en cuestión rápido, porque igual es capaz de borrar ese paréntesis…… y es que sabemos de lo que les estamos hablando.
Pero es que para más inri, ese “señor” ha mandado a un servidor (Armando López Golart) y a mi correo personal, copia de ese bodrio con el siguiente encabezamiento: “Armandito, eso no tiene errorcillo!!!”. Y que no me negarán, que ya hay que ser estúpido para hacer esto; y les ruego perdonen nuestra salida de tono, pero es que con las cosas de Jehová, en este blog no admitimos ninguna broma. Porque es una broma de muy mal gusto, aparte de una burla a sus lectores y no hablemos ya, de un escarnio al propio Jehová, que con la cantidad de argumentos y textos que tiene rebatidos y a los que es incapaz de dar un sola respuesta medio coherente, se dedique a repetir vez tras vez, los mismos planteamientos, apoyándose en los mismos argumentos y textos que tiene rebatidos y con ello, tratándonos de imbéciles a todos…… y encima con retintín.
Por lo tanto y como conocemos nuestros límites, lo dejaremos aquí; pero nos comprometemos con ustedes, a dentro de poco, hablarles del pasaje de 1 Cor. 15:25 y con el que ese señor, inicia su exposición y como argumento “poderoso” para cimentar su planteamiento, porque claro…… “esa declaración no se puede borrar de la Biblia”. Es más, a nuestro entender no se debe de borrar de la Biblia, porque para los que entendemos dicha declaración, no representa ningún problema, pero para un analfabeto integral en las Escrituras como es el personaje en cuestión, no es más que otro obstáculo en donde meter la pata hasta el corvejón…… como ha hecho.
Por cierto y en línea con lo que acabamos de afirmar, el Sr. Olcese y al inicio de su escrito, establece una relación de causa entre el Sal. 110:2, con el Sal. 72:9 y lo cual es falso, porque no hablan de lo mismo; veámoslo y transcrito directamente del mismo artículo, por lo que ni hemos corregido las faltas de ortografía:
Salmos 110:2: Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;Domina en medio de tus ENEMIGOS.
Salmos 72:9: Ante él se postrarán los moradores del desierto,Y sus ENEMIGOS lamerán el polvo.
Y como verán ustedes, lo único que tienen en común, es que en ambos aparece la expresión “enemigos” y que el caballero en cuestión, se cuida muy bien de resaltar. Pero si el primero sí tiene que ver con Jesucristo, el segundo en absoluto, porque este segundo salmo estaba dirigido al rey Salomón. Y es que si ustedes buscan este salmo en distintas versiones, verán que tiene una dedicatoria y que en la mayoría de esas traducciones, casi un 80%, dicha dedicatoria se vierte de la siguiente manera: “A Salomón”; “Para Salomón” o “Himno a Salomón”. Luego ante esta situación, ese salmo no puede ser usado para referirse a algo que implique a Jesucristo, aunque solo sea por un mínimo de precaución. Pero como ese caballero y como hemos afirmado, es un analfabeto integral en cuestiones bíblicas, esa circunstancia del Sal. 72:9 la ignora…… porque si no es así, la cosa ya es mucho peor.
MABEL
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